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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00 L’O S S E RVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt Año XLIX, número 19 (2.515) Ciudad del Vaticano 12 de mayo de 2017 En el centenario de las apariciones de la Virgen el Pontífice visita el Santuario de Fátima Profeta y mensajero de paz «Como peregrino para confiar a la Vir- gen el destino temporal y eterno de la hu- manidad, y para suplicar las bendiciones del cielo». En su visita al santuario de Fá- tima de este viernes y sábado, el Papa Francisco se presentará así con una ora- ción especial para que se derriben los mu- ros y venzan las fronteras en el mundo. Su viaje, en el centenario de las apariciones, incluirá el sábado la canonización de los dos pastorcitos que fallecieron muy jóve- nes: Jacinta y Francisco. También rezará para que «la Iglesia sea imagen de la co- lumna luminosa que alumbra los caminos del mundo, mostrando que Dios existe». El Papa Francisco será así el cuarto Pontí- fice en visitar el santuario mariano. El pri- mero fue Pablo VI hace cincuenta años (en 1967). Después Juan Pablo II en tres oca- siones (en 1982, 1991 y 2000), el Pontífice que decidió revelar el tercer Secreto de Fá- tima y en 2010, Benedicto XVI. Llegará a la base aérea de Monte Real y allí man- tendrá un encuentro privado con el presi- dente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, donde se producirá el tradicional intercambio de regalos. Francisco estará pocas horas en el santuario de Fátima y no habrá visitas oficiales a Lisboa, ni dis- cursos a las autoridades. Habrá una ora- ción, dos saludos a los fieles y una homi- lía, y todos ellos serán leídos por el Papa en portugués. Su primera etapa será la ca- pilla, construida en el lugar donde los tres pastorcillos Jacinta, Francisco y Lucía ase- guraron que habían sido testigos de varias apariciones de la Virgen. Allí le esperan un millar de niños y será recibido por el rector del santuario Carlos Cabecinhas. Después en su interior tendrá un momento de recogimiento en privado y a continuación pronunciará una oración dedicada a la Virgen e impartirá la bendi- ción a los fieles. El Papa además hará re- ferencia «a los dolores de la familia huma- na que gime y llora en este valle de lágri- mas». También recordará «la sangre del Cordero derramado todavía en todas las guerras que destruyen el mundo en que vivimos». Mensaje a la Asamblea del CELAM Contra el cáncer de la corrupción PÁGINA 3 A la Guardia Suiza El mundo necesita cristianos PÁGINAS 8-9

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L’O S S E RVATOR E ROMANOEDICIÓN SEMANAL

Unicuique suum

EN LENGUA ESPAÑOLANon praevalebunt

Año XLIX, número 19 (2.515) Ciudad del Vaticano 12 de mayo de 2017

En el centenario de las apariciones de la Virgen el Pontífice visita el Santuario de Fátima

Profeta y mensajero de paz«Como peregrino para confiar a la Vir-

gen el destino temporal y eterno de la hu-manidad, y para suplicar las bendicionesdel cielo». En su visita al santuario de Fá-tima de este viernes y sábado, el PapaFrancisco se presentará así con una ora-ción especial para que se derriben los mu-ros y venzan las fronteras en el mundo. Suviaje, en el centenario de las apariciones,incluirá el sábado la canonización de losdos pastorcitos que fallecieron muy jóve-nes: Jacinta y Francisco. También rezarápara que «la Iglesia sea imagen de la co-lumna luminosa que alumbra los caminosdel mundo, mostrando que Dios existe».El Papa Francisco será así el cuarto Pontí-fice en visitar el santuario mariano. El pri-mero fue Pablo VI hace cincuenta años (en1967). Después Juan Pablo II en tres oca-siones (en 1982, 1991 y 2000), el Pontíficeque decidió revelar el tercer Secreto de Fá-tima y en 2010, Benedicto XVI. Llegará ala base aérea de Monte Real y allí man-tendrá un encuentro privado con el presi-dente de la República, Marcelo Rebelo deSousa, donde se producirá el tradicionalintercambio de regalos. Francisco estarápocas horas en el santuario de Fátima yno habrá visitas oficiales a Lisboa, ni dis-cursos a las autoridades. Habrá una ora-ción, dos saludos a los fieles y una homi-lía, y todos ellos serán leídos por el Papaen portugués. Su primera etapa será la ca-pilla, construida en el lugar donde los trespastorcillos Jacinta, Francisco y Lucía ase-guraron que habían sido testigos de variasapariciones de la Virgen.

Allí le esperan un millar de niños y serárecibido por el rector del santuario CarlosCabecinhas. Después en su interior tendráun momento de recogimiento en privadoy a continuación pronunciará una oracióndedicada a la Virgen e impartirá la bendi-ción a los fieles. El Papa además hará re-ferencia «a los dolores de la familia huma-na que gime y llora en este valle de lágri-mas». También recordará «la sangre delCordero derramado todavía en todas lasguerras que destruyen el mundo en quevivimos».

Mensaje a la Asamblea del CELAM

Contra el cáncerde la corrupción

PÁGINA 3

A la Guardia Suiza

El mundonecesita cristianos

PÁGINAS 8-9

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L’OSSERVATORE ROMANOEDICIÓN SEMANAL

Unicuique suum

EN LENGUA ESPAÑOLANon praevalebunt

Ciudad del Vaticanoe d . e s p a n o l a @ o s s ro m .v a

w w w. o s s e r v a t o re ro m a n o .v a

GI O VA N N I MARIA VIANd i re c t o r

Giuseppe Fiorentinosub director

Silvina Pérezjefe de la edición

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página 2 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 12 de mayo de 2017, número 19

Francisco invita a rezar a la Virgen en el mes de mayo

El rosario por la paz

En el Regina Coeli elPapa dirigió la oración

mariana acompañado delos recién ordenados

sacerdotes en la basílicavaticana

Al finalizar la oración, el Papa saludó a los presentes dirigiéndoles lainvitación a rezar el rosario por la paz durante el mes de mayo.

Queridos hermanos y hermanas:Ayer, en Gerona, España, fueron proclamados beatos Antonio

Arribas Hortigüela y seis compañeros, religiosos de la Congrega-ción de los Misioneros del Sagrado Corazón. Estos fieles heroicosdiscípulos de Jesús fueron asesinados por odio a la fe en un tiem-po de persecución religiosa. Su martirio, aceptado por amor aDios y por fidelidad a su vocación, suscite en la Iglesia el deseo detestimoniar con fortaleza el Evangelio de la caridad.

Mañana dirigiremos la Súplica a la Virgen del Rosario de Pom-peya; en este mes de mayo recemos el Rosario, en particular por lapaz. Por favor: recemos el Rosario por la paz, como pidió la Vir-gen en Fátima, donde iré en peregrinación dentro de pocos días,con ocasión del centenario de la primera aparición. A todos os de-seo un buen domingo. Y por favor no os olvidéis de rezar por mí.¡Buen almuerzo y hasta pronto!

La segunda imagen conla que Jesús se presenta esla de la «puerta de las ove-jas» (v. 7). De hecho dice:«Yo soy la puerta: si unoentra por mí, estará a salvo»(v. 9), es decir tendrá vida yla tendrá en abundancia (cf.v. 10).

Cristo, Buen Pastor, se haconvertido en la puerta dela salvación de la humani-dad, porque ha ofrecido lavida por sus ovejas. Jesús,pastor bueno y puerta delas ovejas, es un jefe cuyaautoridad se expresa en elservicio, un jefe que paramandar dona la vida y nopide a los otros que la sacri-fiquen.

De un jefe así podemosfiarnos, como las ovejas queescuchan la voz de su pas-tor porque saben que con él

A la figura de Jesús «pastor bueno y puertade las ovejas», el Pontífice dedicó el ReginaCoeli del domingo 7 de mayo, ante miles defieles, en la plaza de San Pedro al finalizarla misa.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenosdías!

En el Evangelio de este domingo, (cf.Juan 10, 1-10), llamado “el domingo delbuen pastor”, Jesús se presenta con dosimágenes que se complementan la una conla otra. La imagen del pastor y la imagende la puerta del redil.

Al rebaño se acercan distintas personas:está quien entra en el recinto pasando porla puerta y quien «sube por otro lado» (v.1).

El primero es el pastor, el segundo unextraño, que no ama a las ovejas, quiereentrar por otros intereses. Jesús se identifi-ca con el primero y manifiesta una rela-ción de familiaridad con las ovejas, expre-sada a través de la voz, con la que las lla-ma y que ellas reconocen y siguen (cf. v.3). Él las llama para conducirlas fuera, alos pastos verdes donde encuentran buenalimento.

Así es Cristo para nosotros. Hay unadimensión de la experiencia cristiana quequizá dejamos un poco en la sombra: ladimensión espiritual y afectiva.

El sentirnos unidos por un vínculo es-pecial al Señor como las ovejas a su pas-tor. A veces racionalizamos demasiado lafe y corremos el riesgo de perder la per-cepción del timbre de esa voz, de la vozde Jesús buen pastor, que estimula y fasci-na.

Como sucedió a los dos discípulos deEmaús, que ardía su corazón mientras elResucitado hablaba a lo largo del camino.Es la maravillosa experiencia de sentirseamados por Jesús. Haceos una pregunta:“¿Yo me siento amado por Jesús? ¿Yo mesiento amada por Jesús?”. Para Él no so-mos nunca extraños, sino amigos y herma-nos. Sin embargo, no es siempre fácil dis-tinguir la voz del pastor bueno. Estadatentos.

Está siempre el riesgo de estar distraí-dos por el estruendo de muchas otras vo-ces.

Hoy somos invitados a no dejarnos des-viar por las falsas sabidurías de este mun-do, sino a seguir a Jesús, el Resucitado,como única guía segura que da sentido anuestra vida.

En esta Jornada Mundial de oraciónpor las vocaciones —en particular por lasvocaciones sacerdotales, para que el Señornos mande buenos pastores— invocamos ala Virgen María: Ella acompañe a los dieznuevos sacerdotes que he ordenado hacep o co.

He pedido a cuatro de ellos de la dió-cesis de Roma que se asomen para dar labendición junto a mí.

La Virgen sostenga con su ayuda acuantos son llamados por Él, para que es-tén preparados y sean generosos en el se-guir su voz.

El rebaño, que somos todos nosotros,tiene como casa un redil que sirve comorefugio, donde las ovejas viven y descan-san después de las fatigas del camino. Yel redil tiene un recinto con una puerta,donde hay un guardián.

se va a pastos buenos y abundantes. Bastauna señal, un reclamo y ellas siguen, obe-decen, se ponen en camino guiadas por lavoz de aquel que escuchan como presen-cia amiga, fuerte y dulce a la vez, queguía, protege, consuela y sana.

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número 19, viernes 12 de mayo de 2017 L’OSSERVATORE ROMANO página 3

Mensaje a la Asamblea del CELAM

Contra el cáncerde la corrupción

«Aprender a escuchar al Pueblo de Dios significadescalzarnos de nuestros prejuicios». Lo recordó elPapa Francisco en la carta enviada a los obisposreunidos en la XXXVI Asamblea General del ConsejoEpiscopal Latinoamericano (CELAM), que se celebraen San Salvador del 9 al 12 de mayo sobre el tema:«Una Iglesia pobre para los pobres».

A mis hermanos Obisposreunidos en la Asamblea del CELAM

Queridos hermanos:Quiero acercarme a Ustedes en estos días de

Asamblea que tiene como música de fondo la ce-lebración de los 300 años de Nuestra Señora Apa-recida. Y, con Ustedes me gustaría poder “visitar”ese Santuario. Una visita de hijos y de discípulos,visita de hermanos que como Moisés quieren des-calzarse en esa tierra santa que sabe albergar elencuentro de Dios con Su pueblo. Así tambiénquisiera que fuese nuestra “visita” a los pies de laMadre, para que Ella nos engendre en la esperan-za y temple nuestros corazones de hijos. Sería co-mo “volver a casa” para mirar, contemplar peroespecialmente para dejarnos mirar y encontrar porAquel que nos amó primero. Hace 300 años ungrupo de pescadores salió como de costumbre atirar sus redes. Salieron a ganarse la vida y fueronsorprendidos por un hallazgo que les cambió lospasos: en sus rutinas son encontrados por una pe-queña imagen toda recubierta de fango. EraNuestra Señora de la Concepción, imagen quedurante 15 años permaneció en la casa de uno deellos, y allí los pescadores iban a rezar y Ella losayudaba a crecer en la fe. Aun hoy 300 años des-pués, Nuestra Señora Aparecida, nos hace crecer,nos sumerge en un camino discipular. Aparecidaes toda ella una escuela de discipulado. Y, al res-pecto, quisiera señalar tres aspectos.

