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2 Periódico quincenal Nº 120 - 121 · Enero de 2016

Los incentivos y sus múltiples formas

Se atribuye a Rockefeller el dicho de que hay dos tipos de empresas petroleras rentables: una es la buena empresa y la otra es la mala. Aquí en Bolivia es fácil ver cómo es que las del segundo tipo pueden ser rentables.

Los incentivos a las transnacionales petroleras no son nada nuevo, han estado presentes desde el inicio de nuestra historia hidrocarburífera y pueden tomar diferentes formas, desde las más directas hasta las más encubiertas, pero en general se caracterizan porque se aprovecha de recursos del país a favor de las transnacionales.

"¿Incentivos o nacionalización?"

Como ejemplos más recientes los encontramos en el corazón mismo de la llamada nacionalización del 2006. Esto lo podemos ilustrar con el siguiente ejemplo. Todos sabemos la diferencia entre el establo y el ganado. Imagínense que alguien compra un establo y cuando va a tomar posesión de su nueva propiedad se encuentra con el ganado pero el vendedor le dice que el ganado va, de yapa, incluido en la compra.

Eso en la vida real sería una locura. Bueno, esa locura se cometió en los 90 cuando se privatizó YPFB bajo el nombre de capitalización. Sus instalaciones se valuaron en algo más de 800 millones de dólares. Entonces para “capitalizarla” las transnacionales pusieron esa suma y así se quedaron con YPFB, (el corral), pero también con las reservas o yacimientos que eran como el ganado de nuestro ejemplo y eso les salió gratis.

Luego vino la llamada nacionalización del 2006. ¿Qué fue lo que se recuperó a nombre de nacionalización? Lo que se recuperó fue el corral, o sea las instalaciones; pero las reservas, lo que quedaba de reservas, (el ganado), siguió en manos de

las transnacionales; y de lo que ilegalmente habían extraído no se habló más. Todo esto lo dejó en claro Enrique Mariaca.

Recuperamos el corral, pero no el ganado y si entráramos en detalles la realidad es peor que eso, por ejemplo, el ganado que carnearon gratis no fue reemplazado. Posteriormente se hicieron las auditorias dirigidas por Mariaca que debían tomarse en cuenta para firmar los nuevos contratos con las transnacionales pero como ya es bien sabido, no se utilizaron para nada. Recordarán que alguna gente temía que medidas tales como el cobro del IDH, iban a espantar a las transnacionales, que se iban a ir del país, pero no se fue nadie porque lo relatado hasta aquí, eso sí que fue un incentivo, y ahí no acaba.

Luego vino el contrato de venta de gas a la Argentina para exportar básicamente el gas de Repsol de Bolivia para Repsol de la Argentina. Para eso Kirchner en la Argentina formó una empresa, ENARSA, que al comienzo los argentinos creían que iba a ser una especie de refundación de la empresa estatal que había sido privatizada (con la participación de Kirchner) y que estaba en manos de Repsol pero no fue otra cosa que una especie de mandadera de las transnacionales y hoy está con una pata en la tumba, con su historia a punto de concluir plagada de corrupción y casi cero producción.

En Bolivia todo esto se nos presentó como nacionalización y lo que hace a Argentina como integración, pero en realidad se trataba de “incentivos”, o sea, no solo que nos olvidamos de nuestro ganadito para no enemistarnos con el ladrón sino que además les conseguimos mercado a cambio de una regalía por la venta de lo que era nuestro.

Los incentivos actuales y sus antecedentes

Bien, hoy estamos ante un nuevo proyecto de ley de incentivos, pero veamos primero los antecedentes. Este proyecto se vino discutiendo

desde hace algún tiempo, después del gasolinazo, y llegó a ser aprobado un plan entre el gobierno y todos los municipios del país, el año 20131. En pocas palabras consistía de la otorgación a las transnacionales de 3 a 5 años de gracia en el pago del IDH y para ello se introducía una división de los campos de hidrocarburos en nuevos y existentes. Los beneficiados iban a ser los nuevos para estimular la exploración.

Esto nos ponía ante tres problemas: el de los años de gracia, el del IDH y el de los campos. Vamos por lo último. Lo de los campos ya es conocido porque lo aplicó “Goni” Sánchez de Lozada. En ese entonces teníamos un régimen en que las transnacionales ya pagaban el 50%. Lo que hizo Goni es bajar al 18% para los campos nuevos. El resultado es que los campos existentes o viejos se secaron y sólo quedamos con campos nuevos, de modo que a título de “incentivo” nos encajaron una reforma del sistema de impuestos y regalías.

A esa misma estrategia decidió recurrir el actual gobierno para incentivar a las transnacionales con la diferencia de que sólo se hablaba de años de gracia, es decir que después de la gracia tendrían que ponerse al día con sus impuestos. La pregunta es ¿cómo iba a hacer el gobierno para que paguen lo adeudado? Al respecto el proyecto dejaba el asunto a arreglos posteriores, o sea que no teníamos ninguna garantía de que esos arreglos no iban a introducir nuevas reformas o acuerdos o incentivos para evitar el pago de lo adeudado.

Nosotros advertimos del riesgo de que la gracia se convierta en otra cosa además amenazando al IDH (como veremos después, el proyecto de incentivos actual confirma nuestras sospechas), y de que la clasificación de campos nuevos y existentes sea una estrategia para establecer un nuevo régimen.

El gobierno del MAS en sus inicios aprobó un primer incentivo de 13 dólares por barril. Sumado esto al precio fijado para el barril en el mercado

Mientras más barato afuera, más caro aquí:

nuestro petróleo

Ponencia presentada en la XXII Cátedra Libre Marcelo Quiroga “Análisis del Proyecto de Ley de Incentivos Petroleros”, realizada el miércoles 18 de noviembre de 2015 en el Auditorio Salvador Romero de la Facultad de Ciencias Sociales de la UMSA.

Pablo Villegas N./Investigador del CEDIB

"Los incentivos a las transnacionales petroleras no son nada nuevo, han estado presentes desde el inicio de nuestra historia hidrocarburífera y pueden tomar diferentes formas, desde las más directas hasta las más

encubiertas", dice el investigador del CEDIB.

www.hora25.infoJusto Zapata Quiroz

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interno que es de 27 $us resultaba en 40 $us que el gobierno tenía que pagar por barril. A partir del 2012 el incentivo se incrementó a 30, por lo cual ahora el gobierno paga el barril a 57$us. Esto es que ya estamos pagando más que el precio del valor internacional que está alrededor de los 40-42 $us/bl.

Ahora el proyecto de ley plantea un nuevo incentivo entre 30-50 y/o 35-55 por barril. Podemos discutir si este incentivo se sumará al anterior o lo reemplazará, pero no lo vamos a hacer. Baste con comprender que no se va a imponer un nuevo incentivo a favor de las transnacionales para que sigan recibiendo lo mismo.

Lo importante es que el Vicepresidente ha declarado recientemente que a menor precio internacional mayor será el incentivo. Entonces supongamos que el precio llegue a 30 y con eso se pague 50 de incentivo. Sumado esto a 27 cada barril le costaría al país 77$us, de modo que con un barril de 30$us en el mercado internacional, en Bolivia estaríamos pagando más del doble. Esta simple aritmética pone al descubierto varios aspectos críticos de la política hidrocarburífera que sintetizamos a continuación.

Mientras más barato sea el barril, más pagaremos nosotros

1.- Si vamos a pagar por barril de petróleo producido en Bolivia el mismo precio del mercado internacional o más ¿qué sentido tiene producirlo en el país? ¿No sería mejor importarlo? Si lo hiciéramos nos evitaríamos los impactos medioambientales, los gastos de construir infraestructura para las transnacionales y los destinados a brindarles los servicios correspondientes de estado, con la burocracia y la corrupción que eso trae, y los costos de la inestabilidad política debidos a problemas como el de Takovo Mora, o peor como el de octubre 2003 con una cantidad de muertos y heridos que hasta ahora no logran que este gobierno, que llegó al poder gracias a ellos, les dé una atención medianamente digna.

2.- Pero el caso es que no tenemos por qué importar ya que tenemos hidrocarburos en nuestro propio suelo. La soberanía energética es interés estratégico de cualquier país, sobre todo de los que tienen hidrocarburos en su suelo como el nuestro. Siendo así no hay razón para entregar la plata de los incentivos a las transnacionales en vez de dársela a una empresa estatal.

3.- Ya que en Bolivia pagar por barril el mismo precio del mercado exterior es un absurdo, es mucho peor lo que propone el actual gobierno que mientras más bajo esté el precio internacional nosotros paguemos más porque así resulta por ejemplo que Chile que no tiene hidrocarburos se beneficia más mientras más caen los precios internacionales y nosotros que sí tenemos vamos a pagar cada vez más que Chile. Esto nos muestra que estos incentivos son económicamente irracionales y estratégicamente contrarios al interés nacional y con eso está claro qué intereses representa el gobierno.

4.- Finalmente, ya que las transnacionales han demostrado que no van a producir sin incentivos, no se justifica que continúen en posesión de los campos. Con esto tendría que terminar mi exposición y tendríamos que pasar a la recuperación de los campos.

Los incentivos y la identidad del gobierno con las transnacionales

Pese a lo que hemos visto el gobierno no recupera los campos por la simple razón de que los llamados contratos de servicios no son tales. Si lo fueran, -puesto que las transnacionales decidieran no

prestarnos el servicio-, no habría más que poner fin al contrato y que se vayan. Pero esto es difícil para el gobierno, porque fue el mismo quien les dio a las transnacionales concesiones por 30 años, y como ya hemos expuesto en otra parte, los contratos –entre otras barbaridades- no les obligan a explorar2.

Miren ustedes qué bonita nacionalización. Les dieron a las transnacionales concesiones por 30 años con pozos petroleros en declinación. Las transnacionales no invirtieron para hallar nuevas reservas, solamente explotaron los pozos hasta vaciarlos y cuando eso ha ocurrido diez años después, todavía pueden quedarse 20 años más en posesión de los campos y no las podemos sacar porque los contratos no les obligan a explorar. En estas condiciones a este gobierno que es tan “anticapitalista” y “tan macho” no le queda otra que ganarse el corazón del príncipe capitalista que es dueño de las transnacionales pagándole por su petróleo un precio superior al del mercado internacional.

Por lo menos podía haberse destinado el dinero de los incentivos al desarrollo de una empresa estatal productiva que produzca su propio petróleo para tener alguna capacidad de contrabalancear la gran influencia de las transnacionales y así lograr cierto grado de soberanía en nuestra política hidrocarburífera. Pudieron hacerlo pero prefirieron hacer de las empresas del estado sólo una fuente de empleos para su militancia y una agencia de contratos con el sector privado.

Todo esto muestra una evidente identidad de intereses entre gobierno y transnacionales: ellas hacen su ganancia y al gobierno le dejan regalías para que se mantenga en el poder. Los incentivos dejan en claro que la política actual representa los intereses de las transnacionales, sobre todo si consideramos que este proyecto de ley surge después del gasolinazo. Como el pueblo obligó a retirar aquella medida, el gobierno sacó estos incentivos para dar a las transnacionales los beneficios que no pudo por medio de aquella medida.

Volviendo a Rockefeller, aquí tenemos malas empresas que no producen, no exploran, no nos dan autoabastecimiento, pero son rentables gracias a los incentivos que les pagan el barril más caro que en el mercado internacional.

¿Llegará el príncipe capitalista?

El objetivo del gobierno es básicamente que las transnacionales busquen nuevos yacimientos y de ahí que incrementen la producción estimuladas por el alto precio que van a obtener por barril de petróleo o su equivalente para el mercado nacional. El gobierno quiere que llegue al país mayor inversión extranjera, pero dadas las condiciones internacionales actuales ¿por qué creerá el gobierno que eso es posible?

Primero debemos ver que este tipo de política

fue un éxito en la Argentina, -hasta cierto punto-. Con los incentivos allá vigentes el gobierno llegó a pagar el barril a 77$us, lo cual estimuló a las empresas a explorar cosa que puede verse por la cantidad de perforaciones año tras año. Pero ¿puede ocurrir lo mismo en Bolivia? No, porque en Bolivia el mercado

interno no llega ni al 10% del argentino (2013: 770.000 b/d Argentina y 71.000 b/d Bolivia). El mismo gobierno se ha encargado de que así sea por mantener la economía orientada a exportarlo todo sin desarrollar la industria nacional. ¿Entonces para qué gran mercado van a producir las transnacionales en Bolivia?

