Manual Pedagógico APOYO CONCURSO DE … · En síntesis II. La fotografía como medio de...

Concurso fotografía del patrimonio cultural inmaterial Captura tu Entorno ______________________________________________________________________________________

1

Manual Pedagógico

APOYO CONCURSO DE FOTOGRAFÍA ESCOLAR CAPTURA TU ENTORNO


2

Elaboración de contenido sobre patrimonio cultural inmaterial Carolina Aroca T. Elaboración de contenidos para el capítulo «Algunas breves reflexiones sobre la fotografía»

Christian Báez Allende (CNCA)

Edición de contenidos Patricio González Ríos

Corrección de estilo Adelaida Neira Délano Realizado con la colaboración de Alejandra Claro Eyzaguirre, Alejandra Serey-Weldt, Beatriz González Fulle, Felipe Coddou, Karla Maluk Spahie y Patricio López Beckett (CNCA).


3

ÍNDICE

Introducción

I. El patrimonio cultural y patrimonio cultural inmaterial

1. ¿Qué es el patrimonio cultural?

2. ¿Qué es el patrimonio cultural inmaterial?

3. Características del patrimonio cultural inmaterial

4. ¿Cómo se manifiesta el patrimonio cultural inmaterial?

5. En síntesis

II. La fotografía como medio de expresión artística para capturar el patrimonio cultural inmaterial de nuestro entorno

1. La fotografía como recurso creativo en el aula

2. El lenguaje fotográfico

2.1 La composición

2.2 Elementos del lenguaje fotográfico

2.3 Géneros fotográficos

3. Algunas breves reflexiones sobre la fotografía

III. Referencias bibliográficas


4

Introducción

Todo territorio geográfico contiene en su extensión un paisaje natural característico,

en el que, a lo largo del tiempo, las distintas comunidades humanas se asientan,

desplegando sus respectivas formas de habitarlo, configurando a la vez un paisaje

cultural particular, que es la expresión de una evolución histórica y de la concreción

de un patrimonio material e inmaterial que le otorga un sentido de identidad y

pertenencia a esas comunidades. Dicho de otro modo, cada territorio geográfico es

también un territorio simbólico.

En esa interacción cotidiana y dinámica entre el hombre y la naturaleza van aflorando

costumbres, ritos, tradiciones, fiestas y usos sociales que se arraigan en una

comunidad en la medida en que se transmiten de generación en generación y

conforme son reconocidas como fuentes valiosas de aprendizajes y conocimiento del

mundo. De esta forma se forja el patrimonio cultural inmaterial de un pueblo, también

conocido como patrimonio intangible o patrimonio vivo. Las recetas y secretos de

cocina preservados por las familias, los oficios que han pasado de generación en

generación, las historias o leyendas sobre un determinado lugar, los juegos

tradicionales, los conocimientos sobre medicina popular y herbolaria, las fiestas y

carnavales que se celebran al son de músicas autóctonas y bailes nativos, y otras

expresiones particulares de cada familia, comunidad, localidad o región, son parte de

este patrimonio.

Considerado en su doble aspecto –cultural y natural–, el patrimonio inmaterial,

pretende reflejar la reciprocidad que se da entre hombre y naturaleza, y por ellos se

hace necesario preservar el equilibrio entre ambos –según lo que propone la

Convención de Patrimonio Mundial, Cultural y Natural (1972) patrocinada por la

Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura

(Unesco)–, y salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial, de acuerdo a las

disposiciones generales emanadas de la Convención para la Salvaguardia del

Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco (2003).

Este manual pedagógico ha sido elaborado como material de apoyo para docentes

de 5° básico a 4° medio –independientemente de la asignatura que impartan– con la


5

finalidad de guiar e inspirar el proceso de toma de fotografías de los y las estudiantes

que participen en el concurso fotográfico Captura tu Entorno, certamen artístico que

busca conocer la mirada personal que cada escolar tiene sobre el patrimonio cultural

inmaterial que lo rodea, fortaleciendo de esta manera los lazos con sus localidades,

barrios y comunidades.

Será labor del profesor o profesora educar la mirada hacia el reconocimiento,

identificación y valoración de ese patrimonio cultural inmaterial circundante. Este

debe basarse en un diálogo interactivo con las comunidades del territorio donde se

encuentra la escuela. Efectuar este ejercicio dialogante no es una tarea simple, por lo

que requiere del diseño de algunas estrategias que lo faciliten, para luego ser

transferido por las profesoras(es) a sus estudiantes, favoreciendo de este modo en

ellas(os) una mirada crítica, comprometida, sensible, estética y responsable de su

entorno.

Este material pretende ser una guía clarificadora del concepto de patrimonio cultural

inmaterial para su posterior transferencia y aplicación en el aula por parte de las(os)

docentes, de manera que las(os) estudiantes puedan identificarlo, reconocerlo y

valorarlo, además de potenciar su capacidad de observar su entorno inmediato y

cultivar su sensibilidad artística fotográfica, que se materializará en las imágenes que

capturen del patrimonio cultural inmaterial allí presente.

Este texto puede ser usado por el profesor o profesora de manera abierta y flexible

para ser aplicado en diferentes contextos, tanto urbanos como rurales. Será la(el)

docente quien contextualice y gradúe los contenidos, a la vez que diseñe la

propuesta de experiencias que sea más pertinente a su realidad educativa.

Invitamos a todas las profesoras y profesores a sumarse a esta valiosa labor de

identificación, valorización, promoción y revitalización del patrimonio cultural

inmaterial presente en el entorno donde se emplazan sus respectivas escuelas. A su

alrededor, hay un conjunto de tradiciones y expresiones vivas de las comunidades,

que han sido heredadas de sus antepasados y transmitidas a sus descendientes –

expresión de la diversidad cultural del país–, y que esperan ser retratadas por los

ojos atentos y asombrados de los jóvenes fotógrafos y fotógrafas escolares del país.


6

I. El patrimonio cultural y el patrimonio cultural inmaterial

Los conceptos de patrimonio cultural y el patrimonio cultural inmaterial serán

elaborados a partir de definiciones y precisiones fijadas por Unesco en sus

documentos y convenciones, establecidas ante los notorios riesgos de destrucción

del patrimonio cultural y el enorme peligro de que desaparezcan grandes

manifestaciones culturales debido especialmente a los conflictos armados –siendo

el más considerable hasta la fecha la Segunda Guerra Mundial–, con el fin de

reforzar la idea de preservar y proteger el patrimonio cultural.

