Mascaras en Mario Buchbinder

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Mario Buchbinder Psicoaná lisis y Máscaras Por Emilia Cueto Desde hace décadas desarrolla una modalidad de trabajo que incluye la utilización de diversos recursos, entre ellos la implementación de máscaras ¿Podría relatarnos – a grandes rasgos– cómo se inició en esta práctica y cuál es el abordaje que propone a través de estas técnicas en el trabajo terapéutico? Las máscaras se transformaron en un elemento significativo a partir del psicoanálisis como momento de estudio y de análisis personal, junto con el teatro, el psicodrama, el trabajo con la psicosis entre otros. Comencé con experiencias expresivas junto con Elina Matoso y fundamos el Instituto de la Máscara, luego lo incorporé a la tarea terapéutica y psicoanalítica, con pacientes individuales y con grupos, con familias y en el ámbito institucional. Concomitantemente realizamos puestas teatrales y coreográficas. Los recursos tienen una doble significación: por un lado son recursos conceptuales y al mismo tiempo son técnicos. Me estoy refiriendo, como ejemplo, a la 1

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"De lo que nos fuimos dando cuenta -explica el psicoanalista- es que al colocarse una máscara se producen transformaciones muy interesantes". Y, más todavía, surgen aspectos sumamente significativos de la persona.Es como si con la máscara dijéramos 'no soy yo'. Algo similar a lo que sucede con los niños cuando juegan a ser un personaje de cuento o un valiente superhéroe. "Ahora, esa cosa tan inocente que dice: 'no soy yo, es otro', define la condición humana. Porque uno está en relación al otro", explica Buchbinder.

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Mario BuchbinderPsicoanlisis y MscarasPor Emilia Cueto

Desde hace dcadas desarrolla una modalidad de trabajo que incluye la utilizacin de diversos recursos, entre ellos la implementacin de mscaras Podra relatarnos a grandes rasgos cmo se inici en esta prctica y cul es el abordaje que propone a travs de estas tcnicas en el trabajo teraputico?

Las mscaras se transformaron en un elemento significativo a partir del psicoanlisis como momento de estudio y de anlisis personal, junto con el teatro, el psicodrama, el trabajo con la psicosis entre otros.Comenc con experiencias expresivas junto con Elina Matoso y fundamos el Instituto de la Mscara, luego lo incorpor a la tarea teraputica y psicoanaltica, con pacientes individuales y con grupos, con familias y en el mbito institucional. Concomitantemente realizamos puestas teatrales y coreogrficas.Los recursos tienen una doble significacin: por un lado son recursos conceptuales y al mismo tiempo son tcnicos. Me estoy refiriendo, como ejemplo, a la inclusin del cuerpo, la escena, la mscara, el juego. En la historia del campo psicoanaltico se fueron haciendo tambin desarrollos conceptuales sobre estos trminos.

Usted conceptualiza a la mscara como el rgano de superficie del conjunto de las relaciones sociales, por qu la define como un rgano?

Hay una definicin de mscara que es aquella en la que se oculta el rostro. Otra que incluye a todo el cuerpo, amplindola a los gestos, la vestimenta, el lenguaje, las instituciones, las ideologas, las teoras. Elementos que ocultan y que al mismo tiempo revelan. Una definicin que acuamos es: La mscara es el rgano de superficie del conjunto de las relaciones sociales. rgano desde la etimologa latina, entendido como instrumento; y a su vez porque tiene un aspecto histrico social, cultural y mtico en relacin a los relatos y rituales de la cotidianeidad as como en sus orgenes en poblaciones primitivas.

La complejidad de la mscara como objeto que se incorpora a lo teraputico, reside no slo como un elemento tcnico, sino que en las relaciones humanas siempre estn presentes. El analista siempre est con una y el paciente llega con una o con varias, en el sentido que su estructura lo es, as como cada uno de sus sntomas. Quien se da cuenta de sus mscaras puede operativizarlas de otro modo aun cuando l no sea consciente de ello.

