Monografico Leyendas
-
Upload
maria-jose-perez -
Category
Documents
-
view
285 -
download
8
description
Transcript of Monografico Leyendas
Año 3 Monográfico I
Foto Carlos Soriano ©
2
Esta publicación pertenece a la Sociedad Española de Amigos del Misterio (SEAMP) Grupo 1 Sec-
ción 1 Número Nacional 587843
CIF G84893460
www.seamp.net
3
Esta obra está bajo una licencia Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported de Creative Commons.
Para ver una copia de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/ o envie una car-
ta a Creative Commons, 171 Second Street, Suite 300, San Francisco, California 94105, USA.
4
Accede de forma rápida y con un solo clic a las secciones
y enlaces de Extrañología. Para regresar al sumario hazlo a través
del logo de la revista que encontraras en el encabezado de todas las páginas
Colaboran en este número
Tina Álvarez , Jesús Callejo, Carlos Soriano, Mª José Pérez, Miguel Aracil, Patricia Gutié-rrez, Oscar Fábrega, Juan Mi-
guel Marsella, Edu García, Da-vid Molina, Dani Cortijo, Anto-nio Camel (Antonio Bejarano) ,
Juan Carlos Martínez Pedraza, Juan José Sánchez -Oro
6 editorial 8 cuevas de mariamoco
12 fuego de san telmo
19 el mencey loco
24 los elementales del agua
34 anibal y el misterio de los pirineos
5
40 la leyenda de sant jordi
47 el duende fa-meliars de santa
eularia
53 el puente de los perros suicidas
57 audio leyendas
58 la iglesia de san josé
63 el legendario sant jaume
66 la leyenda de maría
71 leyendas del metro
80 la venta de los gatos
80 la leyenda de walt disney
90 san isidro labrador
6
Una leyenda es una historia que, si bien pudo haber tenido una base real,
al ir pasando de boca en boca, con el paso del tiempo se va modificando
hasta transformarse en un relato que poco tiene que ver con lo que había
sido en un principio.
Por lo general se transmiten de generación en generación de forma oral,
aunque en la actualidad, con la utilización de nuevas tecnologías
(internet, teléfono móvil, televisión...) proliferan un nuevo tipo de leyen-
das a las que damos el nombre de Leyendas Urbanas.
La palabra leyenda viene del latín "legenda" (lo que debe ser leído) y defi-
ne a una narración escrita para ser leída en voz alta y en publico, en mo-
nasterios, durante las comidas en el refectorio o en el interior de las igle-
sias cuando se celebraba la festividad de algún santo.
Lo importante en estas leyendas no era la precisión histórica, si no la in-
tención moral o espiritual.
Más adelante esta palabra se desacraliza pasando a designar una historia
con un valor poético que, aunque haga referencia a personajes o lugares
reales, no se atiene a los hechos históricos.
Ya en el siglo XIX la palabra leyenda se usa como sinónimo de "tradición
popular".
En literatura, una leyenda es una narración ficticia, de origen oral, pero
a diferencia del cuento que se sitúa siempre dentro de un tiempo y un lu-
gar imaginarios, la leyenda se desarrolla en un lugar y un tiempo preci-
sos y reales, y generalmente están relacionadas con una persona, una
comunidad, un momento, un lugar o un acontecimiento que pretende ex-
plicar (Robin Hodd, El Cid...), aunque presenta en muchas ocasiones
criaturas cuya existencia no ha sido probada (sirenas, dragones...).
7
Casi siempre contienen un núcleo histórico ampliado con episodios imaginativos
que pueden depender de motivaciones involuntarias, como errores, malas interpre-
taciones o exageraciones, o también pueden ser debidos a la acción consciente de
una o mas personas que, por una causa interesada o puramente estética desarro-
llan o cambian el embrión original.
Si hablamos de las "Leyendas Urbanas" tenemos que decir que son relatos perte-
necientes al folclore contemporáneo y que aunque tienen elementos sobrenatura-
les o inverosímiles, se presentan como una crónica de hechos reales.
Algunas parten de hechos reales pero, al igual que las leyendas populares, son
exagerados, distorsionados o mezclados con datos ficticios.
Una misma leyenda urbana tiene infinidad de versiones, situándola general-
mente en el entorno del que la narra, el cual suele afirmar que los protagonistas
fueron conocidos o parientes de alguna persona cercana. Por este motivo, en ingles
se las conoce también como FOAF ("friend of a friend tales": historias del amigo
de un amigo). El aumento de las redes sociales ha dado lugar a un mayor uso de
este termino.
Quisiera con este monográfico hacer un pequeño homenaje a estos relatos que for-
man parte de nuestra cultura, de nuestros miedos, de nuestras ilusiones... un re-
corrido por historias que se mezclan con la historia, para hacerla, si cabe, algo
mas misteriosa, algo mas fantástica y, en algunos casos, algo mas llevadera.
Vamos a intentar también, remontarnos en el tiempo y ver cual fue el germen que
hizo brotar estas leyendas, en que momento se transformo la realidad en estas
historias fantásticas que hoy en día siguen corriendo de boca en boca.
No podemos aquí más que poner una ínfima muestra de estos relatos, ya que son
tantos como personas han habitado en este, nuestro mundo. ¿Quien no conoce una
leyenda? ¿Quien no la ha hecho suya, contándola y adornándola a su gusto?
Quien este libre de pecado que tire la primera piedra.
Todos juntos hacemos posible que las leyendas sigan vivas.
Todos somos leyenda.
Mª José Pérez
8
TINA ÁLVAREZ BASTET
www.reflexionesenletraalta.blogspot.com
9
Cuenta la leyenda, que en tierras gaditanas, bajo sus entrañas, existe otra gran ciudad. Hay quienes aseguran haber recorrido las profundidades de Cádiz atravesando dece-nas de galerías, algunas incluso sumergidas bajo el nivel del mar.
Se cuentan historias de niños perdidos bajo misteriosos pasadizos, tesoros escondidos bajo el suelo gaditano esperando a ser des-cubiertos. Leyendas de piratas que habita-ban bajo tierra, como si de un mundo para-lelo al nuestro se tratase. Y brujas y hechi-ceras refugiadas en estas cuevas donde pre-paraban sus pócimas mágicas que envene-naban a sus víctimas, para después, robar-les todas sus pertenencias.
Pero ¿qué hay de realidad y leyenda en to-das estas historias que nos contaban nues-tros mayores?
10
Gran parte de esta red de túneles fue construida en el
Gades romano. No era más que sistemas de alcantari-
llado que unían los edificios más importantes de aque-
llos tiempos, (anfiteatro romano, actuales puertas de
Tierra, campo del sur, teatro romano, Castillo de la
Villa, Casa del Obispo, etc…) seguramente, para evi-
tar que la nobleza atravesara calles tan peligrosas,
teniendo así privilegios ante el resto de ciudadanos.
Otras pruebas muestran restos de la batalla para la
que fueron construidos los subterráneos: decenas de
troneras permiten disparos a través de estrechas ra-
nuras a los enemigos que osasen apostarse al pie de
las murallas. También lo usaban para contrabando,
vías de escape, para movimientos de tropas por la
ciudad, etc…
Estos túneles están clasificados en dos tipos que son,
minas y contraminas, desde las puertas de tierra hasta
los glacis. Luego están los conductos reales que ha-
cen referencia a las actas capitulares de la ciudad que
van desde las puertas de tierra hacia dentro, zona de
baluarte de San Roque, baluarte de Santa Elena, que
son vías de salida para pequeñas guarniciones o de
entrada a la ciudad.
Luego están las cloacas romanas que están dentro del
casco antiguo de la ciudad.
Se han encontrado en estos túneles restos arqueológi-
cos tipos utensilios utilizados en los años 30, vestigios
de restos romanos, restos de mármoles, restos de
columnas romanas, dos monedas de bronce, restos
del siglo XVIII y XIX, algún resto musulmán, etc.
- ¿Por qué los llamaban “Cuevas de Maria Moco”?
María Moco, a pesar de ser considerada una bruja,
una hechicera, no era mas que una gitana que, al no
tener un hogar donde poder vivir, habitaba en las en-
tradas de estos túneles. Los niños que se acercaban a
merodear por esa zona le apodaron con ese nombre
La leyenda de los 12 moros jugando a las cartas
dejó de ser leyenda y se convirtió en realidad
La leyenda cuenta que unos niños de temprana edad
se adentraron en busca de aventuras en estos túneles
en los que, debido a su gran longitud, se perdieron
hasta que, horas más tarde, aparecieron en una de las
alcantarillas de la Plaza Mina pidiendo auxilio.
Nadie les creyó cuando estos chicos contaban que en
una gran sala que encontraron allí debajo vieron cómo
12 moros estaban sentados alrededor de una mesa y
jugando a las cartas.
Investigaciones posteriores demostraban que este
testimonio tenía gran parte de verdad, ya que pudie-
ron encontrar una cripta subterránea que por algún
azar de la historia, da conexión directamente con es-
tos conductos como vía de escape y se encontró un
conjunto escultórico de 12 estatuas de mármol que
representan a los 12 apóstoles
Cuevas de Maria Moco
11
Actualidad
Estos túneles no se pueden visitar, ya que están todas
las entradas selladas debido a que servían de refugio
para indigentes y toxicómanos, poniendo en peligro la
salud de muchos niños que se acercaban a explorar-
las.
Actualmente se está tramitando los permisos con el
Ayuntamiento de Cádiz para ponerlas en valor y que
puedan ser visitados por todo el que lo desee, pudien-
do ser practicable un kilómetro de tramado. Se preten-
de que sea con vistas al 2010 ó 2012.
Curiosidades
Se dice y rumorea, que para poder encontrar el acce-
so o la entrada a estos túneles, hay que buscar la cara
de un hombre pez en los edificios importantes de la
ciudad, ya que en aquella época, era una especie de
código que utilizaba la nobleza para saber dónde se
encontraba la entrada a estos túneles y así poder es-
capar de cualquier peligro.
Se utilizaba como código la cara de un hombre pez
debido a otra posible leyenda titulada “El hombre pez
de Liérganes”, que cuenta que fue encontrado por
unos pescadores gaditanos.
Extra Leyendas
12
13
Jesús Callejo Cabo
http://www.jesuscallejo.es
La aparición de luces en los
mástiles y vergas de las em-
barcaciones dio lugar a cu-
riosas supersticiones entre
los marineros de todas las
épocas. Desde la Antigüe-
dad hasta nuestros días, y
sobre todo a lo largo de la
Edad Media, los marineros
incapaces de explicar las ra-
zones meteorológicas que
provocan estas misteriosas
luces, las han mirado siem-
pre con una mezcla de des-
confianza, temor y maravilla.
14
N o era para menos. El llamado fuego de San Tel-
mo es en realidad un meteoro ígneo que se deja
ver en días en que la atmósfera se halla muy
cargada de electricidad estática (especialmente tras una
tormenta). Su presencia es más frecuente cuando al
estado eléctrico de las nubes se acompaña granizo y
viento. Se diferencia claramente de los fuegos fatuos
porque el fuego de San Telmo se produce en zonas en
las que hay un campo eléctrico intenso, debido a la co-
rriente de iones que parte de un conductor que termina
en punta (cúspides de árboles, mástiles de nave, lanzas
de soldados...) En cambio, el fuego fatuo se produce en
lugares donde un valle desemboca en otro y so-
bre aguas estancadas o pantanosas en la época
más calurosa y húmeda.
Cástor, Pólux y Helena
Ahora bien, ¿todas esas luces que acompañan a
los barcos son fuegos de San Telmo? Veremos
que las interpretaciones que se han dado a las
mismas variaban según las diferentes culturas.
Séneca se refiere a este fuego cuando dice que
en las tormentas venían las estrellas a adornar
las velas de las naves, adorno debido a las bené-
ficas divinidades Cástor y Pólux. Esta denomina-
ción procede de la época griega, que llamaban Dióscu-
ros a estas luminarias marítimas cuando se presenta-
ban en número de dos. Los Dióscuros, en latín, es un
sobrenombre que significa Hijos de Zeus y se aplica a
los hermanos Cástor y Pólux. Cuenta la leyenda que
estos dos gemelos acompañaron a los argonautas a la
Cólquida, en cuya navegación hizo acto de presencia
una furiosa tormenta que puso en peligro a la nave Ar-
gos peligro salvado gracias a la ayuda de los Dióscuros
cuyas cabezas se coronaron de llamaradas azules.
Desde entonces fueron tenidos como los genios protec-
tores de la navegación, siendo trasformados, a su muer-
te, en la constelación de Los Gemelos.
Parece ser que no siempre el fuego de San Telmo au-
guraba ventura: tenían que aparecer dobles para que
los juzgaran en este sentido. Se cuenta como anécdota
histórica que al abandonar el puerto de Lámpsaco la
escuadra del general espartano Lisandro (siglo V a.C.),
observó la presencia de estos fuegos lo que llenó de
júbilo a sus tripulantes al considerarlo presagio favora-
ble en su intento de destruir la flota ateniense, como así
fue.
En cambio, una sola llama en los mástiles (conocida
como Helena) presagiaba mal éxito en la empresa, na-
vegaciones desastrosas y, en definitiva, toda clase de
desventuras.
Autores como Masoudi, Plinio (en su Historia Natural) y
Horacio hacen mención de ellas en sus obras, siendo
más frecuente su aparición en los aparejos de los bu-
ques. Sin embargo, se citan casos de que este meteoro
ígneo de color azul se presenta en otros lugares. Julio
César refiere que en cierta ocasión vio inflamadas las
picas de una de sus legiones. El historiador Tito Livio
afirmó que un fenómeno análogo se observó en Sicilia
sobre las picas o lanzas de los soldados romanos y aún
las mismas corazas se iluminaban.
El fuego de San Telmo
15
El fuego de San Telmo o Santelmo es un meteoro ígneo consistente en una descarga de efecto corona elec-
troluminiscente provocada por la ionización del aire dentro del fuerte campo eléctrico que originan las tor-
mentas eléctricas. Aunque se le llama «fuego», es en realidad un plasma de baja densidad y relativamente
baja temperatura provocado por una enorme diferencia de potencial eléctrico atmosférica que sobrepasa el
valor de ruptura dieléctrica del aire, en torno a 3 MV/m. Wikipedia.
Monográfico Leyendas
Colón y los siete cirios
R ealmente se empezó a
llamar fuego de San
Telmo a estas luminis-
cencias a partir del siglo XIII
(ver recuadro) y, desde enton-
ces, los marineros españoles
empezaron a llamar a esta luz
cuerpo santo porque creían
que era el mismo San Telmo
en cuerpo y alma
(resplandeciente) quien se
hacía visible.
Se cuenta que la tripulación
que acompañaba a Cristóbal
Colón pudo observar estas
luces en su segundo viaje,
emprendido en septiembre de 1493. El viento se había
levantado repentinamente durante la noche y todos pen-
saron que estaban en peligro, hasta que uno de ellos
descubrió varias luces brillando sobre los mástiles y las
jarcias. Según relata el hijo de Colón, el fuego de San
Telmo se presentó en la verga de juanete en una forma
múltiple (siete cirios, dice) sobre todo cuando mayor era
el fragor de una tormenta que envolvía a la carabela.
Colón llamó la atención de sus
compañeros sobre ellas y la tripu-
lación elevó sus oraciones al cielo
en acción de gracias, y se regocijó
pensando que San Telmo, su pro-
tector, estaba con ellos. Y todos
tuvieron por cierto que se trataba
en realidad del cuerpo de San
Telmo, de forma que ya nadie es-
taba en peligro.
Aunque no es tan frecuente, estos
fuegos múltiples se han dado en
más de una ocasión. El navegante
Forbin, en sus Memorias, cuenta
la anécdota siguiente: Nos ame-
nazaba una tormenta e hice car-
gar todas las velas. Sobre el bu-
que vimos más de treinta fuegos
de San Telmo. Había uno espe-
cialmente en la extremidad de la veleta del tope del palo
mayor, en la veleta, que tenía más de pie y medio de
altura. Mandé subir a un marinero para que lo bajase.
En cuanto estuvo arriba dijo que aquella llama hacía un
ruido semejante al de un cebete de pólvora; le dije que
quitara la veleta y tan pronto así lo hizo se quedó sin
llamas, continuando, en cambio, en el extremo del palo
mayor, sin que fuera posible quitarlas de allí.
16
La antorcha de Magallanes
E sta superstición náutica también se
menciona en el relato del viaje de
Fernando de Magallanes en su expe-
dición alrededor del mundo en el siglo XVI.
Su cronista, el veneciano Antonio Pigafetta,
comienza su narración en 1519 y nos cuen-
ta que al rodear Sierra Leona, una ominosa
calma fue seguida por un mes de tormentas
con cegadoras lluvias. Una y otra vez, los
cinco navíos de Magallanes se hallaron al
borde del naufragio. En el punto álgido de
una tormenta, el fuego de Santelmo surgió
en el palo mayor. La tripulación agradeció la
presencia de la luz santa y se tranquilizó. El
santo, informó Pigafetta, apareció en forma
de una antorcha encendida en la cumbre de
la cofa mayor y se quedó ahí más de dos
horas y media para consuelo de todos noso-
tros, que llorábamos, sólo a la espera de la
hora de nuestra muerte. Allí donde aparecía
el fuego de Santelmo, concluyó Pigafetta, el
barco jamás perecía. Los marineros estaban
encantados de llevar en su embarcación
esa bola luminosa, hasta que de pronto el
santo desapareció con un gran destello de
luz.
Shakespeare, en su obra La Tempestad, ya
hace alusión a la luz de San Telmo cuando
Ariel exclama: En el mastelero, en cofas,
gavias y bauprés ardía. Y un autor francés
del siglo XVIII describe así la aparición de uno de los
susodichos fuegos: Hacia la media noche nuestros ma-
rineros vieron a Helena en el palo mayor. Esta luz pare-
ce la llama de una vela y tiene un color azulado. Los
marineros la reciben con himnos y letanías; y cuando,
como a menudo sucede, la luz sigue brillando la salu-
dan con silbidos. Cuando la luz desaparece le gritan:
Buen viaje.
Almas en pena
En Francia, a esta luz se la llamó fuego de San Elme o
de San Erme, y en Inglaterra luz de San Elmo o Jack el
del farol. También se las conoce como fuegos de Santa
Helena o de San Ferme y en el nordeste de Escocia son
conocidas con el curioso sobrenombre de La tía de Cor-
bie.
