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EL CAPITÚLO GENERAL DE ROMA 2010 Y LA LITURGIA INTRODUCCIÓN Y PRESENTACION DEL RITUAL O.P. DE PROFESÍON Con este número de INFO/CLIOP, segundo del año 2010, hacemos eco al Capítulo general electivo de Roma 2010, y publicamos con una breve presentación los documentos introductorios («Carta del Maestro de la Orden » e « Introducción general») del Ordo Professionis O.P de 1999. El unir esos dos tipos de información en un mismo ejemplar del boletín de la Comisión litúrgica tiene su significación. Un Ritual, fruto de un importante trabajo de revisión de una tradición litúrgica particular, presenta un valor de renovación y un aspecto más estable que las orientaciones, situadas en un momento de nuestra historia, de un Capítulo general. Sin embargo, relacionar esas dos contribuciones presenta, para el conjunto de la Familia dominicana (hermanos y hermanas), cualidades fundamentales en el hoy de la misión de la Iglesia y de la Orden, y nos invita a situarnos de nuevo y de un modo siempre actual frente al compromiso que hemos asumido cuando hicimos la profesión religiosa en la Orden de Santo Domingo. Con la presentación de este numero de INFO/CLIOP a los hermanos, hermanas y laicos que constituyen la Familia dominicana, nos place hacer llegar nuestros augurios fraternos y fervientes a Fray Bruno CADORÉ, elegido Maestro de la Orden en este Capítulo general de Roma 2010. En este boletín leeremos la «Carta de promulgación de las Actas del Capítulo general», como también las orientaciones de los capitulares para la vida litúrgica en la Orden. Se publica igualmente la última nota que la comisión litúrgica envió antes del Capítulo general, el 28 de agosto de 2010, a Fray Carlos AZPIROZ COSTA, Maestro de la Orden. Ese documentó presenta el estado actual del proyecto que él nos solicito: la composición de un Libro de las Bendiciones y Oraciones O.P. En la segunda parte de este boletín recogemos dos documentos institucionales: «Carta de promulgación del Ritual de la profesión dominicana» del MO T. RADCLIFFE y la «Introducción general» del mismo Ritual de 1999. Estos documentos se encuentran, en latín, en la edición típica, lo mismo que en las traducciones italiana y española de ese mismo ritual. Existe una edición oficial del Ritual de Profesión, en legua española, preparada por Fray Antolín GONZÁLEZ FUENTE, O.P., e impresa en la Editorial San Esteban, de Salamanca 2010. Las otras aéreas lingüísticas de la Orden no han realizado aún, al menos de forma oficial, las ediciones de esos documentos. Parece útil reproducirlos en el boletín INFO/CLIOP, que aparece en inglés, español, francés e italiano. Sigue a la publicación de estos dos textos una breve presentación de ese libro litúrgico. Este análisis se inspira en buena parte en un artículo de Fray Vincenzo ROMANO, presidente de la Comisión Litúrgica de la Orden, encargado de la realización de ese Ordo Professionis. Al termino de este editorial podemos decir que la Comisión litúrgica de la Orden, con Fray Bernardino PRELLA, Socio para las Provincias de Italia y de Malta y referente de la Comisión en la Curia generalicia, tuvo un encuentro con Fray Bruno CADORÉ, Maestro de la Orden. Luego de recordar el funcionamiento actual de la comisión y sus actuales trabajos, una presentación, hecha por el propio Maestro, de las orientaciones del Capítulo general sobre la liturgia y sobre el trabajo de la Comisión dio lugar a un intercambio muy alentador. A partir del próximo año se presentará una renovación, que facilitara una mayor apertura a las diversas sensibilidades culturales o eclesiales de la Familia dominicana. Se tiene también la intención de que se garantice más a todas las generaciones una transmisión de la tradición litúrgica de la Orden y que el importante trabajo de renovación del actual Proprium O.P. sea mejor asumido por la Provincias, los frailes, las monjas, las hermanas y los laicos de Santo Domingo. A consecuencia de los diversos trabajos que se nos han pedido, sobre todo para preparar los formularios de oraciones para antes y dentro de los Capítulos Provinciales, ha sufrido un gran retraso la aparición de este INFO/CLIOP. Con todo hemos deseado que conserve su fecha de diciembre de 2010. De aquí la final del año 2011 recuperaremos un ritmo regular. Ofrecemos nuestras escusas a las comunidades. N°8 DICIEMBRE 2010

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EL CAPITÚLO GENERAL DE ROMA 2010 Y LA LITURGIA

INTRODUCCIÓN Y PRESENTACION DEL RITUAL O.P. DE PROFESÍON

Con este número de INFO/CLIOP, segundo del año 2010, hacemos eco al Capítulo general electivo de Roma

2010, y publicamos con una breve presentación los documentos introductorios («Carta del Maestro de la Orden » e «

Introducción general») del Ordo Professionis O.P de 1999. El unir esos dos tipos de información en un mismo

ejemplar del boletín de la Comisión litúrgica tiene su significación. Un Ritual, fruto de un importante trabajo de

revisión de una tradición litúrgica particular, presenta un valor de renovación y un aspecto más estable que las

orientaciones, situadas en un momento de nuestra historia, de un Capítulo general. Sin embargo, relacionar esas dos

contribuciones presenta, para el conjunto de la Familia dominicana (hermanos y hermanas), cualidades fundamentales

en el hoy de la misión de la Iglesia y de la Orden, y nos invita a situarnos de nuevo y de un modo siempre actual frente

al compromiso que hemos asumido cuando hicimos la profesión religiosa en la Orden de Santo Domingo.

Con la presentación de este numero de INFO/CLIOP a los hermanos, hermanas y laicos que constituyen la Familia

dominicana, nos place hacer llegar nuestros augurios fraternos y fervientes a Fray Bruno CADORÉ, elegido Maestro de

la Orden en este Capítulo general de Roma 2010. En este boletín leeremos la «Carta de promulgación de las Actas del

Capítulo general», como también las orientaciones de los capitulares para la vida litúrgica en la Orden. Se publica

igualmente la última nota que la comisión litúrgica envió antes del Capítulo general, el 28 de agosto de 2010, a Fray

Carlos AZPIROZ COSTA, Maestro de la Orden. Ese documentó presenta el estado actual del proyecto que él nos solicito:

la composición de un Libro de las Bendiciones y Oraciones O.P.

En la segunda parte de este boletín recogemos dos documentos institucionales: «Carta de promulgación del

Ritual de la profesión dominicana» del MO T. RADCLIFFE y la «Introducción general» del mismo Ritual de 1999. Estos

documentos se encuentran, en latín, en la edición típica, lo mismo que en las traducciones italiana y española de ese

mismo ritual. Existe una edición oficial del Ritual de Profesión, en legua española, preparada por Fray Antolín

GONZÁLEZ FUENTE, O.P., e impresa en la Editorial San Esteban, de Salamanca – 2010. Las otras aéreas lingüísticas de

la Orden no han realizado aún, al menos de forma oficial, las ediciones de esos documentos. Parece útil reproducirlos

en el boletín INFO/CLIOP, que aparece en inglés, español, francés e italiano. Sigue a la publicación de estos dos textos

una breve presentación de ese libro litúrgico. Este análisis se inspira en buena parte en un artículo de Fray Vincenzo

ROMANO, presidente de la Comisión Litúrgica de la Orden, encargado de la realización de ese Ordo Professionis.

Al termino de este editorial podemos decir que la Comisión litúrgica de la Orden, con Fray Bernardino PRELLA,

Socio para las Provincias de Italia y de Malta y referente de la Comisión en la Curia generalicia, tuvo un encuentro con

Fray Bruno CADORÉ, Maestro de la Orden. Luego de recordar el funcionamiento actual de la comisión y sus actuales

trabajos, una presentación, hecha por el propio Maestro, de las orientaciones del Capítulo general sobre la liturgia y

sobre el trabajo de la Comisión dio lugar a un intercambio muy alentador. A partir del próximo año se presentará una

renovación, que facilitara una mayor apertura a las diversas sensibilidades culturales o eclesiales de la Familia

dominicana. Se tiene también la intención de que se garantice más a todas las generaciones una transmisión de la

tradición litúrgica de la Orden y que el importante trabajo de renovación del actual Proprium O.P. sea mejor asumido

por la Provincias, los frailes, las monjas, las hermanas y los laicos de Santo Domingo.

A consecuencia de los diversos trabajos que se nos han pedido, sobre todo para preparar los formularios de oraciones

para antes y dentro de los Capítulos Provinciales, ha sufrido un gran retraso la aparición de este INFO/CLIOP. Con

todo hemos deseado que conserve su fecha de diciembre de 2010. De aquí la final del año 2011 recuperaremos un

ritmo regular. Ofrecemos nuestras escusas a las comunidades.

N°8 – DICIEMBRE 2010

2 INFO/CLIOP n° 8 - Español

ÍNDICE DE ESTE NÚMERO

INFO/CLIOP N° 8 – Diciembre de 2010

EL CAPÍTULO GENERAL DE ROMA 2010 Y LA LITURGIA

INTRODUCCIÓN Y PRESENTACIÓN DEL RITUAL O.P. DE PROFESIÓN

Presentación del número. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

DEL CAPÍTULO GENERAL

CARTA DE FRAY BRUNO CADORÉ, O.P., MAESTRO DE LA ORDEN,

PARA LA PROMULGACIÓN DE LAS ACTAS DEL CAPÍTULO GENERAL 2010 . . . . . 3

TOMADO DEL CAPÍTULO GENERAL O.P. 2010 - “Vida litúrgica y vida de oración”. . . . 6

PRESENTACION DEL “LIBRO DE LAS BENEDICIONES Y LAS ORACIONES O. P.”

NOTA DE CLIOP AL MO FR.CARLOS AZPIROZ COSTA . . . . . . . . . . . . . . 7

ACERCA DEL RITUAL O.P. DE PROFESIÓN

Fr. CARLOs A. AZPIROZ COSTA, O.P. : “APROBACIÓN DE LA ORDEN”. . . . . . . . . . 11

MO Fr. TIMOTEO RADCLIFFE, O.P.:

“CARTA DE PROMULGACIÓN DEL RITUAL O.P. DE PROFESIÓN” Roma (25.03.1999) . . . . . 13

INTRODUCCIÓN GENERAL DEL RITUAL O.P. DE PROFESIÓN. . . . . . . . . . . . . . 15

I. Carácter peculiar de la profesión dominicana 16 II. Ritos que se dan las diversas etapas de la vida dominicana 18

III. Formularios de la celebración de la misa en el rito de la profesión religios 20

IV. Traducciones y adaptaciones de este ritual 20

P.-M- GY: SOBRE EL CARÁCTER CONSAGRATORIO DEL ACTO MISMO DEL VOTO SOLEMNE

EN LA TEOLOGÍA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO . . . . . . . . . . . . . 22

BREVE PRESENTACIÓN DE “RITUAL O. P. DE PROFESIÓN” (1999) . . . . . . . . . 24

1. Datos de la preparación de la edición típica de 1999 24

2. Orientaciones de la reforma conciliar para la revisión de todos los Rituales

de toma de hábito y de profesión religiosa 24 3. Indicaciones sobre la historia del Ritual Dominicano de profesión religiosa 25

4. Problemas particulares en relación con el Ritual Romano 26

5. Estructura y gestos típicos en el Ritual dominicano de profesión 26

6. Observaciones y perspectivas finales 27

3 INFO/CLIOP n° 8 - Español

CARTA DE PROMULGACION

ACTAS DEL CAPITULO GENERAL 2010

FRAY BRUNO CADORÉ, O.P.

Maestro de la Orden

Mis queridos hermanos en Santo Domingo:

Por la presente carta promulgo las Actas del Capitulo General celebrado en Roma del 1 al 21 de

septiembre de 2010.

Deseo, en primer lugar, con todos vosotros expresar nuestra profunda gratitud a fray Carlos Alfonso

Azpiroz Costa, quien, a lo largo de los últimos nueve años, asumió el servicio de Maestro de la Orden.