La Unesco desempeña esta función mediante la administración de diversas

convenciones que protegen los bienes culturales en conflictos armados, impiden la

importación y exportación ilícitas, y resguardan el patrimonio subacuático, así

como a través de diversas recomendaciones que ha emitido para la protección del

patrimonio cultural (11 en total), y de la administración de un Comité

Intergubernamental que se ocupa de fomentar el retorno de los bienes culturales a

sus países de origen o su restitución en caso de apropiación, junto con organizar

talleres de capacitación sobre la aplicación de las convenciones antes

mencionadas.

1. ¿Qué es el patrimonio cultural?

La Unesco, entidad responsable de la protección jurídica internacional del

patrimonio cultural, en su Conferencia Mundial, celebrada en México en 1982,

definió el patrimonio cultural de la siguiente manera:

El patrimonio cultural de un pueblo comprende las obras de sus artistas,

arquitectos, músicos, escritores y sabios, así como las creaciones anónimas,

surgidas del alma popular, y el conjunto de valores que dan sentido a la vida, es

decir, las obras materiales y no materiales que expresan la creatividad de ese

pueblo; la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la

literatura, las obras de arte y los archivos y bibliotecas (Unesco, 1982).


7

Según esta definición, el «patrimonio cultural representa lo que tenemos derecho a

heredar de nuestros predecesores y nuestra obligación de conservarlo a su vez

para las generaciones futuras. Las formas visibles de la cultura, monumentos,

libros y obras de arte son tan preciosas que los pueblos tienen la responsabilidad

de asegurar su protección». Esta idea se relaciona con lo que plantean Ballart y

Tresserras (2001) respecto a que el patrimonio, herencia colectiva cultural de

nuestro pasado, el de una comunidad, y el de toda la humanidad, une y vincula a

los hombres y mujeres del ayer con los del presente, enriqueciendo su cultura y

configurando su identidad. De esta forma queda establecido el derecho de las

generaciones que reciben dicho patrimonio, que es el de disfrutar plenamente de

sus valores en tanto tales, adquiriendo a su vez el deber de traspasarlo a las

generaciones venideras.

El patrimonio cultural es subjetivo y dinámico, no depende de los objetos

elaborados o bienes adquiridos, sino de los valores que la sociedad en general les

atribuye en cada momento de la historia y que determinan qué bienes son los que

hay que proteger y conservar para la posteridad.

2. ¿Qué es el patrimonio cultural inmaterial?

Según la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la

Unesco (2003), el patrimonio cultural inmaterial se define como:

Los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –junto con los

instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes– que

las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como

parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que

se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las

comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y

su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad, y

contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad

humana (Unesco, 2003, p. 4).


8

Este documento sostiene que se tendrá en cuenta únicamente el patrimonio

cultural inmaterial que sea compatible con los instrumentos internacionales de

derechos humanos existentes y con los imperativos de respeto mutuo entre

comunidades, grupos e individuos, y que procuren un desarrollo sostenible. Entre

las principales metas de la Convención –ratificadas por los países participantes,

denominados Estados Partes–, aparte del compromiso de salvaguardar el

patrimonio cultural inmaterial presente en sus territorios, están el asegurar que

este se respete, sensibilizar al público respecto a su importancia y promover la

cooperación y asistencia internacionales.

La Unesco recalca que la importancia del patrimonio cultural inmaterial no radica

en la manifestación cultural en sí misma, sino en el acervo de conocimientos y

técnicas que se transmiten, el que reviste un valor social y económico tanto para

grupos humanos como para Estados enteros. Sin embargo, al igual que cualquier

ser vivo, el patrimonio inmaterial posee un ciclo vital, por lo que es posible que

algunos de sus elementos desaparezcan, no sin antes haber engendrado nuevas

formas de expresión. He ahí que algunas manifestaciones del patrimonio cultural

inmaterial, a pesar de su valor económico, no sean estimadas pertinentes o

significativas para esa propia comunidad.

En este sentido, la misión o tarea entonces de salvaguardar el patrimonio cultural

inmaterial se orienta a cultivar el afecto y el respeto por el patrimonio cultural

heredado. Su importancia reside en contribuir a rescatar el pasado de una

comunidad, preservarlo y proyectarlo al futuro, ganando así esta una mayor

conciencia de sí misma, de su propia memoria, y reforzando su identidad. El

término salvaguardia que aplica la Convención de la Unesco da a entender que el

objetivo principal de esta es garantizar la viabilidad a largo plazo del patrimonio

inmaterial dentro de las comunidades y los grupos:

Las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural

inmaterial, comprendidas la identificación, documentación, investigación,

preservación, protección, promoción, valorización, transmisión –básicamente a


9

través de la enseñanza formal y no formal– y revitalización de este patrimonio en

sus distintos aspectos (Unesco, 2003, p. 4).

En este contexto, salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial supone transferir

conocimientos, técnicas y significados presentes en una comunidad, pero no

significa fosilizarlo en una forma «pura» o «primigenia». A su vez, tal como indica

la Convención, solo se debe salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial que las

comunidades reconozcan como propio y que les infunda un sentimiento de

identidad y continuidad.

En relación al «reconocimiento», la Convención lo entiende como un proceso

formal –o con mayor frecuencia informal– por el cual las comunidades admiten

que forman parte de su patrimonio cultural inmaterial determinados usos,

representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas y, eventualmente, los

instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes. En

este sentido, las medidas de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial

recogidas por la Convención de la Unesco deben concebirse y aplicarse siempre

con el consentimiento y la participación de la comunidad.

3. Características del patrimonio cultural inmaterial

Una de las principales características del patrimonio cultural inmaterial es que este

se constituye en un testimonio vivo del genio creador de una comunidad,

evolucionado en respuesta a su entorno, contribuyendo a infundir un sentimiento

de identidad y continuidad, y creando vínculos entre el pasado y el futuro a través

del presente. Con ello favorece la cohesión social, dado su carácter integrador,

ayudando a que los individuos se sientan miembros de una o varias comunidades

y de la sociedad en general.

Es también tradicional y contemporáneo a un mismo tiempo, pues no solo

incluye tradiciones heredadas del pasado, sino también usos rurales y urbanos

contemporáneos característicos de diversos grupos culturales.


10

A su vez, el patrimonio cultural inmaterial es representativo de una comunidad,

aunque solo puede serlo si es reconocido como tal por las comunidades, grupos o

individuos que lo crean, mantienen y transmiten. Sin este reconocimiento, nadie

puede decidir por ellos que una expresión o un uso determinado forma parte de su

patrimonio.

Además, es amplio y concierne a cada individuo portador del patrimonio cultural

de su propia comunidad. Por ello se lo considera vivo en las personas y

expresiones que cada cultor(a) o comunidad crea y recrea a lo largo del tiempo.