“He abordado la nave del rey –dice Ariel en La Tempes-
tad–, y ora sobre proa, ora en los costados, ora en cu-
bierta, ora en las cámaras, por doquier he encendido el
asombro. Tan pronto me dividía, y ardía entonces por
aquí y por allá, y llameaba separadamente en el palo
mayor, en el bauprés y en las vergas, como me reunía
de nuevo juntando todas mis llamas…”. La Tempestad,
Acto I, Escena 2
Los marineros bretones creen que las luces de San Tel-
mo son almas en pena, generalmente parientes de san-
gre de aquellos que las ven, y que les imploran misas y
oraciones por sus almas. Algunos pescadores pensa-
ban que se trataba de viejos marinos que se ahogaron y
trataban de subir a bordo del barco en el que sirvieron,
pidiendo ser recordados en las oraciones de la tripula-
ción.
Cuando la luz de San Telmo ilumina la cabeza de un
marinero que está trabajando en el mástil es señal de
que la hora de su muerte está cerca. Esta misma creen-
cia aparece entre los marineros americanos mientras
que los alemanes, por el contrario, piensan que cuando
la cabeza de uno de ellos es iluminada por esta luz no
hay de qué preocuparse, pues no es más que el santo
ayudándole a realizar su trabajo más rápidamente.
El fuego de San Telmo
17
Monográfico Leyendas
L os marineros franceses creen que si la luz es
doble, entonces se trata de San Telmo y San Ni-
colás; y si es triple significa que se les ha unido
Santa Bárbara, señal inequívoca de buen tiempo. En
Portugal también se considera la aparición de las luces
de San Telmo como una señal de próxima bonanza.
Asimismo, los marinos alemanes, británicos y america-
nos están convencidos de que su aparición en las jar-
cias indica buen tiempo.
Por último, en la isla de Batz suponen que esta luz es
un espíritu maligno similar a los espíritus que se apare-
cen en la orilla para fascinar a los marineros.
Fray Pedro González Telmo
Algunos autores piensan que el nombre de fuegos de
San Telmo deriva de San Erasmo, uno de los más
destacados mártires de Antioquía y santo del siglo III,
patrón de los marineros de algunos países de Europa
oriental (cuya festividad se celebra el 25 de noviem-
bre). En la Edad Media, cuando los santos patronos
de la cristiandad sustituyeron a los antiguos dioses
griegos del mar, este fenómeno eléctrico se atribuyó a
San Telmo, que se convirtió en patrón de los marinos
en muchos países de la Europa occidental. Pero
¿quien era en realidad este santo del que tanto habla-
mos?
Tal vez muchos se sorprendan al comprobar que era
español y del siglo XIII. Me refiero a fray Pedro Gonzá-
lez Telmo, de la orden dominicana, nacido en Frómista
(Palencia) en el año 1184. Su vida en sí no tiene de-
masiado interés y se puede decir que fue más impor-
tante y milagroso tras su muerte. Se cuenta que su
vocación surgió un día de Navidad, mientras hacía
gala de sus habilidades en la equitación delante de un
numeroso grupo de personas por las calles de Palen-
cia. Su caballo tropezó y él cayó en un lodazal de for-
ma estrepitosa entre la burla y la mofa de la gente.
Este hecho fue el desencadenante de que se retirara
al convento de los dominicos de Palencia, fundado
poco antes, en 1219. Más tarde, desde Asturias a Ara-
gón y Galicia, el pueblo acoge su apostolado. Hacia el
1246 predica con entusiasmo en el puente de Rama-
llosa, inmediato a la aldea gallega de Santa Cristina,
en donde logró conjurar una violenta tempestad que
logra calmar.
El rey Fernando III el Santo lo lleva como capellán
castrense hasta Córdoba donde están teniendo lugar
combates contra los musulmanes y allí permanece
durante tres años. Después prosigue a Compostela,
ya con renombre taumatúrgico, especialmente entre
los hombres del mar. En Santander organizó en cofra-
días a los pescadores.
Cuando murió en Tuy en el 1251, su fama de santo
era archiconocida y a consecuencia de sus grandes
milagros se determinó proceder rápidamente a su ca-
nonización. No es de extrañar que, en su honor, se
pusiera el nombre de Telmo a ese misterioso fenó-
meno electromagnético que suele encenderse en las
cofas de los barcos. Su festividad se celebra cada 15
de abril.
Desde el siglo XV se viene rezando a San Telmo en la
iglesia de Tuy y ya por entonces era patrón del cuerpo
de mareantes de Sevilla. Hoy es el patrono de pesca-
dores y navegantes.
El origen de la luz de San Telmo
Son varias las leyendas que intentan explicar el origen
de las luces de San Telmo, algunas de ellas con claro
matiz religioso. Una de ellas nos la trasmite el folcloris-
ta francés Paul Sébillot y es la siguiente. Había una
vez un capitán que recogió en mar abierto a un naufra-
go que había sido arrastrado por la corriente en una
pequeña canoa. Lo subió a bordo de su barco y le
cuidó hasta que llegaron a tierra. Este hombre no era
otro que el mismo San Telmo. Al final el santo se iden-
tifica y le pregunta que cuánto le debía por sus servi-
cios. No me debe nada -contestó el capitán del barco-
lo he hecho por amor a Dios. Cualquier otro marino en
mi lugar habría hecho lo mismo. Tú que dices que
eres un santo haz un milagro para demostrarme que
has dicho la verdad.
Entonces San Telmo le replicó que puesto que no
quería aceptar dinero le expresaría su gratitud de otra
manera: Siempre que se aproxime una tormenta te
enviaré a ti y a todos los demás marinos una luz para
advertiros. Cuando veas brillar la luz en el mástil sa-
brás que se acerca una tormenta. Acto seguido, San
Telmo deseó mucha prosperidad al capitán y ascendió
a los cielos ante la atónita mirada de toda la tripula-
ción. Desde entonces, el capitán fue muy afortunado
en sus viajes ya que la luz de San Telmo le advertía
siempre que se acercaba una tormenta y tenía tiempo
para ponerse a salvo.
18
http://
www.radiomajuelos.com/
vivo/emision.htm
FERNANDO ALVAREZ (Dirección) JUAN
CARLOS ANTUNEZ (Investigación Técnica)
Y CARLOS SORIANO (Fotografía, diseño y
maquetación)
19
Por Carlos Soriano
¡Guañooooooth! ¡Achamaaaaaannnn!
El eco de aquel alarido encoleriza-
do y lastimero retumbaba entre las
laderas escarpadas de Anaga desde
hacíia díias. Los comandos castella-
nos seguíian su rastro con la idea de
apresar a aquel de quien proveníian.
No perdonaríian su vida. El miedo, pen-
saban, le ha vuelto loco.
20
esde lo alto, con la mirada perdida en la es-carpada holografía que le vio nacer, Beneharo sentía como la impotencia anidaba en su al-
ma. Aquellas cumbres, que por legítima herencia le fueron legadas por sus antepasados, habían sido ge-nerosas con él y con su pueblo durante siglos. Allí, siempre fue libre. Las nieblas de Anambro, las aguas que daban vida al barranco de Afur, la atalaya de Ta-borno, el roque sagrado de Taganana, hasta el último rincón de aquella tierra amaba. Pero el verde pasto que había alimentado a su ganado se había teñido de sangre. ¡Guañooooooth! ¡Achamaaaaaannnn! Aquel invasor pasaba a cuchillo a todo hermano suyo que osara oponerse y se apoderaba de sus rebaños, acorralando cada vez más a los pocos que aún sobre-vivían. Atrás quedó la unión gloriosa de todos los me-ceyes, en pos de un único fin común, que había dado como resultado la victoria en Acentejo. Allí, con sus banotes de madera y piedras vencieron a las tropas extranjeras, con armaduras y extrañas armas que lan-zaban fuego. Recordaba con júbilo como aquel Ade-lantado perdió los dientes mientras huía como un co-barde de su isla.
Pero volvió. ¡Achamaaaaaannnn! ¡No podía ser! ¡Hombres, muje-res! Adorado Majek ¡Los niños! ¡Guaaaaaañooooooth! Conocía de las atrocidades cometidas por el invasor en La Gomera, donde no hubo contemplación alguna de edades. Y Beneharo corrió por aquellos escarpa-dos riscos, ya descalzo, sin el menor atisbo de vértigo, pues conocía cada rincón de aquella tierra desde chi-nijo. ¡Achamaaaaaaaannnn! Traición. Añaterve, mencey de Güimar, hijo del gran Acaymo, había favorecido al invasor mostrándole las mejores rutas para acceder de nuevo al norte de la isla desde
Añazo, donde había permitido el desembarco de sus tropas. Había confabulado con el enemigo, mientras su raza era masacrada en un nuevo enfrentamiento en Aguere. La traición de la propia raza. Beneharo no podía asimilar algo así, más cuando había visto a sus congéneres luchando a pecho descubierto con más valor que armas. Él, que había conseguido imbuir de nuevo valor en los corazones de los pocos faycanes con los que podía contar, conduciéndolos a una muer-te segura. Allí murió Bencomo, el más grande mencey de Tahoro, el más sabio, que había unido a todos los menceyatos como un solo ejercito. Allí murió, enfren-tándose al De Lugo con casi 70 años. Beneharo enloqueció de rabia e implorando a los dio-se del cielo y de los infiernos aún tiempo, buscó refu-gio en la inaccesibilidad de sus riscos. ¡Achaaamaaaaaaaannn! ¡Guaaaañoooooth! ¡Guaaaaaañooooooth! Y día tras día, noche tras no-che, de risco en risco, aquel eco retumbaba entre las montañas. ¡Achamaaaaaaaannnn! Pero su pueblo no se rindió. Y la Liga de Tahoro volvió a reunir a sus hombres. Bentor, como sucesor de su padre, Bencomo, arengó a unos 6.000 guanches, hombres y mujeres, para lo que debía ser la batalla definitiva. No calló en la falsa treta del De Lugo, que
envió a un canario converso, Fernando Guanarmete, para que aceptara la rendición. No lo permitiría. Con-fiarían de nuevo el terreno, que conocían bien, y los esperaron una vez más emboscados en el barranco de Acentejo. Pero los castellanos, aleccionados por la primera gran derrota, mejor organizados, arremetieron con saña. Y la matanza de aquella terrible jornada do-blegó por fin la única resistencia que impedía la con-quista extranjera. ¡Aaaachaaaaamanaaaaannn! Dios creador ¿por qué nos has abandonado? Mi pueblo respetó a la madre tierra durante milenios ¿Cuál fue nuestro mal?
El Mencey Loco
21
Guayotaaaaaa! Demonio del fuego, que tantas ve-ces intentaste robarle la tierra al Guanche, convir-
tiendo en yermos sus fértiles valles. Que una vez tu-viste el valor de apresar en tu negrura a Majek ¿Dónde escondes tu furia ahora? La sangre de hombres y mujeres libres que lucharon con valor por seguir siéndolo. El dolor de sus herma-nos que no querían otra cosa que vivir en paz. Ese dolor lloró en los ojos de Beneharo, doblegando sus fuerzas y postrándole de rodillas. Cual era aquel dios, que adorara aquel pueblo, que hiciera distinción entre los hombres. Que le impulsara a llegar, desde el otro lado del horizonte, a tierras ajenas y matar las almas de sus gentes con el veneno de la esclavitud.
¡Guañooooooooht! ¡Achamaaaaaannn! ¡Yo soy libre! ¡Siempre seré libre! Se puso en pié apretando los puños y lanzó su añepa al abis-mo. Miró al Echeyde, a lo lejos, por encima de todo. Miró la tie-rra a sus pies, cada roque, ca-da barranco. Y comprendió al fin. Nadie podrá esclavizar su alma, jamás, pues no existía dios conocido o extranjero que pudiera arrebatarle el poder de decidirlo. Y con la templanza, el orgullo y la nobleza de un Men-cey, Beneharo saltó al vacío, seguido por el eco mientras aclamaba por última vez a su dios. ¡Achamaaaaaannnn!
Una vez escribió el poeta:
o puede morir jamás, quien de esclavo se libera rompiendo para ser libre,
con su vida las cadenas.
Ramón Gil-Roldán
Monográfico Leyendas
22
La Sociedad Española de Amigos del Misterio y la Parapsicología (SEAMP) vio
la luz en febrero de 2006, cuando se registró en el Registro Nacional de Socie-
dades con el N º Nacional 1/1/587843.
Desde el primer día no hemos parado de crecer, y de seguir adelante, colabo-
rando siempre con todos los grupos dedicados a la investigación y divulga-
ción seria de la parapsicología y del misterio.
Poco a poco y sin ningún ánimo de lucro hemos ido haciendo reuniones, ex-
cursiones, salidas, conferencias, hemos colaborado en programas de radio y
de tv., hemos creado nuestro propio programa de radio online Extrañologías, y
sacamos trimestralmente esta vuestra revista con el mismo nombre.
Tenemos la gran satisfacción, es todo este tiempo de haber aprendido de to-
dos vosotros cada día algo nuevo, de haber conocido en nuestro camino gente
maravillosa y queremos seguir aprendiendo y conociendo, porque eso es lo
que nos llena de riqueza, es vuestra acogida el pago a todo nuestro trabajo y
estamos abiertos a todas vuestras sugerencias, ideas, y hasta criticas. Somos
humanos y muchas veces sin querer podemos equivocarnos.
Podéis seguirnos en www.seamp.net.
http://www.facebook.com/group.php?gid=48094719162
Gracias a tod@s.
23
24
25
Mª José Pérez
Vicepresidenta SEAMP (delegación Cataluña)
www.seamp.net
El Agua, el preciado liquido, sin ella no existe la vida. La Tierra,
nuestro querido planeta, paradojicamente esta formado por 3/4
partes de agua y representa entre el 50% y el 90% de la masa
de los seres vivos.
Se encuentra distribuida por todo el planeta en sus tres distintas
variedades : liquida en mares, ríos, océanos, lagos o fuentes.
Sólida como la nieve o el hielo en los casquetes polares o en las
cumbres de las montañas. Y en su forma gaseosa en la atmósfe-
ra, las nubes.
Así podemos asegurar que los seres elementales del agua son
los que podemos encontrar en lugares mas variados ya que su
reino se encuentra en todas partes.
Estos seres son en su mayoría de genero femenino, de gran
belleza y bondad, aunque las que viven en lagos y mares son
menos sociables y simpáticas que las de los ríos, y en algunos
casos como los de las sirenas, pueden llegar a ser de gran mal-
dad.
Su apariencia varia dependiendo de su hábitat. Los que habitan
en las nubes se consideran un eslabón entre los espíritus del
agua y los del aire y su cuerpo es etéreo. Se mueven, al igual
que las mareas, con la regencia e influencia de los rayos lunares
y construyen sus casas en el fondo de las aguas, donde forman
hogares.
En las antiguas culturas, en las que siempre se respetaba en
alto grado la Naturaleza, los hombres ofrecían los primeros fru-
tos de sus cosechas a los dioses del agua, en acción de gracias
por regar sus tierras con la benéfica lluvia.
A estos Espíritus se los puede atraer con lavados y soluciones.
Rigen a los vegetales y a los procesos de curación. La hora más
propicia para invocarlos es a la puesta del sol, para ello elegire-
mos ropa de color gris o azul y dirigiremos nuestra invocación
hacia el oeste. La herramienta mágica será un caldero, copa,
cáliz o espejos y les ofreceremos agua, lociones, colonias o per-
fumes.
Invocación a los Elementales del Agua
Invoco a los Elementales del Agua. Invoco a Neckna, caudilla de las Ninfas.
Invoco a las dulces fuerzas pacificas pero poderosas de la savia vital.
Invoco a la belleza oculta pero generosa del fluido viviente. Invoco a todas estas fuerzas para que traigan
salud, bienestar y amor a mi vida.
El agua tiene propiedades purificadoras innatas. Desde los tiem-pos más remotos se ha utilizado en las ceremonias espirituales y se ha asociado con los misterios de la existencia humana. Lim-pia y purifica la energía negativa y estancada de una casa y de-vuelve al espacio la sensación de paz y claridad que había per-dido. Es excelente para eliminar las emociones negativas de una habitación. Porque el Agua, como Elemento, nos conecta sobre todo con el plano de los sentimientos. El poder del espíritu del agua es la intuición la emoción y la espiritualidad. Es renovación y renacimiento. El agua cura, purifica y rejuvenece.
26
ASRAI Las Asrai son un tipo de hada que habita en los lagos y ríos, ocultas en los huecos de las rocas. Son seres tímidos de pequeña estatura, aunque hay quien las describe de altura semejante a la humana. Su aspecto es el de una hermosa joven pero en realidad son an-cianas centenarias. Si un hombre las ve, queda inme-diatamente prendado de su belleza y es capturado por ellas, pero su punto débil es la luz del sol, y si fueran capturadas y expuestas aunque solo fuera a un solo rayo se derretirían y se convertirían en un charco, por eso solo salen las noches de luna llena, las Noches de Asrai. Sus cabellos son largos, de color verdoso y siempre van desnudas. Estos seres tienen tantos pun-tos negativos que se cree que en el pasado podrían haber sido seres muy malvados castigados a llevar una vida oscura y solitaria.
uenta la leyenda que un pescador salió una no-che a pescar con su red en el lago, cuando sintió que algo pesado se enredaba en ella. Tiró con
todas sus fuerzas, y a la luz de la luna vio que había capturado una Asrai. Era una criatura preciosa y que-dó maravillado. Había oído decir que estas ancianas hadas solo salían de sus profundos hogares una vez cada cien años, a contemplar la luna. Su tamaño era el de una niña de unos doce años y se dirigió a el suplicándole que la dejara ir, pero el pesca-dor no la escuchaba, pensaba en sus hijos y se pensó que los ricos del castillo le pagarían bien por poder mostrar la Asrai en sus estanques de peces.
Así que endureció su corazón y emprendió el camino de regreso. La Asrai sacó un brazo de la red y señaló una y otra vez a la luna menguante, luego puso la mano en el brazo del pescador, que según este contó más tarde "era tan fría como la espuma", parece ser que el calor humano la hirió y el pescador la colocó en la parte inferior de la embarcación. Como tenia miedo de que la luz del día fuera demasiado fuerte para ella, la cu-brió con unos juncos. Cuando volvió a por ella, el sol ya estaba alto. Al levantar los juncos, su red estaba vacía y una mancha húmeda era todo lo que quedaba de ella. Pero el brazo que había tocado se mantuvo helado durante el resto de su vida y nada pudo calen-tarlo nunca más.
