Marte - La Invasion Del Planeta Rojo R-006 Nº054 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2

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TEMARIO

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principios de siglo, Marte, pa-ra el ciudadano de la calle ypara más de un astrónomo,

era un clásico científico, el planetade Percival Lowell, un mundo reple-to de canales y misteriosas civiliza-ciones en proceso de extinción, cu-bierto acaso por inmensos valles co-lonizados por líquenes y otros tiposde vida vegetal primitiva, cumbresnevadas, desiertos, nubes... En mu-chos aspectos, una segunda Tierrapara el Hombre o quizás para losdesconocidos hermanos del Cos-mos.

El limitado poder de los telesco-pios y otras herramientas, sobre lasque se sustentaban las teorías delos astrónomos de entonces, enri-queció el caldo de cultivo que ali-mentaría la especulación y la imagi-nación de muchos autores.

Pero las cosas cambiarían en1965. La primera sonda interplaneta-rialanzada con éxito hacia Marte porlos americanos nos ofrecería una vi-

sión totalmente distinta de este veci-no mundo. Preparada apenas paraun sencillo sobrevuelo, la Mariner-4fotografió una minúscula franja de lasuperficie marciana durante brevesminutos bajo Ia estela fugaz de sutrayectorla. Las imágenes llegaron ala Tierra y todo un mundo de leyen-das e hipótesis se desmoronó sinruido. Mafte se parecía más a la Lu-na que a la Tierra, con cráteres pordoquier, cicatrices de una épocabrutal que parece golpeó de la mis-ma manera a casi todo el SistemaSolar hace millones de años; unmundo árido, aparentemente sin vi-da, seco, alejado de los vergeles enuna ocasión imaginados... Así era elMarte de la Era Espacial.

La NASA, responsable de esta pio-nera misión, continuaría explorandoel planeta durante los siguientesaños. Viajarían hacia él las Mariner-6,7 y 9, enlre 1 969 y 1971, y cada unade ellas ampliaría un paso más allá elconcepto global que hoy tenemos de

Marte y su entorno. Poco a poco,gracias a más y mejores instrumen-tos, las naves escrutaron con objeti-va imparcialidad la estructura geoló-gica que se extendía bajo sus ojoselectrónicos. Descubrieron los volca-nes más altos del Sistema Solar, ca-ñones de inmensas proporciones,mayores que cualquiera existente enla Tierra, y lechos de ríos agotados,secos, demostraciones fehacientesde que algún día, hace muchos años,el agua corrió ágil sobre la superficiemarciana.

vrKrNcos EN MARTE

Desde el espacio, desde la distan-cia que dictan las leyes de la gravita-.ción universal, las sondas cartografia-ron el planeta pero fueron incapacesde descubrir estructuras con aparien-cia racional, construidas por manosinteligentes. Sobre el suelo marcianoreina un clima mucho más inhóspitode lo que la vida terrestre puede so-portar: bajas presiones, atmósferairrespirable, tormentas de arena co-losales, temperaturas extremas... Sila vida como Ia conocemos no pue-de subsistir, quizás el Marte actualsea sólo un gigantesco fósil de loque un día fue, un planeta -biológi-camente hablando- más antiguo yevolucionado que la Tierra, donde lavida pudo reinar un día y extinguirse

E , 1956 la primera sonda enviada a Martereveló gue se trataba de un planeta árido,plagado de cráteres y cicatrices de una épocabrutal que golpeó al srsterma solar hace millonesde años.

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En ia pá9. anter¡ür una de los imponentes cohefes Protón, desarrollados por la ex-{Jñ§§, y con los que ios ¡'usas alcanzaron {t4afte anfes que los noñeamericanos.

§obre esfas !íneas la sonda sovléflca fobas, y bajo estas iíneas y a la derecha dos delos componentes de la rnisión Viking de Estados Unidos.

fuas naves Mariner descubrieron en laqqpqfflqie ry q rpiq ? q_ lps_ Vq|ca nqq 1? 4q qtlpq dqtsístema solar, cañones de enormes dimensionesy lechos de ríos agotados, prueba de que el agua

al siguiente, cubriendo un ciclo evo-lutivo lógico. Ahora, modificadas lascondiciones óptimas bajo las cualesla vida puede florecer en todo su es-plendor, sólo resta buscar trazas desu pasada existencia o, tal vez, in-tentar encontrar el residuo vivo de Ioque en un tiempo pudo multiplicarsecon generosidad. O vestigios de se-res vivos completamente diferentesa los que conocemos, adaptados asu entorno.