Decimos que en Argentina la cosa fue bien hasta cierto punto porque finalmente al gobierno le salió tan caro el incentivo que tuvo que endeudarse para pagarlo y el precio de los combustibles subió hasta situarse entre los más caros del mundo, lo que quiere decir que era la gente común la que estaba pagando el incentivo.

Finalmente, dada la difícil situación actual en el mercado internacional de los hidrocarburos, ¿cuál puede ser el interés

de las transnacionales para venir a Bolivia? Hace poco dos gigantes, Brasil y México realizaron la subasta internacional de campos y les fue mal por la falta de interés de las empresas. Entonces si vienen a Bolivia, podría ser sólo por el interés de acaparar concesiones y en el mejor de los casos evaluar sus reservas para hacer subir sus acciones en la bolsa pero difícilmente para financiar los sueños económicos del gobierno.

Además hay otro factor que conviene recordar. Al neoliberalismo le fue bien en los años 90 para atraer capital al sector de hidrocarburos porque las transnacionales vinieron a hacerse cargo de yacimientos que ya habían sido descubiertos, sólo tenían que extraer sin que les hubiera costado un centavo explorar. Ahora la situación es diferente, desesperadamente diferente, porque lo que se quiere es que vengan a descubrir los yacimientos. En el caso anterior los precios tenían buenas perspectivas pero ahora hay tanto petróleo y gas en el mundo que ya los barcos petroleros se están quedando en el mar sin tener donde dejar su carga, o sea, la perspectiva de los precios es muy mala. La política oficial sufre de una grave debilidad estratégica porque depende enteramente de las trasnacionales y carece de un plan propio.

Así pues, vemos que los planes del gobierno no tienen un fundamento económico, que se basan solamente en una esperanza, la eterna esperanza de la oligarquía boliviana, de que venga un socio capitalista del extranjero a despertarla con un beso.

Los beneficios: guante de seda en mano de hierro

Como sabemos el gobierno piensa pagar el incentivo con recursos que incluyen los que aportarán los llamados gobiernos subnacionales (gobernaciones y municipios) además de otras instituciones siendo todos obligados por ley, fondos que serán arrancados del IDH. Para justificarlo, el gobierno ha puesto mucho énfasis en presentar cifras, lo que naturalmente busca dar la impresión de que cuenta con estudios económicos serios, pero cuando el Ministro de Hidrocarburos declara “que el proyecto de ley incorpora todos los riesgos que supone el negocio”, y que “por tanto, aún en el peor escenario no hay posibilidad de un resultado negativo.”3, nos da justamente el argumento que despertaría sospechas en cualquier socio potencial y lo espantaría; esto especialmente en la actual situación internacional que hace imposible afirmar que no existe ningún riesgo

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en el negocio de los hidrocarburos. Y si tomamos en cuenta los antecedentes del proponente del negocio en el manejo de la economía y de la información, la desconfianza crece mucho más.

Aparte de este riesgo cero, los inversores subnacionales y demás “El 2016 recuperarán un 60 por ciento (…); el 2017, que se empieza ya a tener utilidades, recuperarán el 100% de sus aportes más un 30 a 40% de utilidades”4, dice el presidente de la Comisión de Economía Plural del parlamento, Henry Cabrera. Siendo así no se entiende por qué el gobierno quiere obligarles a invertir por ley, ni por qué los inversionistas extranjeros no están haciendo cola con su dinerito sabiendo que por cada millón de dólares a los dos años recuperarían su millón más 400 mil dólares de ganancia sin mover un dedo; y todo esto antes de que comience el negocio porque el mismo proyecto de ley prevé que las primeras perforaciones comenzarán el 2019.

Para dorarnos más la píldora el gobierno ha venido con gran propaganda hablando del proyecto Bolivia Corazón Energético de Sud América5. Cuando se firmó el contrato de venta de gas a la Argentina, el presidente vestido de indígena Uru declaraba que con eso Bolivia ya era el eje energético de Sudamérica.Bueno ahora se trata de exportar energía eléctrica. ¿Pero cuán serio es todo esto? Veamos un simple dato. Basándonos en cifras de la CEPAL, resulta que la capacidad actual de Bolivia en energía eléctrica es igual al 0,77% del total de la región. Por tanto, para ser corazón energético esa cifra tendría que subir a una proporción que no nos haga reír. Y para colmo lo que nos prometen (4.200 Mw)6 es menos de lo previsto el 2011 (6.903 MW)7 y parece que como prometen tanto no se dieron cuenta de la diferencia. Por su parte, aportando a este folclore de cifras, el presidente de ENDE dijo que el año 2025 Bolivia tendrá una oferta de 10.000 MW8.

En la misma bolsa metieron el proyecto de energía nuclear, que primero era un reactor funcionando con mercurio en vez de uranio, luego lo volvieron un proyecto de salud manejado por el Ministerio de Hidrocarburos, no por el de Salud, negando que iban a instalar un reactor pero después se fueron a la Argentina a negociar la compra de un reactor, etc… Recordemos que el gobierno declaró que la energía nuclear era un patrimonio de la humanidad, con lo cual cambió a la madre tierra por la madre atómica. En esta bolsa también está, entre otras, el plan de que cada departamento tenga su especialidad9. Ahí está el proyecto de energía solar en Pando que cuando esté terminado tendrá una capacidad de 5Mw. Para fines de comparación, Chile tiene, entre energía eólica y solar, una capacidad cercana a los 200 Mw y qué diremos de Inglaterra, este país nublado, que tiene 6.500 Mw. Irán por su parte recientemente otorgó una licencia a empresas alemanas para la instalación de energía solar por una capacidad de 1.260 Mw10, cifra que se acerca al total de la producción eléctrica de Bolivia, de alrededor de 1.400Mw. En fin, este entusiasmo por convencernos de lo lindo que puede ser el mundo se parece mucho a otros proyectos como el del Plan de Todos, el 1+1=2 de la capitalización o el de la exportación del gas por Chile y para no retroceder tanto en el tiempo, se parece mucho a la promesa de la industrialización de este mismo gobierno.

¿Qué es lo que quedará si lo que nos prometen no se cumple?

Bien, ahora a riesgo de que nos amenacen con echarnos del país, vamos a suponer por un momento que el negocio no funcione. ¿Qué pasará?

Volvamos al comienzo. Habíamos dicho que inicialmente el gobierno quería dar a las transnacionales algunos años de gracia en el pago

del IDH e introducir nuevamente la división gonista de campos nuevos y existentes. Dijimos que esto amenazaba la existencia del IDH y la introducción de un nuevo sistema impositivo como ya había ocurrido antes. El proyecto de ley actual confirma nuestras sospechas al reemplazar el proyecto de los años de gracia al cabo de los cuales las transnacionales quedaban endeudadas con nosotros, por el pago de un incentivo por el cual somos nosotros que quedamos endeudados con ellas y que es un zarpazo al IDH.

Por otra parte la división entre campos nuevos y existentes se mantiene pero además se incluyó la división entre zona tradicional y no tradicional que no es lo que conocemos sino que serán definidas posteriormente. Por experiencia sabemos que el objetivo de estas divisiones es introducir reformas profundas, sea al sistema impositivo, al de contratos, al régimen de la propiedad nacional sobre los hidrocarburos.

Esto se confirma por la otorgación al Ministerio de Hidrocarburos de la potestad de decidir por resolución suprema las modalidades de los contratos, arrebatando esta atribución al parlamento y eliminando todo lo dispuesto por la Constitución y las leyes. Nosotros habíamos venido advirtiendo de esta intención desde hace algunos años. Y en general se trata del traspaso de atribuciones del congreso al poder ejecutivo que también denunciamos cuando se estaba discutiendo el proyecto de ley de minería el año pasado.

En una versión anterior del proyecto se decía que los incentivos iban también a beneficiar a la empresa estatal YPFB, pero esto se ha eliminado con el disimulo de su postergación para norma específica posterior.

Finalmente entre las consecuencias tenemos que quedará una mayor porción del territorio nacional en manos de las transnacionales.

En síntesis, funcione o no el negocio quedarán afectados y amenazados con reformas posteriores el IDH, el régimen de propiedad nacional sobre los hidrocarburos, la empresa estatal, el régimen democrático de separación de poderes y la soberanía nacional en varios aspectos mencionados antes.

Notas

1. FAM acepta propuesta de YPFB sobre diferimiento del IDH y Regalías. AN-YPFB, 9/9/2013.2. Pablo Villegas N.: La industrialización del gas y la refundación de YPFB en 5 meses. Petropress Nº 24, 2011.http://www.cedib.org/wp-content/uploads/2012/03/La-industrializacion-del-gas-y-la-refundacion-de-YPFB-en-5-meses-hidrocarburos.pdf3. Los Tiempos - 14/11/2015.4. 13-11-2015 Diputados aprueba en grande Ley de Incentivos La Razón.5. Acuerdo estratégico con Argentina convierte a Bolivia en el eje energético de Sudamérica. 19-10-2006. http://boliviateamo.blogspot.com/2006/10/acuerdo-estratgico-con-argentina.html6. Bolivia enfrenta baja de precios con diversificación de mercados, valor agregado, inversión y energía. Agencia Boliviana de Información "ABI“, 19/8/2015.7. 4º Congreso Bolivia Gas y Energía. Santa Cruz, del 24 al 25 de agosto, 2011.8. Hasta 2025, Ende prevé generar 10.000 MW de energía. El Diario, 30-8-2015.9. Gobierno da luz verde a la construcción del proyecto hidroeléctrico Miguillas en La Paz. ABI, 2-10-2014.10. Official: German Companies to Set Up Solar Power Plants in Iran's Kerman Province. 02/12/2015. http://en.farsnews.com/newstext.aspx?nn=13940911000514

Buenas noches a los compañeros panelistas. Antes de empezar, quiero agradecer la oportunidad que se me da de participar en la XXII Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz, así como la oportunidad de volver a las aulas de la Universidad Mayor de San Andrés que me cobijaron hace muchos años.

Comencemos. De acuerdo con la Ley de Hidrocarburos 3058, toda producción de hidrocarburos en el país, no importando si es Petróleo o Gas Natural y Condensado, debe ser cuantificada en la Boca de Pozo y en el Punto de Fiscalización; una vez medida la producción, la Ley establece que el 50% del valor la misma pase a manos del Estado por concepto de pago de Regalías y Participaciones (18%) y pago del Impuesto Directo a los Hidrocarburos – IDH (32%), dejando el restante 50% en manos de las petroleras.

El Proyecto de Ley de Promoción para la Inversión en Exploración y Explotación Hidrocarburífera propone modificar esa distribución restándole el 12% al IDH, con el fin de crear el Fondo de Promoción a la Inversión en Exploración y Explotación Hidrocarburífera; Fondo que entregará esos recursos a las empresas petroleras en forma de incentivos a la producción de Petróleo y Condensado.

En síntesis, el Proyecto de Ley, modificará el parámetro de distribución de 50% para el Estado y 50% para las empresas, para dejarlo en 46,16% para el Estado y 53, 84% para las petroleras.

Lo cierto es que las petroleras ya reciben un incentivo de 30 dólares por barril de petróleo producido; éste fue creado por medio del Decreto Supremo 1202 en abril de 2012. Sin embargo, el Proyecto de Ley pretende mejorar y afianzar esos incentivos, por un lado, creando un rango de incentivos que van desde los 30 dólares como mínimo hasta 55 dólares como máximo, dependiendo si el área de producción es tradicional o no, y también dependiendo del precio internacional del petróleo. Por otro lado, se fijan los incentivos por periodos de hasta 25 años. Por último, al elevar los incentivos a rango de ley se otorga seguridad jurídica a las empresas en detrimento de las potestades de YPFB y del mismo Estado.

¿Cuáles son los argumentos del gobierno?

Cuando Carlos Villegas, ex Presidente de YPFB, instituyó los incentivos de 30 dólares a las empresas el año 2012, argumentó que el petróleo estaba muy caro, en ese entonces bordeando los 100 dólares por barril, por ende, los costos de producción también aumentaron, tanto que las petroleras no estaban ganado nada. Por eso decía, estamos creando el incentivo de 30 dólares.

