Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

18
Mistica bautismal Una pagina de San Juan de la Cruz a la luz de la tradici6n JESUS CASTELLANO CERVERA Estas breves pagInas quieren ser una aportaci6n metodol6- gica a la lectura de San Juan de la Cruz. No intentan decir nada nuevo; simplemente indicar una clave de lectura e interpretaci6n deI Santo que hasta ahora ha sido poco usada: su continuidad con la tradici6n patrîstica y li1Ûrgica de los primeros siglos. Se trata de captar las resonancias secretas que suscita un concepto clave de la mîstica cristiana usado por San Juan de la Cruz: el bautismo coma desposorio con Dios. Su doctrina enlaza con la tradici6n patrîstica y liturgica. Es un simple ejemplo de lec- tura que podrîa hacerse con otros temas. Hay todavîa amplios sectores de la teologîa que miran con escepticismo la doctrina espiritual de San Juan de la Cruz; entre ellos, los mas sensibles a la tradici6n patrîstica, lit6rgica y monastica 1. Para ellos San 1 Es ya un lugar comlin la acusaci6n de falta de sensibilidad liturgica lanzada contra el Santo. Las genéricas recriminaciones de A. Mager, A. Stolz, C. Vagaggini contra los misticos espafioles 0 carmelitas deI siglo XVI se han convertido en t6picos, tan generalizados como falsos. Asi lIegan a obras de divulgaci6n y las falsedades se repiten en cadena; un ejemplo reciente es el articulo de A. ZARRI, Preghiera, en Dizionario teologico, a cura di J. B. Bauer e C. Molari, Cittadella Editrice Assisi, 1974, pp. 548·574; las paginas dedicadas a la mistica, con la consabida critica a los autores carmelitas (pp. 550·552) estan lIenas de banalidades y afirmaciones gratuitas como estas: «Mentre l'especulazione mistica dei Padri è essenzialmente ontologica: preferisce, cioè, considerare la realtà e il mistero della inabitazione trinitaria e dell'innesto umano nella vita intima di Dio, nelle sue conseguenze teologiche, la scuola mistica spagnola con San Giovanni della Croce, santa Teresa d'Avila e ancor più i lorD discepoli accorda grande importanza agli effetti psicosomatici della contemplazione... Questa scuola richiama il romanticismo, col quale sembra avere in comune gli slittamenti intimistici, le simpatie per 10 straordinario e per flno per l'orrido (vedi le terrificanti descrizioni delle notti. .. » jAsi las afirmaciones de

Transcript of Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

Page 1: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

Mistica bautismal

Una pagina de San Juan de la Cruz a la luz de la tradici6n

JESUS CASTELLANO CERVERA

Estas breves pagInas quieren ser una aportaci6n metodol6-gica a la lectura de San Juan de la Cruz. No intentan decir nada nuevo; simplemente indicar una clave de lectura e interpretaci6n deI Santo que hasta ahora ha sido poco usada: su continuidad con la tradici6n patrîstica y li1Ûrgica de los primeros siglos. Se trata de captar las resonancias secretas que suscita un concepto clave de la mîstica cristiana usado por San Juan de la Cruz: el bautismo coma desposorio con Dios. Su doctrina enlaza con la tradici6n patrîstica y liturgica. Es un simple ejemplo de lec­tura que podrîa hacerse con otros temas. Hay todavîa amplios sectores de la teologîa que miran con escepticismo la doctrina espiritual de San Juan de la Cruz; entre ellos, los mas sensibles a la tradici6n patrîstica, lit6rgica y monastica 1. Para ellos San

1 Es ya un lugar comlin la acusaci6n de falta de sensibilidad liturgica lanzada contra el Santo. Las genéricas recriminaciones de A. Mager, A. Stolz, C. Vagaggini contra los misticos espafioles 0 carmelitas deI siglo XVI se han convertido en t6picos, tan generalizados como falsos. Asi lIegan a obras de divulgaci6n y las falsedades se repiten en cadena; un ejemplo reciente es el articulo de A. ZARRI, Preghiera, en Dizionario teologico, a cura di J. B. Bauer e C. Molari, Cittadella Editrice Assisi, 1974, pp. 548·574; las paginas dedicadas a la mistica, con la consabida critica a los autores carmelitas (pp. 550·552) estan lIenas de banalidades y afirmaciones gratuitas como estas: «Mentre l'especulazione mistica dei Padri è essenzialmente ontologica: preferisce, cioè, considerare la realtà e il mistero della inabitazione trinitaria e dell'innesto umano nella vita intima di Dio, nelle sue conseguenze teologiche, la scuola mistica spagnola con San Giovanni della Croce, santa Teresa d'Avila e ancor più i lorD discepoli accorda grande importanza agli effetti psicosomatici della contemplazione... Questa scuola richiama il romanticismo, col quale sembra avere in comune gli slittamenti intimistici, le simpatie per 10 straordinario e per flno per l'orrido (vedi le terrificanti descrizioni delle notti. .. » jAsi las afirmaciones de

Page 2: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

466 JESUS CASTELLANO CERVERA

Juan de la Cruz es el representante deI subjetivismo mistico, de la introspecciôn psicologica; su doctrina se aparta de las ricas corrientes de la experiencia sacramental, de la mistica objetiva, fundada en la participacion de los misterios. Nuestro intento no es el de hacer apologética ni el de justificar a los ojos de estos teologos toda la doctrina de San Juan de la Cruz. Ofrecemos un simple ejemplo de lectura, una clave de interpretacion. Sin embargo, el tema nos parece tan central y la consonancia con la doctrina patrîstica tan evidente, que puede disipar muchos prejuicios contra el Santo.

1. EL DESPOSORIO DE LA CRUZ y EL DESPOSORIO DEL BAUTISMO

El comentario de la estrofa 23 deI Cântico Espiritual, se­gunda redaccion, es una pâgina central de la teologîa mîstica de San Juan de la Cruz. Aqui demuestra con evidencia que es un teologo profundo y no solo ese "practicien" de la contemplacion que a Maritain le parecio un elogio y a nosotros nos resultaun mote. En esta pâgina confluyen las lineas maestras de la teologia sanjuanista: fundamento biblico, vision cristologica y eclesial, dimension soteriologica, base sacramental, dinamismo mistico, poesia. Su importancia en la vision global de la teologîa deI Santo ha sido puesta de relieve en estudios recientes 2.

El texto:

Una vision sinoptica de la estrofa 23 deI Cantico B y la correspondiente estrofa 28 deI Cantico A evidencia el cuidado puesto par el Santo en la segunda redaccion 3. Hay mayor pre­cision teologica; es fundamentalla insercion de la alusion al des­Fl,;-los maestros llegan a los disclpulos y al gran pll.blico! Naturalmente sin haber lerdo o entendido a nuestros Santos. Cfr. también una acusaci6n de este tipo en B. CALATI, Teologia ascetico mistica e liturgia, en Rivista Liturgica, 58 (1971), pp. 219-237, especialmente p. 236, en la que contrapone la contemplaci6n de Gregorio Magno a la de Juan de la Cruz; y mas abajo notas 45·46.

