Modernidad Temprana
-
Upload
maria-l-contreras -
Category
Documents
-
view
15 -
download
0
description
Transcript of Modernidad Temprana
REPUBLICA BOLIVARIANA DEVENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
PROGRAMA PARA ADULTOS
INCE – ARAGUA
PROFESORA: Carmen Conde
PARTICIPANTE:
Yoselyn Zambrano. 20.876.449
Junio, 2012
INTRODUCCIÓN
A lo largo del siglo XV, en particular desde mediados de esta centuria, se asiste
a la recuperación de la civilización europea, de forma que la economía del Alto
Renacimiento conoció el desarrollo de la banca y de otras diversas técnicas
financieras, que constituyen el germen de la economía capitalista, así como un
considerable incremento de las actividades profesionales e industriales urbanas y la
apertura de nuevas rutas comerciales. En definitiva la vida urbana, en sus múltiples
manifestaciones, ostentó el auténtico protagonismo de la historia europea de fines de la
Edad Media.
En el terreno cultural, aunque la Iglesia conservó un papel importante a lo largo
de toda la Edad Media, el desarrollo del mundo ciudadano y el impulso dado por los
príncipes en sus cortes a las distintas manifestaciones culturales dieron lugar a una
paulatina secularización de la cultura, que constituye el fundamento de la cultura
humanística. Simultáneamente las lenguas nacionales, después de ser reconocidas por las
cancillerías regias como lenguas oficiales, comenzaron a competir con el latín como
lenguas de cultura.
Por último, en cuanto a la religiosidad, tiene lugar en los Países Bajos y en otras
áreas de la Europa central el desarrollo de unas nuevas manifestaciones de expresión
religiosa y mística, más individual e intimista que, en cierto modo, anuncian ya la
Reforma; es lo que se conoce como la devotio moderna.
En definitiva, en los siglos XIV y XV se asiste al surgimiento de un mundo
diferente al de época pleno medieval, y en el que en muchas de sus manifestaciones
pueden en contarse ya los gérmenes del mundo moderno. Por lo tanto, la Baja Edad
Media se configura para el Occidenteeuropeo como un período de transición a la
Modernidad.
MODERNIDAD TEMPRANA, ANTECEDENTES Y AFIRMACIÓN. SIGLO XV, PRIMERA MITAD DEL SIGLO XVIII.
El concepto de Modernidad designa, en principio, un determinado período
cronológico que abarca los últimos cinco siglos. La presunción de que, a lo largo de
esos siglos, pueden mantenerse ciertos rasgos como permanentes, indicaría el
supuesto de la existencia de criterios no estrictamente cronológicos en vista a su
definición y, por tanto, el recurso a caracteres de contenido y de tipo histórico. El
concepto puede abordarse desde distintos puntos de vista, según consideraciones de
tipo estético, filosófico, político, etc. En nuestra presentación lo tomaremos, ante
todo, como un concepto histórico-filosófico, en la medida en que aparece como
criterio caracterizador de una determinada época, a la vez que vinculado a rasgos de
tipo normativo. El concepto alcanza un uso cada vez mayor en la historia, la teoría de
la historia y la filosofía de la historia, logrando rasgo canónico con el siglo XVIII.
Surge al hilo de una nueva conciencia del tiempo histórico, por la que se distingue
entre las edades Antigua, Media y Moderna (o Modernidad). Pronto, en el siglo XIX,
se añadiría una Edad Contemporánea, referida a los tiempos novísimos. El momento
de la ruptura con la Edad Media viene ejemplificado, según ópticas distintas, como
Renacimiento o como Reforma.
Primera fase de la Modernidad temprana
Situar a España o Portugal como las primeras naciones modernas puede
parecer un atrevimiento. Sin embargo, se trata justamente de justificar la
«modernidad» del siglo XVI. Diacrónicamente, el Portugal comenzará la exploración
de los Océanos después del repliegue chino, a partir del Atlántico sur por la costa
africano-occidental. En 1415 ocupan los portugueses Ceuta en el continente afro-
musulmán. En 1498 Vasco de Gama llega a la India. Ocupan Malaca y tienen el
control del movimiento en Calicut en el sudoeste de la India. Se transforman en los
que cuidan la antigua ruta del océano índico dominada por los chinos hasta hace
pocos decenios. Pero poco o nada tienen de mercancías que ofrecer a la China y el
Indostán. Hasta el 1492 es todavía el «modelo antiguo» de la Europa periférica y del
«Oriente» codiciado y rico.
