Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses...

42
Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones religiosas de mujeres Pilar ALBERTI MANZANARES INTRODIJCCION Si bien durante el siglo xix la corriente romántica influyó en los estudios históricos de forma que las culturas precolombinas fueron comparadas con las culturas del mundo clásico europeo, entiéndase ro- manos y griegos; el objetivo de esta comparación parecía puesto mas en justificar que las altas culturas americanas habían alcanzado logros tan importantes como las clásicas y se reivindicaba ese pasado glorio- so frente a la cultura colonial. Sin embargo, hoy este objetivo no sería válido, pues partimos re- conociendo el valor que tuvieron estas culturas precolombinas. Así, el objetivo de este estudio se centra en dos vertientes: por un lado, cono- cer los dos mundos (el clásico y el prehispánico) con el ánim.o de apor- tar elementos de juicio que aclaren las formas de comportamiento y creencias de las dos instituciones de mujeres que vamos a analizar: las Vestales (Roma) y las Aclíacuna (Perú). Por otro lado, el segundo objetivo que me inclina a escribir sobre este teína fue constatar la gran cantidad de crónicas peruanas que refirióndose a las Acliacuna hacían constante referencia a las Vestales romanas. Esta referencia erudita no hubiera planteado ningún proble- ma si se hubiera limitado a ser una simple referencia. El problenía sur- ge cuando algunos de los cronistas atribuyen a las acílacuna activida- des propias de las Vestales, mezclando con ello conceptos muy distin- tos y confundiendo al lector sobre cuál fue la realidad de las Aclíacuna. De esta manera, al tratar en este estudio sobre las Vestales y sus funciones, se pone el límite a las referencias que son propias de estas Revista Española dc Antropología Americana, ni XVII. Ed. Univ. Compí. Madrid, 1987.

Transcript of Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses...

Page 1: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestales y Acílacuna,dos institucionesreligiosas de mujeres

Pilar ALBERTI MANZANARES

INTRODIJCCION

Si bien durante el siglo xix la corriente romántica influyó en losestudios históricos de forma que las culturas precolombinasfueroncomparadascon las culturas del mundoclásicoeuropeo,entiéndasero-manosy griegos; el objetivo de esta comparaciónparecíapuesto masen justificar que las altas culturas americanashabíanalcanzadologrostan importantescomo las clásicasy se reivindicaba esepasadoglorio-so frente a la cultura colonial.

Sin embargo, hoy este objetivo no sería válido, pues partimos re-conociendo el valor que tuvieron estasculturasprecolombinas.Así, elobjetivo de esteestudiose centraen dos vertientes:por un lado, cono-cer los dos mundos(el clásico y el prehispánico)con el ánim.o de apor-tar elementosde juicio que aclaren las formas de comportamientoy

creenciasde las dos instituciones de mujeres que vamos a analizar:las Vestales(Roma) y las Aclíacuna(Perú).

Por otro lado, el segundoobjetivo que me inclina a escribir sobreesteteína fue eí constatar la gran cantidadde crónicas peruanasquerefirióndose a las Acliacuna hacíanconstantereferenciaa las Vestalesromanas. Esta referencia erudita no hubieraplanteadoningún proble-ma si sehubiera limitado a ser una simple referencia.El probleníasur-ge cuandoalgunos de los cronistasatribuyen a las acílacunaactivida-despropias de las Vestales,mezclandocon ello conceptosmuy distin-tos y confundiendoal lector sobrecuál fue la realidad de las Aclíacuna.

De esta manera, al tratar en este estudio sobre las Vestalesy susfunciones, se pone el límite a las referenciasque son propias de estas

RevistaEspañola dc AntropologíaAmericana, ni XVII. Ed. Univ. Compí. Madrid, 1987.

Page 2: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

156 Pilar Alberti Manzanares

mujeres y cuáleseran propias de las Aclíacuna diferenciándolasparaun meior conocimiento de ambas.

El plantel dc cronistas que nos informan sobre las Aclíacuna esamplio perono homogéneo,puesno todos tienenla misma preparacióncultural, ni oficio, ni punto de vista, ni interés por los mismos aconte-cimientos; tampocotienen todos la misma capacidadde observación.

Los primeros que hablan de las Adllacunasfueron los soldadosdePizarro, en este sentido,el escribanodel capitán, Franciscode Xerez,describeel primer «acllahuasi»queencontraronen el pueblode Caxas:casagrande,cerraday custodiadapor porteros,queguardabagrancan-tidad de mujeres hilando y tejiendo ropa para la huestede Atabalipa(Jerez, 1891: 54).

Por regla general,al escribir las crónicasera habitual referirse a larealidadamericanahaciendocomparacionescon el mundo que másco-nocían. Podría hablarse de una voluntad pedagógicade los cronistasal quererque suslectores tuvieran un punto de referenciapara mejorentenderaquello que, si no habíanestadoen América, les resultaríadifícil de comprender.

Es por este motivo por lo que las comparacionesde las Aclíacunacon monjasy Vestaleses prácticamentecontinua,pero varia la referen-cia a una u otra institución, según la preparacióncultural que tuvierael cronista.

A) Así, los frailes, doctrineros, capellanes,etc., teníanmás Facili-dadesde accederal conocimiento del mundo clásicogracias a que sa-bían leer y traducir el latín, lenguahabitual en que se recitabanlasmisascristianas,al igual que leer a los autoresclásicoscomo Ovidio,Virgilio, Tácito, o Tito Livio, que escribieron la historia de Roma in-cluyendo eí mundo religioso y en él la descripción de las Vestales.Cronistas pertenecientesa estegrupo serían el jesuita Anónimo, Ber-nabé Cobo, fray Martín de Murúa y Antonio de la Calancha.

Será este último, junto con el jesuita Anónimo, quien hará refe-rencia de una forma más asiduaa las Vestalespara comprendermejora las Aclíacuna, dando muestrasen susescritos de una sólida culturaclásica, quizá influenciado por sus estudiosen la Universidad de SanMareos de Lima, en la que se doctoró en Teología. Conocíaperfecta-mente la institución de las Vestales,como veremosmás adelanteporlas alusionesque hace a ella. Alusiones como «mamaconasmonjas»,~<matronas’>,«superioras»,«maestrasde novicias”, ~<abadesas’>,«sacer-dotisas mujeres”, etc., son corrientes en la crónica del jesuita Anóni-mo. El padreCobotambién alude a las Vestalesal definir a las Adía-cuna: «Las mujeresrecogidasy dedicadasal servicio de sus dioses almodo de monjas o de las Virgenes Vestalesde Roma’> (Cobo, 1892:276).

Page 3: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestiles y Acílacuna, dos instituciones... 157

E) En el grupo de cronistasque podríamosdenominar«cronistassoldados>’ (aquellosque en algún momentode sus vidas formaron par-te de las expedicionesque acompañaíona los conquistadores,o des-pués en el periodode guerrasciviles en Pertí) hemosestudiadoa DiegoTrujillo, Franciscodc Xerez, Pedro Pizarro, Juan de Betanzos,Cristó-bal de Molina (el almagrista),Pedro Ciezade León, etc. Estos suelencomparar a las Adías coíi <‘monjas’>, ~<beatas’>.Escaseanostensible-mente las referenciasa las Vestales,quizá por el desconocimientodela historia de Roma y Grecia debido a la escasaeducaciónque reci-bieron.

C) Cronistas mestizosserian Garcilaso de la Vega y Pedro Gutié-rrez de SantaClara, si bien sobre esteúltimo no se afirma con seguri-dad quefuese mestizo, aunqueManuel Sen-anoSanzaventuraque erahijo de Bernardinode SantaClara, judío de Zaragoza,queestuvo comosoldado de Cortés y Narváez,el cual consiguió encomiendaen México,ciudad donde dice haber nacido el cronista (EsteveBarba, 1964: 431).Estos conocían el mundo indígena y el colonial. EspecialníenteGar-cilaso, cuya familia materna era descendientede Tupac Yupanqui,pues su abuelo, Hualípa Tupac, fue hijo de Tupac Yupanqui y herma-no de Huayna Capac. Hualípa Tupac tuvo una hija: Chimpu Ocelo,que fue prima de Ataliuallpa y Huascar(hijos de I-Iuayna Capac).Estamujer estuvo relacionadacon el capitán Garcilasode la Vega, descen-diente de los Vargasde Hinestrosaextí-emeños,a cuyo linaje pertene-ció el gran poeta españolcoetáneode Carlos V, Garcilaso de la Vega.

De esta unión nació un niño que se llamó Gómez Suárez de Fi-gueroa,mas conocido como el Inca Garcilasode la Vega. Recibió unaeducación mestizay fue enseñadoen la gramática del Latín, por JuanCuéllar, con la intención de que entrara en la Universidad de Sala-manca,pero no fue así.

Aún conociendoel latín y habiendocombatidoen las campañasdeItalia (ello le podía proporcionar la posibilidad de conocer el mundoclásico) no son habituales en Garcilaso las comparacionesentre ác-llacuna y Vestales, empleandomás las alusiones de ~<monjas», <‘esco-gidas’>, «mujeres vírgenes»,«mujeres del Sol».

PedroGutiérrezde SantaClara también emplea la alusióna «mon-jas» para íeferirse a las Aclíacuna(1963, libro III, cap. L: 214).

O) Por último, los cronistas indios, como Felipe 1-luaman Poma,Juande Santa Cruz PachacutíYamqui y los quipucamayosde Vaca deCastro. Se refieren a las Aclíacuna llamándolaspor sus pi-opios nom-bres y atendiendoa una clasificación más amplia: según sus funcio-nes,edadesy destino. En estesentido,el cronista que resulta más mi-nucioso en esta clasificación es Huaman Poma.

Page 4: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

158 Pilar Alberti Manzanares

En el caso de referirse a las Aclíacunaempleandouna teminologíaoccidental utilizan la comparación con monjas y vírgenes: «Son lassiguientescasasy depositarios de monjas que había de seis manerasde vírgenesde los ídolos y otras seis manerasde virgenescomunes»(H. Poma,Pease,180: 213).

Los quipucamayosque informaron en la Relaciónde Chincha se re-fieren a estasmujerescomo ~<casade agras», que quiere decir mujeresescogidas.No hacenmención a las Vestales,quizá debido,por un lado,a que la influencia de la cultura occidental fue superficial y no cono-cían el mundo clásico y, por otro, a que estabanmás interesadospormostrar las costumbresautóctonasque por compararéstascon otrastradicionesde paísesy tiempos lejanos a los suyos.

1. ANALISIS COMPARATIVO DE LAS DOS INSTITUCIONES

lA. CONTEXTO RELIGIOSO EN EL OVE SE INCLUYE LA INSTITUCIóNDE LAS VESTALES

lA.!. RELICIÚN ROMANA

No podría entenderseel significado de la institución de las Vesta-les si no conociésemosel contexto religioso en el que se desarrolla.Existen trescaracterísticasde la religión romanaque la definirían:

A> Es una religión práctica,no idealista.E) Los dioses son tangibles.C) Es una religión de la ciudad, del ciudadano.O) Religión romanay politeísmo.

A) Religión practica

La religión romanaha tendido a principios prácticos y utilitariosmás que idealistas.Se predicabael disfrute del presente,y las leyesmorales contenidasen la «jurisprudencia sacerdotal»tenían una fun-ción de control sobreel pueblo,que resultabamayormenteeficaz,dadoque era el tribunal de los diosesquién controlaba las accionesde losmortales, inclusive aquellasque no tenían testigos.

E) Los dioses,son tangibles

Los conceptossobrelas divinidadesexplicaban y hacíaninteligibleslas característicasy atributos de ésta.Hubo una voluntad por clasifi-carlosutilizando la nomenclaturaempleadapara definir a las cosasy

Page 5: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestiles y Acilacuna, dos instituciones... 159

a las personas,según los principios del derechoprivado, empleando,incluso, las mismasreglasen las invocacionesque debíanser siemprelas mismas,dichas de igual forma. El carácter formal, externo,tendrágran importancia, puesto que cada pequeñoerror de procedimientopondría en peligro el éxito de la plegaría,pueslos diosescumplirán loque de ellos se esperasi se ejecutade la forma más precisa y exactatodo aquello que les es debido y que se sabeseráde su gusto.

Incluso con el pasodel tiempo Romapermaneciófiel a los mismosritos y gestos,primando más el rito que la creencia(Bloch, 1981: 229).Toda acción debía comenzarpor la invocación al genio tutelar y éstese llamaba igual que lo que representaba:Bellona era la guerra, Ju-ventus era la juventud, Salusera la salud,etc., también se definía a ladivinidad conforme a su oficio, y la veneraciónde sus adoradoresseatenía estrictamentea esta funcionalidad. «CuandoVarron, en el si-glo í a. C., quiso escribir una obra de reflexión teológica propusounaclasificación que desdeentoncesse ha hechofamosa,distinguiendolos«diosesde la ciudad’>, de los «diosesde los filósofos» y los «diosesdelos poetas”. Roma conoció únicamente los de la primera categoria»(Schilling, 1965: 441) (dc los que hablaremosen eí siguientepunto).

Los dioses se venerabansegúnun orden jerárquico y su culto eraoficiado por personaspertenecientesa distintos niveles sociales.Asíel culto público lo atendíanlos ~<flamines curiales»magistradossupre-mos; el ~‘paterfamilias» presidíalos realizadosdentro de las ~<gentes”.

No había estatuasde los dioses porque los espíritus de éstos seencuentranen todos los lugaresy presidentodas las acciones.Sin em-bargo, sí estabanrepresentadosmediantesímbolos que se relaciona-ban con sus atributos, por ejemplo, la lanza simbolizaba a Marte, elfuego a Vesta, etc.

C) Religión de la ciudad

«La religión romanahabíanacido y se había desarrolladoen íntimaunión con la ciudad(.. -) y no era otra cosaque el reflejo piadosode laasociaciónciudadana’>(Mommsen, 1965: 473). La vida de la ciudad essu máxima preocupación.La religión no es más que un elementodela Administración pública. Un principio bastanteasumidopor el roma-no era la preocupaciónpor orientar al bien y a la grandezaa Roma.Losdioses también tienen el derechode ciudadanía y consecuentementedebenpreocuparsede los interesesde Roma.