2 Cfr. JosÉ VICENTE DE LA EUCARISTIA, El tema l glesia en San Juan de la Cruz, en Ephemerides Carmeliticae, 17 (1966), pp. 368·404, especialmente pp. 370-383 donde pone de relieve la inspiraci6n global de la teologia dei Santo en los Romances sobre la Encarnaci6n. También ha tratado el tema MIGUEL ANGEL DiEZ en su tesis doctoral, todavia no publiCada lntegramente, La «Sabiduria de los perfectos»: Es­tudio teol6gico sobre el influjo paulino en los escritos de San Juan de la Cruz, Roma, Teresianum, 1966, pp. 59·70.

3 Una visi6n sin6ptica de las dos redacciones en JosÉ VICENTE, a. C., pp. 379·381.

Page 3: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

MISTICA BAUTISMAL 467

posorio dei bautismo que falta en el Cântico A. La estrofa deI Cântico y su comentario estân profundamente influenciados par la versiôn latina deI Cantar de los Cantares 8, 54.

El comentario es breve; podemos transcribir los pasos esen­ciales:

"Debajo deI manzano, alli conmigo fuiste desposada; alli te di la mano, y fuiste reparada don de tu madre fuera violada.

"Declara el Esposo al alma en esta cancian la admirable manera y traza que tuvo en redimirla y desposarla consigo por aquellos mismos términos que la naturaleza humana fue estragada y per­dida, diciendo que, asf coma pOl' medio dei arbol vedado en el parafso fue perdida y estragada en la naturaleza humana por Adan, asf en el Grbol de la cruz fue redimida y reparada, dândola allf la mann de su favor y misericordia pOl' medio de su muerte y pa­sion, alzando las treguas que deI pecado original habfa entre el hombre y Dios" (CB. 23,2).

El Santo subraya el paralelismo y el antagonismo de los mo­mentos cruciales deI pecado y de la redenciôn por medio de una perfecta aposiciôn de contrario s, seglin un procedimiento de tipo bfblico:

ârbol deI parafso - ârbol de la cruz Adân - Cristo naturaleza perdida y estragada - naturaleza redimida y reparada pecado original - muerte y pasian.

"y asf dice: Debajo dei manzano. Esto es, debajo deI favor deI ârbol de la cruz, que aquf es entendido por el manzano, donde el Hijo de Dios redimio, y pOl' consiguiente desposo consigo la na­turaleza humana, y consiguientemente a cada alma, dândole El gracia y prendas para e1lo en la Cruz. Y asf dice: alli conmigo fuiste desposada, alU te di la mana. Conviene a saber, de mi favor y ayuda, levantandote de tu bajo estado en mi compafiia y despo­sorio. Y fuiste reparada, donde tu madre fuera violada" (Ibid.· 3-4).

4 Cfr. S. MARINER BILORRA, Huellas de la Vulgata en la poesla de San Juan de la Cruz, en Miscelanea de estudios arabes y hebraicos (Universidad de Granada), 7 (1958), pp.24-44; trata de este particular en la p. 34. Es notable la diferencia de traducci6n dei Cantico en las versiones castellanas modernas: «Bajo el manzano te desperté, ail! donde tu madre te di6 a luz con dolores de parto»; asi traduce Nueva Biblia Espanola, Madrid 1975, p. 1272. La relaci6n entre el comentario sanjuanista y el trasfondo literario dei Cantico en F. PEPIN, Noces de jeu. Le symbo­lisme nuptial du «Cantico Espiritual» de Saint Jean de la Croix à la lumière du «Canticum Canticorum», Paris-Montreal, Desclée, 1972, pp. 161-163.

9

Page 4: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

468 JESUS CASTELLANO CERVERA

Existe un proceso doctrinal notable en este segundo pârrafo citado. El sentido positivo de la redenci6n como un desposorio, con el don de gracia y prendas; ademâs se concretiza el univer­salismo de la redenci6n en el individualismo cristiano: a la na­turaleza humana y, consiguientemente, a cada alma.

"Porque tu madre, la naturaleza humana fue violada en tus pri­meros padres debajo deI arbol, y tu alli también debajo deI arbol de la cruz fuiste reparada; de manera que si tu madre debajo deI arbol te dio la muerte, yo debajo deI arbol de la cruz te di la vida. y a este modo le va Dios descubriendo las ordenaciones y dispo­siciones de su sabiduria, cômo sabe El tan sabia y hermosamente sacar de los males bien es y aquello que fue causa de mal ordenar-10 a mayor bien" (Ibid. 5).

El paralelismo antitético, ya empezado en la dec1araci6n, se va depurando a través de la oposici6n fundamental: muerte-vida que evoca el famoso texto de la Carta a los Romanos 5,12-20 donde se establece la obra de Adân y la de Cristo 5. Es también notable el principio deI optimismo cristiano enunciado por el Santo en estas palabras: Dios saca de los males bienes y 10 que fue causa de mal 10 ordena bien.

"Este desposorio que se hizo en la cruz no es deI que ahora vamos hablando; porque aquel es desposorio que se hizo de una vez dando Dias al alma la primera gracia, la cual se hace en el bautismo con cada alma; mas éste es par via de perfecci6n, que no se hace sino muy poco a poco por sus términos; que aunque es todo uno, la di­ferencia es que el unD se hace al paso dei alma, y asi va poco a poco, y el otro al paso de Dios, y asi hacese de una vez" (Ibid. 6).

En este pârrafo central de la dec1araci6n se expresa bien la unidad y la divers a realizaci6n deI desposorio. El misterio fundamental se realiza en la cruz; su aplicaci6n concreta a cada alma se hace en el bautismo, participaci6n sacramental al mis­terio de la redenci6n; el esplendor y la perfecci6n de este des­posorio bautismal se llevan a cabo a través de la experiencia deI desposorio espiritual deI que habla el Santo en el Cântico. Existe unidad intrinseca: es la misma gracia; existe diversidad en la realizaci6n: al paso del alma, por via de pel'fecciôn.

Antes de pasar adelante quisiéramos subrayar todavia algu­nas cualidades de esta pâgina sanjuanista. Se trata de una inter-

5 Cfr. MIGUEL ANGEL DiEZ, O. c., pp. 65-66. El tema de los dos arboles tiene una importancia fundamental en la simbologia cristiana antigua.

Page 5: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

MÎSTICA BAUTISMAL 469

pretaciôn sapiencial de la Sagrada Escritura; en ella confluyen los simbolismos fundamentales deI cristianismo: el arbol deI pa­raiso y el de la cruz. Los protagonistas son Adan y Cristo, Eva y la Iglesia. Los efectos, la muerte deI pecado y la vida de la gracia. La redenciôn ha sido expresada en términos biblicos de Alianza, desposorio, segûn la mas genuina tradiciôn deI Antiguo Testamento. Alianza en la cruz y alianza en el bautismo, como aplicaciôn a cada alma, ya que en el misterio de la iniciaciôn cristiana se participa deI misterio pascual. Toda una temâtica que evoca la teologia paulina y los comentarios de los Padres. Nuestro comentario se cine exclusivamente al concepto de des­posorio aplicado al bautismo.