KELPIES
Los Kelpies son seres elementales del agua de origen celta, hijos de Epona (diosa celta de los caballos y la guerra). Suelen habitar los lagos escoceses y son seres malig-nos que adoptan la forma de un magnifico caballo ne-gro como la noche o de un blanco deslumbrante como a luz de la luna. Su mirada es salvaje, pero se mues-tran dóciles para atraer la confianza de los humanos,
Seres Elementales del Agua
27
Monográfico Leyendas
sobretodo de los nichos, que se acercan a ellos cre-yendo que son algún potro perdido, pero al montar sobre ellos, el kelpie se lanza con un galope salvaje hacia la parte mas honda del lago, donde se sumerge junto a su jinete, el cual muere ahogado. Se cree que la leyenda del Monstruo del Lago Ness tiene sus raí-ces en el mito de kelpie adaptado a la imaginería ac-tual, pasando de ser un caballo a ser una criatura si-milar a una serpiente o un dinosaurio.
uenta la leyenda que un día al salir de la escuela los niños vieron un bonito caballo a orillas del lago. Era tan dócil que enseguida se familiariza-
ron con el y quisieron montarlo. Todos subieron en el menos uno, algo le decía que era mejor que no mon-
tara, pero lo rozó sin querer y sintió una extraña fuer-za que lo mantenía pegado al animal. Trato de sepa-rarse con un cuchillo, pero todo fue inútil. Entonces el kelpie emprendió un feroz galope hacia el lago, y de un gran salto se sumergió junto con los niños en las profundidades del agua. Hay otros mitos relacionados con el kelpie, Jorge Luis Borges nos habla en su obra "El libro de los Seres Imaginarios" de los Caballos Marinos. Nos dice que es un caballo salvaje que vive en el mar y que solo sale a
la superficie en busca de hembra. Es como el caballo terrestre pero sus crines y su cola son más largas y su color mas lustroso, aunque su altura es algo menor. Su cruce con los caballos terrestres da hermosas crías, pero estas mueren al cumplir los tres años. Es dócil y fácil de apresar pero conviene no bañarlo en el río porque cuando ve el agua recobra su antigua natu-raleza y se aleja nadando. Se piensa que la frase " hijos del viento" aplicada a caballos muy veloces origi-nó esta fábula. En Brasil se habla de un caballo diabólico que vive en el mar o en los ríos. Se suele aparecer en las cerca-nías de algún lago en donde se le ve como un pez con forma de caballo o una especie de sirena. Su color es blanco con las crines y la cola doradas. Su presencia
es de mal augurio y suele hacer naufragar las em-barcaciones. Para ahuyentarlos es útil llevar un mascaron de proa con su imagen. En Chile nos cuentan de un caballo de aspecto nor-mal pero con facultades extraordinarias. Por las noches anda sobre las aguas alumbrado por un farol alimentado con aceite humano. Este combusti-ble se lo dan los brujos como pago a sus servicios como correo y transporte, ya que este caballo los transporta a sus aquelarres.
ONDINAS El origen de las Ondinas no es claro, aunque se cree que son hijas de Odín y se corresponderían con las Nayades griegas. Según las leyendas nórdi-cas son las hadas de los lagos aunque también son seres de los océanos pero de aguas no profundas. En su versión masculina se llaman Wallanos. Tienen una gran afición por las perlas que conside-ran mágicas y, según cuentan la leyendas, si un mortal quería conseguir el amor de una ondina de-bía ofrecerle este preciado regalo. Se adaptan muy bien a la vida en tierra junto a los hombres, aunque deben permanecer en contacto con el agua durante toda su vida. Son amables tan-to con los humanos como con los otros elementales de la naturaleza, pero si se desafía su poder pue-den llegar a causar estragos como grandes diluvios o sequías. Ellas velan para que los ríos permanezcan en sus cauces y los océanos en su lugar, para que no se inunden las tierras que los albergan. Pero también muchas veces se cansan de que los humanos ha-gamos mal uso del agua de ríos y océanos y los contaminemos, por este motivo pueden mandarnos crisis de agua como sequías prolongadas o grandes
inundaciones. Puesto que el 70% de nuestro cuerpo y planeta esta compuesto de agua, deberíamos ser gratos y cordia-les con ellas y, además de cuidar este preciado ele-mento, ofrecerles flores, perfumes, inciensos y velas que se colocaran a la orilla del mar o el río en una cestita para que el agua arrastre al interior, si no re-gresa quiere decir que aceptan el regalo, pero si por el contrario vuelve, algo no ha salido bien.
28
En los lagos de origen glaciar del Pirineo aragonés (Ibons) se les llama Fadas d'os Ibons o Moras y se dice que atraen a pastores y montañeros con sus can-ciones especialmente en Nochebuena y se las puede ver bailar sobre las aguas el día de San Juan. En el imaginário catalán son las dones d'aigua, goges, aloges o encantadas , y según cuentan las leyendas del Ripollés, una mujer se convertirá en dona d'aigua si toma una infusión la noche de San Juan con agua de siete flores y hojas de una encina herida por el ra-yo, recogidas esa misma noche. Hay creencias populares que las asocian al mirlo acuático, unos pájaros negros de pecho blanco que vuelan sobre los gorgs (hoyas de agua). Se dice que en las noches de verano se transforma en mujeres de agua, se bañan a la luz de la luna y peinan sus largas cabelleras con peines de oro.
uenta una leyenda germánica que Ondina era una ninfa del agua, y como las demás ninfas, muy hermosa e inmortal. Pero se enamoró de un
humano y se casaron. Esto supuso la perdida inme-diata de su inmortalidad. El le juró amor eterno con estas palabras : “Que cada aliento que dé mientras estoy despierto sea mi compromiso de amor y fidelidad hacia ti”. Al año de matrimonio la Ondina dio a luz un hijo y des-de ese día empezó a envejecer, entonces su marido fue perdiendo interés por ella.
Un día Ondina encontró a su marido en los brazos de otra mujer y pronuncio una maldición: “Me juraste fidelidad por cada aliento que dieras mien-tras estuvieras despierto y acepté tu promesa. Así sea. Mientras te mantengas despierto, podrás respi-rar, pero si alguna vez llegas a dormirte, ¡Te quedarás sin aliento y morirás! Y desde ese día se vio condenado a mantenerse siempre despierto .... aunque creo que no duró mu-cho. En la realidad la Maldición de la Ondina es un término médico dado a una rara enfermedad de la que única-mente hay unos 200 o 300 casos conocidos en todo el mundo, pero se cree que 1 de cada 200.000 bebes que nacen podrían tener esta enfermedad por ser causa de muerte súbita. En los casos mas leves el sujeto podría seguir vivien-do, pero debido a que el sueño no es reparador por la falta de oxígeno, durante el día se encuentra cansado y somnoliento con frecuentes dolores de cabeza. Los casos mas graves aparecen desde el nacimiento y dormir significa una muerte segura. Muchos neona-tos mueren sin poder saber la causa. Aquellas personas en las que la enfermedad va em-peorando progresivamente se les suele tratar con ven-tilación asistida durante la noche. Aún así cualquier descuido de quedarse dormido sin la oxigenoterapia significa la muerte.
Seres Elementales del Agua
29
Monográfico Leyendas
SEALKIES La palabra Sealkie viene de un vocablo celta que sig-nifica foca, por tanto las Sealkies son conocidas tam-bién como “hadas foca” y viven en los mares de Esco-cia. Son seres tímidos cubiertos por una piel de foca, que, algunas veces se quitan, especialmente en las noches de San Juan que acuden a la orilla, y entonces se convierten en hermosas mujeres perfectamente for-madas. Pero deben de tener mucho cuidado de no perder esta piel pues, sin ella nunca podrían regresar a su hábitat líquido. Se dice que si un hombre encontrara una de estas pieles y la escondiera en su casa tendría bajo su do-minio a la mujer foca, la cual se vería incapaz de re-gresar a su elemento marino y aceptaría vivir con el hombre, cuidar de su casa y hasta darle hijos. Pero si un día encontrara su piel de foca regresaría para siempre al fondo del océano. LA LEYENDA DE LA MUJER FOCA DE LAS ISLAS
SHETLAND uenta esta leyenda que un hombre de las islas Shetland descubrió una noche una asamblea de sirenas que bailaban a la luz de la luna. Al descu-
brir que las estaban mirando recogieron rápidamente unas pieles de foca que tenían escondidas en un rin-cón y desaparecieron en el mar. Pero el hombre vio que se habían dejado una, así que la recogió, se la llevó a su casa y la escondió en el fondo de un baúl que tenía en el desván.
Luego volvió a la playa donde vio a la mujer más her-mosa que jamás hubiera visto. Era una Sealkie que se lamentaba por la pérdida de su piel de foca. Le suplicó al hombre que se la devolviera, pero fue inútil. El le propuso, en cambio hacerla su esposa, y ella al ver que le sería imposible volver al mar no tuvo más re-medio que aceptar. Vivieron juntos muchos años y tuvieron varios hijos. El hombre la amaba apasionadamente, pero a ella se le veía triste y nostálgica, pasaba muchas horas en la playa contemplando el mar, incluso algunos días una gran foca se acercaba a la orilla y conversaban en una lengua desconocida. Y así fueron pasando los años, hasta que un día uno de los niños jugando en el desván descubrió en el fon-do del baúl la piel de foca, y contento con su descubri-miento fue a enseñárselo a su madre. Esta al verlo lanzó un grito de alegría ¡Por fin podría volver a su casa! Pero su felicidad no podía ser completa ya que al volver al mar debería abandonar a sus hijos. Lo pensó un momento pero la atracción del mar era muy fuerte, así que después de besar a sus hijos, co-rrió hacia la playa. El hombre al enterarse corrió tras ella y la encontró en la orilla ya transformada en foca. Se disponía a saltar y al mirarle comprendió el gran amor que aquel hom-bre sentía por ella y entonces le dijo: “Te he amado durante todo el tiempo que he estado en tierra, pero mi gran amor siempre ha sido el mar” Y se lanzó al océano.
30
31
32
33
Hablar de los Pirineos es hacer referencia a todo un conglome-rado de enigmas y misterios, desde cuál era su verdadero nombre ( en el dudoso caso de que lo tuviera) antes de que los griegos le llamaran tal como ahora lo conocemos, hasta sa-ber donde se encontraba la ciu-dad que le dio nombre “Pyrene” la cual es ya mencionada en el siglo VI antes de nuestra era, y que se supone que se encontra-ba en las cercanías del actual Cabo de Creus (Girona). Pero indudablemente uno de los arca-nos que más tinta ha hecho co-rrer en referencia a los enigmas históricos de dicha cordillera, es el lugar exacto por donde pasó el gran caudillo cartaginés Aníbal con sus tropas y sus elefantes.
Es una pequeña editorial con sede en Barcelona dedicada a la publicación
de libros sobre esoterismo, magia, enigmas y lo desconocido en general.
Hasta el momento, su fondo editorial consta de tres colecciones:'La Catalu-
ña Mágica', compuesta por diversas obras de Miguel Aracil, 'Colección Mis-
terios' y 'El Baúl de los secretos', un recetario popular de rituales caseros
escritos por Mery Meyer.
Gómez Editor-Editorial Bastet | [email protected]
http://www.editorialbastet.com/
Miguel G. Aracil
34
Anibal y el misterio de los Pirineos
F ue durante el transcurso de la Segunda Guerra Púnica ( 218-201 a.C.)en la que el formidable general púnico, llegó a tierras de la Península
Itálica y tras cuatro rápidas victorias ( la última en Cannas fue la más famosa) puso en jaque a la mismí-sima Roma, aunque de poco le habría de servir, pues la estrategia romana acabaría venciendo al coraje pú-nico. Sobre las tropas cartaginesas que atravesaron los Pirineos y luego los Alpes, se tiene como fuente más exacta, la que nos habla de un ejército de 90.000 infantes, 12.000 jinetes y 37 elefantes africanos ( algu-nos autores han exagerado la cifra y hablan de casi 200). A toda esta tropa, se han de añadir 8000 merce-narios íberos que se añadieron por el camino. A nivel anecdótico diremos que se cree que durante el paso de los Pirineos y las escaramuzas ocurridas con algu-nas tribus de la zona, perdió casi 20.000 Mientras que
su paso por los Alpes está “relativamente documenta-do” y solo existen dos dudas; las referentes a si los atravesó por Mont Genévre o el Col de l´Argen terie, el camino ( o caminos) que utilizó para cruzar los Pirineos, son mucho más enigmáticos, y pese a mu-chas especulaciones aún no se sabe exactamente por donde pudo realizar su hazaña. Ante todo hemos de pensar que sobre la verdadera geografía peninsular apenas se sabe nada cierto hasta la segunda mitad del siglo II a.C. en que como dice el catedrático de Arqueología Clásica Doctor Antonio García Bellido, es a a partir del 133 a.C. ( coincidiendo con la caída de Numancia) cuando empiezan a llegar los primeros geógrafos e historiadores , concretamente griegos helenísticos, destacando Polybios, Poseidonios y Arte-midoros los cuales empiezan a darnos unas noticias
geográficas fiables, pues hasta aquel entonces, las referencias geográficas estaban a medio camino entre los rumores, el mito y la especulación.(1) Se supone que al salir desde Cartagonova, Aníbal intentó llevar unidas sus tropas hasta llegar al río Ebro donde sus fuerzas se dividieron en tres grandes co-lumnas. Hasta aquí los estudiosos están básicamente de acuerdo, pero a partir de este momento parece ser que ya empiezan las dudas, pues mientras los más “oficialistas” aseguran que no existieron pasos en los Pirineos hasta que los romanos construyeron los tres famosos de Perthus ( por la Junquera), Canfranc ( por Jaca y hacia Olorón) y el Ymo Pyrenaeo ( en el ca-mino de Pompaelo o sea Pamplona) y algunos un tan-to dudosos como el Coll de la Perche en tierras cerca-nas al Segre, o el de Cerbere, otros estudiosos más heterodoxos aseguran que ya mucho antes los Piri-
neos eran recorridos por antiquísimos caminos de los que nadie conoce sus constructores, y que solo nos dejaron como huella, algunos toponimios. Uno de es-tos “viejos caminos” sería el de las “estrellas” que lue-go se cristianizaría con la advocación y el patronazgo de Santiago, y que recorre practicamente todo el norte peninsular. Uno de estos caminos o ramales “antiguos” y que mu-chos autores como Joan G. Moragas o Josep María Bellvér creen que pudo ser el que utilizaron los carta-gineses para atravesar los Pirineos, es el Capsacosta, que “oficialmente” se considera romano y un ramal de la Vía Augusta, que unía Cádiz con Roma. Algunos estudiosos aseguran y recientes descubrimientos co-mo veremos más adelante parecen demostrarlo, que esta Vía de Capsacosta fue “reutilizada” por los
35
La cueva, símbolo iniciático y sincrético Monográfico Leyendas
romanos, que se limitaron a aprovechar y lógicamente reconstruir una vía antiquísima que actualmente nadie sabe quien pudo trazar, aunque posiblemente sirvió para transportar la plata que se obtenía en las cerca-nas minas de Rocabruna. Según un trabajo publicado por Joan Godori (VII Asamblea de Estudios sobre el Condado de Besalú) en tiempos remotos debió de existir una unidad “cultural ganadera” ( citamos tex-tualmente) que abarcaba todo el Pirineo ( del catalán al vasco) y continuaba hasta Galicia ( coincidiendo con el actual Camino de Santiago). Para su teoría se apoya en los estudios del filólogo Jordi Bilbeny que relaciona el radical “Mal” con el significado de “lugar donde podía protegerse el ganado”, algo muy pareci-do a la teoría del investigador Juan Luis Román del Cerro (El origen ibérico de la lengua vasca Editorial Aguaclara) que relaciona los toponimios “Mal” con el morfema ibérico “Nal”. Los tres estudiosos llegan a la conclusión de que estos radicales vasco-ibéricos que-dan reducidos a los lugares donde se dio esta “cultura ganadera”.Indicaremos que en esta zona fronteriza entre la Garrotxa y el Ripollés, y junto a esa antigua Vía Capsacosta, aún pueden apreciarse algunos ejemplos ( Sant Martí de Solamal, o Torrent de Arçamala) La teoría de que los cartagineses hubieran podido atravesar los Pirineos por un paso de poca altitud, más apto para sus tropas y sobretodo para sus elefantes,( más lógica que la más aceptada confor-me habían pasado por las escabrosas montañas ceretanas, teoría muy del gusto de los “científicos oficiales”) solo necesitaba de una prueba física, y así nos encontramos que prácticamente por casua-lidad, un payés del valle de Bianya ( Garrotxa-Girona), se encontraba recorriendo una zona tre-mendamente frondosa correspondiente al Puig Solana y conocida desde hacía años por un extra-ño megalito bautizado por los lugareños como Pe-dra del Llamp (Piedra del rayo) y que posiblemente se trate de un gran paradolmen, cuando al rascar involuntariamente con una herramienta de corte una pared de dicho megalito, descubrió que habían unas extrañas líneas grabadas sobre la piedra. No se podía casi distinguir que clase de símbolo había sobre la roca, pues estaba casi toda ella cubierta
de líquenes. El hombre, de nombre J. Clapera se in-teresó por el grabado, y cual no sería su sorpresa al ver que se trataba de un enorme elefante africano, que “alguien” había grabado en la roca. Del hallazgo se hicieron eco solamente algunas publicaciones loca-les o comarcales, y según un artículo publicado re-cientemente por Joan Godori en la revista gerundense “Bisania” ( editada en catalán), “algunos expertos (citamos textualmente) inspeccionaron la gran piedra y como el hecho era insólito y no sabían que decir, pu-sieron la excusa de que el musgo había sido arranca-do, lo que le sacaba importancia y que quizá lo había hecho algún pastor “aburrido” ” . sabemos que los ele-fantes solo se conocieron en Europa en tiempos histó-ricos en dos ocasiones, una con el paso de Aníbal y otra durante los siglos VII y VIII en que al parecer ha-bía un grupo de ellos lógicamente importados, en la corte de Aquisgram. Sabemos que Carlomagno tenía algunos en su “colección particular”, y quizá en la cor-te del rey taifa “Lobo” de Murcia, aunque no es segu-ro.