Con España (1492-1630), por la pretendida travesía hacia la China por el
Atlántico tropical (ésa fue la intención de Cristóbal Colón), ruta hacia el «Oriente»
por el occidente, se «tropieza» con el continente desconocido por el europeo (pero
ciertamente cartografiado por los chinos en sus costas del Océano Atlántico y del
Pacífico), el Abia Yala14 de los kunas de Panamá. La incorporación de este nuevo
continente a Europa significa una ruptura mayor en la historia de la Cristiandad
latino-germánica. Nace así propiamente la Modernidad, el primer imperio moderno,
el colonialismo y el capitalismo propiamente dicho. La América hispana (no la
anglosajona) es la periferia de donde procede la riqueza originaria que se acumulará
como capital. La plata y el oro, el trabajo de los indígenas explotados en la hacienda y
la mita, y de los esclavos africanos comprados para las producciones tropicales, se
acumula en Europa (junto al exiguo plusvalor del obrero europeo). Por España,
Europa comienza a ser «centro» de su primera «periferia» colonial. Estaríamos en el
«Imperio-mundo» (World-Empire) de Wallerstein.
Se trata de la primera fase de la Modernidad temprana. Correlativo a los
imperios de turno, fueron naciendo colonias que los indicados imperios organizaron
en la periferia, en el Sur. Es necesario no olvidar la diacronía en su constitución,
porque nos mostrará un fenómeno de fondo a tenerse en cuenta: la diferente duración
de la colonialidad y la postcolonialidad, porque no son contemporáneos.
Las primeras colonias, como es obvio, fueron el fruto de la conquista del
primer imperio moderno. Hace cinco siglos (desde 1492), América latina (y buena
parte del actual Estados Unidos, pero en tanto territorio de Nueva España, México, o
el Caribe español), y algunas islas, territorios de poca extensión en África y Asia,
fueron ocupados según el modelo del «Imperio-mundo» (World-Empire). Presencia
militar, de población de colonos europeos, organización de las estructuras políticas
coloniales, imposición de la lengua, cultura y religión, en fin, una colonización
territorial integral. La colonialidad del poder, basándose en el dominio racial (del
blanco sobre los noblancos), duró tres siglos. La emancipación latinoamericana se
cumplió desde 1810, por lo que abrió una etapa postcolonial de dos siglos, en donde
se organizaron los nuevos Estados neocoloniales.
El sistema capitalista como acumulación de plusvalor en las ciudades libres de
Europa, India o China, tenía un desarrollo lento, regional, homogéneo. Para acelerar
dicha acumulación se debió contar con riqueza proveniente del mercado externo, del
comercio. La producción artesanal que subsumía formalmente al trabajo, debía
incrementarse con nuevas riquezas obtenidas del intercambio. Europa, en la primera
fase de la Modernidad temprana, obtiene en América Latina miles de toneladas de
plata y oro, dinero extraído en las minas por el trabajo del indio americano,
exterminado en el sistema de la mita.
Estos metales preciosos, sumados a los productos tropicales propios de la
esclavitud africana (tales como el azúcar, el tabaco, etc.), produjo una acumulación
originaria principalmente en Holanda (provincia española), e irrigó a toda Europa
(aunque, por el comercio de las caravanas, del Mediterráneo oriental o del océano
Índico, se volcó al final en China).
Se trata del capitalismo mercantil, en su etapa dineraria, que se dio
simultáneamente y de manera con mucho más peso en el Indostán y China, a través
del mundo islámico (que unía a Mindanao en Filipinas, con Indochina, los reinos
mogoles del norte de India, con el Irán, Oriente cercano, Egipto, el Magreb hasta
Marruecos, y el río Congo al sur del Sahara). Los metales preciosos latinoamericanos
devaluaron la plata, produciendo una crisis en los reinos musulmanes de la sabana
africana, incrementando la trata de esclavos hacia las plantaciones del Caribe y
Brasil. Es el momento del incosteable «Imperio-mundo» (World-Empire).
La Modernidad, mientras tanto, había comenzado una revolución filosófica
(muy anterior a la de R. Descartes) que desde Bartolomé de Las Casas (1484-1566)
hasta Francisco Suárez (1548-1617) innovarán la problemática del pensamiento
europeo, teniendo en cuenta el enfrentamiento habido con otras culturas.
