Maria Jose Frapolli y Esther Romero, Una aproximación a la Filosofía del lenguaje

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  • A Ester y Victoria

  • 7Prlogo .............................................................................................

    1 Cuestiones bsicas en Filosofa del Lenguaje .........................1.1. Filosofa del Lenguaje y Filosofa ......................................1.2. El mbito de la Filosofa del Lenguaje ...............................1.3. Qu es una teora del significado? ....................................1.4. Qu es el significado? ......................................................

    1.4.1. Los portadores de significado, 28. 1.4.2. Interpretacinde los portadores de significado, 31.

    2 El realismo del significado: G. Frege .......................................2.1. Frege y la lucha contra el psicologismo .............................2.2. De sujeto y predicado a argumento y funcin ...................

    2.2.1. Funciones de primer orden y nombres, 50. 2.2.2.Funciones de segundo orden, 53.

    2.3. Objetos y conceptos ..........................................................2.4. El anlisis de la nocin de significado ................................

    2.4.1. Las nociones de contenido y modo de determinarlo en las descripciones definidas, 62. 2.4.2. Sentido y referen-cia, 64.

    2.5. Contextos oblicuos o indirectos ........................................

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  • 3 El Wittgenstein del Tractatus. La lucha contra el absurdo .......................................................

    3.1. La paradoja de Russell y las motivaciones del Tractatus .....3.2. Realidad y mundo .............................................................3.3. La Concepcin figurativa del lenguaje ..............................

    3.3.1. Las figuras lgicas, 87. 3.3.2. El pensamiento co-mo figura de los hechos, 89. 3.3.3. Lenguaje y proposiciones,90.

    3.4. Lgica: el orden a priori del lenguaje ................................3.5. Decir y mostrar .................................................................

    4 La Teora del significado de D. Davidson .............................4.1. Rasgos formales de la teora de significado ........................

    4.1.1. Composicionalidad y holismo semntico, 116. 4.1.2.Forma de los teoremas de la teora, 117. 4.1.3. La Teora deTarski, 122. 4.1.4. Las oraciones-V como teoremas de la teo-ra del significado, 126.

    4.2. Rasgos empricos de la teora del significado .....................4.2.1. El problema de la Traduccin y la hiptesis de laInterpretacin radical, 129. 4.2.2. Evaluacin emprica de lateora del significado, 134.

    4.3. La teora del significado y la competencia lingstica ........4.4. Las actitudes proposicionales ............................................

    5 Referencia y necesidad. El externalismo del significado de S. Kripke .........................

    5.1. Motivaciones filosficas de la semntica kripkeana ...........5.2. Nombres propios y descripciones definidas .......................5.3. Designadores rgidos .........................................................5.4. Trminos de gnero natural y enunciados mixtos .............5.5. Enunciados de existencia e identidad ................................5.6. La interpretacin de oraciones con designadores rgidos en

    contextos epistmicos: la paradoja de Kripke ....................

    Una aproximacin a la Filosofa del Lenguaje

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  • 6 La Teora del significado de P. Grice ......................................6.1. El significado no natural y el significado ocasional del

    hablante ............................................................................6.1.1. El significado natural y el significado no natural, 175.6.1.2. Relacin entre el significado natural y no natural, 177.6.1.3. La nocin de significado no natural: reformando la pro-puesta de Stevenson, 181.

    6.2. El significado ocasional del hablante y las intenciones delhablante ............................................................................

    6.3. El significado no natural de las expresiones y su contribu-cin a lo que se dice ..........................................................

    6.4. La nocin de implicatura conversacional griceana ...............

    7 La Teora de los Actos de habla de J. Searle ..........................7.1. Supuestos metodolgicos ..................................................7.2. La nocin de regla y sus problemas ...................................7.3. Actos ilocutivos y actos proposicionales ............................7.4. La nocin de significado ....................................................

    7.4.1. Acto de habla y significado del hablante, 221. 7.4.2. Elsignificado de la expresin, 224.

    7.5. La estructura de los actos ilocutivos: condiciones de su rea-lizacin y reglas subyacentes .............................................

    7.6. Una taxonoma de los actos ilocutivos ..............................7.6.1. Actos de habla ilocutivos directos, 232. 7.6.2. Actos dehabla indirectos, 233.

    Eplogo: panorama acerca del significado ...................................

    Bibliografa .....................................................................................

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    Este libro, titulado Una aproximacin a la Filosofa del Lenguaje, es unaintroduccin a la disciplina universitaria de Filosofa del Lenguaje. Est pen-sado como libro de apoyo a parte de los crditos de la materia troncal de Filo-sofa del Lenguaje del rea de Lgica y Filosofa de la Ciencia de los nuevosPlanes de estudio de Filosofa, aunque puede ser tambin til para otras mate-rias y reas relacionadas.

    La Filosofa siempre ha mostrado algn inters por el lenguaje. A causa de esteinters, la Filosofa del Lenguaje del ltimo siglo ha adquirido un enorme desa-rrollo que ha hecho de ella una disciplina en gran medida inaccesible por su com-plejidad y extensin. En la actualidad resulta muy difcil, para el estudiante quese inicia en ella, apreciar en su profundidad los problemas que plantea o los mto-dos que utiliza. Adems, el progreso en el que en este siglo se ha visto inmersohace de ella una disciplina en la que es imprescindible presuponer gran cantidadde jerga filosfica, distinciones, posiciones y argumentos si se quieren dominar losproblemas que se debaten. Hay que tener en cuenta asimismo que usualmente losresultados y las relaciones de stos con los resultados de otras disciplinas filosfi-cas no se hacen explcitos. Algn conocimiento de estas cuestiones es, sin embar-go, imprescindible para entender las contribuciones que continuamente aparecenen revistas de Filosofa o en los libros que especficamente estn dedicados a ella.El dominio de los problemas propios de la Filosofa del Lenguaje exige as muchoesfuerzo, de ah que el objetivo de este libro sea el de introducir a sus lectores enla Filosofa del Lenguaje sin presuponer, hasta donde esto puede hacerse, ningnconocimiento filosfico. Sin embargo, esto no implica que se renuncie a la expli-cacin de los problemas en toda su profundidad, renuncia que, como los estu-diantes muestran una y otra vez, es innecesaria. La claridad no tiene por qu estarreida con la consideracin de los problemas filosficos de fondo ni tiene por qullevar a una simplificacin que los desnaturalice.

    1Prlogo

  • El tratamiento de los problemas que interesan a los filsofos del lenguajepuede abordarse desde dos perspectivas: o bien tener como meta la discusinsistemtica de las cuestiones tericas o bien hacer un recorrido por los autoresque ms las han desarrollado. Se ha optado por este segundo modo, es decir,por hacer un libro de autores y no de temas, aunque sin renunciar completa-mente a esto ltimo si la cuestin tratada lo ha requerido. As, a lo largo dellibro aparecen tpicos tan centrales como la interpretacin de los trminossingulares nombres propios, descripciones definidas, decticos, el anlisis delos trminos generales predicados y relaciones, la forma lgica de los enun-ciados de identidad, la interpretacin de los cuantificadores y las dificultadesque los verbos de actitud proposicional producen. Se han expuesto las posi-ciones de los autores incluidos en el libro con la mxima claridad posible, aun-que sin adoptar, al menos explcitamente, una perspectiva crtica de sus posi-ciones (hay que tener en mente que ste es un libro introductorio).

    Una de las razones por las que se ha optado por hacer un libro de autoreses la siguiente: nuestra experiencia docente nos inclina a pensar que, para losalumnos de los primeros aos, es ms fcil y ms atractivo aprender la disci-plina en relacin con las posiciones filosficas de autores concretos que hacer-lo a travs del estudio sistemtico de problemas tericos. Desde un punto devista pedaggico, esta opcin parece mucho ms acertada tanto para encararlas clases tericas como las prcticas, aunque est claro que puede haber excep-ciones. Por otro lado, las concepciones del significado que se han ido suce-diendo a lo largo de este siglo en el mbito anglosajn, que constituyen el temade este libro, se han asociado con un autor cada vez. Naturalmente, las con-cepciones que han conseguido el xito han tenido sus seguidores, pero no porello se han dejado de adscribir las teoras a sus progenitores y, as, se habla dela concepcin fregeana del significado, de una concepcin wittgensteiniana delenguaje o del programa de Davidson, por poner algunos ejemplos.

    Cada captulo, excepto el primero, consiste en la presentacin de las pro-puestas defendidas por cada uno de los autores elegidos. Se ha procurado queestas propuestas se expongan de una manera sistemtica, sin entrar, en la medi-da de lo posible, en disquisiciones histricas o hermenuticas. La seleccin delos autores es conscientemente parcial: ste es un libro de Fundamentos de Filo-sofa del Lenguaje, pensado como iniciacin a la disciplina y con una extensinpredeterminada. Se ha prescindido, por ello, de ciertas vas muertas de la teoradel significado de este siglo, como la teora verificacionista, as como de los desa-rrollos contemporneos de los problemas incluidos. Por poner algunos ejemplos,se ha tratado la nocin de implicatura como Grice la propuso, pero se han igno-

    Una aproximacin a la Filosofa del Lenguaje

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  • rado los desarrollos posteriores que son, por otra parte, mucho ms interesan-tes. Tampoco se ha desarrollado la propuesta de Sperber y Wilson que, hoy porhoy, constituye el desarrollo ms prometedor de la concepcin griceana. No estpresente tampoco la discusin contempornea, iniciada en Kripke y Putnam,que tiene que ver con el estatuto de las proposiciones. Y aqu es mejor parar, por-que se podra completar otro libro con la enumeracin de los temas que faltan.S estn, sin embargo, aunque no como captulos independientes sino esboza-das all donde han hecho falta, las propuestas de autores como Russell, Quine,el Wittgenstein de las Investigaciones Filosficas o Austin.

    Por exigencias editoriales, cada captulo del libro incorpora a la bibliogra-fa general slo los trabajos considerados de lectura obligatoria para el cono-cimiento bsico de las propuestas del autor del que se trate. En las notas fina-les de cada captulo se encuentra la bibliografa especfica citada para que, quienlo desee, pueda continuar trabajando en los temas de su inters. En este aspec-to se ha considerado que la funcin prioritaria de las notas finales sea, ms quela de aclarar algo del texto, la de dar un paso ms a la mera iniciacin en laFilosofa del Lenguaje. Las referencias bibliogrficas se citan por el ao origi-nal de publicacin, aunque, si se incluye en la Bibliografa la traduccin cas-tellana, las pginas de las citas referirn a sta (a menos que explcitamente sediga lo contrario) y, cuando haya ms de una traduccin recogida en la Biblio-grafa, se indicar la que se est utilizando en una nota final.