Gustavo Rodríguez/Investigador

"Otra razón que permite sostener que los incentivos a las petroleras no funcionaran

es que los datos de largo plazo enseñan que son las operaciones de la empresa

estatal, es decir YPFB, la que más campos productores de

petróleo y gas ha descubierto en el país, no así las empresas

transnacionales", dice Gustavo Rodriguez.

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5Periódico quincenal Nº 120 - 121 · Enero de 2016

¿Incentivos a petroleras o sumisión a petroleras?

Ponencia presentada en la XXII Cátedra Libre Marcelo Quiroga “Análisis del Proyecto de Ley de Incentivos Petroleros”, realizada el miércoles 18 de noviembre de 2015 en el Auditorio Salvador Romero de la Facultad de Ciencias Sociales de la UMSA.

Hoy día, cuando el precio del petróleo está alrededor de los 40 dólares, se dice que hay muchos proyectos en marcha donde las petroleras han invertido, inversiones que están en riesgo porque los precios internacionales de los hidrocarburos han caído, por lo que si no se les da incentivos, dichos proyectos se van a detener.

Es una ironía de la historia, pero con esos razonamientos estos funcionarios de YPFB están más a la derecha que los neoliberales de antaño, para quienes el mercado debería definir las ganancias de las empresas petroleras. Si los costos de éstas eran más elevados de los marcados por el mercado, deberían mejorar su eficiencia o dejar de producir, en cambio hoy, si las ganancias de las petroleras no son suficientes, el gobierno debe ayudarles otorgándoles incentivos.

Conviene aquí referirme al título de mi ponencia: ¿Realmente, se está incentivando la producción de petróleo o, por el contrario, se responde a los intereses de las empresas?

Con la información que he presentado hasta aquí, no me cabe duda que se está beneficiando a las empresas petroleras en detrimento de los intereses nacionales. ¿Por qué está pasando esto?

Efectos de una nacionalización tímida e incompleta

La raíz del problema y de la forma en que actúa el gobierno, en mi criterio, está en que el pueblo y el Estado bolivianos no son propietarios efectivos de los hidrocarburos. Me explico:

Cuando un país es propietario de los hidrocarburos explota los mismos por medio de empresas estatales creadas para tal fin o por medio de empresas privadas, en ambos casos, si realmente es propietario, entre muchas condiciones impone a las empresas dos condiciones que son insoslayables: la obligación de trabajar y la obligación de participar de lo producido.

¿Qué calidad/cantidad de trabajo y qué proporción de participación? Aquí es donde se efectiviza el ejercicio propietario, por ejemplo:

Qué sentido tendría si el propietario apropia para sí el 90% de lo producido pero no impone la obligación de trabajar; es evidente que si las empresas no están obligadas a trabajar, no van a producir nada, y el 90% de nada es nada. Por otro lado, qué sentido tendría si el propietario impone la obligación de trabajar, pero apropia para sí sólo el 10% de todo lo producido, de esta forma tampoco se está siendo un propietario efectivo.

Esto último es algo parecido a lo que hizo el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, que mantuvo la obligación de perforar un pozo por parcela pero redujo la apropiación de lo producido al 18%. La situación se agravó cuando en el gobierno de Jorge

Quiroga se anuló la obligación de perforar un pozo por parcela, con lo que las petroleras eran las que decidían sus ritmos de trabajo y si exploraban o no. En fin decidían todo lo referente a los hidrocarburos, dejando al Estado sólo con las tareas de regulación y supervisión, y como un propietario declarativo, es decir, sin potestad para definir e incidir en los procesos productivos.

Ni la Ley 3058, ni el Decreto de Nacionalización, ni la migración de contratos han impuesto la obligación de trabajar a las petroleras. De hecho, en ninguno de los contratos de operación firmados por el gobierno del MAS con las empresas petroleras existe la obligación de trabajar. Al parecer influyó de sobremanera la visión de Andrés Soliz Rada para quien la nacionalización significaba que las petroleras entreguen todo lo producido a YPFB, y el Estado dirija, controle, supervise, etc., pero, no imponga la obligación de trabajar.

Para dejarlo claro, sin obligación de trabajar por parte de las petroleras (por ejemplo, obligarlas a perforar un pozo por parcela) no hay nacionalización efectiva. Es cierto, que el actual gobierno obligó a que el Estado participará del 50% de los hidrocarburos producidos en el país, también es cierto que se ha recuperado la propiedad de YPFB Chaco y el 51% de la propiedad de YPFB Andina, pero no se ha impuesto la obligación de trabajar ni a las estatales ni a las empresas operadoras, es decir se ha dejado incompleta la nacionalización.

En ese marco, perdón que reitere este asunto, sin la obligación de trabajar las petroleras no explorarán más, ni tampoco descubrirán nuevos reservorios y campos de petróleo. Así obligarán al país a depender cada vez más de su voluntad o no para realizar operaciones de exploración, y presionarán con mayor fuerza para obtener más ventajas y canonjías del gobierno.

Los incentivos son inútiles

A esta altura del análisis conviene preguntarse entonces ¿los incentivos van a dar resultado?

Qué mejor que revisar la experiencia de los

incentivos creados el 2012. Veamos, el Gráfico Nº 1 enseña la evolución de la producción de petróleo en el país desde el año 2006 a septiembre de 2015. En el mismo puede observarse que los incentivos que se han creado el año 2012, a lo sumo han logrado amainar la abrupta caída de la producción pero no la han detenido completamente, ni mucho menos han ocasionado que la misma aumente, como sostenía el Decreto Supremo 1202 y decía la publicidad gubernamental.

En efecto, el momento en que se creó el incentivo de 30 dólares la producción de petróleo en el país bordeaba los 4.500 barriles diarios; a septiembre de 2015, según la información

disponible del sector, esa producción diaria oscila los 3.500 barriles. Es decir, a pesar de los incentivos la producción sigue disminuyendo.

Además de esta experiencia, la razón de fondo por la cual los incentivos no van a dar resultado es que sin la obligación de trabajar, la exploración de hidrocarburos en el país, especialmente de petróleo, es completamente inexistente. Por eso es importante que las petroleras, independientemente de la existencia de mercados y de los compromisos de exportación, perforen un pozo por parcela, así contribuirían al conocimiento geológico del país y al descubrimiento de nuevos reservorios de petróleo y gas, con lo que se eliminaría la necesidad de otorgarles incentivos.

Por último, otra razón que permite sostener que los incentivos a las petroleras no funcionaran es que los datos de largo plazo enseñan que son las operaciones de la empresa estatal, es decir YPFB, la que más campos productores de petróleo y gas ha descubierto en el país, no así las empresas transnacionales.

En ese marco los incentivos serían más efectivos si se dirigieran, por ejemplo, a YPFB Chaco que, actualmente, es 100% estatal y la que también mayores labores de exploración está realizando hoy.

A manera de conclusión

La única forma de solucionar el problema de la falta de exploración y la escasez de petróleo es obligar a las empresas petroleras a que perforen un pozo por parcela; en caso que las petroleras no quieran hacerlo, las áreas y campos que ahora tienen bajo su control deberían revertirse a favor de YPFB.

Una solución de fondo sería restituir el 6% de participación en la producción a favor de YPFB con el único objetivo de que lo emplee en exploración. Antiguamente YPFB recibía esos montos, que por error la Ley 3058 asignó al Tesoro General del estado. Es hora de enmendar dicho error, si no queremos depender de la voluntad de exploración de las transnacionales petroleras.

Foto: Gustavo Rodriguez Cáceres

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Ponencia presentada en la XXII Cátedra Libre Marcelo Quiroga “Análisis del Proyecto de Ley de Incentivos Petroleros”, realizada el miércoles 18 de noviembre de 2015 en el Auditorio Salvador Romero de la Facultad de Ciencias Sociales de la UMSA.

La problemática del gas y el petróleo en Bolivia y la caracterización del

gobierno del MAS

Federico Zelada Bilbao/Docente UMSA

Se establecen dos hipótesis que se intentará confirmar en el presente artículo: La primera se refiere a que los hidrocarburos, especialmente el gas, inciden significativamente en los aspectos económico, político y social en varios hechos relevantes de la historia de nuestro país y, por supuesto, de este último periodo histórico, y la segunda hipótesis, aún más atrevida que la anterior, está referida a que el gobierno del MAS en materia de hidrocarburos es representante de los intereses de las empresas extranjeras transnacionales y, en ese sentido, es continuador y profundizador de la política neoliberal iniciada por los anteriores gobiernos.

Primera hipótesis: La importancia de los hidrocarburos: precios del petróleo 1986-2015

Tomando en cuenta su aspecto económico y político, para el último periodo, si se toma en cuenta un registro de 30 años del precio del barril de petróleo, al cual está indexado el precio del gas boliviano, podemos observar que en los primeros 18 años el precio no tuvo significativas variaciones.

Tomando el registro desde enero de 1986 hasta el 2004 el precio del barril, si bien ha tenido fluctuaciones como sucede con todos los pedidos internacionales, se mantuvo alrededor de los 20 dólares durante todo este periodo y su pico más alto fue en 1991 donde superó los 40 dólares y el más bajo estuvo en 1999 con 16 dólares. Sin embargo, siguiendo la línea de pensamiento de Roberto Laserna (La trampa del rentismo. 2011), debido al súbito incremento de reservas totales de gas en nuestro país que pasará de 14 TCF en 1999 a 49 TCF en el 2000, dato últimamente desmentido y que tal incremento fue ficticio, a partir de ello se desarrollaron campañas electorales alrededor de este recurso natural y que, a diferencia de lo expresado por Laserna y más allá del incremento en el número de conflictos, en el 2003 se transformará en una rebelión social que pugnará por el poder, fenómeno cualitativo que pondrá en tela de juicio todo el régimen establecido y aunque dicho proceso no logrará consumarse, este conflicto social marcará la agenda de un desarrollo político diferente y que luego de la guerra del gas, ese poder será restaurado gracias a los precios que empiezan a repuntar desde el 2005.

En este nuevo periodo de expansión económica mundial, sobre todo por el nuevo motor que se asienta en la China y el pernicioso pero creciente dominio monopólico del petróleo por parte de Estados Unidos, los precios del barril de petróleo se incrementan de forma sostenida y rápidamente sobrepasan los 40 dólares el 2006, se instalan por encima de los 60 dólares el 2007, sufren una pequeña caída a 50 dólares y desde el 2007 a 2008 los precios llegan a una cifra

histórica encima de los 145 dólares. Al año siguiente se produce una caída casi vertical llegando a los 30 dólares el barril de petróleo pero su recuperación será inmediata. Es así que el 2011 los precios estarán alrededor de los 80 dólares para luego estabilizarse en los años siguientes 2012, 2013 y 2014 alrededor de los 110 y 112 dólares por barril de petróleo.

Luego de esta expansión y auge denominado “megaciclo” del precio de las materias primas, se inicia una caída muy leve, pero que al final del periodo será brusca llegando a 45 dólares, e incluso a romper su propio piso al final del año con 36 dólares el barril de petróleo. Esta caída, a diferencia del 2009 que tuvo pronta recuperación, tiene perspectivas de largo plazo y varios analistas consideran que el precio todavía podría seguir cayendo y que el período de crisis del precio de las materias primas puede durar alrededor de tres años.

El cuadro descrito de los precios repercuten y marcan por supuesto la perspectiva económica de nuestro país, en el caso específico en la determinación del precio del gas. Si bien la fórmula puede tener algo de complicaciones técnicas, se puede establecer que el precio de millar de Btu (medida técnica energética-calórica) del gas está ligada básicamente a tres tipos de fuells oils, lo que implica que el precio del gas, se equipara a la conducta que sigue el precio del barril de petróleo.