2. LA TRADICIÔN PATRlSTICA y LITURGICA

Th. Camelot, anticipando el fruto de su investigaciôn en el campo patristico, escribe: "La tradiciôn litûrgica y patrîstica se complace en presentar al bautismo coma el misterio de las bodas de Cristo con la Iglesia, de Cristo con el alma cristiana. La ale­gria nupcial, la alegrfa bautismal es, si podemos expresarnos asi, una alegrîa nup ci al, la alegria de los desposorios espirituales" 6.

En efecto, entre los conceptos claves con los que la tradiciôn cris­tiana explica la riqueza deI bautismo tiene particular resonancia el de desposorio, alianza, bodas. J. Daniélou ha dedicado un extenso capitulo de su libro sobre la iniciaciôn cristiana en los Padres a este tema, intimamente conexo con la interpretaciôn espiritual que los Padres hacen deI Cantar de los Cantares, apli­cado a los sacramentos de la iniciaciôn: "Es éste -escribe- un nuevo aspecto de la teologia de la iniciaciôn: el aspecto nupcial, que no es, por cierto, el menos importante y se refiere a la vez al bautismo y a la Eucaristia" 7.

Daniélou y Camelot han recogido varios textos de la tradi­ciôn patristica con la misma afirmaciôn que hemos visto en San Juan de la Cruz. Yale la pena trascribir algunos:

Afirma Tertuliano: "Cuando el alma llega a la fe, recreada por el agua y el Espiritu Santo en el segundo nacimiento, es

~-:!1--':~5~ 6 TH. CAMELOT, Espiritualidad dei bautismo, Madrid, Marova, 1963, p. 177. 7 J. DANIELOU, Sacramentos y culto segl1n los Santos Padres, Madrid, Ed. Cris·

tiandad, 1964, pp. 222·223.

Page 6: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

470 JESUS CASTELLANO CERVERA

recibida por el Espîritu Santo. iOh feliz matrimonio si no admite adulterio" 8.

Orîgenes dice: "Cristo es llamado Esposo deI alma, al que ésta se une cuando viene a la fe" 9. "Una vez que nosotros 10 hemos conocido, después de la iluminaciôn de su palabra divina, después de la gracia deI bautismo, después de la confesion de fe, después de una union sellada por tantos y tan augustos mis­terios, El no quiere que el alma de la cual se Hama esposo 0

mari do, juegue con los demonios, se corromp a con los espîritus inmundos, se revuelva en el fango deI vicio" 10.

Dîdimo Alejandrino, Hamado el Ciego, recuerda: "Bn la pis­cina bautismal El que crea nuestra alma la toma por esposa" 11.

En las catequesis de J erusalén, atribuidas a San Cirilo, en­contramos entre tantas otras esta expresion: "El alma que antes era esc1ava ha escogido al mismo Maestro como su Amado" 12.

lDe donde procede esta unanime inspiracion de los Padres de la Iglesia? El fundamento hay que buscarlo en la teologîa paulina deI bautismo y en la interpretacion alegorica deI Cantar de los Cantares. El texto bautismal paulino mas evocador de este paralelismo nupcial es el de la carta a los Efesios 5,25-27 en el que aparece la Iglesia como Esposa, purificada por el bau­tismo: "Cristo amô a la Iglesia y se entrego por eHa; quiso asi consagrarla con su palabra, lavandola con el bafio deI agua, para prepararse una Iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni nada parecido, una Iglesia Santa e Inmaculada" 13. El otro filon que alimenta la exégesis patrîstica es el Cantar de los Cantares en su aplicacion al bautismo. Recordemos ante todo que este libro se leîa en la liturgia judia deI tiempo pascual y que probablemente también enlazaba con la vivencia pascual de la Iglesia primitiva 14.

8 De anima, 51, 4; citado por DANIELOU, o. c., p. 223. 9 Hom. in Gen., 10, 4; Ibidem, con otros testimonios. 10 Hom in Ex., 10,5; citado por CAMELOT, o. c., p. 180. 11 De Trinitate; citado por DANIELOU, o. C., p. 223. 12 Catechesis 3, 16; citado por CAMELOT, o. C., p. 180. Otros muchos textos citados

por Danielou y Camelot en sus respectivos libros. En muchos lugares, como el texto de Cirilo de Jerusalén la noci6n de desposorio bautismal esta sostenida por el comentario espiritual al Cantar de los Cantares y precisamente con referencia al mismo versfculo citado por el Santo: Canto 8,5.

13 El tema bfblico patrfstico deI «bano nupcial)) esta emparentado por referencias a las religiones mistéricas, como ya habla indicado Odo Casel; cfr. CAMELOT, O. C.,

p. 178, nota 50. En San Juan de la Cruz el simbolismo esponsal aplicado a la Iglesia arranca desde los mismos Romances sobre la Encarnaci6n: Cfr. JosÉ VICENTE, a. c., pp. 372-374.

14 Cfr. DANIELOU, O. c., p. 223.

Page 7: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

MÎSTICA BAUTISMAL 471

Los Padres, escribe Daniélou, "consideran el Cantar coma figura de los sacramentos en cuanto union nupcial de Cristo con el alma; 10 cual no es sino un desarrollo legftimo deI sentido literaI deI texto" 15. De modo particular comentan alegoricamente al­gunos verslculos deI Cantar en su aplicacion concreta al bau­tismo 16.

Pero no se trata de un simple comentario bîblico. La inicia­cion cristiana, en la maravillosa sintesis de simbolos, expresaba practicamente el misterio de las nupcias de Cristo con la Iglesia y, porconsiguiente, con cada bautizado, con la tûnica blanca impuesta a los neofitos. Las catequesis bautismales 10 recuer­dan; dice, por ejemplo, San Ambrosio: "Después de haberse puesto estas vestiduras blancas mediante el ballo de la regene­racion, la Iglesia dice en el Cantar: Hijas de Jerusalén, yo soy negra y bella. Negra por la fragilidad de la naturaleza humana, bella por el sacramento de la fe ... Sin embargo, Cristo, viendo a su Iglesia vestida de blanco ... , 0 bien al alma pura y lavada por el ballo de la regeneracion, dice: "Tu eres bella, amiga mia, tu eres beIla ... " Es en ellas (las aImas purificadas por el bau­tismo) en las que la Iglesia es beIla ... 19ualmente el Sellor Jesus, ungido por el deseo de tan grande amor, atraido por la belleza de su hermosura y de su gracia, puesto que entre aquellos que han sido lavados no puede haber falta alguna, dice a la Iglesia: "Colocame como un signo sobre tu corazon, coma un sello so~ bre tu brazo" 17. Es solo un ejemplo de la rica tradicion cate­quética acerca de los misterios que se inspira en el Cantar de los Cantares 18. Por otra parte, el simbolo de la vestidura blanca deI bautismo, signo deI desposorio, evoca las parabolas deI Evan­gelio acerca de la necesidad de Ilegar al banquete con vestido nupcial 0 el cortejo de las virgenes prudentes admitidas a las

15 Ibidem, p. 224. 16 Cfr. Ibidem, pp. 224-239 donde ilustra las afirmaciones de los Padres y escri­

tores antiguos; entre e110s se distinguen Cirilo en sus Catequesis mistag6gicas sobre el bautismo y su preparaci6n, Ambrosio en el !ibro De Mysteriis que es también una catequesis sobre el bautismo. El Cantar de los Cantares sirve de base para esta exégesis sacramental, con los mismos textos clave que Juan de la Cruz inter­pretara en diversos lugares deI Cantico EsplrituaJ.

