Monografía Rol Docente
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INSTITUTO SUPERIOR GRAL. M. M. DE GUEMES
FORMACION PEDAGOGICA PARA
PROFESIONALES TECNICOS
SUPERIORES EN EL EJERCICIO
DEL CARGO DE PROFESOR DE
NIVEL MEDIO
PROFESORA: MONICA YANIGRO
ALUMNOS: Alicia Lista / Veronica
Mentzel / Giselle Virdó / Luis
Eduardo Di Francisco
Tercer cuatrimestre 2015
Seminario de Trabajo y Rol DocenteEl rol docente en los medios de comunicación
ROSARITo VERA, MAESTRA
¡Bienhaiga! niña Rosariotodos los hijos que tiene,¡millones de argentinitosvestidos como de nieve!
Con manos sucias de tizasiembras semillas de
letrasy crecen abecedariosen tu corazón maestra
Yo sé los sueños que sueñas
Rosarito Vera, tu vocación,
pide una ronda de blancos delantales
frente al misterio del pizarrón
Tu oficio, qué lindo oficio,magia del pueblo en las
aulas,milagro de alfarería
sonrisa de la mañana
Palotes, sumas y restastus armas son, maestrita,ganando mansas batallas,
ganándolas día a día.
De Ariel Ramiraz – Felix Luna
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POR AFECTAR "LA PSICOPEDAGOGÍA DE LOS ALUMNOS"
Se desnudó en un concurso de TV y perdió su trabajo como docente 21 MAY 2015 | 19:13 Florencia, de 22 años, estudia abogacía y también da clases en un colegio de San Isidro. Al menos eso hacía hasta que participó del programa de Guido Kaczka. En uno de los desafíos, en el que competía junto a otro joven,
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tenía que quitarse la ropa y besar a su compañero: le costó el trabajo.
LA IMAGEN ¿LO ES TODO?
La Imagen Pública siempre ha sido un factor importante en la vida de cualquier
profesional.
Para las personas, personajes, empresas, instituciones, partidos,
organizaciones es elemental analizar la importancia de su imagen pública, ya
que ésta representa un aspecto fundamental de las comunicaciones
estratégicas que logran el impacto positivo o negativo de rechazo o aceptación
en los demás y determinante para la toma de decisiones.
Aunque parezca frívolo, lo interesante radica en que nadie se puede escapar
de tener una imagen pública, todos y cada uno de nosotros reflejamos y somos
percibidos por alguien. Y esa mirada del otro afecta muchas veces nuestra
autoestima, a cómo nos vemos nosotros mismos.
La Imagen Pública es la percepción dominante que una colectividad establece
respecto de una persona, institución o referente cultural, con base en las
impresiones y la información personal que recibe. Esta percepción ayuda a
construir los imaginarios sociales, por ejemplo, de los distintos actores de la
sociedad. El docente no escapa de ello.
En este trabajo nos preguntamos, cuál es la imagen pública que se ofrece de
los docentes, y cómo esta afecta su rol y el entorno educativo. Sería
interesante poder analizar, en definitiva, qué es lo que la sociedad hoy espera
de nosotros y en qué términos.
QUÉ VEMOS EN LOS MEDIOS
Cristina Kirchner nos decía en la Apertura de las sesiones del congreso el 1 de
Marzo del 2012: “Con trabajadores que gozan de estabilidad frente al resto de
los trabajadores, con jornadas laborales de 4 horas y 3 meses de vacaciones,
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cómo es posible que sólo tengamos que hablar de salarios y no hablemos
de los pibes que no tienen clases”.
Guillermo Jaim Etcheverry el 17 de mayo pasado aseguraba en un diario digital
de Jujuy (Jujuyhoy.com): Hoy los padres están unidos a los chicos en contra de
la institución escolar, en contra de los maestros, a los que ven como agente de
la opresión de la escuela. (…) Está fuera de discusión que los chicos necesitan
contar con facilidades, con buenos maestros y muchas veces eso no se da. No
hay sistema educativo eficiente, de calidad, si no tiene docentes de
calidad; ese es el punto central.
Micaela Urdinez para diario La Nación del 1 de Marzo del 2014 escribía:
“Cuestionados en su capacidad de enseñar a los alumnos de hoy, los
maestros pierden motivación y autoridad en las aulas.”
Luciano Andreychuk y Mariela Goy escribían para el Diario “El Litoral”, un 11 de
septiembre del 2009, en homenaje a los docentes en su día: Docentes rurales:
un viaje “a dedo” por el camino de la perseverancia
Enseñar en una escuela de campo implica una profunda vocación y un
esfuerzo extra para realizar la labor educativa en medio de muchas condiciones
adversas. Un rescate testimonial sobre lo que significa ser maestro rural.
