Nicolás Olivari- de ELBA GONZALEZ

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Nicolás Olivari Introducción La poesía de Nicolás Olivari no puede relacionarse directamente con alguno de los dos grupos emblemáticos de la década del veinte, pero tampoco puede separarse de ninguno de ellos. Sus poesías contienen una preocupación social, coincidiendo con Boedo, pero también una actitud estética que lo acerca a Florida: “Olivari se encuentra entre lo extremo paradojal y metafórico martinfierrista y la poesía con mensaje de intención polémica de Boedo”. 1 Poeta original, en sus escritos se puede encontrar un feísmo que lo lleva a una exhortación criminosa 2 , una exageración que se transforma en grotesca, atestada de cinismo e ironía. Tanto en La musa de la mala pata, como en El gato escaldado, se pueden encontrar ejemplos de ello en todas sus poesías, desde el primer poema en el que invoca a “Tito Livio, santo catedrático” 3 , hasta el último de la segunda obra en el que le canta a “Los libros futuros” 4 y en el que dice que Buenos Aires le dará temas para escribir por mucho tiempo. La ironía juega un papel predominante, el cinismo es visible en la perspectiva que tiene de una ciudad que crece a pasos agigantados y a la que carga de un feísmo particular, emulando a algunos de los poetas malditos admirados por él, como Villon y Baudelaire. En el presente trabajo de investigación se abordarán precisamente éstas particularidades que caracterizan la poesía de Olivari: feísmo, grotesco, ironía y cinismo. Para el mismo se emplearán varios estudios sobre sus escritos realizados en la década de 1920: La musa de la mala pata y El gato escaldado. Como primera medida se tomará el texto Una modernidad periférica, en el capítulo VII llamado Marginales: La construcción de un escenario, de Beatriz Sarlo, en el que se sitúa el contexto de producción del autor. Aquí se ubica la ciudad de Buenos Aires en un momento particular de expansión en el que la marginalidad se torna visible a partir de autores como Olivari que emergen de ese contexto. Luego se hará una exploración de la revista Capítulo, en la que se expone cuál era la mirada sobre el trabajo del escritor, a partir del feísmo que lo caracteriza. Más adelante, se expondrá el prólogo de Jorge Isaacson a la edición de 1982 de 1 Isaacson, José, “Prólogo” La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1982 2 Ara,Guillermo. Colección Capítulo Nº40, Florida y la vanguardia. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1968 3 Nicolás Olivari, La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1982. pág. 9 4 Op.Cit 3 Pág. 119 1

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Nicolás Olivari

Introducción

La poesía de Nicolás Olivari no puede relacionarse directamente con alguno de los dos grupos emblemáticos de la década del veinte, pero tampoco puede separarse de ninguno de ellos. Sus poesías contienen una preocupación social, coincidiendo con Boedo, pero también una actitud estética que lo acerca a Florida: “Olivari se encuentra entre lo extremo paradojal y metafórico martinfierrista y la poesía con mensaje de intención polémica de Boedo”.1

