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MANEJO E INSTALACIONES acia un uso sostenible de los antibióticos De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2016), la resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud, la seguridad ali- mentaria y el desarrollo. El uso de antibióticos en ganadería habría favorecido la selección de cepas de bacterias resistentes a éstos, lo cual pone en riesgo la eficiencia de los antibióticos que pudieran ad- ministrarse para mejorar la salud animal y humana. Por esta razón, la primera recomendación de la OMS es la reducción general del uso de toda clase de antimicro- bianos en animales destinados a la producción de alimentos (OMS, 2017). En consonancia con esta recomendación, la nueva regla- mentación sobre medicación en ganadería regularía el uso de los antibióticos como medida tera- péutica después del diagnóstico de una enfermedad. Por otro lado, aunque la presencia de antibióti- cos en alimentos de origen animal por encima de los límites autori- zados es reducida, los ciudadanos en general y el consumidor de carne de conejo en particular exi- gen una carne de mayor calidad, producida con un menor impacto medioambiental en un contexto de sostenibilidad. Es por lo tanto boletín de cunicultura # nº 186 28 Más bioseguridad por menos antibióticos: de lo que ya sabemos a lo que debemos hacer H MARIAM PASCUAL*, MIRIAM PILES*, RAQUEL QUINTANILLA*, ORIOL RAFEL*, ERNESTO Á. GOMEZ** * Programa de Genética y Mejora Animal, Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) **Centro de Investigación y Tecnología Animal, Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA)

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acia un uso sostenible de los antibióticos

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2016), la resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud, la seguridad ali-mentaria y el desarrollo. El uso de antibióticos en ganadería habría favorecido la selección de cepas de bacterias resistentes a éstos, lo cual pone en riesgo la eficiencia de los antibióticos que pudieran ad-ministrarse para mejorar la salud animal y humana. Por esta razón, la primera recomendación de la OMS es la reducción general del uso de toda clase de antimicro-

bianos en animales destinados a la producción de alimentos (OMS, 2017). En consonancia con esta recomendación, la nueva regla-mentación sobre medicación en ganadería regularía el uso de los antibióticos como medida tera-péutica después del diagnóstico de una enfermedad. Por otro lado, aunque la presencia de antibióti-cos en alimentos de origen animal por encima de los límites autori-zados es reducida, los ciudadanos en general y el consumidor de carne de conejo en particular exi-gen una carne de mayor calidad, producida con un menor impacto medioambiental en un contexto de sostenibilidad. Es por lo tanto

boletín de cunicultura # nº 18628

Más bioseguridad por menos

antibióticos: de lo que ya sabemos

a lo que debemos hacer

HMARIAM PASCUAL*, MIRIAM PILES*, RAQUEL QUINTANILLA*, ORIOL RAFEL*,

ERNESTO Á. GOMEZ**

* Programa de Genética y Mejora Animal, Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA)

**Centro de Investigación y Tecnología Animal, Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA)

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prioritaria la reducción del uso de antibióticos y la búsqueda de alternativas para mejorar la prevención y el control de las enfermedades infecciosas.

Consecuencias de la reducción del nivel de antibióticos

El uso profiláctico de antibióti-cos que se realiza actualmen-te trata de reducir o evitar la incidencia de enfermedades bacterianas, intentando ade-más controlar el ataque opor-tunista de otros patógenos. La prohibición de este uso puede provocar una mayor inciden-cia de estas enfermedades y por tanto un muy negativo im-pacto en nuestras explotacio-nes debido al incremento de la mortalidad y la morbilidad en todos los estados de desarrollo de los animales, así como a fa-llos reproductivos en adultos.Uno de los principales temores ante la necesaria reducción del uso de antibióticos es por tanto el posible incremento de pro-cesos patológicos con eviden-tes consecuencias en términos de reducción de la producti-vidad y del bienestar animal,

y por tanto la caída de la ren-tabilidad de las explotaciones cunícolas.Entre las patologías a prevenir en cunicultura cabe destacar la Enteropatía Mucoide Epizoóti-ca (ERE). La ERE está presente en las explotaciones cunícolas como pandemia desde finales de los años 90. Esta enferme-dad incrementa la mortalidad y morbilidad durante el engor-de, incluso alcanzando valores muy elevados. El agente cau-sante de la enfermedad está parcialmente definido (Badio-la et al., 2016) y hasta la fecha se ha conseguido reducir sus efectos mediante el uso de an-tibióticos.

