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Nuevo León. Diagnóstico demográfico, social y económico de las Personas Adultas Mayores, 2010 Unidad de Planeación

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Nuevo León. Diagnóstico demográfico, social y económico de las Personas Adultas Mayores, 2010

Unidad de Planeación

Gobierno del Estado de Nuevo León

Secretaría de Desarrollo Social Unidad de Planeación

Equipo encargado del estudio

Nuevo León. Diagnóstico demográfico, social y económico de las Personas Adultas Mayores, 2010

Irma Martínez Jasso

Titular de la Unidad de Planeación

Norma Aleida Gibaja González

Coordinadora de planeación e información estadística

Erick Rodolfo Rodríguez Reséndiz

Coordinador de evaluación de programas y proyectos

Genaro Javier Savage López

Jefe de planeación y estadística

Agustín Torres Zavala

Analista económico y estadístico

Juan José Cuello Garza

Jefe de evaluación y seguimiento de programas

Mario Martínez Garza

Jefe de investigación de proyectos

Elizabeth Macías Pérez

Jefa de estadística

Claudia Denisse Guajardo Guerra

Analista en estadística

Nora Elia Guerrero Martínez

Asistente

Angélica Medellín Castilleja

Asistente

Monterrey, Nuevo León, octubre 2012

P r e s e n t a c i ó n

El envejecimiento de la población es un cambio profundo que tiene repercusiones en todas las facetas de la vida humana. En lo económico, incide en el crecimiento, el ahorro, las inversiones, el consumo, los mercados de trabajo, las pensiones, la tributación y las transferencias intergeneracionales. En lo social, influye en la composición de la familia y las modalidades de convivencia, la demanda de vivienda, las tendencias de la migración, la epidemiología y los servicios de atención de la salud.

Los informes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) aseguran que el envejecimiento poblacional es un fenómeno duradero, y que el grupo de adultos de mayor edad seguirá ampliándose con más rapidez que el resto de la población. Ese rápido crecimiento, asegura la CEPAL, requerirá ajustes económicos y sociales de gran envergadura en la mayoría de los países, y desafíos de gran alcance para la formulación de políticas públicas.

El estudio que aquí se presenta describe las características demográficas, sociales y económicas de las personas de 70 años y más que residen en Nuevo León; en especial, se aborda el peso relativo de la pobreza en este grupo de población. La información analizada corresponde a la muestra censal, 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Para dar una idea del avance del fenómeno demográfico en la entidad se apunta que las personas de 70 años y más se contaron en 116 mil 372 en el año 2000 y en 177 mil 868 en el año 2010, lo que representó un aumento del 53%, en 2010 de este grupo poblacional. En la población total representan el 3.04% en 2000 y 3.82% en 2010. Las proyecciones de población del Consejo Nacional de Población (CONAPO), indican que en el Estado, hacia el año 2030, por cada 100 menores de 15 años habrá 30 personas mayores de 69 años, mientras que para el año 2010 la relación fue de 14 personas, esto significa que en el estado cada vez habrá más adultos mayores.

La extensión del ciclo de vida no implica un mejoramiento en su calidad. En los países latinoamericanos dos terceras partes de su población adulta mayor no tienen garantizados sus ingresos. El grupo de personas de 70 años y más vive generalmente en condiciones de marginación, y padece de manera particular de pobreza. En el Estado, existían en 2010 alrededor de 55 mil adultos mayores en condiciones de pobreza.

Este estudio, además de fomentar la realización de estudios e investigaciones sociales de la problemática inherente al envejecimiento que sirvan como herramientas de trabajo a las instituciones del sector público y privado para desarrollar programas en beneficio de la población adulta mayor tal como lo establece la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores (DOF, 2012, objetivo XVII) también cumple con el compromiso del Gobierno del Estado de Nuevo León, a través de la Secretaría de Desarrollo Social, de proporcionar información actualizada y confiable a la sociedad, que permita aprender más acerca de la situación de los adultos mayores, tema que ha cobrado relevancia en los últimos años para su incorporación en la agenda pública.

Monterrey, Nuevo León, octubre, 2012

Gobierno del Estado de Nuevo León Secretaría de Desarrollo Social

Índice Página Introducción 1 I. Algunos datos mundiales sobre las Personas Adultas Mayores 6 II. Fuentes de información 7 III. El envejecimiento poblacional en Nuevo León 8 III.1 Aspectos demográficos de las PAM 9 III.2 Residencia por ámbito rural-urbano 10 III.3 Patrones de mortalidad 11 III.4 Patrones de la fecundidad 13 III.5 Patrones en la migración 14 III.6 Patrones en la estructura por edad y género 17 III.7 Indicadores seleccionados del proceso de envejecimiento 19 IV. Estado civil 26 V. Educación 27 V.1 Analfabetismo 28 V.2 Nivel de escolaridad 28 VI. Seguridad económica en la vejez 30 VI.1 Participación laboral 32 VI.2 Situación en la ocupación 34 VI.3 Acceso al trabajo remunerado 35 VI.3.1 Características de la ocupación 35 VI.3.2 Sector de actividad económica 36 VI.3.3 Ingreso por trabajo 37 VI.3.4 Ingresos por trabajo del hogar 40 VII. Salud y bienestar 42 VII.1 Derechohabiencia a servicios de salud 42 VII.2 Usuarios de servicios de salud 45 VII.3 Cobertura previsional en la vejez 46 VII.4 Capacidad funcional 47 VII.5 Etnia 51 VIII. Envejecimiento y entornos favorables 53 VIII.1 Hogares con personas mayores 53 VIII.2 Hogares con jefatura adulta mayor 54 IX. Entornos físicos 55 IX.1 Condiciones de habitabilidad 56 IX.2 Material y calidad en las viviendas 58 IX.3 Tenencia de activos en el hogar 62 X. Redes de apoyo social económico de las personas mayores 63 XI. Acceso a alimentación 67 XII. Discriminación 68 XIII. Modelo probabilístico de pobreza 70 XIII.1 Análisis descriptivo de las variables 73 XIII.2 Resultados de la estimación del modelo logit 75 XIII.3 Efectos marginales y probabilidades de incidencia de pobreza 79 Conclusiones 83 Referencias 88 Anexo 1: Cuadros complementarios 90 Anexo 2: Sintaxis para modelo de pobreza de AM en Nuevo León 102

Índice de cuadros Página

Cuadro 1 México. Población total y población de 70 años y más según entidad federativa, 2010 9

Cuadro 2 Nuevo León. Población total por grupos de edad, según género, 2010 9

Cuadro 3 Nuevo León. PAM por región y municipio, género y distribuciones relativas, 2010 10

Cuadro 4 Nuevo León. Edad media por región y municipio, según evento censal 1990-2010 16

Cuadro 5 Indicadores seleccionados de calidad de vida de la vejez 25

Cuadro 6 Nuevo León. Población de 12 años y más por situación conyugal y género, según

grupos de edad, 2010

27

Cuadro 7 Nuevo León. Escolaridad promedio de las PAM por municipios de ámbito rural y

urbano, según género, 2010

28

Cuadro 8 Nuevo León. Tasa de analfabetismo por grupos de edad, según género, 2010 28

Cuadro 9 Nuevo León. Tasa de analfabetismo por grupos de edad, según municipios de ámbito

rural y urbano, 2010

28

Cuadro 10 Nuevo León. PAM por grupos quinquenales y género, según nivel de escolaridad

alcanzado, 2010

29

Cuadro 11 Nuevo León. PAM por grupos quinquenales y municipios de ámbito rural y urbano,

según nivel de escolaridad alcanzado, 2010

30

Cuadro 12 Nuevo León. PAM por condición de actividad, según género, 2010 32

Cuadro 13 Nuevo León. PAM por condición de inactividad, según género, 2010 32

Cuadro 14 Nuevo León. PAM por condición de actividad, según municipios de ámbito rural y

urbano, 2010

33

Cuadro 15 Nuevo León. Participación económica de las PAM por grupos quinquenales de edad,

según género, 2010

33

Cuadro 16 Nuevo León. Participación económica de las PAM por grupos quinquenales de edad,

según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

34

Cuadro 17 Nuevo León. PAM ocupadas por posición en el trabajo, según género, 2010 35

Cuadro 18 Nuevo León. Personas por actividad económica y condición de PAM, según género,

2010

36

Cuadro 19 Nuevo León. Proporción de PAM ocupadas que reciben las prestaciones

especificadas, según género, 2010

39

Cuadro 20 Nuevo León. Proporción de PAM ocupadas que reciben las prestaciones

especificadas, según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

39

Cuadro 21 Nuevo León. Ingreso mensual promedio por trabajo según si es o no AM, por género,

2010

40

Cuadro 22 Nuevo León. Número de personas que reportan horas trabajadas según si es o no

AM, por género, 2010

40

Cuadro 23 Nuevo León. Promedio de horas trabajadas según si es o no AM, por género, 2010 40

Cuadro 24 Nuevo León. Ingreso promedio per cápita por decil de ingreso per cápita, según

presencia de PAM en la vivienda, 2010

41

Cuadro 25 Nuevo León. Equivalencia en Ingresos (proporciones respecto al primer decil), según

presencia de PAM en la vivienda, 2010

41

Cuadro 26 Nuevo León. Ingreso total por trabajo (IT) y participación porcentual por decil de

ingreso, según presencia de PAM en el hogar, 2010

42

Cuadro 27 Nuevo León. Personas por grupos de edad y género, según condición de

derechohabiencia, 2010

43

Cuadro 28 Nuevo León. PAM por grupos quinquenales de edad, según condición de

derechohabiencia a los servicios de salud, 2010

43

Cuadro 29 Nuevo León. PAM por lugar por institución en la que tiene derecho de recibir los

servicios médicos, según género, 2010 (Primera mención)

44

Cuadro 30 Nuevo León. PAM por región y municipio, según condición de derechohabiencia, 2010 44

Cuadro 31 Nuevo León. PAM por lugar donde se atiende cuando se enferma, según género,

2010

46

Cuadro 32 Nuevo León. Distribución de la población por grupos de edad y género, según si

recibe apoyo por jubilación o pensión, 2010

46

Cuadro 33 Nuevo León. Distribución de la población por grupos de edad y municipios de ámbito

rural y urbano, según si recibe apoyo por jubilación o pensión, 2010

47

Cuadro 34 Nuevo León. Distribución porcentual por grupo de población y género, según tipo de

discapacidad, 2010

49

Cuadro 35 Nuevo León. Distribución porcentual de PAM por género y municipios de ámbito rural

y urbano, según tipo de discapacidad, 2010

50

Índice de cuadros Página

Cuadro 36 Nuevo León. Distribución porcentual de PAM por grupos quinquenales, según tipo de

discapacidad, 2010

50

Cuadro 37 Nuevo León. Distribución porcentual de PAM por grupos quinquenales y género,

según causa de discapacidad, 2010

51

Cuadro 38 Nuevo León. Distribución porcentual de las PAM por si se considera indígena de

acuerdo a su cultura, según género, 2010

52

Cuadro 39 Nuevo León. Distribución porcentual de las PAM por habla de algún dialecto o lengua

indígena, según género, 2010

52

Cuadro 40 Nuevo León. Distribución porcentual de las PAM por habla algún dialecto o lengua

indígena, por municipios de ámbito rural y urbano, 2010

52

Cuadro 41 Nuevo León. Distribución porcentual de PAM por habla algún dialecto o lengua

indígena según si también habla español, por género, 2010

52

Cuadro 42 Nuevo León. Viviendas por tipo de hogar, según presencia de AM, 2010 54

Cuadro 43 Nuevo León. Viviendas donde al menos hay una PAM por tipo de hogar, según género

del jefe de familia, 2010

55

Cuadro 44 Nuevo León. Viviendas donde al menos hay una PAM por tipo de hogar, según edad

del jefe de familia, 2010

55

Cuadro 45 Nuevo León. Viviendas por clase según presencia de PAM, 2010 57

Cuadro 46 Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por material predominante en

paredes, según presencia o no de PAM, 2010

58

Cuadro 47 Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por material predominante en

techos, según presencia o no de PAM, 2010

58

Cuadro 48 Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por disponibilidad de agua, según presencia o no de PAM, 2010

60

Cuadro 49 Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por disponibilidad de agua a la

semana, según presencia o no de PAM, 2010

60

Cuadro 50 Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por disponibilidad de conexión del

drenaje o desagüe, según presencia o no de PAM, 2010

60

Cuadro 51 Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por disponibilidad de conexión de

agua del servicio sanitario según presencia o no de PAM, 2010

60

Cuadro 52 Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por tipo de combustible que usan

para cocinar, según presencia o no de PAM, 2010

61

Cuadro 53 Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por tipo de tipo de eliminación de la

basura, según presencia o no de PAM, 2010

61

Cuadro 54 Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por presencia o no de PAM, según

condición de hacinamiento en la vivienda, 2010

62

Cuadro 55 Nuevo León. Distribución porcentual de población según si es o no PAM, por

condición de hacinamiento en la vivienda de residencia, 2010

62

Cuadro 56 Nuevo León. Viviendas que disponen de los bienes que se especifican, según

presencia de PAM, 2010

63

Cuadro 57 El mapa de la red de apoyo social 65

Cuadro 58 Nuevo León. Distribución de la población de 12 años y más que recibió al menos un

apoyo por rango de edades, según tipo de apoyo recibido, 2010

66

Cuadro 59 Nuevo León. Distribución de la cantidad de ayudas (apoyos recibidos) para PAM,

según género, 2010

66

Cuadro 60 Nuevo León. Acceso a alimentos en la vivienda, según presencia o no de PAM, 2010 68

Cuadro 61 Definición de las variables utilizadas en el modelo probabilístico empírico 72

Cuadro 62 Indicadores de las PAM por situación de pobreza, 2010 73

Cuadro 63 Resultados de la estimación del modelo probabilístico. 2010 77

Cuadro 64 Efectos marginales del modelo Logit. 2010 80

Cuadro 65 Nuevo León. Indicadores promedio de las PAM en el modelo y características de su

entorno, según estrato de pobreza, 2010

82

Índice de gráficas Página

Gráfica 1 Nuevo León. Tasa de mortalidad infantil, 1990-2030 12

Gráfica 2 Nuevo León. Tasa de natalidad y de mortalidad, 1990-2030 12

Gráfica 3 Nuevo León. Esperanza de vida total y por género, 1990-2030 13

Gráfica 4 Nuevo León. Tasa global de fecundidad, 1990-2030 14

Gráfica 5 Nuevo León. Tasa de emigración e inmigración interestatal del estado, 1990-2030 15

Gráfica 6 Nuevo León. Pirámide de población, por género, 2010 17

Gráfica 7 Nuevo León. Proyección pirámide de población, por género, 2015 17

Gráfica 8 Nuevo León. Proyección pirámide de población, por género, 2020 17

Gráfica 9 Nuevo León. Proyección pirámide de población, por género, 2025 18

Gráfica 10 Nuevo León. Proyección pirámide de población, por género, 2030 18

Gráfica 11 Nuevo León. Proyección de adultos mayores en la población, por género. 18

Gráfica 12 Nuevo León. Razón de dependencia demográfica. 20

Gráfica 13 Nuevo León. Tasa de crecimiento anual de PAM y población del estado, 2000-2029 22

Gráfica 14a Nuevo León. Razón de dependencia del adulto mayor. 23

Gráfica 14b Nuevo León. Índice de envejecimiento, 2000-2030 23

Gráfica 14c Nuevo León. Relación de apoyo potencial, 2000-2030 24

Gráfica 14d Nuevo León. Relación de apoyo a los padres, 2000-2030 24

Gráfica 15 Nuevo León. Distribución porcentual de las PAM por tipo de ocupación, según género,

2010

35

Gráfica 16 Nuevo León. Distribución porcentual de las PAM por sector de actividad, según

género, 2010

37

Gráfica 17 Nuevo León. Distribución porcentual por sector de actividad, según condición de PAM

y género, 2010

37

Gráfica 18 Nuevo León. Distribución porcentual de PAM ocupadas por múltiplos de salario

mínimo (SM), según género, 2010

38

Gráfica 19 Nuevo León. Distribución porcentual de PAM ocupadas por múltiplos de salario

mínimo (SM), según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

39

Gráfica 20 Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por tipo de tenencia, según

presencia o no de PAM, 2010

57

Gráfica 21 Nuevo León. Distribución porcentual por tipo de adquisición de vivienda, según

presencia o no de PAM, 2010

57

Gráfica 22 Nuevo León. Proporción de viviendas por material predominante en el piso, según

presencia o no de PAM, 2010

59

Gráfica 23 Nuevo León. Proporción de viviendas que tienen disponibilidad de servicio sanitario,

según presencia o no de PAM, 2010

60

Gráfica 24 Nuevo León. Proporción de viviendas con uso exclusivo de servicio sanitario y no lo

comparten, según presencia o no de PAM, 2010

60

Gráfica 25 Nuevo León. Proporción de viviendas que tienen disponibilidad de energía eléctrica,

según presencia o no de PAM, 2010

61

Gráfica 26 Nuevo León. Proporción de viviendas que tienen disponibilidad de cuarto para cocinar,

según presencia o no de PAM, 2010

61

Gráfica 27 Nuevo León. Porcentaje de PAM por tipo de apoyo que reciben, según género, 2010 67

Gráfica 28 Nuevo León. porcentaje de PAM por tipo de apoyo que reciben, según ámbito de

residencia rural-urbano, 2010

67

Gráfica 29 ¿Cuál cree que usted qué es el principal problema para la gente de su edad en

México hoy en día?, 2010

69

Gráfica 30 ¿Me puede indicar cómo le hace para sostenerse económicamente?, 2010 69

Gráfica 31 ¿Me puede indicar cómo le hace para sostenerse económicamente? Distribución por

género, 2010

70

1

Introducción

De acuerdo al estudio de CONAPO sobre la situación demográfica de México 2011 (CONAPO, 2011), el envejecimiento de la población en México se ha hecho evidente a partir de la última década del siglo XX e inevitablemente será el cambio demográfico más notorio del siglo XXI. El número y proporción de la población de edades avanzadas aumenta con respecto a los otros grupos de edad, en un proceso que finalmente supone una estructura de población perennemente envejecida.

El CONAPO afirma que con estos cambios esperados, la importancia social y económica de la vejez se relaciona con el grado de dependencia asociado a las edades mayores. Así aceptado, sus consecuencias son inevitables y de tal importancia que se hace necesario analizarlas y anticiparse a ellas para prevenir sus efectos y mitigar sus consecuencias.

Entre los aspectos más importantes que requieren políticas y programas para atender tal dependencia están: la atención médica, la seguridad económica, el apoyo al ámbito familiar, las relaciones entre generaciones y la necesidad de nuevas normas sociales. Ninguno de estos temas está aislado sino en interrelación con todos los demás, lo que

requiere una visión y tratamiento integrales.

En general, el mundo envejece, pero algunos países sobre todo, los no desarrollados no están preparados para esto.

Durante junio a agosto de 1982 las naciones reunidas en la Primera Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (ONU, 1982) tomaron conciencia de que un número creciente de sus habitantes era de edad avanzada, y consideraron como preocupación común el fenómeno del envejecimiento y sus desafíos.

Los países reafirmaron su convicción de que los derechos fundamentales e inalienables consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos se aplican plena e íntegramente a las personas de edad; y coincidieron en el reconocimiento de que la calidad de la vida no es menos importante que la longevidad, por consiguiente, las personas de edad deben, en la medida de lo posible, disfrutar en el seno de sus propias familias y comunidades de una vida plena, saludable, segura y satisfactoria y ser estimadas como parte integrante de la sociedad.

El Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento que derivo de esa asamblea establece los compromisos de las naciones sobre formular y aplicar políticas a los niveles internacional, nacional y regional, para realzar la vida de las personas de edad como individuos. Esto con el fin de que, espiritual y físicamente, disfruten plena y libremente de sus años avanzados en paz, salud y seguridad.

Al mismo tiempo se comprometieron a estudiar las consecuencias del envejecimiento de la población sobre el desarrollo y las del desarrollo sobre las personas de edad, con miras a lograr la plena realización del potencial de las personas de edad y a mitigar, mediante medidas apropiadas, cualquier efecto negativo.

Las preocupaciones y recomendaciones contenidas en el plan se centraron en temas de salud y nutrición, protección de los consumidores ancianos, vivienda y medio ambiente, familia, bienestar social, seguridad de ingreso y empleo, y educación

Los objetivos concretos fueron:

a) Fomentar la comprensión nacional e internacional de las consecuencias económicas, sociales y culturales que el envejecimiento de la población tiene en el proceso de desarrollo;

2

b) Promover la comprensión nacional e internacional de las cuestiones humanitarias y de desarrollo relacionada con el envejecimiento;

c) Proponer y estimular políticas y programas orientados a la acción y destinados a garantizar la seguridad social y económica a las personas de edad, así como darles oportunidades de contribuir al desarrollo y compartir sus beneficios;

d) Presentar alternativas y opciones de política que sean compatibles con los valores y metas nacionales y con los principios reconocidos internacionalmente con respecto al envejecimiento de la población y a las necesidades de las propias personas de edad; y

e) Alentar el desarrollo de una enseñanza, una capacitación y una investigación que respondan adecuadamente al envejecimiento de la población mundial y fomentar el intercambio internacional de aptitudes y conocimiento en esta esfera.

Veinte años después, en abril de 2002, se celebró en Madrid, España la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (ONU, 2003) El Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento y la Declaración Política que fueron aprobados en esta asamblea marcan un punto de inflexión en la percepción mundial del desafío decisivo que supone la construcción de una sociedad para todas las edades.

El Plan de Acción de Madrid constituye un nuevo y ambicioso programa para encarar el reto del envejecimiento en el siglo XXI. El Plan de Acción se centra en tres ámbitos prioritarios: las personas de edad y el desarrollo, el fomento de la salud y el bienestar en la vejez y la creación de un entorno propicio y favorable. Sirve de base para la formulación de políticas y apunta a los gobiernos, a las organizaciones no gubernamentales y a otras partes interesadas las posibilidades de reorientar la manera en que sus sociedades perciben a los ciudadanos de edad, se relacionan con ellos y los atienden.

Es también la primera vez que los gobiernos han aceptado vincular las cuestiones del envejecimiento a otros marcos del desarrollo social y económico y de los derechos humanos, en particular los convenidos en las conferencias y cumbres celebradas por las Naciones Unidas durante el pasado decenio.

Al igual que en el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento de 1982, el de 2002, plantea varios temas centrales que están vinculados a metas, objetivos y compromisos con el fin de mejorar las condiciones económicas y sociales de todos de las personas de edad destaca:

a) La plena realización de todos los derechos humanos y libertades fundamentales;

b) El envejecimiento en condiciones de seguridad, lo que entraña reafirmar el objetivo de la eliminación de la pobreza en la vejez sobre la base de los Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad;

c) La habilitación de las personas de edad para que participen plena y eficazmente en la vida económica, política y social de sus sociedades, incluso mediante trabajo remunerado o voluntario;

d) Las oportunidades de desarrollo, realización personal y bienestar del individuo en todo el curso de su vida, incluso a una edad avanzada, por ejemplo, mediante la posibilidad de acceso al aprendizaje durante toda la vida y la participación en la comunidad, al tiempo que se reconoce que las personas de edad no constituyen un grupo homogéneo;

3

e) La garantía de los derechos económicos, sociales y culturales de las personas de edad, así como de sus derechos civiles y políticos, y la eliminación de todas las formas de violencia y discriminación contra las personas de edad;

f) El compromiso de reafirmar la igualdad de los sexos en las personas de edad, entre otras cosas, mediante la eliminación de la discriminación por motivos de sexo;

g) El reconocimiento de la importancia decisiva que tienen para el desarrollo social las familias y la interdependencia, la solidaridad y la reciprocidad entre las generaciones;

h) La atención de la salud, el apoyo y la protección social de las personas de edad, incluidos los cuidados de la salud preventivos y de rehabilitación;

i) La promoción de una asociación entre el gobierno, a todos sus niveles, la sociedad civil, el sector privado y las propias personas de edad en el proceso de transformar el Plan de Acción en medidas prácticas;

j) La utilización de las investigaciones y los conocimientos científicos y el aprovechamiento del potencial de la tecnología para considerar, entre otras cosas, las consecuencias individuales, sociales y sanitarias del envejecimiento, en particular en los países en desarrollo;

k) El reconocimiento de la situación de las personas de edad pertenecientes a poblaciones indígenas, sus circunstancias singulares y la necesidad de encontrar medios de que tengan una voz eficaz en las decisiones que les afectan directamente.

Este Plan de Acción de Madrid indica que la promoción y protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo, es esencial para la creación de una sociedad incluyente para todas las edades, en que las personas de edad participen plenamente y sin discriminación y en condiciones de igualdad.

Igualmente menciona que la lucha contra la discriminación por motivos de edad y la promoción de la dignidad de las personas de edad es fundamental para asegurar el respeto que esas personas merecen. La promoción y protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales es importante para lograr una sociedad para todas las edades. Para ello, la relación mutua entre las generaciones debe cultivarse, acentuarse y alentarse mediante un diálogo amplio y eficaz.

Las recomendaciones para la adopción de medidas se organizan con arreglo a tres orientaciones prioritarias: las personas de edad y el desarrollo; fomentar la salud y el bienestar hasta llegada la vejez; y crear entornos propicios y favorables.

El grado de seguridad de que gocen las personas de edad en sus vidas depende considerablemente de los progresos que se hagan en esas tres direcciones. Las orientaciones prioritarias tienen por objeto guiar la formulación y aplicación de políticas hacia el objetivo concreto del ajuste con éxito a un mundo que envejece, y en el que el éxito se mida en función del mejoramiento de la calidad de la vida de las personas de edad y de la sustentabilidad de los diversos sistemas —tanto estructurados como no estructurados— en que se funda el bienestar de que se goce en todo el curso de la vida.

Es indispensable incorporar la cuestión del envejecimiento a los programas mundiales. Hace falta un esfuerzo concertado para adoptar un enfoque amplio y equitativo en materia de integración de políticas. La tarea por realizar es vincular el envejecimiento con otros marcos del desarrollo social y económico y con los derechos humanos. Si bien las políticas concretas han de variar según los países y regiones, el envejecimiento de la

4

población es una fuerza universal y tiene tanto poder para moldear el futuro como la mundialización. Es indispensable reconocer la capacidad de las personas de edad para hacer aportes a la sociedad no sólo tomando la iniciativa para su propio mejoramiento sino también para el perfeccionamiento de la sociedad en su conjunto. Un pensamiento progresista reclama que aprovechemos el potencial de la población que envejece como base del desarrollo futuro.

Más recientemente, las Naciones Unidas (ONU, 2012) en su reporte de seguimiento de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento ofrece una sinopsis de la integración de las personas de edad en el desarrollo social, y analiza los principales retos que afrontan las personas de edad en este sentido y en el goce de sus derechos humanos.

Entre las conclusiones y recomendaciones del informe se destaca que el grado en que las personas de edad están socialmente integradas afecta directamente a su dignidad y calidad de vida, y aunque los países han reconocido la importancia de promover la participación y la salud de las personas de edad, hay sin embargo una falta evidente de políticas coordinadas en apoyo de la integración y la participación de las personas de edad en la sociedad.

De este modo, la integración social de las personas de edad deberá considerarse y aplicarse con mucha más decisión si los países desean materializar el potencial de un recurso humano, social y económico en buena medida pasado por alto y sin explotar, a saber, las personas de edad.

Del mismo modo, con mucha frecuencia, asegura el informe, las preocupaciones públicas y normativas con respecto al envejecimiento se centran excesivamente en la provisión de prestaciones y su costo económico para la sociedad, otorgándose escasa o nula atención a la manera en que la mayoría de las personas de edad pueden y deben seguir contribuyendo al desarrollo social.

Estas opiniones suelen estar fundadas en normas y supuestos discriminatorios que excluyen a las personas de edad y socavan su independencia. En varios países la crisis financiera y económica ha traído consigo recortes presupuestarios en el gasto social que suponen una clara amenaza adicional a la inclusión e independencia de las personas de edad a corto plazo.

La integración social de las personas de edad no puede lograrse a menos que sean capaces de expresar su opinión y tomen decisiones sobre las cuestiones que afectan a sus vidas y sus familias, comunidades y naciones.

Entre las principales recomendaciones que se ofrecen a los países en el tema de la integración social de las personas de edad están:

a) Promover y apoyar iniciativas que divulguen una imagen pública positiva a las personas de edad y sus múltiples contribuciones a sus familias, comunidades y sociedades;

b) Asegurar que el principio de igualdad de edad sea incorporado y defendido en todos los programas y políticas sanitarios y que su aplicación sea periódicamente vigilada;

c) Aprobar y hacer cumplir directrices que establezcan normas para la prestación de apoyo y asistencia a largo plazo a las personas de edad;

d) Promover y apoyar iniciativas que potencien la participación de las personas de edad en el mercado de trabajo;

5

e) Introducir leyes que promuevan la igualdad y la no discriminación sobre la base de la edad en la prestación de servicios financieros y de seguros;

f) Implicar a las personas de edad y sus organizaciones en la formulación, aplicación y supervisión de las políticas y los programas que los afecten.

Con vista en todo lo anteriormente expuesto, es fundamental para el diseño, desarrollo e implementación de políticas públicas relacionadas con la población adulta mayor contar con información actualizada y confiable sobre sus características.

En Nuevo León ya se han realizado estudios sobre este grupo de población: Un trabajo sobre el diagnóstico socio económico con datos del Censo de Población y Vivienda del 2000 (―El fenómeno del Envejecimiento de la Población en el Estado de Nuevo León. Un Reto de la Política Social‖, Cepeda et al.) y otro fue resultado de la evaluación realizada al programa estatal de atención al adulto mayor (―Evaluación sobre el bienestar de los beneficiarios‖, Flores et al.)1.

El objetivo de este estudio es presentar un panorama actualizado sobre las condiciones de la población adulta mayor del Estado de Nuevo León y derivar los retos que enfrentarán los individuos, las familias, las instituciones públicas y la sociedad en general por la participación demográfica cada vez más relevante de esta parte de la población.

El estudio se divide en XIII secciones. La sección I consiste en un panorama mundial sobre las personas adultas mayores, específicamente en datos estadísticos, la sección II describe las fuentes de información utilizadas.

Los temas que aborda la sección III se relacionan con los aspectos demográficos del envejecimiento en cuanto a la estructura de edades, su residencia urbano-rural, los cambios asociados a la mortalidad, fecundidad y movimientos migratorios. Dentro del apartado III se ilustra el proceso de envejecimiento de la población en Nuevo León. Para ello se usan distintos indicadores2 que permiten aproximarse al fenómeno desde diferentes ópticas y entender mejor algunas de sus consecuencias. Principalmente, se abordará el peso relativo del grupo de personas de edad con respecto al total de la población, el índice de envejecimiento, la relación de dependencia de las personas de edad, la relación de apoyo potencial y la relación de apoyo a los padres, lo anterior de

1 Ambos contenidos en Programa de Atención al Adulto Mayor Cuadernos del Consejo de

Desarrollo Social núm. 1, 2006. 2 De acuerdo a la CEPAL (2011). América Latina y el Caribe. Observatorio demográfico.

Envejecimiento poblacional. Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE). División de Población de la CEPAL. Santiago de Chile. Año VI No 12 Octubre / October Pp: 1-95. Consulta electrónica http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/2/46772/OD12_WEB.pdf Índice de envejecimiento = (Población de 60 años y más / Población de 0 a 14 años) * 100. Relación de dependencia de 60 años y más = (Población de 60 años y más / Población de 15 a 59 años) * 100. Relación de apoyo potencial = (Población de 15 a 59 años / Población de 60 años y más) * 100 = 1 / Relación de dependencia de 60 años y más. Relación de apoyo a los padres = (Población de 80 años y más / Población de 50 a 64 años) ∗ 100. En las notas metodológicas de este Observatorio figura una lista de las fuentes de información utilizadas por los países, así como una breve descripción de la metodología empleada. Los indicadores anteriores se adaptan a lo que en el presente documento definimos como una persona adulta mayor.

6

acuerdo a las recomendaciones inscritas en el Observatorio Demográfico de la CEPAL (CEPAL, 2011).

Los apartados del IV al VII tratan de los perfiles de los adultos mayores en cuanto a su situación conyugal, educación, empleo, salud, ingresos y vivienda.

La información se resume en cuadros desagregados por género y/o ámbito de residencia rural-urbano, algunos de los indicadores clasifican a la población de acuerdo a su condición de adulta mayor y población que no lo es. El estudio termina con el desarrollo de un modelo probabilístico tipo logit que estima la tasa relativa de caer en la pobreza para el grupo de población estudiado.

I. Algunos datos mundiales sobre las Personas Adultas Mayores

Según la información sobre envejecimiento y ciclo de vida de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2011), los datos más importantes de la población de Adultos Mayores a nivel mundial se resume en los siguientes puntos:

La población mundial de 60 años o más es el grupo etario de crecimiento más rápido. El envejecimiento es un fenómeno mundial. En 2050, aproximadamente un 80% de las personas mayores vivirán en países menos desarrollados. El envejecimiento de la población corre paralelo a la urbanización rápida: en 2007 más de la mitad de la población mundial vivía en ciudades y se calcula que en 2030 la cifra será superior al 60%.

El envejecimiento de la población es un triunfo de la sociedad moderna. Refleja la mejora de la salud mundial, pero también plantea retos especiales para el siglo XXI, tanto en los países en desarrollo como en los países desarrollados. La esperanza de vida en países como Japón y Francia era superior a 80 años ya en 2005, y también está aumentando en los países en desarrollo. Por ejemplo un niño que nazca hoy en Chile, Costa Rica, Jamaica, el Líbano, Sri Lanka o Tailandia puede esperar una vida de más de 70 años.

En el mundo, hay grandes diferencias con respecto a la esperanza de vida al nacer. Sigue habiendo grandes desigualdades sanitarias, como demuestran las diferencias con respecto a la esperanza de vida al nacer. Por ejemplo, mientras que en Japón, el país con mayor esperanza de vida, es de 82.2 años, en varios países africanos la cifra puede llegar a ser de 40 años menos.

También hay importantes desigualdades dentro de un mismo país. Por ejemplo, en los Estados Unidos de América los grupos socioeconómicos más favorecidos tienen una esperanza de vida hasta 20 años mayor que los menos favorecidos.

En 2050, cerca del 80% de las muertes corresponderán a personas mayores de más de 60 años. Los gastos sanitarios aumentan con la edad y se concentran en el último año de vida, pero cuanto más tarde muera una persona, menores serán los costos concentrados en ese periodo. El aplazamiento de la edad de la muerte gracias a un envejecimiento saludable y a políticas apropiadas para el final de la vida podría proporcionar grandes ahorros en materia de atención sanitaria.

La inversión en salud a lo largo de la vida produce dividendos a cualquier sociedad. Las personas mayores también representan un recurso para sus familias, comunidades y economías. Muy pocas veces es demasiado tarde para cambiar comportamientos de riesgo y promover la salud. Por ejemplo, el riesgo de muerte prematura disminuye en un 50% si se deja de fumar entre los 60 y los 75 años.

Para promover la salud, prevenir la enfermedad y tratar las enfermedades crónicas es fundamental una atención primaria eficaz a las personas mayores. En general, la

7

formación de los profesionales sanitarios tiene un pequeño o nulo contenido en materia de atención a las personas mayores. Sin embargo, el tiempo que pasan atendiendo a este sector de la población va en aumento. La OMS sostiene que todos los prestadores de atención sanitaria deben poseer formación geriátrica, independientemente de cuál sea su profesión.

Los desastres y las emergencias tienen un gran impacto en los ancianos. Por ejemplo, el mayor porcentaje de muertes causadas por el tsunami de 2004 en Indonesia se registró en los mayores de 60 años, y la mayoría de los fallecidos a consecuencia de la ola de calor registrada en Europa en 2003 fueron mayores de 70 años. Hay una necesidad urgente de políticas para proteger a las personas mayores durante las emergencias.

El riesgo de sufrir caídas aumenta en las personas mayores, para quienes los traumatismos tienen consecuencias mucho más graves. Los costos sanitarios, humanos y económicos son importantes. En Australia, el costo medio para el sistema de salud ocasionado por los traumatismos relacionados con caídas en mayores de 65 años fue de US$ 3611 en 2001-2002.

El maltrato de los ancianos está aumentando a medida que la población envejece y cambia la dinámica social. La OMS calcula que entre un 4% y un 6% de las personas mayores han sufrido alguna forma de maltrato: físico, psicológico, emocional, financiero o debido a negligencias. El maltrato de los ancianos es una violación de los derechos humanos.

II. Fuentes de información

El presente documento utiliza la base de datos que corresponde al cuestionario ampliado del Censo de Población del 2010, publicado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), el cual contiene un total de 276,098 registros a nivel de persona y 74,310 a nivel de vivienda.

En el análisis temático realizado, los datos muestrales fueron ponderados aplicando el factor de expansión para efecto de hacerlos representativos de la población, mientras que el modelo econométrico de pobreza utilizó la muestra sin el factor de expansión.

Entre las ventajas de la información que proporcionan estos datos están: 1) son los datos más recientes a nivel estatal, 2) la magnitud de la muestra y la compatibilidad con estándares internacionales para ciertos temas (como el de discapacidad), la hacen preferible sobre otra alternativa y 3) incluye información sobre los posibles tipos de ayuda económica, lo cual está relacionado con la población de adultos mayores (como la jubilación o pensión) y la organización de los hogares donde éstos residen.

Aclaraciones pertinentes sobre la narrativa del estudio y su fuente de información

1. Al comparar los datos que INEGI publica sobre el número de PAM se encontró una divergencia. En los tabulados básicos censales se consigna para Nuevo León a 177,868 adultos de 70 años y más (Cuadro 1); mientras que la muestra censal con factor expandido a población, arroja un dato de 188,459.

2. En el tema sobre discapacidad de las personas adultas mayores se debe considerar que la suma de los distintos tipos de limitación en la actividad puede ser mayor al total, esto es debido a la población que declara tener más de una limitación.

3. La forma sencilla para definir a la población envejecida es a través de una edad alcanzada. De esta manera, dependiendo de percepciones y objetivos, se han

8

utilizado las edades de 60 años y más, 65 años y más, 70 años y más, y algunas otras. En este estudio se considerará el corte de [70+].

4. A lo largo del documento, buscando un término genérico para la población objetivo, se hará referencia a las personas que hayan mencionado tener 70 años y más como PAM (Personas Adultas Mayores).

5. Algunos de los indicadores internacionales asociados al proceso de envejecimiento analizados en el documento fueron modificados y adaptados para la población de referencia.

6. El estudio utilizó proyecciones de población de CONAPO para el análisis demográfico de las PAM.3

III. El envejecimiento poblacional en Nuevo León

El envejecimiento de la población es un cambio profundo que tiene repercusiones en todas las facetas de la vida humana. En lo económico, el envejecimiento de la población incide en el crecimiento, el ahorro, las inversiones, el consumo, los mercados de trabajo, las pensiones, la tributación y las transferencias intergeneracionales. En lo social, influye en la composición de la familia y las modalidades de convivencia, la demanda de vivienda, las tendencias de la migración, la epidemiología y los servicios de atención de la salud. En lo político, puede alterar los patrones de voto y la representación (CEPAL, 2011).

Actualmente, con base en el Censo de población del INEGI, en el país residen poco más de 112 millones de personas, de las cuales 4,621,648 tienen 70 años y más, lo que equivale al 4.1% de la población total (Cuadro 1). Los estados con menor porcentaje de PAM respecto a su población total son Quintana Roo, Baja California Sur y Baja California con 1.8%, 2.7% y 2.8%, respectivamente, mientras que Zacatecas, el Distrito Federal y Oaxaca presentan un mayor número de personas adultas mayores en su población (5.2% para los dos primeros y 5.4% para el tercero).

