NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO · 2019-05-14 · naciones que existían en el país....

9
Salud Públ. Méx. Epoca V. Volumen I. Núm. 2. Octubre-Diciembre, México, D. F. NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO Seguramente que en el México precorte- siano, el bocio endémico era frecuente y esta- ba ampliamente difundido entre las diversas naciones que existían en el país. Prueba de Jo anterior son las voces quechpezahauliztli, toz- capuzaualizli, júchacua, yizgweh yen bzdo, pjñdyízí y huehuecho empleados respectiva- mente por aztecas, tarascos, zapotecos de Vi~ lla Alta, mazahuas y mayas por designar este mal. La glándula tiroidea era conocida por los aztecas que la denominaban tecopuztecan o co- coxixipuxtli. No es de suponerse que el bocio endémico haya hecho su aparición en la época colonial. ya que es un padecimiento estrechamente líqa- do al ambiente, y los conquistadores no con- taban con los medios para haber modificado radicalmente la alimentación y la proceden- cia de los alimentos, entre las comunidades in- dígenas bocíosas, que pudíeran haber deter- minado cambios radicales en el aporte de yo- do, o en la presencia de agentes bociógenos en la alimentación. Llama por esto la atención, la falta de re- ferencia de los cronistas españoles, al bocio entre las enfermedades observadas por ellos en Nueva España. Dada la premura con la que se preparó el presente trabajo, nos fue imposible hacer una investigación más comple- ta de la literatura, en que pudíera tratarse el tema del bocio endémico en el México precolom- bíano y de la colonia. En el capítulo relativo a enfermedades y remedios de los indígenas de Nueva España, Fray Bernardino de Sahagún, no cita al bo- 'cio, en su "Historia General de Cosas de (*) Jefe de la Campaña Nacional contra el Bocio. Herbett ST ACPOOLE. * Nueva España". Tampoco aparece menciona- do este padecimiento, en la "Historia de la Medicina en México" del Dr. Fernando Oca- ranza, ni en el libro del Dr. Carlos Martínez Durán intitulado "Las Ciencias Médicas en Guatemala, Origen y Evolución". Tampoco existen datos acerca del bocio, en los nume- rosos escritos de Nicolás León. Flores en su Historia de la Medicina de México, se limita a decir que "entre las afee- cíones de los anexos de la laringe que cono- cieron los aztecas, figuraba el bocio al que designaban quechposahualíztlí". Habiendo consultado el asunto con el Dr. Francisco Fernández del Castillo, en comuni- cación personal nos informó que entre la n- teratura conocida por él. no recordaba haber encontrado referencia alguna que llamara la atención acerca del bocio, como enfermedad notable en la época precortesíana o de la co- lonia. A propósito del bocio endémico, en la Amé- rica del Sur del tiempo de la colonia, tenernos la referencia que los primeros exploradores de la Nueva Granada, se sorprendieron al ver en las márgenes del Río Magdalena, a indígenas con grandes bocios, gordos y apáticos de mo- .vimíentos lentos que pasaban el día durmíen- do. Por 10 que hace al altiplano peruano, los indígenas bociosos se encontraban tan deqe- nerados, imbéciles, cretinos y sordomudos, que fue necesaria la intervención de Fray Barto- lomé de las Casas ante el Papa Pablo III. para que los misioneros los consideraran hom- bres y consintíeran en evangelizarlos (Saint Lager) . Un argumento que apoya nuestra suposí- ción de que el bocio era frecuente en el Mé- 93

Transcript of NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO · 2019-05-14 · naciones que existían en el país....

Page 1: NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO · 2019-05-14 · naciones que existían en el país. Prueba de Jo anterior son las voces quechpezahauliztli, toz-capuzaualizli, júchacua,

Salud Públ. Méx.Epoca V. Volumen I. Núm. 2.Octubre-Diciembre, México, D. F .

NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO

Seguramente que en el México precorte-siano, el bocio endémico era frecuente y esta-ba ampliamente difundido entre las diversasnaciones que existían en el país. Prueba de Joanterior son las voces quechpezahauliztli, toz-capuzaualizli, júchacua, yizgweh yen bzdo,pjñdyízí y huehuecho empleados respectiva-mente por aztecas, tarascos, zapotecos de Vi~lla Alta, mazahuas y mayas por designar estemal. La glándula tiroidea era conocida por losaztecas que la denominaban tecopuztecan o co-coxixipuxtli.