Poeta original, en sus escritos se puede encontrar un feísmo que lo lleva a una exhortación criminosa2, una exageración que se transforma en grotesca, atestada de cinismo e ironía. Tanto en La musa de la mala pata, como en El gato escaldado, se pueden encontrar ejemplos de ello en todas sus poesías, desde el primer poema en el que invoca a “Tito Livio, santo catedrático”3, hasta el último de la segunda obra en el que le canta a “Los libros futuros”4 y en el que dice que Buenos Aires le dará temas para escribir por mucho tiempo. La ironía juega un papel predominante, el cinismo es visible en la perspectiva que tiene de una ciudad que crece a pasos agigantados y a la que carga de un feísmo particular, emulando a algunos de los poetas malditos admirados por él, como Villon y Baudelaire.En el presente trabajo de investigación se abordarán precisamente éstas particularidades que caracterizan la poesía de Olivari: feísmo, grotesco, ironía y cinismo. Para el mismo se emplearán varios estudios sobre sus escritos realizados en la década de 1920: La musa de la mala pata y El gato escaldado.Como primera medida se tomará el texto Una modernidad periférica, en el capítulo VII llamado Marginales: La construcción de un escenario, de Beatriz Sarlo, en el que se sitúa el contexto de producción del autor. Aquí se ubica la ciudad de Buenos Aires en un momento particular de expansión en el que la marginalidad se torna visible a partir de autores como Olivari que emergen de ese contexto. Luego se hará una exploración de la revista Capítulo, en la que se expone cuál era la mirada sobre el trabajo del escritor, a partir del feísmo que lo caracteriza. Más adelante, se expondrá el prólogo de Jorge Isaacson a la edición de 1982 de las obras antes mencionadas, allí Isaacson habla sobre “la reacción del autor sobre lo vacío del medio frente a la intelectualidad no intelectual”5 y por último el Estudio preliminar de Jorge Quiroga en Antología, Nicolás Olivari, en el que también a partir de ejemplos muestra las características tales como el grotesco dentro del trabajo del poeta.El orden de los textos investigados se justifica porque en Una modernidad periférica, se muestra el surgimiento de este tipo de escritura en los poetas nuevos de una Buenos Aires que se expande. En el texto de la revista Capítulo, la nota habla de la visión positiva y negativa de la poesía de Olivari a partir del feísmo como recurso. El prólogo de Isaacson, realiza un camino por estas dos obras, en las que hace una observación sobre las características que la componen. Y por último, el Estudio preliminar de Quiroga hace un recorrido por toda la obra del autor, e indaga sobre el carácter desfachatado de sus escritos y habla sobre su aparente desprolijidad en la que resalta lo grotesco, irónico y cínico de la obra.

Desarrollo

1 Isaacson, José, “Prólogo” La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 19822 Ara,Guillermo. Colección Capítulo Nº40, Florida y la vanguardia. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 19683 Nicolás Olivari, La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1982. pág. 94 Op.Cit 3 Pág. 1195 Op. Cit. 1

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La literatura argentina de la década del veinte trajo a la luz personajes suburbanos, marginales, pobres, gente que hasta el momento permanecía detrás de escena en la literatura local. Estos sujetos se transforman en personajes a partir de escritores que vienen desde ese “submundo” desconocido hasta entonces. Buenos Aires a principios del siglo veinte, a partir de la gran inmigración europea comenzó a poblarse en sus márgenes, en sus orillas y éstos marginales copan el centro y sus sectores honorables. Este fue uno de los tópicos elegido por muchos de los nacientes escritores que venidos desde ese margen, incluyen en su literatura un lenguaje distinto al conocido hasta el momento, con otro tipo de estética. Así lo plantea Beatriz Sarlo en Una modernidad periférica:

En los años veinte se inicia una doble experiencis literaria: el ingreso al campo intelectualde escritores que vienen del margen, y la tematización del margen en las obras que ellos

producen. La literatura entra en un proceso de expansión tópica que se traducirá también en un sistema nuevo de cruces formales entre diferentes niveles de lengua y diferentes estéticas.6 La musa de la mala pata, de 1926 puntualiza el espacio estético- ideológico7 de la periferia de la ciudad, todos los poetas escriben sobre ella, pero cada uno con su particularidad. Olivari tiene la propia, la exageración es uno de sus recursos favoritos, que produce otra visión sobre esas orillas y sus infortunios. Como otros periodistas que vienen de los suburbios, de ese espacio nuevo para la literatura, en el que se mezclan inmigrantes, prostitutas, drogadictos y otros personajes marginados de la época, reestructuran los valores. Estos escritores, a través de anécdotas y experiencias llevan a la luz a personajes como delincuentes, marginales, locos, influenciados por la literatura rusa que llegaba en sus traducciones españolas.8 La musa que da nombre al libro, viene de la alta literatura, pero la mala pata tiene que ver con lo popular, por eso, siendo una musa renga, inspira al poeta en versos que no son bien medidos, que no riman “como deben”, y hacen que ese poeta escriba sobre lo popular, con todos sus inconvenientes y carencias. En el poema El matrimonio del poeta, pone en evidencia irónicamente las dos extensiones socio-culturales:

Unamos nuestra miseria física, mi aire vago y doliente, tu tuberculosis incipiente y mi inquietud metafísica. -------- Nos casaremos, nos casaremos y en la alcoba pobre cuatro goteras para la rima de sus chas, chas… Al fin hastiados de las quimeras de esta vida nos deslizaremos por un suicida escape de gas.9

Olivari pone en acción una forma de literatura que habla de sí misma, originada por la decadencia de la poética formal. En su obra agrega el tardorromanticismo pero a la vez lo arruina, se nutre de él pero lo transforma: La puesta en escena poética de la pobreza, con la que juega todo el libro de Olivari

6 Sarlo, Beatriz. Cap. VII Marginales: La construcción de un escenario. Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920 y 1930. Buenos Aires. Ediciones Nueva Visión. 2007. pág. 1797 Op. Cit 6. pág. 1808 Op. Cit.6. pág. 1819 Nicolás Olivari, La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1982. pág.50

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presupone este trabajo metaliterario de definición de la rima como el golpe inevitable de las goteras: una forma producida por los deshechos, por los resultados del deterioro del sistema formal poético.10

Olivari pone en acción una forma de literatura que habla de sí misma, originada por la decadencia de la poética formal. En su obra agrega el tardorromanticismo pero a la vez lo arruina, se nutre de él pero lo transforma:

El feísmo que se puede ver en la musa, es el feísmo de toda esa marginalidad: “prostitutas, vitroleras, muchachas de orquestas de señoritas, oficinistas que eligen la mala vida, costureras tuberculosas, novias desvaídas”.11 No busca criticar la belleza para afirmarse en otro tipo de belleza, como la del trabajo, porque ésta es creadora de fealdad, muestra que la procreación no es signo de beldad, es fealdad pura:

Tus senos rectilíneos tienen la infeliz prosapia de los senos de las mujeres de tu raza,

- fábricas de hijos, aplanados como tapias-.Nadie se extrañe si las rituales curvas nunca están…

Tus senos son los senos de las mujeres de tu casa... Tus senos son dos cosas tristes y amarillas.12

La ironía tensa entre los valores solidarios y el espacio social y literario que alberga al poeta, una ciudad, fastidioso espacio urbano. El poeta no edifica un espacio marginal para estetizarlo, nace de él, pero no lo transforma en bello, lo especifica solidariamente, su literatura no es melancólica, no rememora el pasado, muestra su presente, un presente de las orillas, del margen “como escena moral, social y psicológica”13

En la revista Capítulo14 que habla sobre Florida y la vanguardia, no ven a Olivari como escritor vanguardista de estética original. Al contrario, se dice de él que apasionado lector de los poetas malditos, no llega a alcanzar la cólera demoníaca de poetas como Verlaine o Lautréamont. Trata de imitar a Villon, pero a pesar de trabajar sobre ritmos característicos, no logra conseguir la misma locuacidad, conoce las experiencias de prostíbulo, pero no llega a Baudelaire, ni siquiera a sus discípulos: Gustó mucho de Fracois Villon, al que imita hasta en sus “testamentos”, en su procacidad Más o menos sombría, en el desparpajo y en la elocuencia de ciertos ritmos característicos. Pero como la sensibilidad de Villon no era la sensibilidad contemporánea, por el mismo camino da las experiencias de burdel, toca la zona infernal de Baudelaire y sus seguidores más o menos independientes.15

No todo es negativo, según se ve en la edición de la revista. Rescata de El gato escaldado, Antiguo almacén “A la ciudad de Génova”, en el que no se ven los espantos de la urbe, ni la repulsión sexual, en este poema brota una identificación con el pasado. En él, Olivari habla sobre el padre, la madre, el entierro de Mitre, el tango La morocha, las calles y las esquinas, todos lugares que sus antecesores no habían conocido:

10 Sarlo, Beatriz. Cap. VII Marginales: La construcción de un escenario. Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920 y 1930. Buenos Aires. Ediciones Nueva Visión. 2007 pág. 18511 Op. Cit. 10 pág. 18612 Op. Cit. 11. pág 2113 Op. Cit. 10 Pág. 18714 Ara,Guillermo. Colección Capítulo Nº40, Florida y la vanguardia. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1968. 15 Ara,Guillermo. Colección Capítulo Nº40, Florida y la vanguardia. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1968. pág. 944

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¡Mi madre era entonces tan joven y tan bella!- La más hermosa de todas las mujeres-.Me acunaba con “La morocha”.Fue esta canción la primer palabra argentina que escuché Y en el dulce dialecto de su boca:“- Yo soy la morocha,la más agraciada…”(…)El entierro del General Mitrepreludió las primeras manifestaciones socialistas, Y el coro de La internacional-exótica, cosmopolita y bárbaracomo una gárgara de grapa-.Cangallo y Ombú,yo he visto que por tu esquina desfilan las sombras desfondadasa puñaladas,con un boquete en el pecho, y en la frente una greña aceitada…16

Se habla de “cómo experimentaba su propia poesía”17 pero al mismo tiempo señala que el “feísmo” que utiliza lo llevan a una “exhortación criminosa” en la que hace esfuerzos para parecer original, malvado, pero a veces esta pose lo delata, por que se excede en “datos prontuariales”. Por esta razón y a pesar de su exageración y feísmo, es un poeta que va al revés del resto:

…nos obliga a considerar a Olivari montado- como poeta a contrapelo de la sociedad, demasiado ansioso por sorprender, por exigir a su verso una originalidad a todo trance- entre el extremo paradojal y metafórico del polo martinfierrista y la poesía con mensaje, de intención polémica y social del polo de Boedo.18

En su Prólogo a la edición de 1982 de La musa de la mala pata y El gato escaldado, Jorge Isaacson, hace una revisión de la poesía de Olivari y comienza mencionando que su poesía “es representativa de una modalidad centradamente porteña, propia de los años veinte”, en la que se ven influencias de Villon, Laforgue y Cobiere y también en la que se ve una poesía ácida, amarga, cínica. Sobre este principio, elabora sus poemas:

Reaccionando ante la chatura del medio, y afrontando el adocenado espíritu de los seudointelectuales, decide librar su propia batalla y dice su palabra, a veces fuerte, a veces desenfadada e irónica, en ocasiones intempestiva como exabrupto, sin pedirle permiso al diccionario ni a la preceptiva tradicional.19

Isaacson hace referencia a una nota escrita por José González Carbalho, en Noticias Gráficas, en 1949, que dice: “tal vez fue el único poeta de nuestro medio con la osadía de anarquizar la expresión, tan sensata y humana, por otra parte”.20 Es influenciado por Baudelaire, “su sarcástica poesía, alienta un fracasado intento de purificación”21

El entorno por el que circulaba Olivari, una ciudad que crece a pasos agigantados, lo transforman en rebelde, en inconformista del medio, criticándolo y lo hace desde la

16 Nicolás Olivari, La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1982. pág. 8317 Op. Cit. 16 Pág. 94418 Op. Cit. 16. pág. 94719 Isaacson, José, “Prólogo” La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Capítulo. 198220 González Carbalho, José, El hombre y sus versos, Noticias gráficas. Buenos Aires 194921 Ibid. 21

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ironía, exagerando, cínicamente, lo que lo transforma en un “poeta maldito”, definición que Carbalho dice ser mentirosa:

La definición de poeta maldito ,que intenta ubicación en un determinado casillero es tan mentirosa como cualquier otra pretensión erudita, pues Olivari se jerarquiza en su canto como el polvo de las calles y el vaho de sus malas noches opaca su verso.22