3 Las proyecciones utilizadas son diferentes respecto a las publicadas por CONAPO a partir de

noviembre del 2012, resultado de la conciliación con el Censo del 2010. Lo anterior, debido a que este estudio fue realizado antes de la fecha indicada. Consulta http://www.conapo.gob.mx/es/CONAPO/Nota_Informativa

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Cuadro 1. México. Población total y población de 70 años y más según entidad federativa, 2010

Entidad Federativa Población total

Población con 70 años

y más

Porcentaje

(1) (2) (3)=(1)/(2)

Estados Unidos Mexicanos 112,336,538 4,621,648 4.1

Aguascalientes 1,184,996 39,343 3.3

Baja California 3,155,070 88,065 2.8

Baja California Sur 637,026 16,940 2.7

Campeche 822,441 31,421 3.8

Coahuila de Zaragoza 2,748,391 100,750 3.7

Colima 650,555 26,567 4.1

Chiapas 4,796,580 156,060 3.3

Chihuahua 3,406,465 124,374 3.7

Distrito Federal 8,851,080 460,230 5.2

Durango 1,632,934 70,387 4.3

Guanajuato 5,486,372 226,473 4.1

Guerrero 3,388,768 161,694 4.8

Hidalgo 2,665,018 118,570 4.4

Jalisco 7,350,682 305,521 4.2

México 15,175,862 475,160 3.1

Michoacán de Ocampo 4,351,037 219,829 5.1

Morelos 1,777,227 84,170 4.7

Nayarit 1,084,979 51,954 4.8

Nuevo León 4,653,458 177,868 3.8

Oaxaca 3,801,962 205,714 5.4

Puebla 5,779,829 247,881 4.3

Querétaro 1,827,937 61,828 3.4

Quintana Roo 1,325,578 24,057 1.8

San Luis Potosí 2,585,518 128,345 5.0

Sinaloa 2,767,761 119,099 4.3

Sonora 2,662,480 102,191 3.8

Tabasco 2,238,603 77,473 3.5

Tamaulipas 3,268,554 129,193 4.0

Tlaxcala 1,169,936 47,702 4.1

Veracruz de Ignacio de la Llave 7,643,194 375,023 4.9

Yucatán 1,955,577 90,810 4.6

Zacatecas 1,490,668 76,956 5.2 Fuente: Elaborado con datos del Censo de Población y Vivienda, 2010. Tabulados básicos. INEGI

III.1 Aspectos demográficos de las PAM

En Nuevo León existen 188,459 personas con 70 años y más, lo cual representa 4.1% del total de la población (4,641,903 de personas); según género el porcentaje fue de 3.8% para los hombres (86,659) y 4.4% para las mujeres (101,800) (Cuadro 2).

Cuadro 2. Nuevo León. Población total por grupos de edad, según género, 2010

Grupos de edad Hombre Mujer Total H M T

Total 2,312,150 2,329,753 4,641,903 100 100 100

De 0 a 14 años 642,997 620,395 1,263,392 27.8 26.6 27.2

De 15 a 29 años 597,990 594,095 1,192,085 25.9 25.5 25.7

De 30 a 69 años 981,031 1,009,780 1,990,811 42.4 43.3 42.9

De 70 años y más 86,659 101,800 188,459 3.8 4.4 4.1

No especificado 3,473 3,683 7,156 0.2 0.2 0.2 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

10

III.2 Residencia por ámbito rural-urbano

Según el lugar de residencia de las PAM, el 79.5% se concentra en municipios del Área Metropolitana de Monterrey (AMM), y el 20.5% restante en otros municipios del estado.

En los municipios del AMM las PAM representan el 3.8% de su población total, mientras las PAM de los municipios no pertenecientes al AMM tienen un peso relativo de 5.4% respecto a la población total de dichos municipios. Esto se explica por la mayor cantidad de población concentrada en los municipios del AMM (Cuadro 3).

Los municipios con mayor porcentajes de PAM respecto a su población total son: Los Herreras (17.1), Parás (14.1%), Doctor Coss (12.8%), Los Aldamas (12.8%), General Treviño (12.2%) y Los Ramones (12.0%); en el extremo contrario se encuentran los municipios de General Zuazua (0.8%), García (0.9%), Juárez (1.2%), Apodaca (1.3%), El Carmen (1.5%), General Escobedo (1.6%) y Ciénega de Flores (2.1%)

Cuadro 3. Nuevo León. PAM por región y municipio, género y distribuciones relativas, 2010

Municipio Hombre Mujer Total H M T

Nuevo León 2,312,150 2,329,753 4,641,903 3.7 4.4 4.1

AMM 1,948,152 1,973,291 3,921,443 3.5 4.2 3.8

Monterrey 554,792 574,860 1,129,652 5.4 6.9 6.1

San Pedro Garza García 58,334 64,026 122,360 5.7 6.4 6.1

San Nicolás de los Garza 222,370 221,094 443,464 4.6 5.0 4.8

Guadalupe 332,613 343,616 676,229 3.8 4.5 4.2

Santa Catarina 136,962 132,082 269,044 2.5 2.6 2.6

Gral. Escobedo 178,802 179,038 357,840 1.5 1.8 1.6

Apodaca 261,255 262,294 523,549 1.2 1.3 1.3

Juárez 129,189 125,903 255,092 1.3 1.1 1.2

García 73,835 70,378 144,213 0.8 1.1 0.9

Resto del estado 363,998 356,462 720,460 5.3 5.4 5.4

Los Herreras 992 1,020 2,012 17.4 16.9 17.1

Parás 509 519 1,028 15.1 13.1 14.1

Dr. Coss 886 823 1,709 12.9 12.6 12.8

Los Aldamas 692 649 1,341 11.6 14.0 12.8

Gral. Treviño 617 642 1,259 13.5 11.1 12.2

Los Ramones 2,944 2,891 5,835 11.9 12.1 12.0

Agualeguas 2,071 1,911 3,982 11.1 11.9 11.5

Melchor Ocampo 431 426 857 13.9 8.9 11.4

Rayones 1,360 1,262 2,622 10.2 10.1 10.1

Aramberri 7,728 7,316 15,044 9.9 9.8 9.9

Villaldama 2,189 2,179 4,368 9.4 10.3 9.9

Gral. Terán 7,268 7,492 14,760 9.2 10.3 9.7

Vallecillo 1,037 877 1,914 10.1 8.2 9.2

Mier y Noriega 3,350 3,352 6,702 8.6 8.8 8.7

Cerralvo 3,610 3,235 6,845 8.4 8.8 8.6

Dr. Arroyo 17,698 17,712 35,410 8.4 7.9 8.1

Bustamante 1,882 1,875 3,757 8.1 7.9 8.0

Hualahuises 2,926 2,870 5,796 8.0 7.9 7.9

Gral. Zaragoza 2,643 2,422 5,065 9.0 6.5 7.8

Iturbide 1,844 1,714 3,558 7.6 7.6 7.6

Gral. Bravo 2,548 2,381 4,929 7.3 7.4 7.3

Dr. González 1,706 1,626 3,332 7.6 6.9 7.3

China 6,238 5,696 11,934 6.8 7.2 7.0

Galeana 20,422 20,260 40,682 6.8 6.4 6.6

Higueras 822 757 1,579 6.4 6.6 6.5

Lampazos de Naranjo 2,902 2,944 5,846 6.2 6.3 6.2

Linares 39,475 39,352 78,827 5.5 6.2 5.9

Santiago 19,712 19,746 39,458 5.2 6.4 5.8

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

11

Cuadro 3. Nuevo León. PAM por región y municipio, género y distribuciones relativas, 2010 (continuación)

Municipio Hombre Mujer Total H M T

Mina 3,004 2,892 5,896 5.4 5.9 5.6

Pesquería 10,177 10,279 20,456 6.6 4.6 5.6

Anáhuac 9,141 9,448 18,589 5.0 6.0 5.5

Montemorelos 29,328 30,424 59,752 5.4 5.1 5.2

Sabinas Hidalgo 16,896 16,680 33,576 4.7 4.2 4.5

Allende 16,670 15,960 32,630 4.2 4.7 4.4

Abasolo 1,360 1,336 2,696 4.2 4.5 4.3

Hidalgo 8,682 8,971 17,653 4.2 4.3 4.2

Cadereyta Jiménez 42,891 43,077 85,968 3.9 4.4 4.2

Salinas Victoria 16,644 16,167 32,811 4.0 3.1 3.6

Marín 2,798 2,626 5,424 3.1 3.4 3.3

Ciénega de Flores 12,532 11,181 23,713 2.9 1.2 2.1

Carmen 7,565 7,551 15,116 1.6 1.4 1.5

Gral. Zuazua 29,808 25,921 55,729 0.6 0.9 0.8 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

III.3 Patrones de mortalidad

La baja de la mortalidad es otro factor que influye en el envejecimiento de la población y actúa de manera diferente dependiendo de la etapa de transición demográfica4 en que se encuentre el país o la región. El descenso en la mortalidad, y especialmente en la mortalidad temprana, inicia el proceso de transición demográfica u aumenta el número de años de vida de la población.

Las tres fases del proceso de reducción de la mortalidad, en síntesis, son: 1) cuando la fecundidad se mantiene alta y la mortalidad (en especial la infantil) comienza a reducirse notablemente; 2) se caracteriza por un descenso más equilibrado de la mortalidad, que afecta en forma más o menos parecida a todos los grupos etarios, por lo que la estructura de la población va tomando una nueva configuración; y 3) comienza cuando se ha eliminado casi del todo la alta mortalidad de los más jóvenes, y se observa una reducción de la mortalidad debido a enfermedades degenerativas que afectan, especialmente, a las personas mayores de 50 años Chesnais (1990).

El aumento de la probabilidad de sobrevivir después de los 60 años impulsa, de forma directa, el envejecimiento de la población. En esta etapa, el aumento del promedio de vida genera un incremento sustancial del peso relativo de las personas mayores de 80 u 85 años, que son edades a partir de las cuales se acelera el deterioro y pueden incrementarse las necesidades de apoyo médico, institucional y familiar.

El crecimiento en la cobertura de programas y servicios de salud en México y en Nuevo León ha tenido un efecto importante para la disminución en los índices de mortalidad tanto a nivel nacional como estatal, teniendo con ello un incremento en la esperanza de vida para la población en general.

CONAPO, reportó que en 1990 la tasa de mortalidad infantil5 para Nuevo León fue de poco más de 25 niños, situación que ha mejorado considerablemente en el transcurso de los años ya que en el 2000, fue de 13.93 niños, casi la mitad en 10 años. Para 2010 este dato fue de 10 (Gráfica 1).

4 La transición demográfica es un proceso que, en un primer momento, se caracteriza por el

cambio de altos a bajos niveles de mortalidad y, con posterioridad, por el descenso sostenido de la fecundidad, para llegar finalmente a niveles bajos en ambas variables. 5 Tasa de Mortalidad Infantil. Número de defunciones de menores de un año de edad por cada

mil nacimientos ocurridos en un año determinado.

12

Gráfica 1. Nuevo León. Tasa de mortalidad infantil, 1990-2030

*Nota: Tasa por cada mil personas

Fuente: Elaborado con datos de indicadores demográficos para Nuevo León, 1990-2030; CONAPO.

Comparando las tasas brutas de natalidad y mortalidad6, se observa que la brecha entre éstas ha disminuido desde 1990 al 2012, hasta aproximarse a una tendencia estable (Gráfica 2). Lo anterior, implica que la transición demográfica en el estado se estabilizará en años próximos. En la gráfica se observa que a partir del 2026 la diferencia entre ambas tasas disminuye, teniendo que para el 2030 se hace casi constante.

Gráfica 2. Nuevo León. Tasa de natalidad y de mortalidad, 1990-2030

*Nota: Tasa por cada mil personas

Fuente: Elaborado con datos de indicadores demográficos para Nuevo León, 1990-2030; CONAPO.

Referente a la esperanza de vida de la población, en la gráfica 3 se observa una tendencia creciente de ésta para la población en la entidad, que en 1990 era de 72.69 años para el total y en el 2010 es de 75.63 años. Por género, las mujeres tienen una mayor esperanza de vida que los hombres en dicho periodo de tiempo, con 75.58 vs 69.81 años en 1990 y 77.05 vs 71.77 años para el 2010. Se espera que para el 2030 la

6 Tasa Bruta de Mortalidad. Número de defunciones por cada mil habitantes en un año

determinado. Tasa Bruta de Natalidad. Número de nacidos vivos por cada mil habitantes en un año determinado.

0

5

10

15

20

25

30

1990

1992

1994

1996

1998

2000

2002

2004

2006

2008

2010

2012

2014

2016

2018

2020

2022

2024

2026

2028

2030

0.0

5.0

10.0

15.0

20.0

25.0

30.0

35.0

19

90

19

92

19

94

19

96

19

98

20

00

20

02

20

04

20

06

20

08

20

10

20

12

20

14

20

16

20

18

20

20

20

22

20

24

20

26

20

28

20

30

Tasa bruta de natalidad* Tasa bruta de mortalidad*

13

esperanza de vida llegue a 79 años, donde la mujer mantiene la tendencia sobre el hombre (80.64 vs 75.96 años); Dicho efecto complementa la explicación del envejecimiento futuro de la población.

Gráfica 3. Nuevo León. Esperanza de vida total y por género, 1990-2030

*Nota: Tasa por cada mil personas

Fuente: Elaborado con datos de indicadores demográficos para Nuevo León, 1990-2030; CONAPO.

III.4 Patrones de la fecundidad

De acuerdo a CEPAL, una de las transformaciones más significativas dentro del cambio demográfico es el descenso sostenido de la fecundidad. Esta modificación de la conducta reproductiva, conlleva cambios sociodemográficos y culturales. A medida que desciende la fecundidad se asiste a un proceso paulatino de envejecimiento de la población, ya que es la principal fuerza remodeladora de la estructura etaria, y sus alteraciones provocan un impacto sobre el envejecimiento que es mayor y más directo que los cambios de la mortalidad (CEPAL, 2006).

Cuando la tasa general de fecundidad comienza a descender sostenidamente, se observa un estrechamiento de la base de la pirámide por edades, y como se trata de una caída prolongada en el tiempo, se espera su inversión. Los estudiosos del tema comentan que es más apropiado hablar de “inversión de la pirámide y no de envejecimiento de la población, ya que este término lleva a pensar concretamente en una población vieja”. Además, se indica, que este cambio en la conformación piramidal se produce durante el proceso de transición demográfica, y se le denomina “envejecimiento de la pirámide por la base”.

A nivel nacional, la tasa global de fecundidad7 se redujo significativamente entre 1970 y 2010, al pasar de 6.8 a 2.0, según datos censales. Acorde a lo anterior, la dinámica en Nuevo León también ha tenido cambios importantes que han llevado a una disminución en dicha tasa, la cual fue de 2.89 hijos al final de la vida reproductiva de la mujer en 1990 a 1.99 hijos en el 2010. Las proyecciones de CONAPO indican que para el año 2030 la tasa de fecundidad sea de 1.86 (Gráfica 4).

7 Tasa Global de Fecundidad. Número medio de hijos que espera haber tenido una mujer al final

de su vida reproductiva de acuerdo con las tasas de fecundidad por edad observadas en un año dado.

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Esperanza de vida total Hombres Mujeres

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Gráfica 4. Nuevo León. Tasa global de fecundidad, 1990-2030

Fuente: Elaborado con datos de indicadores demográficos para Nuevo León, 1990-2030; CONAPO.

Cabe destacar que la tendencia en la baja de la tasa de fecundidad está asociada a factores tales como el incremento en el nivel de escolaridad (sobre todo de las mujeres), la mejora en el acceso a los servicios de salud, la incorporación de la mujer al trabajo asalariado y los cambios en la organización doméstica de los hogares. Existen otros elementos que explican el descenso de la fecundidad, sobre todo a partir de la década de los ochentas, entre estos están el incremento de uso de métodos anticonceptivos y el aumento de información sobre planificación familiar.

III.5 Patrones en la migración

Los procesos migratorios pueden alterar las estructuras etarias en los territorios, especialmente en los que cuentan con poca población, o si el proceso persiste por un largo tiempo.

Aún cuando no está claro el efecto de la migración internacional sobre el envejecmiento, este movimiento poblacional puede ocasionar consecuencias sobre el envejecimiento a escala nacional, aunque a decir de los estudiosos son más notorias en el ámbito local y en determinadas áreas (CEPAL, 2006). La selectividad por edad de la migración tiende a envejecer las áreas de origen, ya que principalmente migran adultos jóvenes.

La migración interna sí juega un rol importante en el envejecimiento. El desplazamiento campo-ciudad ocasiona una disminución de la población en las áreas rurales, pues con el proceso de urbanización éstas van perdiendo población por la emigración hacia la ciudad. Las personas mayores en las áreas rurales se van quedando solas, mientras los más jóvenes emigran ocasionando un vacío en la estructura por edad. De esta forma, la emigración de jóvenes y personas adultas jóvenes tiene un efecto directo en el aumento relativo de la población adulta mayor, pero también indirecto, al alterar los índices de natalidad de las zonas rurales.

Históricamente el Nuevo León es receptor de población que busca oportunidades económicas o educativas. La tasa de inmigración interestatal generalmente es mayor a la

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Tasa global de fecundidad

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tasa de emigración interestatal8 (Gráfica 5). En 1990 la diferencia entre ambas tasas era de 0.36, y en 2010 fue de 0.189. Lo anterior implica que, aunque en los últimos 20 años ha disminuido el número de personas que entran o salen de la entidad, la tendencia de ser un estado receptor de población continuará al menos hasta el 2030.

Gráfica 5. Nuevo León. Tasa de emigración e inmigración interestatal del estado, 1990-

2030

**Nota: Tasa por cien

Fuente: Elaborado con datos de indicadores demográficos para Nuevo León, 1990-2030; CONAPO.

Algo importante a destacar es que este tipo de fenómeno se concentra en personas en edades de la adolescencia y/o adultos jóvenes (tanto migración dentro del país como internacional). Esto sugiere que la población en Nuevo León también concentra un grupo de personas inmigrantes que en el largo plazo tendrán incidencia en el proceso de envejecimiento en el estado.

El promedio de edad media en el estado se ha incrementado desde 1990 hasta el 2010, tomando como referencia la información de los tres censos poblacionales realizados en ese periodo. En 1990 el promedio de edad era 25 años, aumentando en el 2000 hasta 27 y en el 2010 a 30 años (Cuadro 4). Se observa que la mayoría de los municipios de AMM en el 2010 el promedio de edad está por debajo del estatal, caso contrario en los municipios del resto del estado, lo que reafirma que en el proceso de migración la selectividad por edad tiene a envejecer el lugar de origen

8 Tasa de Inmigración Interestatal. Número de inmigrantes por cada mil habitantes en un año

determinado. Tasa de Emigración Interestatal. Número de emigrantes por cada mil habitantes en un año determinado. 9 A dicha diferencia se le conoce como Tasa de Migración Neta Interestatal.

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Tasa de inmigración interestatal** Tasa de emigración interestatal**

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Cuadro 4. Nuevo León. Edad media por región y municipio, según evento censal 1990-2010

Municipio 1990 2000 2010

Nuevo León 25 27 30

AMM

San Pedro Garza García 26 29 34

San Nicolás de los Garza 24 28 33

Monterrey 26 29 33

Guadalupe 24 27 32

Santa Catarina 22 25 29

General Escobedo 22 23 26

Apodaca 22 23 26

Juárez 22 23 24

García 24 24 23

Resto del estado Herreras, Los 32 37 41

Aldamas, Los 31 35 38

Parás 34 37 38

Agualeguas 30 34 37

General Treviño 30 34 37

Doctor Coss 31 36 37

Ramones, Los 30 33 37

Melchor Ocampo 30 34 36

Villaldama 29 32 35

Vallecillo 30 33 35

General Terán 28 32 35

Rayones 27 31 34

Cerralvo 29 30 33

China 27 29 32

Aramberri 26 29 32

Bustamante 29 30 32

General Bravo 28 31 32

Hualahuises 28 31 32

Santiago 28 30 32

Doctor González 28 29 32

Iturbide 25 28 31

Higueras 29 31 31

Montemorelos 26 29 31

Lampazos de Naranjo 27 28 31

Anáhuac 26 28 31

General Zaragoza 24 27 31

Pesquería 26 27 30

Sabinas Hidalgo 27 28 30

Linares 25 28 30

Mier y Noriega 23 27 30

Allende 27 28 30

Doctor Arroyo 24 28 30

Hidalgo 25 27 30

Galeana 25 28 29

Mina 25 27 29

Cadereyta Jiménez 26 28 29

Abasolo 25 26 29

Salinas Victoria 26 26 28

Marín 25 26 28

Ciénega de Flores 24 25 26

Carmen 24 26 25

General Zuazua 26 26 22 Fuente: Los años 1990 y 2000 extraídos de ―Estadísticas históricas de los municipios de Nuevo León Tomo I‖ y 2010 elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

17

III.6 Patrones en la estructura por edad y género.

De acuerdo a la muestra del Censo de 2010, el grueso de la población en la entidad se encuentra entre los más jóvenes, al observarse que el 52.9% se localiza en un rango de 0 a 29 años de edad. La pirámide poblacional representa un cono invertido con una base gruesa que disminuye su amplitud a medida que se avanza en los grupos quinquenales de edad (Gráfica 6).

Gráfica 6. Nuevo León. Pirámide de población, por género, 2010

Nota: En términos porcentuales respecto al total de la población, sin tomar en cuenta la población que no especifica su edad.

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Gráfica 7. Nuevo León. Proyección pirámide de población,

por género, 2015

Gráfica 8. Nuevo León. Proyección pirámide de población, por

género, 2020

Nota: En términos porcentuales respecto al total de la población, sin tomar en

cuenta la población que no especifica su edad.

Fuente: Elaborado con datos de proyecciones de la población en México, 2005-

2030; CONAPO.

Nota: En términos porcentuales respecto al total de la población, sin tomar en cuenta

la población que no especifica su edad.

Fuente: Elaborado con datos de proyecciones de la población en México, 2005-

2030; CONAPO.

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Gráfica 9. Nuevo León. Proyección pirámide de población, por

género, 2025

Gráfica 10. Nuevo León. Proyección pirámide de población, por

género, 2030

Nota: En términos porcentuales respecto al total de la población, sin tomar en

cuenta la población que no especifica su edad.

Fuente: Elaborado con datos de proyecciones de la población en México, 2005-

2030; CONAPO.

Nota: En términos porcentuales respecto al total de la población, sin tomar en

cuenta la población que no especifica su edad.

Fuente: Elaborado con datos de proyecciones de la población en México, 2005-

2030; CONAPO.

Con las proyecciones por edad del CONAPO se puede estimar y hacer un comparativo de lo que se espera respecto a la dinámica poblacional en la entidad. En los gráficos 7 a 10 se muestra el ensanchamiento progresivo que existe en la pirámide si se toma en cuenta las proyecciones por quinquenios, observando igualmente que la punta de la misma también tiende a aumentar, todo ello debido a la transición de la población joven a una etapa posterior y el incremento de las PAM como parte de ese proceso.

Tanto el número absoluto de PAM como la proporción que éste grupo poblacional representará del total aumentarán significativamente a través del tiempo. En la gráfica 11 se muestra las proporciones de PAM en las proyecciones de población del CONAPO, tanto en el total de la población como por género; De 2010 al 2030 dicho porcentaje se incrementará en casi el doble, teniendo que la población femenina AM representa un porcentaje mayor respecto a la población de su género que los hombres.

Gráfica 11. Nuevo León. Proyección de adultos mayores en la población, por género.

Fuente: Elaborado con datos de proyecciones de la población en México, 2005-2030; CONAPO.

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III.7 Indicadores seleccionados del proceso de envejecimiento

De acuerdo a la CEPAL (2006) el término ―envejecimiento individual‖ se asocia comúnmente al proceso biológico que experimenta una persona cuando avanza su edad. Sin embargo, el comienzo de la edad de la vejez tienen que ver no sólo con la evolución cronológica, sino también con fenómenos de naturaleza biosíquica y social. A diferencia del proceso individual, el envejecimiento de una población, o envejecimiento demográfico, puede revertirse si se modifican sus fuerzas causales (tendencias de la mortalidad, de la fecundidad y de la migración según sea el caso). Sin embargo, dadas las tendencias pasadas y la situación actual, resulta razonable la proyección vigente: el proceso de envejecimiento a nivel mundial continuará su curso, por lo menos hasta mediados del siglo XXI.

Los indicadores del envejecimiento demográfico pueden agruparse en dos grandes dimensiones: 1) los que dan cuenta del aumento cuantitativo de la población adulta mayor y de su mayor peso relativo respecto a otros grupos de edad, y 2) los relacionados con las mayores probabilidades de sobrevivencia y las tendencias de la mortalidad, que están explicando en parte la evolución del envejecimiento de una población.

En este apartado se ilustra el proceso de envejecimiento de la población en Nuevo León; se abordará el peso relativo del grupo de personas de edad con respecto al total de la población, el índice de envejecimiento, la relación de dependencia de las personas de edad, la relación de apoyo potencial y la relación de apoyo a los padres.

Dependencia demográfica. La relación de dependencia demográfica es un valioso indicador para medir los efectos potenciales de los cambios demográficos en el desarrollo socioeconómico. La disminución de la relación de dependencia ha dado pie a que se acuñe el concepto de ―bono demográfico‖, una situación favorable al desarrollo en que la carga potencial de las personas en edades activas es relativamente más baja que en períodos anteriores y futuros.

En los inicios de la transición demográfica la relación de dependencia fue elevada debido al alto porcentaje de niños, lo que planteó enormes exigencias a los sistemas de salud (especialmente materna e infantil) y de educación. En una segunda etapa, el descenso de la fecundidad provocó que se redujera la relación de dependencia total.

Así, la caída de las demandas de la población infantil, que en una primera etapa se produce sin un aumento notable del grupo de adultos mayores, sustenta provisionalmente el bono demográfico.

Esto permite generar inversiones productivas o aumentar la inversión social en la lucha contra la pobreza, el mejoramiento de la educación y los servicios de salud; además, ayudaría a anticipar inversiones frente al aumento de la población de edad avanzada, cuyas demandas serán más costosas.

A su vez, la razón de dependencia demográfica puede generarse para cada uno de los grupos poblacionales que componen el indicador: Para niños y adolescentes (juvenil) y para adultos mayores. Para fines del presente estudio, la razón de dependencia para las personas de 70 años o más con referencia a la población que suponemos activa económicamente (15 a 69 años), será el indicador a analizar10.

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Razón de dependencia juvenil. Proporción que representa la población menor de 15 años respecto a la población de 15 a 69 años de edad. Razón de dependencia del adulto mayor. Proporción que representa la población de 70 años y más respecto a la población de 15 a 69 años.

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En Nuevo León, desde el año 2000 la tasa de dependencia demográfica disminuye de forma pronunciada y sostenida hasta 2010 y, de acuerdo a las proyecciones de CONAPO, la tendencia se invertirá a partir del año 2023. Lo anterior, se relaciona directamente con el cambio en la estructura poblacional y es consistente con éste, ya que, se espera que el grueso de la pirámide poblacional de la entidad se ubique en los rangos de edad por encima de los 30 años (hacia el 2030), lo que implica que la población dependiente disminuye relativamente respecto a la población económicamente independiente (Gráfica 12).

Gráfica 12. Nuevo León. Razón de dependencia demográfica, 2000-2030.

Fuente: Elaborado con datos de proyecciones de población para Nuevo León, 2000-2030; CONAPO.

En especial, la dependencia demográfica de las personas con 70 años y más tiene una tendencia distinta a la relación de dependencia demográfica total, mostrando un crecimiento constante después del año 2010, teniendo en años previos un comportamiento similar aunque un poco más (Gráfica 14a). Lo anterior implica que las personas adultas mayores crecerán con más rapidez que la población de 15 a 69 años, en el largo plazo, lo que implica que la población dependiente de este rango de edad crece respecto a la población considerada productiva.

El ―bono‖ está acotado temporalmente, ya que el descenso de la fecundidad y los aumentos de la longevidad provocan que se incremente el peso relativo de la población de edad avanzada. En consecuencia, la relación de dependencia volverá a aumentar y esta vez generará nuevas demandas de atención a la salud de los adultos mayores, así como de seguridad económica y protección social, entre otras.

Nuevo León, se encuentra justamente en el bono demográfico y la relación de dependencia total alcanzará su valor mínimo alrededor de 2021, con un valor de 36 personas teóricamente ―dependientes‖ por cada 100 personas en edad activa.

Índice de envejecimiento. El índice de envejecimiento expresa la forma en que varía el crecimiento de la población adulta mayor con respecto a la más joven y se calcula como la relación entre las personas de 70 años y más y los menores de 15 años. Este índice muestra también la capacidad de renovación de una población, ya que, cuanto más alto es su valor, más acentuado es el descenso de la capacidad de una población para renovarse. El indicador revela cómo las personas mayores van reemplazando a los niños y jóvenes, y el ritmo al que esto ocurre proporciona información sobre la velocidad con que debe ajustarse la oferta de bienes y servicios a las necesidades generadas por una demanda nueva y creciente (CEPAL, 2011).

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En Nuevo León, el índice de envejecimiento (peso de las personas mayores de 70 años en relación con los menores de 15 años) se situó en el 2010 en 15.1, lo que indica que hay 15 personas mayores de 70 años por cada 100 niños y jóvenes. Las estimaciones indican que este dato tiende a aumentar y podría superar el 30% para el 2025 (Gráfica 14b). Esto aumentaría el esfuerzo que la población potencialmente activa tendrá que realizar para financiar la demanda de necesidades de una proporción mayor de personas dependientes mayores de 70 años y sin un incremento importante de natalidad que pueda revertir esta situación.

Evolución de la relación de apoyo potencial. El fenómeno del envejecimiento poblacional se puede ver también a través de la relación de apoyo potencial. Esta se define por la función inversa de la relación de dependencia de la población de 70 años y más, es decir, es el cociente entre el número de personas en edad de trabajar (de 15 a 69 años) y el de adultos mayores (a partir de 70 años).

A medida que la población envejece, la relación de apoyo potencial tiende a disminuir. En Nuevo León, entre 2000 y 2010 la relación de apoyo potencial se redujo de 23 a 18 trabajadores potenciales por cada persona de 70 años y más. Se prevé que, para 2028, la relación de apoyo potencial se reduzca aún más y llegue a 10 trabajadores potenciales por cada persona de edad avanzada; en 2030 esta relación ya sería inferior a dichos 10 trabajadores. Esa disminución tiene repercusiones importantes para los regímenes de seguridad social, especialmente los de pensiones con cargo a los ingresos corrientes, en que se paga a los jubilados con las aportaciones de los trabajadores en activo.

En la gráfica 14c se ilustra la evolución previsible de la relación de apoyo potencial en Nuevo León. En la medida en que las personas mayores no hayan ahorrado para cubrir sus necesidades durante la jubilación, la decreciente relación de apoyo potencial supondrá una carga cada vez mayor para los adultos en edad de trabajar que han de apoyar a la población mayor, ya sea mediante cuidados individuales para sus propios padres o de manera colectiva a través del pago de impuestos.

Además, los rectores de las políticas públicas deben tomar en cuenta la creciente debilidad de las redes de apoyo familiar, dada la transformación en los hogares, así como la falta de servicios sociales que garanticen condiciones de vida dignas para las personas de edad avanzada.

Evolución de la relación de apoyo a los padres. En caso de que la población adulta mayor no contase con una previsión para cubrir sus necesidades, o que esta fuera precaria, el bono demográfico actuaría en sentido contrario. Con el envejecimiento de la población disminuirían los ingresos laborales por consumidor, ya que el número de consumidores crecería con respecto al de productores. Así, si este desbalance no se compensa con ingresos no provenientes del trabajo (por ej. aumento del ahorro), afectaría negativamente al bienestar económico y el período de bono demográfico daría paso a un período de ―desventaja demográfica‖ (CEPAL, 2011).

El grupo de personas mayores de 70 años muestra tasas de crecimiento superiores a las del resto de la población. Del 2009 al 2010, la población en el estado creció 1.4% mientras que la comunidad de AM 4.6%, lo que se observa también en años anteriores aunque con una brecha porcentual menor. De acuerdo a la información de CONAPO, dicha brecha se irá incrementando después del 2010, acentuándose más a partir del 2018. (Gráfica 13) Esa progresión requerirá ajustes económicos y sociales de gran envergadura tanto par Nuevo León como a nivel nacional.

22

Gráfica 13. Nuevo León. Tasa de crecimiento anual de PAM y población del estado,

2000-2029.

Nota: La tasa del crecimiento en este caso se define como Tasa de crecimiento al periodo t={[(Población en el

periodo t) – (Población en el periodo t-1)]/ Población en el periodo t-1}*100

Fuente: Elaborado con datos de proyecciones de población para Nuevo León, 2000-2030; CONAPO.

En general, esto se traducirá en un incremento de los costos de atención de salud, así como de las demandas de cuidado y arreglos residenciales especiales para brindar asistencia al segmento de la población de mayor edad.

En Nuevo León, como en el país y en Latinoamérica, son los hijos (mayoritariamente las hijas) quienes se encargarán de cubrir las necesidades de salud y cuidado de los adultos mayores. Se intenta capturar este fenómeno mediante el indicador de ―relación de apoyo a los padres‖, que se define por el cociente entre la población de 70 años y más y la de 50 a 69 años, compuesta, teóricamente, por los hijos de personas de edad avanzada. En el gráfico 14c se muestra la evolución de la relación de apoyo a los padres para el estado de 2000 a 2030.

Se observó que la relación de apoyo a los padres a principios del siglo XXI rondaba las 27 personas de edad avanzada por cada cien adultos de entre 50 y 69 años de edad, teniendo un incremento atenuado del indicador hasta el 2020, donde se presenta un crecimiento acelerado, lo que señala nuevamente las grandes exigencias que originará el gran crecimiento de la población mayor de 70 años (Gráfica 14d).

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Nuevo León Adultos Mayores

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Gráfica 14.a Nuevo León. Relación de dependencia del adulto mayor, 2000-2030.

Nota: Para este estudio se toma en cuenta para el cálculo de la relación a las personas de 70 años y más.

Fuente: Elaborado con datos de proyecciones de población para Nuevo León, 2000-2030; CONAPO.

Gráfica 14.b Nuevo León. Índice de envejecimiento, 2000-2030

Fuente: Elaborado con datos de proyecciones de población para Nuevo León, 2000-2030; CONAPO.

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Gráfica 14.c Nuevo León. Relación de apoyo potencial, 2000-2030

Fuente: Elaborado con datos de proyecciones de población para Nuevo León, 2000-2030; CONAPO.

Gráfica 14.d Nuevo León. Relación de apoyo a los padres, 2000-2030

Fuente: Elaborado con datos de proyecciones de población para Nuevo León, 2000-2030; CONAPO.

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Cuadro 5. Indicadores seleccionados de calidad de vida de la vejez.

Indicador Relación de dependencia Índice de envejecimiento Relación de apoyo potencial Relación de apoyo a los padres

Definición Es un indicador de dependencia económica potencial; mide la población en edades "teóricamente" inactivas en relación a la población en edades "teóricamente" activas.

Expresa la relación entre la cantidad de personas adultas mayores y la cantidad de niños y jóvenes.

Es una alternativa numérica para expresar la relación entre las personas económicamente activas potenciales y las personas potencialmente dependientes.

Es una medida que se usa para expresar la demanda familiar de apoyo a sus miembros mayores,

Cálculo Total de población de 0 a 14 años más la población de 70 y más, dividido por el total de población de 15 a 69 años, multiplicado por 100

Cociente entre personas de 70 años y más con respecto a las personas menores de 15 años, multiplicado por 100.

Es el cociente entre la población de 15 a 69 años y la población de 70 más, o sea, la inversa de la relación de dependencia de la población adulta mayor.

Es el cociente entre las personas de 70 años y más y las personas de entre 50 y 69 años, multiplicado por cien.

Interpretación estadística

Un valor de 60 significa que por cada 100 personas en edad de trabajar hay 60 personas en edades inactivas

Un valor de 10 significa que hay 10 adultos mayores (de 70 años y más) por cada 100 niños y jóvenes (menores de 15 años).

Representa cuántas personas activas hay por cada persona mayor. Por ejemplo, un valor de 10 indica que hay personas activas por cada persona mayor.

Se interpreta en términos de cuántas personas de 70 años y más hay por cada 100 personas de 50 a 69 años.

Observaciones Se trata de una relación de dependencia potencial pues no todas las personas menores de 15 años o mayores de 70 años están fuera del mercado laboral, ni todas las de 15-69 son activas (de hecho, la dependencia efectiva suele ser superior).

Según su interpretación convencional, se trata de un indicador asociado a las transferencias intergeneracionales y su aumento sistemático implica para los estados una mayor inversión en salud y seguridad social orientada a las personas de edad.

Tiene como objetivo evaluar la disponibilidad de apoyo potencial hacia las personas mayores. A medida que avanza el proceso de envejecimiento de un país, disminuye la razón entre personas activas por cada persona mayor.

Este indicador es más preciso que el anterior para dar cuenta de las personas mayores en situación de dependencia, especialmente por la mayor incidencia de problemas de salud que ocurre a partir de los 70 años. Además, es más exacto en acotar el grupo de edad de personas que con mayor frecuencia se hace cargo de estos mayores.

Nota: Para propósito de este estudio los indicadores se han adaptado al grupo de edad de 70 y más. Fuente: Elaboración propia con base en CEPAL (2006). Manual sobre indicadores de calidad de vida en la vejez. Santiago de Chile, diciembre. Recuperado de http://www.eclac.org/publicaciones/xml/0/28240/w113_1.pdf

26

IV. Estado civil

El patrón nupcial de las personas mayores es un rasgo de interés para el análisis de su situación, ya que vivir una vejez con pareja está muy vinculado con las relaciones de parentesco intradomésticas, las redes de apoyo familiar a las que pueden acceder, y además es importante para efectos de políticas y programas de vejez. Un indicador apropiado para conocer acerca de esta característica de la población adulta mayor es la distribución de la población de 70 años y más según estado civil.

En Nuevo León de cada 100 personas de 12 años y más, 33 son solteras. Cabe mencionar que, en este caso, dicha proporción puede verse afectada por los jóvenes que no han iniciado su vida en pareja y que conforman una parte importante (en número) de la población. De cada 100 personas entre 12 a 29 años, 66 son solteras, 30 tienen una pareja y 2 disolvieron su unión por alguna causa como viudez, separación o divorcio. Gran parte de las personas cuya edad está comprendida entre los 30 y 69 años se encuentran en pareja (76.5%), mientras que 11.4% están solteros y el resto se encuentran en otra situación (Cuadro 6).

Para las PAM el porcentaje de ―soltero(a)‖ es menor respecto al de los otros grupos, 7.2%, siendo las situaciones de estado conyugal ―casado(a)‖ y ―viudo(a)‖ las predominantes en esta población (47.3% y 38.2%, respectivamente). Cabe destacar que existen diferencias respecto al género que marcan ciertas tendencias en la población en general. Por ejemplo, en la población joven un mayor porcentaje de mujeres tienen algún tipo de unión antes de los 30 años (34.4% de mujeres, vs 25.8% de hombres); dicha diferencia se compensa en edades ―medias‖ donde, incluso, el porcentaje de hombres es mayor al de mujeres (78.9% vs 73.9%). Lo anterior puede relacionarse con la diferencia de edades que suele haber entre los cónyuges, donde en gran parte de los casos la mujer es más joven.

A pesar que las mujeres son las que tienen alguna unión en edades más tempranas, también son ellas las que presentan mayores porcentajes en situación de separación y divorcio en el rango de 30 a 69 años, teniendo que 9 de cada 100 mujeres enfrentan dicha circunstancia por una situación distinta a la mortalidad, en tanto que 6 de cada 100 hombres están en esa situación. Una posible explicación a ello puede ser que los hombres, después de terminar una relación de pareja, inician nuevas uniones en mayor medida que las mujeres.

En el grupo de PAM la situación de viudez se da en 4 de cada 10 personas, también observando diferencias importantes al comparar por género. Por ejemplo, 23 de cada 100 hombres AM mencionan encontrarse en dicha circunstancia, mientras que las mujeres superan en más del doble ese número (52 de cada 100). En el caso de la soltería de las PAM no hay una diferencia tan significativa entre géneros, ya que 6.2% de los hombres y 8.1% de las mujeres mencionan no tener una vida en pareja. En ambos géneros, conforme aumenta la edad, el porcentaje relacionado a ésta situación disminuye (con menor proporción en las mujeres).

27

Cuadro 6. Nuevo León. Población de 12 años y más por situación conyugal y género, según grupos de edad, 2010

Concepto 12-29

años

30-69

años

70 años y

más Total

Total 100 100 100 100

Unión libre 10.1 9.2 2.0 9.2

Separado(a) 1.7 4.7 3.0 3.4

Divorciado(a) 0.4 2.7 1.5 1.7

Viudo(a) 0.1 3.5 38.2 4.0

Casado(a) 20.0 67.3 47.3 47.5

Soltero(a) 66.1 11.4 7.2 32.9

No especificado 1.6 1.3 0.9 1.4

Hombre 100 100 100 100

Unión libre 8.9 9.9 2.9 9.2

Separado(a) 1.2 3.7 3.2 2.7

Divorciado(a) 0.3 2.0 1.1 1.3

Viudo(a) 0.1 1.5 22.7 2.0

Casado(a) 16.9 69.0 63.0 47.8

Soltero(a) 70.8 12.4 6.2 35.6

No especificado 1.8 1.4 1.0 1.5

Mujer 100 100 100 100

Unión libre 11.3 8.4 1.2 9.1

Separado(a) 2.2 5.6 2.8 4.1

Divorciado(a) 0.5 3.4 1.8 2.2

Viudo(a) 0.1 5.4 51.5 5.9

Casado(a) 23.1 65.5 33.9 47.2

Soltero(a) 61.4 10.4 8.1 30.2

No especificado 1.4 1.3 0.8 1.3 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

V. Educación

Las características educativas de las personas mayores son otro rasgo importante del análisis sociodemográfico, ya que el nivel educacional que hayan alcanzado puede incidir en su acceso a recursos en la vejez, o revela las particularidades generacionales del acceso a la educación en determinadas etapas del ciclo de vida.