Segunda fase de la Modernidad temprana
El ciclo de la hegemonía hispánica durará aproximadamente hasta que las
Provincias de Holanda se independicen del poder ibérico y constituyan por su parte
un imperio naviero (1630-1688). Ahora el proyecto de imperio territorial se muestra
imposible, y es reemplazado por un modelo puramente comercial, mercantil. Primera
etapa del «Sistema-mundo» (World-System), pero segunda fase de la Modernidad
temprana. Los holandeses se hacen presentes en Brasil, en ambas costas del África,
en Sri Lanka, Borneo, Indonesia. En el siglo XVII, es decir, hace cuatro siglos, Gran
Bretaña, Francia y las otras potencias europeas conquistan con igual violencia
colonias en Norte América (Nueva Holanda y Nueva Ámsterdam se transformarán en
Nueva Inglaterra y Nueva York), el Caribe, algunos pequeños territorios del África y
Asia. Con Holanda, y ante la imposibilidad de obtener tal cantidad de «dinero»
(plata) en bruto, se debe incrementar el intercambio propiamente mercantil, y se
comienza a organizar un «Sistema-mundo» (World-System) capitalista propiamente
dicho. Las Compañías de las Indias Occidentales y Orientales son empresas
comerciales y no instituciones estatales de monopolio del intercambio. Además, la
tarea de propagar la lengua, la cultura o la religión del naciente Estado metropolitano
pasa a segundo nivel.
Nace así el capitalismo mercantil que ocupa el «mercado-mundo» (World-
Market) que había abandonado la China en el comienzo del siglo XV. El capitalismo
mercantil instala nuevos puertos, nuevos puntos de contacto comercial, pero en
definitiva todavía sólo compra con «dinero» (plata) latinoamericano en los mercados
del Indostán y la China. Es totalmente dependiente en cuanto al contenido del
intercambio comercial. No tiene mercancías propias que se impongan por estar fuera
de toda competencia, como las mercancías chinas. Inglaterra (Gran Bretaña), Francia
y otras potencias europeas, siguen por el mismo camino.
El pensamiento filosófico depende de su herencia. Será en la Ámsterdam
holandesa, en la que Descartes, estudiante en La Flèche de jesuitas hispanos, y que
recordará en su edad adulta que las primeras obras filosóficas que había leído fueron
las Disputaciones Metafísicas de Francisco Suárez, donde escribe el Discurso del
Método en 1637. Igualmente Baruch Spinoza, judío sefardita (habiendo vivido su
familia en Portugal después de su expulsión de España), que hablaba y leía la lengua
española, será la expresión de la cultura hispana en torno a la sinagoga del nombrado
puerto holandés. La Modernidad se afianza en el mundo mercantil del norte de
Europa.
Tercera fase de la Modernidad temprana
El poderío holandés no tiene sin embargo respaldo de una plataforma
continental, ni población suficiente. Con la revolución burguesa de Inglaterra, Gran
Bretaña, acompañada de Francia y otras potencias nórdicas, tomarán el relevo de la
corta hegemonía holandesa. Es el tercer momento de la Modernidad temprana (desde
el 1688). Nace así un interregno compartido entre el Imperio inglés y el francés,
siempre bajo la sombra de la China y el Indostán, que siguen guardando mayor peso
en el mercado mundial. Se afianzan las colonias americanas y del Caribe. América
Latina vive un período de autonomía relativa, de vigencia del barroco. Se afirma el
colonialismo, el esclavismo tiene un auge inusitado. Es el siglo del empirismo inglés,
desde Hobbes, pasando por Locke
Ruptura Histórica entre medioevo y modernidad:
A mediados del siglo XIV se vivió en Italia un momento de renovación Y
cambio, que se contagió A casi toda Europa. La nueva inspiración comportó un soplo
de aire fresco que reavivó la literatura, el arte, la política, la religión... Conscientes de
estar en una época de transformaciones, sus protagonistas califican de mundo nuevo a
su tiempo: este mundo nuevo será conocido como el renacimiento. No hemos de
interpretar renovación como una ruptura, Sino como un puente entre la edad media Y
la modernidad
Humanismo
El humanismo se inició en Italia en el siglo xiv como un programa educativo
que tenía como objetivo la formación de intelectuales en poesía, retórica, historia y
filosofía. Para que esta formación fuera íntegra se consideraba necesario recurrir a los
clásicos, prescindiendo de la interpretación y traducción hechas en la época medieval
Como estos estudios de nueva orientación se llamaron, recogiendo una
expresión ciceroniana humanae litterae (opuestos a los divinae litterae medievales) el
concepto De humanismo se asoció con el retorno y la recuperación de la literatura y el
pensamiento grecolatinos Después de grandes debates y polémicas, a partir del siglo
XV el movimiento humanista se vio favorecido por varios factores:
La emigración de sabios bizantinos: debido a que el Imperio
bizantino estaba siendo asediado por los turcos, muchos de ellos buscaron refugio
en Europa Occidental, especialmente en Italia, llevando con ellos textos griegos,
promoviendo la difusión de la cultura, los valores y el idioma griego.
