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  • 8/7/2019 Marcello Figueredo

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    4 C el observadorDomgo 3 d d 2011

    P

    ara aquellos lectores quedisfrutan del formato tra-dicional de una entrevis-ta, es decir, el intercambiode preguntas y respuestas,este libro del periodistaMarcello Figueredo, esdoblemente oportuno. Pri-

    mero, porque se trata de un trabajo en el quea travs de una serie precisa de interrogan-tes el autor logra armar un mapa claro delpasado, el presente y el f uturo del Uruguay.Segundo, porque el libro sale a la cal le enpleno fervor de los festejos por el Bicentena-rio, transformndose en un material muchoms duradero que los fuegos articiales decolores artiguista s con que nos obsequia lacelebracin ocial y la literatura no menosocial que ya empieza a abundar sobre laefemride.

    El autor no oculta que el libro pretendesacudir la modorra y la rutina de esas cele-braciones y aun la de la gente del pas. Puedepensarse lo contrario al tratarse de una co-

    leccin de entrevistas, un gnero maltratadosobre el que recae la sospecha de facilitar lainhibicin del entrevistador.

    Sera bueno explica Figueredo paradesmentirlo que los fastos del Bicentenariono se extinguieran en el aire comoesos fuegos que hacen muchoruido, nos deslumbran por unosminutos y luego olvidamos fcil-mente. Sera mejor que sirvieran,sobre todo, para invitarnos apensar qu pas tuvimos, qu pastenemos, qu pas queremos.

    El periodista se pone manos a laobra con preguntas aladas. Creeusted que un pas que naci con laraz partida puede reconciliarse oque, por el contrario, la tentacindel enfrentamiento es inherentea nuestra condicin nacional?As le pregunta Figueredo alpresidente Jos Mujica, quienel a su estilo responde: Discre-po con la idea de que necesitamosuna reconciliacin. Que yo sepa esoya ocurri en 1984, cuando se acord lareimplantacin de la democracia. Que anqueden cicatrices y alguna cuenta pendien-

    Cartografas

    de una identidad

    UUgUay: 200as, dscn-as gUnas

    Marcello FigueredoAguilar. Montevideo

    (2011). 343 pgs.$ 420

    Daniel Viglione

    te, no signica que haya un fenmeno socialo poltico de ta l envergadura que necesiteresolverse con una reconciliacin. Discrepotambin con la idea de que nacimos con laraz partida. El batallar ms o menos conti-nuo que se da hasta 1850 es nuestra prehis-toria. Las races no estn ah sino en el Pactode la Unin y su hermossima consigna: Nivencidos ni vencedores.

    Lo mismo hace el autor con el escritor yex dirigente del Movimiento de LiberacinNacional-Tupamaros, Mauricio Rosencof, aquien le pregunta qu le debe la historia delpas al MLN-Tupamaros. Esta es la respuestaque obtiene: Deberle, la historia del pas nole debe nada a nadie. Cada generacin fuehaciendo lo suyo. Unos quedaron dentro,otros fuera. El tiempo ir desbrozando, la

    historia se revisa, se ahonda, sefalsea. Segn quin la escriba, supensamiento, su cultura, su inten-cin. Solo el tiempo (cuando comoen este caso, muchos protagonis-tas que andan en la vuelta, ya noestn), y la distancia equilibradadel que escriba esta parte de lahistoria, contarn quines jugaronel partido y quines gritaban en latribuna. Eso s: cuando se acta debuena fe, jugando la camiseta y el

    pellejo para que los ms i nfelicessean los ms privilegiados, nose piensa en la historia. Tal vez,no s, se estuviera agregandoalgn granito de rebelda, que

    de pronto quede entreverada enlos arenales de nuestra historia.Y as sigue y sigue Uruguay:

    200 aos, doscientas preguntas, unlibro en el que intervienen 76 urug uayosque, cada uno a su manera, se destaca n

    hriller poltiotrimio

    s aa-ds ancs

    Antonio UngarAnagrama. Barcelona(2010). 284 pginas.

    znPatrick Modiano

    Anagrama. Barcelona(2010). 160 pginas.

    gad scn

    Santiago PosteguilloEdiciones B. Barcelona(2010). 720, 860 y 800

    pginas.