No es de suponerse que el bocio endémicohaya hecho su aparición en la época colonial.ya que es un padecimiento estrechamente líqa-do al ambiente, y los conquistadores no con-taban con los medios para haber modificadoradicalmente la alimentación y la proceden-cia de los alimentos, entre las comunidades in-dígenas bocíosas, que pudíeran haber deter-minado cambios radicales en el aporte de yo-do, o en la presencia de agentes bociógenos enla alimentación.

Llama por esto la atención, la falta de re-ferencia de los cronistas españoles, al bocioentre las enfermedades observadas por ellosen Nueva España. Dada la premura con laque se preparó el presente trabajo, nos fueimposible hacer una investigación más comple-ta de la literatura, en que pudíera tratarse eltema del bocio endémico en el México precolom-bíano y de la colonia.

En el capítulo relativo a enfermedades yremedios de los indígenas de Nueva España,Fray Bernardino de Sahagún, no cita al bo-'cio, en su "Historia General de Cosas de

(*) Jefe de la Campaña Nacional contra el Bocio.

Herbett ST ACPOOLE. *

Nueva España". Tampoco aparece menciona-do este padecimiento, en la "Historia de laMedicina en México" del Dr. Fernando Oca-ranza, ni en el libro del Dr. Carlos MartínezDurán intitulado "Las Ciencias Médicas enGuatemala, Origen y Evolución". Tampocoexisten datos acerca del bocio, en los nume-rosos escritos de Nicolás León.

Flores en su Historia de la Medicina deMéxico, se limita a decir que "entre las afee-cíones de los anexos de la laringe que cono-cieron los aztecas, figuraba el bocio al quedesignaban quechposahualíztlí".

Habiendo consultado el asunto con el Dr.Francisco Fernández del Castillo, en comuni-cación personal nos informó que entre la n-teratura conocida por él. no recordaba haberencontrado referencia alguna que llamara laatención acerca del bocio, como enfermedadnotable en la época precortesíana o de la co-lonia.

A propósito del bocio endémico, en la Amé-rica del Sur del tiempo de la colonia, tenernosla referencia que los primeros exploradores dela Nueva Granada, se sorprendieron al ver enlas márgenes del Río Magdalena, a indígenascon grandes bocios, gordos y apáticos de mo-.vimíentos lentos que pasaban el día durmíen-do. Por 10 que hace al altiplano peruano, losindígenas bociosos se encontraban tan deqe-nerados, imbéciles, cretinos y sordomudos, quefue necesaria la intervención de Fray Barto-lomé de las Casas ante el Papa Pablo III.para que los misioneros los consideraran hom-bres y consintíeran en evangelizarlos (SaintLager) .

Un argumento que apoya nuestra suposí-ción de que el bocio era frecuente en el Mé-

93

Page 2: NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO · 2019-05-14 · naciones que existían en el país. Prueba de Jo anterior son las voces quechpezahauliztli, toz-capuzaualizli, júchacua,

·r o)Q)Q)-

94

o~.SeoQ

.

ó tt>'-§-o o ~I'

" ~ .¡;.S! ...

~d) ~" e

o... '" co ",- o

o'".i'!" ..

<>.0 q¡ .. '"..

'1::l~..

o" ~ o","

o'" "-~ ... ~~

I

.... "o.,. .... "... .., .--0 e-

f.

"'''' o"¡;"

o <b~~...o ~

,~i "'-¡;

,.

<b .3- "l;! ~ •"'"

::l.~o ...

.,.

.. '" .,." -<O'" .."", " o" ~

,~.g cil; ,,~

f.

(b:'::: -",.... .~

5-'~ (:) ~~ g..~ Q.~

I

11)'- '- <,'" '" '" e"o" " 00 00

"o.. _ :::J o ~~ :!:::o

"co

I

:.sEQ]o

...- :llq;.~ <b- .~ c:: -"

t

o'" ...~ <b

o" 0<>' ¡!}~

I...

" '1 .*":i~I .l_,,1 ,lo·.