Los científicos de la NASA, cuyotrabajo ha estado durante años bajola presión exasperante de un presu-puesto limitado, fruto de la épocaposterior al Apolo, idearon dos vehí-culos de apariencia idéntica denomi-nados Viking. Cada uno de ellos es-taba compuesto por un lander onave de alerrizale y un orbiter u orbi-tador. El primero se posaría en la su-perficie y, entre otras acciones, in-tentaría detectar la existencia devida marciana. En el Ínterin, el otropermanecería girando alrededor delplaneta, fotograf iándolo.

Las Viking despegaron el 20 deAgosto y el 5 de Septiembre de1975. Antes de partir se sometieron auna intensa sesión, durante la cualfueron esterilizadas. Cualquier i'esi-duo capaz de interferir en su activi-dad de búsqueda biológica debía sereliminado, no sólo para evitar conta-minar el planeta con microorganis-mos de origen terrestre, sino tambiénpara eludir lecturas erróneas deriva-das de los experimentos bioquími-cos. Para la esterilización, los inge-nieros incrementaron Ia temperaturahasta niveles letales para la vida. Lossistemas de las Viking fueron diseña-dos para sopodar aún peores adver-circuló por el planeta.

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sidades durante la misión. La tecno-logía, en otros programas como el lu-nar, no siempre soportó bien esteimpacto, esa bofetada purificadoraque algunos consideraban innecesa-ria. Pero las sondas Viking deberíanactuar en un mundo primordial, nue-vo para nosotros, y era esencial evi-tar la contaminación de la superficiemarciana, Io cual hubiera enmasca-rado los resultados.

La Viking-l alcanzó la órbita deMarte el 19 de Junio de 1976. Lascámaras que transportaba, mejoresque las utilizadas en anteriores vue-los, demostraron que los lugaresprevistos para el aterrizaje no erandel todo adecuados. Cabe decir queéstos no habían sido seleccionadospor su interés biológico sino por laaparente ausencia de accidentes na-turales que dificultasen el alerrizfie.Este, a la sazón, se llevó a cabo el20 de Julio, en un lugar casi encan-tado denominado Chryse Planitia.Unos días después, el 7 de Agosto,llegó la Viking-2. El descenso de suvehículo de aterrizaje se efectuó el 3de Septiembre de 1976, en UtopiaPlanitia.

Sobre la superficie de Marte ydesde la órbita de su cielo rosado,las máqulnas actuaron con diligen-cia, sin apenas fallos. Midieron mul-titud de parámetros físicos y se lle-varon a cabo tres experimentosbiocientíficos que habían sido idea-dos para buscar trazas de actividadbiológica en el suelo y para detectarla presencia de materia orgánica.Evidentemente, nadie esperaba foto-grafiar criaturas en movimiento fren-te a los objetivos de las cámaras, oanimales volando en la tenue atmós-fera marciana, pero ciertos resulta-dos hubiesen delatado Ia posibleexistencia de vida (al menos micro-biana) según los parámetros terres-tres. Los dos lugares de aterrizaje,elegidos por la ausencia de acciden-tes geológicos, resultaron ser pedre-gosas zonas de apariencia desértica.Ciertamente, no eran el mejor lugarpara intentar localizar vida. Conside-remos el símil de esperar encontraramplia actividad biológica en la Tie-rra situando nuestro detector en elremoto desierto del Gobi. No obs-tante, los científicos prefirieron un lu-gar seguro para el aterrizaje a unmontón de chatarra en un vergel. Elfuturo deparará, sin duda, mejoreslugares.

Ambas Viking quedaron estacio-nadas en el hemisferio nofte, no muyalejadas la una de la otra. Para llevara cabo sus investigaciones, las Vi-king contaban con un brazo extensi-ble que podía recoger muestras delsuelo e introducirlas en un laborato-rio miniaturizado. Caso de existir mi-croorganismos en dichas muestras,podría detectarse su metabolismo

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Q, u¡ze et Plarte actual sea ?!óto un gigantescofósil de un planeta, biológicamente másevolucionado que la Tierra, donde_pudo existir lavida.

analizando la emisión de gases. Asi-mismo, se emplearon nutrientes pa-ra incentivar el desarrollo biológico.Los resultados, sin embargo, fueronpoco concluyentes. Algunos de losexperimentos dieron negativo, otrospositivo; pero de forma tan ambiguaque los científicos creyeron que laleve actividad detectada podía atri-buirse a la presencia de ciertos com-puestos químicos. En la actualidadlos experimentos que se efectuaríanpara buscar vida en Marte seríanmuy diferentes. No en vano, en losaños sesenta el diseño del minilabo-ratorio se convirtió en uno de losmayores retos técnicos de la misión.