El primero son los pescadores. No eran mu-chos, un grupito de hombres que cotidianamentesalían a encarar el día y a enfrentar la incertidum-bre que el río les deparaba. Hombres que vivíancon la inseguridad de nunca saber cuál sería la“ganancia” del día; incertidumbre nada fácil degestionar cuando se trata de llevar el alimento acasa y sobre todo cuando en esa casa hay niñosque alimentar. Los pescadores son esos hombresque conocen de primera mano la ambivalenciaque se da entre la generosidad del río y la agresi-vidad de sus desbordes. Hombres acostumbradosa enfrentar inclemencias con la reciedumbre ycierta santa “tozudez” de quienes día a día no de-jan —porque no pueden— de tirar las redes.

Esta imagen nos acerca al centro de la vida detantos hermanos nuestros. Veo rostros de personasque desde muy temprano y hasta bien entrada lanoche salen a ganarse la vida. Y lo hacen con lainseguridad de no saber cuál será el resultado. Ylo que más duele es ver que —casi de ordinario—salen a enfrentar la inclemencia generada por unode los pecados más graves que azota hoy a nues-tro Continente: la corrupción, esa corrupción quearrasa con vidas sumergiéndolas en la más extre-ma pobreza. Corrupción que destruye poblacio-nes enteras sometiéndolas a la precariedad. Co-rrupción que, como un cáncer, va carcomiendo lavida cotidiana de nuestro pueblo. Y ahí están tan-tos hermanos nuestros que, de manera admirable,salen a pelear y a enfrentar los “desb ordes” demuchos... de muchos que no necesitan salir.

El segundo aspecto es la Madre. María conocede primera mano la vida de sus hijos. En criollome atrevo a decir: es madraza. Una madre que es-tá atenta y acompaña la vida de los suyos. Va adonde no se la espera. En el relato de Aparecidala encontramos en medio del río rodeada de fan-go. Ahí espera a sus hijos, ahí está con sus hijos

en medio de sus luchas y búsquedas. No tienemiedo de sumergirse con ellos en los avatares dela historia y, si es necesario, ensuciarse para reno-var la esperanza. María aparece allí donde lospescadores tiran las redes, allí donde esos hom-bres intentan ganarse la vida. Ahí está ella.

Por último, el encuentro. Las redes no se llena-ron de peces sino de una presencia que les llenóla vida y les dio la certeza de que en sus intentos,en sus luchas, no estaban solos. Era el encuentrode esos hombres con María. Luego de limpiarla yrestaurarla la llevaron a una casa donde permane-ció un buen tiempo. Ese hogar, esa casa, fue ellugar donde los pescadores de la región iban alencuentro de la Aparecida. Y esa presencia se hi-zo comunidad, Iglesia. Las redes no se llenaronde peces, se transformaron en comunidad.

En Aparecida, encontramos la dinámica delPueblo creyente que se confiesa pecador y salva-do, un pueblo recio y tozudo, consciente de quesus redes, su vida, está llena de una presencia quelo alienta a no perder la esperanza; una presenciaque se esconde en lo cotidiano del hogar y de lasfamilias, en esos silenciosos espacios en los que elEspíritu Santo sigue apuntalando a nuestro Con-tinente. Todo esto nos presenta un hermoso íconoque a nosotros, pastores, se nos invita a contem-plar. Vinimos como hijos y como discípulos a es-cuchar y aprender qué es lo que hoy, 300 añosdespués, este acontecimiento nos sigue diciendo.

Aparecida (ya sea aquella aparición como hoyla experiencia de la Conferencia) no nos trae rece-tas sino claves, criterios, pequeñas grandes certe-zas para iluminar y, sobre todo, “encender” el de-seo de quitarnos todo ropaje innecesario y volvera las raíces, a lo esencial, a la actitud que plantóla fe en los comienzos de la Iglesia y después hi-zo de nuestro Continente la tierra de la esperan-za. Aparecida tan solo quiere renovar nuestra es-peranza en medio de tantas “inclemencias”.

La primera invitación que este icono nos hacecomo pastores es aprender a mirar al Pueblo deDios. Aprender a escucharlo y a conocerlo, a dar-le su importancia y lugar. No de manera concep-tual u organizativa, nominal o funcional. Si bienes cierto que hoy en día hay una mayor participa-ción de fieles laicos, muchas veces los hemos limi-tado solo al compromiso intraeclesial sin un claroestímulo para que permeen, con la fuerza delevangelio, los ambientes sociales, políticos, econó-micos, universitarios. Aprender a escuchar al Pue-blo de Dios significa descalzarnos de nuestrosprejuicios y racionalismos, de nuestros esquemasfuncionalistas para conocer cómo el Espíritu ac-túa en el corazón de tantos hombres y mujeresque con gran reciedumbre no dejan de tirar lasredes y pelean por hacer creíble el Evangelio, pa-ra conocer cómo el Espíritu sigue moviendo la fede nuestra gente; esa fe que no sabe tanto de ga-nancias y de éxitos pastorales sino de firme espe-ranza. ¡Cuánto tenemos que aprender de la fe denuestra gente! La fe de madres y abuelas que notienen miedo a ensuciarse para sacar a sus hijosadelante. Saben que el mundo que les toca vivirestá plagado de injusticias, por doquier ven y ex-perimentan la carencia y la fragilidad de una so-ciedad que se fragmenta cada día más, donde laimpunidad de la corrupción sigue cobrándose vi-das y desestabilizando las ciudades.

No solo lo saben... lo viven. Y ellas son el claroejemplo de la segunda realidad que como pasto-res somos invitados a asumir: no tengamos miedode ensuciarnos por nuestra gente. No tengamosmiedo del fango de la historia con tal de rescatary renovar la esperanza. Solo pesca aquel que notiene miedo de arriesgar y comprometerse por lossuyos. Y esto no nace de la heroicidad o del ca-rácter kamikaze de algunos, ni es una inspiraciónindividual de alguien que se quiera inmolar. Todala comunidad creyente es la que va en búsquedade Su Señor, porque solo saliendo y dejando las

seguridades (que tantas veces son “mundanas”) escomo la Iglesia se centra. Solo dejando de ser au-torreferencial somos capaces de re-centrarnos enAquel que es fuente de Vida y Plenitud. Para po-der vivir con esperanza es crucial que nos re-cen-tremos en Jesucristo que ya habita en el centro denuestra cultura y viene a nosotros siempre nuevo.Él es el centro. Esta certeza e invitación nos ayu-da a nosotros, pastores, a centrarnos en Cristo yen su Pueblo. Ellos no son antagónicos. Contem-plar a Cristo en su pueblo es aprender a descen-trarnos de nosotros mismos, para centrarnos en elúnico Pastor. Re-centrarnos con Cristo en su Pue-blo es tener el coraje de ir hacia las periferias delpresente y del futuro confiados en la esperanza deque el Señor sigue presente y Su presencia seráfuente de Vida abundante. De aquí vendrá lacreatividad y la fuerza para llegar a donde se ges-tan los nuevos paradigmas que están pautando lavida de nuestros países y poder alcanzar, con laPalabra de Jesús, los núcleos más hondos del al-ma de las ciudades donde, cada día más, crece laexperiencia de no sentirse ciudadanos sino másbien «ciudadanos a medias» o «sobrantes urba-nos» (cf. EG 74). Es cierto, no lo podemos negar,la realidad se nos presenta cada vez más compli-cada y desconcertante, pero se nos pide vivirla co-mo discípulos del Maestro sin permitirnos ser ob-servadores asépticos e imparciales, sino hombres ymujeres apasionados por el Reino, deseosos deimpregnar las estructuras de la sociedad con laVida y el Amor que hemos conocido. Y esto nocomo colonizadores o dominadores, sino compar-tiendo el buen olor de Cristo y que sea ese olor elque siga transformando vidas.

Vuelvo a reiterarles, como hermano, lo que es-cribía en Evangelii Gaudium (49): «prefiero unaIglesia accidentada, herida y manchada por salir ala calle, antes que una Iglesia enferma por el en-cierro y la comodidad de aferrarse a las propiasseguridades. No quiero una Iglesia preocupadapor ser el centro y que termine clausurada en unamaraña de obsesiones y procedimientos. Si algodebe inquietarnos santamente y preocupar nuestraconciencia es que tantos hermanos nuestros vivansin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistadcon Jesucristo, sin una comunidad de fe que loscontenga, sin un horizonte de sentido y de vida.Más que el temor a equivocarnos espero que nosmueva el temor a encerrarnos en las estructurasque nos dan una falsa contención, en las normasque nos vuelven jueces implacables, en las cos-tumbres donde nos sentimos tranquilos, mientrasafuera hay una multitud hambrienta y Jesús nosrepite sin cansarse: «¡Dadles vosotros de comer!»(Mc 6, 37)».

Esto ayudará a revelar la dimensión misericor-diosa de la maternidad de la Iglesia que, a ejem-plo de Aparecida, está entre los “ríos y el fangode la historia” acompañando y alentando la espe-ranza para que cada persona, allí donde está, pue-da sentirse en casa, puede sentirse hijo amado,buscado y esperado. Esta mirada, este diálogocon el Pueblo fiel de Dios, ofrece al pastor dosactitudes muy lindas a cultivar: coraje para anun-ciar el Evangelio y aguante para sobrellevar lasdificultades y los sinsabores que la misma predi-cación provoca. En la medida en que nos involu-cremos con la vida de nuestro pueblo fiel y sinta-mos el hondón de sus heridas, podremos mirarsin “filtros clericales” el rostro de Cristo, ir a suEvangelio para rezar, pensar, discernir y dejarnostransformar, desde Su rostro, en pastores de espe-ranza. Que María, Nuestra Señora Aparecida, nossiga llevando a su Hijo para que nuestros pueblosen Él, tengan vida... y en abundancia. Y, por fa-vor, les pido que no se olviden de rezar por mí.Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cui-de. Fraternalmente.

Vaticano, 8 de mayo de 2017.

FRANCISCO

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página 4 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 12 de mayo de 2017, número 19

Entrevista al presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba al finalizar la visita ad limina

Evangelizar es humanizarR0CÍO LANCHO GARCÍA

Cuba ha recibido la visita de los úl-timos tres Pontífices, y en el caso deFrancisco, en dos ocasiones. Mo-mentos que suponen una inflexión,pero no pueden ser “un momento” ydespués olvidarse. El trabajo de laIglesia en la Isla es necesario cons-truirlo día a día. Como las más de2000 casas de oración que han cons-truido en los últimos años y quepermiten a las personas que viven enlas periferias, vivir la fe y sentirse es-cuchados. Y es que la Iglesia en Cu-ba siempre ha querido estar presenteen los momentos difíciles y menosdifíciles, más duros y menos duros,

Santo Padre y la posibilidad de po-der hablar de cualquier tema. ElSanto Padre escuchaba y participabacomo uno más.

Cuba está viviendo un periodo de cam-bio. ¿Cómo está siendo el papel de laIglesia en este momento?

La Iglesia siempre ha querido es-tar presente en los momentos difíci-les y menos difíciles, más duros ymenos duros, los de cambio y nocambio. Vive estos momentos comolo vive todo el pueblo, esperandocambios que quisiéramos que fueranmás rápidos de lo que son. Viviendocon el pueblo esos cambios que aveces van lentos. Estar cercano en la

muchos sacerdotes y religiosos mi-sioneros que son de muchos lugares.Hay una de nuestras diócesis quetiene sacerdotes de 16 nacionalidadesdiferentes. Esto es la universalidadde la Iglesia.

La Isla ha sido visitada por los tresúltimos Pontífices, y en el caso deFrancisco ya en dos ocasiones. ¿Qué su-pone esto para la sociedad cubana?