Tomando en cuenta el precio del millar de Btu el 2005 era alrededor de dos dólares vendidos a Brasil, para el 2008 el pico más alto del precio del gas en el primer periodo vendido a la Argentina fue de 10.4 dólares y al Brasil de 7.9 casi ocho dólares. Sin embargo, el año siguiente en el segundo trimestre el precio caerá a 4.6 dólares, a menos de la mitad del precio registrado en la víspera. Como en el caso del petróleo la recuperación será también inmediata y alrededor del año 2011 habremos logrado los mejores precios de nuestra principal materia prima que se sostendrán con leve tendencia a la baja a lo largo de los años 2012 2013 y el tercer trimestre del 2014. En este periodo el precio estará en la franja entre los 11 y 10 dólares en el caso de venta a la Argentina y de 9 hasta 8 dólares en el caso del Brasil, sin embargo el segundo trimestre del 2015 el precio, siguiendo la conducta del precio del barril de petróleo, caerá en el caso de Argentina a 6,1 dólares y en el caso de Brasil a 5.7. Estas cifras se han deteriorado aún más hacia el final del año 2015.

Por otro lado, si vemos el crecimiento porcentual del valor de las exportaciones de gas natural, este se va deteriorando desde mediados del 2012 llegando a cifras negativas o de decrecimiento el año 2014 y por supuesto continúa con cifras negativas este año. Esto relación porcentual sirve para establecer la importancia que tienen los hidrocarburos en cuanto al

valor total de nuestras exportaciones.

Los impuestos

También podemos comparar lo que aportan los hidrocarburos respecto a las otras actividades económicas en materia impositiva,

Si tomamos las recaudaciones que registra el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) el año 2014 tenemos que el IVA, uno de los impuestos más importantes que se cobran en el país (Bs. 10.033,4 millones), es menor que lo recaudado por el impuesto a las utilidades a las empresas (IUE), que ascendió a Bs. 12.283,9 millones. Sin embargo, cabe señalar que estos dos impuestos siempre están por debajo del impuesto directo a los hidrocarburos (IDH), el cual para el año 2014 alcanzó a Bs. 15.601,9 millones, pese a que su crecimiento para ese año fue de 0% respecto del 2013 y es seguro que tendrá un decrecimiento para este 2015.

Un último aspecto que también puede ser relevante en el camino de la constatación de la importancia de los hidrocarburos en nuestra economía es que dentro de las 100 empresas más importantes que aportan en nuestro país, sólo la empresa YPFB corporación y YPFB asociada, generan el 48,3% de los tributos, en tanto que el resto de las 94 empresas (la cervecería, Coca cola, las telefónicas, bancos, varias empresas mineras entre otras) sólo generan el 51,7%. (Ver cuadro)

Y si sumamos a todas las empresas transnacionales que operan en nuestro país, que están dentro de las 100 empresas más importantes, y que

sólo aportan el 11% de impuestos, vemos que el sector de hidrocarburos aporta el 59%.

Esto también se ve reflejado en la participación en el mercado interno por tipo de actividad económica donde el petróleo crudo y gas natural ocupa el primer lugar, seguido de la Industria manufacturera, luego se encuentra el comercio, transporte y comunicaciones, sobre todo de las empresas telefónicas celulares, luego las entidades financieras y recién aparece la minería metálica y no metálica. Este es otro indicador que muestra que la actividad petrolera es muy importante en nuestro país.

Finalmente si comparamos los impuestos

Impuestos de las 100 empresas más importantes del país a Impuestos Nacionales

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7Periódico quincenal Nº 120 - 121 · Enero de 2016

El ex ministro de Hidrocarburos del gobierno de Carlos Mesa, Álvaro Ríos, fue contratado por el Movimiento sin miedo (MSM) para ver cuánto iban a durar las reservas de gas y llegó a la conclusión de que las reservas de gas durarían hasta el 2017. Fue un estudio realizado a finales del 2013.

Otros datos de la Fundación Milenio, que estaba ligada al MNR en el periodo neoliberal, establecen que el año 2017 se equilibrarán la oferta con la demanda.

En otras palabras, se están acabando las reservas de gas en Bolivia. A principios de este año el gobierno publicó datos oficiales en los que también se demuestra que las reservas están cayendo. Pero eso no es todo.

Ante la disminución de las reservas, en septiembre de 2013, el gobierno propuso que no se paguen regalías ni impuestos por el lapso de 3 a 5 años, en los campos que se vayan a descubrir para incentivar a la inversión extranjera en exploración (Fuente Página Siete del 10 de septiembre de 2013).

Es decir, el mensaje del gobierno y la Fundación Milenio es que las reservas se están acabando y de esta manera hay que incentivar a las petroleras para que empiecen a invertir en exploración.

Se vienen dando pasos concretos para beneficiar a las petroleras.

Cabe decir que en la universidad pública todos nuestros proyectos de inversión, equipamiento e investigación están en base al IDH.

Desaparición de las reservas

Antes de la capitalización de YPFB, las reservas estaban en sus niveles más bajos pero después de la capitalización (1994) se disparan las reservas probadas. Tómese en cuenta que son reservas certificadas.

Las reservas llegan a su máximo tope el año 2002 y después de la Guerra del Gas (octubre de 2003) comienzan a caer, como si los datos de las reservas fueran influidos por eventos políticos.

Es decir, en términos generales la certificación de 2004 daba cuenta que Bolivia posee 26.7 Trillones de Pies Cúbicos de gas natural (TCF, por su sigla en inglés). Después no se habla más de las reservas hasta el 2009 cuando caen en dos tercios.

En otras palabras, las reservas probadas certificadas por la De Golyer And MacNaughton son de 26.7 TCF, mientras que las reservas probadas

certificadas por la Ryder Scott son de 12 TCF. La diferencia es de 14.7 TCF, eso en dinero significan ¡150 mil millones de dólares!

Una explicación técnica insuficiente

He tratado de indagar a qué se debe esta caída abrupta de las reservas. Ustedes escuchan a los expertos que dicen que simplemente se trata de otra manera de calcular. Sin embargo, esto no explica tal magnitud de la disminución de reservas.

El experto del CEDLA Carlos Arze, en un seminario realizado en la ciudad de Camiri, nos explicó que las reservas de gas natural disminuyeron en más de 2/3, mientras que en petróleo y condensados la caída también es significativa.

Esto no se explica con la mayor exportación o consumo interno o simplemente otra forma de calcular las reservas probadas.

Reservas de gas natural en trillones de pies cúbicos

En base a los datos de Arze, si calculamos las reservas de gas y condensados en una medida energética veremos que la caída llega más o menos a un 65 por ciento.

Sobre la misma fuente, esta vez comparando los datos de las citadas certificadoras las reservas de hidrocarburos de 2004 y 2009, caen en todas las empresas. Por ejemplo, en Petrobras sus reservas caen en 66 por ciento, de TOTAL en 68%, de REPSOL en 63% y así sucesivamente. De una manera rara las

reservas probadas que teníamos por el 2003 a cargo de todas estas empresas se caen sistemáticamente.

¿Me pregunto por qué no nos hemos dado el trabajo de ver qué es lo que ha sucedido el 2005 con las reservas?

Por una parte se intenta justificar con el hecho que las empresas utilizaron una nueva manera de calcular las reservas, pero una nueva manera de calcular no puede implicar una reducción de semejante magnitud. ¡Estamos hablando de más 150 mil millones de dólares! Este hecho debería provocar peticiones de informe en el Legislativo, de gobernaciones, municipios, universidades y otras instituciones, pero pasó totalmente inadvertido y la intención de esta exposición es llamar la atención sobre qué pasó con las reservas.

Para intentar justificar esta opinión de las transnacionales una certificadora dio la siguiente explicación: “En efecto, con anterioridad, desde 1997, la certificadora hacia uso del “modelo petrofísico”,

pero desde el 2005 determinó aplicar un nuevo modelo petrofísico basado en “estudios regionales de campos devónicos en Bolivia y Argentina”, y uno de ellos que se denomina “Caracterización Petrofísica de Areniscas Devónicas Naturalmente Fracturadas del Sector Sub andino Boliviano”, elaborado por Juan Carlos Glorioso, del Departamento de Geología de Repsol–YPF, Madrid.

Para empezar Juan Carlos Glorioso es un empleado de REPSOL, empresa con fuertes intereses en Bolivia. Si esta explicación hubiera sido dada por un premio Nóbel tal vez podríamos haberla dejado pasar. Pero no, viene de un empleado de la Repsol.

Si ustedes recuerdan hubo una campaña millonaria para convencer a los bolivianos que teníamos reservas para 290 años. Eso nos decían el año 2000 para impulsar la exportación del gas a los mercados externos.

Hoy nos dicen que nuestras reservas no llegarán a los 10 años. Son cosas que no sé cómo podemos tolerar los bolivianos. Cómo podemos soportar que las empresas

transnacionales inflen y desinflen las reservas en función de sus intereses.

Aquí lo concreto es que nos han inflado las reservas desde el principio o nos las están desinflando desde ahora porque no tenemos el control operativo de los campos. YPFB no controla ningún campo, es una obligación nuestra afirmar que necesitamos un YPFB operativo que evite la discrecionalidad de las transnacionales con nuestros recursos naturales.

Ponencia presentada en la XXII Cátedra Libre Marcelo Quiroga “Análisis del Proyecto de Ley de Incentivos Petroleros”, realizada el miércoles 18 de noviembre de 2015 en el Auditorio Salvador Romero de la Facultad de Ciencias Sociales de la UMSA.

¿Qué pasó con lasreservas de gas?

Justo Zapata/Director DIPGIS/UMSA

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Ponencia presentada en la XXII Cátedra Libre Marcelo Quiroga “Análisis del Proyecto de Ley de Incentivos Petroleros”, realizada el miércoles 18 de noviembre de 2015 en el Auditorio Salvador Romero de la Facultad de Ciencias Sociales de la UMSA.

Lo primero que dije cuando venía hacia el evento era cómo hay tanta juventud que desea estar en las universidades privadas y no en la Universidad Mayor de San Andrés. Conozco mucha gente que se jacta de estar en otras universidades donde incluso tienen que pagar y estas universidades no tienen por ejemplo este tipo de auditorio de calidad como el Salvador Romero de la Facultad de Ciencias Sociales.

Es la primera vez que vengo a la Cátedra Marcelo Quiroga Santa Cruz y estoy gustoso de estar en este evento.

Quería empezar con una pregunta ¿quién va a ganar el 21 de febrero, va a ganar el sí o el no? Si gana el sí, o gana el no, si se va el Evo, o no se va el Evo, gane quien gane van a continuar en el país las transnacionales petroleras.

Por qué creen ustedes que por ejemplo en Cotel, cuando hay elecciones se presentan 16, 20 candidatos. ¿Por qué?, porque estar en Cotel es un buen negocio, es una de las empresas bolivianas que genera mayor dinero.

¿Por qué Bolivia económicamente apenas le gana a Haití? Con el gobierno de Evo Morales ahora le ganamos a Guatemala, es decir, estamos siempre entre los últimos en el mundo y América Latina.

Tenemos un crecimiento muy bajo en relación a lo que producimos. Somos un país “tercermundista” y de los “tercermundistas” los últimos. Entonces Bolivia es un país empobrecido realmente si uno lo compara con Chile o Brasil, nuestros vecinos. Pero ustedes dicen cómo es que en este pobre país las petroleras siguen invirtiendo, digo entre comillas: “invirtiendo”. ¿Por qué creen ustedes que las petroleras se quedan?, ¿por qué les cae el Evo? ¿Porque les gustan las salteñas?, no, “invierten” y se quedan en el país porque los hidrocarburos son un gran negocio.

¿A las petroleras les interesa que se quede el Evo? De pronto sí, y si se va el Evo, vendrá otro y las petroleras continuarán en Bolivia.

El tema es que los hidrocarburos históricamente han sido un gran negocio, por eso las petroleras no se van y si uno les puede pedir más impuestos aún se van a quedar. En esa dirección, no tiene sentido incentivarlas. ¿El incentivo de qué? Por el contrario, hay que exigirles más impuestos. Ganan miles de millones de dólares a costa de la pobreza del país.

Además a las transnacionales petroleras habría que preguntarles como el gas se hizo gas en tan poco tiempo como dijo el doctor Justo Zapata ¿Qué pasó con las reservas?

En medio de la debacle de los gobiernos populistas en América Latina nos preguntamos ¿qué

pasaría si Brasil o Argentina no nos compran gas, nuestro principal recurso de exportación? Va a ser muy difícil la continuidad de cualquier gobierno en medio de la crisis de precios de las materias primas en el mercado internacional.