    Galardonada con el ltimo Premio Herral-de de novela, cuenta la vertiginosa historiade un tipo antisocial, un freak acionadoal alcohol y al contrabajo, cuya vida soli-taria se trastoca cuando el candidato a lapresidencia de su pas muere en un aten-

    tado terrorista. Al principiosu relato deslumbra por la in-geniosa combinacin de hu-mor y tragedia, la rapidez con

    que se suceden los hechos ola descripcin del ambientedesvencijado que rodea alpersonaje. Luego la tensindesmaya y remonta a cadarato. Como thrillerla nove-la no est completamenteresuelta, aunque tenga mo-mentos estimables. Como

    era de prever, el actor vaasumiendo la mscara desu personaje hasta que seconvierte en un peligropara aquellos que haban

    puesto en funcionamientola impostura. El candidato

    era, al parecer, un hombre n-tegro que estaba dispuesto a bo-

    rrar la corr upcin que asolaba la repblicaimaginaria donde se sita la accin. Por esoel protagonista ir dejando su egosmo yabrindose a una nueva personalidad msatractiva. El nal desencantado ante unsistema al parecer invencible tiene ecos delas clsicas novelas de dictador, como Elseor presidente de Miguel ngel Asturias.

    javier De navascus

    Fuitivo e lr iu

    Los seguidores del francs Modiano en-cuentran en sus obras intensas reexionessobre los recuerdos y el paso del tiempo.Hay algo de Proust o del Bergman de Fresassalvajes en estas evocaciones. Aqu, el pro-tagonista es un escritor, Jean Bosmans, queen su madurez busca a un amor de juven-

    tud, Margaret, quien un da, trasuna investigacin policial, des-apareci sin dejar rastro. Al prin-

    cipio, la bsqueda es involunta-ria. Pero, poco a poco, va tira ndodel hilo, hasta que Margaret dejade ser un fantasma recurrentey toma cuerpo, para, a la pos-tre, ayudarle a encontrarse as mismo. Todo tiene un airedifuso, inmaterial, como el deun sueo medio olvidado que

    no sabemos descifrar. Algoturbio parece rodear a Mar-garet y al propio Bosmans.Ambos se comportan comofugitivos en la gran ciudad y

    con esos mimbres vitales tanquebradizos construyen una

    relacin precaria, hecha de secre-tos. Esta es una sutil novela sobre todo

    lo que traspapela mos en la juventud y ya novuelve (o s). Modiano parece sostener quesomos lo que vivimos, pero ta mbin lo querecordamos; y sobre las cenizas aventadasde esa memoria levanta el autor una ccininteligente, muy personal, que esquiva loetreo de su planteamiento gracias a unaecaz arquitectura narrativa.

    albert De fruts

    ivle pio:abl ipi

    Si hay un hecho interesante de la Romaantigua, despus de la cada de l a repbli-ca y ms que la poca imperial, ese es elenfrentamiento con Cartago, donde Romaconoce al peor enemigo que tuvo hasta esemomento, Anbal. El cartagins es un gi-

    gante, parco, duro, autntico l-der, genial. Posteguillo lo retratamuy bien, al igual que a PublioCornelio Escipin, protagonis-

    ta de la triloga . Buen guerrero,buen poltico, sensible, aman-te del teatro. Escipin fue sinduda un hombre superior. Vedonde otros no ven y esa fuela base de su imperio sobre losdems. Posteguillo lo mues-tra humano y real, con dudas,miedos, estallidos de clera,

    detalles de vanidad, todascosas pequeas al lado desu grandeza pero expresi-vas de un hroe humano.Anbal est a su altura y es

    muy interesante la relacinque se establece entre ellos,

    ms all de la oposicin militar.La descripcin de la pica batalla de

    Zama es extraordinaria. El estreno de Pos-teguillo como narrador es de primer nivel.Se centra en un material magnco que es-taba ah, pero tienen el mrito de tratarlocon hondura y calidad, con respeto por lahistoria, retratando una poca gloriosa deRoma sin olvidar los elementos oscuros queadornan todo lo que tocan los hombres.