La invención de la imprenta: este invento de Gutenberg permitió el
abaratamiento del costo y la difusión de los libros, garantizando la difusión masiva de
las ideas humanistas y la aparición del sentido crítico contra el magister dixit
o argumento de autoridad medieval.
La acción de los mecenas: los mecenas eran personas que con su
protección política, con su aprecio por el saber antiguo, con su afán coleccionista o
con la remuneración económica a los humanistas para que se establecieran o
costearan sus obras en la imprenta, facilitaron el desarrollo del Humanismo.
Algunos de los rasgos ideológicos del humanismo son:
Estudio filológico de las lenguas e interés por la recuperación de la cultura de
la Antigüedad clásica. Creaciones artísticas basadas en la imitación o mímesis de
los maestros de la civilización grecolatina.
Se restaura la fe en el hombre contemporáneo porque posee valores importantes
capaz de superar a los de la Antigüedad Clásica.
Se vuelve a apreciar la fama como virtud de tradición clásica, el esfuerzo en la
superación, y el conocimiento de lo sensorial.
La razón humana adquiere valor supremo.
El deseo de la unidad política y religiosa de Europa bajo un sólo poder político y
un solo poder religioso separado del mismo: se reconoce la necesidad de separar
moral y política; autoridad eterna y temporal.
El arte humanista toma la materia popular y la selecciona para transformarla en
algo estilizado e idealizado, de la misma manera que la novela pastoril recrea una
vida campestre desprovista de las preocupaciones habituales al campesino. En el
arte humanista no hay lugar para las manifestaciones vulgares de la plebe que se
verán más tarde en el siglo XVII con el Barroco.
El optimismo frente al pesimismo y milenarismo medievales. Existe fe en el
hombre: la idea de que merece la pena pelear por la fama y la gloria en este mundo
incita a realizar grandes hazañas y emular las del pasado. La fe se desplaza de Dios
al hombre.
El retorno a las fuentes primigenias del saber, la lectura de los clásicos en los
textos originales y no a través de la opinión que dieron sobre ellos los Santos
Padres y la religión católica.
En sus comienzos, el humanismo es un movimiento regenerador y en sus
principios básicos se encuentra ya bosquejado en tiempos muy anteriores, por
ejemplo, en las obras de Isócrates, que se impuso una labor de regeneración parecida
en la Grecia del siglo IV a. C. En tiempos modernos se encuentra estrechamente
ligado al Renacimiento y se benefició de la diáspora de los maestros bizantinos de
griego que difundieron la enseñanza de esta lengua, muy rara hasta entonces, tras la
caída de Constantinopla en poder de los turcos en 1453; la imprenta y el
abaratamiento de los libros subsiguiente facilitó esta difusión fuera del ámbito
eclesiástico; por entonces el término humanista servía exclusivamente para designar a
un profesor de lenguas clásicas. Se revitalizó durante el siglo XIX dando nombre de
un movimiento que no sólo fue pedagógico, literario, estético, filosófico y religioso,
sino que se convirtió en un modo de pensar y de vivir vertebrado en torno a una idea
principal: en el centro del Universo está el hombre, imagen de Dios, criatura
privilegiada, digna sobre todas las cosas de la Tierra (antropocentrismo).
