Master Astrología Psicológica y Evolutiva

“Puntos Evolutivosy Propósito del Alma”

Apunte I:

Estudio de Nodos Lunares y Plutón

Puntos de pasado: apegos del inconsciente

La carta natal nos muestra cómo es el “viaje” evolutivo personal: desde los puntos de pasado del alma hasta los puntos que señalan nuestro aprendizaje en esta vida.

Venimos desde un pasado que nos define y marca desde el inconsciente, pero nuestra travesía actual nos lleva por un rumbo nuevo para entrar en un territorio desconocido, con el objetivo de que experimentemos aprendizajes que permitan la expansión de nuestra conciencia y a la expresión superior de nuestro ser.

Los principales puntos de pasado que encontramos en la carta natal son Plutón, Luna y el Nodo Sur. Estos son factores que se relacionan con experiencias pasadas de nuestras almas previas a esta encarnación, por ello surgen y se manifiestan de forma automática, instintiva e inconsciente desde la infancia temprana.

Una gran parte de nuestro comportamiento diario está condicionado por factores inconscientes que se encuentran conectados a patrones del pasado y a deseos, necesidades y apegos que buscamos intensamente satisfacer. Los puntos de pasado se refieren justamente a estos temas. Son actitudes y comportamientos que nos surgen de manera natural y que nos brindan la sensación de protección y seguridad frente al descontrol, dolor, vacío, impotencia y soledad que caracterizan a esta realidad. Se vinculan directamente con nuestra seguridad emocional al representar algo muy familiar y conocido para nuestra alma.

Plutón constituye el mayor de los apegos que nuestra alma trae y de los que dependemos al 100% para sentir que tenemos control. La Luna representa lo que es familiar para nuestro “niño interno”, es decir, lo que necesitamos para sentirnos contenidos y protegidos en este mundo; además de la forma automática e instintiva que tenemos de reaccionar cuando nos sentimos vulnerables o atacados a nivel emocional1. El Nodo Sur, a su vez, es un punto asociado a las experiencias que han sido un aprendizaje importante para nuestra alma, por lo mismo es el tipo de energía con la cual nos sentimos cómodos y solemos “habitar”.

evolución del viaje astrológico

1. En la parte 1 de la Formación de Astroterapéutica, en el módulo III y IV se estudia con detalle el significado de la Luna.

Estos puntos de pasado también se relacionan con nuestro propio sentido de identidad. Solemos identificarnos con ellos y negamos cualquier característica personal, deseo interno o experiencia que atente en su contra. Son tan importantes que nuestro ego se ha construido y sostiene tratando de satisfacer lo que estos puntos de pasado piden. Por eso nos negamos a experimentar las nuevas experiencias que nos ayudarían en nuestra evolución, ya que estas nos insegurizan fuertemente. No estamos acostumbrados a ellas porque nos hacen salir de nuestra zona de confort donde tenemos todo controlado.

El proceso evolutivo personal no está en abandonar ni en rechazar los puntos de pasado. En primer lugar, porque es imposible, una parte de nuestro ser se encuentra conectada fuertemente con ellos; en segundo lugar, porque estos son a la vez dones y regalos que existen en nosotros y podrán salir con todo su potencial cuando seamos capaces de vivir estas energías desde su expresión sana y no desde la necesidad, el control y el miedo.

Mientras sigamos “sobreviviendo” y actuando desde lo que nos es seguro, conocido y menos angustioso, viviremos desde los puntos de pasado. En la medida en que nos volvemos adultos más maduros, capaces de manejar y sostener nuestras emociones, necesidades y miedos, más nos conectaremos con nuestro propósito personal y con lo que nuestro corazón realmente quiere para esta vida. Podremos aprender a gestionar de una forma nueva y original los puntos de pasado, dándoles una expresión más libre de condicionamientos, lo que permitirá que los dones que estos representan surjan para acompañarnos en nuestra vida y para ayudar a otros.

Puntos de evolución: crecimiento para el alma

Los puntos de evolución representan los principales aprendizajes y experiencias nuevas que nuestras almas vienen a encarnar o a vivir a esta vida. Se puede decir que los puntos nos señalan:

Para la mayoría de las personas estos puntos constituyen algo muy incómodo y que normalmente NO quieren vivir, es más, la idea es evitar a toda costa lo que estos puntos están pidiendo. Con eso, lamentablemente, nos negamos a descubrir aspectos de nosotros con los que ni siquiera hemos soñado, además de bloquear el propósito evolutivo para esta vida.

En general, se puede decir que acercarnos a los puntos evolutivos permite que fluyamos más con la realidad y tengamos menos conflictos con el mundo externo. Esto es así porque para acercarnos a ellos tenemos que soltar nuestro ego y las bases desde donde queremos controlar al mundo, lo cual nos permite ser más flexibles, pero también nos obliga a conectarnos de forma más potente con lo que nuestro Yo interno realmente quiere y no con lo que el ego desea para sentirse seguro.

• Energías, experiencias y comportamientos muy novedosos para nuestra alma.

• Energías, experiencias y comportamientos que nuestra alma no está acostumbrada a

encarnar y que ha rechazado en un pasado.

Los puntos evolutivos nos ayudan a entender el sentido de muchos de los golpes que la vida nos ha dado; al mismo tiempo, nos permiten comprender la dirección a la que esta nos quiere conducir.

Los principales puntos evolutivos de la carta natal son el Sol, el Ascendente y el Nodo Norte.