Los tres grandes pilares en los que debe apoyarseel romano son:la patria, los diosesy la familia. La mitología romanaestáinfluenciadapor la vida ciudadanay la política. Esto explica que la religión se en-tienda no como algo personal,sino más bien grupal, puesel individuocuentasólo en la medidaen que se integra en una célula social y den-

Page 6: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

160 Pilar Alberti Manzanares

tro de ésta es el vínculo religioso el que refuerza el sentimiento depertenecera esa comunidad(Schilling, 1965: 441).

D) Religión romana: conservadurismoy apertura

Junto con el conservadurismorígido, los ritos formalizados y elapegoal culto tradicional continuado bajo la autoridad del PontifexMaximus, surge una actitud aperturista, aunquecontrolada por losc<viri sacris faciundis»encargadosde vigilar la introducción de los dio-sesextranjeros,ampliandocon ello el panteónromano,y dado queeranpoliteístas no ponían reparosexcesivosa las nuevasadquisiciones.Losmotivos de que aumentaranlos diosesno fueron sólo las epidemiasylas crisis, también contribuyó a ello el espíritu de conquista.

Esta actitud acogedoracoincide con la última etapa de la religiónromana,en la que se observaun sincretismocon diosesorientaleshas-ta la llegada del cristianismo, que terminará por sustituir a todos losdemáscultos.

Importancia del culto domésticoen Roma

Si uno de los pilares básicospara el romanoeran los dioses,otroera la familia. En estesentido existía el culto doméstico.El hogar te-nía sus propios dioses: VESTA, los Lares y los Penates.Los Penatesson los dioses de la casa.Pareceser que eran dos, uno protegía la co-mida y otro la bebida.

A los Lares estáconsagradala mesay los alimentosque se deposi-tan en ella, incluida la sal. A ellos se ofrecían las primeras libacionescomo ofrendacuandose iniciaba la cenao el banquete.Son espírituspositivos que, junto con los Penatesy Vesta,protegena los habitantesde la casa,no se les consideraantepasadosdeificados.

Vesta y los Penatesprotegeríana los señoresy los Lares a los se-ñores y siervos juntamente. A ellos el jefe de familia presentabalanueva esposay el hijo recién nacido (Crouzet,M., 1967: 211). Se con-siderabaun deberpara con los diosesmantener limpio el hogar y asíla dueñade la casa tenía que procurar que el hogar quedaralimpioantesde irse a dormir, siendo las hijas quienesse encargabande rea-lizar este culto diario.

Vesta,desdelos tiemposantiguos,representael fuego ordinario quese utilizaba para cocinar y calentarse.Ardía en eí hogar, en la habita-ción principal llamada ~<atrium» y en el extremoopuesto,que dabaalcamino o a la calle, se mostraba otra deidad romana llamada Jano.En las oracionessoncomuneslas advocacionesa Vestay a los Penates,a los diosespropicios del hogar”, a los Lares que toman parte en las

Page 7: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestiles y Acilacuna, dos instituciones.- - 161

comidasde la familia y a los que hastaen tiemposde Catónel Mayor,dirigía primeramentesus devocionesel señor cuando entraba en sucasa” (Mommsen, 1965: 218).

La familia quedavinculada entre sí por la participación de todosen el mismo culto; ésteesel primer escenarioen que se desarrollaelprimer ritual de la religión romana.Si cada familia tiene sus «sacra»,de los que el sacerdoteesel «paterfamilias’>,cadacuria tiene tambiénun culto común que dirige el Curión siendo los 30 «flamines curiales»los encargadosdc vigilar que no se apagasenlos fuegos sagradosqueteníanen las 30 curias.Comola familia seextiendea la «gens»,el víncu-lo de unión de varias familias seránlos «sacragentilicia’> administra-dos por un sacerdoteelegido de entre los gentiles llamado <‘Flamen»(Guillén, it, 1980: 47>.

Evolución del culto al fuego domésticoconvertidoen fuego del Estado

El origen del culto al fuego pareceinicializarse en el momento enque en un asentamientotribal había un hogar cuyo fuego no podíaapagarsenunca, el del jefe, pues así siempre tendrían una reservadefuego para todo el pueblo: ~<Nohay que extrañarsede que en Romaexistierauna Vesta de carácterpúblico y que su fuego fuera cuidadopor vírgenes, sucesorasde las hijas del rey, cuya residenciaoficial sehallaba inmediata a la regia, es decir al edificio que reemplazóel an-tigno palaciode los Reyes»(James,1960: 498). Este comentariodeberátenerseen cuentamás adelantecuandoexpliquemosuna de las carac-terísticasde las Vestales,que era mantenersu virginidad.

La religión familiar fue la basesobre la que se edificó la religióndel Estadoromano, comparandoel Estado con una gran familia en laque se acogían los romanos,así cadaciudad tiene suspropios Penates;para Romaéstos eran Júpiter, Juno, Minerva y Vesta. Su culto comorepresentantedel hogarde la nación arraigó tan profundamenteen elpueblo que pervivió a lo largo de toda la historia de Roma, siendo elúltimo en sucumbir ante la nueva religión: la cristiana.

Si tenemosen cuenta que Vesta era una diosa,es decir, de génerofemenino, y que estamosanalizandola importancia de la familia y elculto doméstico,quisiera tomar en consideración,antes de proseguircon el tema,el papelque la mujer tenía en la sociedadromana.

I.A.2. PoSIcIÓN DE LA MUJER EN LA SOCIEDAD ROMANA

La importanciadel culto familiar, de los diosesdel hogar y sutras-cendenciaen el culto del Estadoestá reflejando la posición de presti-

Page 8: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

162 Pilar Alberti Manzanares

gio y poderque tenía la familia en Roma. Teniendoesto en cuentaen-tenderemosmejor el papel que ocupabala mujer en la sociedadro-mana.

A grandesrasgosdefiniríamos dos clasesde mujeresromanas:lasque se tienen en cuenta en la vida de la ciudad, en la vida familiar,porque mantienen las tradicionesmorales y religiosas,y las que porno tener incidencia en los aspectosantesmencionadosno se les adju-dica importancia.

En el primer casonos referimos a las «matronne»y sus hijas Sonde nacimiento libre, alto rango y su matrimonio las emparentaconotra familia de igual o parecidorango. Porellas lucharán los soldadosromanosen las batallas, y su influencia llegó al poderpolítico.

Las mujeres que no pertenecíana esta clasesocial se las conside-rabacomo siervas,bien por nacimientoo por haber sido vendidasdes-puésde los motinesde guerra. «Las obligacionesmoralesque los hom-bres puedentenerante las mujeres no se aplican sino a las mujereslibres y no a la naturalezafemenina en sí. Lo que entra en cuestiónno es la mujer como personasino la matronaconvertidaen virtud desu situaciónen la sociedad,en depositariade una cierta función consi-datadavital para el estadoy de la que ella debeasegurarel ejercicioy la transmisión. Ahí estála fuente de la consideraciónde la que sela rodea y de las precaucionesque se le pide observepara protegersede los mil peligros que la acechan,principalmente(.) de la adultera-ción de su sangre.

Fuerade eso las demásmujeres—las que no son matronas,o se-gún expresiónde los juristas romanos‘hijas de familia’ destinadasaconvertírseen matronas—escapana la protecciónde las leyes y a losimperativos de la moral. No tienen derechos(...>, asimiladasjurídica-mentea objetossometidosa propiedad, tampocotienen deberes,sinolos que les imponga la autoridad»(Grimal, P., 1973: 339-340).

Las «hijas de familia» recibían una educaciónsimilar a la de losmuchachos,podíanasistir libremente a actossociales,como a los jue-gos o al teatro y, una vez casadas,no perdíanestalibertad.

I.A.3. EL CULTO A ‘¿ESTA

Se ha relacionadoel origen del culto a ‘¿estacon la llegada del hé-roe troyano Eneasa tierrasdel Lacio, y que descendientessuyosfueronRómulo y Remo, nacidosde Rhea Silva, la primera Vestal mencionadaen la tradición romana.SegúnTito Livio en «Las décadas»,Eneashizopacto de amistad con Latino, rey del Lacio, y casócon su hija Lavinia.Nació Ascaniode estaunión y éstefue quien fundó, al pie del monteAlbano, la ciudad de Alba Longa. Reyes de Alba Longa fueron Muní-

Page 9: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestites y Aclíacuna, dos instituciones. 163

tor y su hermanoAmulio; el segundoexpulsé del trono a Munitor ymatéa todoslos hijos varonesde éste,«y con pretextodehonrar aRheaSilva, hija de Munitor, la hizo Vestal, obligándola por consiguienteaguardarperpetuavirginidad, privándolaasí de toda posibilidad de te-ner descendenciaa la que transmitir el derecho de sucesión’> (TitoLivio, 1970, cap. 1: 10).

Sin embargo,Rhea Silva fue violada por Marte y tuvo dos hijos:Rómulo y Remo. Como castigo fue encadenaday arrojada al río enunión de sus dos hijos. Los niñosno murieron y fueron amamantadospor una loba y luego cuidadospor un pastor y su mujer. Posterioí-mente y tras diversasvicisitudesseráRómulo quien dé el nombrea laciudad de Roma.

Esta creencia del origen de Roma atribuida a descendientesdeltroyano se debe a una influencia griegapseudohistórica,segúnEdwinJames,«quetendíaa considerara cualquierpueblo no griegoque dieramuestrasde civilización como descendientede los adversariosmás dig-nos que tuvieron los griegos,descubriendoasí que Roma había sidofundada por Eneaso por algún descendientesuyo» (James,E., 1960:499).

Así el origen del culto al fuego más bien parecesurgir debido a iii-

fluencias indoeuropeaso bien etruscas,en aquellosmomentos prime-ros en las cabañasque formaron los primeros asentamientosdondeel hogary el fuego eran el centro de las casasy transponiendoestarea-lidad material sefue ritualizando el hechode hacery conservarel fue-go de] bogar. El culto evolucionó y alcanzó rasgosmíticos incorporán-doseen la tradición religiosa romana,eso sí, aderezadocon estasin-fluencias griegasque terminaron de darle el cariz mitológico que al-canzó.Cuando Tito Livio escribe su magnífica obra Ab urbe conditacon toda la fuerza de la epopeya,en un tono moralizador y patrióticosobre la historia de Roma, no hacemás que transmitir la leyenda(leRómulo y Reino, aún siendo un historiador que gustó de la veracidadconsignando datos de eran interés.

En el siglo xix se planteó la crítica a las fuentesy ayudadospor laarqueología se pudo comprobar que la fundación de Romapor los ge-melosno era más que una ]eyenday, en realidad, lo que hubo fueronunos asentamientosdc cabañashumildes y que en el Lacio, lugar don-de, segúnla leyenda,desembarcóEneas,sehallai-on indicios de contac-to con el Oriente, pues aparecieronrestos de cerámica micénica con-temporáneaa RamsesIII.

No es de extrañar, pues,que si hubo intercambio de productosma-nufacturadostambién los hubieraen ideas y’ creencias.

El equivalente griego de la diosa Vesta fue Hestia, hermana deZeus,fiera, Poseidóny Hades.Representala virginidad, como Atenea

Page 10: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

164 Pilar Alberti Manzanares

y Artemis, el fuego le estáconsagradopor su purezay porqueperma-nece incontaminado>es purificador (Diccionario Clásico, 1954: 837).

Entre los latinos Vesta era la personificación del Fuego y la Tie-rra, pero los romanos la relacionaronúnicamentecon la primera atri-Nación recibiendo ‘¿estaun culto privado y otro público.

Una vez creado el grupo de sacerdotisasde ‘¿estaque debíancui-dar el fuego de la patria, si éste se apagaba,«producíaseen la ciudaduna aflición general interrumpiéndoselos negociospúblicos, creíanseamenazadospor las mayores desgraciasy no renacía la tranquilidadhasta que, de nuevo, se hubieseobtenido el fuego sagrado,que lossacerdotesse procuraban directamentede los rayos del sol’> (Hum-bert, J., 1972: 25), o por el fuego producidopor un rayo, o bien el pro-ducido ele la forma más prístina, es decir, por medio de un taladro quegiraba rápidamenteen el orificio hechoen un trozo de madera,

La Vestal que dejaba que el fuego se apagaserecibía el castigodeser azotadao el apaleamiento,pues la comunidadentera estabaligadaa la perennidadde estefuego del Estado.

Fuego y agua

‘¿estacomo representantedel fuego no se unja bien con el aguayen el templo no debíahabermás que la necesaria.Paralos usos de lacasa de ‘¿esta,el aguano podía ser la misma que la del depósito queabastecíaal resto de la ciudad, y sí la de un manantial, el de Egeria,consideradosagrado,que estabaa las afuerasde la Porta Capena(en-trada situadaal sur de Roma).

El aguase transportabaen unavasija especial llamada«futile», lacual describeasí Servio: «Es unavasija de bocaanchay baseestrechade que se sirven en las ceremoniasreligiosas de ‘¿esta porqueel aguatraída para las ceremoniasno se pone en el suelo, si se hace tal cosaes materiade expiación.De ahí procedela invención de esavasija queno se mantienede pie y que si se pretendedejaren el sueloen seguidase derrama»(Guillén, J., 1980: 266).

El fuego tieneuna virtud purificadora y las vestalesmezclabanlascenizasde los bueyesquemadosen las «Fordicidia» con la sangre ycenizasde la cola del ~<equusoctober»,con cenizasde tallos de habas,formando la «februacasta»que se utilizaba para las purificacionesdelos Palilia (Guillén, 3., 1980: 116).

I.A.4. LAS VESTALES

Ya hicimos referenciaa la condicióny consideraciónque la mujerpatricia tenía en la sociedadromana.A estaclasesocial debíanperte-necer las Vestales.

