MODULO 6. TEMA 1. CONOCIENDO NUESTROS PATRONES …€¦ · Conociendo mis patrones mentales 4 El...

MÓDULO 6. TEMA 1:

CONOCIENDO MIS PATRONES

MENTALES

Conociendo mis patrones mentales

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INDICE

1. RECONOCINEDO MIS PROGRAMAS MENTALES ................................................................. 3

1.1 UNA MENTE EN PAZ NO ES UNA MENTE LIBRE DE PENSAMIENTOS: .................................. 5

2. LA ATENCIÓN PLENA: ....................................................................................................... 8

2.1 BENEFICIOS DE LA ATENCIÓN PLENA: ............................................................................ 11

2.2 PENSAMIENTO Y ATENCIÓN: ........................................................................................ 12

2.3 LA RESPIRACIÓN: ......................................................................................................... 14

3. EL PERSONAJE NO SABE AMAR: ...................................................................................... 16

4. EL RECONOCIMIENTO DEL EGO: ...................................................................................... 19

4.1 ¿QUE ES EGO? .............................................................................................................. 19


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1. RECONOCINEDO MIS PROGRAMAS MENTALES

En este módulo vamos a hablar de los programas o patrones mentales

arraigados profundamente en nosotros que nos vienen de condicionamientos

personales, sociales, familiares, etc. que nos aprisionan y que nos hacen

sentir experiencias alejadas de la paz, sobre todo en las relaciones.

La mayoría de la gente cree que son sus pensamientos, así nos ha llegado de

filósofos como Descarte con su razonamiento tan famoso que nos decía

“pienso luego existo”, con lo que llego a creer que sus pensamientos

justificaban su propia existencia, que era lo que él pensaba.

Actualmente con técnicas tal como la meditación y la atención plena llegamos

a encontrar espacios de silencios y paz, donde no existe ningún pensamiento

y vemos que nuestra existencia es incluso más plena y completa que cuando

estamos absortos en ellos.

Nuestra existencia no tiene nada que ver con nuestros pensamientos, esa voz

o esas voces protagonistas en nuestro interior que nos recuerdan

contantemente nuestra historia personal o social, o nuestras creencias

subconscientes que en aras de protegernos del sufrimiento nos aleja de la

paz interior.

Para trabajar nuestros patrones mentales es necesario un entrenamiento del

sistema de pensamientos, que consiste resumidamente en observar que

estamos pensando, que todo lo que pensamos son juicios e interpretaciones

que hacemos de todo lo que vemos o de lo que nos acontece, y que esos

juicios o interpretaciones no somos nosotros.

Los pensamientos son un rio que pasa por la mente al que damos crédito por

el simple hecho de ser nosotros quien los percibimos o escuchamos, y al

darle crédito y parecer algo privado, lo tomamos como nuestro y creemos que

somos sus dueños y creadores, pero no es así.

No somos nuestros pensamientos.


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El pensamiento normalmente procede de afuera, del mundo, de la sociedad,

de la historia, de la familia, del entorno, de los adiestramientos, de la

educación, de los amigos, de las relaciones, de las experiencias por las que

nuestro cuerpo ha podido pasar, las cuales están limitadas a las

interpretaciones personales de esa vivencia; y sobre todo proceden de

memorias o programas profundos que habitan en nuestro subconsciente, que

dan una coherencia global a nuestra mentalidad y de los cuales somos

totalmente inconsciente.

Nada de eso es nuestro, sino que simplemente nos ha llegado a creer esta

programación que hemos aceptado como nuestra y el resultado es lo que

“creemos ser” y esto es lo que se llama habitualmente como personaje.

Por ejemplo:

Cuando estamos viendo un programa de la tele que nos aburre o nos hace

sentir miedo ¿Qué solemos hacer si no queremos seguir viéndolo? O bien

cambiamos de programa, o canal, o bien apagamos la tele. Lo mismo ocurre

con los pensamientos, cuando tenemos pensamientos repetitivos, o que nos

producen temor ¿Qué podemos hacer? Cambiarlos por otros pensamientos

que nos traen algo de sosiego. Pero:

¿Nosotros somos ese programa (serie o película) o ese pensamiento?

NO

Para cambiar el programa de la tele que no nos gusta o nos da miedo,

necesitamos el mando a distancia. Pero:

¿Nosotros somos el mando? TAMPOCO

¿Entonces quién es el que cambia el programa? El programa lo cambiamos

nosotros, el que está delante de la tele y detrás del mando. EL

OBSERVADOR.

Lo mismo ocurre con nosotros, nosotros no somos los pensamientos, ni el

mando o el dedo que cambia el programa, nosotros somos la conciencia, el

observador, la que elige.