    En la Introduccin se plantea el problema de cul es el objeto de estudiode la Filosofa del Lenguaje y cmo se puede preguntar de un modo coheren-te por l. La Filosofa del Lenguaje tiene como objeto de estudio el lenguaje,pero no cualquier aspecto de ste sino especialmente su carcter significativo.Ciertos trozos del lenguaje tienen significado, aunque no es fcil saber en quconsiste ste o qu es. El problema central que gua Una aproximacin a la Filo-sofa del Lenguaje es, por esa razn, qu es el significado. Esta cuestin es dema-siado amplia para que sea fructfero el abordarla directamente, de ah que, aveces, la mejor estrategia sea la de enfrentarse a otros problemas relacionadoscon el de la caracterizacin del significado, pero que sean algo ms concretos.Entre estos ltimos cabe destacar la cuestin de cules son las expresiones quepueden ser portadoras de significado o, dicho de otro modo, cules son las uni-dades lingsticas (mnimas o no) capaces de soportar significado, esto es, capa-ces de ser significativas. Estas cuestiones nos fuerzan a contemplar nocionescomo las de significado (del hablante y de la expresin) y proposicin. Otra cues-tin relacionada, imprescindible en el tratamiento de problema del significa-do, es la de si los significados son o no convencionales y cules son las conse-

    Prlogo

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  • cuencias de una respuesta afirmativa en este punto. Por otra parte, se ha reco-nocido ampliamente la naturaleza composicional del significado. Este recono-cimiento viene impuesto por la aceptacin de que el lenguaje tiene las propie-dades de ser infinito y de tener un uso creativo. El estudio de la significatividaddel lenguaje exige, asimismo, que se contemple la cuestin de hasta qu puntoel significado se identifica con la interpretacin correcta de los actos de hablallevados a cabo, si es que se identifica con ella en alguna medida. Este modo deiniciarse en el problema bsico de la Filosofa del Lenguaje permite introducirun pequeo conjunto de nociones fundamentales que sern moneda corrienteen la bibliografa que conforma la disciplina. Estas nociones sern tiles en lasdiscusiones filosficas y ofrecern un vocabulario tcnico mnimo que posibi-litar posteriormente el acceso del lector a los textos clsicos de la materia.

    Una vez que se han presentado los problemas bsicos de la Filosofa delLenguaje, se ofrecern tambin algunas de las propuestas concretas que pre-tenden solucionar estos problemas. De todas formas, primero hay que aclararque no todos los autores que han hecho o intentado hacer Filosofa de Len-guaje estn de acuerdo sin ms con la idea de que existen los significados comoentidades (psicolgicas o no) independientes de las expresiones que los por-tan. Hay, de hecho, una tradicin de nihilismo semntico comprobable enautores como Carnap, Quine y Schiffer. La mayora de los autores son msoptimistas y admiten, de algn modo, la existencia de los significados, aun-que no hay acuerdo a la hora de caracterizarlos. De las distintas caracteriza-ciones propuestas en el ltimo siglo se han elegido aquellas que se consideranfuentes de las discusiones actuales. En concreto, se han tratado las propuestasde Frege, Wittgenstein, Davidson, Kripke, Grice y Searle. Frege, porque sinduda alguna es el padre de la Filosofa del Lenguaje contempornea y, hoy da,o se est con l o se est contra l. El primer Wittgenstein, porque su Tracta-tus Logico-Philosophicus ha sido una de las obras ms discutidas y veneradas dela Filosofa de este siglo (y ha tenido una gran influencia en la concepcin veri-ficacionista del significado) y porque ofrece una versin fuerte de una con-cepcin del lenguaje muy atractiva (aunque patentemente falsa): la concep-cin figurativa. Davidson, porque propone un programa que est siendodebatido en la actualidad. Sobre el programa de Davidson trabajan muchosfilsofos contemporneos (Wallace y Foster, por ejemplo), as como otros sehan visto en la obligacin de criticarlo (Levin y Hochberg). Hay que recono-cer que la fama de Davidson tambin se debe a la enorme influencia de Qui-ne que se detecta en su obra. Por otro lado, Kripke, con sus tres conferenciaspublicadas con el ttulo de El nombrar y la necesidad, rompe con la teora de

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  • la referencia que se defenda hasta los aos setenta y se convierte en el puntode mira de los tericos que posteriormente trabajan en las relaciones entre lasexpresiones lingsticas y las entidades no lingsticas, sean o no tales relacio-nes objetivas. Grice es otro de los autores elegidos por su intento de elaboraruna teora del significado desde una perspectiva radicalmente distinta a suspredecesores: trata de determinar el significado del hablante para establecer elsignificado de las expresiones y no a la inversa. Hoy da se considera prctica-mente imposible la hiptesis de trabajo griceana (vanse las ltimas propues-tas de Schiffer, por ejemplo), aunque las propuestas griceanas acerca de temasconcretos se aceptan y desarrollan por muchos tericos del lenguaje contem-porneos (como Sperber y Wilson). El ltimo autor elegido es Searle. ste esel autor que ms desarrolla la teora de los actos de habla que tiene en Austinsu predecesor ms importante. En esta tradicin se encuentran ahora trabajosde Vendler y Shwayder, entre otros.

    En resumen, Una aproximacin a la Filosofa del Lenguaje es una obra intro-ductoria que tiene como objetivo presentar un perfil fiable y no caricaturescode las principales discusiones en Filosofa del Lenguaje, relacionndolas conlos autores que, de manera ms desarrollada, las propusieron y sin por ellorenunciar a un tratamiento sistemtico y estructurado de las cuestiones mscentrales que constituyen este campo filosfico. Teniendo en mente la famo-sa metfora wittgensteiniana de la escalera, este libro pretende proporcionaral lector la altura informativa imprescindible para entender los debates queconforman la Filosofa del Lenguaje que se est produciendo en este momen-to. Si este objetivo se cubre, el libro habr cumplido su misin.

    Muchas personas merecen nuestro agradecimiento por su contribucin a lapublicacin de este libro. Entre ellas queremos destacar a Juan Jos Acero, aToms Calvo y a Susan Haack, de quienes tanto hemos aprendido y que tantohan apoyado este proyecto desde el principio, y a Manuel Hernndez Iglesias,Javier Rodrguez Alczar y Beln Soria Clivills, por frecuentes e iluminadorasconversaciones sobre los temas que aparecen en l. Una de las ventajas de escri-bir un libro entre dos es que, de los errores que haya, la culpable es siempre laotra, lo cual descarga completamente de responsabilidad al resto de las personascitadas en este prrafo. Estamos tambin agradecidas a nuestros compaeros delDepartamento de Filosofa de la Universidad de Granada por propiciar un cli-ma de amistad y trabajo imprescindible para cualquier empresa intelectual, y anuestros alumnos, cuyo inters y estmulo nos han obligado a repensar muchascuestiones y a preocuparnos por la claridad y el rigor. A todos ellos, gracias.

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    Muchos filsofos han llamado la atencin sobre la necesidad de ana-lizar el lenguaje con el que se describe la realidad con el objetivo demejorar nuestro conocimiento de ella y otros tantos han subraya-do su carcter de vehculo observable de los pensamientos. Aunque las rela-ciones del lenguaje con el mundo y con el pensamiento son de un gran valorpara el descubrimiento de la naturaleza del primero, y aunque el estudio dellenguaje requiera apelar a esas relaciones, el objetivo que se persigue en estelibro no es mostrar los avances logrados a travs de la Filosofa del Lenguajeen metafsica, en epistemologa o en filosofa de la mente, sino presentar algu-nos de los distintos tratamientos de los que la nocin central de la disciplinala nocin de significado ha sido objeto en el transcurso de su historia recien-te. En este sentido, lo que la historia de la disciplina muestra es que una nocinde significado que permita plantear correctamente los problemas acerca de lacapacidad significativa del lenguaje debe recoger aspectos diversos. Lo que lahistoria muestra es, as, que la nocin de significado es altamente compleja.

    Adems, ha sido habitual explicar la capacidad significativa del lenguajela significatividad apelando a otro tipo de nociones independientes, pre-tendidamente ms bsicas. En los ltimos lustros, estas nociones ms bsicashan sido las condiciones de verdad y las intenciones. Tanto unas como otras hande considerarse en el marco general de una concepcin de la accin racional ysu estudio debe suponer que la conducta verbal es una entre otras conductasracionales. La Filosofa del Lenguaje contempornea pone as de relieve, conlos parmetros mencionados, las distintas relaciones que se establecen entre ellenguaje, el mundo y la mente.

    Por otro lado, independientemente de cmo sea la capacidad significativadel lenguaje, hoy da parece estar claro en los dos programas de trabajo exis-

    1Cuestiones bsicas

    en Filosofa del Lenguaje

  • tentes el programa davidsoniano y el griceano que el significado (como aque-llo a lo que remite el lenguaje) es una nocin terica, esto es, que es lo que laspropuestas tericas que pretenden explicarlo dicen que es. Los significados lin-gsticos se han convertido en los ingredientes ms bsicos con los que expre-sar lo que se dice explcita o implcitamente con el uso del lenguaje, aun-que en la actualidad no es habitual suponer que los significados sean entidadesde algn tipo.

    1.1. Filosofa del Lenguaje y Filosofa

    La reflexin filosfica acerca del lenguaje, la Filosofa del Lenguaje, es, pro-bablemente, tan antigua como la propia filosofa. Las referencias a Platn y aAristteles estn en la mente de todos. El inters de los filsofos por el len-guaje derivaba, en un principio, del inters por las representaciones mentalesde la realidad asociadas a las expresiones; eran estas representaciones las querelacionaban el sujeto cognoscente y lo conocido. En el caso de Platn, porejemplo, el inters por el lenguaje est orientado por la idea de que una con-cepcin del lenguaje correcta debe ser compatible con el reconocimiento delcarcter objetivo del conocimiento; esto, sin embargo, no les ocurra a las teo-ras del lenguaje que circulaban en la poca de los escritos platnicos. Por ponerotro ejemplo conocido, la preocupacin de Locke por el lenguaje responde ala recomendacin de cierta reforma en nuestras prcticas lingsticas instru-mentos del conocimiento para evitar malentendidos filosficos. Estos dosejemplos ponen de manifiesto que el inters por el lenguaje fue durante muchotiempo puramente instrumental, sometido a las tesis de la autonoma y prio-ridad ontolgica del pensamiento sobre el lenguaje, por un lado, y a la de queel pensamiento es accesible desde un punto de vista cognoscitivo sin media-cin, por otro.