Las sondas Viking continuaronfuncionando durante años, muchomás tiempo de lo inicialmente pre-visto, y se han convertido en uno delos proyectos más exitosos de la as-tronáutica mundial. A pesar de todo,el mayor aliciente de la misión, labúsqueda de vida marciana, conti-núa siendo un factor tan misteriosocomo lo era antes del lanzamiento.

SOUÉT¡COS A LA CARRERA

No dudamos de la importanciapolítica otorgada a la exploración es-pacial durante los años cincuenta ysesenta. Los soviéticos demostraronsu poder tecnológico mediante elprimer satélite artificial y el primerhombre en el Cosmos, y pretendían

también ser pioneros en la investiga-ción interplanetaria. Consideremosun aspecto importante: si una sondae(a capaz de chocar contra la Lunaestando ésta situada a más de400.000 kms. de nosotros, ¿qué nopodría hacer el Ejército Rojo graciasa sus misiles ICBM, los mismos quehabían sido usados para aquel lan-zamiento?

Fue la llegada de Gagarin, la crisisde Bahía Cochinos, el agudo senti-miento de frustración americano, loque propició el inicio del programaApolo, que colocaría a un hombresobre la Luna. Los estadounidensesconfiaban en el poder de su indus-tria, pero ésta necesitaba tiempo pa-ra acelerar, levantar el vuelo. El viajea la Luna, como destino ambicioso amedio plazo, proporcionaba el tiem-po necesario. La precaria industriasoviética, que había disfrutado detreinta meses de adelanto en uno delos factores que son primordialespara iniciar la exploración espacial,los cohetes lanzadores, vería erosio-nada su ventaja en un laPso temPo-ral cor1o. América venció en la carre-

En la pág. anteriar horizonte marciana visto desde el lugar de aterrizaie de la sonda'Viking-2.

Su antecesora, ta Viking-l, fue lanzada can un cohete Titan-Centaurcomo el que reproducimos en la pág. anterior. Junto a estas /rneas otras imáge-nes

'de Márte abtenidas por las sondas Viking durante sus trabaios científicos

de análisis de muestras.

para intentar localizar restos de vida,

,f-os lugares etegidos Par@lasnaves eran zonas

ra hacia la Luna, pero existían aúnotros objetivos menos comPlejos.Entre ellos estaba la exploración au-tomática de los planetas. Por ello, laURSS dedicó una buena parte desus recursos al programa de sondasinterplanetarias.

Este era un programa extraño,siempre enfrentado a los planes civi-les de la NASA. En el intento de sua-vizar el impacto del fracaso lunar, los

científicos soviéticos se vieron obli-gados a trabajar a toda Prisa. Eraimportante posarse en Marte antesque los americanos; era esencial in-vestigar Venus antes que el rival. Pa-ra conseguirlo, el método soviéticofue radicalmente diferente al ameri-cano: en vez de adaptar su tecnolo-gía a las infaustas condiciones rei-nantes en el espacio, construYeronnaves pesadas estancas caPaces deofrecer en su interior ambientes si-milares al existente en la Tierra (1 at-mósfera, temperatura constante,etc.). Los instrumentos, por tanto, noprecisaban de una atención especialy eran más económicos. El Peso noconstituía problema. Uno de los sub-productos del programa lunar, elvector Protón, era lo bastante poten-te como para enviar varias toneladasen dirección a Marte. Por desgracia,esta simplificada opción convirtió alas sondas en contenedores de ins-trumentos delicados, dependientesdel exacto funcionamiento de la na-ve madre. Es obvio pensar, Pues,que las verificaciones previas al lan-zamiento se efectuaban con menorrigor. Además, las sondas difícilmen-te soportarían la esterilización en ca-so de ser ésta necesaria.

Una muestra de las dificultadesque todo ello implicaría para el pro-grama interplanetario soviético la en-contramos en los Primeros años dela exploración marciana. Mientrasque la NASA no Pudo emPlear deningún modo la ventana de lanza-miento hacia Marte en 1960 (unaoportunidad periódica durante lacual ambos planetas se hallan encondiciones de distancia favorables),los soviéticos sí probaron fortunacon una cosmonave Primitiva. La-mentablemente, el lanzamiento efec-tuado el 14 de Octubre de 1960 nun-ca alcanzó el espacio Por unaccidente en el cohete propulsor. LaNASA vería retrasados sus planes deque 1962 fuera la fecha de P_artidahacia el Planeta Rojo, y la URSS viollegada, a su vez, una nueva oPortu-nidad. Se lanzaron entonces tressondas algo mejoradas, Pero sólouna, la Mars-l (1 de Noviembre), al-canzó el espacio. La sonda sobrevo-ló Marte, pero el contacto,qon ella sehabía perdido varios meses antes, aunos 106 millones de kilométros dela Tierra.

