MONICA SUÁREZ - Historia de Una Subasta

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HISTORIA DE UNA SUBASTA O LA SUBASTA DE NUESTRA HISTORIA Victor Falcón Huayta [email protected] Mónica Suárez Ubillús  [email protected] m La mañana del 2 de mayo muchos peruanos nos enteramos de un nuevo remate de patrimonio nacional en el mercado norteamericano a través del sitio web de RPP  Noticias (www.rpp.com.pe/portada/entretenimiento/75922_1.php). Aunque estos hechos llaman la atención no alcanzan a despertar un “interés nacional” considerable. La prueba es que la noticia se “colgó” en la sección “entretenimiento” del noticiero. Aunque, valgan verdades, RPP fue el único medio que siguió el caso con mayor amplitud. Los objetos arqueológicos peruanos (35 piezas) correspondían a las culturas Cupisnique, Chavín, Paracas, Nasca, Huari, Chimú, Moche e Inka. Fueron pulcramente  presentados en el sitio web de la casa de subastas Christie’s (www.christies.com/LotFinder/lfsearch/SearchResults.aspx?intSaleID=21464 ) y estaban estimados en un precio base de US $ 350,000 dólares. Revisando el “muestrario” de “arte precolombino” reparamos en una extraña y rara pieza en la que inmediatamente identificamos el tema de nuestra reciente intervención en el VII Simposio Internacional de Arte Rupestre realizado en diciembre de 2006 en Arica (Chile), vale decir, el felino en el contexto de la complejas culturas tempranas del segundo milenio antes de Cristo. Tal vez por eso iniciamos un reclamo concreto aunque infructuoso que decidimos dar a conocer como una experiencia que sirva para implementar mecanismos que defiendan nuestros intereses en el exterior de manera más eficaz. Luego de comunicarnos con algunos colegas presentamos un documento al Instituto Nacional de Cultura para informarle detalladamente sobre el suceso. Nuestro expediente constaba de una carta dirigida a la Directora del INC, imágenes de 21 piezas puestas en remate con sus respectivas descripciones tomadas del catalogo virtual de Christie’s, una ficha de tres páginas denominada “Reporte de atentados contra bienes del patrimonio cultural de la Nación” (formato descargado de la página web del INC) y detallamos la importancia de la pequeña vasija de piedra de estilo Cupisnique que había llamado nuestro interés científico. Presentamos, asimismo, la base legal que sustenta la defensa y protección del  patrimonio arqueológico peruano. La documentación completa fue ingresada por mesa de partes del INC el 9 mayo de 2007 (Exp. Nº 07726). Se nos comunicó entonces que recibiríamos contestación a las direcciones consignadas en el expediente. Hasta ahora no recibimos respuesta.  No dejamos las cosas allí, decidimos ingresar a las instalaciones del INC y solicitar verbalmente –en la instancia técnica respectiva– la pronta atención al expediente debido al corto tiempo que nos separaba del remate, fijado para el 23 de mayo. No pudimos entrevistarnos con el Director de Arqueología pues se encontraba de comisión. Acudimos entonces a la Oficina de Recuperaciones de la Dirección de Defensa del Patrimonio Histórico donde una arqueóloga y un asistente gestionaban, asimismo, la recuperación de piezas peruanas puestas en venta por la casa de remates Sotheby’s.

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  • HISTORIA DE UNA SUBASTA O LA SUBASTA DE NUESTRA HISTORIA Victor Falcn Huayta [email protected] Mnica Surez Ubills [email protected]

    La maana del 2 de mayo muchos peruanos nos enteramos de un nuevo remate de patrimonio nacional en el mercado norteamericano a travs del sitio web de RPP Noticias (www.rpp.com.pe/portada/entretenimiento/75922_1.php). Aunque estos hechos llaman la atencin no alcanzan a despertar un inters nacional considerable. La prueba es que la noticia se colg en la seccin entretenimiento del noticiero. Aunque, valgan verdades, RPP fue el nico medio que sigui el caso con mayor amplitud.

    Los objetos arqueolgicos peruanos (35 piezas) correspondan a las culturas Cupisnique, Chavn, Paracas, Nasca, Huari, Chim, Moche e Inka. Fueron pulcramente presentados en el sitio web de la casa de subastas Christies (www.christies.com/LotFinder/lfsearch/SearchResults.aspx?intSaleID=21464) y estaban estimados en un precio base de US $ 350,000 dlares. Revisando el muestrario de arte precolombino reparamos en una extraa y rara pieza en la que inmediatamente identificamos el tema de nuestra reciente intervencin en el VII Simposio Internacional de Arte Rupestre realizado en diciembre de 2006 en Arica (Chile), vale decir, el felino en el contexto de la complejas culturas tempranas del segundo milenio antes de Cristo.