Las tres visitas han sido muy posi-tivas. En primer lugar porque todostuvieron oportunidad de escuchar elEvangelio. En segundo lugar por te-ner contacto con personalidades, losPapas, que tienen un discurso depaz, de bien, de reconciliación. Un

El Santo Padre invita constantementea ir a las periferias. ¿Cuáles sientenque son las periferias en Cuba dondeustedes deben trabajar?

En el año 1986, cuando se celebróel ENEC (Encuentro Nacional Ecle-sial Cubano) era un momento muydifícil porque no se permitía evange-lizar públicamente. Sin embargo laIglesia dijo —y no cabe duda quefue un aliento del Espíritu— que de-bía ser una Iglesia orante, encarnaday misionera. La idea era ir a los lu-gares donde la Iglesia no podía ir enese momento, por carencia de me-dios y de agentes pastorales, es de-cir, la zona periférica: los pueblos, elcampo. No se podían construir tem-plos pero dijimos que había que ha-cer casas de oración. La Iglesia cu-bana tiene ahora más de 2000 casasde oración en barrios. Esa es nuestraperiferia, en el campo y en a lasafueras de las ciudades donde notienen templo, la periferia física.

Pero también están las periferiashumanas. Familias en las que loshijos se han ido del país y los ancia-nos quedan solos. Familias deses-tructuradas, madres solteras, abuelasque crían niños. Todo ello en unpaís pobre. Por eso, la Iglesia tratade estar cercana de esas personas yde todo aquel que se acerca a laIglesia y que pide que se le escuche.Ese es el papel de la Iglesia para po-der sanar heridas.

¿Y cómo realizar esta misión con losdesafíos que presenta el mundo actual?

La cultura cubana está muy for-mada por la presencia católica y delEvangelio. Aunque hay minoría depracticantes, la gente sigue bautizan-do a sus hijos, se vive la devoción ala Virgen de la Caridad, se reza porlos difuntos en la iglesia, se participaen las procesiones... Nosotros vivi-mos la evangelización paso a paso.Hay Iglesias muy numerosas conmucha presencia de fieles en el tem-plo, pero para nosotros una personaque comienza a ir a la Iglesia es unmomento de alegría. Una persona.Paso a paso, poco a poco, que esoperdura. Por eso las visitas de losPapas han sido importantes, eventosque marcan. Pero lo importante es eldía a día. Es ir a un barrio y empe-zar con una casita de misión y vie-nen cuatro personas, y después au-mentan poco a poco. Para nosotroseso es una gran alegría.

Ahora la Iglesia se está preparando pa-ra el próximo Sínodo sobre los jóvenes,y además América Latina acogerá lapróxima Jornada Mundial de la Ju-ventud en Panamá. ¿Cómo trabaja laIglesia en Cuba con sus jóvenes?

Es un desafío porque los jóvenesno ven futuro y quieren buscar unfuturo personal. Por eso nosotrospedimos mucho para que en Cubatengamos la posibilidad de que lagente se desarrolle y no tenga queabandonar el país. Con la juventudtrabajamos, aunque no son miles dejóvenes, hay presencia en las parro-quias. ¡Este es el medio que tenemosaunque nos gustaría que fuera másnumeroso! Cuando los apóstoles co-menzaron eran doce, ¡menos quen o s o t ro s !

los de cambio y no cambio. Así loexplica monseñor Dionisio GarcíaIbáñez, arzobispo de Santiago deCuba y presidente de la ConferenciaEpiscopal de Cuba, en esta entrevis-ta con L’Osservatore Romano. Losobispos cubanos realizaron la visitaad limina del 25 de abril al 5 de ma-yo.

La última visita ad limina que losobispos de Cuba realizaron fue en el2008, después de tanto tiempo ¿cómohan vivido estos días y en especial elencuentro con el Papa?

Fue una gracia, en primer lugar,poder celebrar con él la misa. Es unmomento muy especial. Ya ahí seentra en una mística especial y losobispos lo vivimos de una maneramuy particular. La misa fue como laque uno celebra en su capilla, con lagente del pueblo, sencilla. Esto fuemuy entrañable para nosotros. Des-pués llegó el encuentro con el SantoPadre. Se llama audiencia, pero enrealidad es una conversación de pas-tores. Salieron temas propios de lospastores: los fieles, la catequesis, elcatecumenado, la evangelización, lasdificultades. Fue una charla muyanimada en la que el Santo Padre esel que facilita ese estilo: dinámico,interesante y de familia. Salimosmuy contentos por la cercanía del

medida de nuestras posibilidades,porque somos una Iglesia pobre,con lo que necesitan de nosotros. Yono veo que tengamos en este mo-mento una actitud diferente a la quetuvimos hace 10 años, pero las cir-cunstancias históricas, sociales y po-líticas cambian. Ahora hay pequeñoscomercios y están abiertos, pues laIglesia vive junto a esos pequeñoscomercios. Y siempre predicando elEvangelio. Cuando nosotros pensa-mos en evangelización, siempre deci-mos que evangelizar es un humani-zar. Conociendo a Jesucristo, y vi-viendo como Jesucristo estamos hu-manizando a la sociedad. Aunquecambie la situación, nuestra actitudes siempre la misma, de apertura alas personas.

La visita ad limina es también unaocasión para vivir la universalidad dela Iglesia. ¿Cómo han experimentadoesto ustedes?

Llegar a Roma y visitar la tumbade los apóstoles, las Basílicas, reunir-nos con el Santo Padre, visitar losdicasterios, encontrarse con personasde muchas nacionalidades, muchosrostros diferentes. Esto ya te enri-quece. Ir por la calle y encontrartecon religiosas que son de Corea, consacerdotes de cualquier lugar... Todohabla de la universalidad de la Igle-sia. Pero en Cuba también tenemos

discurso de diálogo, de apertura,una llamada a hacer el bien, a nodejarse encerrar por ideologías o elendiosamiento de los bienes materia-les. Estos temas interesan a todo elmundo. Cada Pontífice tiene unapersonalidad y manera de manifes-tarse ante la gente diferente. No eslo mismo en 1998 cuando vino JuanPablo II que ahora. Juan Pablo II eraun hombre formidable, imponía y alfinal incluso por su propia vejez, ypor el esfuerzo que hacía. Transmitíauna serie de valores y verdades consu sola presencia y manera de decirlas cosas. Benedicto XVI era acadé-mico y ¡hablaba bajito! Pero sin em-bargo la gente le escuchó porque esun hombre sabio. Y el momento enel que fue a rezar a la Virgen de laCaridad, eso fue para el pueblo cu-bano un momento de gracia. Fran-cisco es un hombre mediático, lati-noamericano, habla con un lenguajecercano y con una experiencia deIglesia similar, todo muy vinculadoa Aparecida.

La visita de los Papas la considerocomo una inflexión. La visita es unmomento importante, pero la Iglesiacubana tiene una trayectoria y esemomento fuerte se inserta en esa tra-yectoria y que se prepara para que lapotencie. De esta forma no es solo“un acontecimiento” y luego nos ol-vidamos.

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número 19, viernes 12 de mayo de 2017 L’OSSERVATORE ROMANO página 5

A sacerdotes y seminaristas el Papa pide huir de las tentaciones del formalismo y del clericalismo

Con el estilo de san IgnacioEducar según el estilo de san Ignacio:es la misión que el Papa encomendó ala comunidad del Pontificio seminariocampano interregional de Posillipo, enNápoles, durante la audiencia delsábado por la mañana, 6 de mayo, enla Sala del Consistorio.

Queridos hermanos obispos y sacer-dotes, queridos seminaristas:

Os encuentro con alegría —a míme gusta encontrar a los seminaris-tas— y saludo a todos los que for-máis la comunidad del Seminariopontificio Campano interregional,acompañados por algunos obisposde la región. Doy gracias al rectorpor sus palabras y os saludo de unamanera especial a vosotros, queridosseminaristas, que, gracias a Dios,sois numerosos.

Vuestro seminario representa uncaso singular en el panorama actualeclesial italiano. Fundado en 1912por voluntad de san Pío X, comoocurría con varias instituciones edu-cativas en aquella época, fue encar-gado inmediatamente a la direcciónde los padres jesuitas, que lo hanguiado a través de notables transfor-maciones acaecidas en más de cienaños, permaneciendo actualmente elúnico seminario en Italia dirigidopor la Compañía de Jesús. En lasúltimas décadas ha aumentado cadavez más la colaboración y lainteracción con las Iglesias diocesa-nas que, además de enviar a los jó-venes candidatos al sacerdocio, sepreocupan por encontrar entre suspresbíteros figuras adecuadas para laformación. Animo este camino signi-ficativo y fecundo de comunión ecle-sial, en el que cada diócesis, con suspastores, están invirtiendo recursosconsiderables. Una comunidad for-mativa interdiocesana representa unaindudable oportunidad de enriqueci-miento, en virtud de las diferentessensibilidades y experiencias de lasque cada uno es portador y es capazde educar a los futuros presbíterospara que se sientan parte de la únicaIglesia de Cristo, extendiendo siem-pre el aliento de su sueño vocacionalcon auténtico espíritu misionero (cf.Ratio fundamentalis institutionis sacer-dotalis, 91), que no debilita, sino quemás bien consolida y motiva el senti-do de pertenencia a la Iglesia parti-cular. En este tiempo, en el que to-dos nos sentimos pequeños, tal vezimpotentes frente al desafío educati-vo, caminar juntos, con verdaderoespíritu “sino dal”, es una decisiónvencedora, que nos ayuda a sentir-nos sostenidos, animados y enrique-cidos los unos por los otros. Esteejercicio de comunión se enriqueceaún más por el encuentro con la ricatradición espiritual y pedagógica ig-naciana, que tiene en los EjerciciosEspirituales un seguro punto de re-ferencia, en el que os habéis inspira-do para vuestro proyecto de forma-ción, mediando, así con “fidelidadc re a t i v a ” las indicaciones que proce-den del magisterio de la Iglesia.

Queridos educadores, formar parala espiritualidad propia del presbíte-ro diocesano según la pedagogía delos Ejercicios de san Ignacio es vues-tra misión: un desafío arduo, pero almismo tiempo emocionante, que tie-ne la responsabilidad de indicar la

dirección para el futuro ministeriosacerdotal. Querría señalar aquí tresaspectos que considero importantes.

Educar según el estilo ignacianosignifica en primer lugar, favoreceren la persona la integración armo-niosa a partir de la centralidad de laamistad personal con el Señor Jesús.Es precisamente la primacía dada ala relación con el Señor, que nos lla-ma “amigos” (Juan 15, 15), que haceposible vivir una espiritualidad sóli-da, profunda, pero no desencarnada.Por esto es importante conocer,aceptar y reformar continuamente lapropia humanidad. No cansarse deir adelante, reformar: siempre en ca-mino. En esta dirección, también la

transparencia y verdad a los demás,sobre todo a vuestros formadores,huyendo de la tentación del forma-lismo y del clericalismo, que estánsiempre en la raíz de la doble vida.

Y precisamente el discernimientoes el segundo punto que me gustaríasubrayar. La educación para el dis-cernimiento no es una exclusiva dela propuesta ignaciana, pero es segu-ramente su punto fuerte. El tiempodel seminario es un tiempo de dis-cernimiento por excelencia, en elque, gracias al acompañamiento delos que, al igual que Elí con Samuel(cf. 1 Samuel 3), ayudan a los jóve-nes a reconocer la voz del Señor enmedio de las muchas voces que re-

discernimiento quiere decir, además,escapar de la tentación de refugiarsedetrás de una regla estricta o detrásde la imagen de una libertad ideali-zada. Educar en el discernimientosignifica “exp onerse”, salir del mun-do de las convicciones y prejuiciospropios para abrirse a entender có-mo Dios nos está hablando hoy, eneste mundo, en este tiempo, en estemomento y cómo me habla a mí,ahora.