La debilidad técnica que imPedíael contacto desde grandes distan-cias propició una corta serie de vue-los hacia la órbita de Marte bautiza-

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dos con el sobrenombre de Zond(Sonda), llevados a cabo entre 1964y 1965. Las Zond-2 y 3 tuvieron di-versa suerte, pero abrieron el cami-no hacia posteriores diseños másperfeccionados. Con la disponibili-dad del lanzador Protón en 1969, loscientíficos introdujeron un nuevo tipode sonda más pesada y compleja.Por desgracia, ninguna de las doscosmonaves, lanzadas en Marzo yAbril de 1969 consiguieron alcanzarel espacio debido a sendos fallos ensus cohetes aceleradores. Por parteamericana, sin embargo, las Mari-ner-6 y Z consiguieron sobrevolarcon éxito su objetivo.

Cumplida con creces la primerafase de exploración, la NASA pro-gramó dos vehículos capaces de or-bitar Marte en 1971. Frente al nuevoreto, los soviéticos decidieron com-petir con tres sondas independien-tes. El diseño actual consistía en unanave múltiple compuesta por un ve-hículo orbitador y otro capaz de ate-rrizar. El conjunto era pesado, asíque, debido a las características dela ventana de lanzamiento, los sovié-ticos decidieron modificar su prime-ra sonda para llegar al planeta antesque los americanos. Para conseguir-Io eliminaron Ia nave de descenso,esperando lograr, con la disminuciónde masa, una trayectoria más rápidaque permitiese adelantar a los ame-ricanos. Las otras dos sondas sovié-ticas, con vehículos de aterrizaje,completarían una misión superior ala del rival.

Pero las cosas no saldrían de lamanera prevista. La etapa acelera-dora de Ia primera sonda no consi-guió impulsarla hacia Marle y la navequedó a la deriva alrededor de laTierra. Las otras dos alcanzaron laórbita marciana cuando ya la Mari-ner-9 estaba en ella. Las tareas deobservación no habían empezadotodavía debido a una intensa tor-menta de arena, una de las mayoresconocidas, que enturbiaba la atmós-fera. La Mariner-9 tuvo que esperar.Para las Mars-2 y 3 quedaba la glo-ria de intentar el primer aterrizaje so-bre Marte, pero debido a que lascápsulas de descenso debían sepa-rarse antes de la llegada al planeta,la maniobra no podía retrasarse. Así,el vehículo de aterrizaje de la Mars-2, que se había separado de la navemadre antes de que ésta entrase enórbita, se dirigió hacia la superficie.Desafodunadamente, un fallo técni-co grave la hizo chocar contra elsuelo, estrellándose. Su hermanagemela partió desde la Mars-S po-cos días después, consiguiendo ate-rrizar con éxito. Creemos que lo hizode forma un tanto intempestiva, qui-zás en medio de la citada tormentade arena, puesto que las comunica-ciones con la superficie cesaron en

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Desde cuatro puntos de vista simultáneos, los dos orbitadares y /os dos módulos deaterrizaje Viking efectuaron la mayor y más completa investigación de Martede todos los tiempas. Desaforlunadamente ninguno de /os dos vehículos pudocaptar seña! alguna de inteliEencias extraterrestres.

veinte segundos. El único fragmentode imagen transmitido apenas per-mitía atisbar un paisaje borroso.

Los planes de la NASA contabancon la presencia de las Viking en1973, pero éstas fueron retrasadasdos años debido a problemas presu-puestarios. Por tanto, la URSS ten-dría otra oportunidad de adelantarseese año con un nuevo intento deaterrizaje. Para ello preparó hastacuatro naves. Las Mars-4 y 5 despe-garían en Julio de 1973 y las Mars-6y 7 lo harían en Agosto. Las sondasdebían actuar en parejas. Las dosprimeras orbitarían Marte, las otrasdos sobrevolarían el planeta. LaMars-4, sin embargo, tuvo seriosproblemas con su motor de frenadoy sólo pudo sobrevolar su objetivo.