Alternativas al uso de antibióticos en cunicultura

En cunicultura, las investiga-ciones indican que para dis-minuir la incidencia de en-fermedades que cursan con trastornos digestivos en la etapa de engorde una de las mejores alternativas es el cam-bio de alimentación, pasando del régimen tradicional de alimentación ad libitum a una

alimentación restringida al 75-80% del consumo a voluntad. No todo es perfecto. La apli-cación de esta práctica reduce el crecimiento, y por lo tanto aumenta el tiempo necesario para alcanzar el mismo peso de sacrificio. Aun así, mejora la eficiencia alimentaria y redu-ce notablemente la mortalidad; en consecuencia, se mejora la productividad y rentabilidad de la explotación.Otras alternativas que se han propuesto son el uso de aditi-vos no medicamentosos o de formulaciones de pienso que reduzcan el riesgo sanitario, así como la combinación de es-tas alternativas con la alimen-tación restringida. Hay que destacar también la efectivi-dad de las autovacunas (Mateo, 2015). Sin embargo, estas medidas no son suficientes si no se com-paginan con altos niveles de bioseguridad. Por ello es nece-sario conocer bien cuáles son los puntos críticos de biosegu-ridad en nuestra explotación y cuáles son las medidas a tomar más recomendables.

Medidas de bioseguridad recomendadas

Revisando la bibliografía pode-mos encontrar una amplia re-lación de medidas de biosegu-ridad recomendadas en los tra-bajos de González (2016, 2017) y Mora (2014). Para informar-nos más profundamente de algunas de las medidas de bio-seguridad, podemos consultar también los trabajos de otros expertos. La mayoría de ellos están enfocados a la calidad del agua y diversos tratamientos: control de la calidad físico-química y microbiológica del agua de bebida (Laguna, 2017; Llena, 2015; Ortega, 2016; Tas-hia, 2015); limpieza de tube-

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Los expertos recomiendan reposición con hembras de un día de vida o el uso de nave de cuarentena para reposición de mayor edad.

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rías y eliminación de biofilm (Mora, 2014, 2017); y correcta aplicación de tratamientos en el agua (Mora, 2016). El manejo en banda única permite aplicar programas sanitarios y de ali-mentación con mayor como-didad y facilita la realización de vacíos sanitarios en la ex-plotación (Sevilla, 2014). Tra-tan también la desinfección eficiente de las naves (Arlegui, 2014) y el cuidado correcto del pienso (Grifa, 2014). Se puede encontrar también mucha in-formación sobre el control de vectores de infección: evitar la entrada de roedores a las explotaciones (Cabetas, 2016; Mora, 2017; Puig, 2014) y el uso de prácticas de manejo y productos para el control de insectos (Calatayud, 2017; Puig, 2014; Tabares y Ruiz, 2015).

Pero, ¿son igual de importantes todas las medidas de bioseguridad?

A pesar de las numerosas re-comendaciones de diversos expertos sobre medidas de bio-seguridad en cunicultura, pue-de resultar difícil valorar qué nivel de bioseguridad global es el que tiene una determinada explotación, o qué medidas de bioseguridad son más rele-vantes y por tanto prioritarias. En este sentido, Mora (2014) publicó la importancia de las principales medidas y propuso un test para valorar el nivel de bioseguridad de la explotación. Por otro lado, algunas empre-sas del sector ofrecen sus ser-vicios para realizar una audi-toría del nivel de bioseguridad (www.nutricionsostenible.com).Ante la nueva perspectiva de evitar el uso de antibióticos pa-ra la prevención, nos surge la necesidad de valorar el efecto

de las diferentes medidas de bioseguridad y determinar el nivel de bioseguridad de nues-tras instalaciones. Es por ello que desde el IRTA y el IVIA hemos realizado una consul-ta a un total de 25 técnicos e investigadores expertos del sector, la mayoría citados en la sección de agradecimien-tos, sobre la importancia que tienen diferentes medidas de bioseguridad en base a su ex-periencia. El fin último de es-te trabajo es poder diseñar un índice que valore el nivel de bioseguridad global de una ex-plotación. A continuación se exponen los resultados obte-nidos, si bien hay que recalcar que el mejor indicador de qué medidas de bioseguridad de-bemos priorizar en cada caso será el veterinario que conoce bien nuestra explotación.