El Sol es el punto de la carta que nos muestra la conexión con nuestro Yo esencial y nuestra propia individualidad, nos vincula con nuestra esencia libre y espontánea, que desea expresarse y vivir su propia “aventura” en la vida. Es el protagonista de nuestra historia individual2. De hecho, muy poca gente realmente encarna en su vida a esta luminaria. La mayoría protagoniza su historia personal desde la imaginación y la fantasía, son muy pocos los que se atreven a expresar esta energía y actuar en el mundo desde lo que realmente su corazón les dice.

El Ascendente se relaciona con nuestro destino. Constituye una cualidad y una expresión individual que tenemos que incorporar con conciencia a nuestra personalidad. Mientras no lo hagamos, viviremos experiencias relacionadas con la energía del signo de nuestro Ascendente que probablemente no nos gustarán y tenderemos a rechazar. Activar este punto permite que nuestro Sol (Yo esencial) se exprese en el mundo. Las personas debemos aprender a equilibrar y a expresar en armonía las energías del signo del Sol y del Ascendente3.

El Nodo Norte es un punto que se relaciona con aquellas experiencias que son nuevas para nuestra alma, constituye entonces un aprendizaje distinto, que nos conecta con nuestra esencia y expande nuestro nivel de conciencia. Activar el Nodo Norte nos vincula con el propósito del alma para esta vida.

El siguiente cuadro resume los puntos de pasado y los puntos de evolución:

2. En la parte 1 módulo III y en la parte 3 módulo XXI de la Formación de Astroterapéutica, se estudia en detalle el significado de la Sol.3. En la parte 4 de la Formación, en el módulo XXIV se estudia en detalle al Ascendente.

Saturno es un caso especial, es a la vez un punto de pasado, presente y futuro. Este planeta nos habla tanto del pasado de nuestra alma, como de lo que debemos aprender a resolver en esta vida aquí en nuestro presente, así como lo que nos espera. Sus desafíos representan el vehículo que permite la evolución de nuestra alma acá en la Tierra. Cada siete años, Saturno nos actualiza nuestra realidad y nos hace vivir desde una nueva arista los mismos desafíos y conflictos que nos hemos encontrado en distintos momentos de nuestras vidas.

nodos lunares:puntos de pasado y puntos de evolución

Los Nodos Lunares son los puntos que representan tanto los aprendizajes y vivencias anteriores que nuestra alma ha experimentado y resuelto con éxito; así como también aquellos que viene a conocer en esta vida y que son completamente nuevos para ella.

Los Nodos permiten entender cuál es la enseñanza espiritual que nuestra alma viene a experimentar a esta encarnación. Dan la respuesta a preguntas evolutivas profundas, que nos pueden incomodar al sacarnos de nuestra zona de confort.

Eje Nodal: Nodo Sur – Nodo Norte

En la carta astral el Nodo Norte y el Nodo Sur se encuentran en el mismo grado, pero en signos opuestos. Por ejemplo, en la imagen a continuación podemos ver que el Nodo Norte está en el grado 15° de Libra, entonces el Nodo Sur se encuentra en el grado 15° de Aries.

Siempre el Nodo Sur se está en el mismo grado, pero del signo opuesto al del Nodo Norte.

AC1

12

11100 9

876

543

2Eje Nodal

El eje de los Nodos indica desde dónde viene mi alma (Nodo Sur) y hacia dónde va en su proceso de evolución (Nodo Norte). El Nodo Sur (por casa y signo) es el punto que mayor inercia y resistencia le hace al Nodo Norte (por casa y signo). Funcionan como una oposición que tiende a desbalancearse hacia el Nodo Sur; como una balanza que está muy cargada hacia un lado y que se niega a hacer un movimiento de equilibrio hacia el punto opuesto. Nuestro aprendizaje tiene que ver con llegar a darle espacio al Nodo Norte en nuestra vida.

Tener un Nodo en cierta casa no es indicativo de que necesariamente en la otra vida haya habido un Nodo en esa misma casa, simplemente significa que en esta es recomendable dedicarse a trabajar sobre la casa del Nodo Norte y no la opuesta (Nodo Sur).

El Nodo Sur y Nodo Norte no son planetas, ni estrellas fijas y asteroides, sino que son dos posiciones en el cielo que nos indican los puntos en los que la elíptica del Sol y la Luna se interceptan. Los eclipses de Sol o de Luna se producen cuando el Sol y la Luna están justo pasando en un determinado momento muy cerca de la posición de los Nodos.

En la astrología antigua se decía que el Nodo Sur era la Cola del Dragón, el punto que era un verdadero portal que indicaba por dónde nuestra alma entraba al plano terrenal, mientras que el Nodo Norte era conocido como la Cabeza de Dragón.

nodo sur - “mi yo conocido”

El Nodo Sur, tanto por casa como por signo, representa experiencias pasadas que ya han sido aprendidas por el alma en encarnaciones previas a esta. Es el indicativo de lo ya realizado, de lo conocido. Fueron muy necesarias de desarrollar en un pasado, pero en el presente están frenando el crecimiento.

El Nodo Sur es la fuerza inconsciente de la costumbre y del camino ya sabido. Es como terminar la escuela con muy buenas calificaciones y en vez de pasar a la universidad, volver a hacer el último año de colegio… simplemente porque es algo que ya conocemos y entonces se nos hace fácil. Cuando una capacidad se desarrolla hasta la perfección, tiende a volverse estática porque nos sentimos bien con ella y nos negamos a abrirnos a nuevas posibilidades.

Hay que atreverse a soltar la comodidad del Nodo Sur, para pasar al Nodo Norte.