http://www.enrutagirona.cat
36
Anibal y el misterio de los Pirineos
Puestos al habla con algunos investigadores locales que nos pidieron no dar sus nombres, para evitar “chuflas” y problemas, nos enteramos que además del magnífico elefante que está situado en la cima de la montaña antes citada y bajo la cual transcurría la Vía de Collsacosta, en toda la montaña se encontraban grabados extraños de personajes que para nada en-cajaban en la cultura pirenaica, y nos acompañaron hasta una pequeña cadena de rocas en la que se pue-de apreciar perfectamente aunque muy erosionada, la imagen de lo que parece ser un individuo africano ( nuestros guías la conocen como la “Pedra del indi”, ( o sea la piedra del indio), en la que se aprecia un individuo con un penacho haciendo una ofrenda y en sus brazos parecen haber varios grandes brazaletes parecidos a los utilizados por algunas tribus africanas. No olvidemos que entre los mercenarios llegados du-rante la Segunda Guerra Púnica y que acompañaron a Aníbal, habían guerreros negros numidios ( los mis-mos que en la Tercera Guerra Púnica serían enemi-gos de Roma) y que la mayoría de los domadores o conductores de los paquidermos eran de raza negra. En una última nota publicada por Joan Godori en su artículo “La roca del llamp” el autor comenta que los “buscadores de tesoros” han llegado al Puig Solana, con picos y azadas para “excavar” por su cuenta. Des-cartamos después de haber visitado varias veces di-chos lugares, que puedan ser la obra de ningún anti-guo bromista, pues aunque tanto el elefante como el “africano” están en la misma montaña, los separan casi 40 minutos de maleza y vallas electrificadas para
guardar el ganado. Y lo erosionado de ambas inscultu-ras, nos indican que su antigüedad debe de ser de cómo mínimo muchos siglos. Las últimas noticias sobre el tema nos hablan de nue-vos grabados en Can Punser, en la misma montaña, en la que nos han asegurado que se ven otras extra-ñas figuras, principalmente caras de aspecto “exótico”. ¿Pasó Aníbal con sus elefantes por aquella zona más accesible de los Pirineos, o quizá solamente una parte de sus ejércitos, la más difícil a razón de los enormes problemas que debían ocasionar los gigan-tescos paquidermos? Creemos que unas excavacio-nes y un estudio sistemático por parte de los arqueólo-gos oficiales podría dar alguna sorpresa, y desentra-ñar quizá uno de los grandes misterios que guardan los Pirineos. Miquel G. ARACIL (1) La Península Ibérica en los comienzos de su histo-ria. Dr. García Belido. Ediciones Itsmo (Madrid)
37
38
39
Si hablamos de leyendas y estamos en
abril a la fuerza hay que hablar de un San-
to Caballero, patrón de Cataluña, y del
que se celebra su fiesta en este mes,
Sant Jordi, mártir de la Capadocia y sím-
bolo de la nacionalidad catalana.
40
S u culto es uno de los más antiguos de la Iglesia y
se tiene por cierto que ya a finales del siglo V
Santa Clotilde, esposa del rey Clodoveo, hizo eri-
gir altares en su memoria. Fue venerado en Oriente y
Occidente, pero entre nosotros su devoción viene del
momento en que se formo Cataluña, en tiempo de la
reconquista.
Cuenta una leyenda que el Conde de Barcelona, Bo-
rrell II, explicaba que son la única ayuda de nueve
hombres le fue posible recobrar la capital de su Estado,
en las montañas de Manresa, gracias a
la intervención de Sant Jordi, que cabal-
gando un caballo blando y blandiendo un
rayo por espada, los guió en la lucha, y
en memoria de este triunfo el Conde Bo-
rrell tomó por divisa la cruz roja en cam-
po de plata, el escudo de armas que en
todas sus apariciones ostentaba Sant Jordi.
El origen de su patronazgo se encuentra en un ca-
so parecido acontecido un siglo después a la bata-
lla de Alcaraz, sobre el año 1094, ganada por Pe-
dro I, rey de Aragón, y tras estos dos acontecimien-
tos los Monarcas de Cataluña lo adoptaron como
patrón y alma de las empresas militares de Catalu-
ña y el grito de guerra “¡ Sant Jordi, firam, firam!”
daba coraje a los soldados catalanes y aragoneses
a la hora de lanzarse a los más arriesgados y de-
siguales combates, ya que estaban seguros de salir
victoriosos de la lucha.
Por esto los Condes-Reyes de Barcelona lo honraban
no solo rindiéndole culto, sino también instituyendo or-
denes de caballería a su nombre.
Pere I de Cataluña estableció la de Sant Jordi de Alfa-
ma y Pere III el “Cerimoniós” obtuvo en el año 1373 su
aprobación apostólica.
En el año 1456, por acuerdo de las Corts de Catalunya
reunidas en Barcelona, fue declarada fiesta obligatoria
en el Principado, Condados del Rossellón y Cerdeña.
Esta fiesta que reviste a la vez carácter popular y pa-
triótico, en la antigüedad se celebraba principalmente
en el Gran Palacio de la Generalitat, en cuyo claustro y
capilla se rinde homenaje al Santo Patrón, pero no so-
lamente se conmemoraba en el altar, si no que también
se hacían fiestas profanas en su honor.
La leyenda de Sant Jordi
El Pati dels Tarongers (Patio de los Naranjos) es el cen-
tro neurálgico del Palau de la Generalitat
La Capilla de Sant Jordi está dotada con excelentes
obras de arte, como el frontal del altar con la historia de
Sant Jordi, bordada por Antoni Sadurní, el relicario de
1600, obra de Felip Ros, y una estatuilla de Sant Jordi
con armadura articulada del siglo XV. En el interior, la
parte primitiva de la capilla es un espacio cuadrado cu-
bierto con una bóveda de crucería en cuya clave se es-
culpió la imagen de san Jorge bellamente policromada e
iluminada por un magnífico rosetón abierto en el s. XVI.
41
U na de ellas eran las justas de caballerías organi-
zadas en la plaza del Born, presididas por el Lu-
garteniente, Gobernador, Diputados y Conseje-
ros, donde se reunía la crema y nata de la sociedad
barcelonesa luciendo sus mejores galas.
Ahora que ya nos hemos puesto en ante-
cedentes de cómo era esta época históri-
ca, pasaremos a lo que nos cuenta la le-
yenda.
Sant Jordi era de la Capadocia y de un
noble linaje. La ciudad de Cilena, también
llamada Sirena, capital de Pentápolis, te-
nia en sus limites un estanque donde se
decía que vivía una especie de fiera. Su
aliento fétido llegaba hasta las murallas
de la ciudad, infectando el aire.
Los habitantes de este lugar vivían escla-
vizados por la fiera, ya que para librarse
de sus ataques se veían obligados a darle
cada día dos ovejas.
Pero las ovejas se terminaron y entonces
tuvieron que recurrir a las personas. Si
nos ponemos en su lugar podemos imagi-
nar el inmenso dolor de los padres al tener que ofrecer-
le sus hijos, y el del mismo rey cuando llego el turno de
ofrecerle su propia hija. Airado, se dirigió a sus súbdi-
tos diciendo: “Coged todo el oro y la plata, y la mitad de
mi reino, si queréis; pero dejada a mi hija”. Pero los
ciudadanos, furiosos, le contestaron: “¡Oh rey! tu esta-
bleciste esta ley; todos nuestros hijos han muerto,
¿ahora quieres eximir a tu hija? Si no cumples lo que
estableciste, prenderemos fuego al palacio contigo
dentro”. Entonces el rey, llorando desconsolado, excla-
ma: “ Oh, querida hija, ¿Qué será de ti?” y girándose
hacia su pueblo les dice: “Concederme al menos ocho
días de tregua para poder llorar a mi hija”
Pasados los ocho días que su pueblo le concedió al
rey, volvieron a presentarse en palacio gritando:
“Quieres que nos perdamos todos por tu culpa? Mira
como nos infecta el aire el dragón con su aliento” El
rey, viendo que ya no podía hacer nada por su hija, la
abraza y, llorando, le dice: “Hija querida, yo esperaba
tener nietos que heredasen mi reino, pero, en lugar de
eso tengo que entregarte al dragón que te devorará.
Quisiera morir antes de presenciar este horrible final “.
Entonces la princesa se lanza a los pies de su padre
para ser bendecida, y ambos abrazados fueron condu-
cidos hasta el dragón.
Cuenta la tradición que este rey se llamaba Sevio, y su
hija Margarita.
Pero en este momento pasaba por allí Sant Jordi, y
viendo a la doncella llorosa y desconsolada, le pregun-
ta que le pasa. Ella le responde: “Oh, buen caballero,
huid de aquí si no queréis morir conmigo”
“No tengas miedo, doncella” dijo el santo “dime ¿que
esperas aquí, con esta multitud?”
Entonces la princesa le explica su desdicha y el terrible
destino que le esperaba, instando al caballero a que se
fuera rápidamente de allí y se pusiera a salvo. Enton-
ces Santo Jordi le dijo:
“Hija mía, no tengas miedo, yo te defenderé en nombre
de Jesucristo”
Monográfico Leyendas
El actual paseo del Born, donde en la antigüedad se celebraban
justas o torneos medievales.
42
E n ese momento se
acercó el dragón y
Sant Jordi, haciendo
la señal de la cruz, alza la
punta de su lanza y, galo-
pando sobre su blanco cor-
cel, arremete contra el dra-
gón, el cual cae gravemen-
te herido. Entonces le dice
a la princesa:
“Pon tu cinturón al cuello
del dragón y no tengas nin-
gún miedo”
Así lo hizo la princesa, y el
dragón la siguió como un
perrito.
Sant Jordi y la princesa,
acompañados del dragón
pusieron rumbo a la ciudad,
pero la gente huía despavo-
rida exclamando: “ Estamos
perdidos, todos vamos a morir!”. Y el santo los tranquili-
zó con estas palabras: “Nuestro Señor me ha enviado
para liberaros de esta calamidad. Creed solamente en
la doctrina de Jesucristo, recibid el Santo Bautismo y
yo matare al dragón”.
Ante este milagro, el rey y su pueblo pidieron el bautis-
mo, entonces Sant Jordi, desenfundando su espada,
mató al dragón, tal como lo había prometido.
El rey hizo construir en honor de la Virgen María y Sant
Jordi una magnifica iglesia. Al pie del altar mana una
fuente de agua que, según se cuenta, sana todo tipo de
enfermedades.
La veneración a la imagen de Sant Jordi se hizo muy
popular en Cataluña en todo tipo de manifestaciones
artísticas, escultura, pintura, vidrieras, tapicería, borda-
do, grabado, platería…
Se reproducen escenas de la leyenda, especialmente
cuando el santo mata al dragón y libera a la doncella.
También es típica la feria de las rosas, que constituye
un símbolo de la primavera, anunciando la proximidad
de mayo, el mes de las flores.
Esta leyenda en la voz popular universal, sitúa al santo
caballero en la Capadocia, pero en la tradición catalana
se cree que fue acaecida en los alrededores de la villa
de Montblanc, donde todos los años sus habitantes
vuelven por unos días a esta época, montando en sus
calles un gran mercado medieval, justas y torneos.
La leyenda varía poco, cabe destacar que, cuando
Sant Jordi mató al dragón, este se fundió en el suelo y
de su sangre brotó un rosal de rosas rojas, entonces el
santo le ofreció una a la princesa, monta en su caballo,
y entre gritos de alegría atraviesa la muralla por la
puerta que, en recuerdo de esta gesta, todavía hoy es
conocida por el Portal de Sant Jordi.
La leyenda de Sant Jordi
43
Y por esto escogieron a Sant Jordi como patrón de
Montblanc hace muchos años, hasta que, en el
futuro se olvidaron.
La costumbre de obsequiar a las damas con rosas vie-
ne de la época en que se celebraban torneos, que co-
mo he dicho antes, en Barcelona se celebraban en el
Born. Esta costumbre, que por aquel entonces solo era
para las clases aristocráticas, se fue extendiendo hasta
llegar a ser, como lo es en la actualidad, una fiesta típi-
ca celebrada en Cataluña para todos.
Esta misma fecha, coincide con el dia del libro, que
conmemora la muerte de Miguel de Cervantes, así de
este modo en Cataluña las rosas y los libros salen jun-
tos a la calle cada 23 de abril.
Monográfico Leyendas
44
S i te gustan los misterios aquí encontrarás todo tipo de rela-
tos, investigaciones y demás contenido relacionado con el
mundo paranormal.
S i te gustan los sueños, las gemas, todo tipo de historias so-
bre lugares encantados, leyendas urbanas y sucesos olvi-
dados en el tiempo....estás a un solo click...
Patricia Gutiérrez
45
En la comunidad de un pueblecito llamado Santa Eulária des Riu, su leyenda se
refleja en el río de Santa Eularía, antiguamente conocido como el río Balcar. Su
origen es Romano, esta ubicado bajo un puentecito de acceso al pueblo para
los vehículos, se dice que este río no nace de la montaña, sino de unos acuífe-
ros subterráneos con lo cual seria necesario recibir mucha agua sobrante de la
lluvia, por este motivo suele ser un rio sin agua, pocas veces lo hemos podido
ver con caudal.
Su desembocadura en el mar es conocida con el nombre de Xarc un nombre
árabe que en castellano significa Levante.
46
H ay una leyenda, sobre unos Duendes, unos per-
sonajes muy populares en la mitología popular
Pitiüsa, es un Duendecillo importante para la
historia de la isla, aunque no podemos olvidar tampoco
a los barruguets, o los follets Se ha llegado a comentar
su actividad no solo en este puente incluso al parecer
también se le relaciona con en el puente de Pou des
lleó, en la misma isla de Eivissa.
Se ha llegado a comentar que sólo en la noche de San
Juan, en fecha de el 23 de Junio, nacen unas hermo-
sas plantitas que con los primeros rayos del sol crecen
de ella unas florecitas, que su duración es excesiva-
mente corta, y apenas duran unos segundos. Cuentan
que tienes que ser muy rápido y si consigues coger la
flor en todo su esplendor, entonces ahí se dice que de-
berías de meterla en una botella oscura de cristal inclu-
so se ha comentado que tendría que ser agua bendeci-
da y taparla, y colocarla en un lugar oscuro, en el mo-
mento menos inesperado la flor se convertirá en un
Duendecillo, llamado El Duende Fameliers
Unos Duendes muy feúchos, bastante bondadosos con
una voz algo estridente y bastante incomoda, se co-
mentan que son bastante pequeños, pero con cuerpo
como todos nosotros, son calvos, de piernas y brazos
finos, pero cabezones. Y con una extraña peculiaridad
y es que cuando consigue salir de la botella se cuenta
que se infla. Suelen ser considerados como Espíritus
negativos a los que les gusta asustar a la gente.
Suelen vivir en las grietas de las casas, o en lugares
inaccesibles y con mucha humedad!, en las murallas e
incluso en la necrópolis del Puig d´es Molins, son bas-
tante rápidos y son mas amigables con los hombres.
Su finalidad es enriquecer a los propietarios que lo po-
sean y obedecer las ordenes de su amo, su creador.
Se cuenta que la finalidad de estos duendes es comer
o trabajar! Como solían decir ellos, menjar o feina!! Y
es muy importante que a la hora de abrir la botella ten-
gamos muy bien pensado lo que le queremos pedir de
trabajo son capaces de construir una carretera en una
noche o una vivienda, o bien tener preparada la comi-
da para poder alimentarlo, sino se comería toda la co-
mida que tuvieras en casa tanto en la nevera como en
la despensa, incluso llevándote a la ruina!! Excesiva-
mente glotones, y muy activos, ya que una vez que
están fuera de la botella o trabajan sin parar rápida-
mente con algo de alimentación y tan contentos, o los
tienes alimentándolos de continuo, cosa que seria muy
complicado económicamente, pero nunca tenerlos sin
ninguna labor. Les encanta el pan y el queso.
Se dice que actualmente las murallas del castillo de
Ibiza fueron construidas por ellos. Cuando empiezan
una construcción hasta que no la dan por concluida no
hay quien les pare en su trabajo, para poder conseguir
que vuelvan a la botella hay que citarles una oración,
perdida en el tiempo y hay que realizar una especie de
ritual utilizando una rama de un olivo muy típico de las
Baleares, a la que hayamos bendecido.
El duende fameliars de Santa Eularia des Riu
47
Monográfico Leyendas
Y una vez que vuelven a la botella permanecen allí
invisibles durante cientos de años. Antiguamente
ha habido casos legales los que fueron juzgados
por poseer esos fameliers en sus casas durante la in-
quisición durante la edad moderna y una anécdota in-
cluso en esta historia seria la de una mujer, la cual or-
deno a su duendecillo que le lavara a su cabra hasta
que quedara blanca y reluciente el único inconveniente
es que la cabra de esa mujer era de color negro!!! La
cual es recordada como la mujer que consiguió cansar
al duende de las Baleares.
Como se puede observar en las fotos, si la leyenda es
cierta, hay que conocer muy bien cual es la planta en
si, porque es muy difícil entre tanta planta existente.
quizás, ¿la planta es realmente especial?
48
ALGUNAS HISTORIAS SOBRE ESTOS SIMPATICOS
PERSONAJES
L a primera cuenta que una familia decide casar a
su hija, y ella debería de elegir a uno entre dos
muchachos. Como esta joven tenía mucho apre-
cio a ambos, decidió que el que antes terminara una
casa para ella sola (pues pensaba que estos deberían
de quedarse viviendo con su familia), sería el elegido.
Uno de ellos era de una familia acomodada por lo cual,
enseguida se pusieron con la obra y solo les faltaba un
par de retoques para terminarla. El otro, de una familia
mas pobre, sin nada construido y con poco dinero para
su construcción, sin embargo era más listo y la leyenda
cuenta que en la noche de fin de año, se acercó al
puente, recogió la hierba, la introdujo en la botella ne-
gra, y esperó, y un familiar apareció. Esa noche, el chi-
co se dirigió a la casa de la chica y le pregunto como
deseaba la casa, y le dijo: pasa mañana y la tendrás.