~;~

Page 3: NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO · 2019-05-14 · naciones que existían en el país. Prueba de Jo anterior son las voces quechpezahauliztli, toz-capuzaualizli, júchacua,

xico indígena, es que actualmente los focosendémicos más importantes del país, tanto porsu elevada incidencia, como por las Irecuen-tes secuelas degenerativas que presentan. ocu-rren precisamente en núcleos indígenas. que sehan mantenido aislados. por falta de comuni-caciones con el resto del país: región norestedel Estado de Hidalgo. sierra tarasca en Mí-choacán, Distrito de Jamiltepec en Oaxaca.porción norte del Estado de Puebla. etc. Talparece que los focos intensos de bocio endé-mico indígena. han ido desapareciendo gra~dualmente, conforme al progreso de las comu-nicaciones y comercio con otras partes delpaís. como ocurrió en Apatzingán. que en1789 se encontraba muy afectado según ínfor-me del Visitador quien habla de mujeres con"buches" enormes y de la coexistencia de másde 31 mudos de nacimiento. En la actualidadla incidencia del bocio en esa población, ape-nas afecta en forma ligera al 11% de sus ha-bitantes. En la región de Tierra Caliente delEstado de Guerrero. era notoria a mediados delsiglo pasado. por el gran número de "bucho-nes" cretinos y sordomudos que la poblaban,particularmente en las rancherías del munici-pio de Coyuca de Catalán. San Juan Chama-cuo, Las Anonas y Tarétaro. Hoy el bocio ysus secuelas se han abatido considerablementeen la región.

Los primeros conocimientos que se tienenrespecto a la distribución geográfica del bocioendémico que comprenden a todo el país y conindicaciones acerca de la importancia de la en-demia en los diversos distritos afectados. da-tan de 1889.

La información relativa al bocio endémicoa sordomudos e idiotas, forma parte de lameritoria obra iniciada en 1884 por disposí-ción del Gral. Carlos Pacheco, Ministro deFomento denominada posteriormente por el Dr.Domingo Orvañanos "Ensayo de GeografíaMédica y Climatología en la República Mexí-cana". Los Doctores Gustavo Ruiz Sand-waly Ramón Rodríguez Rivera. fueron comisiona-dos por la Secretaría de Fomento. para reca-bar datos relativos a morbilidad y mortalidadde diversos padecimientos endemias y epide-mias, agua potable. alimentos. condiciones clí-máticas y configuración del suelo de la Re-pública. Los autores procedieron a hacer cues-tionarios para diversos padecimientos y losmandaron a los 2863 municipios existentes enaquella época; el relativo al bocio formaba par-te del siguiente:

Cuestionario Núm. 2 que dirigió la Secre-taría de Fomento a los ayuntamientos y médí-cos, para la formación de la Geografía Médí-ca de la República Mexicana.

Estado deCantón. Distrito o PartidoMunicipalidad de

1O~-¿Existen en esa población o en la lo-calidad la enfermedad conocida con el nom-bre de "buche". papera o bocio?

11~-Si existe. ¿Es común observar allí mis-mo. tartamudos. sordomudos o idiotas?

12~- ¿A qué causa se atribuye la enferme-dad?

13~-¿Oué clase de agua consumen los ha-bitantes? ¿Es agua de río. de manantial. de po-zo o de presa?

14~- ¿Está situado ese pueblo en llanura.valle o montaña?

En 1886. comisionó el Ministro de Fomen-to a los Ores. Rodríguez Rivera y José Ramí~rez. para que publicarán una síntesis de losdatos recabados. lo cual hicieron con las res-puestas incompletas dadas a las circulares enun volumen titulado "Noticias climatológicasrecopiladas por la Secretaría de Fomento parala formación de la Geografía Médica Mexíca-na". trabajo que desechó la propia Secretaríapor considerarlo incompleto.

Ante el fracaso de los Ores. Rodríguez Rí-vera y Ramírez. la Secretaría de Fomento co-misionó al Dr. Domingo Orvañanos para dartérmino a esta labor. Este autor. envía nuevascirculares y excitativas a médicos. jefes po-líticos y aún a gobernadores. para 'que cum-plan los morosos. en medio año logra aumentarlas 1625 respuestas obtenidas durante dosaños. a casi el total de los municipios.

Para facilitar el estudio de los datos obte-nidos. presenta los resultados concentrados enun Atlas. con cartogramas y tablas anexas enun volumen (Ver figuras una y dos) y enotro tomo. hace un análisis. observaciones ycomentarios a propósito de cada padecimien-too

Señala que no existe bocio en los Estadosde Aguascalientes. Guanajuato, Tlaxcala, Coa-huila. Tamaulipas. Campeche. Baja Caliíor-nia y Tepic.

Indica como focos más importantes los dis-tritos de: San Ignacio. Sin. [alpan, Oro. Hue-jutla, Hgo. Huetamo, Mích. Mina. la Unión,Gro. y Tuxtla. Ver. Agrega que tienen estosfocos bociosos por núcleo los principales ríosde la región y sus afluentes.

Señala que obligadamente en donde haycretinismo hay bocio.

