MÓDULO 3: EDUCAR SIN CASTIGOS NI … · Antes de nada hay que diferenciar y conocer un poco las...
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MÓDULO 3:
EDUCAR SIN CASTIGOS
NI RECOMPENSAS
Educar sin castigos ni recompensas
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TEMA 2
ALTERNATIVAS AL CASTIGO
Educar sin castigos ni recompensas
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1 ALTERNATIVAS AL CASTIGO:
Antes de nada hay que diferenciar y conocer un poco las etapas del niño,
ya que no es lo mismo un bebé de 18 meses, que un niño de 5 años o un
niño de 12 años. Aunque el concepto es el mismo:
No se castiga
Quizás la diferenciación nos ayuda a entender las circunstancias de
desarrollo del niño.
1.1 Bebes: de 0 a 18 meses:
Esta etapa es de vital importancia para el bebé y futuro niño y adulto. Y no
solo en lo que se refiere a la crianza propiamente dicha., sino en cuanto al
desarrollo de su inteligencia emocional, ya que en esta etapa, alrededor de
los 2 primeros años, se graban rutas neurológicas profundas en el sistema
límbico y en otras regionales del celebro donde se representan las
emociones y estas rutas neurológicas determinaran su comportamiento para
toda su vida.
Muchas veces pasa, que la persona en la edad adulta tiene falta de
autoestima o un miedo irracional o alguna cosa que no sabe porque le pasa,
y no tiene ningún recuerdo de qué lo ha podido producir. Seguramente se
deba a algún acontecimiento sucedido en la primera infancia, que aunque
no se tienen recuerdos explícitos, estos quedan grabados en su cerebro.
Una parte importante de nuestra felicidad adulta, se debe a lo que
grabamos en nuestra primera infancia, por lo que es importante que el bebé
se sienta seguro, querido y atendido y solo tenga almacenados buenos
momentos.
Aquí tenemos que tener bien claro que no existe maldad por parte del niño,
a esta edad es difícil que un niño pueda tener maldad. Por lo tanto si el niño
llora, seguramente es que tenga una necesidad no atendida. Esta
necesidad puede ser muy diferente, desde tener hambre, sueño, gases, el
pañal mojado, hasta tener necesidad de un abrazo, de presencia, etc.
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Pueden ser muchas cosas, pero ante la duda, es importante que atendamos
a nuestro saber e intuición de padres o educadores y vayamos buscando y
descartando hasta averiguar que le sucede al bebé.
Por lo tanto el niño:
1. No llora para fastidiar a nadie, sino que llora porque tiene una necesidad
que no está atendida, por ejemplo:
Tiene hambre, sueño.
Le duele algo.
Le irrita el pañal, tiene caca o pipi.
Tiene gases.
Tiene necesidad de contacto físico: brazos, besos, etc.
Se siente solo o desatendido.
Etc.
2. No tira las cosas, para burlarse de nosotros, quizás está jugando y
experimentando.
3. No muerden o pegan, porque sean malos, es la única forma que saben
para expresar algo.
Por lo tanto NO castigamos a los bebés, bajo ningún concepto. Una
alternativa al castigo es prevenir y resolver aquellas necesidades que no
estén atendidas.
1.2 De los 18 meses a los 4 años:
A partir de los 2 años de edad, más o menos, el niño empieza a entender
que es una persona independiente de su madre. Antes de los 2 años, el
niño no sabe diferenciar entre él y su madre y energéticamente forman un
mismo cuerpo.
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Laura Gutman , nos cuenta en su libro “La maternidad y el encuentro con su
propia sombra” que los bebés y las madres, sobre todo, en los dos primeros
años de vida, están emocionalmente unidos. Por lo que el bebé puede sentir
todo lo que siente la madre. Y la madre sentir todo lo que siente el bebé.
Bebé y madre son un mismo cuerpo emocional.
En el momento en el que el niño empieza a razonar y empieza a hablar (a
eso de los 18 meses a 2 años), el niño empieza a generar ideas propias y
genera su propia identidad. Empieza a utilizar el “yo” para referirse a sí
mismo.