Page 11: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestiles y Aclíacuna, dos instituciones.. 165

El culto a ‘¿estaera llevado por mujeres (aunque no regido porellas) y sólo las matronaspatriciaspodían entraren el templo de ‘¿es-ta, pero sólo en una fechadeterminada,el 9 de junio, fiesta de la dei-dad, llamada las ‘¿estalias.Exceptuandoestos días nadie podía entraren el templo a excepciónde las Vestales.

Procesode selección

Las Vestalesen un principio fueron elegidaspor los reyes y poste-riormentepor el «pontífice máximo”. El Colegiode Pontíficesteníaqueelegir y cuidar de las Vestalesde la ciudad. Segúnla Ley Papiareunirveinte jóvenesde entretodo el puebloy seleccionarde entreellas a lasseis Vestales.«SegúnFabio Píctor, el Pontífice Maximus al elegir unavirgen Vestal le dirigía estaspalabras: ‘Te tomo ‘amada’ y te consti-tuyo sacerdotisade ‘¿esta, de acuerdo con las sabiasprescripcioneslegales,para que ejerzasen provecho del pueblo romano las sagradasfunciones que competen al sacerdociode ‘¿esta”» (Guillén, 3., 1980:316-317).

Posteriormentela muchachaera llevada a la casa de ‘¿estadondela recibía la Virgo Vestalis Máxima. Desdeese momento su familia

no tenía la patria potestadsobre ella y sc constituíaen ciudadanoro-mano con derechoa hacertestamentoy con derechospropios que uni-camentedisfrutaban los patricios romanosy las materfamilias que te-nían gran influencia en la vida romana.En la ceremoniaeran guiadaspor la Vestal de mayor prestigio y estabanvestidasde blanco, adorna-das con cintas sagradasen el pelo.

Se elegíanen número de seis,si bien en un principio eran sólo tres.Estas estabanbajo la vigilancia de la Virgo Vestalis Maxíma.

Se educabanen la Casade ‘¿esta («Atrium ‘¿estae”), situada en elForo Romano,al lado del templo de ‘¿esta.Esta casaera amplia, con-taba con habitacionesy jardinesdondehacíanvida estasmujeres,sa-liendo pocasvecesde ella. Allí estaríandurantetreinta añosde suvida,de los cualeslos diez primerosaprendíanlos ritos, los diez siguientesse perfeccionabanen ellos y los diez últimos enseñabana las Vesta-les más jóvenes.

Al terminaresteperiodo eran libres y podíancontraermatrimonio(derechoobtenido por la Ley Moratia, dada en favor de la vestal Ta-racia, «porquehabíaregaladoal pueblo romanoel Campo Tiberino ode Marte» (Guillén, 3., 1980: 319).Pronunciabanel voto de castidaddu-rante el tiempo que eran Vestalesy en el Atrium ‘¿estaeno podía en-trar ningún hombre. La que incumplía esta norma era enteradaviva.

Page 12: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

166 Pilar Alberti Manzanares

Requisitos

Los requisitospara ser elegidaeran,segúnLabeónAristo:

— ‘<la edadrequeridase cifraba entre los seis añoscumplidos y los diez porcumplir;

— que viva su padrey su madre;— que no tenga defecto físico alguno como ser tartamudao sorda;— queni ella ni su padrehayan sido emancipadosaunqueestébajo la patria

potestadde su abuelo;— que ni su padreni su madre hayanvivido en esclavitud,ni hayan ejercido

un negocio sórdido» (Guillén, J., 1980: 317);— tenían que ser vírgenes.

Podíaevitarseser elegidavestal en el casode que:

— se tuviera ya una hermanavestal;— la hija de un flamen, de un augur o de un quindecenviropara la ordena-

cion del culto, o de un septenviroepulón, o de un sacerdotesaliar;— se dispensabatambién a la hija de la esposade un pontífice, o de un

flautista de los sacrificios.— “Según Aleijo Capitón no debeelegirsetampocola hija de quiénno tenga

su domicilio en Italia; y ha de aceptarsela excusade la hija de quiéntiene tres hijos» (Guillén, J., 1980: 317).

Pertenecera las vestalesno era siempre aceptadopor los padresnise requeríala aceptaciónde la candidata.

Las vestales estabanrelacionadascon el Colegio Pontifical y elTemplo de ‘¿estacomo el Atrium Vestaeestabaal lado de la Regiay dela residenciadel Pontífice Máximo.

Las atribucionesdel Colegio no eran sólo religiosas sino tambiénjurídicas y administrativas. Gran número de templos y fiestas no te-nían un clero propio y asistir a estosoficios era asunto de los pontífi-ces: ocuparse del banquete sagrado(«epulum”) de Júpiter, prestarasistenciatécnica a los magistradosdictándoleslas oraciones de lossacrificios, votos públicosy las consagraciones.Ellos, en un principio,eran los únicos que conocíany dominabanel derechode la ciudad, enlos casos en que había que incoar una acción judicial, por ejemplo.Para que estos conocimientosno se perdieranelaboraronarchivos yformularios, actas de rituales, notas de jurisprudencia y registro delos pueblosmás importantesdel año (Bayet, It, 1984: 112-113).

En la ordenque estableceFestose estipula estajerarquía de sacer-dotesmás importantes:

1. Rex sacrorum:sacerdotede Jano.2. Flamen Dialis: sacerdotede Júpiter.3. Flamen Martialis: sacerdotede Marte.

Page 13: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestiles y Adilacuna, dos instituciones... 167

4. Flamen Quirinalis: sacerdotede Quirino.5. Pontífice Máximo: se le atribuye el cuidado del culto a Vesta. Tiene el

control de las comunidadesde Vestalesy su representaciónlegal; él laspropone y recibe en el Colegio de ‘¿esta, es el único hombre que puedeentrar en el templo. Despuésde él estabala Virgo Vestalis Máxima, deltemplo de ‘¿esta.

Funcionesde las vestales

Las vestalesteníansusedeen Roma,pero en otrasciudadeslatinastambién tenían templo, como en Lavinium, Tibur o Alba.

Participabanen los cultos relacionadoscon el fuego, ceremoniasincruentas relacionadascon actividadesdomésticasque se sacraliza-ron. Una de suslaboresera prepararla sal utilizada en los ritos, siendoellas las que realizaban todos los trabajosnecesariospara obtener elproducto final: «comenzabana machacaren un mortero la sal en brutosacadade la salina; la calcinabandespuésy luego de un procesode lim-pieza mediantedisolucióny filtración la prensabanen una dura masa,de la que cortabancon una sierra de hierro, las porcionesque les eranprecisas»(James,E., 1960: 499). La «mola salsa» o harina saladaerauna ofrenda muy fiecuente. Parahacer la harina seguíanun procesoprecido al de la sal, en el sentidode iniciar el ciclo en la recogidade lamateriaprima en su estadonatural: selecciónde los granosde las es-pigas de trigo maduras, desgrane,molido del grano, harina. Esta semezclabacon sal y la masase pasabapor la frente de las victimas an-tes del sacrificio (Bayet, 3., 1984: 113).

A lo largo del año se ofrendabala ‘<mola salsa»en los Lupercales,el 15 de febrero; en la fiesta de Vesta, el 9 de junio, y en el banquetede Júpiter,el 15 de septiembre.Ademásde estasfiestaslas vestalespaí-ticipaban en otras como Las ‘¿estalia. Se celebrabanen el foro juntoa Jano.«Se llevabapor la ciudad a los asnoscoronadosde flores y las‘molae’ se adornabancon flores y guirnaldas’>(Guillén, 3., 1980: 325).Hastael 15 dejunio podíanentrarotrasmujeresen el templo de ‘¿esta,pero descalzas.Despuésse cerrabala entrada y se purificaba el tem-pío, la basurase tiraba de forma que quedabaotra vez purificado.

Tambiénparticipabanen el llamado Sacrificio de los Argeos. «Cadaaño,el 15 de mayo, Pontífices y Vestalesprecipitaban al Tíber desdeel puente Sublicio entre 27 y 30 maniquíes de juncos denominados‘Argei’ o Argeos. Se trataba (...) de un recuerdodel sacrificio etónicode víctimas humanasofrecidas en otro tiempo a Saturno» (Bloch, R.,1981: 246).Los sacrificios humanoseran muy rarosen épocahistoríca.En momentosde extremadopeligro, como en tiempo de la guerracon-tra Aníbal, sí volvieron a practicarse,pero posteriormentela víctima

Page 14: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

-4

168 Pilar Alberti Manzanares

humanafue sustituida por otras ofrendasde simulación atribuyéndo-les el mismo valor que si fuera humano.

Es interesanteanotarque mientras la primera Vestal nombradaenla mitología romana,RheaSilva, al incumplir su voto de castidadfueechadaal río Tíber, desdeun puentepara que muriera,en el sacrificiode los Argeos, son las vestalesquienessimbólicamentearrojan desdeel puenteal Tíber a los Argeos.

Privilegios

— «todos los magistradosles cedíanel paso;— en asuntosde justicia, su palabraerapor si soladigna de teneren cuenta;— cuandosalíande su moradaiban precedidaspor un lictor;— sí al pasarpor la calle (..) encontrábansecon un criminal que llevaban

al suplicio salvábanlela vida con afirmar que el encuentroera fortuito;— los testamentos,los actos más secretos,las cosasmás santaseran a ellas

confiados;— la manutención y demás gastoseran sufragadospor el Estado» (1-Ium-

Bert, J., 1972: 26).— <‘Los pretores, cónsuleso dictadoresromanos ofrecían ofrendas a Vesta,

y los Penatesa la entraday salidade la magistratura»(BlocE, R., 1981: 273).— ~‘Consideradas sai inris hijas del Estado y hermanasde todos los ciu-

dadanos.— Eran las únicasmujeresque podían hacer testamentodesdelos primeros

tiempos de Roma en virtud de la ley Horacia. Por la misma ley interve-nían como testigosen los juicios.

— Podían administrar su hacienda y realizar operacionesfinancieras sinnecesidaddc tutores.

— Puedenir conducidasen litera (.. -)

— Cuandopor enfermedadtienen que salir del colegio sacerdotal quedanconfiadasa la atenciónde algunamatronahonorable.En los juegos públicos ocupabanua.a tribuna cercanaal palco imperialy su veredictoen acabaro conservarla vida del gladiador caído era deci-sivo» (Guillén, J., 1980: 320).

El vestidode las vestalessecomponíade unatúnica blancabordadacon motivos de bandas«infulae” y cintas «vittae’>, la cabezacubiertapor el «suffibulum» que descendíahasta los hombros y sc anudababajo la garganta. Llevaban ademásuna diadema llamada «ínsula’>(Guillén, 3., 1980: 499).

Templo de 1/esta

En el templode ‘¿estano habíaningunaimagende la diosa, la cualestabarepresentadade forma permanentepor el fuego del altar. Estetemplo era redondoy estabasituadoen eí Foro.

Page 15: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestiles y Aclíacuna, das instituciones.. 169

«Según la significación que nosotrosdamos a la palabra era untemplo, puestoque estabaconsagradoa una finalidad eminentementereligiosa; no lo era, en cambio,segúnel sentidoromano, puestoque nosehallabaedificado sobreun terreno separadoespecialmentepara usode los dioses despuésde la oportuna consulta a los augurios” (Ja-mes,E., 1960: 499). Este mismo autor opina que la forma circular deltemplo de ‘¿esta se debíaa que con ella se reproducíaa las antiguaschozasen que habitó el pueblo latino, asignandolos templos con for-ma cuadrangulara una influencia griegay etrusca.

Ademásdel fuego sagradodisponíade una cámaradonde se guar-dabanlos objetos sagradosque no podían ser vistos por personasdis-tintas a las sacerdotisas.Guardabael Paladión, es decir, la imagensagradade Palas Minerva, que había sido el amuleto de Troya, y sedecía que fue robadapor los griegosde su templo antesde que toma-ran la ciudad. Se guardabacon grancuidado,puesde su conservaciónse creía que dependíala seguridady continuidad del Imperio romano,Cuandoentraronlos galos en Roma,las vestalespusierona salvo todoslos objetos sagradosque guardabael templo, enterrándolosen su mis-mo suelo, confiando en que la diosa ‘¿esta-Tierralos protegería(Gui-lIén, 1., 1980: 266).

Ademásdel Paladiumse guardabael alfiler de la madrede los dio-ses,unas cuádrigasde barro de los Veyenses,las cenizasde Orestes,el cetro de Príamo, el velo de Iliona (Guillén, 3., 1980: 266) y el testa-mento de personalidadesde la política y la administración.

Voto de castidad

«Puescomodice mi padreSan Agustín, usó Roma en su antigUedadenterrarviva a la virgen Vestal que manchasu pureza(...). A Opia, virgen Vestal, diceLivio que la enterraronviva, la misma penase les dio a Marcia i a Siextilia i eratan afrentosala muerteque les dabanque Floronta viendoseconvencidaquisomas degollarseque llegar al suplicio’> (Calancha,A., 1653: 20).

La que incumplía el voto de castidadera castigadacon la muerte,conTarquinio Prisco se modificó la forma de muerte imponiendo que lasemparedaranvivas.

Plutarco describeuno de estosemparedamientos:

<‘Junto a la puerta Colina, dentro de la ciudad, se halla un largo y extensotúmulo de tierra llamadoagger. Dentro de él se construyóun estrechoaposentosubterráneodc nioderadamagnitud, al cual se bajabapor una escalera.Itiabíaallí un lecho con cogines,una luz encendiday cantidadde alimentos como pan,agua,miel y aceite (...). La misma condenadaera colocadaen una litera quese cubría exteií.ormcntccon cortinas y se sujetabacon correas(..j. Así la lle-vaban al Foro. Todos se apartabansilenciososy la acompañabansin articular

Page 16: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

170 Pilar Alberti Manzanares

palabraU..). Cuandola litera llegabaal sitio, los ministros de justicia desatabanlas correas, el Pontífice Máximo antes del último paso, pronunciaba con lasmanos levantadas secretas oraciones a los dioses, sacaba a la condenadacubiertacon espesosvelos y la poníaen la escaleraquebaja a la cámara.Lue-go se volvía con los demássacerdotes;en cuanto la Vestal había llegado al fon-do, se sacabala escaleray se cerrabael aposentocon mucha tierra, hastaqueel piso estuvieraa nivel del túmulo” (citado en Guillén, J., 1980: 319).