La chica sorprendida le dice: ¿como? ¿Eso es imposi-
ble?.
Bueno, bueno, tu pasa y lo comprobarás.
Y dicho y hecho, por la mañana la casa era tal cual ella
deseaba, se casaron pero en esta casa permaneció la
mala suerte, la cual, por las tragedias que les sucedie-
ron en ella, fue abandonada y tras la muerte de la pa-
reja, la casa desapareció, pues nunca nadie quiso habi-
tarla. Nadie pregunto como fue su construcción, pero
resultó evidente para todos al verla aparecer de la na-
da.
O tra leyenda, es la de una familia que poseía uno
de ellos. Esta familia hacía trabajar muchísimo
al duendecillo pero, lo que era alimentar, … no
le dabas apenas de comer. Un día el marido marcho al
pueblo a realizar unos recados, su esposa tenía que
hacer un trabajo algo cansado, y pensó en aprovechar
la ausencia de su marido para utilizar a este pequeño
ser, ya que su marido se negaba a que ella lo usara.
Así que saco al duendecillo de la botella, le comunicó
el trabajo a realizar, le dio un poquito de pan, y le co-
mento que en cuanto terminara la tarea sería bien re-
compensado, que no se preocupara. Este accedió y
comenzó a trabajar, pero todo principio tiene un final y
cuando este duendecillo terminó con su tarea, volvió a
aparecer en la cocina insistente gritando: ¡trabajo o
comida, trabajo o comida! Entonces la mujer prefirió
darle un trabajo un poco difícil, cansarlo y así pues
aprovechar mas tiempo a este pequeño ser. Se acordó
de que una amiga que le contó la historia de separar de
una oveja la lana blanca de la negra, la mujer pensó
que era imposible y se lo pidió, bien …. Cuando este
vuelve, con la tarea finalizada, la mujer muy sorprendi-
da ya no sabía que mas pedirle así que cedió y le ofre-
ció comida, este hambriento, imaginaos, aprovecho
todos los suministros de alimentación de esta familia,
sin dejarles nada para comer. La mujer al borde de un
ataque de nervios ya no sabía que hacer, cuando su
marido regreso, sorprendido, lo hizo volver a su botella,
con la mala suerte de que su panza no cabía en ella,
por fin, cuando consiguieron tener al duende bien atra-
pado, la mujer le comento que nunca, nunca, volvería a
dejarle salir, cogiéndole un miedo espantoso a este
diminuto visitante.
El duende fameliars de Santa Eularia des Riu
49
Monográfico Leyendas
Y por último otra leyenda de Toni Ribas
Un pescador de San Antonio, tenía a un curioso pasajero que siempre viajaba con el en su barca, de esta ma-
nera no dejaba el fameliar solo en casa, y nadie podría hacer de su uso, causando alguna desgracia.
Un día no tubo mucha suerte en su pesca, y cuando volvió al embarcadero, dos personajes lo estaban esperando
para llevarse lo poco que había pescado, este buen hombre les explicó que tan solo había podido pescar unos
cuantos calamares, y estos dos hombres bien mosqueados, se introdujeron en la barca y le obligaron a volver al
mar y pescar más para ellos.
El pescador, en un momento de rabia, abrió la botella con su familiar y le pidió que echara al mar a estos hombres, y
dicho y echo, los agarro del cuello y los tiro al mar … El duende fue recompensado con la poca pesca que tenia y un
poco de pan, y nunca más tuvo ninguna duda en llevar este duendecillo en sus noches oscuras de pescador.
50
PA LO QUE HEMOS QUEDAO SE CONVIERTE EN BLOG, TRAS UNA BREVE, PE-
RO INTERESANTE EXPERIENCIA EN FACEBOOK, QUE SEGUIRÁ SIENDO NUES-
TRA PARTICULAR LINEA DEL FRENTE.
ENTRE OTRAS VENTAJAS, EL FORMATO BLOG NOS PERMITE COMPLETAR
LOS ARTICULOS CON MAS FOTOGRAFIAS, ETIQUETARLOS POR TEMAS INTER-
RELACIONADOS Y TRABAJAR EN FORMATO HTML. PERO TIENE UN INCOVE-
NIENTE IMPORTANTE, Y ES QUE NO ES TAN ACTIVO PARA LOS LECTORES CO-
MO EL FACEBOOK.
BIENVENIDOS A LA BURRA DEL MISTERIO...
51
En Milton, un pequeño pueblo del oeste de Escocia, existe un
misterioso puente que ha suscitado el interés de científicos y
parapsicólogos de todos los lugares del mundo. Desde los años
60, casi 100 perros han decidido lanzarse al vacío desde este
puente llamado "Overtoun Bridge", de forma totalmente inex-
plicable.
52
El puente de los perros suicidas
E l puente, de estilo victoriano, es una construc-
ción muy sobria. Está rematado con anchísi-
mos petos ciegos de piedra y de más de un
metro de altura que impiden vislumbrar el cauce del río
a los animales sueltos, pero también anulan la percep-
ción de altura a los mismos.
El origen de los primeros saltos suicidas caninos se
remonta a principio de los años 60, cuando varios testi-
monios informaban sobre el repentino y enigmático
ademán de algunos perros conforme alcanzaban el
centro mismo del puente. Sin mediar provocación o
suceso los canes tomaban carrerilla y saltaban por en-
cima de las barandas sin detenerse en ellas para ob-
servar el otro lado. Unos acababan estampados con
alguna roca y morían pero los que lograban sobrevivir,
volvían malheridos rápidamente al centro del puente
para saltar de nuevo. Inquietante.
Las cifras de "kamikazes caninos" (muertos) oscilan
entre 80 y 100 ejemplares en los últimos 50 años, con
periodos críticos de más de cinco canes al trimestre y
cientos de saltos con final feliz. Algunos de los perros
trepaban hasta lo alto de los petos antes de saltar al
vacío, borrachos de misterio, y ante el asombro de sus
dueños. Pero ¿Por qué saltaban?
Existen diversas teorías al respecto: fuerzas sobrenatu-
rales y extraños magnetismos o campos de energía
que emanaban desde las grandes piedras importadas
confundían el hipersensible mecanismo orientativo de
los perros, forzándoles a resolver el calvario extrasen-
sorial. En 1994, Kevin Moy, un lugareño perturbado
influido por las historias de falsos encantamientos, lan-
zó su bebé desde el puente para purgar su supuesta
posesión demoníaca.
La mitología Celta resolvió también el misterio, a su
manera, acudiendo a la etimología del topónimo. La
comarca "Overtoun" significa en galés "Espacio fino", el
lugar donde el cielo y la tierra están terriblemente cer-
ca.
La teoría científica más razonable, expone que el ais-
lamiento visual que producía los altos muros pétreos
del puente debería fomentar y poner en alerta los otros
sentidos mejor desarrollados del perro: oído y olfato.
Tras estudiar y descartar el origen de sonidos de alta
frecuencia de los postes de luz cercanos, los estudios
se centraron en el olfato de los animales. Se constató
además que no todas las razas de perros sufrían la
llamada del suicidio. Eran los "cazadores" de hocico
grande (Labradores, Collies, y Golden Retrievers) los
que saltaban. Había que buscar un olor desconcertante
¿alguna planta? ¿agua putrefacta? No. tenía que ser
un animal.
Por lo visto, los suicidios comenzaron durante los mis-
mos años en los que se produjo la invasión de visón
americano en la zona. El visón tiene en el ano unas
glándulas que segregan una sustancia extremadamen-
te olorosa que vuelve loco a los perros y que sirve para
marcar su territorio. La zona del puente, hábitat de los
visones, es un cauce muy cerrado y carente de corrien-
tes lo que hace que la sustancia se conserve mejor y
atraigan intensamente y de repente a los canes que
cruzan.
53
L as cifras de "kamikazes caninos" (muertos) os-
cilan entre 80 y 100 ejemplares en los últimos
50 años, con periodos críticos de más de cinco
canes al trimestre y cientos de saltos con final feliz.
Algunos de los perros trepaban hasta lo alto de los pe-
tos antes de saltar al vacío, borrachos de misterio, y
ante el asombro de sus dueños. Pero ¿Por qué salta-
ban?
Varias teorías han alimentado el misterio para engordar
la leyenda del suicidio. Fuerzas sobrenaturales y extra-
ños magnetismos o campos de energía que emanaban
desde las grandes piedras importadas confundían el
hipersensible mecanismo orientativo de los perros, for-
zándoles a resolver el calvario extrasensorial. En 1994,
Kevin Moy, un lugareño perturbado influido por las his-
torias de falsos encantamientos, lanzó su bebé desde
el puente para purgar su supuesta posesión demonía-
ca.
La mitología Celta resolvió también el misterio, a su
manera, acudiendo a la etimología del topónimo. La
comarca „Overtoun„ significa en galés "Espacio fino", el
lugar donde el cielo y la tierra están terriblemente cer-
ca.
La teoría científica más razonable, expone que el aisla-
miento visual que producía los altos muros pétreos del
puente debería fomentar y poner en alerta los otros
sentidos mejor desarrollados del perro: oído y olfa-
to. Tras estudiar y descartar el origen de sonidos de
alta frecuencia de los postes de luz cercanos, los estu-
dios se centraron en el olfato de los animales.
Monográfico Leyendas
54
El puente de los perros suicidas
S e constató además que no todas las razas de
perros sufrían la llamada del suicidio. Eran los
"cazadores" de hocico grande (Labradores,
Collies, y Golden Retrievers) los que saltaban. Había
que buscar un olor desconcertante ¿alguna planta?
¿agua putrefacta? No. tenía que ser un animal.
Por lo visto, los suicidios comenzaron durante los mis-
mos años en los que se produjo la invasión de visón
americano en la zona. El visón tiene en el ano unas
glándulas que segregan una sustancia extremadamen-
te olorosa que vuelve loco a los perros y que sirve para
marcar su territorio. La zona del puente, hábitat de los
visones, es un cauce muy cerrado y carente de corrien-
tes lo que hace que la sustancia se conserve mejor y
atraigan intensamente y de repente a los canes que
cruzan.
55
Ahora también puedes completar la información de los artículos publicados en la
revista con estos audios extraídos de nuestro podcast de Extrañologias, en los que
escucharás en voz de los protagonistas de nuestros artículos, la historia que aquí
nos relatan o, en su defecto, alguna entrevista relacionada con algún tema concre-
to.
En esta ocasión, José Antonio Plaza nos habla sobre Buda y el budismo, historia,
expansión y muchas otras curiosidades.
En la segunda sección hablamos sobre leyendas urbanas, contamos algunas de
las mas conocidas y las comentamos, de una forma desenfadada y con alguna
sorpresa.
Espero que sea de vuestro agrado, ahora podéis coleccionar la revista con el “CD
de regalo”.
Aquí tenéis la descarga.
http://www.ivoox.com/budismo-leyendas-urbanas-audios-mp3_rf_259394_1.html
57
C omo siempre Madrid nos sorprende con grandes leyen-das. Leyendas que actualmente se repiten y son muy similares, pero en este caso nos remontamos al siglo XIX,
la leyenda la he conocido a través de un investigador sevillano lla-mado Ángel Rivero, Webmaster de http://www.looculto.tk . Me pa-rece que estoy hablando muy deprisa, leyenda o realidad, eso nun-ca lo sabremos pero en las tradiciones de la zona del barrio de Sevilla no es de extrañar, la zona es propicia a los fenómenos para-normales, a las espaldas de la Iglesia de San José, en la Calle de Alcalá 41, es donde esta ubicada esta historia, donde se encuentra el campanario una finca y una calle, la separa de la famosa casa de las siete chimeneas, bajando llegas a la plaza de Cibeles, lugar encantado por excelencia, con edificios emblemáticos como los ya contados en esta Web, Palacio de Linares (Actual Casa de Améri-ca), Banco de España, Cibeles con su bunker debajo, la caja del banco de España sumergida bajo las aguas, el palacio de correos. Una zona donde fluyen tres corrientes subterráneas, una zona marcada por las leyendas de fenómenos paranormales y misterios sin resolver. Pero la leyenda que trato en esta página gracias a Ángel es muy similar a una leyenda urbana actual como ya os he dicho antes, por lo que la historia me parece de lo mas interesante, ya que la simili-tud es increíble y porque no podría ser la pionera en la famosa le-yenda de como la llamo yo cariñosamente ¡no me lo copiéis!
“Una noche con la extraña compañía”
N os remontamos a mediados del siglo XIX en épocas de carnaval, trajes con mascaras, disfraces. Doña cuares-ma estaba haciendo de las suyas y los momentos en
España eran de paz, la fiesta era notoria en toda la ciudad. Estamos remontándonos al año 1853 aproximadamente, las fe-chas serían del 06 de Febrero al 13 de Febrero, en la noche del 12 de Febrero la celebración y la algarabía se sentía en toda la ciudad, Madrid siempre ha sido lugar de fiestas nocturnas, si no que se lo cuenten a varios de nuestros mejores literatos, Lope de Vega, Que-vedo y muchos otros, que aparte de ser juerguistas eran hábiles con la espada. Pero para no irnos a otros menesteres, vamos a continuar con esta bella historia. En una de las muchas fiestas que había en carnavales de 1838, había una fiesta en la que se encontraban gente de la nobleza de Madrid, con embajadores de varios lugares, entre ellos se encon-traba un joven extranjero la procedencia no se sabe bien, pero pa-rece ser que era ingles, este hombre aunque estaba en la fiesta bebiendo y alternando, se le veía solo y aburrido ya que conversar conversaba mas bien poco por desconocer el idioma. A este joven le vamos a llamar John.
Monográfico Leyendas
58
La iglesia de San José
C uando John estaba apunto de irse y eran sobre las 20:00 , desde lejos observo a una bella mujer, con pelo negro liso largo, un vestido blanco y la piel clara, pero de una belleza
abrumadora. El nada mas verla se quedó prendado. Ella a la que la vamos a llamar Elena, parecía estar igual que el joven, sola y medio aburrida, como por arte del destino el resbaladi-zo Cupido, hizo que la flecha cayera en ellos, por señas comenza-ron a charlar, luego al parecer Elena sabía hablar un poco de in-gles, y se fueron comunicando mejor, pasaron la noche de maravi-lla, bailando charlando, y hasta algunas pruebas de amor, y mira-das de complicidad hubo entre ellos, ya cuando comenzó a ser tarde y termino la fiesta. John y Elena continuaron charlando hasta que ella le dijo que se tenía que ir hacia la Iglesia de San José, que si hacía el favor de acompañarla. El joven extrañado la acompaño hasta la Iglesia si-tuada en la Calle de Alcalá Nº 41, entraron en la Iglesia Elena esta-ba rara, muy nerviosa, la mirada se la había quedado como helada, la tez la había lividecido, y la voz se la entrecortaba. John cariño tengo que irme, tengo que despedirme de ti aquí mi amor, tengo que marcharme ya. Elena amor mío puedo verte otro día? Corazón si me he metido aquí es por una causa muy grabe cariño mío es difícil de entender, pero mañana se celebrará aquí mi fune-ral El joven pensando que lo que pasaba que no quería volverle a ver se fue bastante decepcionado y triste pensando en que jamás la volvería a ver y se confundió. La volvió a ver.
Elena desapareció entre los oscuros pasillos de la iglesia dándole un beso en la mejilla a John al que le entro como un escalofrío por todo el cuerpo .A la mañana siguiente con ansias de ver a Elena se fue corriendo a primera hora de la mañana a la Iglesia de San José a hablar con el párroco, que seguro que era alguna sirvienta o alguna sobrina del mismo, cuando llegó se encontró con que había un funeral de cuerpo presente, el féretro presidía la iglesia entro como pudo y se quito el sombrero, vio como mucha gente iba acercándose al ataúd e iban dejando flores, encendiendo velas y llantos de familiares y amigos. Una joven pasó por el lado de nuestro protagonista llorando des-consolada, la pregunto que a que venía tanta pena, que había mu-cha gente joven que quien se había muerto. Ella muy triste dijo mi prima Elena, Elena de Mendoza, mi mejor amiga.
59
John en esos momentos se le puso un sudor frío, el pulso empezó a subir, el corazón palpitaba cada vez mas fuerte y recordó “Nunca me volverás a ver mañana es mi funeral”, el joven aun pensando que sería alguna casualidad alguna broma de mal gusto, se acerco hacia el féretro para comprobar que en el se encontraba esa bella mujer morena, con un largo liso pelo, esa tez clara y con una belleza divina, su amada Elena. El joven enmudeció, le dieron como unos vahídos, le temblaron las piernas y tubo que ser ayudado para salir a la calle. Al estar fuera tomando el aire, vio a la chica que salía tan melancólica, y esta le preguntó que como es que había venido que cuando había conocido a su prima, que ellas le conocían de verle y a su prima le gustaba mucho, que la había sorprendido, el joven respondió que esa misma noche, ella con cara de pánico dijo imposible mi prima murió a las 20:00 h el impresionado dijo: a esa hora fue cuando la vi yo por primera vez en la fiesta.
Monográfico Leyendas
Con la colaboración de
Ángel Rivero López
http://www.looculto.tk/
60
http://pasearporbarcelona.blogspot.com http://barcelonaespoderosa.blogspot.es
Los paseos de Edu
Soy Edu Garcia. Me dedico al estudio de la his-
toria de Barcelona ya la creación de itinerarios
donde poder explicarla.
Trabajando con agencias de viajes, acompa-
ñando grupos, me han dicho que, a pesar de
viajar mucho, la gente desconocía la propia
ciudad. Barcelona es desconocida por sus pro-
pios habitantes y llena de encantos por los tu-
ristas. Nació así una actividad excitante: orga-
nizar visitas para convertir los barceloneses en
turistas de la propia ciudad. Organizo visitas in-
sólitas para descubrir los secretos de Barcelo-
na, la ciudad dos veces milenaria. Si sois un
grupo o una persona con curiosidad por cono-
cer la ciudad y desea una visita guiada ahí está
la oferta más completa que existe.