Entre los indicadores necesarios para este análisis están el porcentaje de personas mayores analfabetas, que consiste en calcular la proporción de personas mayores que no saben leer ni escribir sobre el total de la población adulta mayor. Otro indicador que suele usarse es el porcentaje de personas mayores según niveles de educación, por lo general las categorías utilizadas son cuatro: sin educación, primaria o básica, secundaria y técnica o superior. También se emplea el promedio de años de estudio que consiste en calcular la media de años de estudio acumulada por las personas mayores11

Los indicadores educativos en Nuevo León indicaron que, el promedio de escolaridad en la población de Nuevo León de 15 años y más fue de 9.8 años mientras que para los AM fue de 5.0 años, que equivale al ciclo de primaria incompleto. Por género, el hombre tiene en promedio 5.3 años de escolaridad y la mujer 4.7 años. En el ámbito rural el promedio de escolaridad fue de 2.9 años (2.9 en hombres y 3.0 en mujeres) y en el medio urbano las PAM alcanzaron los 5.3 años (5.8 en hombres y 4.9 en mujeres) (Cuadro 7).

11

En términos simples, se deben sumar los años de estudio que declaran tener las personas mayores y dividirlos por el total de personas de este grupo etario, con lo que se obtendrá la media o promedio de años de estudio de la población adulta mayor.

28

Cuadro 7. Nuevo León. Escolaridad promedio de las PAM por municipios de ámbito rural y urbano, según género, 2010

Concepto Hombre Mujer Total

Nuevo León 5.3 4.7 5.0

Rural 2.9 3.0 2.9

Urbano 5.8 4.9 5.3 Nota: Localidad urbana es la que tiene una población mayor o igual a 15,000 personas y localidad rural menor a 15,000 personas. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

V.1 Analfabetismo

En las PAM se observó que analfabetismo es más alto que en la población total, acentuándose también las diferencias entre género. En general, 14 de cada 100 PAM no sabían leer y escribir un recado, mientras que en la población de 15 años y más, únicamente 2 de cada 100 personas no tienen esa habilidad. Por género, las mujeres tienen una mayor tasa de analfabetismo respecto a los hombres (2.5% vs 2.1%), lo que también se refleja en las PAM donde los hombres tienen una tasa de 12.2%, mientras las mujeres reportan un 16.0% (Cuadro 8).

Cuadro 8. Nuevo León. Tasa de analfabetismo por grupos de edad, según género, 2010

Grupos de edad Hombre Mujer Total

Total 2.1 2.5 2.3

De 15-29 años 0.6 0.4 0.5

De 30-44 años 1.3 1.0 1.2

De 45-69 años 2.9 4.1 3.5

70 años y más 12.2 16.0 14.3 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

La condición de analfabetismo se intensifica en los municipios del área rural. Del total de población que habita en el área rural, 5.6% eran analfabetas, mientras que solamente 1.9% tenían esta condición en municipios del área urbana. Para las PAM el incremento de la tasa de analfabetismo en el área rural casi se duplica respecto al total de esa población (24.5% vs. 14.3%), mientras que en municipios urbanos es de solo 12.6% (Cuadro 9).

Cuadro 9. Nuevo León. Tasa de analfabetismo por grupos de edad, según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

Grupos de edad Rural Urbano Total

Total 5.6 1.9 2.3

De 15-29 años 1.2 0.5 0.5

De 30-44 años 3.0 1.0 1.2

De 45-69 años 9.0 3.0 3.5

70 años y más 24.5 12.6 14.3 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Los datos indicaron que conforme aumenta la edad, la tasa de analfabetismo es más alta.

V.2 Nivel de escolaridad

El nivel de escolaridad es el grado de estudios máximo aprobado por la población de 15 y más años, en cualquiera de los niveles del sistema educativo, o su equivalente en el caso de estudios en el extranjero.

Los niveles de educación de la clasificación del censo incluyen la educación inicial donde se toman en cuenta los grados de preescolar cursados; la educación básica (primaria y secundaria), educación media superior (bachillerato y sus equivalentes), así como el nivel superior (licenciatura y posgrado).

29

El nivel de escolaridad12 permite medir el grado de desarrollo social alcanzado por una nación o estado, y su conocimiento facilita el diseño de políticas públicas orientadas a cubrir los rezagos que existen en materia educativa.

El grado de escolaridad por edad revela que las generaciones más jóvenes tienen mayor educación respecto a sus pares de mayor edad, donde el grupo de PAM muestra un rezago importante respecto a los demás. De hecho, el promedio de escolaridad en este grupo es bajo (5.0 grados) comparado con el promedio de la población total (9.8 grados).

Para las PAM, el nivel de escolaridad puede reflejar las dificultades que en años anteriores enfrentaba la población para ingresar en la educación formal y finalizar, al menos, los estudios de educación básica. Como se muestra en el cuadro 10, las PAM de del rango de 95 años y más no tienen ningún grado de escolaridad, acentuándose dicho problema en la población femenina de ese rango.

La exclusión educativa históricamente mayor en las mujeres, también se manifiesta entre los AM. En preescolar y primaria no hay diferencias significativas entre las tasas educativas por género, pero en los niveles superiores la tasa educativa es más alta en los varones. Por ejemplo, a nivel de licenciatura o profesional, el 2.7% de las mujeres AM tuvieron acceso a dicho nivel educativo; mientras que en los hombres el dato fue de 7.1%. Los grados de estudio donde el porcentaje de mujeres supera al de hombres son en la normal básica (0.9% vs 0.4%) y los estudios técnicos o comerciales (9.9% vs 5.8%).

Cuadro 10. Nuevo León. PAM por grupos quinquenales y género, según nivel de escolaridad alcanzado, 2010

Grupo de población

Nin

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Prim

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al básic

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Lic

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Ma

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Docto

rado

No e

specific

ado

To

tal

Total 18.5 1.5 55.5 6.5 1.9 0.7 8.1 0.7 4.7 0.5 0.2 1.2 100

De 70-74 años 14.6 1.4 54.5 8.4 2.2 0.8 9.3 0.8 5.5 0.8 0.2 1.5 100

De 75-79 años 18.8 0.9 56.1 6.7 1.4 0.4 8.6 0.9 5.2 0.4 0.0 0.6 100

De 80-84 años 22.2 3.2 55.2 4.9 1.6 1.0 6.5 0.5 3.8 0.1 0.3 0.8 100

De 85-89 años 22.1 1.6 58.6 3.1 3.1 0.2 5.8 0.1 3.3 0.2 0.3 1.6 100

De 90-94 años 29.7 0.9 57.1 2.0 1.3 1.4 4.8 0.0 0.6 0.6 0.4 1.4 100

95 años y más 34.4 0.8 53.1 1.1 0.2 0.0 0.7 0.7 0.8 0.8 0.0 7.4 100

Hombre 16.9 1.4 55.9 7.1 2.3 0.4 5.8 0.7 7.1 0.9 0.4 1.2 100

De 70-74 años 13.7 1.4 53.2 7.6 2.4 0.2 7.7 0.9 9.3 1.5 0.5 1.6 100

De 75-79 años 17.2 0.8 55.8 9.4 2.1 0.4 6.5 0.8 5.8 0.5 0.0 0.8 100

De 80-84 años 18.7 2.4 58.7 4.8 2.9 0.8 2.8 0.7 6.9 0.2 0.7 0.4 100

De 85-89 años 24.2 1.9 61.2 3.2 1.6 0.0 2.7 0.2 3.8 0.1 0.6 0.6 100

De 90-94 años 24.2 0.3 63.4 2.8 1.1 2.4 0.5 0.0 0.8 1.6 1.0 2.0 100

95 años y más 22.3 1.7 58.2 1.7 0.0 0.0 0.0 0.0 1.8 1.7 0.0 12.5 100

Mujer 19.9 1.7 55.2 6.1 1.6 0.9 9.9 0.6 2.7 0.2 0.0 1.2 100

De 70-74 años 15.4 1.3 55.7 9.2 2.0 1.3 10.8 0.7 2.0 0.2 0.0 1.4 100

De 75-79 años 20.1 1.0 56.4 4.3 0.7 0.4 10.5 1.0 4.7 0.3 0.0 0.6 100

De 80-84 años 24.8 3.8 52.5 4.9 0.6 1.2 9.2 0.3 1.6 0.0 0.0 1.1 100

De 85-89 años 20.4 1.3 56.4 3.1 4.4 0.4 8.3 0.1 2.9 0.3 0.0 2.4 100

De 90-94 años 32.9 1.2 53.4 1.5 1.4 0.8 7.3 0.0 0.5 0.0 0.0 1.0 100

95 años y más 44.5 0.0 48.8 0.6 0.4 0.0 1.2 1.3 0.0 0.0 0.0 3.1 100 Fuente: Censo de Población y Vivienda, 2010. Muestra censal. INEGI.

12

Hace referencia al último grado aprobado por la población de 5 años y más en cualquiera de los niveles del sistema educativo. Quienes analizan el tema de la educación recomiendan que, para conocer el nivel de instrucción de la población, se revise la información a partir de los 15 años.

30

Las carencias respecto a infraestructura y servicios que caracterizan a las localidades rurales tienen un impacto directo sobre las oportunidades que tuvieron, y tienen, las PAM para alcanzar un mayor nivel de instrucción.

Cabe destacar que, para este segmento de la población, los años acumulados de estudio están altamente relacionados con los factores económicos y sociales a los que, en su momento, tuvieron que enfrentarse además del acceso disponible a los distintos servicios educativos de la época.

En el 2010, 25.8% de las PAM en las localidades rurales y 17.3% en las urbanas, no tenían instrucción escolar. El más alto porcentaje de PAM, con niveles de instrucción superiores se registró en las localidades urbanas (Cuadro 11). En la mayoría de los niveles educativos, el porcentaje de PAM relacionadas a un grado de escolaridad mayor a secundaria fueron más altos para municipios del área urbana que del área rural, debido, entre otras cosas, a la facilidad para el acceso a las distintas instituciones educativas.

Cuadro 11. Nuevo León. PAM por grupos quinquenales y municipios de ámbito rural y urbano, según nivel de escolaridad alcanzado, 2010

Grupo de población

Nin

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Pre

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Prim

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Secundaria

Pre

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Docto

rado

No e

specific

ado

To

tal

Total 18.5 1.5 55.5 6.5 1.9 0.7 8.1 0.7 4.7 0.5 0.2 1.2 100

De 70-74 años 14.6 1.4 54.5 8.4 2.2 0.8 9.3 0.8 5.5 0.8 0.2 1.5 100

De 75-79 años 18.8 0.9 56.1 6.7 1.4 0.4 8.6 0.9 5.2 0.4 0.0 0.6 100

De 80-84 años 22.2 3.2 55.2 4.9 1.6 1.0 6.5 0.5 3.8 0.1 0.3 0.8 100

De 85-89 años 22.1 1.6 58.6 3.1 3.1 0.2 5.8 0.1 3.3 0.2 0.3 1.6 100

De 90-94 años 29.7 0.9 57.1 2.0 1.3 1.4 4.8 0.0 0.6 0.6 0.4 1.4 100

95 años y más 34.4 0.8 53.1 1.1 0.2 0.0 0.7 0.7 0.8 0.8 0.0 7.4 100

Rural 25.8 1.2 66.3 2.8 0.7 0.4 1.6 0.2 0.3 0.1 0.0 0.7 100

De 70-74 años 23.0 1.3 67.8 3.6 0.4 0.4 1.7 0.1 0.6 0.1 0.0 1.0 100

De 75-79 años 26.5 1.3 64.9 2.2 1.5 0.2 2.5 0.3 0.1 0.0 0.0 0.5 100

De 80-84 años 22.4 0.9 71.6 2.7 0.3 0.3 1.1 0.2 0.1 0.0 0.0 0.3 100

De 85-89 años 31.8 1.6 62.5 2.6 0.1 0.7 0.2 0.0 0.1 0.4 0.0 0.0 100

De 90-94 años 37.4 0.8 57.1 1.0 1.0 1.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 1.6 100

95 años y más 61.3 0.0 38.2 0.0 0.2 0.0 0.2 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 100

Urbano 17.3 1.6 53.8 7.1 2.1 0.7 9.1 0.8 5.4 0.6 0.2 1.3 100

De 70-74 años 13.1 1.4 52.2 9.3 2.5 0.9 10.7 0.9 6.3 1.0 0.3 1.6 100

De 75-79 años 17.5 0.8 54.7 7.4 1.3 0.4 9.6 1.0 6.1 0.4 0.0 0.7 100

De 80-84 años 22.1 3.5 52.7 5.2 1.8 1.1 7.3 0.5 4.4 0.1 0.4 0.9 100

De 85-89 años 20.6 1.6 57.9 3.2 3.6 0.1 6.7 0.2 3.8 0.2 0.3 1.8 100

De 90-94 años 28.1 0.9 57.1 2.2 1.4 1.4 5.7 0.0 0.8 0.7 0.5 1.3 100

95 años y más 29.4 0.9 55.9 1.3 0.2 0.0 0.8 0.9 1.0 0.9 0.0 8.8 100 Fuente: Censo de Población y Vivienda, 2010. Muestra censal. INEGI.

VI. Seguridad económica en la vejez

De acuerdo a Huenchuan y Guzmán (2006), la capacidad de las personas mayores de disponer de bienes (económicos y no económicos), constituye un elemento clave de la calidad de vida en la vejez. En este sentido, la seguridad económica de las personas mayores se define como la capacidad de disponer y usar, de forma independiente, una cierta cantidad de recursos económicos regulares y en montos suficientes para asegurar una buena calidad de vida.

31

El goce de la seguridad económica permite a las personas mayores satisfacer las necesidades objetivas que hacen una buena calidad de vida, y tomar decisiones con independencia. Además, mejora su autoestima, al propiciar el desempeño de roles significativos y la participación en la vida cotidiana como ciudadanos con plenos derechos.

La seguridad económica, se puede afirmar, es la cara contraria de la pobreza en tanto permite generar las condiciones para un envejecimiento con dignidad y seguridad. Legítima aspiración de toda persona de edad avanzada que ha contribuido durante toda su vida a la seguridad social (cuando su trayectoria laboral así lo ha permitido) o en el caso de no haberlo hecho por circunstancias diversas, se trata de ejercer determinados derechos (derecho a la seguridad social, al trabajo y a la protección familiar) que todo(a) ciudadano(a) debe lograr al final de la vida.

La magnitud de los recursos definidos como necesarios no es fija y depende de la edad, del estado de salud, de los arreglos residenciales, de los patrones de consumo previo, y de cuánto aporte el Estado a través de servicios gratuitos o subsidios. Los mecanismos de provisión de seguridad económica son varios: el trabajo generador de ingresos, los ahorros (activos físicos y financieros), los sistemas de seguridad social y las redes de apoyo, principalmente las familiares.

Otro activo muy importante para las personas mayores lo constituye la propiedad de una vivienda, que les brinda seguridad y estabilidad, a la vez que puede constituir un bien de intercambio en caso de necesidad.

Un porcentaje importante de PAM permanece en actividad económica, decisión que puede estar relacionada a la necesidad de un ingreso suficiente para la manutención de su hogar (aunque tenga alguna pensión o apoyo del que reciba beneficio), por decisión propia para ocupar un tiempo libre o para conseguir la realización de proyectos personales pendientes.

La condición de actividad económica es la situación que distingue a la población de 12 años y más, según haya realizado o no alguna actividad económica. Se clasifica en población económicamente activa (PEA) que es el conjunto de personas que desempeñan una ocupación, o bien, si no la tienen, la buscan activamente y población económicamente inactiva (PEI) que incluye a los pensionados y jubilados, a las amas de casa, estudiantes y rentistas.

Aún cuando los estudios sobre la situación laboral de las personas mayores son escasos, se deduce que a partir de los 50 años, aproximadamente, la participación económica desciende debido tanto a la disminución de las obligaciones de reproducción social, a la presencia de sistemas de cobertura social que permiten a las personas acceder a una jubilación o pensión a partir de cierta edad y a la mayor probabilidad, a medida que avanza la edad, de la aparición de discapacidades que inhabilitan para el trabajo.

Existe otro factor de gran importancia: las restricciones y la discriminación en el mercado laboral de las personas de más edad. La incidencia de estos efectos sobre los niveles de participación económica difiere sustancialmente entre hombres y mujeres, y también según las condiciones socioeconómicas del hogar al que pertenecen (CEPAL, 2006).

A continuación se presentan algunos indicadores laborales tradicionales, aplicados a la población adulta mayor.

32

VI.1 Participación laboral

En el estado residen 188 mil personas de 70 años y más, de los cuales 25,300 se les considera como parte de la PEA, que equivale a que 13.4% de las PAM en la entidad. Por género, la tasa para los hombres fue de 21.7%; mientras que para las mujeres fue de 6.4% (Cuadro 12). Anivel estatal, la tasa de participación económica fue de 54%.

Cuadro 12. Nuevo León. PAM por condición de actividad, según género, 2010

Concepto Hombre Mujer Total H M T

Total 86,659 101,800 188,459 100 100 100

Trabaja o tiene una actividad productiva 17,296 6,479 23,775 20.0 6.4 12.6

Tenía trabajo, pero no trabajó 181 3 184 0.2 0.0 0.1

Buscó trabajo 1,338 3 1,341 1.5 0.0 0.7

Pensionada(o) o jubilada(o) 47,235 16,546 63,781 54.5 16.3 33.8

Estudiante 188 248 436 0.2 0.2 0.2

Quehaceres del hogar 1,169 66,202 67,371 1.4 65.0 35.8

Limitado para trabajar 5,101 4,855 9,956 5.9 4.8 5.3

Otra situación 11,385 5,323 16,708 13.1 5.2 8.9

No especificado 2,766 2,141 4,907 3.2 2.1 2.6 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Las PAM que son PEI mencionan distintas circunstancias que los llevan a no poder acceder a un empleo (Cuadro 13).

Razones familiares o personales. Del total de PAM no económicamente activos el 42.6% se dedicó a los quehaceres del hogar (67,371 PAM). Las mujeres forman el grupo más numeroso en dicha situación (98.3%).

Estar “limitado para trabajar”. En esta situación se encuentran 9,956 personas, lo que representa un 6.3% de la PEI. La definición de ―limitación para trabajar‖ incluye tanto a los sujetos que están ―indefinidamente imposibilitados‖ para ejercer cualquier empleo como a quienes se encuentran incapacitados para la ocupación que tenían antes, pero que pueden desempeñar otro tipo de ocupación, 51.2% de estos AM son hombres.

Ser jubilado o pensionista. Situación de 63,781 personas (40.3%). Dentro del grupo de PAM conforme avanza la edad, la mayor parte de las personas va saliendo del mercado laboral, por lo que este grupo (jubilado o pensionista) representó un porcentaje importante del total de AM (33.8%). El 74.1% de los jubilados o pensionados son hombres.

Estar estudiando. Un pequeño porcentaje de PAM (0.2%) mencionan no tener actividad laboral por alguna ocupación educativa, situación donde predominan las mujeres.

Además, el 10.6% de los ―inactivos‖ menciona que existen ―otras causas‖, no especificadas, para no buscar empleo.

Cuadro 13. Nuevo León. PAM por condición de inactividad, según género, 2010

Concepto Hombre Mujer Total H M T

Total 65,078 93,174 158,252 41.1 58.9 100

Pensionada(o) o jubilada(o) 47,235 16,546 63,781 74.1 25.9 100

Estudiante 188 248 436 43.1 56.9 100

Quehaceres del hogar 1,169 66,202 67,371 1.7 98.3 100

Limitado para trabajar 5,101 4,855 9,956 51.2 48.8 100

Otra situación 11,385 5,323 16,708 68.1 31.9 100 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Respecto al ámbito de residencia, en el área rural de cada 100 personas de 70 años y más, 36 se dedicaron al hogar, 15 fueron jubilados, 15 se encontraban en otra situación y 9 estaban impedidos para trabajar. En el área urbana la distribución es de la siguiente manera: el 35.7% hogar, 37.0% jubilación o pensión, 4.6% incapacitado para realizar un trabajo, 7.9% otra situación y el 0.2% estudiante (Cuadro 14).

33

Cuadro 14. Nuevo León. PAM por condición de actividad, según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

Concepto Rural Urbano Total Rural Urbano T

Total 26,766 161,693 188,459 100 100 100

Trabaja o tiene una actividad productiva 5,414 18,361 23,775 20.2 11.4 12.6

Tenía trabajo, pero no trabajó 141 43 184 0.5 0.0 0.1

Buscó trabajo 244 1,097 1,341 0.9 0.7 0.7

Pensionada(o) o jubilada(o) 3,913 59,868 63,781 14.6 37.0 33.8

Estudiante 51 385 436 0.2 0.2 0.2

Quehaceres del hogar 9,631 57,740 67,371 36.0 35.7 35.8

Limitado para trabajar 2,472 7,484 9,956 9.2 4.6 5.3

Otra situación 4,019 12,689 16,708 15.0 7.9 8.9

No especificado 881 4,026 4,907 3.3 2.5 2.6 Nota: Localidad urbana es la que tiene una población mayor o igual a 15,000 personas y localidad rural menor a 15,000 personas. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

La tasa de participación laboral de las PAM a nivel estatal fue de 13.4%, el 21.7% se presentó en hombres y el 6.4% en mujeres (Cuadro 15). Desde el punto de vista territorial en el área rural fue de 21.7% y en el medio urbano fue de 12.1% (Cuadro 16).

Al desglosar la información por rangos de edad existe tendencia decreciente en la tasa de participación laboral. Por grupos quinquenales a partir de los 70 años, en los adultos de 70 a 74 años la tasa de participación fue de 18.7%, disminuyendo en forma continua hasta el grupo de 85 a 89 años (4.4%).

Cuadro 15. Nuevo León. Participación económica de las PAM por grupos quinquenales de edad, según género, 2010

Grupos de edad Hombre Mujer Total

Total en Nuevo León 21.7 6.4 13.4

De 70-74 años 29.7 8.6 18.7

De 75-79 años 21.7 5.8 13.2

De 80-84 años 11.8 6.2 8.6

De 85-89 años 8.6 1.1 4.4

De 90-94 años 11.4 3.5 6.4

95 años y más 0.8 2.5 1.8 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Por ámbito de residencia el patrón decreciente se sostiene, manteniéndose la tasa de participación de las PAM en el área rural más elevada que su similar urbana en casi la totalidad de los casos.

La mayor participación laboral de las PAM se vincula con sistemas de seguridad social menos desarrollados, lo que sugiere una relación entre el hecho de que las personas mayores trabajen y la incapacidad de los sistemas de pensiones para proveer suficientes ingresos a las personas mayores. Así, en Nuevo León, se observó tasas de 18.7% y 13.2% de las personas comprendidas entre los 70 a 74 años y de 75 a 79 años, respectivamente que declaran estar trabajando o buscando un empleo.

De lo anterior se deduce que, que la participación laboral de las personas mayores se encuentra relacionada directamente con la deficiente cobertura del sistema de seguridad social, que obliga a continuar trabajando para subsistir. De este modo, los aspectos relativos a la institucionalidad del sistema de seguridad social y su financiamiento son factores coadyuvantes para determinar la participación o no de las personas mayores en el mercado de trabajo.

34

Cuadro 16. Nuevo León. Participación económica de las PAM por grupos quinquenales de edad, según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

Grupos de edad Rural Urbano Total

Total 21.7 12.1 13.4

De 70-74 años 27.6 17.1 18.7

De 75-79 años 22.9 11.6 13.2

De 80-84 años 15.9 7.5 8.6

De 85-89 años 10.3 3.5 4.4

De 90-94 años 4.3 6.9 6.4

95 años y más 1.9 1.7 1.8 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI. Nota: Localidad urbana es la que tiene una población mayor o igual a 15,000 personas y localidad rural menor a 15,000 personas.

VI.2 Situación en la ocupación

En este apartado se aborda la situación de las PAM que tienen empleo, se analizará la posición en el trabajo, su categoría profesional y el tipo de ocupación.

Los ocupados se clasifican atendiendo a la situación profesional en no asalariados (empleadores, empresarios sin asalariados y trabajadores independientes, miembros de cooperativas, ayudas familiares) y asalariados (públicos o privados).

Se entiende por situación en la ocupación a personas de 12 o más años que trabajan a cambio de una retribución (salario, jornal, beneficio empresarial, etc.) en dinero o especie. También son ocupados quienes teniendo trabajo han estado temporalmente ausentes del mismo por enfermedad, vacaciones, etcétera.

La situación profesional muestra que las personas asalariadas representan el 26.0%. Los trabajadores por ―cuenta propia‖ son 53.5% de las PAM ocupadas lo que refleja que al no encontrar oportunidades en el sector formal, los AM emprenden actividades por sus propios medios (Cuadro 17).

Además, un 5.8% se desempeña como ―trabajador familiar sin pago‖ en la empresa de un miembro de su familia, mientras que 5.1% cumplen como patrón o empleador. Un menor porcentaje se dedican a ser jornaleros o peones (3.2%) y ayudantes (3.0%).

Por género y distribuciones relativas, las mujeres tienen una mayor participación como empleadas u obreras que los hombres (33.3% vs 23.3%, respectivamente), mientras que éstos en las demás posiciones laborales tienen mayores porcentajes que sus similares femeninas. Al respecto destaca la posición de patrón o empleador, donde un 5.8% de los hombres tienen esa posición mientras que sólo un 3.2% de las mujeres se ubica en esta categoría.

Otro punto a sobresaliente es la diferencia porcentual entre géneros en posiciones laborales como jornalero o peón y cómo trabajador familiar sin pago, donde el porcentaje de los hombres es mayor al de las mujeres (4.3% vs 0.1% y 7.0% vs 2.4%, respectivamente).

El indicador sobre la situación en la ocupación de las PAM permitió dar cuenta de las condiciones laborales en que están empleadas las personas mayores. Aún cuando se enfrenta la dificultad en la definición de lo que es un ―trabajo informal‖, la evidencia para el estado muestra que la personas mayores suelen ocuparse con mayor frecuencia en este tipo de trabajo una vez cumplida la edad de jubilación, y esto se debe, por una parte, a las escasas oportunidades de empleo que existen para los trabajadores de edad avanzada, y por otra, a que las personas mayores suelen complementar sus exiguos ingresos por pensiones o jubilaciones empleándose en el sector informal de la economía.

35

Cuadro 17. Nuevo León. PAM ocupadas por posición en el trabajo, según género, 2010

Concepto Hombre Mujer Total H M T

Total 17,477 6,482 23,959 100 100 100

Empleada(o) u obrera(o) 4,080 2,156 6,236 23.3 33.3 26.0

Jornalera(o) o peón 751 3 754 4.3 0.1 3.2

Ayudante 551 169 720 3.2 2.6 3.0

Patrón(a) o empleador(a) 1,017 204 1,221 5.8 3.2 5.1

Por cuenta propia 9,378 3,446 12,824 53.7 53.2 53.5

Trabajador(a) familiar sin pago 1,221 158 1,379 7.0 2.4 5.8

No especificado 479 346 825 2.7 5.3 3.4 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

VI.3 Acceso al trabajo remunerado

En este apartado se abordará el indicador sobre la relación entre las personas mayores que están trabajando como asalariadas y el total de personas mayores ocupadas.

VI.3.1 Características de la ocupación

La ocupación es el tipo de trabajo, empleo, puesto u oficio que la población ocupada realiza en su trabajo. La población ocupada integra a las personas de 12 años y más que desarrollaron alguna actividad económica, al menos una hora en la semana a cambio de algún tipo de pago (dinero o especie).

En general, la población de PAM ocupadas tiende a trabajar por cuenta propia o ser empleado u obrero. Ser comerciante o agente de ventas ocupa el primer lugar como fuente de ocupación para las PAM (24.4%), seguido por los trabajos en actividades agrícolas (16.6%), los artesanos o trabajadores fabriles (10.8%), los trabajadores de servicio doméstico (6.4%), personas que se dedican a las ventas ambulantes (5.5%) y trabajadores en servicios personales (5.3%) (Gráfica 15).

Gráfica 15. Nuevo León. Distribución porcentual de las PAM por tipo de ocupación, según

género, 2010

Fuente: Elaborado con la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI

19.1

22.2

13.4

3.4

4.2

4.6

5.3

4.8

4.8

4.2

3.5

2.1

2.6

1.9

1.1

1.2

0.7

0.7

0.1

38.6

1.3

3.8

20.4

12.3

7.7

5.2

1.5

0.0

1.4

0.1

3.2

1.3

2.3

0.4

0.0

0.6

0.0

0.1

24.4

16.6

10.8

8.0

6.4

5.5

5.3

3.9

3.5

3.4

2.6

2.4

2.2

2.0

0.9

0.9

0.7

0.5

0.1

Comerciantes

Act's agrícolas

Artesanos

Otros trabajadores

Servicio doméstico

Trabajadores ambulantes

Servicios personales

Técnicos

Conductores

Profesionistas

Vigilancia

Act's administrativas

Funcionarios y directivos

Apoyo en act's administrativas

Educación

Arte/espectáculos/deportes

Operadores de maquinaria

Peones

Jefes artesanos

Hombres Mujeres Total

36

Existe diferencia entre géneros en el tipo de ocupación en el que se insertan las PAM. De cada 100 mujeres AM ocupadas, 37 son agentes de ventas o comerciantes, una cantidad incluso más elevada que sus similares masculinos (19 de cada 100). Como segunda ocupación importante para el caso de las mujeres de 70 y más se tiene a las trabajadoras en servicios domésticos, donde el 12.3% de dicha población ocupada está en ésta categoría, contrastando con el 4.2% de los hombres.

Los AM hombres ocupados se ubican en mayor medida como trabajadores en actividades agrícolas (22.2%), comerciantes y agentes de ventas (19.1%) y artesanos o trabajadores fabriles (13.4%). En la primera categoría y en la última, la diferencia respecto a las mujeres es notable, ya que solo 1.3% y 3.8% de las mujeres ocupadas, respectivamente en cada categoría, se sitúan en cada una de ellas.

VI.3.2 Sector de actividad económica

Las actividades económicas se clasifican en el sector primario (agricultura, ganadería y explotación primaria de los recursos naturales), el sector secundario (transformación e industrialización de productos), y el sector terciario (comercio y la prestación de servicios).

La distribución por sectores de actividad de las PAM ocupadas es distinta a la del total de ocupados en el estado. Los empleos en el sector servicios y en el sector comercio son los más destacados dentro de la población de 70 años y más (36.2% y 28.1%, respectivamente).

Cuadro 18. Nuevo León. Personas por actividad económica y condición de PAM, según género, 2010

Concepto Hombre Mujer Total H M T

Total 1,224,405 632,134 1,856,539 100 100 100

Agricultura, ganadería, caza y pesca 48,028 2,951 50,979 3.9 0.5 2.8

Minería, electricidad, agua y gas 165,992 10,736 176,728 13.6 1.7 9.5

Industria manufacturera 274,165 98,888 373,053 22.4 15.6 20.1

Construcción 26,114 11,085 37,199 2.1 1.8 2.0

Comercio 203,731 150,904 354,635 16.6 23.9 19.1

Transportes, correo y almacenamiento 93,791 6,999 100,790 7.7 1.1 5.4

Servicios 412,584 350,571 763,155 33.7 55.5 41.1

No PAM 1,206,150 624,935 1,831,085 100 100 100

Agricultura, ganadería, caza y pesca 43,968 2,757 46,725 3.7 0.4 2.6

Minería, electricidad, agua y gas 164,236 10,704 174,940 13.6 1.7 9.6

Industria manufacturera 272,795 98,482 371,277 22.6 15.8 20.3

Construcción 25,972 11,042 37,014 2.2 1.8 2.0

Comercio 199,336 148,182 347,518 16.5 23.7 19.0

Transportes, correo y almacenamiento 92,920 6,961 99,881 7.7 1.1 5.5

Servicios 406,923 346,807 753,730 33.7 55.5 41.2

PAM 17,477 6,482 23,959 100 100 100

Agricultura, ganadería, caza y pesca 4,024 194 4,218 23.0 3.0 17.6

Minería, electricidad, agua y gas 1,660 2 1,662 9.5 0.0 6.9

Industria manufacturera 1,259 350 1,609 7.2 5.4 6.7

Construcción 130 41 171 0.7 0.6 0.7

Comercio 4,182 2,560 6,742 23.9 39.5 28.1

Transportes, correo y almacenamiento 869 17 886 5.0 0.3 3.7

Servicios 5,353 3,318 8,671 30.6 51.2 36.2

NE 778 717 1,495 100 100 100

Agricultura, ganadería, caza y pesca 36 0 36 4.6 0.0 2.4

Minería, electricidad, agua y gas 96 30 126 12.3 4.2 8.4

Industria manufacturera 111 56 167 14.3 7.8 11.2

Construcción 12 2 14 1.5 0.3 0.9

Comercio 213 162 375 27.4 22.6 25.1

Transportes, correo y almacenamiento 2 21 23 0.3 2.9 1.5

Servicios 308 446 754 39.6 62.2 50.4 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

37

Destaca el peso que tienen los empleos en agricultura, ganadería, caza y/o pesca para las PAM ya que, a diferencia del total donde sólo un 2.8% de las personas se involucran en este tipo de actividades, en la población de 70 y más casi 18 de cada 100 personas ocupadas tiene un empleo relacionado a este tipo de actividad económica (Cuadro 18).

Cabe mencionar que en el grueso de la población trabajadora en la entidad los empleos en la industria manufacturera tienen una mayor relevancia que en la población de AM, donde sólo un 6.7% de éstos están ubicados en empleos de dicho sector.

Por género, la distribución por sectores de actividad también difiere respecto a la media estatal. Los AM hombres están más concentrados en el sector ―servicios‖ (30.6%), ―comercio‖ (23.9%), ―agricultura‖ (23.0%) y ―minería‖ (9.5%) mientras que las mujeres se ubican más en el sector ―servicios‖ (51.2%), ―comercio‖ (39.5%) y, en mucho menor medida, en la ―industria manufacturera‖ (5.4%) y ―agricultura‖ (3.0%).

De acuerdo al sector de actividad económica, se observó que los hombres, sean PAM o no, se concentran en el sector ―terciario‖ (entre 58.0% y 59.5%), mientras que sobresale la participación de personas en el sector primario de AM (23.1% vs 4.2% en la población total de hombres); en cambio las mujeres, AM o no, se concentran en mayor medida en el sector terciario de la economía, destacando que el 90.9% de las mujeres con 70 años y más se ubican en éste sector (Gráficas 16 y 17).

Gráfica 16. Nuevo León. Distribución porcentual de las PAM por

sector de actividad, según género, 2010 Gráfica 17. Nuevo León. Distribución porcentual por sector de

actividad, según condición de PAM y género, 2010

Fuente: Elaborado con la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010.

INEGI

Fuente: Elaborado con la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010.

INEGI

VI.3.3 Ingreso por trabajo

El ingreso por trabajo es la percepción en dinero que la persona ocupada declara recibir por su trabajo; se incluyen sueldos, comisiones, propinas y cualquier percepción devengada por el desempeño de una actividad económica. Los ingresos se ordenan tomando en cuenta el salario mínimo (SM)13.

13

El salario mínimo en 2010 fue de 1,675.20 pesos mensuales en la zona B de Nuevo León (Apodaca, San Pedro Garza García, General Escobedo, Guadalupe, Monterrey, San Nicolás de los Garza y Santa Catarina) y de 1,634.10 pesos mensuales para la zona C (resto del Estado).

17.4

6.1

14.3

23.1

3.0

17.6

59.5

90.9

68.0

Hombres

Mujeres

Total

Terciario

Primario

Secundario

3.9

38.1

58.0

23.1

17.4

59.5

0.5

19.1

80.3

3.0

6.1

90.9

Primario

Secundario

Terciario

Primario

Secundario

Terciario

Mujeres

HombresNo PAM

PAM

38

De acuerdo con la información analizada, el 3% de la población total ocupada no percibe ningún ingreso, pero en las PAM este porcentaje ascendió a 18.6% (Gráfica 18).

La población masculina supera a la femenina en la carencia de percepción de ingresos por trabajo (23.4% vs 6.1%, respectivamente). Entre las PAM ocupadas el 24.3% percibieron menos de 1 SM al mes, mientras que 17.5% obtuvo por su trabajo entre 1 y 2 SM y 19.0% entre 2 y 3.

Gráfica 18. Nuevo León. Distribución porcentual de PAM ocupadas por múltiplos de salario mínimo

(SM), según género, 2010

Fuente: Elaborado con la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI

Al analizar los datos por género se observó evidencia de discriminación salarial. Los ingresos por trabajo que las mujeres generan, en promedio, son menores a los de los varones. En tanto el 16.3% de los hombres perciben menos de 1 SM mensual, el porcentaje de mujeres de ubica en 45.6%.

En el grupo de ingreso más elevado (más de 5 SM) la diferencia entre géneros es también notoria, ya que mientras 13.0% de los hombres tienen este tipo de ingresos, únicamente un 3.4% de las mujeres AM que trabajan se encuentran en dicha categoría.

Por tipo de localidad sobresalen las carencias a las que se enfrentan las PAM en el área rural, ya que poco más de la mitad de las personas ocupadas en algún trabajo no obtienen percepción monetaria por ello. Cabe señalar que un 39.3% de la población de AM que sí percibe ingresos en municipios rurales sólo recibe entre 1 y 3 SM (Gráfica 19).

En el ámbito urbano, la proporción de PAM que no tiene ingresos es menor, ya que únicamente el 7.6% de los AM ocupados se encuentran en esa situación. Dicha diferencia entre el ámbito de localidad se acentúa al comparar los porcentajes en los ingresos más altos, así mientras en el área rural el 21.5% de los AM supera los 2 SM, en el ámbito urbano dicho número asciende a 45.7% de las PAM.

23.4

16.3

17.2

20.8

9.4

13.0

6.1

45.6

18.3

14.2

12.4

3.4

18.6

24.3

17.5

19.0

10.3

10.4

No percibe

Menos de 1 S.M.

De 1 a 2 S.M.

Más de 2 a 3 S.M.

Más de 3 a 5 S.M.

Más de 5 S.M.

Total

Mujeres

Hombres

39

Gráfica 19. Nuevo León. Distribución porcentual de PAM ocupadas por múltiplos de salario mínimo

(SM), según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

Fuente: Elaborado con la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI

Con relación a las prestaciones que reciben las PAM ocupadas, un 57.1% tienen aguinaldo, 49.4% cuenta con vacaciones con goce de sueldo, 41.8% tiene algún tipo de servicio médico disponible, 21.9% tiene ahorro para el retiro y 18.0% cuenta con reparto de utilidades o prima vacacional (Cuadro 19).

Por género puede observarse que los hombres reciben prestaciones más relacionadas con el concepto de ―retiro‖ o ―utilidades‖ que las mujeres, teniendo ellas cierta ventaja al tratarse de prestaciones como ―vacaciones‖ o ―aguinaldo‖.

En área urbana, el porcentaje de población que recibe el beneficio de alguna prestación adicional al salario es significativamente mayor que en el área rural, siendo el aguinaldo y las vacaciones con goce de sueldo las prestaciones a las que mayormente se tiene acceso (Cuadro 20).

Cuadro 19. Nuevo León. Proporción de PAM ocupadas que reciben las prestaciones especificadas, según género, 2010

Cuadro 20. Nuevo León. Proporción de PAM ocupadas que reciben las prestaciones especificadas, según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

Prestaciones en el trabajo

Hombre Mujer Total Prestaciones en el trabajo

Rural Urbano Total

Servicio médico (IMSS, ISSSTE u otro) 52.7 16.5 41.8

Servicio médico (IMSS, ISSSTE u otro) 30.8 44.7 41.8

Aguinaldo 51.7 69.6 57.1 Aguinaldo 31.2 64.1 57.1

Vacaciones con goce de sueldo 41.7 67.3 49.4

Vacaciones con goce de sueldo 23.3 56.5 49.4

Reparto de utilidades o prima vacacional 23.5 5.2 18.0

Reparto de utilidades o prima vacacional 15.9 18.5 18.0

Ahorro para el retiro (SAR o AFORE) 28.5 6.5 21.9

Ahorro para el retiro (SAR o AFORE) 8.3 25.5 21.9

Nota: Excluye los trabajadores por su cuenta, patrones o empleadores. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Nota: Excluye los trabajadores por su cuenta, patrones o empleadores. Localidad urbana es la que tiene una población mayor o igual a 15,000 personas y localidad rural menor a 15,000 personas. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

51.3

12.2

15.1

12.0

7.2

2.3

7.6

28.4

18.3

21.3

11.3

13.1

18.6

24.3

17.5

19.0

10.3

10.4

No percibe

Menos de 1 S.M.

