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NOTAS EXEGÉTICAS:EVIDENCIA PARA EL MÁS ALLÁ A. 1 Corintios 15: 35-58

CONTEXTO

Estamos llegando justo al final del libro de 1 Corintios, por eso importante que establezcamos un contexto. En el libro, Pablo parece estar abordando muchas de las preocupaciones, preguntas y pecados de la iglesia en Corinto. Hay muchos lugares en todo el libro donde Pablo dice: "Ahora con respecto a ...", que indica que estaba abordando temas de la iglesia. Ya se ha dirigido a los prometidos, comida ofrecida a los ídolos, dones espirituales.

Al llegar al final de la carta, quiere refrescar sus recuerdos sobre lo que es el evangelio (15: 1), que “Cristo murió por nuestros pecados de acuerdo con las Escrituras, que fue enterrado, que fue resucitado en el tercer día de acuerdo con las Escrituras” (v. 3), y que les apareció a muchos (v. 5-8). Dicho esto, Pablo deja en claro que Jesús siendo resucitado es fundamental para el evangelio.

Eso, naturalmente, lo lleva a abordar otra preocupación de la iglesia. Parece que al menos algunos en la iglesia Corintio sostenían que no había resurrección de los muertos (v. 12). Pablo argumenta poderosamente que si no hay resurrección, entonces no hay salvación (v. 13-32). B. 1 Corintios 15: 35-41

UNA RESPUESTA A UNA OBJECIÓN

En nuestro pasaje, Pablo aborda ya sea una objeción hipotética o real. Esta objeción parece estar relacionada con la mecánica de la resurrección: ¿cómo se puede levantar un cuerpo que se está deteriorando? Para los judíos, cuerpos muertos no estaban limpios y solo podían hacer otras cosas impuras ya que la muerte vino como resultado del pecado (Génesis 2: 17; Núm. 5: 2). Para los griegos,

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el cuerpo era inferior e incluso malvado en comparación con el espíritu, entonces, ¿por qué Dios nos mantendría en un cuerpo? Entonces, para los lectores de Pablo habría una preocupación comprensible si Dios simplemente da vida a un cadáver. Nadie quiere a los muertos vivientes.

Pablo responde con dureza llamando al objetor un tonto. Una respuesta tan fuerte muestra cuán importante es la verdad, que tan serio era tal objeción ya que nació de la incredulidad en el poder y la promesa de Dios. UNA COMPARACIÓN

Luego responde haciendo una comparación con las plantas. Cuando siembras una semilla en el terreno, ¿qué pasa en la cosecha? ¿Se levanta la misma semilla? No, la semilla muere y se levanta una planta. El concepto de que una cosa se convierta en algo diferente y más glorioso no es ajeno a la creación de Dios.

Nuestra familiaridad con la naturaleza embota la maravilla de algo tan sorprendente. Vemos tanto que ya no vemos más. ¿Cómo algo tan majestuoso como un poderoso roble proviene de algo tan insignificante como una bellota? Una planta puede tener que ser enterrada y regada en buena tierra, pero solo Dios puede hacerla crecer el crecimiento. La ciencia moderna podría explicar la mecánica de cómo sucede, pero realmente no puede responder por qué sucede. UNA DIFERENCIA

Después de señalar una similitud, Pablo señala diferencias. Señala más cosas en la creación: personas, animales terrestres, pájaros, peces, el sol, la luna y las estrellas. Cada uno de estos tiene un esplendor o sustancia diferente. Cada uno tiene un maquillaje diferente. El concepto de diferentes maquillajes tampoco es ajeno a la creación de Dios.

C. 1 Corintios 15: 42-53

CUERPOS DIFERENTES Y MEJORES

Pablo ahora pasa a su enseñanza. Como hay diferentes esplendores en la creación ahora, habrá un esplendor diferente en la resurrección de los muertos. Pablo contrasta el cuerpo como es ahora con lo que será. En este momento, el cuerpo es corruptible (no solo físicamente sino también moralmente), deshonroso, débil y natural. Pero después de ser sembrado en la muerte, será resucitado incorruptible, honorable, poderoso y espiritual.

Por espiritual, Pablo no quiere decir que no tendremos cuerpos. Pablo insiste en una resurrección corporal: no hay una existencia espiritual especie sombrosa. La resurrección será corporal. Leon Morris comenta: "La insistencia de Pablo en el cuerpo no debe pasarse por alto ... Es fundamental para el pensamiento de Pablo que el más allá será infinitamente más gloriosa que esta". 1 Pablo podría estar de

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acuerdo con el pensamiento griego de que el más allá sería incorruptible, pero difería en que sería corporal.