Posteriormente, en especial en España durante la segunda mitad del siglo XVI, el
antropocentrismo se adulteró en forma de un cristocentrismo que proponía
la ascética y la mística como formas de vida que condujeron al desengaño barroco,
que desvirtuó durante el siglo XVII este movimiento en un principio renovador
impidiendo abrir nuevos horizontes.
Renacimiento
Se conoce como Renacimiento al gran movimiento de renovación que se
produjo en Europa durante los siglos XV y XVI. Este movimiento hizo que se
replantearan muchas de las ideas que perduraron durante el mundo medieval. Se
extendió la actitud crítica, la observación de la naturaleza, la experimentación
científica y se alcanzaron notables avances técnicos, así como una extraordinaria
expansión de las artes. Italia fue el lugar donde surgió el proceso renacentista. Sin
embargo, el Renacimiento se convirtió en un fenómeno europeo que potenció y
difundió las grandes conquistas de la cultura clásica, como la forma de pensar, el
idioma y el arte del mundo greco-romano.
En lo que se refiere al arte, muchos son los artistas que destacaron en este
período, sobre todo pintores y escultores: Botticelli, Miguel Angel, Rafael, Durero, El
Greco. Pero fue Leonardo da Vinci quien con mayor fuerza representó el espíritu
renacentista. En él se mezclan la curiosidad científica y la inclinación al arte.
Leonardo diseñó máquinas muy ingeniosas para su época, como lo muestran sus
bocetos de helicópteros. Realizó estudios de anatomía, y se consagró como pintor.
El aspecto intelectual del Renacimiento se conoció con el nombre de
Humanismo. Éste contenía el conjunto de ideas que desarrollaron los escritores de esa
época. Durante este período, se reafirma el valor del hombre y se lo considera como
el protagonista de la historia, exaltándose la idea del individualismo. Una de las
características de este movimiento, fue el estudio de la Antigüedad Clásica,
especialmente de los idiomas griego y latín. Entre los grandes humanistas destacan
Erasmo de Rotterdam (1469-1536), que influyó en casi todos los pensadores y
políticos de su época. Por otro lado, gracias a la invención de la imprenta, fue posible
la difusión amplia y rápida de las nuevas ideas e inventos.
Durante el Renacimiento se inició la ciencia moderna, que se basó en la
observación y la experimentación. A los grandes avances en el conocimiento de la
geografía y la cartografía, proyecciones de Mercator, le siguieron los de la medicina,
descubrimiento de la circulación de la sangre por Miguel Servet. Pero fue Copérnico
quien hizo uno de los más grandes descubrimientos, la teoría heliocéntrica: según la
cual el Sol y no la Tierra, era el centro del universo. Globo terráqueo elaborado por
Martín Behaim, en 1492, considerado el más antiguo. En él figuran todos los
conocimientos geográficos antes del Descubrimiento de América.
De forma genérica se pueden establecer las características del Renacimiento:
La vuelta a la Antigüedad. Resurgirán tanto las antiguas formas arquitectónicas,
como el orden clásico, la utilización de motivos formales y plásticos antiguos, la
incorporación de antiguas creencias, los temas de mitología, de historia, así como la
adopción de antiguos elementos simbólicos.
Surgimiento de una nueva relación con la Naturaleza, que va unida a una
concepción ideal y realista de la ciencia. La matemática se va a convertir en la
principal ayuda de un arte que se preocupa incesantemente en fundamentar
racionalmente su ideal de belleza.
El Renacimiento hace al hombre medida de todas las cosas. Presupone en el artista
una formación científica, que le hace liberarse de actitudes medievales y elevarse al
más alto rango social.
Los supuestos históricos que permitieron desarrollar el nuevo movimiento se
remontan al siglo XIV cuando, con el Humanismo, progresa un ideal individualista
de la cultura y un profundo interés por la literatura clásica, que acabaría dirigiendo la
atención sobre los restos monumentales y las obras literarias y tratados clásicos.
Italia en ese momento está integrada por una serie de estados entre los que
destacan Venecia, Florencia, Milán, los Estados Pontificios y Nápoles. La presión que
se ejercía desde el exterior impidió que, como en otras naciones, se desarrollara la
unión de los reinos o estados; sin embargo, sí se produjo el fortalecimiento de la
conciencia cultural de los italianos. Desde estos supuestos fueron las ciudades las que
se convierten en centros de renovación artística, científica, y, en último término, de
las costumbres e ideas de toda la sociedad. En Florencia, el desarrollo de una rica
burguesía ayudó al despliegue de las fuerzas del Renacimiento; la ciudad se convirtió
en punto de partida del movimiento, y surgen, bajo la protección de los Médicis, las
primeras obras de arte del nuevo estilo que desde aquí se va a extender al resto de
Italia, primero, y después a toda Europa.