    Tal vez por eso iniciamos un reclamo concreto aunque infructuoso que decidimos dar a conocer como una experiencia que sirva para implementar mecanismos que defiendan nuestros intereses en el exterior de manera ms eficaz. Luego de comunicarnos con algunos colegas presentamos un documento al Instituto Nacional de Cultura para informarle detalladamente sobre el suceso. Nuestro expediente constaba de una carta dirigida a la Directora del INC, imgenes de 21 piezas puestas en remate con sus respectivas descripciones tomadas del catalogo virtual de Christies, una ficha de tres pginas denominada Reporte de atentados contra bienes del patrimonio cultural de la Nacin (formato descargado de la pgina web del INC) y detallamos la importancia de la pequea vasija de piedra de estilo Cupisnique que haba llamado nuestro inters cientfico. Presentamos, asimismo, la base legal que sustenta la defensa y proteccin del patrimonio arqueolgico peruano. La documentacin completa fue ingresada por mesa de partes del INC el 9 mayo de 2007 (Exp. N 07726). Se nos comunic entonces que recibiramos contestacin a las direcciones consignadas en el expediente. Hasta ahora no recibimos respuesta.

    No dejamos las cosas all, decidimos ingresar a las instalaciones del INC y solicitar verbalmente en la instancia tcnica respectiva la pronta atencin al expediente debido al corto tiempo que nos separaba del remate, fijado para el 23 de mayo. No pudimos entrevistarnos con el Director de Arqueologa pues se encontraba de comisin. Acudimos entonces a la Oficina de Recuperaciones de la Direccin de Defensa del Patrimonio Histrico donde una arqueloga y un asistente gestionaban, asimismo, la recuperacin de piezas peruanas puestas en venta por la casa de remates Sothebys.

  • Ahora les presentbamos este nuevo caso y los colegas nos explicaron que de

    acuerdo al Memorandum de Entendimiento firmado entre Per y Estados Unidos en 1997 se imponen restricciones para la importacin de objetos arqueolgicos precolombinos a partir de ese ao, quedando sin proteccin los que se sacaron del pas antes. Entonces, si desebamos recuperar el lote peruano de Christies debamos sustentar que se trataba de piezas sacadas clandestinamente luego de 1997. Pero eso no era todo, se necesitaba probar dicha sustraccin ilegal mediante documentos tales como informes o ediciones posteriores a 1997 donde dichas piezas subastadas o muy similares se encuentren publicadas. Dichas referencias deban hallarse para cada una de las 35 piezas del lote, lo cual por supuesto slo se logra con una investigacin ad hoc consultando bibliotecas y bancos de datos especializados. Adems, se deba preparar una ficha tcnica para cada pieza desarrollando una descripcin, contextualizacin arqueolgica y fuente bibliogrfica donde se publicaba la pieza. De modo entendible, nuestros colegas estaban concentrados en el expediente que preparaban para frustrar la subasta de Sothebys que, dicho sea de paso, finalmente remat las piezas peruanas el 17 de mayo. Y es que no slo son escasas las investigaciones arqueolgicas sino que, de darse, muchas veces no llegan a concretarse en publicaciones bien ilustradas. Lamentablemente, para el caso de la vasija Cupisnique por ser una pieza nica y porque obviamente es producto del huaqueo y fue sacada ilegalmente del pas era imposible conseguir los datos especificados lneas arriba.