Importancia de las diferentes medidas de bioseguridad: los expertos hablan

Las medidas de bioseguridad que se considera-ron para diseñar el índice aparecen en la tabla 1. Se presentan ordenadas de mayor a menor importancia en base a las respuestas de los ex-pertos. Puede también observarse en esta tabla la valoración promedio de la importancia de ca-da una de estas medidas sobre la bioseguridad global de una granja cunícola, valorada por los expertos consultados en una escala del 0 al 10, siendo 0 nula importancia, y 10 máxima impor-tancia. Según estos resultados, las cinco medi-das más valoradas por los expertos han sido:

• (9,6) Limpieza de jaulas de transporte a mata-dero (y si no entran en la granja, mejor).• (9,3) Plan de vacunación.• (9,3) Ropa y calzado exclusivos para trabajo en granja (y si se lavan frecuentemente, me-jor; no olvidemos no utilizar maquinaria de otras explotaciones).• (9,2) Vacío sanitario tras cada banda (con

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El uso de ropa desechable por las visitas es una de las medidas más importantes para la mayoría de los expertos en cunicultura consultados.

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limpieza y desinfección; reco-mendaciones adicionales son el uso de la banda única, la construcción con materiales de fácil limpieza y el uso de luz ultravioleta).• (9,2) Imposibilidad de con-tacto con animales salvajes.

En el otro extremo, las medi-das de bioseguridad valoradas peor valoradas fueron:

• (4,5) Realizar alimentación restringida en engorde.• (4,8) Utilizar líneas genéti-cas longevas.• (5,6) Tener vado sanitario.• (5,7) Utilizar animales pro-cedentes de granjas que ga-ranticen la calidad sanitaria. Aun así, es importante que procedan de un solo origen y mantener a los animales en cuarenta a su llegada e inclu-so disponer de una nave ex-clusiva de reposición.• (5,7) Tener delimitadas la zona sucia y limpia en granja, así como cambiar de ropa al pasar de una zona a otra.

A modo general, podemos de-cir que las medidas menos va-loradas parecen ser las relacio-nadas más con otras áreas dis-tintas de la bioseguridad, como son el manejo-nutrición y la genética. No obstante, nos pa-rece sorprendente la reducida importancia para la bioseguri-dad que se da a la existencia de vado sanitario, quizá por la di-ficultad de tenerlo en correctas condiciones.

Proponiendo una forma de medir el nivel de bioseguridad

En la tercera columna de la tabla 1 se muestra la contribu-ción de cada medida sobre el total de la bioseguridad. Como ejemplo, podemos decir que utilizar un arco de desinfec-

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TABLA 1. Principales medidas de bioseguridad de explotaciones cunícolas, valoración de su importancia sobre la bioseguridad y porcentaje que supone sobre el total de la bioseguridad según la valoración de expertos del sector.

Medida de bioseguridad

Importancia sobre la

bioseguridad (0 a 10)

Contribución al total de la bioseguridad

(%)

Se realiza limpieza de las jaulas de transporte al mata-dero

9,6 3,4

Realiza vacunación regular de las principales enfer-medades

9,3 3,3

Utiliza ropa/calzado exclusivo para la granja 9,3 3,3Realiza vacío sanitario al final de cada banda con limpieza y desinfección

9,2 3,3

No hay posible contacto con animales salvajes 9,2 3,2Utiliza material desechable para visitas 9,1 3,2Tiene separada la zona de maternidad y engorde 9,1 3,2Los animales domésticos no entran a las naves 9,0 3,2Desratización frecuentemente (cada 1 mes o menos mes)

9,0 3,2

Trata y analiza el agua 8,7 3,1Cuenta con servicios sanitarios veterinarios 8,6 3,0Desinsectación frecuentemente (cada 21 días o menos) 8,6 3,0Tiene Pajareras 8,5 3,0Dispone de vallado perimetral 8,4 3,0Repone con hembras de un día o utiliza la nave de cuarentena para reposición de mayor edad

8,3 2,9

Limpia tuberías entre ciclos 8,0 2,8Accede a silos, muelle de carga, contenedor de cadáve-res desde el exterior de la valla perimetral

7,9 2,8

Se encuentra a una distancia prudente de otra explo-tación cunícola (1 km como mínimo)

7,8 2,8

Tiene lavabo con jabón desinfectante 7,7 2,7Desinfecta frecuentemente (cada 7 días o menos) 7,5 2,7Tiene Mosquiteras 7,4 2,6Hay ausencia de malas hierbas en los exteriores de las naves

7,4 2,6

Desparasita frecuentemente (cada 3 meses o menos) 7,2 2,6Utiliza lazareto/enfermería 6,8 2,4Realiza revisión diaria de nidos hasta diez días pos-tparto

6,7 2,4

Tiene Pediluvio en buenas condiciones 6,6 2,3Limpia frecuentemente el pelo (cada 7 días o menos) 6,5 2,3Cambia material desechable (guantes, agujas) cada pocas conejas

6,3 2,2

Realiza retirada cadáveres inmediata a bolsas hermé-ticas y/o congelador y/o el contenedor está lejano