Es por esta razón es que el patrimonio inmaterial puede viajar con las personas,

desplazándose con ellos y migrando en sus soportes y formas, transformándose

para adaptarse a las nuevas condiciones, a la naturaleza, al entorno y a la historia

de las comunidades.

En síntesis, podríamos decir que el patrimonio cultural inmaterial es la herencia

material e inmaterial viva que recibimos de nuestros antepasados a través de la

educación familiar y social, y que integramos en nuestras vidas por medio de

nuestra relación con los miembros de nuestra comunidad, con el entorno y su

historia.

Conocer y revalorizar la presencia de estos fenómenos inmateriales relacionados

con la idiosincrasia y las formas de vida de una comunidad, barrio o pueblo es una

necesidad y deber de los hombres y mujeres que forman parte de ese conjunto

social. No obstante, la valoración y salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial

incumbe a todos quienes lo conciben como esa porción indisoluble de la memoria

colectiva de todos los pueblos, como expresión de la diversidad cultural no solo de

un país, sino de la humanidad.

4. ¿Cómo se manifiesta el patrimonio cultural inmaterial?

El patrimonio cultural inmaterial puede presentarse bajo diversas formas. La

Convención de la Unesco (2003) propone cinco ámbitos generales en los que se

manifiesta:


11

las tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma

las artes del espectáculo

los usos sociales, rituales y actos festivos

los conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo

las técnicas artesanales tradicionales

Los diversos ejemplos del patrimonio cultural inmaterial no se restringen a una

única expresión y muchos de ellos abarcan elementos que pertenecen a múltiples

ámbitos. Así lo manifiesta la Unesco:

Un rito chamánico puede comprender músicas y danzas tradicionales, oraciones y

cánticos, vestiduras y objetos sagrados, usos rituales y ceremoniales, así como

una aguda conciencia y un conocimiento profundo del mundo natural. De modo

análogo, las fiestas son expresiones complejas del patrimonio cultural inmaterial

que abarcan canciones, danzas, representaciones teatrales, banquetes,

tradiciones y narraciones orales, muestras de artesanía, pruebas deportivas y

otras actividades de esparcimiento. Las fronteras entre los ámbitos son muy poco

precisas y a menudo varían de una comunidad a otra. Es difícil, cuando no

imposible, imponer categorías rígidas desde fuera (Unesco, 2011c, p. 3).

La Unesco reconoce que la lista de ámbitos no está definitivamente completa, y

que incluso los Estados, a pesar del marco general para la definición de formas

del patrimonio cultural inmaterial que proporciona la Convención del 2003, pueden

dividir de manera diferente las manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial.

Las tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vector del patrimonio cultural inmaterial

Según consta en el documento de la Convención, estas abarcan:

Una inmensa variedad de formas habladas, como proverbios, adivinanzas,

cuentos, canciones infantiles, leyendas, mitos, cantos y poemas épicos, sortilegios,

plegarias, salmodias, canciones, representaciones dramáticas, etc. Las tradiciones

y expresiones orales sirven para transmitir conocimientos, valores culturales y

sociales, y una memoria colectiva. Son fundamentales para mantener vivas las

culturas (Unesco, 2011c, p. 4).


12

Estas manifestaciones constituyen la forma principal en la que toda cultura se

transmite: mediante la palabra. Entre sus características destacan:

- Algunas son de uso corriente para comunidades enteras y otras se limitan a

determinados grupos sociales.

- En muchas comunidades, el cultivo de las tradiciones orales es una

ocupación especializada; hay quienes son considerados guardianes de la

memoria.

- Suelen variar mucho; es «una forma de expresión viva y colorida» y por

ellos «es frágil porque depende de una cadena ininterrumpida de tradición

de intérprete a intérprete» (Unesco, 2011c, p. 4).

Las artes del espectáculo

Son artes vivas, es decir, su existencia depende del momento del acontecimiento.

Pueden o no desarrollarse a través de formas relativas a lo escénico, y se

caracterizan por que su práctica implica los roles, que no necesariamente son

fijos, de actores y espectadores, sean estos internos o externos de la comunidad.

Este ámbito comprende «desde la música vocal o instrumental, la danza y el teatro

hasta la pantomima, la poesía cantada y otras formas de expresión» (Unesco,

2003: p. 6).

Las artes del espectáculo «abarcan numerosas expresiones culturales que reflejan

la creatividad humana y que se encuentran también, en cierto grado, en otros

muchos ámbitos del patrimonio cultural inmaterial» (Unesco, 2003: p. 6).

La música es quizás el arte del espectáculo más universal y se da en todas las

sociedades, a menudo como parte integrante de otros espectáculos y ámbitos del

patrimonio cultural inmaterial, incluidos los rituales, los acontecimientos festivos y

las tradiciones orales. Los contextos pueden ser muy variados: sagrados o

profanos, clásicos o populares, y relacionados al trabajo o al esparcimiento.

La danza es compleja y se define «como una serie de movimientos corporales

sujetos a un orden y habitualmente acompañados de música (…) suelen expresar


13

un sentimiento o un estado de ánimo, o ilustrar un acontecimiento particular o un

acto cotidiano» (Unesco, 2003: p. 6).

Las representaciones teatrales tradicionales suelen combinar la actuación teatral

(…), el canto, la danza y la música, el diálogo y la narración o la declamación, pero

también pueden consistir en espectáculos de marionetas o pantomimas. Estas

artes (…) pueden desempeñar también un papel cultural o social muy importante,

como las canciones acompañan las faenas agrícolas o la música que forma parte

de un ritual. En un contexto más íntimo, las canciones de cuna ayudan a los niños

a dormirse.

Todos los instrumentos, objetos, productos artesanales y espacios relacionados

con las expresiones y usos culturales están incluidos en la definición de patrimonio

cultural inmaterial que da la Convención. En las artes del espectáculo, esto atañe a

los instrumentos musicales, las máscaras, la indumentaria y los adornos

corporales utilizados en la danza, así como los decorados y accesorios utilizados

en el teatro. Es frecuente que las artes del espectáculo se ubiquen en

determinados lugares, que la Convención considera como espacio cultural

(Unesco, 2011c, p. 6).

Un aspecto importante a considerar es la relación de las artes del espectáculo, en

su calidad de patrimonio cultural inmaterial, y el posible efecto deformante de

estas como consecuencia del turismo:

La música, la danza y el teatro son con frecuencia elementos fundamentales de la

promoción cultural destinada a atraer al turismo (…) la promoción cultural de este

tipo puede dar lugar a que surjan formas de presentación de las artes del

espectáculo adulteradas para el mercado turístico. Si bien el turismo puede

contribuir a reavivar las artes del espectáculo tradicionales y dar un «valor de

mercado» al patrimonio cultural inmaterial, también puede tener un efecto

deformante, ya que a menudo las representaciones se acortan para mostrar una

serie de «escenas culminantes» adaptadas para responder a la demanda turística.