17 De Mysterlis 35-41; cltado pOl' CAMELOT, O. c., p. 182; el tema de la tunica ya habla sido explotado anteriormente con referencia al Cantar de los Cantares 5,3 (<<He abandonado mi tunica /,C6mo la vestiré de nuevo?») que se ap!ica al cate­cumeno que se despoja de la t11nica deI hombre viejo antes de bajar a la plscina bautismal; Cfr. DANIELOU, o. c., p. 226.

18 Otro tema importante es el deI sello en el coraz6n: Cant. 8,6; DANIELOU, O. C.

pp. 2~3-235.

Page 8: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

472 JESUS CASTELLANO CERVERA

bodas cuando llega el Esposo; los Padres han desarrollado bien estos dos temas. Baste citar el comentario de Gregorio Nacian­ceno: "El alto que haras, inmediatamente después del bautismo, ante la gran câtedra, es prefiguraci6n de la gloria futura. El canto de los salmos con que seras recibido es preludio de la asamblea celeste. Las lamparas que encenderas son el sacramento deI ce­lestial cortejo luminoso, en el que nosotros, aImas vlrgenes y lu­minosas, iremos al encuentro deI Esposo, con las lamparas bri­llantes de la fe" 19. Otro elemento simb6lico que denota el sen­tido de la uni6n y el desposorio es la corona de flores que en algunos ritos se imponla a los ne6fitos cuando sallan de la pis­cina bautismal y se revestlan con las tunicas blancas 20.

Estas simples indicaciones pueden ser suficientes para ilus­trar el arraigo que en la tradicion patrfstica tiene el tema del bautismo como desposorio a la 1uz deI Cantar de los Cantares.

La tradicion patrfstica se prolonga en la espiritualidad me­dieval. San Bernardo, por ejemplo, en el comentario al Cantar de los Cantares explotara al maximo el tema deI desposorio mls­tico coma participaci6n a los misterios de Cristo 21.

En la Iglesia Oriental tenemos al famoso escritor espiritual Nicolas Cabasilas, que en su obra principal, La vida en Cristo, traza el itinerario de la perfeccion cristiana partiendo de los sa­cramentos de la iniciaci6n. Hablando de la union que existe entre Cristo y el cristiano, Cabasilas recuerda el slmbolo deI "Despo­sorio" 22, y afiade: "Lo que mejor parece decirnos la compene­tracion y unidad que lleva consigo es el slmbolo deI matrimo­nio ... aunque estos slmbolos disten mucho todavla de la reali­dad y se precise no poco para alcanzar a vislumbrarla. Nunca

19 Cfr. DANIELOU, o. c., pp. 248·255; el texto de Gregorio Nacianceno en p. 251. 20 Esta ceremonia tradicional se practicaba entre los judlo-cristianos. Cfr. B. BA­

GAlTI, L'Eglise de la circoncision, Jerusalem 1965, PP. 195-206. Restos de este anti­guo ritual se encuentran en los himnos cristianos dei II sigle llamados Odas de Salom6n. La primera Oda, con claras alusiones bautismales, dice: «El Senor esta sobre mi como una corona y no puedo separarme de él; ha trenzado para mi la guirnalda de la verdad y sus brotes han germinado. Cfr. L. TONDELLI, Le Odi di Salomone, Roma 1914, pp. 137-138; cfr. también A. HAMMAN, La Oraci6n, Barcelona, Herder 1967, pp. 470 ss., especialmente 473. Cfr. Cdntico Espiritual, 30, 6-7.

21 SANeTI BERNARDI, Opera Omnia, I-II: In Canticum Canticorum Sermones, Romae Ed. Cistercense, 1957-1958, cfr. L. BEINAERT, Il significato deI simbolismo coniugale nella vita mistica, en ID., Esperienza cristiana e psicologia, Torino 1965, pp. 322-323

22 Cfr. La vida en Cristo, Madrid, Patmos, 1952, p. 90.

Page 9: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

MISTICA BAUTISMAL 473

el matrimonio unira a los desposados de suerte que sean y vivan mutuamente, unD en otro, como ocurre con Cristo y su 19lesia" 23.

Esta tradici6n espiritual llega hasta Santa Teresa de Jesus. N ù nos referimos en este momento a las alusibnes misticas con que la Santa se refiere al matrimonio espiritual, especialmente en ellibro de las Moradas; nos interesa ahora la alusi6n sencilla, pero fundamental, al bautismo coma sacramento deI desposorio con Dios. Lo dice en una frase dejada caer casi al paso, en el momento en que recuerda a sus hijas su condici6n de "despo­sadas" con Dios, por medio de la profesi6n religiosa, anadiendo enseguida que también todas las aimas la estân par el bautismo: "Nosotras estamos desposadas (con Dios), y todas las aimas par el bautismo" 24.

San Juan de la Cruz se situa, pues, en una amplia corriente de la teologia patristica que, partiendo deI dato biblico, ha apli­cado concretamente el simbolo nupcial a la iniciaci6n cristiana; de esta forma da a su teologia mistica fundamentos sacramen­tales. Desde estas raices tradicionales ofrece también su aporta­ci6n original al misterio de la vida cristiana.

3. MisTICA BAUTISMAL: NORMALIDAD y DINAMISMO

Hablando de la teologia mistica de San Juan de la Cruz, el P. Lucien Marie usa esta expresi6n: normalidad bautismal 25

Para él, el itinerario de la perfecci6n cristiana, incluso en sus aspectos misticos, coma la contemplaci6n, estan radicados en el bautismo; todo bautizado esta llamado a la contemplaci6n 26; las cimas de la vida espiritual son un desarrollo completo de la gra­cia deI bautismo 27. Este nuevo planteamiento deI problema, afir­ma el P. Lucien, corresponde a una mayor profundidad de la espiritualidad bautismal 28 • Ya el P. Camelot, analizando los tex-

23 Ibidem, p. 90. 24 Camino de Perfecci6n, primera redacci6n, 38,1. 25 afr. LUCIEN MARIE DE SAINT JOSEPH, Jean de la Croix, en Dictionnaire de Spiri­

tualité, VIII, Paris 1972, pp. 428-429; sin embargo el autor no ha hecho una refe­rencia a la estrofa 23 deI Cantico B, bloqueado por el prejuiclo que en gran parte de Francia se tiene contra la autenticidad de la segunda redacci6n deI Cdntico Es­piritual; Ibidem, p. 421.