Su atención hacia cada uno de nosotros, el interés que manifestó en promover la misión de la Orden

entera en el seno de la familia dominicana y con ella, su compromiso en las situaciones prioritarias,

han sido y siguen siendo para nosotros un gran testimonio de fraternidad evangélica y apostólica.

Las actas de este capítulo se abren con un único Prólogo, dedicado al ministerio de la predicación.

Se le significa así a la Orden aquello que constituye lo esencial para cada uno de nosotros y para el

conjunto de las comunidades. No sólo lo esencial en cuanto a los objetivos de nuestros compromisos

apostólicos concretos sino, más radicalmente, lo esencial que anima el corazón de nuestra vida, a

nosotros, que estamos “totalmente consagrados a la evangelización de la Palabra de Dios”. Nuestra

respuesta a la Palabra dirigida por Dios a todo la humanidad no es acaso el deseo de consagrar toda

nuestra vida a dar a conocer esa Palabra que viene al encuentro de la humanidad y dialoga con ella,

revelándose como el camino, la verdad y la vida ?

Situando así la misión de predicadores en el corazón de la vocación de la Orden y de cada uno de

nosotros, el capítulo ha querido recordar cómo la predicación constituye a la vez el corazón, el soporte

y el dinamismo de las diferentes dimensiones de nuestra vida. Esta es la base sobre la cual el capítulo,

llevado por las comisiones capitulares, ha definido ciertas orientaciones para los próximos años. A

causa de la misión de predicación, nos invita a tomar en serio la edificación de comunidades que sean

hogares vivos de fraternidad, de estudio y de oración, donde se dé un resurgir en la fe y en la

esperanza y, al mismo tiempo, se ofrezca una propuesta de hospitalidad y de diálogo con el mundo.

Animados por el deseo de la predicación, hemos de procurarnos los medios para el estudio, a fin de

que nuestras comunidades sean casas de predicación y de estudio a la vez. Para garantizar lo mejor

posible nuestra misión, y dentro de la mayor equidad posible entre nosotros, se nos invita a poner en

práctica entre nosotros los medios más eficaces para una solidaridad concreta. A fin de que los frailes

puedan realizar por todas partes la predicación con gozo y liberta, se nos pide un esfuerzo durante los

próximos seis años para ajustar las estructuras de nuestras “santas predicaciones” a las necesidades

apostólicas, así como a los recursos humanos disponibles. En resumen, si bien se trata siempre de la

misma misión de predicación, estas demandas nos piden que volvamos sin cesar a la realidad concreta

de nuestra vida de predicadores, de tal manera que, como “predicadores”, seamos nosotros mismos

constantes en alimentar nuestras propias fuerzas con la gracia del Evangelio.

4 INFO/CLIOP n° 8 - Español

Es esta una de las principales tareas de un capítulo: a partir de la experiencia de los frailes por el

mundo entero, y apoyándose en la reflexión realizada por los capitulares, actualizar nuestra misión e

invitar a cada uno a “beber en su propio pozo”, volviendo con alegría y determinación al corazón de su

vocación. Con este espíritu invito a los frailes, a las comunidades y a las provincias a procurarse el

tiempo y los medios para leer estas Actas y recibirlas como una invitación a tomar parte plenamente

en la incesante “fundación de la Orden”.

Hay ciertas atenciones prioritarias al bien apostólico común que han sido definidas para los

próximos años y remitidas a la atención del Maestro de la Orden. Al mismo tiempo, los capítulos

subrayaron cuán esencial es a nuestra tradición el que todos, animados por un mismo deseo de

unanimidad, se comprometan personalmente en estas tareas de reorganización.

Como eco de las evaluaciones realizadas aquí y allá, ha parecido necesario simplificar, de aquí a

2016, los diferentes niveles de organización de nuestras entidades. Provincias, Viceprovincias y

Vicariatos provinciales deberían ser los tres niveles que se mantengan. Esta “reestructuración” exigirá

tiempo y atención a fin de que, con el objetivo de ajustar lo mejor posible estructuras y predicación,

los dones y características de cada entidad se desplieguen para mayor servicio de la misión de

predicación. Es evidente que tales cambios deben implicarnos a todos, ya que se trata del bien de toda

la Orden. En particular tendremos que poner por obra en el seno de las provincias la reciprocidad más

posible con los vicariatos provinciales, y, entre las entidades, la mayor colaboración posible.

En esta misma perspectiva de ajuste de fuerzas, de necesidades y de medios, el capítulo nos invita a

organizar todavía mejor la solidaridad entre nosotros, en provecho de las entidades más frágiles y con

el objetivo de sostener y promover los proyectos prioritarios de la Orden. En la medida en que

sepamos poner por obra una solidaridad así, tanto mejor podremos desarrollar nuestras prácticas de

“fund raising” (búsqueda de fondos) en beneficio de la Orden, que es a lo que el capítulo nos llama.

El capítulo se situó en continuidad con las ideas de Bogotá a propósito del estudio. Quiso recordar

la necesidad de continuar evaluando y promoviendo la tarea de los centros de estudio en la Orden, y su

colaboración y la de las instituciones directamente colocadas bajo la jurisdicción del Maestro de la

Orden. Estas instituciones son de toda la Orden, y su colaboración y la de las instituciones

directamente colocadas bajo la jurisdicción del Maestro de la Orden. Estas instituciones son de toda la

Orden y esa es la razón de que se solicite la disponibilidad de las provincias y de los frailes. No se

trata de “conservar” instituciones porque existan desde siempre ni de mantener una “reputación”. Se

trata bien de promover y desarrollar estas instituciones por lo que tienen de prioridades para nuestra

misión común: el conocimiento crítico de la obra de santo Tomas de Aquino, el estudio histórico de

las fuentes de nuestra tradición – a fortiori cuando se acerca el Jubileo-, el estudio de la Palabra, la

investigación y la enseñanza de la teología. Otros tantos dominios en los que se despliega esta

“vocación al estudio” que hemos de mantener juntos para el mayor provecho de todos, tratando de

desarrollar la mejor sinergia posible entre el servicio a este bien común y el despliegue de estos

mismos objetivos del estudio en las provincias.

De una manera deliberada, el capítulo decidió no tratar de todas las cuestiones importantes de la

vocación dominicana, sino más bien situarse dentro del conjunto constituido por los capítulos

precedentes. De ahí que haya realidades de nuestra vida comunitaria, fraterna, apostólica, que apenas

se aborden en estas Actas. Sin embargo, por encima de las Actas, la celebración de un capítulo es

también un momento importante de encuentro con los frailes, de constitución de la unanimidad entre

nosotros, de descubrimiento –casi podríamos escribir: de “contemplación”- de los compromisos

apostólicos de unos y de otros, de solidaridad con la gente, de destinos compartidos con ella. Algunos

de nuestros hermanos –y son numerosos- se enfrentan con graves dificultades que aflora en los lugares

de fractura del mundo. Otros tienen la pesada tarea de inventar cómo desplegar su creatividad

apostólica en mundos nuevos, con sus exigencias propias. Algunos son ya mayores o están enfermos

y, con la ayuda de sus hermanos, se esfuerzan por hacer de esos años de envejecimiento un momento

de acción de gracias y de intercesión por el trabajo que realizan aquellos a quienes han transmitido la

5 INFO/CLIOP n° 8 - Español

tradición de la Orden, contribuyendo así a construiré la Orden. Otros más jóvenes –que también son

numerosos- se unen a la Orden y están ávidos por recibir de manera creativa esa tradición que todos

deben tomar en serio transmitirles.

Esta diversidad de los frailes es la fuerza de nuestra Orden, y su gozo. En la Orden, los mundos de

referencia y las culturas, incluidas las eclesiales y teológicas, son diversos. Nuestra vocación es hacer

que esta diversidad sea un lugar donde surja y se comparta el Evangelio entre nosotros, en la estima

mutua de unos y otros en su diferencia y su particularidad, sin condiciones previas, sino acogiendo la

gracia de tenerlos a todos por hermanos y de ser todos portadores de una misma misión. A través de

esta diversidad, se afirma como el don de la gozosa libertad que nos hace libres y nos conduce a la

unanimidad. Así es como nuestro deseo de hacernos predicadores de la gracia para la humanidad

entera nos conduce a querer vivir la gracia de la fraternidad.

Dando muy calurosamente las gracias a fray Francesco María Ricci, secretario general del capítulo,

mi gratitud se dirige a todos los que han preparado este capítulo y han permitido su celebración. Que

por la intercesión de la Madre de Dios y de santo Domingo, Dios nos dé en su abundancia la fuerza del

Espíritu, con cuyo aliento deseamos ser enviados al mundo como frailes predicadores.

Dado en Roma, en nuestro convento de Santa Sabina, el 5 de octubre del año del Señor 2010, memoria del

beato Raimundo de Capua.

L. + S.

FRAY BRUNO CADORÉ, O.P.

Maestro de la Orden

Fray Christophe HOLZER, O.P.

Secretis

Prot.50/10/828 Roma 2010 – Doc. ufficiali

6 INFO/CLIOP n° 8 - Español

TOMADO DEL CAPÍTULO GENERAL O.P. 2010

CAPUT III. DE SEQUELA CHRISTI (nn. 74-79)

Vida litúrgica y vida de oración

74. (Gratiarum actio) Agradecemos a la Comisión litúrgica internacional de la Orden el trabajo

realizado a favor de la liturgia dominicana. Animamos a la Comisión a continuar esta tarea.

75. (Petitio) Constatando que varias provincias todavía no han realizado la traducción y

adaptación de los diversos libros del Propium Ordinis Praedicatorum a las diferentes lenguas

modernas, dirigimos a todas las provincias de la Orden que aún no lo han hecho, las peticiones

siguientes:

1. Que las autoridades provinciales o interprovinciales tomen contacto con la Comisión

litúrgica internacional de la Orden, a fin de comunicarle los nombres de los responsables de

la comisión provicial o interprovincial de liturgia y el estado actual de las traducciones de

las diversas partes del Propium Ordinis Praedicatorum;

2. Que las comisiones provinciales o interprovinciales de liturgia, antes de enviar traducciones

a la Curia Generalicia para su aprobación, tomen contacto con la comisión litúrgica

internacional de la Orden, que podrá dar las indicaciones útiles en orden a la preparación

más adecuada de las traducciones de los textos y de la presentación de los ritos;

3. Que se difundan por los conventos y casas de los frailes, por los monasterios de monjas, los

institutos seculares y las fraternidades laicales, las informaciones provenientes de la

Comisión litúrgica internacional de la Orden, en particular el boletín INFO/CLIOP.

76. (Petitio) Pedimos al Maestro de la Orden que la composición de la Comisión litúrgica

internacional de le Orden sea más representativa de nuestra diversidad (Familia Dominicana,

continentes, culturas), de tal suerte que su investigación tenga en cuenta las diferentes

tendencias teológicas y pastorales en este ámbito.

77. (Commendatio) La oración del Rosario tiene un lugar privilegiado en nuestra tradición (ACG

2007 Bogotá, n.96). La practica personal o comunitaria de esta oración (LCO 67 § II) favorece

una conversión personal y comunitaria. Nos abre a un espíritu de pobreza y nos acerca a los

pobres. Recomendamos, pues, a las comunidades que integren en su propio de vida común una

atención a la oración del Rosario, y en su proyecto de vida apostólica (LCO 311) actividades que

favorezcan la evangelización a través de esta devoción popular.

78. (Petitio) Pedimos que la expresión oratio privata (LCO 311) sea remplazada por la expresión

oratio secrata1, más conforme a nuestra tradición dominicana.

79. (Commissio) Teniendo en cuenta el hecho de que ciertos frailes e incluso ciertas entidades de la

Orden descuidan la celebración común de la liturgia (Relatio del Maestro de la Orden, n. 88),

encomendamos al Maestro de la Orden que dirija una carta a todos los frailes sobre la vida

litúrgica, especialmente sobre la Liturgia de las Horas en los diversos ritmos cotidianos, en

función de las exigencias del derecho y de la vida dominicana.

