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PUBLICACIÓN DIGITALAño 1. Número 1. periodicidad trimestral. semestre-noviembre 2018

Editada por José Luis Aguilar Martínez

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Índice

Agenda para el fomento de una cultura filosófica en el siglo XXI

El grupo de investigación De-mencia 10/66

Foro sobre conceptos fundamen-tales de la diversidad cultural realizada en la Facultad de Filo-sofía y Letras de la UNAM

Santaella André, ¿Por Qué Llo-ramos Cuando Alguien Muere?; México: Aqua Ediciones, 2018, 267, Págs.

Consumo energético en los hoga-res de México: un análisis de re-gresión por cuantiles.

Evolución de los modelos de aprendizaje en función de la es-pecialización

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Agenda para el fomento de una cultura filosófica en el siglo XXIEnsayo

Adolfo Israel Flores Ramírez

Posgrado en filosofía de la Ciencia

UNAM

[email protected]

Resumen.

A partir de una reflexión sobre la divulgación de ciencia pública se rescata la pertinencia de la crea-ción de una Agenda de Filosofía Pública Nacional sobre temas que vinculan a la ciencia y a las políticas públicas en marcos éticos y responsivos.

Palabras clave: Agenda, Filosofía, Ciencia, Ética, Edu-cación.

Summary.

Based on a reflection on the dissemination of public science, the pertinence of the creation of an Agenda of National Public Philosophy on issues that link science and public policies in ethical and responsive frameworks is rescued.

Keywords: Agenda, Philosophy, Science, Ethics, Edu-cation.

La creación de una Agenda Filosófica

La creación de una agenda de temas filosóficos, tiene la finalidad de fomentar una cultura filosófica para el siglo XXI en México. ¿Cómo orientar una agenda de tal naturaleza? ¿Qué temas se deben comunicar al público para fomentar de manera efectiva una cultu-ra filosófica?

Existe en México una Agenda Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. En el documento oficial de la misma, se señala lo siguiente:

El mundo actual, y México no es ajeno a ello, en-

frenta grandes y complejos desafíos en situaciones y escalas sin precedente, debido al vertiginoso avance en el conocimiento científico y en los desarrollos tec-nológicos, así como a los cambios globales del medio ambiente, por lo que se requiere diseñar políticas públicas con una visión de futuro y de sostenibilidad que permitan enfrentar con éxito estos retos. Para ello, es necesario reconocer y aceptar la importancia de la ciencia, sin la cual no es posible para ningún país desplegar la tecnología y la innovación que impulsan el progreso social, cultural y económico que caracteriza a los países más desarrollados. Este progreso depende de tomar las decisiones mejor informadas, aquellas basadas en el conocimiento más sólido: aquel que se genera a través de la ciencia, la tecnología y la innovación. Estas actividades también promueven la recuperación y el fortalecimiento eco-nómicos. Las naciones que han alcanzado mayores niveles de bienestar son aquellas que han invertido recursos humanos y financieros en educación y en CTI: su población y sus empresas han desarrollado la capacidad de crear conocimiento y de innovar.

Según esta propuesta, en México los legisladores, deben considerar temas como los siguientes:

Eutanasia, aborto, reproducción asistida, anticoncep-ción, drogas adictivas, vacunación, prevención de la obesidad, cáncer, sida, salud mental, envejecimiento, trasplante de órganos, tejidos humanos con fines te-rapéuticos, células troncales, alimentos transgénicos, fuentes de energía, medio ambiente, cambio climáti-co, biodiversidad, telecomunicaciones.

En la propuesta de la Agenda Nacional de ciencia y Tecnología se expone que el conocimiento es el producto principal de la ciencia y que constituye un bien público, por ello es indispensable que la socie-dad tenga acceso a él, este acceso debe considerarse un derecho humano fundamental. La ciencia forma parte integral de la cultura y propicia la capacidad de analizar y modificar el entorno, contribuye al progre-so y la calidad de actividades del ser humano.

La propuesta es posicionar al conocimiento como motor fundamental del desarrollo de México. Que la ciudadanía pueda tomar decisiones basadas en el conocimiento y no en dogmas, fanatismo, ignorancia y charlatanería.

En la Agenda se propone que la educación de los niños es más que sólo la transmisión de información, es más importante estimular y motivar la capaci-

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dad de pensar, analizar los temas y situaciones en términos analíticos críticos, pero, no solamente por obediencia y respeto a las autoridades. Una pregunta que guía esa agenda es ¿Cómo pueden los grupos sociales opinar y los legisladores crear leyes benefi-ciosas pertinentes y viables sin una fuente confiable y correcta de información científica, sin conocer los mecanismos biológicos, químicos y físicos que rigen la naturaleza, sin conocer los temas contemporáneos que afectan a la sociedad individual y colectivamen-te?

Además de esta propuesta del Foro Consultivo Cien-tífico y Tecnológico (FCCyT) formado por acadé-micos y otros agentes relacionados con la ciencia en México, también existe una Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación. Se trata de una consulta realizada a nivel nacional en México, en el año 2012. En dicha consulta, la población debía ele-gir, de entre 10 retos que enfrenta México, cuáles son los tres retos más importantes que deben afrontarse mediante la participación de la Ciencia y la Tecnolo-gía, con el propósito de mejorar la calidad de vida de aquí y hacia el año 2030.

Resultado de la opinión de los ciudadanos recogida en esta encuesta, se entregaron 10 libros temáticos, a los tomadores de decisiones. La propuesta de esa agenda científica ciudadana es la siguiente:

La construcción de una sociedad democrática, equi-tativa y con desarrollo sustentable, requiere hacer que la ciencia y la tecnología formen parte medular de la agenda nacional y que la ciudadanía participe en la toma de decisiones y conozca los avances, logros, dificultades y alternativas asociados a la generación y difusión del conocimiento.

De la consulta ciudadana, se concluyó que los retos más importantes, donde la Ciencia y la Tecnología deben participar son:

• Modernizar el sistema Educativo, con enfo-que Humanístico, Científico y Tecnológico

• Asegurar el abasto de agua potable para toda la población

• Recuperar y conservar el Medio Ambiente

Los resultados son entregados a tomadores de deci-siones, con un diagnostico, propuestas de políticas necesarias y estrategias para que la ciencia y la tecno-

logía coadyuven a la atención de cada reto.

En ninguno de los dos documentos está explícita-mente mencionado el papel de la filosofía. De ahí, que consideramos importante que la comunidad filosófica proponga una agenda para el fomento de la cultura filosófica.

Entre las fuentes que podríamos considerar para pro-poner una agenda filosófica, están las Recomendacio-nes de la UNESCO sobre la enseñanza de la filosofía en Europa y América. A continuación presentamos una síntesis de las principales recomendaciones conteni-das en el apartado titulado: Innovaciones Educativas.

• Desarrollar cursos y debates filosóficos con el propósito de crear conciencia de los nuevos retos so-ciales y éticos que enfrenta la humanidad, retomando como referentes los textos clásicos pertenecientes a diversos sistemas filosóficos.

• Fomentar el análisis crítico de las herencias culturales intelectuales.

• Fomentar la conciencia crítica, reflexiva y sistemática, evitando dar a los jóvenes la impresión de que el conocimiento es una mera yuxtaposición de informaciones fragmentadas.

Otro documento de la UNESCO es el libro titulado ¿Por qué una Bioética Global? que se publicó en el marco del XX aniversario del Programa de Bioética de la UNESCO. En la introducción se menciona que la existencia del Comité Internacional de Bioética, tiene como objetivo, tratar lo que pueda ser admi-sible para la humanidad en el uso del conocimiento respecto a la vida.

La vida contemporánea, en la que los descubrimien-tos y las técnicas parecen plantearnos la posibilidad de hacer mucho más que antes respecto a la vida mis-ma, nos impone dos retos mayores: saber qué hacer ante el conocimiento nuevo y cómo proceder ante los cambios sociales sobre valores, principios, creencias e instituciones. Es aquí donde dos de las preguntas constitutivas de la filosofía recobran su importancia: ¿Qué debo hacer? y sobre todo ¿Qué es el ser huma-no?

¿Qué es una agenda? La Real Academia Española, define a la agenda como una relación ordenada de asuntos, compromisos o quehaceres de una persona en un periodo.

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Entre las diversas propuestas teóricas de comunica-ción pública de la filosofía, encontramos, además de las Recomendaciones para la enseñanza de la filoso-fía en Europa y América, y las propuestas contenidas en el libro ¿Por qué una Bioética Global? algunos proyectos que pueden servir de referencia para la creación de una agenda para el fomento de la cultura filosófica, como el caso de los Festivales Europeos de filosofía. Consideramos tres festivales que se celebran anualmente en Europa.

El caso del festival HowTheLightGetsIn, que se desarrolla en Londres, Inglaterra. El evento no tiene un eje temático, las conferencias, charlas y activida-des desarrolladas en el festival, abordan temas como: Metafísica, Cultura, Mente y Psicología, Economía y Política, Ciencia y Tecnología, Medicina y Cuerpo humano, Ética y Religión, Arte, Literatura y Cine y Música.

El festival llamado Phil. Cologne, se celebra en Alemania, en la ciudad de Colonia. En el año 2013 el festival tuvo como eje temático la pregunta ¿how do we want to live?

El festival francés Cité Philo, tuvo en el año 2013 tuvo a Japón como país invitado, y la temática central del festival era Ressemblances Pseudo et faux sem-blants.

Además de festivales de filosofía y de agendas para el fomento de la ciencia y la tecnología, y sumado a las iniciativas de la UNESCO para publicar libros de bioética, conviene proponer una serie de temas que contribuyan a que los individuos que forman parte de la sociedad se conozcan a sí mismos y reflexionen críticamente sobre sí mismos y sobre su entorno. Se propone crear una agenda para el fomento de la cultura filosófica en México en el siglo XXI.

¿Por qué es necesario proponer una agenda de comu-nicación pública de temas filosóficos?

La propuesta es crear una agenda para el fomento de la cultura filosófica en México en el siglo XXI por las siguientes razones:

Fomentar entre los individuos que forman parte de la sociedad el conocimiento de sí mismos, que procu-ren actuar con justicia, que tengan una comprensión de la naturaleza, la valoren y la cuiden, que sean respetuosos de la relación con los otros, que pien-

sen y se expresen con claridad, son actitudes que el saber filosófico puede desarrollar en los individuos. El saber filosófico también contribuye al desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo. La crítica y la reflexión son factores que contribuyen a la toma de decisiones informadas, basadas en el conocimiento.

El saber filosófico puede contribuir a posicionar el conocimiento como motor de desarrollo en México, por ello el conocimiento filosófico debería formar parte de la agenda nacional de ciencia, tecnología e innovación, más aún, es conveniente crear una agen-da propia de la filosofía, una agenda para el fomento de la cultura filosófica en México en el siglo XXI.

La crítica y la reflexión que el saber filosófico fo-menta, contribuye a saber qué hacer frente al cono-cimiento nuevo, por ejemplo sobre nanotecnología, cambio climático, etc.

Contar con una agenda de temas filosóficos a comu-nicar públicamente puede contribuir a una mejor comprensión de la filosofía y a una mejor compren-sión de problemas sociales, culturales, económicos, científicos etc. Existe una imagen distorsionada de la labor de los filósofos, tanto para los públicos especia-listas como para el público en general. Proponer la creación de una agenda de temas filosóficos contri-buye a una mejor comprensión pública de la filosofía.

¿Qué temas elegir para incorporar a la agenda?

Para la incorporación de los temas a tratar en la agenda se considera lo siguiente:

La propuesta de la agenda nacional de ciencia, tecno-logía e innovación tiene como propósito posicionar al conocimiento como motor de progreso social, eco-nómico y cultural. Y considerando los problemas que enfrentan tanto los tomadores de decisiones como la población mexicana en el siglo XXI, problemas económicos, sociales, culturales, relativos a la salud etc. Como son los altos índices de diabetes, obesidad, cambio climático, eutanasia, trasplante de órganos. Discriminación, falta de cultura ambiental etc.

Los temas que se incluyen en la agenda son temas que contribuyen a la comprensión de los problemas que enfrenta la sociedad mexicana en general y el individuo en particular.

El filósofo Hans Jonas, en el texto el principio de responsabilidad expone, refiriéndose al impacto de la

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acción humana en la naturaleza, que el poder de esta acción modifica a la naturaleza pero también modifi-ca la esencia de hombre.

La ampliación del poder del hombre sobrepasa en prestigio a todo lo demás que pertenece a su plenitud humana; y así esa ampliación, sometiendo más y más las fuerzas de los hombres a su empeño, va acom-pañada de una contracción de su ser y de su con-cepto de sí. (…) Si la esfera de la producción (como producto de la técnica) ha invadido el espacio de la acción esencial, la moral tendrá entonces que invadir la esfera de la producción, de la que anteriormente se mantuvo alejada, y habrá de hacerlo en la forma de política pública. (Jonas, 1995: 37)

H. Jonas señala que la moral es un tema que se debe considerar como parte de las políticas públicas. Con-siderando los retos que enfrenta México, conviene integrar en la agenda temas de ética, que contribuyan a una ampliación o comprensión de temas relacio-nados con la vida y la existencia humana, así como la repercusión que los actos humanos tienen en la naturaleza. Por ello, el tema del antropocentrismo y el evolucionismo son incluidos en la agenda. Tam-bién se propone incluir temas como como el dualis-mo metafísico y epistemológico. La cultura científica y cultura humanista, y el racionalismo racionalismo y apriorismo.