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Lo mismo nos ocurre cuando dejamos la tele encendida y nos dedicamos a

hablar con alguien o hacer algo, ¿Qué nos pasa? Qué el ruido o

interferencias de la tele, hace que no podamos prestar 100% atención a lo

que estamos haciendo, o escuchando, porque nuestra atención se va de vez

en cuando a lo que está diciendo la tele. ¿Qué hacemos? Apagamos la tele.

Lo mismo seria con nuestros pensamientos, sería ideal poder tener un mando

para poder acallar esa voz que está ahí hablando “de cualquier cosa”, con las

que además nos sentimos identificados y que nos interfiere en el momento

presente.

Observa tus pensamientos:

Esa voz que hay en nuestra cabeza que suele repetir una y otra vez viejas

historias, o que se “preocupa” de lo que puede pasar dentro de una hora, o

mañana, o en un futuro… que interpreta el momento presente de acuerdo a

esa programación creada a través de las creencias, cuya veracidad no

ponemos en duda, y acaban por definirnos, de ilusiones falsas, de

expectativas que nos llevan al sufrimiento, al miedo y nos hacen huir.

Cuando estamos en el pasado o en el futuro, deberíamos preguntarnos:

¿Qué razón hay para no vivir el presente tal cual se nos da?

1.1 UNA MENTE EN PAZ NO ES UNA MENTE LIBRE DE PENSA MIENTOS:

En realidad es imposible tener una mente libre de pensamientos, eso es casi

imposible.

Por lo que una mente en paz no es una mente libre de pensamientos, sino

una mente que no se identifica con los pensamientos como suyos.

El pensamiento son los hilos de una marioneta.

La marioneta somos nosotros.


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La mente para identificarse con algún pensamiento necesita fabricarse una

historia, ya que sino fabricamos ninguna historia alrededor de ningún

pensamiento, el pensamiento se desvanece, al igual que las nubes pasajeras.

En este sentido, la práctica no consiste en intentar controlar los pensamientos

o su flujo, ni cambiar pensamientos, sino simplemente permitirle ser, así la

mente no experimentara conflicto.

Entonces, ¿por qué esto que se ve tan simple, es tan difícil de ponerlo en

práctica? Porque para que la mente pueda asumir la posición de observadora

no puede haber una identificación con un "yo" personal que se quiere

adueñar de esos pensamientos.

En otras palabras, una cosa es decir "yo pienso esto o lo otro", que observar

pasivamente pensamientos que están teniendo lugar. Es así como se vacía la

mente de contenido (significado), no de pensamientos.

Intentar que la mente deje de pensar simplemente crea frustración. Pero una

aceptación total permite que los pensamientos continúen su rumbo mientras

la mente se mantiene en paz.

Lo que permite que la mente experimente paz permanente y no temporal es

la ausencia de juicio, la ausencia de significado a cualquier pensamiento que

surja en ella.

Cuando la gente dice, "quiero tranquilizar mi mente", es porque están en

guerra con ella. Es como querer que el niño se calle mientras se le grita.

La mente nunca deja de pensar. Y no controlamos los pensamientos que

surgen en ella. Sin embargo, lo que se observa es que al no juzgarlos, al no

identificarme con ellos, hay una paz que naturalmente tiene lugar sin

necesitar hacer nada al respecto.

Por consiguiente, donde pongo el enfoque a diario no es en intentar estar en

paz, sino que observar como la mente condicionada tiende a identificarse con

historias que fabrica.


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Una vez que nos damos cuenta de que no somos nuestros pensamientos, y

observamos nuestros pensamientos y esta observación nos da el resultado de

cuál es nuestro nivel de conciencia aquí y ahora, podemos dirigir nuestros

pensamiento hacia el nivel de conciencia que queremos, hacia aquello que

queremos SER, en realidad es hacer DIETA MENTAL de todo aquello que nos

trae sufrimiento y angustia y de creernos la realidad como verdad.

El enfoque no es en intentar estar en paz, sino que observar

como la mente condicionada tiende a identificarse c on historias

que fabrica.


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2. LA ATENCIÓN PLENA:

La atención plena no es más que prestar atención deliberadamente, de forma

consciente, al momento presente, al aquí y ahora, sin ningún tipo de juicios y

mantener esta atención en nuestra vida cotidiana.

Es importante, estar presente, estar atento en cada instante y cultivar la

atención en nosotros mismos, en lo que nos pasa, en nuestros pensamientos,

en nuestras emociones, en nuestro cuerpo, en nuestro sentir. Esto nos ayudara

a afrontar situaciones difíciles con mayor claridad y discernimiento.