1 HUMBERTUS DE ROMANS, Opera de vita regulari, ed. J.J Berthier, Roma, 1888, vol. I. pp. 153, 170 y 172. Cf. Mt 6, 5-6.

7 INFO/CLIOP n° 8 - Español

PRESENTACIÓN DEL

"LIBRO DE LAS BENDICIONES Y DE LA ORACIONES O.P."

El 28 de agosto de 2010, unos días antes del inicio del Capítulo general electivo de Roma,

Fray Dominique DYE, Presidente de CLIOP, en nombre de la Comision, escribio una carta a Fray

Carlos AZPIROZ COSTA, Maestro de la Orden para presentarle el avance del Libro de las

Bendiciones y las Oraciones, que él le había solicitado, y también para expresarle el

reconocimiemto de los miembros de la Comisión.

Aquí enseguida aparece el texto de esta carta y además el «Índice general de materias» del

proyecto en su estado actual. La preparación de esta sección del Proprium O.P. fue ya objeto de

varias consultas con las Provincias y los Monasterios. Cuando esté más avanzada la elaboración

será enviada a algunos hermanos y hermanas de la Familia dominicana, en lista establecida con

la Curia generalicia, antes de ser transnmitida al Maestro de la Orden para que la examine con

miras a su aprobación.

Querido Fray Carlos:

Antes del Capítulo general electivo de Roma 2010, quisiera una vez más, en nombre de la Comisión

litúrgica dominicana internacional, expresarte nuestra profunda y muy fraterna gratitud. Gracias a tu

apoyo la Comisión ha podido proseguir su trabajo de inventario y de renovación de la tradición

litúrgica de la Orden.

Hoy deseo informarte con esta carta, a la que agrego en Apéndice el Índice general (8.08.2010),

del estado de preparación del Libro delle benedizione e delle preghiere O.P. A título de presentación

general recuerdo la fisonomía de este proyecto, del que te hemos hablado varias veces y que hemos

incluido en la relación de CLIOP al Capítulo general de 2010.

Del año 2001 en adelante, y respondiendo también a la solicitud de varios Monasterios, Provincias,

Congregaciones o hermanos, ha parecido necesario considerar la completa renovación del Libellus

precum iniciada, a petición del Capítulo general de Walberberg (1980), en la edición de la Liturgia

Horarum O.P. de 1982 (pp.717-783). Para llevar a cabo este trabajo complementario la Comisión

tomó en consideración lo que en la Orden se llamaba el Formularium Benedictionum et

Absolutionum, ad. usum FF. Ordinis Prædicatorum, ed. MO M.S. GILLET, Romæ 1939, como también

algunos elementos contenidos en el Collectarium S.O. FF. Præd., ed MO V. AJELLO, Romæ 1846, e

indicaciones ceremoniales contenidas en el Cæremoniale iuxta Ritum S.O.P., ed. MO A.V. JANDEL,

Mechlinæ 1869.

A partir de 2002, la Comisión ha trabajado en el examen de nuestra tradición y también de las

solicitudes dirigidas a nosotros. Fr. BORG, de la Provincia de Malta, ha tenido un papel importante

ayudándonos a conocer mejor los usos pastorales y regulares de este campo de las « Bendiciones» y

de la «Piedad popular». Muchas veces nos ha hecho ver la actualidad de esos usos en su Provincia o en

algunas otras Provincias de la Orden.

Por lo demás nos hemos enterado de trabajos análogos realizados por algunos Institutos religiosos:

Servitas de María (Rituale dell’Ordine dei Servi di Maria per la celebrazione del Capitolo, Roma

2000, 242 pp. ; Y los diversos fascículos de su «Benedizionale…» para algún Santo o Santa;

«Laudemus viros gloriosos» (Ritual de la Orden de Agustinos recoletos, Madrid, 1985, 388 pp;

Manual de la Fraternidad secular Agustino-Recoleta, Madrid 1992, 580 pp.). Además hemos

comprobado que las Comunidades nuevas utilizaban formularios tradicionales o creaban textos

nuevos, que algunas comunidades dominicanas querían utilizar sin darse cuenta de que esas

creaciones o ediciones no siempre se realizaban con suficiente discernimiento litúrgico.

8 INFO/CLIOP n° 8 - Español

El proyecto de CLIOP se inspira en el método del De Benedictionibus del Rito Romano, pero no

quiere duplicarlo ni reemplazarlo. Como es posible darse cuenta observando el Índice general

transcrito al final de esta nota, la Comisión contempla situaciones internas de la Familia dominicana.

Recogemos los formularios válidos y aprobados en el Libellus precum, editado en LHOP, ed. latina

de 1982 (pp.717-783). Para los otros sectores hemos examinado y renovado nuestras antiguas

costumbres. O bien, sobre todo para acompañar litúrgicamente las diversas reuniones de las

comunidades, hemos tratado de responder a las sugerencias formuladas por loa Capítulos generales o a

solicitudes que provienen de Monasterios o de Provincias.

Fray Raffaele QUILOTTI y yo mismo, en nombre de la Comisión litúrgica de la Orden, hubiéramos

querido presentarte este trabajo cuando estuvimos el pasado mes de agosto en Santa Sabina. Ello no

fue posible al no poder recibir el convento huéspedes para esta fecha. Terminaremos le proyecto a

fines del mes de septiembre de 2010, con el fin de que sea examinado en sesión plenaria por toda la

Comisión litúrgica de la Orden a fines de noviembre de 2010. Enseguida, luego de hablar con el

Maestro de la Orden, enviaríamos este proyecto a una lista de expertos de la Familia dominicana

(frailes, monjas, hermanas, laicos) repartidos en el conjunto de la Orden. La Comisión examinaría las

respuestas y retomaría el proyecto, que sería entonces presentado para su examen al Maestro de la

Orden con miras a su aprobación.

Este Libro delle benedizione e delle preghiere entra en la categoría «Documenta» del Proprium

O.P., inaugurado por ti. Este tipo de obra pertenec al derecho interno de la Orden y no necesita pasar a

la Congregación para el Culto Divino y las disciplina de los Sacramentos. Una vez aprobado por el

Maestro de la Orden, se ofrecería este libro a las Provincias, Monasterios, Congregaciones y grupos

de laicos de la Familia dominicana para su empleo efectivo en bien de nuestra vida litúrgica y regular.

Varios esquemas de este proyecto, como las «indicaciones para acoger y recibir a un Prior o

Superior», las «etapas en la vida de los hermanos o las hermanas», « la animación litúrgica y regular

de los encuentros comunitarios», etc., han sido experimentados con interés por varias comunidades.

Otros elementos, provenientes del Libellus precum editado en 1982 han sido ya utilizados con fruto

desde hace varios años.

Hace varios días dirigí una corta sesión sobre la «liturgia dominicana» en el noviciado de la

Provincia de Francia, en Estrasburgo. Me di cuenta de que era importante ayudar a las jóvenes

generaciones a discernir lo que es deseable y posible conservar de los usos regulares o devocionales

de la Orden. Hermanos como Fray Raffaele QUILOTTI o yo mismo somos de una generación que

todavía puede hacer ese trabajo de transmisión de memoria, de manera equilibrada y no arqueológica.

Hemos conocido en su forma viva esta tradición y además hemos recibido una formación en los

institutos Superiores de Liturgia, sea en Roma, sea en París.

Esto es, querido Fray Carlos, lo que quería escribirte presentándote el estado de los trabajos de la

Comisión litúrgica internacional de la Orden en el campo llamado «De Benedictionibus». Puedes estar

seguro de toda nuestra gratitud, y rogamos al Señor, a la Virgen María y a Santo Domingo por el

conjunto de la Familia dominicana, como también por tus futuras responsabilidades.

Muy fraternalmente,

Fray Dominique DYE, O.P.

Presidente de CLIOP.

9 INFO/CLIOP n° 8 - Español

PROPIO DE LA ORDEN DE PREDICADORES

DOCUMENTA

LIBRO DE LAS BENDICIONES Y DE LAS ORACIONES

Índice general de materias

(8.08.2010)

Carta del Maestro de la Orden Introducción general: lengua inglesa

lengua española

lengua francesa

lengua italiana

Índice de las siglas y de las abreviaturas

I PARTE: ORACIONES Y CELEBRACIONES DE LA COMUNIDAD

Nota preliminar

Cap. I: Oraciones comunes

Cap. II: Oraciones e indicaciones para los diversos tipos de reuniones comunitarias

(Capítulos, otros encuentros, etc.)

Cap III: Bendición de la mesa

Cap. IV: Recibimiento de los Superiores

a) Prior conventual

b) Prior provincial (recibimiento, visita canónica, etc.)

c) Maestro de la Orden

d) Prelado eclesiástico o Autoridad Civil

Cap. V: Oraciones por la Familia dominicana y los bienhechores (cf. la tradición del

Procesionario O.P., pp. 138-140, o del Ceremonial O.P., nn. 1773 sigs. Ver la

revisión de estos ritos en LHOP, ed. typ. lat., 1982, pp. 764-773) [N.B. Para poner en esta I Parte, o como Cap. XV, en la IV Parte]

Cap: VI: Oraciones para el Capítulo general o provincial y por los que van a ellos [N.B. Para esta sección se recogería lo que existe en el LHOP, ed. typ. lat., 1982, pp. 757- 764]

Cap.VII: Bendiciones por los que parten o por un ministerio

a) Itinerantes (LHOP, ed. typ. lat. 1982, pp. 773-777)

b) Por una misión

c) Por los predicadores

Cap. VIII: Etapas en la vida de un hermano o de una hermana

a) En el momento de una asignación a una comunidad

b) Aniversario importante en la vida de un hermano, de una hermana

c) Grados universitarios

10 INFO/CLIOP n° 8 - Español

II PARTE: BENDICIONES Y PASTORAL DE LAS COFRADIAS O ASOCIACIONES

Nota preliminar

Cap. IX: Bendición de las familias y de sus miembros. Bendición de los enfermos

Cap. X: Cofradía del Rosario

Cap. XI: Asociaciones y Fraternidades seculares agregadas a la Orden

a) Cofradías mencionadas en el LCO: Santísimo Nombre de Jesús, Santo Tomás de Aquino,

Beata Imelda, etc.

b) Otros movimientos y asociaciones más recientes

III PARTE: BENDICIONES EN HONOR DE UN SANTO DE LA ORDEN Y OBJETOS

DE DEVOCIÓN

Nota preliminar

Cap. XII: Devoción a la Pasión del Señor (vinculada a un santo o santa dominicos)

a) Versículos de la Pasión de N. S. Jesucristo (Cf. LHOP, ed. typ. lat. 1982, pp. 723-725)

b) Exhortaciones y oraciones (San Vicente Ferrer: LHOP, ed. typ. lat. 1982, pp.753-754)

Cap. XIII: Bendiciones diversas en honor de un santo o de una santa de la Orden

Cap. XIV : Bendiciones de objetos o de insignias de piedad

IV PARTE: BENDICIONES DIVERSAS

Nota preliminar

Cap. XV: Bendiciones de nuestra tradición referentes a actividades humanas

Cap. XVI: Bendiciones para diversas circunstancias

[Eventualmente aquí lo que se indica en los Caps. VI o V]

APENDICES

~ Absolución general y formulario particular

~ Una u otra letanía dominicana

~ Jaculatorias para el curso de la jornada

~ Algunos elementos del Ritual de difuntos

Observaciones de método

1. En la introducción general convendrá, de alguna manera, explicar el uso de esas diversas secciones,

ya sea por parte de los Hermanos, o de las Monjas, o de las Hermanas o de los Laicos de la Orden.

2. Cada parte será precedida, según la oportunidad, de una especie de “Nota praevia/Praenotanda”

particular, que presentará el conjunto de la sección. Esta “Nota praevia” será en latín, lo mismo

que las introducciones a cada capítulo. La Introducción general será en las cuatro lenguas usuales

de la Comisión.