Febrero fue la tarjeta amarilla a Sánchez de Lozada

Para que ocurra octubre de 2003 hubo mucho malestar de la gente con el conjunto del sistema político. Se dio el cerco a La Paz protagonizado por Felipe Quispe. La guerra del agua del año 2000 en Cochabamba y la Guerra del gas del año 2003. ¿Qué pasó en ese momento?, ¿por qué la gente salió a las calles? A la gente no le importaba nada, sólo que se vaya el gringo Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni). ¿Saben por qué?, porque había una bronca enorme, no solamente por el tema del gas. La gente decía “se va el Goni y si se va el Goni, se van todos”. Goni entró a Palacio de Gobierno casi por la fuerza. A la gente no le gustaba. Ganó por un poco margen y para ser gobierno tuvo que aliarse con Reyes Villa, con Paz Zamora. Evo Morales lo explicó y lo dijo bien: antes se repartían el poder y había una distribución de cuotas de poder y la gente se cansó de esta situación.

Gonzalo Sánchez de Lozada al inicio de su gobierno cometió un grave error y es un error de todos los líderes, de derecha e izquierda: no conocer a la gente que están liderando. Goni no conocía a la gente en Bolivia.

¿Qué pasa en febrero?, es la guerra contra el impuestazo del gobierno. Estos tipos del gobierno dicen: no tenemos plata, ¿de dónde vamos a sacar el dinero? Le pediremos a la gente. Aumentan los impuestos. Grave error que desató el conflicto en febrero de 2003.

Pregunto, ¿por qué no se animaron a pedirle a las petroleras? Para corroborar esto, años después aparece el tema del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) que ha sido el colchón financiero del país estos últimos 10 años. Aun así, pienso que con el IDH se les ha ajustado el cinturón a las petroleras, pero no se les ha puesto toda la presión. Y eso pasó con la “nacionalización” de Evo Morales, y por Dios, ¡no es nacionalización!, ha sido una mejor negociación que se ha tenido por parte del Estado, logrando que las petroleras den un poco más de dinero. ¡Grave

error!, porque estos últimos 10 años, no hemos industrializado el país y por los datos que reflejan la baja de los precios de las materias primas se les viene difícil para el gobierno del MAS. ¿Ustedes creen que un presidente como Evo Morales, tan recalcitrante, antiimperialista en el discurso va y le extiende la mano a los empresarios en los Estados Unidos porque no sabe que vienen tiempos difíciles? El gobierno sabe que la gente va a reaccionar a la crisis económica.

Eso ya sucedió en vísperas de Navidad el año 2010 cuando el gobierno del MAS lanzó el gasolinazo y la gente no se lo permitió. ¿Por qué? Trabajo con la gente 30 años, cuando le falta dinero en el bolsillo dice: “mira te quiero mucho, pero hasta aquí llegamos”. El tema de la economía es fundamental para la gente.

Vuelvo a febrero de 2003 y el impuestazo. Esa etapa histórica fue un momento significativo en mi vida. Nosotros estábamos en Erbol, ubicada en la calle Ballivián esquina Colón, a una cuadra de plaza Murillo y veíamos cómo se enfrentaban a tiros policías y militares. Trasmití para Erbol con lágrimas en los ojos el conflicto.

Dos horas después salí al aire con el entonces Ministro de Comunicación de Goni, Mauricio Antezana, y le llamé la atención por lo que sucedía. No era el periodista quien hablaba, era el ciudadano que había visto cómo se mataban entre hermanos en plaza Murillo.

En perspectiva, febrero fue la tarjeta amarilla del pueblo al gobierno de Sánchez de Lozada.

El gran gestor de 2003 fue la gente

En octubre de 2003, el enceguecimiento de Sánchez de Lozada hizo que se vaya del gobierno. Este proceso se inició en septiembre. Como periodista sentía mucha impotencia por lo que pasaba.

Meses antes decía: “no creo que gane el Goni, no creo que la gente sea tan tonta de votar por él”. Y ganó el Goni y ganó con la componenda. Recuerdo una persona, miembro del gobierno, me llamó un día a la radio y me dijo: “Usted es un sinvergüenza locutor. Cómo es posible que usted esté alentando a la gente contra el gobierno. Usted tiene que informar”. Yo le dije: es fácil esconderse tras el anonimato. Dio nombre y apellido y vino a la radio y me quiso hacer

Los medios de comunicación en octubre

de 2003

Andrés Rojas Luna/comunicador

"El gran gestor de octubre de 2003 fue la gente", sostiene el panelista.

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9Periódico quincenal Nº 120 - 121 · Enero de 2016

votar de Erbol. ¿Por qué?, porque yo hacía campaña para que el Goni no sea presidente, porque me parecía que iba a ser terrible su gestión de gobierno. Goni era un político que sólo pensaba en él, en su familia y no en el país. Pero así y todo ganó la presidencia.

Ese año en Erbol hacíamos debates. Invité muchas veces a esos espacios de la radio al doctor Justo Zapata, Mirko Orgáz, Álvaro García Linera, Andrés Solís Rada, Enrique Mariaca de CODEPANAL y otros expertos, donde se pedía la nacionalización de los hidrocarburos, se explicaba e informaba a la gente que teníamos mucha riqueza en el país para superar la pobreza.

Hasta que llegó octubre de 2003. Antes de octubre yo sentía que la gente, como ahora, no le importaba nada. Entonces de manera consecutiva hacíamos los debates en Erbol. Agradezco a mis compañeros de Erbol porque me dejaron absoluta libertad para informar. Recuerdo que venían también asesores del gobierno al programa donde afirmaban que si le cambiamos una coma a los contratos se iban a ir las petroleras del país y nos quedaríamos sin nada. Ese era el temor que se tenía. Sin embargo, muchas voces pidieron más impuestos a las petroleras. Se dijo: “cómo es posible que las petroleras paguen menos impuestos que la Coca-Cola”. Con el transcurrir del tiempo, la voz de la nacionalización se hizo cada vez más fuerte.

¿Y cómo vino octubre 2003? El gran gestor de 2003 fue la gente, pero hubo personas a las que no se les ha dado su lugar en la historia, no se los ha tratado bien. Una de estos personajes es Roberto de la Cruz. En septiembre de 2003 dijo: voy a marchar desde Caracollo a La Paz contra el gobierno. Dije está loco. Inició y terminó la marcha con una gran convocatoria. Luego apareció Felipe Quispe que fue fundamental con su huelga de hambre en la radio San Gabriel. Apareció Ruffo Calle conduciendo a los campesinos de las provincias de La Paz. Surgió Jaime Solares, secretario ejecutivo de

la COB. Cuatro personas que fueron importantes para octubre 2003.

Compromiso con la gente

Recuerdo que en octubre de 2003 estaba en Erbol por la mañana, pero también hacía “ATB noticias fin de semana”, como editor. Sábado al mediodía y noche, y domingo al mediodía y noche. Entonces nos llamaban, esto producto de Sánchez de Lozada y compañía, “periodistas incendiarios”.

El miércoles 15 de octubre, víspera de la renuncia de Goni, René Zeballos, director general de Erbol me llama para informarme que iba a darse una “cacería de brujas”. Fue la primera vez que temí por mi vida. Mi hijo era muy chico. No podía creer lo que estaba pasando, es más, había compañeros de trabajo que fueron a dormir a Erbol para proteger la radio. Ya se había dado un atentado contra una radio de Oruro.

El domingo 12, hicimos un programa especial en ATB. Como era el editor de noticias me llama el gerente del canal y me dice: “¿che hay gasolina o no hay gasolina?”. Le contesto: “no, no, sigue el

problema en Senkata, no pueden bajar los carros cisternas”.

Ese día se inició la partida de Gonzalo Sánchez de Lozada. Ese día, insisto la gente del gobierno se encegueció por el poder y empezaron a matar a la

gente en El Alto. Luego nos enteramos que el gobierno tenía disposiciones que posibilitaban indemnizar a las personas. Habían planificado todos los detalles. Ese domingo mataron más de 25 y ese domingo en la red de ATB salimos a las ocho de la noche porque detuvimos la programación habitual. Nunca me voy a olvidar que un miembro de la Cruz Roja dijo esa tarde de domingo: “cómo se van a callar ustedes. Se está matando a gente en El Alto”. A mí me impactaron muy fuerte esas palabras.

Inmediatamente en ATB hicimos un debate en el que invitamos a Waldo Albarracín de la Defensoría del Pueblo, Sacha Llorenti de la Asamblea de Derechos Humanos, Jimmy Iturri periodista y, a nombre del gobierno, Javier Tórres Goitia, Ministro de Salud, y al teléfono, Monseñor Jesús Juárez, Obispo de la ciudad de El Alto, que no podía venir hasta el canal. En unidad móvil estaba desde Cochabamba: Evo Morales. Morales estaba en Cochabamba, mientras acá la gente batallaba. Eso no le impidió capitalizar el enojo de la gente y ser presidente, años después.

De esta manera informamos al pueblo de Bolivia lo que sucedía en El Alto.

Conclusión

La Guerra del gas demostró que los hidrocarburos son el tema de fondo de nuestra historia, un tema del hoy y del futuro.

Hace 10 años entrevisté en Erbol al gran Enrique Mariaca Bilbao, presidente de CODEPANAL y confirmaba con mucha lucidez el peso de los hidrocarburos en nuestra economía e historia.

10 años después, sin embargo, ¿cuántos TCFs tenemos?: apenas 10 TCFs. Hace 10 años nos decían las petroleras y el gobierno que teníamos reservas probadas de 24 TCFs y que con las reservas probables y posibles teníamos en Bolivia 52 TCFs.

El tema de las reservas es preocupante, porque la economía nacional tiene que ver con el gas. Insisto, las petroleras se quedarán en el país por la magnitud del negocio petrolero y sus

ganancias, se vaya o se quede Evo Morales. Por esto, tiene que haber alguien que cambie esta situación y que se las juegue en bien del país. Que proyecte, por ejemplo, más impuestos a las petroleras y no a incentivarlas como se plantea hoy.

que paga YPFB respecto a los que paga la empresa minera más grande que opera en nuestro país: la empresa minera Manquiri (filial de la estadounidense Coeur Mining Inc.), el año 2014 YPFB aportó más de 17.400 millones de bolivianos y la empresa manquiri apenas 181 millones de bolivianos, es decir la multimillonaria corporación estadounidense aporta el 1% de lo que aporta YPFB al Estado.

Segunda hipótesis

Respecto a la segunda hipótesis, se observa que además de la estatal YPFB en el sector de hidrocarburos, operan y gozan de muy buena salud y de un trato absolutamente preferencial todas las corporaciones transnacionales que operaron en todo el periodo neoliberal, incluido el gobierno de Gonzalo Sanchez de Lozada y que hoy se denominan “socias” de Evo Morales. Pasemos a enlistarlas:

La británica BG BOLIVIA CORPORATION SUC. BOLIVIA, la española REPSOL E&P BOLIVIA S.A., la brasilera norteamericana PETROBRAS

BOLIVIA S.A., la canadiense europea PAE E Y P BOLIVIA LIMITED SUC., la multinacional GAS TRANSBOLIVIANO S.A., la francesa TOTAL E & P BOLIVIE SUCURSAL BOLIVIA, la multinacional REFINERIA ORO NEGRO S.A., la argentina PLUSPETROL BOLIVIA CORPORATION S.A., la estadounidense VINTAGE PETROLEUM BOLIVIANA LTD, la multinacional SERVICIOS PETROLEROS MARLIN BOLIVIA LTDA., el consorcio con capital argentino PETROBRAS ARGENTINA S.A. y la estadounidense WEATHERFORD LATIN AMERICA INC.

Como mencioné estas empresas no sólo gozan de muy buena salud sino que cuentan en el actual gobierno con muchas ventajas respecto del período anterior. Si recordamos la gran demanda de la guerra del gas del 2003, era expulsar a las transnacionales que operaban en nuestro país y nacionalizar toda la explotación hidrocarburífera. Este objetivo no se logró y después de 71 muertos y más de un centenar de heridos en esta guerra solamente se logró el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y una supuesta y deformada nacionalización, que tuvo como único

propósito legalizar la presencia de las petroleras en nuestro país y que como le pasó al MNR en 1952, con la nacionalización de las minas, el gobierno actual tuvo que demagógicamente decretar, no para atender al pueblo sino para salvar a sus socias de una inminente expulsión sin indemnización.