Seguramente que el mayor error de estetrabajo. está en el bajísimo número de enfer-mos. que estima existen en el país y que hacellegar apenas "a pocos centenares" para usarlas palabras de Orvañanos.

95

Page 4: NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO · 2019-05-14 · naciones que existían en el país. Prueba de Jo anterior son las voces quechpezahauliztli, toz-capuzaualizli, júchacua,

96

~ 4r~~f$

Page 5: NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO · 2019-05-14 · naciones que existían en el país. Prueba de Jo anterior son las voces quechpezahauliztli, toz-capuzaualizli, júchacua,

Agrega, que los médicos informadores. confrecuencia, señalan que la endemia va en re-troceso, debido a la higiene y mayor bienestar.

Por lo que toca a la etiología, se acoge alo que piensa A. Fauville de que las principa-les causas del bocio son: I Q Ausencia o in-suficiencia de yodo en el agua, aire y suelo.2Q A un miasma específico emanado del sue-lo. 3Q Malas condiciones higiénicas, falta desol. humedad, alimentación defectuosa, etc.4Q Acción sobre el organismo, de ciertos ele-mentas químicos del suelo llevados por lasaguas potables. Considera de poca importan-cia. las tres primeras hipótesis y acepta comomás válida. la teoría hídríca por creerlo asílos habitantes de la mayor parte de los lu-gares afectados, citando en apoyo de la mis-ma la disminución o desaparición de la en-demia en Autlán. Ja1.. Comitán, Chis .. y Ahua-lulco. [al. y Alamos, Son .• después de cambiosen la provisión del agua potable. Señala quees el calcio, el elemento que probablemente ha-ce bocigenas a las aguas.

Para la profilaxis recomienda cambiar lasfuentes de agua de los lugares bociosos ycuando esto no sea posible, recurrir a la sedí-mentación, la filtración y a la conducción deagua en tubos herméticos. Para los enfermos,recomienda el empleo del yodo "que los librade la enfermedad e impide que procríen unaraza idiota y desgraciada".

Con las reservas naturales que deben te-nerse para acoger informes suministrados engran parte por autoridades municipales y civi-les, puede decirse que el trabajo del Dr. Or-vañanos, es de gran interés, ya que es el prí-mero que da una idea de conjunto, por ciertobastante aproximada, respecto a las zonas bo-ciosas del país. Creemos que en justicia los"':"ritnc; de esta obra no son exclusivamente delDr. Orvañanos. sino que que debe compartir-los con el Ministro de Fomento Gral. CarlosPacheco promotor de la obra y los Dres. Gus-tavo Ruiz Sandoval y Ramón Rodríguez Rí-vera, por haber considerado al bocio endémí-co, un problema sanitario digno de Investiga-ción.

Desde la publicación del trabajo de Orva-ñanos, trascurrieron treinta años, antes de quese volviera a manifestar interés por el proble-ma del bocio endémico. El Dr. Francisco Cas-tillo Nájera, presentó al VI Congreso Médí-ca Nacional celebrado en Toluca en 1920. untrabajo titulado "Contribución al Estudio delBocio Endémico en la República Mexicana".

La intención del trabajo. era poner al díala geografía de la endemia. así como recomen-dar medidas contra el mal. Para el efecto,escribió a un centenar de médicos de díferen-tes partes del país, pidiéndoles informes acer-

ca de la existencia del bocio endémico dentrodel territorio de su ejercicio profesional, tam-bién fijó anuncios en los diarios pidiendo ín-formación sobre la enfermedad. El autor sequeja de la indiferencia y "desamor que losmédicos de mi país. sienten por la ciencia na~cional", pues la mayoría dejaron de proporcío-nar los informes pedidos. En realidad los da-tos que consigna, no agregan mayor informa-ción a la aportada por Orvañanos. fuera deque Castillo Nájera, se refíere en su trabajoa poblados o municipios bociosos y no a dís-tritos.