3. Para la adaptación de este Libro de las bendiciones y de las oraciones se indicará que puede hacerse

la edición en las diversas lenguas.

11 INFO/CLIOP n° 8 - Español

FRATRES ORDINIS PRAEDICATORUM

CURIA GENERALITIA

APROBACIÓN DE LA ORDEN

Después de haber recibido la Liturgia de las Horas (1988), el Misal y el Leccionario (1991), la

Familia Dominicana de las Provincias de lengua española acogerá con satisfacción este Ritual de la Profesión. El texto típico de la edición latina, aprobado por el Maestro de la Orden, Fray Timothy Radcliffe, en 1999, fue confirmado por la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos como parte integrante del Proprium O.P., que goza de los honores reconocidos en los «ritos particulares» en el espíritu del Concilio Vaticano II.

Tengo la satisfacción de presentar el texto de la edición española preparado por Fray Antolín

González Fuente, quien tomó en consideración las sugerencias, tanto de la Comisión Litúrgica de la Orden como de los distintos expertos en liturgia y otros miembros de la Orden.

Sin repetir lo que está contenido en la «Carta de promulgación» y la «Introducción general», así

como en las Notas preliminares de los capítulos del Ritual, me gustaría destacar algunos aspectos importantes para el presente de nuestra vida dominicana y de nuestra misión.

Por nuestra profesión religiosa, nos comprometemos a consagrar toda nuestra existencia al

servicio del Evangelio, por el anuncio de la Palabra de Dios y por el testimonio apostólico. Estas exigencias fundamentales conciernen a todos los miembros de la Familia Dominicana

(frailes, monjas, hermanas, miembros de los institutos seculares o fraternidades de laicos). Éstas exigencias son vividas de manera diferente según las situaciones de cada uno, pero todas deben presentar las cualidades que podemos encontrar en nuestro Padre santo Domingo: atención constante a la Palabra de Dios y a la oración, compasión por los hombres y las mujeres de nuestro tiempo, dinamismo y alegría que tienen sus fuentes en la dimensión eucarística de toda vida cristiana y con mayor razón, en toda vida consagrada.

Habiendo participado en el Sínodo de Obispos, en noviembre de 2005, tuve la ocasión –en una

intervención–, de mostrar cómo santo Tomás de Aquino, hablando de la vida religiosa, hacía una analogía con los momentos fundamentales de la celebración del misterio de la Eucaristía: memoria, presencia, anticipación. A este respecto, el término de consagración empleado para la vida religiosa encuentra un equilibrio y una modernidad perfectos sobre todo en lo que se refiere al misterio de la Eucaristía y al redescubrimiento hecho por la Iglesia del sentido bíblico de la bendición y de su lugar en la historia de la salvación.

Deseo pues que este Ritual –ahora accesible en lengua española–, para las comunidades de

España y de América Latina, sea recibido como un libro litúrgico, y también como una fuente importante para revitalizar nuestra espiritualidad y nuestro sentido misionero. Invito a todos los miembros de la Familia Dominicana a descubrir las riquezas de este Ritual, a meditar los textos y, durante la preparación de las celebraciones, a percibir la belleza de los símbolos que son propuestos o realizados.

12 INFO/CLIOP n° 8 - Español

Como se verá, este Ritual ha salvaguardado la sobriedad de nuestras usanzas, teniendo en cuenta, al mismo tiempo, las exigencias de la actual reforma litúrgica de la Iglesia. Muy frecuentemente, en vez de retomar los formularios generales del Ordo Professionis Romano, ha sido posible utilizar los textos y las moniciones que se remontan a las primeras generaciones de la Orden, o usar las Actas de nuestros Capítulos generales que siguieron al Concilio Vaticano II.

Pedimos al Espíritu Santo que guíe a los frailes, a las hermanas y a los laicos de la Familia

dominicana en el descubrimiento de los textos y de los ritos de este Ritual, especialmente al iniciar su vida en la Orden. Deseamos también que, para los frailes y las hermanas que llevan más tiempo en la Orden, este libro les recuerde su compromiso inicial.

Para todos, que estas oraciones y estos textos susciten la acción de gracias por los beneficios

recibidos de Dios y por la amistad testimoniada por los hombres y las mujeres que el Señor Jesús nos envía.

Dado en Roma, en nuestra Curia Generalicia de Santa Sabina, el 8 de junio, memoria de las

bienaventuradas Diana y Cecilia. Fr. Carlos A. AZPIROZ COSTA, O.P. Maestro de la Orden

Fr. Christophe HOLZER, O.P. Secretis

13 INFO/CLIOP n° 8 - Español

NOS

Fr. TIMOTEO RADCLIFFE, O.P.

PROFESOR DE S. TEOLOGÍA

Y DE TODA LA ORDEN DE PREDICADORES

HUMILDE MAESTRO Y SIERVO

CARTA DE PROMULGACION DEL MAESTRO DE LA ORDEN

Con sumo agrado presento el Ritual de profesión de nuestra Orden, recientemente aprobado o

confirmado por la Sede Apostólica, para uso de todos los grupos que componen la Familia

Dominicana, pidiendo a Dios una abundante multitud de elegidos, que, «deseando conseguir su

propia salvación y la de los demás»1, abracen la vida evangélica y se entreguen a la predicación de la

Palabra de Dios a la que nosotros nos dedicamos2.

Después del Propio de la Liturgia de las Horas (1882) y del Misal y Leccionario (1985) este

Ritual de Profesión es una sección de gran importancia del Ritual, que forma parte del Propio O.P.

Como efectivamente pide el nuevo derecho litúrgico, este Ritual se refiere continuamente al Ritual de

la Profesión Religiosa romano, integrando sus elementos conforme a la libertad que se deja a cada

familia religiosa3. Nuestra Orden, por lo mismo, se propone principalmente: mantener la sencillez de

los ritos - sin las letanías y sin las «oraciones de bendición o consagración de los profesos» - propia

del mismo acto de la profesión4 y, igualmente, utilizar los textos y sugerencias que frecuentemente se

dan en la primitiva tradición de la Orden y en algunos documentos recientes de la misma Orden.

El rito dominicano propio de la profesión, o nuestra tradición peculiar, que realmente se

remonta a los tiempos de santo Domingo, siguiendo las orientaciones del Concilio ecuménico

Vaticano II, es realmente una celebración plenamente litúrgica ya que, si bien la celebración

originaria - con su peculiar estructura - se realizaba en la sala capitular5, de hecho actualmente se

integra en la celebración de la Eucaristía o, al menos, en una celebración litúrgica que se celebra en la

iglesia. Por ello se actúa así una acción de valor eclesial, en la cual la oblación de cada fraile o

hermana, se integra íntimamente con la oblación de Cristo.

Esta sección de nuestro Ritual se elaboró con cuidado especial, es decir, con un atento trabajo

de investigación histórica y litúrgica y consultando previamente a los diversos grupos de la Familia

Dominicana6. Numerosos y numerosas especialistas, trabajaron con la Comisión litúrgica de la Orden

y, yo mismo - como Maestro de la Orden - he seguido con cuidado vigilante todo el proceso de este

trabajo.

Este Rito de profesión, aunque se publica en un único volumen, se propone no sólo a los

frailes y hermanas, sino también a los seglares y a los presbíteros y diáconos, miembros de las

1 LCO, n. 1, Const. Fund. § II.

2 Cf. MO. T. RADCLIFFE, Carta a la Orden: «Entregados a la misión», Pascua 1994; Cf. T. Radcliffe, El manantial de la

esperanza, San Esteban, Salamanca 1998. 3 SCCD. Indicaciones para adaptar el rito de la profesión religiosa, publicado en francés, día 15 jul. 1970. «Notitiæ» 6

(1970) 319-322 = EDIL I, 697-701.

4 Cf. P.-M. GY, Sur le caractère consécratoire de l'acte même du vœu solennel dans la théologie de Saint Thomas d'Aquin

[19,11,1996], AOP (1998) 408-410. V. Romano, Indole e valore della Professione domenicana, «Eco di S. Domenico»,

numero speciale, XII 1996.

5 Cf. Processionarium S.O.P. ed. MO E. Suárez, Romæ 1949, pp. 156-158.

6 Cf. V. Romano, Il Rito della Professione O.P., AOP (1998) fasc. II, pp. 371-407.

14 INFO/CLIOP n° 8 - Español

Fraternidades de Santo Domingo, los cuales viven plenamente la vida evangélica, como se pone de

relieve ya desde el mismo «incipit» o título de la Introducción general.

En una única Introducción se describen los elementos fundamentales que se contienen en el

Ritual y que son comunes a todos los grupos de la Orden. Cada una de las cuatro secciones de este

volumen está dedicada a cada uno de estos grupos : Frailes, Monjas, Hermanas y Miembros de las

Fraternidades de Santo Domingo.

Por ello declaro como edición típica este Rito de profesión, que forma parte del Ritual, para

los Frailes, las Monjas y los Miembros de las Fraternidades de santo Domingo u Orden seglar

Dominicana (OSD).

El rito proprio de la Orden, presentado como «Anexo» o complemento, se propone también a

las Hermanas y demás miembros de Institutos de vida consagrada agregados a la Orden, como también

en el pasado, mi predecesor, fray Martín Estanislao Gillet7. Les propuso el Ceremonial y esto mismo

se prevé también en el Decreto de la Sede Apostólica para los Suplementos de la Orden a la Liturgia

de las Horas y al Misal Romano. Por lo tanto, el que sea utilizado por las Hermanas y miembros de

cada uno de los respectivos Institutos y Congregaciones es un elemento de gran importancia dentro de

lo que implica su propia agregación a la Orden8 .

Las traducciones y adaptaciones de este Rito de profesión, según las diversas zonas

lingüísticas, se harán conforme a las normas de la Sede Apostólica y también conforme a las

indicaciones ya dadas para las diversas partes de nuestro Propio9, o las dadas a continuación en la

«Introducción general»10

.

Quiera el Señor que avancemos unánimes en nuestra común vocación y misión, los que con

una misma y única profesión nos dedicamos totalmente a su seguimiento.

Dado en Roma, en nuestra Curia General el día 25 del mes de marzo, en la solemnidad de la

Anunciación del Señor, el año del Señor 1999.

Fr. Timothy RADCLIFFE, O.P.

Maestro de la Orden

Fr. Vincenzo ROMANO, O.P.

Presidente de la Comisión litúrgica de la Orden

7

Cf. Caeremoniale iuxta ritum S. Ord. Præd. de Receptione ad habitum et de Professione tum temporaria tum perpetua pro

Monialibus eiusdem Ordinis et Sororibus Tertii Ordinis Regularis (ed. minor) Roma 1930. 8

Decretum approbationis «Officiorum» Proprii O.P. (Prot. CD 671/76) en: LHOP, p. VI 9 Cf.Translationes Proprii O.P. linguis vernaculis, in LHOP «Introd. gen.» nn.72-79, pp. 60ss.

10 Más adelante, nn. 19-23.

15 INFO/CLIOP n° 8 - Español

INTRODUCCIÓN GENERAL

1. LA VIDA EVANGÉLICA se manifiesta en las diversas formas que el Espíritu Santo con su

gracia multiforme suscita en la Iglesia para procurar el seguimiento de Cristo en los que responden

dócilmente a la llamada del Padre1 La Orden de Predicadores, entre estas formas, propone el camino

ideado por santo Domingo. Los fieles que, conforme a su específica vocación abrazan el ideal de la

Orden2 con los votos u otra forma de vínculos, se entregan a Dios de forma que la consagración, que

han recibido ya por la iniciación cristiana, pueda producir frutos aún más copiosos3, ya que la perfec-

ción de la vida cristiana consiste en el amor a Dios y al prójimo4.