De 1 a 2 S.M.

Más de 2 a 3 S.M.

Más de 3 a 5 S.M.

Más de 5 S.M.

Total

Urbano

Rural

40

VI.3.4 Ingresos por trabajo del hogar

Ingreso en la vivienda. Para el total de las viviendas el ingreso promedio per cápita fue de de 3,611 pesos mensuales. Las viviendas en donde no habita una PAM el ingreso percápita fue de 3,696 pesos mensuales relativamente más alto que en las viviendas que contaron con al menos una PAM que fue de 2,646 (Cuadro 24).

Los ocupados de edad avanzada en empleo asalariado registraron un ingreso promedio de 5,522 pesos mensuales, menor al registrado para el total de asalariados en el estado que fue de 7,473 pesos mensuales. Por género los hombres adultos mayores recibieron 6,917 pesos mensuales y las mujeres 2,522 pesos mensuales; salarios más bajos que los percibidos por el total de asalariados 8,082 y 6,282 pesos mensuales, respectivamente. Las mujeres adultas mayores asalariadas reciben un 60% del promedio de salario femenino registrado en el estado (Cuadro 21).

Cuadro 21. Nuevo León. Ingreso mensual promedio por trabajo según si es o no AM, por género, 2010

Condición de limitación Hombre Mujer Total

Total 8,082 6,282 7,473

No es AM 8,095 6,320 7,495

Si es AM 6,917 2,522 5,522 Nota: No se reportan las personas que no especifican su edad. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

La jornada laboral. Suele expresarse como el número de horas trabajadas semanalmente. Este indicador permite, por ejemplo, evaluar si la transición del empleo al retiro va acompañada por una reducción de la jornada laboral.

Los datos que se exponen de las horas trabajadas por la PAM ocupada, indican, en general, que estas trabajan en promedio 40.8 horas semanales (41.3 horas para los hombres y 39.3 horas para mujeres).

Cuadro 22. Nuevo León. Número de personas que reportan horas trabajadas según si es o no PAM, por género, 2010

Condición de limitación Hombre Mujer Total

Total 1,192,830 614,381 1,807,211

No PAM 1,176,165 608,627 1,784,792

PAM 16,665 5,754 22,419 Nota: No se reportan las personas que no especifican su edad. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro 23. Nuevo León. Promedio de horas trabajadas según si es o no AM, por género, 2010

Condición de limitación Hombre Mujer Total

Total 48.6 41.7 46.2

No PAM 48.7 41.7 46.3

PAM 41.3 39.3 40.8 Nota: No se reportan las personas que no especifican su edad. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Distribución relativa del ingreso. La distribución del ingreso en la población por deciles de ingreso14 total indicó que la población ubicada en el 30% más bajo de la distribución obtuvo 1,475 pesos mensuales, mientras que en las viviendas en donde no habitó alguna PAM el dato fue 1,478 y en las que si residía al menos un a PAM fue de 1,446 pesos

14

Decil de ingreso: Agrupación del total de perceptores o de hogares en diez estratos con igual número de perceptores o de hogares, ordenados de acuerdo con su ingreso de menor a mayor, considerando el tipo de ingreso.

41

mensuales (Cuadro 24). Con este dinero se debe resolver las necesidades de todos los integrantes de un hogar (en promedio 5) durante un mes; cabe mencionar que los ingresos estiman únicamente las percepciones por concepto de trabajo.

Cuadro 24. Nuevo León. Ingreso promedio per cápita por decil de ingreso per cápita, según presencia de PAM en la vivienda, 2010

Cuadro 25. Nuevo León. Equivalencia en Ingresos (proporciones respecto al primer decil), según presencia de PAM en la vivienda, 2010

Decil No PAM PAM Total Decil No PAM PAM Total

Total 3,695.7 2,646.5 3,611.1

I 433.8 407.5 429.5 I 1.0 1.0 1.0

II 907.1 898.9 906.3 II 2.1 2.2 2.1

III 1,189.1 1,177.6 1,188.0 III 2.7 2.9 2.8

IV 1,477.7 1,445.7 1,474.6 IV 3.4 3.5 3.4

V 1,789.1 1,776.3 1,788.0 V 4.1 4.4 4.2

VI 2,168.5 2,167.2 2,168.4 VI 5.0 5.3 5.0

VII 2,711.4 2,663.7 2,708.0 VII 6.3 6.5 6.3

VIII 3,446.6 3,409.5 3,444.1 VIII 7.9 8.4 8.0

IX 4,821.8 4,797.3 4,820.3 IX 11.1 11.8 11.2

X 12,188.1 11,286.0 12,148.2 X 28.1 27.7 28.3 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Comparando los niveles de ingreso per cápita por decil de las viviendas sin y con PAM se observó una diferencia importante en el promedio general; en las primeras dicho valor ascendió a 3,696 pesos al mes y fue 2,647 pesos mensuales y en las segundas.

A medida que se avanza en la distribución del ingreso los cambios en los montos que se perciben en las viviendas no son tan fuertes, hasta los últimos dos deciles de la distribución que agrupan a las viviendas con más altos ingresos. En el decil IX se reportan ingresos promedio de 4,822 y 4,797 pesos al mes para viviendas sin y con PAM, respectivamente. Dicho ingreso debía ser suficiente para solventar los gastos de 3 integrantes del hogar, notando que sin ser un hogar en condiciones de marginación tampoco se le puede considerar como uno de altos ingresos. En el decil X si se observa un salto fuerte, reportando ingresos de 12,188 y 11,286, en el mismo orden presentado anteriormente.

La participación relativa en el ingreso total por trabajo en deciles de ingreso, mostró que los hogares sin PAM generaron el 94.2% del total de ingresos, y los hogares con presencia de al menos una PAM únicamente el 5.8%, lo cual es acorde a lo que representan éstos del total de hogares en el estado (12.6%).

Los hogares del decil más alto (X) acumularon el 42.4% del ingreso, en la clasificación de los hogares sin y con PAM el dato fue de 42.8% y 36.9%, respectivamente. Si se analiza la información para los deciles del I – V (50% de hogares), éstos acumularon únicamente el 14.6% del ingreso el total, para los hogares sin y con PAM el dato fue de 14.3% y 18.9%, en el orden anterior (Cuadro 26).

La variación entre de la distribución de ingresos en deciles de hogares en no donde habitan PAM, contrastada con la de los hogares en donde existe residiendo una PAM es muy similar, el dato importante se dio en el decil X, donde hay una diferencia de 6 puntos porcentuales menos en los hogares con PAM.

42

Cuadro 26. Nuevo León. Ingreso total por trabajo (IT) y participación porcentual por decil de ingreso, según presencia de PAM en el hogar, 2010

Decil No PAM PAM Total

Ingreso Total % Ingreso Total % Ingreso Total %

Total 10,934,097,478 100 784,423,827 100 11,718,521,305 100

I 91,985,802 0.8 15,346,627 2.0 107,332,429 0.9

II 235,405,182 2.2 26,426,168 3.4 261,831,350 2.2

III 317,131,495 2.9 33,004,717 4.2 350,136,212 3.0

IV 398,189,464 3.6 32,823,016 4.2 431,012,480 3.7

V 528,214,221 4.8 39,766,769 5.1 567,980,990 4.8

VI 718,981,358 6.6 54,719,806 7.0 773,701,164 6.6

VII 905,929,512 8.3 63,948,106 8.2 969,877,618 8.3

VIII 1,193,280,454 10.9 99,022,745 12.6 1,292,303,199 11.0

IX 1,864,756,781 17.1 130,025,189 16.6 1,994,781,970 17.0

X 4,680,223,209 42.8 289,340,684 36.9 4,969,563,893 42.4 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

VII. Salud y bienestar

Al igual que en el país, Nuevo León ha mostrado importantes transformaciones en la estructura de su población. La más significativa ha sido el incremento de la proporción de personas mayores de 60 años, asociado a la disminución de la fecundidad, la reducción de la mortalidad de todas las edades, el incremento de la esperanza de vida y las mejoras en los servicios de salud disponibles.

Esta mayor longevidad de las generaciones actuales plantea varios desafíos, sobre todo, los relativos a la forma de alcanzar un envejecimiento activo y saludable para las personas mayores. El objetivo primordial de una política de salud dirigida a las personas mayores es fortalecer la capacidad del individuo para compensar y retardar las pérdidas normales que ocurren con el proceso de envejecimiento, y a la vez evitar y limitar la aparición prematura del deterioro funcional. Las acciones en salud deben estar dirigidas a prolongar el bienestar físico, mental y social, lo que constituye el componente básico de la calidad de vida en la vejez.

Es fundamental, entonces, diferenciar los estados de salud asociados a la presencia de patologías y factores de riesgo de aquellos que se relacionan con el acceso a servicios o acciones en salud, a fin de determinar las necesidades de intervención.

Una serie de indicadores debe contemplarse en la evaluación del estado de salud de la población adulta mayor para el diseño y seguimiento de políticas y programas. A continuación se presenta algunos de ellos.

VII.1 Derechohabiencia a servicios de salud

La población derechohabiente es la que se encuentra afiliada a las instituciones de seguridad social y, por tanto, tiene garantizado el acceso a prestaciones, entre las que se encuentran los servicios médicos. Esta se constituye en la garantía para que un individuo o un grupo de individuos puedan satisfacer sus demandas en materia de salud mediante el acceso a los servicios, ya sea a través del sistema o de alguno de los subsistemas de salud del estado, sin que la capacidad de pago sea un factor restrictivo. Los grupos de la sociedad que no pueden hacer uso de esta garantía constituyen los excluidos en salud.

La derechohabiencia se obtiene cuando la empresa o establecimiento para el que se trabaja cubre los gastos de atención médica del trabajador y la de sus familiares en alguna institución, o bien cuando la persona hace aportaciones para tener acceso a estos servicios. Las instituciones encargadas de la seguridad social en México atienden a sectores específicos de la población; el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es

43

responsable de brindar servicios a los trabajadores del sector privado; el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) atiende a los empleados del gobierno; otras instituciones federales, estatales y municipales otorgan servicios y prestaciones a los trabajadores de sus propias dependencias.

En Nuevo León, la cobertura de derechohabiencia a los servicios de salud, de acuerdo a los datos censales de 2010 fue de 79.7% de la población total. Del conjunto de las PAM el 87.4% obtuvo esta prestación (Cuadro 27). Existe un porcentaje mayor de mujeres, respecto a los hombres de 70 años y más, que no cuenta con derechohabiencia en alguna institución de salud.

Cuadro 27. Nuevo León. Personas por grupos de edad y género, según condición de derechohabiencia, 2010

Grupos de edad Con DH Sin DH NE Total

Total 79.7 18.6 1.7 100

Menores de 15 años 81.4 17.1 1.5 100

De 15-29 años 74.5 23.8 1.7 100

De 30-44 años 80.0 18.2 1.9 100

De 45-69 años 82.4 15.9 1.7 100

70 años y más 87.4 11.2 1.4 100

Hombres 78.8 19.6 1.6 100

Menores de 15 años 81.4 17.1 1.5 100

De 15-29 años 73.8 24.6 1.6 100

De 30-44 años 78.4 19.8 1.9 100

De 45-69 años 80.5 17.8 1.7 100

70 años y más 87.8 10.9 1.3 100

Mujeres 80.7 17.7 1.7 100

Menores de 15 años 81.4 17.1 1.5 100

De 15-29 años 75.1 23.1 1.8 100

De 30-44 años 81.5 16.7 1.8 100

De 45-69 años 84.3 14.1 1.6 100

70 años y más 87.1 11.4 1.5 100 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cabe señalar que la condición de derechohabiencia a los servicios de salud para los adultos mayores no es homogénea entre grupos quinquenales de edad. A partir de los 70 años, al incrementarse la edad, se reduce el porcentaje de personas que cuentan con derechohabiencia (Cuadro 28).

Cuadro 28. Nuevo León. PAM por grupos quinquenales de edad, según condición de derechohabiencia a los servicios de salud, 2010

Grupo de población

Con DH Sin DH NE Total Con DH Sin DH NE T

Total 164,758 21,048 2,653 188,459 87.4 11.2 1.4 100

De 70-74 años 67,464 7,432 1,564 76,460 88.2 9.7 2.1 100

De 75-79 años 47,151 5,893 401 53,445 88.2 11.0 0.8 100

De 80-84 años 28,421 3,838 219 32,478 87.5 11.8 0.7 100

De 85-89 años 15,515 2,336 353 18,204 85.2 12.8 1.9 100

De 90-94 años 4,201 945 57 5,203 80.7 18.2 1.1 100

95 años y más 2,006 604 59 2,669 75.2 22.6 2.2 100 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Seis de cada diez PAM estuvieron afiliadas al IMSS, un número similar se encontró en hombres y mujeres, con 66.2% y el 63.3% con derechohabiencia a dicha institución, respectivamente. En el Seguro Popular (Nueva Generación) se captó a un 10.3% de las PAM en el estado, 10.7% en los hombres y 9.9% en las mujeres (Cuadro 29). Como tercera opción se ubicó el ISSSTE que atendió a 5.3% de las PAM, teniendo una mayor concentración de las mujeres (6.3%) que de los hombres (4.2%).

44

Cuadro 29. Nuevo León. PAM por lugar por institución en la que tiene derecho de recibir los servicios médicos, según género, 2010 (Primera mención)

Lugar de atención Hombre Mujer Total H M T

Total 86,659 101,800 188,459 100 100 100

IMSS 57,392 64,463 121,855 66.2 63.3 64.7

ISSSTE 3,121 5,390 8,511 3.6 5.3 4.5

ISSSTE estatal 492 1,015 1,507 0.6 1.0 0.8

Pemex, Defensa o Marina 313 578 891 0.4 0.6 0.5

Seguro Popular o Nueva Generación 9,286 10,065 19,351 10.7 9.9 10.3

Seguro privado 3,463 4,123 7,586 4.0 4.1 4.0

Otra institución 2,010 3,047 5,057 2.3 3.0 2.7

No tiene derecho a S.M. 9,483 11,565 21,048 10.9 11.4 11.2

No especificado 1,099 1,554 2,653 1.3 1.5 1.4 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Existen diferencias regionales cuando se trata de cobertura de las instituciones que brindan seguridad social, lo cual ayuda a identificar los municipios que requieren complementar dichos servicios mediante el apoyo de las instituciones de salud como la Secretaría de Salud, el IMSS-Solidaridad o el Seguro Popular.

En los municipios de AMM el 87.4% de las PAM contó con derechohabiencia a una institución que proporciona servicios de salud, destacando los municipios de San Nicolás de los Garza (92.4%), Santa Catarina (89.9%), Guadalupe (88.0%), Monterrey (87.6%) y Juárez (80.7%).

Fuera del AMM el porcentaje de PAM sin derechohabiencia fue el siguiente: General Bravo (37.6%), Doctor Coss (33.5%), Los Herreras (31.0%), Los Aldamas (31%), Lampazos de Naranjo (29.7%) y Doctor González (27.3%) (Cuadro 30).

Cuadro 30. Nuevo León. PAM por región y municipio, según condición de derechohabiencia, 2010

Municipio Con DH Sin DH NE Total Con DH Sin DH NE Total

Nuevo León 164,758 21,048 2,653 188,459 87.42 11.17 1.41 100

AMM 131,526 16,010 2,338 149,874 87.76 10.68 1.56 100

San Nicolás de los Garza 19,675 1,066 547 21,288 92.42 5.01 2.57 100

Santa Catarina 6,188 654 40 6,882 89.92 9.50 0.58 100

Guadalupe 24,825 3,238 133 28,196 88.04 11.48 0.47 100

Monterrey 60,600 7,597 972 69,169 87.61 10.98 1.41 100

Apodaca 5,696 980 15 6,691 85.13 14.65 0.22 100

San Pedro Garza García 6,280 571 594 7,445 84.35 7.67 7.98 100

García 1,107 254 0 1,361 81.34 18.66 0.00 100

Gral. Escobedo 4,732 1,084 25 5,841 81.01 18.56 0.43 100

Juárez 2,423 566 12 3,001 80.74 18.86 0.40 100

Resto del Estado 33,232 5,038 315 38,585 86.13 13.06 0.82 100

Aramberri 1,404 75 6 1,485 94.55 5.05 0.40 100

Galeana 2,538 156 0 2,694 94.21 5.79 0.00 100

Ciénega de Flores 463 36 0 499 92.79 7.21 0.00 100

Mier y Noriega 540 44 0 584 92.47 7.53 0.00 100

China 768 64 0 832 92.31 7.69 0.00 100

Santiago 2,080 202 0 2,282 91.15 8.85 0.00 100

Dr. Arroyo 2,625 247 9 2,881 91.11 8.57 0.31 100

Linares 4,205 370 44 4,619 91.04 8.01 0.95 100

Marín 162 16 0 178 91.01 8.99 0.00 100

Iturbide 247 24 1 272 90.81 8.82 0.37 100

Carmen 209 22 0 231 90.48 9.52 0.00 100

Gral. Zaragoza 358 38 0 396 90.40 9.60 0.00 100

Hidalgo 660 36 54 750 88.00 4.80 7.20 100

Gral. Terán 1,252 180 4 1,436 87.19 12.53 0.28 100

Allende 1,260 188 0 1,448 87.02 12.98 0.00 100

Vallecillo 154 23 0 177 87.01 12.99 0.00 100

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

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Cuadro 30. Nuevo León. PAM por región y municipio, según condición de derechohabiencia, 2010 (Continuación)

Municipio Con DH Sin DH NE Total Con DH Sin DH NE Total

Mina 288 44 0 332 86.75 13.25 0.00 100

Pesquería 997 119 35 1,151 86.62 10.34 3.04 100

Cadereyta Jiménez 3,069 489 20 3,578 85.77 13.67 0.56 100

Cerralvo 498 90 0 588 84.69 15.31 0.00 100

Sabinas Hidalgo 1,240 256 0 1,496 82.89 17.11 0.00 100

Villaldama 355 70 6 431 82.37 16.24 1.39 100

Montemorelos 2,568 526 32 3,126 82.15 16.83 1.02 100

Abasolo 96 21 0 117 82.05 17.95 0.00 100

Hualahuises 376 84 0 460 81.74 18.26 0.00 100

Melchor Ocampo 80 17 1 98 81.63 17.35 1.02 100

Higueras 84 19 0 103 81.55 18.45 0.00 100

Agualeguas 370 87 0 457 80.96 19.04 0.00 100

Parás 116 29 0 145 80.00 20.00 0.00 100

Gral. Treviño 123 28 3 154 79.87 18.18 1.95 100

Bustamante 238 59 3 300 79.33 19.67 1.00 100

Rayones 210 54 2 266 78.95 20.30 0.75 100

Los Ramones 535 147 18 700 76.43 21.00 2.57 100

Gral. Zuazua 320 100 0 420 76.19 23.81 0.00 100

Anáhuac 754 267 0 1,021 73.85 26.15 0.00 100

Dr. González 173 66 3 242 71.49 27.27 1.24 100

Salinas Victoria 835 268 73 1,176 71.00 22.79 6.21 100

Lampazos de Naranjo 256 108 0 364 70.33 29.67 0.00 100

Los Aldamas 118 53 0 171 69.01 30.99 0.00 100

Los Herreras 237 107 1 345 68.70 31.01 0.29 100

Dr. Coss 145 73 0 218 66.51 33.49 0.00 100

Gral. Bravo 226 136 0 362 62.43 37.57 0.00 100 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

VII.2 Usuarios de servicios de salud

El Sistema de Salud atiende a poblaciones diferenciadas; las instituciones de seguridad social brindan servicios a sus derechohabientes, mientras que la población que no se encuentra afiliada a ninguna de estas instituciones utiliza los servicios médicos privados, o bien, recurre a los servicios de salud que ofrece el gobierno.

El mayor porcentaje de usuarios de 70 años y más se concentra en las instituciones oficiales de seguridad social; le siguen las que otorgan servicios a la población abierta y finalmente las privadas. Así, un 62.6% de las PAM se atienden en el IMSS cuando tienen algún problema de salud, 14.1% en centros de salud de gobierno o en el seguro popular y 12.2% acuden a instituciones privadas (Cuadro 31). Por género, la distribución de los lugares de atención es similar, destacando que existe un mayor porcentaje de mujeres respecto a los hombres en el ISSSTE tanto federal como estatal (6.1% vs 4.1%, respectivamente con referencia al género) y en hospitales privados (12.8% vs 11.5%). Los hombres sobresalen, respecto a las mujeres, porque se atienden en el IMSS (64.1% vs 61.3%) o no se atienden (2.7% vs 1.6%).

46

Cuadro 31. Nuevo León. PAM por lugar donde se atiende cuando se enferma, según género, 2010

Lugar de atención Hombre Mujer Total H M T

Total 86,659 101,800 188,459 100 100 100

IMSS 55,515 62,379 117,894 64.1 61.3 62.6

ISSSTE 3,104 5,262 8,366 3.6 5.2 4.4

ISSSTE estatal 469 941 1,410 0.5 0.9 0.8

Pemex, Defensa o Marina 281 382 663 0.3 0.4 0.4

Centro de salud/Seguro Popular 12,323 14,264 26,587 14.2 14.0 14.1

IMSS Oportunidades 8 16 24 0.0 0.0 0.0

Consultorio u hospital privado 9,936 13,038 22,974 11.5 12.8 12.2

Otro lugar 2,073 3,290 5,363 2.4 3.2 2.9

No se atiende 2,326 1,604 3,930 2.7 1.6 2.1

No especificado 624 624 1,248 0.7 0.6 0.7 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

VII.3 Cobertura previsional en la vejez

Un indicador clásico de cobertura previsional en la vejez es la proporción de personas mayores que percibe jubilación o pensión. Su ventaja es que resume la eficacia de los sistemas de protección social para proveer ingresos en la edad avanzada; no obstante, una evaluación más completa debe considerar además la adecuación del valor de las jubilaciones y pensiones.

De acuerdo a la Ley Federal del Trabajo en el país, un trabajador tiene el derecho de recibir por parte de su patrón prestaciones laborales, tales como aguinaldo, ahorro para el retiro, vacaciones con goce de sueldo, la afiliación a alguna institución de seguridad social, entre otras.

Cuadro 32. Nuevo León. Distribución de la población por grupos de edad y género, según si recibe apoyo por jubilación o pensión, 2010

Concepto Si No NE Total Si No NE T

Total 241,840 3,254,649 111,825 3,608,314 6.7 90.2 3.1 100

12-19 años 2,615 614,000 25,383 641,998 0.4 95.6 4.0 100

20-29 años 2,379 758,992 25,675 787,046 0.3 96.4 3.3 100

30-39 años 6,740 721,054 23,505 751,299 0.9 96.0 3.1 100

40-49 años 14,499 574,072 16,929 605,500 2.4 94.8 2.8 100

50-59 años 37,439 346,100 10,934 394,473 9.5 87.7 2.8 100

60-69 años 89,112 144,517 5,910 239,539 37.2 60.3 2.5 100

70 años y más 89,056 95,914 3,489 188,459 47.3 50.9 1.9 100

Hombres 143,567 1,584,529 55,815 1,783,911 8.1 88.8 3.1 100

12-19 años 1,220 306,606 14,125 321,951 0.4 95.2 4.4 100

20-29 años 1,195 381,310 11,765 394,270 0.3 96.7 3.0 100

30-39 años 2,902 361,556 11,505 375,963 0.8 96.2 3.1 100

40-49 años 5,789 284,606 8,535 298,930 1.9 95.2 2.9 100

50-59 años 16,169 171,195 5,335 192,699 8.4 88.8 2.8 100

60-69 años 59,975 50,320 3,144 113,439 52.9 44.4 2.8 100

70 años y más 56,317 28,936 1,406 86,659 65.0 33.4 1.6 100

Mujeres 98,273 1,670,120 56,010 1,824,403 5.4 91.5 3.1 100

12-19 años 1,395 307,394 11,258 320,047 0.4 96.1 3.5 100

20-29 años 1,184 377,682 13,910 392,776 0.3 96.2 3.5 100

30-39 años 3,838 359,498 12,000 375,336 1.0 95.8 3.2 100

40-49 años 8,710 289,466 8,394 306,570 2.8 94.4 2.7 100

50-59 años 21,270 174,905 5,599 201,774 10.5 86.7 2.8 100

60-69 años 29,137 94,197 2,766 126,100 23.1 74.7 2.2 100

70 años y más 32,739 66,978 2,083 101,800 32.2 65.8 2.1 100 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

En la población de 60 a 69 años y de 70 años y más el 41.6% declaró tener ingresos por pensión o jubilación, el porcentaje de hombres con este beneficio supera al de mujeres (58.1% vs 27.2%, respectivamente). De las personas de 70 años y más, casi 5 de cada 10

47

reciben dicha prestación, por género el 65% de los hombres contó con pensión, mientras que solo el 32.2% de las mujeres tenía el beneficio (Cuadro 32).

Un mayor porcentaje (50.9%) de la población en áreas urbanas recibe apoyos por pensión o jubilación que el áreas no urbanas (25.5%) (Cuadro 33).

Cuadro 33. Nuevo León. Distribución de la población por grupos de edad y municipios de ámbito rural y urbano, según si recibe apoyo por jubilación o pensión, 2010

Concepto Si No NE Total Si No NE T

Total 241,840 3,254,649 111,825 3,608,314 6.7 90.2 3.1 100

12-19 años 2,615 614,000 25,383 641,998 0.4 95.6 4.0 100

20-29 años 2,379 758,992 25,675 787,046 0.3 96.4 3.3 100

30-39 años 6,740 721,054 23,505 751,299 0.9 96.0 3.1 100

40-49 años 14,499 574,072 16,929 605,500 2.4 94.8 2.8 100

50-59 años 37,439 346,100 10,934 394,473 9.5 87.7 2.8 100

60-69 años 89,112 144,517 5,910 239,539 37.2 60.3 2.5 100

70 años y más 89,056 95,914 3,489 188,459 47.3 50.9 1.9 100

Rural 14,970 329,103 7,922 351,995 4.3 93.5 2.3 100

12-19 años 95 61,967 2,267 64,329 0.2 96.3 3.5 100

20-29 años 149 75,349 1,789 77,287 0.2 97.5 2.3 100

30-39 años 412 72,300 1,416 74,128 0.6 97.5 1.9 100

40-49 años 709 49,285 995 50,989 1.4 96.7 2.0 100

50-59 años 1,655 31,499 591 33,745 4.9 93.3 1.8 100

60-69 años 5,138 19,171 442 24,751 20.8 77.5 1.8 100

70 años y más 6,812 19,532 422 26,766 25.5 73.0 1.6 100

Urbano 226,870 2,925,546 103,903 3,256,319 7.0 89.8 3.2 100

12-19 años 2,520 552,033 23,116 577,669 0.4 95.6 4.0 100

20-29 años 2,230 683,643 23,886 709,759 0.3 96.3 3.4 100

30-39 años 6,328 648,754 22,089 677,171 0.9 95.8 3.3 100

40-49 años 13,790 524,787 15,934 554,511 2.5 94.6 2.9 100

50-59 años 35,784 314,601 10,343 360,728 9.9 87.2 2.9 100

60-69 años 83,974 125,346 5,468 214,788 39.1 58.4 2.6 100

70 años y más 82,244 76,382 3,067 161,693 50.9 47.2 1.9 100 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

VII.4 Capacidad funcional

La funcionalidad es la capacidad de realizar determinadas acciones necesarias para la subsistencia y el autocuidado, que permiten al individuo mantener su independencia y permanecer inserto en la comunidad. Esta capacidad de desempeñarse normalmente en las actividades diarias se ve afectada por la edad, la cual puede estar a su vez relacionada con la presencia de enfermedad, padecimientos crónicos o lesiones que afecten las habilidades físicas o mentales del individuo.

La funcionalidad incluye una compleja mezcla de factores fisiológicos, conductuales, cognitivos y sociales. Para el individuo promedio, el envejecimiento se asocia con una declinación de las capacidades funcionales y con un aumento de la prevalencia de enfermedades agudas y crónicas. Sin embargo, la investigación gerontológica ha demostrado que las tasas de declinación típicas de las poblaciones modernas no están fisiológicamente determinadas, y que un envejecimiento con estilos de vida saludables puede retardar el proceso en forma significativa.

Conforme aumenta la edad el riesgo de adquirir un grado de discapacidad incrementa, lo que puede implicar además de dependencia física, un efecto negativo en el entorno familiar y social de la persona. Una discapacidad puede obtenerse por una enfermedad, alguna lesión o por envejecimiento, por lo que, generalmente, algún miembro de la familia, generalmente la pareja o alguna hija, es quien asume la responsabilidad de atención personal.

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El deterioro biológico del cuerpo, la exposición de éste a enfermedades o lesiones de gravedad y la vida laboral común son parte de las posibles causas por las que se incrementa el número de personas con discapacidad conforme la edad se incrementa, aumentando dicha probabilidad en edades muy avanzadas.

Casi una tercera parte de la población con 70 años y más en el estado (32.1%) presenta alguna discapacidad, lo que implica que una cantidad considerable de PAM ve disminuida su autonomía en actividades básicas de la vida diaria. Por género, tanto hombres como mujeres conservan el patrón del total de PAM en el estado, observando porcentajes de 32.0% y 32.2%, respectivamente.

La información censal 2010 considera siete tipos de limitaciones: ―caminar o moverse‖, ―ver‖, ―mental‖, ―escuchar‖, ―hablar o comunicarse‖, ―atención y aprendizaje‖ y ―autocuidado‖.

“Caminar o moverse” hace referencia a la dificultad de una persona para moverse, caminar, desplazarse o subir escaleras debido a la falta de toda o una parte de sus piernas; incluye también a quienes teniendo sus piernas no tienen movimiento o presentan restricciones para moverse, de tal forma que necesitan ayuda de otra persona, silla de ruedas u otro aparato, como andadera o pierna artificial.

“Ver” abarca la pérdida total de la vista en uno o ambos ojos, así como a los débiles visuales y a los que aún usando lentes no pueden ver bien por lo avanzado de sus problemas visuales.

“Mental” abarca cualquier problema de tipo mental como retraso, alteraciones de la conducta o del comportamiento.

“Escuchar” incluye a las personas que no pueden oír, así como aquellas que presentan dificultad para escuchar (debilidad auditiva), en uno o ambos oídos, a las que aún usando aparato auditivo tiene dificultad para escuchar debido a lo avanzado de su problema.

“Hablar o comunicarse” hace referencia a los problemas para comunicarse con los demás, debido a limitaciones para hablar o porque no pueden platicar o conversar de forma comprensible.

“Atención y aprendizaje” incluye las limitaciones o dificultades para aprender una nueva tarea o para poner atención por determinado tiempo, así como limitaciones para recordar información o actividades que se deben realizar en la vida cotidiana.

“Autocuidado” hace referencia a las limitaciones o dificultades para atender por sí mismo el cuidado personal, como bañarse, vestirse o tomar alimentos.

La limitación para desplazarse es la más frecuente entre las PAM, que afectó a un 75.5% de dicha población. La proporción de mujeres afectadas por este tipo de discapacidad fue mayor que la de hombres (80.9% vs 69.0%, respectivamente). En el segundo sitio se ubicaron las limitaciones de tipo visual con un 23.2%, con diferencias mínimas entre géneros (hombres 25.3% y mujeres 21.5%) (Cuadro 34).

Respecto a la limitación de tipo auditivo, ocupando el tercer lugar en las limitaciones asociadas a las PAM se observó que un 17.5% tuvo algún problema relacionado a ello, lo que afectó más a la población masculina que a las mujeres (21.1% vs 14.5%, respectivamente). El 9.4% enfrentó limitación para ―autocuidado‖, donde la prevalencia es mayor en mujeres (9.8%) que en hombres (8.9%).

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En relación a la limitación de lenguaje, el 3.8% de las PAM sufrieron este tipo de discapacidad, presente en mayor medida en la población masculina (4.6% de hombres y 3.1% de mujeres). Por último están las discapacidades de tipo mental y las de aprendizaje, con un 2.3% y 2.2% respectivamente asociado a las PAM.

Cuadro 34. Nuevo León. Distribución porcentual por grupo de población y género, según tipo de discapacidad, 2010

Grupo de población

Con

dis

capacid

ad

Cam

inar

o

mo

vers

e

Ver

Habla

r o

com

unic

ars

e

Escuchar

Auto

cuid

ado

Ate

nció

n o

apre

ndiz

aje

Me

nta

l

Total 4.0 59.7 24.1 8.4 11.1 6.9 4.6 10.6

0 a 14 años 1.3 30.0 16.7 28.5 6.9 10.0 16.5 27.4

15 a 29 años 1.4 31.6 23.4 16.4 8.7 7.7 10.2 26.4

30 a 69 años 4.6 60.0 26.0 6.4 8.1 4.5 3.0 10.1

70 años y más 32.1 75.5 23.2 3.8 17.5 9.4 2.2 2.3

No especificado 2.9 23.2 27.5 0.0 0.0 0.0 45.5 5.2

Hombres 4.1 54.9 23.6 9.6 12.0 6.4 5.5 12.5

0 a 14 años 1.6 27.3 11.8 31.8 6.6 11.0 19.0 29.4

15 a 29 años 1.8 33.6 18.7 17.9 7.5 5.0 10.8 25.8

30 a 69 años 4.6 57.3 26.2 6.0 8.7 4.2 3.1 11.4

70 años y más 32.0 69.0 25.3 4.6 21.1 8.9 2.4 3.3

No especificado 1.9 1.5 84.6 0.0 0.0 0.0 4.6 13.8

Mujeres 3.9 64.6 24.5 7.1 10.2 7.3 3.8 8.6

0 a 14 años 1.0 34.4 24.4 23.3 7.4 8.5 12.6 24.3

15 a 29 años 1.1 28.4 30.6 14.1 10.6 11.8 9.2 27.3

30 a 69 años 4.5 62.6 25.9 6.8 7.5 4.7 2.8 8.9

70 años y más 32.2 80.9 21.5 3.1 14.5 9.8 2.0 1.4

No especificado 4.0 32.9 2.1 0.0 0.0 0.0 63.7 1.4 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Por ámbito de localidad urbano y rural, no se hubo diferencias significativas del patrón descrito con anterioridad, solo la limitación para ―ver‖ (36.7%) fue mayor que la asociada a la dificultad para desplazamientos (31.4%). Las limitaciones de tipo visual y de autocuidado tuvieron mayores diferencias con porcentajes de 8% y 3%, respectivamente.

Las mujeres en el ámbito urbano tuvieron mayor limitación para desplazarse (82.2% vs 73.6%) y de autocuidado (10.3% vs 7.3%) que las mujeres en el medio rural; mientras que la discapacidad visual fue mayor para las mujeres del medio rural que las que residían en el urbano (28.2% vs 20.4%).

En los varones del ámbito urbano la discapacidad visual (32.1% vs 23.7%) y de autocuidado (9.5% vs 6.0%) fueron más relevantes que para los hombres del medio rural. También los problemas de atención, mentales y para hablar o comunicarse fueron mayores en municipios urbanos. En municipios rurales (70.9%) destacaron los problemas de desplazamiento respecto los residentes del área rural (68.5%) (Cuadro 35).

50

Cuadro 35. Nuevo León. Distribución porcentual de PAM por género y municipios de ámbito rural y urbano, según tipo de discapacidad, 2010

Grupo de población

Con

dis

capacid

ad

Cam

inar

o

mo

vers

e

Ver

Habla

r o

com

unic

ars

e

Escuchar

Auto

cuid

ado

Ate

nció

n o

apre

ndiz

aje

Me

nta

l

Total 32.1 75.5 23.2 3.8 17.5 9.4 2.2 2.3

Hombres 32.0 69.0 25.3 4.6 21.1 8.9 2.4 3.3

Mujeres 32.2 80.9 21.5 3.1 14.5 9.8 2.0 1.4

Rural 36.7 72.2 30.2 3.3 17.9 6.6 1.2 2.4

Hombres 35.8 70.9 32.1 4.2 19.2 6.0 0.7 1.9

Mujeres 37.6 73.6 28.2 2.4 16.5 7.3 1.6 2.9

Urbano 31.4 76.1 21.9 3.9 17.4 9.9 2.4 2.3

Hombres 31.2 68.5 23.7 4.6 21.5 9.5 2.8 3.6

Mujeres 31.5 82.2 20.4 3.2 14.1 10.3 2.1 1.2 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Existen factores diversos que propician discapacidad en las PAM. Como se mencionó antes, dichos elementos pueden estar asociados a las actividades desempeñadas en la juventud, al tipo de alimentación que recibieron en su etapa de niñez y crecimiento, y los efectos biológicos de envejecimiento con el transcurso de los años, entre otros.

Cuadro 36. Nuevo León. Distribución porcentual de PAM por grupos quinquenales de edad, según tipo de discapacidad, 2010

Grupo de población

Nació

así

Enfe

rme

dad

Accid

ente

Edad a

vanzada

Otr

a

No e

specific

ado

To

tal

Total 0.9 36.7 8.4 49.9 1.5 2.7 100

De 70-74 años 0.7 51.1 11.4 33.5 0.9 2.3 100

De 75-79 años 1.5 39.6 9.4 44.4 3.4 1.7 100

De 80-84 años 0.9 31.9 5.4 57.9 0.9 3.1 100

De 85-89 años 0.4 30.4 5.9 58.8 0.6 3.9 100

De 90-94 años 0.3 13.2 7.3 75.6 0.0 3.6 100

95 años y más 0.0 4.4 8.1 82.4 0.4 4.6 100 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

El 51.1% de los adultos de 70 y 74 años adquirió la discapacidad por enfermedad, el 33.5% por la edad avanzada, el 11.4% por accidente y el 0.7% nació así (Cuadro 36).

Por su parte, 8 de cada 10 adultos de 95 años y más declararon como causa de su discapacidad la propia edad avanzada, 8.1% la adquirió por algún accidente y 4.4% mencionó que alguna enfermedad fue la causante de dicho padecimiento.

51

Cuadro 37. Nuevo León. Distribución porcentual de PAM por grupos quinquenales de edad y género, según causa de discapacidad, 2010

Grupo de población

Nació

así

Enfe

rme

dad

Accid

ente

Edad a

vanzada

Otr

a

No

especific

ado

To

tal

Hombres 1.1 37.6 8.8 47.9 2.5 2.1 100

De 70-74 años 1.4 48.9 11.7 33.7 1.6 2.7 100

De 75-79 años 1.2 39.8 9.6 42.0 5.4 2.0 100

De 80-84 años 1.5 31.9 5.0 60.5 0.4 0.7 100

De 85-89 años 0.2 36.0 6.3 54.7 1.0 1.8 100

De 90-94 años 0.6 6.4 6.1 81.0 0.0 5.8 100

95 años y más 0.0 6.7 15.8 76.3 1.2 0.1 100

Mujeres 0.7 35.9 7.9 51.6 0.7 3.2 100

De 70-74 años 0.1 53.2 11.2 33.2 0.3 1.9 100

De 75-79 años 1.9 39.3 9.1 47.1 1.2 1.4 100

De 80-84 años 0.4 31.8 5.6 56.3 1.2 4.6 100

De 85-89 años 0.5 26.0 5.6 62.2 0.2 5.6 100

De 90-94 años 0.1 17.8 8.2 71.9 0.0 2.0 100

95 años y más 0.0 3.1 3.8 85.9 0.0 7.2 100 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

En las mujeres de 70 años y más destacó la edad avanzada como la principal causa de la discapacidad (51.6%), enseguida se mencionó la enfermedad (35.9%) y los accidentes (7.9%). En los hombres el orden de importancia de las causas por las que se origina la discapacidad coincidió con el de sus pares femeninas, las razones de ―enfermedad‖ y ―accidente‖ tuvieron porcentajes mayores (37.6% y 8.8%, respectivamente) y en la causa ―edad avanzada‖ disminuyó la proporción comparado con el dato de las mujeres (47.9%) (Cuadro 37).

VII.5 Etnia

Existen grupos de población que poseen características específicas, como aquellos que pertenecen a un grupo étnico particular y que, por lo tanto, tienen requerimientos que difieren del resto. Por ello resulta útil y necesario analizar algunos indicadores del envejecimiento en forma comparativa entre los miembros de estos grupos y el resto de la población, entre estos indicadores se destacan el porcentaje de personas mayores pertenecientes a la población indígena y el porcentaje de población indígena adulta mayor. El peso representativo de las personas mayores en la población indígena corresponde al porcentaje de personas mayores indígenas sobre el total de la población con esta pertenencia étnica. Se utiliza para observar qué tan envejecida se encuentra la población indígena en comparación con la no indígena.