La poesía de Olivari se puede caracterizar por romper las formas, por “haber arrasado con los contenidos poéticos que desde el neoclasisismo fueron capaces de sobrevivir”. Y no solo por su métrica, sino también por el contenido, Juan Pinto señala sobre este tema: Olivari se mueve en un mundo poético como quien siente vergüenza de cantar a las rosas existiendo en el pozo del mundo tanta negrura, tanta fealdad, tanta hambre y tanta cosa oscura negando el espíritu del hombre.23

Los lugares donde transcurren los poemas olivarianos son “funambulescos”, cafés, tranvías de madrugada, lugares que no son habituales para un clásico literato. Issacson muestra que desde su primera obra, La amada infiel, se “sitúa ideológicamente: “Soy la tristeza de un ex socialista/ que rico y burgués toma el fresco al balcón,/ le trae el viento el eco del ideal justicialista/ mientras abajo pasa elástica la manifestación”. Su actitud es coherente con lo que mencione en el prólogo de El gato escaldado:

Nos toca vivir en el Plata la nueva era del poema. Hasta ahora este género no requiere más condición esencial que una fascista sinceridad, ha sido desvirtuado entre nosotros. Reivindico el derecho de haber escrito el primer poema sin metro, sin escala y sin medida digno de su título porque sería canalla que nosotros, vanguardistas efectivas de la nueva generación, saliéramos escribiendo con arroz con leche como Rabindranath Tagore.24

Los temas de los que se ocupa Olivari, son “nuevos”, si se piensa en escritores como Güiraldes, que con una estética nueva trabajaba temas “viejos”. Uno de sus temas es la prostitución que fue nueva por experiencia del poeta, no significa que no pueda ser original , pero pudo hacerlo por el conjunto de cosas que le tocó vivir: “un idioma áspero, plagado de italianismos adecuados para una musa de la mala pata”. La aproximación al lunfardo, la autenticidad vienen de ese lugar. Esto lo lleva a dar vuelta la influencia de Carriego, en su Canto a la dactilógrafa se puede observar:

Muchacha… Abullónate los rizos delante del espejo,

- quizás ganes sesenta pesos al mes- la miseria te obligará a mostrar la hilacha, escucha este consejo: entrégate a un burgués. 25

Isaacson dice que Carriego fue un descubridor de los suburbios, como ya se había dicho en otras oportunidades, también Borges se refiere a él diciendo que utiliza “múltiples chantajes sentimentales”, incluso Alvaro Melián Lafinur señala:

22 Ibid. 2123 Pinto, Juan, Pasión y suma de la expresión argentina. Buenos Aires, Huemul, 197124 Olivari, Nicolás, Prólogo: Palabras que lleva el viento, El gato escaldado, Buenos Aires. Gleizer Editor. 192925 Nicolás Olivari, La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1982. pág. 21

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A Carriego le basta describir sobriamente, sencillamente, escenas de la vida humilde, introduciendo en su pintura un rango sugerente y profundo para inspirar simpatía y despertar una emoción de solidaridad humana.26

Carriego escribió: “la costurerita que dio el mal paso/ y lo peor de todo sin necesidad”, en cambio Olivari le dio una vuelta y un enfoque más cínico, pero también más realista: “La costurerita que dio aquel mal paso/ y lo peor de todo sin necesidad…bueno, lo cierto del caso/ es que no le ha ido tan mal”. Esa ironía que utiliza, no lo exceptúa de la autocompasión como cuando escribe en Canción con olor a tabaco a nuestra buena señora de la inspiración:

4Café de poetas con cara de perro,

“-Este es un necio, aquél un carcamal”… -“Y de ese Olivari ¿qué opinan? –Me aferro a la crítica… ese mocito es un informal…”

5 Me siento un poco triste, para escuchar, mientras le abro paso a mi hipocondría: -“Ese muchacho va de yerro en yerro…” -“Mozo, medio litro, pero bien frappé…” -“…puesto que ni figura en la Antología del Señor Doctor Don Julio Noé…”27

Lo mejor de su inventiva es cuando describe una situación, pero se salva de ser cursi según Isaacson, como sucede en Canto a la dactilógrafa:

Cara ex -dactilógrafa, actualmente prostituta, tu caso es un simple caso de permuta en la bolsa social. Te hemos perdonado porque al cabo tú eres como todas las mujeres, menos mamá.28

En Esta bestia magnífica y clinuda sucede algo parecido, allí habla de la prostituta, pero no solo para describir una situación, sino para denunciarla también, a la manera de Olivari, irónica y cínicamente:

Amo, a esta bestia, a esta prostituta, autóctona y salvaje… amo su olor a Chaco, clavado en la calle Talcahuano, refugio de morconas y de hampones, viaducto picaresco de su amor que no pregunta, que no averigua las ideas políticas del cliente ni su opinión sobre las dictaduras.29

En el Estudio preliminar de Jorge Quiroga30, dice sobre Nicolás Olivari que es uno de los poetas argentinos “más originales, por tener una poesía incisiva, mordaz y desbordante de ingenio”, en la que considera a la literatura como un campo de batalla. Esta idea es acompañada con otros escritores de su época, entre ellos Arlt, Armando y

26 Melián Lafinur, Alvaro, Prólogo, Poesías, Evaristo Carriego, 192227 Op. Cit. 26. pág. 928 Op. Cit. 26. pág. 2229 Nicolás Olivari, La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1982. pág. 11530 Quiroga, Jorge, Estudio preliminar, Antología Nicolás Olivari. Colección Los Raros. Buenos Aires, Biblioteca Nacional. 2008

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Enrique Discépolo, Enrique y Raúl González Tuñón y por último Mariani. Ellos convergen en una estética común, que cuestiona la época en la que viven.El descaro con el que escribe Olivari es porque no puede tomarse la vida y la literatura con tanta etiqueta, sino para dar a conocer sus ideas nuevas: “En su mocedad, a pesar de que toma todo con ironía, está desorientado, esa circunstancia la tematiza exagerándola hasta la parodia.”31

Todos esos nuevos escritores, viven los cambios producidos en esas primeras décadas del siglo, todos esos cambios impactan en esos jóvenes, “cuyos sarcasmos (como los de Olivari) existen en una porteñidad bohemia. Eran fervorosos y pobres.”32

Olivari sabe exactamente cuál es su espacio entre los grupos literarios de su época. Esos grupos fueron Florida y Boedo, que tuvieron acaloradas discusiones sobre el sentido de la literatura. Boedo promovía una literatura social, mientras que Florida escribía una literatura de vanguardia estética. El lugar al que pertenece Olivari no es a uno ni a otro, pero a los dos al mismo tiempo, porque “su poética y procedimientos son parte de una extraña vanguardia, sobre todo por su antisolemnidad y su humor, es decir por su praxis es una rara avis ”33 Así, por no pertenecer a ninguno, se lo denominó “poeta maldito”, también porque su estilo emulaba a sus admirados, como Villon o Baudelaire. Dice sobre sí mismo que es “humorístico, irónico y burlesco, pero sobre todo rabioso”34, “la vida es un Sainete y el poema final una exaltación irónica y atorranta”35

Su literatura quita lo sagrado de la poética en general, ese es su objetivo, porque los escritores de vanguardia obtenían una perspectiva distinta, alternativa, tanto por la visión que tenían del mundo ,como por el impacto que les provoca esas primeras décadas.:

La actitud antiburguesa y la posición antiliberal eran evidentes, y lo que se buscaba remarcar eran los recursos declamatorios y paródicos. Se tomaban en cuenta, ambientes marginales y hasta se debía provocar el surgimiento de la locura y el gesto exagerado.36

En las primeras obras ya comienza a verse lo “grotesco” que se convierte en la principal característica de la poesía de Olivari. El grotesco es un estilo improcedente, recargado, tanto en las palabras como en los temas, tomadas de lo habitual, pero dándole otra dimensión. Lo que se quiere hacer es llevar a la luz las historias comunes, “sacadas de su contexto”:37

Siempre lo grotesco es lo que está, lastimosamente en las cosas. Siempre lo grotesco trae lo que no puede decirse de otra manera que con un exabrupto. No conduce al equilibrio, por el contrario, su condición es lo inevitable.38