Desde lejos se la ve al costado del camino. El cabello desordenado por el
viento, un guardapolvo percudido, el portafolio al pie; espera. El frío matinal es
tan intenso que la obliga a apretar los labios, secos y sucios por la polvareda
que se arremolina en la banquina. Hace media hora -quizás más, porque allí el
tiempo responde a otras dinámicas- que con el pulgar hacia arriba del brazo
derecho extendido solicita un aventón. De pronto, alguien de buena fe detiene
el auto, la “levanta” y la acerca hasta su lugar de trabajo, la escuela rural de un
paraje que, en lo ancho del paisaje campestre, se abre campo adentro hacia
una tapera insondable. Así llega la docente rural a su destino de tiza y libros.
Eduardo Lopez y Marcelo Denegris, periodistas escribían para el Diario Página
12, el 18 de Abril de este año, lo siguiente: Hace algunos días, una importante
consultora publicó una encuesta que revela, entre otras cosas, el nivel de
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confianza que los argentinos tienen en las instituciones. Aquel que viniera
prestándole atención al discurso de los mediáticos “expertos” en educación
se puede llevar una gran sorpresa al comprobar cuáles son las dos
instituciones que mayor nivel de aprobación concitaron.
La primera, la universidad pública, con un 73 por ciento de valoración alta. La
segunda institución, con 65 por ciento, fueron los docentes. Ambas, cabe
agregar el dato, obtuvieron entre valoración alta o media más del 90 por ciento
de las respuestas. Y son las únicas dos instituciones donde más de la mitad de
los consultados expresan una estimación positiva”.
Ambos periodistas aseguran la presencia de “Expertos mediáticos en
educación” que buscan plasmar en los medios esta imagen negativa. El punto
en común de sus discursos está en la idea del deterioro de la calidad educativa
basada en los resultados de las evaluaciones estandarizadas internacionales
(Pisa entre otras) cuyos objetivos, intereses, pertinencia y metodologías nadie,
o casi nadie, pone en discusión. Estas operaciones mediáticas buscan
desprestigiar la tarea de la escuela y de los docentes y, a la vez, predisponer a
la sociedad a aceptar las reformas educativas neoliberales.
LA IMAGEN DEL DOCENTE
Héroes perdidos en el
interior de nuestro
país, cuestionados en
su capacidad de
enseñar a los
alumnos de hoy,
manipulados por la
prensa en favor de
sus tendencias
políticas, de un lado y
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del otro. Es así como los medios de comunicación reflejan la imagen del
docente.
Frases como “maestros eran los de antes”, “antes los docentes eran figuras
respetadas”, son escuchadas diariamente y nos sitúan frente a la premisa de
que “todo tiempo pasado fue mejor”, y esto hace que el discurso popular actual
se llene de frases despectivas sobre el rol de los docentes en las escuelas.
Desde la opinión pública, y los medios de comunicación, se muestra un
docente “no valorado” por su entorno, es decir, tanto padres como alumnos.
Hay diferentes perspectivas comunicacionales en cuanto a la “imagen” del
docente que reflejan los medios de comunicación. Hay medios que proyectan
una visión muy politizada de la profesión docente y medios que reflejan una
visión más realista del docente y su trabajo
Cada vez es más frecuente leer, escuchar o ver noticias en donde se muestran
agresiones por parte de las familias y los alumnos hacia un maestro, y el
empeoramiento de las condiciones laborales para los trabajadores del sistema
educativo. No hace falta más que abrir el buscador de internet más utilizado,
como lo es Google y constatar que al buscar noticias relacionadas con
docentes en la Argentina, las tres primeras páginas de opciones nos muestran
conflictos salariales y hechos de violencia. Muy por detrás aparecerá perdida
alguna noticia positiva.
El resultado de la predominancia de este tipo de noticias es una visión negativa
de la docencia, como algo que no funciona adecuadamente, siendo fuente de
numerosos problemas.
Y lógicamente esto afecta a la imagen pública de nuestro rol, al imaginario
social y a la autoimagen del propio docente.
LA INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Los medios de comunicación están presentes e influyen en la forma de
pensamiento y en el proceso de socialización de toda persona humana
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Estos son instrumentos de cognición, de definición de los contenidos y de
regulación de los procesos de aprendizaje. Los procesos de cognición se ven
conformados por los propios medios, en la medida en que estructuran y
organizan los contenidos como objeto de conocimiento. De esta manera, los
medios jerarquizan los procesos de codificación, de transporte y de
almacenamiento de la información.
Son instrumentos (los medios comunicacionales) que permiten el análisis de
las realidades y, de este modo, generan nuevos conceptos, formas de
representación de la realidad y otros procesos innovadores. Los medios guían
el sentido de las experiencias y del pensar, ya que ofrecen una realidad
fragmentada, transformada simbólica y culturalmente.
Los sistemas de comunicación van más allá de la tecnología, y crean un
conjunto de relaciones que condicionan la organización de los saberes, los
valores de una sociedad, sus lenguajes, su cultura.