Practicar la atención plena en cada instante no es más que embarcarse en un

trabajo interior propio, un trabajo nuestro interno, que no es más que encontrar

nuestra forma de estar en el mundo “sacando lo mejor, lo más profundo y lo

más creativo que hay en nosotros” como indican Kabat-Zinn.

Si actuamos en modo automático todo lo que hemos aprendido no nos servirá

de nada, ya que volveremos a caer en nuestros viejos patrones de reactividad

ante lo que nos acontece. Volveremos a ser “esclavos” de los deseos de

nuestra mente y de nuestros pensamientos, enjuiciándonos a nosotros mismos,

a nuestro entorno, a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros amigos, a lo

que nos pasa y a lo que pasa a nuestro alrededor, como una forma natural de

pensar, contaminando y quedando en el vacío nuestro aprender.

Debido a la vida que llevamos en estos tiempos y en nuestra sociedad, donde

reina el estrés, las prisas, la inconsciencia a merced de nuestra mente, hace

que se viva en una constante sensación de vacío, de falta de tiempo, donde la

mayor amenaza es la ruptura y la perdida de uno mismo, e incluso de la propia

pareja o entorno más cercano, que viven en una crisis constante.

Es un responsabilizarse de nuestras propias vidas y de las

elecciones que llevamos a cabo que nos afecta a nos otros y a los

que nos rodea.


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Es necesario detener nuestro “hacer” y activar el modo “Ser”, buscando tiempo

para nosotros mismos sin intentar llenarlo de algo o de alguien.

La habilidad de cultivar la Atención Plena, supone un proceso de reeducación,

en el que es necesario un pequeño esfuerzo, ya que se nos ha enseñado a

pasar de una experiencia a otra sin que quede un solo hueco para el encuentro

con el Ser yendo constantemente a vivir en la anticipación de lo que va a

suceder en un futuro, más o menos cercano, o a lamentarnos de lo que ocurrió

en el pasado.

Cómo nos explica Jose María Doria: La Atención Plena conlleva una práctica

regular y disciplinada de tomar conciencia de cada instante. Requiere

permanecer genuinamente tranquilos y sin reaccionar. No es un proceso

pasivo. Es necesario poner atención y presencia para permanecer despiertos y

percatarse de cada momento y del siguiente. Aprender a trabajar con nuestros

cuerpos, ideas, sensaciones y percepciones.

Antes de continuar con la lectura, tómate un tiempo para realizar este ejercicio

práctico que ahora te proponemos. Puede darte la sensación de que no ocurre

nada.

Ten en cuenta que vas a practicar el “no hacer”:

La atención plena o Mindfulness es el camino para l levar una vida

más presente en el aquí y en el ahora, fuera de tod a reacción

automática.


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Ejercicio de Atención Plena:

Ejercicio:

1. Siéntate con los ojos abiertos, manteniendo la a tención enfocada en

tu interior a la vez que percibes todo aquello que se encuentra ahora

mismo en el espacio que te rodea. Enfoca tu atención en ese amplio

espacio.

2. Mantén tu espalda erguida, pero no rígida. Se trata de que mantengas

un estado interno de alerta , a la vez que tu cuerpo se encuentra

relajado. Mantén tu atención en las sensaciones corporales.

3. Enfoca tu atención en el flujo de respiración qu e entra y sale a través

de tus fosas nasales, y al movimiento de tus pulmones al llenarse y

vaciarse.

4. Permanece durante tres minutos con la atención p lenamente

enfocada en la respiración.

5. Observa los instantes en los que la mente se aleja del enfoque en la

respiración, y el instante en el que recuperas la atención en la

respiración.

6. Observa los sentimientos y el estado emocional en que te encuentras

tras la práctica.


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2.1 BENEFICIOS DE LA ATENCIÓN PLENA:

Los beneficios que obtienen las personas que aplican la atención plena en su

día a día son:

1. Una mayor compresión de sí mismo: de lo que le pasa en cada momento

y de lo que pasa a su alrededor, teniendo así una visión más amplia y

objetiva.

2. Mayor discernimiento en su visión y en la toma d e decisiones .

3. Tienen una buena autoestima y auto confianza .

4. Mejora la memoria y la concentración: Un estudio de Walsh y Shapiro

demostró que Mindfulness es eficaz a la hora de aumentar nuestra

capacidad de concentración. Este hecho, ha llevado a expertos a aconsejar

esta práctica como terapia complementaria en los trastornos relacionados

con el déficit de atención. Además, en un estudio de Moore y Malinowski en

2009 concluyó que la práctica del Mindfulness correlacionaba positivamente

con la flexibilidad cognitiva y el funcionamiento atencional.

