TALLER DE REFUERZO Y REPASO DE LENGUA CASTELLANA

NOTA:

FECHA : ÁREA: HUMANIDADES GRADO: CUARTO____ LC-___- PE: 01

ESTUDIANTE: DOCENTE:

REPASO Y REFUERZO DE TEMATICAS VISTAS EN EL PRIMER PERIODO

Las palabras que nos sirven para nombrar lo que hay a nuestro alrededor son los

nombres o sustantivos, que pueden ser simples o compuestos. Los compuestos son

palabras formadas por otras dos palabras, que al unirse tienen un nuevo significado. Por

ejemplo: • Sustantivos simples: juguete, parque, bus, carroza. • Sustantivos

compuestos: portalápices, abrelatas, supermercado.

Las palabras que expresan características o cualidades de personas, animales,

objetos, lugares, cosas o situaciones se llaman adjetivos calificativos. Con los

adjetivos calificativos describimos formas, colores, sabores, texturas, materiales,

sentimientos, etc. Por ejemplo: • Mi maleta es rectangular. • Nuestro colegio tiene paredes

de color verde.

ACTIVIDAD 01

ACTIVIDAD 02

ACTIVIDAD 03

COMPRENSIÓN LECTORA

Textos narrativos

La creación del mundo ( Mito maya)

En el principio había solo dos seres sobre la Tierra: Tepeu y Gucumatz. Se sentaban a pensar sobre

las cosas y luego, estas existían. Se imaginaban montañas, la tierra, los océanos, el cielo y los

animales y una vez que los imaginaban, estos se hacían realidad. Luego, usaron barro para crear a

los humanos, pero estos se deshacían cuando se mojaban, así que los hicieron de madera. Los

humanos de madera causaron muchos problemas, por lo que los dioses provocaron una inundación

y destruyeron todo. Después de un tiempo, en un tercer intento exitoso, crearon a los hombres a

partir del maíz. Así es como la Tierra llegó a ser como es hoy.

Anónimo.

El mito de Faetón (Mito griego)

Helio, el dios del Sol, recorría el cielo todos los días desde oriente a occidente. Montado en un carro

tirado por cuatro veloces corceles, el dios recorría siempre el mismo camino, hasta que, al

anochecer, llegaba al océano. Allí descansaban sus fatigados caballos, mientras él se retiraba a su

palacio bajo las aguas. Y entonces Selene, la diosa de la Luna, salía a presidir el firmamento.

Después, cada madrugada, el dios partía hacia el oriente para dar comienzo a una nueva jornada

sobre la Tierra. Una de esas madrugadas, se presentó ante él su hijo Faetón, que vivía junto con su

madre en el mundo de los mortales.

—Padre —dijo el joven—, la gente no cree que yo sea tu hijo. — ¡Cómo! —Exclamó el dios—. Dime

qué puedo hacer para demostrarlo. —Lo único que hará creer a las personas es conducir tu carro.

Eso bastará para demostrar que eres mi padre. —Hijo, no puedo concederte ese deseo: mis caballos

son muy impetuosos y solo me obedecen a mí. —Eres un dios y nunca te he pedido nada. Por favor,

padre, concédeme lo que te pido —dijo Faetón llorando. Helio, conmovido, se acercó al muchacho,

le puso una mano en el hombro y, mirándolo fijamente, le dijo: —Hijo, me gustaría complacerte,

pero eso que me pides es muy peligroso. Pero Faetón insistió y siguió llorando hasta que Helio cedió

a sus deseos, no sin antes hacerle numerosas recomendaciones. Satisfecho, Faetón tomó las riendas

y emprendió su marcha por el cielo; pero los caballos se desbocaron pronto y el joven perdió el

control. El carro se salió de su ruta: unas veces pasaba muy cerca de la Tierra y otras se alejaba

demasiado de ella. Según cuentan, así surgieron los desiertos y los polos, como consecuencia de los

incendios y de la congelación que el incierto rumbo del carro provocó. Finalmente, cuando nadie

sabía cómo detener el carro, Zeus, el rey de los dioses, intervino y logró detenerlo. Lastimosamente,

Faetón cayó al mar.

Anónimo.

1. Responde. ¿Quiénes crearon el mundo según el mito maya?

2. Une con una línea la pregunta con la respuesta correcta.

3. Colorea el cuadro que contenga a los personajes que intervienen en la historia de

El mito de Faetón.

4. Colorea con rojo las acciones que pertenecen a La creación del mundo y con azul, las que

pertenecen a El mito de Faetón

5.

6. La razón por la cual Helio accedió a prestarle sus caballos a su hijo Faetón fue:

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7. Une con una línea los hechos A y B con las explicaciones correspondientes. Luego, justifica

tu respuesta.