Los medios construyen noticias, basadas en hechos reales, les dan forma, las
modelan para “crear una nueva realidad” de acuerdo a las características de la
audiencia, de la sociedad a las que van dirigidas, de la ideología y la influencia
que ese medio tenga en la opinión pública como empresa de concienciación.
EDUCACIÓN Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Mucho se ha hablado en los últimos años de la crisis del aparato escolar. El
descenso del nivel académico de los egresados de los distintos niveles
escolares, la desvalorización del rol docente, la deserción, la elevación del
índice de reprobación, la burocratización en la planeación y toma de
decisiones, las cuestiones sindicales, son entre otros lugares comunes,
elementos que forman parte de la realidad educativa nacional.
Al mismo tiempo que el aparato escolar sufre esos problemas, los medios de
comunicación (televisión, Internet, diarios, radio, etc), se encuentran en un
período de gran expansión, y se han convertido en un aparato de socialización
fundamental. El criterio mercantil y el objetivo de entretenimiento que rige a la
mayor parte de los medios de comunicación tiene como consecuencia que la
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mayoría de las veces sus contenidos muestren contradicciones con los
elementos formativos que se busca transmitir a través del aparato escolar.
La conciencia de este problema generó desde los últimos años de la década
del `70 una corriente teórica y una serie de experiencias prácticas en diversos
países de Europa y América Latina, que subrayan la necesidad de brindar a los
educandos los elementos formativos necesarios para que adquieran una visión
crítica y reflexiva ante los contenidos de los medios de comunicación a los que
están expuestos cotidianamente.
La educación nunca ha sido un fenómeno social a cargo exclusivo de un solo
aparato de hegemonía, sino que siempre ha sido el resultado de la interrelación
entre los diversos aparatos que coexisten en una sociedad determinada. En el
proceso de transmisión cultural participan varias instituciones que se entrelazan
e influyen en la vida social y que difunden valores, normas, actitudes y
conductas que permiten a las personas entender su entorno y relacionarse con
los demás y con la sociedad en general.
Las instituciones culturales tradicionales (familia, escuela, etc) cuya función
principal era el proceso de creación y circulación de visiones del mundo,
tuvieron que compartir su labor con los diversos medios de comunicación
social.
La educación y los medios de comunicación empezaron a “mezclarse”. Las
características intrínsecas de los medios, como son el contar con un público
masivo, la inmediatez con que pueden circular los mensajes, la variedad de los
mismos y la posibilidad de innovación, originaron su utilización como
instrumentos de difusión de valores, actitudes y conductas socialmente
legitimados.
La educación es un proceso continuo que rebasa las paredes de la institución
escolar y es el resultado de la experiencia que tienen los sujetos en la gama de
relaciones que establecen en los diversos ámbitos de la vida social. De esta
manera, la educación es un proceso permanente que toda persona adquiere en
las relaciones sociales en las que participa, así como en sus prácticas
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cotidianas. En estas experiencias se incorporan una serie de conocimientos,
valores y habilidades, aunque el sujeto no este consciente de ello.
Los medios de comunicación, en especial la televisión, conforman una parte
importante de este saber cotidiano. La programación, independientemente de
su intencionalidad – educar, entretener, informar -muestra modelos de
sociedad, de hombre, de mujer, de vida de cotidiana y de relaciones sociales
que contienen una determinada valoración ética y social.
El público está expuesto a gran cantidad de contenidos, en donde la mayor
parte de ellos reflejan un deber ser estereotipado acerca del pensar y del hacer
de las personas al interactuar en sociedad. Los estereotipos son
generalizaciones y simplificaciones de la realidad que afectan el ámbito de las
creencias, de las opiniones y de los significados, pero no solo se mueven en el
ámbito de la conciencia, también conforman formas de comportamiento y de
acción. Esto se debe a que influyen tanto en la manera en que se percibe el
mundo como en la forma de interactuar en el.
Los medios de comunicación, aunados a otras instituciones socializadoras,
crean y difunden significados, que se interrelacionan con los esquemas y
estructuras de significado del público receptor, reafirmándolos o
confrontándolos en un complejo proceso de negociación. Pero, los mensajes
de los medios otorgan materia prima para que el receptor conozca e introyecte
determinadas formas de ver el mundo, proceso que puede tener lugar sin que
el sujeto se de cuenta y sin la participación en una actividad de enseñanza. El
aprendizaje no restringe al uso de elementos racionales. Gran cantidad de los
que los educandos aprenden es a través de las emociones.
Así, los medios en forma sutil e invisible, influyen a través de sus contenidos
programáticos en la forma como las personas construyen y perciben la realidad
que los circunda, y les proporciona elementos para interactuar socialmente, lo
que significa que los medios de comunicación educan los individuos e influyen
en la conformación cultural de la sociedad.