A lo largo de la historia de Roma no fueron demasiadaslas vesta-les que murieron de esta forma: un total de 18 ó 20. La razón de esteexiguo número no está en el éxito de salvaguardarla pureza,sino enque habíaformas de evadirsede la acusación,ya que su inocencia seprobaba judicialmente y las vestales,como a cualquier ciudadano,nose les podía condenarsino «convictay confessa»(Guillén, 3., 1980: 320).

Al cómplice de la Vestal podía azotarlo el pontífice hasta darlemuerte.El lugar del castigoera el Foro Boacio.

¿Porqué debíanguardar castidadlas vestales?Parafiocart (1975) el matrimonio sagradoforma partede muchos

rituales, de maneraque la castidadritual no es, en realidad, sino unaforma de matrimonio sagradoy así la mujer debepermanecervirgenporque su matrimonio será con el dios o el espíritu y así no estarádisponible para los hombres.

Según Mary Beard (1980), las vestalesocupabanuna posición am-bigua, puestoque tenían característicascompartidasde otros grupossociales,a saber: eran consideradasvirgenes,matronasy con prerro-gativasmasculinas.

Siguiendoa esta autora, pareceque el origen de la institución delas vestalesestuvo en la actividad que las hijas y las esposasde losreyes antiguos romanos tuvieron por conservarel fuego del hogar y,por ende,de todo el poblado.La identificación de las vestalescon laesposadel rey viene suscitadapor la coincidencia de tareas: procurarqueel fuego no se apague,preparar la mola salsa,limpieza del templo.

Por otro lado, las vestalesparticipabanen ritos a la fertilidad agrí-cola como en los Fordicidia (en la cual quemabanel feto de una vacaembarazada),o en los Cornualia (en la cual se almacenabala cosecha).

Otro elementode apoyo a la teoríade la relación entrelas vestalesy las matronasromanases el tipo de vestido que utilizaban en el mo-mento de incluirlas en la institución, pues éstese asemejabaal de lamuchachaen el día de su boda, incluyendoel rito por el que el pontí-fice celebra la inclusión de las vestalesen la orden y el rito del matri-monio romano. Así, el Pontífice Máximus representabaen su capaci-dad sacerdotalal poder religioso de los antiguos reyes romanos.

Incluso eí derechode castigar a las vestalespor su impurezaeracomparableal poder de punición que el hombre romano tenía sobresu esposa.

Page 17: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

171Mujer y religión: Vestiles y Aclíacuna, dos instituciones..

Pero, ¿cómohacen compatibleel considerara las vestalescon unestatusde matronassi ellas debíanser virgenes?Beardexplica queeltipo de virginidad que representabansc asimilaba a la castidad de lamatronaromanaen el sentido de fidelidad a su marido, sobriedadenla conducta,y en el vestido. Además, esta relación se vio confirmadapor el hechode que Augustoconcedióa las vestalestodos los derechosde la mujer que había tenido hijos, siendo legalmenteasimilado suestatusal de matrona romana.

Si esteaspectoes el que más característicascompartecon las vestales hay también rasgos de privilegios exclusivamente masculinosque también se les otorgan. Por ejemplo,ellas eran protegidaspor unlictor, derecho que poseíanexclusivamentelos hombres de estado,así como dar testimonio en los juicios, también privativo dc los hom-bres. Jurídicamentetenían derechoa hacer testaniento sin necesitarel permiso de un tutor.

Vírgenes,matronasy varones,ambigixedadde atribucionesque po-dna serexplicadaatendiendoa su posición simbólica en la que «la am-bigúedadsexuales enfatizadapor la marginalidadde las vestalesen suposición de perpetuo«rito de paso’> y por su aislamientode la familiatradicional y estructura social de estado»(Beard, 1980: 17).

En la institución de las vestalesestáplasmadode forma clara y sinaditivos el modelo idealizado de cómo debía ser una mujer romana(de buena familia). Patrón impuesto por un predominio masculinodesdeel principio de la historia de Romaque dignifica a la mujer uní-camentecomo madre y esposa,a la que sc le concedeun poder rela-tivo, en premio a sucontribución por engrandecerRoma. Las vestalesserian la forma más prístina de este concepto idealizado, que comoinstitución aseguró la pervivencia de una forma enquistadade domi-nio sobrela mujer que permanecióhastael final del Imperio Romano.

1.8. CoNTEXTo RELIGIOSO EN EL OLE SE INCLUYEN LAS ACLLAcUNA

1.8.1. REI,IGIÓN INCAICA

Quizá uno de los ejes más importantesalrededor del cual se orga-nizaba la sociedady la cultura incaicafue la religión. Quidrasever tan-to en el nivel puramentepopular como en aquel que correspondea laélite gobernante.

Los mandamientosreligiosos justificaban el complejo entramadopolítico explicando la estratificaciónsocial en la que,a modo de esca-lera, ocupabael último peldaño,el más alto, el inca.

La motivación religiosa impregnabay daba sentido trascendentalal ámbito puramenteeconómicocomo era la siembray recogida del

Page 18: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

172 Pilar Alberti Manzanares

cultivo, el establecimientode un calendarioagrario,etc. No resultaríagratuito afirmar que para un pueblo que es profundamenteanimista,la religión tenía y tiene una importanciasingular. Aún despuésde lallegadade los españoles,el pueblo llano siguió manteniendosuscreen-cías ancestrales.Los clérigos no pudieron erradicaríaspor completo,adoptandoentoncesuna religión sincrética con parte de elementosan-dinos y parte cristianos.

La Divinidad

En un principio fue el mundo, pero ¿quiénlo creó?, ¿quiéno quépusoen movimiento estelugar dondelos hombreshabitan ahora?,¿unprimer motor?, ¿una fuerza inteligente?,¿un ser superior a los hu-manos?

Parael hombre andinoexistía un hacedor,un ser supremoque lla-maron Viracocha las poblacionesdel Altiplano y Pachacamac,las tri-bus costeñas.El aspectode estasdivinidadesy el de otras,puesel pan-teón andino no era monoteísta,tomó forma humana,si bien estabanasociadasa fenómenosnaturalesy astralescomo la misma tierra, losríos, los volcanes,las estrellas,etc.

Estos dioses podían ser adscritosa sexos determinados:masculi-no o femeninoy se les relacionabamedianteel parentesco,existiendoentreellos afinidad u hostilidad en sus relaciones.

Otra característicaobservadaapuntaque bajo su advocaciónsub-yacían diversas competencias,rasgo que podía suscitar ambigiledada la hora de definir a cada divinidad. Esta peculiaridad que,por otrolado, no es exclusiva del mundo andino, se debió al sincretismo pro-ducido entre diversas tribus; una aculturación producida bien porconquistao bien por simpatía. Se atribuye a la épocaincaica la exis-tenciade un verdaderopanteónpoliteísta, como aseguraKelm (1973:662), pero se conoce la existenciade dioses «extranjeros»en numero-saspoblacionesantesde la conquistainca.

El dios Pachacamac,cuya jurisdicción se extendíapor la costacen-tral del Perú,no tenía estenombreen un principio sino el de Jchmaperoal serconquistadala región por los incas se le cambió el nombre.

Para los incas el dios creadorera Inti, el Sol. Adscrito a un rolmasculino,casadocon Mama Quilla, diosa lunar. Esta pareja tenía surepresentantedivino en la tierra medianteel matrimonio de la Coyacon cl Inca, que eran adoradospor estaremparentadoscon los dioses.

‘¿iracocha,dios primigenio y héroe civilizador, unavez que terminósu obra, desapareciópor el mar prometiendo volver. ‘¿iracochay eldios Sol, Inti, son complementarios,ajustándoseperfectamentea laestructura de pensamientoincaico. Tal es así que Jnti está relaciona-

Page 19: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: 1/estiles y Acilacuna, dos instituciones... 173

do con lo de «arriba», el cielo, el fuegoy la sierra.Viracocha lo esta-ba con lo de «abajo’>, la tierra y la costa.

La familia divina entroncaen susramasúltimas con la humanidad.Este entronqueentre la divinidad y el mundo humanosólo podía es-tablecersemediante el Inca y la Coya. Cada monarca se adscribía auna determinadadeidad y las característicaspropias del dios eranasumidaspor el Inca.

El mundo estaba en armonía,ordenado.Los hombres tratabandeconseguir la perfección en su sociedadimitando el orden que debíaexistir en la sociedadde los dioses. Polo de Ondegardo,apunta que«todoslos animalesy avesque hay en la tierra creyeronque ovieseunsemejanteen el cielo, a cuyo cargo estabasuprocreacióny augmento»(Polo, 1916a: 5). Por ello, es por lo que las normasy leyes de gobiernoestabanjustificadas siempre,ya que éstaseran las que los dioses se-guían.

.51 ritual

Toda religión se corroboracon las prácticasmás o menos rituali-zadas,máso menosgeneralizadasentreuna élite gobernantey el pue-blo. Las ocasionesmás apropiadaspara exteriorizar las creenciaspormedio de rituales eran las fiestas. Estas eran abundantesen el calen-dario inca, y la mayoríaestabanentroncadascon el año agrícola.

La manerade orar «al sol y las estrellasera uno mismo: que esabrir las manosy hacercierto sonidocon los labios (como quién besa)y pedir lo que cada uno quería: y ofrecerle un sacrificio» (Polo,1916a:6).

Junto con las oracionesformaba parte del ritual las ofrendasy elsacrificio. Podíarealizarlo el sacerdotea petición de un particular o dela comunidad; así como se podía ofrecer un sacrificio personal consentidoexpiatorio o de acción de gracias.

Existían ofrendasde alimentoso productos del campo,de animalesy de personas.La llama seofrecíaal dios Inti, el guanacoa Vicracocha,ademásde cuies, ropa, plata, conchasmarinas(«mullu”), plumas, ha-rina de maíz, chicha, coca,pestañas,cabellosy sangrepropia o de losanimalessacrificados, pero más especialmenteeste tipo de donativose ofrecía en las peticionesprivadas. Se sacrificabanllamas todos losdías del año,al Sol, en Cuzco. Las telas y la coca se quemaban,otrosobjetos eran enterrados.

Los sacrificios humanosse realizabanen ceremoniasmuy especia-les y por importantes motivos: en caso de epidemias,hambres,coro-nación de un monarca,enfermedaddel mismo, etc. Al respecto dicePolo:

Page 20: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

174 Pilar Alberti Manzanares

«Quandoaria nuevo rey y le daban la borla (..) entre otras innumerablesceremoniasy fiestasy sacrificios que hazian, sacrificabanniños de cuatro añoshasta diez. Más porqueya esto a cesadodel todo no hay que azer mas men-cion dello» (Polo, 1916a: 26).

Sin embargo,en su obra Relación de los adoratorios de los indiosen los cuatro cequesdel Cuzco, Juan Polo consignagran cantidad dehuacasa las que se ofrecían sacrificios de niños. Aquí hemosconsig-nado una pequeñamuestrade las que apuntaPolo:

— Chinchaysuyo: cuarto Ceque: Payan, cuartahuacallamadaChuquimalpa.— Antisuyo: segundoCeque: Payan,cuarta huacallamada Chuquimarca.— Collasuyo: primer Ceque: Callao, tercerahuacallamada Churucana.— Cuntisuyo: primer Ceque: Anahuarqee,sextahuaca: Curipascapuquio(Po-

lo, 1917: 12, 26, 37, 8).

Pedro Gutiérrez de Santa Clara deja constanciaen su crónica de lasformas en que serealizabanlos sacrificioshumanos.La visión de SantaClara nos resulta muy útil porque está despojadade todo apasiona-miento, cuentalos hechosreligiosos sin un ápice de misterio, como silo sagradoestuvieratan cerca de lo humanoque no puedeencubrirse.

En su descripción le interesa resaltarcómo los indios principaleselegíana un hombre del pueblo para servir de mensajeroentre ellosy el dios Viracocha. Elegíana aquel que fuese fuerte y razonable,demaneraque le convencíande la buenavida que iba a llevar en el másallá y el gran servicio que hacía a la comunidad intercediendoporellos. Se le vestía con ropas blancasy adornosde oro. La forma demuerte era el estrangulamiento(Gutiérrez de Santa Clara, 1963: 233).

En el sacrificio de seresvivos, entre los incas, la sangre no tieneun papel destacado,se valora más la belleza,la limpieza y perfeccióndel cuerpo a inmolar. Las llamas son los mejores ejemplares,se eli-gen las más perfectas,de las victimas humanastambién, no puedentener defecto,y por estemotivo la forma habitual de muertees porestrangulamiento,con ello no hay mutilacionesy el cuerpollega intactoante la presenciade los dioses.

«... los ganadosque se sacrificabanno los degollaban,más antes los mata-han ahogándolos,y eso hacíanporque ningunacosamancani falta debíaofre-cer al sol, más antes entera, para que fuese más apta (.. )» (Murúa, Bayle,1946: 263-264).

La religión, la política y el pueblo

La religión era utilizada por el estado incaico como una formajustificada del poderíopolítico, ya que los «cultosestatales»formaban

Page 21: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: 1/estiles y Adilacuna, dos instituciones.- - 175

partede unaalianzaentreel gobernantey la divinidad, por lo que «po-dría plantearseque la expansiónreligiosa puederespondera la nece-sidad de cumplir el pacto celebrado,con motivo de la guerracon loschancas,entrela divinidad solar Huiracochay el inca Pachacutí»(Pea-se,F., 1967: 24).

Así la guerrade expansiónincaicapara conquistarotros puebloses-taría motivada, al igual que las cruzadasmedievalesen Europa, porun afán «evangelizador»,que devengaba,además,sustanciososbenefi-cios económicos.Pero precisemosque no se tratabade eliminar a losdioses de los pueblos conquistados,sino que estos dioses fueron asi-milados al panteón inca. Dejabanque sus ídolos y prácticasreligiosasse continuasen,a cambio de aceptarel culto solar y la introducciónensusterritorios de una jerarquía de nuevos sacerdotesque llevaban laideología del gobiernocentral del Cuzco.