Al comentar el trabajo de Orvañanos afír-ma que no existe ni ha existido bocio endémí-co en Ariszpe y Ures. Son. ni en Tlalpan,D. F., afirmación inexacta. pues en los distrí-tos de Arizpe y Ures cuando menos habíabocio endémico en Ures. Batuc, Arizpe y Ba-mori. A propósito de Tlalpan. D. F., pode-mas decir con absoluta certeza que el año de1937, la incidencia promedio de los nueve po-blados que forman la Delegación; era de 70%.Comete el error de estimar el número de bo-ciosos de muchas entidades y el porcentajede afectados de poblaciones, municipios o can-tones .a despecho de reconocer que cuenta conmuy pocos datos. Calcula que en el Estadode México, apenas habrá de 200 a 300 "bu-chones" repartidos en los pueblos de Tlatla-ya. Amatepec, Tejupilco y Temaxcaltepec. DelEstado de Hidalgo dice que los bocios os "ape-nas llegarán a dos millares" y del Estado dePuebla. que el total de enfermos "alcanzará dí-Fícílmente a un millar". Para que se apreciecuán distante de la realidad eran estas cifras.mencionaremos el número de bociosos que exís-tían en 1950 en estos Estados. según cálculosrealizados por la Campaña Nacional contra elBocio. con datos obtenidos por muestreo entodos los municipios de cada uno de esos Es-tados: México 425.886 afectados; Hidalgo:303.282 bocíosos, y Puebla: 406.066 enfermos.

A propósito de la prevención. dice que"hay que tomar radicales medidas para com-batir el bocio. que si no he logrado localizarde modo exacto sí afirmo que es frecuente ydomina en inmensas extenciones del territorionacional. que los bocíferos son un ejército quí-zá de 100,000, que sus descendientes sordo-mudos. dísmenorreícas, cretinos, idiotas y de-generados son amenaza para el porvenir dela Patria".

Acepta como causa del bocio. a un factorinfeccioso y como portador al agua. de ahíque recomiende hervir el agua de bebida. me-jorar las fuentes de agua potable. a la que re-comienda agregar dos gotas de tintura de yo-do por vaso. Recomienda también el métodode Kímball, no solo durante el período escolar.

9í'

Page 6: NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO · 2019-05-14 · naciones que existían en el país. Prueba de Jo anterior son las voces quechpezahauliztli, toz-capuzaualizli, júchacua,

sino por vida. especialmente para la mujer.Propone como tratamiento del bocio antísépti-cos intestinales timol. salol y yodo a dosis fuer-tes. inspirándose en los trabajos de Mac Ca-rrison.

Al discutirse este trabajo en el Congresoal que se presentó. el Dr. Salvador Uríbe yRivera. propone que en sesion general se vo-ten: 1Q......-Excítesea las autoridades respectí-vas para que. por todos los medios adecuados.procuren combatir el bocio. 2Q......-Recomiéndesea los médicos de las regiones infectadas el es-tudio completo y detenido de la enfermedad ..

El Dr, Darío Fernández Fíerro, hábil ciru-jano con gran experiencia en cirugía del tiroí-des. no limitó su interés al problema quirúrqi-co, sino que tuvo positivo empeño. porque seconociera la distribución geográfica del mal yque se "instituyera la campaña antí-bocío enMéxico". como lo expresa en la introducciónde su trabajo "El Bocio en México". publicadoen 1933. en ocasión del primer Centenario dela Escuela de Medicina.

Ya en 1930. había presentado un trabajoal VII Congreso Médico Latino Americano encolaboración con los doctores José García No-riega y Enrique Víllela, titulado. titulado:"Distribución del Bocio en la República Me-xicana".

Buena parte de los datos que aporta elautor en estos trabajos. respecto a la geogra~Iía del bocio. los obtuvo de informes que leproporcionaron médicos y alumnos de dííeren-tes partes de la República. en contestación acartas Circulares que les enviara. Mas su afánpor conocer el problema del bocio en la Repú-blica. no se limita a este tipo de encuesta. sino.que alienta a varios de sus alumnos para queescriban tesis sobre el tema del bocio y lo quees más importante. que salgan a explorar elpaís en busca de focos de endemia. Así Lu-ciano Huerta Sánchez. escribe en 1931 su tesisrecepcional "Bocio y su Distribución Geoqrá-fica en la República Mexicana". y se trasladajunto con García Noriega y Adolfo Guerero, ala zona de San Nicolás Zecalocoayan. Pue .. arealizar diversos estudios. Entre sus conclu-siones Huerta Sánchez no se atreve a estimarel número de bociosos que pueda haber en elpaís.

En 1932. Mateo Jiménez inspirado tambiénpor el Dr. Fernández. hace su tesis recepcío-nal estudiando la incidencia del bocio como encuarenta poblados de diez de los siguientes dís-tri tos del Estado de Oaxaca: Centro. Tlaco-lula. Zímatlán, Ocotlán. Ejutla, Cuícatlán, Ví-lla Alta. Yautepec, Juquila y Sola de Vega.

Señala la importancia de la incipiente redcarretera del Estado que le permitió hacer es-tos estudios y las oportunidades que le brin-

98

daron para un conocimiento mejor del proble-ma los "días de plaza" en que se congreganlos habitantes de las regiones más apartadase inaccesibles. Hace notar que la endemia esmás fuerte en la sierra y regiones montañosasy que se ha ido atenuando en los valles.