Esta etapa está señalada por las:
1.2.1 LAS RABIETAS:
Las rabietas no es más que el camino hacia la independencia, es el “No” y
la negación ante todo, ya que con ello el niño afianza su propia identidad,
diferente a la de sus padres y por ello se da el enfrentamiento.
Enfrentamiento de sus propios deseos al de los padres.
Este camino hacia la independencia, le lleva un conflicto emocional enorme,
ya que los padres no entienden que les pasa y se acaban enfadando con él.
Lo cual conlleva al niño a una oleada de sentimientos negativos, ya que
quieren hacer las cosas como ellos quieren y notan el enfado y el rechazo
de las personas que más quieren, sus padres. Y esto es la rabieta.
Es una etapa dura para los padres, los niños lo cuestionan todo y se oponen
a todo. Los padres no entienden lo que les pasa y además creen que los
niños les toman el pelo, son desobedientes o los quieren engañar. Además
aquí juega en contra las falsas creencias que hay respecto a las rabietas. La
mayoría de estas creencias vienen heredadas por nuestros padres y están
muy instaladas y aceptadas por nuestra sociedad.
Las rabietas no son más que el camino hacia la inde pendencia, es
el “No” y la negación ante todo.
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Seguramente podemos reconocer algunas de ellas. A continuación
exponemos las más comunes:
Creencias sobre las rabietas:
1. “Los niños deben hacer y comportarse como le di ce sus padres”:
Siempre que el padre entienda la edad del niño y lo que ello significa.
Por lo tanto, no pretendemos que en un restaurante, un niño de 2 o 3
años se comporta como un niño de 8 años. Ya que antes de los 4 años
es difícil, puesto que no tienen aún mecanismos de control, como la
voluntad, etc., que no se logra hasta esta edad e incluso en algunos
niños hasta los 6 años.
2. “Mi niño no comparte los juguetes y montan en ra bieta cuando un niño o
un adulto se lo intenta quitar”.
¡Normal! Nosotros tampoco dejamos nuestros juguetes a los niños,
cuantas veces les decimos:
“Suelta eso que es de papá y se podría romper”.
“No cojas eso que es de tu hermana y se va a enfadar si se
rompe”, etc.
Esto es lo que aprenden.
3. “Se debe empezar a acostumbrarse”:
La costumbre no es más que instalar un hábito. Y hasta los 4 años los
niños no están preparados para empezar a adquirir un hábito. Por lo
tanto es fundamental que los padres entiendan que han de ir poco a
poco y no desesperar, porque a estas edades lo que hace el niño no es
por costumbre, sino por jugar o estar y compartir con sus padres.
Por lo tanto si el niño no recoge su habitación a estas edades, es
normal, lo harán cuando lo vean como un juego y no siempre, puesto
que no adquieren hábitos ni costumbres a estas edades.
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¿QUÉ HACEMOS ANTE UNA RABIETA?
Ante todo hay que decir que las rabietas tienen fecha de caducidad, que se
dan a estas edades y que raramente veremos niños de 10 años con
rabietas.
1. Se flexible y evítelas :
Muchos tipos de rabietas se pueden evitar. Los padres tienen mucha
información sobre sus hijos como para poder evitar muchas rabietas,
información sobre gustos, tentaciones, nivel de cansancio, etc. Tenemos
que ser lo suficientemente flexible como para cambiar los planes según
veamos a nuestros hijos.
Ejemplos:
Si tu hijo cuando vais a comprar lo coge todo o se le antoja todas las
chuches que hay cuando se va a pagar y monta en rabieta. Evita en la
medida de los posible ir con él a comprar o evita las cajas más tentativas
de chuches, o puedes pactar previamente algo con él.
Si tu hijo está muy cansado y lo llevamos de visita y se pone
impertinente y se queja por todo y acaba en rabieta, no lo lleves cuando
este así de cansado. Se flexible y cambia el plan, porque si no seguro
que te la va a liar. Un niño cansado es como una bomba de relojería.
Si tu hijo se aburre en un restaurante o en una visita, llévale algo para
que se distraiga, unas pinturitas, su juguete favorito.
2. Muéstrele sus sentimientos y tu comprensión ante el los :
Cuando verbalizamos la emoción que está sintiendo nuestro hijo, además
de sentirse comprendido, pone nombre a eso que le pasa, es una buena
base para su educación emocional.