Hacerse cargo de las mscaras implica tambin hacerse cargo de la escena, el cuerpo, el juego. Me estoy refiriendo a una subjetividad como Freud lo desarroll en la que el cuerpo, la escena y el juego son centrales. Y hay momentos en que caen: es el de la muerte y el del goce.

El trabajo teraputico con las mscaras es central en el trabajo analtico. Leclaire titul un libro: Desenmascarar lo real; es decir que se generan condiciones para que lo imaginario tenga lugar y se constituya otra relacin con lo real y lo simblico.

Frente a un sntoma de un paciente, por ejemplo un dolor de cabeza, se le pide que elija mscaras para representarlo, que se la ponga sobre el rostro, que haga un gesto, que diga unas palabras, que construya una escena, un personaje, etc. Luego los comentarios acerca de lo vivido. En el dolor de cabeza que muchas veces no tiene palabra puede ser expresado, se generan condiciones imaginarias, para que lo real encuentre una fachada y pueda hallar sentidos, palabras. Aquello indecible en la subjetividad individual o social puede transformarse en decible. Puede quedarse en mera construccin imaginaria? S, pero esto no slo puede suceder con la mscara, sino en cualquier intervencin teraputica. En las llamadas nuevas patologas, especialmente, en las del narcisismo, muchas veces lo imaginario est subdesarrollado. Y de lo que se trata es de abrir a lo imaginario.

El psicoanlisis le ha dado al cuerpo un lugar destacado y un estatuto distinto al que tena para la ciencia hasta ese momento, cules son las semejanzas y las diferencias que encuentra con el lugar que tiene el cuerpo en su prctica clnica?

Freud funda otra corporalidad e instaura el cuerpo ergeno, el cuerpo del deseo y de la cultura. Junto con el cuerpo que no tiene palabra est aquella parte que cobra significacin en la relacin con el otro.

Julia Kristeva seala tres momentos del lenguaje en Freud: un primer momento de la asntota (dos rectas que no llegan a tocarse nunca) entre la pulsin y la significacin. Un segundo momento, optimista en el cual el relato da sentidos: como en la interpretacin de los sueos, y un tercer momento de la repeticin que no termina de elaborar, es la poca de Ttem y Tab y de la pulsin de muerte. Esos tres momentos seran tambin los de la relacin con el cuerpo. El primero de la asntota entre cuerpo y significacin. El segundo donde se construye un relato que da sentidos y un tercero que es el de la imposibilidad.

Considero mi quehacer una prctica psicoanaltica, teniendo en cuenta que cada psicoanalista o cada corriente piensa el cuerpo de un modo particular. Quin dice cul es el modo? Lo instituyente del psicoanlisis es que permite esa interrogacin por encima de los dogmatismos que no dejan de estar presentes en la historia del psicoanlisis.

Freud y Lacan sostienen la utilizacin del divn para un gran nmero de casos abordados desde el psicoanlisis. En ellos, es el cuerpo del analista el que queda por fuera del circuito de la mirada. Esto marca una diferencia con la modalidad que usted implementa, de qu manera trabaja esa variable?

No es que Freud no trabajara con el cuerpo. Lo efectiviza cuando en la prehistoria del psicoanlisis le pone una mano en la frente del paciente y ms tarde le propone que se acueste en el divn y l se sienta detrs, fuera de su mirada. Qu importancia le da al cuerpo! Supuestamente quiere neutralizar la descarga motora para facilitar las asociaciones. Parte de mi trabajo incluye el trabajo con el divn, pero otra es frente a frente y en grupos con diversas tcnicas. Me parece que en la lectura de Freud no muchos autores relevan la importancia del cuerpo. Y no slo cuando afirma en El yo y el ello que el yo es eminentemente corporal, sino en sus desarrollos sobre la sexualidad infantil, las zonas ergenas, el narcisismo, la interpretacin de los sueos, etc.