Finalmente, formarse para el sa-cerdocio de acuerdo a un estilo igna-ciano significa siempre abrirse a ladimensión del Reino de Dios, culti-vando el deseo del “magis”, de ese“algo más” con la generosidad dedonarnos al Señor y a los hermanos,que siempre está ante nosotros. Paraeste año de formación habéis elegidoel tema «Buscad primero el Reinode Dios y su justicia» (Ma t e o 6, 36):esto os ayudará a ampliar el respirode vuestra formación y a no confor-maros con alcanzar un rol, de llevarun vestido, os ayudará a no tenerprisa para terminar vuestro camino,sino a hacer más sólida vuestra es-tructura humana y espiritual. Buscarel Reino nos ayuda a no asentarnosen lo que ya hemos logrado, a nosentarnos sobre nuestros éxitos, sinoa cultivar esa santa inquietud de losque desean ante todo servir al Señoren los hermanos. La inquietud am-plía el alma y la hace más capaz derecibir el amor de Dios. Buscar elReino significa rehuir la lógica de lamediocridad y de lo “mínimo indis-p ensable”, para abrirse a descubrirlos grandes sueños de Dios para no-sotros. Buscar el Reino significa bus-car la justicia de Dios y trabajar paraque nuestras relaciones, las comuni-dades, nuestras ciudades sean trans-formadas por el amor misericordiosode Dios, que escucha el grito de lospobres (cf. Salmo 34, 7). La búsque-da de la verdadera justicia debe fo-mentar en el llamado una crecientelibertad interior hacia los bienes, losreconocimientos de este mundo, ha-cia los seres queridos y hacia su pro-pia vocación. Libertad interior hacialos bienes: quiero subrayar esto. ¡Esel primer peldaño feo! No lo olvi-déis: el diablo entra por los bolsi-llos, siempre; después está la vani-dad, y luego el orgullo, la soberbia,y así se acaba. Los jóvenes que hanelegido seguir al Señor en el caminodel sacerdocio, están llamados dehecho a cultivar la amistad con Je-sús, que se manifiesta de una mane-ra privilegiada en el amor por lospobres, a fin de ser «testigos de lapobreza, a través de la simplicidad yla austeridad de la vida, para con-vertirse en promotores honestos ycreíbles de una verdadera justicia so-cial» (Ratio fundamentalis, 111) .

Por la intercesión de María, Reinade los Apóstoles, del obispo san Al-fonso María de Ligorio y de san Ig-nacio de Loyola, maestro de discer-nimiento, el Señor os conceda conti-nuar con alegría y fidelidad vuestrocamino, siguiendo la tradición lumi-nosa de la que formáis parte. Osdoy las gracias y os pido que, porfavor, no os olvidéis de rezar por mí.Gracias.

formación intelectual no tiende a serel simple aprendizaje de nocionespara convertirse en eruditos, —¡nosois un diccionario!— sino que quierefacilitar la adquisición de instrumen-tos cada vez más refinados para unalectura crítica de la realidad partien-do de sí mismos. «Tú eres el Cristo»— «Tú eres Pedro» (cf Ma t e o 16, 16-18): todo el camino vocacional comopara Simón Pedro y los primerosdiscípulos, gira en torno a un diálo-go de amor, de amistad, en el que,mientras reconocemos a Jesús comoel Mesías, el Señor de nuestra vida,Él nos da el nombre “nuevo”, queencierra nuestra vocación, indicanuestra misión, que el Padre conocey custodia desde siempre. El descu-brimiento de nuestro nuevo nombre,el nombre que mejor nos define, elmás auténtico, pasa a través de nues-tra capacidad de dar poco a poconombres a las diferentes experienciasque animan nuestra humanidad. Lla-mar a las cosas por su nombre es elprimer paso para conocerse a sí mis-mo y por tanto para conocer la vo-luntad de Dios en nuestra vida.Queridos seminaristas, no tengáismiedo de llamar a las cosas por sunombre, de mirar cara a cara la ver-dad de vuestra vida y de abriros con

suenan y a veces retruenan en los oí-dos y en los corazones. Pero en estaépoca el ejercicio del discernimientodebe convertirse en un verdadero ar-te de la educación, para que el sacer-dote sea un verdadero «hombre deconocimiento» (cf. Ratio fundamen-talis, 43). Hoy más que nunca —loha dicho el rector— el sacerdote estállamado a guiar al pueblo cristianopara discernir los signos de los tiem-pos, en el saber reconocer la voz deDios en la multitud de voces, a me-nudo confusas, que se superponencon mensajes contradictorios entreellos, en nuestro mundo caracteriza-do por una pluralidad de sensibili-dades culturales y religiosas. Para serexpertos en el arte del discernimien-to, en primer lugar, hay que estarmuy familiarizado con la escucha dela Palabra de Dios, pero tambiéncon un conocimiento cada vez ma-yor de uno mismo, del propio mun-do interior, de los afectos y de losmiedos. Para convertirse en hombresde discernimiento, es necesario, ade-más, ser valientes, decirse la verdada sí mismos. El discernimiento esuna elección valiente, a diferencia delos caminos más cómodos y reducti-vos del rigor y la laxitud, como hereiterado a menudo. Educar en el

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página 6 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 12 de mayo de 2017, número 19

Discurso a los miembros del Colegio pontificio portugués

Tres madres

El lunes 8 de mayo el Papa recibió en laSala del Consistorio a la comunidad delColegio pontificio portugués de Roma. Acontinuación publicamos las palabras quepronunció el Pontífice.

Queridos hermanos y hermanas:Gracias por haber venido a encontrar-

me; ¡sed bienvenidos! Os saludo a todosvosotros, en particular al rector, el padreCaldas al cual le doy las gracias por lasamables palabras que me ha dirigido ennombre de toda la comunidad. Dirijotambién un pensamiento agradecido a suscolaboradores, a las religiosas y al perso-nal del Colegio. Os doy las gracias sobretodo por vuestras oraciones; por mi parte,os deseo paz y esperanza en el Señor a ca-da uno de vosotros y a vuestras familias ynaciones de origen.

En Portugal, este deseo lo llevaré —siDios quiere— en persona, en mi ya inmi-nente peregrinación al Santuario de Fáti-ma, donde hace cien años se apareció laVirgen a los tres pastorcillos. El encuentrocon la Virgen fue una experiencia de gra-cia que les hizo enamorarse de Jesús. Co-mo tierna y buena Maestra, María intro-duce a los pequeños videntes en el íntimoconocimiento del amor trinitario y les lle-va a saborear a Dios como la realidad másbonita de la existencia humana. No puedono desear lo mismo a todos vosotros, que-ridos amigos. Más allá de cualquier otroobjetivo que os haya traído a Roma y aquíos entretenga, que siempre esté esto: cono-cer y amar a Cristo —como diría el apóstolPa b l o — intentando adaptarse cada vezmás a Él hasta el don total de sí mismo.

Concretamente vosotros, queridos pres-bíteros, estáis llamados a progresar, sin

cansaros, en vuestra formación cristianasacerdotal, pastoral y cultural. Cualquieraque sea vuestra especialización académica,que vuestra primera preocupación seasiempre la de crecer en el camino de laconsagración sacerdotal, mediante la expe-riencia amorosa de Dios: un Dios cercanoy fiel, como lo sintieron los beatos Fran-cisco y Jacinta y la sierva de Dios Lucía.Hoy, contemplando su vida humilde ygloriosa, nos sentimos impulsados a enco-mendarnos, también nosotros, a los cuida-dos de la misma Maestra. Y no se trata deuna novedad. Lo rezamos siempre en lamás antigua antífona latina de la Virgen«Sub tuum praesidium confugimus, SanctaDei Genitrix». Nos invita precisamente abuscar refugio bajo su manto, una madreque nos toma de la mano y nos enseña acrecer en el amor de Cristo y en la comu-nión fraterna.

Me ha gustado escuchar al padre Cal-das decir que desde 1929, en la Capilla delColegio, la mirada de la Madre de Diosacompaña a las súplicas de quien se acercaal altar. Miradla a Ella y dejaos mirar porElla, porque es vuestra Madre y os amamucho; dejaos mirar por Ella, aprended aser más humildes y también más valientesen el seguir la Palabra de Dios; para aco-ger el abrazo de su Hijo Jesús y, fuertesde esta amistad, amar a cada persona se-gún el ejemplo y la medida del Corazónde Cristo, al cual se ha consagrado el Co-legio, encontrando en Él vida, esperanza ypaz. Miremos, hermanos y hermanas, anuestra Madre, que está en el corazón deDios. El misterio de esta joven de Nazaretno nos es extraño. No está “Ella allí y no-sotros aquí”. No, estamos comunicados.En efecto, Dios dirige su mirada de amor(cf. Lucas 1, 48) también a cada hombre y

a cada mujer, ¡con nombre y apellidos! Sumirada de amor está sobre cada uno den o s o t ro s .

La relación con la Virgen nos ayuda atener una buena relación con la Iglesia:ambas son Madres. Vosotros conocéis, alrespecto, el comentario de san Isaac, elabad de la Stella: lo que se puede decir deMaría se puede decir de la Iglesia y tam-bién de nuestra alma. Las tres son femeni-nas, las tres son Madres, las tres dan la vi-da. Es necesario por ello cultivar la rela-ción filial con la Virgen, porque, si estofalta, hay algo de huérfano en el corazón.Un sacerdote que se olvida de la Madre, ysobre todo en los momentos de dificultad,le falta algo. Es como si fuese huérfano,mientras en realidad ¡no lo es! Se ha olvi-dado de su madre. Pero en los momentosdifíciles el niño va hacia su madre, siem-pre. Y la Palabra de Dios nos enseña a sercomo niños que empiezan a comer en losbrazos de su madre (cf Salmo 131, 2).

Para concluir, deseo que vuestra comu-nidad sacerdotal continúe siendo un vive-ro de apóstoles, punto de unión de lasIglesias de vuestros países con Roma, uni-dos en la caridad y en el testimonio vivodel amor de Dios por la humanidad. Conestos deseos para el mejor futuro del Co-legio pontificio Portugués, imparto de co-razón a los Superiores, a los estudiantes, alos colaboradores y a vuestras familias laBendición Apostólica.

Y rezo a la Virgen de Fátima para queos enseñe a creer, adorar, esperar y amarcomo los beatos Francisco y Jacinta y lasierva de Dios Lucía.

Y, por favor, no os olvidéis de rezar pormí.

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número 19, viernes 12 de mayo de 2017 L’OSSERVATORE ROMANO página 7

A los docentes y estudiantes del Pío Rumano en el 80º aniversario de la fundación

Custodios de la memoria«Custodiar la memoria y cultivar la esperanza» para noterminar en la mediocridad del clericalismo: es el doblecompromiso encomendado por el Papa a la comunidaddel Colegio pontificio Pío Rumano, recibida en audienciaen la Sala del Consistorio el viernes 5 de mayo, por lamañana, con ocasión del 80º aniversario de sufundación. Después del saludo del rector —que recordócómo la estructura aloja además de estudiantes ysacerdotes greco-católicos de Rumanía, también coptosegipcios, caldeos iraquíes y sirios, siro-católicos, maronitaslibaneses y melquitas palestinos— el Pontífice pronunicó elsiguiente discurso.

Queridos hermanos y hermanas:Os saludo con afecto. Me alegra encontraros en el

80º aniversario de la fundación de vuestra sede. Es laocasión para estar agradecidos con Dios y con todoslos que a lo largo de los años han trabajado para queel Colegio Pío Rumano contribuya a la formación delos futuros pastores. El camino que estáis realizandose incluye en una historia que os precede y, al mismotiempo, está lleno de expectativas para el futuro de laIglesia greco-católica rumana. Por ello, quisiera de-

nuino del don. Un pastor, como discípulo configura-do con Cristo que dio su vida «hasta el extremo»(Juan 13, 1), no puede permitirse llegar a un acuerdocon una vida mediocre o adaptarse a las situacionessin arriesgar nada. Que vuestro Colegio sea cada vezmás un “gimnasio”, donde entrenarse a dar la vidacon disponibilidad; vuestros estudios instrumentos deservicio para la Iglesia, que embellezcan también larica tradición cultural de vuestro amado país. Custo-diar la memoria, por tanto, no es simplemente recor-dar el pasado, sino sentar las bases para el futuro, pa-ra un futuro de esperanza. Si no se custodia la me-moria acabaremos en la mediocridad del clericalismo.

Cultivar la esperanza es mi segundo deseo. Haymucha necesidad de alimentar la esperanza cristiana,esa esperanza que dona una mirada nueva, capaz dedescubrir y de ver el bien, incluso cuando está oscu-recido por el mal: «Si la esperanza reaviva nuestrosojos, veremos lo que está oculto», escribía san Efrén(Carmen Nisib., 70). Los Hechos de los Apóstoles,que la liturgia nos propone en este tiempo pascual,muestran cómo la Iglesia, que vive con confianza enel Resucitado y persevera en la oración, en la comu-

searos dos cosas: custodiar la memoria y cultivar laesp eranza.