Un montón de itinerarios para descubrir la ciu-
dad, una gran diversidad de opciones para ha-
cer, paseos ... para grupos, ... para gente indi-
vidual, ... para escuelas, ... para turistas
información y reservas: edu 617 08 19 55
61
62
El legendario Sant Jaume
U na buena parte de nuestras leyendas son de ámbito reli-gioso. Los santos son algo más que personas ejemplares y se han convertido mitos. Una ciudad que quiere mostrar
su nobleza debe encontrar una vinculación con algún santo impor-tante. En Barcelona este honor recae en Sant Jaume. Cuenta la leyenda que Barcelona fue una de las ciudades que abrazó por primera vez, tan fieles eran sus habitantes que pensa-ron en que una visita del propio Jesús sería algo adecuado y así parece que lo solicitaron por escrito. El hijo de Dios hecho hombre no pudo satisfacer la petición de los barceloneses pero encontró una buena opción. Enviaría a su mejor hombre, y así llegó Sant Jaume a nuestra ciudad. La leyenda cuenta que Sant Jaume desembarcó en la playa de la ciudad donde le esperaban fervientes seguidores que quisieron escuchar sus palabras. Sant Jaume sobre una piedra rezó bajo la atenta mirada de los barceloneses. Poco después, en el lugar elegi-do para la primera oración, se fundaría una iglesia, es la de Santa María del Mar, entonces de las Arenas. Continuó su estancia y fue hasta el centro de la pequeña ciudad romana de Barcino y de nuevo la gente quiso escuchar sus pala-bras. En el foro romano de la ciudad rezó de nuevo sobre una pie-dra que sirvió de altar de una nueva iglesia, la parroquia de Sant Jaume que estaba en el centro de la plaza actual y que desapare-ció cuando se decidió abrir el eje Fernando, Jaime I y Princesa, momento en que recibió la dedicación al santo que nos interesa la capilla de la Trinidad en la calle Ferran. Pero aún hubo una nueva muestra de fervor en la ciudad. La gente pidió a Sant Jaume que les mostrara el símbolo de la fe y el santo se acercó a un pequeño bosque cercano donde cogió dos ramas con las que hizo una cruz que allí mismo dejó clavada en el sue-lo. En ese lugar se construyó el principal edificio religioso de la ciu-dad que se dedicó por ello a la Santa Cruz. Después marcharía de la ciudad, en Zaragoza encontraría la Vir-gen sobre un pilar y sus restos acabarían descansando en Santia-go de Compostela donde no dejan de atraer visitantes. Así vistas las cosas tenemos una buena relación con Santiago por lo que lo encontramos representado tres veces en el centro de la ciudad.
L a primera de las piezas que lo representan se encuentra en la plaza Sant Jaume, en la esquina con la calle de la ciudad. Se trata de una estatua del santo montando su
famoso "caballo blanco" realizada por el prolífico Manuel Fuxà. Se encuentra en esa hornacina desde 1903 cuando La Caja de Aho-
rros y Monte de Piedad decidió poner bajo la protección de diversos santos algunas de sus oficinas. En este sentido aparecieron tres piezas de arte público: la estatua que nos ocupa, que costó 10.000 pesetas, fue la segunda en ponerse, había empezado con la de San Pedro (1898), realizada por Antoni Mas , Josep Tarrach , en la plaza de su nombre, y después de la de Santiago se levantaría la de Santa María de Gracia (1908), obra de Enric Clarassó, al co-mienzo de la calle Gran de Gràcia, que fue destruida en tiempo de la guerra y sustituida por una nueva obrada por Manuel Martí Ca-bré.
Las otras dos imágenes de Santiago las encontramos en la capilla que tiene dedicada en la calle Ferran: en la fachada aparecen bajo la imagen de "Santiago Matamoros", realizada por el escultor torto-sino Aniceto Santigosa, una representación "políticamente incorrec-ta" basada en la leyenda que surgió en plena reconquista. Dicen que en Clavijo, cerca de la actual Logroño, estaba luchando feroz-mente contra los musulmanes que a medida que avanzaba la lu-cha veían como se acercaba su victoria. Entonces los cristianos pidieron auxilio al cielo y, allí bajó, montado en su caballo, el santo que nos ocupa que a golpes de espada acabó con los infieles y dejó la victoria en manos de sus fervientes seguidores. Quizás en el tiempo que corre la imagen de un santo que aniquila a sus enemi-gos no es la mejor imagen para una iglesia. Así que mejor fijarnos en el interior donde encontramos una imagen del santo como pere-grino. La tristeza de su cara parece querer decirnos: <<yo no acabé con ningún "moro">>.
63
José Manuel García Bautista: La Dama Blanca
del sur portugués Malena López: Stonehenge Mó-
nica González Álvarez: Que Recuerda morirás
Alhama Marcos: Camino de la Luz, Carlos Mesa:
Las Catacumbas de París Prohibidas Jesús Ló-
pez: "Mamá, quiero ser inmortal Miguel Ángel Se-
gura: La Torre Salvana José Luis Giménez: ECM
en los Niños Miguel Aracil: Bretaña, la patria de
Merlín María José Pérez Jover: Comunicación
Con El Más Allá V: Fotografias de Fantasmas Cris-
tina Álvarez Soto: base OVNI en la Bahía de Cá-
diz
http://issuu.com/clave-siete/docs/
revistadigitalclave7n6abril2011
http://clavesiete.blogspot.com/
En esta revista se ha comenzado a publicar una
serie de trabajos sobre la Orden del Temple, el
significado del Grial y las rutas más enigmáticas
que conciernen a esta temática.
Nuestro colaborador y amigo Sebastián Carbajo-
sa es un gran conocedor de la historia que ha
marcado a distintas culturas y la influencia que
los templarios han ejercido hasta nuestros días.
http://www.fernandogarcia.org/
64
66
La leyenda de María
n en pueblo de Llucmajor, hace muchos años persiste la leyenda de María, un espectro que se aparece por las noches en la zona donde su cuerpo fue enterrado, muchos
habitantes del pueblo han sido testigos de esas apariciones y llan-tos en al oscuridad sin saber de donde procedían esos gritos de dolor en las noches frías de invierno. Os contare la historia de María con toda la documentación que he podido recopilar, tanto en vida como en sus apariciones. María vivía afincada en las afueras del pueblo, en un caserío que, aquí en Mallorca, se llaman posesiones.
Son granjas con una gran vivienda de alto poder adquisitivo, aun-que la vivienda no era de la propiedad de sus padres, residían allí pagando su alquiler solo con mantener las instalaciones, cosa muy común en este tipo de viviendas ya que los dueños adinerados preferían vivir en zonas mas céntricas de la ciudad de Palma de Mallorca. María vivía en tiempos de la postguerra en el año 1946 y, con sus 21 años, era una mujer de gran belleza o eso dicen personas que la conocieron, pocos ya! porque han pasado muchos años desde entonces. Era una chica tímida y muy introvertida, no se relaciona-ba con nadie, tan solo ayudaba a su madre en las tareas del ho-gar. Catalina, la madre de María, era una mujer muy católica y se lo inculcó a su hija. Era una mujer de mediana edad de unos 45 años que trabajaba como ama de casa. su marido, agricultor de toda la vida y aficionado a la bebida, después de una larga jornada de trabajo, siempre llegaba ebrio a casa e ignoraba a su familia. Un hombre callado y de mal humor, se llamaba Joan y era 10 años mayor que su mujer. Un día por la mañana María se extrañó de no ver a su madre en la casa, se dirigió al gallinero y allí la vio a su madre tendida en el sue-lo, inerte. Para María fue un duro golpe ya que su madre era el pilar de su vida.
María se quedó sola, solo tenía a su padre, no tenía mas familia que ese hombre que para ella era casi un desconocido. Ella seguía con sus labores diarias, y con una gran tristeza por la muerte de su madre. Pero su calvario acababa de empezar. Por las noches el padre se dirigía a la habitación de María, noche tras noche, ella pensaba que lo hacia por que echaba de menos el dormir con compañía, después de tantos años durmiendo con su difunta esposa. Pero no se conformó con dormir al lado de su hija si no que empe-zó a manosearla por las noches, mientras María lloraba ya que no podía imaginar que su padre fuera capaz de abusar sexualmente de ella. María rezaba a diario pidiendo a Dios que su padre dejara de abu-sar de ella, pero no fue así, si no al contrario empezó de manosear-la a las violaciones. María, desesperada, cayó en una profunda depresión y decidió acabar con todo. Cogió una cuerda y la silla de su escritorio, ató la cuerda en una de las bigas de su habitación y, subiéndose a la silla, puso fin a su vida. Después de su muerte ningún párroco del pueblo quiso hacerle los oficios cristianos ya que era una proscrita por las causas de su muerte, el suicidio, uno de los mayores pecados de la religión cris-tiana. No fue enterrada en camposanto, si no en la zona colindante al cementerio municipal, una fosa común donde se enterraba a los desconocidos, a los republicanos, personas de otra religión y sobre todo suicidas. La fosa no tenia ningún símbolo religioso, solo una placa en mal estado por el paso del tiempo y el descuido del ayuntamiento. En varias ocasiones personas que paseaban por allí fueron testi-gos de una mujer con cara desencajada de terror , vestida con harapos, arrodillada, llorando y señalando con el dedo las barreras del cementerio en el cual se le había prohibido descansar.
67
Monográfico Leyendas
uchos habitantes del pueblo salían corriendo por miedo al fantasma de María y cuando tenían que pasar por delante del cementerio aceleraban su paso por miedo a que se
apareciera. Cuando el rumor de la aparición llego a oídos de todos los Llucma-joreros, las mujeres pidieron al párroco que hiciera una misa para que el alma de María descansara en paz. Desconozco si se realizó o no la misa, pero al parecer se siguieron oyendo lamentos y algu-nos veían la aparición. Hubo varias denuncias a la guardia civil pero no encontraron nada ni vieron nada. Con el paso de los años, los chicos del pueblo ponían a prueba su
valentía entrando en la zona donde descansaban esas pobres almas. Los llantos de María se apagaron con los años, pero su memoria aun sigue viva en las personas del pueblo y al no encontrar causas de las supuestas apariciones quedó como una leyenda, una de las tantas que hay en todo el mundo,. Muchas personas dicen que María encontró el camino que le hizo descan-sar en paz, otros dicen que podría ser la imaginación de algún hombre ate-morizado y bebido y que su mente le hizo jugar una mala pasada. Algún tipo de explicación lógica supo-nen que haya los más escépticos, pero lo cierto es que, sea lo que fuere, la opinión dividió al pueblo.
Yo personalmente he visitado el lugar que, después de mas de 60 años, esta totalmente en ruinas. Algo me dice que ya nadie descansa alli, es solo un monolito de historia y creo que María al final descansa al lado de su madre y sus lamentos por fin se apagaron. Leyenda o no, es algo que nunca se sabrá, si fueron apariciones reales o solo una historia inventada para asustar a la gente, o para darle morbo al asunto, nunca se sabe ni se sabrá.
68
70
L a red de Metro de Madrid (España) fue inaugu-
rada el 17 de Octubre de 1919 por el rey Alfonso
XIII, contando aquella Línea 1 con las estacio-
nes comprendidas entre Cuatro Caminos y Sol, aunque
con una estación más en su recorrido (la estación-
museo de Chamberí).
El Metro de Madrid actualmente ofrece al ciu-
dadano, 12 líneas más el Ramal Norte y tres líneas de
Metro Ligero con casi 300 estaciones, vamos a llegar a
unos 292 kilómetros de vías. Actualmente está consi-
derado como uno de los mejores metros del mundo y
Madrid una de las ciudades mejor comunicadas.
Pero bueno esto solo es un poco de historia,
hoy voy a contaros algunas de las leyendas que se
cuentan del Metro de Madrid.
LAMENTOS FANTASMALES EN TIRSO DE MOLINA
Cuando comenzaron las obras de ampliación de la lí-
nea uno en 1920, una de las estaciones que iban a co-
menzar a funcionar era la de Tirso de Molina, mientras
se realizaban las obras de la estación, unos obreros
escucharon una serie de lamentos y gritos pidiendo
auxilio, los operarios al no poder dar crédito a lo que
estaban viviendo y no encontrar una explicación racio-
nal, se asustaron y salieron corriendo abandonando el
puesto de trabajo, este incidente llegó a oídos de las
autoridades y enviaron a otros operarios , para que de-
rribaran el muro de donde provenían esos lamentos, la
sorpresa fue al comprobar que cuando tiraron el muro,
había un cadáver en su interior.
Distintos investigadores llegaron al lugar donde se ha-
bía encontrado los restos y hasta se llegaron a parar
las obras durante algún tiempo, y la historia circulo por
la prensa de la época y entre los mentideros de La Vi-
lla, algunos investigadores, llegaron a decir que donde
se habían realizado las obras antiguamente había una
ermita y que esta podría estar relacionada con los res-
tos óseos encontrados. Los espiritistas de la época lo
achacaron a alguna muerte violenta producida en esa
ermita ya fuera en manos de los sarracenos o por otros
menesteres.
CUCHILLADAS ENTRE ANDENES
En la década de los cincuenta, una extraña leyenda
circuló por los andenes de la línea uno de Metro de
Madrid. Al parecer durante varias semanas hubo distin-
tas denuncias de mujeres que fueron apuñaladas en el
metro, sin ellas percatarse de la agresión hasta pasado
un buen rato que la gente las informaba de que esta-
ban manchadas de sangre o notaban el dolor, esto
parece ser que ocurrió entre las estaciones de Atocha y Puen-
te de Vallecas, las personas que cogían el suburbano por
aquellas épocas, miraba de un lado a otro sospechando de
todo aquel que se acercara demasiado.
Leyendas del metro de Madrid
71
Monográfico Leyendas
S egún continuó la leyenda, parece ser que cuando
fueron examinadas las víctimas las heridas ha-
bían sido producidas por un bisturí. Un corte fino y
limpio, muy difícil de detectar si se hace con la destreza
adecuada.
Nunca se supo quién fue el artífice de estos aconteci-
mientos, ni si quiera si esta historia, o leyenda ocurrió
en la realidad.
LA ANTIGUA ESTACIÓN FANTASMA DE CHAMBE-
RÍ
Perteneciente al primer tramo de la línea 1, construido
del Metro de Madrid, la estación de Chamberí se inau-
guró el 17 de Octubre de 1919 y se cerró al público el
21 de Mayo de 1966, su cierre fue debido a la afluencia
de público y al impedimento por no poder ser ampliada,
ya que la estación se encontraba en una curva, y era
de difícil remodelación, mientras tanto ampliaron tanto
la estación de Iglesia como la de Bilbao, dándoles más
de 60 m, casi uniéndose a Chamberí por ambos costa-
dos, así se quedó en desuso, durante más de cuarenta
años.
Conservando todo el encanto de una estación
de los años sesenta, con las máquinas de entonces,
tornos, las taquillas, la caseta del jefe de estación, los
bancos, estuvo durante mucho tiempo, hasta que por
desgracia, los vándalos y grafiteros, descubrieron por
donde entrar y destrozaron toda la belleza de esta es-
tación “fantasma”.
Cuentan muchos conductores, que cuando pasaban a
altas horas de la noche por esa estación que se veían
sombras deambulando por allí, dice que eran figuras
espectrales, en otras ocasiones, personas que se han
colado desde alguna de las estaciones colindantes,
arriesgándose la vida, para llegar a Chamberí, ya que
pueden ser atropellados por algún convoy, en el corto
trayecto.
Describen estos arriesgados
jóvenes, que cuando estaban
en el interior de la estación,
aparte de apoderarse las
sombras de cada rincón de la
misma, los sonidos eran de lo
más variados, se escuchaban
el girar de los viejos tornos,
como se escuchaban pasos
bajando las escaleras, mur-
mullos, sensaciones, olores,
dicen que la sensación vivida
aquel día, también acrecenta-
da por el estrés que les había
producido el llegar allí por las
vías, fue algo inolvidable .
Yo tuve la oportunidad de
estar por la estación y excep-
to quedarme impresionado,
de ver todas aquellas reli-
quias del metro por mí mis-
mo, pero a la vez muy apena-
do de ver los destrozos que habían ocasionado los dis-
tintos grupúsculos de descerebrados que visitaron los
últimos años las inmediaciones de la estación.
El 25 de Marzo del 2008 se inauguró el Museo
denominado “Anden Cero” el cual se puede visitar de
una forma gratuita y pasear por el interior de la antigua
estación, lo mismo nos encontramos una vez más con
esos extraños fenómenos.
72
SUICIDIOS Y EL TREN DE LA MUERTE
Aun así los trabajadores del metro cuentan muchas
curiosidades referentes a los largos y oscuros túneles.
El Metro oculta historias realmente escabrosas, como
ser uno de los lugares en los que más suicidios se pro-
ducen de la capital, estamos hablando de aproximada-
mente unos ochenta casos al año.
Por no hablar del extraño accidente que se
produjo, la madrugada del 10 de Abril del 2006 en la
estación de la línea 6 Puerta del Ángel, dos muertos
mientras estaban arreglando la catenaria, por lo
que se ve esas máquinas llamadas “tren gua-
rro” máquinas con más de cuarenta años nor-
malmente llevan conductor, al parecer el con-
ductor ese día abandonó la máquina, accionan-
do los dos frenos que porta la máquina, los
neumáticos y mecánicos. La máquina se movió
más de dos kilómetros antes de impactar con
una dresina, otro vagón especializado, ocupado
en ese momento por los dos fallecidos y otro
compañero que resultó herido.
El caso llegó a los tribunales, y parece ser que
se produjo un fallo mecánico, pero lo más ex-
traño de todo esto es; ¿Cómo se estropearon
los dos sistemas de frenado a la vez?
¿Manipuló alguien los frenos?
Al parecer la máquina llevaba ya varias peticiones de
revisión sin haber sido estas concedidas, hasta siete
llegó a decirme mi contacto, pero que nunca se llegó a
realizar entre las peticiones de revisión que se solicita-
ron, una de ellas era los frenos.
Dos muertos, indemnizaciones, por lo menos a una de
las mujeres y nadie inculpado en este caso tan extraño
que paso a la historia de suburbano de la ciudad de
Madrid.
Leyendas del metro de Madrid
ESTACIÓN FANTASMA DE CHAMBERÍ
73
Altres Barcelones AltresBarcelones.com
Els vells carrers de Barcelona no són
només allò que ara veiem a simple
vista. Si ens hi aturem una estona en
silenci i parem atenció, encara es
poden sentir els crits dels avalots,
rialles de la canalla, l'olor d'espècies,
els carros i cavalls, la sensació agra
de la por, il·lusions i esperances, odis
i amors, i llegendes i mites que enca-
ra volen per entre els carrerons es-
trets de Barcelones d'altres temps,
d'Altres Barcelones... Les sentiu?...