5. Mejora el autocontrol: Salimos de nuestros automatismos y dejamos de

ser reactivos ante lo externo, teniendo un mayor nivel de autocontrol.

6. Potencia la empatía y la comprensión hacia los d emás: Lo que ayuda a

mejorar las relaciones interpersonales.

7. Desarrolla habilidades naturales de resolución d e conflictos.

8. Disminuye la ansiedad y estrés: La práctica del Mindfulness aporta a sus

practicantes un estado de calma y serenidad, lo que sin duda afecta en

nuestra salud la física y emocional.


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9. Mejora de forma natural la salud.

10. Desarrolla la Inteligencia Emocional: Un estudio de Ortner, investigadora

de la Universidad de Toronto, demostró que las personas que incluyen el

Mindfulness en su vida poseen más control emocional que las personas que

no lo practican.

2.2 PENSAMIENTO Y ATENCIÓN:

Lo normal cuando no se ejerce esta atención plena es vivir en modo

automático.

Dejándonos llevar por la oleada de pensamientos que tenemos, de los cuales,

la gran mayoría no tiene nada que ver con lo que estamos haciendo. Prestando

atención a lo que hacemos solo de forma aleatoria. Juzgando todo lo que

hacemos, decimos, vemos, pensamos y experimentamos, basado en lo que

nos gusta y en lo que no nos gusta o en aquello que deseamos y no deseamos.

Vivimos anclados en los recuerdos, en lo que fue. Lamentándonos o

quejándonos de un pasado que ya no existe. O bien vivimos en un futuro

hipotético que tampoco existe, preocupándonos de algo que en ese momento

no existe, planificando, deseando o soñando quimeras. Mientras nos perdemos

nuestra única verdad, el aquí y el ahora, lo que estamos haciendo o viviendo en

ese momento.

La mente se nutre a base de apegos, identificándose constantemente con las

cosas, con las experiencias que vivimos, con las opiniones, funcionando a base

de ilusiones, queriendo que el tiempo se adelante o vuelva al pasado,

Pasamos la mayor parte del tiempo navegando entre e l pasado y el

futuro. Prestando ninguna atención a lo que nos aco ntece en este

momento. Que es lo que realmente estás viviendo y d ejando ir, sin

vivirlo con toda su fuerza, o simplemente, sin vivi rlo.


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queriendo estar en otro lugar, que las cosas sean de otra manera de las que

realmente son.

Practicar la atención a nuestro pensamiento, a nuestro dialogo interior, nos

ayuda a darnos cuenta de donde está nuestra mente, a lo que estamos

prestamos atención en ese momento: si a lo que estamos haciendo o a

nuestros pensamientos. También nos ayuda a aceptar lo que es aquí y ahora

sin ningún tipo de juicio o resistencia, porque lo único que existe es el momento

presente, aquí y ahora, es decir lo que esta aconteciendo y sucediendo.

Además tendemos a identificarnos con nuestros pensamientos y como ya

hemos explicado anteriormente, realmente no somos nuestros pensamientos.

Como tampoco somos nuestras emociones, ni nuestras ideas y opiniones, ni

nuestros miedos, etc.,.

Con solo saber esta necesidad de nuestra mente de apegarse a algo, por el

mero hecho de la costumbre o de la sobre activación a la que está

acostumbrada, con solo tener constancia de esto, seria para nosotros crucial

aprender a vivir el momento presente con plena atención y consciencia de lo

que nos acontece, sin dejarnos a merced de los avatares de nuestra mente.

Por lo tanto es importante tomar conciencia en cada instante de dónde está

nuestra mente y nuestros pensamientos, para no dejarnos arrastrar por la

fuerza constante que ellos ejercen sobre nosotros, inundando de ruidos nuestra

cabeza y llenándola de cosas que en realidad no necesitamos.

Solo necesitamos vivir el presente, el aquí y el ahora. En la medida que

aprendamos a vivir el momento presente, desaparecerán todos nuestros

miedos y angustias.

Es nuestra mente la que se apega en su ir y venir, identificándonos

constantemente.


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2.3 LA RESPIRACIÓN:

Una buena forma de comenzar con la práctica de la atención plena es tomar

conciencia de nuestra respiración a lo largo del día. La respiración siempre está

presente en nosotros y tomar conciencia de ella nos trae al momento presente,

nos conecta con nuestro cuerpo y con nuestra mente en el aquí y ahora.

Podemos empezar cuando estamos haciendo algo en soledad, por ejemplo,

cuando hacemos las camas, caminamos solos, cuando estamos conduciendo,

cocinando. Cualquier cosa que estés haciendo puedes acordarte de llevar tu

atención a la respiración en ese momento y veras como tomas conciencia de

donde estaba tu mente y como vuelve automáticamente al momento presente.