La religión del Estado, basadaprincipalmente en el culto al Sol,tuvo una raigambrepopular en aquel aspectoen que se relacionabacon otros cultos más antiguosya practicadospor el pueblo, y que te-alan como principal preocupaciónlos ciclos agrarios, incluyendo sa-luciones prácticas para mejorar el rendimiento del cultivo: sistemasde riego, aclimatación de plantas en otros lugares a distintas altu-ras, etc. - - Sin embargo,en aquellos aspectosdel culto solar basadosen complejasexplicaciones teóricasy cultos iniciáticos exclusivos dela noblezay élite de Cuzco, el pueblo no participabay con la llegadadel cristianismoestos aspectosse perdieron,mienras se conservaronen el pueblo llano las prácticasmás sencillas y las creenciasvincula-das con la vida cotidiana.

La religión inca tenía fines temporalesmás que espirituales. JoséCarlos Mariátegui, opinabaque la religión del hombrequechuaera uncódigo moral antesque una concepciónmetafísica(Mariátegui, 1974:135). El individuo debíaregirse por estecódigo para servir mejor a susociedad;no importaba tanto la personaindividualizada como el biencomún, y el del Estado.

La educaciónque recibía el niño quechuale instabaa servir al Es-tado, y una vez adulto, incluso, al sacrificio. La religión era el Estado.En ambasinstituciones, la cúspideera ocupadapor unamisma perso-na: el inca.

Al identificar el régimen social político con la religión, los fines deéstaeran temporalesy materiales.Preocupadosmás de resolverproble-mas del mundo terrenal no tenía unabasefilosófica sólida. Sus creen-cias se basabanen el carácteranimistay en las prácticasmágicasne-cesariasen todos aquellos actos de su vida que lo precisabancomo,por ejemplo, la ritualización de las actividadesagrarias y los ciclosvegetativos.

Page 22: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

176 Pilar Alberti Manzanares

Importancia del culto solar

La importanciadel culto solar se remonta a períodosanterioresalos incas, aunqueéstosinstitucionalizasensu culto como religión ofi-cial de todo el Imperio.

Cieza de León apunta que antesde que los incas reinasenen estastierras, los indios estuvieronmucho tiempo sin ver el sol, que tantafalta les hacía,rogaron a sus diosespara que salieray entonces,de laisla de Titicaca, salió el Sol muy resplandeciente.(Cieza de León,1973: 18>.

Sin embargo,autorescomo Franklim Pease,afirman que el cultosolar no se dio con anterioridad a los incas (Pease,1973: 54). Estosreelaboraronel mito de la creacióndandoun papel preponderantealSol, considerándolocomo el creadordel mundo, compitiendo, incluso,con ‘¿iracocha.

El inca, al ser consideradocomo hijo del Sol, se divinizaba y a lavez convertíael cargo de soberanoen sagradoporque la personaquelo ocupabaasí lo era.

Los sacerdotesasociaronal primer inca, Manco Capac,no sólo conel fundador de los incas, sino también de la civilización. Asume así elinca el papel de héroe civilizador, ordenadordel mundo, en oposiciónal caos reinante.

Por su aspectohumano se comunicarácon los hombres enseilán-doles especialmentelas laboresagrícolas pero, por su parentescodivi-no también se comunicarácon su padre el Sol, sirviendo de puenteyenlaceentreambos mundos. El lugar por excelenciadonde se estable-ce esta conexión será en el Cuzco. Centro sagrado del que debe irra-diar hacia otros puntos geográficos,la civilización frente al caos. Espor eso por lo que se puedepensaren queestemito fue reestructura-do por los sacerdoteshaciendo intervenir al Sol.

Puededecirseque estemomento de cambio vino con el reinado dePachacuti,que sintiéndoseherederode Manco Capacera también hijodel Sol. Peaseafirma que el cambio sobrevinoa raíz de la guerracon-tra los chancas,dondese enfrentaronViracocha 8.~ y Pachacuti92 «Lalucha entre los Inkas Wiracocha y Pachacutí,en torno a la invasiónChanca,que los cronistasrelatan tiene que ver con el sometimientoque el primero manifestó hacia los invasores.Esto puedeentendersesi se consideraa nivel de la tradición oral y del mito, la actitud deldios Wiracochade no intervenir en favor del Cuzco, seriaconsecuentecon su calidad de ‘Dios ocioso’, ya anunciada,puesde él no dependela vida del mundo. Es justamenteestasituación la que obligó-permitiósu cambio o desplazamientopor una divinidad más dinámica comoel Sol» (Pease,1973: 61-62).

Page 23: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: 1/estiles y Adilacuna, ~-1osinstztucwnes..- 177

La victoria sobrelos Chancas,graciasa Pachacutí,afirmabael pode-río del Sol. El Cuzco fue reconstruidode nuevo por este monarcayrespondea una orientación solar como el Coricancha,que si anterior-mente fue templo del dios Viracocha,ahora lo será del Sol.

Las expedicioneshacia el Chinchaysuyoy el Collasuyo, realizadasen época de Pachacuti,sirvieron para implantar el culto estatal. Enlos centrosurbanos donde se siguió el culto solar éste se manteníagracias a un sistema tributario impuestoy a que las Ceremoniasmásimportantes eran celebradaspor personal de sacerdotescuzqueños,fieles al culto estatal.

Sacerdotisasy sacerdotes

Muchaseran las personasque de una manerau otra estabanrela-cionadascon la religión. La concepciónanimista del hombre andinohacíaque muchos elementosde la naturalezaalcanzaranun carácterdivino. Esta adoración de huacas y pacarinasexigía culto efectivo.A parte de estashuacasse extendíanpor todo el territorio conquistadolos templos mayoresy menores.Paratodos estos baluartes religiososdebía existir un personaldedicado a su cuidado y mantenimiento.

El cronistaanónimo(1594), que presumíblementese trata del jesui-ta Blas ‘¿alera(en EsteveBarba, 1968: XLV), diferencia«grossomodo»tres gruposde sacerdotes:

1. Los primeros seríanlos maestros de ceremoniasy ritos, esta-bleciendolas normasy estatutosdel comportamientoreligioso. Aclara-ban las dudas,tanto de los demás ministros como del inca. De entrelos ministros se elegíaa los juecesque castigasenlos delitos que con-tra la religión se cometiesen.

El ‘¿ilahoma era elegido por estos sacerdotesy tenía jurisdicciónsobrelos incas, los señoresy todo el pueblo, «aunquedespuésde TopaInca Yupanqui, dieron una baja muy grandeen importancia él y losdemásministros, no sólo en la autoridad y poder, sino tambiénen ellinaje y rentas»(JesuitaAnónimo, 1968: 161). El cronista describe alVilahoma como hombre austeroy sobrio. De gran sabiduríay ranciolinaje. El enviaba visitadores por todo el reino inspeccionandolostemplos, huacasy «monasterios”.También se encargabade señalaralos quipucama~osque debíanaprendersobre los hechos del ‘¿ilaho-ma, los sacerdotes,reyes y señores.

Cuandomoría se celebrabaen su honor solemneshonrasfúnebres,se le embalsamabay enterrabacon todos los honores.

2. Una segundaclasede «ministros’> eran losadivinadoresde casosvenideroso presentes.Se llamaban«huatuc»(JesuitaAnónimo, 1968:

Page 24: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

178 Pilar Alberti Manzanares

164) o adivinos. Estabaneg los templos, como el de Mullipampa enQuito, Pacasmayoen los valles de Trujillo, Rimac en Lima, etc... Ellostransmitían la voluntad de los ídolos.

3. La tercera clase, la componían los «humu» (JesuitaAnónimo,1968: 166) o hechicerosy <‘Enanac»o desolladoresde animales para elsacrificio. Ayudaban con su trabajo a los de la primera y segundacla-se,preparandolos templospara la ceremoniay a los animalespara elsacrificio (matabanal animal, lo desollaban,abríany observaban,la-vabanla carne, la asabano cocían).«Si sacrificabancarnecon sangrese decía ‘harpay’ si carne sin sangre,‘haspay’; si oblaciones,con pany mieses,‘cocuy’» (JesuitaAnónimo, 1968: 166). También llevabanlasandasdondeiba el ídolo.

Otro cronista interesado en la variedad y diversificación de lossacerdoteses el padreJosé de Arriaga. Este publica su obra en 1621,en Lima, y haceunaclasificación más completallegandoa definir docetipos de sacerdotes(Arriaga, J., 1968: 206).

Sacerdotisas

En la organizaciónreligiosa, que era el reflejo del equilibrio entrefuerzasdivinas y humanas,la mujer tenía un puestoque ocupar.Losesquemasquefuncionabanen el mundo «civil» para dividir los traba-jos y roles de la mujer se cumplían de igual maneraen el mundo reli-gioso. Así, una mujer no podía ser ‘¿ilahoma,pero sí alcanzar el altorangode directora de un Acllahuasi (cargo exclusivamentefemenino).

Las mujeres tenían sus propios cultos, con celebracionesparticu-lares donde los hombresno participabanen absoluto.Había mujeresque oficiaban en las ceremonias,ayudabanen el mantenimientode lahuaca,incluso existíanhuacasque estabanadscritasal culto femenino.Ejemplo de ello tenemosla tercerahuacadel cequeCollana de Chin-chaysuyo,que era una fuente llamada Ticicocha. Estabaen Cuzco,y era la fuente de Mama 0db, «en la cual hacíanmuy grandesy or-dinarios sacrificios, especialmentecuandoquerían pedir algo a la di-cha Mama 0db» (Polo, 3., 1917: 6). Esta mujer, madre de HuaynaCapac,estuvo representadacomo ídolo en el templo de Tomebamba,como afirma Murúa (Murúa, 1962: 81).

Mujeres eran las que se encargabande cuidar las momias de losincas, de darles de «comer y beber’>,de preparar la chicha que luegose intercambiaríaa modo de brindis, con las momias y con el incareinante.

Existían cultos propiamentefemeninos seguidos exclusivamentepor mujeres,pero encontramostambién a mujeresen la adoracióndecultos masculinos,como es el casode las mujeresconsagradasal Sol,

Page 25: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestites y Aclíacuna, dos instituciones... 179

las llamadas «escogidaso Aclíacuna», de las que nos ocuparemosmásadelante.

Habíahuacasfemeninasque eran adoradaspor los hombres,comoes el caso de los «llaetas’~,porque estashuacassimbolizabanel lugarde donde provenían.

La fiesta dedicadaa la Luna, en el mes de septiembre, llamada«Coya Raymi”, era una fiesta femenina,en la que se festejabandos su-cesos: por un lado, el comienzo del ciclo agrícola (en septiembreco-menzabanlas lluvias), por otro lado, un homenajea la Luna y su hijasimbólica: la Coya. En el calendarioritual había temporadasestable-cidas en las que lo femeninopredominaba.«Así las mujerespodíanre-presentary garantizarla prosperidaddel Imperio, pues sus organiza-ciones religiosas les conferían un sucesoespecial a las deidadesfe-meninas cuyas Fuerzas regían en períodos determinados» (Silver-blatt, 1., 1976: 32W).

En la cosmogoníaandina, las diosas ocupaban el CAY PACHA,«mundode aquí”, es decir, la tierra. Asegurabanla fertilidad de la mis-ma. Pachamama,lapamama, Saramamay Cocamamason algunasde las diosas relacionadascon la tierra. Las deidadesmasculinasocu-pabanel «mundode arriba’>, HANAN PACHÁ, representandoel cielo,el rayo, etc. - - El cosmosestabadividido en dos esferas: la masculinay la femenina.

El Coricancl-za

El sitio que albergabael culto solar era el Coricancha de Cuzco.Este edificio ha sido descrito por los cronistascomo un lugar impre-sionante,cuyas paredesestabancubiertas de planchasde oro. Todoslos diosesdel Imperio teníanen esta casasu cabida.

Llegado el gobierno de PachacutíInca, éste renovó ricamente eltemplo. Betanzostranscribe,que Pachacuti se encargópersonalmentedc revisar las obras, disponiendo del terreno y el proveimiento (Be-tanzos, 3., 1968: 32).

Garcilasocoincide con los anteriorescronistasen que fue Inca Pa-chacuti quien lo adornócon mayor riqueza(Garcilaso, 1829: 249). Mu-chos han sido los cronistasque han descrito el templo: Cieza (1880:105-107), Molina el almagrista(1968: 75), etc..., existiendovariacionesde más o menosdetalle en sus relatos,pero todos coinciden en la granriquezaaurífera que poseía.

El Coricancha estabasituadoen el lugar que ahora ocupa la igle-sia de SantoDomingo (queconservahoy en día partedel templo inca).Estabaconstruido en edificio de piedra muy bien labrada.La capilladel Sol estabaorientada hacia cl este; la techumbre era de madera,

Page 26: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

180 Pilar Alberti Manzanares

cubiertaen suparte posterior de paja. El interior del aposentoestabaforrado con planchasde oro. La figura del Sol, también se realizó en elaurífero metal y estabacolocadaen el testero de la sala.

Sobre la forma de estafigura existendivergenciasde opinión. Unoscronistasnos relatan que se trataba de una figura de oro macizo deltamañode un niño de un año de edad. Este símil viene explicadoporel hecho de que cuandoPachacutituvo la visión de Viracocha,éstesele aparecióen forma de niño, con gran resplandor.Betanzoses uno delos cronistasque así nos representaal ídolo solar (Betanzos,1968: 33),así como Pedro Pizarro (1965: 192).

Juande SantaCruz Pachacutino habla en ningún momento de fi-gura humanaal referirse al Sol, sino más bien de unaplaca o planchade oro. En sucrónica relataque,Manco Capacmandóhacera los pla-teros de Cuzcouna plancha de oro fino en forma redondeadaque re-presentabaal hacedordel cielo y la tierra, y que fue colocadaen elCoricancha(SantaCruz Pachacuti,1950: 217).