Custodiar la memoria. Vuestro Colegio surgió enun período de desarrollo para las comunidades católi-cas orientales; más tarde se vio afectado por los trági-cos sucesos relacionados con la persecución atea; paraser testigo después de un hermoso renacimiento yabrirse, en los últimos años, a nuevos desafíos. Estahistoria, hecha de grandes testigos de fe y de momen-tos de prueba, de inviernos duros y primaveras flore-cientes, os pertenece. Es bueno custodiarla, no parapermanecer anclados en el pasado, sino para vivir loseventos que cada época presenta con el apoyo de unamemoria evangélica viva, que abraza una historia másgrande que nosotros y siempre está abierta a la accióndel Espíritu. Aprender, a través de la oración y del es-tudio intenso, de todo lo que el Señor ha obrado ensu pueblo, es una bonita oportunidad durante losaños que pasáis en Roma, donde también podéis res-pirar la universalidad de la Iglesia.

Fortalecer vuestra memoria eclesial os ayudará avencer una tentación peligrosa que se os puede pre-sentar: la de acostumbrarse a la mediocridad, la deconformarse con una vida “normal” —¡entre comi-llas!—, donde todo va adelante sin entusiasmo y sinpasión, y donde, tarde o temprano, se termina porconvertirse en guardianes celosos del tiempo propio,de las propias seguridades, del propio bienestar. Encambio, estimulados por los ejemplos de vuestrosgrandes testigos en la fe, aspirad a un ministerio en-cendido de Evangelio, que tenga el sabor fuerte y ge-

nión y en la caridad, nunca pierde de vista esta espe-ranza y la dona al mundo incluso cuando no tienemedios, es incomprendida o encuentra hostilidad. Osdeseo que vuestra casa sea un cenáculo donde el Es-píritu eduque misioneros de esperanza, portadorescontagiosos de la presencia del Resucitado, valientesen la creatividad y nunca desanimados ante las difi-cultades o la carencia de medios. Que el EspírituSanto también suscite en vosotros el deseo de buscary promover, con corazón purificado, el camino de laconcordia y de la unidad entre todos los cristianos.

Queridos hermanos y hermanas, mientras mi salu-do, a través vuestro, quiere llegar al arzobispo mayory a los obispos del Sínodo, también me gustaría diri-girme con afecto a los estudiantes del Colegio ponti-ficio de san Efrén aquí presentes y a los que acogevuestra comunidad. Al encontraros pienso en la situa-ción en la que se encuentran tantos fieles de vuestrastierras, tantas familias que se ven obligadas a abando-nar sus hogares golpeados por las oleadas de violen-cia y sufrimiento. Deseo abrazar de forma especial aestos hermanos y hermanas nuestros, junto a sus pa-triarcas y obispos. Con ellos invoco el don pascual dela paz: Jesús, refugio que alienta y consuela, «espe-ranza de los que no tienen esperanza» (cf. San Efrén,La segunda venida de Nuestro Señor, 24-25) inspire loscorazones y las mentes para que finalmente se abrancaminos de reconciliación y de bien.

Os doy las gracias y os pido, por favor, que no meolvidéis en vuestras oraciones. Gracias.

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número 19, viernes 12 de mayo de 2017 L’OSSERVATORE ROMANO páginas 8/9

En el discurso a la Guardia Suiza el Pontífice presenta el ejemplo de san Felipe Neri

El mundo necesita cristianosEl ejemplo de san Felipe Neri, que recorría Roma «tras lashuellas de los santos», fue presentado por el Papa Francisco ala Guardia Suiza pontificia durante la audiencia del sábado 6de mayo, por la mañana, en la Sala Clementina, con ocasióndel juramento de los nuevos reclutas.

Señor Comandante,Reverendo Capellán,queridos Guardias,queridos familiares y amigosde la Guardia Suiza Pontificia

Tengo el placer de encontraros con motivo de esta jorna-da celebrativa vuestra y deseo dirigir un cordial saludo enespecial a los nuevos reclutas, que han elegido dedicarunos años de su juventud al servicio del Sucesor de Pedro.La presencia de vuestros padres, familiares y amigos, veni-

Me gustaría invitaros a vivir el tiempo que transcurráisen la “Ciudad Eterna” con fraternidad sincera, sostenién-doos los unos a los otros en el conducir una vida cristianaejemplar, que esté motivada y apoyada por vuestra fe. Es-toy seguro de que el impulso más fuerte para venir a Romaa cumplir este servicio os lo ha dado precisamente vuestrafe. La misión singular que se os confía en favor de la SantaSede y de la Iglesia tiene de hecho la fuente en el bautis-mo, que os habilita a dar testimonio de la fe en Cristo,muerto y resucitado, allí donde la Providencia os envía av i v i r.

Queridos Guardias, sentíos parte activa del gran pueblode Dios, discípulos-misioneros comprometidos en dar testi-monio del Evangelio en el entorno en el que trabajáis y enlos lugares de tiempo libre. Y esto pasa a través de peque-ños gestos cotidianos, a veces repetitivos, pero a los que es

Vuestra presencia en la Iglesiay vuestro servicio importanteen el Vaticano es una oportunidadpara crecer como valientessoldados de Cristo

dos a Roma para participar en estosdías de fiesta, manifiesta tanto el afectode los católicos suizos por la Santa Se-de, como la educación cristiana y elbuen ejemplo con que los padres hantransmitido a sus hijos la fe, el valor dela pertenencia a la comunidad cristianay el significado del servicio eclesial.

Como cada año, recordáis el doloro-so y al mismo tiempo famoso “Saqueode Roma”, en el que los Guardias Sui-zos destacaron por una defensa valiente

importante dar un significado siemprenuevo.

De este modo se forma un estilo decomportamiento que, dentro del Cuer-po, está hecho de armonía recíproca ycomunión respetuosa con vuestros su-periores, y fuera se expresa en la acogi-da, en la amabilidad, en la paciencia.

También os deseo que podáis valoraresta temporada de vuestra vida paraaprovechar algunas de las muchas posi-bilidades de crecimiento espiritual y

e indómita del Papa, hasta sacrificar su vida. Hoy no estáisllamados a esta ofrenda heroica de la vida física, sino a otrosacrificio no menos arduo: a servir el poder de la fe. Esa esuna barrera válida para resistir a las diversas fuerzas y po-deres de esta tierra y en especial a aquel que es «el príncipede este mundo», el «padre de la mentira» que «anda comoun león buscando a quien devorar», según las palabras delapóstol Pedro (1 Pedro 5, 8). Estáis llamados a ser fuertes yvalientes, sostenidos por la fe en Cristo y su palabra de sal-vación.

Vuestra presencia en la Iglesia, vuestro servicio importan-te en el Vaticano es una oportunidad para crecer como va-lientes “soldados de Cristo”.

Los peregrinos y turistas que tienen la oportunidad deconoceros se sienten edificados cuando descubren en voso-tros, junto con la característica de la buena educación, pre-cisión y seriedad profesional, también el generoso testimo-nio cristiano y la santidad de vida. Que esta sea vuestraprimera preocupación.

cultural que Roma os ofrece.San Felipe Neri, cuya memoria litúrgica celebraremos a

finales de este mes, acompañaba a sus muchachos a descu-brir los rastros de las antiguas comunidades cristianas, traslos pasos de los santos.

Así es, esto es algo muy interesante: recorrer Roma traslas huellas de los muchos santos y santas que han vivido enesta ciudad. ¡Y así será aún más inolvidable y rico de frutosvuestro período romano!

Aprovecho la oportunidad para reiterar a todo el Cuerpode la Guardia Suiza mi agradecimiento por la diligencia yla solicitud con que desempeña su valiosa actividad al ser-vicio del Papa y del Estado de la Ciudad del Vaticano.

Os pido que recéis por mí y mientras invoco sobre voso-tros la protección de la Santísima Virgen y de vuestros pa-trones san Martín, san Sebastián y san Nicolás de Flüe—del cual celebramos este año el sexto centenario de su na-cimiento— os imparto de todo corazón la bendición apostó-lica.

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página 10 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 12 de mayo de 2017, número 19

Monseñor GEORGE HUGH NIEDERARUER, arzobipo emé-rito de San Francisco, California, falleció el pasado 2 demayo.

Monseñor AMANCIO E S C A PA A PA R I C I O, O CD, obispo titu-lar de Cene y auxiliar emérito de Santo Domingo, Repú-blica Dominicana, falleció el pasado 5 de mayo.

Congregación para las causas de los santos

Promulgación de decretos

Lutos

Audiencias pontificias

El Santo Padre Francisco ha nombra-do obispo de Yopal (Colombia) amonseñor ED GAR ARISTIZÁBAL QUIN-T E R O, quien hasta ahora había fungi-do como obispo titular de Castra deGalba y auxiliar de Medellín en ladiócesis de Colombia.

Curia romana

Carta del Papaa Teodoro II

En el día de la amistad entre las Iglesias ortodoxacopta y católica, Francisco envió a Teodoro II unmensaje de felicitación en el que recuerda la recientevisita a El Cairo y el encuentro precedente enRoma el 10 de mayo de 2013, asegurandooraciones por la paz en Egipto y en Oriente Medio.

A su Santidad Teodoro IIPapa de Alejandría

y Patriarca de la Sede de San Marcos

Querido hermano:Después de mi visita a Egipto y del encuen-

tro bendecido con Su Santidad en El Cairo, conocasión del cuarto aniversario de nuestro en-cuentro fraterno en Roma el 10 de mayo de2013, aprovecho la oportunidad para expresarlemis más fervientes deseos de paz y de salud,junto con la alegría y la gratitud por los víncu-los espirituales que unen la Sede de Pedro y laSede de Marcos.

Deseo renovar mi profundo reconocimientopor la hospitalidad que me ha ofrecido, así co-mo por nuestro conmovedor encuentro y por laoración común, compartida como hermanos enCristo. Estoy particularmente agradecido por elhecho que hemos reforzado nuestra unidad bau-tismal en el Cuerpo de Cristo, declarando jun-tos “con una misma mente y un mismo corazón,procuraremos sinceramente no repetir el bautis-mo a ninguna persona que haya sido bautizadaen algunas de nuestras Iglesias y quiera unirse ala otra”.

Los vínculos de fraternidad entre nosotros“suponen un desafío para que intensifiquemosnuestros esfuerzos comunes y perseveremos enla búsqueda de la unidad visible en la diversi-dad, bajo la guía del Espíritu Santo”.

En este recorrido somos sostenidos por la po-derosa intercesión y el ejemplo de los mártires.

Continuamos, por tanto, avanzando juntos ennuestro camino hacia la misma mesa eucarística,creciendo en el amor y en la reconciliación.

Deseo asegurar mi continua oración por SuSantidad y por la paz en Egipto y en OrienteMedio. En este tiempo pascual pido al EspírituSanto, fuerza y ternura de Dios, colmar nues-tros corazones de gracia y encender en ellos elfuego de su amor. Pueda el Espíritu de pazconcedernos crecer en la esperanza, en la amis-tad y en la concordia.

Con estos sentimientos, en la actual especialocasión, ya conocida como día de la amistadentre la Iglesia ortodoxa copta y la Iglesia cató-lica, intercambio con Su Santidad un fraternoabrazo de paz en Cristo nuestro Señor.

El Santo Padre Francisco recibió en audiencia alcardenal Angelo Amato, S.D.B., Prefecto de laCongregación para las Causas de los Santos, elpasado 5 de mayo. Durante la audiencia, el PapaFrancisco autorizó a la Congregación para lasCausas de los Santos la promulgación de los si-guientes decretos:

— un milagro atribuido a la intercesión del Ve-nerable Siervo de Dios FRANCIS SOLANO CASEY(en el siglo Bernard), sacerdote profeso de la Or-den de los Hermanos Menores Capuchinos; naci-do el 25 de noviembre de 1870 y fallecido el 31 dejulio de 1957.

— un milagro atribuido a la intercesión de laVenerable Sierva de Dios MARÍA DE LA INMACU-LADA CONCEPCIÓN (en el siglo Adelaida de Batzde Trenquelléon), fundadora de las Hijas de Ma-ría Inmaculada; nacida el 10 de junio de 1789 yfallecida el 10 de enero de 1828.