A menudo las formas artísticas tradicionales se convierten en productos de

diversión, con la consiguiente pérdida de importantes formas de expresión

comunitaria (Unesco, 2011c, p. 7).


14

Los usos sociales, rituales y actos festivos

Según consta en el documento de la Convención, estos son:

Los usos sociales, rituales y actos festivos constituyen costumbres que estructuran

la vida de comunidades y grupos, siendo compartidos y estimados por muchos de

sus miembros. Su importancia radica en que reafirman la identidad de quienes los

practican en cuanto grupo o sociedad y, tanto si se practican en público como en

privado, están estrechamente vinculados con acontecimientos significativos. Esos

usos sociales, rituales y fiestas contribuyen a señalar los cambios de estación, las

épocas de las faenas agrarias y las etapas de la vida humana. Están íntimamente

relacionados con la visión del mundo, la historia y la memoria de las comunidades.

Sus manifestaciones pueden ir desde pequeñas reuniones hasta celebraciones y

conmemoraciones sociales de grandes proporciones (…) Los rituales y las fiestas

suelen celebrarse en momentos y lugares especiales (…). En algunos casos, el

acceso a los rituales puede estar circunscrito a determinados miembros de la

comunidad, como ocurre con los ritos de iniciación y las ceremonias funerarias. En

cambio, algunos acontecimientos festivos forman parte de la vida pública y la

participación en ellos está abierta a todos los miembros de la sociedad (…). Los

usos sociales conforman la vida de cada día y los miembros de la comunidad

están familiarizados con ellos, aunque no todos participen los mismos (Unesco,

2011c, p. 9).

La Convención del 2003 favorece los usos sociales específicos vinculados

especialmente a una comunidad y que ayudan a reforzar su sentimiento de

identidad y continuidad con su pasado. Menciona que en una gran cantidad de

comunidades «los actos de salutación y felicitación son informales, pero en otras

son más sofisticados y rituales por constituir un rasgo de identidad social. De

modo análogo, los intercambios de obsequios pueden ser actos comunes y

corrientes, o revestir un carácter formal y un importante significado político,

económico o social» (Unesco, 2011: p. 11).


15

Los conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo

Estos dan unidad y coherencia a una serie de manifestaciones culturales que

desarrollan las comunidades. Según la Convención de la Unesco:

Abarcan una serie de saberes, técnicas, competencias, prácticas y

representaciones que las comunidades han creado en su interacción con el medio

natural. Estos modos de pensar el universo, que se expresan en el lenguaje, la

tradición oral, el sentimiento de apego a un lugar, la memoria, la espiritualidad y la

visión del mundo, influyen muy considerablemente en los valores y creencias y

constituyen el fundamento de muchos usos sociales y tradiciones culturales. A su

vez, esos modos de pensamiento son configurados por el entorno natural y el

mundo más amplio de la comunidad. Este ámbito comprende numerosos

elementos, por ejemplo los conocimientos ecológicos tradicionales, los saberes de

los pueblos indígenas, los conocimientos sobre la fauna y flora locales, las

medicinas tradicionales, los rituales, las creencias, los ritos de iniciación, las

cosmologías, las prácticas chamánicas, los ritos de posesión, las organizaciones

sociales, las festividades, los idiomas y las artes visuales (Unesco, 2011c, p. 12).

Las técnicas artesanales tradicionales

Sin lugar a dudas, de las manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial, la

artesanía tradicional es la más tangible. No obstante, la Convención del 2003 pone

el acento en las técnicas y conocimientos que emplean los artesanos para

desarrollar las actividades artesanales, más que en los productos de la artesanía

como objetos, estableciendo que la labor de salvaguardia, en lugar de

concentrarse en la preservación de los objetos artesanales, más bien debe

orientarse a instar a los artesanos a que continúen «fabricando sus productos y

transmitiendo sus conocimientos y técnicas a otras personas, en particular dentro

de sus comunidades» (Unesco, 2011; p. 14).

Las expresiones de la artesanía tradicional son muy numerosas: herramientas,

prendas de vestir, joyas, indumentaria y accesorios para festividades y artes del

espectáculo, recipientes y elementos empleados para el almacenamiento, objetos

usados para el transporte o la protección contra las intemperie, artes decorativas y


16

objetos rituales, instrumentos musicales y enseres domésticos, y juguetes lúdicos

o didácticos, también, piezas mayores como las que se usan para el transporte

como embarcaciones y carretas han sido creadas en base a una técnica que se

transmite de generación en generación. Muchos de estos objetos, como los

creados para los ritos festivos, son de uso efímero, mientras que otros pueden

llegar a constituir un legado que se transmita de generación en generación. Las

técnicas necesarias para la creación de objetos de artesanía son tan variadas

como los propios objetos y pueden ir desde trabajos delicados y minuciosos, como

los exvotos en papel, hasta faenas rudas como la fabricación de un cesto sólido o

una manta gruesa. (Unesco, 2011c; p. 14)

Podemos decir, en síntesis, que el patrimonio cultural inmaterial corresponde a

una manifestación viva que se transforma en el tiempo de acuerdo a los usos,

tradiciones y al mundo que nos rodea; infunde un sentimiento de identidad y

pertenencia; y son las propias comunidades las que cumplen un papel

fundamental en su creación, conservación y transmisión, y que al compartirlo con

otras comunidades propician el respeto a la diversidad.

Es un hecho que algunos elementos del patrimonio cultural inmaterial corren

peligro de desaparecer si no se les presta ayuda, por lo que requieren ser

protegidos o salvaguardados, lo cual implica garantizar «la viabilidad del

patrimonio cultural inmaterial», vale decir, su recreación y transmisión continua.


17

II. La fotografía como medio de expresión artística para capturar

el patrimonio cultural inmaterial de nuestro entorno

1. La fotografía como recurso creativo en el aula

“La fotografía no se toma, se hace.”

Ansel Adams

En el ámbito de la educación, la fotografía, concebida como medio de expresión

artística, presenta varias ventajas para ser trabajada con las(os) estudiantes. En

primer lugar, contribuye a centrar la atención y concentración de las niñas y los

niños en su objeto de estudio, contribuyendo con esto a agudizar la mirada y ver

más allá de lo evidente. Segundo, permite internalizar el lenguaje fotográfico e ir

entendiendo sus claves artísticas y sus códigos estéticos mediante la visualización

de diversos tipos de fotografías. Y por último, ayuda a fomentar la imaginación a

través del ejercicio fotográfico, factor importante en el fortalecimiento de la

creatividad y de la producción de conocimiento ya que es un rasgo que

habitualmente se extraña en la educación.