    En el siglo XVIII, con las investigaciones retricas de autores como Vico,Condillac, Monboddo y Herder1, se cuestiona la primera tesis e incluso semantiene explcita o implcitamente que el lenguaje y el pensamiento son dosrealidades autnomas con evoluciones independientes. Para estos autores elinters por el lenguaje ya no se deriva de otros intereses filosficos y puedeconstituir un inters primario. Un ejemplo lo proporciona Vico, quien consi-dera que analizar la poesa es el modo que uno tiene de darse cuenta de lo tras-cendente, que es un modo autnomo de entender la verdad2. Pero es a finalesdel XIX, con la obra de Frege, cuando el inters por el anlisis del lenguaje, por

    Una aproximacin a la Filosofa del Lenguaje

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  • la reflexin sistemtica acerca del significado de las expresiones lingsticas,comienza a ocupar un lugar privilegiado. Hasta el siglo XVIII, el inters en ana-lizar el pensamiento, las representaciones mentales y sus constituyentes (losconceptos), estaba, como se ha dicho, guiado por consideraciones epistemo-lgicas. Este inters da paso al posterior inters por el anlisis del lenguaje cuan-do se considera que ste es el lugar apropiado para entender la naturaleza delos conceptos. Este cambio, sin embargo, no supone necesariamente el reco-nocimiento de la prioridad ontolgica del lenguaje sobre el pensamiento, sinoslo supone reconocer que quien persigue los fines citados debe primero estu-diar el lenguaje bajo el supuesto de que no hay otro acceso mejor al pensa-miento.

    La atencin prioritaria y sistemtica que en el siglo XX se dirige al lengua-je hace que la Filosofa del Lenguaje contempornea se convierta, en algunasocasiones, en el eje de la filosofa. A esta situacin se la conoce con el nombrede giro lingstico. El giro lingstico se ha relacionado con la denominadafilosofa analtica, aunque no ha sido esta corriente filosfica la nica que haacusado la influencia del cambio metodolgico. Se conoce como FilosofaAnaltica al movimiento filosfico definido por el supuesto de que (la mayo-ra de) los problemas filosficos tradicionales son en realidad problemas lin-gsticos que se solucionaran (o disolveran, segn el caso) mediante el an-lisis del lenguaje, que es el mtodo apropiado de la filosofa. La etiqueta defilosofa lingstica se ha utilizado a veces como equivalente a la de filoso-fa analtica y es importante distinguir a ambas indican una determinadaaproximacin a la filosofa, de lo que es la Filosofa del Lenguaje. Podra decir-se que la filosofa lingstica es ms un modo de abordar los problemas de lafilosofa en general que una aproximacin filosfica al estudio del lenguaje.En este sentido, la filosofa lingstica es equivalente a la acepcin de filoso-fa analtica que la identifica con el atomismo lgico de Russell y del Witt-genstein del Tractatus Logico-Philosophicus, el positivismo lgico de los com-ponentes del Crculo de Viena (Schlick, Carnap, Ayer) y la Filosofa delLenguaje comn de los aos cincuenta (representada entre otros por Moorey el Wittgenstein de las Investigaciones Filosficas)3. En un sentido ms amplio yquiz inexacto se llama a veces filosofa analtica a la herencia que estas escue-las dejaron tras de s. Pero a pesar de la inexactitud, es necesaria cierta carac-terizacin ya que, de hecho, se sigue usando la expresin, algunas veces paraindicar cierto estilo de filosofar, otras para hacer referencia a la filosofa de tra-dicin anglosajona y otras como trmino contrapuesto a una supuesta filo-sofa continental, por sealar slo los usos ms extendidos. Ahora la filoso-

    Cuestiones bsicas en Filosofa del Lenguaje

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  • fa analtica en sentido amplio slo se distingue de la que no lo es por el res-peto a cierta tradicin, por cierto sentido de pertenencia a un clan (vase elanlisis que Dummett, M., 1993: 4-5 hace del caso de G. Evans). Pero, vol-viendo al tema principal, la filosofa analtica no es Filosofa del Lenguaje,aunque la Filosofa del Lenguaje ha tenido una importancia extraordinariapara la tradicin analtica.

    La Filosofa del Lenguaje ms reciente muestra que el inters filosfico porel lenguaje no depende de ningn supuesto particular acerca de las relacionesentre pensamiento y lenguaje, ni siquiera de ninguna tesis acerca de cul seala mejor manera de acceder al estudio de la mente. Naturalmente, quien seaproxima al estudio filosfico del lenguaje habitualmente tiene algn tipo dehiptesis acerca de la conexin del lenguaje con el pensamiento, y de la prio-ridad ontolgica y metodolgica de uno sobre otro, pero ninguna de estashiptesis particulares es imprescindible para el tratamiento del problema delsignificado, que constituye el ncleo temtico de la Filosofa del Lenguaje.

    1.2. El mbito de la Filosofa del Lenguaje

    La Filosofa del Lenguaje es la disciplina filosfica que se ocupa del len-guaje, esto es, de la actividad verbal especfica de los individuos cuando hablany escriben. Los actos lingsticos tienen significado y situarse en el ncleo dela disciplina consiste en saber cul es el significado de esos actos, cmo losactos y los significados se relacionan entre s, cul es el significado lingsticode las expresiones que ellos incluyen y en qu consisten estos significados.Cuando Carmen profiere (1)

    (1) Ester est jugando en el colegio

    realiza un accin que, bajo ciertas condiciones, puede ser identificada comoun acto de habla, se podra decir que realiza un acto con el que ella quiere deciralgo. Mas, qu es lo que un hablante al emitir o escribir ciertas expresionesquiere decir? Por otro lado, si se consideran objetos lingsticos como (1), sur-ge el problema de qu significan las marcas escritas en esa lnea4. La caracte-rstica de estos objetos es que, a diferencia de objetos como la mesa, la silla oel ordenador, suelen significar algo. Mas, qu se dice de (1) al indicar que sig-nifica algo?, qu es lo que hace que (1) signifique algo?, por qu esas man-chas pueden servir para referir a objetos extralingsticos?, o por qu pueden

    Una aproximacin a la Filosofa del Lenguaje

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  • ser usadas para decir algo que sea verdadero o falso? Este tipo de cuestionesson las que se estudian desde la Filosofa del Lenguaje y la bibliografa de ladisciplina est formada por las respuestas que ciertos filsofos les han dado opor las teoras del significado propuestas para hacerles frente. De este modo,se puede decir que el problema bsico de la Filosofa del Lenguaje es el pro-blema del significado, de la capacidad de representacin del lenguaje, de lacapacidad del lenguaje de estar por otra cosa, y que las respuestas a las cues-tiones de cmo y qu significa el lenguaje constituyen el elenco de la discipli-na. Esto, sin embargo, no quiere decir que las fronteras de la Filosofa del Len-guaje estn ntidamente trazadas.

    Una cosa que se desprende de las preguntas y afirmaciones del prrafo ante-rior es que la nocin misma de lenguaje oscila entre lo que explcitamente seha dicho, esto es, que el lenguaje es una actividad significativa, y lo que se haimplicado al admitir que hay objetos lingsticos significativos, esto es, que ellenguaje es un conjunto de expresiones significativas. Desde esta ltima pers-pectiva se entendera el lenguaje como un conjunto de expresiones bien for-madas, interpretadas semnticamente, esto es, se entendera como un sistemade signos combinados entre s por ciertas reglas sintcticas y semnticas. Lasreglas recogen la manera en que algo debe darse, es decir, dan expresin a laforma regular en la que ciertas cosas se producen. Las reglas sintcticas esta-blecen las combinaciones correctas de las expresiones del vocabulario del len-guaje, clasificado en categoras sintcticas. Las reglas semnticas precisan el sig-nificado lingstico de esas combinaciones sintcticamente correctas a partirdel significado del vocabulario, esto es, a partir de las expresiones ms bsicasinterpretadas semnticamente. Una expresin se interpreta semnticamente sise pone en correspondencia sistemtica con otra expresin de otro lenguaje, ocon ciertas partes de las que estn formados los estados mentales de quien lausa, o con aquello que permite determinar las condiciones de verdad, por ponerslo tres ejemplos. Pues bien, la primera acepcin de lenguaje de las men-cionadas al comienzo del prrafo hace referencia a la actividad que utiliza ellenguaje en la segunda acepcin del trmino mencionado.

    Hay que reconocer que este modo de precisar las nociones de sintaxis ysemntica no coincide totalmente con la distincin, ampliamente explotadaen las discusiones lingsticas y filosficas contemporneas, entre sintaxis,semntica y pragmtica que se establece en Morris (1938). Segn la posicinde Morris, para poder decir cosas con palabras se necesita un lenguaje con unasreglas que especifiquen qu combinaciones de expresiones pertenecientes alvocabulario del lenguaje son correctas y cules no (sintaxis), a qu entidades

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  • refieren ciertas expresiones, cmo significan otras y cundo decimos cosas ver-daderas o falsas (semntica) y cmo influyen los hablantes de la lengua y loscontextos de uso a la hora de hacer cosas con palabras (pragmtica). La dife-rencia que hay con la distincin aqu favorecida afecta fundamentalmente alterreno de la semntica y a su delimitacin con la pragmtica. La semnticatiene por objeto el estudio del significado de las expresiones y ste no siempreincluye a los objetos a los que las expresiones refieren o las condiciones de ver-dad de lo que se dice con el lenguaje. El significado de los pronombres perso-nales, por poner un ejemplo, no incluye el objeto al que pueden referir en uncontexto de uso5. Es preciso, en este caso, apelar al contexto (propio de la prag-mtica) para determinar el objeto al que refiere, lo que, con la caracterizacinde Morris, debera venir determinado por la semntica. Hay que caracterizarde otro modo a la semntica y a la pragmtica si se quiere que la distincintradicional sirva para demarcar con exhaustividad los distintos aspectos de unateora del significado.