Algunos escritores de la década del veinte comienzan a mostrar el grotesco en varias obras. Entre ellos se encuentra Arlt que se relaciona estrechamente con la estética de Olivari. “Hay una unidad indisoluble “en el cross a la mandíbula” arltiano y “el knock-out lírico de” de Olivari”, los dos disimulan lo frágil de los seres de los suburbios dentro de una violencia en el relato:

Un extraño realismo, con señales y marcas, para expresar lo inexpresable, contar un

31 Op. Cit. 31 pág 1032 Op. Cit 31 pág. 1133 Op. Cit 31 pág. 1334 Op. Cit. 31 pág. 1535 Op. Cit. 31 pág. 1636Quiroga, Jorge, Estudio preliminar, Antología Nicolás Olivari. Colección Los Raros. Buenos Aires, Biblioteca Nacional. 2008. pág. 1737 Quiroga, Jorge, Estudio preliminar, Antología Nicolás Olivari. Colección Los Raros. Buenos Aires, Biblioteca Nacional. 2008. pág. 1838 Ibid. 38

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mundo, donde la realidad parece diluida en una especie de ensoñación turbia, donde elegir a esos personajes vencidos y mostrar sus torpes andanzas, que son parodia, inevitable distancia. Lograr que el relato sea la causa última de sus vidas, esas vidas que el tiempo aplasta39.

El joven Olivari se encuentra infortunado, sin sueños, por esa razón agrede a la ciudad que no lo resguarda, como se ve en ¿Sabés, compañero?:

¿Sabés, compañero, lo que es no tener horizonte? -¡ y a los veinte y tantos años! las manos se crispan en el vacío de los ideales y alargan las brazadas de la fe.

Sostiene un humor ácido, exagerado a propósito, incorporándolo a su estética, su estilo es inaugural en la década del veinte, consolidado en La musa de la mala pata, obra en la que “la mujer es estéril, tuberculosa, tuerta, pura pantomima, descompensada, está volcada a un costado tremendista y busca, espantar”40, como en La dactilógrafa tuberculosa:

Esta doncella tísica y asexuada,esta mujer de senos inapetentes-rosicler en los huesos de su cara granuladay ganchuna su nariz ya transparente-.41

Expresa su odio de manera franca, su gusto por lo “feo” es una “especie de grito existencial, con alguna impiedad”42 , asegura Quiroga.Se completa la primera parte de su poesía con El gato escaldado, allí desde el prólogo plantea el objetivo de su poesía:

Mezclar en la antinomia del lirismo puro, los elementos de la realidad, exagerados hasta la irrealidad, para quitarles su labor de fábrica, será la labor única y suprema.43

La decadencia del tiempo que le tocó vivir, entre dos mundos, la escritura irónica y poética, despierta al mundo literario, con ese “knock-out Lírico” que ”rechaza cualquier forma de academicismo”:

El grito, el aullido, tendrá que cavar la angustia, hasta volverla efervescencia y verdad. Calcinar, escaldar, movimientos ácidos y espinosos, que esos nuevos sentidos deben ayudar a que carcoman, y sean áspera virtud de conclusión, el poema abierto, a inéditos y posibles horizontes.44

“Soy un gran romántico al revés”, dice Olivari, porque siente una gran tristeza que lo derrumba, por eso tanta ironía y desparpajo en sus versos. En esta obra saluda a Villon, poeta moderno, de una gran ciudad, que como él, conoce “de prostitutas, de borracheras, de pecados inconfesables”. Esos son los tópicos que caracterizan su poesía, como escritor joven diseña una ruptura frente a la oficialista. :

39 Op. Cit. 38 pág. 2240 Op. Cit. 38 pág. 5041 Nicolás Olivari, La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1982. pág. 1242 Ibid. 4143 Olivari, Nicolás, Prólogo: Palabras que lleva el viento, El gato escaldado, Buenos Aires. Gleizer Editor. 1929 44 Op. Cit. 43 pág. 52