A través del ejercicio de fotografiar activamos la creatividad, la(el) estudiante

captura no solo lo que ve en su entorno, sino lo que interpreta de su interacción

con el medio que lo rodea, valiéndose de un acopio visual mental integrado en su

persona desde su nacimiento y del manejo del lenguaje fotográfico aprendido o

intuido. Sin embargo, tal interpretación del medio no aflora espontáneamente, sino

que supone la integración de los diferentes aprendizajes de diversas asignaturas,

tales como las artes visuales, ciencias sociales, ciencias naturales, lenguaje, uso

de tecnologías de la información, entre otras.

El uso metodológico de la fotografía en el aula constituye un medio didáctico de

gran valor ya que genera motivación por parte de los y las estudiantes, pues es un

recurso ampliamente utilizado en su vida cotidiana, lo que es de gran utilidad en la

planificación didáctica, pues, aparte de la motivación, se presenta como una


18

herramienta de trabajo muy potente con una doble dimensión: científica, para la

investigación del entorno natural y cultural y el estudio del medio (registro de

eventos, festividades, etc.) y artística, pues constituye un recurso potente para

iniciar a las(os) estudiantes en la vinculación con la experiencia artística-estética.

Otro aspecto didáctico a resaltar de la fotografía se relaciona con el aprendizaje de

la lectura de imágenes. En un mundo saturado de imágenes por la publicidad y los

medios de comunicación masiva e internet, fomentar el contacto de las(os)

estudiantes con el mundo icónico, a través de la interpretación lúdica y reflexiva de

los mensajes visuales, representa un camino necesario en la educación de

nuestro país, pues potenciar la imaginación y creatividad de las(os) estudiantes a

través del conocimiento del medio en sí mismo.

2. El lenguaje fotográfico

Como todo lenguaje, el fotográfico tiene un carácter cultural, pues constituye un

medio de comunicación y puede transformarse en una forma de expresión

artística. Se aprende a observar y tomar fotografías interactuando, a través de las

imágenes, con las personas que nos rodean. Se aprende también, analizando las

fotografías tomadas por familiares o amigos, por fotógrafos profesionales o artistas

visuales, o las que aparecen en los medios de comunicación. Y a la vez, se

aprende en el ejercicio mismo de fotografiar, experimentando con una cámara, un

celular o la imaginación.

Al igual que ocurre con el lenguaje verbal, el de las imágenes se perfecciona en la

medida en que contamos con estrategias para comprender y producir mejores

fotografías y aprendemos a usar los fundamentos propios del lenguaje visual: el

fotógrafo juega con las formas, los colores y la luz, y con estos elementos,

compone sus fotografías.

2.1. La composición

Es la manera en que el fotógrafo ordena los objetos vistos dentro del encuadre.

Esta operación implica elegir, distribuir y organizar cada elemento que situemos


19

dentro del espacio visual de nuestra fotografía para poder comunicar de la mejor

manera posible nuestra particular visión de la escena que queremos retratar. La

elección del motivo resulta importante. En el visor se eligen los elementos que dan

cuenta de un momento de la realidad que nos interesa, de aquello con lo que

queremos transmitir un mensaje.

Para componer una fotografía es necesario considerar dos elementos de la

realidad que son esenciales: espacio y tiempo. No es posible registrar todo lo que

vemos, sino que es esencial elegir una parte del espacio a fotografiar. Además, a

medida que el tiempo transcurre, las circunstancias van cambiando en cada

instante y, según el instante que escogemos, podemos captar la realidad de

distinta forma; por eso, es fundamental elegir el momento adecuado para disparar

la cámara. De ahí que componer implique también descubrir el momento

adecuado para capturar aquello que queremos retratar.

2.2. Elementos del lenguaje fotográfico

Todo lo que aparece en una imagen tiene significado, es decir, todo lo que

seleccionamos y organizamos da cuenta del mensaje que queremos transmitir.

Para construir la imagen y transmitir aquello que deseamos trasmitir, se conjugan

elementos del lenguaje fotográfico que nos ayudan para este propósito:

a) Encuadre

Es el espacio de captura de una imagen que se fija mediante el objetivo de

una cámara. Por medio del encuadre decidimos qué objetos van a aparecer y

cuáles desecharemos en nuestra toma. De esta manera intentamos dirigir la

atención del espectador hacia un punto u otro, o generar sensaciones

puntuales.

El encuadre puede ser horizontal (foto apaisada) o vertical (foto alargada), según

la forma en que se coloque la cámara. El primero (horizontal) se suele usar para

los paisajes y produce una idea de espacio y serenidad, estabilidad y dirección. El

segundo (vertical) se suele emplear para las tomas de retratos de medio cuerpo,

cuerpo entero, rostro o primer plano y también para capturar objetos puntuales con


20

verticalidad (un rascacielos, una torre, un monumento, etc.). Genera una idea de

fuerza y le otorga potencia a las diagonales. En publicidad se usa con frecuencia,

y se adecua fácilmente al formato de la hoja de una revista, libro o periódico, etc.

b) Sujeto principal

Es el objeto, animal, persona, grupo o situación central que nos interesa

fotografiar, y en torno al cual se ordenan los demás elementos. Con el sujeto

principal podemos llenar el encuadre o ubicarlo en un punto especial; decidir si

nos acercamos o alejamos para darle protagonismo, lo que varía nuestro punto de

vista y nos permite incluir o excluir de la imagen otros elementos.

c) Fondo

Es el espacio visual que está detrás o acompaña al sujeto principal fotografiado. El

fondo de una fotografía puede ser neutro, tener un color llamativo, letras, texturas,

etc. El sujeto fotografiado puede ser realzado o disminuido por el fondo, por lo que

la elección adecuada de este puede fortalecer una imagen o debilitarla.

d) Planos

En una imagen pueden existir tantos planos como objetos ubicados a distintas

distancias. El sujeto principal puede estar destacado en primer plano y el resto de

los elementos pueden estar en un segundo, tercer, cuarto plano, etc. Pero también

podemos destacar al sujeto principal en un segundo plano, por ejemplo, dejando

en primer plano una ventana que sirve para enmarcarlo. La decisión de los planos

que vamos a considerar y en cuál de ellos vamos a ubicar a nuestro sujeto

principal depende del mensaje que queremos transmitir. Los tipos de planos que

se distinguen tradicionalmente son los siguientes:

- Plano general: permite un mayor ángulo de visón; el personaje aparece de

cuerpo entero.

- Plano medio: encuadre que recorta al personaje a la cintura.