    Tambin se podra tomar la opcin de modificar las nociones de semn-tica y pragmtica de otro modo al aqu favorecido. Se podra, por ejemplo,distinguir entre dos tipos de contexto: el contexto al que se necesita apelar paraprecisar las condiciones de verdad de lo expresado por un acto lingstico, quecaracterizara al mbito de la semntica, y el contexto que ayudara a precisarotros niveles de lo que se representa, que pertenecera al mbito de la prag-mtica. Hay razones que, sin ser concluyentes, inclinan a desestimar esta opcin.La primera es que la gramtica, tal y como la entienden los lingistas, inclu-ye tanto la sintaxis como la semntica en el sentido restrictivo aqu empleado.Si se optase por una acepcin de semntica que incluyese el contexto, habraque distinguir entre dos tipos de semntica: la que incluye el contexto y la queno, haciendo notar que slo esta ltima interviene en la gramtica, que en suconjunto aporta un aspecto de la representacin del lenguaje: el significadolingstico. Adems, la semntica, entendida como aquello que deja fuera fac-tores contextuales, puede considerarse una disciplina, que junto a la sintaxis,trata de los aspectos del lenguaje que estn sometidos a reglas o, su versinsofisticada, a convenciones. Sin embargo, no parece adecuado admitir, o almenos requiere mucha ms justificacin, que la participacin del contexto enel significado pueda someterse a reglas. Por ejemplo, una regla para el pro-nombre l llevara a que su referente sea masculino, distinto del hablante ydel posible interlocutor, pero esto no basta para determinar el referente cadavez que se profiera, pues seguramente habr ms de un objeto que satisfagaesos requisitos. Ser el contexto el que permita determinar tales referentes y,

    Una aproximacin a la Filosofa del Lenguaje

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  • por ello, para que la regla proporcione el referente deber combinar propie-dades del contexto con propiedades semnticas. Sin embargo, parece difcilque se puedan lograr reglas pragmticas del significado pues no se sabe cmodeterminar el papel que el contexto debe jugar en su aplicacin o en su segui-miento. Este problema es especialmente delicado si no muestra su utilidad lanocin de conocimiento mutuo, nocin introducida por Schiffer (1972) paraidentificar la parte del contexto que es lcito incluir en la interpretacin de unaproferencia y que representa el tratamiento ms elaborado del que se disponepara determinar el papel del contexto en el significado. El paso del significa-do lingstico a un significado donde intervenga el contexto no parece depen-der tanto de reglas pragmticas como de los principios que hacen que nues-tros actos verbales sean un tipo de actos racionales. As, la gramtica (sintaxisy semntica) tendr por objeto el significado de las expresiones, mientras quela pragmtica versar sobre el significado del hablante. Esta distincin, no obs-tante, quedar ms clara cuando se precisen los distintos aspectos del signifi-cado en el apartado 1.4.

    La correccin terica de la distincin entre sintaxis, semntica y pragmti-ca y su capacidad de distinguir entre teoras sintcticas, semnticas y pragm-ticas del significado no debe, sin embargo, hacer perder de vista la cuestin desi, en la prctica, la distincin cumple alguna funcin en realidad o de si estmotivada. Hay, de hecho, razones para pensar que atenerse excesivamente a estatricotoma puede resultar ms negativo que positivo e incluso puede ser para-lizador para ciertos propsitos. Es probable que no pueda darse una investiga-cin puramente sintctica, una investigacin que no haga ninguna referenciaal significado lingstico de las expresiones, ms que de manera ficticia. Al menosesto se debera haber aprendido de las aportaciones de la lingstica de manosde la gramtica generativo-transformacional de Chomsky. A su vez, es difcilver que las expresiones lingsticas son significativas sin tener en cuenta quehan sido producidas por sujetos con ciertos propsitos e intereses, con una his-toria, sujetos que pertenecen a una sociedad en la que se ha desarrollado la len-gua. Las manchas que ahora se estn leyendo tienen significado en tanto quehan sido producidas por las autoras de este libro con el propsito de represen-tar cierta informacin y no meramente por poner en prctica sus habilidadescon el ordenador. Adems, desde la introduccin en la discusin filosfica delas teoras externalistas teoras que identifican los significados lingsticos a tra-vs de objetos y sustancias del mundo fsico y social, con independencia de loque los hablantes tienen en la cabeza la determinacin del significado y de lascondiciones de verdad de una gran cantidad de oraciones depende de la situa-

    Cuestiones bsicas en Filosofa del Lenguaje

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  • cin en la que los hablantes aprenden su lengua y de las situaciones en las quela ejercitan. As, la Filosofa del Lenguaje como disciplina tendr que incluir unagramtica y una pragmtica, que considere al lenguaje desde el punto de vistasincrnico.

    Volviendo al tema que ha provocado la discusin anterior, se puede afirmarque la actividad lingstica est guiada por las reglas sintcticas y semnticas quecaracterizan a un lenguaje natural. Este ltimo es, en parte, el objeto de estudiode la Filosofa del Lenguaje. Un lenguaje natural, una lengua como el castellano,puede entenderse como un cdigo de signos lingsticos, con una evolucin his-trica concreta, utilizado por una comunidad lingstica para comunicarse, entreotras cosas; un lenguaje natural es un instrumento sofisticado que se utiliza demodo satisfactorio para multitud de usos (preguntar, describir, etc.). Lo que carac-teriza al lenguaje as descrito, por encima de cualquier otra consideracin, es quees un cdigo, esto es, un conjunto de pares ordenados entre expresiones y signi-ficados, la gran mayora de ellos generados por reglas, cuyas expresiones repre-sentan o remiten a significados lingsticos. Sin embargo, la imprecisin de algu-nos vocablos y la ambigedad generada por la polisemia o la elipsis en el uso dellenguaje natural han supuesto, en contextos como el cientfico, grandes limita-ciones. La investigacin cientfica requiere un lenguaje ms preciso, y es esta exi-gencia de precisin y rigor lo que ha motivado la creacin de lenguajes artificia-les. Los lenguajes artificiales, como el del clculo de predicados de primer ordeno los clculos modales S0.5, S4 y S5, se caracterizan por estar construidos enalgn momento concreto para algn propsito determinado, han de estar per-fectamente definidos y pueden usarse en el estudio de otros lenguajes, sean o noartificiales. En este sentido, los lenguajes artificiales pueden suponer una herra-mienta til para determinar las caractersticas de los lenguajes naturales.

    La Filosofa del Lenguaje tiene por objeto el estudio del lenguaje natural,aunque a veces se ha credo que era mejor investigar sus propiedades reinven-tando un lenguaje artificial que recogiera los rasgos de los que depende el com-portamiento lgico de las expresiones del lenguaje natural. Esto hace, en cual-quier caso, que la disciplina mencionada tenga una caracterstica especial frentea otras: los resultados tericos se ofrecen mediante el uso de su objeto de estu-dio. Aunque normalmente se usa el lenguaje para hablar del mundo, paraexpresar nuestros estados mentales o para conseguir ciertos resultados en nues-tra audiencia, otras veces, sin embargo, el lenguaje sirve para hablar del pro-pio lenguaje. Los contextos tpicos en los que esto ocurre son los estudios delingstica o filologa y durante el aprendizaje de una lengua nueva. As, se usael castellano para hablar del castellano cuando se profiere (2)

    Una aproximacin a la Filosofa del Lenguaje

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  • (2) El verbo jugar es intransitivo,

    y cuando se emite (3)

    (3) El trmino ingls account es difcil de traducir al castellano

    se usa el castellano para hablar del ingls. En (3) el ingls es la lengua de la quese habla, el lenguaje objeto, y el castellano es la lengua desde la que se habla: elmetalenguaje. En (2) el castellano es a la vez lenguaje objeto y metalenguaje.Esta distincin est ntimamente relacionada con la que los filsofos del len-guaje establecen entre uso y mencin. Cuando las expresiones palabras o seriesde palabras se utilizan para hacer referencia a la realidad extralingstica, quehabitualmente se considera como su significado, se dice que las expresionesestn siendo usadas. Se usan las expresiones, en la mayora de los casos, parahablar de algo distinto de ellas. A veces, sin embargo, las expresiones cortan,por decirlo as, sus lazos con el mundo extralingstico y atraen toda la aten-cin sobre s mismas. En este caso se dice que se mencionan. La mencin sedistingue grficamente usando el entrecomillado para la expresin menciona-da. En (2) y (3) se mencionan respectivamente las palabras jugar y account.En una oracin como (4)

    (4) La palabra viento significa viento

    la primera vez que viento aparece est mencionada y la segunda est usada.Cuando se mencionan las expresiones se hacen objeto de nuestra atencin y,en algn sentido, se oscurece su papel habitual de signo. Pues bien, cuandolos hablantes del castellano usan su lengua para explicar peculiaridades del cas-tellano o para expresar el significado de ciertas palabras de nuestro idioma, elcastellano es el metalenguaje y tambin es el lenguaje objeto. La Filosofa deLenguaje tiene por objeto el lenguaje y cuando se hace Filosofa del Lenguajeen castellano se utiliza el castellano como mbito de aplicacin y contrasta-cin de las hiptesis filosficas acerca del lenguaje. Significa esto que la Filo-sofa del Lenguaje que toma una lengua por objeto slo explica los rasgos par-ticulares de la lengua en cuestin? La respuesta aqu es negativa en tanto quese estudian sus rasgos ms abstractos y generales, los rasgos que la conviertenen un sistema de signos con significado, til para la realizacin de determina-das acciones, y se supone que estos rasgos son compartidos tambin por otraslenguas, especialmente por aquellas que derivan de un tronco comn. Cuan-

    Cuestiones bsicas en Filosofa del Lenguaje

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  • do el filsofo del lenguaje elabora una teora acerca del funcionamiento de losnombres, por ejemplo, lo hace para explicar el comportamiento de los nom-bres en cualquier lengua que los tenga, aunque sus datos hayan procedido slode la investigacin de su lengua materna.

    El lenguaje as entendido es tambin objeto de inters de otras disciplinascientficas o filosficas cercanas a la Filosofa del Lenguaje con las que stacomparte fronteras y con las que, a veces, sufre solapamientos. Es relativamenteobvio relacionar la Filosofa del Lenguaje con la lingstica, la filosofa de lalingstica y con la ya citada filosofa lingstica, todas ellas disciplinas afinesa la Filosofa del Lenguaje aunque independientes de ella. La lingstica6 seconsidera una de las ciencias empricas de estudio de las lenguas, mientras quela filosofa de la lingstica es una parte de la Filosofa de la Ciencia, como loson la filosofa de la matemtica o la filosofa de la biologa. La Filosofa delLenguaje, por el contrario, es una disciplina filosfica sustantiva cuya tareacentral es el anlisis de la nocin de significado, en sus mltiples variantes. Lademarcacin entre estas materias es ms terica que prctica y difcilmente sepuede ser un buen conocedor de alguna de ellas sin serlo tambin de las res-tantes.