Fundándose en sus estudios. dice estar deacuerdo con Huerta Sánchez. en que Oaxacaes de los Estados de la República. que se dís-putan la primacía como bociosos. Atribuye elbocio a un factor infeccioso llevando por elagua potable. concordando estas hipótesis conlas ideas sustentadas por el Dr. Fernández ysu escuela.

A pesar del merecido prestigio que gozabael Or. Darío Fernández Fierro, sus esfuerzosasí como los de sus colaboradores. para quese emprendiera una lucha contra el bocio en-démico. no fueron atendidos por las autorída-des sanitarias de la época.

Impresionados por el elevado número deenfermos con bocios de gran tamaño. que en-contramos en un viaje por la sierra tarasca. yconociendo lo difícil y cruento de la cirugía ti-roidea. nos propusimos hacer algo por contri-buir al mejor conocimiento de la endemia y aimpulsar la profilaxis en el Estado de Míchoa-cán.

Con este fin. ofreCimos en 1931 nuestrosservicios en forma gratuita al extinto Depar-tamento de Salubridad. que nos contestó queno se podía aceptar nuestra propuesta. por ca-recer de presupuesto para pagarnos sueldos oemolumentos.

El Gobierno de Michoacán acogió favora-blemente la idea. dándonos apoyo moral paradicha investigación. Estudiamos 24 pobladosde diversas zonas del Estado. particularmentede aquellas que se sabia estaban afectadas. Elestudio. lo hicimos por muestreo entre escola-res y adultos como a estos últimos. los estu-diamos en sus casas o en lugares públicos. Losresultados de estos estudios y observaciones.los presentamos al X Congreso Médico Na-cional. reunido en Morelia en 1932. en un tra-bajo titulado "Distribución Geográfica del Bo-cio Endémico en el Estado de Michoacán ysu Profilaxis por Medio de Sal Yodada". Dedicho trabajo reproducirnos la gráfica núme-ro 3:

También consignamos que nos constabapor haberlo observado o por tener informes debuena fuente. que en las siguientes poblacío-nes la endemia bociosa era de regular o fuerteintensidad: Arteaga. Tumbíscatío, Aguililla.Coahuayana, Huizont1a. Chinícuíla, El Salitre.Las Animas. Jujutacato. [ícalan, Arato, Ahuí-rán, Pomacuarán, Aranza, Tanaco, Cheranás-tíco, La Cañada de los Once Pueblos. Arante-pacua, Sírosto, San Lorenzo. Capacuaro y Tt-

Page 7: NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO · 2019-05-14 · naciones que existían en el país. Prueba de Jo anterior son las voces quechpezahauliztli, toz-capuzaualizli, júchacua,

1;9·3INCIDENCIA BOCIOSA'EN DIFERENTES POBLADOS

DEL ESTADO DE MICHOACANOR. H.ERBERT STACPOOLE LASSO.

1952o 10 20 30 40 50 60 70 80 90

%Cuilzao 80Copacuaro 78Charón 75Sn. Padro Par eo 73Oeumieho 72Sn.Lucas 71Poroeho 68Sto.Ano Copitiro 66Parangaricutiro 62Charapan 57Coalo.man 56Apatzingon 53Corupo 51Nah ualzan 50Tepaleot. pee 46Chilehota 41Tecorio 40Huecorio 38Huetamo 35Paracuoro 27Uruapan 25Tecambaro 15Patzeuoro 11

Morelia 6

chiqueo, señalando como probablemente bocio-sas a La Huacana, [orullo, Churumuco, Cará-cuaro, Nocupetáro, Purepero y Los Reyes.

El promedio de incidencia encontrado pa~ra los escolares del conjunto de poblados estu-diados, fue de 28.5 % y para la población ge~neral de 39%. La relación de afectados porsexo entre los escolares, fue aproximadamentede dos mujeres por un hombre.

Entre las conclusiones a que llegamos enel mencionado trabajo, asentamos "Si bien denuestros estudios no se pueden sacar datosdefinitivos por lo que toca al número de bo-ciosos que existen en el Estado, si nos da ideaaproximada de la importancia que tíene la en-demia en los lugares estudiados. Creemos noexagerar en modo alguno, al afirmar que losbociosos se cuentan por decenas de millares enel Estado de Míchoacán". Estudios realizadosaños después por la Secretaría de Salubridady Asistencia, confirmaron plenamente estaafirmación.