- Plano americano: se originó a partir de las películas de vaqueros en Estados

Unidos, en las que el corte es a la altura de los revólveres para que estos se


21

vean. Es decir, en el plano americano se recorta al personaje entre la rodilla y la

cintura.

- Plano medio corto: recoge el cuerpo desde la cabeza hasta la mitad del pecho.

- Primer plano: se concentra en el rostro y disminuye el conjunto de la escena,

eliminado la importancia del fondo.

- Primerísimo primer plano: el rostro ocupa todo el cuadro, generalmente

profundizando la carga emotiva.

e) Ángulos

El cambio de ángulos en fotografía se logra moviendo la cámara hacia los lados o

subiendo y bajando el nivel de esta. Constituyen una herramienta fundamental

para el fotógrafo. Generalmente, los ángulos en picado (con la cámara mirando

desde arriba en dirección a lo que se va a fotografiar) minimizan al sujeto principal

y los ángulos en contrapicado (con la cámara mirando desde abajo en dirección a

lo que se va a fotografiar), lo magnifican.

f) Perspectiva

La sensación de perspectiva y profundidad en una fotografía (que solo es

bidimensional) está dada por las líneas: rectas y curvas, horizontales y verticales o

diagonales. En una imagen fotográfica estas últimas juegan un rol fundamental,

pues ayudan a percibir la existencia de varios planos, dando la sensación visual

de perspectiva. Las líneas rectas sugieren quietud y las líneas curvas sugieren

movimiento y dinamismo.

g) Iluminación y color

Ambos elementos están interrelacionados y funcionan al servicio de la

composición. De nada nos vale planear un cuidado ordenamiento de formas si la

iluminación «no respeta el ambiente» de nuestro mensaje. La iluminación puede

ser natural (el sol) o artificial (flash, ampolletas, velas). La iluminación, como todos

los elementos anteriores, es un recurso dramático. Mediante el manejo de la luz se

pueden acentuar ciertos rasgos expresivos. Asimismo, según las circunstancias y

el efecto deseado, la luz, puede provenir de distintos ángulos. La iluminación


22

frontal (cuando la fuente de luz está en o detrás de la cámara) es útil para fijar

detalles y para fotografiar grupos numerosos. La iluminación lateral puede producir

efectos dramáticos y misteriosos. En tanto, la iluminación posterior (la fuente de

luz está detrás del objeto a fotografiar) es útil para mostrar los detalles de temas

translúcidos, como las flores, o para delinear siluetas, como en los retratos que

solo muestran la cabeza. La iluminación cenital (cuando la luz está sobre el sujeto)

se suele utilizar para planos generales y aporta dramatismo a la escena.

No solo la luz genera efectos determinados, sino también las sombras, las que

pueden realzar las formas. Por otra parte, las sombras pueden ser temas

fotográficos en sí mismas, especialmente las sombras largas de las personas, de

los vehículos o de los edificios. Momentos convenientes para obtener sombras

largas son las mañanas y las tardes.

h) Profundidad de campo

Es la zona nítida que se obtiene teniendo como referencia el punto de máximo

foco. Está dada por la regulación del paso de la luz mediante el uso del obturador,

mecanismo que controla el paso de la luz, regulando el diámetro del agujero o

diafragma por el que pasa el rayo luminoso. El diafragma es un sistema de

laminillas ubicado dentro del objetivo, cuyo orificio central aumenta o disminuye en

su diámetro al regularlo. El rango de aperturas del obturador, cuyo símbolo es f

(nótese que a mayor número f menor apertura del diafragma y viceversa), varía

dependiendo del objetivo. El diafragma controla el paso de la luz al plano del

sensor y, con ello, define la profundidad de campo. A medida que se va cerrando

el diafragma, se obtiene una mayor nitidez. A menor obturación, o apertura, mayor

es la profundidad de campo; por el contrario, una mayor obturación entrega nitidez

solo en el primer plano.

i) Velocidad

La velocidad de la toma también depende de la obturación. A menor luz se

requiere de tomas más largas, y viceversa. Otro factor a considerar es que, a

mayor velocidad de la toma, el sujeto en movimiento se congela; por el contrario, a


23

menor velocidad, el sujeto deja tras de sí una especie de estela.

Convencionalmente, el rango de velocidad se extiende desde los 30 segundos

hasta 1/8.000 de segundo; sin embargo, la toma puede hacerse con la velocidad

que se desee (existen cámaras que capturan a velocidades más altas que

1/8.000). Si el objeto a fotografiar se desplaza a gran velocidad –por ejemplo, un

futbolista o un automóvil de carrera–, se recomienda usar velocidades altas (500,

1.000, 1.500, etc.). Por el contrario, si el objeto está detenido, puede usarse la

velocidad que se desee y abrir el diafragma para obtener una mejor definición. En

este caso se recomienda usar un trípode.

Al momento de tomar una fotografía, de componerla, es importante considerar los

elementos del lenguaje fotográfico que hemos descrito. Esto significa que, al igual

que en el uso de cualquier lenguaje, en la fotografía se requiere de un sujeto

activo. Es necesario observar con atención, sentirse parte de lo que se fotografía y

tomar decisiones: agacharse, mirar, pararse, cambiar los ángulos, captar las luces.

La fotografía tiene una vocación reflexiva, pero también requiere de espontaneidad

e intuición: en el momento de fotografiar, el fotógrafo debe sentir y dejarse llevar.

Es así como este lenguaje comunica su mensaje.

2.3 Géneros fotográficos

La clasificación de los géneros fotográficos ha sido una tarea no exenta de

dificultades y a la vez plagada de intentos desde distintas perspectivas. Tal como

bien señala Valérie Picaude: «El género sirve más para dar unos puntos de

referencia que para etiquetar, es decir, que sirve más para interpretar que para

clasificar» (Picaude y Arbaïz, 2004: 49).

La clasificación propuesta aquí está formada por tres grandes grupos: la fotografía

publicitaria o comercial, la fotografía testimonial y la fotografía artística –con la

salvedad de que un tipo de fotografía puede a veces ser clasificada dentro de más

de un grupo, dado que hoy en día la fotografía no es químicamente pura y si hay

algo que la caracteriza es la hibridación–. Sin embargo, para fines de este material


24

y características del concurso, nos centraremos en la fotografía testimonial,

específicamente la documental, y la artística.

Fotografía testimonial

A grandes rasgos, este género abarca la fotografía de prensa, la documental y la

científica. Sin embargo, en este material nos centraremos solo en la fotografía

documental.

