Nueva Novela EL

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PRIMERA PARTE

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NUEVA NOVELA:" ÉL".CAPITULO 1: LINDA SOLEDAD.

"ÉL"

CAPITULO 1: LINDA SOLEDAD.

No esperaba ser nadie importante, ni tan siquiera estarenriquecido con bienes materiales de todas clases, meconformaba más bien con poco, o quizás en estos casos, conlo normal, que es tener salud, trabajo, y amor; la saludperfecta, el trabajo indefinido pues no me falta, pero elamor...., eso es otra historia.A mis treinta años, sigo estando soltero, sin tener laoportunidad de contar a mis amigos, como fue mi primeravez, como estuvo mi primera cita, o si me había ido devacaciones en crucero con él por las islas griegas; la cuestiónes, que siendo de profesión escritor, y a más, bohemio, nuncahe podido escribir ni una sola frase, acerca de algún romanceinesperado, o alguna historia que me haya pasado en laactualidad, y de esas historias, que suelen robarte comoladrón en la noche, tu alma por entero.Me acostumbré por así decirlo, a quedarme solo, a no esperar

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a que nadie me mandara un mensaje, por muy insignificanteque fuera, no conocía el hecho, de que alguien me llamara adeshoras, para decirme lo loco que estaba por mis huesos, yque contaba las horas para reunirse conmigo; nadie memandaba cartas, explicándome lo que ocurría en las calles,pues en ocasiones, podía volverme muy hogareño y no salirde casa, nada más que para comprar lo estrictamentenecesario. Desconocía lo que era un beso de verdad, ignoraba elsignificado de sentir, de volver a sonreir y ser feliz; mi vida secerraba en torno a mi profesión, mi visión en esos aspectos,era prácticamente limitada , me desvivía por escribirhistorias ficticias con finales felices, pero nunca acababan deser del todo creíbles, porque faltaba verdad en ellas; lo dabatodo en mi trabajo, hasta tal punto, que solía olvidarme de mipropia vida y existencia, de alguna manera, cuando lo hacia,me sentía realmente vivo.La soledad, hacía estragos en mi, desde que tenía uso derazón, posiblemente en mi época adolescente, cuandocomencé a adorar esos cuerpos viriles, con pectoralesdespampanantes, y piernas larguiruchas llenas de vellojuvenil; los admiraba en silencio, ni tan siquiera podía abrirla boca en alabanzas, porque ya era demasiado traumáticopara mi, sus miradas de desprecio hacia mi persona, susinsultos, sus malas formas e intenciones para hacerme daño,pero yo todo lo callaba, porque sin lugar a dudas, confiaba

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que algún día no muy lejano cambiarían de parecer, pero meequivocaba.Pasaba el tiempo tan deprisa, que perdía su misma noción,me daba vértigo ver como todo cambiaba, mientras que yoseguía igual, frío y helado como una estatua, bloqueado y sinpoder avanzar, las puertas del éxito se habían cerrado delantede mi, y el destino se reía de forma grotesca de misdesgracias; perdí toda esperanza y la poca fe que conservabadentro de mi ser, nadie era capaz de rescatarme, nadie medecía: ¡eh!, ¿te hecho una mano?, todo lo tuve que soportarsolo, vivir resignado ante una situación, que me habíanasignado porque si, y aún no entendía ni el por qué.Siempre me consideré fuerte, capaz de superar los obstáculosque me deparase la vida, incluso, superarme a mi mismo encuanto al trabajo, mis relaciones personales, entres otras dediferente índole; la muerte de mis padres, quizás, fue el revésmás fuerte que tuve, murieron cuando yo todavía erapequeño, en un accidente de tráfico, y es uno de esos casos,en los que prefieres no indagar por miedo al recuerdo.Mi tía Margaret, la hermana de mi madre, se hizo con mitutela, y a partir de ahí en adelante, la soledad, de una meravisita como simple expectante, se casó conmigo y se convirtióen mi esposa, acompañándome a todos los lugares habidos ypor haber, no dejándome solo ante el peligro de unainfidelidad constante, protegiéndome de los abusosimpertinentes, a los que a veces, sin llegar a desearlo o