Mc Luhan señaló en la década del ´60, las profundas influencias de los medios
de comunicación en las formas de percepción y aproximación del hombre al
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conocimiento, plasmándolo en las frases: “El medio es el mensaje” y “El medio
es el masaje”.
El primero nos advierte acerca de la crítica esencialista, atenta solo a los
contenidos que se transmitían. Las vías mediáticas, las formas de sus
lenguajes modifican dos cosas: los contenidos que portan y la relación del
hombre con la realidad, de sus maneras cognitivas por las que tomamos
contacto y percibimos lo real.
El medio que utiliza un mensaje termina rápidamente por influir en la naturaleza
misma del mensaje.
“El medio es un masaje”, en el sentido que moldea, modela, acondiciona, quita
reacciones, promueve otras, habitúa a determinadas cosas.
Mc Luhan (1911- 1980), profesor de literatura inglesa, crìtica literaria, y teoría
de la comunicación, es reconocido como uno de los fundadores de los estudios
sobre los medios, y considerado uno de los grandes visionarios de la presente
y futura “sociedad de la información”.
Consideraba que, así como el medio es entendido una extensión del cuerpo
humano, el mensaje no podría limitarse entonces simplemente a “contenido o
información”, porque de esta forma se excluyen algunas de las características
mas importantes de los medios: su poder de modificar el curso y el
funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas. Define el
“mensaje de un medio” como un cambio de escala que ese medio provoque en
las sociedades o culturas. De esta forma el “contenido” se convierte en una
ilusión o visión, en el sentido de que éste se encuentra enmascarado,
modificado por el medio: la mediatización.
Consideraba que lo que más importa en la vida social, no es tanto el contenido
de los mensajes, sino, los modos de transmitirlos. El medio no se limita a
transmitir el contenido de la comunicación, sino que lo modifica profundamente.
Según Mc Luhan, los medios de comunicación como tales, inciden de manera
duradera en la visión y estructuración socio-cultural del mundo a través de las
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características perceptivas con las cuales comunican sus mensajes, según el
tipo y el área de estimulación sensorial que les es propia.
Particularmente en el tema que nos ocupa, los medios nos habitúan a ver con
frecuencia noticias referidas a agresiones a docentes, la desvalorización de su
rol dentro y fuera del aula y la “justificación” de determinadas conductas tanto
de padres como alumnos.
Los medios, moldeando este tipo de hechos para que parezcan mas “atractivos
y vendibles” a sus audiencias, nos familiarizan con actitudes despectivas o de
violencia, transformándolos en algo de “todos los días” en nuestra sociedad,
como un elemento mas de la construcción social de la realidad, no en su
totalidad, sino en una realidad sesgada y fragmentada de acuerdo a los
intereses comunicacionales de cada medio y al poder político que muchas
veces con sus declaraciones “avalan” en cierta forma el desmedro del rol
docente.
La misma presidenta Cristina Kirchner, en la noticia presentada anteriormente,
se ha referido en varias oportunidades a los docentes como aquellos que
menos trabajan y más beneficios tienen, ya sea en días de vacaciones,
beneficios sociales, etc.
Todo esto hacen que se produzcan cambios en las vías de contacto con la
realidad, se van modificando estructuras profundas en la mente y cambian las
formas de adquirir conocimientos y, con ello, se altera la modalidad de pensar.
Los estudios constantes y las investigaciones sobre los variados receptores
que conforman una sociedad, muestran que se han ido perfeccionando los
mecanismos y procedimientos de influencia sobre los receptores. Más
afinamiento de las técnicas y mejor conocimientos de la compleja psicología del
hombre, mayor calibración de la eficacia influyente.
Parece evidente que si los nuevos medios de comunicación han ido
modificando las formas de la percepción y los procesos de la cognición, han de
influir en el imaginario del receptor, en sus representaciones mentales, en sus
preferencias, en sus valoraciones, etc.
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Se legitiman hechos transformados en noticias que antes eran sumamente
cuestionables, como por ejemplo la agresión a un docente por parte de
alumnos o padres, en parte porque el público receptor al que va dirigida la
noticia pertenece a una sociedad que se ha vuelto mas violenta física y
verbalmente y por ende, estos hechos ya no sorprenden, sino que reflejan un
síntoma social, y en consecuencia, los medios de comunicación “reflejan” unas
veces, otras “avalan”, otras “cuestionan”, de acuerdo a su público.
De alguna manera, o de muchas, percibimos el mundo mediatizado, mediado,
intermediado, y los medios nos ofrecen formas de apropiación de la realidad.
Algunas influencias posibles se dan en:
- la selección de los hechos atendibles (o que deben atenderse) y el los
ángulos de interés y en los puntos de vista sobre ellos, en las versiones
sobre esos hechos que nos ofrecen los noticieros. Ello supone,
omisiones, recortes, intencionalidades.
- el descarte o atenuación de los elementos que contradigan la versión
adoptada.