    El resto de la historia la seguimos desde los informativos virtuales. El 15 de mayo la denuncia aparece en un importante diario de circulacin nacional (http://www.elcomercioperu.com.pe/EdicionImpresa/Html/2007-05-12/ImEcLima0721334.html). El 17 de mayo se ponen en exhibicin las piezas de la subasta en el local de Christies. Ese mismo da apareci publicada una entrevista a la Directora del INC Cecilia Bkula en el diario El Comercio, en donde se expresa que Christies ofreci al gobierno peruano retirar de la venta la pieza Cupisnique mas no a las otras 34, Es un ofrecimiento, no seguro. Por qu esta pieza y no otras? Porque esta es muy reconocida y rarsima. Su subasta sera muy comentada, explic Bkula (www.elcomercioperu.com.pe/EdicionImpresa/Html/2007-05-17/ImEcLima0723841.html). El 18 de mayo una noticia de la agencia peruana de noticias ANDINA afirmaba que el Per podra recuperar otras dos piezas arqueolgicas del remate de Christies (www.andina.com.pe/NoticiaDetalle.aspx?id=126491). Ese mismo da Sara Fox relacionista pblica de Christies responde a una nota virtual sobre el reclamo peruano del siguiente modo: We have received no information from the Peruvian government or from any other sources which would lead us to believe that any of these lots were stolen or improperly exported out of Peru. (http://perunews.wordpress.com/2007/05/12/christies-to-auction-grave-robbed-artefacts).

    El 23 mayo de 2007, tal como estaba anunciado se llev a cabo la subasta. Los objetos vendidos y los precios alcanzados fueron publicados en el sitio web de Christies, incluida la mentada vasijita Cupisnique inicialmente valorada entre US $ 15 y 20 mil dlares, pero por la que se pag US $ 33,600 dlares. De acuerdo a la informacin dada perteneca a una coleccin privada de Nueva York desde 1985 y fue probablemente adquirida de Alan Lapiner (http://www.christies.com/LotFinder/lfsearch/LotDescription.aspx?intObjectId=4916288). La venta de Christies comprendi en total 125 reliquias procedentes del Per,

  • Ecuador, Costa Rica y Mxico, y report ingresos por 915,000 dlares. De los 35 objetos arqueolgicos peruanos slo se vendieron 24, los que facturaron US $ 180,000 dlares.

    El hecho tuvo resonancias posteriores, el 24 mayo apareci una nota en el diario El Comercio en donde se detallaban los sucesos de la subasta, efectuada en vivo y por internet, de modo que por momentos las ofertas de compra se limitaban a la puja de los presentes en el local de Christies, pero en ocasiones los ofrecimientos se realizaban por internet, y es que varios coleccionistas (o instituciones) prefirieron ocultarse detrs de una computadora (www.elcomercioperu.com.pe/EdicionImpresa/Html/2007-05-24/ImEcTemaDia0727653.html). El 26 de mayo el Presidente de la Repblica lanz la idea de comprar los objetos subastados a sus actuales dueos declarando que en el futuro, tenemos que darnos maa para identificar (las piezas) antes que se anuncien las ventas (www.larepublica.com.pe/content/view/158954). Por su parte, Hel Pelez, cnsul peruano en Nueva York, lament la venta e inform que el INC y la Cancillera coordinan una nueva estrategia para recuperar las piezas (www.larepublica.com.pe/content/view/158514/30).

    Se pueden hacer varios comentarios examinando los sucesos y su cronologa, pero preferimos que el lector se forme su propia opinin. Sin embargo, no podemos evitar preguntarnos: Por qu la casa de subasta esperaba una comunicacin del gobierno peruano, hacindose juez y parte de la controversia?, Tratar directamente con el gobierno de los Estados Unidos no hubiera permitido postergar la subasta para implementar una estrategia de rescate ms slida?, No pudo encontrar Cancillera los mecanismos para esta postergacin?. Y si no existen estos mecanismos No se pueden implementar?. Dadas las caractersticas del arqueotrfico local e internacional siempre estamos un paso atrs de las ventas, que plantean situaciones de facto con evidente ventaja para los traficantes. De cualquier modo, sugerimos que se estudie el caso y que los profesionales de las relaciones internacionales propongan mecanismos que defiendan mejor nuestros intereses. Por algunas razones que no mencionaremos ac es una mejor alternativa a los US $ 180,000 dlares que, aparentemente, estuvo dispuesto a pagar el ejecutivo para recuperar nuestro patrimonio. Otro enfoque del suceso

    Eludiendo el hecho punible o la ineficacia para contrarrestarlas ahora reflexionaremos sobre el tema pero desde otra perspectiva. En la medida de lo posible y hasta donde se ha investigado trataremos de exponer los conocimientos que se pierden debido a la descontextualizacin de estos objetos y su comercio en el mercado negro de arte nacional e internacional. Para ello analizaremos la pequea vasija Cupisnique, parte del lote vendido por Christies el 23 de mayo. Las tres vistas del catlogo virtual de la subastadora nos permitieron observarla desde ngulos diferentes percatndonos de la mayor parte de sus caractersticas, entre ellas, su compleja iconografa. Aprovechamos esta circunstancia para ensayar una aproximacin a sus caractersticas y posible significado.1 La intencin, asimismo, es informar al comprador de la pieza de lo que tendra en su poder con la esperanza de que alguna vez permita un examen ms detallado del objeto o, en el mejor de los casos, lo devuelva al Per. 1 Un ensayo reconstructivo de la imagen con un resultado similar pero independiente de nuestro trabajo, ha sido propuesto por Eisei Tsurumi Director del Proyecto Arqueolgico Las Huacas, en el valle de Jequetepeque. (Per Explorer, Junio-Julio de 2007, p.13).