Para incorporar los temas propuestos de la agenda se considera lo siguiente:

La incorporación de los asuntos a la agenda se pre-senta entonces, como un proceso de concurrencia entre múltiples actores con diferentes prioridades visiones, intereses y preferencias que interactúan en-tre sí; generando consensos, pero también conflictos que politizan la formulación de un problema público que culmina con la deliberación gubernamental de colocarlo o no, como un asunto de su agenda. (Jonas, 1995)

Las propuestas de la agenda que proponemos aquí, surgen a partir de la consideración de las agendas que hemos mencionado; La agenda ciudadana de ciencia, tecnología e innovación, la agenda ciuda-dana de ciencia y tecnología, así como de las reco-mendaciones de la UNESCO, para la enseñanza de la filosofía en Europa y Norteamérica. Así que, la agenda filosófica la definimos como una relación de temas que la comunidad de filósofos debe comuni-car públicamente en un periodo determinado. La

propuesta es que debe llevarse a cabo un proceso en el que se involucren múltiples actores con diferentes visiones (filósofos, científicos, artistas, miembros de la sociedad civil etc.) reconociendo y proponiendo temas que puedan incorporarse en la agenda. El obje-tivo de la agenda es que estos temas se comuniquen públicamente en formatos no académicos y emplean-do diversos medios de comunicación.

La agenda propone comunicar públicamente temas filosóficos, no se trata de una agenda de actividades académicas sobre temas filosóficos, es decir no es una agenda de difusión de la filosofía.

Temas controversiales para fomentar una cultura filo-sófica en el siglo XXI.

A continuación se presentan los temas que se propo-nen integrar en la agenda:

1. Dualismo metafísico y epistemológico

Son sistemas de pensamiento que reconocen dos principios fundamentales: Mente y Cuerpo, Sujeto y Objeto. Algunas preguntas relativas a este tema son ¿Cómo afecta a la cosmovisión de las culturas negar estos dualismos, cuando muchas de sus concepciones sobre el mundo y la vida han sido construidas sobre la base de estos dualismos? El siguiente párrafo de la filósofa Juliana González clarifica el problema:

Los avances innovadores en las ciencias de la vida han trastornado, en efecto, las más arraigadas convic-ciones que han marcado la historia del pensamiento, la cultura, la existencia, las ideas, los derechos y los valores, las filosofías y la moralidad misma. Son las convicciones que, en última instancia, han estado fundadas en la certeza de que existen dos mundos y dos partes de la realidad: materia frente a espíritu, alma frente a cuerpo, razón frente a sentidos, natura-leza física frente a naturaleza esencial. O sea, los más diversos dualismos que quedan prácticamente invali-dados cuando las biociencias demuestran la unidad y continuidad de todo lo vivo, regidas por leyes deter-ministas. Lo que se llamó “alma” o “espíritu” no es una sustancia inmaterial o sobrenatural, separada de la naturaleza biológica, físico-química de la realidad corpórea. (Solinís, 2005: 67)

Esta cita nos muestra una de las múltiples modalida-des en que se da la relación entre ciencia y filosofía. La inclusión del tema mente-cuerpo en una agen-da para fomentar no sólo la cultura científica sino

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también una cultura filosófica, puede ser conveniente para que los no expertos tengan una dimensión más amplia del problema que implica concebir al hombre desde una perspectiva dualista y una perspectiva monista. la concepción que el hombre tiene de sí mismo impacta en la sociedad a la que pertenece, impacta en su entorno, en el cuidado que tiene de sí mismo. Consideramos que es conveniente incluir este tema en la agenda porque este tema contribuye a la reflexión sobre el hombre mismo, al autoconoci-miento y a comprender la relación del hombre con su entorno.

2. Antropocentrismo y Evolucionismo

El antropocentrismo es una doctrina filosófica que supone que el hombre es el centro del mundo. Este supuesto es un factor cultural importante en la crisis ecológica actual. El filósofo Hans Jonas señala que el antropocentrismo ha tenido consecuencias nocivas para la naturaleza, por ello conviene fomentar por medio de la divulgación, la idea de que la naturaleza es responsabilidad humana.

La naturaleza no era objeto de la responsabilidad humana; ella cuidaba de sí misma y cuidaba también, con la persuasión y el acoso pertinentes, del hombre. Frente a la naturaleza no se hacía uso de la ética, sino de la inteligencia y de la capacidad de invención. (Hans, 1995: 28)

La tarea es integrar este tema en la agenda y comu-nicar a la ciudadanía del siglo XXI, que la visión de la naturaleza como algo ajeno al hombre ha traído consecuencias nocivas para el medio ambiente. La naturaleza no puede ser concebida como esa entidad que cuida y provee al hombre, en lugar de ello es conveniente fomentar la idea de que ella no es ajena al hombre y el hombre es responsable de cuidarla. La agenda debe exponer que el hombre tiene el deber moral de preservar el medio ambiente.

Por otro lado, Biólogos y Filósofos de la naturaleza consideran el concepto de Evolución de los orga-nismos biológicos como parte de un concepto más general de Evolución, que comienza con la naturaleza inorgánica y que termina con el hombre, la cultura y la historia. Desde esta perspectiva, la Evolución Biológica aparece como una fase de un proceso total evolutivo compuesto por tres momentos:

• La primera fase es inorgánica o prebiológica• La segunda fase es orgánica o biológica

• La tercera fase es humana o postbiológica

Cada fase tiene su forma peculiar de ligarse al proce-so evolutivo general.

En la primera fase o fase de evolución inorgánica se da la formación de elementos físico – químicos com-plejos para constituir las condiciones que hicieron posible el mundo orgánico.

En la segunda fase o fase de evolución biológica se da la formación de organismos. En esta fase los organismos vivos surgen y se eliminan por medio de selección natural. Se despliegan unidades orgánicas de órdenes crecientemente más complejos.

La tercera fase consiste en la evolución humana y el desarrollo de la cultura y con ella, de la historia. (Taberner, 2008: 11) Una vez más, la filósofa Juliana González nos da una orientación al respecto:

Resulta importante en este punto recordar con Kant, el encadenamiento que existe entre las siguientes preguntas: ¿qué debemos hacer? ¿qué podemos hacer? ¿qué nos está permitido esperar? ¿qué es el hombre? Es justamente esta última cuestión, relativa al fundamento ontológico, la que no parece tener una respuesta segura en el presente, sino al contrario. Lo principal que las nuevas revelaciones de las biocien-cias, desde Darwin, han puesto en tela de juicio la tradicional concepción de la naturaleza humana. Y con ello han cuestionado hechos tan constitutivos y definitorios de lo humano como son la libertad y con ésta, la dignidad, la solidaridad, la espiritualidad, en suma, la especificidad de la condición humana. (Solinís et al, 2015: 69)

La concepción del hombre y la naturaleza son un factor cultural importante en la actual crisis ambien-tal. Conviene instruir sobre la crisis ambiental y los factores que la originan al ciudadano del siglo XXI en México.

3. Cultura Científica y Cultura Humanística

Cultura Científica y Cultura Humanística. Sobre este tema se han presentado debates cuyas repercusiones sociales han suscitado preguntas como las siguien-tes: ¿Cuál es la esencia de la cultura, la ciencia o las humanidades? ¿Qué conocimiento es más benéfico para la humanidad? ¿La educación exclusivamente científica tiende a deshumanizar a los hombres? ¿Las universidades contemporáneas deberían tener enfo-

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ques más bien científicos que humanistas? la Cultura científica y la Cultura humanistica se proponen como temas que deben integrar la agenda filosófica.

El filósofo León Olivé caracteriza la cultura científica de la siguiente manera:

Los conjuntos de representaciones (creencias, cono-cimientos, teorías, modelos,) normas, reglas, valores y pautas de conducta que tienen los agentes de los sistemas técnicos, científicos, o tecnocientíficos, y que son indispensables para que funcione el sistema, por un lado; y por otro, los conjuntos de esos mismos elementos que son relevantes para la comprensión, la evaluación y las posibilidades de aprovechamiento de la técnica, de la tecnología, de la ciencia, y de la tecnociencia por parte de una sociedad, de un pue-blo o de ciertos grupos sociales. Es decir, se trata del conjunto de elementos que conforman las actitudes sobre la ciencia y la tecnología. (León, 2006: 69)

Por su parte, la teórica de la divulgación científica, Guadalupe Zamarrón, siguiere lo siguiente:

Una persona con cultura científica requiere contar con información, pero también con una preparación y habilidades que le permitan situar el conocimiento en su esencia y su sentido, lo que significa una capa-cidad de análisis y contextualización de lo que sucede en el mundo de la ciencia. (Vaccareza, et al, 2008: 110 ss)

Así, la cultura científica es el conjunto de actitudes y habilidades que desarrolla un individuo, un pueblo o sociedad, y que le permite analizar, contextualizar, aprovechar, comprender o evaluar el conocimiento.

Se sugiere que la agenda incorpore el tema de la cul-tura científica y la cultura humanística porque ambas son fundamentales para el desarrollo de los ciudada-nos de México en el siglo XXI.

El Doctor Saladino caracteriza a las humanidades de la siguiente manera:El Humanismo es la expresión racional mediante la cual el ser humano finca su fe y rige sus expec-tativas de desarrollo (…) con base en el cultivo de los valores como el amor, la crítica, la democracia, la felicidad, la honestidad, la justicia, el laicismo, la libertad, la paz, el respeto al otro, la solidaridad, la tolerancia, el cultivo de la inteligencia para fomentar la creatividad en todos los ámbitos culturales como el arte, la ciencia, la tecnología. Etc. el respeto a la na-

turaleza y estímulo a una vida equilibrada con ellas, la comprensión de una realidad múltiple, cambiante y compleja, el esclarecimiento de la práctica de una nueva moral que coadyuve a la concreción de los valores mencionados.

Por su parte Miguel León Portilla afirma lo siguiente sobre las humanidades:

Las humanidades comprenden el saber acerca de lo que hemos sido (…) la trayectoria íntegra de los seres humanos sobre la tierra (…) Abarcan lo que los grandes ingenios han concebido o fantaseado sobre una inmensa gama de comportamientos humanos, es decir, la creación literaria desde las grandes epopeyas clásicas y la poesía en todas sus formas y hasta no-velas y otros géneros narrativos. Pertenecen también (…) cuanto se refiere a las concepciones del mundo, los mitos y las leyendas, así como las elucubraciones de los filósofos que han planteado grandes cuestiones en torno a la posibilidad de decir palabras verdaderas sobre enigmas de nuestro ser, la divinidad y el más allá. (León, 2006: 23)

Para enfrentar los retos que México como sociedad debe afrontar en el siglo XXI es conveniente que sus ciudadanos cuenten con una formación equilibrada en ciencias y humanidades, como último dato de este tema, el filósofo Jorge Linares señala lo siguiente:

Es conveniente que los ciudadanos mexicanos del siglo XXI posean una formación equilibrada en cien-cias y humanidades. Un ejemplo de los problemas enfrentará la sociedad del siglo XXI es el siguiente:

La nanotecnología ha generado nuevas expectativas acerca de la transformación de la materia (su manu-factura y su diseño) cambiando de manera inédita lo orgánico y lo inorgánico, lo natural y lo artificial, la materia física y la materia biológica. Las tecno-ciencias (responsables de la nanotecnología) no son capaces de crear sistemas (tanto o más) consistentes o más estables y sustentables que los sistemas na-turales, por ello son necesarios, la supervisión y la regulación prudencial y precautoria de sus efectos y consecuencias esperados e inesperados mediante el debate público y democrático.

El debate ético sobre las nanotecnociencias debe responder debe responder a los mismos cuestiona-mientos que dirigimos a otras innovaciones ¿Cuáles son los beneficios ostensibles, las necesidades reales a que responden, y cómo se distribuyen y a qué costo?

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¿Cuáles son los riesgos y los efectos previsibles para la salud, para el medio ambiente, para la equidad socioeconómica; en qué medida son controlables? ¿quién y cómo puede y debe regular las producciones nanotecnológicas? ¿Quiénes son los principales be-neficiados en el caso en el que se produzcan benefi-cios? (Linares, 2013: 341)

La cultura científica y la cultura humanista contri-buyen a que los ciudadanos comprendan los retos a los que se enfrentan tanto individual como colecti-vamente, a valorar tanto el conocimiento científico como el humanista, reconociendo ambos tipos de co-nocimiento como productos de la razón, además de reconocer el valor de las ciencias y las humanidades para alcanzar un mejor conocimiento de sí mismos (ser autoconscientes) y concebir el valor científico y cultural de la nación mexicana.

4. Racionalismo y apriorismo

El apriorismo afirma que existen en los seres huma-nos -desde su nacimiento- ideas y principios que se encuentran en su naturaleza independientemente de la experiencia. Según esta corriente el conocimiento se deriva de principios innatos autoevidentes abso-lutamente independientes de toda experiencia. Con base en el supuesto de que existen principios mora-les a priori, se presupone la existencia de principios universalmente aceptados por toda la humanidad. Suponer que existen principios morales universales genera discrepancias y conflictos de valores debido las diferencias en las concepciones morales o marcos conceptuales con que cada cultura enfrenta e inter-preta la realidad.

El Racionalismo afirma que la única fuente de cono-cimiento es la razón, rechazando las ideas provenien-tes de los sentidos, privilegiando a las ciencias exac-tas y postulando que el método deductivo es la única herramienta para obtener conocimiento.

Conclusiones.

Para concluir, consideremos que es conveniente pro-poner una agenda para fomentar la cultura filosófica. Porque la filosofía contribuye a los propósitos de la Agenda Nacional y la Agenda ciudadana de Cien-cia, Tecnología e Innovación. Entre los objetivos de ambas Agendas se busca que la ciudadanía tome decisiones informadas, basadas en el conocimiento científico, la tecnología y la innovación, diferencian-do la ciencia de los dogmas, creencias, fanatismos,

ignorancia y charlatanería, la filosofía contribuye a diferenciar entre el conocimiento y el suedoco-nocimiento (entre Ciencia y Seudociencias, entre Filosofía y seudo filosofía) y con ello contribuye a crear una conciencia crítica para enfrentar los nuevos retos sociales y éticos que enfrenta la humanidad. La filosofía -como la ciencia- forma parte integral de la Cultura, y también contribuye a modificar el entorno y la calidad de actividades del ser humano. Finalmente, la filosofía es un factor importante para estimular y motivar el pensamiento y desarrollar el análisis crítico frente a todas las formas de propa-ganda y fanatismo. Esto último es conveniente en sí mismo, independientemente de la existencia o no del fomento de la cultura filosófica o científica.