La lengua indígena ha sido el criterio utilizado tradicionalmente para identificar a la población indígena que reside en el país; esta característica se capta para la población de 3 años y más, pues se considera que a esa edad las personas cuentan con un conocimiento básico del idioma.

En el estado se contaron 440 PAM hablantes de lengua que representó el 0.2% del total en este grupo (Cuadro 39). Dicha proporción es inferior al total de la entidad, donde se registra que el 1.0% posee esa característica. Al observar la distribución en cada género se tiene que la proporción del total de hombres es mayor al de mujeres (0.4% vs. 0.1%, respectivamente).

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Un supuesto común al indagar sobre población con ésta característica es que residen en localidades rurales, lo cual no es necesariamente cierto, dadas las condiciones de migración prevalecientes en la entidad. De acuerdo a la información del cuadro 40, las PAM que declararon hablar algún dialecto indígena y que residían en áreas urbanas fueron 393; mientras que 47 habitaban en el área rural.

Si se analiza la distribución de las 440 PAM por el tipo de localidad, tenemos que el peso relativo de las localidades urbanas es mayor (89.3%), lo que se relaciona con el total de la población que habita en cada zona (Cuadro 40).

Cuadro 38. Nuevo León. Distribución porcentual de las PAM por si se considera indígena de acuerdo a su cultura, según género, 2010

Cuadro 39. Nuevo León. Distribución porcentual de las PAM por habla de algún dialecto o lengua indígena, según género, 2010

Condición de indígena

H M Total Condición de habla alguna lengua indígena

H M Total

Total 100 100 100 Total 100 100 100

Sí 0.8 0.9 0.8 Sí 0.4 0.1 0.2

No 97.7 97.2 97.4 No 98.6 99.1 98.9

No especificado 1.5 2.0 1.8 No especificado 1.1 0.8 0.9 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro 40. Nuevo León. Distribución porcentual de las PAM por habla algún dialecto o lengua indígena, por municipios de ámbito rural y urbano, 2010

Concepto Rural Urbano Total Rural Urbano T

Total 26,766 161,693 188,459 100 100 100

Sí 47 393 440 0.2 0.2 0.2

No 26,444 159,862 186,306 98.8 98.9 98.9

No especificado 275 1,438 1,713 1.0 0.9 0.9 Nota: Localidad urbana es la que tiene una población mayor o igual a 15,000 personas y localidad rural menor a 15,000 personas. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Estos datos permiten reflexionar sobre las dificultades que enfrentan las PAM, principalmente en el medio rural, para acceder a servicios en materia de educación, salud, asistencia social, necesarios para alcanzar bienestar e integración social.

De acuerdo al Censo, la proporción de PAM que se considera indígena dado su origen y cultura (0.8%) es mayor a la proporción de las personas que hablan alguna lengua indígena en el estado (Cuadro 38).

Otro aspecto importante relacionado con la población hablante de lengua indígena, es su condición de monolingüismo; se considera monolingüe a la persona que habla alguna lengua indígena pero que no habla español, en este aspecto, se observó que el 10.0% de las PAM hablantes de lengua indígena son monolingües y que en su totalidad está compuesta por mujeres (Cuadro 41).

Cuadro 41. Nuevo León. Distribución porcentual de PAM por habla algún dialecto o lengua indígena según si también habla español, por género, 2010

Concepto H M T

Total 100 100 100

Sí 73.8 49.6 67.3

No 0.0 37.0 10.0

No especificado 26.2 13.5 22.7 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

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VIII. Envejecimiento y entornos favorables

El entorno propicio y favorable para las personas mayores es un tópico destacado del Plan Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, abarca un número no menor y heterogéneo de temas y, su tratamiento —sobre todo lo referido a los entornos sociales— requiere la producción y análisis de datos cualitativos.

El concepto de entornos propicios no está plenamente estandarizado, sin embargo el Plan de Acción Internacional de Madrid y su Estrategia Regional aluden especialmente a las condiciones socioculturales y ambientales que propicien un envejecimiento digno y seguro en la comunidad de origen. Estas condiciones se dividen en dos ámbitos de intervención: los entornos sociales y los entornos físicos. El primero incluye las temáticas referidas a los arreglos residenciales, las redes de apoyo, la violencia y el maltrato contra las personas mayores, la participación y la imagen social de la vejez, y el segundo abarca los temas de vivienda y uso del espacio urbano (ONU, 2002).

VIII.1 Hogares con personas mayores

En el Censo 2010 el concepto ―hogar censal‖ sustituyó al de hogar15. De acuerdo al INEGI, el cambio obedeció básicamente a que el criterio de ―compartir un gasto para los alimentos‖ es solamente uno de los varios arreglos que llevan a cabo los integrantes de los hogares para satisfacer sus necesidades. Así el ―hogar censal‖ es la unidad formada por el conjunto de personas que residen en la misma vivienda, independientemente de sus vínculos parentales.

La importancia de conocer el número de hogares con personas mayores y la estructura familiar en la que viven, para el diseño de políticas de vejez, se debe a que el impacto del aumento de las personas mayores a nivel social es aún más grande del que se estima a nivel individual (Guzmán y Huenchuan, 2004). Cuando se analiza la proporción de hogares en que hay una o más personas mayores, estas cifras fueron de 12.6% que en términos absolutos se estimó en 152,763 hogares.

Durante las últimas décadas, las formas tradicionales de familia han ido cambiando, han ido surgiendo nuevas estructuras familiares, como parejas sin hijos y hogares sin núcleo, a la vez que continúan aumentando los hogares con jefatura femenina, lo que podría indicar que existen nuevas configuraciones propias de la modernidad (Arriagada, I., 2002). De ahí el interés por analizar los tipos de hogar y familia donde residen las personas mayores.

Una tipología de hogares y familias (Arriagada, I., 2004) para efectos de análisis se ha definido de acuerdo a las características de la estructura de parentesco de sus miembros respecto de quien se declara como jefe del hogar. Así, se obtiene la siguiente tipología para los hogares: a) unipersonales (una sola persona); y b) sin núcleo (aquellos donde no existe un núcleo conyugal, es decir, una relación padre/madre e hijo/hija, aunque puede haber otros lazos familiares). Entre los tipos de familia se distinguen: a) nucleares (padre o madre o ambos, con o sin hijos); b) extendidas (padre o madre o ambos, con o sin hijos y otros parientes); c) compuestas (padre o madre o ambos, con o sin hijos, con o sin otros

15

Conjunto de personas unidas o no por lazos de parentesco que residen habitualmente en la misma vivienda particular y se sostienen de un gasto común para comer; es decir, que consumen los alimentos que preparan con un presupuesto común, en una misma estufa y utilizan los mismos utensilios para su preparación; una persona que vive sola o que no comparte sus gastos aunque resida en la misma vivienda particular constituye un hogar distinto. Se puede dar la situación de que en una misma vivienda particular resida más de un hogar, en este caso se les clasificó en hogar principal y hogar adicional.

54

parientes y otros no parientes, excluyendo el servicio doméstico puertas adentro y sus familiares).

El tipo de familia puede tener un peso significativo en sus niveles de bienestar y calidad de vida, situación en la cual pueden ejercer importantes influencias los modelos de política habitacional que implementen los países. Donde los sistemas de bienestar social en que se apoyan las personas de edad están menos extendidos, la estructura familiar cumple importantes funciones como sistema informal de residencia, red de apoyo y medio de redistribución de ingresos personales.

En términos generales, la distribución relativa a los hogares en donde reside al menos una PAM se tomó del INEGI; por tipología de hogar familiar16 fue la siguiente: ―familiar

ampliado‖ (41%), ―familiar nuclear‖ (38.1%) y en hogares no familiares17 predominó el de

tipo ―unipersonal‖ (17.4%) (Cuadro 42). Las personas mayores tienen una mayor propensión a vivir en familias grandes, algunas de ellas se van a vivir con sus hijos u otros parientes al quedar viudas, aunque también hijos que ya han formado un hogar siguen viviendo con sus padres sin embargo. Con todo, el 17.4% de los hogares con personas mayores son unipersonales, es decir que viven solas en el hogar, en situación de abandono, con desventajas o riesgos de salud y demandan apoyo y ayuda externa.

Cuadro 42. Nuevo León. Viviendas por tipo de hogar, según presencia de AM, 2010

Concepto No PAM PAM Total No PAM PAM T

Total 1,063,526 152,763 1,216,289 100.0 100.0 100.0

Familiar Nuclear 727,908 58,152 786,060 68.4 38.1 64.6

Familiar Ampliado 211,101 62,558 273,659 19.9 41.0 22.5

Familiar Compuesto 15,464 2,370 17,834 1.5 1.6 1.5

Familiar no especificado 13,385 1,629 15,014 1.3 1.1 1.2

Unipersonal 80,757 26,557 107,314 7.6 17.4 8.8

Corresidentes 6,025 670 6,695 0.6 0.4 0.6

No especificado 8,886 827 9,713 0.8 0.5 0.8 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

VIII.2 Hogares con jefatura adulta mayor

Los datos que a continuación se presentan tienen por objetivo medir el número de personas mayores que continúan ejerciendo la jefatura del hogar. Hay una serie de factores que entran en juego para que las personas mayores tengan un rol clave dentro de los hogares donde residen. Uno de ellos es el cultural, pese a contar con muy pocas pruebas disponibles en el estado, los antecedentes empíricos que existen sobre imagen y valoración de las personas mayores sugieren que todavía hay, en muchos contextos, un ambiente proclive a la valoración de la experiencia y las jerarquías familiares, lo que contribuye a la declaración de la persona mayor como jefa del hogar. Otro factor es el material, representado por ejemplo en la tenencia de la vivienda o la disponibilidad de ingresos propios, elementos importantes para considerar como jefas de hogar a las personas mayores. Así, atrae la atención que muchas veces la persona mayor sigue ejerciendo la jefatura del hogar y ocupando un rol fundamental al interior de las familias.

En Nuevo León, de los hogares con al menos una persona mayor el 38.1%, se clasifica como ―hogar familiar nuclear‖, donde el 73.2% de éstos estaba dirigido por un hombre. La distribución por tipo de hogar cuando el jefe de familia es varón es: 43.1% para ―hogar nuclear‖, 41.7% para ―hogar ampliado‖, 11.8% ―Hogar unipersonal‖, 1.4% ―Hogar compuesto‖, 1.3% ―Hogar no especificado‖ y 0.2% para ―corresidentes‖ (Cuadro 43). Cuando el jefe de familia es mujer el orden es el siguiente: 39.5% ―hogar ampliado‖,

16

Hogar familiar: Nuclear, ampliado, compuesto y no especificado. 17

Hogar no familiar: Unipersonal y corresidentes.

55

28.8%, ―hogar nuclear‖, 27.7% ―Hogar unipersonal‖, 1.8% ―Hogar compuesto‖, 0.9% ―corresidentes‖ y 0.7% ―hogar no especificado‖. Como se puede ver, la distribución en este caso sufre cambios interesantes a resaltar respecto a los hombres, ya que la tendencia a estar en un ―hogar nuclear‖ o en ―hogar ampliado‖ es menor, mientras que los ―unipersonales‖ se incrementan notablemente.

Cuadro 43. Nuevo León. Viviendas donde al menos hay una PAM por tipo de hogar, según género del jefe de familia, 2010

Concepto Hombre Mujer Total Hombre Mujer T

Total 98,762 54,001 152,763 100 100 100

Familiar Nuclear 42,591 15,561 58,152 43.1 28.8 38.1

Familiar Ampliado 41,224 21,334 62,558 41.7 39.5 41.0

Familiar Compuesto 1,415 955 2,370 1.4 1.8 1.6

Familiar no especificado 1,281 348 1,629 1.3 0.6 1.1

Unipersonal 11,607 14,950 26,557 11.8 27.7 17.4

Corresidentes 212 458 670 0.2 0.9 0.4

No especificado 432 395 827 0.4 0.7 0.5 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Si se analiza la información por edad de los jefes de familia en los hogares donde hay PAM, se observó que la forma de asociación en el núcleo familiar es distinta, pues sobresale que cuando el jefe es menor de 70 años la condición de ―hogar ampliado‖ es la que prevalece (84.4%) y no se reporta algún ―hogar unipersonal‖; por el contrario, cuando el jefe tiene 70 años ó más el ―hogar nuclear‖ se ubica como el predominante (44.8%), incrementándose notablemente el número de ―hogares unipersonales‖, donde 21.6% de la distribución se ubican en este rubro (Cuadro 44).

La importancia de utilizar los indicadores de jefatura de hogar relacionada con las PAM radica en la gran relevancia que tienen para la indagación sobre el posicionamiento social y doméstico de las PAM. Además, son útiles para las políticas y programas que las tienen como población objetivo, puesto que logran retratar a las personas mayores como actores con responsabilidades domésticas y, por ende, preocupaciones y tiempos destinados a ese ámbito. También indican que las iniciativas destinadas a los jefes de hogar protegerán a una mayoría del grupo, aunque sea sesgadamente desde el punto de vista de género; y permiten concluir que las acciones dirigidas a las personas mayores tienen una repercusión directa sobre los hogares, por lo que pueden modificar rápidamente indicadores que se miden en ese nivel, afectando a otras generaciones si es que predominan los arreglos domésticos multigeneracionales, como se supone que ocurre en la cultura regional de la entidad.

Cuadro 44. Nuevo León. Viviendas donde al menos hay una PAM por tipo de hogar, según edad del jefe de familia, 2010

Concepto Menor de 70 70 y más Total Menor de 70 70 y más T

Total 30,049 122,714 152,763 100 100 100

Familiar Nuclear 3,234 54,918 58,152 10.8 44.8 38.1

Familiar Ampliado 25,348 37,210 62,558 84.4 30.3 41.0

Familiar Compuesto 627 1,743 2,370 2.1 1.4 1.6

Familiar no especificado 644 985 1,629 2.1 0.8 1.1

Unipersonal 0 26,557 26,557 0.0 21.6 17.4

Corresidentes 94 576 670 0.3 0.5 0.4

No especificado 102 725 827 0.3 0.6 0.5 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

IX. Entornos físicos

Siguiendo el informe de CEPAL (CEPAL, 2006) el acceso a una vivienda adecuada constituye una exigencia imprescindible para una plena satisfacción de las necesidades humanas. Tradicionalmente, las condiciones de vivienda inadecuadas como

56

hacinamiento, vivienda de materiales inapropiados, abastecimiento inadecuado de agua, carencia de servicios de saneamiento o eliminación de excretas, fueron captadas en los datos censales.

Cuando una persona u hogar presentan alguna de estas carencias, clasifican dentro de carencia por calidad y espacios de la vivienda o carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda. Los atributos de una vivienda se pueden analizar como componentes independientes unos de otros, dado que aluden a funciones específicas.

En este contexto, el desafío que supone una vivienda segura y propicia para las personas mayores se plantea sobre la base de tres ejes conceptuales. Primero, existen múltiples influencias de la vivienda y el vecindario en la calidad de vida, ya sea en la esfera objetiva de las condiciones de vida y del patrimonio de las personas, como en la esfera subjetiva o de percepción de bienestar.

Segundo, la adecuación habitacional implica reconocer la diversidad de necesidades y preferencias de las personas mayores, incluida la opción de "envejecer en casa", como también las situaciones de fragilidad que exigen cuidados y formas especiales de residencia. La vivienda para este grupo social debe conjugar la satisfacción de necesidades de autonomía e independencia con la oferta de seguridad al amplio espectro de situaciones vitales y posibilitar el bienestar de los mayores.

Tercero, el problema de vivienda de las personas mayores debe ser visto en el contexto de su inserción en la estructura familiar, dado que si bien algunas de estas personas se organizan en hogares independientes, también existen formas de cohabitación intra e intergeneracional, siendo fundamental que existan ofertas de esquemas habitacionales que consideren los distintos arreglos residenciales.

La vivienda puede ser enfocada como una herramienta de fomento del nivel de salud y la calidad de vida de las personas mayores, variando los alojamientos en su grado de adecuación con respecto a una población adulta mayor heterogénea. Efectivamente, la problemática social de la persona mayor en que se inscribe el diseño de políticas habitacionales y urbanas debe abordarse desde una visión renovada de la vejez. Los programas habitacionales y urbanos pueden contribuir significativamente a que las personas mayores desarrollen más plenamente actividades y redes de contacto, siendo un desafío de las distintas políticas públicas ayudar a incentivar una condición de vejez activa y saludable. A continuación, se propone un conjunto básico de indicadores que facilitan el seguimiento de las condiciones de vivienda de las personas mayores.

IX.1 Condiciones de habitabilidad

El grupo de indicadores de las condiciones de habitabilidad en que residen las personas mayores refleja las características de estabilidad de sus viviendas. En Nuevo León existen 1,216,289 viviendas de las cuales en el 12.6% (152,763 viviendas) existe al menos una PAM. El 98% de las PAM habita en una vivienda independiente y 0.9% en vivienda tipo departamento (Cuadro 45).

57

Cuadro 45. Nuevo León. Viviendas por clase según presencia de PAM, 2010

Concepto No PAM PAM Total

Total 100 100 100

Casa independiente 96.9 98.0 97.0

Departamento en edificio 1.5 0.9 1.4

Vivienda en vecindad 0.7 0.2 0.6

Vivienda en cuarto de azotea 0.0 0.0 0.0

Local no construido para habitación 0.0 0.0 0.0

Vivienda móvil 0.0 0.0 0.0

Refugio 0.0 0.0 0.0

No especificado 0.9 0.9 0.9 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

El régimen de propiedad. La tasa de viviendas en régimen de propiedad es un indicador de estabilidad residencial y mayor grado de protección al desalojo, lo que tiende a variar entre países y grupos sociales. Hay que aclarar que la vivienda propia es muy frecuente, situación que es el resultado tanto de un intensivo proceso de escrituración como de los sesgos metodológicos de los censos en la captación de la tenencia, pues en muchos casos un hogar declara ser propietario de su alojamiento, sin serlo del sitio o terreno donde se emplaza. El porcentaje de personas mayores que reside en vivienda propia refleja la proporción de personas mayores que reside en viviendas en régimen de propiedad, ya sea de la propia persona mayor o de otro miembro del hogar.

De acuerdo al Censo, el 89.6% de las viviendas particulares habitadas con presencia de PAM eran viviendas propias. Se puede observar porcentajes más bajos para los que pagan renta (3.9%) y los que se encuentran en otra situación (4.9%) (Gráfica 20).

Gráfica 20. Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas

por tipo de tenencia, según presencia o no de PAM, 2010

Gráfica 21. Nuevo León. Distribución porcentual por tipo de

adquisición de vivienda, según presencia o no de PAM, 2010

Nota: no da el 100% por que se han eliminado datos No Especificado.

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y

Vivienda, 2010. INEGI.

Nota: no da el 100% por que se han eliminado datos No Especificado.

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y

Vivienda, 2010. INEGI.

Del conjunto de viviendas ―propias‖, se puede analizar la información por tipo de adquisición, en su mayoría, las viviendas en las que al menos habita un AM fueron construidas por el mismo propietario de la vivienda (39.1%), mientras que el 35.0% declaró que compro la casa ya construida o la mandó construir de acuerdo a sus necesidades (23.5%). El promedio general en el estado indica que la mayoría de las personas compró su casa ya hecha (56.1%) o la construyó el mismo (28.2%) (Gráfica 21).

78.2

89.6

79.6

13.5

3.9

12.36.3 4.9 6.1

No PAM PAM Total

Vive el propietario Pagan renta Otra situación

59.5

12.4

26.4

1.3

35.0

23.5

39.1

2.0

56.1

14.0

28.2

1.4

La compró hecha La mandó construir

La construyó él mismo

La obtuvo de otra manera

No PAM PAM Total

58

IX.2 Materialidad y calidad de las viviendas

Se ha visto que una dimensión de la calidad habitacional de las personas mayores se relaciona con la materialidad de las viviendas. En este grupo de indicadores se ubican los que miden la proporción de personas mayores y de hogares con personas mayores, que habitan viviendas con calidad inadecuada de los materiales de construcción (medidos éstos a través de los muros, pisos y techo). La condición de material inadecuado debe ser definida a escala de los distintos países, considerando estándares de aceptabilidad propios, el clima y la cultura constructiva (CEPAL, 2006).

Se trata de un dato sobre la carencia en el acceso a un alojamiento que brinde condiciones adecuadas de protección ambiental, marcando requerimientos de programas de mejoramiento y reemplazo. La calidad deficiente de los materiales empleados en la construcción de la vivienda se asocia a la segmentación de la producción habitacional entre un sector constructor formal (abastecido por materiales industrializados y permanentes) frente a un segmento que autoproduce su vivienda, recurriendo a tecnologías y materiales de bajo costo, disponibles en el medio geográfico inmediato.

La calidad del material que predomina en la construcción de una vivienda puede dar una idea más clara de las condiciones de seguridad e higiene que pueden obtener los ocupantes de la misma y los bienes que éstas poseen.

De acuerdo al tipo de material, las viviendas pueden clasificarse en precarias o sólidas; las primeras se refieren a las viviendas con techos y paredes de materiales poco estables tales como láminas (cartón, asbesto o metálicas), bambú, palma, carrizo, bejareque o embarro, madera o adobe. El segundo grupo incluye paredes y techos que, en su mayoría, está conformado por: Tabique, ladrillo, block, piedra, cantera, cemento o concreto. Otro indicador de precariedad puede verse por el material que constituye el piso de la vivienda, que aplica cuando solo es de tierra y no cuenta con firme de cemento o recubrimientos de madera, mosaico o material semejante.

Del total de las viviendas habitadas en el Estado, el 87.9% tiene material durable en techos, el 94.0% en muros, el 96.7% en pisos. Cuando se observan las características de las viviendas en donde residía al menos un AM estos datos fueron de 81.7% en techos, el 89.7% en muros y el 96.3% en pisos (Cuadros 46 y 47). Se destaca que el 2.2% de estas viviendas tenía piso de tierra, mientras el 1.5% de viviendas tenía esta característica a nivel estatal (Gráfica 22).

Cuadro 46. Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por material predominante en paredes, según presencia o no de PAM, 2010

Cuadro 47. Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por material predominante en techos, según presencia o no de PAM, 2010

Material predominante en paredes No PAM PAM Total

Material predominante en techos

No PAM PAM Total

Total 100 100 100 Total 100 100 100

Material de desecho 0.1 0.2 0.1 Material de desecho 0.1 0.1 0.1

Lámina de cartón 0.0 0.1 0.0 Lámina de cartón 0.1 0.2 0.1

Lámina de asbesto o metálica 0.3 0.3 0.3 Lámina metálica 8.0 14.1 8.8

Carrizo, bambú o palma 0.0 0.0 0.0 Lámina de asbesto 0.2 0.2 0.2

Embarro o bajareque 0.1 0.3 0.1 Palma o paja 0.1 0.2 0.1

Madera 1.4 3.3 1.6 Madera o tejamanil 0.2 0.5 0.3

Adobe 1.5 4.6 1.9 Terrado con viguería 0.4 1.3 0.5

Tabique, ladrillo, block, cemento,etc. 94.7 89.7 94.0 Teja 0.3 0.2 0.2

No especificado 1.9 1.5 1.9 Losa de concreto o viguetas 88.7 81.7 87.9 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

No especificado 2.0 1.6 1.9

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

59

Gráfica 22. Nuevo León. Proporción de viviendas por material predominante en el

piso, según presencia o no de PAM, 2010

Nota: no da el 100% por que se han eliminado datos No Especificado.

Fuente: Elaborado con la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI

Acceso a servicios básicos. La vivienda debe cumplir una función de salubridad respecto a sus habitantes, lo cual se cumple cuando ésta ofrece servicios esenciales o básicos para efectos de la higiene y el confort, y asegura una vida doméstica saludable y segura al conjunto de sus habitantes. Está definida por el acceso al agua potable para el consumo, facilidades para el aseo corporal y el acceso a un sistema de eliminación de excretas. En la definición de un nivel de dotación adecuada existen diferenciaciones importantes según se aplique un criterio de calidad habitacional (que estipula la conexión a red domiciliaria de agua potable y de baño conectado a alcantarillado o fosa séptica dentro de la vivienda) frente a otro sanitario (que considera aceptable el acceso a llave o pilón exterior de agua potable, sea fuera de la vivienda pero dentro del sitio o domicilio, o inclusive en un radio cercano al alojamiento). La zona de residencia (urbana o rural) establece diferencias en el estándar aceptable.

Los indicadores que se proponen miden la proporción de personas mayores y de hogares con personas mayores, que habitan viviendas que no cuentan con un acceso adecuado a servicios básicos, esto es, acceso al agua potable dentro de la vivienda y saneamiento, energía eléctrica y un cuarto para cocinar, conforman un conjunto de servicios de infraestructura básica facilitadores de actividad doméstica y disminuyen las condiciones propicias para la transmisión de enfermedades.

Del total de viviendas en el estado el 94.6% contaba con suministro de agua y el 98.1% tuvo agua disponible todos los días semana (Cuadros 48 y 49). El 95.3% contó con drenaje, el 89.5% tuvo servicio sanitario exclusivo y un 90.5% tiene servicio sanitario que contaba con una conexión de agua disponible (Cuadros 50 y 51). El 98.1% de las viviendas contó con energía eléctrica (Gráfica 24).

Para estas mismas características, en el caso de las viviendas que tienen al menos un AM, el 94.1% disponía de agua y el 97.5% tenía agua disponible todos los días de la semana. El drenaje estuvo presente en 93.8% de las viviendas, mientras que el 89.3% contaba con servicio de sanitario exclusivo y el 88.7% de viviendas que contaban con dicho servicio tenía conexión de agua disponible directamente. El 98.0% contó con energía eléctrica.

1.4 2.2 1.5

42.6 42.3 42.5

54.3 54.0 54.2

No PAM PAM Total

Tierra Cemento o firme Madera, mosaico u otro material

60

Cuadro 48. Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por disponibilidad de agua, según presencia o no de PAM, 2010

Cuadro 49. Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por disponibilidad de agua a la semana, según presencia o no de PAM, 2010

Disponibilidad de agua No PAM PAM Total

Disponibilidad de agua a la semana

No PAM PAM Total

Total 100 100 100 Total 100 100 100 Dentro de la vivienda 90.6 88.7 90.3 Diario 98.2 97.5 98.1

Fuera de la vivienda/dentro del terreno 4.1 5.4 4.3 Cada tercer día 0.6 1.2 0.7

De llave pública/hidrante 0.4 0.4 0.4 Dos veces por semana 0.1 0.2 0.1

Acarrean de otra vivienda 0.6 0.3 0.5 Una vez por semana 0.1 0.1 0.1

Pipa 1.0 0.7 0.9 De vez en cuando 0.2 0.4 0.3

Pozo/río/lago/otro 1.7 3.1 1.9 No especificado 0.7 0.7 0.7

No especificado 1.7 1.4 1.6 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro 50. Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por disponibilidad de conexión del drenaje o desagüe, según presencia o no de PAM, 2010

Cuadro 51. Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por disponibilidad de conexión de agua del servicio sanitario según presencia o no de PAM, 2010

Disponibilidad de conexión del drenaje o desagüe

No PAM PAM Total

Disponibilidad de conexión de agua del servicio sanitario

No PAM PAM Total

Total 100 100 100 Total 100 100 100

Red pública 88.9 85.2 88.4 Descarga de agua 90.8 88.7 90.6

Fosa séptica 6.7 8.6 6.9 Agua con cubeta 6.1 5.9 6.0

Tubería que da a grieta 0.0 0.1 0.1 No tiene 2.4 4.3 2.6

Tubería que da a río 0.1 0.0 0.1 No especificado 0.8 1.2 0.8

No tiene drenaje 2.4 4.0 2.6 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

No especificado 2.0 2.1 2.0 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Gráfica 23. Nuevo León. Proporción de viviendas que

tienen disponibilidad de servicio sanitario, según

presencia o no de PAM, 2010

Gráfica 24. Nuevo León. Proporción de viviendas con

uso exclusivo de servicio sanitario y no lo comparten,

según presencia o no de PAM, 2010

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de

Población y Vivienda, 2010. INEGI. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de

Población y Vivienda, 2010. INEGI.

97.5

97.9

97.5

No PAM PAM Total

89.5

89.3

89.5

No PAM PAM Total

61

Gráfica 25. Nuevo León. Proporción de viviendas que

tienen disponibilidad de energía eléctrica, según

presencia o no de PAM, 2010

Gráfica 26. Nuevo León. Proporción de viviendas que

tienen disponibilidad de cuarto para cocinar, según

presencia o no de PAM, 2010

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de

Población y Vivienda, 2010. INEGI. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de

Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Otra característica relevante que amplía la información anterior es saber si en la vivienda existe conexión al drenaje o desagüe para eliminar las aguas negras o aguas sucias. De acuerdo con los datos, el 85.2% de las viviendas particulares habitadas con presencia de PAM, disponían de este servicio (Cuadro 50).

Además, cabe considerar si en la vivienda existe un cuarto exclusivo para preparar los alimentos de las personas que habitan en dicha construcción. Dentro de las viviendas con PAM el 94.9% de éstas, sí contaba con una habitación con la característica mencionada (Gráfica 26), teniendo un porcentaje incluso más alto que el promedio estatal (93.0%).

El tipo de combustible del que se dispone para cocinar dentro del hogar se puede clasificar en: gas de cilindro, gas natural o de tubería, leña, carbón, electricidad y otros combustibles. Tanto en las viviendas con PAM como en la población en general, los primeros dos son los que predominan, siendo el gas natural mayormente utilizado por las viviendas en donde habita una persona mayor (58.3%). (Cuadro 52).

Cuadro 52. Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por tipo de combustible que usan para cocinar, según presencia o no de PAM, 2010

Cuadro 53. Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por tipo de tipo de eliminación de la basura, según presencia o no de PAM, 2010

Tipo de combustible que usan para cocinar

No PAM PAM Total

Tipo de eliminación de la basura

No PAM PAM Total

Total 100 100 100 Total 100 100 100

Gas de cilindro o tanque 46.6 35.5 45.2 Pasa camión de basura 93.1 90.9 92.8

Gas natural o de tubería 49.1 58.3 50.2 En basurero público 0.3 0.2 0.3

Leña 1.6 3.8 1.8 En contenedor o depósito 0.9 0.8 0.9

Carbón 0.0 0.0 0.0 La queman 3.5 6.1 3.8

Electricidad 0.6 0.8 0.7 La entierran 0.1 0.1 0.1

Otro combustible 0.2 0.1 0.2 En terreno baldío o calle 0.1 0.1 0.1

No especificado 2.0 1.6 1.9 En barranca o grieta 0.1 0.2 0.1 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

En río, lago o mar 0.0 0.0 0.0

No especificado 2.0 1.6 2.0

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Hacinamiento en la vivienda. También expresada como independencia habitacional en función de acoger en el interior de la vivienda a los diversos individuos que por razones de parentesco, afinidad o necesidad desean compartirla, desarrollando una vida común con privacidad o independencia del exterior (sin interferencias). Se relaciona con el tamaño del grupo habitante, con el espacio disponible en la vivienda (superficie y recintos) y con

98.2

98.0

98.1

No PAM PAM Total

92.7

94.9

93.0

No PAM PAM Total

62

la estructura del grupo habitante en términos de la complejidad de su composición (cohabitación funcional o disfuncional de hogares y/o núcleos familiares).

Esencialmente se ha considerado la definición de hacinamiento publicada por CONEVAL, donde se relaciona el número de integrantes de un hogar y el número de cuartos en la vivienda. De acuerdo a los cálculos, la población puede ser distribuida entre los siguientes tipos: a) sin hacinamiento: personas que pertenecen a un hogar donde hay menos de 2.5 integrantes por cuarto, y b) con hacinamiento: personas que pertenecen a un hogar donde hay 2.5 o más integrantes por cuarto.

Cuadro 54. Nuevo León. Distribución porcentual de viviendas por presencia o no de PAM, según condición de hacinamiento en la vivienda, 2010

Cuadro 55. Nuevo León. Distribución porcentual de población según si es o no PAM, por condición de hacinamiento en la vivienda de residencia, 2010

Hacinamiento Hacinamiento

No Si NE No Si NE Total 94.8 3.1 2.1 Total 93.5 4.8 1.7

No PAM 94.5 3.4 2.2 No PAM 93.4 4.9 1.7

PAM 96.9 1.2 1.9 PAM 96.9 1.2 1.9 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y

Vivienda, 2010. INEGI. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de

Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Los indicadores que se utilizan para medir el hacinamiento permiten medir la proporción de personas mayores y de hogares con personas mayores, que habitan en viviendas con relaciones de densidad que califican bajo el concepto de hacinamiento. En los cuadros anteriores se observa que, tanto el porcentaje de PAM como la proporción de viviendas donde éstas habitan, es relativamente pequeño (en ambos casos 1.2% que incluso más bajo que el porcentaje de la población total).

IX.3 Tenencia de activos en el hogar

El registro de los bienes del hogar permite, de forma indirecta, hacer estimaciones sobre los niveles de bienestar, estratificación, acceso a la comunicación, medios de transporte, comodidad y aligeramiento de actividades domésticas.

Los aparatos electrodomésticos, tales como el refrigerador, la lavadora y la licuadora, facilitan las labores domésticas y reducen el tiempo destinado a distintas actividades. El refrigerador, por ejemplo, permite almacenar alimentos por más tiempo disminuyendo así la necesidad de realizar compras frecuentes, mejorando las condiciones de higiene en que dichos alimentos se consumen.

También el desarrollo de los medios electrónicos y de comunicación ha tenido un impacto importante en la sociedad. Aparatos como el radio y la televisión, además de ser un medio para la recreación, han facilitado el acceso a la información.

De acuerdo con la información censal el 95.5% de las viviendas con PAM contaron con estufa de gas, el 94.8% con televisión, el 94.4%, contaban con refrigerador, 84.1% con lavadora, el 80.5% disponían de radio o radiograbadora, 68.4% de teléfono fijo y 26.6% de computadora (Cuadro 56).

Uno de los bienes que influye en la capacidad de traslado de las personas es el automóvil, el cual es importante, en especial para las personas de avanzada edad y/o con determinados tipos de limitación. A nivel estatal el 58.3% de las viviendas particulares habitadas por la población en general tenían por lo menos un automóvil, mientras que en viviendas en donde hay al menos una PAM, este porcentaje fue de 46.0%.

63

Cuadro 56. Nuevo León. Viviendas que disponen de los bienes que se especifican, según presencia de PAM, 2010

Concepto No PAM PAM Total No PAM PAM T

Estufa de gas 1,020,656 145,855 1,166,511 96.0 95.5 95.9

Estufa de leña o carbón 45,372 12,804 58,176 4.3 8.4 4.8

Tinaco 274,241 34,002 308,243 25.8 22.3 25.4

Calentador de agua 568,840 90,909 659,749 53.5 59.5 54.3

Cisterna o aljibe 36,325 6,905 43,230 3.4 4.5 3.6

Regadera 945,477 133,945 1,079,422 88.9 87.7 88.8

Medidor de luz 967,958 141,046 1,109,004 91.1 92.4 91.2

Radio 901,029 122,988 1,024,017 84.8 80.5 84.2

Televisor 1,027,152 144,824 1,171,976 96.6 94.8 96.4

Refrigerador 1,004,565 144,073 1,148,638 94.5 94.4 94.5

Lavadora 914,259 128,421 1,042,680 86.0 84.1 85.8

Automóvil o camioneta 638,363 70,229 708,592 60.1 46.0 58.3

Computadora 442,205 40,587 482,792 41.6 26.6 39.7

Línea telefónica fija 610,138 104,389 714,527 57.4 68.4 58.8

Teléfono celular 852,373 78,457 930,830 80.2 51.4 76.6

Internet 364,037 35,557 399,594 34.2 23.3 32.9 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

X. Redes de apoyo social económico de las personas mayores

Cobra especial relevancia el estudio de las redes de apoyo de las personas mayores, ya que éstas pueden suplir gran parte de sus necesidades, desde las económicas e instrumentales hasta las de carácter cognitivo e incluso emocional.

Conceptualmente, cabe distinguir entre redes y apoyos sociales. Las redes sociales pueden ser consideradas prácticas simbólico-culturales que incluyen el conjunto de relaciones interpersonales que integran a una persona con su entorno social y le permiten mantener o mejorar su bienestar material, físico y emocional y evitar así el deterioro real o imaginado que podría generarse cuando se producen dificultades, crisis o conflictos que afectan al sujeto (Guzmán, Huenchuan y Montes de Oca, 2003). Esta categoría pone el acento en el tipo de relaciones sociales, los actores involucrados y los vínculos interpersonales de los cuales pueden o no resultar apoyos sociales.

Los apoyos sociales, en tanto, son un conjunto de transacciones interpersonales o información que se intercambia y circula. Las categorías de estas transferencias o apoyos pueden ser materiales, instrumentales, emocionales y cognitivas (Guzmán, Huenchuan y Montes de Oca, 2003). Esta noción enfatiza los distintos tipos de ayuda que reciben y dan las personas mayores. El término de redes sociales de apoyo, abarcativo de ambos conceptos, comprende aspectos diversos tales como el cuidado en salud que reciben las personas mayores, el apoyo económico y emocional que se intercambia entre familiares (corresidentes y no corresidentes) y amigos, así como entre grupos de apoyo comunitario. Esta noción teórica permite conocer de una forma dinámica las diferentes relaciones que establece la persona mayor, pero también el tipo de elementos que intercambia y los mecanismos que se establecen para satisfacer sus necesidades, por lo que constituye una herramienta relevante para el análisis de la calidad de vida de este segmento de la población.

Todas las personas están vinculadas con la sociedad e integradas a diferentes redes sociales, pero no todas son redes sociales de apoyo, pues en muchas de ellas no se realizan actividades de intercambio ni asistencia mutua. Las redes varían en el tiempo y en el espacio, se activan o desactivan en coyunturas específicas y en algunos casos, pero no en todos, pueden cumplir un rol relevante para la vida de la persona.

La funcionalidad de una red en la vejez está dada entonces por la presencia de los apoyos sociales, que pueden provenir de vías formales e informales. Los apoyos sociales

64

formales se originan en instituciones gubernamentales y no gubernamentales, mientras que los apoyos sociales informales provienen de la familia, los amigos, vecinos, conocidos y de la comunidad.

Los apoyos informales, a su vez, pueden clasificarse en cuatro tipos: 1) los apoyos materiales implican un flujo de recursos monetarios (dinero efectivo de forma regular o no, remesas) y no monetarios (vivienda, alojamiento, comidas, regalos, ropa, pago de servicios); 2) los apoyos instrumentales se dan a través del transporte, la ayuda en labores del hogar, el cuidado y acompañamiento; 3) los apoyos emocionales se expresan por la vía del cariño, la confianza, la empatía, los sentimientos asociados a la familia o a la amistad, la preocupación por el otro, el reconocimiento de roles; y pueden tomar distintas formas, como visitas periódicas, transmisión física de afectos o una actitud de escuchar y 4) los apoyos cognitivos se refieren al intercambio de experiencias, a la circulación de información (significado), a dar consejos que permitan entender una situación. Estas conductas suponen la presencia de vínculos propicios que facilitan la información, proporcionan consejos y corrigen las desviaciones a las normas, lo que en conjunto funciona como una regulación social, una especie de control del comportamiento fuera de lo regular y un control sobre actitudes de riesgo social e individual.

En las redes sociales de apoyo la persona mayor no sólo es receptora, sino que también se instituye como un actor en el sentido amplio del término, con un papel dinámico en la construcción de relaciones y en la provisión de apoyos. Los mecanismos generados a partir de estas redes no son sólo de recepción u otorgamiento sino también, y en la mayoría de los casos, de intercambio. Todos los participantes realizan una parte del proceso y a través de estas intervenciones intercambian recursos materiales y no materiales que son relevantes para todos los que forman parte de ese entramado social.

La efectividad del apoyo social como potenciador de la calidad de vida depende en buena medida de la interpretación y valoración subjetiva que cada persona hace sobre este apoyo: ―un apoyo innecesario, no deseado o erróneo, aun cuando sea bienintencionado, puede tener efectos dañinos, al producir dependencias y afectar negativamente a la autoestima‖ (Guzmán, Huenchuan y Montes de Oca, 2003).

Las transferencias que operan en las redes, se presentan como un flujo de recursos y acciones a nivel de distribución de la red. La distribución de la red es la ubicación de las relaciones en los cuadrantes y círculos del mapa de red (véase cuadro 57). Los vínculos de la red se pueden ubicar en 12 sectores diferentes (Arias, 2004) que surgen de la intersección de cuatro tipos de relaciones y tres niveles de intimidad, la distribución de la red se puede clasificar en tres niveles diferentes: 1) nivel de distribución alto: las que presentan vínculos de ocho o más sectores; 2) nivel de distribución medio: las que presentan vínculos entre cuatro y siete sectores, y 3) nivel de distribución bajo: las que presentan vínculos en hasta tres sectores.