Teniendo en cuenta estos datos la Leqsila-tura Local. confirió el año de 1932 por mediodel Decreto Núm. 112, poder a las autoridadessanitarias del Estado y Federales, para quereglamentaran el uso y venta de la sal yodaday no yodada .en los poblados en que más del

10% de la población estuviera afectada de bo-cio. Esto ocurría en las postrimerías del go~bierno del general Lázaro Cárdenas, en dichaEntidad, no habiendo ya prestado atención aeste problema sanitario, el gobierno que losucedió.

A .instancias nuestras y tomando en cuen-ta los numerosos focos de bocio reportadospor diversos investigadores en el país, el en-tonces Presidente de la República, Sr. Gene-ral Lázaro Cárdenas, se dirigió en marzo de1935, al Jefe del Departamento de Salubridad,encarecíéndole emprendiera una lucha contrael bocio endémico en la República.

En 1937, el Departamento de Salubridadcreo una unidad de lucha contra el bocio en-démico, la que comenzó a funcionar con ca-rácter de "Sección de Bocio" dentro de la Ofí-cina General de Higiene de la Alimentación.

En México, igual que en otros países, paratratar el bocio y en diversas épocas se han em-pleado magia, medicamentos y cirugía.

Beals citado por Aguirre Beltrán, dice quelos tarascos de Capacuaro, se anudan un cor-dón al cuello y se hacen pases con un cuchí-110 sobre la tumoración, simulando la acciónde amputar.

En Tabasco en la región de la Chontalpa,

93

Page 8: NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO · 2019-05-14 · naciones que existían en el país. Prueba de Jo anterior son las voces quechpezahauliztli, toz-capuzaualizli, júchacua,

para curarse el bocio, se atan al cuello colla-res de plomo y los lugareños afirman, que al~.gunos bocios desaparecen en esta forma. Este"tratamiento mágico" sí llega a dar resultadoen algunos casos disminuyendo el tamaño delbocio, pudiera deber su acción a elementos ra-dio-activos que con frecuencia se encuentranasociados al plomo.

Los aztecas recurrían a collares de xoco-xochitl (mirthus pimenta) para tratar Iluccío-nes del cuello, entre las que probablemente secontaba el bocio.

Si la mayoría de los medicamentos emplea-dos por los indígenas eran evidentemente íne-eficaces para curar el bocio, dentro de su empi-rismo, también llegaron a contar con remediosútiles tales como el palo de coto, alga marí-na empleada por los indígenas de Colombía,así como el caliche o salitre (nitrato de pota-sio y sodio de Chile) que tiene un alto conte-nido en yodo. Este remedio también se usóen México y quizá se siga usando: en Llrua-pan se conoce el nitrato de potasio por "salde buche" y era empleado por los indígenasde la sierra para curarse el bocio.

El yodo en forma de tintura o de solucío-nes yoduradas se ha empleado por los médicosmexicanos (Orvañanos, Ortiz) y aún por elvulgo desde las dos últimas décadas del si-glo pasado. Este conocimiento popular, sequ-ramente ha beneficiado a muchos pobladoresde regiones endémicas y ha contribuido a queel bocio en ciertas zonas se bata en retirada.

Por lo que hace a la cirugía, no tenernosnoticias que se haya empleado por los índíqe-nas ni en la época colonial. Las dificultadestécnicas propias de la cirugía tiroidea, así co-mo las frecuentes complicaciones trans y post-operatorias que deben haberse presentado, hi-cieron a los médicos del siglo pasado y comíen-zos del presente muy cautos a este respecto.

Solamente en condiciones de emergencia,

disnea causada por bocios muy grandes o encomplicaciones inflamatorias agudas [estrumí-tis supuradas) obligaban a los cirujanos a in-tervenir.

La referencia más antigua que hemos en-contrado, data de 1888. en que el Dr. Fenélonpresenta a la Academia de Medicina. un casode extirpación parcial de un quiste tiroideo gi-gante, que causaba gran incomodidad local a laenferma, la que murió a poco de haber salidodel hospital.

El Dr. Alfonso Ortiz, informa también ala Academia de Medicina sobre una tiroidecto-mía seguida de curación en un enfermo que se-gún su dignóstico, sufría un bocio quístico can-ceroso ulcerado. Leyendo la historia del pa-ciente y los hallazgos operatorios. es evíden-te que no se trataba de un carcinoma ulcerado,sino de una estrumitis supurada, ya que seevacuó una gran cantidad de pus y el enfer-mo curó definitivamente.