No hay imagen documental que no sea fotográfica. La fotografía documental es en

sí testimonial, pues nace de la práctica de observar fotográficamente el mundo. A

veces se entremezcla con la de prensa, pero describe fenómenos culturales de

manera más profunda que van más allá de la noticia. A diferencia de la fotografía

de prensa, que opta por una mirada objetiva de los acontecimientos, la fotografía

documental instala una mirada particular, un punto de vista subjetivo del fotógrafo,

cuyo deseo es sensibilizar y dar una opinión a través de sus imágenes,

privilegiando a la vez el valor estético de estas.

Fotografía artística

Aunque en la actualidad la fotografía es considerada un arte en sí, no siempre fue

estimada como tal. Si nos remontamos a sus inicios, vemos que fue concebida

como un prodigio tecnológico que serviría de gran ayuda a las ciencias. Tanto es

así, que Louis Jacques Mandè Daguerre –inventor del daguerrotipo– presentó su

invento ante la Academia de Ciencias de París y no ante la Academia de Bellas

Artes. ¿Cómo, entonces, que la fotografía adquirió carta de naturaleza artística? y

¿qué se entiende por fotografía artística? Más que una definición, proponemos

aquí un acercamiento a su comprensión.

Cuando apareció la fotografía hacia 1830, tuvo impacto en la pintura y las artes

visuales, las que en esencia habían permanecido prácticamente iguales durante

500 años, al menos en Occidente. Hubo muchas críticas que apuntaban a negar

su valor artístico, y se produjo una disputa con los pintores. Fue a mediados del

siglo XIX cuando aparecieron grupos de fotógrafos que se interesaron en la


25

fotografía sin importarles sus posibilidades científicas y a la vez reivindicaron el

carácter artístico de su lenguaje, concibiéndola como una forma de expresión

personal. Para ellos dejaba de ser una práctica casual e informal. La fotografía

tomó de la pintura tradicional numerosos elementos y, a su vez, esta última se vio

beneficiada de los aportes del nuevo invento, surgiendo una nueva corriente

artística que se extendió desde entonces, el pictorialismo, movimiento fotográfico

que dominó el siglo XIX, cuya propuesta estética se asemejaba al impresionismo o

la pintura simbolista.

Ya en el siglo XX se despejaron las dudas acerca del valor artístico de la fotografía

y su lenguaje se hizo más autónomo. Aquellos que la cuestionaban empezaron a

apreciar y disfrutar a la «fotografía que parece fotografía» (Newhall, 2006: p. 167).

En esa fecha irrumpe el modernismo y, con él, los cuestionamientos sobre el arte

mismo. La fotografía calza a la perfección con los nuevos desafíos del arte

modernista y se alza como el medio de expresión por excelencia para las nuevas

formas de arte: constructivismo, futurismo, vorticismo, dadaísmo, surrealismo y

Bauhaus.

Si en su primer siglo de vida la fotografía estuvo dominada por criterios

funcionales, domésticos y de anonimidad, ahora cobraban fuerza y relevancia la

autoría y el papel del desarrollo tanto estético como técnico de la fotografía. De

esta forma adquiría una personalidad intelectual y estética trascendente

(Colorado, 2012).

Las guerras mundiales y la guerra civil española refuerzan el carácter documental

y el potencial artístico de la fotografía: los fotógrafos salen a las calles a retratar el

drama de la vida cotidiana. A partir de entonces entremezclan «lo documental con

lo lírico, lo íntimo con lo público y lo trivial con lo trascendente» (Colorado, 2012)

Con el surgimiento del arte conceptual durante la década de 1960, que privilegia la

idea por sobre el carácter estético de la obra, y que se vale del lenguaje

fotográfico, los límites de la fotografía artística se difuminan. Hay aquí una


26

distinción crucial. Un asunto es lo que se conoce como «fotografía artística»1 –

cuyos géneros (principalmente paisaje y retrato) son géneros que provienen de la

tradición de las Bellas Artes–, y otra cosa son las obras producidas por artistas

que usan la fotografía, pero que no son fotógrafos profesionales. Dentro de ese

ámbito cabe, por ejemplo, la fotografía como registro de performances o acciones

de arte que, en ocasiones, con el tiempo, suele adquirir ella misma el estatuto de

obra o de fetiche comercial.

Si algo caracteriza el estado actual de la fotografía artística contemporánea es que

la obra de algunos fotógrafos artistas no parece arte y, más que conmovernos, nos

causa confusión o perplejidad. Esto podría explicarse en la especial relación que

se da entre espectador y fotógrafo:

La fotografía contemporánea exige del observador un papel activo. Ya no se trata

exclusivamente de un discurso, sino de una conversación, un coloquio que,

como en la vida, a veces uno quiere decir una cosa y su interlocutor entiende otra.

El fotógrafo se arriesga a crear para que su trabajo acabe convirtiéndose en algo

inesperado en los ojos del observador (Colorado, 2012).

3. Algunas breves reflexiones sobre la fotografía

El silencio de la foto

Si hay algo que siempre acompaña a toda fotografía es el silencio. Es un elemento

en el que a menudo no reparamos. Podría decirse que es un componente

esencial, pero tácito. Podría decirse que la fotografía calla para decirnos el mundo

desde el silencio. Sobre este aspecto, quien ha reflexionado lúcidamente es el

filósofo francés Jean Baudrillard, el que señala que una de las características más

notables de estos documentos visuales es su silencio.

El silencio de la foto. Una de sus cualidades más preciosas, a diferencia del cine,

de la televisión, de la publicidad, a las que siempre hay que imponer silencio, sin

1 Cabe mencionar que hoy existe una cantidad de subgéneros en la fotografía artística contemporánea:

fotografía artística conceptual, narrativa, impasibilidad, ciudad y cotidianidad, retrato, objetos, autorretrato, archivo-historia-huellas-memoria, apropiación, intimidad.


27

conseguirlo jamás. Silencio de la imagen que prescinde (¡o debería prescindir!) de

todo comentario. Pero silencio también del objeto, arrancado del contexto

atronador del mundo real. Sean cuales sean la violencia, la velocidad y el ruido

que lo rodean, la foto devuelve el objeto a la inmovilidad y al silencio. En plena

turbulencia, recrea el equivalente del desierto, de la inmovilidad fenoménica. Es la

única manera de cruzar las ciudades en silencio, de cruzar el mundo en silencio.

(Baudrillard, 2000: pp. 119-120)

El silencio de la fotografía sobre el cual medita Baudrillard no solo representa la

imposibilidad objetiva de esta en su calidad exclusiva de medio visual, sino que

representa una opción estética existencial, un acto de resistencia que choca

contra el ruido del mundo, contra su ritmo vertiginoso, contra su flujo

comunicacional e informático, contra su construcción moral del sentido.