No hace falta que respires de una determinada forma. Es solo tomar conciencia

en ese momento, cómo el aire está entrando en tu cuerpo y cómo sale, de la

forma en que en ese momento lo estás haciendo.

Poco a poco lo podrás ir incorporando a cualquier aspecto de tu vida, solo o en

compañía, entonces podrás tomar conciencia de la respiración y hacer

cualquier cosa, ir en coche, trabajar, ir de compras, etc. Tomaras conciencia

de la respiración en cualquier cosa que estés haciendo.

Muchas veces ocurrirá que traerás la respiración a tu momento presente y en

menos que te des cuenta tu mente se ha vuelto a ir y empieza a deambular en

lo que tienes o no tienes que hacer, en lo que hiciste, etc. No desistas, cada

vez que te acuerdes, trae tu respiración al momento presente. Como hemos

dicho, es un entrenamiento. La mente no está acostumbrada a vivir en el

presente y tener este tipo de consciencia.

Es una reeducación de nosotros mismos. Al principio parece difícil de hacer,

pero poco a poco, vamos acallándola dejándole espacio a lo que acontece en

cada momento.

Una buena forma de cultivar esta práctica es ponerse algo que nos recuerde

tomar consciencia de nuestra respiración. Quizás llevar una pulsera, un anillo

diferente, cambiar de dedo el anillo, una alarma en el móvil que suene

aleatoriamente, etc.


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También practicar algún mantra nos ayuda a conectar con el momento

presente. La práctica del h’onoponopono también nos ayuda a traernos al

momento presente.

Realmente cuando comemos no solo comemos. O cuando andamos no solo

andamos, ya que podemos observar también lo que tenemos ante nuestros

ojos. Mientras andamos podemos observar nuestra respiración, lo que oímos,

nuestro tacto del cuerpo con el viento, o la presión de nuestros pies sobre el

suelo.

Hay mucho que observar, todo lo que está pasando ante nosotros en este

momento presente, tanto en el exterior, en nuestro ambiente más cercano,

como en nuestro interior.

En la práctica zen se dice que:

Cuando comas, solo comas,

Cuando andes, solo andes,

Cuando estés bañando a tu hijo, solo estés bañando a tu

hijo,

Cuando estés cocinando, solo estés cocinando,

Cuando estés trabajando, solo estés trabajando.


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3. EL PERSONAJE NO SABE AMAR:

Como hemos dicho muchas veces, no somos aquello que pensamos. En la

medida en que hacemos nuestro los pensamientos y vivimos a través de ellos,

vamos dando vida al personaje, por lo tanto entendemos que no somos

nosotros el que damos forma a nuestros pensamientos sino el personaje.

El personaje esta forjado de programas, de condicionamientos, muchas veces

programas familiares, socio-culturales compartidos, experienciales, etc.

Al observar los pensamientos y nuestros programas mentales, observamos al

personaje que interpretamos.

El personaje se mueve a través de deseos, expectativas, hace realidad sus

pensamientos, los cree como ciertos y no ve la realidad tal cual es, pues solo la

ve desde su propia interpretación y su propio juicio.

Esto es lo que pasa en las relaciones : que no aceptamos la relación tal

cual es, no aceptamos al otro tal cual es y queremos cambiarlo porque

pensamos que las cosas o que el otro debería ser de otra forma según

nuestro sistema de pensamientos, y eso no es AMOR.

LO QUE ES, ES:

Sufrimos cuando creemos en un pensamiento que no estamos de acuerdo

con lo que es, entonces no aceptamos la realidad de lo que está ocurriendo.

Por ejemplo, pensamientos tales como:

Mi marido/mujer debería estar de acuerdo conmigo.

Mi novio/a debería ser más atento.

Etc.

Es desear que la realidad sea diferente a lo que es. Y esto es desesperante y

es lo que nos hace sufrir.

El personaje no ama, el personaje quiere cosas.


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Por mucho que queramos cambiar la realidad o desearla de forma diferente,

la única verdad es que la realidad aquí y ahora es la que es, y en el futuro no

sabremos cómo será, por lo que aferrarse a esos pensamientos solo nos lleva

a resistirnos a la única realidad que es lo que está ocurriendo y aceptarla

desde la comprensión es lo único que nos lleva a la paz interior y eso es lo

que nos lleva a la felicidad verdadera.

En las relaciones lo que ocurre muchas veces es que estamos inmersos en

los asuntos del otro, queriendo cambiar su realidad, su temperamento, su

hacer.

Por ejemplo, cuando pensamos:

“Tiene que buscar un trabajo”.

“Debería ser más puntual”.

“Quiero que seas feliz”.

“Me gustaría que me escuchará más”.