Posteriormente,Mayta Capacañade nuevos elementosde decora-ción acompañandola placa.Dice el cronista:

«Huayna Capachizo dc micho otra plancha redondacomo al sol con susrayos y con todo esso dizen que todavia estabapuesto en sus lados aquellaimagen dcl sol que avia puestoMaytacapac,que es como esteque estaabaxo»(Santa Cruz Pachacuti,1950: 227).

El dibujo al que se refiere es el que insertamosen la página 181.

178.2. PosicióNDE LA MUJER EN LA RELIGIóN INCA

La mujer dentro de la religión desempeñóun importante papel, yasea en los mitos, formando junto al hombre la pareja civilizadora, yaseaincluida en el panteónandino de diosesy diosas;en sus creenciasy fiestasreligiosas.

La mujer y la mitología incaica

En la mitología del origen de los incas,la mujer aparecedesdemuytempranoasociadaa la creación.Ella, junto con su pareja masculina,protagoniza los hechosmás fundamentalesde la historia incaica.Se leconcede,asimismo,un papelparejoen importanciaal del hombre,aun-que no de igualdad con él.

Muchas crónicas relatan sucesosen los que la mujer es el centropromotor de! descubrimiento,origen, fundación, gobierno, etc..., dela acción significante de la historia.

Page 27: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestiles y Aclíacufla, dos instituCiOneS.. 181

fi” 9ca /C~tt7fl~g~ ¿~ >1

,—~ «o— ¿,-.>~j4sg~~ ~ -.

~1-

JbC

ty~%-. $$<S

,tn.

~ ~%“-r<- . ¿&4kt~rt~.~pi~rz-A, z

,.otwt&. 4?’:. o ~7.tA~ — ¡-.~aS*-’~, ~tV4<’’<~’~ 9~ ¿%%5t ~

b’-0- u ~,~<4aflcv.-~ -- ji ‘ <Y’A-~-’~ <4..&r~rrr7t~c’.~ ~

~<t¡Ánv~s ~~J{4 ,~~ 4L~’”~’ . .~ .- ____________

‘-4--

1

e~fr V4acA4

- ftAflC)4 ~ ct-1~t~% ti” <‘<- ft~t9~

g~~~&mAt c1~3~.a:f - , . “4

-1-- ,ákkAÚ X~4.Yd~=7$4q~t.

Dibujo de la planchode oro que representabaa? sol en el Coricancha.(PachacutíYamqui, 1613, Mss 3169, fol. 13t.)

Page 28: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

182 Pilar Alberti Manzanares

1. Sobre el origen de los incas—BernabéCobo nos propónela si-guientenarraciónrelacionadacon la mujer:

“Otra fábula del origen de los Incas es muy semejantea ésta, salvo queafirman que los primerosnacieronen la sobredicha isla de una mujer llamadaTiticaca, de quien tomó el nombre la isla y la laguna,y en memoriade aquellamujer, madre dc los Incas, teníansus descendientes,en un solemnetemplo queen aquellaisla edificaron,unaestatuao ídolo de figura de mujer de oro y plata»(Cobo, 1956: 63).

El origen de los incas, en estecaso,no se relacionacon un origen divi-no solar, pero sí los coloca en un lugar veneradopor excelencia:el Ti-ticaca.

JI. En el descubrimientode Cuzcoaparecede nuevola mujer comopersonajeactuante,siendo ella quien lanzala barretade oro, que indi-cará el lugar más apropiado,dondelos hermanosincasfundarían Cuz-co. Recuérdese,por estemotivo, la crónica de Sarmientode Gamboa,en la que Mama Guaco lanza dos varas de oro cayendo sólo una deellas en tierra fértil, cerca del Cuzco (Gamboa,1965: 217).

III. La fundación del Cuzcopor los incas y la distribución de laciudad en dos barrios está relacionadacon un principio que definíaclaramentelo masculino y lo femenino:

«Dividiéronsepor aquelvalle, el príncipe por una partey la princesapor otra,para convocar los moradoresdel y con razonesy beneficios atraerlosa su vo-luntad haciéndolesentenderque eranhijos del Sol, enviadospara su enseñanzay beneficio. Los bárbarosque los vieron tan bien vestidosy aderezadosy detandiferente el traje del suyo, los empezarona respetary por su consejoy man-dado se convocaronunos y otros y con la industria que los Incas les dieron la-braron casasen el sitio que hoy tiene la ciudad, con división en dos barrios, eluno de la genteque trajo el príncipe, y el otro de la quejuntó la princesa; aquélse llamó Hanan Cuzco y éste Hurin Cuzco, que quiere decir Cuzco el alto yCuzco el bajo» (Cobo, B., 1956: 63).

Estas dos parcialidadestendrán un valor diferente, siendo más rele-vante pertenecera la partcHanan que a la parteHurin.

Sarmiento de Gamboaregistróen su crónicael origen mitico de losindios cañaris,del Ecuador,y en él también quedapatentela divisióndual, puesel relato cuentaque los hermanoscañaris entablaronamis-tad con dos mujeres; el mayor de ellos murió ahogadoen una lagunacercanay el que quedó se casócon una de las mujeres.La otra túvolapor manceba.De ellas tuvo diez hijos, a los que dividió en dos parcia-lidadesde cinco hijot cadauna,y llamó Hanansaya,«quequieredecir,el bando de arriba, y al otro I-Iurinsaya, que significa el bando deabajo»(Gamboa,1965: 208).

Page 29: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión:1/estiles y Aclíacuna, dos instituciones..- 183

Esteprincipio binario de lo de arriba y lo de abajo lo recogela so-ciedad inca, aplicado en un aspectoque nos interesa resaltaren estemomento, nos referimos a la relación entre Hanan-masculina-IncayHurin-femenino-Coya.

La función del Inca y de la Coya, su mujer, es civilizadora, cadauno por su partese encargade enseñarlas laborespropias masculinasy las propias femeninas.Estas consistíanprincipalmenteen hilar, te-jer lana, «con los otros ministerios y ocupacionesde su profesión»,dice Cobo refiriéndosea lo que la Coya enseñabaa las mujeres. Porsupuesto,las laboresfemeninas abarcabanun amplio campo de acti-vidades que no se ciñen únicamente a hilar y tejer.

IV. El gobierno del grupo inca estuvo siempre en manos de loshombres,pero quedaconstanciade que en, algunasocasiones,en queel Inca estabaausentede Cuzco, fue la Coya quien tomó las riendas.Ejemplos de ello los encontramosen la Coya Chimpu OdIo, o MamaCahua,mujer que fue de CapacYupanqui. Esta mujer, de medianaes-tatura y afable trato, estuvo encargadadel gobierno de Cuzco cuandosu marido estabaausente(Murúa, 1962: 38).

El boato que la acompañabaen cada salida por las calles de laciudad, cuentael cronista mercedario,era suntuoso.La llevaban bajopalio, adornado con plumas de diversos colores y con piezas de oroy plata. Para que sus reales pies no tocaran el suelo, sus criados seadelantabanpara allanar el camino con mantassobre las que pisaba.

El transporteen andasera privativo del Inca, si bien caminarbajopalio suponía,asimismo,un signo de elevado rango.

El caso de la Coya Cusi Chimpo o Mamamícayes algo diferentepero sienificativo. EstaCoya era mujer de Inca Roca. Su carácter,másbien rudo, la definía como muy cruel, incluso se la acusadel asesinatode CapacYupanqui con veneno.Sin embargo,aunqueel cronista nomencionaque sustituyeraal Inca en el gobierno,si apuntaque «las ar-mas de esta señora fueron: la Mascay Paeba(...) un pájaro llamadoCori Quinqui y un tigre en un árbol grandeatravesadoy dos culebrasgrandes»(Murúa, 1962: 41). La MascayPachaera un símbolo indiscuti-ble de poder.

El Sol y la Luna, el Inca y la Coya. La Luna era adoradapor la Coyay las sacerdotisasdel culto, el Inca adorabaal Sol. La Coya era la in-tercesorade las mujeres y por su bienestarpedía a la Luna. El Inca.por su parte, hacía lo mismo pidiendopor los varones,al Sol.

Las entidadesfemeninasy masculinasson concebidaspor el hom-bre andino como una relación de interdependenciaque aliadascreanlas energíasmotoras del mundo. María Rostworowski apunta comoejemplo de la alianza entre lo masculinoy femeninoel caso de la vic-toria de los incas sobrelos chancas.En esta victoria, los incas fueron

Page 30: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

184 Pilar Alberti Manzanares

ayudados,según la mitología, por los pururaucas,que eran piedrasconvertidas en guerreros.Junto con éstos iban también mujeres queayudaronen la lucha. Una de ellasquedóconvertidaen piedra y la lla-maron Tanancuriota,pertenecienteal octavocequede Cuntisuyo(Rost-worowski, 1983: 134-135).

Cultos religiosos de cariz femenino

Los cultos femeninosquedaronpatentesa la vista de los descubri-dores, cuando contabilizabanlas riquezas en oro que iban hallando.Todos los objetosteníanun fin ritual y no lucrativo, por lo que la granmayoríade ellos fueron encontradosen lugaressagrados.En la rela-ción de Pedro Sanchode la Hoz, que fue una de las que se refieren alprimer momento de la conquista, se enumerantodos los objetos deoro y plata quefueron fundidos en Cuzco para luego repartir los bene-ficios. En el lote que iba destinadoal quinto real se encontrabandiezo docefiguras de mujer:

«del tamañode las mugeresde aquellatierra, todos de oro fino, tan hermo-sas y bien hechascomo si estuvieranvivas. Estaslas teníanellos en tanta ve-neración como si fueran señorasde todo cl mundo y vivas, lasvestíande ropashermosasy finísimas, y las adoraban por Diosas, y les daban de comer y ha-blaban con ellas comosi fueranmugeresde carne. Estasentraronen el quintode 5. M. Había ademásotras de plata de la misma hechura»(Sanchode la Hoz,1962: 76).

Grancantidadde los cultosde cariz femeninoestabanrelacionadoscon la fertilidad, con la capacidadde generarvida. Es por eso por loque se tiene una profunda veneracióna la Pachamamay a todo aque-lío que se relacionacon la tierra.

Irene Silverblatt ha consignadoen Pimachi-Ancashel culto a las«mamasaras»o madresdel maíz. Se caracterizapor serun culto fami-liar del que se encarga la mujer de la familia, propiciabanuna abun-dantecosechade maíz (Silverblatt, 1975: 325).

JuanPolo de Ondegardonos habla de las «mamasaras”.En su cró-nica sobrelos erroresy supersticionesde los indios comentaque en lafiesta denominada~cAymoray» o «Aymoraña» (celebradaen mayo) sehacía urja huacade maíz:

«la cual llaman Mama~ara,tomandode su chacracierta parte del maíz másseñalado(...) y la tienen en gran veneracióny dicen quees madre dcl maíz desu chacra(...) y los hechicerosle preguntansi tiene fuerqaparael añoque vieney si respondeque no, íe llevan a quemar a la misma chacracon la solemnidadque cadauno puede»(Polo, 1916a:20).

Page 31: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestites y Aclíacuna, dos instituciones.. 185

La mujer representabacl punto de unión entre el presentey elfuturo, propiciando la creación, tanto de los sereshumanoscomo delas cosechas;asegurabala continuidad de la comunidad.La mujer te-nía contacto directo con la tierra porque p]-opiciaba la fecundidadde la Pachamama.Por este motivo eran las niujeres las que sembra-ban y recogíanlos frutos. La mujer descubrióla agricultura en tiem-pos pasados,no es de extrañarque se le asociecon un papelpropicia-dor apoyadopor un conocimiento de tas plantas, suscielos y sus ne-cesidadespara conseguirun mejor rendimiento.

Adeniásdel culto a la Pachamama,otro culto importante fue el de-dicado a Mama Quilla.

En la zona costerael culto a la Luna era muy antiguo, anterior ala dominación inca y estabarelacionadocon los cultivos agrícolas.Erarepresentadapor un ave marina con perfiles de mujer, segúnafirmaBeatriz Prieto de Zegarra (1979: 57). La I,una también cuidaba de lospartos de las mujeres. Ademásde estaren el templo del Coricancha,tenía su propio adoratorio en PumaChupan(Rostworowski, 198328).

La manifestaciónpopular y festiva de esteculto la encontramosenla celebración oficial de la Coya Raimi. Esta fiesta era consideradacomo una de las más importantes que se celebrabanen honor de laLuna. Tenía lugar en septiembre,cuandocomenzabanlas lluvias y elciclo agrícola.Las organizacionesreligiosasde mujeresdesempeñabanun papel preeminentedurante la fiesta.

Se trainha de auventarlas enfermedadesy para eíío eran sacrifi-cados100 auquénidosblancosy lanudos.Las vírgenesdel Sol obsecíuia-han a los forasterospanesde maíz, que estabanhechoscon sangredellama sacrificada.

Estosbollos se enviaban también a los curacasque estabanen lasprovincias, con ello se les hacíapartícipesde la fiesta (Polo, 1916: 23).

E] reconocimientode que la Luna fuera esposadel Sol suscitó unculto específicoa esta divinidad, promoviendopor ello que, por pri-meravez, las mujerespudieran aspirar al sacerdocioy crear sus pro-pios cultos.

Irene Silverblatt apuntala hipótesis,segúnla cual: «Las organiza-clonesrituales de mujeres,paralelasa las masculinas,sirvieron de basea uno de los medios de organización del Imperio» (Siiverblatt, 1976:312). Desdeluego es indudableque en el casode la organizaciónde lasAcliacuna esta hipótesis se cumple perfectamente,puesto que a tra-ves de ellas se canalizabanuna seriede gestionestanto de índole so-cial como política y económica.