Las viejas calles de Barcelo-
na no son sólo lo que ahora
vemos a sim-
ple vista. Si nos detenemos un rato en
silencio y prestamos atención, todavía
se pueden sentir los
gritos de los disturbios, risas de los
niños, el olor
de especies, los carros y caballos, la s
ensación agria de la
mie-
do, ilusiones y esperanzas, odios y am
ores, y leyendas
y mitos que aún vuelan por las estre-
chas calles
de Barcelonas de otros tiempos, de Ot
ros Barcelonas ... Las
sentís? ...
74
Dani Cortijo
Licenciado en Historia por la Universidad de Barcelona
con Certificado de Aptitud Pedagógica. Especializado en
Historia Contemporánea. Ganador de los Premios Blogs Catalunya
2009 para la categoría de cultura.
Es el autor del libro Historias de la Historia de
Barcelona, inspirado en las historias del blog
suplementadas con muchas de ellas inéditas.
http://altresbarcelones.com [email protected]
75
Monográfico Leyendas
D e pequeño, me gustaba pegar la nariz sobre el
cristal del Metro e investigar qué había detrás
de la oscuridad. Imaginaba pasadizos secre-
tos, tesoros escondidos o refugios clandesti-
nos.
Hace unos meses, un amigo me comentó la existencia
de estaciones fantasma en el Metro de Barcelona, y me
facilitó el enlace de un foro en el que se hablaba sobre
el tema. Ya entonces pensé que era un buen tema para
hablar en el blog, pero no ha sido hasta hoy que me he
vuelto a poner y he visto que quien abrió el hilo de con-
versación, ha tomado la iniciativa de hacer
una web . http://estacionsfantasmabcn.wordpress.com/
Y es que a veces, la realidad supera la ficción de infan-
cia. Realmente han existido "tesoros escondidos" en el
Metro de Barcelona, hay "estaciones fantasma" y
"pasadizos secretos". Están todos bajo nuestros pies,
olvidados e ignorados en una ciudad llena de prisas en
la que los adultos se creen demasiado ocupados para
dedicar tiempo a esa sana capacidad de imaginar e
investigar lo que les rodea .
Sin ir más lejos, bajo la actual sede de Caixa Catalunya, en la Plaza Antoni Maura, se esconde la antigua estación "Banco", llamada así en motivo del antiguo emplaza-miento del Banco de España, desde el que salía el "tren del dinero". De noche, fuera del horario de servicio a pasajeros, se encargaba de la distribución de masa mo-netaria en efectivo. Como veis, alguien no identificado ha podido hacer fotografías de las escaleras de acceso a la
estación, que si ya de por sí tienen un carácter misterio-so, si lo mezclamos con la curiosa utilidad de esta para-da, todo ello nos da como resultado un escenario digno de novela de intriga.
Tanto esta estación como la de Jaume I o la parada
abandonada "Correos" fueron construidas aprovechando las dos tejerías de ladrillos con paredes de mampostería subterráneas que ya se habían instalado en 1913 bajo la reciente abierta Via Laietana.
Estos túneles fueron construidos de forma preventiva cuando aún no había Metro proyectado, y esto condicio-nó el posterior trazado del sistema de transporte subte-rráneo .
Cuando se propuso hacer llegar el Metro, que ya bajaba por la Rambla hasta el monumento de Colón en la Esta-ción de Francia, se hicieron proyectos de obras que pa-saban por la fachada marítima. Pero fue entonces cuan-do el Ayuntamiento presionó para aprovechar la infraes-tructura ya existente en la Via Laietana, abriendo las ac-tuales estaciones que ocupan este espacio entre 1924 y 1926. Aquel trazado fue, durante mucho tiempo, un tra-mo de la Línea 3 conocido como el ramal Aragón-Correos del Gran Metro de Barcelona hasta la creación de la Lí-nea 4 en los años 70 en la Estación "Correos, actualmen-te clausurada y situada justo debajo del edificio de Co-rreos, fue inaugurada el 20 de febrero de 1934 pensada como estación provisional hasta que el metro llegara a la Estación de Francia, pero en 1948 se dio por entendi-do que las obras irían por largo y tomó un carácter más permanente.
76
C omo final de línea, disponía sólo de una vía, y
el actual emplazamiento que ahora ocupa la
vía de subida de la parada Barceloneta a Jai-
me I Y era aprovechado con un amplio an-
dén, en contraposición a la que actualmente
aún se puede ver desde el vagón de metro si nos colo-
cas el cristal derecho entre la parada Jaume I y Barce-
loneta en dirección La Pau. En 1972 esta estación fue
clausurada debido a su proximidad a la estación Barce-
loneta, aunque se siguió utilizando como intercambia-
dor hasta el año 1977.
Ahora mismo, Correos es quizás la estación de tipo
más tenebroso que aún se puede ver desde el vagón
de un convoy actual. De hecho, ante la fachada del
edificio de Correos, aun se pueden ver tras una reja
metálica sus antiguas escaleras de acceso
Los que no hagan el esfuerzo de poner la cara como
un niño contra el vidrio siempre serán incapaces de
descubrir ese lugar escondido, casi mágico donde pa-
rece que el tiempo se haya detenido y donde aún se
conservan los anuncios de los años 70 en las paredes,
los bancos bajo los arcos donde varias personas espe-
raron el metro algún día o se cobijaron esperando que
detuvieran los bombardeos durante la guerra. Otras
Barcelonas abandonadas bajo tierra, que a menudo,
día a día pisamos sin darnos cuenta. Espacios oscuros
y olvidados que nos recuerdan que todavía hay lugares
desconocidos muy cerca de nosotros que esconden
historias incluso donde menos nos lo imaginamos. Pero
"Banco" y "Correos", son sólo dos de las 12
"estaciones fantasma" que se esconden bajo el sub-
suelo barcelonés repartidas entre el Metro, los Ferroca-
rriles de la Generalitat y las Cercanías de Renfe.
Aunque las leyendas y supersticiones me atraen como
parte de la cultura, peco de persona escéptica y por
desgracia soy incapaz de creérmelas más allá de apre-
ciar su belleza y singularidad indiscutible.
Es una lástima, ya que investigando por foros de traba-
jadores del Metro de Barcelona podemos oír hablar de
las sombras negras de dos niños electrocutados hace
años en los túneles de la estación Catalunya, seres
mágicos cuyos ojos reflejan la luz de la cabina del con-
ductor (quizás simplemente ratas), o incluso espectros
visibles sólo en la cinta de las cámaras de seguridad en
la parada de Rocafort, donde la leyenda tiene tal efecto
que muchos se resisten todavía a hacer de jefe de es-
tación después de oír hablar de espíritus y trenes fan-
tasma una vez cerrados los accesos.
Estaciones fantasma del metro de Barcelona
77
quieres conocer curiosidades de Sevilla ?
http://sevillamisteriosyleyendas.blogspot.com/
date una vuelta por estos otros blogs:
http://antoniocamelblogoficial.blogspot.com/
http://animassevilla.blogspot.com/
http://quedateamiladosfcradio.blogspot.com/
Antonio Bejarano
78
79
80
D esde la Puerta de la Macarena hasta el Mo-
nasterio de San Jerónimo, hoy llamada Ave-
nida Sánchez Pizjuán, existió desde el siglo
XVIII una famosa venta llamada "Venta de los Gatos",
próxima a la orilla del río Guadalquivir. Era un lugar
frecuentado por la vecindad sevillana en las tardes de
los días de fiesta para merendar y para que los mocitos
jugaran por aquella pradera, o se cantaba y se bailaba.
Gustavo Adolfo Béquer, célebre poeta del Romanticis-
mo, estuvo en esa venta por el año 1854, y cuenta que
admirado por la belleza de una joven que estaba can-
tando en un animado grupo, sacó su cuaderno y su
lápiz e hizo un pequeño retrato del rostro de aquella
moza, regalándolo después al novio de ésta...
Supo que la muchacha se llamaba Amparo y que ha-
biendo sido abandonada cuando era un bebé, fue reco-
gida por el dueño de la Venta, padre del muchacho, y
que al hacerse mayores se enamoraron y pensaban
casarse próximamente.
Gustavo Adolfo Béquer se marchó a Madrid durante
varios años, y regresó a Sevilla con el deseo de pasar
una tarde campestre en la Venta de Los Gatos. Pero
durante su ausencia las cosas habían cambiado, aquel
largo prado que se extendía por la Macarena y hasta
San Jerónimo había dejado de ser lugar de recreo para
convertirse en el fúnebre recinto de los muertos, púes
se había construido allí el Cementerio de San Fernan-
do.
La Venta de los Gatos había perdido su bulliciosa con-
currencia, al regreso de los entierros se detenían allí
los cocheros fúnebres y los cortejos de acompañantes
tristes y llorosos para reponerse del mal trance. Béquer
entró en la Venta y preguntó al dueño por aquella mu-
chacha que había retratado años atrás y por su novio,
de quién el poeta se hizo amigo poco antes de partir a
Madrid. El ventero le contó la triste y romántica historia
de aquel amor:
Pensando ya en casarse, Amparo y su novio estaban
un día en la Venta cuando aparecieron dos señores
que se interesaron por la muchacha, preguntan-
do por su edad, fecha de nacimiento y fecha en
que fue recogida. Aquellos dos señores se die-
ron a conocer , la niña había nacido fruto de los
amores clandestinos de cierta Dama sevillana, la
cuál, a pesar de abandonar a su hija había se-
guido vigilándola todos aquellos años, y ahora al
cambiar sus circunstancias reclamaba a su hija
para tenerla consigo
La oposición del ventero no impidió que los tribu-
nales devolvieran a Amparo a su madre. Lo peor
era que la madre no quería que Amparo se ca-
sase con aquel muchacho humilde por lo que no
le permitió ningún tipo de comunicación con su
novio ni con sus padres adoptivos, pensando
que así le olvidaría.
La venta de los gatos
81
D ebido a esto Amparo fue perdiendo su alegría y su salud, pues le habían quitado su vida alegre y sencilla.
Así enfermó de tuberculosis mientras que su novio lleno de tristeza había perdido el interés por la diver-
sión, sólo salía a pasear por el cementerio abismado en melancólicos pensamientos.
Un día, presenciando un entierro, al efectuarse la ceremonia, abrieron el ataúd para que los familiares del difunto se
pudieran despedir por última vez, el muchacho se acercó y vio con inmenso dolor que el cuerpo de aquel ataúd era
el de su amor, Amparo. El muchacho dio un grito y cayó al suelo de un desmayo y cuando se despertó había perdi-
do la razón. Su padre, el ventero, no consintió en llevarlo al manicomio, pero preparó una habitación en la Venta y
allí fue recluido.
Se había convertido en un loco pacífico con la única obsesión de su amor desgraciado, pasaba los días llorando o
cantando alguna canción cuyo argumento era siempre el mismo, recordar a su amor Amparo.
Fuente: http://panagarvill.blogspot.com
Monográfico Leyendas
82
Juan Carlos Martínez Pedraza
http://www.facebook.com/group.php?
gid=138878912815293&v=wall
83
electrónico [email protected]
84
S i buscamos la biografía de Walt Disney en cual-
quier enciclopedia, reza en ella que nació en
Chicago (Estados Unidos) el 5 de diciembre de
1901 y murió en Hollywood el 15 de diciembre de 1966.
Pero si es así, ¿por qué, en 1940, el propio Walt Dis-
ney organizó una expedición de tres hombres a Mojá-
car en busca de la partida de nacimiento de José Gui-
rao Zamora? ¿Quién es José Guirao Zamora? ¿Por
qué esa expedición se detuvo en un pueblo de hábitos
tan precarios donde ni tan siquiera el cableado eléctrico
existía, y registró todos los archivos locales e interrogó
a sus habitantes...? La intención del 31 veces galardo-
nado con el Óscar de la Academia de Hollywood y Me-
dalla Presidencial de la Libertad no pudo ser otra que la
de buscar sus propios orígenes...
Cuando Dalí viajó a Estados Unidos con la intención de
trabajar en Hollywood conoció a Walt Disney a quien le
propuso llevar al cine animado su guión „Destiny‟. En
una de las conversaciones que mantuvieron le confesó
„Salvador, ¿sabes por qué soy surrealista?‟. Dalí quedó
esperando en silencio el final de su planteamiento
„Porque nací en Europa en realidad‟ e irónico le replicó
„¿No serás catalán...?‟ Rieron y después su respuesta,
para sorpresa de Dalí, fue „Catalán no, andaluz...‟
La angustia de Walt por sus orígenes comienza cuando
al pedir su partida de nacimiento en el Registro Civil de
la ciudad de Chicago para ingresar en el ejército descu-
bre que no consta como hijo de Elías y Flora Disney, y
que por tanto tuvo que ser adoptado tras haber sufrido
un abandono infantil. A partir de ese instante su vida
estará marcada por este casual hallazgo que reflejará
en sus obras cinematográficas como Blancanieves y
los Siete Enanitos (1937), Pinocho (1940), Dumbo
(1941), Bambi (1942), La Cenicienta (1950), Peter Pan
(1953) y Los 101 Dálmatas (1961). Según cuenta la
leyenda más difundida, la lavandera Isabel Zamora,
que quien la recordaba, hubo destacado su belleza,
quedó embarazada de José Guirao, un hombre de im-
portante familia de la sociedad mojaquera ya casado.
Aquella deshonra obligó a Isabel a huir del pueblo para
siempre. Por carta contactó con su hermano que, años
atrás, había emigrado a Chicago aceptándola en su
casa y, así ella, emprende el largo viaje a Estados Uni-
dos con su pequeño hijo. Los avatares de la peregrina-
ción transoceánica hacen a Isabel enfermar definitiva-
mente. Es entonces cuando su hermano le aconseja
dejar al niño al cuidado de sus vecinos, la familia Dis-
ney. Estos aceptan a José Guirao Zamora como hijo,
siendo rebautizado en junio de 1902 con el nombre de
Walter Elías Disney.
La venta de los gatos
85
electrónico [email protected]
N o pudo el propio interesado nunca ratificar esta
versión. Ni la expedición de detectives de 1940
a Mojácar ni los sucesivos intentos en los años
cincuenta consiguieron pruebas esclarecedoras básica-
mente porque la Guerra Civil Española había destruido
toda la documentación del municipio. A pesar de tantas
incógnitas, siempre se sintió de alguna manera, vincu-
lado con Almería. El consejero delegado desde hace
veinte años de la Factoría Disney, Michael Eisner, qui-
so cumplir el viejo sueño del maestro de crear el par-
que temático Euro Disney en los alrededores del Par-
que Natural Cabo de Gata-Níjar treinta años después
de su muerte; proyecto que, tras largas y numerosas
negociaciones, quedó descartado por la falta de infra-
estructuras turísticas de la provincia, ubicado finalmen-
te en París en 1992. Walter Elías Disney, genio del su-
rrealismo, es su propia vida su mejor obra de este gé-
nero.
Mito desde su posible nacimiento en Mojácar hasta su
muerte, crionizado a la espera de ser resucitado con
los adelantos futuros de la medicina... leyendas, am-
bas, desmentidas rotundamente por su familia
Monográfico Leyendas
86
87
Juan José Sánchez-Oro
Licenciado en Geografía e Historia. Ha rea-
lizado diferentes estancias en el Archivo
Secreto Vaticano y la Biblioteca Vaticana.
Encargado de la sección “Tocando el AR-
Pa” dedicada a los pseudo-escépticos del
misterio.
88
89
90
S i uno acude a la tan socorrida Wikipedia verá que
de San Isidro labrador dice que se llamaba Isidro
de Merlo y Quintana, estuvo casado con Santa
María de la Cabeza. Su amo fue el noble Juan de Var-
gas y en su casa en Madrid hay actualmente un museo
con exposiciones temporales sobre temas madrileños y
también con recuerdos relativos a la vida del santo. Y
en un rápido vistazo observaremos que fue canonizado
en fecha tardía, durante el siglo XVII, pero que desde
antiguo despertó un notable fervor popular, cuya pro-
yección puede reconocerse en múltiples rincones de
España y también de Iberoamérica. Sin embargo, como
suele ocurrir con muchos otros santos medievales, de
la biografía devota a real suele mediar una gran distan-
cia repleta de espesas brumas.
San Isidro según la documentación más antigua.
La fuente más antigua y principal que conservamos
acerca de la figura histórica de San Isidro es el denomi-
nado Códice de Juan Diácono. Y se trata de una obra
crucial puesto que su contenido ha inspirado y nutrido
todas las biografías posteriores del santo madrileño.
Ahora bien ¿qué clase de códice es éste?
Se trata de un texto anónimo de 25 hojas de pergamino
agrupadas en tres cuadernos. Está escrito en latín me-
dieval y conforma una relación de milagros recopilados
a mayor gloria de San Isidro. Se atribuye a Juan Diá-
cono porque el nombre de este personaje puede leerse
al final de uno de los milagros póstumos fechado en
1232: Yo Juan, un humilde diácono, y muchos otros, tal
como lo oímos de su boca, lo hemos contado de forma
sencilla en la presente cédula. Esta frase marca el tipo
de información con el que el autor intenta respaldar el
contenido de la obra: relatos orales de testigos contem-
poráneos al cronista. Observamos en la obra, a su vez,
dos partes que corresponden a dos manos con caligra-
fías diferentes.
La primera abarcaría la narración de los cinco milagros
producidos en vida de San Isidro, además de su muer-
te y el relato de su enterramiento en el cementerio de la
iglesia de San Andrés. En esta parte del códice, la más
antigua del mismo y por lo tanto el documento más pró-
ximo en el tiempo al santo madrileño, apenas se reco-
gen datos biográficos suyos o cronologías exactas. De
hecho, nada se dice sobre la fecha de su nacimiento o
de su muerte. Se menciona que San Isidro era labrador
por cuenta ajena, estaba casado y con un vástago, pe-
ro nunca cita el nombre de su mujer o de su hijo. Tam-
poco el de sus padres o el de su amo. Datos todos
ellos, que la tradición posterior se encargará de cumpli-
mentar muy imaginativamente.