El Nodo Sur representa virtudes y talentos naturales, además de un espacio agradable. No hay que negarse a vivir estas energías, pero no hay que abusar de ellas, pues la dependencia se convierte en un obstáculo en el crecimiento personal.

Planetas en aspectos al Nodo Sur

Puede ser que el Nodo Sur no necesariamente sea un punto que represente algo totalmente aprendido y que inmediatamente haya que soltar, ya que todavía pueden quedar ciertos aprendizajes pendientes con respecto a ese punto.

Esto ocurre cuando existen aspectos disarmónicos entre el Nodo Sur y otros planetas, como cuadraturas y quincuncios. Así como cuando el Nodo Sur tiene una conjunción con uno o más planetas.

Cuando hay una conjunción del Nodo Sur con un planeta (o más de uno) lo que se nos está indicando es hemos profundizado mucho en él en el pasado. Existe la costumbre de vivir centrados en él y, especialmente, en la casa donde este se ubica. Para esta encarnación tendremos entonces que soltar a este planeta. No renunciar a él, pero si hacerlo “ceder”, al mismo tiempo de que nos centramos en las experiencias que nos indica el Nodo Norte. Es vital preguntarnos si el planeta que está en conjunción con el Nodo Sur está siendo realmente vivido y expresado con conciencia en la vida o no, pues si este no se vive realmente desde su más alta expresión, tomará el control desde el inconsciente haciendo que sea muy difícil soltar el Nodo Sur.

Siempre que el Nodo Sur tenga aspectos disarmónicos es vital aprender a manifestar con conciencia la casa y el signo del Nodo Sur, pues entre más se resuelvan, más fácil será ir al Nodo Norte. Por el contrario, sino lo hacemos, será muy complejo activar el Nodo Norte.

nodo norte - “mi yo por conocer”

Es la llave que nos conecta con nuestra evolución. Al acercarnos principalmente a la casa y luego al signo del Nodo Norte, abrimos una puerta para nuestra enseñanza espiritual que nos permite sintonizamos con nuestra alma… es en ese instante que los milagros comienzan a ocurrir.

El Nodo Norte es un faro que nos indica el siguiente paso a dar en el camino hacia el alma, porque es lo que nos expande y hace crecer. Nos señala un camino de crecimiento y expansión personal, que va a tener un efecto en nuestra vida real, permitiéndonos desbloquear circunstancias complejas o ayudándonos a sintonizarnos con nosotros mismos, cuando estemos perdidos o confundidos.

El Nodo Norte es un potencial que no hemos visto dentro de nosotros y que no descubriremos a menos que pongamos energía y presencia. Es un punto muy difícil de activar, pues hacerlo nos obliga a salir del Nodo Sur, un punto que nos acomoda mucho y al que estamos muy acostumbrados. Activar el Nodo Norte implica mucha conciencia personal, energía, fuerza de voluntad, aceptación, participación e involucración en nuestras vidas.

El Nodo Norte permite que el Yo crezca gracias a las experiencias y vivencias que aportan estos nuevos conocimientos. De la misma forma que el estudiante de colegio puede sufrir durante su primer año de universidad cuando tiene que acostumbrarse a las nuevas experiencias y exigencias que le son totalmente desconocidas y nuevas, pero que sabe que una vez superadas podrá moverse con libertad en este nuevo ambiente.

El Nodo Norte quiere calidad. No basta con hacer lo que la casa y el signo nos piden, sino que hay que vivir esa área de la vida y esa expresión energética de la forma más elevada y desde el más alto nivel de conciencia posible. Una expresión del Nodo Norte lo más libre de apegos, de necesidad de control y de protección del ego.

A la hora de interpretar una carta natal es muy importante que sepamos que normalmente no habitamos la casa donde está el Nodo Norte, es decir, evitamos vivir las experiencias relacionadas con esa área de la vida. Incluso si se encuentran en ella planetas agradables como Venus o Júpiter. La explicación radica en que preferimos vivir la casa del frente que es donde está el Nodo Sur.

¡Importante! La evolución no está en tratar de reprimir y negar el Nodo Sur para ir al Nodo Norte. La clave está en aprender a integrar ambas casas.

Planetas en aspecto al Nodo Norte

• Aspectos armónicos al Nodo Norte – ayudan a activar el Nodo Norte, potencian que

podamos vivirlo.

• Aspectos disarmónicos al Nodo Norte – “frenan”, se resisten o boicotean conectarnos

con el Nodo Norte.

• Planetas en conjunción con el Nodo Norte – venimos a aprender a manifestarlos.

Normalmente los excluimos de nuestra vida, pues en el pasado hemos evitado

vivirlos. Hay una gran resistencia a incorporar estos planetas a nuestra personalidad

consciente. Aprender a expresarlos nos conecta totalmente con nuestro Nodo Norte.

plutón, el mayor apego que mi alma trae

Plutón, el regente principal del signo de Escorpio, está asociado en la carta astral con la sombra personal. La sombra es “lo peor” que creemos que está dentro de nosotros mismos; aquello que más rechazamos y negamos de nuestro interior. Nuestro lado celoso, agresivo, violento, intensamente sexual, posesivo o manipulador. Ese lado que no queremos que los demás vean y que muchas veces nos avergüenza. Esta sombra se puede vivir en diferentes áreas, por ejemplo en el trabajo, con respecto al dinero, la familia, las relaciones, etc.

Plutón en la Carta Astral nos muestra en qué área de la vida se vive con mayor fuerza esa sombra. Sin embargo, es interesante saber que donde está Plutón en la carta astral también está la luz de nuestra esencia, nuestro mayor potencial y lo mejor que podemos alcanzar dentro de nosotros. Pero, ¿cómo es posible que el planeta que nos muestra lo peor, también nos esté mostrando la promesa de lo mejor?