En Potica del Desenmascaramiento me pregunto por qu se suele considerar psicoanaltico el trabajo con el juego y el cuerpo con los chicos y no as con los adultos. Acaso no se consideraba por fuera del campo psicoanaltico el trabajo con familias, con grupos, con nios, con psicticos.

El trabajo con el cuerpo y con las mscaras es psicoanaltico mientras genere condiciones para la emergencia del inconsciente y lazos entre el cuerpo y la palabra, mientras no obstaculice el correr del deseo y permita la oscilacin entre el enmascarar y el desenmascarar. Esta oscilacin es eminentemente psicoanaltica. Desenmascarar el sntoma para que se presentifiquen otras significaciones en la novela del analizante. Freud desenmascara, por ejemplo el caballo de angustia en la fobia de Juanito.

A veces me preguntan el para qu de esos recursos. Para poder encontrarse con el silencio y la poiesis del cuerpo y/o de la palabra. Lugar de la palabra cuando sobrepasa la novela familiar y crea otra subjetividad en la relacin analtica.

Dentro de las funciones teraputicas de la mscara mencionaba la construccin del Mapa Fantasmtico Corporal, qu es y de qu manera se arriba a su conformacin?

El mapa corporal es la representacin conciente e inconsciente del cuerpo, donde se resalta la impronta fantasmtica como figuracin imaginaria. Es un modo en que se estructura la subjetividad en la relacin cuerpo, mundo y fantasma. Resalta la figuracin y el entrelazado fantasmtico, de all su denominacin.

El mapa es al mismo tiempo individual, vincular y social. Es un organizador del cuerpo, de lo psquico, de la relacin con los otros (inter, intra, transubjetiva).El sujeto, a partir de sensaciones, percepciones, pensamientos e imgenes, a travs del encuentro de semejanzas, ficciones, aproximaciones genera metforas, subtextos, relatos posibles, representaciones que conforman mapas, estructuras a las que torna comunicables. Es por eso que el mapa puede considerarse como texto, juego, personaje, escena, grafismo, objeto, etc. Es un magma y simultneamente un decodificador de sensaciones y percepciones, que a travs de la forma que adquiere permite recrear, ocultar y revelar.

Este proceso de representaciones que se configuran en una forma es homlogo al de constituir una mscara. El mapa siempre es mscara, fachada, semblante. La figurabilidad que adquiere la fantasmtica en un mapa o en una mscara es clave en la constitucin de la subjetividad. Base de la relacin que se imprime entre sujeto-mundo.

El Mapa Fantasmtico Corporal da cuenta de la espacializacin del propio cuerpo desde su fantasmtica y sta puede ser proyectada sobre un papel, arcilla, en la organizacin de la gestualidad, as como en la tonalidad y ritmo de la expresin verbal. Si tomamos la representacin del mismo en el plano del papel, con la utilizacin de colores y formas se puede organizar un itinerario de decodificacin en consonancia con el intercambio que se produce entre el protagonista del mapa y sus interlocutores (terapeutas, maestros, teatristas, corporalistas, etc.).

Territorio, geografa y mapa denotan metforas espaciales. La representacin espacial implica una geometra, una tridimensionalidad significante, una genealoga y una temporalidad.De all que el Mapa es lmite, borde, frontera y fragmento; pone en evidencia la relacin entre un todo y sus partes.

Cuando el beb recin nacido necesita una prenda de la madre para poder subsistir ante su alejamiento (tal como nos lo refiere Dolt), esa prenda es mapa de la madre y del nio con la cual ste subsiste frente al vaco del alejamiento de la madre, se constituye un mapa compartido que era aquello que le faltaba al beb. En el ejemplo, la prenda de la madre juega al modo de la metonimia es decir esa parte representa a un todo y le da continencia.Al ir definiendo el mapa nos dimos cuenta de que no se trataba slo de su representacin sino de una estructura de la subjetividad en la que el cuerpo no poda definirse por fuera de la trama fantasmtica y esa trama de fantasmas no poda desligarse del cuerpo, siguiendo a Abraham y Freud me refiero a las predominancias erticas y las zonas ergenas.