    1.3. Qu es una teora del significado?

    No todas las teoras que se han elaborado acerca del lenguaje deben inter-pretarse como teoras del significado. Se podra considerar a Platn como el pri-mer filsofo que presenta una teora del significado7. Sus predecesores, en cam-bio, partidarios de la teora naturalista o de la convencionalista proponenrespectivamente dos opciones que se caracterizan porque, segn ellas, el lenguajees una realidad en s, es una misma cosa con lo que representa y no un signo quehaya que traspasar en direccin a un significado no dado. En la teora natura-lista, el nombre o es un duplicado del ser y es verdadero o no es un nombre. Enla teora convencionalista, la exactitud del nombre depende del pacto y el con-senso social, del acuerdo social en definitiva. Esta falta de distancia entre el sig-no y lo significado es lo que hace que ninguna de estas teoras sean teoras delsignificado. Una teora del lenguaje que pretenda ser una teora del significadodebe partir del supuesto de que el lenguaje tiene una naturaleza simblica quelo hace diferente de aquello que el lenguaje significa o representa.

    Esto no equivale a decir que el lenguaje slo se use para representar otracosa, pero s implica que todos sus posibles usos dependen de ste. Es bien

    Una aproximacin a la Filosofa del Lenguaje

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  • sabido que los usuarios de una lengua la utilizan en muchas ocasiones paracomunicarse entre s, pero esto se hace en tanto que su uso puede representarlo que se quiere comunicar, y esta capacidad del lenguaje para representar otracosa estara ah incluso en el caso de que nunca nadie quisiera comunicar aque-llo que se puede representar con ella.

    La funcin esencial del lenguaje es, por lo tanto, su capacidad de repre-sentacin. Hacer, pues, una teora del lenguaje es hacer una teora acerca dequ caracteriza a la capacidad lingstica de representar y acerca de qu es loque representa, esto es, es una teora de qu es lo representado por el lengua-je y cmo el lenguaje lo representa.

    1.4. Qu es el significado?

    Ya se ha indicado que algunos actos y algunos objetos (manchas, sonidos)tienen significado, aunque no parece fcil saber en qu consiste su capacidadde significar, por qu son significativos o qu es lo que significan. El proble-ma general que subyace a estas preguntas, y que constituye el hilo conductorde este libro, es el de qu es el significado, pero esta cuestin es demasiadoamplia para abordarla directamente o para pretender darle una respuesta talcomo est planteada. En este sentido, es metodolgica y conceptualmenteindispensable atender a distintos aspectos de la pregunta general para poder,finalmente, responderla con claridad.

    Cuando se toma como objeto de estudio el significado del lenguaje se plan-tean mltiples problemas. Uno de ellos, seguramente el ms bsico, es el de qutipo de entidades lingsticas pueden tener significado. Este problema se deno-mina el problema de los portadores de significado y se plantea dentro del mar-co del problema de la identificacin de los distintos tipos de entidades porta-doras de significado (con distintos tipos de significado). La tarea que hay queencarar cuando se quieren establecer criterios de identificacin es averiguar loscriterios que determinan que ciertas entidades (acciones o resultados de ciertasacciones) deban ser interpretadas por medio de alguno de los recursos o meca-nismos de interpretacin lingstica. Esto ltimo supone que saber en partecmo interpretar una entidad, que ha sido identificada como portadora de sig-nificado, es saber aplicar el mecanismo o el procedimiento por el cual logra sersignificativa. Cuando se conoce el procedimiento o procedimientos por los quese interpretan ciertas entidades o ciertas acciones se sabe cmo producir el sig-nificado, se conocen los mecanismos del significado.

    Cuestiones bsicas en Filosofa del Lenguaje

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  • 1.4.1. Los portadores de significado

    Los actos de habla y ciertos objetos (los resultados de esos actos) tienensignificado. Actos de habla y expresiones son, pues, portadores de significado.Esta propuesta, no obstante, necesita matizacin.

    Hasta ahora se ha hablado del lenguaje bien como si fuese una coleccinde actos de habla, bien como si fuese un conjunto de expresiones. Lo que tie-nen en comn estas colecciones es que hacen referencia a ejemplares de actosde habla o de expresiones y se diferencian entre s en la medida en que expre-siones y actos de habla son distintos tipos de portadores de significado.

    Hay distintas clases de expresiones. Palabras y oraciones son dos de ellas. Laspalabras pueden entenderse como cadenas de morfos, esto es, como realizacio-nes concretas de morfemas o unidades significativas mnimas de un lenguaje,separadas por espacios. Las oraciones declarativas son sucesiones de palabras, oincluso palabras solas, que permiten expresar algo que sea verdadero o falso. Lasexpresiones son as partes de la lengua. Pero una cosa son las expresiones comohileras bien formadas de palabras pertenecientes al vocabulario de un lenguajey otra distinta aquellos actos que tienen como uno de sus ingredientes la pro-duccin de expresiones. Cuando se emite o se escribe una expresin en una oca-sin particular, se dice que se profieren ciertos sonidos o, derivadamente, que seinscriben ciertas marcas. Lo que se hace es llevar a cabo un acto que, bajo cier-tas circunstancias, es un acto de habla. El resultado del acto de proferir sonidoso marcas son las expresiones-ejemplar, tambin llamadas proferencias o ins-cripciones respectivamente. Tcnicamente se distingue entre proferencias e ins-cripciones pero, en la prctica habitual, se usa el trmino proferencia paraambas. Es frecuente, y seguramente ms apropiado, denominar proferencia noya a la expresin-ejemplar producida cuando se lleva a cabo un acto de habla, si-no a cualquier acto que tenga ciertas caractersticas, siendo los actos de hablaslo un ejemplo. Los actos de habla seran proferencias verbales. Una expresin-ejemplar es un objeto fsico, unas ondas sonoras en el aire o un conjunto de man-chas contrastadas sobre un fondo y, como ocurre con muchos objetos fsicos almenos con los que no sufren variaciones con el tiempo sus criterios de identi-dad son relativamente simples. Por criterios de identidad se entiende las con-diciones que nos permiten determinar cundo se est ante dos objetos distintosdel tipo que sea y cundo ante dos presentaciones distintas del mismo objeto.Pues bien, en el caso de las expresiones-ejemplar, la cuestin es simple: la coin-cidencia espacio-temporal. Las expresiones-ejemplar son objetos nicos. Si serepite otra vez esta ltima oracin, Las expresiones-ejemplar son objetos ni-

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  • cos, se produce una expresin-ejemplar nueva del mismo tipo. No puede haberdos casos de la misma expresin-ejemplar, aunque s muchas expresiones-ejem-plar de la misma expresin-tipo. Esta diferencia, ampliamente usada por los fil-sofos del lenguaje, se aplica a expresiones, y as se distingue entre expresiones-tipo y expresiones-ejemplar (o ejemplares de expresiones). Una expresin-tipo esun objeto abstracto que, se podra decir, cobra cuerpo en diversas expresiones-ejemplar. Otro ejemplo dejar el asunto claro. Cada vez que alguien dice o escri-be Buenos das est produciendo una expresin-ejemplar diferente, un obje-to fsico distinto (distintas ondas, distintas marcas). Pero hay un sentido evidenteen el que se est usando la misma expresin. Cuando se piensa en la misma expre-sin, se est pensando en la expresin-tipo y cuando se habla de distintas presen-taciones, se est pensando en los ejemplares. Esta diferencia tambin se aplica alos actos de habla y a las proferencias. Distintos actos de habla-ejemplar son delmismo tipo. Algunos autores hablan tambin de las proferencias-tipo, verbaleso no. Los actos de habla-ejemplar del mismo tipo tienen que incluir expresio-nes-ejemplar del mismo tipo. Dos actos de habla-ejemplar son del mismo tiposi significan lo mismo y esto supone, entre otras cosas, que las expresiones-ejem-plar que incluyen han de significar tambin lo mismo. Sin embargo, expresio-nes-ejemplar del mismo tipo no tienen por qu corresponderse con actos dehabla-ejemplar del mismo tipo. Expresiones-ejemplar con el mismo significadopueden estar envueltas en actos de habla diferentes. Si Carmen profiere (5)

    (5) Tu hermano est en la cocina

    en dos ocasiones distintas que difieren en que en la primera se hace referenciaal hermano de Victoria y en la segunda al hermano de Laura, donde Laura yVictoria no son hermanas, produce dos expresiones-ejemplar del mismo tipo,en tanto que sus palabras significan exactamente lo mismo en los dos casos.Sin embargo, lleva a cabo dos actos de habla-ejemplar de distinto tipo puescon ellos la hablante no dice explcitamente lo mismo, en un caso ha habladodel hermano de Victoria y en el otro del hermano de Laura.

    Uno de los rasgos, sin duda el ms importante, que hace que distintosejemplares lo sean de un mismo tipo es que todos ellos comparten el mismosignificado. Esto equivale a decir que, cuando se plantea el problema de losportadores de significado, por lo que uno se pregunta es por los tipos de enti-dades que portan un mismo significado. En un sentido, el lenguaje, formadopor tipos y no por ejemplares, es una entidad abstracta que no tiene una ubi-cacin espacio-temporal, como la tiene el lenguaje (la lengua) que est for-

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  • mada por ejemplares. El lenguaje que es objeto de inters del filsofo es el queest caracterizado por tipos de expresiones o por tipos de actos de habla.

    El problema que se debe plantear ahora es el de si actos de habla y expre-siones son portadores de la misma clase de significado. Creer que esto es assupondra mantener que lo que las expresiones-tipo significan, lo que repre-sentan, coincide con el uso que de dichas expresiones hacen los hablantes. Estacreencia la mantiene todo el que identifica las nociones de significado del hablan-te (lo que el hablante quiere decir al usar una expresin, al llevar a cabo unacto de habla) y el significado de la expresin (lo que significa la expresin mis-ma)8. Quien no atribuye rasgos distintos a estos dos tipos de significado sue-le creer que la gente normalmente quiere decir lo que dice mediante el signi-ficado de las expresiones que usa y que lo que dice coincide con este ltimosignificado. Sin embargo, una creencia de este tipo impide dar cuenta de todosaquellos recursos lingsticos que permiten que los hablantes competentes deuna lengua emitan expresiones cuya correcta interpretacin demuestra que loque el hablante quera decir (explcita e implcitamente) no coincide total-mente con lo que significa la expresin emitida. Los malapropismos, el usoreferencial de las descripciones definidas y las implicaturas conversacionalesson algunos de los fenmenos que slo pueden explicarse atendiendo a la dis-tincin entre significado del hablante y significado de la expresin.

    De este modo, es mejor pensar que los actos de habla, las proferencias ver-bales, y las expresiones son portadores de distintos tipos de significado. Lasexpresiones-tipo son portadoras del significado de la expresin y las proferen-cias-tipo son portadoras del significado del hablante. Los significados de lasexpresiones difieren de los significados del hablante en la medida en que losprimeros no pueden dar cuenta de la indeterminacin de la referencia, la inde-terminacin semntica y la ambigedad que afecta, seguramente con ms fre-cuencia de la que a los tericos les gustara, al significado de las expresionescon las que explcitamente se dice algo. Tambin difieren en cuanto a lo quese dice implcitamente con lo que explcitamente se ha dicho. Esto quedarms claro en la seccin dedicada al significado del hablante.