Esta información se obtiene a través de la ubicación de los miembros de la red entre familiares, amigos, vecinos o miembros de la comunidad18, con lo que se puede obtener el nivel de acercamiento de las personas analizadas y realizar el mapeo de la red. Entre las personas mayores, la distribución de la red suele ser mayoritariamente familiar, aunque

18

En algunas encuestas aplicadas en México, las matrices de los cuestionarios que reportan los miembros de las redes de apoyo social captan el nombre de las personas que se mencionan como parte de la red y características tales como la edad, el sexo, el estado civil, la relación de parentesco (cónyuge, hijo, nietos, padres, sirviente, amigos, vecinos, entre otros); relaciones comunitarias, (servicios, salud); relaciones laborales y/o de estudio.

65

hay diferencias según género o clase social, además de depender del tipo de apoyo que se intercambie.

Cuadro 57. El mapa de la red de apoyo social

Fuente: Tomado de CEPAL (2006). Envejecimiento y entornos favorables en CEPAL (Ed.) Manual sobre indicadores de calidad de vida en la vejez. Recuperado de http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/0/28240/W113_3.pdf

Debido a su capacidad disminuida para obtener un ingreso laboral, las PAM tienen que vivir de su ahorro y pensión (si tienen), así como de la ayuda de sus familiares.

En algunos casos, los hogares donde viven las PAM reciben transferencias y apoyos de familiares, redes sociales o gobierno. Recurrir exclusivamente al apoyo informal e inestable puede tener consecuencias adversas tanto para las PAM como para los cuidadores (tensión psicológica y emocional, aislamiento, pérdida de oportunidades socioeconómicas, etc.).

Es importante señalar que, por grupos de edad, las PAM y los ―adultos‖ (población entre 30 y 69 años) predominan cuando el apoyo se gesta en algún ―programa de gobierno‖ o se tiene una ―jubilación o pensión‖, sin embargo cuando el apoyo proviene de otras personas (dentro o fuera del país) el grupo de jóvenes entre 18 y 29 años desplaza al tercer puesto a la población de AM (Cuadro 58).

66

Cuadro 58. Nuevo León. Distribución de la población de 12 años y más que recibió al menos un apoyo por rango de edades, según tipo de apoyo recibido, 2010

Grupo de población

Pro

gra

ma

s d

e

gobie

rno

Jubila

ció

n o

pensió

n

Pers

onas d

e

otr

o p

aís

Pers

onas d

el

país

Otr

as fuente

s

To

tal

Total 100 100 100 100 100 100

De 12 a 17 años 16.2 0.9 6.6 7.1 7.2 11.5

De 18 a 29 años 16.0 1.1 19.0 26.4 20.7 25.6

De 30 a 69 años 39.6 59.8 56.8 44.6 62.3 57.4

70 años y más 28.3 38.2 17.5 21.9 9.9 5.5 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Los datos censales indicaron que el 72.6% de las PAM declararon recibir algún tipo de apoyo, representando los hombres un número mayor que las mujeres, 83.8% y 63.2% en ese orden; y más en el medio rural que en el urbano, 89.4% y 69.9%, respectivamente. Del total de AM en la muestra, el 25.9% mencionaron que no reciben ningún tipo de ayuda. En la distribución por género se puede observar que el 35.2% de las mujeres no reciben ningún tipo de apoyo, mientras que solo el 15.0% de los hombres no reciben ayuda (Cuadro 59).

Cuadro 59. Nuevo León. Distribución de la cantidad de ayudas (apoyos recibidos) para PAM, según género, 2010

Cantidad de ayudas

Hombre Mujer Total H M T

Total 86,659 101,800 188,459 100 100 100

0 12,970 35,867 48,837 15.0 35.2 25.9

1 61,766 54,966 116,732 71.3 54.0 61.9

2 9,826 8,504 18,330 11.3 8.4 9.7

3 948 735 1,683 1.1 0.7 0.9

4 94 69 163 0.1 0.1 0.1

5 15 18 33 0.0 0.0 0.0

NE 1,040 1,641 2,681 1.2 1.6 1.4 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

De acuerdo al origen del apoyo que reciben, los gráficos 27 y 28 presentan de manera resumida la parte de la distribución de personas de 70 años y más que mencionan tener el beneficio que se describe. Por ejemplo, del total de PAM en el estado el 47.3% mencionó recibir el beneficio de una ―jubilación o pensión‖, el 27.1% tenía acceso a algún ―programa de gobierno‖ (Oportunidades, Procampo, apoyo para AM, etc.) seguido de apoyos por ―personas connacionales‖ con un 6.5%.

Cabe destacar que el 65% de los hombres AM en el estado cuentan con ―jubilación o pensión‖, que contrasta con el 32.2% del total de mujeres que tiene acceso a dicho beneficio; además de ello se observa que en el rubro ―programas de gobierno‖ el número relativo de mujeres es mayor al de hombres (28.9% vs 25.0%, respectivamente).

Referente al ámbito de residencia, el 80.1% de las PAM que están ubicados en poblaciones consideradas rurales obtiene beneficio de algún programa de gobierno, mientras que sólo 18.4% en localidades urbanas tiene acceso a ello. Por el contrario, en las ciudades de mayor tamaño, el 50.9% de la población de 70 años y más cuenta con ―jubilación o pensión‖, mientras que en las localidades rurales solo el 25.5% cuenta con dicha ayuda.

67

Gráfica 27. Nuevo León. Porcentaje de PAM por tipo de

apoyo que reciben, según género, 2010

Gráfica 28. Nuevo León. porcentaje de PAM por tipo de

apoyo que reciben, según ámbito de residencia rural-

urbano, 2010

Nota: Los porcentajes se refieren a las personas del total de AM que

respondieron afirmativamente a recibir el tipo de apoyo que se menciona.

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y

Vivienda, 2010. INEGI.

Nota: Los porcentajes se refieren a las personas del total de AM que

respondieron afirmativamente a recibir el tipo de apoyo que se menciona.

Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y

Vivienda, 2010. INEGI.

XI. Acceso a alimentación

Los ingresos de los hogares pobres extremos no les permiten adquirir una cantidad suficiente de alimentos para poder desempeñar sus actividades económicas y sociales satisfactoriamente. En consecuencia estos ingresos tampoco les alcanzan para atender el resto de sus necesidades básicas como salud, vivienda y educación.

Las PAM que habitan en hogares pobres son biológica y económicamente vulnerables en cuanto a la satisfacción de sus necesidades de nutrientes y la capacidad de cubrirlos de manera adecuada; su ingesta alimentaria es muchas veces monótona o insuficiente en calidad y cantidad, lo que perjudica seriamente su calidad de vida que, en muchos casos, los llevan a la muerte. Por ello, las PAM son un grupo vulnerable y de alto riesgo nutricional.

De acuerdo a los datos censales de 2010, el 5.3% de las viviendas en donde habita al menos una PAM contestó afirmativamente a la pregunta sobre si durante los últimos tres meses alguna de las personas que residen en dicha vivienda solo comió una vez al día, en el 2.7% de los casos se quedó sin comida y en el 2.5% sobre si alguna persona dejó de comer todo un día; en el mismo orden anterior los datos para las viviendas en donde no habita alguna PAM son 5.2%, 2.9% y 2.1% (Cuadro 60).

La nutrición suficiente en cantidad, de una calidad apropiada, armónica en sus principios nutritivos y, adecuada a cada individuo, es fundamental para acceder a mejores condiciones de bienestar.

25.0

65.0

1.7

4.6

1.4

28.9

32.2

1.8

8.2

2.2

27.1

47.3

1.7

6.5

1.8

Programas de gobierno

Jubilación o pensión

Personas de otro país

Personas del país

Otras fuentes

Hombre Mujer Total

80.1

25.5

4.4

5.5

1.2

18.4

50.9

1.3

6.7

1.9

27.1

47.3

1.7

6.5

1.8

Programas de gobierno

Jubilación o pensión

Personas de otro país

Personas del país

Otras fuentes

Rural Urbano Total

68

Cuadro 60. Nuevo León. Acceso a alimentos en la vivienda, según presencia o no de PAM, 2010

Respuesta a la pregunta tema

No PAM PAM Total No PAM PAM T

Viviendas donde alguna persona en los últimos tres meses sólo comió una vez al día, según presencia de PAM, 2010 Total 1,063,526 152,763 1,216,289 100 100 100

Si 55,634 8,082 63,716 5.2 5.3 5.2

No 958,190 137,212 1,095,402 90.1 89.8 90.1

NE 49,702 7,469 57,171 4.7 4.9 4.7

Viviendas donde alguna persona en los últimos tres meses dejó de comer todo un día, según presencia de PAM, 2010 Total 1,063,526 152,763 1,216,289 100 100 100

Si 21,805 3,846 25,651 2.1 2.5 2.1

No 992,058 141,440 1,133,498 93.3 92.6 93.2

NE 49,663 7,477 57,140 4.7 4.9 4.7

Viviendas donde alguna vez en los últimos tres meses se quedaron sin comida, según presencia de PAM, 2010 Total 1,063,526 152,763 1,216,289 100 100 100

Si 30,838 4,124 34,962 2.9 2.7 2.9

No 983,011 141,162 1,124,173 92.4 92.4 92.4

NE 49,677 7,477 57,154 4.7 4.9 4.7 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

XII. Discriminación

A través de la Enadis 2010, se actualiza el panorama de discriminación que persiste en México y se profundiza el conocimiento sobre quién o quiénes discriminan, en qué ámbitos de la vida se presenta este problema con mayor frecuencia y los factores socioculturales que se le relacionan.

Se brindan elementos para conocer las percepciones de la discriminación entre la población en general y desde los distintos grupos que viven situaciones que les hacen vulnerables a la discriminación: mujeres, niñas y niños, jóvenes, personas adultas mayores, diversidad sexual, minorías étnicas, minorías religiosas, personas con discapacidad, personas migrantes y personas trabajadoras del hogar.

Los resultados generales de la Enadis 2010 están divididos en tres apartados: el primero da cuenta de los valores, actitudes y prácticas de la población en México respecto a la discriminación; el segundo muestra cómo personas y grupos perciben o experimentan las diversas prácticas discriminatorias de las que son objeto; y el tercero refiere de forma breve a la percepción de las personas sobre el Conapred.

Se entiende por discriminación para las PAM como cualquier distinción, exclusión o restricción por motivos de edad avanzada que tenga el propósito o el efecto de obstaculizar o dejar sin efecto el reconocimiento, goce o ejercicio, en igualdad de condiciones, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en los ámbitos político, económico, social, cultural, civil o de otro tipo.

Para propósito de este documento se seleccionaron las preguntas que revelan con mayor claridad las actitudes de discriminación respecto a las PAM.

Algunas formas en que se discrimina a las PAM se dan en la negación de oportunidades de trabajo o a través de maneras más sutiles como la segregación y aislamiento que resultan de la imposición de barreras físicas y sociales. Estas formas de discriminación se presentan tanto a nivel público como privado, por lo que deberán combatirse en esos ámbitos.

Las PAM señalan que los tres problemas más importantes a los que se enfrentan, desde su perspectiva, son los ―laborales‖ (36.0%), ―de salud y discapacidad‖ (15.1%) y

69

―discriminación, intolerancia o maltrato‖ (9.9%). En menor medida se mencionan ―falta de cuidado, soledad y abandono‖ (5.3%), ―inseguridad‖ (2.6%) y ―Problemas de transporte y falta de espacios adecuados‖ (1.4%) (Gráfica 29)

Gráfica 29. ¿Cuál cree que usted qué es el principal problema para la gente de su edad en México

hoy en día?, 2010

Nota: Los números se refieren al porcentaje del total de la muestra. En la gráfica no se presentan los porcentajes de no sabe y no

contestó.

Fuente: Elaborado con datos de la Encuesta Nacional Sobre Discapacidad, 2010. Consejo Nacional para Prevenir la Discapacidad.

México, D.F. abril 2011

Seis de cada diez PAM mencionan que familiares directos u otras personas los apoyan para subsistir. La segunda fuente mencionada es ―pensión de su trabajo‖, mientras que ―pensión por viudez, orfandad o divorcio‖ ocupa el tercer sitio en importancia. Cabe mencionar que una pequeña cantidad de encuestados menciona tener ahorros o tener algún trabajo ambulante para su subsistencia (Gráfica 30).

Gráfica 30. ¿Me puede indicar cómo le hace para sostenerse económicamente?, 2010

Nota: Los números se refieren al porcentaje del total de la muestra. En la gráfica no se presentan los porcentajes de no sabe y no

contestó.

Fuente: Elaborado con datos de la Encuesta Nacional Sobre Discapacidad, 2010. Consejo Nacional para Prevenir la Discapacidad.

México, D.F. abril 2011

Tomando en cuenta las primeras dos fuentes de sostén económico en la gráfica 31 se observa que prevalecen las diferencias entre género, ya que mientras el 75.6% de las mujeres mencionan que un familiar u otra persona las ayuda a mantenerse económicamente únicamente 35.4% de los hombres se encuentran en esa situación. En

36.0

15.1

9.9

7.4

7.3

6.9

5.3

2.6

1.4

Laborales

Salud, discapacidad

Discriminación, intolerancia / Maltrato

Otros

Falta de apoyo y oportunidades del gobierno

Económico

Falta de cuidado de los familiares, soledad y abandono

Inseguridad

Problemas de transporte y de salir a la calle /falta de espacios adecuados

61.8

27.6

3.9

2.5

1.2

0.5

0.4

0.4

0.1

Un familiar u otra persona

Pensión de su trabajo

Pensión por viudez, orfandad o divorcio

Otro

Recibe la renta de su casa o las ganancias de un negocio

Pide limosna, canta en los camiones, tragafuegos o similares

Pago en especie

Tiene ahorros

Está becado

70

contraste, el 57.9% de los hombres se mantiene porque ―recibe pensión de su trabajo‖, mientras que únicamente el 11.7% de las mujeres se encuentra en esta situación.

Gráfica 31. ¿Me puede indicar cómo le hace para sostenerse económicamente? Distribución por género, 2010

Nota: Los números se refieren al porcentaje del total de la muestra. En la gráfica no se presentan los porcentajes de no sabe y no

contestó.

Fuente: Elaborado con datos de la Encuesta Nacional Sobre Discapacidad, 2010. Consejo Nacional para Prevenir la Discapacidad.

México, D.F. abril 2011

XIII. Modelo probabilístico de pobreza

La pobreza es una condición en la cual una persona cuenta con un nivel de bienestar menor al que se acepta socialmente. El concepto como tal está relacionado con la incapacidad de las personas para satisfacer sus necesidades básicas tanto de alimentación, salud, las condiciones de sus viviendas, ingresos, gastos, aspectos de derechos humanos, etc.

El propósito al construir este modelo es determinar las variables que muestran mayor asociación con la pobreza de las PAM, buscando apoyar las relaciones de causalidad que permitan explicarla y cuantificar, con ello, la correlación observada en el análisis descriptivo realizado en la primera parte del trabajo. Dadas las características de la información y el objetivo del modelo, la alternativa a utilizar para llevarlo a cabo es el método de regresión lineal.

Para tal efecto se considera al individuo como la unidad relevante y, por tanto, en el lado izquierdo de la regresión (la variable dependiente) existe una variable binaria o dicotómica de las conocidas como dummy 19 que tiene el valor de cero si la PAM puede ser clasificada como ―no pobre‖ y uno si es considerada ―pobre‖.

Esta clasificación de la PAM se realiza en función del ingreso per cápita familiar, es decir, si este indicador estuvo por debajo o encima del valor de la línea de pobreza patrimonial,

19

Variable medida de modo no métrico, transformada en una variable métrica mediante una asignación de un valor 1 ó 0 a un sujeto, dependiendo de si posee o no una característica particular.

57.9

35.4

11.7

75.6

Recibe pensión de su trabajo

Lo sostiene un familiar u otra persona

Mujer

Hombre

71

para el dominio geográfico urbano o rural, dependiendo del tipo de población en la que se encuentre20.

El lado derecho de la regresión está conformado por un conjunto de variables independientes relacionadas con los factores personales y socioeconómicos de la población objetivo, además de la inclusión de características que, en conjunto con el ingreso en un hogar, se consideran fundamentales para la determinación de la condición de pobreza de una PAM, tales como: acceso a los servicios de salud; acceso a la seguridad social; calidad, espacios y activos en la vivienda y acceso a la alimentación (ver variables y su descripción en cuadro 61).

Como la variable dependiente es dicotómica, se optó por aplicar una función logística para representar el modelo de regresión. En consecuencia, se estimó la probabilidad de que una PAM sea pobre en función de las variables indicadas.

La probabilidad de que una PAM sea pobre (P) se define con la siguiente expresión:

P = 1 / ( 1 + e - Z ) (1)

Donde Z= β 0 + β 1 X 1 + β 2 X 2 + … … … … + β i X i

β i son los coeficientes a estimar

X i las variables independientes

e es la base del logaritmo natural, aproximadamente 2.718

Si la probabilidad de que una PAM sea pobre es P , entonces la probabilidad de que no lo sea es (1-P ), en consecuencia, la razón entre ambas será igual a:

P / ( 1 - P ) = ( 1 + e Z ) / ( 1 + e - Z ) = e Z = e x p ( Z ) (2)

Tomando el logaritmo natural de la expresión anterior se obtiene

L n [ P / ( 1 - P ) ] = β 0 + β 1 X 1 + β 2 X 2 + … … … … + β i X i (3)

En (3) L n [ P / ( 1 - P ) ] es llamado la transformación logit, y por ello el nombre de modelo logit21.

En dicha ecuación β 0 representa el intercepto y los coeficientes β i indican el cambio en el logit causado por el cambio en una unidad en el valor de X i , mientras que los e x p ( β i ) definen el cambio en la razón de probabilidades de ser pobre [P/(1-P)] causado por el cambio en una unidad en el valor de X i . Si β i es positivo, e x p ( B i ) será mayor que 1, es decir, P / ( 1 - P ) se incrementará; si β i es negativo, e x p ( B i ) será menor que 1, es decir, P / ( 1 - P ) disminuirá.

Adicionalmente, puede demostrarse que el cambio en la probabilidad de ser pobre ( P ) causado por el cambio en una unidad en el valor de X i es β i P ( 1 - P ) , es decir, depende no solo del coeficiente β i , sino también del nivel de probabilidad a partir del cual se mide el cambio.

20

Valor de la línea de pobreza patrimonial rural: $1,458.49, Valor de la línea de pobreza patrimonial urbana: $2,173.08. Estimaciones del CONEVAL con información del Banco de México (http://www.coneval.gob.mx/cmsconeval/rw/pages/medicion/evolucion_de_las_dimensiones_pobreza_1990_2010.es.do) 21

La expresión P / ( 1 - P ) también es conocida como la razón de probabilidades (odds ratio).

72

La estimación de los coeficientes del modelo se hizo utilizando el método de máxima verosimilitud; es decir, eligiendo como estimadores de los coeficientes β i a aquellos que maximizan la función de verosimilitud, la misma que es construida sobre la base de P = 1 / ( 1 + e - Z ) .

Los resultados del modelo estimado en las variables independientes contienen la significancia del estadístico z. Este estadístico, de manera similar al t-student para los modelos lineales no dicotómicos, prueba la hipótesis nula del coeficiente estimado para cada variable es cero. En consecuencia, los resultados de la estimación mostrarán también la significancia estadística de las variables. Como complemento también se mostrará el p-value relacionado con cada variable, que también puede utilizarse como un criterio de decisión.

Cuadro 61. Definición de las variables utilizadas en el modelo probabilístico empírico

Etiqueta Descripción de la variables Códigos

Variables continuas

escoacum_recod Escolaridad acumulada de la PAM Escolaridad en años de la PAM

numpers Tamaño de la familia Número de miembros que componen la familia

aescjefe Escolaridad del jefe de familia Años de de escolaridad del jefe de familia

numtrab_hog Número de trabajadores en el hogar Número de miembros en la familia que trabajan

escmaxhog Escolaridad máxima en el hogar Escolaridad en años del miembro de familia con el más alto grado alcanzado

razon_haci Razón de hacinamiento Número de personas en la vivienda/Número de cuartos

Variables dicotómicas (dummys)

pobre Persona en situación de pobreza patrimonial

Valor 1 si la PAM es pobre, 0 si no lo es

sexo_recod Género de la PAM Valor 1 si es mujer y 0 si es hombre

casado Situación conyugal Valor 1 si es casada(o) o en unión libre, 0 en otra situación

pcd_recod1 Persona con discapacidad Valor 1 si es PCD y 0 de otra forma

sexojefe Género del jefe de familia Valor 1 si es mujer y 0 si es hombre

sersalud_viv Ningún servicio de salud en la vivienda

Valor 1 si los integrantes de la familia no reciben atención médica, 0 en otra situación

dhsp_viv Derechohabiencia en Seguro Popular Valor 1 si existe un integrante en la familia que sea derechohabiente del Seguro Popular, 0 en otra situación

ayuprogob_viv Ayuda de programas de gobierno Valor 1 si algún integrante del hogar recibe apoyo económico de programas de gobierno, 0 en otra situación

comio1vez_ Acceso a alimentación Valor 1 si en la vivienda alguna persona sólo comió una vez al día por falta de dinero(en los últimos tres meses), 0 en otra situación

pared Material en pared de vivienda Valor 1 si el material predominante en la pared de la vivienda es frágil, 0 en otra situación

piso Material en piso de vivienda Valor 1 si el material predominante en el piso de la vivienda es frágil, 0 en otra situación

electricidad Electricidad Valor 1 si la vivienda no cuenta con electricidad, 0

en otra situación

tinaco_ Activo del hogar ―tinaco‖ Valor 1 si la vivienda no cuenta con tinaco, 0 en

otra situación

boiler_ Activo del hogar ―boiler‖ Valor 1 si la vivienda no cuenta con boiler, 0 en otra

situación

autoprop_ Activo del hogar ―autopropio‖ Valor 1 si la vivienda no cuenta con auto propio, 0

en otra situación

celular_ Activo del hogar ―celular‖ Valor 1 si la vivienda no cuenta con teléfono

celular, 0 en otra situación

Fuente: Elaboración propia.

73

XIII.1 Análisis descriptivo de las variables

La descripción estadística de las variables empleadas en el modelo a estimar está contenida en el cuadro 62. Su interpretación es la siguiente: a nivel de la muestra, las PAM que se clasifican como pobres se encuentran en hogares con un tamaño familiar promedio de 4.5 miembros, mientras que las no pobres registran un número menor, 3.6 personas por hogar. El promedio de escolaridad de los jefes de familia en los hogares no pobres de la muestra es de 6.2 años, mientras que en los pobres es de 4.4 años. El dato promedio de escolaridad para las PAM en hogares no pobres es 4.9 años, siendo menor para los que están en situación de pobreza (3.4 años).

El número de trabajadores promedio en los hogares donde hay presencia de una PAM en condición de pobreza es de 1.6, mientras que en su contraparte no pobre es de 1.9. Referente a la escolaridad máxima alcanzada en el hogar de la muestra objetivo se observa que las PAM no pobres tienen 10.8 años de escolaridad en promedio, mientras que los que se encuentran en situación de pobreza tienen una media de 9.2 años.

Una característica interesante en los datos es que, en la muestra, la razón de hacinamiento promedio relacionada con la vivienda de las PAM consideradas pobres es mayor respecto a las que no lo son (1.2 y 0.8, respectivamente).

Cuadro 62. Indicadores de las PAM por situación de pobreza, 2010

Variable PAM no pobres PAM en pobreza patrimonial

N Válidos Media Desviación

estándar

N Válidos Media Desviación

estándar

Variables continuas

Escoacum_recod 1908 4.90828 4.35926 3079 3.39331 3.33083

numpers 1908 3.61897 1.97706 3079 4.48847 2.20220

aescjefe 1908 6.21489 5.15832 3079 4.40500 3.92589

numtrab_hog 1908 1.87474 1.03911 3079 1.56317 0.84417

escmaxhog 1908 10.82075 5.04893 3079 9.24326 4.10537

razon_haci 1908 0.84632 0.53068 3079 1.16635 0.72137

Variables dicotómicas

sexo_recod 1908 0.52044 0.49971 3079 0.50991 0.49998

casado 1908 0.44916 0.49754 3079 0.54661 0.49790

pcd_recod1 1908 0.29403 0.45572 3079 0.35369 0.47819

sexojefe 1908 0.28407 0.45109 3079 0.24911 0.43257

sersalud_viv 1908 0.05031 0.21865 3079 0.07632 0.26556

dhsp_viv 1908 0.22379 0.41690 3079 0.37317 0.48373

ayuprogob_viv 1908 0.50891 0.50005 3079 0.59532 0.49091

comio1vez_ 1908 0.02935 0.16883 3079 0.06398 0.24476

pared 1908 0.08910 0.28496 3079 0.13706 0.34396

piso 1908 0.01415 0.11814 3079 0.02501 0.15618

electricidad 1908 0.00839 0.09121 3079 0.01202 0.10898

tinaco_ 1908 0.74633 0.43522 3079 0.82234 0.38228

boiler_ 1908 0.35010 0.47713 3079 0.53589 0.49879

autoprop_ 1908 0.35115 0.47746 3079 0.51120 0.49996

celular_ 1908 0.31184 0.46337 3079 0.46671 0.49897 Nota: Las variables sersalud_viv, pared, techo, piso para este modelo miden la carencia del concepto al que se les

relaciona. Se considera que la vivienda donde se encuentra la PCL tiene cierta característica si al menos una persona

del hogar cuenta con ella (por ejemplo, derechohabiencia al seguro social).

Fuente: Elaboración propia sobre la base de procesamientos especiales con datos de la muestra censal del Censo de

Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Los estadísticos descriptivos asociados a las variables de naturaleza dicotómica se interpretan como porcentajes. El género predominante del jefe de hogar es el masculino. A nivel estatal en la muestra se tiene en promedio 72.4% de hogares donde hay PAM son encabezados por hombres. Por niveles de vida no se observan mayores diferencias: El

74

28.4% de las PAM en hogares no pobres están encabezados por una mujer; en el caso de los ubicados en hogares pobres este porcentaje es de 24.9%.

Contrario a lo anterior, 51.4% de la población en la muestra son mujeres, teniendo una distribución similar cuando se indica su situación de pobreza. El 52.0% de las PAM no pobres son mujeres, mientras que el 50.9% de sus equivalentes pobres son de dicho género.

De acuerdo a su estado civil, en la población de este subconjunto una parte importante de las personas en hogares no pobres (el 44.9%) reportan estar casados o en unión libre, mientras que para los que están en situación de pobreza dicho número es mayor (54.7%).

El riesgo de discapacidad en las PAM se incrementa conforme aumenta la edad, situación que agudiza el grado de vulnerabilidad de dicha población en todos los sentidos. Para este caso, el 29.4% de las PAM en hogares no pobres declararon tener al menos una discapacidad, mientras que sus similares en situación de pobreza eran 35.4%.

Otra característica interesante para el análisis es la posibilidad de acceso a algún servicio de salud tanto a nivel individual como colectivo en el hogar, independientemente de su situación de derechohabiencia con alguna institución. En este sentido se observa que el 5.0% de las PAM no pobres se encuentran en hogares donde no se tiene acceso a dichos servicios, mientras que las PAM pobres que están en esta situación es 7.6%.

Como complemento de lo anterior, la posibilidad de derechohabiencia en la vivienda puede darse mediante dos variables, identificando el ―seguro social‖ y el ―seguro popular‖ como los conceptos que engloban dicho servicio. La noción de ―seguro social‖ incluye a los afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) tanto federal como estatal, y los derechohabientes de Pemex, Defensa o Marina; el ―seguro popular‖ incluye los servicios proporcionados por la Secretaría de Salud a través de los programas ―seguro popular‖ y ―seguro médico para una nueva generación‖.

Dadas las características de la muestra, se eligió el ―seguro popular‖ como el indicador más adecuado relacionado grado de pobreza en el que un hogar puede caer. Podemos observar que el 22.4% de los no pobres cuentan con derechohabiencia a dicha institución, mientras que para los clasificados como pobres asciende a 37.3%.

Según la posibilidad de tener algún tipo ingreso por transferencia en el hogar, se toma en cuenta si algún integrante en la vivienda tiene ―apoyo de programas de gobierno‖22. De las PAM catalogadas como no pobres el 50.8% cuenta con algún apoyo gubernamental, mientras que para los clasificados como pobres dicho número aumenta hasta 59.5%.

Relativo a las características de la vivienda con materiales poco resistentes o endebles y carencia en algún servicio indispensable que puede disminuir la calidad de vida de las personas, se consideraron para este ejercicio tres: Pared, piso y electricidad.

En el primer caso tenemos que el 8.9% de las PAM no pobres se encuentran en viviendas con paredes de material deficiente, mientras que el 13.7% de los pobres habitan en construcciones donde esta característica se presenta. En el caso de los materiales para el piso se mantienen porcentajes relativamente bajos tanto para no pobres como para pobres (1.4% vs 2.5%). Las PAM que se encuentran en hogares con carencia de energía

22

Incluye programas como: Oportunidades, Procampo, becas, ayuda a madres solteras, adultos mayores, etc.

75

eléctrica es bajo; para los no pobres únicamente el 0.8% se encuentra en esa situación, mientras que para la contraparte dicho valor asciende a 1.2%.

Además, se tomaron en cuenta variables relacionadas a la carencia de activos del hogar que puedan relacionarse de alguna manera (ya sea por comodidad o necesidad en algunos casos) con la situación de pobreza dentro del hogar donde hay una persona de 70 y más, con necesidades más específicas.

Dadas las características de infraestructura y comunicaciones en el estado, la carencia de algún vehículo para transportarse puede ser un indicador complemento del modelo. En el caso de las PAM en hogares no pobres se tiene que el 35.1% no cuenta con un automóvil propio para las necesidades de la vivienda, mientras 51.1% de los que se ubican en hogares pobres carecen de un vehículo.

Hablando de activos en el hogar o personales que pueden relacionarse con la situación de pobreza para esta muestra, se eligieron tres: Carencia de boiler, tinaco o celular en la vivienda. Para el primer caso el 35.0% de las PAM en hogares no pobres no contaban con él, mientras que en sus similares pobres dicho número asciende a 53.6%. Para el activo ―tinaco‖ los porcentajes en el mismo orden anterior fueron 74.6% y 82.2%, mientras que para ―celular‖ los porcentajes relacionados son 31.2% y 46.7%.

XIII.2 Resultados de la estimación del modelo logit

A continuación se presenta un ejercicio estadístico que procura sintetizar la información desplegada anteriormente. Se trata de la aplicación de un modelo de regresión logit a la probabilidad de estar en situación de pobreza dado que es un AM. El objetivo consiste en encontrar la relación entre las características propias y del entorno en que habitan las PAM y esta probabilidad. La metodología de estimación para el manejo de la base de datos de la muestra involucra un factor de expansión o ―peso‖ que conforma dicho registro en la población. Para el modelo, dicho factor no es tomado en cuenta.

De un total de 21 variables independientes incorporadas en el modelo, 15 resultaron significativas estadísticamente; las variables sexo_recod, escoacum_recod, razón_haci, pared, piso y electricidad fueron irrelevantes en la explicación de la variable dependiente pobre al analizarlas por separado. En conjunto, todas las variables son significativas para explicar la variable dependiente23 y tienen un nivel aceptable de relación con ésta dado el valor de la pseudo R2 respecto a otros modelos de prueba (cuadro 63)24.

A pesar de la falta de significancia independiente de dichas variables, se tomaron en cuenta para el presente modelo dado el fundamento teórico sobre la reducción de bienestar de las PAM y al algoritmo de identificación de la pobreza publicado por la SEDESOL. Los resultados, incluyendo las variables no significativas, muestran los signos teóricamente esperados.

Los coeficientes que acompañan a las variables explicativas se interpretan del siguiente modo: un signo positivo indica que los valores más altos de la variable incrementan la posibilidad de que la PAM esté en situación de pobreza. Asimismo, un signo negativo

23

Por simplicidad, se utilizará el p-value de cada variable para evaluar su significancia estadística. La hipótesis nula asociada es que el coeficiente que acompaña a la variable sea igual a cero. Si el p-value>.10, el coeficiente no es significativo al 90% de confianza. 24

, donde =Modelo con predictores, =

Modelo sin predictores y = Verosimilitud estimada. Dicho valor puede estar entre 0 y 1. Entre más cercano esté a 1, mejor será el ajuste del modelo y viceversa (No tiene interpretación porcentual).

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indica que la relación es inversa, es decir, mientras más alto sea el valor, menor será la probabilidad de que la PAM sea pobre.

Los resultados del ejercicio verifican algunas asociaciones esperadas: Por ejemplo, la probabilidad de que una PAM esté en situación de pobreza se reduce al aumentar su educación, la educación del jefe del hogar, la educación máxima y/o el número de trabajadores en dicha vivienda. Otro aspecto interesante del ejercicio indica que los hogares encabezados por mujeres para esta muestra enfrentan mayor riesgo de ser pobres.

La primera variable a analizar en este modelo es cómo puede estar relacionado el género, tanto de la PAM como del jefe del hogar en donde habita ésta, con la variable dependiente. El primer caso, como se mencionó en el párrafo anterior, resultó ser no significativo estadísticamente aunque teóricamente esperado, dadas las condiciones señaladas en apartados anteriores sobre las diferencias entre géneros. Acorde a ello podemos observar que cuando la PAM se encuentra en un hogar con jefatura femenina (sexojefe) existe evidencia para afirmar que es más probable estar en situación de pobreza.

En la variable dicotómica sobre estado conyugal se tomó en cuenta como casado a las personas casadas por cualquier combinación de leyes y las que se encontraban en unión libre. El resultado nos indica que la probabilidad que intentamos explicar está directamente relacionada con el estado civil de la PAM, es decir que si la persona está casada o en unión libre aumenta su probabilidad de caer en pobreza.

Aunque se reconoce la importancia del trabajo propio de las PAM para evitar caer en pobreza, para el ajuste del modelo se toman en cuenta factores como el número de trabajadores dentro del núcleo familiar (numtrab_hog) y la cantidad de personas que conforman dicho núcleo (numpers), variables de las que se obtienen efectos contrarios sobre la probabilidad de pobreza (signo negativo en el primer caso y signo positivo en el segundo). Lo anterior implica que si aumenta el número de trabajadores en el hogar disminuye la probabilidad de caer en pobreza para el AM, mientras que, en el segundo caso, entre más personas haya en el hogar aumenta dicha probabilidad.

Un factor que apuntala el análisis anterior es la variable que indica la condición de discapacidad de un AM en la muestra (pcd_recod1), cuya relación con la probabilidad de pobreza es positiva. El hecho de encontrarse en dicha situación acentúa posibles carencias en el hogar de referencia, lo que se ve reflejado en el número de trabajadores y el nivel de ingreso que se tiene en conjunto.

La educación es una variable importante a tener en cuenta cuando se realizan análisis de pobreza. Existe una relación inversa entre la probabilidad de ser pobre y el nivel educativo que se posee. Una explicación podría encontrarse en el hecho de que aquéllos que tienen un nivel de formación superior acceden a ocupaciones mejor remuneradas que les permiten disfrutar de ingresos más elevados.

Otro aspecto que también contribuye a explicar dicha relación es el mayor riesgo de desempleo que tienen los que poseen un nivel educativo inferior. Una mayor probabilidad de desempleo que se traduce en una menor probabilidad de obtener ingresos y, por tanto, se convierte en un mayor riesgo de pobreza. En este estudio se cumple la relación inversa entre educación y pobreza. Aunque no es una variable significativa estadísticamente, el signo de la variable escoacum_recod indica que el nivel de pobreza disminuye cuando el número de años de estudio de la PAM aumenta.

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Cuadro 63. Resultados de la estimación del modelo probabilístico. 2010

logit pobre sexo_recod escoacum_recod casado pcd_recod1 numpers aescjefe sexojefe

numtrab_hog escmaxhog razon_haci sersalud_viv dhsp_viv ayuprogob_viv comio1vez_

pared piso electricidad tinaco_ boiler_ autoprop_ celular_, robust

Iteration 0: log pseudolikelihood = -3317.9514

Iteration 1: log pseudolikelihood = -2658.488

Iteration 2: log pseudolikelihood = -2598.4283

Iteration 3: log pseudolikelihood = -2595.8323

Iteration 4: log pseudolikelihood = -2595.8255

Iteration 5: log pseudolikelihood = -2595.8255

Logistic regression Number of obs = 4987

Wald chi2(21) = 836.24

Prob > chi2 = 0.0000

Log pseudolikelihood = -2595.8255 Pseudo R2 = 0.2176

------------------------------------------------------------------------------

| Robust

pobre | Coef. Std. Err. z P>|z| [95% Conf. Interval]

-------------+----------------------------------------------------------------

sexo_recod | .0280561 .0801287 0.35 0.726 -.1289933 .1851055

escoacum_r~d | -.0024025 .0135577 -0.18 0.859 -.0289751 .0241702

casado | .5245955 .0835035 6.28 0.000 .3609315 .6882594

pcd_recod1 | .1682871 .0736802 2.28 0.022 .0238765 .3126976

numpers | .6907682 .0367116 18.82 0.000 .6188148 .7627216

aescjefe | -.0224338 .0123699 -1.81 0.070 -.0466784 .0018108

sexojefe | .2010676 .1017967 1.98 0.048 .0015498 .4005855

numtrab_hog | -1.282057 .0605905 -21.16 0.000 -1.400812 -1.163302

escmaxhog | -.0787361 .0113649 -6.93 0.000 -.1010109 -.0564614

razon_haci | .1505351 .0952082 1.58 0.114 -.0360696 .3371398

sersalud_viv | .4795055 .1574651 3.05 0.002 .1708796 .7881314

dhsp_viv | .2603521 .0847885 3.07 0.002 .0941698 .4265344

ayuprogob_~v | -.2614191 .0759559 -3.44 0.001 -.4102899 -.1125483

comio1vez_ | .3240541 .1689652 1.92 0.055 -.0071116 .6552198

pared | .1370898 .1167204 1.17 0.240 -.091678 .3658576

piso | .1098262 .2691022 0.41 0.683 -.4176044 .6372568

electricidad | .0586788 .360578 0.16 0.871 -.648041 .7653987

tinaco_ | .1515592 .0835847 1.81 0.070 -.0122637 .3153821

boiler_ | .1604417 .0820381 1.96 0.051 -.00035 .3212333

autoprop_ | .3153312 .0755771 4.17 0.000 .1672028 .4634596

celular_ | .5052839 .0755586 6.69 0.000 .3571919 .653376

_cons | -.2095833 .1814686 -1.15 0.248 -.5652551 .1460886

------------------------------------------------------------------------------

El efecto que tiene el nivel de escolaridad máximo alcanzado dentro de la familia por alguno de sus integrantes y el nivel de escolaridad del jefe de familia se considera influye de manera similar a la propia escolaridad de las PAM en la probabilidad de estar en situación de pobreza. El resultado del ejercicio corrobora dicho razonamiento, ya que se da la mencionada relación inversa en las variables referentes a ello (escmaxhog y aescjefe).

Un punto interesante de análisis es el tipo de derechohabiencia y/o acceso a los servicios de salud existente en el hogar de la PAM y qué tanto puede aportar dicha característica a explicar la probabilidad de pobreza en este conjunto poblacional. Para el caso en particular y dadas las características para conseguir el beneficio, se puede esperar que las variables tengan efectos contrarios en la variable dependiente, algo que se confirma en los resultados.

Por ejemplo, la variable dhsp_viv recoge el efecto de la derechohabiencia en el seguro popular en la vivienda. Los resultados muestran que se relaciona directamente con la variable dependiente, es decir: Cuando una persona se encuentra en un hogar en el que

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ésta característica está presente tiene mayor probabilidad de caer en pobreza patrimonial, algo teóricamente esperado por las condiciones para recibir dicho servicio.

Independiente de la situación de derechohabiencia, la variable sersalud_viv captura la posibilidad de que los miembros del hogar de las PAM en la muestra no tengan acceso a atención médica en caso de algún problema de salud. Los resultados indican que si existe dicha carencia en el hogar, la probabilidad de ser pobre aumenta teniendo significancia estadística, lo cual es un resultado que concuerda con la teoría.

Siguiendo con el entorno en el que se desenvuelven las PAM, temas considerados trascendentes para cualquier tipo de hogar en su conjunto son: La posibilidad de transferencias (en especie o monetarias); la calidad, durabilidad y distribución del espacio en que habitan; servicios a los que tienen acceso; los activos en el hogar y la posibilidad de una alimentación adecuada.