Su compañera Mars-S sí consiguióanclarse alrededor de Marte, perouna ligera despresurización de loscompartimientos estancos perjudicógravemente el funcionamiento desus instrumentos. Tras ellas, llegó laMars-7. El módulo de descenso fueeyectado cuatro horas antes de lallegada al planeta, pero un error deorientación impidió su reentrada enla atmósfera, pasándo a '1.300 kms.de su objetivo y perdiéndose en elespacio. La Mars-G tuvo más suefte.Su nave de descenso sílogró posar-'se sobre Made. Pero aunque trans-mitió durante su recorrido por la at-mósfera, dejó de hacerlo antes detocar la supedicie. Es posible que lanave se golpeara con un promonto-rio inesperado o que la velocidad de

Los biótogos deseaban mantener Marte en unestado virginal. Pero la contaminación seráinevitable cuando comencer?ros a transformar elplaneta para hacerlo habitable,

bajada fuera excesiva. El resultadode la misión apareció como patético:cuatro naves habían conseguido só-lo una fracción de la informaciónconseguida por la Mariner-9 dosaños antes.

Con las Viking cercanas a su díade lanzamiento, los soviéticos aban-donaron cualquier esperanza de su-perar a las huestes americanas y seolvidaron de Marte durante años pa-ra dedicarse en cuerpo y alma a Ve-nus, un planeta en el que tendríanmucho más éxito. La URSS regresa-ría a Marte, o mejor, a uno de sussatélites, Fobos, durante la décadade los ochenta, pero las dos navesenviadas fallaron por unos motivos uotros durante el viaje, rubricando lamala fortuna sufrida por este país ensu exploración del planeta.

¿VIDA TERRESTRE EN MARTE?

En total fueron tres las cápsulassoviéticas que alcanzaron la superfi-cie marciana. Lo hicieron de formacontrolada en sólo una ocasión. Sumisión consistía en el estudio de lascondiciones medioambientales exis-tentes en el planeta. Por tanto, labúsqueda de vida, si se pretendía,debió quedar en un segundo planopor las dificultades técnicas que su-ponía. Esta evidencia, junto a laconstatación de la ausencia de tec-nología de esterilización, la urgenciapolítica con la que se desarrollaronlas sondas de la familia,Mars y suescasa capacidad técnica para so-portar uno de estos procesos des-contaminantes, nos hacen pensar,casi con completa seguridad, que

dichas sondas pueden y deben ha-ber contaminado la superficie delplaneta con microorganismos de ori-gen terrestre.

Los biólogos habían pretendido,hasta la fecha, mantener Mafte enun estado aparentemente virginal, li-bre de vida exiraña que pefturbaseel estudio de las condiciones actua-les del planeta. La contaminación,en último término, es inevitable,puesto que tarde o temprano elhombre pisará su superficie y seráimposible esterilizar todo el material.La intención del Hombre a largo pla-zo deberá ser, sin duda, transformareste planeta vecino, hacerlo habita-ble.

Pero en el probable caso de queciertos microorganismos de origenterrestre hayan sido ya depositadosen Made por las sondas soviéticas,¿qué posibilidades tienen de sobre-vivir y desarrollarse? Para respondera esta pregunta sólo es necesariopensar en que ya se han descubiertoorganismos vivos en zonas tan in-hóspitas como la Antártida e, inclu-so, en el interior de rocas. Se cono-cen microorganismos capaces devivir en zonas tan peligrosas como elinterior del sistema de refrigeraciónde un reactor nuclear o en ácido sul-fúrico; se sabe de microbios que hansobrevivido varios millones de añoscongelados en el hielo de nuestrospolos, y al fin y al cabo es una zonabastante parecida a Marte...

La situación ha despertado preo-cupación en Estados Unidos. El Na-tional Research Councll ha creadouna comisión sobre este tema y elCOSPAR, organismo consultivo decarácfer internacional, ha recomen-dado proteger a Marte de la conta-minación exterior. Han pasado casiveinte años desde la llegada de la úl-tima cápsula Mars. Sabemos que losmicrooganismos transportados porellas pueden haberse adaptado ysobrevivido. ¿Podrían producirsemutaciones a medio plazo que Per-judicasen la futura llegada del Hom-bre a Marte? La contaminación sehallaría muy localizada en las zonasde descenso, pero ¿puede extender-se a través de todo el Planeta?; ¿quéconsecuencias tendría la influenciadel material biológico terrestre sobrela vida marciana? Estas preguntasson las que se formulan ahora loscientíficos. Por el momento, los ru-sos tienen previsto lanzar una sondade aterrizaje en 1994 y otra en 1996.Lo harán en colaboración con otrospaíses y se espera que no se come-tan los mismos errores. La sonda de1996, además, contendrá equipo es-pecífico para la búsqueda de la vida.¿Será ésta indígena o, por el contra-rio, tendrá un origen terrestre?

Víctor Arenas

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Lo"rusos tienen previsto enviar una nuevasonda a Marte en 1996, con equipo específicopara la búsqueda de vida. ¿Será ésta indígena ode origen terrestre?

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