Bibliografía.

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El grupo de investigación Demencia 10/66.Entrevista

Entrevista a la Doctora Ana Luisa Sosa.

Por: Adolfo Israel Flores Ramírez

Posgrado en Filosofía de la Ciencia

UNAM

[email protected]

Sólo el 10% de todas las investigaciones sobre de-mencias se realizan en los países en vías de desarro-llo, donde vive aproximadamente el 66% de todas las personas con demencia, de ahí el nombre del grupo de investigación Demencia 10/66. El grupo está for-mado por investigadores, que trabajan en países de bajos y medianos ingresos, que está coordinado por el profesor Martín Prince, del Institute of Psychiatry, De Crespigny Park, en Londres. El grupo se formó en 1996 para subsanar la escasez de investigaciones sobre Demencia en los países subdesarrollados.

La representante en México del grupo de investiga-ción Demencia 10/66 es la Doctora Ana Luisa Sosa Ortiz. En las siguientes líneas reproducimos la entre-vista que nos concedió en su oficina el 4 de junio de 2012 en la Ciudad de México.

La Doctora Ana Luisa Sosa es responsable del Labo-ratorio de Demencia del Instituto Nacional de Neu-rología y Neurocirugía “Manuel Velazco Suarez”, co-labora en el grupo de Investigación Demencia 10/66 y en la organización Alzheimer Disease international; además ha publicado numerosos artículos sobre la Demencia en ancianos. Entre los trabajos publicados por la Dra. Sosa, se encuentran los estudios sobre Demencia en adultos mayores en Latinoamérica y la relación entre los pacientes con Demencia y sus familias. La Organización Mundial de la Salud y la organización Alzheimer Disease International, publi-caron este año (2012) el informe titulado Demencia una prioridad de salud pública.

La Dra. Ana Luisa nos explicó que la investigación sobre Demencia abarca diversas esferas:

“Nosotros trabajamos, desde lo social hasta lo mo-

lecular, trabajamos con pacientes de la clínica de demencias, los atendemos, les hacemos diagnóstico, les damos tratamiento, les ofrecemos alternativas, les damos educación a la familia porque cuando hay un problema de demencia, no sólo afecta a la persona que la padece, sino que hay un binomio inseparable que es el paciente y el cuidador, además, uno de los problemas de la demencia es que ocasiona un alto costo socioeconómico porque produce discapacidad. Y es la principal causa de discapacidad en el adul-to mayor, entonces, si por ejemplo tú tuvieras a un abuelo o un familiar, con discapacidad, con demen-cia, ya no se puede quedar sólo, entonces alguien tiene que cuidarlo, la familia tiene que buscar solu-ciones para el cuidado de esa persona dependiente ¿Cuáles pueden ser las soluciones? Pues que alguien [de la familia] deje de trabajar, se quede a cuidar, y puede haber un ingreso menos o bien que un miem-bro joven de la familia se quede a cuidarlo o bien que paguen a alguien para cuidarlo. Entonces esto va a causar un mayor empobrecimiento de las familias que tienen este tipo de problemas.

No contamos con programas especiales [en México] para atender este tipo de Población. No hay un pro-grama médico que sea capaz por sí mismo de resol-ver esta problemática creciente. Es un problema cuyo principal riesgo es en adultos mayores.

Todos nacemos con un capital de neuronas que dia-riamente se nos van gastando y muriendo, entonces ¿quién ha perdido más neuronas? Pues el que tiene más años, entonces ¿a quiénes les va a dar demen-cia? Pues a las personas que nacieron con una pobre dotación, o que no consiguieron mantener en la vida una buena reserva neuronal o que tuvieron pérdidas adicionales de neuronas por diferentes motivos, pue-den ser desde un golpe, un traumatismo craneoence-fálico que se mueren muchas neuronas o problemas de intoxicación, por ejemplo, por el alcohol, por problemas deficitarios, por falta de alimentación, mala nutrición. Hay nutrientes que son indispensa-bles para el buen funcionamiento del cerebro.

Hay más de 60 causas de Demencia, una de ellas es la enfermedad de Alzheimer, entonces, sabemos que la población mundial está envejeciendo y México no es la excepción. Los países desarrollados enveje-cieron lentamente mientras se enriquecían y pues a nosotros ya no nos dio tiempo, entonces estamos con problemas, todavía en la transición demográfica, que es el crecimiento de la población envejecida, donde el número de nacimientos ha disminuido por tanto, la

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población ha envejecida. Habrá un momento en que va a llegar a igualar o superar a la población joven, y esa población de ancianos se caracteriza por tener más factores de riesgo por ser dependiente.

Los países del mundo no han podido solucionar [el problema de la demencia] con un programa médico, tiene que haber programas sociales, sanitarios que nos involucre a todos, para poder dar respuesta e este tipo de variables.

Nosotros hemos estado trabajando la frecuencia de demencias en México, es el primero estudio que hace una encuesta buscando precisamente la presencia de demencia. Participamos con el grupo Demencia 10/66, nos reunimos varios países que no teníamos información epidemiológica en nuestros países, en-tonces, utilizábamos los datos de otros países. [infe-ríamos que] Si Estados Unidos tiene tantos casos de demencia, nosotros tenemos tantos casos de demen-cia.

Tenemos un estudio que se hizo con mexicanos en determinadas áreas: un área urbana, un área rural, y sabemos que aproximadamente 7.5% de los adultos mayores de 60 años pueden tener demencia. Eso es un número que está arriba de los 600 000 individuos, si esto lo multiplicas por dos, por el cuidador involu-crado, están siendo afectados directa o indirectamen-te por este problema más de un millón de mexicanos.

¿A esto le llaman la sobre carga del cuidador?

La sobre carga del cuidador es cuando el cuidador ya llegó a su límite, está colapsando porque cuando tú le enseñas a un niño, sabes que le vas a ir enseñando cosas y el va a ir de la mano haciéndose cada vez más independiente, entonces eso te va dando el estímulo ¿no? Porque con el tiempo eso va a mejorar, en cam-bio con el adulto mayor, lamentablemente cada vez va a ser peor, porque es un padecimiento progresivo, primero tienes que estar al pendiente, después lo tienes que supervisar, hacer todas las tareas y después tienes que hacer todo por él. Entonces el paciente olvida hasta caminar, ir al baño, todo, entonces es alguien que depende de otro y esa dependencia es cada vez mayor.

¿Qué es lo que tiene que saber una persona que se en-cuentra, digamos en Iztapalapa, donde el nivel cultural de la gente es muy bajo, y no tiene tiempo de leer una gaceta para enterarse de estas cosas? ¿Qué sería lo mínimo que ellos tendrían que saber para identificar

la Demencia? porque muchas veces se da el caso, y, a los adultos mayores los tachan de testarudos sin darse cuenta de que hay problemas. Si iniciamos una campa-ña ¿qué le podemos decir a la población?

Yo les daría tres mensajes: uno, que hay que diferen-ciar entre el envejecimiento normal, o sea lo que les pasa a todas las personas cuando envejecen y lo que es una enfermedad. Es usual que las personas con la edad vayan perdiendo capacidades físicas y mentales, pero no porque alguien suba más lento las escaleras está enfermo, pero alguien que no puede caminar sólo, pues sí está enfermo. Lo mismo pasa con las demencias, es normal que las personas con la edad tengamos menos velocidad de procesamiento, de aprendizaje para entender las cosas y podamos tener algunos olvidos. Que también está muy mediado por problemas en la atención, entonces a veces es muy típico, a veces la gente se queja de que va a hacer una cosa y en el camino se le olvidó a qué iba ¿a qué venía a la cocina? o que se encontró algo en el cami-no, a lo mejor encontró algo tirado lo levantó, ya no sabe ni a qué iba. Eso es la atención dividida, dismi-nuye con la edad. Si a mí me dan ahorita algo para aprender, me tardo más que hace 20 años y a la mejor tardo más tiempo en procesarlo, pero tengo otros beneficios como puede ser el conocimiento acumu-lado, la experiencia, la prudencia, en fin. Entonces, yo puedo tener por mi edad un enlentecimiento y un cambio en mis funciones mentales. Pero ese cam-bio no debe interferir con mi funcionalidad, con mi independencia. Entonces hay que diferenciar cuando una persona tiene cambios que se están atribuyendo al enlentecimiento pero esto lo hace disfuncional y dependiente eso ya es una enfermedad. Mientras este cambio es lento y puede afectar simplemente mi velocidad, pero no mi autonomía, puede considerar-se normal. Si no sucede eso, se considera una enfer-medad y en el caso de las demencias necesitamos evidenciar dos situaciones: una que hay un deterioro del funcionamiento mental, el más frecuente es el de la memoria y dos, que es el deterioro del funciona-miento mental y aparte mi funcionalidad ¿qué quiere decir esto? Que yo no pueda hacer las cosas, que yo solía hacer, ni fuera ni dentro de mi casa. Que yo no me pueda bañar, no me pueda vestir, no pueda preparar mis alimentos, no pueda ir al super, no pueda salir de mi casa porque me pierdo. Eso sería el primer mensaje, la diferencia entre envejecimiento normal y demencia.

Lo segundo, una vez que se instala la demencia, no se cura, sólo se puede frenar su evolución. Algunos

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casos se trabaja la calidad de vida del paciente y de su familiar ¿qué quiere decir esto? Que yo voy a buscar que mi paciente esté bien cuidado, que duerma bien, que no se angustie.

El tercer mensaje sería que lo mejor es prevenir, si hay factores de riesgo para la demencia como pue-de ser la hipertensión, la diabetes, el colesterol, los traumatismos craneoencefálicos, el exceso de peso, la vida sedentaria, entonces yo voy a tratar de com-batir esos factores de riesgo, que sé que van a facilitar la demencia, entonces, hay que tratar de evitar los excesos como fumar, beber, tener una vida saludable y una buena alimentación. Ese sería mi consejo. ¿De qué manera puede el proyecto Demencia 10/66 llegar a esferas amplias de la sociedad?

Estamos trabajando en varios lugares. Trabajamos en un modelo de centro de día, para plantear qué es lo que se necesita y qué es lo que se debe hacer. Un centro de día modelo para pacientes con demencia. Esto quiere decir, si yo tengo a mi abuelita con Al-zheimer, en vez de quedarme sin trabajar, en vez de que mi hijo no vaya a la escuela, en vez de pagar una enfermera, la llevo a un centro donde no sólo la van a cuidar, sino la van a estimular para que sea funcional por más tiempo y los costos de este tipo de lugares, es simbólico, de acuerdo a las posibilidades económicas de cada quien. Son instituciones no lucrativas. Esa es una opción, otra opción que estamos trabajando jun-to con el instituto nacional de pediatría una propues-ta para un plan nacional de demencias, esto es, para que haya detección y educación. Detección de los pacientes y educación, tanto para el médico general, personal de salud y población en general. Gracias por su participación

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Foro sobre conceptos fundamentales de la di-versidad cultural reali-zada en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAMCrónica

Por José Luis Aguilar Martínez

Universidad Tecmilenio.

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Con el objetivo de renovar los planes de estudio de la Licenciatura en Desarrollo y Gestión Interculturales, se llevó a cabo el pasado 24 de abril del año 2015 el foro sobre conceptos fundamentales de la diversidad cultural en el recinto: Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autó-noma de México (UNAM)

En esta primera entrega, recuperamos las aporta-ciones del Doctor Jorge Linares hoy Director de la Facultad de Filosofía.

El doctor Jorge Linares abordó el tema aclarando que hay distintos enfoques que se pueden dar al tema de ciencia y tecnología y diversidad cultural, en primer lugar, dijo “la ciencia contemporánea es un ámbito muy delimitado, saberes, conceptos y tradiciones, programas de investigación en diferentes áreas, es un producto moderno que no tiene nada que ver con la ciencia antigua, la “ciencia naturales” de la historia y que es un tipo de práctica epistémica plenamente universal, que basada su mentalidad en el lenguaje de las matemáticas, los métodos, los procedimientos del pensamiento causal, también el lenguaje informático, que aseguren su carácter no solo transubjetivo sino transcultural y universal.

Agrandes rasgos, ese ha sido la tranformación social de las ciencias modernas, como sistema social que desarrollan muchos individuos en muchas partes del mundo y que tienen ahora muchas redes de colabo-

ración muy bien estructuradas en un mundo globa-lizado en donde participan personas de diferentes nacionalidades en un lenguaje franco como lo es el inglés (predominantemente): inglés, matemáticas e informática son las lenguas de la ciencia contempo-ránea.”

“Además, las ciencias contemporáneas, algunas, se han ido transformado en un modelo distinto, como la tecnociencia, aunque no todas las ciencias han desarrollado esta particularidad. Algunas de las ramas más importantes tienen el carácter de asociar-se a desarrollos tecnológicos con fines industriales y productivos, de manera que esto ha ido cambiando las viejas prácticas de la ciencia moderna de hace cincuenta años, así que es particularmente relevante como las TICS ha influido en la nanotecnología, la energía, etc.”

“A este respecto el Doctor Linares ahondó y dijo que “Hay transformación respecto al modelo tradi-cional. La actividad científica anteriormente estaba orientada a la investigación y explicación a partir de modelos teóricos, muchas veces epistémicas típicas, ahora, sin dejar estas funciones epistémicas, se ha convertido en un modelo de desarrollo tecnológico e incremento de valor en sentido económico oficial, de tal manera que ahora las tecnologías contemporáneas forman capital, son formas de neocapital, donde se invierte para desarrollar, a partir de conocimiento en la investigación, en una red mundial de productos y sistemas técnicos basados en su transformación.”

En este sentido, el Doctor Linares sostuvo que “lo anterior se ha vuelto la forma dominante de cono-cimiento y de la nueva práctica social epistémica y de producción de todo tipo de artefactos que tienen productos que se requieren para la vida moderna contemporánea, de manera que tienen un carácter hegemónico dominante en el mundo entero; no hay en realidad una distinción plural en el ámbito de las ciencias y las tecnociencias en estas prácticas de la ciencia.”

