El mundo bipolar

La doctrina socialista tuvo origen en el

siglo XVIII, luego que se consolidaran los

efectos de la revolución industrial sobre

las sociedades modernas. Es una

ideología que critica al liberalismo

económico y va contra las nociones de

que el mercado es el principio

organizador de la actividad económica,

debiendo, por tanto, ser preservado a

toda costa.

La principal preocupación de la ideología

socialista: promover una distribución

equilibrada de bienes y de servicios tornándolos accesibles a toda la población. Equivale a la

idea de socialización de la producción.

Los orígenes de la

guerra fría: Como

resultado de la

Segunda Guerra

Mundial emergío una

de las mayores

dominaciones

geopolíticas entre los

países del mundo,

que perduró hasta

principios de la

década del 90,

período conocido

como Guerra Fría. De

un lado dominaban

los EEUU, principal potencia del mundo capitalista; del otro, la Unión Soviética, líder socialista.

En este

modelo, el principal objetivo de la Doctrina Truman era contener al socialismo, impidiendo la

expansión de la Unión Soviética, creando así alianzas militares como la Organización del Tratado

del Atlántico Norte –OTAN-. El Plan Marshall complementó la Doctrina Truman. Ese Plan

consolidó las economías capitalistas de la Europa Occidental, con objeto de frenar la influencia

comunista; también intentó como objetivo recuperar mercados para los productos y capitales

norteamericanos.

En 1949 fue creada la OTAN, liderada por los EEUU y compuesta inicialmente por los países

capitalistas europeos y Canadá. Esa organización correspondía a una alianza militar entre los

países miembros pasando a considerarse un ataque armado hacia un país de esa Organización

como un ataque hacia todos sus miembros. Así protegía a Europa Occidental de las amenazas

soviéticas.

“La Guerra Fría fue un período en que la guerra era improbable y la paz, imposible”. Con esa

frase, el pensador Raymond Aron definió el período en que la opinión mundial acompañó la

difícil relación entre los EEUU y la URSS. La división del mundo en dos bloques, luego de la

Segunda Guerra, transformó al planeta en un gran tablero de ajedrez, en que un jugador sólo

podía hacer jaque mate simbólico en el otro. Con arsenales nucleares capaces de destruir la

Tierra en instantes, EEUU y URSS no podían cumplir sus amenazas por una simple cuestión de

supervivencia. La paz era imposible porque los intereses de capitalistas y de comunistas eran

irreconciliables por naturaleza. Y la guerra era improbable porque el poder de destrucción de las

superpotencias era tan grande que una confrontación generalizada sería con certeza, lo último.

Basado en: Diego Vinicius y Roberto Felipe