La vida religiosa lleva a la perfección de la caridad mediante la práctica de los consejos

evangélicos5; por consiguiente, los religiosos y religiosas, mediante la profesión de los consejos

evangélicos, se consagran más íntimamente al servicio de Dios6, comprometiéndose a seguir

totalmente a Cristo dentro de la Orden y dándose en un modo nuevo a la Iglesia universal7.

2. Este Ritual se ofrece a todos los miembros de la Familia dominicana - es decir, a los Frailes

(clérigos y cooperadores), a las Monjas, a las Hermanas y a los miembros de las Fraternidades de

santo Domingo (clérigos y seglares)8 - y se usará con las adaptaciones que oportunamente se

indicarán.

Todos los que pertenecen a la Orden de santo Domingo, utilizando hoy un único rito, pero

teniendo en cuenta la diversidad de idiomas y de lugares, las exigencias de la pastoral litúrgica de la

Orden y las características de los diversos componentes de la Familia dominicana, podrán así

mantener, dentro de la diversidad de su apostolado, aquella uniformidad que se recomendaba ya en los

documentos primitivos de la Orden para conseguir «el vigor de la santa unidad» 9.

3. El rito litúrgico de los Frailes Predicadores10

se formó en la Orden de la misma forma que se

actuó con las Constituciones, es decir, mediante el proceso de confirmación de tres Capítulos

generales (1254-1256); luego, a petición del Maestro de la Orden, beato Juan de Vercelli, fue

confirmado en 1267 por el papa Clemente IV11

y estuvo en vigor durante muchos siglos, con las

necesarias adaptaciones a la liturgia romana renovada después del concilio de Trento y, más tarde, a la

reforma de san Pío X, aceptada en la Orden el año 192112.

1

Cf. VC, n. 1.

2 LCO, n. 1, Const. fund., § I. Cf. ACG 1986, nn. 85.87.89. 3

Cf. LG, n. 44; RPR, n. 1; LCO, n. 189, § I; LCM, n. 152, § I; RFL, n. 14; RFS, n. 4, § 2; Cf. PC, n. 5; RD, n. 7: VC, n. 30;

CDC, c. 573; ver también, S.Th. II-II, q. 186, a. 1 ss. 4

S.Th., II-II, q. 184, a. 3. 5 Cf. S.Th., II-II, q. 188, a. 2.

6 LG, n. 44.

7 LCO, n. 1, Const. fund., § III. 8 Cf. LCO, n. 1, Const. fund., § IX.

9 Clemente IV, bula Consurgit in nobis, al Maestro y a los Frailes de la Orden de Predicadores, del 7.7.1267: BOP I, 486; cf.

Humberto, II, 5-8. 10

La Orden de santo Domingo, nacida de una comunidad de canónigos regulares, conservó algunos elementos canonicales

ren relación a la vida regular y litúrgica, pero abandonó la «estabilidad en un determinado lugar» y promovió la unidad de la

Orden y su misión apostólica mediante la obediencia al único Maestro. En tiempo de Domingo el uso litúrgico de la Curia

Romana se extendía solamente a Italia central, pero la Iglesia latina no tenía un único rito. Nuestra Orden, ya antes de su

Maestro san Raimundo de Peñafort, elegido en 1238, comenzó a fijar un uso uniforme en sus celebraciones que se adaptara a

las necesidades de los frailes, que vivían a la vez una vida apostólica y la canonical. A mediados del siglo XIII, el Maestro de

la Orden fray Humberto de Romans completó esta unificación de la liturgia. 11 Bula Consurgit in nobis (arriba, nota 9). 12

Cf. B.M. Hespers, Pianæ reformationis Breviarii Ordinis Praedicatorum brevis expositio, ASOP 18 (1927-1928) 97-103.

16 INFO/CLIOP n° 8 - Español

Nuestra Orden pidió recientemente a la Sede Apostólica - cuando se había actuado ya la

reforma radical de los libros de la liturgia romana exigida por el Concilio Vaticano II y teniendo en

cuenta la introducción de las diversas lenguas en la liturgia de la Iglesia latina y las necesidades de la

celebración litúrgica y de nuestra propia pastoral litúrgica - poder adoptar el Misal Romano del año

1970 y la Liturgia de las Horas del año 1971, pero con el Suplemento del Propio de la Orden de

Predicadores, en el cual, conforme al decreto de aprobación del 25 de julio del año 1977, se conserva

«el patrimonio peculiar de nuestra tradición»13

.

Por lo tanto, en este volumen de nuestro Propio se presenta, entre los diversos ritos que se

encontraban en nuestro Processionarium14

, el Rito de la Profesión. El rito de la Profesión no sólo

forma parte de nuestra liturgia «prototípica»15

, sino que se relaciona íntimamente con las Constitucio-

nes primitivas de santo Domingo y con la índole espiritual y apostólica de la Orden por él fundada.

Esta misma peculiaridad se conserva fielmente en nuestro rito, ahora renovado16

conforme a las

normas del concilio Vaticano II y las del Rito de la Profesión religiosa17

del nuevo Ritual romano18

.

I. CARÁCTER PECULIAR DE LA PROFESIÓN DOMINICANA

4. «Por la profesión, que nos incorpora a nuestra Orden, nos consagramos totalmente a Dios y nos

entregamos de una manera nueva a la Iglesia universal, "dedicándonos por entero a la evangelización

multiforme de la Palabra de Dios"»19

.

Mediante el acto de la profesión se actúa la donación de sí mismo, que es fruto de una gracia

singular cuyo autor es Dios20

ya que el hombre únicamente «obligándose por un voto» puede «entregar

de una vez su vida a Dios», «ya que no se da entera en un único momento, sino que se realiza en

momentos sucesivos»21

.

En la tradición de nuestra Orden no se daba la fórmula de bendición o consagración del nuevo

profeso o de la nueva profesa, dado que con el acto mismo de la profesión22

se realiza «una forma de

consagración espiritual o de bendición»23

de los profesos, y por eso tal formulario en nuestro presente

Ritual se incluye entre los textos «facultativos», recogidos en Apéndice.

5. Se debe resaltar que en la Orden de Predicadores se hace la profesión solamente de obediencia

(LCO, n. 17; § I), «mediante la cual la persona se entrega totalmente a Dios y cuyos actos son más

propios del fin que busca la profesión, que es la perfección de la caridad24

y por ello se acepta cuanto

13

Cf. ASOP 42 (1977)196-197; LHOP, pp. 3-5; MOP, pp. 12-13. 14

Por lo que se refiere al rito «En la elección del Maestro de la Orden, y del Prior provincial y conventual», este rito ya ha

sido reformado y publicado en ASOP 99 (1991), pp. 257-288 y en edición separada en Proprium Ordinis Prædicatorum,

Rituale: Ordo in electionibus superiorum servandus, ed. D. Byrne, Ad Sanctæ Sabinæ, Romæ 1992 , traducido y adaptado

ahora en lengua española como Ritual n. IV. 15

Cf. Eccl. Off. 51r A; AGOP XIV, L 1. 16

Cf. entre otros, SC, n. 80. 17

OPR, Pr. 6 y 10. Cf. IOPA, n. 1, 699. 18 Esta renovación se encomendó a Maestro de la Orden ya desde el capítulo general celebrado en Tallaght el año 1971

(Acta, n. 172; App. II, 115), Cf. ASOP 41 (1973) 23-24; SCCD, Decretum De ordine professionis religiosae O.P., 13,

2.1973: ASOP 41 (1973), 23; Ritus professionis sollemnis intra Missam peragendus, ASOP 41 (1973), 24-27; ACG 1974, n.

171; ASOP 43 (1977, 137-138. 140. 231-233. Cf. V. Romano, Il Rito della Professione O.P., ASOP (1998) fasc. II, pp. 371-

407. 19 LCO, n. 1, Const. fund., § III. Cf. HONORIO III, Bula Cum qui recipit, a todos los prelados de la Iglesia, 4.2.1221; MOPH

XXV, 145.

20 S.Th. II-II, q. 88, a. 7, ad 1. 21

S.Th. II-II, q. 186, a. 6, ad 2.

22 Cf. LG, n. 44 («...por la profesión en la Iglesia de los consejos evangélicos...se consagra más íntimamente al servicio de

Dios»); LCO, n. 1, Const. fund., § III («con la profesión... nos consagramos»). 23

S.Th. II-II, q. 88, a. 7, ad 1. Cf. Ef 1, 3; LG, n. 45. 24 S.Th. II-II, q. 186, a. 2; LG, n. 44.

17 INFO/CLIOP n° 8 - Español

vaya encaminado a la vida apostólica»25

. También la vida común «para permanecer fiel a su espíritu y

a su misión, necesita el principio de unidad» que se obtiene por la obediencia a santo Domingo y a sus

sucesores26

.

6. Además, desde el momento que por la obediencia nos unimos a Cristo y a la Iglesia, «todo el

trabajo y mortificación que conlleva el ponerla en práctica es como una extensión de la oblación de

Cristo y adquiere categoría de sacrificio por nosotros y por la Iglesia, en cuya consumación la creación

entera alcanza su plenitud»27

. «La obediencia, mediante la cual "nos superamos a nosotros mismos en

el corazón"28

, es la causa de conseguir aquella libertad que es propia de los hijos de Dios - fortalecida

mediante la obediencia29 - y nos dispone a la entrega de nosotros mismos en el amor»

30.

7. La Orden, ya desde su comienzo y en vida de santo Domingo, tuvo un rito de profesión propio,

diverso por algunas características especiales de los ritos que existían entonces31

. De hecho, el

carácter peculiar de la profesión dominicana se destaca por sus elementos característicos que

responden al modo nuevo y al carisma del proyecto apostólico de santo Domingo. Esto se manifiesta,

sea en la estructura de la fórmula de la profesión, sea en el modo de su celebración32

.

Efectivamente, la profesión se hace33

no sólo a Dios, sino también a la bienaventurada Virgen

María y a santo Domingo34

; consta únicamente del voto de obediencia, que abarca todos los

elementos del estado religioso; la obediencia se promete directamente al Maestro de la Orden, en

cuanto principio de la unidad de la Orden y de su misión; se hace no sólo según la Regla de san

Agustín, sino también según las Constituciones de los Frailes Predicadores.

Además, los elementos complementarios que expresan lo específico de nuestra profesión, se

caracterizan, tanto en relación al lugar (en la sala del capítulo, no en la iglesia)35

, como en relación a

la postura del cuerpo y a los gestos (no profesión "sobre el altar" y de pie, sino de rodillas ante el

Superior y con la "unión de las manos", es decir, entre sus manos), así como también en relación a la

entrega del hábito o al rito de la toma del hábito (no en el momento de la profesión, sino ya desde el

principio del noviciado, pero con el significado en ese momento solamente de mera acogida en la

Orden para llevar una vida nueva).

Por lo que se refiere luego a los elementos que preceden a la fórmula, el interrogatorio al

postulante, que anteriormente se llamaba «escrutinio», se hace de forma más sencilla, con la

postración inicial en tierra y la petición de la misericordia de la Orden.

Además, después de la profesión, el gesto de paz lo da únicamente el Superior, como signo de

fidelidad y de obediencia y también de acogida en la Orden. En cambio, tiene lugar entonces la

bendición del hábito36

, (que se ha entregado ya al principio del noviciado) y que es signo de la

25

LCO, n. 19, § I. Cf. S.Th. II-II, q. 186, a. 8. 26

Cf. LCO, n. 17, §§ I y II. Ver también H.M. Vicaire, Relecture, 208 ss.

27 LCO, n. 19, § II; cf. HONORIO III, Bula Cum spiritus fervore, 12. 12. 1219, MOPH XXV, 116; S.Th. II-II,q. 186, aa. 1 y

2; CDC, c. 607; PC, n. 14; ET, n. 29; RD, n. 8. 28 San Gregorio, Moral., 34 14, (28) 1555, CCL 143B; en: S. Th. II-II, q. 104, a. 1; LCO, n. 19, § III; LCM, n. 19, § III. 29 Cf. LCO, n. 214, § II; LG, n. 43; PC, n. 14; S. Th. II-II, q. 186, a. 5, ad 5 y a. 6, ad 3. 30

LCO, n. 19, § III; LCM, n. 19, § III; cf. PC, n. 14; ET, n. 6; RD, n. 14.