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Busca Olivari precursores en poetas que ratifican su escritura poética: atorrantes, ladrones, desacralizadotes, que parecen tener poco que ver, y sin embargo amplían el juego y el espacio literario.(…) Es una literatura de quiebre la de Olivari, no posee prejuicios de ninguna clase.(…) Se posiciona en los intersticios, porque nadie puede decir que no tiene elementos de crítica social, ni que no usa recursos modernos.45

El último poema de El gato escaldado, se denomina Canción de los libros futuros, y en él plantea que la ciudad, siempre le dará temas para sus escritos, ciudad que alberga a todo tipo de personajes, cínico ante un mundo que no mejora, sino que se complejiza: Nunca te me acabarás, Buenos Aires y me darás temas para rato… hasta que el sentimiento se me haga pedazos en tus encantadores accidentes de tráfico.46

Conclusión

Luego de haber leído la información, y encontrando similitudes y diferencias, se puede decir que en la poesía de Nicolás Olivari, a partir de los tópicos a los que se vuelca, en una ciudad que crece vertiginosamente, construye su poética a partir de la ironía, planteando las dificultades de sus personajes de forma grotesca, dando una visión de la ciudad con un feísmo característico, no busca embellecer esos suburbios, solo busca mostrarlos tal cual son, su realismo no es el realismo conocido, porque nunca antes se mostró los márgenes desde su epicentro.Como bien marca Beatriz Sarlo, es un escritor de las orillas y gusta de la exageración, no solo porque viene de ese submundo, sino porque pelea también con los cánones de la literatura, por eso de manera irónica “su musa tiene una mala pata”. Coincide con esta afirmación Isaacson cuando dice que es un poeta rebelde, que siente inconformidad sobre esta ciudad que no lo cobija y la mejor manera de que lo puedan ver es criticándola pero con exageración, irónica y cínicamente. Quiroga, por su parte, además de ver lo mismo que Sarlo e Isaacson, ve lo grotesco que aparece en la poesía y en la que plantea que es la principal característica de Olivari, no solo por las palabras utilizadas, sino por los temas.A pesar de no compartir las mismas ideas sobre la originalidad de sus poesías, Guillermo Ara de la revista Capítulo, coincide en el feísmo que se observa en toda la obra, pero lo ve como un calco de los poetas malditos admirados por el poeta. Pese a ello destaca que en poemas como “Antiguo almacén…” se puede ver al mejor Olivari.Para finalizar, se puede ver que en una ciudad que se expande, la poesía de Nicolás Olivari, muestra con desparpajo, irónica, grotesca y cínicamente la vida de muchos de los personajes que la componen, pero no lo hace solo como un mero observador, sino con la sensibilidad de un poeta que nació y vivió en las orillas, conociendo y comprendiendo sus carencias y virtudes.

45 Op. Cit. 43 pág. 5446 Nicolás Olivari, La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1982. pág. 119

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Bibliografía

• Ara, Guillermo. Colección Capítulo Nº 40, Florida y la vanguardia. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1968

• González Carbalho, José. El hombre y sus versos, Noticias gráficas. Buenos Aires. 1949.

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Page 11: Nicolás Olivari- de ELBA GONZALEZ

• Isaacson, José. “Prólogo” La musa de la mala pata- El gato escaldado. Buenos Aires. Centro Editor de América Latina. 1982

• Melián Lafinur, Álvaro. Prólogo, Poesías, Evaristo Carriego. 1922

• Olivari, Nicolás. Prólogo: Palabras que lleva el viento, El gato escaldado. Buenos Aires. Gleizer Editor. 1929

• Pinto, Juan. Pasión y suma de la expresión argentina. Buenos Aires. Huemul. 1971

• Quiroga, Jorge. Estudio preliminar, Antología Nicolás Olivari. Colección Los raros. Buenos Aires, Biblioteca Nacional. 2008

• Sarlo, Beatriz. Cap. VII Marginales: La construcción de un escenario. Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920 y 1930. Buenos Aires. Ediciones Nueva Visión. 2007

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