- la nominación de realidades a partir de la titulación en los medios.
- la reacción frente a los efectos especiales que respaldan la versión.
- la aceptación del montaje de escenas o la composición del texto y fotos
que se nos proponen.
- El asedio desde todos los ángulos y por todos los componentes de cuna
concertada multimedia, con la misma versión: radio, televisión, diario,
Internet, etc.
- el marco interpretativo en que se inserta la escena o el hecho.
- el contexto en que ocurre el hecho, que condiciona la interpretación.
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- la motivación o generación de gustos, preferencias, actitudes e, incluso,
conductas.
También podemos señalar otras influencias de los medios de comunicación en
el receptor que atenúan competencias necesarias en los usuarios como:
- el deterioro de la atención, de la concentración debido a las tendencias
digresivas que apartan del eje de las cuestiones.
- La afección en la percepción de la totalidad, por la excesiva y reiterada
propuesta de fragmentación en los mensajes.
- las dificultades para la integración del saber, por la composición tipo
mosaico de los aportes.
- La obnubilación de las perspectiva y de las conclusiones, por falta de
distanciamiento y por el exceso de la insistencia en la inmediatez, en el
aquí y ahora.
- el debilitamiento de la capacidad de preguntar, cuestionar, argumentar,
por exceso de discusiones interruptas.
- el análisis crítico de la realidad.
- la actitud evaluadora.
- “la quiebra de la era verbal” como dice George Steinner, por la
trivialización de la palabra, su empobrecimiento y su vulgarización.
- la pérdida de la estructura narrativa, que es esencial para componer
muestra propia experiencia, ya que pone en orden y da sentido a lo
vivido.
- el avance de un relativismo que concluye por un “vale todo”
- la instalación de estereotipos y tópicos como modelos en todos los
campos y cuestiones.
- la modificación de la percepción de la realidad por exceso de virtualidad.
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- el acostumbramiento a tolerar la violencia, la reacción incontrolada, la
agresividad.
IMAGINARIO SOCIAL
Entonces vemos que no sólo los medios de comunicación, sino también la
escuela, iglesia y familia, contribuyen en la elaboración de autodescripciones y
memorias sociales, Luhmann (1996) a través de las cuales, de manera
paulatina, se moldea la percepción de los espectadores con el objetivo de que
realmente se crea lo que se observa en ellos. Así la construcción de “lo
correcto” de un sistema social dado se fundamenta en el marco de referencia
que se plasma en los imaginarios sociales.
El imaginario social es un concepto creado por Cornelius Castoriadis que
consiste en la existencia de esquemas, construidos socialmente, que
estructuran la experiencia social y engendran comportamientos e imágenes
"reales". Se remite en particular a aquello que puede ser creíble.
Dicha creación y recreación de realidades en los media ha resultado una
actividad sumamente productiva, debido en parte al alto nivel de penetración
que han alcanzado radio y televisión sobre todo.
¿QUÉ SE ESPERA DE UN DOCENTE?
Para Silvia Finocchio, doctora en Ciencias Sociales por FLACSO, el mensaje
de la opinión pública, “creada o manipulada” por los medios de comunicación,
es simplificador con respecto al rol docente, e ignora una realidad que muestra
muchos docentes con ganas de enseñar, lejos de los hechos de violencia o de
rótulos despectivos con respecto a la función educadora.
La referencia a la escuela de antes no toma en cuenta el factor de que las
familias actuales tampoco son las de antes, y que la escuela de antes no
incluía el tipo de chicos que hoy están incluidos, chicos que no tienen una
biblioteca en su casa, que están influenciados por múltiples mensajes, que no
tienen una mamá full time que acompañe su trayecto educativo, y que están
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permanentemente interactuando con múltiples redes sociales de distintas
índoles.
Según la especialista, los principales atributos negativos que la sociedad le
reclama al docente es el desinterés por enseñar, la falta de capacitación, el
anacronismo pedagógico, el ausentismo, la falta de autoridad y el fracaso de
enseñar a un alumnado diverso.
Silvina Gvirtz, Directora General Ejecutiva del Programa Conectar Igualdad,
afirma que es muy difícil construir una buena educación cuando el docente es
vapuleado, y que los valores que las familias inculcan a los chicos inciden en
su percepción sobre el docente.
Considera que hay que trabajar en recomponer el diálogo entre las familias y
los docentes, que en la casa y en los medios, no se desvalorice al docente,
porque de lo contrario, el chico esta en el medio de una situación entre padres
y maestros.
El desprestigio docente afecta la calidad educativa, atenta contra la autoestima
y la motivación del docente, porque cuando la autoridad pedagógica se pierde,
el espacio aúlico deja de ser propicio para el aprendizaje.
Recomponer esa figura es responsabilidad de todos, docente, padres y
comunicadores, todos, integrantes de la misma sociedad.