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quererlo, era sometido a la fuerza; era mi escudo donde yome resguardaba, era mi fiel aliada, a quien yo contaba misproblemas y secretos, y sabía a ciencia cierta, que no abriríasu boca para gritarlo a los cuatro vientos, ante todo era miamiga.Si había de hacer un viaje largo, ella se preparaba su maletadispuesta hacerlo conmigo, si yo enfermaba gravemente, eraella quien iba a verme al hospital, si yo padecía o sufría pordesamor, o por cualquier otra cosa, ponía su delicado y finohombro, para que yo llorase en él, si yo reía extasiado, ellalloraba de felicidad, si yo lloraba de tristeza, ella se deprimía;eramos dos en uno, dos esencias mezcladas en un mismocuerpo, a penas se nos podía diferenciar, si se nos arrancabade cuajo el uno del otro, ella se llevaba una parte de mi pordelante, igual que yo de ella, estábamos en igualdad decondiciones.El mundo pasaba ante mis ojos, como una chispa devoradora,que me quemaba por dentro todas las entrañas, igual que lasluces de neón de una noria de feria, quedando difuminada ydistorsionada, como si al principio, su velocidad se retardase,pero luego acabara desapareciendo y llevándose todoconsigo; caminaba y deambulaba sin descanso, buscandoconsuelo y respuestas, por calles oscuras concurridas yestrechas, donde múltiples viajeros, transeúntes, y vecinos, semezclaban conmigo dándome sus buenas nuevas y susbienvenidas, todo era un bello y hermoso caos en mi mente,

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pensamientos y frases desordenadas, que no conseguíavislumbrar ni comprender, por más que le diera un pequeñoatisbo de coherencia, lógica, y entendimiento.Mi cuarto, era mi refugio particular, allí era donde soñabadespierto, escuchaba la mejor música de moda, y sobre todo,escribía, escribía y escribía, no hacía otra cosa; hubo unaépoca en la creí que me estaba volviéndome completamenteloco, era como si mi otro yo, saliese dentro de mi, y me dijesecon autoridad: "a ver, cuentame", y yo, tuviese la necesidadde abrirme como un libro abierto, y contarle todas misexperiencias, todas mis dudas, y mis inquietudes, las típicaspreguntas como: ¿quien soy?, ¿de donde provengo?, ¿por quéestoy aquí?...., en otras palabras, hablaba solo conmigomismo.Siempre me consideré como un ser especial e imprevisible,nunca sabían con anterioridad, como me iba a comportar, siconmigo predecería a la lluvia, a la tempestad, las nevadas, olas tres a la vez; podía pasar de un estado de total calma ytranquilidad, a un mar embravecido con sus aguas revueltas,pasaba de ser cálido a frío con un chasquido de dedos;transformé mi realidad en doble, convertí esa realidad enotra paralela, yo mismo construí un planeta distinto dentrode éste, donde me siento mejor conmigo mismo, y no tengoque dar ningún tipo de explicaciones ni justificarme.Unos dicen que soy un enigma, otros que un misterio, y otrosme dejan por imposible, pero yo continuo a pesar de todo,

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haciéndome un hueco en ésta sociedad intolerable ymachista, donde todo se magnifica permitiendo el descontroly la irresponsabilidad; tenía en el pasado muchosadmiradores, la mayoría de ellos, estaban desesperados y solome querían para sexo, pero yo con mi vil indiferencia les dabaautomáticamente de lado, y pasaba página.Cuando el aburrimiento se apoderaba de mi, y cogíapoderosamente las riendas del momento, como caballodesbocado, me sumergía en las tareas del hogar, de éstamanera aprendía a meditar sobre lo que hacía, y lo reflejabaen otros estados de consciencia, incluso, en otros trabajosque requerían de mi esfuerzo personal y exaustivo; enrelación a mi independencia, aún no era el tiempo exacto,para tomar decisiones, no quería meter la pata, con erroresde los cuales luego me pudiese arrepentir, no estaba tan malen casa de mi tía, se vivía bien y cómodamente, no me faltabade nada, excepto el amor.Aunque nunca pude imaginarme con tanta precisión, comome enamoré tiempo después, si se lo hubiese contado aalguien, fuese quien fuese, hubiesen llamado al manicomiopara encerrarme por toda la eternidad, era mi secreto, y debíadesvelarlo a toda costa, como si de un carrete de fotos ennegativo se tratase, pero solo para mi, era así de egoísta, soloera cuestión de tiempo.

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