Etc.

En realidad estamos viviendo mentalmente la vida del otro, y si estamos

viviendo la vida del otro, en ese momento no estamos viviendo nuestra propia

vida, entonces

¿Quién está viviendo nuestra vida en ese momento?

Eso es lo que nos hace sentir mal.

Es importante preguntarnos en que asuntos nos estamos preocupando

mentalmente, si de los nuestros o de los demás. Esta pregunta nos puede

devolver al momento presente y hacernos ver que no estamos aceptando al

otro tal cual es, con su propia realidad.

Cuando amamos desde el Ser, fuera del personaje, fuera de las

interpretaciones y del juicio y fuera de los miedos, aceptas al otro tal cual es,

no existe ninguna necesidad de cámbialo o cambiar la situación, no deseas,

ni pides nada a cambio, no te frustras, ni sufres.


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Estar pendiente del otro, de lo que hace o no hace, de lo que dice o no dice,

nos lleva a no estar pendiente de nosotros mismos, enfocando nuestra

atención en el otro, hacia el exterior.

Es importante centrarse en uno mismo, en lo que hacemos o no hacemos, en

lo que decimos y no decimos, en lo que nos decimos o nos callamos, en qué

y cómo juzgamos, en cuan de cerca o de lejos estamos de alcanzar nuestra

paz interior, etc.

A más centrado que estemos en el otro o en el exterior, más lejos estaremos

de alcanzar nuestra paz interior. A más enfocados en nosotros, más

posibilidades tenemos de alcanzar momentos de paz interna.

Es ahí donde podemos quitarle el velo al personaje y descubrir nuestro

verdadero SER, que es AMOR, y desde ese lugar si podremos AMAR a los

demás tanto como nos amamos a nosotros mismos.

La mirada siempre ha de ser hacia nosotros.

El único sitio hacia donde debemos mirar es hacia n osotros

mismos.


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4. EL RECONOCIMIENTO DEL EGO:

4.1 ¿QUE ES EGO?

De todas las definiciones que pueda haber sobre el ego, vamos a quedarnos

con la que más se aproxima al tema que queremos tratar:

Es un yo artificial, creado por mi mente, basándose en una serie de creencias

propias e impuestas, en etiquetas basadas en comportamientos, en emociones,

sentimientos y pensamientos que no tienen nada que ver con lo que realmente

soy.

¿Qué pasa si vivo desde el ego?

Si vivo mi vida desde la perspectiva del ego ocurre que:

1. Mi mente viaja constantemente del pasado al futu ro.

Al ego no le interesa que permanezca en el presente, porque en el presente

deja de tener poder, ya que el ahora es lo único que realmente poseo.

Si soy capaz de estar en presencia, puedo escuchar mi voz interior y sólo en el

momento presente es cuando puedo realmente gestionar mi vida y afrontar

cualquier circunstancia que ocurra en ese momento.

Cuando mi mente viaja al futuro para afrontar alguna situación, lo único que me

provoca es muchísima ansiedad, ya que es imposible afrontar algo que ni

siquiera ha ocurrido, solo en mi imaginación.

2. Vivo en un sufrimiento constante.

Ya que vivir desde el ego supone vivir con miedo: miedo a perder lo que tengo,

a no ser aceptado, a perder a alguien, etc.

El ego es una falsa identificación que hace mi ment e con algo que yo

no soy.


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Eso es debido a que nos sentimos vacíos y al llenarnos de cosas externas a

nosotros (posesiones, personas, etc.) cuando las perdemos nos sentimos de

nuevo vacíos o incluso más que antes.

El miedo nos bloquea, nos imposibilita la oportunidad de tomar decisiones,

crear circunstancias y abrirnos a la vida, así como obtener de ella aquello que

está ahí para nosotros.

3. El ego se manifiesta en el ruido y la extroversi ón.

Al ego le interesa mantenerme siempre en el ruido, en ese dialogo mental

imparable e incansable en el que estamos sumidos, casi sin darnos cuenta y

que es el punto de partida de todo nuestro sufrimiento.

Se encarga de que toda mi vida la viva de fuera hacia dentro.

4. Hace que establezca relaciones donde predominan la superioridad, el

victimismo, el egoísmo, el control, el orgullo, la queja, la sumisión, el

mendigar amor, la culpabilidad, el conflicto, etc.

Todo ello es debido a que me hace sentir que estoy separado de todo y de

todos, y me impide ver al otro como un ser de luz, como un hermano, tener una

mirada de amor.

Por ejemplo , puedo tener una relación con una persona y ver en ella muchas

virtudes y un defecto, y siempre pondré atención al defecto, es decir, a lo que

nos separa, en vez de ponerla en lo que nos une, que es lo importante.