Además un “te entiendo” a tiempo y verbalizar sus sentimientos, funciona de
maravilla
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Ejemplo:
Educador: “Estas enfadado, te entiendo, querías seguir viendo los
dibujitos”.
Educador: “Estas triste, te entiendo, querías quedarte más tiempo
jugando”.
3. Expresar lo que hay que hacer y sus razones de form a concisa .
Aquí podemos expresar al niño de forma concisa lo que queremos que
haga, por ejemplo, que se vaya a la ducha, que se siente a desayunar, etc.,
o lo que no queremos que haga, por ejemplo, que deje de saltar en el sofá,
etc.
Es importante también explicarle de forma muy breve las razones por lo que
le pide eso, razones lógicas y que estén dentro del entendimiento de su
edad.
Por ejemplo:
Madre: “Vamos a la ducha, estas sucio de jugar en el patio”.
Madre: “Deja de saltar en el sofá, si saltas en el sofá se puede romper,
además se ensucia con tus zapatos, ¿ves?”
4. Dar opciones:
Con esto hacemos que el niño elija y sea él el que tome la decisión. Por lo
que el niño reconoce que es él el que ha elegido, por lo tanto siente que se
le respeta su camino hacia la independencia, que es de lo que se trata.
Es muy bueno dar opciones porque así además aprenderá a tomar
decisiones desde bien pequeño (nunca lo hará si solo sigue las ordenes) y
eso ayuda a reforzar su autoestima.
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Ejemplo:
Madre: “Que prefieres bañarte ahora o bañarte después de ver estos
dibujitos.”
A continuación mostramos una situación sin mostrar comprensión, ni
explicarle nuestras razones ni darle opciones:
Ejemplo:
Niño: “No quiero ir a la ducha”.
Madre: “Pues es la hora y hay que ir ¡venga vamos, que es tarde!”
Niño: “Pues no quiero” y… (rabieta)
Madre: “¡Venga vamos, que es tarde! O vienes ahora o esta noche no
ves los dibujitos después de cenar”.
Ejemplo paso a paso:
Ejemplo:
� Niño : “no quiero ir a la ducha”.
Madre:
Uhm, te entiendo, ¡ir a la ducha a veces puede ser un rollo!
(Comprensión).
Pero tú sabes que hoy hay que ir la ducha para quitarnos toda la arena
que llevamos del parque, te acuerdas que en el parque nos hemos
llenado todo de arena, ¿hasta el pelo? (expresa lo que hay que hacer y
las razones).
Tengo una idea, ¿qué prefieres, bañarte ahora, o después de ver este
episodio de Pepa Pig? (elección).
Si el niño después sigue sin hacerlo, le podemos dar otras opciones.
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Ejemplo:
- Madre: Ya ha terminado el capítulo, vamos a la ducha que está todo
preparado.
- Niño: No me quiero duchar ahora.
- Madre: ¿Quieres que nos llevemos un juguete? o ¿prefieres que mamá te
duche?
Seguro que al final se ducha.
Muchas veces no es más que cogerlo en brazos y llevártelo jugando o
entretenido con algo.
Ejemplo:
- Madre: Ya ha terminado el capítulo (lo coges en brazos) vamos a la ducha.
Y te lo llevas jugando a pilla - pilla, o entretenido con lo que sea.
5. Sostener la rabieta del niño:
Muchas veces pasa que el niño ya ha estallado emocionalmente, se tira al
suelo, llora, etc., aquí lo que tenemos que hacer es sostener la rabieta del
niño, permanecer a su lado, respirar, mantener la calma y esperar que se
calme un poco, no es más que dar un poco de tiempo.
Aquí hay un trabajo de los educadores, de tomar conciencia que es lo que le
remueve esa rabieta, que es lo que siente por dentro, muchas veces es
incomprensión, otras rabia, frustración, etc. Tomar conciencia de ello, nos
da pistas sobre qué es lo que hacemos cuando el niño estalla
emocionalmente. Y además nos ayuda a gestionarlas.
Muchas veces las rabietas se producen en la calle, a la salida de la
guardería o del colegio, tenemos prisa, nos avergonzamos, no sabemos qué
hacer y presionamos al niño, lo cual es peor porque la rabieta aumenta.