Pero la verdadera medida ideada y planificada por el gobierno junto a sus “socias” y que mostró al gobierno del MAS de cuerpo entero fue el decreto supremo No. 748 que quiso imponer y que popularmente se denominó el gasolinazo. Lanzado el 26 de diciembre de 2010, el decreto planteaba un incremento en el precio de los combustibles de hasta el 83%, medidas que únicamente beneficiaba a las empresas transnacionales y que si bien fue anulada por la presión popular el primero de enero del 2011, tuvo una vigencia de apenas 5 días, mostró el verdadero carácter de este gobierno que no es populista, no es nacionalista, sino es el continuador de las políticas neoliberales al servicio de las grandes empresas transnacionales que operan en nuestro país. La actual Ley de incentivos, aprobada promulgada por el gobierno del MAS continúa en esa línea.

→ Viene de la página 7/ La problemática del gas y el petróleo en Bolivia y la caracterización del gobierno del MAS/Federico Zelada

→ Viene de la página 8

10 Periódico quincenal Nº 120 - 121 · Enero de 2016

“Sabía que una actuación política con el compromiso y la lealtad absoluta a sus principios con los que él asumió esa tarea, entrañaba un riesgo muy grande, incluso de su propia vida y decidió afrontar ese riesgo”, describe a su

padre María Soledad Quiroga. “Quisiera mencionar a mi madre Cristina Trigo, que murió a fines del año pasado, sin haber encontrado respuesta a las preguntas que nos hemos hecho todos estos años, sin lograr la justicia que mi

padre merecía y por la que hizo los mayores esfuerzos”, dice María Soledad.

Muy buenas noches a todos. Realmente es muy conmovedor para mí, para nosotros como familia, estar aquí esta noche con todos ustedes, ver este video documental, escuchar nuevamente la voz de mi padre y ver las imágenes suyas. Así que quiero dar mi agradecimiento a todas las personas que han hecho posible que ahora se le rinda este homenaje y también a todas las personas que van hacer uso de la palabra.

Es siempre difícil para mí, en estas ocasiones, hacer uso de la palabra, decir algo distinto a lo que hemos venido diciendo desde hace 35 años. Son 35 años de la desaparición y asesinato de mi padre. Esta mañana también hemos estado en un homenaje que organizó la Alcaldía Municipal de La Paz en El memorial que lleva su nombre en Laykakota y agradecemos profundamente de corazón estas muestras de afecto y cariño de estos homenajes a su memoria, a su legado.

Pero como les decía, es difícil saber qué decir después de haber dicho tantas cosas que parecen que de alguna manera tienen un limitado efecto, sino caen en el olvido.

En primer lugar, quisiera mencionar a mi madre Cristina Trigo, que murió a fines del año pasado, quien siempre quiso estar presente en los actos de homenaje que en este día se le rinde a mi padre, incluso en las condiciones de salud tan deterioradas en las que se encontraba, sin haber encontrado respuesta a las preguntas que nos hemos hecho todos estos años, sin lograr la justicia que mi padre merecía y por la que hizo los mayores esfuerzos. Por eso, estas breves palabras tendrán la forma de preguntas para poner en voz alta lo que ella ya no puede decir y que pensó hasta el último de sus días.

Quién fue Marcelo

Pero considerando que es ya un tercio de siglo el que ha pasado desde ese 17 de julio de 1980 y que los jóvenes de hoy están muy lejos del siglo XX, de sus aspectos luminosos y de sus tragedias, creo que es necesario decir antes una pocas palabras sobre quién fue Marcelo, lo que significó su vida breve, su muerte temprana y sobre lo que nos ha dejado.

Marcelo murió a los 49 años. Murió en un país en el que muchos morían jóvenes, ya sea por desnutrición, por enfermedades, es decir, por pobreza o por la violencia política. Esas muertes jóvenes son

siempre dolorosas, más aún cuando se truncan obras significativas y pareciera que el destino del país es perder a quienes hicieron y dieron tanto desde la lucidez y el compromiso, cuando aún estaban en la mitad de la vida.

El título de un libro de ensayos de Carlos Medinaceli “A mediodía anocheció”, parece representar ese sino, su propio caso, el de Medinaceli, el de Sergio Almaraz, de René Bascopé, del padre Luis Espinal, René Zavaleta, el de Marcelo y recientemente también el de Rubén Vargas. Quizá como en el caso de todos ellos, y de ese Guardián del hielo, del poema del peruano José Watanave, que en el reino perverso y ardiente del sol, aprende cumplir con la vida y amar rápido, como si Marcelo intuyera la brevedad de su vida, vivió y amó rápido.

En los 49 años que le fueron dados, miró el mundo con los ojos abiertos. Conoció el país y pensó el país. Analizó la situación económica, social y política de Bolivia y escribió sobre ello. Pensó el mundo. Enseñó. Ejerció el periodismo y escribió novelas, lo que él reconocía como su verdadera vocación, pero sintió que todo eso no bastaba, que para asumir plenamente la realidad que le tocó vivir era necesario articular la tarea de análisis y reflexión con la actuación en el campo político para transformar esa realidad. Sabía que una actuación política con el compromiso y la lealtad absoluta a sus principios con los que él asumió esa tarea, entrañaba un riesgo muy grande, incluso de su propia vida y decidió afrontar ese riesgo. Eligió ser fiel a sí mismo, aquello en lo que él creía. Eligió vivir con los ojos abiertos y murió con los ojos abiertos.

Marcelo desaparecido

Hoy Marcelo sigue siendo un desaparecido por eso tengo que plantear algunas preguntas.

Quizás sea explicable, aunque por supuesto nos indigna, que en el contexto político de largos periodos de gobiernos dictatoriales que vivió Bolivia en el siglo XX, analizar la situación del país y denunciar y enjuiciar a los responsables de los graves daños que se le ocasionaron, pudiera costar la vida. ¿Pero es acaso explicable, que en plena vigencia del sistema democrático, cuando debiera avanzarse por una sociedad más justa y equitativa, en la que se respeten los derechos humanos y se reconozca a los que tanto hicieron por el país, no se les haga justicia?

¿Es comprensible que 35 años después de los crímenes de 1980 persista la bruma, no se busque establecer la verdad de lo ocurrido y recuperar los restos de Marcelo, de Carlos Flores Bedregal y de otras personas desaparecidas?

¿Si asumimos íntegra responsabilidad como bolivianos por lo que somos, por lo que fuimos y podemos llegar a ser, no sería responsabilizarnos por lo ocurrido en nuestro pasado, y así evitar que todo ello vuelva a ocurrir?

¿No es acaso parte fundamental de la memoria de un pueblo, el legado de quienes lucharon por él?

¿Se puede respetar y preservar la memoria de un pueblo, si se mantiene la injusticia hacia esas personas?

¿Qué futuro y qué memoria para el futuro construimos sino somos justos?

¿Podemos hablar de justicia, si durante 35 años seguimos planteando estas preguntas sin tener respuesta?

Hoy aquí en el calor humano de ustedes, a un tercio de siglo de lo ocurrido en 1980, y sin que se haya hecho justicia para mi padre y las otras personas desaparecidas, su memoria se hace más clara y más intensa.

María Soledad Quiroga Trigo/hija de Marcelo Quiroga

Ponencia presentada en la XVI Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz. Auditorio Salvador Romero de la UMSA. Viernes 17 de julio de 2015.

La memoria de Marcelo y todos los desaparecidos se hace más

clara y más intensa

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Ponencia presentada en la XVI Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz. Auditorio Salvador Romero de la UMSA. Viernes 17 de julio de 2015.

Una verdadera reforma intelectual del país pasa por

Marcelo

Debo agradecer a los organizadores por darme la oportunidad de participar en este foro de homenaje a Marcelo Quiroga.

Hasta hace cuatro años, la mayoría de los que caímos en la COB el 17 de julio de 1980 nos reanimamos en lo que es la Federación de Mineros, pero hace cuatro años exactamente ya no va nadie, y han aparecido grupos políticos que hacen homenajes a Marcelo, unos más aquí, otros más allá, porque la personalidad de Marcelo es algo de lo que no se olvida. El 17 de julio va quedando en el recuerdo, pero la memoria de Marcelo persiste.

Conocí a Marcelo personalmente desde la política. No he sido amigo de él. Era militante del Partido Comunista de Bolivia (PCB) y dirigente de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB), y al hacer política naturalmente uno conoce a los líderes de los otros partidos.

Particularmente vi el proceso de crecimiento del Partido Socialista en las campañas que hacíamos como PCB, del cual era militante, en tres elecciones seguidas, en el Consejo Central Sur, una zona totalmente minera. El primer año Marcelo tenía un grupo pequeño en la mina Siete Suyos. El segundo año ya tenía militancia en todas las minas del Consejo Central Sur. En las últimas elecciones él gana en todo el distrito minero.

Este era un fenómeno político que se vivía en ese tránsito de la dictadura a la democracia. El Partido Comunista luchaba por el socialismo con un modelo de estado de dictadura del proletariado y excesivamente ponía su empeño en organizar a la clase obrera como sujeto central de ese proceso. En cambio Marcelo que también hacia actividad política en las minas, entendía mejor que nosotros el papel de las capas medias de la intelectualidad y el de la clase obrera.

Desde ese punto de vista, retrospectivamente, una de las mejores enseñanzas que dio Marcelo es el de percibir la importancia de la espiritualidad de un político y cuando me refiero a espiritualidad, me refiero a su visión política y a su consecuencia con su manera de pensar y actuar, pero además la capacidad que pueda tener de manera integral.

Marcelo era novelista, era artista, era deportista y era un patriota consecuente con la lucha por defender los recursos naturales y buscar una sociedad mejor.

Pienso que ningún político boliviano ha concentrado estos diferentes aspectos de la personalidad de un ser humano. Ese es el mejor legado de Marcelo: intelectual, trabajador,

investigador, consecuente con sus ideas, valiente en la defensa de su posición política. Estos son rasgos que, particularmente, la juventud debiera recuperar.

En Bolivia muy raros han sido los políticos que han tenido estas características y podríamos convertir estas cualidades de Marcelo, en la base de lo que tendría que ser la formación de la personalidad del hombre boliviano en las escuelas y en las universidades.

Naturalmente este es otro mundo y a partir de los años 70 la crisis de la modernidad ha ido resaltando grupos de comunidades diversas. Me acuerdo el año 82, 81, cuando estuve asilado en Suecia. Fui a ver una marcha del 1 de mayo de una sociedad socialista,

social demócrata y me sorprendió mucho, porque observé una infinidad de grupos étnicos y cientos de banderas del arco iris. Habían mujeres, gays, lesbianas, indígenas, reclamando sus derechos en una sociedad socialista.

En este momento, recuperar el legado y las características de la personalidad de Marcelo nos haría mucho bien porque tendríamos la valentía, la fuerza para defender nuestra economía en contra de la corrupción que se campea en todo el mundo y podríamos tener mayor rigor científico en la elaboración de nuestras propuestas políticas. Desde este punto de vista, considero que Marcelo era un líder carismático con una personalidad que descollaba en un ambiente de politiquería y mediocridad.

En esa dirección, una verdadera reforma intelectual del país pasa por recuperar a Marcelo. Por eso planteo ser como Marcelo.

Marcelo era un líder carismático con una personalidad que descollaba en un ambiente de politiquería y mediocridad, dice Luis Pozzo, ex dirigente universit ario de la CUB. Plantea que una verdadera reforma

intelectual del país pasa por recuperar a Marcelo.

Luis Pozzo Iñiguez

Desde ese punto de vista,

retrospectivamente, una de las mejores enseñanzas que dio

Marcelo es el de percibir la importancia de la espiritualidad de un político y cuando me

refiero a espiritualidad, me refiero a su

visión política y a su consecuencia con su manera de pensar y actuar, pero además

la capacidad que pueda tener de manera

integral.