Giro Copernicano,
Es la revolución científica que se produce en Europa Occidental, representada
en la astronomía por el paso del tradicional sistema ptolemaico geocéntrico (herencia
clásica adaptada y conservada por el pensamiento cristiano medieval) al
innovador sistema copernicano heliocéntrico, iniciada en el siglo XVI por Nicolás
Copérnico (cuya obra De revolutionibus, no alude al actual concepto de revolución,
sino al de ciclo o trayectoria circular de los cuerpos celestes) y culminada en el siglo
XVII por Isaac Newton. En gran parte como consecuencia de esta revolución, el
panorama intelectual de finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII se
considera la crisis de la conciencia europea y abrirá el siglo XVIII como siglo de las
luces o de la Ilustración.
La expresión revolución copernicana o giro copernicano ha pasado a ser
popularmente sinónimo de cambio radical en cualquier ámbito. Copérnico dio la
vuelta a la imagen del universo, hizo con la razón una especie de salto mortal, un giro
radical en la interpretación del movimiento de los astros con respecto al
geocentrismo. En tiempos de Galileo, la física adquirió el estatus
de modelo de ciencia, modelo que debería seguir todo saber que quisiera alcanzar la
categoría de conocimiento científico. La tarea de la ciencia del siglo XVII fue
encontrar técnicas precisas para tener el control racional de la experiencia y mostrar
cómo conceptos matemáticos se pueden utilizar para explicar los fenómenos
naturales. Esencialmente, el éxito de Galileo se debió a la capacidad para combinar
las funciones de erudito y artesano. Para ello aceptó las técnicas de los artesanos -
las lentes, elastrolabio, las bombas - y el razonamiento lógico-matemático
desarrollado por los griegos y la escolástica medieval. A partir de datos repetibles,
ordenados bajo principiosmatemáticos Galileo formuló la ley de la caída de los
cuerpos, las leyes de movimiento de los proyectiles y la ley del péndulo. Es decir que
redujo a leyes los diversos hechos observados utilizando un razonamiento inductivo.
Los planteamientos de Galileo fueron decisivos en la revolución intelectual y
científica del siglo XVII. Sus trabajos sobre la mecánica y la dinámica sumados a los
esfuerzos de los astrónomos Nicolás Copérnico y Kepler fueron integrados y
sistematizados por Isaac Newton. Galileo vislumbró que, en gran parte, las
dificultades para comprender el movimiento planetario estaban causadas por
el modelo geocéntrico, y que tales dificultades desaparecían aceptando el modelo
heliocéntrico propuesto por Copérnico. En relación con el estudio de las trayectorias
planetarias, en particular la de Marte, se sabía que en el siglo XVI no existía
concordancia entre lo que se podía predecir con los instrumentos de Ptolomeo y las
verdaderas trayectorias observadas en el cielo. Los Ptolemaicos suponían que
cadaplaneta giraba alrededor de una circunferencia (epiciclo), cuyo centro, a su vez,
describía otra circunferencia (deferente) centrada en la Tierra. El astrónomo
danés Tycho Brahe a mediados del siglo XVI, demostró que la teoría fallaba y realizó
nuevas y precisas observaciones planetarias. Se presentaron entonces dos opciones:
admitir, como lo habían hecho antes Nicolás Copérnico y luego Galileo y Kepler, que
estaba fallando la teoría geocéntrica, o bien que las hipótesis auxiliares acerca del
número y tamaño de epiciclos y otros recursos para la explicación eran insuficientes.
Los Ptolemaicos habían adoptado esta última postura durante muchos siglos hasta que
Kepler pudo explicar lo que sucedía asignando a cada planeta una única trayectoria
elíptica alrededor del Sol. De esta manera Kepler formuló sus leyes del movimiento
planetario.
Hegemonía de la Burguesía.