    javier cercas rueDa

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    el observadorDogo 3 d b d 2011 5Correo de ideas

    en el mbito de las ideas, la poltica,

    la ciencia, el deporte, la cultura, los

    medios de comunicacin y el mundo

    empresarial. Es decir, compatriotas

    como Luis Eduardo Gonzlez, Jos

    Rilla, Javier Miranda, Federico

    Garca Vigil, Ruben Rada, Renzo

    Pi Hugarte, Jorge Denevi, Carlos

    Tanco, Oscar Washington Tabrez y

    Rafael Violy, entre otros, que reexionan

    colectivamente qu, cmo y quines somos

    los uruguayos.

    De este modo, guras como Julio Mara

    Sanguinetti, Luis Alberto Laca lle, Jorge Bat-

    lle y Tabar Vzquez revelan que Uruguay es

    un pas obsesionado con su identidad; perso-

    najes como Juan Grompone, Jaime Roos,

    Fernando Parrado y Petru Valensky sealan

    que hay que pujar tanto por el desarrol lo de

    la marca Uruguay Natural como por la

    de Uruguay Tecnolgico, que les perece

    mentira que el Uruguay del siglo XXI ten-

    ga sus casas enrejadas, que es lamentable

    que a los nicos que se les perdone usar

    Rolex Daytona, andar en buenos autos y

    comer en buenos restaurantes sea a los

    jugadores de ftbol y que, en materia de

    tolerancia, los uruguayos sean crticos,

    envidiosos y discriminatorios de todo lo

    diferente.

    El autor sin duda se implica con el

    asunto pero algunos entrevistados no tanto

    y eso conere al libro un carcter un tanto

    irregular, como suele ocurrir con los l ibros

    de entrevistas que se han cosido en ambien-

    tes y formatos diferentes.

    Muchos de los i nterlocutores eligieron

    responder por escrito y otros prerieron ex-

    ponerse al grabador. Figueredo explica que

    ante una convocatoria que no les impona

    ningn parmetro, algunos contestaron de

    manera breve y escueta, mientras que otros

    se extendieron ms largamente para desa-

    rrollar su pensamiento.

    Figueredo, montevideano, naci en 1966.

    Es periodista y ha trabajado en prensa,

    radio y televisin. Entre otros desempeos,

    ha sido productor de En vivo y en directo en

    Radio Sarand y coconductor de Agenda

    Condencialen Canal 12. En 2010 public en

    Aguilar Una forma de viajar. Placeres Mun-

    danos, libro que da cuenta de su vocacin

    por los viajes y la literatura, pasiones que

    ha cultivado en paralelo a s u ejercicio del

    periodismo.

    En Uruguay: 200 aos, doscientas pregun-

    tas, Figueredo cambia el registro, aunque

    sigue proponiendo un viaje al lector. Un

    viaje intelectual a lo largo y ancho del pas,

    atrs y adelante en el tiempo, sin orden pre-

    establecido y con sabrosas esca las en buena

    parte de nuestras obsesiones nacionales

    y nuestros lugares comunes. Un recorrido

    poltico, social, econmico y cultural en el

    que de cicerones, acadmicos y empresarios,

    dirigentes sindicales y astros del ftbol,

    escritores y msicos, pensadores y poetas,

    historiadores y polticos.

    El periodista pide al lector que complete

    su esfuerzo de autor dejando a un lado sus

    certezas, por slidas y respetables que ellas

    sean para emprender la jornada ms ligero

    de equipaje.

    En suma, estamos ante un libro que,

    desde el Grito de Asencio a la dictadura,

    pasando por el Maracan y la tragedia de los

    Andes, detenindose en la garra charra y la

    viveza criolla, para saltar nalmente al pas

    de Pepe Batlle y Pepe Mujica, se lee como un

    mapa de nuestra identidad, un mapa en el

    que ya nadie puede equivocarse: no se trata

    de la Suiza de Amrica.