Es por esto que se han realizado investigaciones sobre cuál es la percepción
sobre el rol docente generada a raíz de los medio.
Ana Lía Kornblit en el trabajo «La salud y el trabajo desde la perspectiva de los
jóvenes», de su libro Culturas Juveniles, dice: «En general los docentes son
mencionados como fuentes de apoyo social en un porcentaje muy bajo, el 6%,
si bien hay diferencias según las zonas; los estudiantes de la localidad de
Merlo en un porcentaje significativamente más alto, consideran a los docentes
como apoyo social; en tanto que los de Capital Federal los ignoran,
participando de la imagen de desvalorización social de los docentes»
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En un análisis global, la autora dice que los alumnos ven a los docentes más
sancionadores (80%) de lo que los docentes se ven (57%).
Lo paradójico está en que un porcentaje importante de alumnos sostiene que
los docentes deberían sancionar más las situaciones de violencia (24-37%).
Existe, asimismo, un porcentaje más elevado de docentes que afirma no saber
qué debería hacer ante las situaciones de violencia.
Las representaciones sociales de los docentes con respecto a lo que hacen o
lo que deberían hacer en situaciones conflictivas son divergentes; vale decir,
existe una amplia crítica con respecto a sus procederes habituales frente a
dichas situaciones.
El trabajo en el aula, hoy por hoy es muy complejo y desgastante: Hay una
multidimensionalidad de tareas y aconteceres, que suceden al mismo tiempo y
con gran rapidez.
A eso agreguemos la presencia de las redes sociales en el aula,
inmediatamente hacen público lo que ocurre dentro del aula y así como llega al
conocimiento de los distintos actores de la comunidad educativa.
Esta nueva realidad han hecho aparecer en los medios de comunicación
docentes ridiculizados, violentados o ineficaces a la hora de intervenir en esta
situaciones. En consecuencia se generó en los docentes un sentimiento
persecutorio, al que le podemos agregar las reformas educativas
Nora Mendizábal, en «Condiciones de trabajo y salud de los docentes primarios
de la Provincia de Buenos Aires», existe una relación directa entre malas
condiciones de trabajo y salud. Los docentes que perciben como baja la
consideración social de su tarea, ya provenga de los alumnos, los padres, las
autoridades educativas o la sociedad en general, sienten más frecuentemente
fatiga que los que la consideran alta.
Lo paradójico de todo esto es que en dicha investigación, el total de docentes
encuestados, el 85% no cambiaría su actual ocupación por otra. El 82%
contestó que no cambiaría su situación laboral por los siguientes motivos: «es
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un sacerdocio», «ayuda al prójimo», «gratificación que produce la tarea», etc.
Son, evidentemente, motivos de fuerte intensidad vocacional.
SER DOCENTES HOY EN LA ARGENTINA
Fernando Savater en “El valor de educar”, nos decía: «El maestro antes podía
jugar con la curiosidad de los alumnos, deseosos de llegar a penetrar en
misterios que aún les estaban vedados y dispuestos para ello a pagar el peaje
de saberes instrumentales de adquisición a menudo trabajosa. Pero ahora los
niños llegan hartos de mil noticias y mil visiones variopintas que no les ha
costado nada adquirir... ¡que han recibido hasta sin querer!
El maestro tiene que ayudarles a organizar esa información, combatirla en
parte y brindarles herramientas cognoscitivas para hacerla provechosa o por lo
menos no dañina. Todo ello sin convertirse él mismo en un nuevo
sugestionador ni pedir otra adhesión que la de unas inteligencias en vías de
formación responsable hacia su autonomía. Empresa titánica... remunerada
con sueldo bajo y escaso prestigio social»
El Diario Junio Digital, edición del 23 de Mayo del 2015 publicaba este titular:
Pedirán custodia policial para escuelas de la zona noroeste
(Concordia- Entre Ríos)
Ayer un padre intento golpear a una maestra de la Nº 73. La docente cerró un
portón y el padre empujó ese portón y le arrojó un golpe al rostro. “No le
alcanzó a pegar; le hizo volar los anteojos de sol que tenía puesto”, relató el
Director de la Institución.
La edición digital de Cadena3.com el 20 de Mayo pasado (Prov. De Córdoba)
rezaba:
Por un malentendido, golpean a tres docentes en Guaymallén
El profesor de gimnasia de un jardín propuso una actividad con la canción de
"El rey misulín misulón". Varios nenes cambiaron la letra y sus padres los
agredieron sin mediar palabra.
Más allá de si los niños repitieron bien o mal la letra, nos preguntamos si la
reacción desmedida de estos padres tiene algún tipo de justificación o por qué.
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Si esto es, en definitiva, es consecuencia del imaginario social que algunos de
los Medios de comunicación buscan construir.
Lo peor es que estos pequeños carecen de un buen ejemplo a seguir en sus
casas, donde la figura del docente no tiene la importancia que tenía.