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Por eso es importante respirar, tranquilizarse uno mismo, entender que esto
es una rabieta y que se le pasará. No nos tiene que importar lo que piensen
los demás. Los que miren por la calle, si son padres lo entenderán y los que
no son padres ya lo entenderán si algún día tienen un hijo. No nos ha de
preocupar lo que piensan los demás, sino tú y el niño.
Otras veces tenemos prisa, porque llegamos tarde a trabajar, porque
tenemos que ir a un sitio, etc. Tenemos que tener muy claro que cuando
vamos con niños pequeños no hay un plan trazado y exacto, todo puede
cambiar y tenemos que ser flexible con nosotros y con nuestros planes, hay
que dar tiempo y darnos tiempo. Dar mucho amor, respirar con amor,
sostener la rabieta con amor. Que el niño nos vea tranquilo y amoroso, que
no nos sienta enfadado.
1.3 De los 5 a los 12 años:
Aquí englobamos 2 etapas:
� De los 5 a los 7 años:
Aquí el niño aún puede tener pequeñas rabietas, ya que está aprendiendo a
gestionar sus propias emociones. Empieza a tener los mecanismos de
autocontrol pero aún tiene que aprender a manejarlos. Esta es una etapa
intermedia entre las rabietas y los conflictos derivados de comportamientos
no deseados que puede tener un niño.
� De los 8 años a los 12 años:
El niño ya puede gestionar sus emociones y es difícil que se ofusque y que
entre en rabieta por algo.
A un niño de 9 años le puedes quitar la tele y se puede enfadar y
preguntarnos que estamos haciendo, pero no se pondrá a llorar y a gritar
Tomar conciencia de que qué es lo que hacemos cuand o el niño
estalla emocionalmente, nos ayuda a gestionarlas.
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enrabietado, ya que sabe o debería saber auto-gestionar este tipo de
emociones.
Lo que en esta etapa se da mayormente son los conflictos de
comportamientos , es decir, el niño no se comporta en la forma en la que
los educadores quieren. Bien no obedecen las normas de la casa o de la
escuela o bien hacen trastadas.
1.3.1 CONFLICTOS DE COMPRTAMIENTOS:
Para resolver estos tipos de conflictos existen varios medios, que van muy
en la línea de las rabietas:
1. Evitarlos o prevenirlos:
Para ello es imprescindible:
1. Que el niño conozca cuales son aquellas normas q ue para
nosotros son importantes que se cumplan : aquellas que van
alineadas con nuestros valores y explicarles porque motivos queremos
que se cumplan.
2. Que haya una confianza en la naturaleza buena de los niños .
3. Enseñarles por medio del ejemplo, ya lo hemos hablado muchas
veces, los niños son un espejo de lo que nosotros somos, no podemos
pretender que el niño haga una cosa o siga unas normas que no
sigues para ti mismo.
Por ejemplo:
Utilizar el móvil en la comida o en el aula, no vale que tus contestes a
los mensajes y tu niño no. No hay coherencia.
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2. Enseñarle una forma de ser útil o entretenerse:
Esto va muy bien, porque así los niños no se aburren.
Por ejemplo.
Si vas con tu hijo a la compra, le puedes hacer una pequeña lista de la
compra para que él se encargue de coger todo lo que dice la lista, si no
sabe leer aún le vas diciendo lo que te tiene que traer.
3. Expresar con energía tus sentimientos o tu desa probación:
Es importante que el niño sepa que eso que ha hecho lo desapruebas, sin
atacar ni al carácter ni a la identidad del niño, lo que desaprobamos es el
comportamiento.
Por ejemplo:
Padre: Estoy furioso porque has cogido mi Tablet y la dejas en cualquier
sitio sin batería y sin cargar.
Profesor: No me gusta cuando no me dejas explicar.
4. Indicarle lo que esperamos de él:
Puede ser que pare de hacer algo, o que haga algo de tal forma.
Por ejemplo:
Padre: Estoy furioso porque has cogido mi Tablet y la dejas en cualquier
sitio sin batería y sin cargar (mostrar desaprobación). Espero que la
próxima vez que lo tomes prestado la devuelvas donde estas y con la
betería cargada.