— un milagro atribuido a la intercesión de laVenerable Sierva de Dios CLARA FE Y, fundadoradel Instituto de las Hermanas del Pobre Niño Je-sús; nacida el 11 de abril de 1815, y fallecida el 8de mayo de 1894

— un milagro atribuido a la intercesión de laSierva de Dios CATA L I N A DE MARÍA (en el sigloJosefa Saturnina Rodríguez), fundadora de lacongregación de las Esclavas del Sagrado Cora-zón de Jesús; nacida el 27 de noviembre de 1823y fallecida el 5 de abril de 1896.

— el martirio del Siervo de Dios LUCIEN BO-T O VA S O A , laico y padre de la familia, de la Terce-ra Orden de San Francisco; asesinado en Vohipe-

no (Madagascar) por odio a la fe el 17 de abril de1 9 4 7.

— las virtudes heroicas del Siervo de Dios ELIADALLA CO S TA , cardenal de la Santa Iglesia Roma-na, arzobispo de Florencia; nacido el 14 de mayode 1872 y fallecido el 22 de de diciembre de 1961.

— las virtudes heroicas del Siervo de DiosFRANÇOIS-XAV I E R NGUYEN VAN TH UA N , cardenalde la Santa Iglesia Romana; nacido el 17 de abrilde 1928 y fallecido el 16 de septiembre de 2002.

— las virtudes heroicas de la Sierva de DiosGI O VA N N A MENEGHINI, fundadora de la Congre-gación de las Hermanas Ursulinas del SagradoCorazón de María; nacida el 23 de mayo de 1868y fallecida el 2 de marzo de 1918.

— las virtudes heroicas de la Sierva de DiosVINCENZA CU S M A N O, primera Superiora Generalde la Congregación de las Siervas Pobres; nacidael 6 de enero de, 1826 y fallecida el 2 de febrerode 1894.

— las virtudes heroicas del Siervo de DiosALESSANDRO NOTTEGAR, laico, padre de familia,Fundador de la Comunidad Regina Pacis; nacidoel 30 de octubre de 1943 y fallecido el 19 de sep-tiembre de 1986.

— las virtudes heroicas de la Sierva de DiosEDVIGE CARBONI, laica; nacida el 2 de mayo de1880 y fallecida el el 17 de febrero de 1952.

— las virtudes heroicas de la Sierva de DiosMARÍA GUA D A L U P E ORTIZ DE LANDÁZURI Y FER-NÁNDEZ DE HEREDIA, laica, de la Prelatura Perso-nal de la Santa Cruz y del Opus Dei; nacida el12 de diciembre de 1916, y fallecida el 16 de juliode 1975.

El Papa ha recibido en Audiencia:

Viernes, día 5

—Su Beatitud Eminentísima, cardenal BécharaBoutros Raï, O.M.M., Patriarca de Antioquía delos Maronitas (Líbano).

—Cardenal Patrick D’Rozario, C.S.C. arzobispode Dhaka (Bangladesh).

—Monseñor José Raúl Vera López, O.P., obispode Saltillo (México).

—Comunidad del Colegio pontificio Pío Ru-mano de Roma.

—Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, Pre-fecto del Dicasterio para el Servicio del Desarro-

llo Humano Integral, con monseñor Silvano Ma-ria Tomasi, arzobispo titular de Asolo.

Sábado, día 6

—Cardenal Marc Ouellet, P.S.S., Prefecto de laCongregación para los Obispos.

—Sra. Doris Leuthard, Presidenta de la Confe-deración Helevética y séquito.

—Comunidad del Pontificio Seminario Campa-no de Posillipo.

—Guardias Suizas Pontificias.—Estudiantes participantes en el encuentro pro-

movido por la Coordinadora Nacional de los En-tes Locales para la paz y los derechos humanos.

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número 19, viernes 12 de mayo de 2017 L’OSSERVATORE ROMANO página 11

La vocación del sacerdote no es «hacer carrera» sinorealizar entre los hombres la «misión de maestro,sacerdote y pastor» confiada por Jesús. De este«servicio» habló el Papa Francisco a diez sacerdotesordenados en la mañana del domingo 7 de mayo,durante la celebración eucarística que presidió en laBasílica Vaticana.

Queridísimos hermanos:Estos hermanos nuestros han sido llamados al

orden del presbiterado. Reflexionamos en qué mi-nisterio serán elevados en la Iglesia. Como voso-tros sabéis bien, hermanos, el Señor Jesús es elúnico Sumo Sacerdote del Nuevo Testamento, pe-ro en Él también todo el pueblo santo de Dios hasido constituido pueblo sacerdotal. Sin embargo,entre todos sus discípulos, el Señor Jesús quiereelegir algunos en particular, para que ejercitandopúblicamente en la Iglesia en su nombre el oficiosacerdotal en favor de todos los hombres, conti-nuaran su misión personal de maestro, sacerdotey pastor. Fueron elegidos por el Señor Jesús nopara hacer carrera, sino para hacer este servicio.

Como, de hecho, para esto Él había sido envia-do por el Padre, así Él envió a su vez en el mun-do primero a los apóstoles y después a los obis-pos y sus sucesores, a los cuales finalmente fuerondados como colaboradores los presbíteros que,unidos a ellos en el ministerio sacerdotal, son lla-mados al servicio del Pueblo de Dios.

Después de madura reflexión y oración, ahoravamos a elevar al orden de los presbíteros a estoshermanos nuestros, para que al servicio de Cristo,Maestro, Sacerdote, Pastor, cooperen para edificarel Cuerpo de Cristo que es la Iglesia en Pueblode Dios y Templo santo del Espíritu Santo.

Estos serán configurado a Cristo Sumo y Eter-no Sacerdote, serán consagrados como verdaderos

ba el Señor, que llegaba al corazón. No hagáishomilías demasiado intelectuales y elaboradas: ha-blad de forma sencilla, hablad a los corazones. Yesta predicación será verdadero alimento. Y seaalegría y apoyo a los fieles también el perfume devuestra vida, porque la palabra sin el ejemplo dela vida no sirve, mejor volver para atrás. La doblevida es una enfermedad fea, en la Iglesia.

Por tanto reconoced lo que hacéis. Imitad loque celebráis porque participando en el misteriode la muerte y resurrección del Señor, lleváis lamuerte de Cristo en vuestros miembros y camináis

con Él en novedad de vida. Un presbítero que haestudiado quizá mucha teología y ha hecho una,dos, tres licenciaturas pero no ha aprendido a lle-var la Cruz de Cristo, no sirve. Será un buen aca-démico, un buen profesor, pero no un sacerdote.

Con el Bautismo agregaréis nuevos fieles alPueblo de Dios. Con el Sacramento de la Peni-tencia perdonaréis los pecados en nombre deCristo y de la Iglesia. Por favor, os pido en nom-bre de Cristo y de la Iglesia que seáis misericor-diosos, siempre; no carguéis en los hombros delos fieles pesos que no pueden llevar, y tampocovosotros. Jesús regañó por esto a los doctores dela ley y les llamó hipócritas. Con el óleo santodaréis alivio a los enfermos. Una de las tareas—quizá aburrida, también dolorosa— es la de ir avisitar a los enfermos. Hacedlo, vosotros. Sí, estábien que vayan los fieles laicos, los diáconos, perono os olvidéis de tocar la carne de Cristo sufrien-te en los enfermos: esto os santifica a vosotros, osacerca a Cristo. Celebrando los sagrados ritos yelevando en las distintas horas del día la oraciónde alabanza y de súplica, os haréis voz del Pueblode Dios y de toda la humanidad.

Conscientes de haber sido elegidos entre loshombres y constituidos en su favor para atenderlas cosas de Dios, ejercitad en alegría y caridadsincera la obra sacerdotal de Cristo. Sed alegres,nunca tristes. Alegres. Con la alegría del serviciode Cristo, también en medio de los sufrimientos,las incomprensiones, los propios pecados. Tenedsiempre delante de los ojos el ejemplo del BuenPastor, que no ha venido a ser servido sino a ser-vir. Por favor, no seáis “s e ñ o re s ”, no seáis “cléri-gos de Estado”, sino pastores, pastores del Pueblode Dios.

Francisco explica las razones por las que hay que hacerse sacerdote

No por carrera sino por serviciosacerdotes del Nuevo Testamento,y a este título, que les une en elsacerdocio a su obispo, serán pre-dicadores del Evangelio, Pastoresdel Pueblo de Dios, y presidiránlas acciones de culto, especial-mente en la celebración del sacri-ficio del Señor.

A vosotros, hijos y hermanosqueridos, que vais a ser promovi-dos al orden del presbiterado,considerad que ejercitando el mi-nisterio de la Sagrada Doctrinaseréis partícipes de la misión deCristo, único Maestro. Dispensada todos esa Palabra de Dios, quevosotros mismos habéis recibidocon alegría, desde niños. Leed ymeditad con frecuencia la Palabradel Señor para creer lo que ha-béis leído, enseñad lo que habéisaprendido en la fe, vivid lo quehabéis enseñado.

Nutra al Pueblo de Dios vues-tra doctrina, sencilla, como habla-

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página 12 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 12 de mayo de 2017, número 19

A los estudiantes participantes en el encuentro por la paz, la fraternidad y el diálogo

La mansedumbre de la escuchaMientras crece una cultura de la destrucción, los jóvenes tie-nen el deber de encaminarse por el camino de la construcción,aprendiendo a amar, yendo adelante luchando con creatividady sobre todo evitando la resignación. Es el mensaje que el Pa-pa ha confiado a los participantes en el encuentro de las es-cuelas italianas por la paz, la fraternidad y el diálogo «Prote-jamos nuestra casa», organizado por la coordinadora de enteslocales por la paz y los derechos humanos. El sábado 6 demayo, por la mañana, en el Aula Pablo VI, siete mil entre es-tudiantes y profesores han animado un encuentro sobre el te-ma «Bienaventurados los artesanos de la paz», concluido conla llegada del Pontífice, que respondió a cinco preguntas ha-blando espontáneamente durante unos cuarenta y cinco minu-tos. Francisco subrayó en particular la necesidad de educar alas nuevas generaciones en los valores de la docilidad y de laescucha respetuosa del otro y criticó los tonos cada vez másexacerbados de los debates preelectorales transmitidos en latelevisión. Como solución deseó que sea recompuesto el pacto

educativo entre escuela y familiahecho añicos.

Entre recuerdos personales rela-cionados con su propia infancia yuna citación final de la canción deMina Parole parole, para aligerar eltono de la conversación, el Papatocó argumentos de gran actuali-dad contenidos en las preguntasplanteadas por los jóvenes. Antetodo felicitó por lo concreto de laspreguntas no ideológicas sino in-herentes a cuestiones reales de vi-da cotidiana: la crueldad de lasimágenes de los niños degolladoso hambrientos, presentes en todoslos medios de comunicación,mientras cuantos trabajan por elbien, quemándose la vida al servi-cio de los demás no son noticia; latragedia de los migrantes; la ido-latría del dinero y del poder; eltráfico de armas y de la droga; eltrabajo en negro y el infantil; laexplotación de las mujeres. El de-safío —comentó— es luchar contratodo esto, ayudar a los demás sintener miedo, hablar claro. Y susci-tó el aplauso de los presentescuando ironizó sobre el hecho de

que se hable de la «madre de todas las bombas»: una mamáefectivamente da vida y no la muerte, observó.

Después Francisco puso en guardia ante el terrorismo delos chismorreos, exhortando a morderse la lengua antes queser considerados terroristas. No sólo, apartar también los in-sultos, que hieren. Y a propósito aconsejó leer la carta de San-tiago, donde se explica que el hombre y la mujer que domi-nan la lengua son perfectos.

Por último, una mención a la custodia del ambiente, cuyaintegridad está amenazada por el consumismo, explotación,experimentos químicos con animales y plantas, con la invita-ción a volver a poner a la mujer y al hombre en el centro dela creación, haciendo comunidad y buscando la paz.

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número 19, viernes 12 de mayo de 2017 L’OSSERVATORE ROMANO página 13

En la vigilia de la peregrinación a Fátima

E n c u e n t rocon la Madre

Publicamos el texto, traducido del portugués, de laspalabras del Papa en el vídeomensaje al pueblolusitano publicado el miércoles 10 de mayo, conocasión del inminente viaje al santuario de NuestraSeñora de Fátima, en el centenario de lasapariciones de la Virgen en Cova de Iria.