Este razonamiento lo llevó hacer un análisis de la hegemonía de la ciencia contemporánea, al respecto sostuvo que en la guerra fría, por ejemplo, “hay todo un debate con el bloque soviético, en el sentido que había otras ciencias, otro tipo de pensamiento, no obstante los estudios demuestran que el modelo cien-tífico fue equivalente en un lugar que en el otro a pe-sar de que no había capitalismo en la Rusia Soviética como en Occidente, no obstante, los soviéticos tenían

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un Estado que servía como engranaje o motor que tenía fines estratégicos, muchos de ellos militares.”

“Está también la historia de las tecnologías y de las tecnologías contemporáneas en un proyecto científi-co como lo es el Proyecto Manhattan como un mo-delo de acción, de contribución interdisciplinaria de realización muy estricta de subordinados y emplea-dos de segunda, de tipo militar. Este tipo de estruc-tura se siguió en proyectos como el Genoma entre otros, en los Estados Unidos que “no son proyectos militares” en principio, que tienen fines distintos pero que han heredado las estructuras militares.”

“Podemos decir que nunca hubo dos ciencias o tres ciencias. En la época moderna no existe la ciencia China, la ciencia japonesa y la ciencia canadiense, más bien es una colaboración internacional donde el conocimiento se distribuye de manera todavía más abierta en la formación, en las universidades, donde se puede estudiar ciencia sin moverse de su casa, leyendo textos y viendo videos.”

El conocimiento que se genera se produce en las redes de investigación y en los laboratorios; cada vez tiende a ser privatizado día con día en su acceso, lo mismo que las aplicaciones y los artefactos tecnológi-cos tienen un sentido fundamentalmente comercial: lograr inversiones y ganancias, en unos casos muy cuantiosas en innovaciones que responde a las nece-sidades del momento. Anticipar qué cosas se tienen que producir y no tanto la investigación a la vieja usanza en el que no sabía sobre la dirección de la investigación. Ahora todos los estudiantes de ciencia en todas las universidades se les enseña que la ciencia es algo útil que debe servir para producir cosas, ser productivista de tecnologías, no obstante, el conoci-miento no funciona así, no da una por sí mismo un modelo, una guía directa para producir.”

De esta manera concluyó el razonamiento dicien-do que “Estamos ante la presencia de un modelo de estructuras e instituciones sociales de ciencia y tecnociencia transculturales, transnacionales que están más allá diferencias, que siguen un modelo de desarrollo que si bien es occidental, dominado por Estados Unidos, que es la gran potencia tecnocientí-fica que recluta a los mejores estudiantes que vienen de China, de la India, etc., sigue siendo la potencia productora, primero gubernamental y juego social que genera todo un sistema productivo de conoci-miento.”

Al respecto, sugirió las siguientes implicaciones que tiene el conocimiento para las demás culturas. “Todo esto genera un debate sobre qué pasa con los conoci-miento tradicionales que provienen de otras regiones culturales que permanecen localmente en el planeta, y en algunos casos hay diferencias importantes en cuanto a prácticas, por ejemplo en las prácticas te-rapéuticas y médicas, entonces todo eso supone que hay otro tipo de prácticas que no pasan por el tamiz de los conceptos, los métodos y las instituciones de la ciencia normalizada que no tienen validez, por tanto no deben de ser promovidas o auspiciadas por asociaciones públicas.

No solo en medicina, sino también en materiales como los de construcción y por supuesto en agricul-tura, que han sido relegados por el avance hegemó-nico de estos modelos, de estas prácticas que están estandarizandos globalmente al conocimiento.”

En esta oposición entre modelo estandarizado de conocimiento y conocimiento tradicional dijo que le modelo de estandarización del conocimiento acude a categorías de “(…) rentabilidad y sostenibilidad para que los procesos productivos sean más compatibles con los ciclos biológicos, por eso se recurre a los conocimientos tradicionales para tratar las tecnolo-gías actuales, como son los casos de la medicina y la farmacología que ha sufrido de saturación o simple-mente se han vencido las patentes, no hay medica-mentos realmente innovadores; lo que ha hecho esta industria es adecuar sus procesos a la medicina tra-dicional, muchas de las veces piratear el conocimien-to que pertenecía a las comunidades tradicionales, patentarlo, convertirlo en propiedad privada. Lo cual genera un problema adicional entre conocimiento público y conocimiento privado generado en estos esquemas de reapropiación, alimentando al sistema de conocimiento estandarizado.”

Por último, el Doctor Linares abundó sobre la tran-sición de conocimiento público y conocimiento privado que genera este tipo de práctica de las cien-cias contemporáneas. “El conocimiento tradicional suele ser conocimiento comunitario que se transmite en forma directa, que no ha sido sistematizado, ni siquiera está escrito o documentado a diferencia del conocimiento científico y tecnocientífico que cada vez más es un conocimiento privatizado-cerrado y que sirve para crear innovaciones a partir de las bases de datos y los insumos para producir conocimiento.”

“Además está la parte del lenguaje, a pesar que la

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divulgación científica ha sido importante en los últimos tiempos, en las televisoras y los programas de ciencias y liberación de las ciencias, el discurso de éstas no baja adecuadamente a todos los niveles de la sociedad, en parte por la contaminación del discurso pragmatista del científico, de modo que la sociedad ve al ciencia como un poder de transformación y no como un poder de convencimiento de un discurso de descubrimiento con capacidad de investigación epistémica más allá de un poder pragmático.”

Así, la ciencia aparece como “un poder con capaci-dad de resolver problemas y de conseguir objetivos inmediatos, pero esto permite también la prolife-ración de psudociencia que se vale de los mismos formatos, todos encaminado a una línea de dar poder efectivo a un público consumidor: que el conoci-miento le sirva para algo. En ese horizonte de exigen-cia pragmática del conocimiento han aparecido dis-cursos que son charlatanería pura y otros que crean duda sobre su cientificidad y efectividad y que van desde el psicoanálisis hasta la economía contemporá-nea, es decir, si son asimilables a un tipo de práctica de conocimiento científico. Lo que buscan estos tipos de conocimiento es la sustancia activa para venderse, como el caso de la homeopatía que es uno de los ca-sos que está basado en un modelo químico fantástico de remedios.

El cierre de su intervención fueron las problemáticas que se desprenden de su discurso enunciado en los siguientes dos puntos.

1. ¿En qué está basado el paradigma dominante de las ciencias modernas y de las tecnociencias contem-poráneas?, si su realidad tiene o no todos los funda-mentos para seguir pensando en “el modelo” homo-géneo predominante de conocimiento.

2- ¿Qué pasa con los saberes que son locales, algu-nos muy antiguos que tienen grados de efectividad y que nos son medidos por la ciencia actual pero que son usados por las comunidades que confían en ellos y que tienen relaciones más equilibradas con el medioambiente, que es lo que busca, precisamente, el modelo tecnológico: que sea menos perjudicial para el planeta? Eso es lo que tiene que aprender el mode-lo tecnológico del modelo tradicional. Por eso habría que discutir el estatuto epistémico de la efectividad.

3. El otro gran problema es la propiedad, a quién le pertenece el conocimiento. En el caso del conoci-miento tradicional promover patentes para evitar que

se lo roben las compañías que están buscando este tipo de conocimiento.

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Santaella André, ¿Por Qué Lloramos Cuando Alguien Muere?; Mé-xico: Aqua Ediciones, 2018, 267, Págs.Reseña

José Luis Aguilar Martínez.

Universidad Tecmilenio

[email protected]

Fenoménicamente prestamos poca atención sobre la distinción que hay entre llanto y lágrimas. El primero evoca a la acción emotiva cuyo origen depende de un ambiente socioemocional, en cambio las lágrimas provienen de las profundidades de identidad del sí consigo.

Hay llanto de impotencia, de rabia, de desamor, en cambio, la lágrima es el rasgo profundo del recuerdo, la memoria de la pérdida. Llanto y lagrima se identi-fican con el dolor y la pérdida, respectivamente. Esta distinción es pocas veces trabajada por la tanatolo-gía, más bien diríamos que la tanatología se vale de recursos literarios para justificar dolor y pérdida.

El dolor de rasgos somáticos está identificado in-cluso, diríamos, normado epistémicamente por la medicina, en cambio el dolor afectivo ha sido so-bre-comprendido por la psicología con el fin de dar inteligibilidad al enredo emocional de una persona que presenta fijaciones psicológicas diversas.

Por tanto, dolor y pérdida pocas veces llegan a ser temas tratados cotidianamente donde confluyan la profesión de doctor y psicólogo. Al respecto, pode-mos decir que el libro de Santaella es un ejercicio literario que vuelve a replantear temas tanatológicos a la profesión de médico. La escritura recreativa del autor advierte sobre la importancia en medicina de abordar temas tanato-lógicos y sus implicaciones éticas enmarcada en los derechos humanos. Hoy, por ejemplo, no se puede obviar la muerte como un hecho y disociarla de la

pérdida.

Es decir, el paradigma heterónomo del médico experto que medía el dolor y la muerte ya no puede continuar, porque hay una ruptura normativa que proviene de la tanatología y que recupera una actitud humanista, subjetiva con signos como las lágrimas que evocan valores de involucramiento familiares y profesionales que no existían en el anterior para-digma del especialista egocéntrico del modelo del médico cirujano de principios del siglo XXI.

En este contexto, Santaella presenta la trama de Andrés, un inminente médico cirujano que es sor-prendido por la guerra de egos que predomina en la profesión, al grado de atravesar una crisis existencial que va degenerando en demencia y alucinaciones; que conducen al joven médico a replantearse pro-blemas de tanatología encaminadas a la pérdida no tanto a la muerte en sí.

En esta trama irónica por excelencia, Santaella cuestiona los cánones de formación racionalista de la profesión de Andrés, hasta la evanescencia de sus valores ante problemas que produce pérdida, que van desde seres queridos, el amor, la profesión, el honor y la vivienda.

El libro de Santaella va dirigido al público en general, pero con especial atención a los estudiantes de tana-tología, de psicología, de psiquiatría y por su puesto a los futuros médicos para que tomen en cuenta la importancia de temas tanatológicos en su formación conforme a un paradigma donde la figura del experto es redundante pero ya no es decisiva para conformar las creencias y cosmovisiones de los paciente o usua-rios de servicios sanitarios que se implican en marcos regulativos globales como son los derechos humanos, en específico el derecho a la piedad.

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Consumo energético en los hogares de México: un análisis de regresión por cuantiles.Juan Pablo Ramírez Hernández

[email protected]

UNAM

Resumen.

Se realiza un hallazgo conforme a un análisis de regresión por cuantiles a observar el consumo ener-gético en hogares mexicanos y a clasificar la línea de pobreza energética a partir de variables controlables.

Palabras claves: Consumo, hogar, energéticos, cuanti-les, economía.

Abstrac.

A finding is made according to a regression analysis by quantiles to observe the energy consumption in Mexican households and to classify the energy po-verty line from controllable variables.

Keywords: Consumption, home, energy, quantiles, economy.

Introducción.

El objetivo de este trabajo es analizar el consumo energético en los hogares de México. La pregunta de la que se parte es ¿Cuáles son los determinantes del consumo energético en los hogares en México? La hipótesis planteada es que el consumo de energía re-sidencial está determinado, además del ingreso, por una serie de variables sociodemográficas que influ-yen de forma importante en él. Entre estas variables destacan el grado de instrucción del jefe de familia, tamaño del hogar, las características de la vivienda y el número de aparatos de consumo energético do-méstico que posea la vivienda.

Para probar la hipótesis se realizó una revisión de los distintos enfoques que abordan la demanda de energía residencial, se analizaron las fuentes de infor-

mación disponibles y se construyó una base de datos a partir de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH) en su edición 2014 elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). La base se generó considerando las tres fuentes de energía moderna más utilizadas en los hogares en México: la electricidad, el gas licuado del petróleo y la variable gasol que engloba a los distintos tipos de gasolina. La metodología que se utiliza para obtener las estimaciones es la Regresión por Cuanti-les. Hasta donde se tiene conocimiento, esta técnica no ha sido utilizada para el análisis del consumo energético en nuestro país. Debido a que esta meto-dología posibilita generar estimaciones en distintos puntos de la distribución sin que estén influenciados por datos extremos, en este trabajo también se incor-pora el análisis de la desigualdad en el consumo de las variables consideradas. En este sentido, a lo largo de la investigación se obtienen los determinantes del consumo de las tres fuentes de energía mencionadas, se identifica el nivel de desigualdad y se construyen los coeficientes de Gini para cada combustible.

La investigación está dividida de la siguiente manera:

1. Revisa la literatura sobre el consumo de energía residencial.

2. Metodología y las variables utilizadas en la cons-trucción del modelo. En el capítulo tres se exponen las relaciones que se obtuvieron a partir de la estadís-tica descriptiva y los resultados del modelo. Final-mente en la última sección se plantean las conclusio-nes del trabajo.

1. La literatura.

La línea de pobreza energética

Esta perspectiva de estudio se orienta hacia la deter-minación de “el nivel mínimo de consumo de energía que un hogar debe de mantener para subsistir” (Bar-nes et al, 2010: 896). Una de las primeras referencias que se tiene respecto a esta perspectiva es el estudio de Pachauri y Spreng (2003: 12), en el que se analizan tres aproximaciones distintas sobre el tema. A partir de estas 3 alternativas, los autores construyen una matriz de acceso al consumo de energía. Pachauri y Spreng consideran que este tipo de metodología, en la que se combinan distintos enfoques para abordar la pobreza energética, proporciona herramientas que ayudan a obtener una medida general de pobreza, más útil, eficiente y robusta, la cual tendría la ven-

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taja de medir no solamente consumo sino también capacidades. Esta misma herramienta es utilizada un año después en el documento de Pachauri, Mueller, Kemmler y Spreng (2004: 2083 ss), para analizar la evolución que ha tenido el consumo de energía en la India. Los resultados obtenidos muestran una sig-nificativa reducción del nivel de pobreza energética extrema, al pasar del 38% al 14%. Otros autores que utilizan estos enfoques en su inves-tigación son Barnes, D. F. Khandker, S.R., Samad, H. A, (2011: 894 ss), quienes utilizan una metodología alterna para calcular una línea de pobreza energética en las zonas rurales de Bangladesh. Dividiendo a la población por deciles de ingreso, encontraron que a partir del sexto decil, existe una relación positiva significativa entre el nivel de ingreso y la demanda de energía. En este sentido, los hogares que se encuen-tran en el umbral o por debajo de él, son conside-rados dentro de la pobreza energética. La demanda de energía de los hogares que se encuentran en los niveles más bajos de esta categoría es prácticamente constante, ya que no está relacionada con su nivel de ingresos, debido a que su consumo se encuentra a un nivel de supervivencia.