    SuperficialeSNicholas Carr

    Taurus. Madrid (2010).344 pginas

    algo va malTony Judt

    Taurus. Madrid (2010).220 pginas.

    ms vendidos en yennyempresarial

    No + plidaSCuatro actitudes para el xito

    Enrique BalioPublishing. Montevideo (2010). 156 pginas.$ 420.

    periODismO

    uruguay: 200 aoS,doScieNtaS preguNtaS

    Marcello FigueredoAguilar. Montevideo (2011). 343 pginas. $420.

    nOvela

    cobraThe Cobra

    Frederick ForsythPlaza & Janes. Barcelona (2010). 366pginas. $ 430.

    nOvela

    la tumba de alejaNdroLa tomba di Alessandro - Lenigma

    Valerio Massimo ManfrediGrijalbo. Madrid (2010) 224 pginas. $ 430.

    pOlticabaSta de hiStoriaS!La obsesin latinoamericana con el pasadoy las 12 claves del futuro

    Andrs OppenheimerDebate. Madrid (2010). 121 pginas. $ 420.

    inn ns ss?

    Internet cambia todo: economa, poltica,

    educacin... y hasta el modo de conocer.

    Esta es la tesis que Carr presenta apoya-

    do en autorizadas voces que van desde la

    neurologa a la educacin. Sostiene que la

    diaria entrega a las multitareas digitales

    incide de manera notoria en la

    manera de conocer de toda una

    generacin. El pensamiento li-

    neal entra en crisis. Se abre paso

    un mundo distrado, confundi-do, compulsivo y ansioso, que

    mientras premia lo rpido, e-

    ciente y til, se hace incapaz de

    concentrarse en una sola cosa;

    un mundo cultural herido en

    esas habilidades de reexin

    y contemplacin que condu-

    cen al pensamiento crtico y

    conceptual, daado en la

    memoria a largo plazo y en

    la agilidad creativa. Carr es

    heredero de McLuhan, para

    quien los medios no son solo

    canales de informacin. Pro-

    porcionan la materia del pen-

    samiento, pero tambin y sobre

    todo modelan el proceso de pensa-

    miento. Carr analiza las consecuencias de-rivadas de este modo de aproximarse al co-

    nocimiento. Es un buen diagnstico. Pero

    escasean los trata mientos para aprovechar

    con acierto esta tecnologa. Quiz baste

    uno: su llamada a acotar a lo imprescindi-

    ble la multitarea y primar la concentracin

    en un quehacer exclusivo del momento.

    miuel nel snchez De la nieta

    l nn

    Esta es la ltima obra de Tony Judt, falle-

    cido en agosto de 2010, a los 62 aos. Judo

    poco convencional, hombre de izquierda,

    anota el abandono de ideales, el pragma-

    tismo, la desorientacin y la dispersin

    de esa sensibilidad poltica. En este libro

    sostiene que la socia ldemocracia

    tiene an un futuro en Europa

    y en EEUU (all se llaman libe-

    rals) si se empea en defender

    lo que siempre se ha llamadojusticia social. Judt piensa que

    la izquierda ha cedido dema-

    siado ante los defensores del

    libre mercado, sin combatir

    sus manifiestas injusticias.

    En algunos apuntes es contra-

    dictorio. As, al mismo tiempo

    que apunta a que estamos en

    una poca post-religiosa,

    no duda en armar la fuer-

    za de los ideales religiosos

    cuando son presentados

    con vigor. Muchas de sus

    anotaciones son amplia-

    mente compartidas hoy por

    encima de las ideologas: la des-

    preocupacin poltica de la mayora

    de los ciudadanos; el individualismo a cor-to plazo de gran nmero de jvenes; la can-

    sina insistencia en la identidad particular

    en perjuicio de la universalidad; la falta de

    calidad en la mayora de lderes polticos...

    Late en el fondo de este libro la antigua y

    perpetua realidad de que la poltica, sin

    moral, es una degeneracin.

    rafael mez prez