31 Cf. Const. Prim., d. I, c. 16; Directorium, XII, 2,118 ss.; ver también: Humberto, II, 215. La fórmula antigua permanece

sin cambios hasta nuestros días y vige actualmente (LCO, n. 189, § I y n. 211). 32

Existen numerosos testimonios en los documentos primitivos de la Orden, donde se trata «sobre las profesiones» y se

determina el «Modo de admitir a la profesión»: cf. Const. Prim., d.. I, c. 16; II Const., XV, p. 41; Directorium XII, 118 ss. 33

La fórmula de los Frailes Predicadores empieza directamente con una unión original de las palabras «hago profesión» para

significar tanto la adhesión al estado de perfección religiosa, cuanto la adopción de los elementos que tienden a este fin y

también a la tradición de la misma Orden. 34

Las palabras «a santo Domingo» se añadieron desde el año 1254 (cf. MOPH III, 70. 75. 78). 35 Ésta fue una característica de la Orden de Predicadores desde sus orígenes, mientras que entre las otras Órdenes el rito de

la profesión se celebraba en la iglesia (cf. Const. Prim., d. I, c. 16, p. 327; Directorium XII, 2, p. 119). 36 Esto se estableció en el capítulo general del 1236: (cf. MOPH III, p. 8:. «El hábito de los novicios, al menos el

escapulario, recibirá la bendición cuando ellos hagan la profesión»).

18 INFO/CLIOP n° 8 - Español

consagración religiosa37

y también de la protección maternal de la Virgen María y que se introdujo

«para quitar toda ambigüedad» entre el hábito de los profesos y el de los novicios38

.

8. La liturgia dominicana de la profesión y de la previa admisión además se caracteriza en todos

estos aspectos peculiares por su sobriedad y libertad apostólica, en cuanto que consta de elementos

esenciales y concreta además el hecho de desligarse de conexiones locales, es decir, no se profesa la

«estabilidad»39

.

II. RITOS QUE SE DAN LAS DIVERSAS ETAPAS

DE LA VIDA DOMINICANA

9. Las etapas que escalonan la consagración a Dios y a la Iglesia de los frailes y hermanas de

nuestra Orden son: el noviciado, la primera profesión temporal - llamada también «simple» - y la

profesión solemne o perpetua40

. A éstas hay que añadir la renovación de los votos, conforme a las

propias Constituciones de los diversos grupos de la Familia Dominicana 41

.

10. El noviciado, con el que se comienza la vida religiosa42

, «es un tiempo de prueba, ordenado a

que los novicios conozcan más profundamente la vocación divina y la propiamente dominicana,

experimenten el estilo de vida de la Orden, asimilen con la mente y con el corazón el espíritu

dominicano y los frailes comprueben sus propósitos y sus aptitudes»43

.

11. Es conveniente iniciar el noviciado con un rito particular44

para pedir a Dios la gracia de

alcanzar la finalidad propia del mismo noviciado. Debe ser un rito sencillo y esencial, reservado

principalmente a los miembros de la Orden, salvo que razones pastorales sugieran la presencia de otras

personas, siempre que en ese caso se evite todo lo que pueda parecer como restrictivo de la libertad de

los novicios, o que oscurezca el verdadero sentido del noviciado que es el de ser un tiempo de

prueba. Se debe realizar siempre fuera de la celebración de la Misa45

.

12. Terminado el tiempo de prueba, sigue la primera profesión en la cual el novicio emite o

profesa los votos temporales ante Dios y ante la Iglesia «para llevar en la Orden una vida

37 Cf. LCO, n. 51; LCM, n. 59; PC, n. 17; RPR, n. 5. Santo Tomás define el hábito religioso omo signo de la obligación que

se contrae con los tres votos de la profesión: «Determinatio autem habitus pertinet ad omnia tria vota, tamquam signum

obligationis.Unde habitus regularis simul datur, vel benedicitur, cum professione» («La determinación del hábito se refiere a

todos los tres votos, como signo de las obligaciones que se asumen. or eso el hábito religioso se da o se bendice en el acto de

la profesión» (S. Th. II-II. q. 186, a.7, ad 2). 38 Cf. Gregorio IX, Bula Non solum in favorem al Maestro y a los Frailes de la Orden de Predicadores, 11.7.1236; BOP I, p.

90. 39 Cf. Pablo VI, Carta del Sumo Pontífice al Capítulo general Ínclitus Ordo Fratrum Praedicatorum, 30.6.1965: ACG 1965,

p. IV; LCO, n. 1, Const. fund., § VII; nn. 26, § I; 52; 106, § I; 115; 127; 128. 40 LCO, n. 190: «En nuestra Orden se hacen dos profesiones, la primera, simple y temporal, después del noviciado; la

segunda solemne y por ello perpetua». 41 Cf. LCO, nn. 195 y 203. § I; LCM, n. 153ss; RFL, n. 14. 42 Cf. RC, n. 13. 43 Cf. LCO, n 117. 44 En la tradición dominicana el rito de inicio a la vida religiosa se denomina y es «admisión de los novicios al hábito» (cf.

PS, pp. 149-156; COP, nn. 1790-1797, pp. 531-534; CMS, pp. 1-10): de hecho según la antigua costumbre de la Orden este

rito expresa la acogida en la vida religiosa y el ingreso en la fraternidad conventual. La misma normalmente se realiza «antes

del comienzo del noviciado» (Const. Prim., d. I, c. 14); en cambio, cuando no se da el hábito «antes del comienzo del

noviciado» sino «durante el mismo» - como permiten las nuevas Constituciones (LCO, n. 176; LCM, n. 140, § II) - «o

también el día de la primera profesión» (LCM, n. 140, § II), este rito se debe adaptar de la forma que se indica más adelante. 45 Cf. OPR (RPR) , Pr. 4; OPR I, 4; OPR II, n. 4.

19 INFO/CLIOP n° 8 - Español

evangélica»46

, conforme a cada vocación particular. La profesión temporal se puede emitir durante la

celebración de la Misa, o dentro de una adecuada celebración como, por ejemplo, durante una

celebración de la Palabra de Dios, o en alguna Hora del Oficio Divino o Liturgia de las Horas,

especialmente durante Laudes o Vísperas, evitando de todos modos cualquier aspecto de solemnidad.

13. Cumplido el tiempo establecido, se emite la profesión perpetua o «solemne», mediante la cual

los frailes y hermanas de nuestra Orden, cada uno conforme al modo que les es proprio, se entregan

para siempre al servicio de Dios y de la Iglesia dentro de la Orden. La profesión solemne de hecho «es

signo más expresivo de la unión indisoluble de Cristo con la Iglesia, su esposa»47

.

14. La profesión solemne o perpetua se celebra muy convenientemente con la debida solemnidad

durante la celebración de la Misa y con la presencia de miembros de la Orden y de los fieles48

.

Estos son sus principales componentes:

a) la postración en tierra de los postulantes con los brazos en forma de cruz, a la que sigue el

interrogatorio que se les dirige, o bien la petición de los mismos postulantes, seguida de su

postración en tierra;

b) la homilía o predicación al pueblo y a los postulantes, en que se expone el bien de la vida

religiosa y se ilustra el carisma y misión de la Orden de Predicadores;

c) las preguntas o interrogatorio a los postulantes, para confirmar si están dispuestos a dedicarse

plenamente a Dios y a vivir la caridad perfecta mediante la obediencia a los legítimos

Superiores de la Orden, según la Regla y las Constituciones de los Frailes Predicadores, o la

de cada grupo de la Familia dominicana;

d) la oración en silencio y la oración de los fieles, o bien las letanías, que son a la vez petición a

Dios Padre, dador de todo bien y petición de la intercesión de la bienaventurada Virgen

María, «patrona» de la Orden de Predicadores y de santo Domingo, nuestro Padre y de todos

los Santos;

e) la «unión de las manos» del que profesa con las del que recibe su profesión;

f) la promesa de obediencia, o proclamación de la profesión, que se realiza ante la Iglesia, ante la

comunidad y el pueblo y mediante la cual nos entregamos totalmente a Dios, dedicándonos a

la evangelización de la Palabra de Dios49

.

g) el abrazo o beso de paz, es decir, la acogida en la Orden, que lo da únicamente quien recibe la

profesión.

15. La renovación de los votos, que se hace en tiempos determinados conforme a las normas de

cada grupo o Instituto de la Familia dominicana, se puede realizar durante la celebración de la Misa,

pero sin solemnidad. En cambio, la renovación de los votos por motivo de piedad es un acto de

devoción privada y no se debe promover la costumbre de hacerlo en la celebración de la Misa. A su

vez, si se juzga oportuno, por razones no sólo de devoción sino también pastorales, para renovar

públicamente los votos en los principales aniversarios, como a los 25, o a los 50 años de vida religiosa,

46 LCO, n. 189; LCM, n. 152, § I. 47 Cf. LG, n. 44. 48 Cf. SC, n. 80. 49 Cf. LCO, n. 1., Const. fund., § III; cf. LCM, n. 3, § II.

20 INFO/CLIOP n° 8 - Español

se puede usar, con las debidas adaptaciones, el rito de renovación de los votos también dentro de la

celebración de la Misa.

16. Dado el carácter y la finalidad diversos de estos ritos, cada cual exige una celebración

específica propia ; por lo tanto se debe evitar absolutamente la superposición o la acumulación de

diversos ritos en una misma celebración litúrgica50

.

III. FORMULARIOS DE LA CELEBRACIÓN DE LA MISA

EN EL RITO DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA

17. Cuando la profesión religiosa, de modo especial la solemne o perpetua, se hace dentro de la

celebración eucarística, es oportuno escoger una de las «Misas rituales en el día la profesión religiosa»

conforme al formulario del Misal romano, añadiendo los elementos propios de nuestra Orden , como

se indica en su momento. Pero en los días indicados en los nn. 1- 4, de la Tabla de los días litúrgicos,

(Cf. OGLH, en Liturgia de las Horas, vol. I, 1984, 105-107), se deben usar los formularios del día con

sus lecturas, man teniendo, si es oportuno, solo los formularios propios de la celebración en la plegaria

eucarística y en la bendición final.

18. Cuando no se pueda celebrar la «Misa ritual en el día de la profesión religiosa», se puede

siempre escoger una lectura de las que se proponen en el Leccionario particular, excepto en los días

antes indicados, dado que la liturgia de la Palabra propuesta para la celebración de la profesión es

importante para definir el carácter y obligaciones de la vida religiosa51

.En la «Misa ritual en el día de

la profesión religiosa» el color de los ornamentos es el blanco.

IV. TRADUCCIONES Y ADAPTACIONES DE ESTE RITUAL

19. Este Rito («Ordo») de la Profesión debe realizarse teniendo en cuenta las adaptaciones

previstas para cada grupo, tanto las que se derivan de las diversas traducciones litúrgicas, como las que

exigen las circunstancias locales, según las indicaciones que en su lugar se dan en el mismo Ritual.

20. Para cada zona lingüística, la Comisión litúrgica dominicana local hará una única traducción

de todo el Ritual, que sea conforme a la edición típica latina y que se atenga a las normas de la Sede

Apostólica y a las indicaciones de la Orden52

, basándose e integrando la traducción oficial o típica del

Ritual de la profesión religiosa aprobado para la propia región lingüística53

.

21. Para preparar cada una de las adaptaciones, que deberán ser aprobadas por el Maestro de la

Orden y confirmadas por la Sede Apostólica, se procederá del modo siguiente :

a) para los Frailes, las adaptaciones se propondrán bajo la responsabilidad de los Priores

provinciales ;

50

OPR, (RPR), Pr. n. 8. 51

OPR, Pr. n. 10. 52 Cf. «Consilium», «Notitiæ» 5 (1969) 3-12; SCCD, AAS 66 (1974) 98-99; AOP 44 (1979) 13-30; LHOP, pp. 24-25; MOP,

«Introducción general», pp. 36-37. 53 Cf. IOPA, n. 2. En nuestro caso se toma casi a la letra el RPR, Madrid 1972.