Querido pueblo de Portugal:Faltan pocos días para la peregrinación, mía

y vuestra, a los pies de la Virgen de Fátima, quevivimos en la gozosa espera de nuestro encuen-tro en la casa de la Madre. Sé que me querríaistambién en vuestras casas y comunidades, envuestros pueblos y ciudades: la invitación mellegó. No es necesario que os diga que me ha-bría gustado aceptarla, pero no puedo. Ya desdeahora agradezco a las distintas autoridades porla comprensión con que han aceptado mi deci-sión de limitar la visita a los momentos y a losactos propios de una peregrinación al Santuariode Fátima, fijando la cita con todos a los piesde la Virgen Madre.

De hecho, me presento ante la Virgen comoPastor universal, ofreciéndole un ramo con las«flores» más bellas que Jesús ha confiado a micuidado (cf. Jn 21, 15-17), es decir, los hermanosy hermanas de todo el mundo redimidos por susangre, sin excluir a nadie. Por eso necesito queos unáis a mí; necesito que os unáis —física oespiritualmente, lo importante es que brote delcorazón— para componer mi ramo de flores, mi«rosa de oro». De este modo, formando todos«un solo corazón y una sola alma» (cf. Hch 4,32), os confiaré a la Virgen, pidiéndole que ossusurre: «Mi Inmaculado Corazón será tu refu-gio y el camino que te conducirá a Dios» (Apa-rición, junio de 1917).

«Con María, peregrino en la esperanza y enla paz»: así reza el lema de esta peregrinaciónnuestra, que contiene todo un programa de con-versión. Me alegra saber que, para ese benditomomento que culmina un siglo de momentosbenditos, os venís preparando con una oraciónintensa. Ella ensancha nuestro corazón y lo pre-para para recibir los dones de Dios.

Os agradezco las oraciones y los sacrificiosque ofrecéis cada día por mí, y que tanto nece-sito, porque soy un pecador entre pecadores,«hombre de labios impuros, que habito en me-dio de gente de labios impuros» (Is 6, 5).

La oración ilumina mis ojos para poder ver alos demás como Dios los ve, para amar a losdemás como Él los ama.

En su nombre, iré hasta vosotros con la ale-gría de compartir con todos el Evangelio de laesperanza y de la paz.

El Señor os bendiga y la Virgen Madre osp ro t e j a .

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página 14 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 12 de mayo de 2017, número 19

gunos seguramente tenían miedode estas novedades de la Iglesia».

«El Espíritu —explicó el Papa—es el don de Dios, de este Dios,Padre nuestro, que siempre nossorprende: el Dios de las sorpre-sas». Y esto «porque es un Diosvivo, es un Dios que habita ennosotros, un Dios que muevenuestro corazón, un Dios que estáen la Iglesia y camina con noso-tros; y en este camino nos sor-prende siempre». Por eso «comoÉl ha tenido la creatividad decrear el mundo, así tiene la creati-vidad de crear cosas nuevas todoslos días». Él, insistió Francisco, es«el Dios que nos sorprende». Pe-ro, añadió, «también esto crea di-ficultad: por ejemplo los apósto-les, los hermanos que estaban enJudea supieron que también lospaganos habían acogido la Pala-bra de Dios». Refiriéndose a elloscomo «los incircuncisos», se pre-guntaban: «¿Cómo puede sucederesto? Se ve que Pedro y que losotros se han equivocado, han idomás allá buscando una novedad,¡pero quién sabe!». Y así «co-menzó la desconfianza». Hasta elpunto que «cuando Pedro subió aJerusalén, los fieles circuncisos loreprocharon diciendo: “¡Has en-trado en casa de hombres no cir-cuncidados, y han comido junto aellos!”». Sería como decir: «¡Peromira qué escándalo estás dando!Tú, Pedro, la piedra de la Iglesia,¿dónde nos llevas?”».

Por su parte, se lee en los He-chos, «Pedro cuenta qué sucedióy, con toda sencillez, esa visióndel cielo». Después cuenta tam-bién de esos «hombres que le pi-dieron ir a casa de este pagano».Y precisamente «cuando hablabacon ellos —recordó el Papa— des-cendió el Espíritu, cambió todo, yPedro bautiza: entiende el signode Dios, es capaz de tomar unadecisión valiente, es capaz de aco-ger la sorpresa de Dios».

En la conclusión de su discur-

nimiento: discernir, en cualquiercaso, cómo se debe hacer». Y «eslo que han hecho los apóstoles: sereunieron, hablaron y vieron queese era el camino del EspírituSanto». Sin embargo «esos queno tenían este don, o no habíanrezado para pedirlo, permanecie-ron cerrados y quietos». Y loscristianos deben, «sobre todo enun tiempo que es tan comunica-do, con tantas novedades, saberdiscernir: discernir una cosa de laotra, discernir cuál es la novedad,el vino nuevo que viene de Dios;cuál es la novedad que viene delespíritu del mundo y cuál es lanovedad que viene del diablo».

Alguno puede pensar —p ro s i -guió el Papa— que si estos paga-nos eran pecadores y condenadosy después cambiaron, ¿la fe cam-bia?». No, es la respuesta, «la feno cambia nunca, la fe es la mis-ma, pero está en movimiento, cre-ce, aumenta». Al respecto «unviejo monje del siglo V, san Vin-cenzo de Lerino, dijo esta frase:“Las verdades de la Iglesia vanadelante”, ut annis consolidetur, di-latetur tempore, sublimetur aetate».Es decir, «se consolidan con losaños, se desarrollan con el tiem-po, se profundizan con la edad».Y esto «para que sean más fuertescon el tiempo, con los años, seagranden con el tiempo y seanmás ensalzadas con la edad de laIglesia». Este es «el camino», ex-plicó Francisco: «es la misma ver-dad pero que se hace entendermejor». Nos ayuda «esa palabrade Jesús: “Habrá un solo reba-ño”». Pero «los discípulos no hanentendido eso que Jesús queríadecir, y quería decir esto: tambiénlos paganos recibirán el Espíri-tu».

En conclusión, el Pontífice in-vitó a pedir «al Señor la graciadel discernimiento para no equi-vocarse de camino y no caer en lainmovilidad, en la rigidez, en laclausura del corazón».

El Diosde las sorpresas

A Pedro no le faltó la valentía de dejarse sorpren-der por las novedades del Espíritu Santo pararomper la rigidez del «siempre se ha hecho así»,sin temor a dar «escándalo» o faltar a su misiónde «piedra». Pero con la libertad de «no ser im-pedimento a la gracia de Dios» y de no «silenciarel ruido que hace el Espíritu, cuando viene a laIglesia». Sugiriendo pedir al Padre «la gracia deldiscernimiento», el Papa Francisco —en la misacelebrada el lunes 8 de mayo en Santa Marta— in-vitó a no cometer «el pecado de resistir al Espíri-tu Santo».

«En estos capítulos que hemos leído en estassemanas en los Hechos de los Apóstoles —hizonotar en seguida el Pontífice, refiriéndose en par-ticular al pasaje litúrgico (11, 1-18) y mostrando suactualidad— se ve a la comunidad cristiana enmovimiento; y eso que hace mover a la comuni-dad es el Espíritu Santo». Hay que recordar, afir-mó Francisco, «que Jesús había prometido esto alos discípulos, en la última cena: “Yo no os dejarésolos: os mandaré el espíritu de verdad, él osguiará en la verdad plena, os enseñará, os recor-dará”». Así es «precisamente el Espíritu Santoque mueve esta Iglesia: hemos escuchado muchosmilagros, muchos cosas extrañas», tanto que «al-

so, Pedro «pide perdón» diciendo estas palabras:«Si por tanto Dios les ha dado a ellos el mismodon que nos ha dado a nosotros, por haber creídoen el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para ponerimpedimento a Dios?”». Esta —explicó Francis-co— «es precisamente la palabra del instrumentoapostólico, de ese apóstol que se siente instru-mento de Dios: ¿pero quién soy yo para detenerla gracia de Dios, para hacer callar el ruido quehace el Espíritu, cuando viene a la Iglesia?».

Así precisamente «delante de tantas sorpresasdel Señor —después de esto los apóstoles debenreunirse y discutir y llegar a un acuerdo para darel paso adelante que el Señor quiere— delante detantas cosas», el Papa Francisco propuso «dos pa-labras» que, confió, «me vienen a la mente paradecir».

«Siempre, desde los tiempos de los profetashasta hoy, está el pecado de resistir al EspírituSanto: la resistencia al Espíritu», afirmó. Y «estees el pecado que reprocha Esteban precisamente alos miembros del sanedrín: “Vosotros y vuestrospadres habéis resistido siempre al Espíritu San-to”». La resistencia al Espíritu Santo, por tanto.Expresada también al decir: “No, siempre se hahecho así y debe hacerse así”». Casi aconsejando«no venir con estas novedades: Pedro, estate tran-quilo, tómate una pastilla que te calme los ner-vios, estate tranquilo».

Pero esta es precisamente «la cerrazón a la vozde Dios», afirmó el Pontífice. Y «el Señor, en elsalmo 94, habla a su pueblo: no endurezcáis vues-tro corazón como vuestros padres en Meribá».Más bien «buscad la voluntad del Señor, la vozdel Señor, eso que el Señor quiere». Y «lo que elSeñor quiere es que haya otros pueblos, lo hemosescuchado en el Evangelio» (Juan 10, 11-18), por-que «hay otros rebaños que no pertenecen perohabrá “un solo rebaño, un solo pastor” ». Sin em-bargo terminaba que los paganos eran juzgados,«como condenados», y también «los prosélitos,esos paganos que se hicieron creyentes», eranconsiderados «creyentes de segunda clase: ningu-no lo decía, pero de hecho», era así.

«La cerrazón, la resistencia al Espíritu Santo»,prosiguió Francisco, sucede también a través de«esa frase que cierra siempre, que te paraliza:“Siempre se ha hecho así”». Pero esta forma dehacer «mata: mata la libertad, mata la alegría,mata la fidelidad al Espíritu Santo que siempreactúa hacia adelante, llevando adelante la Igle-sia». Por otro lado, añadió, «¿cómo puedo sabersi una cosa es del Espíritu Santo o es de la mun-danidad, del espíritu del mundo o es del espíritudel diablo?».

La única forma, explicó el Papa, es «pedir lagracia del discernimiento». De hecho «el instru-mento que el mismo Espíritu nos da es el discer-

La misa cotidiana del Pontífice

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número 19, viernes 12 de mayo de 2017 L’OSSERVATORE ROMANO página 15

Resistenciacontra docilidad

Fueron los laicos, «dispersos por la persecución desencade-nada después del martirio de Esteban», quienes llevaron«la palabra a los paganos de Antioquía», donde «por pri-mera vez fueron llamados “cristianos”», obteniendo des-pués la vía libre y el aliento de la comunidad de los após-toles en Jerusalén a través de Bernabé. Y el secreto de esaprimera y extraordinaria evangelización fue «la docilidadante el Espíritu Santo para acoger y anunciar la Palabra»,dijo el Papa en la misa del martes 9 de mayo, por la maña-na, invitando a rezar también hoy precisamente «por An-tioquía». Y ofreciendo la celebración «por las religiosas deCasa Santa Marta» —las hijas de la caridad de San Vicentede Paúl— que recuerdan «el día de su fundadora, santaLuisa de Marillac».

Francisco hizo notar enseguida que la primera lecturapropuesta por la liturgia, extraída de los Hechos de losApóstoles (11, 19-26), «comienza con estas palabras: “enaquellos años, los que se habían dispersado cuando la tri-bulación originada a la muerte de Esteban». Efectivamente,«después del martirio de Esteban estalló un gran persecu-ción en Jerusalén y los creyentes se dispersaron por todoslados». Permanecieron «solamente los apóstoles» mientras«los laicos se fueron, dispersos: fueron ellos los que lleva-ron la buena noticia de Jesús: dispersos».