El Mapa no responde slo a una estructura interna ni tampoco a una externa, sino que tiene el entrelazado entre mundo interno y externo, que ya Winnicott defina para el objeto transicional.El Mapa Fantasmtico Corporal suele mutar y codificar lo genealgico con la poiesis, como una bsqueda de un itinerario azaroso y desconcertante que acontece en el presente y que arrastra y empuja el caudal creativo de cada uno en sus actos poticos cotidianos.En sntesis, podramos decir que el mapa resulta un estructurador y desestructurador de las imgenes del cuerpo.

Desde hace aos comenz a implementar el trabajo en lugares simultneos, en qu consiste?

Es una denominacin tcnica, con fundamentos tericos. Incorporamos en la sesin, diferentes rincones de trabajo, a la manera de los rincones en las salas de Jardn de Infantes.

Por ejemplo: uno para trabajar con mscaras, otro para utilizar arcilla, otro con una bolsa de boxeo, otro para trabajo corporal. A partir de estos lugares cada paciente elige el rincn, despus de un momento de comentario en el grupo. El trabajo en lugares simultneos contribuye a una manera de encarar la terapia, donde la situacin grupal no gira slo alrededor de la problemtica de uno de los miembros, sino que las temticas de las diferentes personas puedan tener lugar en la situacin grupal, an cuando no se encuentre una fantasa comn. Esta modalidad le permite encontrar al paciente su manera de decir con qu fantasmtica ha venido, y que sta quede documentada a partir del trabajo en el rincn; esa documentacin va a tener mucho peso en el transcurso de esa sesin y an de todo el tratamiento. Recuerdo un paciente angustiado que al comenzar una sesin dijo que tena ganas de irse, sin embargo eligi escribir sobre esas ganas. El relato era que l se iba con un coche por el desierto, el coche se detena y l quedaba perdido, y protestaba. Su escrito expresaba algo de su vida, que l siempre se queja. Despus, pidi hacer un dibujo. Era un camino que se cortaba en un lugar preciso, en la sexta parte. Tiempo ms tarde supimos que cuando l tena seis aos, naci su hermana, y apareci el tema de los celos, de la envidia. De modo que, en el escrito y en el dibujo pudo expresar aspectos importantes de su conflictiva para volcarlos al metabolismo de lo grupal.

En el trabajo en lugares simultneos no excluimos la palabra, que est siempre presente. Damos mucha importancia a plasmar en imgenes, mediante los diferentes recursos que utilizamos. Podra objetarse que esto es una cada en lo imaginario: yo digo que es una subida a lo imaginario. Quiero decir que si damos importancia a la construccin imaginaria es para dar su lugar a lo real, para que lo real pueda inscribirse en esa sesin, a partir de lo cual podr desarrollarse la simbolizacin.

Considero que el grupo es un espacio transicional que se juega en ese circuito donde sus integrantes presentifican las diferencias y tambin aquello que es comn.

La versin completa de esta entrevista enwww.elsigma.com

Mario Buchbinder es mdico psicoanalista y psicodramatista, escritor, especialista en trabajo corporal y expresivo. Miembro fundador de la Sociedad Argentina de Psicodrama. Fundador y director, junto con la Lic. Elina Matoso, del Instituto de la Mscara. Profesor titular de Psicodrama y de Terapia Corporal en la UAI. En el rea artstica public libros de poemas y realiz puestas teatrales como autor y director. Director de la coleccin: Cuerpo, Arte y Psicoanlisis, de Editorial Letra Viva. Autor de: Potica de la Cura, Buenos Aires, Editorial Letra Viva (2001), Potica del Desenmascaramiento: Caminos de la cura, -2 ed.- Buenos Aires, Editorial Letra Viva (2008).1