  • El objeto

    De acuerdo a la informacin divulgada la pieza est confeccionada de esteatita. Un mineral cuya coloracin vara entre el verde manzano, gris, blanco y blanco de plata con un grado de dureza 1-1.5 en la escala de Mohs, es decir, es muy blando e incluso se le cataloga como una variedad de talco, lo cual hace fcil su trabajo pues puede rayarse hasta con la ua. Probablemente, la vasijilla fue tallada desde un bloque hasta alcanzar la forma globular, luego fue ahuecada hasta lograr el continente y se adelgaz sus paredes, las que rematan en un borde de labio redondeado con refuerzo externo. Posteriormente, se ejecutaron una serie de pequeos orificios equidistantes, de unos pocos milmetros de dimetro, debajo del labio. Lo cual es un rasgo bastante peculiar que, por ejemplo, la inutilizara para contener lquidos, por lo que probablemente serva para contener sustancias slidas o pulverizadas. En consecuencia, los orificios podran haber servido para sujetar algn tipo de tapa, en la medida que en la tradicin alfarera andina precolombina los orificios en vasijas servan casi siempre para pasar a travs de ellos hilos o pitas que permitan suturas para repararlas o para sujetar cueros en el caso de tambores de cermica. El dimetro del pequeo recipiente alcanz 5.4 cm. En una etapa final, se habran ejecutado con extrema habilidad los complejos diseos de la iconografa.2

    Todo indica que el concepto del diseo de las imgenes se sustent sobre dos motivos centrales de carcter hbrido pues funda en una sola representacin caractersticas de dos animales. Rebajando los exteriores de sus contornos se dio el efecto de relieve a las figuras, asimismo, se excavaron crculos dentro del cuerpo de los motivos centrales y delgadas incisiones para lneas ms sutiles y pliegues. El campo decorativo cubre la totalidad de la superficie de la pequea vasija, incluso la base redondeada. De modo que la pequea pieza ofrece, en una primera impresin, el aspecto de estar completamente decorada con mltiples diseos en relieve.

    Finalmente, un pigmento rojo cubre la superficie externa de la pieza e incluso el borde interno, pero est ausente en la base en donde resalta el color natural de la esteatita, as como, en los detalles excavados de las figuras.3 Este embadurnamiento de pigmento rojo es recurrente en piezas de este tipo y poca y aunque raramente se ha comprobado por mtodos arqueomtricos puede deberse al cinabrio (sulfuro de mercurio) u ocres rojos resultado de una mezcla de hematita (xido frrico) y arcillas. Las imgenes

    Como indicamos, una especie de horror vacui le otorga sofisticacin al estilo y refuerza el aspecto enrevesado de las imgenes las que como veremos enseguida con mayor detalle son en realidad la integracin de dos motivos centrales en la iconografa andina precolombina, el felino y la serpiente. Fcilmente identificables en las imgenes proporcionadas por Christies a sus eventuales compradores.

    2 Dos especialistas nos han recomendado un anlisis arqueomtrico de la pieza para certificar su autenticidad (H. Bischof y R. Burger com. pers. junio-julio 2007). Sin embargo, creemos que la coherencia de su iconografa es un ndice que amerita considerarla al menos por ahora autntica; el Prof. C. Campana es de la misma opinin (Com. pers. agosto de 2007). 3 El ejemplar que nos ocupa es de la variedad de color verde manzano. Agradecemos las amables indicaciones de la Ing. Geloga Rosa Medina Sandoval encargada del laboratorio de microscopa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

  • La vista (a) corresponde a un cuerpo alargado y curvo con una serie de crculos sucesivos que lo decora longitudinalmente. De ste emerge una garra que se proyecta hacia abajo sobre la prolongacin del cuerpo central, el cual gira hacia abajo para tornarse hacia la zona ventral. Un cordn superior en cuyo interior se disponen dos guiones verticales y uno horizontal se alternan sucesivamente otorgando un lomo claramente delineado a este cuerpo alargado y encorvado. Otra franja inferior pero sin guiones recorre la zona ventral del motivo central.