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El “socialismo vivido” por Marcelo corresponde a la nacionalización del socialismo. “Se trataba de un socialismo construido desde la defensa de los recursos naturales, desde el programa integral de nacionalizaciones. Un socialismo propio, que nada tiene que ver con lo que ahora se llama socialismo del siglo XXI o socialismo

comunitario, que son los denominativos de la demagogia populista”. Este proyecto se truncó con su asesinato. Nadie lo recogió propiamente; mucho menos el populismo campante de hoy, que solo usa su nombre para

desfigurarlo. “La convocatoria de Marcelo es una convocatoria ética-política al pueblo, al proletariado, a la sociedad; al pueblo de la nación sometida, subordinada, subyugada, explotada. Nación, cuya vitalidad debe ser

activada, para actuar contra los mecanismos de dominación”, dice el epistemólogo.

Ponencia presentada en la XVI Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz. Auditorio Salvador Romero de la UMSA. Viernes 17 de julio de 2015.

Marcelo: La política en tiempos del estaño y el

petróleo

Si bien se puede hablar de ciclos largos del capitalismo, de acuerdo a su composición orgánica, técnica e incluso política, contando con la hegemonía de turno, y tomando en cuenta este ciclo largo, comprender también los ciclos largos extractivistas, vinculados a los ciclos largos del capitalismo, además del rubro más explotado en lo que respecta a los recursos naturales, la pregunta es: ¿si se puede también hablar, aunque sea metafóricamente, de ciclos largos de la política? Esta va a ser nuestra hipótesis al momento de interpretar el decurso de Marcelo Quiroga Santa Cruz en la historia política boliviana.

Toda una formación discursiva, vinculada a toda una formación política, que, además tienen que ver con lo que hemos llamado episteme boliviana, se ha dado lugar en torno a la defensa de los recursos naturales. Sergio Almaraz Paz, René Zavaleta Mercado y Marcelo Quiroga Santa Cruz, hacen de referentes singulares del pensamiento político boliviano que asume como tarea la soberanía, la defensa de los recursos naturales, la construcción y consolidación del Estado-nación. Son los hitos de la llamada izquierda nacional.

La izquierda internacional no deja de tomar en cuenta la defensa de los recursos naturales; empero, lo hace desde la perspectiva socialista, ya sea bajo la concepción de la revolución por etapas o la concepción de la revolución permanente. El discurso indianista, en cambio, retoma esta defensa en otro discurso, el de la descolonización. Sin embargo, a pesar de estas diferencias, podemos comprender que se trata de la episteme boliviana; con sus diferencias, variantes, corrientes, contraposiciones.

Perfil político de Marcelo

Intentamos escudriñar el perfil político de Marcelo Quiroga Santa Cruz, su incursión

en la historia política y en el pensamiento político boliviano, su incidencia, su huella y también su herencia, a partir del análisis descriptivo de las prácticas discursivas, del análisis descriptivo de las formaciones discursivas, aunque también del análisis descriptivo de las prácticas políticas. En este sentido, retomamos el ámbito colateral de las formaciones discursivas, configurado por los objetos, los conceptos y sujetos de la enunciación.

Los objetos en cuestión son los recursos naturales, básicamente los sometidos a la explotación extractivista; en el caso que nos toca, se trata primordialmente del estaño, aunque acompañado por otros minerales, y el petróleo, aunque después aparezca, acompañando, primero, y después, convirtiéndose en el hidrocarburo más importante, desde la perspectiva de la exportación. Por eso, hablamos de la política en tiempos del estaño y el petróleo.

Los objetos mencionados se convierten, como se ve, en verdaderos campos de batalla “ideológicos”. La formación discursiva que más desarrolla una formación enunciativa en torno a los recursos naturales es la formación discursiva de la izquierda nacional. Marcelo Quiroga Santa Cruz es uno de los portadores de este discurso crítico e interpelador.

En Pensamiento propio escribimos: Marcelo Quiroga Santa Cruz va a ser conocido polifacéticamente, en las etapas de su itinerario; primero, como literato, en su condición de novelista; después, como ensayista y; por último, como político socialista. Las novelas de Los deshabitados y Otra Vez marzo van a ser reconocidas y connotadas internacionalmente. Estamos ante un

Raúl Prada Alcoreza

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escritor, un literato, en pleno sentido de la palabra. Preocupado por las expresiones artísticas y estéticas. Lo que no deja que también se ocupe de la candente cuestión política boliviana. Es notoria su oposición a la revolución nacional de 1952, tiene ante ella críticas morales y éticas. No podríamos hablar de una polémica propiamente política, menos que se lo hace, en aquél entonces, desde una perspectiva socialista. Es también difícil sostener, como algunos apresurados han tratado de interpretar, que Marcelo Quiroga hacía una crítica desde las posiciones de clase de la oligarquía terrateniente. En todo ese tiempo está más cerca de la literatura y bastante distante de los intereses materiales; en estas condiciones existenciales, es insostenible esa interpretación provisional, llena de prejuicios, que atribuye a Marcelo una supuesta “ideología” de clase, una especie de cosmovisión oligárquica.

Debate Zavaleta/Quiroga

René Zavaleta Mercado es duro en la polémica con Marcelo Quiroga Santa Cruz. René Zavaleta más rudo, más experimentado en las cuestiones políticas, más cerca del debate de coyuntura, en tanto que Marcelo Quiroga, más bien, sensible a los códigos morales; ambos intelectuales están abismalmente distanciados. Uno escribe desde la penetrante experiencia de la revolución nacional (1952-1964), el otro lo hace desde la esfera de la crítica estética y ética desplazada desde los espesores de la literatura.

Podemos decir que es después de la caída del MNR, con el golpe militar de 1964, que Marcelo Quiroga Santa Cruz incursiona decididamente en la política.

Una breve reseña de su vertiginosa vida puede resumirse de la siguiente manera: Durante las elecciones de 1966 consigue ser elegido diputado, representando al departamento de Cochabamba. En estas elecciones es elegido como presidente el candidato militar General René Barrientos Ortuño. Desde el Congreso Marcelo Quiroga Santa Cruz, en su condición de diputado, efectúa un juicio de responsabilidades contra el presidente elegido. Siendo una voz solitaria – hasta el partido que lo postuló lo abandona -, en un Congreso mayoritariamente barrientista. El juicio de responsabilidades le cuesta el desafuero parlamentario. Después sufre el secuestro, seguido por el confinamiento en Alto Madidi, culminando la represión parlamentaria en la cárcel.

Memoria popular de la nacionalización

En la memoria popular, Marcelo Quiroga Santa Cruz va a ser conocido como defensor de los recursos naturales. Contando con estos antecedentes, se convierte en el autor intelectual de la nacionalización del petróleo, en su condición de Ministro de Minas y Petróleo (1969), durante el gobierno del General Alfredo Ovando Candía.

Sin embargo, fue ministro durante sólo un lapso, hasta su renuncia, asumida debido a lo que consideraba la capitulación gubernamental frente a la empresa de petróleos nacionalizada (Gulf Oíl Co.), cuando el gobierno cede a las presiones de la empresa para ser indemnizada.

Ya curtido en la ingrata experiencia política,

fundó el Partido Socialista en 1971, acompañado por un grupo de intelectuales y dirigentes sindicales. Su estadía en Bolivia ha de durar poco, hasta el cruento golpe militar del 21 de agosto de 1971, encabezado por el General Bánzer Suárez.

En el exilio se ocupa de múltiples actividades, entre ellas académicas; es columnista, participa en distintas instituciones y organizaciones, forma parte del Tribunal Socialista con sede en Yugoeslavia. El 1977, cuando se evidencia la crisis de la dictadura militar, retorna clandestinamente a Bolivia, retoma la conducción del Partido Socialista, partido proscrito durante régimen dictatorial; el partido asume otra sigla, va a ser conocido como PS-1. Incursiona como candidato a la presidencia durante las elecciones consecutivas de 1978, 1979 y 1980. En su trayectoria electoral logra conquistar y seducir paulatinamente a un electorado popular y obrero, llegando a aglutinar en las últimas elecciones unos 120.000 votos, logrando de esta manera el cuarto puesto.

En su condición de parlamentario en la legislatura de 1979 retomó la tarea del juicio de responsabilidades a la burguesía, como le gustaba decir; esta vez, el juicio de

responsabilidades, se enfocaba en la figura del General Hugo Bánzer Suárez. La alocución de Marcelo Quiroga Santa Cruz fue brillante, minuciosamente trabajada, con una voluminosa documentación de apoyo; su voz aguda y de gran orador fue escuchada ante la impavidez del resto de diputados, que incluso como Guillermo Bedregal hicieron la burla.

Programa de lucha

El programa de gobierno del PS-1, en las elecciones nacionales de 1980, contrastaba con el programa tímidamente reformista que enarbola la UDP; se trataba de un programa de nacionalizaciones frente a un programa que no se atrevía ni a discutir la posibilidad de la nacionalización.

Lo mismo ocurrió con el frente de Izquierdas, Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), que tampoco quiso plantearse un programa de nacionalizaciones, a pesar de los reclamos de Domitila Chungara, quien fue reprendida por el propio PC-ML. Este contraste llama la atención en plena apertura democrática, después de la noche de las dictaduras militares.

En esta sintomatología se nota la desubicación de la izquierda tradicional ante los acontecimientos políticos, ante la irrupción democrática de las masas. La izquierda tradicional se encontraba lejos de comprender la cuestión nacional y la necesaria recuperación de la soberanía por medio de la nacionalización de los recursos naturales. La UDP prefirió optar por la demagogia nacionalista, demagogia expresada elocuentemente por el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR). El gobierno de la UDP quedó entrapado en dos frentes; un frente con la derecha en el Congreso y un frente con la izquierda obrera, con la Central Obrera Boliviana (COB), en las calles.

Desenlace fatal

La entrega apasionada y comprometida en la lucha socialista y el proyecto nacionalizador lo llevó raudamente a su desenlace fatal, a su asesinato por las huestes militares bolivianas y argentinas.

Esto ocurrió el 17 de julio de 1980; el narco-golpe militar de García Meza y Arce Gómez decidió una guerra sucia y de exterminio, tomando el ejemplo de los militares argentinos.

Marcelo se convirtió en el blanco estratégico

del imperialismo, de la burguesía boliviana, de las Fuerzas Armadas, de los

dictadores militares; todos ellos estaban seguros que era el enemigo

principal, pues era como la figura incondicional

no-conciliadora con la dominación imperialista. Era el

perfil que se proyectaba a la presidencia de la

república, a constituir un gobierno revolucionario

propio. Por eso, lo condenaron a morir, por

eso urdieron su asesinato, desde la profundidad de sus enconos acumulados,

que no era otra cosa que la sumatoria de sus

frustraciones.

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Marcelo Quiroga fue reconocido y herido por los paramilitares que tomaron la sede de la COB, fue apresado y conducido al Estado Mayor del Ejército, donde lo asesinaron, haciendo desaparecer ignominiosamente sus restos, que hasta ahora no han sido recuperados. Se entrevé una complicidad de los distintos gobiernos con los militares bolivianos para encubrir este asesinato y evitar su esclarecimiento, así como la devolución de sus restos.

Multifacética trayectoria de Marcelo nos muestra el ímpetu y el talento delintenso intelectual

Concentrándonos en su vasta producción de ensayos, de los que hay que hacer una clasificación temática, se puede decir que algunos de ellos son indispensable nombrarlos por su carácter polémico, otros por su vinculación a la defensa de los recursos naturales. La crítica a la Revolución Nacional se encuentra en La victoria de abril sobre la nación (1960); la crítica a las políticas entreguistas ya aparecen en Desarrollo con soberanía, desnacionalización del petróleo (1967); se retoma esta crítica en Lo que no debemos callar (1968). Un elocuente testimonio se encuentra en Acta de transacción con la Gulf – análisis del decreto de indemnización a Gulf (1970). El análisis y la denuncia consecuente podemos encontrarlos en un libro más elaborado que titula El saqueo de Bolivia (1973); lo mismo acontece en Oleocracia o patria (1976), donde ya hallamos una caracterización de la estructura del poder en Bolivia, caracterización no disímil a la que hizo Sergio Almaraz Paz[1].

La huella de Marcelo QuirogaSanta Cruz

Si podemos caracterizar rápidamente la incursión política, intensa y vivida, en tanto socialismo vivido, como expresa el libro de Hugo Rodas Morales[2], podemos decir que se trata de las siguientes consignas: nacionalizar el Estado, nacionalizar el gobierno, nacionalizar la política, nacionalizar el pensamiento, sobre la base de la nacionalización de los recursos naturales y las empresas trasnacionales extractivistas.