Aquello de lo que no se puede hablar, hay que callarlo. Sí, pero podemos callarlo

con imágenes. Resistir al ruido, a la palabra, al rumor mediante el silencio de la

fotografía –resistir al movimiento, a los flujos y a la aceleración mediante la

inmovilidad de la fotografía–, resistir al desencadenamiento de la comunicación y

la información mediante el secreto de la fotografía –resistir al imperativo moral del

sentido mediante el silencio del significado. (Baudrillard, 2000: pp. 141-142)

El poder de la imagen fotográfica y esta como fuente de emoción e

información

La fotografía es una expresión particular, un lenguaje propio. Las imágenes

fotográficas no son meras ilustraciones de un texto, sino que informan sobre el

mundo y las cosas que en este hay y que en él ocurren, valiéndose de una

expresión, técnica y estética propias.

Es conocido el dicho que afirma que una buena imagen equivale a mil palabras

(siempre y cuando tengamos esas mil palabras que decir, dirían los escépticos).

Sin lugar a dudas, el proceso de traspaso de información de una imagen es más

accesible y rápido en comparación con un texto escrito, a la vez que supone la

comprensión inmediata de todo el mundo. Es así como actúa de manera

automática: en una sola mirada se puede asociar una imagen a una idea íntegra y


28

condensada, dejando la reflexión para una segunda instancia. ¿Acaso esto

represente el triunfo de la publicidad?

No obstante lo anterior, la intelectual estadounidense Susan Sontag, quien

escribió importantes textos sobre la fotografía, señaló que por sobre cualquier otra

imagen, la fotografía cala más hondo, comparándola con el valor de una cita o un

proverbio.

Otra perspectiva en la que radicaría la fuerza de esta herramienta de poder en la

que se constituye la fotografía, podría estar definida por su condición de verdadera

máquina del tiempo. El factor temporal es uno de los aspectos transversales en la

comprensión de estos documentos visuales. Las fotografías resisten el paso del

tiempo, lo congelan, lo inmovilizan, detienen su flujo para revelarnos un instante

quieto de un pasado que tiende a borronearse. Las fotografías constituyen huellas,

vestigios, indicios, son pequeños fragmentos de ese tiempo que ya partió y que

solo puede traerse al presente por medio de las fotografías. Podríamos decir que

las fotos son las piezas de un rompecabezas, que es el pasado, que nunca tiene

una sola forma de armarse.

Adicionalmente, cada imagen fotográfica es una microhistoria, un pasadizo del

tiempo para descubrir un pequeño mundo lleno de significaciones. Toda fotografía

–a menos que sea trucada– nos habla de algo y de alguien en algún lugar del

mundo.

Por otra parte, el contenido de la imagen fotográfica puede ser al mismo tiempo

revelador de informaciones (las fotos de los periódicos, revistas, y de libros de

diversa índole) como detonador de emociones. Es precisamente este último

aspecto de su contenido el que puede llegar a despertar sentimientos profundos

de afecto, odio y nostalgias en algunas personas, dependiendo del vínculo

emocional que estas establezcan con aquellas imágenes, conforme a quién o qué

retraten. Sin embargo, estas fotografías para otros que observen libres de

pasiones, estén próximos o apartados del lugar y de la época en que aquellas


29

imágenes tuvieron su origen, solo representarán un medio de conocimiento e

información.


30

III. Referencias bibliográficas

Angulo, F. (ed.). (2001). Patrimonio y urbanismo. Bogotá: Fundación Universidad

de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, Colección Arquitectura.

Aroca, C. (2008). Educación patrimonial. Una propuesta didáctica globalizadora.

Viña del Mar: Editorial Altazor.

Augustowosky, G. (2007). El registro fotográfico en la investigación educativa. En

Sverdlick, I. (comp.), La investigación educativa, una herramienta de conocimiento

y de acción. Buenos Aires: Ed. Novedades Educativas.

Ballart, H. y Tresserras, J. (2001). Gestión del patrimonio cultural. Barcelona: Ariel Patrimonio.

Baudrillard, J. (2000). El crimen perfecto. Barcelona: Anagrama.

Baudrillard, J. (2000). El intercambio imposible. Madrid: Cátedra.

Calaf, R. y Fontal, O. ( 2006). Miradas al patrimonio. Oviedo: Ediciones Trea. S.L

Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (2015). Potencial pedagógico de la fotografía. Inédito.

Kessler, M. (2000). El paisaje y su sombra. Barcelona: Ida Boock.

Newhall, B. (2006). Historia de la fotografía. Barcelona: Gustavo Gili.

Padró, J. (2002). “La interpretación: un método dinámico para promover el uso

social del patrimonio cultural y natural”. En Difusión del patrimonio histórico.

Martín, Marcelo; Rodríguez, Francisco Javier (coord.). Junta de Andalucía,

Consejería de Cultura, España.

Picaude, V. y Arbaïz, P. (eds.) (2004). La confusión de géneros en fotografía. Barcelona: Gustavo Gili.

Rodríguez, M. (1998). Manual de creatividad. Los procesos psíquicos y el desarrollo. México, D. F: Editorial Trillas.

http://dialnet.unirioja.es/servlet/editor?codigo=878

http://dialnet.unirioja.es/servlet/editor?codigo=422


31

Sitios webs consultados

Colorado, Ó. (2012) ¿Eso es arte? La fotografía en arenas movedizas. Recuperado de http://oscarenfotos.com/2012/07/08/esto-es-arte-la-fotografia-en-arenas-movediza/.

Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Patrimonio Cultural. Recuperado de http://www.iaph.es/web/canales/patrimonio-cultural/

Unesco (2011a). Kit de preguntas y respuestas sobre el patrimonio cultural inmaterial. Recuperado de http://www.unesco.org/culture/ich/doc/src/01854-ES.pdf

Unesco (2011b). Identificar e inventariar el patrimonio cultural inmaterial. Recuperado de http://www.unesco.org/culture/ich/doc/src/01855-ES.pdf

Unesco (2011c). Los ámbitos del patrimonio cultural inmaterial. Recuperado de http://www.unesco.org/culture/ich/doc/src/01856-ES.pdf

Unesco (2011d). Patrimonio Cultural Inmaterial. Recuperado de

http://www.unesco.org/culture/ich/doc/src/01851-ES.pdf

Unesco (2003). Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural

Inmaterial. Recuperado de

http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001325/132540s.pdf

Unesco (2002). Año de las Naciones Unidas del Patrimonio Mundial. Recuperado

de http://www.cinu.org.mx/eventos/cultura2002/unesco.htm

http://www.iaph.es/web/canales/patrimonio-cultural/

http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001325/132540s.pdf

Manual Pedagógico APOYO CONCURSO DE … · En síntesis II. La fotografía como medio de...

Documents

Transcript of Manual Pedagógico APOYO CONCURSO DE … · En síntesis II. La fotografía como medio de...