26 «Tout baptisé est normalment appelé a la contemplation»; Ibidem, p. 429. 27 «A partir de là on peut dire que pour Saint Jean de la Croix le fait de

parvenir au sommet de la montagne correspond au plein épanouissement de la grâce baptismale»; Ibidem.

28 Ibidem.

Page 10: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

474 JESUS CASTELLANO CERVERA

tos patristicos que hablan del bautismo coma "iluminacion" habia llegado a las mismas conclusiones. De hecho los Padres de la Iglesia unen el concepto de iluminaci6n bautismal con el de contemplaci6n 0 conocimiento de los misterios 29. Entre ellos càbe notar la aportacion de los Padres de tendencia mistica, coma Clemente Alejandrino, Gregorio Nacianceno y Gregorio Niseno, y el escritor de siglos posteriores que se oculta tras el pseudo­nimo de Dionisio Areopagita, cuyo influjo es patente en San Juan de la Cruz 30. Camelot saca estas conclusiones de su inves­tigacion patristica: "El bautizado esta Hamado a la contempla­cion ... La realidad misma (de la contemplacion) esta en el co­razon de la vida cristiana y constituye el fruto mas puro de la gracia bautismal, gracia de fe y de luz ... Los Padres y la litur­gia nos 10 han repetido incesantemente: la gracia del bautismo es una gracia de luz que abre los ojos deI corazon y permite al cristiano "ver" a Dios ... Por el bautismo el cristiano es "ini­ciado" a los "misterios", abierto desde entonces a todas las gra­cias de contemplacion, si tiene el corazon puro y si Dios, en su liberalidad, totalmente gratuita, tiene a bien concedérselas" 31.

Es interesante notar la sintonia existente entre Juan de la Cruz y los Padres de la Iglesia en las palabras de sus respectivos comentadores. En efecto, la afirmacion deI Doctor mistico es­tablece un paralelismo entre el desposorio deI bautismo y el des­posoda mistico: "es todo uno". La razon estriba en la gratuidad de la gracia bautismal y el sentido definitivo que tiene coma Alianza de Dios con la criatura humana. Dios se da totalmente en la objetividad sacramental deI bautismo: "al paso de Dios, y asi hacese de una vez". Impregnado de estas mismas convic­ciones Juan de la Cruz habia escrito ya en la primera redaccion deI Cantico a proposito deI desposorio espiritual:

"Esto no acaece asî sin haber Dios dado al alma en el dicho estado de transformaci6n gran pureza, tal cual fue la deI estado de la inocencia 0 limpieza bautismal, la cual aquî también dice el alma

29 Cfr. Espiritualidad dei Bautismo, pp. 85-105. Se trata de un tema bautismal que encuentra consonancias profundas' en San Juan de la Cruz y en su itinerario contemplativo.

30 Dice pOl' ejemplo el Areopagita al hablar dei bautismo que es «el santo sa­cramento que pro duce en todos el nacimiento de Dios: puesto que es el primer introductor de la luz y el principio de toda iluminaci6n divina, tenemos raz6n para celebrarlo y seglin su operaci6n propia, bajo el nombre de iluminaci6n ... su luz original me ha permitido contemplar la luz que difunden los otros sacra­mentos)) (Eccles. Hierch. III, 1); citado pOl' CAMELOT, O. c., pp. 85-86.

31 Ibidem, pp. 102, 104-105.

Page 11: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

MISTICA BAUTISMAL 475

que la habia de dar luego el Esposo en la misma transformaci6n de amor ... Llamando "el otra dia" al estado de la justicia original, en que Dios le dio en Adan gracia e inocencia, 0 al dia dei bautis­ma, en que el alma recibi6 pureza y limpieza total, la cual dice aqui el alma en estos versos que luego se la dada en la misma uni6n de amor" 32.

La concordancia con la doctrina de la estrofa 23 deI Canti­co B es evidente. Aqui subraya las raices. En el Cantico A, estrofa 37, habla de las cimas de la vida mistica coma un es­plendor de la primera gracia bautismal. En esto Juan de la Cruz concuerda con la gran tradici6n paulina sobre la vida cristiana y su realizaci6n, sobre la distinci6n entre el ser y el existir cris­tiano, el indicativo y el imperativo de la vida de Cristo. Pablo y Juan acentûan en sus escritos la objetividad de la redenci6n, la plenitud de la gracia que posee el cristiano en virtud deI bau­tismo; al mismo tiempo exhortan a caminar y a vivir segûn la vocaci6n que han recibido 33. La plenitud objetiva de la gracia no esta en pugna con la necesidad de apropiarsela y vivirla, es mas bien su l6gica consecuencia. En este principio podemos en­contrar la explicaci6n de la identidad sustancial, propuesta por el Santo, entre el desposorio bautismal y el desposorio mÎstico. Su itinerario de perfecci6n, coma veremos enseguida, es una ex­presi6n l6gica deI deseo de alcanzar en plenitud 10 que ya se posee en èmbri6n y 10 que se ansia lograr en esperanza, aqui en la tierra y en la patria 34.

No podemos olvidar el paralelismo que existe con eI pensa­miento de los Padres que continuamente recuerdan el imperati­vo cristiano de vivir en fuerza deI bautismo, de llegar a ser exis­tencialmente 10 que ya se es por la gracia de Dios, derramada

32 Cdntico espiritual, primera redacci6n, 37,6. No entramos en la discusi6n doc­trinal acerca de la justicia original y su sentido en San Juan de la Cruz. Nos basta notar que el tema dei {(retorno al Paraiso» con la consiguiente justicia original esta también dentro dei simbolismo bautismal de los Padres; Cfr. DANIELOU, o. c., pp. 66-69; CAMELOT, o. c., pp. 189·191. La misma idea recurre con frecuencia en los antiguos formularios de la liturgia bautismal coma ha demostrado muy bien M. MA' GRASSI, recogiendo los textos mas significativos que afirman la restauraci6n de la naturaleza cafda y la riqueza de la vida nueva: Novitas Natalis. Il Battesimo come vita nuova negli antichi formulari liturgici, en Il Battesimo. Teologia e Pastorale, Torino 1971, pp. 257-267 (exposici6n), pp. 283-286 (textos).

33 Cfr. 1 Tes. 2,11-12; Ef. 4,1; Fil. 1,27; 1 Jn 3,2-3. 34 La magnifica estrofa 39 dei Cdntico Espiritual, segunda redacci6n, expresa

la maravillosa explosi6n de la gracia bautismal en sus mas puras consecuencias de vida divina.