Una persecución, entonces, después de «ese martirio deEsteban» que «reprochó muchas veces —¡muchas veces!— ladureza de corazón a los jefes, a los doctores de la ley». Y«la palabra más fuerte que» Esteban «continuamente repe-tía» era precisamente: «vosotros siempre habéis resistido alEspíritu Santo»: el pecado, en definitiva, de «resistir al Es-píritu Santo, hacer resistencia al Espíritu Santo».

«Hoy —hizo presente— las lecturas nos hablan de otraactitud, la contraria: la docilidad ante el Espíritu Santo,que es la actitud de los cristianos». Y así, explicó refirién-dose al pasaje de los Hechos de los Apóstoles, «yo me pre-gunto: estos que fueron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía,“¿no proclamaban la Palabra a nadie que no fuera judío”porque «tenían todavía esta mentalidad, que la salvación espara los judíos?». Sin embargo se lee en el texto: «Pero al-gunos de ellos, gente de Cipre y de Cirene, llegados a An-tioquía, comenzaron a hablar también a los griegos, anun-ciando que Jesús es el Señor. Y la mano del Señor —el Es-píritu del Señor— estaba con ellos». Y así «crecido númerorecibió la fe y se convirtió al Señor» como refieren los He-chos.

Entonces estos cristianos, explicó el Pontífice, «dieron elpaso de anunciar a Jesucristo a los paganos con naturali-dad, porque sentían dentro que el Espíritu le impulsaba aesto: fueron dóciles». Por ello «han sido los laicos a llevarla palabra, después de la persecución, porque tenían estadocilidad ante el Espíritu Santo».

Al respecto, aclaró Francisco, «hoy querría decir algo so-bre esta docilidad». El apóstol Santiago, «en el primer ca-pítulo de su carta, nos aconseja que acojamos la palabracon docilidad, recibirla como llega: la palabra que lleva elEspíritu». He aquí, añadió, es necesario «ser abiertos, nocerrados, no rígidos: abiertos». Y «el primer paso es acogerla palabra, el primer paso en el camino de la docilidad esacoger la palabra: abrir el corazón, recibirla, dejarla entrarcomo la semilla que luego germinará».

Una vez recibida la palabra, prosiguió el Papa, «despuésse profundiza un poco» y «el segundo paso es conocer lapalabra: conocer la palabra y conocer a Jesús». En el Ale-luya, hizo notar, «hemos cantado: “mis ovejas escuchan mivoz, dice el Señor, yo las conozco y ellas me siguen”». En-tonces «me conocen y me siguen» dice el Señor, como selee en el Evangelio de Juan (10, 22-30) propuesto por la li-turgia. «El rebaño no sigue a los brigantes, no sigue a losque no entran por la puerta», precisó el Papa, insistiendoluego en la palabra «”cono cer”: conocen, por la fuerza delEspíritu, porque son dóciles al Espíritu, cual es la palabrade Jesús».

«Y luego, un tercer paso, es la familiaridad con la pala-bra», volvió a insistir Francisco. Es importante «llevarsiempre con nosotros la palabra, leerla, abrir el corazón a lapalabra, abrir el corazón al Espíritu es lo que nos hace en-tender la palabra». Y «el fruto de este recibir la palabra, deconocer la palabra, de llevarla con nosotros, de esta fami-liaridad con la palabra, es un fruto grande: la actitud deuna persona que hace esto, es» animado por «bondad, be-nevolencia, alegría, paz, dominio de sí, docilidad». En defi-nitiva, «todo lo que el apóstol Pablo dice a los Gálatas enel quinto capítulo de su carta».

«El estilo que nos da la docilidad hacia el Espíritu es es-to» explicó una vez más el Pontífice; pero «debo recibir elEspíritu que me lleva a la palabra docilidad, y esta docili-dad, no hacer resistencia ante el Espíritu, me llevará a estemodo de vivir, a este modo de actuar».

El camino adecuado, por ello, es «recibir con docilidadla palabra, conocer la palabra y pedir al Espíritu la graciade hacerla conocer». Y «además dar lugar para que esta se-milla germine y crezca en aquellas actitudes de bondad,docilidad, benevolencia, paz, caridad, dominio de sí : todoesto que hace el estilo cristiano».

Los Hechos de los Apóstoles, afirmó una vez más Fran-cisco, nos dicen que «cuando la noticia de esta gente que,venida de Chipre y de Cirene anunciaba la palabra a lospaganos, llegó a Jerusalén, también ellos se asustaron unpoco y mandaron a Bernabé a Antioquía: “¿pero qué suce-de? Estos están estropeando la fe, ¿cómo es que se predicala palabra a un pagano, a un no circunciso? ¿Cómo es quela predican no los apóstoles, sino esta gente que nosotrosno conocemos?”».

Y «es bonito», comentó el Papa, lo que se lee en los He-chos: «enviaron a Bernabé a Antioquía. Cuando llegó y viola gracia de Dios se alegró y exhortaba a todos a permane-cer, con corazón firme, unidos al Señor». Bernabé, siguennarrando los Hechos, era «un hombre bueno, lleno de Es-píritu Santo». Una actitud que «es el contrario» respecto«a las resistencias que Esteban reprochaba a los jefes, a losdoctores de la ley: “vosotros habéis resistido al EspírituSanto”».

Francisco entonces sugirió que nos preguntemos «si re-sistimos al Espíritu», si «le oponemos resistencia o lo aco-gemos con docilidad, esta es la palabra de Santiago: “aco-ger con docilidad”». Se podría decir, en resumen, «resis-tencia contra docilidad» afirmó el Papa, invitándonos a pe-dir la gracia de ser dóciles. «Y un poco fuera de la homilía—concluyó el Pontífice— me gusta decir esto, que es comotermina esta lectura: fue precisamente en Antioquía dondenos dieron el apellido, precisamente allí: en Antioquía porprimera vez los discípulos fueron llamados “cristianos”. Esbonito, pero recemos por Antioquía».

Page 15: Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00 OL’ S S E RVATOR … · 2017-05-12 · peya; en este mes de mayo recemos el Rosario, en particular por la paz. Por favor: recemos

página 16 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 12 de mayo de 2017, número 19

En la plaza de San Pedro el Papa habla del modelo de esperanza para las mujeres de hoy

María estaba ahí«¡Todos nosotros hemos conocidomujeres fuertes, que han afrontadomuchos sufrimientos de los hijos!»,porque «las madres no traicionan». Losubrayó el Papa en la audienciageneral del miércoles 10 de mayo en laplaza de San Pedro. Continuando conlas catequesis sobre la esperanzacristiana, el Pontífice se detuvo en elsufrimiento de María de Nazareth.

Queridos hermanos y hermanas,¡buenos días!

En nuestro itinerario de catequesissobre la esperanza cristiana, hoy mi-ramos a María, Madre de la espe-ranza. María ha vivido más de unanoche en su camino de madre. Des-de su primera aparición en la histo-ria de los Evangelios, su figura seperfila como si fuera el personaje deun drama. No era un simple respon-der con un “sí” a la invitación delángel: y sin embargo Ella, mujer to-davía en plena juventud, respondecon valor, no obstante nada supiesedel destino que la esperaba. Maríaen ese instante se nos presenta comouna de las muchas madres de nues-tro mundo, valientes hasta el extre-mo cuando se trata de acoger en supropio vientre la historia de un nue-vo hombre que nace.

Ese “sí” es el primer paso de unalarga lista de obediencias —¡larga lis-ta de obediencias!— que acompaña-rán su itinerario de madre. Así Ma-ría aparece en los Evangelios comouna mujer silenciosa, que a menudono comprende todo lo que le ocurrealrededor, pero que medita cada pa-labra y acontecimiento en su cora-zón.

En esta disposición hay un rasgobellísimo de la psicología de María:no es una mujer que se deprime antelas incertidumbres de la vida, espe-cialmente cuando nada parece ir enla dirección correcta. No es ni si-quiera una mujer que protesta conviolencia, que se queja contra el des-tino de la vida que revela a menudoun rostro hostil. En cambio es unamujer que escucha: no os olvidéis deque siempre hay una gran relaciónentre la esperanza y la escucha, yMaría es una mujer que escucha.

María acoge la existencia tal y comose nos entrega, con sus días felices,pero también con sus tragedias conlas que nunca querríamos habernoscruzados. Hasta la noche supremade María, cuando su Hijo está clava-do en el madero de la cruz.

Hasta ese día, María casi habíadesaparecido de la trama de losEvangelios: los escritores sagradosdan a entender este lento eclipsarsede su presencia, su permanecer mu-da ante el misterio de un Hijo queobedece al Padre. Pero María reapa-rece precisamente en el momentocrucial: cuando buena parte de losamigos se han disipado por motivodel miedo. Las madres no traicio-nan, y en ese instante al pie de lacruz, ninguno de nosotros puede de-cir cuál haya sido la pasión máscruel: si la de un hombre inocenteque muere en el patíbulo de la cruz,o la agonía de una madre que acom-paña los últimos instantes de la vidade su hijo. Los evangelios son lacó-

nicos, y extremadamente discretos.Reflejan con un simple verbo la pre-sencia de la Madre: Ella “estaba”(Juan 19, 25), Ella estaba. Nada di-cen de su reacción: si llorase, si nollorase... nada; ni siquiera una pince-lada para describir su dolor: sobreestos detalles se habría aventurado laimaginación de poetas y pintores re-

nidad de discípulos tan frágiles: unohabía renegado, muchos habían huí-do, todos habían tenido miedo (cfHechos de los Apóstoles 1, 14). PeroElla simplemente estaba allí, en elmás normal de los modos, como sifuera una cosa completamente nor-mal: en la primera Iglesia envueltapor la luz de la Resurrección, pero

galándonos imágenesque han entrado en lahistoria del arte y dela literatura. Pero losEvangelios solo dicen:Ella “estaba”. Estabaallí, en el peor mo-mento, en el momentomás cruel, y sufría conel hijo. “estaba”. Ma-ría “estaba”, simple-mente estaba allí. Ahíestá de nuevo la jovenmujer de Nazareth, yacon los cabellos grisespor el pasar de losaños, todavía con unDios que debe ser so-lo abrazado, y conuna vida que ha llega-do al umbral de la os-curidad más intensa.María “estaba” en laoscuridad más intensa,pero “estaba”. No se fue. María estáallí, fielmente presente, cada vez quehay que tener una vela encendida enun lugar de bruma y de nieblas. Nisiquiera Ella conoce el destino de re-surrección que su Hijo estabaabriendo para todos nosotros hom-bres: está allí por fidelidad al plande Dios del cual se ha proclamadosierva en el primer día de su voca-ción, pero también a causa de suinstinto de madre que simplementesufre, cada vez que hay un hijo queatraviesa una pasión. Los sufrimien-tos de las madres: ¡todos nosotroshemos conocido mujeres fuertes, quehan afrontado muchos sufrimientosde los hijos!

La volveremos a encontrar en elprimer día de la Iglesia, Ella, m a d rede esperanza, en medio de esa comu-

también de los temblores de los pri-meros pasos que debía dar en elmundo.

Por esto todos nosotros la ama-mos como Madre. No somos huérfa-nos: tenemos una Madre en el cielo,que es la Santa Madre de Dios. Por-que nos enseña la virtud de la espe-ra, incluso cuando todo parece sinsentido: Ella siempre confiada en elmisterio de Dios, también cuando Élparece eclipsarse por culpa del maldel mundo. Que en los momentosde dificultad, María, la Madre queJesús nos ha regalado a todos noso-tros, pueda siempre sostener nues-tros pasos, pueda siempre decir anuestro corazón: “¡levántate!, miraadelante, mira el horizonte”, porqueElla es Madre de esperanza.

Después de la catequesis, el Papa dirigió unsaludo a los fieles de lengua española y saludó alos fieles de su patria.

Queridos hermanos:Saludo cordialmente a los peregrinos de len-

gua española. Hoy celebramos la fiesta de sanJuan de Ávila, patrono del clero español ymaestro de vida espiritual. Pidamos hermanospor todos los sacerdotes, para que sean siempreuna imagen transparente de Jesús, Buen Pastor,y la Virgen María los sostenga a lo largo de suvida sacerdotal. También quisiera enviar un sa-ludo desde aquí a los fieles de mi patria, quehace dos días celebraron la Solemnidad de laPatrona de Argentina, Nuestra Señora de Luján.Mi corazón estuvo en Luján estos días. Que elSeñor os bendiga. Muchas gracias.