El término se usó inicialmente para identificar a la clase social compuesta por
los habitantes de los "burgos", es decir, las partes nuevas que surgían en
las ciudades bajomedievales de Europa occidental, y que se caracterizaban por no
ser señores feudales ni siervos; y que no pertenecían ni a los estamentos
privilegiados (nobleza y clero) ni al campesinado. Sus funciones socioeconómicas
eran las demercaderes, artesanos o ejercientes de las denominadas profesiones
liberales. La ausencia de sujección a la jurisdicción feudal era la clave: se decía que
"el aire de la ciudad hace libre" (stadtluft macht frei).3 Algunos burgueses llegaron a
ejercer el poder local en las ciudades a través de un patriciado urbano en el que se
mezclaban con la nobleza; lo que en las ciudades-estado italianas (Venecia, Florencia,
Génova, Pisa, Siena) implicaba en la práctica el ejercicio de un poder cuasi-soberano
(algo menos evidente en las ciudades imperiales libres alemanas), mientras que en
las monarquías autoritarias en formación (Francia, Inglaterra, reinos cristianos de la
Península Ibérica) significaba la representación estamental del denominado Tercer
Estado, pueblo llano o común. Destacadas familias de origen burgués se
terminaron ennobleciendo (Borghese, Médici, Fugger).
Impulsada por la transición del feudalismo al capitalismo, la burguesía
prosperó y se desarrolló como una fuerza social cada vez más influyente durante
el Antiguo Régimen; aunque la inadecuación entre su poder económico y su ausencia
de poder político la llevó a protagonizar, en el tránsito entre la Edad Moderna y
la Edad Contemporánea, las denominadas revoluciones burguesas. No obstante,
considerar el papel de la burguesía como una necesidad determinada históricamente,
ha sido señalado como una simplificación mecanicista, poco ajustada a la realidad: de
hecho, en distintas formaciones sociales históricas se produjeron fenómenos muy
distintos, de forma notable la acomodación de la burguesía a las estructuras
del Estado absolutista en lo que se ha denominado historiográficamente por Fernand
Braudel como "traición de la burguesía" (trahison de la bourgeoisie)
CONCLUSIONES
La Modernidad, carece de un comienzo determinado por un hecho específico,
ya que son varios los que se plantean como punto inicial de este período. Ellos son:
La toma de Constantinopla por los Turcos (1453), El descubrimiento de América
(1492) ó El principio de la Rebeldía de Lutero (1517). En cambio, sí se puede
determinar a ciencia cierta, el momento histórico que dio fin a la Edad Moderna: la
Constitución de los Estados Generales, para dar lugar a la Revolución Francesa, en el
año 1789. En cuanto a sus causas, cabe destacar que el fraccionamiento feudal de
Europa durante esta época, vivió sometida bajo las órdenes espirituales, y hasta a
veces política del Papado.
El siglo XV, pasa a la posteridad por la creación de las nacionalidades. Se
perfilan las fronteras entre los Estados, que son defendidas por ejércitos obedientes a
una bandera y fieles a un soberano. La pólvora, fue la invención que posibilitó la
creación de las grandes monarquías. Ellas solamente, avaladas por los banqueros,
eran capaces de darse el lujo de poseer una artillería, una Escuadra dotada de
centenares de bocas de fuego, o una Infantería con arcabuceros. Así fue como
pudieron imponerse a la nobleza que, siendo feudal, llegó a convertirse en palatina y
cortesana. La brújula, fue la encargada de abrir camino a los marinos de la
servidumbre de la navegación costera, haciendo posible los grandes descubrimientos
marítimos, ensanchando y colonizando al mundo. La ruta preferida fue la que, hasta
ese momento, había sido tan temida: El Océano Atlántico.
Por primera vez, los conceptos científicos, fueron puestos a prueba y una gran
serie de descubrimientos, modificó al mundo.
Se revalorizó el concepto de libertad y se interrumpió la unidad religiosa de
Europa al manifestarse la Reforma, pero la Iglesia se hizo fuerte y se protegió con la
Contrarreforma. La Filosofía y la Religión, iniciaron caminos, que en ocasiones
fueron distintos. El arte, como resultado natural de varios cambios, descubrió nuevos
caminos de expresión y aparece un “Renacimiento”; una vuelta a los valores del
mundo clásico
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
http://es.scribd.com/doc/51674890/22/LA-MODERNIDAD-TEMPRANA
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2546661
http://es.wikipedia.org/wiki/Modernidad
http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras23/notas/sec_4.html