Page 12: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

476 JESUS CASTELLANO CERVERA

en el bautismo. Baste recordar aquila exhortaci6n de Le6n Mag­no: "Reconoce, cristiano, tu dignidad, y puesto que has sido hecho participe de la naturaleza divina, no pienses en volver con un comportamiento indigno a las antiguas vilezas. Piensa de qué Cabeza y de qué Cuerpo eres miembro ... Gracias al sacramento deI bautismo te has convertido en templo deI Espiritu Santo; no se te ocurra ahuyentar con tus malas acciones a tan noble hués­ped ... porque tu precio es la sangre de Cristo" 35. San Cipriano exhortaba también al comentar el Padre nuestro: "Que nuestra conducta no se aparte deI Espiritu que nos anima; ya que si por medio deI bautismo hemos empezado a ser de naturaleza celes­tial y misteriosa, s6lo cosas arcanas y misteriosas tienen que constituir de ahora en adelante el objeto de nuestros pensamien­tos y la finalidad de nuestras acciones. Esto pedimos y por esto oramos para que nosotros que hemos sido constituidos en san­tidad por el bautismo, podamos perseverar en esta vida que aquel dia comenzamos" 36.

La exhortaci6n sanjuanista, impHcita en ioda su obra, se dis­tingue de la de los padres por la acentuaci6n del caracter espon­sal de la vida cristiana respecto a Cristo, y por su dinamismo no s610 hacia una lucha ascética, sino también hacia una expe­riencia mistica.

y es aqui donde encontramos una segunda aportaci6n del Doctor mistico a la doctrina de los Padres: la vida cristiana es dinamismo bautismal llevado hasta sus liltimas consecuencias. Identidad y diferencia de realizaci6n; el desposorio espiritual, deI que habla el Santo, aun teniendo las mismas rakes y siendo "todo uno", se presenta como una meta lejana que requiere todo un camino; es una gracia que supone una antropologia concreta, con una naturaleza todavia herida por el pecado: "éste es pOl' via de perfecci6n, que no se hace sino muy pOCO a pOCO pOl' sus términos ... la diferencia es que el uno se hace al paso del alma, y aSI va pOCO a poco".

Las palabras deI Doctor mistico indican un largo proceso de vivencia cristiana en el que se despliega todo el dinamismo bau­tismal. Dos frases indican el tiempo y el procedimiento: "poco a poco", "por via de perfecci6n". Todo al paso deI alma, desde

35 SBrmo 21,3: P.L. 38, p. 999. 36 De dom. orat. 12: P .L. 4, p. 544.

Page 13: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

MISTICA BAUTISMAL 477

la antropologia concreta, como una vida bautismal que tiene que impregnar todas las dimensiones deI hombre cristiano, todas las circunstancias de su vida, todas las etapas de su crecimiento bio-16gico, psicol6gico y espiritual.

Este camino se realiza a imagen y semejanza deI bautismo, tomado en la plenitud de su expresion ritual, como en la Iglesia antigua, con todo el proeeso catecumenal que llevaba a la mis­tagogia, la iniciacion cristiana. Un dato curioso: recordemos que la c1âsica division de la vida espiritual en las tres vias, purgativa, iluminativa y unitiva, estâ enraizada en el proeeso bautismal an­tiguo y tiene su origen en los escritos deI pseudo Dionisio Areo­pagita que conoee y trasmite muy bien los momentos rituales de la iniciacion cristiana 37. Juan de la Cruz 10 signe en esta di­vision 38. Todavia hoy, al renovarse el rito de la preparacion al bautismo, en el nuevo Ritual de la iniciacion cristiana de los adultos, se llama tiempo de la purificaci6n y de la iluminaci6n al periodo de la preparaci6n proxima al bautismo 39. La inicia­cion, con el bautismo, la confirmacion y la Eucaristia, es el mo­mento unitivo, la consumacion de la union sacramental con Cris­to. No se trata de estableeer concordismos fâciles, sino de pe­netrar el sentido profundo de este paralelismo entre la experien­cia de la preparacion al bautismo y el proeeso de la vivencia bautismal hasta su desarrollo completo. Generalmente nos re­ferimos al bautismo como a la fuente de la vida espiritual y quizâ olvidamos que es también el modelo deI proeeso espiritual 4O• El

37 La clâsica divisi6n dei Areopagita se encuentra en el libro De Coelesti Hierar· chia, III, 2·3; la descripci6n dei sacramento de la iniciaci6n cristiana en De Eccle· siastica Hierarchia II; el influjo entre la doctrina sacramental dei segundo libro y la doctrina mfstica dei primero sintonizan perfectamente.

38 Cantico Espiritual, segunda redacci6n, Argumento 1,2.

39 Cfr. Ordo Initiationis christianae adultorum, Romae 1972, pp. 12·13: De tem· pore purificationis et illuminationis.

40 Podrfamos decirlo con la terminologfa escol!istica: el bautismo no es s610 la causa eficiente de la vida cristiana, es también la causa ejemplar; vivimos en fuerza dei bautismo, vivimos a imagen dei bautismo. «POl' la gracia de la cruz vivificante -escribe un autor ortodoxo a prop6sito dei bautismo-, el hombre recibe esta capacidad de transformar toda situaci6n de muelte en situaci6n de resu· rrecci6n. En Cristo y en el Espfritu Santo, en la Iglesia que es la casa deI Padre, el bautizado se transforma en imagen de Dios que tiende hacia la semejanza, es decir a la participaci6n. Puede entonces empezar a actualizar la gran iniciaci6n bautismaL.. La existencia cristiana presupone, en sus etapas principales, y en defi· nitiva en cada instante, una «pascua» una metamorfosis que se realiza poco a poco en todo nuestro sel'. La muerte·resurrecci6n deI bautismo es la clave que nos pel" mite transformar los momentos '<Îniciâticos deI destino ... ». Cfr. O. CLEMENT, Questions sur l'homme, Paris 1972, pp. 15·16. El principio de la imagen y de la semejanza que constituye el secreto de la unidad y dei dinamismo de la vida espiritual seglin

Page 14: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

478 JESUS CASTELLANO CERVERA

itinerario de purificaci6n y de iluminaci6n, propuesto por el San­to en la Subida y en la Noche, tiene en la Biblia, especialmente en el Evangelio y en San Pablo, su justificacion doctrinal, a través de las antitesis luz-tinieblas, vida-muerte, espiritu-carne 41; su fundamento sacramental estâ en el proceso mismo del desarro-110 de la gracia bautismal, en ese "a poco a poco", "por via de perfecci6n", "al paso deI alma" deI texto central deI Cântico. El itinerario de purificaciones activas y pasivas, el proceso de mortificaci6n, el desarroll0 de las virtudes teologales, brotan de la ejemplaridad bautismal de la purificacion-iluminacion, de la muerte-vida que desembocan en la union consumada y en la par­ticipaci6n altisima al misterio trinitario.