8. Completa la siguiente tabla

9. ❱❱ Ahora, explica qué tienen en común La creación del mundo y El mito de Faetón

10.

Hace muchos años vivía una princesa a quien le encantaban los objetos de oro. Su juguete

preferido era una bolita de oro. En los días calurosos, le gustaba sentarse junto a un viejo pozo

para jugar con ella. Cierto día, la bolita se le cayó en el pozo profundo. Ella se lamentó y comenzó

a llorar. De repente, escuchó una voz que le preguntaba qué le pasaba, por qué lloraba. La

princesa miró por todas partes, pero no vio a nadie. —Aquí abajo —dijo la voz—. La princesa

miró y vio una rana que salía del agua. —Ah, ranita —dijo la princesa—. Estoy triste porque mi

bolita de oro cayó en el pozo. —Yo podría sacarla —dijo la rana—. Pero tendrías que darme algo

a cambio. La princesa le ofreció perlas o joyas y hasta su corona de oro. La rana le dijo que le

ayudaría si le prometía ser su mejor amiga. Aunque la princesa pensaba que aquello eran

tonterías accedió. Enseguida, la rana se metió en el pozo y al poco tiempo salió con la bolita de

oro en la boca, la dejó a los pies de la princesa. Ella la recogió rápidamente y, sin siquiera darle

las gracias, se fue corriendo al castillo. La rana le gritó que la esperara, pero la princesa no le

prestó atención. Al día siguiente, cuando estaba cenando con la familia real, escuchó una voz

que decía: —Princesa, abre la puerta. Llena de curiosidad, la princesa se levantó a abrir. Sin

embargo, al ver a la rana toda mojada, le cerró la puerta en las narices. El rey comprendió que

algo extraño estaba ocurriendo y le preguntó, ella le dijo que solo era una rana. Mientras la

princesa le explicaba todo a su padre, la rana seguía golpeando la puerta pidiendo que la dejara

entrar y que no olvidara lo que le había prometido en el pozo. Entonces le dijo el rey: —Hija, si

hiciste una promesa, debes cumplirla. Déjala entrar—. A regañadientes, la princesa abrió la

puerta. La rana la siguió hasta la mesa y pidió que le diera de comer de su plato. Una vez que la

rana se sintió satisfecha le dijo que la llevara a dormir a su habitación. Esto le resultaba tan

desagradable a la princesa que se echó a llorar. Entonces, el rey le dijo que no estaba bien darle

la espalda a alguien que le prestó su ayuda. Sin otra alternativa, la princesa recogió a la rana, la

llevó a su habitación y la puso en un rincón. Al poco tiempo, la rana saltó hasta el lado de la cama

y le dijo que ella también estaba cansada que la subiera a la cama o se lo diría a su padre. La

princesa no tuvo más remedio que subirla y acomodarla en las mullidas almohadas. Cuando la

princesa se metió en la cama, comprobó sorprendida que la rana lloraba en silencio. — ¿Qué te

pasa ahora? —preguntó. —Yo simplemente deseaba que fueras mi amiga —contestó la rana—.

Pero es obvio que tú nada quieres saber de mí. Creo que lo mejor será que regrese al pozo. Estas

palabras ablandaron el corazón de la princesa. Le dijo a la rana en un tono dulce: —No llores.

Seré tu amiga. Para demostrarle que era sincera, le dio un beso de buenas noches. De inmediato,

la rana se convirtió en un apuesto príncipe. La princesa y el príncipe iniciaron una hermosa

amistad. Al cabo de algunos años, se casaron y fueron muy felices. Tomado de Érase una vez…

Una colección de los mejores cuentos de hadas (Adaptación) Tormont Publications.

1. Subraya las oraciones que expresan actitudes positivas hacia los demás.

a. La princesa le dio un beso de buenas noches.

b. Sin siquiera darle las gracias, se fue corriendo al castillo.

c. Yo simplemente deseaba que fuera mi amiga.

d. Aquella rana le resultaba muy desagradable a la princesa.

e. No está bien darle la espalda a alguien que te prestó su ayuda en un momento de necesidad.

2. Escribe una palabra que podría reemplazar a cada palabra resaltada en el texto.

3. Recuerdas que en el cuento anterior, la princesa luego de recibir la bolita de oro que le

rescató la ranita, se fue dejándola sola. Escribe un diálogo que creas que debieron tener la rana

y la princesa cuando esta recibió la bolita de oro y que muestre la manera correcta de

comportarse.

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4. Crea una narración a partir de la imagen

5. Las siguientes imágenes corresponden al cuento El gigante egoísta. Obsérvalas, imagina y

escribe de qué se trata.

6.