21 INFO/CLIOP n° 8 - Español

b) para las Monjas, las adaptaciones se propondrán conforme a los deseos y sugerencias de las

Federaciones, o de monasterios concretos, pero aceptadas de común acuerdo.

22. En la adaptación del presente Ritual, en todo caso, se deberán mantener los elementos

siguientes :

a) las indicaciones contenidas en esta «Introducción general» ;

b) las fórmulas de la profesión temporal o simple y de la perpetua o solemne en sus elementos

esenciales ;

c) el valor de «consagración espiritual» que tal fórmula tiene en la Orden54

;

d) el rito de la profesión solemne o perpetua debe ser integrado en la Misa después de la

proclamación del Evangelio.

23. Las Congregaciones religiosas, las Sociedades de vida apostólica, los Institutos seculares,

todos ellos de algún modo agregados a nuestra Orden y en cuanto beben de una misma fuente que es

santo Domingo, pueden adaptar el texto que se les ofrece integrado en este Ritual, en la traducción

oficial aprobada para la propia zona lingüística (ver arriba, n. 20); en la adaptación para ellos de tal

texto, cada uno de los Institutos introducirá los elementos propios acomodados a su carisma particular

y, además, al espíritu y tradiciones de nuestra Orden, que ellos ya hayan incorporado. Tales posibles

adaptaciones se harán con el consentimiento de las autoridades de la Orden y con la aprobación y

confirmación de la Sede Apostólica.

54 Cf. arriba, «Introd. gen.», n. 4.

22 INFO/CLIOP n° 8 - Español

SOBRE EL CARÁCTER CONSAGRATORIO DEL ACTO MISMO

DEL VOTO SOLEMNE

EN LA TEOLOGÍA DE SANTO TOMAS DE AQUINO

El Ordo Professionis religiosæ, promulgado 1970 como consecuencia de la constitución conciliar

Sacrosanctum Concilium, al cual se debió conformar el conjunto de las familias religiosas, salvo iure

particulari, destaca con toda razón la Sollemnis benedictio, seu consacratio professi (n° 67 ; cf. 6b).

En esto ese Ordo se inspira en el final del n° 45 de la constitucion Lumen Gentium:

«Ecclesia autem professionem religiosam non tantum sua sanctione ad status canonici dignitatem

erigit, sed eam ut statum Deo consecratum etiam actione sua liturgica exhibet. Ipsa enim Ecclesia,

auctoritate sibi a Deo commissa, profitentium vota suscipit, prece sua publica eis auxilia et gratiam a

deo impetrat, eos Deo commendat eisque spiritualem benedictionem impertitur, oblationem eorum

sacrificio eucharistico adsocians».

El texto conciliar no trae referencia alguna ni para transformar en argumento propiamente dicho la

alusión paulina a Ef.1, 3 (benedictio spiritualis), ni para apelar a la antigua oración romana de la

consecratio virginum o a la tradición de la benedictio monachorum, la cual hasta el Vaticano II fue en

la Iglesia latina específicamente monástica1.

El ritual de profesión del Ordo Prædicatorum, como se recordará, hunde sus raíces en las

constituciones primitivas de la Orden. Tomó la forma definitiva que tuvo hasta nuestros días en la

liturgia dominicana de1254-1256, con la cual, a solicitud de la Orden, obtuvo la confirmación de

CLEMENTE IV en 1267. Conviene ante todo observar la gran sobriedad ritual que lo caracteriza.

El hecho de que esa sea una originalidad espiritual y un derecho particular no dispensa de la

obligación que tienen los dominicos de hacerse, como sucede con frecuencia en la reforma litúrgica

del Vaticano II, una pregunta importante: la Sollemnis benedictio seu consecratio professi es a la vez

una novedad para las familias religiosas no monásticas y un volver a la Tradición, con la

consiguiente invitación, dirigida al Ordo Prædicatorum y al conjunto de los religiosos, a no oponer,

como pudo hacerse después de San Bernardo, interioridad y formas exteriores o canónicas. La

espiritualidad y las teología dominicanas ¿han afrontado esta cuestión? Parece que si a juzgar por la

Suma de Santo Tomas (Secunda Secundæ, q. 89) .

Santo Tomas de Aquino conoce desde luego la benedictio monachorum puesto que él se educó en

Monte Casino. Además, él oyó a Alberto Magno comentar lo que se dice de la consagración

monástica en el capítulo 6 de la Ecclesiastica Hierarchia del Seudodioniso, y el Corpus dionisiano

del convento de Saint Jacques (hoy BNF lat. 17341), en el cual van acompañados de notas los escritos

dionisianos, fue copiado en dicho convento, quizás por iniciativa de Alberto, en la época en que

Tomas era su discípulo2.

Frecuentando el Corpus dionisiano dictó Santo Tomas Secunda Secundæ de la Summa Theologiæ3,

situada en los debates de aquel tiempo (están en ese momento en plena discusión sobre el estatuto de

las Órdenes mendicantes) a la vez que determinaba de manera profunda la identidad espiritual de la

1 Cf. O. CASEL, « Die Monchsweihe », Jahrbuch für Liturgiewissenschaft 5, 1925, 1, 47.

2 Cf. P.M. GY, « La documentation sacramentaire de Thomas d’Aquin. Quelle connaissance saint Thomas a-t-il

de la Tradition ancienne et de la Patristique ? » Revue des Sciences philosophiques et théologiques 80,1996, 426. 3 Paris, 1271-1272.

23 INFO/CLIOP n° 8 - Español

Orden de los Frailes Predicadores. Así en la Secunda Secundæ, y en contacto con el Seudodioniso,

Santo Tomas reflexiona sobre el estado religioso como status perfectionis4

, − categoría quizás difícil

de entender en un contexto no dionisiano − y también sobre el contemplari et aliis contemplata

tradere5, formulación del teólogo en la que la Orden dominicana reconoce su ideal.

Tratándose del voto solemne − hoy se dice voto religioso perpetuo – y apoyándose

teológicamente en el capítulo de la Ecclesiastica Hierarchia que se refiere a la consagración

monástica6, Santo Tomas estima que el voto religioso constituye como tal una común consagración y

lo que la carta a la Efesios llama una bendición espiritual7.

«Votum autem est promissio Deo facta. Unde sollemnitas voti attenditur secundum aliquid

spirituale quod ad Deum pertineat, idest secundum aliquam spiritualem benedictionem vel

consecrationem, quae ex institutione Apostolorum adhibetur in professione certae regulae, secundo

gradu post sacri ordinis susceptionem, ut dicit Dionysius VI cap. Ecclesiasticae Hierarchiae8».

Una vez eliminada la referencia a una institución apostólica, queda en pie que la consideración de

la profesión religiosa no solo como realidad canónica o de consagración personal a Dios, sino con

toda propiedad como bendición espiritual y consagración hecha por Dios, constituye un valor

autentico que merece nuestro respeto. Esta unidad profunda entre voto de religión ( u ofrenda) y

consagración hecha por Dios se armoniza en la visión teológica de Santo Tomas con la doble función

cultual y santificadora de los sacramentos y, más ampliamente aun, con el doble movimiento de exitus

y reditus de la salvación del hombre y de su retorno a Dios .

Por ello se desea que, en el Ritus instauratus de la profesión religiosa en la Orden de Frailes

Predicadores, la Sollemnis benedictio seu consecratio professi no se convierta en obligatoria y que,

cuando no se la emplee, sea una monición la que indique el sentido consagratorio de la profesión

perpetua, a la cual la Orden la ha mantenido el nombre de professio sollemnis9.

Fray Pierre-Marie GY, O.P.

4 q. 184

5 2a 2ae, q. 188, art. 6 Pour contemplari, cf. la theôria dionysienne.

6 Cf. la monachikè epiklèsis dionisiana

7 No se puede decir si el texto de Santo Tomás influyó en el n° 45 de Lumen Gentium. En todo caso está claro

que para Santo Tomás este bendición no se añade al compromiso religioso, sino que es intrínseca a él. 8 2a 2ae, q. 88, art. 7.

9 Formulación propuesta para el n° 71bis del Ritus Professionis O.P. : Pronuntiata formula professionis, nisi

habenda sit Sollemnis Benedictio, Prior moneat neo-professos his vel similibus verbis : « Per sollemnem

professionem teipsum tradidisti Deo eiusque voluntati, atque insimul Deus seipso te consecravit ».

24 INFO/CLIOP n° 8 - Español

BREVE PRESENTACIÓN DEL “RITUAL O. P. DE PROFESIÓN” (1999)

En esta sesión de INFO/CLIOP n° 8, sin repetir lo que está indicado en la « Carta de

promulgación » del Ritual dominicano de profesión o en la « Introducción general », hacemos una

rápida presentación del trabajo de preparación de este Ritual y subrayamos los aspectos más

sobresalientes.

1. Datos de la preparación de la edición típica de 1999

Fray Vincenzo ROMANO, Presidente de la Comisión litúrgica de la Orden (1974-2001), publicó

en las Analecta OP, a. 106, 1998 (pp. 371-407) un importante estudio sobre el trabajo preparatorio de

la edición típica latina del Ordo Professionis OP (1999) como también sobre las particularidades de la

tradición dominicana . Las partes I y II de ese artículo exponen las renovación de la liturgia de la

Orden (pp. 371-375),y luego las fases ejecutivas de esa renovación litúrgica con la aparición de los

diversos libros del Proprium OP (pp. 375-382).Las partes III y IV mencionan la planificación del

trabajo (pp. 382-385) y las características de la obra (pp. 385-392). Las partes V y VI presentan los

problemas inherentes a la aprobación de este Ritual por la Orden y luego su confirmación por la Santa

Sede (pp. 393-401),como también los intercambios que permitieron superar ciertas dificultades frente

a las orientaciones de la legislación general (pp. 402-407).En anexo se ofrece el estudio del Padre P.-

M. GY, « Sur le caractère consécratoire de l’acte même du voeu solennel dans la théologie de saint

Thomas d’Aquin » (pp. 408-410).

La presentación hecha en INFO/CLIOP ser referirá varias veces a ese artículo de fr. V. Romano,

dando aquí o allí respuesta a ciertas preguntas hechas por las Provincias, Monasterios,

Congregaciones o Laicado dominicano desde la aparición del PROP : Professionis Ritus Ordinis

Praedicatorum, ed. typique, Roma 1999.

2. Orientaciones de la reforma conciliar para la revisión de todos los Rituales de toma

de hábito y de profesión religiosa

La constitución conciliar Sacrosanctum Concilium (art. 80) y los documentos de aplicación de la

reforma litúrgica indican (cf. EDIL I: « Ordo professionis religiosae », nn. 2029-2049) nítidamente que

el Ritual de toma de hábito y de profesión religiosa pertenece en adelante a la Liturgia y no

simplemente a los usos regulares o las costumbres internas de las Órdenes o Institutos religiosos de «

Vida Consagrada », según la terminología actual. Se les enviaron a los Presidentes de las

Conferencias Episcopales y a los Superiores de las Órdenes Religiosas « Norme e direttive » de la

Santa Sede, para permitir una justa aplicación de las orientaciones de la liturgia renovada (cf. EDIL,

nn. 2154-2169, texto latino, y enseguida en francés).

El capítulo general OP de Tallaght (1971) había presentado un esquema ultrarreducido para la

profesión religiosa en la Orden. No fue acertado por la Congregación para el Culto Divino (cf. ASOP,

a.1977, p. 232 que remite a ASOP, a.1973, pp.23-24) que, según las « Norme e direttive », pedía que

la Familia dominicana siguiera la orientaciones de la Constitución Conciliar para establecer un

verdadero « Ritual de profesión ». La Comisión V. ROMANO, a petición del Maestro de la Orden,

procedió según las directivas de la Santa Sede, trabajando con expertos y expertas del conjunto de la

Orden (cf. V. ROMANO, art. cit., pp. 382-385) y procediendo a un redescubrimientos de la tradición

dominicana en el campo de la vida religiosa, litúrgica y regular.