    Seguramente, el problema ms incmodo en relacin a los portadores designificado de la expresin o los del significado del hablante sea el de si, den-tro de cada una de estas clases, hay unas unidades bsicas de significado. Esteproblema, cuyo inters no es fcil de ver, es sin embargo el causante de muchaspolmicas en Filosofa del Lenguaje. Otro problema no menos complejo es elde saber si los portadores del significado del hablante son o no ms bsicosque los portadores del significado de la expresin9.

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  • 1.4.2. Interpretacin de los portadores de significado

    Una vez determinadas las entidades lingsticas que portan los significa-dos hay que interesarse por cules son esos significados y cmo esas entidadeslingsticas pueden significarlos. La primera pregunta lleva a la de saber si estossignificados estn dados o, en caso contrario, cmo se elaboran. Se podra pen-sar que los significados estn establecidos, as como que tambin lo estn susrelaciones con los portadores. Pero es razonable pensar esto para toda clase deexpresiones-tipo o de proferencias-tipo? La respuesta es claramente negativaen la medida en que no todas las entidades lingsticas portadoras de algntipo de significado estn relacionadas con lo que significan mediante un cdi-go establecido que empareje entidades con significados. Quiz se pueda pen-sar que hay un cdigo para las unidades lxicas e incluso uno para las expre-siones formadas por estas unidades. Ambas tesis, el emparejamiento de lasunidades lxicas y de las expresiones formadas por unidades lxicas con sussignificados, requieren, no obstante, justificacin. Lo que no parece sensato espensar que las proferencias verbales de las unidades lxicas o de expresionesmayores en complejidad estn relacionadas con su significado meramente porun cdigo establecido.

    Lo primero que se abordar en esta seccin es en qu medida las unidadeslxicas estn emparejadas con el significado que son capaces de portar median-te un cdigo. Seguidamente, se ver qu justificacin hay para admitir que ellenguaje, en tanto que sistema de signos con significado, es tambin un cdi-go que empareja las expresiones mayores a las unidades lxicas con significa-dos. Todo ello estar relacionado con el problema del significado de la expre-sin.

    Por otro lado, se estudiar qu tipo de significado es el significado delhablante y en qu medida este significado puede o no representarse medianteun cdigo. La propuesta central es que no hay reglas pragmticas en el mismosentido en el que hay reglas semnticas y sintcticas. Ser ste el momento deconsiderar que las representaciones del significado del hablante estn guiadaspor principios que afectan a los actos verbales en cuanto actos racionales.

    A) El significado lingstico

    Los problemas con el significado lingstico empiezan cuando se percibeque el lenguaje tiene las propiedades de ser infinito y de ser creativo. La pri-

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  • mera propiedad surge cuando alguien se plantea cuntos portadores de signi-ficado hay en una lengua. Esta pregunta es doblemente ambigua. Por un lado,hay que diferenciar si la pregunta remite a los portadores del significado delhablante o a los portadores del significado de la expresin. Por otro, hay quedistinguir si se pregunta por los tipos o por los ejemplares de los actos de hablao de las expresiones. Si la pregunta remite a los portadores del significado delhablante, a los actos de habla, todava queda la ambigedad de si se pregun-ta por los tipos o por los ejemplares de los actos de habla. Si Sara profiere (6)y (7)

    (6) Dios hizo los domingos para que los trabajadores descansaran(7) Dios hizo los domingos para que los trabajadores descansaran

    en las mismas circunstancias y con la nica diferencia de un corto intervalotemporal, cuntos actos de habla lleva a cabo? Se podra decir que dos perotambin estara justificado decir que uno. El problema es que las respuestasresponden respectivamente a las dos posibles lecturas de esta pregunta, lectu-ras que se distinguen apelando a los trminos tcnicos, ya introducidos, detipo y ejemplar. Hay dos ejemplares de actos de habla y un acto de habla-tipo. Anlogamente, si la pregunta por el tamao del lenguaje hace referenciaa sus expresiones, tambin es pertinente la distincin entre tipos y ejemplares.En (6) hay nueve palabras-ejemplar y ocho palabras-tipo y los resultados lin-gsticos de las proferencias de Sara son dos oraciones-ejemplar y una oracin-tipo.

    En este contexto, la primera ambigedad se resuelve en tanto que lo quese quiere analizar es el problema del significado lingstico cuyos portadoresson expresiones, y la segunda ambigedad se resuelve puesto que, como se haindicado, a los filsofos del lenguaje les interesan los tipos, ya que sera absur-do preguntarse por el significado de cada expresin-ejemplar cuando lo quehace que dos ejemplares sean ejemplares de un mismo tipo es, entre otras cosas,que comparten el mismo significado lingstico. La pregunta por el tamaodel lenguaje hace referencia, en este apartado, al nmero de expresiones-tiposignificativas.

    Si bien puede pensarse que el nmero de palabras-tipo de un lenguaje estlimitado a los vocablos de dicho lenguaje, el nmero de expresiones-tipo mayo-res a las palabras-tipo es infinito, tan infinito como la serie de los nmerosnaturales. Si se consideran las oraciones-tipo, que hay un nmero infinito deoraciones significativas en castellano se muestra en la siguiente serie

    Una aproximacin a la Filosofa del Lenguaje

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  • (8) Tengo una gata(9) Tengo dos gatas(10) Tengo tres gatas.

    Esta serie podra continuar indefinidamente. Adems, dada una oracinsignificativa como (8) se podran obtener infinitas oraciones significativasuniendo sucesivamente esta misma oracin mediante la conjuncin y comoen (11)

    (11) Tengo una gata y tengo una gata(12) Tengo una gata, tengo una gata y tengo una gata(13) Tengo una gata, tengo una gata, tengo una gata y tengo una gata.

    Oraciones como (11) o en las que haya 50 veces repetida una misma ora-cin-tipo son muy raras y normalmente nadie las emite pero, estrictamentehablando, son significativas. Alguien podra pensar que no lo son en la medi-da en que nadie entendera una oracin tan larga ni la producira para expre-sar algo que se quiera decir. Pero, por otro lado, si se comprenden las reglas denuestro lenguaje, se podra, al menos en teora, representar lo que significa.Este tipo de ejemplos muestra de nuevo lo que los ejemplos (8)-(10), esto es,que hay un nmero infinito de oraciones-tipo posibles. Si hay infinitas ora-ciones-tipo diferentes, hay tambin un nmero infinito de significados dife-rentes: por ejemplo, los significados de la serie ejemplificada en (8)-(10).

    Adems, el lenguaje es creativo porque se pueden construir oraciones quenunca antes se han emitido o inscrito, y esto es posible porque hay oraciones-tipo de las que nunca se ha producido un ejemplar. Poner un ejemplo de lacreatividad del lenguaje es caer en lo que se denomina una contradiccin rea-lizativa en la medida en que ya supone un ejemplar del tipo que no se ha usa-do. Teniendo esto en cuenta, seguramente (14)

    (14) Tengo trescientos veintisiete mil gatos

    podra servir como ejemplo de la creatividad del lenguaje.Pues bien, estas propiedades hacen que el explicar la relacin entre expre-

    siones y significados mediante un cdigo que los empareje requiera que esecdigo tenga la propiedad de ser tambin infinito y creativo. Esto implica queno puede establecerse por enumeracin. Es imposible establecer una teora conun nmero infinito de pares ordenados de oraciones y significados y, si fuera

    Cuestiones bsicas en Filosofa del Lenguaje

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  • posible, entonces sera imposible justificar su creatividad. Ambos defectos seuniran a la imposibilidad de explicar cmo ciertos seres pueden aprenderlo.El problema es cmo un cdigo puede tener la propiedad de ser infinito, crea-tivo y ser aprendible. La solucin viene dada de la mano de las reglas, sobretodo de las reglas recursivas.

    Partiendo de un nmero finito aunque grande de vocablos (palabras empa-rejadas con su significado y con su categora sintctica) y de un conjunto dereglas en las que se especifiquen los modos en los que el vocabulario puedecombinarse para formar infinitas expresiones bien formadas del lenguaje y enlas que se especifiquen cmo se construye el significado de la expresin as for-mada, se puede, bajo ciertas condiciones, producir un nmero infinito de ora-ciones bien formadas significativas. Muchos filsofos del lenguaje contempo-rneos creen que los lenguajes naturales tienen tal estructura, lo que hace pensarque se necesita una propuesta, buscada normalmente por los lingistas, querepresente el modo en el que se forman expresiones complejas y cmo su sig-nificado se compone a su vez a partir de los significados simples. Lo siguien-te ser un esbozo de teora sintctica (slo incluir reglas sintcticas). Este ejem-plo es muy inexacto pues, como se ha indicado, seguramente no es posiblehacer sintaxis sin interactuar con la semntica. Teniendo esto en mente, la teo-ra incluye un conjunto de vocablos que pertenecen a distintas categoras sin-tcticas y un conjunto de reglas que especifican el modo en el que tales voca-blos pueden combinarse para dar lugar a expresiones bien formadas. En elvocabulario se incluyen nombres (N) como gato, alfombra, sonido, pas-ta y libro; verbos (V) como saltar, or y estar; adjetivos (Adj) como ver-de; pronombres (Pro) como ella; preposiciones (P) como en, bajo, cony sobre, y artculos (Art) como un, la y el. Con estos vocablos se pue-den formar sintagmas nominales, verbales o preposicionales y se forman median-te reglas que establecen qu combinaciones de vocablos dan lugar a unos sin-tagmas o a otros y qu combinaciones no son posibles. Estas reglas podranser para los sintagmas nominales (SN) las siguientes: un artculo unido a unnombre (el gato, Art + N), un pronombre (ella) y un artculo unido a un nom-bre seguido este ltimo de un adjetivo (la alfombra verde, Art + N + Adj) for-man sintagmas nominales. Son sintagmas preposicionales (SP) aquellas expre-siones formadas por una preposicin unida a un sintagma nominal (sobre laalfombra verde, P + SN). Los sintagmas verbales (SV) podran caracterizarsepor estar formados bien por un verbo intransitivo (saltar), bien por un ver-bo y un sintagma nominal (or el sonido, V + SN), bien por un verbo y unsintagma preposicional (estar sobre la alfombra verde, V + SP). Una vez

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  • expuestas las reglas para los sintagmas, se podra decir que las oraciones son lasexpresiones formadas por un sintagma nominal seguido de un sintagma ver-bal (el gato est sobre la alfombra verde, SN + SV).