De todas maneras, hay que reconocer que la violencia se da actualmente en
todos los sentidos e involucra a los estudiantes que asedian a sus compañeros
hasta llegar al maltrato psicológico (bullying) y físico. Aunque también existen
peleas entre los mismos padres porque se meten en las relaciones de sus hijos
o porque simplemente no coinciden con algún pensamiento.
Por lo visto, la violencia sigue ganando espacios en la sociedad, y la escuela es
el nuevo foco donde se debe prestar toda la atención.
La profesión docente hoy está teñida de sinsabores, contradicciones y
desconciertos que la han llevado no sólo al deterioro de su imagen a límites
preocupantes, sino también a una crisis de la profesión propiamente dicha.
Todo profesional debe tener una sólida formación en su disciplina, pero,
además, se supone que cuenta con una autonomía, propia de dicha profesión,
entendidas ésta última como construcción socio- histórica en un determinado
contexto. Por ello es necesario que se conviertan en objeto de análisis y
reflexión, sobre todo la del profesional de la educación, ya que hoy comparte
con otros trabajadores sociales la contradicción de hallarse sumergido en un
presente acuciante, pero con el compromiso de proyectar un futuro mejor.
AUTOIMAGEN
Algunas décadas atrás, el docente era al portador del saber y hoy, no sólo
carece de conocimientos básicos reconocidos por la sociedad en su conjunto,
sino que no se siente satisfecho de cumplir las expectativas que se le
demandan, generándose así la culpabilidad, teniendo consecuencias práctico-
negativas que le obligan a hacerse cargo y/ o responsable por algo exterior a
él.
18
El ejercicio de la profesión docente en el pasado detentaba una gran dignidad
que surgía del saber y del lugar destacado que ocupaba el educador en la
sociedad. En estos días, ya no es la escuela el templo del saber, ya no es el
docente el “mago” que todo lo sabe, ni modelo de identificación.
Según Abraham en su obra "El mundo interior de los enseñantes", plantea que
éstos tienen una visión pesimista sobre su profesión, que lo llevan, muchas
veces, a guardar silencio y a esconder sus propias experiencias, sus propias
prácticas, generando, muchas veces al decir de De Jours, frustración en la
tarea docente, perdiendo autonomía en su propio trabajo y convirtiéndose así
en un simple técnico.
Hoy se lo individualiza frente al sufrimiento, ignorando su labor y el sentido de
su trabajo , no se le reconoce como persona; debe defender derechos y
reclamar espacios que le pertenecen para poder subsistir y para no caer en
una vivencia depresiva que conduce y amplía sentimientos de indignidad, de
descalificación e inutilidad . Por lo cual aparecería como punta del iceberg la
insatisfacción y la ansiedad como representantes del sufrimiento de este
docente en la que relación hombre- trabajo estaría bloqueada.
Los docentes, por la situación actual, sienten incertidumbre alrededor del
empleo, agotamiento marcado por la retribución económica, el desprestigio
social y la falta de espacios de autonomía que lo llevan a una carga emocional
muy importante, dificultándole la tarea, provocándole incapacidad académica,
rutina y conformismo, siendo éstos sólo síntomas de un malestar más
profesional y estructural.
Díaz Barriga plantea que hoy hemos llegado a la “cosificación” de la profesión.
Si bien se la considera como un servicio insalvable para la sociedad, a su vez
se la percibe como despreciable y avergonzante, quedando marcada, la tarea
docente, por una tremenda soledad donde se mueven múltiples emociones que
no pueden ser elaboradas psíquicamente, llevando al docente a un gran
esfuerzo físico, pedagógico y, sobre todo, emocional.
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Ulloa señala que, es en esta mortificación en la que el sujeto se siente
coartado, al borde de la supresión como sujeto pensante, tendiendo,
asiduamente, a esperar soluciones mágicas. Por consiguiente, muchas veces,
ésto afecta la modalidad y el sentido de su trabajo provocado por la violencia
institucional que lo lleva a una encerrona trágica, causante de la mortificación
mencionada.
Esta situación provocaría un circuito perverso, quedando atrapado, sin poder
salir de ella ni pudiéndola resolver, sintiéndose responsable de lo que no lo es,
llegando a un efecto paradójico: en vez de mejorar la calidad del trabajo, la
empeora, sintiéndose intensificado, al decir de Hergreaves, con sus privilegios
laborales erosionados y con una sobrecarga crónica de trabajo. La
vulnerabilidad en el empleo le quita sentido a su trabajo, lo desestructura,
desconfigura y desdibuja la tarea que le compete, llevándolo a una no- relación
con los otros , convirtiéndose el trabajo sólo como obligación para ganar dinero
o ser aceptado socialmente.