Apuntábamosmás arriba la relación existenteentre la mujer y losproductos necesariospara la subsistencia,de hecho todas las divini-dades que se relacionan cori estos productos llevan el apelativo de

Page 32: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

186 Pilar Alberti Manzanares

Mama: Pachamama(tierra), Mamacocha (mar), Mamaquilla (luna),Mamasara(maíz), Mama acxo (papa),Mama Coca(coca),etc...

Esta relaciónpervivió en épocacolonial, en la quepuedeencontrar-se lienzos virreinales de la Virgen María como si fuera una montaña,relacionadaasí, con la tierra.

Huacas femeninas

El sacerdotecuzqueño,Franciscode Avila, recogió la tradición que-chua escribiendo: «Dioses y Hombres de Huarochirí», en ella el ele-mento femenino,en niveles miticos, estámuy presente,como veremosa través de algunosejemplos:

1. La historia de C}CIUQUJSUSO está relacionandoa la mujer conlas aguasque han de regarla tierra.

Chuquisusoera una mujer del ayllu de Cupara,en la reducción deSanLorenzo de Quinto. Como el aguano llegabapara regar su campode maíz Chuquisusolloraba amargamente.Pariacaca,sabiendoel mo-tivo, le prometió que le daríamucha aguaa cambio de que durmieracon él. Ella aceptó,pero primero tenía que regar su campo y los desu ayllu. Pariacacale dio el aguasuficiente y cumplido esto la instóa que durmiera con él. Ella aceptópero antesel dios debíaayudarlesa construir un acueductomás grande para que tuvieran buenaprovi-sión de agua. Las obrasdel acueductofueron dirigidas por un zorro.

Una vez terminado el acueducto,Pariacacale recordó su promesaa la mujer y juntos subieron hasta el precipicio, que se llama Yana-ceacca.Cuandodespertaronse dirigieron al principio del acueductodeCocochallay allí, al borde del mismo, Chuquisusose convirtió en pie-dra (Avila, 1975: 46-47).

Los componentesde su ayllu son los encargadosde limpiar el acue-dueto, haciéndoloen el mes de mayo. Con motivo del acontecimientose ofrecíana estahuaca,chicha,animales,luego estabancinco días en-cerradosentre troncos de quishuar adorando a la huaca, tras de locual se limpiaba el acueducto.Terminada la labor volvían al pueblocantandoy bailando.En las ceremoniashabíauna mujer que represen-taba a Chuquisuso(Avila, 1975: 49).

Otra «diosa» nombradapor el manuscrito quechua fue CHAUPJ-

ÑANCA, hija de un poderosohombrede Anticocha y mujer de un in-dio sin tierras, llamado Huatyacuri.También se dice que erahermanade Pariacaca.Se convirtió en una piedra con cinco alas. Esta huacafue enterradapor los españolescuandosupieronsu significado (Avila,1975: 62).

Chaupiñancatenía otras hermanas:Llaesahuato,Mirauhato, Llun-cunhuachacy Urpayhuacha.

Page 33: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestiles y Adilacuna, dos instituciones... 187

La huaca de LLACSAHUATO está en Chellaco y allí la adoraban.De Mirahuato dicen que vivía con Llaesahuatoy que a ambasconsul-taban los hombresde Huarochirí (Avila, 1975: 71).

LLUNCUNHUACHAR.—<xDicen que estahuacaes de la zona de Canta. Parahablar con la huacade URPAYHIJACHAC iban muy bien diferenciados,muydistinguidos,porque debíanhablar con ella caraa cara, pues la huacano teníacinturón- Y así, cuandoreeresabande la visita: ‘he hablado con ella’’, y ayuna-ban durante un año y no pecabancon ninguna mujer’> (Avila, 1975: 72).

Hemos habladode huacas y divinidades relacionadascon la tierray el mar, pero no podemosolvidar las del ámbito celeste,como, porejemplo, la Aurora, que se representabacomo diosa de las doncellasy princesas. Autora de las flores del campo, señora de la madrugaday de los crepósculos. ~<Ellaechabael rocío a la tierra cuando sacudíalos cabellos, y así la llamaban Chasca»(JesuitaAnónimo, 1968: 153).

Juan Polo de Ondegardoconsignaunas trece huacas relacionadascon la mujer repartidaspor los cequesde los cuatro suyus:

Chinchayst¡vo: Ceque Collana, tercera huaca, fuente de la Coya MamaOdIo -

— Antisuyo: sextoCequecayao: sexta huaca«era una casadicha Pomamar-ca (.) en ella se guardabael cuerpo de la mujer de Inca-Yupanquiy leofrecían niños».

— Collasuyo: Ceque sexto Collana, segundahuaca,llamada Mamacolca.— Cuntisuyo: CequesegundoCayao, tercerahuacallamadaPayallallacto(Polo,

1917: 6, 22-23,30, 36).

I.B.3. LAS ACILACUNA

Sobre la institución de las Aclíacuna, su origen, situación geográ-fica de los Acllahuasi., proceso de selección, organización interna, je-rarquía, economía,división del trabajo, actividad religiosa, matrimonioconcertado y educación, se habló en el artículo que la autora publicóen la Revista Española tic Aiúropología Americana, núm. 16, de 1986,cuyo título era: «Una institución exclusivamentefemenina en la épo-ca incaica: las Acliacuna.»

Por tanto, no es necesarioreferirnos en este apartado al mismoasunto,en los mismos términos. Mientras que en dicho artículo la in-formación ofrecida fue depuraday analizadabuscandoque las inter-ferenciassobre el mundoclásico incluidas por los cronistasno equivo-casenal investigadory lector, nos proponemosen este apartadoofre-cer precisamenteestasalusiones«contaminadas»para ilustrar y lavo-recerel objetivo que noshabíamospropuestode dilucidar entrelo quese consideraríapropio de las Vestalesy propio de las Aclíacuna.

Page 34: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

‘8$ Pilar Alberti Manzanares

Antonio de la Calanchahace referenciaen su obra a las Vestalesdiciendo:

~<Antiguísima edadtiene y bien sabidoes de todos que en las tierras de Eu-ropa y Asia tuvo vírgenesdedicadasa la diosa Vesta, que llamaron Vestales.No fue estadiosa la que fue madre de Saturno,por quién se entiendela tierra,sino su hija llamada también Vesta que era el fuego, como dijo Ovidio y por-que ci fuego no produce como la tierra, llamaron vireen a esta hija. Esta fueunade las diosasPenatesde Troya, como se ve en Virgilio. El emperadorNumaPompilio fue el primero que le dio culto en Roma» (Calancha,A., 1653: 17).

Tambiénhacereferenciaa ellas para comunicarnosa qué edaden-trabanen el templo, cuándopodíancasarse,voto de castidad,etc. - -

Este conocimientode los clasícosromanosy de las Vestalesse co-rrobora en la comparaciónexplícita que hace de Vestalesy Aclíacunacuandoescribe:

«Esteadoratorioy guacade Pachacamacfue el mayor i mas populosodestosIndios (...) el templo se II-amaba del dios Pachacamacque despuesfue llamadoMan-macona, nombre de las Vírgenesdedicadasal Sol como cii Europa las Ves-tales, avia aquí muchas y respetadascomo deidades»(Calancha,1639: 409).

El padreBernabéCobo también las comparacon las Vestales:

«Criábanseallí hast.a los catorce años en compañía de las mamaconasqueeran las mujeres escogidasrecogidas y dedicadasal servicio de sus diosesal nodo de nonja.s o de las vírgenesVestalesde Roma; lascualesenseñabanaestasniñas todaslas obras y ejercicios mujeriles, cuino hilar y tejer lana y al-godón, guisar de comer, hacervinos o chichas» (Cobo, 1892: 276).

Esta cita nos muestraaquellas tareas que realizaban las Aclíacunadentrodel AcUahuasiy referidasa ellas hacealusión el JesuitaAnóni-mo que, junto con la enumeraciónaceitadade las laboresa ellas en-comendadas,incluye otra que es exclusiva de las Vestales:

ccAhí estabanestasen el templo toda su vida; tejían ropa finisima para eltemplo,paralos dioses,para Vilahornay para el rey y la reina (.). Iban a visi-tar los templos y santuariosque habíaen el pueblo y a limpiarlos y aderezar-los (..). El principal oficio dcstasera guardar y conservarel ¡¿mego de los sacri-ficios que ellos llamaban <ema vilíca’, ¡ncgo sagrado(JesuitaAnónimo, 1968:172).

En otro de sus escritos el Jesuita Anónimo vuelve a confundir a lasAclíacuna con Vestales,como en este párrafo:

«y si cuandoellas pasabanpor la calle acompañadasde sus criadosy guarda,se acogía a ella.s algtiu delincuente,no le podía prender la justicia porque íe va-lía por amparo la presenciade las Adías» (Jesuita Anónimo, 1968: 174).

Este dato, que sí se constatapara las Vestales,no lo hemosencontra-do en ninguno de los demáscronistasconsultados,ni siquiera en Ca-

Page 35: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestiles y Aclíacuna, dos instituciones.. 189

lanchay mucho menosen HuamanPoma,lo que nos hacesuponerquese trata de una nueva transpolaciónde datos de una institución con-fundiéndolacon la otra.

Cuando salían a visitar los templos y santuarios:

«y a limpiarlos y aderezarlos(...) iban de dos en dos (y en ningunamanerasolas), iban con ellas ciertas mujeresancianasy sus criadasy dos lictores queeran los guardasdel templo y traían una lanza en la manoy un arco con sustíechas.No podían salir sin esteacompañamientoporquefuera de queerangran-dementeestimadaspor toda la tierra, todos teníangran cuidadode queestastue-sen siempre enteras y limpias pareciéndolesque mientrasestasestuvieran asíen su virginidad les seríanmuy propicios sus dioses»(JesuitaAnónimo, 1968:172).

Los lictores obviamentepertenecenal mundo romanoy no al incaico,como ya vimos en el apartadode las Vestales,puestoque uno de susprivilegios eran ser protegidaspor un lictor cuandoéstas salían a lacalle.

Ademásse trata otro tema en esta cita, el de la virginidad comoofrendaque propiciabalos favoresde susdioses.Si bien esverdadqueen esta característicacoincidenAclíacuna y Vestales, la forma de pe-nalizar su incumplimiento era distinto: a las Vestalesse las enterrabavivas y a las Acilacuna pareceser que se las colgaba de los pies hastamorir dentro del Acllahuasi.

En la siguiente cita del padreagustino Antonio de la Calancha seconfunden de nuevo ambasinstitucionescuandodice:

“Cualquiera que sin licencia del Inca o del Covernadorentravaen alguno deestos recogimientos,le costavala vida: a unos anreavanluego al punto, o losernpo~avan,cubriendolos de piedras, i a otros para orror, i espanto común olos quemavao asaeLcavan,i a este castigo llamavan Guachi. Si se averiguavaayer despreciadosu verginidad algunas de estas virgines la enterravan viva»(JesuitaAnónimo, 1968: 174).

Una de las actividadesmás importantesde las Aclíacunaera el hiladoy tejido de numerosaspiezasque el Estadomonopolizabapara distri-buir conforme a las necesidadesque tuviera. Antonio de la Calancharelaciona el hilado y la virginidad de las Aclíacuna con las diosasdelmundo clásico:

“Mientras no se sacabanpor orden del Inca, las enseñabanlas Mamaconaslo que entre estos indios eran virtudes, entre ellas eran gracias,ilar, tejer ricoscumbis que no sc los podían vestir, sino sus idolos o sus Reyes, o quando porinsigne premio ellos se los davana sus governanteso capitanes(...) el tejer en-señoPalas (..). El vestirse lanas,inventó Minerva (...) que fue virgen i adoradapor casta,de maneraque, el retiro de la Virginidad tue el inventor del ilar i. te-jer» (Calancha,1 1653: 18).

Page 36: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

190 Pilar Alberti Manzanares

La comparaciónentre lo inca y lo romanola encontramosen otrosaspectosde la religión, como por ejemplo,en el referentea los adivi-nos. En esteestudioel padrePabloJoséde Arriaga lo verifica con estacita:

«Haracicuc,o Cuyricuces el quemira cuyesy abriéndolescon la uña adivinapor ellos, mirando que parte se meneade las entrañas.Que era el modo muyusado entre los romanos»(Arriaga, 1968: 206).

II. SíNTESIS

Las divergenciasy coincidenciasque existenentre estasdos insti-tuciones son constatables.Podría decirse que en un plano teórico yanalítico las convergenciasse referirían a aquelloselementosengloba-doresque sonademáslos ejessobre los que se añadenlas diferencias,expresándoseéstas más en un sentido de variación regional que noafectaríaal modelo general,o «universal».

Sin embargo,esta «universalización»de un esquemaque aunaríaestasdosinstitucionestiene el inconvenientede que éstasperderíansuidentidad propia por cuanto que los conceptosconvergentes(religión,institución de mujeres, laboresal servicio del estado,estado tipo to-talitario, etc..) son abstraídosde su contexto y manejadoscomo enun laboratorio dondese experimentacon elementosaislados.

Creemosque esta manerade llegar a plantear hipótesis generali-zadoras,que aúnancivilizacionesdistintas (con modos de vida y pen-samientosparticulares),en esquemasglobalizadoresque liman las di-ferencias,no es la más acertadapor cuanto que se obvian elementosconstitutivos propios y originales que son los que le dan su carácterparticular y susentidopropio a cadauna de las instituciones que aquíhemos estudiado.

II.A. CONVERGENCIAS

Religión

Es verdad que en ambos casos la religión está al servicio de unEstadototalitario que,en ambas,estareligión es más un código moralque un código teológico, que se trata de una religión basadaen locomunal,no en lo personal,y queel individuo se tiene en cuentasiem-pre que seatengaa los limites marcados,dandocon ello mayorsentidoy constituyéndosela religión en factor aglutinantey reforzador de lacomunidad.

Page 37: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestiles y Acílacuna, dos instituciones.,- 191

Estado

En ambos casos las instituciones estudiadasdependenpara sub-sistir del mantenimiento que les ofrece el Estado; que la jerarquíainternaestácompuestapor mujeres,pero que éstasdependensiemprede un cargo superior ocupadopor un hombre: Pontífice Máximus yHatun Vilíca.