    Del mismo modo que se han especificado las reglas sintcticas, deberantambin explicitarse las reglas semnticas para establecer, as, a partir de unnmero finito de vocablos con su significado, un nmero infinito de expre-siones relacionadas con un significado que se ha formado por los significadosde los vocablos. Pero tanto el nmero de vocablos como el de reglas de for-macin de las expresiones bien formadas significativas ha de ser finito. En gra-mtica suelen usarse lo que se denominan reglas recursivas, esto es, reglascuyo uso repetido puede generar miembros sucesivos de una serie. Un ejem-plo de regla recursiva podra darse si se incluyera en las reglas anteriores la posi-bilidad de construir sintagmas nominales a partir de un artculo, un nombrey un sintagma preposicional (El libro con la pasta verde). Ninguna de lasreglas aqu expuestas es, estrictamente hablando, recursiva. Pero la unin dela regla de los sintagmas preposicionales (P + SN) y la ltima que se ha aa-dido para los sintagmas nominales (Art + N + SP) s producen recursividad alincluir, consideradas conjuntamente, lo que se define (el definiendum) en elmodo en que se lo define (en el definiens). Algunos sintagmas nominales sepueden formar a partir de los sintagmas preposicionales que, a su vez, se for-man con sintagmas nominales. Si se aplicara en el sintagma nominal anteriorla regla de los sintagmas preposicionales, se obtendra, por ejemplo, en el librocon las pastas verdes. A este resultado se le podra yuxtaponer un artculo yun nombre produciendo otro sintagma nominal al que, de nuevo, se le podraaadir una preposicin, produciendo otro sintagma preposicional. Se podracontinuar as hasta que se quisiera. La propiedad de recursin de una regla vie-ne dada por el hecho de que el resultado de aplicar la regla puede usarse tam-bin como material sobre el que aplicar la regla y este proceso puede reiterar-se tantas veces como sea necesario.

    El reconocimiento de que el lenguaje est estructurado segn categorassintcticas y semnticas est ntimamente relacionado con la defensa que, des-de la filosofa del lenguaje de Frege, se hace de la composicionalidad. Es comna la mayora de las propuestas del significado de este siglo la defensa del Prin-cipio de composicionalidad, hasta el punto de que Margalit (1978) lo ha lla-mado Principio trivial de la Semntica. El principio establece que el signifi-cado de expresiones complejas depende del significado de las expresiones mssimples de las que las primeras estn formadas o, dicho de un modo ms pre-ciso, en este principio se mantiene que a una expresin en un lenguaje, que

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  • sea aisladamente gramatical, debe drsele significado por medio de una fun-cin recursiva que tome como argumentos los significados establecidos de suspartes bsicas. Si se considera (15)

    (15) El perro est sobre la alfombra

    su significado depender en gran medida del significado de el, perro, estar,sobre, la y alfombra y de la estructura lgica de la expresin de la queforman parte. La composicionalidad, as expresada, sugiere que el significadode las expresiones mayores a las unidades lxicas depende del significado deestas ltimas y que las palabras o las unidades lxicas son los portadores bsi-cos del significado de la expresin.

    Pero el reconocimiento de la composicionalidad no tiene que implicar talcosa. De hecho, otro modo de enunciar la composicionalidad es el siguiente:el significado de una unidad lxica es su contribucin general y sistemtica alsignificado asociado a las oraciones en las que ella aparece. Este modo de expre-sar la composicionalidad supone compromisos filosficos distintos con res-pecto a las unidades ms bsicas del significado: stas seran las oraciones, losactos de habla o las teoras, segn la propuesta que se considere. De hecho, sele ha denominado Principio del contexto como si se tratara de un principioradicalmente diferente. En realidad, lo que ocurre es que esta versin de lacomposicionalidad va unida, de algn modo, a la idea de que la unidad bsi-ca de significado no es ni la palabra aislada ni la teora como un todo, sino laoracin. Por esta razn esta versin de la composicionalidad dependiente delPrincipio del contexto se encuentra en Frege pero no en Davidson. La dife-rencia se muestra en que, en contraposicin a la versin ms familiar del Prin-cipio de composicionalidad, se dice que se sabe el significado de las expresio-nes ms bsicas por la contribucin que ellas hacen al significado del todo yno que, sabiendo el significado de las unidades lxicas, se sabe el significadodel todo.

    Aunque la composicionalidad del significado es una hiptesis ampliamentecompartida, no caracteriza a todas las teoras del significado que se han pro-puesto. Por ejemplo, no caracteriza a aquellas que mantienen que el significa-do de las expresiones complejas es una sucesin de significados (tengan stosla naturaleza que tengan). La propuesta de Locke, por ejemplo, explica el sig-nificado primario de las expresiones por la sucesin de ideas en la mente dequien las usa. No apelar a la composicionalidad, en este caso, supone no poderexplicar el significado de las expresiones complejas puesto que no se puede

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  • entender el significado de (15) como una sucesin de las ideas relacionadascon cada una de las palabras que incluye10.

    La composicionalidad se fundamenta en la tesis de que hay un cdigo fini-to que empareja unidades lxicas con significados, sean estos ltimos objetosabstractos o nociones tericas. El problema ahora es saber cmo o por qu cier-tas unidades lxicas representan ciertos significados y cmo los representan. Larespuesta ms habitual es que dicha relacin est convencionalizada o que el sig-nificado del lxico est representado por ciertas unidades lxicas porque est con-vencionalizado, tambin se dice que la unidad lxica es un signo convencionalo atemporal de lo que significa. Lo que interesa ahora subrayar es qu significaque un signo o que una relacin sea convencional.

    La primera caracterstica de nuestro lxico es que es un conjunto de sig-nos lingsticos o vocablos. Tales signos estn relacionados convencionalmentecon aquello de lo que son signos. As, si gato significa gato es porque se nosha educado para usar esta palabra como un signo convencionalmente acepta-do para representar lo que significa. Pero no slo se quiere que el lenguaje, susvocablos, represente otra cosa sino que se quiere que represente lo mismo parauna misma comunidad lingstica o incluso para un hablante a lo largo deltiempo, cambios diacrnicos aparte. Estos deseos estn dirigidos a permitirque la capacidad representativa del lenguaje sirva para otro tipo de usos leg-timos del lenguaje, como el de la comunicacin.

    Cuando se apela a convenciones lingsticas se apela explcita o implcita-mente a la funcin social del lenguaje, al acuerdo social. El acuerdo social quese precisa para admitir la existencia de un cdigo puede caracterizarse al esti-lo de Lewis (1969). Las convenciones lingsticas son una clase de acuerdosocial, entre otras clases, al que se llega por la necesidad de lograr un equili-brio de coordinacin para problemas de coordinacin. Un problema de coor-dinacin se presenta cuando dos o ms sujetos han de decidir cmo resolverun problema que quieren resolver y para el que hay ms de un modo de resol-verlo o para el que hay ms de un modo de lograr el equilibrio de coordinacin.

    Un problema de coordinacin es el de cmo representar cierta informa-cin del mismo modo, no importa tanto cmo se represente sino que se repre-sente del mismo modo. Hablar de gatos usando la palabra gato o la palabraperro es indiferente, siempre que se hable de ellos del mismo modo. As,hablar de gatos mediante la expresin gato es uno de los posibles equilibriosde coordinacin. Los miembros de la comunidad lingstica del castellanohablan normalmente de gatos cuando usan la palabra gato, esta palabra repre-senta a aqullos, y se atienen a esta regularidad porque la consideran un modo

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  • satisfactorio de coordinar los intereses del grupo, porque saben que es pbli-ca, que se aplica a todos los miembros de la comunidad y saben que los demsse atienen a tal regularidad y ello constituye una buena razn para que cadauno siga el mismo procedimiento. De este modo, cuando los hablantes delcastellano quieren hablar de gatos usan la palabra gato pues es, por las carac-tersticas anteriores, una convencin lingstica de su lenguaje. Se pueden ima-ginar distintas formas de solucionar los problemas de coordinacin relaciona-dos con cmo representar ciertas informaciones y uno de estos modos es apelara convenciones o a reglas. La conducta lingstica, al menos en su aspecto gra-matical, intenta lograr equilibrios de coordinacin por convencin para cier-tos problemas de coordinacin. La capacidad representativa de las expresionesdepende del alto grado de convencionalidad que las reglas gramaticales tienen.

    La convencionalidad y la composicionalidad son los aspectos que, juntocon el reconocimiento de que los aspectos sintcticos y semnticos de una len-gua estn sometidos a reglas, permiten explicar el carcter infinito y creativode dicha lengua y su aprendibilidad. Pero algunas partes de la conducta ver-bal no pueden ser convencionales, como se ver en el siguiente apartado.

    B) El significado del hablante

    Si el lenguaje en cuanto conjunto de expresiones-tipo tiene las propieda-des de ser infinito y creativo y si, como se ha sealado previamente, con lasmismas expresiones-tipo se pueden llevar a cabo distintos actos de habla-tipoy los mismos actos de habla-tipo suponen idnticas expresiones-tipo, enton-ces es obvio que tambin hay infinitos actos de habla-tipo. La pregunta queaqu preocupa es si el significado de los infinitos actos de habla-tipo est rela-cionado con ellos de un modo parecido a como se ha explicado que puedenestarlo las expresiones con su significado. Mas antes de abordar esta pregun-ta, se analizarn las diferencias que hay entre el significado del hablante y elsignificado de la expresin para ver despus si las convenciones y la composi-cionalidad son suficientes para explicar la capacidad de ciertos actos verbalespara representar el significado del hablante. En caso contrario, se considerarqu tipo de factores seran necesarios para explicar la capacidad mencionada.