El ego nunca está satisfecho, siempre tiene carenci a.

Mi felicidad depende completamente de mis circunsta ncias

externas, es decir, si todo lo que me rodea está bi en (dinero, salud,

trabajo, amistad, familia, etc.), yo me siento bien .


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5. Nos provoca lucha y resistencia a aceptar una si tuación .

Situación en la que uno se sienta amenazado, ya que el ego cree que

equivocarse es un fracaso, y el fracaso es perder poder, es morir.

Es la inflexibilidad del ego a fluir con la vida, a creer que todo cambio es para

un aprendizaje. Si nos resistimos, porque vivimos desde el ego, no

aprenderemos lo que esa situación nos quiere mostrar, y la viviremos con

dolor, ya que el fracaso está muy presente en el ego.

El ego hará todo lo posible para no hacerlo.

4.2. ¿QUE ES SER?

Cuando nos preguntamos ¿Qué es El ser?, podemos decir que es una

pregunta bastante difícil de contestar ya que carece en si misma de definición.

Ya que con el solo hecho de definirlo supone recudir al Ser a un concepto, y en

realidad no existe un elemento más extenso que el Ser.

Podemos decir que Ser significa existir. Lo que pasa es que no podemos saber

qué es existir, sólo tenemos la experiencia de existir, de estar ahí.

Podemos intentar saber quién existe. Yo existo, las cosas existen, pero la

existencia no son más que mis representaciones y no verdaderas realidades,

no son en sí mismas sino que son en mí.

Para nosotros desde la perspectiva transpersonal podemos decir que el Ser es

tu propia esencia, tu energía vital, tu presencia.

Si vivo mi vida desde la perspectiva del Ser ocurre que:

1. Me identifico con lo que realmente soy:

Y que es lo que soy, soy amor, luz, verdad, felicidad, paz, etc.

Mi identidad deriva de un lugar más profundo, de mi interior.


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2. Vivo la mayor parte del tiempo en el presente:

Lo que implica que puedo permitir que mi mente sea como es, sin dejarme

arrastrar por ella, ya que puedo observar el flujo y la calidad de mis

pensamientos.

El Ser solo se manifiesta en el presente, en el ahora, por lo que si permanezco

en presencia voy a evitar muchísimo sufrimiento en mi vida. Ya no voy a viajar

entre el pasado y el futuro, porque he experimentado que solo en el presente

es donde puedo gestionar mi vida y mi realidad.

Aquí, en el ahora, es donde puedo realmente afrontar y aceptar todo lo que en

ella sucede, aquí está la oportunidad de crecer, de ir hacia adelante.

3. Conecto con mi interior y en él descubro la paz y el silencio:

Y es en ese silencio y en esa paz donde el ser se manifiesta, donde puedo

escuchar mi voz interior, donde conecto con lo que realmente soy y entonces

experimento claridad para poder llevar luz a mi vida, discernir la respuesta más

adecuada a cualquier situación.

De esta manera generó un estado de felicidad que proviene de mi interior y,

con la práctica, seré capaz de ser feliz a pesar de las circunstancias y no

debido a ellas.

Esa felicidad que surge de mí, lentamente, con tiempo y dedicación, me

provocará entrar en un estado de contentamiento y en el camino hacia una vida

más plena.

4. Voy adquiriendo poder interior que me permite vivir sin miedo:

Ya que para el ser equivocarse es vida, es movimiento, es coraje:

“Aprendo y me perdono” “Me perdono y aprendo”


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Si soy capaz de vivir sin miedo sentiré que soy libre, que soy dueño de mi vida,

que voy creándola con mis decisiones, que fluyo con ella porque se vuelve fácil

y la experimento como un regalo.

El miedo está en la mente, es ego, nos paraliza y no nos deja vivir desde el

Ser.

5. Voy a establecer relaciones basadas en la aceptación, el perdón, el

respeto, la tolerancia, la libertad, la empatía, etc.

Eso es debido a que viviendo desde el ser soy uno con la vida, con todo lo que

me rodea.

Cuando conecto con lo que soy realmente se produce lo que se llama

iluminación. Es un estado de conexión con el Todo, en el que trasciendes

cualquier tipo de identificación mental que proviene del ego.

De manera natural van emergiendo en tu interior virtudes muy poderosas como

la humildad, la honestidad, la valentía, etc., que con el tiempo se convertirán en

los pilares fundamentales de tu vida.


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4.3 EL RECONOCIMIENTO DEL EGO: YO SOY

Todo el mundo se ha hecho esta pregunta alguna vez:

¿Quién soy?

De ahí la respuesta: YO SOY.