25 INFO/CLIOP n° 8 - Español

3. Indicaciones sobre la historia del Ritual Dominicano de profesión religiosa

El artículo de fr. V. ROMANO señala varias referencias históricas del Ritual de profesión de la

Orden, como también las etapas de la aprobación de la « Liturgia dominicana del siglo XIII »,

transcritas entre otros en el llamado « Prototipo de Humberto de Romans » (1256).

Este conjunto fue oficialmente confirmado por el papa Clemente IV en la bula Consurgit in nobis, del

7 de julio de 1267.En varias ocasiones los trabajos de la Comisión se refirieron al Directorium del

Códice de Rodez (siglo XIII), testigo privilegiado de nuestra tradición original. La « Introducción

general » de la edición típica del Ritual de profesión (1999) subraya en algunos puntos esta referencia

fundamental a los orígenes: cf. « Introducción general », nn. 3, 4, 5, 7 y notas 10, 11, etc.

De los estudios dominicanos modernos es oportuno citar:

A. THOMAS, « La profession religieuse des dominicains »,

AFP [Archivum Fratrum Prædicatorum], vol. 49, 1969, pp. 5-52.

S. TUGWELL, « Dominican profession in the thirteenth Century, AFP, vol. 53, pp. 5-52.

M.-H. VICAIRE, « L’Ordre de saint Dominique en 1215 », AFP, vol. 54, 1984, pp. 5-38.

M.-H. VICAIRE, « Relecture des origines dominicaines. Le voeu de notre profession », Mémoire

dominicaine, n° 4, printemps 1994, Paris, Cerf, pp. 207-224.

[Esta contribución es una de las últimas del Padre M. H. VICAIRE, que no alcanzo a terminarla.

Contiene las siguientes partes, muy reveladoras: L’engagement unique (pp. 207-215); « L’unique voeu

», « La profession, faire profession », « les valeurs essentielles de la vie des Prêcheurs » -

Communauté et unanimité (pp. 215-220), « La vie commune », « Communauté évangélique », -

L’unanimité (el padre Vicaire no tuvo tiempo de desarrollar esta última sección)].

El ritual de toma de hábito contenido en el Procesional de la Orden y que existe hasta la edición de

1999 correspondía a un uso medieval en el que existían promesas a la entrada al noviciado entre los

Victorinos y algunos Canónigos regulares, y luego entre los Predicadores desde 1216. Esos

compromisos de disciplina regular, de perseverancia y de obediencia, tenían por nombre professiones

in manibus , en el sentido de un compromiso para un estado de vida determinado, y no en el sentido

canónico actual de profesión .

Si el novicio no era aceptado en la Orden quedaba comprometido a cierto estado consagrado. Más

adelante (cf. en nota, V. ROMANO) eso no fue ya autorizado por la autoridad pontificia. Las

professiones in manibus, gesto característico de la promissio en el momento de la entrada, se convirtió

luego en el elemento ritual propio de la profesión entre los dominicos (cf. A. THOMAS, art. cit. p.52).

El Padre M. H. VICAIRE invita a no cometer un anacronismo diciendo que la profesión dominicana

no quería expresar sino uno solo de los tres votos de religión. La reflexión sobre la trilogía aparece

más adelante. Con la expresión unius professionis votum, el Prólogo de la Constituciones dominicanas

primitivas acentúa la unidad que el voto de nuestra profesión da a la Orden. Ver también HUMBERTO DE

ROMANS (Opera de vita regulari, II, Rome 1888, p.5). Varios teólogos contemporáneos de la vida

consagrada tienen puntualizaciones sobre « el voto de profesión 1».

_________________ 1 En el contexto francés, J. M. TILLARD (OP) ou Ph. LECRIVAIN (SJ)

26 INFO/CLIOP n° 8 - Español

Sin recargar la redacción de un libro litúrgico, nuestro Ritual de profesión da en varios casos la

referencia particular al Codex de Rodez. En el momento en que se hacía la revisión de nuestro Ritual,

este método subraya a la vez la raigambre y la renovación de nuestras prácticas litúrgicas según el

espíritu de la Orden.

4. Problemas particulares en relación con el Ritual Romano

La renovación de nuestro Ritual de profesión, para conformarse al espíritu de la Liturgia renovada,

nos presenta varios problemas. Señalamos tres en particular:

1) La profesión religiosa, simple o perpetua, de rito particular paso a ser rito litúrgico. Se desarrolla

normalmente en el marco de la celebración de la Misa. Se pidió a la Orden, en relación con el

OPR, prever un ámbito ceremonial y una estructura más desarrollada que la simple emisión de la

profesión. Algunos hermanos, hermanas o laicos han manifestado su temor de que con ello

perdamos cierta sobriedad ritual. Teniendo en cuenta el hecho de que la emisión de la profesión,

debido al Concilio Vaticano II y también al contexto eclesial actual, se convertía en un rito

litúrgico, la Orden acepto plenamente esta orientación. Al mismo tiempo ha cuidado de

salvaguardar la estructura de su tradición (cf. Introd. gen., n.14) respetando una sobriedad real.

2) La Orden tomó posición en relación con dos componentes considerados esenciales en el Ritual

Romano: la « Letanía de los santos » y las « Bendiciones o consagraciones de los nuevos profesos

». En pocas palabra he aquí el estado de la cuestión:

Con toda razón varias Provincias, Monasterios o Congregaciones han objetado que el uso de

estas dos secuencias rituales jamás había existido en la historia del la Orden. Tampoco las Monjas

dominicas han tenido jamás la práctica de la Consagración de las Vírgenes. Varios expertos o

expertas pidieron que a las « Letanías » y a las « Bendiciones » no se las volviera obligatorias.

Después de la aparición del OPR, algunas Provincias, Monasterios o Congregaciones han

adoptado, por el beneficio que pueden traer, el uso de las letanías y de las grandes bendiciones.

Para justificar ante la Congregación para el Culto Divino, y a partir de la nota del Padre P.-M.

GY publicada en Anexo a la documentación transmitida a la Congregación (verla más arriba), la

Orden formuló una petición explícita de dejar facultativas en el Ritual de la Orden tanto la letanía

de las santos como las grande bendiciones: « No volver obligatorios esos elementos »(cf. Introd.

gen., n.4).Estos aparecen editados en el Apéndice del Ritual . Las Provincias, Monasterios o

Congregaciones que quisieran utilizarlos, pueden hacerlo.

3) En cuanto a la toma de hábito, esta ceremonia debe llevarse a cabo con sobriedad (Introd. gen.,

n.11), sea para empezar el noviciado, sea en el transcurso de este, según las determinaciones del

Capitulo provincial (LCO, n.176). Y aclara que el hábito se bendice en la profesión

distinguiéndolo así del hábito anterior.

5. Estructura y gestos típicos en el Ritual dominicano de profesión

Presentando este Ritual O. P, insistimos en la conveniencia de que los formadores, los animadores

litúrgicos, pero también los teólogos presten atención a la significación renovada de nuestra manera de

ver en este Ritual la vida consagrada. Remitimos a la « Introducción general» (cf. arriba, pp.13),

pero aquí podemos destacar los principales sectores.

27 INFO/CLIOP n° 8 - Español

a) Conviene percibir la raigambre y el sentido de la profesión dominicana en su desarrollo

esencial como también en su formulación, relacionados una y otra con el carisma de la Orden

querido y valorado por Santo Domingo (cf. Introd. gen., n.3).

b) Los principales elementos de la profesión, indicados en el n° 14 de la « Introducción general »

corresponden a una orden profundamente equilibrado y estructurado. Por ejemplo, el abrazo

de paz dado por el superior una vez emitida la profesión simboliza la admisión en la Orden.

No conviene trasladar a este momento el abrazo de paz comunitario que se da en la Misa

antes de la comunión y que tiene otro sentido.

c) Una liturgia de profesión, en el marco de la Misa o incluso fuera, deben prepararla con esmero

los diversos participantes. En tiempo oportuno deben hacer los ensayos necesarios.

d) Para los aniversarios de veinticinco o cincuenta años de profesión, el Ritual de la Orden

indica oportunamente que se trata de una « confirmación » y no de la « renovación » de un

compromiso tomado y formulado en su momento. En el Libro de las bendiciones y de las

oraciones O.P. se hallaran también sugerencias para esta etapa de la vida de un hermano o una

hermana.

6. Observaciones y perspectivas finales

Terminando esta breve presentación en INFO/CLIOP podemos hacer algunas observaciones y abrir

algunas perspectivas finales:

a) Los hermanos, las hermanas, los miembros como también las comunidades de la Familia

dominicana deben conocer el nuevo ángulo teológico y ritual del compromiso en la vida

consagrada o evangélica adoptado tras la reforma litúrgica del Vaticano II.

En particular conviene asimilar el hecho de que la profesión religiosa ha pasado a ser un rito

« propiamente litúrgico ».

b) En el trabajo de renovación de su Ritual, y en comunicación con numerosos expertos y

expertas, la Orden ha proseguido un esfuerzo de vuelta a las fuentes y al mismo tiempo de

armonización con las orientaciones actuales de la Iglesia, manteniendo dese luego cierta

sobriedad en su ritos litúrgicos tradicionales.

c) Los formadores, Maestros de novicios y de frailes estudiantes, como también los teólogos y los

Superiores de la Familia dominicana sacaran gran provecho del estudio de ese Ritual en su

totalidad, parte introductiva y diversas secciones litúrgicas.

d) En las adaptaciones, como lo indica la « Introducción general » (nn. 19-22) y como se ha

indicado a lo largo de esta presentación, es posible hacer ediciones para cada rama de la

Familia Dominicana, tomando en cuenta la parte introductiva de ese ritual donde se recuerda

el sentido de la renovación del Ordo Professionis O. P

***

En conclusión de esta presentación es importante recordar, con los diverso estudios señalados

acerca de la « profesión dominicana » al comienzo de la Orden, el sentido profundo de nuestra formula

de profesión.

Como lo escribió el Padre M. H. VICAIRE en su artículo « Relecture des origines. Le vœu de notre

profession » (art. cit., pp. 214-215), « la intrusión de la sistematización teológica de los tres votos en

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la práctica ceremonial, aunque no en las Constituciones, se llevó a cabo hacia el año 1300 con el

Directorio de la vestición, presentado por el Código de Rodez » (art. cit. de R. CREYTENS, pp. 116-

118).

Es significativo el que el prologo de las Constituciones dominicanas de 1216 a 1232 mencione el

« voto de profesión » que es la fuente de unidad de la Orden.

El Padre VICAIRE escribe que la Constitución fundamental de 1968 (LCO, n.1, § III) enumera, en

una única frase y en el mismo plano, los cinco efectos del voto único de profesión:

Para que mediante el seguimiento de Cristo nos perfeccionemos en el amor de

Dios y del prójimo, por la profesión que nos incorpora a nuestra Orden nos

consagramos totalmente a Dios y nos entregamos de una manera nueva a la

Iglesia universal «dedicándonos por entero a la evangelización de la palabra de

Dios» 2 en su integridad.

La traducción en español fue realizada por la Hna. Amanda Mancipe, Dominica de la Presentación, Fr. Germán Correa, O.P. La aprobación de la Orden del Fr. Carlos A. Azpiroz Costa, O.P, y Carta del promulgation del Ritual OP de Profesíon del Fray T. Radcliffe, O.P., en la edición oficial española realizada en España por la Casa San Esteban, Salamanca, 2010.

____________________ 2

HONORIO III ad omnes prælatos Ecclesiae, die 4 februarii 1221; MOPH XXV, p. 145.