Monografia Seminario Cine y Filosofía
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Seminario Cine y Filosofía
Profesor: Edgardo Gutierrez
Nicolás Campo LU: 31327486
Análisis de Cuentos de Tokio (Y. Ozu - 1953)
En el primer capítulo de La imagen-tiempo, Deleuze introduce el paradigma
correspondiente al cine moderno que rompe con el esquema sensorio-motriz y
desarrolla la superación del esquema de la imagen movimiento hacia la imagen-tiempo
con las situaciones óptico-sonoras puras. Para ello desarrolla el análisis de los films del
neorrealismo, de la nouvelle vague y de Ozu, quien independientemente de los
europeos, ha creado también en sus films el modo de la imagenes ópticas y sonoras
puras.
En nuestro trabajo nos propondremos analizar Cuentos de Tokio, donde nos
encontramos con varios elementos que son constitutivos del cine de Ozu, como los
mínimos movimientos de cámara, la abundancia de tomas desde la cámara estática, el
ángulo cercano al piso, el ángulo frontal y un elemento de suma importancia, el simple
corte, con el cual Ozu opera las transiciones entre escenas y que irá marcando el ritmo
del film. Todo este arsenal técnico, que resulta en una notoria sobriedad, va a estar
funcionando al servicio de mostrar la trivialidad de la vida cotidiana de una familia
japonesa en la época de posguerra.
El argumento del film es simple en su contenido: una pareja de ancianos que vive en
Onomichi deciden emprendewr un viaje a Tokio para visitar a sus hijos quienes hace
largo tiempo no ven. El encuentro dará lugar al constraste entre el ambiente rural del
que provienen los ancianos y el ajetreo de la vida urbana de los hijos, quienes no
disponen de tiempo para ocuparse de los visitantes recién llegados, a tal punto que los
ancianos recibirán mejor recepción por parte de la viuda Noriko, nuera de los ancianos.
Finalmente la pareja, un poco insatisfecha con su tránsito por la ciudad y las visitas a
sus hijos, decide retornar a su hogar, pero en el viaje en tren, Tomi, la madre, se
enferma y al llegar a su casa sufre una grave recaída, entonces los hijos son avisados vía
telegrama y alcanzan a llegar a tiempo para encontrar a la madre a punto de morir.
Posteriormente tiene lugar el funeral y luego los hijos vuelven rápidamente a sus
respectivas ciudades para ocuparse de sus asuntos, quedando solos Sukichi, el padre y
Noriko quienes conversan sobre el futuro de Noriko para luego quedar el padre en
soledad contemplando su nueva situación de viudo.
Si bien el contenido del film es sencillo es importante atender el modo en que
transcurre la trama, que en cuanto a su desarrollo, ésta no se plantea directamente, es
decir no hay una alusión directa al desarrollo de la intriga, sino que lo que meramente
percibimos es el vivir cotidiano de los personajes. Es decir que el montaje del film va a
ir dando cuenta de, como dice Deleuze, una ausencia de intriga; esto es, las imagenes-
acción van a desaparecer para que tengan lugar las imágenes óptico-sonoras puras.1 Así
para las imágenes ópticas, tenemos por ejemplo la elección de los actores por su aspecto
(recordemos que Ozu tendía a emplear en sus films siempre al mismo elenco de
actores), donde cuenta más cómo lucen los personajes, que las acciones que éstos
realizan. Y por otro lado, las imágenes sonoras en Ozu se dan a partir de los diálogos de
los personajes, diálogos que en Cuentos de Tokio son en apariencia inconducentes, que
no desarrollan una trama, dado que no hay un hilo de narración que sea referido.
Este efecto de una ausencia de intriga en el desarrollo de la trama provoca
inicialmente en el espectador una sensación no-acción, dónde pareciera no desarrollarse
historia alguna; se trata de los tiempos muertos que Deleuze menciona y sobre los cuales
discute contra la lectura que hace P. Schrader.2 En efecto, según el esquema de Schrader
citado por Deleuze, la sucesión de tiempos muertos en la película, dónde parece que
nada está pasando (tal es el juicio que naturalmente haríamos desde el esquema de la
imagen-acción) llevarían a la acumulación de cierto efecto que se recogería en un
momento de ruptura en la película, tal es la distinción en niveles que Schrader hace
entre: lo cotidiano (en Cuentos de Tokio: los diálogos triviales, aparentemente
inconducentes), la introducción de una acción decisiva que marcaría otro nivel (por ej.
la anunciación de la inminente muerte de la madre que lleva a algunos personajes a la
emoción) y la estasis donde finalmente se manifestaría lo trascendente en el film y que
son los momentos que habilitan a su vez, en el espectador una experiencia de lo
1 Deleuze, G., La imagen-tiempo: estudios sobre cine 2, Paidós, Bs. As., 2005, p. 27. 2 Op. cit., ver sobre todo las págs. 28 y 32 donde Deleuze discute con la tesis que Schrader postula en su obra El estilo trascendental en el cine: Ozu, Bresson, Dreyer.
trascendente (por ej. las imágenes hieráticas, estáticas del cementerio durante la
ceremonia del funeral o también las imágenes de la naturaleza).
Ahora bien, contra este análisis que invoca la trascendencia para interpretar el film, se
puede oponer el concepto leibniziano de series que componen al mundo y que nos
indica que todo en el mundo es ordinario; concepto que Deleuze recupera para
interpretar a Ozu y que también puede aplicarse al film que aquí analizamos. De este
modo es que en Cuentos de Tokio podemos entender que no hay distintas secuencias
marcadas por una ruptura que habilitan manifestaciones de lo trascendente (inclusive en
escenas marcadamente dramáticas como las que refieren elípticamente a la muerte);
sino que pueden verse distintas series en el desarrollo del film y los trastocamientos que
se producen entre ellas y generan ciertos conflictos en relación al desarrollo de los
eventos, conflictos que los personajes (y también nosotros como espectadores)
atraviesan, pero también superan.