Profesor: No me gusta cuando no me dejas explicar (desaprobación).
Espero que atiendas cuando explico y me cuentes luego que te parece.
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5. Explícale como cumplir lo que esperamos de él de forma
satisfactoria:
Lo que para nosotros es obvio puede que para nuestro hijo no lo sea.
Por ejemplo:
Padre: Estaría bien que la dejaras en su sitio y la pusieras a cargar.
Niño: Ahora mismo lo hago, lo siento papá.
Por ejemplo:
Profesor: Estate atento y escucha lo que voy a explicar, cuando termine
puedes contarme tus impresiones.
6. Ofrécele elección o que el niño te ofrezca elecc iones:
Por ejemplo:
Padre: Puedes tomar mi Tablet prestada siempre que la devuelvas
cargada y donde estaba, o puedes renunciar al privilegio de usarla, tú
decides.
Por ejemplo:
Profesor: Puedes quedarte a escuchar y atender a la explicación y así
sabrás de lo que hablamos, o puedes quedarte callado aquí sentado,
pero sin molestar a los demás.
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7. Emprende alguna acción:
Si después de todo tu hijo o alumno sigue sin atender o hacer caso,
entonces podemos emprender una acción, a veces es necesario que vean
que sus actos tienen consecuencias.
Por ejemplo:
Niño: Papá, ¿dónde está tu Tablet?, he ido a buscarla porque la necesito
para uno trabajo que tengo que hacer del cole y no la encuentro.
Padre: La tengo cargando en mi despacho, no tiene ninguna batería, así
que ahora no la podrás utilizar. ¿Sabes porque no tiene batería?
Niño: Si, porque la última vez que la cogí la deje sin batería.
Papa: Exacto, ahora tendrás que esperar.
Por ejemplo:
Profesor: Veo que mi explicación no te interesa y que tampoco quieres
permanecer aquí callado sin molestar a los demás que si están
interesados en escuchar la clase. Si quieres te puedo acompañar a
fuera, o mandar con alguien que si quiera escucharte y así nos deja a
nosotros seguir con lo que nos interesa.
*Aquí la acción depende mucho de la línea pedagógica que lleve el colegio,
pero recordar siempre en NO castigar. Aquí es el niño el que tiene la
responsabilidad.
Todas estas son alternativas al castigo, hay ocasiones en que las podemos
utilizar todas y hay ocasiones en que las podemos utilizar solo unas
cuentas.
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1.4 CONSECUENCIAS NATURALES:
Una cosa son los castigos y otra las consecuencias naturales. Las
consecuencias naturales son aquellas que se desprenden de los hechos
que acometemos. No son castigos.
Por ejemplo:
Si tiras un vaso de agua, la consecuencia natural es que se moje lo que
haya encima de la mesa.
Hay conductas que tienen consecuencias más notorias que otras y es
importante explicar a los niños cuales son las consecuencias naturales que
se derivan de estas conductas.
Ejemplos:
Si pegamos a un niño, la consecuencia es que podemos hacerle daño.
Podemos pedir perdón y saber si el niño está bien.
Si rompemos un cuento, la consecuencia es que no podremos leerlo.
Para que pudiéramos leerlo, el niño podría repararlo.
Si nos dejamos la camiseta fuera de la cesta de la ropa sucia, la
consecuencia es que no se limpie y no la tengas limpia para cuando la
necesites.
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RESUMEN:
PASOS A SEGUIR PARA RESOLVER:
� RABIETAS:
1. Se flexible y evítelas .
2. Muéstrele sus sentimientos y tu comprensión ante el los .
3. Expresar lo que hay que hacer y sus razones de form a concisa .
4. Dar opciones.
5. Sostener la rabieta del niño.
� CONFLICTOS DE COMPRTAMIENTOS:
1. Evitarlos o prevenirlos.
2. Enseñar una forma de ser útil o entretenerse.
3. Expresar con energía tus sentimientos o tu desa probación.
4. Indicarle lo que esperamos de él.
5. Explícale como cumplir lo que esperamos de él de forma satisfactoria.
6. Ofrécele elección o que el niño te ofrezca elecc iones.
7. Emprende alguna acción.