Enfoque de la desigualdad

La desigualdad es un concepto que genera un amplio debate académico debido a su compleja relación con otras variables económicas. De acuerdo con Berg y Ostry el efecto paradójico que tiene se puede enten-der al observar que “cierto grado de desigualdad es esencial para el funcionamiento eficaz de la econo-mía de mercado así como para los incentivos necesa-rios en la inversión y el crecimiento. No obstante, la desigualdad también es perniciosa para el crecimien-to.” (Berg & Ostry, 2011: 3)

Desde la perspectiva de la demanda energética, el concepto de desigualdad es abordado analizando el consumo entre los distintos grupos de la población definidos a partir de su ingreso. En un trabajo de 2005 Cohen, Lenzen & Schaeffer (2005; 555) analizan los determinantes del consumo en Brasil con énfasis sobre la desigualdad. Con datos del periodo 1995-1996, y utilizando un modelo de insumo producto, los autores se dan a la tarea de calcular el gasto de los hogares, el cual es dividido en distintos niveles de ingreso, así como la intensidad de energía reque-rida para las 12 principales categorías de consumo. Los resultados muestran que el gasto en energía se incrementa con el aumento del ingreso, sin em-

bargo también muestra una gran disparidad entre los distintos niveles de renta. En una investigación posterior, Jamasb & Meier (2010: 1003), plantean la relación entre el gasto en energía, el ingreso de los hogares así como algunas variables socioeconómicas, poniendo especial énfasis en el consumo de energía entre distintos grupos de ingreso en el Reino Uni-do. Utilizando la Encuesta Británica de Panel de los Hogares, tratan de encontrar el punto de inflexión en donde los hogares cubren sus necesidades energéti-cas básicas a través un análisis de las curvas de Engel. Los resultados muestran que dicho punto se alcanza en un nivel de ingreso de entre de 30 mil y 45 mil libras.

Por su parte, Joyeux & Ripple (2007: 22) analizan la relación entre las medidas oficiales de pobreza basa-das en el ingreso y el consumo de energía, particu-larmente de electricidad, en siete países asiáticos así como Australia, Estados Unidos y la Unión Europea. Su objetivo es tratar de hallar cointegración entre las series. Sin embargo los resultados determinan que ésta no existe, entonces se concluye que el ingreso por sí mismo es incapaz de capturar toda la informa-ción que aporta el consumo de electricidad y por lo tanto, que las medidas de pobreza basadas únicamen-te en el ingreso desdeñan mucha información valiosa sobre los niveles de vida de la población.

En lo que respecta a México, existe poca bibliografía relativa al tema. Entre esta podemos mencionar el trabajo de Rosas-Flores, J. A., Morillón Gálvez, D., Fernández Zayas, J. L. (2010: 32), quienes analizan la distribución del gasto que se le asigna a las principa-les fuentes de energía en los hogares mexicanos para el periodo 1968-2006. Usando la base de datos de la ENIGH y sus anteriores versiones y utilizando las Curvas de Lorenz junto con los coeficientes de Gini, los autores encuentran que el coeficiente calculado para la electricidad, el gas licuado del petróleo y la gasolina ha venido reduciéndose desde 1968. En este sentido, argumentan que a pesar de la desigual distribución del ingreso, existe una tendencia mode-rada a un mayor gasto en combustibles modernos, la cual podría acelerarse si se modificara dicha des-igualdad en la distribución. Asimismo, encuentran que la gasolina es el combustible que tiene el consu-mo más desigual entre los hogares, mientras que la electricidad y principalmente el GLP muestran una tendencia a un consumo más equitativo. Por otro lado se encuentra el documento Rodriguez-Oreggia y Yepez-García (2014: 686) quienes abordan nueva-mente el tema del ingreso y los aspectos sociodemo-

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gráficos de los hogares al calcular por medio de un modelo Tobit los determinantes de diferentes fuentes de energía consumidas en las viviendas tanto del me-dio rural como urbano. Esta información es utilizada para analizar los efectos del ingreso y las caracterís-ticas de los hogares en el consumo de energía a nivel residencial. Algunos de los resultados que obtienen los autores es que en el medio urbano los deciles de ingreso más bajo destinan el 9% de su gasto al con-sumo de energía mientras que los deciles de mayor ingreso y el porcentaje asciende a 10%. En los hoga-res rurales la relación es de 8 y 12% respectivamente. También las fuentes de energía modernas junto con la gasolina son los principales combustibles consu-midos por los hogares de mayor ingreso tanto en el ámbito rural como en el urbano.

Regresión por cuantiles

En el documento de Medina y Vicens de 2011 anali-zan los factores que determinan la demanda eléctrica de los hogares en España. Utilizando la Encuesta de Presupuestos Familiares, la cual se publica con periodicidad anual, utilizan características socio-demográficas, además del ingreso, como variables explicativas del gasto en electricidad. Para obtener la elasticidad ingreso de la demanda generan esti-maciones mediante la técnica de los Mínimos Cua-drados y después los comparan con los resultados de la regresión cuantílica, encontrando diferencias considerables. Los resultados obtenidos en el estudio indican que el tamaño del hogar (número de miem-bros) y el tamaño de la vivienda medido en m2 son las variables que más influyen en el gasto doméstico en electricidad, asimismo la región que cuenta con una mayor penetración de aire acondicionado resultó entre las que más consumen electricidad. De acuerdo a los autores, la baja importancia del ingreso como determinante del consumo de electricidad indica que este energético se debe considerar como un bien de primera necesidad.

Por otro lado, Hancevic y Navajas (2015: 34 ss) analizan el consumo de electricidad en Buenos Aires de acuerdo a sus características socioeconómicas, de equipamiento y localización. El objetivo del docu-mento es hallar las características asociadas con nive-les altos de consumo en donde potencialmente se en-cuentren hogares con niveles elevados de ineficiencia energética. Uno de los primeros resultados relevantes es que los hogares con consumo alto de electricidad están distribuidos de manera uniforme a lo largo de los deciles de la distribución de gasto total, lo que

significa que el sobreconsumo de energía eléctrica no es explicado nítidamente por el nivel de ingreso de los hogares. Por otro lado, la falta de acceso a la red de gas natural deriva en ineficiencias en el consumo eléctrico. Finalmente los resultados también indican que los departamentos consumen menos electricidad que las casas solas.

En un estudio del mismo año, Wen-Hsiu Huang (2015: 21) analiza los determinantes del consumo de electricidad en Taiwán para el periodo 1981-2011. En este documento, el autor analiza el efecto que han tenido variables socioeconómicas, demográficas y las características de la vivienda en el consumo de electricidad en el sector residencial y cómo han cambiado éstas a través del tiempo. Los resultados obtenidos en este estudio muestran que “el ingreso de los hogares y el tamaño de las viviendas fueron los dos más importantes determinantes de la demanda doméstica de electricidad ya que ambas variables fueron significativas para todos los cuantiles para cada año.” (Wen-Hsiu, 2015: 130) Asimismo deter-minó que entre las variables que propician un incre-mento en el consumo de electricidad se encuentras los hogares urbanos, los que están encabezados por jefes de familia con menor instrucción, los que tienen mayores ingresos, los que cuentan con un menor número de integrantes (esto aplica a nivel per cápita), hogares con personas de la tercera edad, viviendas con mayor superficie en m2, las viviendas habitadas por su dueño (no rentadas), las construcciones de va-rios pisos y las viviendas que utilizan mayor número de electrodomésticos.

Análisis de las variables que influyen en el consumo energético

“Para la mayoría de los autores, el ingreso es la varia-ble explicativa más importante entre los determinan-tes de la demanda de energía.” (Pachauri, 2004: 1726) El impacto que tiene esta variable en la demanda de energía puede ser visto de dos formas: “Por un lado, el ingreso determina el tipo de combustibles que se consumen en el hogar: entre mayor sea el ingreso se consume mayor cantidad de energía moderna (elec-tricidad y gas) y menos energía tradicional (leña y carbón). Por otro lado, el ingreso también “impacta la capacidad de adquirir viviendas de mayor tamaño así como aparatos que incrementen la demanda de energía en los hogares.” (Sánchez, 2013: 3)

No obstante, cada familia tiene dinámicas de con-sumo particulares, lo que ocasiona que incluso

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“existan importantes diferencias en la demanda de energía entre hogares que pertenecen al mismo nivel de ingresos.” Coincidiendo con este punto, algunas investigaciones como la de Joyeux y Ripple (2007: 22) demuestran que la variable ingreso es insuficiente para captar la información sobre la mejora en los ni-veles de vida de las personas que aporta el consumo de energía.

Debido a esta situación, cada vez más trabajos con-templan otros factores además del ingreso como ele-mentos que influyen en la demanda de energía de los hogares. ¿Pero cuáles son estas características? En la mayoría de los trabajos que analizan los determinan-tes del consumo energético residencial se identifican las que tienen que ver con las características sociode-mográficas de las familias, con variables geográficas y con las características de las viviendas. Es decir, de acuerdo con las peculiaridades de su unidad de análi-sis se clasifican en tres categorías distintas: caracterís-ticas del jefe de familia, características de la vivienda y variable geográfica.

Características del jefe de familia

Las necesidades energéticas de los integrantes de un hogar cambian a lo largo del tiempo. De acuerdo con Huang (2015: 22), la edad del jefe de familia es un factor que ayuda a revelar la etapa en la que se encuentra el hogar en su ciclo de vida. De tal for-ma, este dato sirve como parámetro para capturar las edades de los demás integrantes de la familia, las cuales “determinan en cierto grado los patrones de consumo energético” (Cruz Islas, 2013: 204) Por lo tanto, la edad del jefe de familia es una referencia que proporciona información importante acerca del consumo energético en el hogar. Otra característica que ha sido considerada por los investigadores es la del sexo del jefe de familia, aunque la evidencia relativa a este dato ha sido inconsistente. Brounen et al (2012: 931 ss) encuentran que los hogares pre-dominantemente femeninos consumen más gas y menos electricidad, Por otro lado, otros estudios han vinculado esta variable con un patrón mucho más es-table. Elkanat et al. (2015: 2, 21-27), encontraron que las áreas postales de la ciudad de San Antonio Texas en donde hay una mayor cantidad de mujeres que de hombres, el uso de energía es significativamente mayor. Por otro lado Cruz Islas (2013: 209), halló que la probabilidad de encontrar un mayor consumo energético per cápita en México se incrementa en los hogares dirigidos por mujeres, ya que estos alcanzan un 32.5% mientras que en los hogares dirigidos por

hombres la probabilidad es de 24.8%. De tal forma que el sexo del jefe de familia también es una variable que nos proporciona información sobre el consu-mo de los hogares. Otra característica que ha sido reiteradamente considerada en las investigaciones, no obstante que sus resultados han sido contradicto-rios, es el nivel de educación del jefe de familia. Por un lado tenemos estudios como los de Elkanat et al. (2015: 24), quienes encuentran que los hogares con mayor nivel educativo tienen un mayor consumo energético tanto a nivel personal como a nivel de hogar. Estudios como estos vinculan un mayor nivel educativo con un nivel de ingreso más elevado y por ende, mayor consumo energético. Esta interpretación sugiere que las personas más preparadas alcanzan estándares de vida más altos y por lo tanto la can-tidad de energía que consumen es mayor que la de las personas con menor educación. Por otro lado, se encuentra el enfoque que relaciona un mayor nivel educativo, con una mayor conciencia ambiental, lo cual genera dinámicas de consumo energético más amigables con el ambiente. Los hallazgos de la in-vestigación de Longui (2015: 49) coinciden con este enfoque ya que sus resultados arrojaron que en los hogares en donde por lo menos uno de sus integran-tes haya alcanzado un título universitario consumen en promedio 2% menos energía a nivel per cápita.

Características de los hogares

En esta categoría se ubican los componentes sociode-mográficos de las personas. Una característica funda-mental en esta categoría es el tamaño del hogar. Por tamaño nos referimos al número de integrantes de un hogar. Existe una obvia relación entre el tamaño del hogar y la demanda de energía: entre mayor es el número de integrantes mayor es su consumo. No obstante, existe un fenómeno bien documentado en la literatura acerca de economías de escala energética (Pachauri et al. 2004, Brounen et al. 2012, Cruz 2013, Sánchez 2013, Longhi 2015), el cual nos dice que entre mayor es el número de personas en un hogar, más eficiente es el consumo de energía en términos per cápita. De tal forma que la variable tamaño del hogar proporciona información del consumo energé-tico tanto a nivel hogar como en términos per cápita. Otra característica demográfica sobresaliente en los trabajos de investigación es la del número de niños, adolescentes y adultos mayores en los hogares, es decir aquellos miembros del hogar menores de 17 y mayores de 64 años. Esta variable es importante debido a que los hogares con integrantes entre estas edades tienen dinámicas de consumo específicas

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que deben ser consideradas. Pachauri (2004: 2092) encuentra que se gasta menos energía para la coc-ción de alimentos cuando la familia tiene niños o personas adultas mayores. Por otro lado Brounen et al. (2012: 942) encuentran que los hogares sin niños consumen mayores cantidades de energía a nivel per cápita, para el caso de los hogares unipersonales la cantidad asciende al doble mientras que en los hogares con adultos mayores se consume 31% más. Asimismo los hogares con adolescentes consumen más energía eléctrica, lo que el autor identifica como “efecto Nintendo”. Este mismo efecto es reportado en Jamasb and Meier (2010: 16), quienes encuentran que el número de niños en el hogar tiene un impacto significativo en el consumo de electricidad debido a la adquisición de aparatos como computadoras. Finalmente existen otras dos variables que si bien están relacionadas con la anterior, algunas investiga-ciones como la de Wen-Hsiu Huang (2015: 120-133) las manejan de forma independiente. La primera es si una familia tiene un hogar de tipo nuclear (familia tradicional), unipersonal o extendido (familia tradi-cional más familiares de generaciones ascendentes –tíos, abuelos- o miembros no consanguíneos). La segunda es el número de trabajadores que laboran en el hogar. Todas estas características -junto con la del ingreso per cápita- son consideradas como los princi-pales determinantes sociodemográficas del consumo energético.