Para entender esto, tendremos que sumergirnos en la visión de la astrología moderna que se centra en entender la psicología del ser humano, a fin de comprender su proceso de evolución como alma. Desde esta visión, Plutón no es visto como un planeta maléfico, sino como un gran maestro. Uno que en la carta astral personal representa cuáles son los mayores apegos que traemos a esta vida; los mayores, no hay apegos más grandes que los que refleja este planeta. Plutón pide que soltemos, pues estos apegos están bloqueando nuestro flujo evolutivo personal e impiden vivir experiencias nuevas y de evolución.

En nuestro experimentar como alma nos hemos ido alejando de la conexión con la fuente primordial, desconectándonos de nuestra conexión espiritual. De ahí nace nuestra profunda sensación de separación y vacío.

Nuestra alma no llega virgen a esta Tierra, sino que trae una historia, una profunda huella que proviene de un pasado que desconocemos. Vida tras vida fuimos descubriendo distintos caminos de experimentación. Una consecuencia fue alejarnos de nuestra esencia primordial.

Existe un tipo de astrología llamada Astrología Plutoniana, desarrollada por el norteamericano Jeff Green4, donde se trabaja profundamente este tema asociado con Plutón.

Entre más pasos dimos, más nos alejamos de la fuente y más separados nos fuimos sintiendo de la conexión espiritual interior. Esto se debe a que la realidad que se vive en nuestro planeta es

4. Jeff Green, creador de la escuela de Astrología Evolutiva y autor del libro Plutón: el camino evolutivo del alma. Nos dice esencialmente que el alma tiene dos deseos básicos. El primero, alejarse lo más posible de la esencia, del espíritu, de Dios o como se le quiera llamar. Este es un deseo del alma que busca experimentar y descubrirse a sí misma y en ese proceso se aleja de su origen. El segundo deseo del alma es volver a la Fuente, es decir, regresar, volver a fundirse e incorporarse a Dios o al espíritu.

muchas veces dura. Todos hemos sufrido fuertemente y nos hemos ido desconectando de nuestra propia sensibilidad para poder sobrevivir. Nos alejamos del amor que habita dentro de nosotros, de la compasión, de nuestra conexión espiritual, del ser que realmente somos. De ahí nace nuestra profunda sensación de separación y vacío.

Algunos rasgos importantes de nuestra personalidad provienen del pasado de nuestra alma. Antiguos mecanismos que ella conoce y ha utilizado para protegernos del potente dolor que genera la sensación de separación. Esta protección radica en apegarnos a ciertas cosas, estructuras o personas, las que obviamente no queremos soltar, porque mientras las tengamos y nadie nos las quite, la sensación de separación va a ser menos dolorosa.

El mecanismo principal de protección que ha utilizado nuestra alma en el pasado es el de Plutón. Es decir, los apegos que creemos necesitar para poder sobrevivir sin los cuales, sentimos que morimos o caemos en el vacío o el descontrol.

En los niños pequeños, los apegos plutonianos se expresan a muy temprana edad, pues van a ser básicos para la sobrevivencia en este plano. Esos apegos hacen que el niño pueda manejar su sensación de impotencia, dolor y fragilidad en la realidad. Existen diversos tipos de apegos: algunos son a ser amados, no sentirse solos, ser escuchados o ser centro de atención, de que se haga todo el tiempo lo que ellos quieren, ser libres, etc. Estos apegos se fueron acrecentando sin que nos diéramos cuenta. De hecho, desarrollamos un ego, construimos una forma de ser que va a evolucionar completamente para poder satisfacer dichos apegos.

En un adulto, estos apegos infantiles de fondo se van a expresar de diversas maneras: control en las relaciones, dependencia afectiva, apego a un cierto estatus o situación económica, poder para hacer lo que siempre se quiere, etc.

Sin embargo, la vida tiende a la evolución y quiere que nosotros vayamos cambiando. Ello implica soltar estos apegos, de manera de acercarnos a los propósitos evolutivos de la encarnación presente, pues si sigo atrapado en lo viejo y conocido no voy a poder vivir las nuevas experiencias que me piden actuar más libre. La vida me empuja a soltarlos, es un paso necesario en el proceso evolutivo.

El antiguo Yo tiene que morir para que surja uno nuevo. Eso implica soltar el control y aprender a lanzarnos a nuevas experiencias… aunque nos dé pánico dejar atrás lo que creíamos más importante.

Plutón en la carta astral representa el punto de transición evolutiva que tenemos en esta vida. Es donde está el conflicto entre seguir alejándonos de nuestra esencia o volver a conectarnos con la fuente espiritual que habita dentro de nosotros. Plutón estaría indicando los mayores apegos que nuestra alma tiene y que conformaron la defensa más potente a la soledad, el descontrol, la vulnerabilidad, la impotencia y el vacío. Plutón en la carta astral está señalando las áreas de la

personalidad que ya no sirven tal como están, pero que por el miedo a perder el control, a soltar este apego, no queremos dejar atrás por ningún motivo, razón o circunstancia.

Pero, ¿qué es lo que pasa cuando entramos en un proceso de evolución y la vida nos quiere quitar nuestros apegos plutonianos?El ego que se construyó en esta vida para protegernos del descontrol no querrá soltar, pues sin dichos apegos siente que no puede sobrevivir. Miedo, terror, rabia, resistencia, sufrimiento… pero llegará un minuto en que por más que me resista, la vida me los quitará igual. Eso puede ser en un suceso externo muy fuerte o puede ser un proceso interno de quiebre total dentro de uno mismo. La muerte de un área de la personalidad. Mientras me resista voy a sentir el fuerte dolor de la resistencia, además de perder una enorme cantidad de energía, sosteniendo ese apego. Ese esfuerzo no es recompensado por la vida, pues se está tratando de frenar un proceso evolutivo que no puede ser detenido.