Jugando con las metâforas paulinas, que son también las fi­guras bautismales de los Padres de la Iglesia, Juan de la Cruz llega a formular de la manera mâs cabal el proceso de muerte­vida en un momento decisivo de la vida espiritual: la purificaci6n pasiva deI espiritu. La experiencia mistica deI dinamismo bau­tismal de la muerte al hombre viejo y la vida deI hombre nuevo estâ pintada con frases de eficaz simbolismo evocador de expe­riencias espirituales y sacramentales:

"La tercera manera de pasion y pena que el alma aqui padece es a causa de otros dos extremos, conviene, a saber, divino y humano que aqui se juntan: el divino es esta contemplacion purgativa, y el humano es sujeto deI alma. Que como el divino embiste a fin de renovarla para hacerla divina desnudandola de las afecciones ha­bituales y propiedades deI hombre viejo en que ella esta muy uni­da, conglutinada y conformada, de tal manera la destrica y des­cuece la sustancia espiritual, absorbiéndola en una profunda y honda tiniebla, que el alma se siente estar deshaciendo y derritiendo en la haz y vista de sus miserias con muerte de espiritu cruel; asi coma si tragada de una bestia, en su vientre tenebroso se sintiese estar digiriéndose, padeciendo estas angustias, coma Jo/Uls en el vientre de aquella marina bestia. Porque en este sepulcro de oscura muerte le conviene estaI' para la (espiritual) resurreccion que espera" 42.

los te61ogos orientales es también una clave de comprensi6n dei proceso bautismaI. Cfr. V. LosSKY, Teologia mistica della Chiesa di Oriente, Bologna 1967, pp. 105-125.

41 Cfr. MIGUEL ANGEL DiEZ, Dialéctica de renovaci6n cristiana, concebida y expre­sada par el Dactor Mistico en base a las antitesis paulinas, en Burgense, 9 (1968), pp. 217-297, especialmente pp. 253-258.

42 Nache Oscura II, 6,1.

Page 15: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

MISTICA BAUTISMAL 479

Estas frases de Juan de la Cruz recuerdan el simbolismo pa­tristico deI bautismo en su fase crucial de muerte y vida 43. La diferencia de perspectiva es que en los Padres se hace alusi6n a la experiencia sacramental deI bautismo, en Juan de la Cruz se refiere a la vivencia espiritual de un proceso que tiene su raiz y su modelo en el bautismo. Asi como la conformaci6n con Cristo ha requerido un lento proceso de purificaci6n e iluminaci6n en el catecûmeno, asi también el desposorio espiritual, desarrollo pleno de la gracia bautismal, exige un consiguiente y exhaustivo proceso de purificaci6n y de luz en el cristiano que llega a la madurez bautismal.

En esta perspectiva podemos afirmar que el Santo no esta­blece un simple paralelismo de igualdad entre la gracia primera deI bautismo como desposorio y la plenitud de vida cristiana en la experiencia deI matrimonio espiritual. Seria coartar el dina­mismo de la gracia. Desde la unidad sustancial de estos dos mo­mentos -el inicial y la cima de la experiencia cristiana en esta tierra- hay que afirmar, con el Santo, la renovaci6n continua por parte de Dios en la Eucaristia de la primera gracia 44. En el proceso' dinâmico, suscitado por esta gracia, existe como una continua profundizaci6n en la experiencia deI hombre de los gér­menes de vida nueva que provocan purificaciones e iluminacio­nes; asi "poco a poco", "por via de perfecci6n", "al paso deI alma" a través de la fidelidad al proceso de madurez cristiana, el hombre espiritual libre y generosamente se deja impregnar por la gracia bautismal hasta que ésta llega a su pleno desarrollo en profundidad y en intensidad.

43 Todo un simbolismo mitico, biblico y eclesial ha sido desarrollado por los Padres de la Iglesia para expresar de la forma mas profunda, incluso a nivel psiquico, la fuerza de la iniciaci6n cristiana; cfr. L. BEIRNAERT, La dimensione mitica nel sacramentalismo cristiano, en Esperienza cristiana e psicologia, Torino 1965, pp. 270-297; Cfr. también L. MALDONADO, Secularizaci6n de la Liturgia, Madrid 1970, pp. 163-166. A la fuerza expresiva de los simbolos patristicos corresponde la fuerza dei simbolismo espiritual utilizado por Juan de la Cruz cfr. C. BERNARD, Symbole et experience mystique, en Symbolisme et Théologie, Roma 1974, pp. 283-296.

44 Es el tema expresado por Juan de la Cruz en la célebre poesia: Que bien sé yo la tuente que mana y corre... donde revela el sentido de la Eucaristia camo fuente perenne de la vida cristiana: «Aquesta eterna fonte esta escondido en este vivo pan par darnos vida ... » Escribe Camelot: «No podemos olvidarnos de afiadir que esta uni6n con Cristo, iniciada en el bautismo, se consuma, llegando a la mas estrecha intimidad, en la comuni6n eucarfstica, sacramento dei amor ... /,No es la fuente mistica de la que hablan los autores espirituales de la edad media, la fuente- b~lUtismal en donde Cristo y toda la Trinidad se han apoderado dei alma para hacer de ella, par el sacramento su morada? Y la comuni6n eucaristlca ;,no hace esta presencia mas actual y mas viva, en la experiencia «mfstica» de la inti­mldad de un banquete gozoso? (cfr. Apoc. 3,20))) cfr. o. c., pp. 182-183.

Page 16: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

480 JESUS CASTELLANO CERVERA

4. ALGUNAS CONCLUSIONES

Hemos intentado hacer una lectura de una pagina central de San Juan de la Cruz desde la tradici6n patrîstica y liturgica. Un ejemplo de exégesis que se podrîa realizar con otros temas cen­trales: retorno al Paraiso y justicia original, iluminaci6n con­templativa, experiencia deI Espiritu. La teologia patristica ofrece una caja de resonancia a la inspiraci6n bîblica deI Santo por la afinidad de temas y por la comun lectura sapiencial de la Es­critura. J unto a los Padres de la Iglesia, Juan de la Cruz no es ese mistico introspectivo que a veces nos hacen ver sus criticos y tal vez, por des gracia, sus comentadores 45. Tiene talla él tam­bién de Padre de la Iglesia, con su titulo de Doctor, reconocido, hace cincuenta allos, por Pio XI. Su doctrina peculiar -el itine­rario teologal de la perfecci6n cristiana hasta las cumbres mâs altas- esta bien fundada en las fuentes objetivas de la revela­ci6n; esta en continuidad y en armonia con la mejor teologia pa­trîstica; se refiere a los necesarios fundamentos sacramentales de la vida cristiana, especialmente al bautismo y a la Eucaristia. Su mistica es objetiva, sacramental, como 10 fue su experiencia 46.