    Tres apndices de aspecto escalonado se disponen haciendo base en la parte superior del cuerpo encorvado. La flexibilidad de los trazos con los que han sido ejecutados les otorga flexibilidad y redondez, lo cual va en armona con el conjunto de la representacin. Una banda hacia el lado derecho y tres guiones verticales rellenan el espacio interior de estos apndices. Por el lado izquierdo surge un apndice alargado adicional, recto y con tres quiebres. Hacia el lado derecho de la vasija se percibe claramente una garra con tres dedos de la que surge una figura a manera de gancho de ancha base que gira hacia la izquierda. Esta parte de la imagen se observa con mayor claridad en la siguiente vista en donde se repite y continan los diseos.

    La vista (b) muestra el perfil izquierdo de una cabeza de felino con ojo redondo y esclerticas a manera de aletillas que terminan en puntas. Tres apndices alargados surgen del hocico abierto del animal que, extraamente, no muestra dientes. Sin embargo, dos depresiones aguzadas ubicadas entre los tres apndices emergentes y los labios del felino podran interpretarse como colmillos.

    Una figura estilizada que combina trazos rectos formando un rectngulo y una curva se adosa en la parte superior de la cabeza felnica que mira hacia arriba y se articula con el cuerpo alargado con crculos inscritos descrito en la vista (a). Asimismo, aqu se nota el caracterstico cordn del lomo. Se observan los grandes crculos estampados sobre el cuerpo que articula con la cabeza del felino, asimismo, hacia el lado izquierdo de la foto, en donde se alcanza a distinguir uno de los apndices descritos en la vista anterior.

  • La vista (c) muestra los diseos de la base de la vasija. En donde son claramente visibles dos cuerpos decorados con crculos inscritos del cual surgen dos garras de tres uas que sujetan el cuello de serpientes formadas por la prolongacin de estos cuerpos alargados vueltos hacia sus vientres. Un detalle interesante es la diferencia entre la garra ubicada en la parte inferior de la vista y la superior; mientras que sta parece slo delineada a travs de incisiones la inferior muestra tres depresiones.

    La disposicin de los dos motivos centrales indica que ocupan las mitades opuestas del cuerpo de la vasija, desplazando sus prolongaciones tambin en sentidos opuestos, de manera que las cabezas de serpientes se encuentran en el centro de la base de la vasija con las fauces cerradas pero de las que brotan lenguas bfidas, en una actitud caracterstica de estos ofidios.

    Una propuesta

    Un calco desde las fotografas on line permiti obtener dibujos de los diseos de las tres vistas de la vasija Cupisnique. Posteriormente, se compararon y articularon las imgenes segn mostraban la continuidad de sus rasgos en cada una de las vistas. As, la vista (b) constituy en el inicio de la representacin, la vista (a) en la parte posterior del cuerpo del felino considerando la continuidad de su cuerpo alargado y la hiptesis de dos representaciones similares opuestas y, finalmente, la vista (c) complement los rasgos faltantes debajo de la garra que claramente se repite en parte de la vista (a).

  • Dibujo de la vista b Dibujo de la vista a

    Dibujo de la vista c

    De este modo, se hicieron coincidir los rasgos aportados por las tres vistas y se ensay una figura que reuna en una sola representacin las partes mostradas por separado obtenindose un ser hbrido felino-serpiente que fue doblemente representado en cada mitad de la vasija y dispuestos en sentido opuesto.

    Propuesta reconstructiva de Ser Hbrido Felino-Serpiente

  • Adelantamos la hiptesis de que si bien es cierto que esta imagen puede ser

    considerada una representacin doblemente reiterada podran haber quedado fuera de las fotos de Christies algunos rasgos o elementos que aadan variantes a las imgenes de cada lado, de manera que no seran exactamente iguales, un ejemplo es la diferencia de las garras aludida arriba. Esta es una caracterstica bastante frecuente en la iconografa andina, lo cual sabremos finalmente cuando se realice un estudio directo del espcimen.4

    Hasta donde se conoce este tipo hbrido felino-serpiente es nico, sin embargo, los rasgos de la cabeza del felino y la garra de tres uas se pueden remontar hasta aquellos de la denominada Serie Sechn (Bischof, 1994). Esta serie-tipo sera el primer ensayo de representaciones felnicas en mltiples soportes y asociadas a ornamentos de complejos monumentales (Falcn y Surez, 2007). Puede agruparse, asimismo, con representaciones hbridas de seres sobrenaturales que habran surgido en la costa norte del Per correspondientes al estilo Chavn A de Bischof (1994: 181-186), el cual grosso modo se ubica entre 1500-1000 a.C. (Ibd: 188).