    Los actos de habla representan (explcita o implcitamente) informacinacerca del mundo exterior y de nosotros mismos. Esto es posible porque lasexpresiones tienen significado. Una cosa son las expresiones y su significadolingstico y otra bien distinta las proferencias verbales y lo que se dice (expl-

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  • cita o implcitamente) mediante ellas. A lo que se dice mediante las oracionesdeclarativas se les llama enunciados o proposiciones, aunque estas nocio-nes se pueden aplicar a lo que se dice con cualquier tipo de oracin y no slolas declarativas. Las proposiciones son entidades abstractas cuyos criterios deidentidad no son fciles de determinar desde un punto de vista terico. As,se est ante distintas apariciones de la misma proposicin cuando se dice lomismo acerca de lo mismo. Unos ejemplos aclararn esto. Si Victoria le dicea Ester (16) y Ester le dice a Victoria (17)

    (16) Mi madre est trabajando(17) Tu madre est trabajando

    lo que se dice explcitamente en (16), en el contexto de uso indicado, es lomismo que lo que se dice explcitamente en (17), en ese mismo contexto. Portanto, (16) y (17), aunque son oraciones y proferencias verbales distintas, expre-san explcitamente la misma proposicin. Tambin expresan la misma propo-sicin las oraciones (18)-(20)

    (18) Es regnet(19) Il pleut(20) Llueve

    proferidas en un contexto usual.Se pueden decir cosas con palabras, se pueden expresar proposiciones con

    ellas, porque las palabras tienen significados. Para expresar proposiciones hacenfalta ms factores, pero la capacidad del lenguaje de significar es uno de ellos.Sin embargo, lo que se dice al proferir las expresiones no es su significado, aun-que a veces el significado lingstico coincida con la proposicin expresada porla proferencia. Las proposiciones no son los significados de las oraciones que seusan para expresarlas. En algunos casos esta distincin no es fcil de ver. Lasoraciones (18)-(20), proferidas en un contexto usual, expresan la misma pro-posicin y significan lo mismo en distintos idiomas. Sin embargo, (16) y (17)dicen lo mismo en el contexto sealado pero no significan lo mismo. El signi-ficado de las oraciones depende de los significados de las palabras en la oraciny de la estructura de sta. Las oraciones (16) y (17) no pueden, por tanto, sig-nificar lo mismo porque el significado de sus ingredientes no coincide total-mente. Tambin se ha sostenido que el significado de una expresin dependede su contribucin a las proposiciones expresadas por las proferencias de las

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  • oraciones en las que ella aparece. Esta tesis as formulada es, sin embargo, peli-grosa si no se tiene en cuenta que la misma oracin con el mismo significadopuede usarse para expresar proposiciones diferentes, como ocurre cuando Vic-toria y Ester emiten (16), teniendo en cuenta que no comparten la misma madre.

    El significado lingstico est relacionado con las expresiones por un cdi-go especificado mediante reglas, es lo que tienen en comn todas las profe-rencias de esas expresiones. Este significado lingstico es indispensable paraque el hablante al proferir la expresin pueda querer decir algo con ella perolo que el hablante quiere decir no tiene que coincidir completamente con loque la expresin significa. Lo que el hablante aade a la expresin cuando lausa es un conjunto de propiedades no lingsticas como la identidad del hablan-te y sus intenciones, el momento y el lugar de la emisin, propiedades que serecogen en lo que se ha denominado contexto. El contexto es el que permi-te que distintas proferencias-tipo de una misma expresin-tipo puedan tenerun significado distinto, por supuesto, un significado del hablante distinto,aunque la expresin tenga el mismo significado lingstico.

    Si hay casos en los que se puede diferenciar claramente el significado lin-gstico del significado del hablante, stos son los ejemplos que incluyen expre-siones que muestran indeterminacin en la referencia. Teniendo en cuenta sloel significado de (16), por ejemplo, no se puede indicar a quin refiere mimadre aunque s se puede indicar que su referencia ser la madre del hablan-te, pero esto no es suficiente para determinar el significado del hablante cuan-do se emite (16), se necesita saber quin es el hablante para saber acerca dequin se est hablando. Si Laura profiere (16), es de Beln de quien se diceque est trabajando y esto que se dice da forma, entre otras cosas, al significa-do del hablante aunque no pueda incluirse en el significado de la expresinpor la indeterminacin referencial de ciertas expresiones.

    Tambin hay cierta indeterminacin semntica que slo se elimina recu-rriendo al contexto de emisin de la expresin. Un ejemplo de este tipo deindeterminacin es (21)

    (21) Marta es baja

    Con qu criterios Marta es baja? Marta puede ser baja, a pesar de su 1,70 cm,para jugar al baloncesto, aunque para la media de las personas sera alta. O dequ gato se dice algo al usar (22)?

    (22) El gato est sobre la alfombra

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  • Del utensilio para cambiar las ruedas del coche o de una mascota? Laambigedad, adems, no siempre es semntica sino que puede ser sintctica,como en (23)

    (23) Ley la carta al editor,

    donde, segn sea la composicin sintctica, se leer la carta al editor o la car-ta ser leda al editor. Todos estos factores hacen que sea necesaria la distin-cin entre significado de la expresin y la proposicin como lo que explcita-mente se dice.

    Ahora bien, con el uso de una misma oracin puede expresarse la mismaproposicin, aunque para presentarla de distinto modo; para preguntarse si esverdadera, para afirmar que lo es, para esperar que lo sea, etc. La actitud delhablante hacia la proposicin es un aspecto ms del significado del hablanteque no siempre se recoge en el significado de la expresin. La estructura lin-gstica de la oracin indica una actitud concreta. As la forma interrogativasuele indicar peticin de informacin, la oraciones declarativas en modo indi-cativo suelen servir para presentar una proposicin como verdadera, aunqueno siempre en el significado del hablante se recoge tal actitud pues depende-r, por ejemplo, de si el hablante est profiriendo la oracin en serio o irni-camente, esto es, depender de su actitud hacia la proposicin que, aunqueposibilitada por el significado lingstico, no quedar suficientemente preci-sada por l. La oracin (24)

    (24) Pedro es un buen amigo

    puede usarse para representar una actitud del hablante hacia la proposicinbien distinta en el caso de que el que profiera (24) est hablando irnicamen-te o simplemente haciendo una aseveracin.

    En otro orden de cosas, no slo se profieren oraciones para expresar expl-citamente ciertas proposiciones, sino que a veces se emiten para decir algoimplcitamente. As, se puede proferir (25)

    (25) Tengo que estudiar

    para decir explcitamente lo que tengo que hacer ahora y con ello implicar queno debo hacer algo incompatible con la actividad de estudiar, por ejemplotomarme una ginebra.

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  • Todos estos ejemplos muestran que el significado lingstico de una expre-sin es insuficiente para precisar el significado del hablante o que el significa-do de la expresin y el del hablante no siempre coinciden.

    Eliminar la indeterminacin referencial, la indeterminacin semntica yla ambigedad (sintctica o semntica) que tienen ciertas expresiones son requi-sitos necesarios para determinar la proposicin expresada por una proferenciaverbal de ellas. Saber cul es la actitud del hablante hacia la proposicin expl-citamente dicha o, incluso, si se ha implicado alguna proposicin son tambinaspectos del significado del hablante cuando se lleva a cabo un acto de habla.

    El problema ahora es saber si el significado del hablante est representa-do por los actos de habla mediante un cdigo como el que empareja expre-siones con significados lingsticos. A lo sumo lo incluir, pero precisar deciertas reglas que determinen qu parte del contexto de una proferencia afec-ta a su correcta interpretacin. Estas reglas que se necesitan podran ser lasreglas pragmticas, reglas que combinan automticamente propiedades delcontexto con propiedades semnticas de la proferencia verbal, eliminando losfactores ya citados que hacen que el significado lingstico difiera del signifi-cado del hablante. Sin embargo, la posibilidad de elaborar reglas pragmticasque permitan pasar automticamente del significado de la expresin al signi-ficado del hablante es remota. Ms bien, a partir del significado de la expre-sin y teniendo en cuenta ciertos principios se infiere el significado del hablan-te. Algunos de los principios pragmticos que se han discutido en relacin aeste tema son los siguientes: Principios como el de caridad de Quine (hayque interpretar al interlocutor de manera que sus creencias coincidan lo msposible con las creencias del intrprete) o el de caridad de Davidson (hayque interpretar al interlocutor como si sus creencias fueran en su mayor par-te verdaderas), como el Principio de cooperacin en Grice (vase apartado6.4), el Principio de relevancia de Sperber y Wilson (1986) y el Principio deadmisibilidad de Burge11.

    Las pginas que preceden son una muestra de la variedad de los proble-mas que las propuestas acerca del significado plantean. En las pginas quesiguen se presentarn aquellas propuestas que, a juicio de las autoras, msinfluencia han tenido en el desarrollo de la Filosofa del Lenguaje y se discu-tirn los distintos problemas y dificultades que de ellas se derivan. Algunos delos problemas planteados por una concepcin del significado se resuelven enel seno de otra, pero siempre quedan anomalas y paradojas que explican laevolucin de la discusin filosfica en el presente siglo y hacen de la Filosfadel Lenguaje una disciplina viva.

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  • 1 En relacin a estas propuestas vaseLand, S. K. (1974): From Signs to Pro-positions. The Concept of Form in Eigh-teenth-Century Semantic Theory. Long-mans. Londres.

    2 Vico, G. V. (1725): Scienza nueva pri-ma. En Ferrari, G. (Ed.) (1852-1854):Opere de G. Vico, 6 vols.

    3 Entre los filsofos que han sostenidoque la filosofa analtica se identificacon las corrientes mencionadas seencuentra Acero, J. J. (1985: 20) quiendefiende que la filosofa analtica, ensentido estricto, no existe en la actua-lidad.

    4 Quien se pregunta esto supone que elque ciertas marcas signifiquen no es unhecho bruto o bsico sino que puedeexplicarse, esto es, supone que los hechossemnticos son analizables. Dos res-puestas divergentes seran la de David-son (1967), quien explica la nocinintensional de significado por la nocinextensional de verdad, y la de Grice(1957), quien explica la nocin de sig-nificado apelando a intenciones. Otraposibilidad, defendida por Quine(1960, 1970), es negar que haya hechosms bsicos que los semnticos, que sederiva de su tesis de la Indeterminacinde la Traduccin (vase apartado 4.2);por poner otro ejemplo de esta posi-cin, Schiffer (1989) establece que elsupuesto de la pregunta es incorrecto yque, por ello, la pregunta no debe for-mularse.

    5 Esto les ocurre a todas las expresionesdecticas, como los pronombres, que

    se caracterizan porque su extensinvara dependiendo del contexto de uso(Kaplan, D., 1978).

    6 De las aportaciones que la lingsticaha hecho al desarrollo del conoci-miento del fenmeno lingstico en elpresente siglo, hay que destacar la gra-mtica generativo-transformacional deN. Chomsky (1965: Aspects of the Theo-ry of Syntax. MIT Press. Cambridge.Trad. (1970): Aspectos de la Teora dela Sintaxis. Aguilar. Madrid). Chomskycon su gramtica generativo-transfor-macional ha convertido la lingsticaen una disciplina estrictamente cient-fica que es, en su opinin, una partede una ciencia cognitiva en proceso dedesarrollo. La importancia de la teorachomskiana es tal que no slo ha rev