Al hablar de Plutón, hablamos del juego del “no poder” versus “poder y control”. Cuando sentimos que la vida nos obliga a soltar algo fundamental para nosotros, la sensación es parecida a la de caer en un abismo. Sentimos que no tenemos ningún poder y ningún control sobre la situación. Esto es muchas veces infinitamente doloroso, pues lo que más valoran los plutonianos es su capacidad de controlar. La psiquis no puede aguantar no tener el control, necesita controlar constantemente todo. Por lo tanto, la energía de Plutón indica lo que estamos dispuestos a hacer para no perder ese control y evitar la muerte que significa el descontrol.

Todos sabemos que hemos hecho cosas de las cuales no estamos orgullosos, aunque no sepamos por qué las hicimos. En una película muy mala sobre un terremoto en Estados Unidos, hay una excelente escena, muy plutoniana. En esta película, un actor secundario se nos presenta inicialmente como una persona muy buena, pero en la medida en que comienzan a producirse los desastres, este personaje deja de a poco de ser tan bueno. Se empieza a poner cada vez más egoísta y manipulador, ya que surge en él un miedo a la muerte, miedo a ser destruido (Plutón). Hay un minuto donde muestra su peor cara: cuando un edificio se derrumba y cae una nube de escombros que de seguro va a matar a todos los que encuentre en su camino. Él está en la calle y no tiene dónde esconderse. Repentinamente, mira hacia al lado y ve que detrás de un pedazo de pared está escondida una persona. La agarra, tirándola a la calle y rápidamente toma su lugar para protegerse. Eso es Plutón, lo que estamos dispuestos a hacer con tal de no sentir que perdemos el control. La muerte es la pérdida de control máxima que podemos llegar a vivir.

Es por esto que Plutón se asocia con nuestra sombra, la que rechazamos y negamos dentro de nosotros mismos, pues esa sombra representa nuestro protector, el guardaespaldas que está dispuesto a cualquier cosa con tal de no hacernos sentir impotentes. Por eso nos da miedo o nos avergonzamos de ella, incluso la negamos, aunque todos sabemos que existe.

Si observamos la estructura de la carta astral, el octavo paso es el plutoniano (Escorpiano). Este

“Si sueltas tu apego, si tienes el valor para soltar aquello que tanto crees necesitar. Descubrirás dentro de ti un tesoro”.

Nuestro apego nace de la creencia de que estamos solos y separados, de que solo sobreviviremos si nos aferramos, pues tenemos la sensación de que algo ha desaparecido dentro de nosotros. Pero cuando soltamos ese apego, con conciencia, se descubre justamente lo contrario. Que eso que dimos por perdido, siempre ha estado y nunca se fue. Por ejemplo, si nuestro apego es que nos amen y no nos dejen solo; el tesoro que encontraremos si lo soltamos y aprendemos a consolar a esa parte interna, será un gran amor dentro de nosotros. Esa experiencia nos transformará por completo.

Este camino de transformación no es fácil. De hecho, lo queremos evitar a toda costa. Pero mientras no nos atrevamos a vivirlo, Plutón nos preguntará lo siguiente:

¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar con tal de protegernos de algo a lo que le tenemos terror?

Plutón y la regeneración

Plutón nos invita a soltar nuestros apegos más profundos, a liberarnos de una capa de protección y de una forma de ser que sentimos que es vital, pero que ya está obsoleta y que solo implica sufrimiento. Eso simboliza vivir un proceso de muerte, pues soltar ese apego realmente significa que una parte de nuestra psiquis y personalidad tiene que morir.

Ese proceso de muerte contiene una regeneración personal enorme, una transformación de dimensiones gigantescas y un nuevo nacimiento personal. Es por eso que Plutón se asocia al Ave Fénix, un renacer personal después de las cenizas que quedan del antiguo Yo que ha muerto.

El soltar el apego de Plutón implica la liberación de una enorme cantidad de energía, que antes era usada en sostener esa forma de ser. Toda ella queda a disposición de la persona, para ser usada desde el Yo interno, dando vida a un gran poder personal.

Plutón nos invita a transformarnos y a descubrir el verdadero poder dentro de nosotros. Uno que con el tiempo (y sucesivas muertes internas) se va a ir usando para darnos la fuerza para vivir nuestra vida sin miedo, capaces de ir hacia donde nuestro Yo interno nos indique.

es el proceso de morir, ver lo que no nos gusta de nosotros mismos y así enfrentarnos a nuestros demonios protectores.

Lo interesante es que Plutón no nos hace vivir estos procesos por maldad ni para castigarnos. El proceso evolutivo tiene un propósito. Plutón nos dice:

Plutón, los apegos más grandes que nuestra alma trae

El astrólogo Jeff Green, experto en Plutón, plantea que para entender a este planeta, necesitamos comprender las dos fuerzas básicas evolutivas que rigen a los seres humanos:

Plutón representa los más grandes apegos que nuestra alma trae y que en el “pasado” le han permitido sobrevivir a la experiencia dual, de impotencia, descontrol y dolor que representa el plano en el que vivimos. Estos apegos nos impiden volver a fundirnos y conectarnos con la Fuente, se resisten a la fuerza de la evolución que se quiere unir a la totalidad.