Características de la vivienda

La tercera categoría de factores que influyen en el consumo energético de los hogares son las de carac-terísticas de la vivienda. La primera variable de este bloque es la que hace referencia al estatus de pro-piedad de la vivienda. Wen Hsio Huang (2015: 123) plantea que los hogares que son ocupados por sus propietarios tienden a invertir en aparatos energéti-cos más eficientes y por ende consumen menos ener-gía. No obstante, otros estudios como Jamasb et al. (2010: 25) y Elnakat et al. (2015: 21 ss), han encon-trado que los hogares habitados por sus propietarios también tienden a ocupar de forma más intensiva aparatos domésticos, lo cual ocasiona un mayor con-sumo de energía. Una característica que está rela-cionada con esta última condición es la variable que indica si existe un negocio en la vivienda. Como es de esperarse, de presentarse está última situación en el hogar, el consumo de energía sería sustancialmente mayor, por lo tanto esta característica es considerada como un factor esencial en el análisis. Las siguientes tres variables hacen referencia a las características

físicas de la vivienda: número de cuartos, núme-ro de pisos y área construida. Estas variables están asociadas positivamente con el consumo de energía, entre mayor sea el número de pisos, cuartos y área construida de la vivienda mayor será la demanda de energía. Finalmente, la última variable de este bloque tiene que ver con el número de aparatos domésticos en el hogar. La manera de convertir la energía dispo-nible en energía consumida para satisfacer las necesi-dades finales de los hogares es a través de los aparatos domésticos al interior de los domicilios y a través de los vehículos automotores para el transporte privado fuera del hogar. Esta variable también está relaciona-da positivamente con el consumo de energía, por lo tanto, entre mayor el número de aparatos y vehículos, mayor el consumo de energía.

Variable geográfica

El último bloque se ocupa de las características geográficas de las viviendas, la cual tiene una sola variable que distingue a los hogares entre rurales y urbanos. Es importante identificar las diferencias en el consumo entre estos dos ámbitos ya que existe una gran disparidad respecto al desarrollo económico y social y a los hábitos de consumo entre los entornos rurales y urbanos. Pachauri (2004: 1726) indica que los determinantes del consumo entre ambas zonas son distintos, mientras que Rodríguez-Oreggia y Yépez-García (2014: 11) encuentran que en general los hogares urbanos en México poseen más vehícu-los, más aparatos domésticos y viviendas de mayor calidad con más cuartos, lo cual trae como conse-cuencia que el consumo de energía sea mayor.

2. Metodología.

Descripción de la base de datos

La base de datos que se utiliza en este trabajo es la versión 2014 de la ENIGH, la cual fue elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). La encuesta tiene un carácter microeco-nómico, orientadas a la política social. Uno de los documentos anexos de la ENIGH es el Módulo de Condiciones Socioeconómicas el cual es utilizado por el CONEVAL para la medición de la pobreza. La ENIGH constituye una fuente privilegiada para medir la incidencia y la intensidad de la pobreza, así como la desigualdad en la distribución del ingreso (Cortés, 2001: 879). No obstante, también presenta una serie inconvenientes que es necesario mencionar. El objetivo de la ENIGH es “proporcionar un pano-

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rama estadístico del comportamiento de los ingre-sos y gastos de los hogares en cuanto a su monto, procedencia y distribución; adicionalmente ofrece información sobre las características ocupacionales y sociodemográficas de los integrantes del hogar, así como las características de la infraestructura de la vivienda y el equipamiento del hogar” (INEGI, 2014).

La población objetivo de la encuesta son los hogares de residentes nacionales y extranjeros cuyo lugar de alojamiento habitual se encuentra en viviendas par-ticulares dentro del territorio mexicano. La encuesta tiene representatividad a nivel nacional, tanto para el ámbito urbano (localidades a partir de 2500 habitan-tes) como para el rural (localidades con menos de 2500 habitantes). La ENIGH 2014 comprende las en-cuestas aplicadas a 21,427 viviendas a nivel nacional. “El marco de muestreo utilizado es el denominado Marco de Propósitos Múltiples del INIEGI que está constituido con la información demográfica y carto-gráfica obtenida a partir del levantamiento del Censo de Población y Vivienda del 2000” (INEGI, 2014). El muestreo se realiza a partir de un proceso proba-bilístico, con un diseño estratificado, bietápico por conglomerado, donde la unidad última de selección es la vivienda y la unidad de observación es el hogar.

La cobertura temática de la encuesta está constituida por los siguientes ejes:

• Ingreso corriente total (monetario y no monetario) de los hogares.

• Gasto corriente total (monetario y no monetario) de los hogares.

• Percepciones financieras y de capital de los hogares y sus integrantes.

• Erogaciones financieras y de capital de los hogares.• Características de la vivienda.

• Residentes e identificación de hogares en la vivien-da.

• Características sociodemográficas de los residentes de la vivienda.

• Condición de actividad y características ocupacio-nales de los integrantes del hogar de 12 y más años.

• Equipamiento del hogar, servicios.

Por otro lado la ENIGH, como sucede a todas las encuestas de ingreso, presentan una serie de caracte-rísticas indeseables que es necesario tener en cuenta al trabajar con ella. La más importante es el subre-porte, que es cuando los encuestados no reportan sus ingresos reales voluntaria o involuntariamente. “La mayoría de los autores reconocen que las encuestas no registran adecuadamente el ingreso y el gasto de las familias y concluyen que el subreporte se da, prin-cipalmente, en los hogares más ricos” (Del Castillo, 2016:10). Otro de sus inconvenientes se presenta en los hogares colectivos ya que la encuesta no es repre-sentativa para poblaciones que viven en colectivida-des por ejemplo el ejército o para la población que vive recluida en centros penitenciarios. La ENIGH tampoco tiene un tamaño de muestra constante a través del tiempo. Finalmente, algunos especialistas también identifican el problema del truncamiento en la ENIGH. Este fenómeno surge cuando una parte de la distribución (generalmente en las colas) no se encuentra representada en la muestra. Esto se pre-senta debido a que es muy poco probable que la parte de la distribución que contempla a los deciles más altos -los cuales son muy pocos pero concentran la mayor parte del ingreso- sea incluida en la muestra, lo que acarrea problemas de subestimación del ver-dadero peso de los ingresos de los deciles más altos en la distribución total del ingreso. Pese a todos estos problemas, la ENIGH es la principal herramienta con la que se cuenta para estimar el ingreso y gasto de los hogares en nuestro país.

En uno de los ejes de la cobertura temática, el que corresponde con el gasto corriente total, se contem-pla el gasto que los hogares destinan para el consumo de diversas fuentes de energía. Este trabajo utiliza como variable dependiente el gasto en 3 fuentes de energía: la electricidad, la variable construida gasol que contempla a la gasolina magna, prémium y al diesel y gas, así como al gas licuado del petróleo. El motivo por el cual no se consideran a las demás obedece a diversas razones. Por un lado se encuen-tran los combustibles cuyo porcentaje de consumo es demasiado bajo para realizar estimaciones (carbón, petróleo, diésel, combustibles para calentar y otros combustibles). Por otro lado, se encuentran la leña y el gas natural, que si bien poseen un número consi-derable de observaciones en la encuesta, la primera no tiene un mercado formal dado que gran parte de este combustible no se compra sino que se adquiere a través de la recolección, mientras que el consumo del segundo no se realiza a nivel nacional sino que se limita a algunas ciudades.

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La muestra que se utiliza en este trabajo consiste en 19,479 hogares, de los cuales se descartan aquellos que no reportan ningún gasto en combustibles. Tam-bién se prescinde de las observaciones que no repor-tan ingresos y de aquellas cuyo ingreso es menor al de su gasto en consumo energético. El número de observaciones resultantes es de 18,382.

El coeficiente de Gini

Existe una gran cantidad de procedimientos usados para analizar la distribución del ingreso. En este trabajo se utiliza el coeficiente de Gini, el cual es un estadístico que calcula una medida de concentración del ingreso. El coeficiente de Gini se ha convertido en un indicador bastante socorrido en la medición de la desigualdad debido a la facilidad de su cálculo e interpretación. Este estadístico es aplicable no solo al ingreso, sino también al consumo, a la riqueza o a la concentración de tierras. No obstante, a pesar de que fue popularizado por el especialista Corrado Gini, el estadístico básico, la diferencia media, ya había sido propuesto unos 30 años antes por dos académicos alemanes, Carl Christopher Von Andrae y Friedrich Robert Helmert, tal y como lo reconoció el propio Gini (Atkinson Anthony B, 2016: 36).

Existen diversas formas de calcular el índice de Gini, una de ellas es la siguiente:

Donde μ representa las medidas aritméticas de las n(n-1) diferencias absolutas en las observaciones y 2μ es el valor máximo asignado cuando un individuo concentra todo el ingreso/consumo (Rosas-Flores, Morillón y Fernández, 2010: 961).

La herramienta ligada al coeficiente de Gini es la curva de Lorenz. En ella se expone gráficamente la distribución del ingreso/consumo a lo largo de la población. En el eje horizontal se presenta la propor-ción de la población dividida en un número determi-nado de partes iguales (cuantiles), mientras que en el eje vertical se encuentra la proporción del ingreso/consumo total acumulado. A través de esta herra-mienta se pueden comparar distintas distribuciones de ingreso. La línea de 45° que parte del origen se denomina la línea perfecta de igualdad y represen-ta una distribución en la que todos los ingreso son exactamente iguales por lo tanto cada cuantil recibe

el porcentaje de ingreso que representa en la pobla-ción. La línea curva representa una determinada distribución del ingreso. Mientras más cerca esté la curva de la línea recta, el ingreso/consumo estará más igualitariamente distribuido. Asimismo, mien-tras más alejada se encuentre la curva de la línea de 45°, más desigual será la distribución.

Utilizando el coeficiente de Gini, se obtendrá el índi-ce de desigualdad para el ingreso y para el consumo de las tres variables independientes: la electricidad, la variable construida gasol que contempla a la gasolina magna, prémium y al diesel y gas y el gas licuado del petróleo

Modelo de Regresión por Cuantiles

“Para bien o para mal, el 95 por ciento de la econo-metría aplicada se refiere a los promedios […] El énfasis en los promedios se debe en parte a que la obtención de una buena estimación del efecto causal medio es bastante difícil. Y si la variable dependiente es una dummy para algo como el empleo, la media describe toda la distribución. Pero muchas variables, como las ganancias y los resultados de las pruebas, tienen distribuciones continuas. Estas distribuciones pueden cambiar a formas no reveladas al ser exami-nadas a través de promedios, por ejemplo, pueden extenderse o ser comprimidas. Los economistas cada vez quieren saber lo que está ocurriendo en toda una distribución, tanto lo que sucede con los ganadores y perdedores relativos como con los promedios” (An-grist y Pischke, 2008: 203).

Consideremos el modelo clásico de regresión múlti-ple

Donde

y: representa la variable dependiente.

x: representa el vector de variables independientes.

β: es el parámetro a estimar.

ε: representa el término de error.

Planteado de forma matricial:

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El resultado de la optimización de los MCO nos proporciona el efecto medio de las variables indepen-dientes sobre las dependientes, lo cual se logra al mi-nimizar la suma de los cuadrados de los residuales.

El modelo clásico de regresión múltiple estima la esperanza condicional de y dado X. A pesar de que las regresiones lineales tradicionales son una herramienta útil para sintetizar la relación entre la variable dependiente y el valor medio de respuesta de las variables independientes, también es cierto que proporcionan una visión bastante limitada del comportamiento de la distribución, debido a que la estimación del efecto de la media condicional no es garantía de que dicho efecto sea uniforme a lo largo de la distribución.Esta situación es más evidente cuando se trabaja con una base de datos en la que las observaciones son sumamente heterogéneas como es el caso de los microdatos provenientes de las encuestas a hoga-res. “Deaton mostró que la elasticidad de los gastos de los hogares varía entre los quantiles.” (Huang, 2015: 121) Para casos como estos, el resultado de las estimaciones obtenidas a través de metodologías como los Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO) proporcionan poca información ya que pueden estar influenciados por datos extremos, lo que las hace poco representativas. “Dicho de una manera más in-tuitiva, al igual que la media no es siempre la medida más representativa de la distribución de una variable cuando existen en la muestra valores extremos o una elevada variabilidad, la recta de la estimación MCO que devuelve el valor medio esperado de la variable endógena dado un valor de las exógenas, tampoco es siempre la mejor expresión de la relación entre ambas variables cuando nos encontramos con un caso de heteroscedasticidad, presencia de atípicos o cambio estructural.” (Vicens y Sánchez, 2012: 7)

En este trabajo utilizaremos una base de datos que recoge información de hogares en un contexto de

enorme desigualdad, lo cual se traduce en una gran variabilidad en el consumo de algunos combusti-bles, como es el caso de la gasolina. Si ocupáramos la metodología de los MCO, se estimaría una función única para la variable dependiente, con esto admiti-ríamos de hecho que los retornos marginales serían los mismos para cualquier hogar independientemen-te del punto de la distribución en el que se encuentre. En otras palabras, estaríamos diciendo que el efecto que tendrían los determinantes del consumo energé-tico sobre la demanda de los hogares sería el mismo para cualquier hogar, independientemente del lugar que ocupen en la distribución de acuerdo a su nivel de ingreso. Esto nos generaría una estimación sesga-da de los coeficientes de la regresión. Ante una situa-ción como esta, “la Regresión por Cuantiles ofrece la posibilidad de crear distintas rectas de regresión para distintos cuantiles de la variable endógena a través de un método de estimación que se ve menos perjudica-do por la presencia de tales inconvenientes.” (Vicens y Sánchez, 2012: 7)

La Regresión por Cuantiles es un método de estima-ción planteado originalmente por Koenker y Basset (1978: 23 ss), el cual consiste en la minimización de desviaciones absolutas en distintos puntos (cuantiles) de una distribución mediante una ponderación de pesos asimétricos. En otras palabras, a cada desvia-ción que corresponda a la observación elegida, el cuantil minimiza la suma ponderada de las obser-vaciones y dependiendo cada caso, le da una mayor ponderación a la parte con menos observaciones.