45 Pennftasenos recordar una anécdota. ElIde mayo de 1974 se celebraba una mesa redonda sobre «Simbolismo y teologla», organizada pOl' el Pontificio Ateneo de San Anselmo en Roma, con la participaci6n de varios profesores de las Facul­tades Romanas. Entre los argumentos figuraba también el dei simbolismo y expe­riencia mlstica, encomendado, extranamente, no a un carmelita, como era de esperar por tratarse de Santa Teresa y San Juan de la Cruz, sino a un jesuita, el P. C. Bernard, profesor en el Instituto de Espiritualidad de la Universidad Gre­goriana. Se podla presumir que el tema de la mlstica, en aquella sede y con aquel auditorio, iba a suscitar las mismas polémicas de siempre, la relaci6n entre experiencia mlstica y vida liturgica. Entre simbolismo sacramental y simbolismo mistico. De hecho, la discusi6n fue suscitada enseguida pOl' el P. Vagaggini, sin recibir una respuesta adecuada, como, creo yo, merecla el tema desde una visi6n biblico patrlstica dei simbolismo teresiano y sanjuanista. El cronista dei encuentro aludla amargamente a esta falta de bases sacramentales en la mlstica de los autores espirituales dei siglo XVI y escribia: «La relazione su "simbolismo ed esperienza mistica", incentrata sugli scritti dei mistici e in particolare su quelli di San Giovanni della Croce ne rifietteva le ricchezze e i limiti. Suprattutto è rimasto in ombra il rapporto tra esperienza mistica e celebrazioni sacramentali. Il pro­blema fu sollevato nella discussione da un intervento dei P. Vagaggini e da uno dei sottoscritto... Nel dibattito fu impossibile intendersi sui termini stessi dei problema ... » cfr. A. CARIDEO, Simbolismo e teologia. Tavola rotonda tra projessori..., en Rivista liturgica, 61 (1974), p. 719.

46 Es una lastima que no poseamos un estudio exhaustivo acerca de la expe­riencia sacramental y liturgica de San Juan de la Cruz. A través de su biograffa vemos la importancia que reviste para el Santo la oraci6n liturgica, la celebraci6n eucarlstica, el ano liturgico. Las paginas que el Santo ha dedicado a ritos y cere­monias en el libro 3 de la Subida, caps. 37 ss., no son de tipo antiliturgicos, coma tal vez se interpretan, sino una apasionada dejensa de los valores trascendentales de la liturgia contra todas las deformaciones sensibles y superficiales a que estaba

Page 17: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

MISTICA BAUTISMAL 481

Con su doctrina, que enriquece la tradici6n ec1esial, ofrece una aportaci6n valiosa a la espiritualidad de los Padres y a la misma experiencia sacramental de la Iglesia; en este caso concreto no s610 sefiala la objetividad de la experiencia mistica, fundada en el bautismo, recuerda también su fuerza dinamica y las exigen­cias mas radicales que de él se desprenden.

Ademas de esta visi6n nueva deI Santo, apenas vislumbrada quiza por este analisis primerizo, podemos condensar en dos con­c1usiones doctrinales la aportaci6n de San Juan de la Cruz en el tema que hemos analizado.

- La mistica de San Juan de la Cruz es una mistica bau­tismal. Tiene su raiz, su ejemplaridad y su realizaci6n plena por parte de Dios en el bautismo. La mistica cristiana no puede ser mas que una intensificaci6n de la gracia de uni6n con Cristo y una experiencia particular de ella, desde esa multiforme riqueza que se nos otorga gratuitamente en el bautismo: filiaci6n divina, uni6n con Cristo, don deI Espiritu, participaci6n de la natura­leza divina, desposorio, inhabitaci6n trinitaria ... 47.

- La aportaci6n doctrinal de San Juan de la Cruz al sacra­mentalismo de los padres y de la liturgia es muy importante. El Santo insiste en el dinamismo y ejemplaridad deI bautismo que abarca todo eI arco y todas las dimensiones de la vida cristiana 48.

Personaliza la experiencia sacramental en un proceso espiritual cuyas exigencias estan ya implicitas en el simbolismo y en la gracia deI bautismo, camo misterio primordial de la iniciaci6n cristiana. Sin esta sensibilidad, propia deI Santo, que tiene ideas claras acerca de la antropologia concreta deI cristiana y deI ne­cesario proceso de madurez, guiado par el dinamismo deI Espi­ritu y las virtudes teologales, la exaltaci6n de la gracia bautismal

sujeta en su tiempo, y 10 esta también ahora la celebraci6n de los misterios. Cfr. F. RUIZ SALVADOR, Introducci6n a San Juan de la Cruz, Madrid 1968, pp. 150-153; cfr. también A. TABERA, Contemplaci6n y liturgia, en Contemplaci6n, Madrid 1973, pp. 442-344.

47 Hemos de agradecer a A. STOLZ el haber requerido una visi6n de la mistica cristiana mas enraizada en las fuentes de la Biblia y de la Liturgia. Lo que él afirmaba es simplemente 10 que se encuentra en la mistica de San Juan de la Cruz: «La comuni6n con Cristo es el fundamento ultimo de la mistica cristiana. Sin ella no es posible la uni6n con Dios en el estado actual de la humanidad que necesita y anhela la redenci6n. Debemos tener en cuenta este hecho siempre que se pregunte por la mistica verdadera, que es siempre una mistica en Cristo»: Teologia de la Mistica, Madrid 1952, p. 57.

48 La purificaci6n, el dinamismo teologal, las cimas de experiencia cristol6gica y trinitaria tienen esta raiz y este modelo, como hemos tratado de interpretar en estas paginas.

Page 18: Mistica bautismal - Revista de Espiritualidad

482 JESUS CASTELLANO CERVERA

corre el riesgo de reducirse a romanticismo, y su experiencia pue­de quedar bloqueada en una infidelidad a la misma gracia bau­tismal.

Los convertidos tienen conciencia de todo esto cuando son lûcidos y realistas coma Juan de la Cruz. Saben que toda una vida no basta para ser conscientes y vivir plenamente la gracia bautismal. S610 la muerte, el momento en que se rompe la tela deI dulce encuentro, el ultimo proceso de un morir para vivir, la muerte de amor, podra revelamos plenamente el misterio deI desposorio deI bautismo. S610 el cielo es el lugar de la plena celebraci6n de las bodas de Cristo con su Iglesia 49. Un te610go ortodoxo, convertido deI ateismo a la Iglesia oriental, 10 ha dicho con estas palabras: "He recibido el bautismo en la Iglesia orto­doxa. Tenia entonces treinta anos. Era para mi una opci6n lûcida y grave. A la vez, un riesgo y una evidencia plena. Una opci6n consciente, si queremos, ya que tendremos necesidad todavia de toda una vida y de toda una muerte para ser conscientes de la gracia bautismal, para morir y renacer en Cristo" 50.

49 Cfr. las l1ltimas estrofas dei Cdntieo Espiritual, 37-40: «Todas estas perfee­ciones y disposiciones antepone la esposa a su Amado, el Hijo de Dios, con deseo de ser por El trasladada dei matrimonio espiritual a que Dios la ha querido llegar en esta iglesia militante al glorioso matrimonio de la triunjantel> .. _ (Cdntieo Espiri­tuai, estrofa 40,7).

50 O. CLEMENT, L'autre soleil. Autobiographie spirituelle, Paris 1975, p. 171.