Plutón es algo que se viene a soltar, pues se está en el proceso de “retornar a la totalidad”. Para conectarnos con nuestro Yo esencial, que da parte de su poder personal en pos del bien colectivo.

1. La fuerza de evolución que hace que nuestra alma quiera alejarse de la totalidad y

unidad, de manera de experimentarse como un Yo separado. Esto va a ir haciendo que el ego

personal y la necesidad de control comience a surgir dentro de la persona.

2. La fuerza de evolución que nos quiere unir y acercar de vuelta a nuestra esencia unitaria

y conectada con la totalidad. Para lograrlo tenemos que soltar el ego personal y la sensación

de separación, aprendiendo a fluir con la vida.

Tengamos claro que el “proceso plutoniano” implica tanto generar resistencia y apegos a la experiencia dual, como aprender a liberarnos de ellos. Es decir, el proceso plutoniano es tanto de evolución (liberar de apegos) como de “involución” (generar más apegos y resistencias). Esto va a depender del momento en el que nos encontremos en nuestra vida, así como el nivel de conciencia que tenga nuestra alma.

Aprendizajes del alma no integrados

El apego a la identidad plutoniana y la sombra que la defiende

Estos apegos de Plutón surgen desde aprendizajes del alma como ser separado, que no fueron integrados al Yo interno ni conectados con el fluir de la vida. En vez de aprender y comprender el verdadero sentido de las experiencias, terminamos apegándonos a estas, sintiendo que sin ellas no podíamos sobrevivir.

Ejemplos:

Plutón en la Casa IV, el aprendizaje de contenernos emocionalmente a nosotros mismos se terminó volviendo un apego y una necesidad enorme de sentir que estamos siendo contenidos o que necesitamos controlar a los demás para sentirnos contenidos.

Plutón en la Casa X, el aprendizaje de nuestro rol en la sociedad y de lo que podemos alcanzar en la realidad se terminó volviendo un apego a estar en el mundo, centrados en lograr objetivos que nos permitan destacar y nos hagan sentir que tenemos poder.

En síntesis, Plutón representa los apegos que nuestra alma tiene que soltar, de manera de poder conectarnos con nuestro Yo esencial y así experimentar una mayor comunión y conexión con la totalidad, de modo que podamos expresar con conciencia el aprendizaje fundamental que nos negamos a vivir.

No queremos soltar nuestros apegos plutonianos, ya que sentimos que sin ellos nos vamos a morir. No tenerlos implica un descontrol demasiado grande y una sensación de pérdida de identidad enorme.

Se vuelven un peso enorme y una tremenda fuente de desgaste energético, pues gastamos una gran cantidad de recursos internos, buscando obtener lo que nuestros apegos plutonianos nos piden.

Cuando sentimos que nos los quitan o nos impiden obtener lo que nuestros apegos plutonianos nos demandan, surgen emociones extremadamente potentes, como la rabia, el odio, celos, envidia, violencia, agresividad, exceso de control, manipulación, posesividad extrema, etc.

Las capas de Plutón

Nacemos en un mundo dual y desde el comienzo de nuestra experiencia en él oscilamos entre los dos tipos de experiencias que son las dominantes en esta realidad.

Las experiencias del plano de separación son extremadamente dolorosas, este dolor está asociado con Quirón, el asteroide que nos habla del dolor de encarnar en un plano dual, una herida injusta donde sentimos que perdimos la protección, el amor y la nutrición de la Fuente.

Plutón se construyó como una gran barrera de protección y de resistencia para evitar vivir el dolor, separación e impotencia que existe en el plano dual.

En el siguiente recuadro podemos ver en rojo las capas que dan forma a Plutón. Entre más cercanas a Quirón estén, más instintivas e inconscientes son.

Terror: una capa de miedo y pánico. Donde sentimos que no estamos en control, que no podemos protegernos y sentimos la aniquilación total.

Odio: le tenemos miedo a esto, no lo queremos sentir. Su poder oscuro puede ser destructivo. Junto con el odio surge un tremendo incremento en el poder personal.

Agresividad y desconexión de empatía: una barrera defensiva que nos desconecta de la humanidad, nos separa del resto. Así se permite que la lucha por la sobrevivencia sea sin piedad.

Falso Yo o apegos plutonianos: es una capa de creencias falsas acerca de lo que soy, apegos y afirmaciones con las que nos hemos identificado. Si revelamos esta parte, sentimos mucha vergüenza. Es ella la que está asociada a la identidad plutoniana y a los mayores apegos que tenemos. Nuestra sombra es la “guardaespaldas” dispuesta a todo con tal de que obtengamos lo que nuestro apego plutoniano quiere.

La vida quiere que soltemos nuestros apegos plutonianos

El trauma, la obsesión y el resentimiento

Hemos dicho que Plutón nos muestra los mayores apegos que nuestra alma trae a esta encarnación, pero la vida y el sentido evolutivo quieren que vayamos liberándonos. Por lo tanto:

Plutón está asociado al trauma, el que surge de experiencias donde nos sentimos sumamente invadidos, violentados, abusados y donde pensamos que no tuvimos ninguna capacidad de control y poder personal.

Estas profundas experiencias de dolor nos llenaron de emociones de impotencia, terror, resentimiento e ira. Nuestra capa plutoniana se resiste a esas emociones y para hacerlo busca desesperadamente tener una sensación de control para así “creer” que ya no será más herida o no volverá a sufrir. Es en ese momento cuando surgen los apegos plutonianos con más fuerza, los que se manifiestan como deseos y obsesiones que buscamos desesperadamente que sean satisfechos, pues así sentimos que controlamos.