Lidia Fernández señala que es precisamente esta tarea la que permite el
funcionamiento institucional porque vincula al sujeto con otros sujetos y con el
medio, pudiendo constituir un nexo con engranajes fuertes que le permitan
surgir como un colectivo social.
Crisis de valores y crisis económica conjugan un juego peligroso contribuyendo
al deterioro de la imagen del docente, profesión cada vez menos atractiva a los
ojos de otros profesionales, de futuros aspirantes y del conjunto de la sociedad.
Aquel maestro, seguro de la importancia del saber que transmitía, ha quedado
desplazado por múltiples razones, aunque también sería interesante investigar
cómo se ve él a sí mismo: si como ejecutor de modas pedagógicas, como
técnico de estrategias didácticas, como investigador en el aula o como agente
de transformación, porque, a partir de esta respuesta, se podrían destrabar
nudos que están dificultando la redefinición del rol docente.
Es duro tener que reciclarse continuamente, revisar contenidos periódicamente,
poner en crisis las propias concepciones o representaciones sobre educación.
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Es duro ir envejeciendo mientras los alumnos conservan invariablemente la
misma edad, siendo cada vez más profunda la brecha generacional.
Por ello, a pesar de los momentos de crisis, a pesar del malestar, es necesario
revalorizarlos como oportunidad para la reflexión, para intervenir en lo
cotidiano, para provocar rupturas y dejar fluir subjetividades.
Es de fundamental importancia tomar distancia para objetivar el presente y
proyectar el futuro, resignificando el rol y, por ende, la tarea docente para
intentar una nueva identidad que deberá ser construida para que los otros
puedan asignar al docente un lugar singular, pero no en el sentido de
recuperación de un status o espacio perdidos, sino de construcción de una
nueva identidad, construcción que deberá ser conquistada para que los otros
puedan asignar al docente un lugar singular.
Para ello es necesario repensar la escuela, desde adentro y desde afuera, es
decir, no sólo trabajar entre los que la componen, sino entre todos en la
sociedad, aceptando y utilizando espacios que se otorguen o se consigan para
discutir propuestas, analizar prácticas o compartir experiencias. En definitiva,
asumir el protagonismo con confianza en las propias posibilidades.
“Las instituciones educativas... están hoy en juego. Su futuro está en juego, su
papel en la sociedad, los destinos de sus usuarios y por supuesto, de sus
agentes. En este juego todos pueden perder si no se piensa, si no se
reflexiona, si no se prevé”
REFLEXIÓN
Al igual que en muchos países del mundo, Argentina atraviesa por un momento
en el cual hay un aumento notable de los casos de violencia y maltrato en el
ámbito social, familiar y escolar. Esto, influenciado por múltiples variables, entre
las que se encuentran aquellas que están relacionadas con la crisis de valores
y la sociedad de consumo, de facilismo y nihilismo en la que estamos inmersos
gracias a la globalización y el capitalismo.
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Esto ha fomentado vínculos más alienados que a su vez están exentos de
valores, de tolerancia, respeto, unión, solidaridad, etc… y son estas
condiciones sociales las que van a tener incidencia directa en las familias y la
escuela.
Es imprescindible tomar en cuenta a la familia como agente educador primario;
es allí donde se van a establecer muchas de las normas y pautas que luego se
terminan de configurar en la socialización. Por ende, es de vital importancia
que en la familia se pueda manejar el tema de los límites y que sea clara la
idea de amor, libertad, comprensión, respeto, derechos, deberes, etc… ya que
muchas veces estas ideas se hallan distorsionadas no solo por el contexto sino
por las propias historias individuales de los padres.
Así mismo, hay que trabajar en la escuela ya que juega un papel imprescindible
en la educación de los chicos, son instituciones sociales educadoras, que
pueden implementar recursos eficaces en prevención. Por eso se tendrá que
trabajar en tres grupos: alumnos, padres y maestros ya que son los directos
implicados y agentes de cambio directos.
Por todo esto, hay que generar conciencia de la necesidad de tomar medidas
urgentes a fin de disminuir esta problemática que ya está instalada en el
corazón de la sociedad.
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BIBLIOGRAFÍA:
-Medios de Comunicación - ¿Mensaje o Masaje? – A propósito del caso Mc
Luhan- Enrico Baragli – Ediciones Universidad del Salvador
-No seamos ingenuos – Manual para la lectura inteligente de los medios –
Pedro Luis Barcia – Editorial Santillana
-Educación para la recepción – Hácia una lectura crítica de los medios -
Mercedes Charles Creel, Guillermo Orozco Gomez - Editorial Trillas
-Artículo del diario La Nación : ¿Cómo vemos a los docentes? Publicación del
1-3-2014
- FRIGERIO, Graciela, Las instituciones educativas. Cara y ceca, Ed.
Troquel,1992
- Savater, Fernando: El valor de educar, Ed. Ariel, Barcelona, pág. 72, 1997.
- http://psicopsi.com/ Diccionario de Psicología
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