Respecto al primer tema, se tomaron en cuenta para el modelo las transferencias con mayor peso en la muestra, intentando verificar la relación con la variable dependiente de acuerdo a lo supuesto. En la variable que representa a la ―ayuda de programa de gobierno‖ en el hogar (ayuprogob_viv) se confirma que existe una relación inversa con la probabilidad de caer en pobreza de una PAM, siendo significativa estadísticamente.

Para representar el tema de materiales que constituyen la vivienda se tomaron en cuenta la carencia de componentes resistentes en ellos, mediante dos variables: pared y piso. De acuerdo al ejercicio realizado se observa que, en los dos casos, la carencia de material resistente en cualquier característica aumenta la probabilidad de encontrar a una persona en pobreza, consistente con la teoría. Las dos variables no tienen significancia estadística, sin embargo, en conjunto, mejoran el grado explicativo de la variable dependiente.

Alusivo a los servicios en el hogar, la variable electricidad complementa a las dos anteriores sobre la vulnerabilidad de los habitantes en dicha vivienda. El coeficiente indica que si no hay servicio de energía eléctrica en la vivienda, la probabilidad que el AM se encuentre en un hogar pobre es mayor. A pesar de no ser estadísticamente significativo, la variable aporta a un mejor ajuste del modelo.

Respecto a los activos con los que se cuenta en la vivienda, resumidos en las variables tinaco_, boiler_, autoprop_ y celular_, se observa una relación positiva entre éstas y la dependiente, lo que implica que la carencia de cualquiera de ellos incrementa la probabilidad de pobreza.

En el caso de la distribución del espacio de la vivienda entre sus habitantes se utilizó la variable razón_haci para capturar dicho efecto, definiéndola como lo hace el CONEVAL25. El resultado del ejercicio, a pesar de no tener significancia estadística, muestra la relación esperada al aumentar la probabilidad de ser pobre dado que se encuentra en una vivienda con problema de hacinamiento.

Por último, la variable referente a la posibilidad de acceso a la alimentación en la vivienda (que es, por si misma, una medida de carencia), muestra resultados que se adaptan a lo esprado teóricamente. En el cuadro se observa que, ante la situación de carencia

25

Razón de hacinamiento (RH) = Número de personas en la vivienda / Número de cuartos en la vivienda. Si RH > 2.5 existe problema de hacinamiento. http://www.coneval.gob.mx/cmsconeval/rw/pages/medicion/Avances_dimensiones_de_medicion_pobreza/calidad_y_espacios_en_la_vivienda.es.do

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mencionada, la probabilidad de una PAM de caer en pobreza incrementa y, además, es estadísticamente diferente de cero.

XIII.3 Efectos marginales y probabilidades de incidencia de pobreza

A continuación, se muestra el análisis del efecto marginal de un cambio en el valor de una variable explicativa manteniendo todas las demás constantes. Para ello, a las variables se les asignó el valor de su media. Los valores de las probabilidades para las variables, se presentan en el cuadro 64. La columna dy/dx muestra cuánto aumentan o disminuyen las probabilidades de las PAM de encontrarse en condición de pobreza o no, de acuerdo a las características que elegimos para modelar.

Por ejemplo, en los resultados del ejercicio se observa que si la PAM tiene alguna discapacidad se incrementa su probabilidad de ser pobre en esta población en 3.7%, situación que se torna lógica considerando las limitaciones a las que se enfrentaría.

Otra de las variables que resultaron significativas estadísticamente fue el estado civil de la persona. La probabilidad de las personas casadas o que viven en unión libre de estar en situación de pobreza aumentan respecto a las personas que se encuentran solteras, viudas o en alguna otra situación donde estén libres de cualquier tipo de unión (11.61%). Una posible explicación es que, cómo vimos en apartados anteriores, la tasa de actividad laboral en las PAM es relativamente baja y con salarios inferiores por lo que, si son parte importante del sostén de la familia y no tienen otra fuente, el ingreso que tienen se ve disminuido respecto a hogares sin PAM.

La probabilidad de pobreza asociada a la participación en el mercado laboral de los miembros del hogar tiene una relación inversa de acuerdo a los resultados del modelo. Si el número de trabajadores en el hogar tiene un incremento marginal respecto a su media (casi 2 trabajadores por hogar) disminuye la probabilidad para la PAM de ser pobre en 28.4%.

De acuerdo a las características de educación en dichos hogares, se han considerado tres posibles efectos por separado. El primero a través de la variable donde se captura la escolaridad de la PAM el cual indica que ante un cambio marginal respecto al promedio de la variable (3.97 años) la probabilidad de ser pobre disminuye en 0.05% (no significativa). El segundo mediante la máxima escolaridad alcanzada por alguno de los miembros en la familia, donde se tiene una menor probabilidad de ser pobres cada vez que alguno de los integrantes alcanza un mayor nivel de escolaridad; así la probabilidad de ser pobre disminuye en 1.74% cuando existe un cambio marginal respecto al promedio de la variable (9.8 años).

El tercer efecto se resume en la variable de la escolaridad del jefe del hogar. Como las dos anteriores, se cumple la relación negativa entre las variables teniendo que una variación marginal respecto al promedio (5.1 años) reduce la probabilidad en 0.49% para las PAM. La característica propia de cada AM resulta no ser significativa estadísticamente para el modelo, mientras las dos restantes sí lo son.

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Cuadro 64. Efectos marginales del modelo Logit. 2010 Marginal effects after logit

y = Pr(pobre) (predict, p)

= .66764284

------------------------------------------------------------------------------

variable | dy/dx Std. Err. z P>|z| [ 95% C.I. ] X

---------+--------------------------------------------------------------------

sexo_r~d*| .0062263 .01778 0.35 0.726 -.028631 .041084 .513936

escoac~d | -.0005331 .00301 -0.18 0.859 -.00643 .005363 3.97293

casado*| .1161513 .0183 6.35 0.000 .080293 .15201 .509324

pcd_re~1*| .036967 .01601 2.31 0.021 .005598 .068336 .33086

numpers | .1532786 .00789 19.43 0.000 .137815 .168742 4.15581

aescjefe | -.004978 .00275 -1.81 0.070 -.01036 .000404 5.09745

sexojefe*| .0438624 .02178 2.01 0.044 .001173 .086552 .262482

numtra~g | -.2844831 .01339 -21.25 0.000 -.310726 -.25824 1.68237

escmax~g | -.0174712 .00252 -6.94 0.000 -.022408 -.012535 9.8468

razon_~i | .0334031 .0211 1.58 0.113 -.007945 .074751 1.04391

sersal~v*| .0980937 .02923 3.36 0.001 .040799 .155388 .066373

dhsp_viv*| .0567722 .01812 3.13 0.002 .021254 .092291 .316022

ayupro~v*| -.0576355 .01663 -3.47 0.001 -.09022 -.025051 .562262

comio1~_*| .0680865 .03336 2.04 0.041 .002693 .13348 .050732

pared*| .029866 .02494 1.20 0.231 -.019009 .078741 .118709

piso*| .0239255 .0575 0.42 0.677 -.088773 .136624 .020854

electr~d*| .0128929 .07842 0.16 0.869 -.140814 .1666 .010628

tinaco_*| .0341088 .01906 1.79 0.074 -.003251 .071469 .793262

boiler_*| .0355212 .01813 1.96 0.050 -.000021 .071063 .464809

autopr~_*| .0695043 .01651 4.21 0.000 .037138 .10187 .44997

celular_*| .1099599 .016 6.87 0.000 .078598 .141321 .407459

------------------------------------------------------------------------------

(*) dy/dx is for discrete change of dummy variable from 0 to 1

Existen diferencias en cuanto al género, tanto de la persona como en la jefatura del hogar en el que se encuentra la PAM, en relación con sus probabilidades de enfrentar una situación de pobreza. La probabilidad de las mujeres de ser pobres es en general mayor que la de los hombres, lo que se demuestra con los resultados del ejercicio. Para los hogares con jefatura femenina, el riesgo de ser pobre aumenta en 4.4% frente a sus similares con jefatura masculina. En el modelo, ser un AM mujer también incrementa la probabilidad de ser pobre, aunque en un porcentaje muy pequeño y no significativo estadísticamente (0.62%).

Referente a las dos variables correspondientes a servicios de salud en el hogar, se observa que tienen significancia estadística para el ejercicio tanto individualmente como en el conjunto. La variable sobre la carencia de acceso a algún servicio médico afecta directamente a la probabilidad de caer en pobreza. En este caso tenemos que dicha variable incrementa en 9.8% el riesgo de ser pobre. En cuanto al tipo de derechohabiencia con la que se cuenta en el hogar se muestra que estar vinculado a una institución de ―seguro popular‖ incrementa la probabilidad de ser pobre en 5.7%.

Una parte importante para definir la condición de pobreza de un hogar, y por tanto de una PAM miembro de ese hogar, es la posibilidad de recibir alguna transferencia. En este caso tenemos que si la PAM se encuentra en un hogar donde reciben apoyo de algún programa de gobierno, la probabilidad de de ser pobre disminuye en 5.8%.

Respecto a la calidad de material en la vivienda los resultados muestran que cuando existe carencia de materiales resistentes en paredes y pisos la probabilidad de ser pobre se incrementa en 2.9% y 2.4% respectivamente. Relativo a los servicios en el hogar, los resultados muestran que si se carece de energía eléctrica, la probabilidad que dicha persona sea pobre se incrementa en 1.3%. Como se menciona en el apartado anterior dichos resultados individualmente no aportan a la posibilidad de ser pobre, pero si ayudan al ajuste del modelo.

81

Los resultados correspondientes a las variables de los activos del hogar también muestran el incremento en la probabilidad de ser pobre de una PAM: Cuando una vivienda no cuenta con tinaco la probabilidad se incrementa en 3.4%; si carece de boiler 3.6%; si falta un automóvil 6.9% y si no cuenta con un aparato celular alrededor de 11%. A pesar de ser significativos, dichos resultados parecen porcentajes muy altos, sobretodo los dos últimos, por lo que es conveniente tomarlos con mesura.

Relativo a la calidad en los espacios se observa que, aunque no es significativa, la variable que se asocia a la razón de hacinamiento de la vivienda muestra el signo esperado (3.3%).

En el caso del tamaño del hogar, la probabilidad de caer en pobreza de una PAM aumenta en 15.3% si existe un cambio marginal respecto a la media de la variable mencionada (4.2 personas). Por último, la variable sobre la alimentación en la vivienda nos indica que si una PAM se encuentra en una vivienda donde alguna persona sólo comió una vez al día (en un lapso de 3 meses, por falta de dinero o recursos) la probabilidad de ser pobre se incrementa en 6.8%.

Incidencia de pobreza estimada. Para complementar los resultados y tener una visión más concreta de las manifestaciones de las carencias que sufren las PAM, se realizó el pronóstico de probabilidad de pobreza para los individuos de la muestra dada la estimación del modelo logit. El cuadro 65 muestra los resultados de las variables (promedios), según el estrato de pobreza en el que se encuentre.

En términos de escolaridad se puede ver que los resultados son consistentes con lo esperado, Por ejemplo: los años de escolaridad promedio máximos de los integrantes del hogar en donde residen PAM con menor probabilidad de estar en situación de pobreza fue de 13.2 años (es decir, educación media terminada), mientras que este dato fe de 8.7 años en el estrato con mayor probabilidad de ser pobre. En el mismo sentido, es significativa la diferencia respecto a la escolaridad del jefe del hogar que fue de 8.4 años y 3.7 años, en el orden anterior. También la escolaridad de la propia PAM está vinculada con el estrato de probabilidad de pobreza ya que, entre menos preparado, aumenta la probabilidad de caer en pobreza (el estrato con menor probabilidad tiene 6.7 años de escolaridad acumulada promedio, mientras el estrato con mayor probabilidad solo 2.8 años).

En lo referente al tamaño de la familia donde están las PAM con probabilidad de ser menos pobres fue de 3.6 miembros, en los más pobres fue de 5 personas, dato que indica que las personas adultas mayores con mayor probabilidad de pobreza conviven con más miembros en su familia, teniendo posiblemente mayor hacinamiento.

El número promedio de trabajadores en los hogares donde hay PAM con menor probabilidad de pobreza fue de 2.4 personas y en los que tienen mayor riesgo de pobreza fue de 1.5 personas. Es claro que los hogares con adultos mayores se enfrentan a situación de desventaja laboral y por consiguiente de obtener ingreso de manera regular.

Se demuestra que existe una relación positiva entre la probabilidad de pobreza y la falta de acceso a cualquier tipo de servicio médico en la vivienda, situación similar se observa con la variable de derechohabiencia a alguna institución de seguridad, incluyendo el seguro popular.

Respecto a las variables sobre carencias en la construcción de la vivienda y la falta de algunos activos en el hogar (boiler, entre otros), los resultados corroboran que estas carencias se acentúan para las PAM con mayor probabilidad de estar en pobreza.

82

La ayuda de programas de gobierno está más presente en los hogares de los AM con mayor probabilidad de estar en pobreza que en los hogares en donde ésta es menor, 0.6 vs. 0.4, respectivamente.

Finalmente, el promedio de ingresos per-cápita, de acuerdo a la estimación del modelo fue de 4.7 mil pesos mensuales en los hogares donde habita una PAM con menor probabilidad de estar en pobreza; mientras que en los hogares en donde reside un adulto mayor que tiene mayor riesgo de pobreza el ingreso fue de 1,245 pesos, es decir que se encuentra 41.1% y 6.3% por debajo de la línea de bienestar indicada para las áreas urbana y rural, respectivamente.

En 2010 el ingreso corriente per cápita necesario para rebasar la línea de bienestar y de bienestar mínimo era de 2,114 y 978 pesos mensuales, respectivamente, en localidades urbanas (más de 2,500 habitantes) y de 1,329 y 684 pesos mensuales, respectivamente, en localidades rurales.

Cuadro 65. Nuevo León. Indicadores promedio de las PAM en el modelo y características de su entorno, según

estrato de pobreza, 2010

Indicador 30% menos

pobres

30% en la

media de

pobreza

30% más

pobres

Variables continuas

Escolaridad acumulada 6.65739 4.29646 2.79916

Tamaño de la familia 3.63317 3.32285 4.96050

Escolaridad del jefe de familia 8.43463 5.41325 3.70294

Número de trabajadores en el hogar 2.39588 1.61651 1.48403

Escolaridad máxima en el hogar 13.21186 9.83156 8.69034

Razón de hacinamiento 0.72991 0.81342 1.32536

Variables dicotómicas

Género de la PAM (1:Mujer) 0.53753 0.51432 0.50546

Situación conyugal (1:Casado o en unión libre) 0.34625 0.47782 0.58950

Persona con discapacidad 0.23123 0.30545 0.38445

Género del jefe de familia (1:Mujer) 0.31840 0.28411 0.22689

Ningún servicio de salud en la vivienda 0.03753 0.04548 0.09202

Derechohabiencia en Seguro Popular 0.10048 0.24986 0.44034

Ayuda de programas de gobierno 0.41283 0.54015 0.63067

Acceso a alimentación 0.00726 0.03032 0.08109

Material en pared de vivienda 0.05448 0.09601 0.15798

Material en piso de vivienda 0.00605 0.01572 0.02983

Electricidad en la vivienda 0.00363 0.01011 0.01345

Tinaco en la vivienda 0.67191 0.76642 0.85546

Boiler en la vivienda 0.18886 0.38349 0.62143

Auto propio en la vivienda 0.18402 0.39416 0.58403

Celular en la vivienda 0.14165 0.36609 0.53067

Ingreso

Ingreso promedio per cápita del hogar 4,712.39 2,303.07 1,245.17 Fuente: Elaboración propia con base en la estimación del modelo probabilístico presentado en la sección

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Conclusiones

Los datos presentados a lo largo de este trabajo, producto de una exploración de la Muestra del Censo de Población y Vivienda, 2010 del INEGI, indican en 188,459 el número de PAM en Nuevo León. Esta cifra equivale al 4.1% de la población nuevoleonesa en el año de realización del censo y es algo igual a la que corresponde al conjunto de México. De dicho número se encontró que, manteniendo la tendencia de la población general, existen mayor número de mujeres (101,800) que de hombres (86,659).

Dada su magnitud esta población es un grupo minoritario de gran importancia y como objeto de política social es importante analizar su perfil demográfico y socioeconómico, a continuación se transcribe los resultados más relevantes del estudio, siguiendo en general el orden de los temas tratados.

Patrones de mortalidad. La disminución continua fue, en orden de importancia, la primera gran variable que explica el cambio demográfico por el que se está atravesando. En Nuevo León desde 1990 hasta el 2010, la tasa de mortalidad infantil ha tenido un declive constante, esperando que en años posteriores se mantenga dicha disminución, aunque más atenuada. Lo anterior, en conjunto con la estabilización de las tasas brutas de natalidad y mortalidad y el aumento de la esperanza de vida total para el estado (que aumenta de 72.9 años en 1990 a 75.6 años en 2010, esperando que en 2030 sea de 79 años), son factor importante para explicar el proceso de envejecimiento de la población.

Patrones de la fecundidad. A pesar de ser un factor relacionado con la disminución del crecimiento poblacional, los cambios en la dinámica de la fecundidad en la población definen, en el futuro, la estructura poblacional que prevalecerá, ya que el grueso de la población se traslada a rangos de edad más altos. Para el estado se espera que la tasa total de fecundidad siga su tendencia decreciente en años posteriores al 2010, llegando al 2030 con un promedio de 1.86 hijos a lo largo de la vida reproductiva de la mujer (teniendo como referencia los 2.89 hijos promedio en 1990).

Patrones en la migración. Otro factor que incide en los cambios en la estructura poblacional es la migración tanto nacional como internacional. El estado se ha caracterizado históricamente por ser receptor de población, lo que se observa en el diferencial de las tasas de inmigración y emigración interestatal. Ello, en el mediano y largo y plazo por las edades características en las que una persona emigra (jóvenes), afecta la estructura poblacional de la entidad.

Patrones en la estructura por edad y género. De acuerdo al Censo de Población y Vivienda el 52.9% de la población en el estado tiene entre 0 y 29 años de edad. Según las proyecciones de población del CONAPO, la cantidad de PAM en el estado (y su respectiva proporción respecto al total en la entidad) se incrementará en casi el doble, tanto global como para cada género.

Indicadores seleccionados del proceso de envejecimiento. La tasa de dependencia demográfica se relaciona directamente con el cambio en la estructura poblacional y es consistente con éste ya que se espera que el grueso de la pirámide poblacional de la entidad se encuentre en rangos de edad por encima de los 30 años para el 2030, lo que implica que la población dependiente disminuye relativamente respecto a la población económicamente independiente.

Para las PAM se puede observar una tendencia distinta a la razón de dependencia demográfica ya que se espera que la razón de dependencia del adulto mayor muestre un

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crecimiento constante después del año 2010, teniendo en años previos un comportamiento similar aunque un poco más atenuado.

Estado Civil. En el grupo de PAM la situación de viudez se da en 4 de cada 10 personas, también observando diferencias importantes al comparar por género. Por ejemplo, 23 de cada 100 hombres AM mencionan encontrarse en dicha situación, mientras que las mujeres superan en más del doble dicho número (52 de cada 100). En el caso de la soltería de las PAM no hay una diferencia tan significativa entre géneros, ya que 6.2% de los hombres y 8.1% de las mujeres mencionan no tener una vida en pareja. En ambos géneros, conforme aumenta la edad, el porcentaje relacionado a ésta situación aumenta (con mayor proporción en las mujeres).

Educación. El promedio de escolaridad en la población total en Nuevo León de 15 años y más fue de 9.8 grados mientras que para las PAM el dato fue de 5.0 grados, lo cual ni siquiera equivale al ciclo de primaria completo. Por género, el hombre tiene en promedio 5.3 años de escolaridad y la mujer 4.7 años. En el ámbito rural el promedio de escolaridad fue de 2.9 años (2.9 en hombres y 3.0 en mujeres) y en el medio urbano los AM alcanzaron los 5.3 años (5.8 en hombres y 4.9 en mujeres)

Analfabetismo. Para las PAM en el estado la tasa de analfabetismo se ubicó en 14.3%, donde los hombres tienen una tasa de 12.2% y las mujeres se ubican en 16.0%. Dichas tasas reflejan el importante rezago educativo en el que se encuentran las personas de 70 años y más, situación que se acentúa en los municipios de área rural donde 24.5% de las PAM no saben leer y escribir un recado, situación que los posesiona muy por encima del promedio estatal.

Seguridad económica y vejez. Existen en el estado alrededor de 188 mil personas de 70 años y más, de los cuales 25,300 se les considera como parte de la PEA, equivalente a que 13.4% de las PAM en la entidad. Por género, la tasa fue para los hombres de 21.7%, mientras que para las mujeres únicamente alcanza el 6.4%.

Del total de PAM, el 75.1% se encontraba entre la población considerada económicamente inactiva, donde la gente que se dedicaba a ―quehaceres del hogar‖ (35.8%) y los ―jubilados (as) o pensionados (as)‖ (33.8%) fueron mayoría; en el primer caso la mayor parte de las mujeres se encontraba en esa situación (65%), mientras que 54.5% de los hombres se encontraba en el segundo caso. Las personas que mencionan estar ―limitadas para trabajar‖ son 5.3% de total (9,956 personas), 5.9% de los hombres y 4.8% de las mujeres.

Características de la ocupación. Las PAM que se encuentran dentro del mercado laboral, tienen que realizar trabajos informales o por su cuenta, debido a sus condiciones de edad avanzada y posibles limitaciones físicas, lo que causa su exclusión por parte de los empleadores para darles un trabajo formal.

Dado ello, los tipos de trabajo principales en este grupo son: ―Comerciantes‖ (24.4%), ―trabajos en actividades agrícolas‖ (16.6%), ―artesanos o trabajadores fabriles‖ (10.8%), ―trabajadores de servicio doméstico‖ (6.4%), personas que se dedican a las ―ventas ambulantes‖ (5.5%) y trabajadores en ―servicios personales‖ (5.3%).

Por género, la tendencia para los trabajos de los hombres es en ―trabajos en actividades agrícolas‖, ―comerciantes‖ y ―artesanos o trabajadores fabriles‖, mientras que las mujeres se dedican a actividades como ―comerciantes‖ y ―servicios domésticos‖.

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Sector de actividad económica. La distribución por sectores de actividad de las PAM ocupadas resulta muy distinta a la del conjunto de los ocupados en el estado: destacan los empleos en el sector ―servicios‖ (36.2%), el ―comercio‖ (28.1%), la ―agricultura, ganadería y pesca‖ (17.6%), seguido de la ―minería, electricidad, agua y gas‖ (6.9%), siendo entonces el denominado ―sector terciario‖ el que absorbe a los trabajadores de esta población (68%).

Ingreso por trabajo. De acuerdo con la información obtenida por el censo, entre las PAM ocupadas el 18.6% no percibe ningún ingreso. Por género, el 51.7% de las mujeres que trabajan perciben menos de 1 SM o nada, mientras que un 39.7% de los hombres se encuentran en una situación similar.

Por ámbito de localidad se observa que 51.3% de las PAM que trabajan en localidades rurales no tienen percepciones monetarias, condición que se acentúa al compararlas con sus similares del área urbana, donde solo un 7.6% no perciben salario.

Derechohabiencia a servicios de salud. El 87.4% de las PAM contaba con derechohabiencia a las instituciones de seguridad social y, por tanto, tenía garantizado el acceso a los servicios de salud. Esta proporción fue mayor a la obtenida para la población total, donde dicho número se ubica en 79.7%.

Usuarios de servicios de salud. El mayor porcentaje de usuarios con limitación se concentra en las instituciones de seguridad social; le siguen las que otorgan servicios a la población abierta y finalmente las privadas. De acuerdo a lo anterior, el 62.6% de las PAM cuando se enferman, se atienden en el IMSS, el 14.1% en Centros de Salud o mediante los servicios que otorga el Seguro Popular y el 12.2% en hospitales o consultorios privados.

Cobertura previsional en la vejez. Una de las finalidades principales de la seguridad social es proteger el ingreso de un individuo ante los riesgos que enfrenta a lo largo de su vida. Contar con una pensión se relaciona directamente con la edad (aunque puede recibirse una pensión a cualquier edad); generalmente dicho derecho es una parte importante del ingreso de las PAM. El 47.3% de los AM en el estado contaban con apoyo por jubilación o pensión, siendo una mayor cantidad del total de hombres favorecidos que de mujeres (65.0% vs 32.2%, respectivamente).

Capacidad funcional. Casi una tercera parte de la población con 70 años y más en el estado (32.1%) presenta alguna discapacidad, teniendo que 32.0% de los hombres y 32.2% de las mujeres muestran alguna limitación.

Los tipos de limitación entre las PAM por orden de importancia son: ―Caminar o moverse‖ (56.4%), ―ver‖ (17.4%), ―escuchar‖ (13.1%), ―autocuidado‖ (7.0%), ―hablar o comunicarse‖ (2.8%) y ―autoaprendizaje‖ y ―mental‖ (1.7%).

Tanto para hombres como para mujeres los problemas más importantes son el desplazamiento y la vista. El 36.7% de las PAM que viven en comunidades rurales presentan alguna discapacidad, contra el 31.4% de sus similares urbanos.

En general el origen de la enfermedad en el grupo objetivo se da por ―edad avanzada‖ (49.9%) y ―enfermedad‖ (36.7%), patrón que también se repite cuando se muestra la información por género. En general el grupo de PAM con discapacidad es importante dada su doble condición de vulnerabilidad por la edad avanzada y su condición de discapacidad.

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Condiciones de habitabilidad. En Nuevo León existen 1,216,289 viviendas habitadas de las cuales en el 12.6% (152,763 viviendas) existe al menos una PAM. El 98.0% de los AM habita en una vivienda independiente y 0.9% en vivienda tipo departamento.

Del total de las viviendas habitadas el 87.9% tiene material durable en techos, el 94.0% en muros, el 96.7% en pisos. Cuando se observaron las características de las viviendas en donde existe al menos una PAM estos datos fueron de 81.7% en techos, el 89.7% en muros y el 96.3% en pisos .Destaca que el 2.2% de estas viviendas tenía piso de tierra, mientras el 1.5% de viviendas tenía esta característica a nivel estatal.

Material y calidad en las viviendas. Cuando se observó a las características de las viviendas en donde existe al menos un AM estos datos fueron de 81.7% en techos, el 89.7% en muros y el 96.3% en pisos. Es destacable que el 2.2% de estas viviendas tenía piso de tierra, mientras el 1.5% de viviendas tenía esta característica a nivel estatal.

El 94.1% disponía de agua y el 97.5% tenía agua disponible todos los días de la semana. El drenaje estuvo presente en 93.8% de las viviendas, mientras que el 89.3% contaba con servicio de sanitario exclusivo y el 88.7% de viviendas que contaban con dicho servicio tenía conexión de agua disponible directamente. El 98.0% contó con energía eléctrica. Lo anterior, comparado con los porcentajes de la población y con viviendas donde no habitaban PAM, es más bajo.

Combustible para cocinar. El tipo de combustible del que se dispone para cocinar dentro del hogar se puede clasificar en: Gas de cilindro, Gas natural o de tubería, leña, carbón, electricidad y otros combustibles. Tanto en las viviendas con PAM como en la población en general, los primeros dos son los que predominan, siendo el gas natural mayormente utilizado por las viviendas de la población objetivo de este estudio (58.3%).

Tenencia de activos en el hogar. El 95.5% de las viviendas con presencia de AM contaron con estufa de gas, el 94.8% con televisión, el 94.4%, contaban con refrigerador y 84.1% con lavadora, el 80.5% disponían de radio o radiograbadora, 68.4% de teléfono fijo y 26.6% de computadora.

Resultados destacados de la estimación de un modelo logit. Para integrar las manifestaciones de la pobreza en las PAM al diagnóstico socioeconómico efectuado, se procedió a la estimación de un modelo econométrico de regresión logit que estimó la probabilidad de que una PAM estuviera o no en estar en situación de pobreza.

El modelo incorpora 21 variables, de las cuales 4 se refieren a características personales de las PAM (género, escolaridad, estado civil y condición de discapacidad) y las restantes son indicadores del entorno en el que viven (cantidad de personas en el hogar, condición de acceso a servicios de salud, etc.). Al correr el modelo se encontró que 15 variables resultaron ser estadísticamente significativas, lo que implica que su relación con la variable dependiente si tiene influencia individualmente.

Los resultados que destacan en el modelo son los siguientes: Se puede afirmar que la probabilidad de una PAM de estar en situación de pobreza disminuye cuando el nivel educativo de la persona es más elevado, la escolaridad máxima alcanzada por alguno de los miembros del hogar es más alta y/o cuando el número de trabajadores del hogar se incrementa.

Un punto importante es la relación entre el género de la persona (tanto del propio AM como del jefe del hogar) y la probabilidad de pobreza: Los hogares encabezados por mujeres y/o con mujeres AM tienen mayor probabilidad de caer en pobreza. Si se añade

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la variable de discapacidad tenemos que si el AM tiene alguna limitación en la actividad, la probabilidad que sea pobre se incrementa.

El modelo muestra que existe una relación positiva entre la probabilidad de pobreza y la falta de acceso a cualquier tipo de servicio médico en la vivienda, situación similar que se observa con la variable de derechohabiencia al seguro popular.

Respecto a las variables sobre carencias en la estructura de la vivienda y la falta de ciertos activos en el hogar, los resultados muestran que ante la existencia de carencias en cualquiera de los dos sentidos la posibilidad de estar en pobreza es mayor.

Finalmente, la variable sobre la posibilidad de acceso a la alimentación en la vivienda, indicó que en los hogares donde se tiene dicha característica se incrementa la probabilidad de que una PAM este en situación de pobreza.

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Anexo 1: Cuadros complementarios

Cuadro A1. Nuevo León. Población total por grupos quinquenales de edad, según género, 2010

Grupos de edad

Población total

Hombre Mujer Total

Total 2,312,150 2,329,753 4,641,903

0-4 215,730 206,274 422,004 5-9 222,850 211,325 434,175 10-14 204,417 202,796 407,213

15-19 203,720 201,319 405,039 20-24 199,116 199,961 399,077 25-29 195,154 192,815 387,969 30-34 189,333 187,953 377,286 35-39 186,630 187,383 374,013 40-44 159,265 168,935 328,200 45-49 139,665 137,635 277,300 50-54 110,432 116,600 227,032 55-59 82,267 85,174 167,441 60-64 64,776 70,987 135,763 65-69 48,663 55,113 103,776

70-74 36,629 39,831 76,460 75-79 24,770 28,675 53,445 80-84 13,927 18,551 32,478 85-89 8,181 10,023 18,204

90-94 1,938 3,265 5,203 95-99 1,021 1,245 2,266 100 y más 193 210 403 NE 3,473 3,683 7,156 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro A2. Nuevo León. Población total según si son AM, por género, 2010

Concepto Hombre Mujer Total H M T

Total 2,312,150 2,329,753 4,641,903 100.0 100.0 100.0 No AM 2,222,018 2,224,270 4,446,288 96.1 95.5 95.8

Adultos Mayores 86,659 101,800 188,459 3.8 4.4 4.1

No especificado 3,473 3,683 7,156 0.2 0.2 0.2 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro A3. Nuevo León. Población total por grupos de edad, según género, 2010

Grupos de edad Hombre Mujer Total H M T

Total 2,312,150 2,329,753 4,641,903 100 100 100

De 0 a 14 años 642,997 620,395 1,263,392 27.8 26.6 27.2

De 15 a 29 años 597,990 594,095 1,192,085 25.9 25.5 25.7

De 30 a 69 años 981,031 1,009,780 1,990,811 42.4 43.3 42.9

De 70 años y más 86,659 101,800 188,459 3.8 4.4 4.1

No especificado 3,473 3,683 7,156 0.2 0.2 0.2 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro A4. Nuevo León. Relación hombres-mujeres de la población de PAM por grupos quinquenales de edad, según género, 2010

Grupos de edad Hombre Mujer Total H/M

Total 86,659 101,800 188,459 85.13

De 70-74 años 36,629 39,831 76,460 91.96

De 75-79 años 24,770 28,675 53,445 86.38

De 80-84 años 13,927 18,551 32,478 75.07

De 85-89 años 8,181 10,023 18,204 81.62

De 90-94 años 1,938 3,265 5,203 59.36

95 años y más 1,214 1,455 2,669 83.44 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

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Cuadro A5. Nuevo León. PAM por región y municipio, género y distribuciones relativas, 2010

Municipio Hombre Mujer Total H M T H M T

Nuevo león 86,659 101,800 188,459 100 100 100 46.0 54.0 100

AMM 67,315 82,559 149,874 77.7 81.1 79.5 44.9 55.1 100

Monterrey 29,786 39,383 69,169 34.4 38.7 36.7 43.1 56.9 100

Guadalupe 12,569 15,627 28,196 14.5 15.4 15.0 44.6 55.4 100

San Nicolás de los Garza 10,130 11,158 21,288 11.7 11.0 11.3 47.6 52.4 100

San Pedro Garza García 3,322 4,123 7,445 3.8 4.1 4.0 44.6 55.4 100

Santa Catarina 3,460 3,422 6,882 4.0 3.4 3.7 50.3 49.7 100

Apodaca 3,224 3,467 6,691 3.7 3.4 3.6 48.2 51.8 100

Gral. Escobedo 2,605 3,236 5,841 3.0 3.2 3.1 44.6 55.4 100

Juárez 1,619 1,382 3,001 1.9 1.4 1.6 54.0 46.1 100

García 600 761 1,361 0.7 0.7 0.7 44.1 55.9 100

Resto del Estado 19,344 19,241 38,585 22.3 18.9 20.5 50.1 49.9 100

Linares 2,181 2,438 4,619 2.5 2.4 2.5 47.2 52.8 100

Cadereyta Jiménez 1,664 1,914 3,578 1.9 1.9 1.9 46.5 53.5 100

Montemorelos 1,585 1,541 3,126 1.8 1.5 1.7 50.7 49.3 100

Dr. Arroyo 1,480 1,401 2,881 1.7 1.4 1.5 51.4 48.6 100

Galeana 1,391 1,303 2,694 1.6 1.3 1.4 51.6 48.4 100

Santiago 1,018 1,264 2,282 1.2 1.2 1.2 44.6 55.4 100

Sabinas Hidalgo 792 704 1,496 0.9 0.7 0.8 52.9 47.1 100

Aramberri 765 720 1,485 0.9 0.7 0.8 51.5 48.5 100

Allende 702 746 1,448 0.8 0.7 0.8 48.5 51.5 100

Gral. Terán 668 768 1,436 0.8 0.8 0.8 46.5 53.5 100

Salinas Victoria 672 504 1,176 0.8 0.5 0.6 57.1 42.9 100

Pesquería 676 475 1,151 0.8 0.5 0.6 58.7 41.3 100

Anáhuac 458 563 1,021 0.5 0.6 0.5 44.9 55.1 100

China 424 408 832 0.5 0.4 0.4 51.0 49.0 100

Hidalgo 366 384 750 0.4 0.4 0.4 48.8 51.2 100

Los Ramones 349 351 700 0.4 0.3 0.4 49.9 50.1 100

Cerralvo 303 285 588 0.3 0.3 0.3 51.5 48.5 100

Mier y Noriega 288 296 584 0.3 0.3 0.3 49.3 50.7 100

Ciénega de Flores 364 135 499 0.4 0.1 0.3 73.0 27.1 100

Hualahuises 234 226 460 0.3 0.2 0.2 50.9 49.1 100

Agualeguas 229 228 457 0.3 0.2 0.2 50.1 49.9 100

Villaldama 206 225 431 0.2 0.2 0.2 47.8 52.2 100

Gral. Zuazua 190 230 420 0.2 0.2 0.2 45.2 54.8 100

Gral. Zaragoza 238 158 396 0.3 0.2 0.2 60.1 39.9 100

Lampazos de Naranjo 180 184 364 0.2 0.2 0.2 49.5 50.6 100

Gral. Bravo 185 177 362 0.2 0.2 0.2 51.1 48.9 100

Los Herreras 173 172 345 0.2 0.2 0.2 50.1 49.9 100

Mina 162 170 332 0.2 0.2 0.2 48.8 51.2 100

Bustamante 152 148 300 0.2 0.1 0.2 50.7 49.3 100

Iturbide 141 131 272 0.2 0.1 0.1 51.8 48.2 100

Rayones 139 127 266 0.2 0.1 0.1 52.3 47.7 100

Dr. González 129 113 242 0.1 0.1 0.1 53.3 46.7 100

Carmen 123 108 231 0.1 0.1 0.1 53.3 46.8 100

Dr. Coss 114 104 218 0.1 0.1 0.1 52.3 47.7 100

Marín 88 90 178 0.1 0.1 0.1 49.4 50.6 100

Vallecillo 105 72 177 0.1 0.1 0.1 59.3 40.7 100

Los Aldamas 80 91 171 0.1 0.1 0.1 46.8 53.2 100

Gral. Treviño 83 71 154 0.1 0.1 0.1 53.9 46.1 100

Parás 77 68 145 0.1 0.1 0.1 53.1 46.9 100

Abasolo 57 60 117 0.1 0.1 0.1 48.7 51.3 100

Higueras 53 50 103 0.1 0.0 0.1 51.5 48.5 100

Melchor Ocampo 60 38 98 0.1 0.0 0.1 61.2 38.8 100 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

92

Cuadro A6. Nuevo León. Indicadores sobre envejecimiento poblacional (70 y más).

Año Índice de

envejecimiento

Relación de

dependencia 70 y

más

Relación de

apoyo

potencial

Relación de

apoyo a los

padres

2000 9.7 4.3 23.2 27.1

2001 10.0 4.4 22.8 27.1

2002 10.4 4.5 22.4 27.2

2003 10.8 4.6 21.9 27.3

2004 11.3 4.7 21.4 27.3

2005 11.8 4.8 20.9 27.4

2006 12.4 4.9 20.4 27.4

2007 13.0 5.0 19.9 27.5

2008 13.6 5.2 19.4 27.5

2009 14.3 5.3 18.9 27.5

2010 15.1 5.4 18.5 27.5

2011 15.9 5.6 18.0 27.5

2012 16.7 5.7 17.5 27.5

2013 17.6 5.9 17.1 27.5

2014 18.6 6.0 16.6 27.5

2015 19.5 6.2 16.2 27.5

2016 20.5 6.4 15.7 27.6

2017 21.5 6.5 15.3 27.6

2018 22.6 6.7 14.8 27.6

2019 23.7 7.0 14.4 27.8

2020 24.8 7.2 13.9 27.9

2021 26.0 7.4 13.4 28.1

2022 27.2 7.7 13.0 28.4

2023 28.5 8.0 12.5 28.7

2024 29.9 8.3 12.0 29.1

2025 31.3 8.6 11.6 29.6

2026 32.9 9.0 11.1 30.1

2027 34.5 9.4 10.7 30.8

2028 36.2 9.8 10.2 31.5

2029 38.1 10.2 9.8 32.3

2030 40.0 10.7 9.4 33.2 Nota: Índice de envejecimiento = (Población de 70 años y más/Población de 0 a 14 años)*100; Relación de dependencia de 70 años y más= (Población de 70 años y más/Población de 15 a 69 años)*100; Relación de apoyo potencial= (Población de 15 a 69 años/ Población de 70 años y más); Relación de apoyo a los padres= (Población de 80 años y más/Población de 50 a 69 años)*100 Fuente: Elaborado con datos de indicadores demográficos para Nuevo León (población a enero), 2000-2030; CONAPO.