Descripción del modelo

En la metodología de la RC, el efecto local de las va-riables independientes se puede obtener al minimizar la suma de errores absolutos ponderados con pesos asimétricos como se aprecia en la siguiente ecuación:

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Donde

θ: es el cuantil a estimar (0.10 para el primer decil, 0.2 para el primer quintil, etc.).

y_i: Representa los distintos valores que toman las observaciones de la muestra.

x_i: Representa el vector de variables independientes.

β_θ: Representa el valor que minimiza la expresión.

Para obtener el valor del parámetro β y de esta mane-ra conseguir la estimación del cuantil p se requiere minimizar la suma de los errores absolutos. “La prin-cipal ventaja que aporta el uso de las desviaciones en valor absoluto en lugar de las desviaciones al cuadra-do, es el comportamiento ante la existencia de valores atípicos; ante tal situación, la estimación que ofrece la regresión cuantílica prácticamente no se ve alterada por valores extremos ya que “penaliza” los errores de forma lineal, mientras que la regresión MCO, al ele-varlos errores al cuadrado, lo que hace es darle mayor importancia precisamente a dichos valores, “penali-zándolos” de forma cuadrática.” (Vicens y Sánchez, 2012: 7) Para resolver la ecuación anterior y de esta manera obtener los parámetros que la minimizan se utilizan tanto métodos de programación lineal como de optimización iterativos.

Otra razón por la cual es más conveniente usar la metodología de la RC frente a los MCO es en lo relativo a los términos de error. Mientras las hipóte-sis básicas de los MCO imponen restricciones sobre la variable aleatoria u, en particular requieren que se distribuya de manera normal con media 0 y varianza constante, [u_i~N(0,σ^2)], la regresión por cuantiles no considera ninguna restricción sobre esa pertur-bación aleatoria. Esta ventaja es especialmente útil “cuando se trabaja con grandes bases de datos mi-croeconómicos procedentes de encuestas.” (Vicens y Sánchez, 2012: 1)

Especificación del modelo

La ecuación que se plantea para estimar el modelo es la siguiente:

Donde

log(gasto monetario mensual en combustible): Es la variable dependiente. En este trabajo se utiliza tres: el logaritmo del gasto mensual por hogar en electri-cidad, el logaritmo del gasto mensual por hogar de la variable construida gasol que contempla a la gasolina magna, prémium y al diesel y gas, así como el loga-ritmo del gasto mensual por hogar en gas licuado del petróleo.

β_0: Es el intercepto.

X: Representa el vector de variables independientes las cuales varían de acuerdo al combustible que se elija.

ε: Representa el término de error.

Se realizará la estimación de los determinantes del consumo de energía en los hogares por quintil de ingreso, lo que significa que se correrá el modelo una vez por cada quintil para cada uno de los combusti-bles utilizados como variable dependiente.

Variables Independientes

Para construir las variables explicativas que servirán como base para obtener los determinantes del con-sumo de energía se tomó como referencia la explora-ción hecha en la revisión bibliográfica. En ese análisis se ponderó la importancia de distintas variables con base en su contribución a la explicación del consumo energético. En este sentido se consideran no solo las características económicas, de los hogares, sino tam-bién las geográficas, demográficas y sociales.

Para facilitar su estudio, las variables independientes se clasifican en cuatro distintas categorías de acuerdo a las características de su unidad de análisis (el hogar, la vivienda y los integrantes del hogar, particular-mente el jefe de familia). En total se consideran 31 variables explicativas que nos servirán para estimar los parámetros del modelo. Algunas variables es-tán expuestas en niveles, mientras que a otras se les aplica su transformación logarítmica depende de las necesidades que plantee el modelo.

El número de observaciones está en función de la naturaleza de las variables, por lo tanto cambia dependiendo de las características de cada una. En el Cuadro número 1 se presenta una tabla que contiene las 31 variables agrupadas por su unidad de análisis.

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También se muestran cuatro columnas en las que se presenta la información relativa al tipo de variable, el número de observaciones, la media de cada variable y su desviación estándar.

Conclusiones finales

La energía tiene un rol decisivo en el desarrollo para diversos sectores económicos, asimismo el consumo energético tiene una influencia directa en la cali-dad de vida de los hogares, ya que es una fuente de oportunidades socioeconómicas, donde la calidad y cantidad de su uso tiene un impacto directo en el bienestar de la población así como en el medio am-biente. “El acceso a las formas modernas de energía es esencial para el suministro de agua limpia, servi-cios médicos y sanitarios y provee grandes beneficios para el desarrollo a través del suministro de servicios de iluminación, calefacción, de cocción de alimentos, transporte…” (IEA, 2010:.11). De hecho en nuestro país, uno de los indicadores que utiliza el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) para medir la pobreza multidi-mensional es el acceso a los servicios básicos en la vivienda, entre los que se encuentran la electricidad y los combustibles para cocinar. En este sentido, la revisión pormenorizada del tema y el análisis de los determinantes ayuda a la comprensión de las dinámi-cas de consumo de energía doméstico, primer paso para la generación de alternativas para los retos a los que se enfrenta el sector.

En este trabajo se desarrolló una investigación acerca del consumo energético en los hogares en México para el año 2014, analizando tres fuentes de energía: electricidad, gas licuado del petróleo y la variable gasol que comprende a la gasolina magna, prémium, el diesel y el gas. La metodología que se utilizó fue la Regresión por Cuantiles, la cual no ha sido utilizada para el análisis del consumo energético en nuestro país, hasta donde se tiene conocimiento, por lo tanto, una de las contribuciones que hemos realizado con-siste en haber aplicado dicha metodología al contexto del consumo de energía en los hogares en México.

Una de las primeras observaciones que encontra-mos en este trabajo es la correlación positiva que existe entre el ingreso y el consumo de energía. Esta misma característica se exhibe en el estudio de Rodriguez-Oreggia E. y Yepez-García R. (2014: 686), donde se muestra la misma tendencia ascen-dente en las series del consumo de combustible en la medida que se avanza en la distribución del ingreso.

Para nuestra investigación, la inclinación es positi-va para todas las fuentes de energía, no obstante la pendiente de las series cambia en función del com-bustible analizado. Esta situación se corrobora con las estimaciones econométricas, en donde la variable logaritmo del ingreso fue positivo y estadísticamente significativo para todos los combustibles en cada uno de los quintiles revisados. Este resultado confirma la mayoría de los trabajos los cuales identifican al ingreso como el principal o uno de los principales determinantes del consumo energético. Barnes, D. F. Khandker, S.R., Samad, H. A, (2011), Cohen, C. Len-zen, M. Schaeffer, R (2005), Jamasb, T., and Meier, H. (2010), Rodriguez-Oreggia E. y Yepez-García R. (2014), Wen-Hsiu Huang (2015). No obstante, este resultado difiere del estudio de Hancevic y Navajas (2015) quienes hayan que el consumo de electricidad en Argentina está débilmente correlacionado con el ingreso.

En lo que respecta a la desigualdad, se analizaron cuatro variables: el ingreso promedio trimestral per cápita, el consumo de electricidad, el consumo de gas licuado de petróleo y la variable gasol. En el caso del ingreso promedio trimestral per cápita, el índice de Gini calculado fue el más alto (0.477) para todas las variables analizadas. El resultado coincide con los datos publicados por organizaciones internacionales como la OCDE (OECD, 2015, p. 20). Para el caso de las otras variables energéticas los resultados de los índices calculados fueron los siguientes, electricidad: 0.226, gas licuado del petróleo: 0.112, gasol: 0.453. Estos resultados se orientan en el mismo sentido que las tendencias identificadas en el estudio de Rosas-Flores, J. A., Morillón Gálvez, D., Fernández Zayas, J. L. (2010), en donde se analiza la trayectoria del gasto en diversas fuentes de energía de 1968 a 2006 mediante el coeficiente de Gini y encuentra una tendencia decreciente en los coeficientes obtenidos mostrando además un resultado consistentemente menor para el gas, seguido de la electricidad y clara-mente superior para la gasolina.

Pasando al cálculo de las estimaciones, encontramos que el nivel de escolaridad del jefe de familia, parti-cularmente en el nivel superior y posgrado, es una variable importante en el consumo de energía. Esta variable tuvo un efecto positivo y fue estadística-mente significativa al 95% de confianza para las tres fuentes de energía, reportando los coeficientes más altos de entre todos los grados de estudios e impac-tando de manera uniforme en todos los quintiles de ingreso. Los jefes de familia con niveles de estudios

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avanzados también fueron identificados en Elkanat et al. (2015) como consumidores de una mayor canti-dad de energía tanto a nivel personal como a nivel de vivienda.

En cuanto a las características del hogar, hay dos variables que sobresalen entre las demás. Entre los resultados obtenidos figura el que existe una corre-lación clara entre el nivel de ingreso y el consumo energético de los hogares, sin embargo la intensidad de la correlación así como el grado de desigualdad en el consumo varía dependiendo del tipo de combusti-ble.

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Evolución de los mode-los de aprendizaje en función de la especiali-zaciónDaniel Álvarez Fernández

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UAEM

Resumen.

Se aportan elementos de análisis para enfocar el fenómeno de la especialización a través de los para-digmas de la educación normada en un contexto de enseñanza y aprendizaje cada vez más sofisticado y atencional.

Palabras claves: Educación; Especialización; Enfoques educativos; Aprendizaje; Enseñanza.

Abstrac:

Elements of analysis are provided to focus on the phenomenon of specialization through the paradig-ms of regulated education in an increasingly sophis-ticated and attentional teaching and learning context.

Keywords: Education; Specialization; Educational approaches; Learning; Teaching.

Introducción:

A través del tiempo, el ser humano ha pretendido la concepción de múltiples objetivos, para ello ha sido importante virar, pensar, analizar y establecer evalua-ción de los vehículos que nos van a llevar a la con-cepción de dichos objetivos.

Para ello ha existido a través de la historia un enfo-que socio-históricos que busca por objeto primor-dial, lograr la alfabetización, es decir, aprender a aprender; aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser.

Ellos, estos cuatro objetivos de la UNESCO están establecidos estos objetivos a nivel universal en donde el ser humano debe de lograr no solo alfabe-

tizarse, es decir aprender contenido educativo, sino algo más elevado, ya que no somos una vasija que se pueda llenar de contenidos que se pueda llenar de contenidos, somos seres pensantes, seres sensibles, seres que estamos concebidos en un cuadrante físico, emocional, espiritual y mental, lo que nos ha permi-tido un sistema de conciencia elocuente, sabio y muy pragmático ha sido la educación.

La educación que nos confiere en la casa, pero el complemento de esta formación es el toque que los docentes con su sensibilidad, enseñanza y ahincó nos han conferido: la formación, esa adquisición a nivel cognitivo de nuevas competencias, habilidades y aptitudes que vienen no solamente a completar el cuidado físico sino emocional, ha gestionar nuevos conocimientos, a saber, qué necesitamos en nuestras vidas.

A través de los paradigmas de educación se hace un análisis para saber a dónde viramos, cuál es el enfo-que más importante. Obviamente todos son impor-tantes, bajo el supuesto de que la condición humana es adaptable, pero para ello debe atravesar un proce-so, un proceso de adquisición-depuración en don-de debe de existir un objeto cognoscible, un sujeto cognoscente, una expresión, una representación y una educación a nivel gráfico o hablando semiológi-camente: un significado y un significante.

Quiero estableces como objetivo particular, que la educación o los pilares de la UNESCO representados desde otra perspectiva, consiste en aspirar a tres aris-tas: alfabetización, actualización y especialización.

1. La primera instancia que es la alfabetización con-siste en donde no solamente adquirimos un código para comunicarnos en contenidos particulares, es decir, las competencias genéricas, saber escribir, saber leer, saber comunicar, tener un lenguaje de expresión, no limitarlo, representarlo a nivel gráfico, también a nivel semiológico.

La segunda instancia que es la actualización parte de la analogía de la metamorfosis: observar que el ser humano ha estado evolucionando, que está en una metamorfosis perene. Así que no solamente es im-portante alfabetizarse sino actualizarse, conocer los nuevos contenidos de la historia. La historia tiene un particular sello que es la evolución, la metamorfosis de sí misma: aprender-aprender y tener la capacidad para desaprender, para reaprender de sí misma. Así es como llegamos a la vía de la actualización, pero

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si vamos a un nivel más concreto, es decir a la sa-tisfacción a nivel individual aportando con ideas a nuestros sistema social debemos llegar a la especiali-zación.

La especialización que es la tercera instancias que estamos explicando, consiste en la aspiración, una zona humana en la que vamos a poder colaborar desde nuestras habilidades, por ellos es importante el poder identificar cuáles son nuestras aptitudes, destreza, actitudes y desde luego conocimiento para poder transformarlos, para poder evocarlos a quien más lo necesite, porque lo importante es la entrega así mismo.