Leyenda y realidad de San Isidro labrador
Primera página del Códice del diácono Juan
91
P rosigue el códice manejando alguna fecha relati-
va. En concreto dice situarse cuarenta años des-
pués del fallecimiento del santo, momento en el
cual se produjo el descubrimiento de su tumba y poste-
rior traslado de restos del cementerio al interior de la
iglesia de San Andrés. Continúa el texto narrando aho-
ra nuevos milagros póstumos de San Isidro que, según
el autor, tuvieron lugar hasta el año 1271 momento en
el que la recopilación concluye. Finaliza esta parte con
una serie de textos litúrgicos e himnos en honor al san-
to, pensados para cantarlos en las celebraciones.
La segunda parte del códice es un poco diferente. Una
mano distinta a la anterior, algunos años después, es-
cribió nuevos prodigios póstumos atribuibles al santo
hasta el año 1275. Ahora, los relatos son más escue-
tos, pero se precisan los nombres de los personajes y
se amplía el repertorio social de los mismos. El autor
dejó algunas páginas en blanco pensando en que
otros, como le sucediera a él mismo, vinieran a ampliar
en el futuro la nómina de milagrerías protagonizadas
por San Isidro. Esta previsión se cumplió en el siglo XV
cuando entre 1421 y 1426, dos presbíteros de San An-
drés añadieron en castellano y latín un acta notarial
sobre la apertura del sepulcro, el reconocimiento del
cadáver y una rogativa al santo para pedir lluvia para
los campos.
Este códice, por tanto, no es una biografía al uso de
San Isidro, pero de sus páginas pueden extraerse algu-
nos apuntes muy básicos sobre la vida del santo. Así,
se ha calculado el fallecimiento en torno al año 1172,
dado que el texto menciona que estuvo enterrado cua-
renta años y fue descubierto en 1212. No obstante,
conviene recordar que el número cuarenta es una cifra
simbólica muy habitual en textos religiosos y hagiográfi-
cos. Viene a representar el cambio brusco, un nuevo
orden de cosas y quizás, por eso mismo, el autor del
códice propició el descubrimiento providencial de la
tumba de San Isidro cuarenta años después de su en-
terramiento, ni uno más ni uno menos, señalando con
esa cifra “mágica” la importancia trascendental y tau-
matúrgica del hallazgo.
También la tradición postula que San Isidro vivió no-
venta años, lo que ha llevado, por mera substracción
aritmética desde su defunción, a situar el nacimiento
del santo el cuatro de abril de 1082, día de san Isidoro
del que el madrileño habría tomado su nombre. Es de-
cir, apenas unos pocos años antes de que el rey caste-
llano Alfonso VI tomara Madrid en 1083 o 1085 según
diferentes historiadores. Pues bien, también, esta data-
ción referida al origen del santo es una pura cábala
absolutamente especulativa que no tiene fundamento
en ningún documento medieval mínimamente creíble.
Lo único que puede afirmarse históricamente a propósi-
to de San Isidro lo resume muy bien la historiadora Ma-
tilde Fernández Montes: sólo podemos verificar que en
el siglo XIII se puso por escrito el relato de un persona-
je legendario cuya vida trascurrió al menos un siglo
antes, aunque pudiera ser incluso de épocas anterio-
res, habiéndose mantenido su recuerdo durante todo
este tiempo, tan sólo por tradición oral. Debemos recor-
dar que en las hagiografías basadas en diferentes
fuentes, las fechas se redondean ajustándose a los
intereses del narrador y las expectativas de los oyen-
tes. Con las adjudicadas, nuestro santo habría desarro-
llado su existencia en un Madrid cristiano, aunque no
exento de relaciones con el inmediatamente anterior de
carácter islámico.
De hecho, algunos elementos característicos de San
Isidro como el origen mozárabe de sus padres, la mar-
cha a Torrelaguna huyendo de Madrid al ser recupera-
da por los musulmanes o la identificación del amo del
santo como miembro de la familia de los Vargas, resul-
tan un ramillete de añadidos a la tradición que se incor-
poraron durante los siglos XV y XVI. Todo ello fruto del
crecimiento de Madrid como ciudad, de la existencia de
ciertos eruditos locales que especularon con el pasado
de la villa y de la consolidación política de algunos lina-
jes concejiles, entre ellos los Vargas que pretendieron
así ennoblecer su pasado dotándolo de la mayor anti-
güedad y honor posibles.
¿Fue San Isidro musulmán?
Precisamente la mencionada historiadora Fernández
Montes ha realizado un meticuloso estudio acerca de la
santidad de San Isidro destilada por el códice de Juan
Diácono comparándola con las biografías propias de
algunos santos musulmanes de la época. De esta ma-
nera, ha encontrado interesantes paralelismos entre
unas y otras narraciones. Su exhaustivo análisis arroja
serias dudas sobre la presunta condición mozárabe del
labrador madrileño y lo acerca más al perfil de un cam-
pesino bereber que terminó sus días como santón islá-
mico. Después, su recuerdo y devoción popular ha-
brían sido cristianizados tras la toma de la ciudad por
Alfonso VI.
Esos rasgos de santidad típicamente musulmana y ex-
traña a las vidas de santos cristianos los detecta Fer-
nández Montes cuando hace repaso de los milagros de
San Isidro.
Monográfico Leyendas
92
P or ejemplo, Isidro aparece en el códice como un
humilde siervo, laico, labrador, casado, padre y
que trabajaba con sus propias manos en campos
ajenos. Sin embargo, la santidad cristiana que triunfaba
en los siglos XI y primera mitad del XII tenía como pro-
tagonistas a nobles, eclesiásticos e incluso reyes.
Cuando había santos laicos, estos procedían de estirpe
aristocrática o regia, algo muy diferente de lo reflejado
por Isidro. Además, el retiro eremítico, la peregrinación,
la virginidad y la castidad eran los valores en alza den-
tro de aquella santidad medieval cristiana, mientras que
el matrimonio y el trabajo esforzado solían aparecer
como serios impedimentos para lograr una completa
vida virtuosa.
Entonces, ¿dónde encaja más armoniosamente el pro-
totipo de santidad representado por San Isidro? La his-
toriadora Fernández Montes lo encuentra en el wali
islámico. Es decir, la clase de santo musulmán entre
los cuales, desde fechas antiguas, abundaron los es-
clavos, hombres de campo, artesanos, analfabetos o
marginados que conseguían llegar a ser unos venera-
bles ascetas e incluso ejercer totalmente sus virtudes
religiosas manteniéndose en matrimonio.
Uno de los milagros más famosos de San Isidro es
aquel en el que dos yuntas de bueyes araban solas sus
campos mientras él iba por todas las iglesias madrile-
ñas rezando. El amo de Isidro le espió a escondidas
para ver cómo aquello resultaba posible y se encontró
con el prodigio. Sin embargo, lo más extendido dentro
de las vidas de santos de la época es que éstos reza-
ran al terminar sus trabajos respectivos o que entrega-
ran sus bienes y pasaran a vivir sin nada. Pero la co-
existencia del trabajo convencional y la oración resulta-
ban muy poco corrientes. De nuevo, Fernández Montes
encuentra paralelismos en las biografías de santones
musulmanes como Abu ya far al Urgari, Yusuf al Kumi
o Abu Abd Allab Muahmmad b. Qassum que aprecia-
ban sus respectivas profesiones, a su familia y no re-
nunciaban a ninguna de ellas por consagrarse a Dios.
Es más, en ocasiones fueron reprendidos por la provi-
dencia cuando intentaron abandonarlo todo.
Otro aspecto llamativo de este milagro es que la yunta
de bueyes labrara sola. Tiempo después se dirá que
era conducida por un ángel, pero lo cierto es que en la
primera versión del códice se afirma que no la dirigía
nadie. En este punto, Fernández Montes entiende que
a Isidro le ayudaron unos seres invisibles que encaja-
rían con los yunn islámicos, esos espíritus norteafrica-
nos que pueden ser masculinos o femeninos e igual-
mente benignos o malvados. Cuando son buenos, a
menudo, se los asocia con sirvientes de los campos
que propician buenas cosechas.
Si dejamos de lado la literatura y pasamos al registro
arqueológico, también encontraremos algunos indicios
interesantes. La tradición historiográfica hasta fechas
recientes ha situado en torno a la iglesia de San An-
drés el origen de la comunidad mozárabe y, por tanto,
cristiana, residente en Madrid en tiempos musulmanes.
El hallazgo del cuerpo de San Isidro en su cementerio
vendría, de este modo, a avalar la pertenencia del san-
to a dicho credo y comunidad religiosa. Sin embargo, la
arqueología del lugar y sus inmediaciones han revelado
la existencia allí de un barrio de campesinos de posible
origen bereber cuyo desarrollo trascurrió durante los
siglos X, XI y XII. Subraya el carácter islámico del lugar
el hecho de que, tras la conquista por Alfonso VI, esa
zona pasara a llamarse Puerta de los Moros y fuera el
sector de la ciudad donde residían los mudéjares de la
villa.
Además, en el Madrid musulmán anterior a la conquista
cristiana habitaban algunos personajes religiosos cuyo
perfil biográfico y andanzas conectarían directamente
con el relato luego asociado a San Isidro. Por ejemplo,
se sabe que Yassas al-Zahid predicó en la villa la vida
del asceta turolense Yumn Ibn Rizq, a quien se le atri-
buye el milagro de ser visto por todos en la mezquita
rezando cuando en verdad no se había movido de su
casa. O de dar limosna y comprar cuantos bienes qui-
siera gracias al dinero infinito que extraía debajo de
una estera. También, Walid Yunus Ibn Ahmad Ibn Yu-
nus al-Zadi, más conocido como Aben Chueco o Cho-
co, era un santón local madrileño que murió en su casa
el año 1081. Es decir, en fechas muy próximas a cuan-
do la tradición sitúa el nacimiento de San Isidro que
como ya quedó señalado, es una fecha calculada me-
diante pura especulación.
Leyenda y realidad de San Isidro labrador
93
T odos estos razonamientos desplegados por Fer-
nández Montes junto a otros anacronismos y pa-
trones culturales superpuestos que detecta en el
códice del diácono Juan parecen indicar que estamos
ante dos épocas religiosas que se funden. Habría habi-
do una figura virtuosa con un fondo histórico real en
torno a la cual crecieron también unas narraciones ora-
les con claros influjos musulmanes. No resultaría des-
cabellado pensar que, en torno al siglo XIII y una vez la
villa fue conquistada por Castilla, el nuevo credo domi-
nante se apropió de la fama de un santón musulmán de
la localidad para aprovechar y presentar su devoción
en términos cristianos. De esta forma, una biografía
sagrada de origen islámico, con sus correspondientes
historias, prodigios, actitudes y veneración popular que-
daría transfigurada en la estampa cristiana y santa de
Isidro. Todo ello acorde a la fe del nuevo gobernante
castellano, pero también en perfecta armonía con la
sensibilidad religiosa mayoritaria de la comunidad ma-
drileña que durante siglos había estado bajo domina-
ción islámica. Aún así, aunque la hipótesis formulada
por Fernández Montes es muy sugerente y plausible,
debemos mantenerla entre interrogantes a la espera de
que nuevas investigaciones aporten indicios más sóli-
dos.
Un famoso milagro póstumo que no termina de en-
cajar: las Navas de Tolosa
Otro de los milagros más famosos atribuidos a San Isi-
dro lo realizó después de muerto. El 16 de julio del año
1212 se produjo la célebre victoria de las Navas de To-
losa. Según la leyenda el santo labrador apareció en
ella sin identificarse y vestido como pastor para señalar
al monarca Alfonso VIII el camino más adecuado para
iniciar el combate. Gracias a este consejo las huestes
cristianas habrían ganado la batalla y a su paso por
Madrid, el monarca reconocería en el cadáver de Isidro
a aquél pastor que anónimamente guiara sus tropas
meses atrás. En agradecimiento por su consejo provi-
dencial, Alfonso VIII mandó hacer el arca en el que se-
rían guardados los restos del santo durante varias cen-
turias.
Sin embargo, este supuesto milagro ha sido uno de los
hechos más controvertidos ligados a la hagiografía del
san Isidro. Los reparos son múltiples y, a pesar de que
la historia fue incorporada a la causa de canonización
del santo, desde la crítica histórica moderna aparece
repleta de serias contrasentidos.
En primer lugar, este milagro no está recogido en el
códice del diácono Juan que, como vimos, recopila me-
ticulosamente los prodigios más famosos del santo
desde el hallazgo del cadáver hasta el siglo XV. Parece
lógico pensar que un portento de las características
señaladas y asociado a una de las más famosas bata-
llas de la reconquista no podría faltar en un libro desti-
nado, expresamente, a registrar los hechos más extra-
ordinarios atribuidos a San Isidro tanto en su vida como
después de muerto. En este caso, por lo tanto, la au-
sencia de evidencia al respecto parece ser una clara
evidencia de la ausencia.
Monográfico Leyendas
Casa Museo de San Isidro Labrador en Madrid
94
E sta impresión puede acompañarse de un segun-
do dato. El arca que conservó los restos del san-
to durante siglos y presunto testimonio del agra-
decimiento de Alfonso VIII no correspondería a la épo-
ca de este rey sino que sería posterior. En efecto, a
partir de los motivos ornamentales que adornan su su-
perficie, esta obra de arte habría que datarla en torno al
último tercio del siglo XIII o primera mitad del siglo XIV,
es decir, bastantes décadas después del reinado del
monarca castellano, quien reinó entre 1158 y 1214.
Cabría pensar, no obstante, que estemos ante un arca
posterior a la donada por Alfonso VIII. Es decir, una
segunda arca que vino a sustituir, por alguna razón
desconocida, a la entregada por el rey en primera ins-
tancia. Aún así seguiríamos sin la más mínima alusión
a la memorable batalla en su ornamentación. Conviene
subrayar que el arca es un
muestrario de los principales
milagros atribuidos al santo
madrileño. Sus actos más
prodigiosos adornan toda la
superficie de este mueble.
Pues bien, a pesar de que la
madera y la figuración están
muy deterioradas gracias a
las restauraciones modernas
y las descripciones en fuen-
tes antiguas ha podido re-
construirse la temática que
acompañaba a tales imáge-
nes. Pueden advertirse varias escenas de la vida del
San Isidro: orando en el campo; el amo al acecho a
caballo y dos ángeles arando con un par de bueyes; la
esposa llevando la comida a su marido; el santo dando
de comer a un pobre llenando milagrosamente de vian-
da la olla vacía; la Virgen con el Niño, y a los pies, Isi-
dro de rodillas; el misterio de la Encarnación la Resu-
rrección de Jesús, y finalmente dos ángeles con un
incensario en la mano.
El balance resulta claro. Ninguna de las ilustraciones
parece aludir a la participación de San Isidro en las Na-
vas de Tolosa. Y esta referencia sería esperable y casi
obligatoria si, como defiende la tradición, el arca fuera
una donación regia en agradecimiento por la milagrosa
ayuda propiciada por el santo madrileño durante la cru-
cial batalla de 1212.
Leyenda y realidad de San Isidro labrador
95
Q uizás, la posibilidad más lógica en torno al Pas-
tor de las Navas sea que la historia fuera elabo-
rada en una fecha tardía, cuando Madrid crecía
como ciudad, capital y corte e interesaba que su santo
patrón apareciera históricamente muy cercano a la mo-
narquía hispana.
Las reliquias del santo:
Los restos orgánicos de San Isidro no han sido someti-
dos a ningún estudio. Decir que estamos ante un cuer-
po incorrupto quizás resulte una exageración propia de
la devoción popular. Las fuentes de diferentes épocas
prefieren hablar de cuerpo momificado, amojamado o
apergaminado. La descripción más antigua correspon-
de al año 1504, cuando todavía permanecía sin canoni-
zar, y establece que estaba envuelto en un paño como
de tafetán blanco cubierto con una como colcha de co-
lores en la cual está el dicho cuerpo santo, entero, en
hueso e casi entero, salvo el braço derecho despegado
de el cuerpo que dicen que le hizo despegar la reina
doña Juana. Es de grande estatura.
La última apertura fue del 4 al 20 de Mayo 1985, con
ocasión del primer centenario de la erección de la dió-
cesis de Madrid-Alcalá y la siguiente tendrá lugar en
2022 con motivo del cuarto centenario de la canoniza-
ción de San Isidro y después nuevamente en 2082 por
cumplirse 1000 años desde su presunto nacimiento.
Juan José Sánchez-Oro Rosa
http://www.dimensionlimite.com
Bibliografía:
Los milagros de San Isidro (s. XIII) ed. facsímil. Trans-
cripción de Fidel Fita, revisión de Quintín Aldea, traduc-
ción de Pilar Sequero Suarez-Somonte y Tomás Gon-
zález Rondan, Madrid, 1993.
Carmen Priego (dir.) Museo de San Isidro. Arqueología
y Tradición, Madrid, 1994.
Tomás Puñal y José Mª Sánchez, San Isidro de Madrid.
Un trabajador universal, Madrid, 2007.
Matilde Fernández Montes, “Isidro, el varón de Dios,
como modelo de sincretismo religioso en la Edad Me-
dia”, Revista de Dialectología y Tradiciones Popula-
res, vol. 54, no 1 (1999) pp. 7-51.
“San Isidro, de labrador medieval a patrón renacentista
y barroco en la Villa y Corte”, Revista de Dialectología y
Tradiciones Populares, vol. 56, nº 1 (2001) pp. 41-95.
Monográfico Leyendas
96
www.seamp.net
C uentan las leyendas, que hace tiempo
Mucho tiempo atrás
Donde la mente dominaba el grial.
Existió una tierra, al norte del tiempo
Al este de la realidad
Donde los libros te abren a un mundo por llegar.
Si guardas tu mente
Y dejas tu alma volar
Caballero serás, tu sueño se hará realidad.
H ay un lugar donde el sol Fundó el amor y el dolor
Busca en tu imaginación, escucha tu corazón.
Escrito con tinta rosa
De lágrimas de un juglar
En los libros del tiempo
En las páginas del llorar
Hay una maldición:
"el sueño eterno dormirás
Si tu espada, no sirve al honor"
Si guardas tu mente
Y dejas tu alma volar
Caballero serás, tu sueño se hará realidad.
H ay un lugar donde el sol Fundó el amor y el dolor
Busca en tu imaginación, escucha tu corazón.