93

Situación conyugal

Cuadro A7. Nuevo León. Población de 12 años y más por situación conyugal y municipios de ámbito rural y urbano, según grupos de edad, 2010

Concepto 12-29

años

30-69

años

70 años y

más Total

Total 100 100 100 100

Unión libre 10.1 9.2 2.0 9.2

Separado(a) 1.7 4.7 3.0 3.4

Divorciado(a) 0.4 2.7 1.5 1.7

Viudo(a) 0.1 3.5 38.2 4.0

Casado(a) 20.0 67.3 47.3 47.5

Soltero(a) 66.1 11.4 7.2 32.9

No especificado 1.6 1.3 0.9 1.4

Rural 100 100 100 100

Unión libre 14.4 13.6 4.2 13.2

Separado(a) 1.4 4.0 2.1 2.8

Divorciado(a) 0.3 1.3 1.3 0.9

Viudo(a) 0.2 3.1 32.7 4.2

Casado(a) 26.7 67.6 52.7 50.0

Soltero(a) 55.8 9.6 6.7 27.9

No especificado 1.2 0.8 0.3 0.9

Urbano 100 100 100 100

Unión libre 9.6 8.7 1.6 8.7

Separado(a) 1.7 4.8 3.1 3.5

Divorciado(a) 0.4 2.8 1.5 1.8

Viudo(a) 0.1 3.6 39.2 4.0

Casado(a) 19.3 67.2 46.4 47.2

Soltero(a) 67.3 11.6 7.3 33.4

No especificado 1.6 1.4 0.9 1.4 Nota: Localidad urbana es la que tiene una población mayor o igual a 15,000 personas y localidad rural menor a 15,000 personas. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro A8. Nuevo León. PAM por grupos quinquenales de edad y género, según estado civil, 2010

Grupo de población

Unió

n lib

re

Separa

do

(a)

Div

orc

iado

(a)

Viu

do (

a)

Casado (

a)

Soltero

(a)

No

Especific

ado

To

tal

Total 2.0 3.0 1.5 38.2 47.3 7.2 0.9 100

De 70-74 años 2.6 4.0 1.8 25.6 58.1 6.9 1.0 100

De 75-79 años 1.9 2.7 1.7 38.0 46.6 8.7 0.5 100

De 80-84 años 1.1 2.3 1.1 49.4 39.1 6.1 0.8 100

De 85-89 años 1.6 1.1 0.8 59.4 29.2 7.3 0.6 100

De 90-94 años 0.6 2.6 0.1 66.0 23.7 5.3 1.7 100

95 años y más 0.5 0.6 0.3 70.0 22.4 2.8 3.5 100

Hombre 2.9 3.2 1.1 22.7 63.0 6.2 1.0 100

De 70-74 años 3.5 4.1 1.5 13.9 71.2 4.8 1.1 100

De 75-79 años 3.0 2.4 1.3 20.8 62.4 9.7 0.5 100

De 80-84 años 1.6 3.2 0.1 32.0 57.7 4.8 0.6 100

De 85-89 años 2.4 1.7 0.5 42.6 46.9 5.0 0.9 100

De 90-94 años 1.5 3.5 0.0 46.7 39.0 5.3 4.0 100

95 años y más 1.0 1.1 0.0 47.4 37.6 5.6 7.3 100

Mujer 1.2 2.8 1.8 51.5 33.9 8.1 0.8 100

De 70-74 años 1.8 3.9 2.0 36.4 46.0 8.9 0.9 100

De 75-79 años 0.9 3.0 2.0 52.8 32.9 7.8 0.6 100

De 80-84 años 0.8 1.7 1.9 62.5 25.2 7.1 0.9 100

De 85-89 años 1.0 0.7 1.1 73.2 14.7 9.1 0.4 100

De 90-94 años 0.1 2.1 0.1 77.4 14.6 5.3 0.4 100

95 años y más 0.0 0.1 0.6 88.8 9.8 0.4 0.3 100 Fuente: Censo de Población y Vivienda, 2010. Muestra censal. INEGI.

94

Cuadro A9. Nuevo León. PAM por grupos quinquenales de edad y municipios de ámbito rural y urbano, según estado civil, 2010

Grupo de población

Unió

n lib

re

Separa

do (

a)

Div

orc

iado (

a)

Viu

do (

a)

Casado (

a)

Soltero

(a)

No E

specific

ado

To

tal

Total 2.0 3.0 1.5 38.2 47.3 7.2 0.9 100

De 70-74 años 2.6 4.0 1.8 25.6 58.1 6.9 1.0 100

De 75-79 años 1.9 2.7 1.7 38.0 46.6 8.7 0.5 100

De 80-84 años 1.1 2.3 1.1 49.4 39.1 6.1 0.8 100

De 85-89 años 1.6 1.1 0.8 59.4 29.2 7.3 0.6 100

De 90-94 años 0.6 2.6 0.1 66.0 23.7 5.3 1.7 100

95 años y más 0.5 0.6 0.3 70.0 22.4 2.8 3.5 100

Rural 4.2 2.1 1.3 32.7 52.7 6.7 0.3 100

De 70-74 años 5.2 2.1 2.1 22.0 61.1 7.1 0.4 100

De 75-79 años 4.6 2.3 1.0 31.0 55.0 5.9 0.2 100

De 80-84 años 2.7 1.8 0.4 41.9 44.3 8.8 0.0 100

De 85-89 años 2.1 1.1 0.4 54.9 36.3 5.0 0.2 100

De 90-94 años 1.4 4.7 0.0 58.9 28.7 5.5 0.9 100

95 años y más 2.9 3.6 1.9 72.2 16.4 3.1 0.0 100

Urbano 1.6 3.1 1.5 39.2 46.4 7.3 0.9 100

De 70-74 años 2.2 4.3 1.7 26.3 57.5 6.9 1.1 100

De 75-79 años 1.4 2.8 1.8 39.1 45.2 9.1 0.6 100

De 80-84 años 0.9 2.4 1.2 50.5 38.4 5.7 0.9 100

De 85-89 años 1.5 1.1 0.9 60.1 28.0 7.6 0.7 100

De 90-94 años 0.4 2.2 0.1 67.4 22.7 5.3 1.9 100

95 años y más 0.0 0.0 0.0 69.5 23.6 2.7 4.2 100 Nota: Localidad urbana es la que tiene una población mayor o igual a 15,000 personas y localidad rural menor a 15,000 personas. Fuente: Censo de Población y Vivienda, 2010. Muestra censal. INEGI.

95

Educación

Analfabetismo

Cuadro A10. Nuevo León. Tasa de analfabetismo de las PAM por grupos quinquenales de edad, según género, 2010

Grupos de edad Hombre Mujer Total

Total 12.2 16.0 14.3

De 70-74 años 10.8 13.0 12.0

De 75-79 años 12.2 15.2 13.8

De 80-84 años 12.6 21.4 17.6

De 85-89 años 15.6 13.9 14.6

De 90-94 años 20.7 25.2 23.5

95 años y más 15.7 34.8 26.1 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro A11. Nuevo León. Tasa de analfabetismo de las PAM por grupos quinquenales de edad, según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

Grupos de edad Rural Urbano Total

Total 24.5 12.6 14.3

De 70-74 años 21.5 10.3 12.0

De 75-79 años 25.0 12.0 13.8

De 80-84 años 22.2 17.0 17.6

De 85-89 años 31.4 12.0 14.6

De 90-94 años 35.4 21.1 23.5

95 años y más 59.4 19.9 26.1 Nota: Localidad urbana es la que tiene una población mayor o igual a 15,000 personas y localidad rural menor a 15,000 personas. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Actividad económica

Cuadro A12. Nuevo León. Población no económicamente activa de AM por tipo de inactividad ,según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

Concepto Rural Urbano Total

Total 100.0 100.0 100.0

Pensionada(o) o jubilada(o) 19.5 43.3 40.3

Estudiante 0.3 0.3 0.3

Quehaceres del hogar 48.0 41.8 42.6

Limitado para trabajar 12.3 5.4 6.3

Otra situación 20.0 9.2 10.6 Nota: Localidad urbana es la que tiene una población mayor o igual a 15,000 personas y localidad rural menor a 15,000 personas. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro A13. Nuevo León. PAM ocupadas por posición en el trabajo, según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

Concepto Rural Urbano Total Rural Urbano T

Total 5,555 18,404 23,959 100 100 100

Empleada(o) u obrera(o) 784 5,452 6,236 14.1 29.6 26.0

Jornalera(o) o peón 662 92 754 11.9 0.5 3.2

Ayudante 186 534 720 3.4 2.9 3.0

Patrón(a) o empleador(a) 198 1,023 1,221 3.6 5.6 5.1

Por cuenta propia 2,595 10,229 12,824 46.7 55.6 53.5

Trabajador(a) familiar sin pago 879 500 1,379 15.8 2.7 5.8

No especificado 251 574 825 4.5 3.1 3.4 Nota: Localidad urbana es la que tiene una población mayor o igual a 15,000 personas y localidad rural menor a 15,000 personas. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

96

Acceso al trabajo remunerado

Características de la ocupación

Cuadro A14. Nuevo León. Personas por tipo de ocupación y si son AM, según género, 2010.

Concepto Hombre Mujer Total H M T

Total 1,224,405 632,134 1,856,539 100 100 100

Profesionistas 71,236 37,542 108,778 5.8 5.9 5.9

Técnicos 134,476 38,665 173,141 11.0 6.1 9.3

Trabajadores en la educación 18,726 36,957 55,683 1.5 5.9 3.0

Trabajadores del arte, espectáculos y deportes 7,566 2,582 10,148 0.6 0.4 0.6

Funcionarios y directivos 38,431 17,890 56,321 3.1 2.8 3.0

Trabajadores en actividades agrícolas 44,619 2,168 46,787 3.6 0.3 2.5

Jefes en fabricación artesanal 1,432 1,252 2,684 0.1 0.2 0.1

Artesanos, trabajador fabril 208,059 20,654 228,713 17.0 3.3 12.3

Operadores de maquinaria industrial 112,269 55,466 167,735 9.2 8.8 9.0

Peones en proceso artesanal e industrial 58,245 14,855 73,100 4.8 2.4 3.9

Conductores maquinaria móvil 119,114 2,193 121,307 9.7 0.4 6.5

Jefes en actividades administrativas 50,039 30,190 80,229 4.1 4.8 4.3

Apoyo en actividades administrativas 52,807 97,475 150,282 4.3 15.4 8.1

Comerciantes y agentes de ventas 124,288 97,849 222,137 10.2 15.5 12.0

Vendedores y trabajadores ambulantes 40,339 31,257 71,596 3.3 4.9 3.9

Trabajadores en servicios personales 46,302 44,558 90,860 3.8 7.1 4.9

Trabajadores en servicio doméstico 18,230 76,356 94,586 1.5 12.1 5.1

Servicio de vigilancia y fuerzas armadas 44,404 4,562 48,966 3.6 0.7 2.6

Otros trabajadores 33,823 19,663 53,486 2.8 3.1 2.9

No AM 1,206,150 624,935 1,831,085 100 100 100

Profesionistas 70,467 37,452 107,919 5.8 6.0 5.9

Técnicos 133,604 38,481 172,085 11.1 6.2 9.4

Trabajadores en la educación 18,542 36,930 55,472 1.5 5.9 3.0

Trabajadores del arte, espectáculos y deportes 7,355 2,582 9,937 0.6 0.4 0.5

Funcionarios y directivos 37,977 17,786 55,763 3.2 2.9 3.1

Trabajadores en actividades agrícolas 40,707 2,085 42,792 3.4 0.3 2.3

Jefes en fabricación artesanal 1,408 1,248 2,656 0.1 0.2 0.2

Artesanos, trabajador fabril 205,639 20,384 226,023 17.1 3.3 12.3

Operadores de maquinaria industrial 112,083 55,384 167,467 9.3 8.9 9.2

Peones en proceso artesanal e industrial 57,939 14,854 72,793 4.8 2.4 4.0

Conductores maquinaria móvil 118,278 2,193 120,471 9.8 0.4 6.6

Jefes en actividades administrativas 49,657 29,984 79,641 4.1 4.8 4.4

Apoyo en actividades administrativas 52,483 97,265 149,748 4.4 15.6 8.2

Comerciantes y agentes de ventas 120,889 95,248 216,137 10.0 15.2 11.8

Vendedores y trabajadores ambulantes 39,510 30,700 70,210 3.3 4.9 3.8

Trabajadores en servicios personales 45,374 44,203 89,577 3.8 7.1 4.9

Trabajadores en servicio doméstico 17,464 75,447 92,911 1.5 12.1 5.1

Servicio de vigilancia y fuerzas armadas 43,793 4,519 48,312 3.6 0.7 2.6

Otros trabajadores 32,981 18,190 51,171 2.7 2.9 2.8 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

97

Cuadro A14. Nuevo León. Personas por tipo de ocupación y si son AM, según género, 2010 (continuación)

Concepto Hombre Mujer Total H M T

AM 17,477 6,482 23,959 100 100 100

Profesionistas 733 90 823 4.2 1.4 3.4

Técnicos 845 97 942 4.8 1.5 3.9

Trabajadores en la educación 184 27 211 1.1 0.4 0.9

Trabajadores del arte, espectáculos y deportes 211 0 211 1.2 0.0 0.9

Funcionarios y directivos 449 85 534 2.6 1.3 2.2

Trabajadores en actividades agrícolas 3,882 83 3,965 22.2 1.3 16.6

Jefes en fabricación artesanal 24 4 28 0.1 0.1 0.1

Artesanos, trabajador fabril 2,345 247 2,592 13.4 3.8 10.8

Operadores de maquinaria industrial 125 38 163 0.7 0.6 0.7

Peones en proceso artesanal e industrial 127 1 128 0.7 0.0 0.5

Conductores maquinaria móvil 834 0 834 4.8 0.0 3.5

Jefes en actividades administrativas 368 206 574 2.1 3.2 2.4

Apoyo en actividades administrativas 323 152 475 1.9 2.3 2.0

Comerciantes y agentes de ventas 3,343 2,499 5,842 19.1 38.6 24.4

Vendedores y trabajadores ambulantes 809 496 1,305 4.6 7.7 5.5

Trabajadores en servicios personales 928 336 1,264 5.3 5.2 5.3

Trabajadores en servicio doméstico 739 798 1,537 4.2 12.3 6.4

Servicio de vigilancia y fuerzas armadas 609 3 612 3.5 0.1 2.6

Otros trabajadores 599 1,320 1,919 3.4 20.4 8.0

NE 778 717 1,495 100 100 100

Profesionistas 36 0 36 4.6 0.0 2.4

Técnicos 27 87 114 3.5 12.1 7.6

Trabajadores en la educación 5 19 24 0.6 2.7 1.6

Trabajadores en actividades agrícolas 30 0 30 3.9 0.0 2.0

Artesanos, trabajador fabril 75 23 98 9.6 3.2 6.6

Operadores de maquinaria industrial 61 44 105 7.8 6.1 7.0

Peones en proceso artesanal e industrial 179 0 179 23.0 0.0 12.0

Conductores maquinaria móvil 2 0 2 0.3 0.0 0.1

Jefes en actividades administrativas 14 0 14 1.8 0.0 0.9

Apoyo en actividades administrativas 1 58 59 0.1 8.1 4.0

Comerciantes y agentes de ventas 56 102 158 7.2 14.2 10.6

Vendedores y trabajadores ambulantes 20 61 81 2.6 8.5 5.4

Trabajadores en servicios personales 0 19 19 0.0 2.7 1.3

Trabajadores en servicio doméstico 27 111 138 3.5 15.5 9.2

Servicio de vigilancia y fuerzas armadas 2 40 42 0.3 5.6 2.8

Otros trabajadores 243 153 396 31.2 21.3 26.5 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

98

Sector de actividad económica

Cuadro A15. Nuevo León. Personas por sector de actividad económica y si son AM, según género, 2010

Concepto Hombre Mujer Total H M T

Total 1,224,405 632,134 1,856,539 100 100 100

Primario 51,207 3,573 54,780 4.2 0.6 3.0

Secundario 463,092 120,087 583,179 37.8 19.0 31.4

Terciario 710,106 508,474 1,218,580 58.0 80.4 65.6

No AM 1,206,150 624,935 1,831,085 100 100 100

Primario 47,131 3,379 50,510 3.9 0.5 2.8

Secundario 459,840 119,606 579,446 38.1 19.1 31.6

Terciario 699,179 501,950 1,201,129 58.0 80.3 65.6

AM 17,477 6,482 23,959 100 100 100

Primario 4,033 194 4,227 23.1 3.0 17.6

Secundario 3,040 393 3,433 17.4 6.1 14.3

Terciario 10,404 5,895 16,299 59.5 90.9 68.0

NE 778 717 1,495 100 100 100

Primario 43 0 43 5.5 0.0 2.9

Secundario 212 88 300 27.3 12.3 20.1

Terciario 523 629 1,152 67.2 87.7 77.1 Nota: El sector primario incluye: Agricultura, explotación forestal, ganadería, minería y pesca; Sector secundario: Construcción e industria manufacturera; Sector terciario: Comercio, servicios y transportes. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Ingreso por trabajo por persona

Cuadro A16. Nuevo León. Porcentaje de PAM ocupadas por grupos de ingreso por trabajo, según género, 2010

Ingreso en rangos de S.M. Hombre Mujer Total

Total 100 100 100

No percibe 23.4 6.1 18.6

Menos de 1 S.M. 16.3 45.6 24.3

De 1 a 2 S.M. 17.2 18.3 17.5

Más de 2 a 3 S.M. 20.8 14.2 19.0

Más de 3 a 5 S.M. 9.4 12.4 10.3

Más de 5 S.M. 13.0 3.4 10.4 Nota: Incluye solo los que mencionaron el ingreso por trabajo. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro A17. Nuevo León. Porcentaje PAM ocupadas por grupos de ingreso por trabajo, según municipios de ámbito rural y urbano, 2010

Ingreso en rangos de S.M. Rural Urbano Total

Total 100 100 100

No percibe 51.3 7.6 18.6

Menos de 1 S.M. 12.2 28.4 24.3

De 1 a 2 S.M. 15.1 18.3 17.5

Más de 2 a 3 S.M. 12.0 21.3 19.0

Más de 3 a 5 S.M. 7.2 11.3 10.3

Más de 5 S.M. 2.3 13.1 10.4 Nota: Incluye solo los que mencionaron el ingreso por trabajo. Localidad urbana es la que tiene una población mayor o igual a 15,000 personas y localidad rural menor a 15,000 personas. Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

99

Salud

Usuarios de servicios de salud

Cuadro A18. Nuevo León. PAM por grupos quinquenales de edad, según si son usuarios de los servicios de salud, 2010

Grupo de población Si No NE Total Si No NE T

Total 183,281 3,930 1,248 188,459 100 100 100 100

De 70-74 años 74,654 1,055 751 76,460 40.7 26.8 60.2 40.6

De 75-79 años 51,170 1,970 305 53,445 27.9 50.1 24.4 28.4

De 80-84 años 31,976 437 65 32,478 17.5 11.1 5.2 17.2

De 85-89 años 17,845 296 63 18,204 9.7 7.5 5.1 9.7

De 90-94 años 5,097 101 5 5,203 2.8 2.6 0.4 2.8

95 años y más 2,539 71 59 2,669 1.4 1.8 4.7 1.4 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Discapacidad

Cuadro A19. Nuevo León. PAM ocupadas por posición en el trabajo, según condición de discapacidad, 2010

Concepto Con discapacidad

Sin discapacidad

Total

Total 100 100 100

Empleada(o) u obrera(o) 12.2 29.5 26.0

Jornalera(o) o peón 3.6 3.1 3.2

Ayudante 2.3 3.2 3.0

Patrón(a) o empleador(a) 5.3 5.1 5.1

Por cuenta propia 62.0 51.4 53.5

Trabajador(a) familiar sin pago 9.9 4.7 5.8

No especificado 4.7 3.1 3.4 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro A20. Nuevo León. Ingreso promedio de PAM ocupadas por posición en el trabajo, según condición de discapacidad, 2010

Concepto Con discapacidad

Sin discapacidad

Total

Total 3,020 6,338 5,676

Empleada(o) u obrera(o) 4,208 5,731 5,571

Jornalera(o) o peón 2,128 2,946 2,783

Ayudante 2,492 3,003 2,940

Patrón(a) o empleador(a) 5,550 16,414 14,014

Por cuenta propia 2,271 6,225 5,231

Trabajador(a) familiar sin pago ND ND ND

No especificado 10,893 4,092 6,537 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro A21. Nuevo León. Horas promedio trabajadas de PAM ocupadas por posición en el trabajo, según condición de discapacidad, 2010

Concepto Con discapacidad

Sin discapacidad

Total

Total 34.9 42.2 40.8

Empleada(o) u obrera(o) 43.2 44.0 43.9

Jornalera(o) o peón 27.8 44.9 40.9

Ayudante 30.0 40.0 38.6

Patrón(a) o empleador(a) 28.7 45.1 41.8

Por cuenta propia 29.0 40.9 38.1

Trabajador(a) familiar sin pago 64.6 42.7 50.1

No especificado 60.9 42.6 47.4 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

100

Cuadro A22. Nuevo León. Distribución porcentual de PAM por ocupación principal en el trabajo, según condición de discapacidad, 2010

Concepto Con discapacidad

Sin discapacidad

Total

Total 100 100 100

Profesionistas 1.5 3.9 3.4

Técnicos 2.8 4.2 3.9

Trabajadores en la educación 0.3 1.0 0.9

Trabajadores del arte, espectáculos y

deportes 0.0 1.1 0.9

Funcionarios y directivos 0.9 2.6 2.2

Trabajadores en actividades agrícolas 19.9 15.7 16.6

Jefes en fabricación artesanal 0.0 0.2 0.1

Artesanos, trabajador fabril 12.6 10.4 10.8

Operadores de maquinaria industrial 0.9 0.6 0.7

Peones en proceso artesanal e industrial 0.2 0.6 0.5

Conductores maquinaria móvil 11.7 1.4 3.5

Jefes en actividades administrativas 1.2 2.7 2.4

Apoyo en actividades administrativas 0.4 2.4 2.0

Comerciantes y agentes de ventas 23.3 24.7 24.4

Vendedores y trabajadores ambulantes 5.4 5.5 5.5

Trabajadores en servicios personales 5.9 5.1 5.3

Trabajadores en servicio doméstico 7.7 6.0 6.4

Servicio de vigilancia y fuerzas armadas 2.1 2.7 2.6

Otros trabajadores 3.3 9.2 8.0 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro A23. Nuevo León. Viviendas con presencia de PAM por clase, según condición de discapacidad, 2010

Concepto Sin discapaci

dad

Con discapaci

dad

Total Sin discapaci

dad

Con discapaci

dad

Total

Total 90,105 62,658 152,763 100 100 100

Casa independiente 88,173 61,509 149,682 97.9 98.2 98.0

Departamento en edificio 812 501 1,313 0.9 0.8 0.9

Vivienda en vecindad 93 187 280 0.1 0.3 0.2

Vivienda en cuarto de azotea 0 26 26 0.0 0.0 0.0

Vivienda móvil 17 4 21 0.0 0.0 0.0

Local no construido para habitación 35 0 35 0.0 0.0 0.0

No especificado 975 431 1,406 1.1 0.7 0.9 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Cuadro A24. Nuevo León. Viviendas con presencia de PAM por tipo combustible que usan para cocinar, según condición de discapacidad, 2010

Concepto Sin discapaci

dad

Con discapaci

dad

Total Sin discapaci

dad

Con discapaci

dad

Total

Total 90,053 62,654 152,707 100 100 100

Gas de cilindro o tanque 31,003 23,124 54,127 34.4 36.9 35.5

Gas natural o de tubería 54,302 34,645 88,947 60.3 55.3 58.3

Leña 3,005 2,817 5,822 3.3 4.5 3.8

Carbón 4 40 44 0.0 0.1 0.0

Electricidad 391 782 1,173 0.4 1.3 0.8

Otro combustible 130 72 202 0.1 0.1 0.1

No especificado 1,218 1,174 2,392 1.4 1.9 1.6 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

101

Hablantes de lengua indígena

Cuadro A25. Nuevo León. PAM según si entiende alguna lengua indígena, por género, 2010

Concepto Hombre Mujer Total H M T

Total 86,338 101,681 188,019 100 100 100

Sí 83 63 146 0.1 0.1 0.1

No 84,899 99,875 184,774 98.3 98.2 98.3

No especificado 1,356 1,743 3,099 1.6 1.7 1.7 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

Vivienda

Infraestructura social básica en las viviendas

Cuadro A26. Nuevo León. Viviendas por disponibilidad de cuarto para cocinar, según presencia de AM, 2010

Concepto Sin AM Con AM Total Sin AM Con AM T

Total 1,063,132 152,707 1,215,839 100 100 100

Sí 985,885 144,911 1,130,796 92.7 94.9 93.0

No 53,613 4,821 58,434 5.0 3.2 4.8

No especificado 23,634 2,975 26,609 2.2 2.0 2.2 Fuente: Elaborado con datos de la muestra censal del Censo de Población y Vivienda, 2010. INEGI.

102

Anexo II. Sintaxis para modelo de pobreza de AM en Nuevo León.

*Modelo logit en base personas*

*Generando las variables para el modelo en la base de personas*

use "C:\$$\Bases\personas_19_2.dta", clear

destring estcon sersalud ayuprogob ayujubpen ayupeop ayupedp ayuotrfte dhsersal1, replace

destring parent, generate (parent2)

*Variable edad*

gen edad_=edad if edad!=999

*variable sexo*

gen sexo_recod=1 if sexo==3

replace sexo_recod=0 if sexo==1

*Variable estado conyugal recodificado*

gen casado=0 if estcon!=9&estcon!=.

replace casado=1 if estcon==1

replace casado=1 if estcon==5

replace casado=1 if estcon==6

replace casado=1 if estcon==7

*Variable de trabajo*

gen trabaja=0 if conact_recod!=99&conact_recod!=.

replace trabaja=1 if conact_recod==1

replace trabaja=1 if conact_recod==20

*Género del jefe de familia*

gen sexojefe=sexo_recod if parent2==1

*Escolaridad del jefe de familia*

gen aescjefe=escoacum_recod if parent2==1

*Número de personas que trabajan en el hogar*

gen numtrab_hog=1 if conact_recod==1

replace numtrab_hog=1 if conact_recod==20

*Variable de salud*

gen sersalud_=1 if sersalud!=.&sersalud!=99

replace sersalud_=0 if sersalud==1

replace sersalud_=0 if sersalud==2

replace sersalud_=0 if sersalud==3

replace sersalud_=0 if sersalud==4

replace sersalud_=0 if sersalud==5

replace sersalud_=0 if sersalud==6

replace sersalud_=0 if sersalud==7

replace sersalud_=0 if sersalud==8

* Escolaridad más alta en el hogar*

gen escmaxhog= escoacum_recod

*Variable Otros ingresos: programas de gobierno*

gen ayuprogob_=0 if ayuprogob!=9&ayuprogob!=.

replace ayuprogob_=1 if ayuprogob==1

*Variable Otros ingresos: jubilación o pensión*

gen ayujubpen_=0 if ayujubpen!=9&ayujubpen!=.

replace ayujubpen_=1 if ayujubpen==3

*Variable Otros ingresos: Ayuda de personas que viven en otro país*

gen ayupeop_=0 if ayupeop!=9&ayupeop!=.

replace ayupeop_=1 if ayupeop==1

*Variable Otros ingresos: Ayuda de personas que viven dentro del país*

gen ayupedp_=0 if ayupedp!=9&ayupedp!=.

replace ayupedp_=1 if ayupedp==3

*Variable Otros ingresos: Recibe dinero de otras fuentes*

gen ayuotrfte_=0 if ayuotrfte!=9&ayuotrfte!=.

replace ayuotrfte_=1 if ayuotrfte==1

103

*Variable derechohabiencia seguridad social*

gen dhss=0 if dhsersal1!=9&dhsersal1!=.

replace dhss=1 if dhsersal1==1

replace dhss=1 if dhsersal1==2

replace dhss=1 if dhsersal1==3

replace dhss=1 if dhsersal1==4

*Variable derechohabiencia de seguro popular o nueva generación*

gen dhsp=0 if dhsersal1!=9&dhsersal1!=.

replace dhsp=1 if dhsersal1==5

*Ordenando la base para pegar*

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", replace

*Base alternativa de viviendas con las características que deseamos*

use "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", clear

*Generando la base alternativa para pegar a la base de viviendas*

collapse (sum) sexojefe aescjefe numtrab_hog (max) escmaxhog, by (id_viv)

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\alternativa_pers", replace

*Corte 3*

use "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", clear

collapse (sum) sersalud_, by (id_viv) cw

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\bases individuales\sersalud.dta", replace

use "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", clear

collapse (sum) ayuprogob_, by (id_viv) cw

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\bases individuales\ayuprogob.dta", replace

use "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", clear

collapse (sum) ayujubpen_, by (id_viv) cw

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\bases individuales\ayujubpen.dta", replace

use "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", clear

collapse (sum) ayupeop_, by (id_viv) cw

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\bases individuales\ayupeop.dta", replace

use "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", clear

collapse (sum) ayupedp_, by (id_viv) cw

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\bases individuales\ayupedp.dta", replace

use "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", clear

collapse (sum) ayuotrfte_, by (id_viv) cw

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\bases individuales\ayuotrfte.dta", replace

use "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", clear

collapse (sum) dhss, by (id_viv) cw

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\bases individuales\dhss.dta", replace

use "C:\ $$\Bases\personas_19_3.dta", clear

collapse (sum) dhsp, by (id_viv) cw

sort id_viv

save "C:\Documents $$\Bases\bases individuales\dhsp.dta", replace

merge id_viv using "C:\$$\Bases\alternativa_pers" "C:\$$\Bases\bases

individuales\sersalud.dta" "C:\$$\Bases\bases individuales\ayuprogob.dta" "C:\$$\Bases\bases

individuales\ayujubpen.dta" "C:\$$\Bases\bases individuales\ayupeop.dta" "C:\$$\Bases\bases

104

individuales\ayupedp.dta" "C:\$$\Bases\bases individuales\ayuotrfte.dta" "C:\$$\Bases\bases

individuales\dhss.dta" "C:\$$\Bases\bases individuales\dhsp.dta", unique

drop _merge1 _merge2 _merge3 _merge4 _merge5 _merge6 _merge7 _merge8 _merge9 _merge

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\alternativa_pers", replace

*Pegando base alternativa con base de vivienda*

use "C:\$$\Bases\viviendas_19.dta"

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\viviendas_19_2.dta", replace

merge id_viv using "C:\$$\Bases\viviendas_19_2.dta" "C:\$$\Bases\alternativa_pers", unique

save "C:\$$\Bases\viviendas_19_2.dta", replace

*Preparando base viviendas para para pegar las variables que faltan en la base personas*

use "C:\$$\Bases\viviendas_19_2.dta", clear

destring paredes techos pisos cocina cuadorm totcuart electri disagu dotaguad sersan usoexc

conagu drenaje combust elibas tenviv fadqui estufag estufal tinaco boiler cisterna regadera

medluz radio televi refrig lavadora autoprop compu telefono celular internet numpers tipohog

comio1vez nocomi1d sincomer ingtrhog, replace

*Material de la pared: Resistente y no resistente o en otra situación*

gen pared=1 if paredes!=9&paredes!=.

replace pared=0 if paredes==8

*Material de los techos*

gen techo=1 if techos!=99&techos!=.

replace techo=0 if techos==7

replace techo=0 if techos==9

*Material del piso*

gen piso=1 if pisos!=9&pisos!=.

replace piso=0 if pisos==2

replace piso=0 if pisos==3

*Cuarto para cocina*

gen cocina_=1 if cocina!=9&cocina!=.

replace cocina_=0 if cocina==1

*Cuartos dormitorio*

gen cuadorm_= cuadorm if cuadorm!=99&cuadorm!=.

*Total de cuartos*

gen totcuart_=totcuart if totcuart!=99&totcuart!=.

*Hacinamiento: Personas en la vivienda/ Número de cuartos. Si dicha razón es mayor a 2.5,

hay hacinamiento (CONEVAL)*

gen razon_haci= numpers/totcuart_ if totcuart!=99&totcuart!=.

gen hacinamiento=0 if razon_haci!=.

replace hacinamiento=1 if razon_haci!=.&razon_haci>2.5

*Electricidad*

gen electricidad=1 if electri!=9&electri!=.

replace electricidad=0 if electri==1

*Agua entubada dentro del terreno*

gen aguaentu=1 if disagu!=9&disagu!=.

replace aguaentu=0 if disagu==1

replace aguaentu=0 if disagu==2

*Dotación de agua suficiente a la semana*

gen dotaguad_=1 if dotaguad!=9&dotaguad!=.

replace dotaguad_=0 if dotaguad==1

replace dotaguad_=0 if dotaguad==2

*Servicio sanitario*

gen servsani=1 if sersan!=9&sersan!=.

replace servsani=0 if sersan==1

105

*Uso exclusivo de sanitario*

gen usoexc_=1 if usoexc!=9&usoexc!=.

replace usoexc_=0 if usoexc==3

gen conagu_=1 if conagu!=9&conagu!=.

replace conagu_=0 if conagu==5

*Drenaje*

gen drenaje2=1 if drenaje!=9&drenaje!=.

replace drenaje2=0 if drenaje==1

replace drenaje2=0 if drenaje==2

*Combustible para cocinar: Gas natural o de tanque*

gen combust_=1 if combust!=9&combust!=.&combust!=6

replace combust_=0 if combust==1

replace combust_=0 if combust==2

*Tenencia de la vivienda*

gen tenvivp=1 if tenviv!=9&tenviv!=.

replace tenvivp=0 if tenviv==1

*Adquisición de la vivienda: La compró hecha*

gen fadqui_=1 if fadqui!=9&fadqui!=.

replace fadqui_=0 if fadqui==1

**Estufa*

gen estufag_=1 if estufag!=9&estufag!=.

replace estufag_=0 if estufag==1

*Estufa de leña o carbón*

gen estufal_=0 if estufal!=9&estufal!=.

replace estufal_=1 if estufal==3

*Tinaco*

gen tinaco_=1 if tinaco!=9&tinaco!=.

replace tinaco_=0 if tinaco==1

*Boiler*

gen boiler_=1 if boiler!=9&boiler!=.

replace boiler_=0 if boiler==3

*Cisterna*

gen cisterna_=1 if cisterna!=9&cisterna!=.

replace cisterna_=0 if cisterna==1

*Regadera*

gen regadera_=1 if regadera!=9&regadera!=.

replace regadera_=0 if regadera==3

*Medidor de luz*

gen medluz_=1 if medluz!=9&medluz!=.

replace medluz_=0 if medluz==1

*Radio*

gen radio_=1 if radio!=9&radio!=.

replace radio_=0 if radio==1

*Televisión*

gen televi_=1 if televi!=9&televi!=.

replace televi_=0 if televi==3

*Refrigerador*

gen refrig_=1 if refrig!=9&refrig!=.

replace refrig_=0 if refrig==1

*Lavadora*

gen lavadora_=1 if lavadora!=9&lavadora!=.

replace lavadora_=0 if lavadora==3

*Auto propio*

106

gen autoprop_=1 if autoprop!=9&autoprop!=.

replace autoprop_=0 if autoprop==1

*Computadora*

gen compu_=1 if compu!=9&compu!=.

replace compu_=0 if compu==3

*Teléfono fijo*

gen telefono_=1 if telefono!=9&telefono!=.

replace telefono_=0 if telefono==1

*Celular*

gen celular_=1 if celular!=9&celular!=.

replace celular_=0 if celular==3

*Internet*

gen internet_=1 if internet!=9&internet!=.

replace internet_=0 if internet==1

*Condiciones de alimentación en la vivienda*

gen comio1vez_=0 if comio1vez!=9

replace comio1vez_=1 if comio1vez==1

gen nocomi1d_=0 if nocomi1d!=9

replace nocomi1d_=1 if nocomi1d==3

gen sincomer_=0 if sincomer!=9

replace sincomer_=1 if sincomer==1

*Ingresos totales en la vivienda*

gen ingtrhog_=ingrtrhog_recod

*Ingresos percápita en la vivienda*

gen ingperhog_=ing_perc

*Servicio de salud en vivienda*

gen sersalud_viv=0 if sersalud_==0

replace sersalud_viv=1 if sersalud_>=1&sersalud_!=.

*Apoyo de programa de gobierno en vivienda*

gen ayuprogob_viv=0 if ayuprogob_==0

replace ayuprogob_viv=1 if ayuprogob_>=1&ayuprogob_!=.

*Apoyo por jubilación o pensión en la vivienda*

gen ayujubpen_viv=0 if ayujubpen_==0

replace ayujubpen_viv=1 if ayujubpen_>=1&ayujubpen_!=.

*Apoyo por personas que viven en otro país a la vivienda*

gen ayupeop_viv=0 if ayupeop_==0

replace ayupeop_viv=1 if ayupeop_>=1&ayupeop_!=.

*Apoyo por personas que viven dentro del país a la vivienda*

gen ayupedp_viv=0 if ayupedp_==0

replace ayupedp_viv=1 if ayupedp_>=1&ayupedp_!=.

*Apoyo por otras fuentes a la vivienda*

gen ayuotrfte_viv=0 if ayuotrfte_==0

replace ayuotrfte_viv=1 if ayuotrfte_>=1&ayuotrfte_!=.

*Derechohabiencia de seguro social en vivienda*

gen dhss_viv=0 if dhss==0

replace dhss_viv=1 if dhss>=1&dhss!=.

*Derechohabiencia de seguro popular en vivienda*

gen dhsp_viv=0 if dhsp==0

replace dhsp_viv=1 if dhsp>=1&dhsp!=.

*Base viviendas 3*

keep id_viv numpers sexojefe aescjefe ingperhog_ ingtrhog_ numtrab_hog pared techo piso

cocina_ cuadorm_ totcuart_ electricidad aguaentu dotaguad_ servsani usoexc_ conagu_ drenaje2

combust_ tenvivp fadqui_ estufag_ estufal_ tinaco_ boiler_ cisterna_ regadera_ medluz_

107

radio_ televi_ refrig_ lavadora_ autoprop_ compu_ telefono_ celular_ internet_ comio1vez_

nocomi1d_ sincomer_ viv_condpob_recod escmaxhog sersalud_viv ayuprogob_viv ayujubpen_viv

ayupeop_viv ayupedp_viv ayuotrfte_viv razon_haci hacinamiento dhss_viv dhsp_viv

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\viviendas_19_3.dta", replace

*Pegando a la base de personas*

use "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", clear

drop sexojefe aescjefe numtrab_hog escmaxhog sersalud_ ayuprogob_ ayujubpen_ ayupeop_

ayupedp_ ayuotrfte_ dhss dhsp

sort id_viv

save "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", replace

merge id_viv using "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta" "C:\$$\Bases\viviendas_19_3.dta"

gen pobre=0 if viv_condpob_recod==2

replace pobre=1 if viv_condpob_recod==1

save "C:\$$\Bases\personas_19_3.dta", replace

*MODELO BASE DE POBREZA PARA PAM EN NUEVO LEÓN*

log using "C:\$$\archivos log\logit_finalAM.smcl"

*Eligiendo solo a PAM*

use "C:\$$\bases\personas_19_3.dta", clear

keep if pam==1

*Estadística descriptiva de las variables en la regresión*

summ escoacum_recod numpers aescjefe numtrab_hog escmaxhog razon_haci sexo_recod casado

pcd_recod1 sexojefe sersalud_viv dhsp_viv ayuprogob_viv comio1vez_ pared piso electricidad

tinaco_ boiler_ autoprop_ celular_ if

sexo_recod!=.&casado!=.&pcd_recod1!=.&numpers!=.&aescjefe!=.&sexojefe!=.&numtrab_hog!=.&escm

axhog!=.&razon_haci!=.&sersalud_viv!=.&dhsp_viv!=.&ayuprogob_viv!=.&comio1vez_!=.&pared!=.&p

iso!=.&electricidad!=.&tinaco_!=.&boiler_!=.&autoprop_!=.&celular_!=.&pobre!=.&escoacum_reco

d!=.

*Sólo pobres*

summ escoacum_recod numpers aescjefe numtrab_hog escmaxhog razon_haci sexo_recod casado

pcd_recod1 sexojefe sersalud_viv dhsp_viv ayuprogob_viv comio1vez_ pared piso electricidad

tinaco_ boiler_ autoprop_ celular_ if

sexo_recod!=.&casado!=.&pcd_recod1!=.&numpers!=.&aescjefe!=.&sexojefe!=.&numtrab_hog!=.&escm

axhog!=.&razon_haci!=.&sersalud_viv!=.&dhsp_viv!=.&ayuprogob_viv!=.&comio1vez_!=.&pared!=.&p

iso!=.&electricidad!=.&tinaco_!=.&boiler_!=.&autoprop_!=.&celular_!=.&pobre!=.&pobre==1&esco

acum_recod!=.

*Sólo no pobres*

summ escoacum_recod numpers aescjefe numtrab_hog escmaxhog razon_haci sexo_recod casado

pcd_recod1 sexojefe sersalud_viv dhsp_viv ayuprogob_viv comio1vez_ pared piso electricidad

tinaco_ boiler_ autoprop_ celular_ if

sexo_recod!=.&casado!=.&pcd_recod1!=.&numpers!=.&aescjefe!=.&sexojefe!=.&numtrab_hog!=.&escm

axhog!=.&razon_haci!=.&sersalud_viv!=.&dhsp_viv!=.&ayuprogob_viv!=.&comio1vez_!=.&pared!=.&p

iso!=.&electricidad!=.&tinaco_!=.&boiler_!=.&autoprop_!=.&celular_!=.&pobre!=.&pobre==0&esco

acum_recod!=.

*****************

*Regresión*

logit pobre sexo_recod escoacum_recod casado pcd_recod1 numpers aescjefe sexojefe

numtrab_hog escmaxhog razon_haci sersalud_viv dhsp_viv ayuprogob_viv comio1vez_ pared piso

electricidad tinaco_ boiler_ autoprop_ celular_, robust

*Efectos marginales*

mfx, predict(p)

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