No hay límites para mamá - (08-05-2016)
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8/17/2019 No hay límites para mamá - (08-05-2016)
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¤ Silviajuntoasufamilia(de izq.ader): Angie,sunietoImanol,suesposo Rolandoy Gressia,conÍa
HISTORIAS DE MADRES QUE SUPERARON LA DISCAPACIDAD
¤ JorgeMalpartidaTabuchi
jmalpartida@redaccionmultimedia
Cercado. La mañana en
la que su hijo Beto se le-
vantó por primera vez delsuelo, Cledy Cuentas lloró.
Las lágrimas corrían por su
rostro pero ella estaba feliz,aliviada. Luego de meses
de dolorosas terapias su
niño con parálisis cerebralestaba usando sus extremi-
dades para ponerse de pie
sin ayuda de nadie. Ese díaCledy vio cómo su pequeño
de seis años se apoyaba conesfuerzo en la pared y, porn, caminaba. “Fue nuestroprimer triunfo”, recuerdaahora Cledy.
Beto Cuentas fue un bebé
prematuro, nació a los seis
meses y diez días. Debido
a una negligencia médica
durante el parto, se as-xió dentro del útero de su
madre y sufrió una severa
lesión neuronal que le ge-neró una hemiplejia y limi-
taciones en la vista.
A Cledy los médicos enCusco le dijeron que debía
resignarse, que no había re-medio. Pero ella no los es-cuchó. Ya asentada en Are-
quipa lo comenzó a llevar a
terapias de rehabilitación enla Clínica San Juan de Dios.
Cada día su bebé de solo unaño gritaba mientras forza-ban sus tendones para que
no se atroaran.A n de que la recuperaciónde Beto fuera más efecva,
los ejercicios debían repli-
Mujeres que dan todo porel bienestar de sus hijos
F o t o s : R o n a l d M a m a n i
Cledy empezó a tomarnota de las técnicas demasajes en la clínica para
estimular el cuerpo adormecido de suhijo en las tardes".
La determinación de su madre no solo ha permitido a Andrea
destacar en el ámbito académico,también en el deportivo".
¤ SusanaCanoacompañaa suhijaAndreadurantesusclasesdeprimerañoenlacarreradeEducación.Ellaesla encargadadetraducirallenguajedeseñasloscontenidosdelas cátedras.
¤ CledyCuentas, aprendiótécnicas derehabilitaciónparaayudara suhijoBeto,quiensufrede hemiplejia.
2Arequipa
Domingo 8 demayo de2016 LA NOTA DESTACADA
Cledy Cuentas formaparte de la Asociación Sha-lom, que agrupa a jóvenescon parálisis cerebral. Ade-más, administra un local derehabilitación fsica "Ma-
nos divinas", ubicadoen Goyeneche 322.
Of. 4.
Dato
carse en casa. Por eso Cledyempezó a tomar nota de las
técnicas de masajes en la clí-
nica para esmular el cuerpoadormecido de su hijo en las
tardes.
Su empeño dio frutos. Betono solo comenzó a caminar
con un andador, sino que in-
gresó al colegio y aprendióa leer. Cledy le confeccionó
unas tarjetas de cartón paraque idencara cada una de
las letras del abecedario. Ya
en la secundaria le grababa
sus clases de Física y Químicapara que repasara en casa.
Beto ahora ene 28 años y es
un joven vivaz que sueña conser locutor de radio para ani-
mar a las personas con habili-
dades especiales a cumplir susmetas. No pudo estudiar pe-
riodismo, pero no deja de par-cipar en talleres de teatro ycanto para mejorar su desen-
volvimiento en público. Inclu-so todos los sábados monta a
caballo en el club Los Criollos
de Socabaya. “Todo lo que he
logrado es gracias a mi mamá,cada vez que necesito fuerzaspienso en ella”, dice Beto. En
especial, recuerda sus cálidosbrazos que siempre han esta-
do ahí para sostenerlo.
COMPAÑERA DE PUPITRE
Andrea Paredes ene comocompañera de carpeta a su
madre Susana Cano. Desde
que Andrea comenzó a estu-diar Educación en la Unsa su
mamá la acompaña a todas
sus clases para que puedacomunicarse con sus compa-
ñeras y docentes. Desde niña
Andrea ene hipoacusia bila-teral, un po de discapacidad
audiva que no le permite u-lizar el lenguaje oral. Por estarazón, Susana se encarga de
traducir al lenguaje de señas
lo que Andrea expone o sus
parcipaciones en los cursos.
“Su mamá es como la voz eno que necesitamos para co-
nocer las ideas y opiniones
de la alumna”, reconoce YuriToro, uno de sus profesores.
Al inicio, Andrea, como toda
adolescente de 17 años quequiere independizarse, tenía
reparos en que su mamá la
acompañara a la universidad.No sabía si sus compañeras
iban a senrse cómodas. Sin
embargo, al pasar las sema-nas, Susana se acopló a la
dinámica del salón y ahora
su hija estudia con conanza.“Quiero que Andrea se sien-
ta segura en clases para queno se rinda y abandone sus
estudios. Juntas hemos logra-
do muchas cosas y estoy dis-
puesta a sentarme a su lado
los cinco años de la carrera sies necesario”, cuenta Susana
antes de entrar al salón.La determinación de su ma-
dre no solo le ha permido a
Andrea destacar en el ámbi-to académico, también en el
deporvo. Desde los 13 añosforma parte del equipo deOlimpiadas Especiales en Are-quipa. Ha ganado medallas entorneos nacionales y ahora seprepara para parcipar en uncampeonato internacional en
Costa Rica.Con el apoyo de su mamá,
Andrea buscará especializar-
se en educación especial. Enel futuro le gustaría capacitar
a docentes en el lenguaje de
señas para que más jóvenescomo ella puedan seguir es-
tudiando.
EJEMPLO DE FAMILIA
A los 21 años Silvia Aguilar
recién comenzó a estudiar laprimaria. Cuando tenía nuevemeses sufrió poliomielis yse quedó encerrada en casa
por mucho empo, creyendo
que estaba desnada a per-
manecer como un mueble.
Sin embargo, ya en la juven-tud Silvia empezó a conocer aasociaciones de personas con
discapacidad que no se resig-naban a dejar de vivir. Ese fue
su primer impulso para entrara la escuela nocturna. En solo
un año acabó toda la prima-
ria. Cuando ya estaba siguien-
do los cursos de secundaria
salió embarazada. Muchospensaron que iba a dejar sus
estudios, pero para Silvia esa
primera hija sería un impulsopara cumplir sus metas antes
que un obstáculo.“Cuando tuve a mi hija Gres-
sia entre mis manos me sen
llena de energía. Nunca imagi-
né que iba a ser mluego de soport
supe que era cap
cuenta Silvia que
ocina de Conadipa.
Con su hija en b
terminó el colegiola universidad a l
Trabajo Social. Luesegunda hija, Angtrabajar a Conadi
cina comenzó a derechos de las p
discapacidad y a
de apoyo para estvulnerable.
Hoy que sus hija