La contestación a esta pregunta indudablemente nos lleva al pasado, a

nuestra propia historia ya vivida llena de:

Condicionantes.

De etiquetas que se nos han puesto.

De creencias.

De experiencias, que no sabemos de dónde nos vienen, pero que

nadan en nuestro subconsciente.

Y todo esto es lo que nos hace autodefinirnos.

Muchas de estas autodefiniciones o etiquetas son usadas de forma

inadecuadas y nos son perjudícales en nuestro desarrollo personal.

Normalmente confundimos comportamientos, capacidades, creencias o

valores con la identidad.

Por ejemplo:

Yo soy desordenado: Llevamos el comportamiento de tener algo

desordenado de forma más o menos constante, a la identidad. Es

decir, llevamos el comportamiento: no ordeno mi habitación todos los

días, a la identidad: soy desordenado.

Yo soy lento: Llevamos una capacidad (ir rápido o lento, o correr

rápido o lento) a una identidad (soy lento).

Yo soy católico: Llevamos una creencia (yo practico o creo en la

religión católica) a una identidad (soy católico).

Yo soy leal: llevamos un valor, por ejemplo la lealtad (sentimiento de

respeto y fidelidad a los propios principios morales, a los compromisos

establecidos o hacia alguien) a una identidad (soy leal).


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Por lo tanto el hecho en sí mismo de etiquetar o etiquetarse es un

impedimento para el desarrollo de la personalidad, ya que suele ser común

usar las etiquetas para seguir igual.

Como dice Sören Kierkegard:

“Si me clasificas (o etiquetas) me niegas”.

Cuando la persona tiene que estar a la altura de las etiquetas que lo califica

como…XXX o de las auto calificaciones, el Ser deja de existir, ya que te estas

negando a ti mismo, en vez de aprovechar tu propio potencial real.

Como hemos dicho todas las auto calificaciones proceden del pasado

histórico, pero el pasado no es más que un pozo de cenizas.

Como dice Wayne Dayer:

Todos los Yo Soy autodestructivos proceden de 4 frases neuróticas:

“Yo soy así”.

“Yo siempre he sido así”.

“No puedo evitarlo”.

“Es mi carácter”.

Estas frases resumen las trabas que nos impiden crecer, cambiar hacia una

nueva vida más plena y en paz con uno mismo y con nuestro entorno

Hay persona que utiliza algunas de estas frases o etiquetas y otras que

utilizar las 4 a la vez cuando se cuestionan sus comportamientos. Si le

preguntas a alguien “porqué” o “para qué” se perturba tanto cuando oye

hablar de… (algo que le perturbe), puede contestarnos: “Oh, yo es que soy

así, siempre he sido así, no puedo evitarlo, es mi carácter”. ¿Os suena?

Esto nos hace ver como una persona se ancla en su propia historia, en su

propia etiqueta y no tienen ninguna intención de cambiar y de caminar hacia

una vida con menos perturbaciones o más en paz consigo misma.


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El propósito de la experiencia humana es evolucionar para vivir en Paz, de

forma que todo aquello que nos pasa, que pasa en nuestro exterior no altere

nuestro interior, nuestra paz.

Como seres sociales, necesitamos de la interacción con otras personas para

nuestra evolución en todos los sentidos. Ya que si nos vamos a un

monasterio o a la montaña a meditar, durante un tiempo vamos a encontrar

esa paz tan ansiada, porque estamos fuera de cualquier otra interacción que

no sea con nosotros mismos. Pero es en la interacción con el otro, en las

relaciones con nuestra pareja, con nuestros hijos, con nuestros padres, etc.,

donde vamos a experimentar si somos reactivos y estamos a merced de los

demás y de los acontecimientos externos, o si estamos en nosotros y nos

relacionamos con los demás desde lo que hay en nuestro interior, si hay paz

desde la paz y si hay conflicto desde el conflicto.

Muchas veces, además, en vez de asumir nuestro propio desarrollo,

pretendemos interferir en el de los demás, en estos casos en vez de aprender

a través de los otros, pretendemos cambiarlos y con ello se complica las

propias relaciones.

Es importante hacerse constantemente esta pregunta:

¿Qué es lo que me quiere enseñar la vida a través de esta situación?

Muchas veces la enseñanza es más sencilla de lo que parece.

Todo conflicto nos dice que es posible estar en paz independiente de las

situaciones que estemos viviendo, con las enseñanzas diarias de la vida,

puesto que la vida es la mejor escuela y las situaciones que se nos presentan

o las personas con las que nos relacionamos, nuestra mejor maestra!

MODULO 6. TEMA 1. CONOCIENDO NUESTROS PATRONES …€¦ · Conociendo mis patrones mentales 4 El...

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