Pero el punto de Pablo es que el cuerpo que tendremos será diferente, al igual que una semilla es diferente después de que ha brotado y al igual que hay diferentes tipos de carne en la creación. Cuando estas resucitado, no solo serás levantado en el mismo cuerpo en el que estás ahora con los mismos problemas, serás levantado a uno infinitamente más glorioso. Dios no simplemente revierte cualquier descomposición del cuerpo: lo glorifica y será diferente a nuestros cuerpos actuales y mucho mejor de lo que podemos imaginar.

Incluso ahora nuestros cuerpos son asombrosos, pero todavía son frágiles. Puede hacer ejercicio y comer bien, tonificarse y se hacerse extremadamente musculoso, pero pase lo que pase, su cuerpo es una vasija débil. Solo piense en ello en comparación con la mente humana. Mucho después de que su cuerpo comienza a descomponerse y deteriorarse, su mente puede ser tan listo como nunca. Pero tan débil como este cuerpo nuestro es, será mucho más poderoso en la resurrección.

EJEMPLO DEL PRIMER Y ÚLTIMO ADÁN

Pablo ahora se refiere a las Escrituras para respaldar su punto de que habrá una diferencia en nuestro cuerpo posterior a la resurrección. Alude a Génesis 2: 7, cuando el Señor le da forma al hombre del polvo de la tierra, y luego respira por su nariz el aliento de vida. Fue con ese aliento que el hombre se convirtió en un ser vivo. El mismo aliento de vida se transmitió a cada uno de los descendientes de Adán para que lo que es cierto de Adán sea cierto de nosotros: nos transmitió su naturaleza.

Pero Pablo contrasta al primer Adán con el último, que se convirtió en un "espíritu vivificante". Lo que parece querer decir es que de la misma manera que Adán se convirtió en la primera de todas las criaturas naturales, Jesús se convirtió en el primero de todas las criaturas sobrenaturales. Y Jesús no es el "segundo" Adán, sino el "último" Adán: hay una finalidad con él que no se encuentra en el primero, y un primero necesita un último.

Jesús es "celestial" no solo en origen, sino en calidad. Del mismo modo, somos terrenales en origen y calidad. Pero al conectarnos con Cristo por la fe, hasta cierto punto nos volvemos celestiales, aunque lo que seremos aún no se ha revelado. Nuestros cuerpos y naturalezas serán diferentes. Llevamos la imagen de Adán ahora al compartir su naturaleza, pero algún día llevaremos la imagen de Jesús. Podemos ser espirituales hasta cierto punto ahora, pero no hay lugar para haber "llegado" en esta vida. 2

Luego Pablo habla enfáticamente, declarándoles que la carne y la sangre no pueden heredar el reino. Este es un problema importante para nosotros si queremos el Cielo: no lo podemos heredar en nuestra propia carne. Pero él continúa con ese tono enfático y les revela un misterio: seremos cambiados cuando Cristo regrese. Y no será un asunto largo como creciendo una planta de una semilla, sino que será instantánea. ____________________________________________________________________________________ 1. Leon Morris, 1 Corintios, Tyndale Comentarios del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1988), 218. 2. Craig L. Blomberg, 1 Corintios, El comentario de la Aplicación NIV (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1994), 319.

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D. 1 Corintios 15: 54-58

RÍENDOSE DE LA MUERTE

La resurrección ha estado en proceso durante mucho tiempo, y desde el principio el plan de Dios ha sido de aplastar la cabeza de la serpiente y deshacer los efectos de la Caída. Como la mortalidad debe ser tragado por la inmortalidad, entonces Isa. 25: 8 sucederá, y podremos burlarnos de la muerte en nuestra victoria.

Cuando Cristo regrese, la Muerte ya no tendrá un aguijón para los creyentes. No es tanto que la muerte sea el problema: el pecado es porque "la paga del pecado es muerte" (Rom. 6:23). El pecado hace que la muerte sea una seria amenaza para nosotros, ya que si morimos en pecado estaremos separados para siempre de Dios. Pero alabado sea Dios, Cristo guardó la ley en nuestro nombre y murió en nuestro lugar, así que aunque podamos morir, la muerte no tiene poder sobre nosotros para evitar que seamos resucitados. La muerte es inofensiva ahora para aquellos que están en Cristo.

CONCLUSIÓN

Por lo tanto, Pablo exhorta a la iglesia a mantenerse firme, a no dejar que nada los mueva y a continuar en la obra del Señor. No hay razón para temer a la muerte, ya que es simplemente un paso necesario para traer la vida eterna. También podemos tener una garantía sólida de que lo que hacemos ahora no se perderá cuando fallezcamos, ya que tendrán un significado eterno para todos los que somos resucitados.

Los cristianos deben ser capaces de mantenerse firmes ante cualquier juicio o amenaza que pueda terminar en muerte. El resto del mundo puede temer, pero no somos como aquellos que no tienen esperanza. Hemos puesto toda nuestra fe en Aquel que fue victorioso sobre la muerte y la tumba, y podemos tener la firme seguridad de que nos levantará en el último día en cuerpos mucho más gloriosos de lo que podamos imaginar.