    Diseo de Ave-Felino en vaso ltico procedente de Limoncarro, Valle de Jequetepeque (Bischof, 1994:216. Fig. 19d).

    Losa grabada sin contexto (Chavn de Huntar) Botella cermica sin contexto

    procedente del valle de Jequetepeque (Alva, 1986).

    4 C. Campana piensa que puede significar la dualidad de la representacin, de la que hembra y macho sera un reflejo.

  • Podramos seguir detallando relaciones estilsticas de la iconografa de la vasija

    de esteatita rematada por Christies con mayor minuciosidad, pero no es el caso en un trabajo como este que enfoca la problemtica del arqueotrfico nacional e internacional. Esperamos que los que la poseen sepan apreciarla ms all de la sensacin que causa tener un objeto raro, extico y de un pas lejano, pero desligado de lo nico que le queda, la historia de sus imgenes, la que nicamente se puede descubrir con el estudio del proceso de su surgimiento en el seno de la sociedad andina precolonial. Eplogo

    Qu decir que pueda contextualizar mejor la pieza que nos ocupa?. Nos animamos a lanzar algunas ideas con el afn de mostrarle al pblico qu es lo que se destruy, pero tambin a su actual poseedor, qu es lo que puede contribuir a conocer mejor. Se destruy la posibilidad de que los arquelogos llegramos al contexto intacto de la vasijita y as saber con mayor precisin quien o quienes la usaron, para qu la usaron y en qu tiempo la usaron. Ello hubiera permitido sopesar con mayor certeza el valor y las dimensiones que asuma el objeto en la comunidad en la que ejerca el simbolismo y sofisticada belleza de sus imgenes.

    Pero se puede proponer que la pieza procedera de la costa norte, muy probablemente del valle bajo del ro Jequetepeque (departamento de La Libertad). Se puede saber que forma parte de un conjunto selecto y muy limitado de objetos del mismo material y estilo, pero de diferente iconografa, vale decir, cada pieza habra sido nica an en aquellos tiempos (Burger y Salazar-Burger, 1982). Se puede ver que fue un ensayo exitoso de la integracin de dos seres poderosos, probablemente regentes de su panten religioso y que se fundieron en la mente del artfice para traducir algn conjuro y representar el poder de lo sobrenatural. Se puede saber, en fin, que es heredera de una mtica que naci hace unos cuatro mil aos cuando sobre los muros del Templo de Barro de Cerro Sechn (valle de Casma, departamento de Ancash) los primeros artistas del pincel ejecutaban murales de pumas feroces saltando sobre la entrada del sancta sanctorum de uno de los primeros templos que ornaban sus muros con seres agresivos para organizar una escenografa sobrecogedora y aplastante que garantizara la sujecin y obediencia de los creyentes. Finalmente, se puede saber que sus imgenes formaron parte de un proceso que tuvo su pinculo en el templo de Chavn de Huntar (ca. 1,200-200 a.C.) con su panten de dioses felinizados y ahora considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad.

    Lima, agosto de 2007

  • Bibliografa Alva, Walter. 1986. Cermica temprana en el valle de Jequetepeque, norte del Per. Materialen zur Allgemeinen und Vergleichenden Archaologie 32. Munich: Verlag C.H. Beck. Bischof, Henning. 1994. Toward the Definition of Pre- and Early Chavn Art Styles in Peru. Andean Past 4: 169-228. Ithaca. Burger, Richard y Lucy Salazar Burger. 1982. La Araa en la Iconografa del Horizonte Temprano en la Costa Norte del Per. Beitrage Zur Allgeheinen Und Vergleichenden Archaeologie. N 4: 213-253. Munchen-Bonn. Falcn Huayta, Victor y Mnica Surez Ubills. 2007. El Felino en la Emergencia de la Civilizacin en los Andes Centrales. Manuscrito presentado para la publicacin de las Actas del VII Simposio Internacional de Arte Rupestre, diciembre de 2006, Arica.