Tenemos entonces, en el film, distintas series que se cruzan, y los elementos que
componen una serie salen y se insertan en otra y tendrían allí el aspecto de algo notable
o significativo, por ejemplo la serie de los hijos con sus tiempos de vida cotidiana
marcada por la ciudad (serie del modo novedoso modo de vida occidentalizado), que es
interrumpida por fragmentos de la serie de la vida cotidiana de los padres, serie marcada
definida por los tiempos de la vida rural (serie del modo de vida tradicional). O también
podemos mencionar la serie ordinaria que corresponde al tiempo de la vida, que es
interrumpida en la vida de los personajes por la irrupción de la serie también ordinaria
de la muerte, con la muerte de la madre. Sobre este segundo ejemplo, cabe notar que, si
bien en ciertas escenas, algunos personajes se muestras contrariados por estos elementos
que vienen a trastocar el orden corriente de las cosas, en definitiva, encuentran el modo
de superar ese trastocamiento en sus vidas para volver a sus secuencias ordinarias a
partir de la Naturaleza, la cual no sería, como piensa Schrader, una manifestación de
algo trascendente más allá de lo ordinario cotidiano, sino que la Naturaleza, con su
regularidad vendría a restituir a los personajes a sus secuencias ordinarias. Esto lo
podemos percibir en el film por ejemplo cuando Sukichi, el padre, ante la recién muerte
de su esposa no hace ni dice nada en particular, (acciones propias del esquema imagen-
acción) sino que sólo contempla la Naturaleza, el mar de Onomichi y simplemente dice:
“Fue un amanecer tan hermoso. Me temo que hoy tendremos otro día caluroso.”
Cabe por último, mencionar el lugar de las escenas estáticas en el film de Ozu que
vienen a ser una imagen directa del tiempo, por ejemplo en la escena del funeral vemos
a Keizo, el hijo que llegó tarde para ver a su madre aún con vida, y lo que vemos es al
personaje sentado mirando algo, una imagen del cementerio y luego al personaje con
lágrimas incipientes. Lo que nos exhibe este fragmento es una imagen de lo que cambia,
transcurre y también la forma de lo que no cambia, que es el tiempo mismo, una
muestra pura del tiempo en la imagen estática del cementerio, que es sin movimiento
pero que posee una duración; la cual podemos decir que funciona como una muestra del
tiempo del afecto del personaje y el devenir afectivo que podemos entrever en el film
pero, que no se muestra mediante una exteriorización del afecto sino que lo percibimos
a través de la duración de algo estático, en este caso la imagen del cementerio.
En conclusión tenemos que decir que a simple vista la película nos ofrece el contraste,
el choque entre los modos de vida de dos generaciones, la cotidianidad del estilo de vida
tradicional de los padres y la cotidianidad del estilo de vida moderno, en parte
occidentalizado, de los hijos; es un contraste resultante del proceso de modernización de
Japón y que nos muestra la disolución de los vínculos filiares tradicionales. Más, a otro
nivel, el film de Ozu exhibe, por medio de las imágenes óptico-sonoras puras un vínculo
nuevo con las cosas, más allá del esquema sensoriomotriz y ello gracias a que los
personajes no actúan, no hacen “algo” en el film sino que ven, contemplan aquello que
les pasa, y con ello abren, como dice Deleuze, la posibilidad de otro vínculo con el
tiempo más allá del movimiento y un vínculo nuevo con el pensamiento que vaya más
allá de la acción.3
* Hay que notar que los personajes contrariados son los persinajes secundarios: la hija, el hijo,
etc. Pero no el personaje visionario de Sukichi, ….
Temporalidad de la vejez: Ozu ha logrado en las imágenes de Cuentos de Tokio, mediante el
uso del montaje un ritmo lento que exhibe la temporalidad de la vejez. Puede pensarse lo mismo
de lsa imágenes de Principios del verano Bakushu
Más allá del esquema sensoriomotriz: MR 69/ los planos fijos en Ozu permiten ver, y oír,
algo más allá de las meras imágenes que vemos en la película, es decir que abren las imágenes a
otras dimensiones, más allá del movimiento. De ahí la sensación que tenemos como
espectadores que las secuencias que estamos viendo tienen algo de extraordinario más allá de
las simples imágenes, es por el uso distinto NUEVO, REVOLUCIONARIO, NUEVO
3 Deleuze, op. cit, p. 32.
PARADIGMA??? de los recursos cinematográficos que de ellos hace Ozu que le permiten
lograr esa fuerza. ACÁ TENEMOS UNA HIPÓTESIS DE LABURO: CÓMO ES QUE
ESAS IMÁGENES TIENEN SEMEJANTE FUERZA? DE DÓNDE SALE, Y CÓMO SE
EXPLICA?
En Verano temprano el tema que el film va a insinuar a partir de la cotidianeidad de la familia
japonesa es el cambio de hábitos en el esquema de la familia japonesa, o cómo esto va a ser
vivenciado a partir de los tiempos que cambian, pero que en parte siguen iguales: es decir que
tenemos por un lado el tradicionalismo de las costumbres de los casamientos arreglados y por
otro (eliminar la dicotomía) el surgimiento de formas nuevas, la oposición de lo viejo con lo
nuevo, de las solteras con las casadas, cómo el orden familiar dado va a ser necesariamente
trastocado por el orden de las cosas: tal como deben ser, el tiempo para ser hija que dará lugar al
tiempo para ser esposa. La muerte del hijo de…. Shoji y la cara de la madre que nada dice frente
a la incertidumbre de la muerte de su hijo.
Escena del final