Mujeres

Son institucionesexclusivamenteformadas por mujeres,recogidasdesdepequeñas,educadasen unaideologíaconcretaestipuladade ante-mano para servicio del Estado.

Sonmujeresrecluidas en lugaresconcretosy limitados, de los cua-les sólo se saleen contadasocasionespara hacerdeterminadascosas.

En ambos casosdebenguardarvoto de castidad: las Vestalesdu-rante treinta años o toda su vida; las Aclíacuna hasta los dieciochoaños o toda suvida, y que si se transgredeestanorma, el castigoes lapena máxima: la muerte (las Vestalesenterradasvivas en un acto po-pular y ritual; las Aclíacuna, en un actoprivado>.

Mujeresy religión

En amboscasosestevoto de virginidad estárevestido de una sacra-lización en la cual se consideraal mundo religioso basadoen una opo-sición, entrela vida naturaly lo sagrado.Las ceremoniasreligiosas ser-virán para deslindar qué y quiénes son sagradosy qué y quiénesno.«Los ritos de consagraciónpermiten introducir un ser u objeto profa-no en el dominio de lo sagrado»(Bloch, 1981: 231). Así, las muchachasque iban a ser Aclíacuna y Vestaleseran introducidasen su nuevo es-tatus medianteritos precisosoficiados por dignatarios con alto valorreligioso, y a partir de esemomento se considerabaninvestidas de va-br sagrado.

Porotro Lado, los ritos de expiación,cuyafinalidad es eliminar lasfaltas o pecadoscometidospor el contactoentre lo sagradoy lo profa-no, serían aplicables al castigo que sufrían las Aclíacuna y Vestalesal incumplir su voto de castidad.El tipo de castigo,la muerte,en es-tos dos casos, sirve de baremopara saber en qué medida se conside-raba grave la falta.

II.B. DIvERGENcIAs

Sin embargo,se trata de sociedadescuya estructuraeconómica,po-lítica y social es radicalmentedistinta.

Page 38: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

192 Pilar Alberti Manzanares

Económica

En Romael comercioera unabaseeconómica,no existía el truequey sí la moneda.Todo era vendible,hastalas personas(dehecho,el tra-bajo realizadopor los esclavosfue otro pilar de la economíaromana).En Cuzco existe el trueque,y la baseeconómicaestábasadaen la re-distribución y la reciprocidad,sin utilizar la monedaen el sentido devalor metálico.

Política

En Romalos gobernanteseran elegidospor el pueblo,supoderdu-raba lo que su mandato,pero no toda su vida. En Cuzco, el inca, al serinvestido por el poderdel dios Inti, habíaheredadoel trono y no eraelegido por el pueblo.

Social

En Roma, las clasessocialesse dividían en patricios, plebeyosy es-clavos. La posibilidad de un esclavopor comprar su libertad era re-mota pero posible. Los plebeyos organizaron varias revueltas paraconseguirmás derechosy restar su poder a los patricios.

En Cuzco, la sociedadse estructurabaen tres niveles: Collana,Ca-yao y Payan; el primero designaal grupo inca, Cayao es la poblaciónconquistadapor los incas, y Payanes el grupo mixto resultantede launión entre inca y no inca. Es una sociedadjerarquizada,donde la po-sibilidad de cambiar de estatuses muy reducida. Una mujer nacida«runa»(del pueblo)morirá «runa»,a menosque seaelegidaAclíacuna,pero en tal caso, aunqueganeprestigio a los ojos de sus iguales,en elAcllahuasi, tendráun oficio y una consideracióncomo «runa>’, al ser-vicio de otras mujeres de rango más elevado.

Los yana, hombresy mujeres, puestosal servicio del inca, de lostemploso de algunoscuracas,no puedenasimilarsea los esclavosro-manos:primero, porquesu númeroesescaso,en comparacióncon losromanos,y segundo,porquesu labor productivano representabaeco-nómicamentelo que suponíapara Romael trabajo de sus esclavos.

Estas diferenciasen una y otra sociedadson el contexto en el quese desarrollaránuna y otra institución de mujeres. Si separamoselcontexto y los elementosson aisladosse pierdeel punto de referencianecesariopara no caeren una generalizacióntal que nos lleve a plan-tear hipótesis erróneas.

Page 39: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

Mujer y religión: Vestilesy Aclíacuna, dos instituciones... 193

Es cierto que existen coincidenciasentre una y otra institución,pero estono es suficientepara obviar los contextosen que se desarro-liaron.

BIBLIOGRAFÍA

Sobrereligión y mujer romana

AssA, Jeaníne1958 Les grandes donnesromaines,Editions du Seulí, París.

BAYEr, Jean1984 La religión romana. Historia política y psicológica, presentadapor

J. M. Blázquez, Universidad Complutensede Madrid, Ediciones Cris-tiandad, Madrid.

HEAR», Mary1980 “The sexual status of Vestal virgins», Journal of Roman Studies, nú-

mero 70, págs. 12-27, London.

BLocn, Raymond1981 La religión romana. Historia de las religiones, vol. III, bajo la direc-

ción de Henri-Charles Puech, Ediciones Siglo XXI, Madrid.

CAsTILLo, A.1976 La emancipaciónde la mujer romana en el siglo 1 d. C., Granada.

Caouzn,Maurice (Dir)1967 Historia General de las civilizaciones, Roma, t. II, Editorial Destino,

Barcelona.

DrecIoNÁnIo1954 del mundo clásico. Bajo la dirección del reverendopadre Igna-

cio Errandonea,8. 1., Ed. Labor, 2 vols., Madrid.

PAr, Guy1978 Lemancipation femeninedans la Rome Antique, Les Belles Lettres,

París.

FRIBOLANOER, Ludwig1982 La sociedad romana. Historía de las costumbresen Roma desdeAu-

gusto hasta los Antoninos, Fondo de Cultura Económica, México.

GRIMA!., Pierre1973 Historia mundial de la mujer, traducidopor María RosaBorrás,F. Molí

y Domenee Guase,Ed. Grijalbo, Barcelona.

GÁcE, J.1977 Enqudíessur les structures socialeset religeuse de la Romeprimitive,

Collection Latomus,vol. 152, Eruxelles.

GUiLLÉN, José1980 Urbs Roma. Vida y costumbresde los romanos, 3 vois., Ed. Síguezne,

Salamanca.

Page 40: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

194 Pilar Alberti Manzanares

GÚIRAND, F.1965 Mitología general, Editorial Labor, Madrid.

HocÁRT, A.1975 Mito, ritual y costumbre. Ensayosheterodoxos,Editorial Siglo XXI,

Madrid.

HtTMBERT, Y.1972 Mitologia griega y romana, Barcelona,Editorial Gustavo 0111.

JAMES, Edwin O.1960 Historia de las religiones, dirigida por el doctor Ramón Roquer, tra-

ducida por FernandoTrías, Juan Petit, CarmenOlivé, LI. VergaraSa-turno, Barcelona.

KovÁuIov, 5. Y.

1979 Historia de Roma, Editorial Akal, Madrid.MOMM5FN, T.

1965 Historia de Roma, Editodal Aguilar, Madrid.PouLseN, E.

1950 Vida y costumbresde los romanos,Revista de Occidente,Madrid.RELIGIóN

1985 , superstición y magia en el mundo romano, DepartamentoHis-toria Antigua, Servicio de Publicaciones,Universidad de Cádiz, Cádiz.

SANDERS, H. A. (edit.)1967 Roman bistory aná mythology,Edited by , The Macmillan Com-

pany,New York.

ScHILLING, R.

1965 Religión romana. Historia Religionum, Editorial Cristiandad,Madrid.TITO Livio

1970 Las décadas.Historiadores Latinos, traducciónFranciscoNavarro, Ma-nuel de Valbuena,Carlos Coloma, prólogo Emiliano Aguado, EditorialEdaf, Madrid.

Sobre religión y mujer inca

ARRIAGA, PabloJosé de (1621)1968 Extirpación de la idolatría del Perú, Biblioteca de Autores Españoles

(BAE), t. 209, Madrid.

AVILA, Francisco de (1598)1975 Diosesy Hombresde Huarochirí, traducido y prólogo de Y. María de

Arguedas, Editorial Siglo XXI, México.

BETANZOS, Juan de (1551)1968 Sumay narración de los incas, BAE, t. 209, Editorial Atlas, Madrid.

CALANO-IA, Antonio de la1653 Coronica moralizada de la Orden de San Agustín nuestro padre, t. II,

por el reverendopadre (...) En Lima por Jorge López Herrera,impresor de libros.

1972 Crónicas agustinianas del Perú, Consejo Superior de InvestigacionesCientíficas, Madrid.

Page 41: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

195Mujer y religión: Vestiles y Acllacuna, dos instituciones...

CAsnco, Cristóbal deOIZTrGÁ Y MORrIóN, Diego de (1558)

1974 «Relación del modo que estevalle de Chincha y sus comarcasse no-bernaban antes que hubiese incas y despuésque los buho hasta quelos cristianos entraron en esta tierra», Historia y Cuí/ura, núm. 8,91-104, Lima.

CIEzA nr LEÓN, Pedro de (1541-1550)1554 Chroíuica del Pc,u nuevamenteescrita por , vecino de Sevilla

en Anvers Con privilegio imperial.1947 La crónica del 1 un, BAE, t. 26, Editorial Atlas, Madrid.1880 Segunda mi tú do la croníea del Perú, que trata dcl señorío de los

Incas Yu1,anquís y de sus grandesheclios y gobernación.Publicadapor Marcos Jímcncz de la Espada,Madrid.

COBO, flerarbé (l6~3)1892 I.lis/oria del NuevoMundo. Publicado por primeravez con notasy otras

ilustraciones por don Marcos Jiménez de la Espada,Sociedadde 13i-bí. ióli los ¿mdaluces, Sevilla.

EsmvE BÁRnA, Francisco

1964 Historiografía Indiana, Editorial Gredos, Madrid.GÁncíí.xso uit LA VEGA, Inca (1617)

1829 Primera y segundaparte de los Comentariosreales, viuda de Peñuelas,Madrid.

Gurtónnrz un SANTA CLARA, Pedro (1544-1560?)1963-1964 Quiaqucnarios o Historia de las guerras civiles del Perú, Estudio

pi-eliminar de Juan Pérez de Tudela, BAE, tomos 165-166, EditorialAtlas, Madrid.

Jratz, Franciscode (1534)1891 Verdadera relación de la conquista del Perú, por , uno de los

primeros conquistadores,según la edición impresaen Sevilla en 1534,Madrid.

JESIHTA ANÓNIMo (1594)1968 Relación de las costumbresantiguas de los naturales del Perú, Cróni-

cas de interés indígena,BAE, t. 209, Editorial Atlas, Madrid.

MOLiNA, Cristóbal de (el Cuzqueño) (1575)1943 «Relación de las fábulas y ritos de los incas.» Hecha por , cura

dc. la parroqui.a de Nuestra Señorade los Remedios,Las crónicas delos Molinas, Raúl PorrasBaríenechea,Lima.

MOLINA, Cristóbal de (el almagrista) (1553?)1968 Relación de las muchas cosasacaecidasen el Perú en la conquista y

población, BAE, t. 209, Editorial Atlas, Madrid.

MURÚA, Fray Martín (1590), MANuscRITo DF. LOYOLA1946 Historia del origen y genealogíade los ReyesIngas del Perú, de sus

hechos,costumbres,trages y níancra de gobierno. Compuestapordel orden de n.tra. Sra. (le la Merced (le Redenciónde cautivos,cOiivc=n-nial Reyno y Provincia del Perú, acabadopor el mes de mayo del año1590, Introducción, notasy arreglospor ConstantinoBayle, Madrid.

Page 42: Mujer y religión: Vestales y Acílacuna, dos instituciones ...que era el tribunal de los dioses quién controlaba las acciones de los mortales, inclusive aquellas que no tenían testigos.

196 Pilar Alberti Manzanares

— MANuscRíro DE WELuNGTON1962-1964 Historia general del Perú, origen y descendenciade los Incas, Bi-

blioteca AmericanaVetus, Instituto GonzálezFernándezde Oviedo, In-troducción de Manuel BallesterosCaibrois, Madrid.

PEAsW Franklin1973 El Dios creador Andino, Editores Mosca Azul, Lima.

POLO DE ONDEGARDO, Juan (1559)1916a De los errores y supersticionesde los indios, sacadasdel tratado y ave-

ríguación que hizo el Ldo. Polo, Colecciónde Libros y DocumentosRe-ferentesa la Historia del Perú, t. III, Lima.

(1571)l917a Relación de los adoratorios de los indios en los cuatro caminos (ce-

ques) que salían del Cuzo. Colección de DocumentosReferentesa laHistoria del Perú, t. IV, Lima.

PRIETo DE ZEGARRA, Judith1979? Mujer, poder y desarrollo en el Perú, 2 tomos, Editorial florbea, Ca-

llao, Lima.

RosTwoRowsKr DE DíEz CANsEco, Maria1983 Estructuras andinas de poder. Ideología religiosa y política, Insti-

tuto de Estudios Peruanos,Lima.

SANcHO DF LA Hoz, Pedro (1534)1962 Relación para S. M. de lo sucedidoen la conquista y pacificación de

estasprovincias de la Nueva Castilla y de la calidad de la tierra des-puésque el capitón Hernando Pizarro se partió y llevó a su Magestadla relación de la victoria de Caxamarcay de la prisión del caciqueAta-bahipa, Biblioteca Tenanitía,Madrid.

SANTA CRUZ PACHACUTI YAMOUI, Joan de (1613)1968 Relaciónde antiguedadesdeste reyno del Peru, BAE, t. 209, Editorial

Atlas, Madrid.

SARMIENTO DE GAMBOA, Pedro (1572)1965 Historia Indica, BAE, t. 135, Editorial Atlas, Madrid.

SILvERBALLT, Irene1976 «Principios de organización femenina en el Tabuantinsuyo”,Revista

del Museo Nacional de Lima, t. XLII, 299-340, Lima.