Este horizonte filosófico-político del programa político, concibe de una manera integral el acontecimiento de las nacionalizaciones; no basta nacionalizar los recursos naturales y las empresas extractivistas, es indispensable también nacionalizar el pensamiento, la política y el Estado. Este es el perfil político intenso, el pensamiento político encarnado, vivido, de Marcelo Quiroga Santa Cruz.

Desde esta perspectiva, nacionalizar no solamente significa recuperar para la nación los recursos naturales, las empresas, la economía y el Estado, sino también y sobre todo, desplegar una economía propia, un pensamiento propio, una política propia, un Estado propio, vale decir una gubernamentalidad propia. Por lo tanto, se trata de inventar, crear, constituir, la nación, en sentido propio. La política es tomada como acto de creación, que connota emancipaciones y liberaciones múltiples.

La convocatoria de Marcelo es una convocatoria ética-política al pueblo, al proletariado, a la sociedad; al pueblo de la nación sometida, subordinada, subyugada, explotada. Nación, cuya vitalidad debe ser activada, para actuar contra los mecanismos de dominación.

Lo que no soportaban los enemigos de Marcelo era su conducta ética, su consecuencia política, su falta de pragmatismo y realismo político. Tenía enemigos enconados en el ejército; los oficiales formados en Panamá lo odiaban, sobre todo porque contrastaba

notablemente con lo que ellos eran. También tenía enemigos en los partidos políticos tradicionales; no podían concebir que haya alguien que no contenga ni siquiera una dosis de pragmatismo, una pequeña dosis de oportunismo.

También contrastaba con quienes conciben la política como pragmática de las oportunidades.

Asimismo, aunque usted no lo crea, tenía enemigos en lo que se llama izquierda, tanto la izquierda internacional como la izquierda nacional. No podían aceptar esta incursión intensa, brillante, comprometida, tan distinta a sus dogmatismos. Había como un celo oculto, velado y opaco. Por eso se convirtió en el blanco estratégico del imperialismo, de la burguesía boliviana, de las Fuerzas Armadas, de los dictadores militares; todos ellos estaban seguros que era el enemigo principal, pues era como la figura incondicional no-conciliadora con la dominación imperialista. Era el perfil que se proyectaba a la presidencia de la república, a constituir un gobierno revolucionario propio. Por eso, lo condenaron a morir, por eso urdieron su asesinato, desde la profundidad de sus enconos acumulados, que no era otra cosa que la sumatoria de sus frustraciones.

El problema es que su partido no lo entendió; creían que se trataba de un socialismo, como toda la izquierda tradicional entendía. No era ese el socialismo vivido por Marcelo; su socialismo corresponde a la nacionalización del socialismo. Se trataba de un socialismo construido desde la

defensa de los recursos naturales, desde el programa integral de nacionalizaciones. Un socialismo propio, que nada tiene que ver con lo que ahora se llama socialismo del siglo XXI o socialismo comunitario, que son los denominativos de la demagogia populista. Se trata de un socialismo concreto, como síntesis de múltiples procesos condicionantes, de múltiples experiencias determinantes, de múltiples memorias constitutivas de nuestras subjetividades. Era algo radicalmente diferente, un acontecimiento político, un horizonte político-cultural, que debería emerger de los cuerpos curtidos de las y los bolivianos, de sus pasiones, de sus memorias, de sus vivencias.

Este proyecto se truncó con su asesinato. Nadie lo recogió propiamente; mucho menos el populismo campante de hoy, que solo usa su nombre para desfigurarlo, para escamotearlo, para legitimar las peores incongruencias normativas, como es la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz, dada como insignia en las Fueras Armadas, como si el fantasma de Marcelo los perdonara.

Todo esto no es más que las figuras grotescas del drama político latinoamericano; sobre el cadáver de los héroes asesinados se erigen los Estados asesinos, usurpando incluso su nombre, para ungir de legitimidad a estos Estados, que siguen entregando los recursos naturales, bajo la figura paradójica de supuestas nacionalizaciones.

Notas:

[1] Ver de Raúl Prada Alcoreza Pensamiento propio. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-2015. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/pensamiento-propio/.[2] Ver de Hugo Rodas Morales Marcelo Quiroga Santa Cruz. El socialismo vivido. Plural; La Paz 2010.

El socialismo (de Marcelo) corresponde

a la nacionalización del socialismo. Se trataba de un socialismo construido desde la defensa de los

recursos naturales, desde el programa integral de nacionalizaciones. Un socialismo propio, que nada tiene que ver con lo que ahora se llama

socialismo del siglo XXI o socialismo comunitario, que son los denominativos de la demagogia populista. Se trata de un socialismo concreto, como síntesis de múltiples procesos

condicionantes, de múltiples experiencias determinantes,

de múltiples memorias constitutivas de nuestras subjetividades. Era algo

radicalmente diferente, un acontecimiento político, un horizonte político-cultural, que debería emerger de los

cuerpos curtidos de las y los bolivianos, de sus pasiones,

de sus memorias, de sus vivencias.

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Marcelo y la Agenda de Octubre

Mirko Orgaz García

El aporte teórico y político de Marcelo Quiroga no fue cerrado a tiros por la dictadura el 17 de julio de 1980. El pueblo boliviano, en particular el pueblo alteño, lo abanderó en las jornadas de octubre de 2003, en la denominada Guerra del Gas, contra las políticas entreguistas de los hidrocarburos de Gonzalo Sánchez de Lozada y sus antecesores. La dimensión nacional de su pensamiento y su papel central en la nacionalización de la Gulf el año 1969 fueron centrales en la construcción de la Agenda de Octubre.

Cabe decir que Marcelo Quiroga (junto a Sergio Almaraz) fue el que más contribuyó desde la década de los 60 a mantener y desarrollar en la conciencia y mentalidad política del pueblo la idea de que sin soberanía nacional y popular sobre los recursos naturales y la producción no hay ninguna perspectiva de desarrollar las condiciones para la vida social y mucho menos las condiciones para la justicia e igualdad social y la libertad política y económica de los bolivianos.

El 17 de octubre de 1969, Marcelo Quiroga fue protagonista central de la nacionalización de la Gulf Oil, la más vigorosa medida antiimperialista de nuestra historia que recuperó para el país el 90% de las reservas de gas y ganó para YPFB el mercado argentino, demostrando que era posible quebrar el poder transnacional en un país dependiente.

Otro 17 de octubre, 34 años más tarde, a pesar de la demolición de la dimensión nacional por el neoliberalismo, la memoria popular (re)construyó la Agenda de Octubre alrededor de la necesidad de nacionalizar las empresas transnacionales, refundar YPFB y COMIBOL e industrializar los hidrocarburos como un medio para crear condiciones de justicia e igualdad social, como afirmaba Marcelo, poniendo en crisis el estado neoliberal y transnacionalizado.

La memoria de los hidrocarburos: 17 de octubre de 1969, 17 de octubre de 2003

Los hidrocarburos han expresado lo esencial de la lucha entre la nación boliviana y el imperialismo a lo largo del siglo XX. Fue la causa central de la Guerra del Chaco y el punto de partida del desarrollo de la conciencia nacional que provocó importantes transformaciones políticas en 1952.

La aprobación en 1956 del Código de Petróleo o Código Davenport, hecho a la medida de la Gulf Oil, que expresó la decadencia del proceso de la Revolución Nacional y orientó la economía hacia el acaparamiento del petróleo boliviano por los Estados Unidos, permitió un proceso de rearticulación de las fuerzas populares en torno a la valoración estratégica del petróleo para el desarrollo de Bolivia.

El 17 de octubre de 1969 se decidió la nacionalización de la empresa norteamericana Gulf Oil Company, como resultado del poder político popular que se fue acumulando en torno a la idea

de nacionalizar los bienes de esta transnacional norteamericana, privilegiada por el autoritarismo civil y militar de la época. Bolivia recuperó el 90% de las reservas de gas que se encontraban en manos de la Gulf y ganó para YPFB el mercado argentino.

La nacionalización de la Gulf Oil no fue un hecho esporádico o aislado, fue el corolario de un largo proceso político de reconquista del patrimonio nacional y el fin del antinacional Código de Petróleo aprobado en 1956, cuyos máximos ideólogos fueron Marcelo Quiroga y Sergio Almaraz.

La dimensión antiimperialista de la medida fue reflejada el 17 de octubre, “Día de la Dignidad Nacional”, cuando miles de personas se congregaron alrededor del palacio de gobierno para dar su apoyo rotundo a la nacionalización de la Gulf Oil. En una corta y vibrante arenga, el Ministro de Minas y Petróleo, Marcelo Quiroga informó de las amenazas de los Estados Unidos sobre Bolivia: “Nos amenazan con la enmienda Hickenlooper. También nuestro pueblo en este instante ha decidido que comience a correr el plazo de nuestra paciencia. No retrocederemos”. La dimensión política de la medida fue también explicada por el líder socialista: “He oído decir esta tarde, “el pueblo al poder”. Si, los trabajadores, los hombres de la clase media, los universitarios, los oficiales revolucionarios de ese ejército nacional también pero con dirigentes que no se han manchado las manos recogiendo dinero de todos los gobiernos. Con dirigentes que no han ensuciado sus manos firmando el decreto que desnacionalizó el petróleo. El pueblo al poder con sus FF.AA., pero con hombres de manos y mentes limpias. Es verdad que hasta este momento la revolución es vertical y que no puede seguir siéndolo indefinidamente a menos de que se resignen a entregarse inermes al imperialismo y a la oligarquía nativa. Debemos consolidar una amplia base popular, un nuevo instrumento político que lleve un nuevo proceso revolucionario y ustedes, los que han venido esta tarde a esta plaza, no en busca

de trabajo en la administración pública, ni del reparto de dinero, son ya los militantes de este partido del presente y el futuro”.

En lo esencial, la nacionalización de la empresa norteamericana Gulf demostró que era posible quebrar el poder petrolero transnacional en el país, como parte de un proyecto político más amplio que apuntaba a la transformación profunda del Estado.

Esta dimensión nacional de la defensa y nacionalización de los hidrocarburos fue incorporada por el pueblo alteño en la construcción de la Agenda de Octubre el año 2003.

La Guerra del gas y la Agenda de Octubre

Bloquear la defensa de los recursos naturales, el problema del imperialismo, la crítica al estado colonial y el papel de las clases nacionales por el gonismo, fueron la base ideológica fundamental para la validación de las reformas neoliberales. El neoliberalismo, bloqueó la dimensión nacional para implementar la privatización en el período 1985-2000.

Sin embargo, la Guerra del Gas del año 2003 será la más grande insurrección de la nación boliviana de los últimos 50 años contra el Estado transnacional, en torno a la necesidad de nacionalizar las empresas transnacionales, refundar YPFB (también COMIBOL) e industrializar los hidrocarburos. Este programa o “Agenda” del pueblo boliviano desestructuró el Estado neoliberal, sepultó la partidocracia y derrotó al gobierno de Sánchez de Lozada, al costo de 67 vidas.

La recuperación de la dimensión nacional, conciencia de que somos un país colonizado, empobrecido y dependiente, que el neoliberalismo trató de anular, fue clave para la reconstrucción de la Agenda de Octubre, y en este proceso la influencia del pensamiento político nacional de Marcelo Quiroga, figura central de la más vigorosa medida antiimperialista de nuestra historia e impulsor de la idea de que sin soberanía nacional y popular sobre los recursos naturales y la producción no hay ninguna perspectiva de desarrollar las condiciones para la liberación nacional, la democracia y el socialismo, es indudable.

La traición del gobierno del MAS a la Agenda de Octubre, la continuidad del saqueo de nuestros recursos minerales e hidrocarburíferos y la profunda crisis política estatal del indigenismo plurinacional, vuelven a poner en vigencia el pensamiento nacional de Marcelo.

Es necesario actualizar y profundizar el pensamiento y práctica de Marcelo, una tarea imprescindible del pueblo boliviano para reconstruir un proyecto nacional.

* Director de Hora 25. Artículo publicado en julio de 2012.

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