Entre más apegos de Plutón tenemos, más resentimiento y sensación de impotencia hemos sufrido desde niños; y más hemos sentido que la vida se ha confabulado para que no pudiésemos tener lo que queríamos y deseábamos con gran intensidad.

• La vida va a hacer lo posible para que no logremos tener el control y que no se

cumplan los apegos plutonianos.

• Desde pequeños va a ir frustrando nuestra necesidad de control plutoniana.

El problema radica en que es imposible que estos sean del todo cumplidos, además ya sabemos que la misma vida nos pide que los soltemos. No tenemos el control y el poder para lograr satisfacer nuestros deseos. Por lo tanto, al vernos incapaces de satisfacer aquello que tanto nos obsesiona caemos en el sufrimiento. Lo que genera más dolor, más importancia, más terror, más resentimiento y así más necesidad de control. Esto es un círculo poco virtuoso. En la siguiente lámina podemos ver este proceso.

Plutón es la fuerza de la vida

¿Para qué queremos usar la fuerza de la vida?

Plutón nos da la fuerza y el poder para vivir nuestra y dejar que las experiencias nos vayan “matando” y transformando. Para que el Yo resurja y continúe su proceso de evolución.

• Para controlar y obtener algo que desesperadamente necesitamos, con tal de no

sentir el miedo y pánico al descontrol.

• O para sintonizarnos con el verdadero Yo y salir a vivir nuestra vida con libertad,

pasión y conexión.

TRAUMA Y DOLOR

POR TRAICIONES,

ABUSOS,

ABANDONOS

IMPOTENCIA

TOTALTERROR RESENTIMIENTO

SUFRIMIENTOCONTROLOBSESIÓN

DESEOS

la casa donde está plutón

La casa donde está Plutón es una represa. Es el área de nuestra vida donde tenemos los mayores apegos, por lo tanto, donde construimos un ego que insiste en alejarse de nuestra esencia verdadera.

En esta casa tenemos complejos o patrones inconscientes que nos dan seguridad y están condicionados por el pasado. Ahí se muestra nuestra sombra con fuerza, ya sea que tengamos o no conciencia de ella.

La casa donde está Plutón aparece como un área de gran apego desde la infancia más temprana. De hecho, junto con la Luna podríamos decir que son las dos áreas de la vida que van a tender a dominar las necesidades de los niños. La casa donde está Plutón se hace notar desde el principio y es donde el pequeño va a empezar a mostrar sus comportamientos sombra, apegos, obsesiones y resentimiento, especialmente cuando siente que no se cumple con lo que idea.

También esta casa es donde vivimos profundas experiencias de impotencia, de dolor y de trauma. Justamente las raíces de los comportamientos controladores que van a ir dominando al adulto están ahí. Esa área de nuestra vida se nos va volviendo fundamental, haciendo que nos obsesionemos con los miedos y necesidades que esa casa representa.

Representa el ego antiguo que aún está presente y que absorbe considerable energía inconsciente. Esta puede ser utilizada para obtener lo que deseamos de forma compulsiva, obsesiva, controladora o sin piedad, tratando de imponer a otro lo que deseamos, a toda costa. Mientras no nos hagamos conscientes de esta energía, seguiremos viviendo bajo los patrones antiguos (de forma compulsiva y obsesiva).

Solo cuando esta energía es liberada, podemos utilizarla para manifestar los puntos evolutivos y así, acercarnos a nuestra esencia. Sin embargo, si liberamos esta energía, podemos utilizarla en otras áreas de nuestra vida (casas), lo que nos permite evolucionar y conectarnos con nuestro Yo esencial.

El apego a la “energía” de la casa

Sabemos que cada casa está asociada a un signo, que representa la energía del ambiente que esa casa tiene en nuestras vidas.

Casa I –asociada a Aries

Casa II –asociada a Tauro

Y así sucesivamente.

Plutón por casa hace que la energía fundamental del signo asociado a ella se vuelva un apego absoluto y parte del sentido de identidad plutoniano. Hace que la sombra y el apego del signo aparezcan.

Por ejemplo, Plutón en Casa I es un enorme apego a la energía de Aries y muestra la sombra de este signo. Es como energía “ariana plutoniana”; lo ariano de la Casa I se transforma en algo de vida o muerte.

Plutón en Casa II es un enorme apego a la energía de Tauro, muestra por lo tanto la sombra de este signo. Es como una energía “taurino plutoniana”; lo taurino de la Casa II se transforma en algo de vida o muerte.

Plutón en Casa III es un enorme apego a la energía de Géminis, muestra la sombra de este signo. Es como una energía “geminiana plutoniana”; lo geminiano de la casa III se transforma en algo de vida o muerte.

Y así sucesivamente.

Esto de manera independiente al signo que esté en la cúspide de la casa.

La evolución de la casa de Plutón

La sanación y evolución se comienza a producir cuando:

• Empezamos a liberar el odio, el resentimiento, el dolor y el trauma contenido ahí.

• Aprendemos a sostener el terror que existe al renunciar y no obtener lo que nos

“morimos” por tener.

• Comenzamos a mirar y a sanar las experiencias traumáticas vividas en nuestra infancia.

• Reconocemos nuestra sombra que se manifiesta en esa área de la vida, integrándola

sin culpa.

• Soltamos los apegos y aprendiendo a fluir con la vida.

Si liberamos la energía contenida que gastamos en esta casa, podemos utilizarla para manifestar los puntos evolutivos y así, acercarnos a nuestra esencia. Los procesos de evolución personal importantes se van a reflejar en la casa donde está Plutón. Es un área de la vida donde vamos a vivir continuas muertes y transformaciones personales.