6,0 2,1

Utiliza arco de desinfección 5,9 2,1El ambiente está controlado y es correcto 5,8 2,1Lleva registro visitas, recogidas estiércol, cadáveres, y tratamientos

5,7 2,0

Las visitas se cambian de ropa 5,7 2,0Delimita zona sucia/limpia en granja, trabaja primero al zona limpia, se limpia y cambia ropa entre zonas

5,7 2,0

La genética procede de un origen con calidad sanitaria 5,7 2,0Tiene vado sanitario 5,6 2,0Utiliza líneas genéticas longevas 4,8 1,7Realiza alimentación restringida en engorde 4,5 1,6

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ción supone un 2,1% del total de la bioseguridad que pode-mos llegar a tener en la explo-tación.Si queremos saber el nivel o ín-dice de bioseguridad debemos sumar los porcentajes de aque-llas medidas que sí tenemos en la explotación. Pongamos un ejemplo: tenemos una explo-tación en la que limpiamos las jaulas de transporte al mata-dero, tratamos y analizamos el agua, realizamos vacunación regular de las principales en-fermedades, tenemos separada la zona de maternidad y en-gorde, desratizamos frecuen-temente (mínimo una vez al mes), contamos con servicios sanitarios veterinarios, dispo-nemos de vallado perimetral, y desinfectamos frecuente-mente (cada 7 días o menos). Sumando los porcentajes de las medidas que cumple, es decir 3,4 + 3,1 + 3,3 + 3,2 + 3,2 + 3,0 + 3,0 + 2,7, obtendríamos un ni-vel de bioseguridad de 24,9%.

Tenemos por tanto mucho que mejorar, y lo lograremos apli-cando otras medidas que apa-recen en la tabla. Obviamente una explotación que no cum-pla ninguna medida de biose-guridad obtendría un valor de 0, mientras que aquella que cumpla todas las medidas ten-drá la máxima puntuación de 100%.Por otro lado, el índice nos puede guiar no sólo en medir el nivel de bioseguridad sino también en qué medida prio-rizo si quiero incrementar el nivel: podríamos decir que es preferible realizar una vacu-nación regular de las principa-les enfermedades que invertir en otras medidas que se en-cuentran más abajo en la tabla.

Otros detalles a no descuidar

Hay que destacar que algunos de los expertos consultados han querido además recalcar la importancia de otras medi-das de bioseguridad adiciona-les:

• Cuidado con las visitas: si queda registro de su proce-dencia y se duchan, mejor.• Lo que no quieras para ti, no lo quieras para los demás: avisa al matadero si tienes alguna enfermedad para que vaya en último lugar a tu ex-plotación.• Ante todo, bienestar ani-mal: cuidemos ritmos de re-producción, edades de deste-te, densidades de cría, estado de las jaulas, y uso de reposa-patas.• Implicación del personal: operarios con formación en bioseguridad y con incenti-vos cuando la cumplen.• Si vas a construir: nave bien orientada y buenos materia-les; aísla las fosas.• Cuando aún no ha entrado

el patógeno: uso de inmu-noestimulantes, material de nido adecuado, retirada de estiércol frecuente, analíti-cas periódicas de los animales control biológico de los coo-ling, y chequeos del nivel de bioseguridad en la granja.• Mientras luchamos contra la enfermedad: medicación correcta, registro del nivel de antibióticos utilizados, cuida-do con adopciones de anima-les enfermos.• Control de bajas: registro de causas de baja y eliminación de enfermos.

Ha quedado claro que cual-quier esquina de nuestra ex-plotación nos puede dar una idea de dónde atacar. Es difícil abarcar la totalidad, pero no imposible. El índice nos permi-te saber el punto de salida y los puntos flacos de la explotación. A partir de ahí, esperemos que nos quede un largo pero agra-dable camino por recorrer.

Agradecimientos

Los autores muestran su agra-decimiento a la participación desinteresada de (por orden alfabético) Ani Muñoz, Car-men Prieto, Cristina Fabre, Elvira Martín, Enrique China-rro, Francisco Javier Gonzalez, Ignacio Badiola, Javier Rodrí-guez, Jesús Comenge, Jesús V. Díaz, Joan Marca, Jordina Casas, Jose M. Pacheco, Julián Gullón, Manolo Marco, Ma-ria Arias, Mario Malo, Miguel Carbó, Mirari Petralanda, Ra-fael Torres, Ricard Garriga, Rubén García, Sergio Besal-duch, y Xavi Mora.

boletín de cunicultura # nº 18632

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[email protected]

BIBLIOGRAFÍA

Un control adecuado del

ambiente otorga a los animales

más resistencia ante nuevos

retos sanitarios.

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