El Or. Godoy Alvarez en un trabajo titu-lado "Cirugía del Cuerpo Tiroides" del añode 1920, señala que hacia 1905 se advirtió graninterés por la cirugía tiroidea, entre los ciru-janos del recién fundado Hospital General deMéxico, contándose entre estos los Ores. Váz~quez Gómez y Velázquez Uriarte.

Sin embargo no parece que se haya pro-gresado mucho en este campo durante las dosprimeras décadas del siglo. pues Godoy Alva-rez presenta un número de casos operatoriosmuy reducido (6) y con resultados poco alen-tadores.

Se debe incuestionablemente al Dr. OaríoFernández Fíerro, la introducción a México deuna cirugía tiroidea eficaz y bien reglamenta-da en cuanto a preparación del enfermo, anes-tesia, técnica quirúrgica correcta y tratamientopostoperatorio adecuado. habiendo formadoescuela entre los cirujanos más capaces conque cuenta hoy México.

SUMARIO

Se consignan indicios, que se interpretancomo pruebas de la existencia de bocio endé-mico, en el México prehispánico.

Es notoria la falta de referencias al bocio,en los escritos de los cronistas.

Auspiciada por la Sría. de Fomento, se pu-blica en 1889 un trabajo de Orvañanos, quees el primer estudio geográfico acerca del bo-cio en México.

Se señalan las contribuciones hechas entre1920 y 1933, por diversos investigadores al co-nocimiento del bocio en la República.

En 1932, se da el primer paso oficial en lalucha contra bocio, al decretar el Gobierno delEstado de Míchoacán, el uso de la sal yodadaen las zonas afectadas.

En 1937, el Depto. de Salubridad inicia lalucha contra el bocio endémico en el país.

REFERENCIAS

SAGAHUN FRAY BERNARDINO, de. Historia e-neralrie Cosas de Nueva España.

100

FLORES FRANCISCO A. Historia de la Medicina enMéxico. 1886.

Page 9: NOTA HISTORICA SOBRE EL BOCIO EN MEXICO · 2019-05-14 · naciones que existían en el país. Prueba de Jo anterior son las voces quechpezahauliztli, toz-capuzaualizli, júchacua,

BERARD L. DUNET CH. Afféctions Chirurgicales duCorps Thyroíde Goítres. 1929.

AGUIRRE BELTRAN GONZALO. Problemas de laPoblación Indígena de la Cuenca de Tepalca-tepec. 1952.

OCARANZA FERNANDO. Historia de la Medicinaen México. 1934.

MARTINEZ DURAN CARLOS. Las Ciencias Médi-cas en Guatemala. Origen y Evolución.

STEINEFER JUAN. Florilegio de Todas las Enfer-medades. 1712.

ORVAÑANOS DOMINGO. Ensayo de GeografiaMédica y Clímrtoloqía en la República Mexica-na. Atlas y texto. 1889.

CASTILLO NAJERA FRANCISCO. Contribución alEstudio del Bocio Endémico en la República Me-xicana. VI Congo Méd. Nal. 1920.

DARlO FERNANDEZ F.. GARCIA N. JOSE. VI-LLELA ENRIQUE. Distribución del Bocio en

la Repúbl'ca Mexicana VII Cong. Méd, Lat.Amer. 1930.

FERNANDEZ DARlO. DEL RASO U. MARCELO.El Bocio en México. 1933.

HUERTA S. LUCIANO. Bocio y su Distribución Geo·gráfica en la República Mexicana. Tesis. 1931.

JIMENEZ MATEO. Contribución al estudio del Bo-cio en el Edo. de Oaxaca. 1932.

ST ACPOOLE H. H. Distribución Geográfica del Bo-cio Endémico en el Estado de Michoacán y suProfilaxis por medio de la Sal Yodada. X CongoMéd. Nal. Morelía. 1932.

FENELON J. F. Apuntes sobre un caso de ExtirpaciónParcial de un Ouíste Unilocular del Cuerpo Tí-roídes. Gaceta Méd. Mex. T. 23. 1888.

ORTIZ ALFONSO. Tiroidectomia Total en Dos Tiem'pos. Bocio Quístico Canceroso ulcerado. Cura'ción. Gaceta Méd. Mex. T. 29. 1893.

GODOY ALVAREZ M. Cirugía del Cuerpo Tiroides.VI Cong. Méd. Nal. 1920.

NOEHREN A. H. & NOEHREN W. A. The Historyof the Thyroid GIan. Tr.ans, Arner. Ass. Study ofGoiter. 1936.

101