Activar la casa del frente para evolucionar a Plutón

Un paso clave en la evolución y en soltar los apegos plutonianos es activar la casa que se encuentra al frente a la que se encuentra Plutón.

Hay un cierto paralelismo con el Nodo Sur, pues en la casa del frente de la del Nodo Sur se encuentra el Nodo Norte. La casa del frente a la que está Plutón permite integrar experiencias a las que normalmente nos vamos a resistir.

El “ir” a la casa del frente permite que vayamos soltando los apegos plutonianos, liberar tensión e ir transformándonos. Todo hace que nos conectemos con el propósito fundamental y el aprendizaje que este planeta nos dice que tenemos que vivir en una determinada casa; solo integrando la del frente el aprendizaje se hace completo y se logra un mayor nivel de conciencia.

Nodo Sur y Plutón en una misma casa

Nodo Norte y Plutón en una misma casa

Cuando esto ocurre, hay un doble indicador que esa casa ha sido y es fuente de enormes apegos y necesidades. Es un área donde nuestro ego va a querer tener un control enorme y vamos a girar en torno a ella.

Por lo tanto, el proceso es “abandonar” esa casa, para ir a la del frente, se vuelve un doble requisito evolutivo.

¡Hay una contradicción!

Plutón nos indica que esa casa tiene que ser liberada, quitándole importancia; mientras que el Nodo Norte nos dice que esa casa representa un aprendizaje nuevo a incorporar.

En este caso, el camino es no abandonar la casa, sino liberar los apegos plutonianos que se pueden tener, de manera de manifestar la alta calidad evolutiva que el Nodo Norte representa en esa área.

Plutón aspectado a los planetas

Los planetas con los que está Plutón aspectado también representan apegos que venimos a aprender a transmutar, pues también nos frenan e impiden que nos conectemos con el propósito de nuestra alma.

Si Plutón está en aspecto disarmónico (cuadratura, oposición, conjunción y quincuncio) a un planeta, lo que tenemos es un apego que el alma arrastra que no ha sido integrado. Estos planetas muestran comportamientos intensos y obsesivos, que cuesta mucho regular y modular. La persona plutoniana gira en torno a satisfacer los deseos de este planeta. La realidad también se confabula para que estos deseos no sean satisfechos desde la infancia, generando experiencias traumáticas y de dolor que la llevarán a comportamientos de resentimiento, obsesión y de control.

Estos planetas aspectados a Plutón disarmónicamente se suelen mover en nuestra personalidad demasiado centrados en nuestros propios deseos y motivaciones individualistas. El proceso evolutivo está en ir trascendiendo estos deseos egoístas y empezar a expresar la enorme potencia que tienen de manera más “transpersonal”, es decir, la potencia y fuerza se usa para ayudar, potenciar y transformar a los demás.

Podemos hacer analogías entre Plutón aspectado a un planeta y Plutón en una determinada casa:

• Plutón aspectado a Marte es análogo a Plutón en Casa I.

• Plutón aspectado a Venus es análogo a Plutón en Casa II y VII.

• Plutón aspectado a Mercurio es análogo a Plutón en Casa III y VI.

• Plutón aspectado al Sol es análogo a Plutón en Casa V.

• Plutón aspectado a la Luna es análogo a Plutón en Casa IV.

• Plutón aspectado a Júpiter es análogo a Plutón en Casa IX.

• Plutón aspectado a Saturno es análogo a Plutón en Casa X.

• Plutón aspectado a Urano es análogo a Plutón en Casa XI.

• Plutón aspectado a Neptuno es análogo a Plutón en Casa XII.

Si Plutón está en aspecto armónicamente (trígono y sextil), lo que tenemos es un apego que no representa necesariamente un freno evolutivo para esta vida. Es más bien un comportamiento de apego que nos acomoda y nos permite sentir que tenemos control y poder. Generalmente, está asociado a dones y aprendizajes vividos en el pasado de nuestra alma. Aunque tengamos claro que muchas veces sí generan dolor, pero uno que podemos soportar e incluso nos puede llegar a gustar.

Plutonianos no poderosos, agresivos, ni controladores

Normalmente cuando Plutón se asocia a casas o planetas yang, como las Casas I, V y X o a planetas como el Sol y Marte, lo que tenemos son personas con una identidad plutoniana extremadamente poderosa y controladora. Capaz de salir a enfrentar cualquier desafío y a enfrentarse con cualquiera con tal de obtener lo que quieren. Estas personas poderosas normalmente van a tener que vivir dolorosas experiencias de impotencia, pues la vida les va a enseñar humildad para que se den cuenta de que no son tan poderosas como creen, de modo que vayan soltando su necesidad de control y puedan conectarse con el poder personal que realmente existe dentro de ellas y que las invita a vivir experiencias que van más allá de lo que su identidad plutoniana quiere.

Sin embargo, existen personas con estas configuraciones que se polarizan negando su poder personal. Se van a mostrar miedosas, inseguras, sin poder personal y la fuerza para enfrentar a los demás. Suelen ser abusadas o violentadas por otros , es decir, proyectan su Plutón. Tienen miedo a su poder personal, pues inconscientemente la asocian a odio, resentimiento, furia, energía destructiva y sombra. Normalmente tienen miedo a parecerse a algún miembro de su familia que era un plutoniano destructivo.

El salto evolutivo de estas personas está en aprender a usar ese poder personal, sin caer en los excesos de Plutón. Los proceso de la vida normalmente los van a llevar a obtener poder y a aprender a manejarlo.