A nivel alegórico: el mar se extiende, los ríos fluyen pero no para sí mismos, alimentan y sostienen la vida acuática, alimentan con la brisa a los árboles, nos alimentan a nosotros mismos. El árbol que absorbe esa agua se sirve de los ríos, de los lagos, de las tormentas provenientes de los mares, de los océanos; y ese fruto llega a nosotros, ese fruto no lo come el mismo árbol, es decir, del mismo modo que este árbol que se ha aprovechado las brizas oceánicas, nosotros estamos conminados a servirle al otro, no es servirse así mismo.

Este modelo gráfico de alfabetización, actualización y especialización en el que se implican tres paradigmas complementarios que habremos de llamar: tradicio-nal, tecnocrático y escuela nueva nos han permitido la especialización.

Para explicar esta tesis nos valdremos de un modelo gráfico representado por un circulo, dentro de éste círculo se encuentra el tejido social en donde esta-mos todos inmerso como estructura funcionalista, como el estructuralismo lo concibe, pero nosotros vamos hablar de una estructura particular, en don-de hay engranajes institucional, como es la familia, el sector salud y todos los sectores que conforman una sociedad, entre ellas la educación. Dentro de este último circulo funcionalista se encuentra un triángulo virtuoso, así podemos identificar a este modelo gráfico como pseudo vaca de la educación porque tiene manchas, no es uniforme, tiene fisuras, errores que han permitido metacognizar a través de la historia cómo debe de concebirse, cómo debe de amalgamar y solidificarse y consolidarse la educación en sí misma.

Para ello es importante saber el objetivo de la educa-ción, quiénes son los sujetos de la educación, cuáles

son sus roles y saber a dónde se quiere llegar, enton-ces estas preguntas que son existenciales obviamente de corte filosófico.

Hemos dicho que dentro de este círculo lleno de manchas tiene en su interior un triángulo virtuoso compuesto por la familia, alumno y docente. Si establecemos una ponderación cuantitativa sobre qué importancia tiene estos tres agentes o personajes dentro de la educación, vamos a establecer que el alumno y el docente aportan un 50% mientras que el otro 50% proviene de casa que abona los recursos económicos, lo recursos temporales, los recursos de educación en sí misma, de progreso, de valores en la esfera axiológica, ontológica y actitudinal. Así que sin la familia este valor de retroalimentación entre alumno y docente no existiría, esto es, si no hay un recurso económico el alumno no podría asistir al aula en donde el docente va impartir sus contenidos, su sabiduría, es imposible.

Al respecto, autores como Giroux ya había antici-pado esto, haciendo énfasis en el fenómeno de la credencialización. Actualmente los alumnos acuden a la escuela por la adquisición de un documento que legitimiza, que da fe que ha atravesado una forma-ción, de cualquier nivel, desde el básico hasta posgra-do, que son estancias más complejas que demandan mayor compromiso.

Así, el alumno viene a representar un diamante en bruto o viene a ser ese barro que el alfarero va a mol-dear, pero es importante que el alumno tenga volun-tad, que adquiera compromiso, lealtad, fidedignidad para poder llegar a la consolidación de la especializa-ción, de lo contrario sería muy arduo. Y es allí don-de entran los paradigmas que hemos denominado tradicional, tecnocrático y escuela nueva adquieren relevancia.

2. Bajo el supuesto de que el ser humano al ser un ser emocional representa una carga de situaciones hostiles representadas por las fisuras en la esfera de la educación, fisuras identificables en la vida del docente, pero es allí en donde los tres paradigmas adquieren sentido y pertinencia en la formación del especialista.

El modelo o paradigma que hemos denominado tra-dicional ha prevalecido desde los albores de la histo-ria. Actitudinalmente existe la motivación extrínseca e intrínseca, en ocasiones el sujeto no es tan vulne-rable, no es esa masa que podamos moldear o barro

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que podamos formar bajo la satisfacción de nuestras convicciones, de lo que consideramos lo mas im-portantes o lo mejor o lo que sería la benevolita de la vida para poder estar en un mejor sistema a nivel estructural y funcional. El enfoque tradicionalista es un ejemplo caro, conciso y eficaz a de las escuelas de corte religioso, la milicia en donde se busca formar (o más bien deformar) que no busca una exalta-ción del bienestar emocional del sujeto, se busca una deformación de ese bien, en donde se pierda la sensibilidad, la emoción para generar vasijas que están vacías que solamente están vertidas ordenes, pura convicción y obediencia donde digan “uno” y el código se identifique como uno: mata a tal persona, donde se debe tener impulsos totalmente fríos para poder acometer. Por ello el uniforme ha proliferado tanto, que por cierto genera mucha protesta.

Al respecto pink floyd ha escrito la canción The Wall aludiendo el enfoque tradicional en donde se bus-ca la homologación para formar mentes cuadradas siguiendo a la mamá rata, todos siguiendo la misma senda cuadrada sin pensamiento de corte divergente, escasa reflexión y nula crítica y por añadidura nada de proposición. No obstante el uniforme también viene a representar ciertas benevolidades en cuanto al poder se refiere.

Aunque forma parte de una agresión contra el sujeto aprendiz es importante para este enfoque ser coer-citivo: obligar al sujeto aprendiz a que pueda dispo-ner de tiempo, disponer de materia gris, disponer de ahínco, de ganas, de fortaleza. A pesar de que el docente sabe que aún prevalecen rudimentos de este enfoque tradicionalista en el aula de hoy, es necesa-rio identificar competencias del currículo oculto, es decir, sin que sepa el sujeto aprendiz estamos gene-rando conocimiento en él, es una forma inconsciente pero efectiva. Es importante saber sobre el cúmulo de competencias explicitas sino implícitas que van a generar conocimiento significativos y es allí donde el impacto viene a detonar, y a partir de ello el sujeto se puede comprometer a nivel intelectual e ideológico. Por tanto, podemos decir que este enfoque se man-tiene, se ha mantenido hasta las postrimerías de la tierra.

El enfoque teocrático, viene a surgir a partir de la revolución industrial, donde el contexto espacial es Gran Bretaña con el auge de la máquina de va-por y los avances tecnológicos que le sucedieron en la evolución hasta contemplar que a partir de una instrumentación y de las herramientas la vida es más

simple, es más útil, pero también poder manipular una herramienta como podría ser un plumón como material didáctico. Saber cómo está constituido y sus efectos como facilitador para la enseñanza, en este caso. Nosotros decidimos qué uso darle, se puede escribir o dibujar maravillas pero también se puede utilizar para agredir a los demás, entonces la utilidad instrumentada de las cosas se convierte en un proble-ma filosófico sobre el progreso y la tecnología.

En este enfoque tecnocrático, la maquinaria viene a posicionarse en un nivel benévolo con sus conver-gencias y divergencias, viene a desplazar a un poco a las personas y viene a detonar discriminaciones explicitas, porque a partir de las competencias, el conocimiento es poder, es poder en absoluto. En este enfoque neoliberalista entre más sepamos es mucho mejor porque el conocimiento en sí es nuestra nueva herramienta de manufactura, ahora debemos hacer, de aprender hacer con nuestro pensamiento, y no aprender hacer manufacturando, ya no es un trabajo que demande a nivel físico, por el contrario es de corte intelectual completamente, en este enfoque tec-nocrático, el fenómeno de discriminación explicita a nivel laboral se da por excelencia en cuanto que bien a confrontar habilidades.

Al respecto la teoría de H. Garner acerca de inteli-gencia múltiple y los tipos de inteligencia existe este enfoque en donde podemos ser más pragmáticos o tenemos un desarrollo más lógico a partir de una personalidad kinestésica que son más proclives en desarrollar este tipo de funciones en cuanto a arte-factos se refiere, en cambio, las personas que son un poco más entorpecidas, que les cuesta trabajo mane-jar los artefactos simplemente no tienen las mismas oportunidades. Lo importante del enfoque tecnocrá-tico es facilitar.

Si hablamos de venenosidades este enfoque modelo viene a incorporar nuevos métodos y desde luego materiales didácticos como es el caso de los dispositi-vos móviles y toda la tecnología digital contemporá-nea, lo cual trae consigo la adecuación curricular que permite la diseminación del conocimiento, también ha sido muy benévolo para incorporar nuevas vías de aprendizaje como puede ser lerning, electrónico, ya no solamente presencial, esto es, las personas que no tienen tiempo y de administración del mismo, podemos sentarnos frente al computador y tener una clase, etc., vemos cómo ha impactado tanto este siglo XXI con una nave como lo es la tecnología digital contemporánea.

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Recordemos una vez más, nosotros decidimos qué hacer con las cosas, ya que las cosas carecen de con-ciencia, somos nosotros los humanos les conferimos esa voluntad, esa potestad y ese poder de abonar a la mejora del hombre o en su defecto generar un clima hostil del aprendizaje.

Para contrastar y complementar lo dicho hasta aquí. El enfoque tradicional se enfoca más en las actitudes, en la obediencia pero al hacer partícipe a la maqui-naria o este tipo de artefactos también viene a ser significante para el sujeto aprendiz porque ya no se centra solo en una pizarra sino que puede ver imáge-nes, puede escuchar audios que permiten la entrada a un mar no solo de metodologías y paradigmas sino de herramientas, de material que viene a facilitar el fenómeno de la enseñanza y aprendizaje, donde se puede practicar los estilos de aprendiza, kines-tésico, convergentes, divergentes. Este enfoque sin duda sigue proliferando. Existen tratados, empresas, escuelas de este corte en donde se habla de la técnica, qué es la técnica en este contexto, es la forma de hace, la forma de llegar a la consecución de un objetivo en particular y la técnica le atañe precisamente a la persona que la ejecuta.

Por último tenemos la escuela nueva.

La escuela nueva es un enfoque a ceñir a los enfoques anteriores pues se vierten en él, lo cual implica que ninguno se ha excluido, ninguno ha abdicado o co-lapsado, lo anterior visto de el axioma según el cual el ser humano es flexible caracterizado por diferentes personalidades; y esa flexibilidad y la transversalidad del ser humano. En este sentido, se recomienda que el docente sea muy ávido para que no dependa de planeaciones tradicionales, es decir no llegar al aula hacer dictados, resúmenes, etc., sino hacer un con-tenido transversal para el alumno. Recordar que los alumnos tienen estilos de aprendizajes diferentes y así poder diseñar contenidos particulares.

Por ejemplo, en la materia de etimologías es perti-nente partir con una evaluación de diagnóstico para identificar los estilos de aprendizaje con algunos test de psicología. Estos instrumentos de recopilación de datos permiten generar un estándar y estratificar, desde luego, crear una nomenclatura para identi-ficar los estilos de aprendizaje del alumnado. Esto permitirá diseñar una clase de etimologías para cada estilo de aprendizaje. El resultado es que se parte del mismo tema pero dirigido para cada estilo de apren-dizaje. Lo importante no es desarticular sino aprove-

char la avidez de cada estilo de aprendizaje para crear explosión a nivel de la cognición del estudiante.

Ahora bien, el factor tiempo es muy importante, ya que sería muy complejo para el actual modelo edu-cativo porque tenemos un contenido temático y un plan de estudios que entregar y cumplir cada semes-tre o en cada ciclo anual, entonces es prácticamente imposible, pero gracias autores como Prestalozi Johon Dewi, María Montesiri que se preocuparon realmente ya que diseñaron para llevar a la cúspide el enfoque de la escuela nueva; y en ese punto álgido ha permitido que el sujeto de aprendizaje pueda elegir cuales sean los contenidos, y esto es muy enriquece-dor porque el alumno tiene el ahínco, tiene las ganas, tiene la voluntad y esa disposición para poder apren-der, y lo que quiere aprender.

La escuela nueva ha triunfado en prescolar en don-de el docente ya no es concebido como una figura autoritaria en donde él es único que sabe; sino una guía. Va encausar, es decir toma de la mano al sujeto aprendiz y los lleva al lugar donde el sujeto aprendiz quiere ir. Es como si fuéramos turistas: hoy quiero ir a Francia, lo lleva a Francia, ahora quiero ir a Suiza, lo lleva inmediatamente a esa región alpina. Esto es muy lindo porque estamos haciendo lo que quere-mos hacer. Entonces el sujeto aprendiz dice: tengo hambre, el guía lo lleva inmediatamente a comer, una vez que termina la ingesta de sus alimentos decide qué hacer y dice ahora quiero dale de comer a los conejos entonces el solicito guía lo lleva a alimentar a los conejo, pero entonces hace una pregunta in-esperada: ¿y qué es la tierra? Entonces es cuando el guía puede utilizar diferentes adecuación curricular o instrumentos ya diseñados, pueden ser de cualquier estilo, visual, auditivo kinestésico. Lo más impor-tante aquí es que en el aula se está vertiendo en ese sujeto lo que él quiere, como él lo quiere y además es significativo, entonces estamos hablando de una relación que se solidifica en un nivel pletórico porque el alumno está aprendiendo lo que quiere y el guía está haciendo lo que él quiere.

Esta relación se basa el axioma de la recompensa deseada, esto es, cuando nuestros padres nos com-placen con algo entonces la relación se solidifica más porque nos están complaciendo. La relación se hace complaciente porque el sujeto aprendiz observa que el guía tiene disposición y lo está complaciendo en todo, entonces es un aprendizaje significativo que nunca se va a olvidar.

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Consecuencias.

Este enfoque sería el más importante, pero desde lue-go tampoco se podrá hacer lo que se quiera, para ello existe en el foque tradicional, el enfoque tecnocrático porque todo ello implica un conocer, un hacer y un expresarse para poder compartirlo con los demás.

En consecuencia, estos tres enfoques actúan de forma sinérgica, esto nos han permitido hasta ahora hablar de una evolución en la enseñanza que nos conduce hasta la especialización, que se adquiere desde luego con el compromiso de nosotros mismos y por su-puesto para con el otro.

Page 35: N 2594-2204 · 2019-01-31 · ENA Y LA N 2594-2204 4 Agenda para el fomento de una cultura filosófica en el siglo XXI Ensayo Adolfo Israel Flores Ramírez Posgrado en filosofía

CIENCIAY FILOSOFÍA

ISSN: 2594-2204

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Año 1, Número 1, periodicidad trimestral, septiembre-noviembre 2018

Editada por José Luis Aguilar Martínez

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