MÁS PIEL

Una publicación de Centro Dermatológico DERMAMED

Año I, Nº 4

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En la piel de Rapa Nui

Entrevista al legendario Dr. Juan Honeyman

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Que el tiempo pasa inexorablemente es algo que no nos debe sorprender, y más bien se trata de un asunto que debemos celebrar a partir de los desafíos que nos

propone la vida, no solo pensando en los logros materiales e intangibles que obtenemos, sino que también disfrutando el camino que vamos haciendo, con sus altos y bajos, pues la ruta está plagada de momentos no tan fl orecientes y de los cuales debemos también aprender.

A mediados del 2014 nos propusimos en Dermamed realizar una publicación que fuera una especie de aglutinante del pensamiento de nuestro Centro dermatológico y de aquellos que aquí nos reunimos, no importando si somos directores, médicos, administrativos o pacientes. La idea era acoger todas las voces de este crisol que conforma Dermamed, mostrando las diferentes alternativas de lo que nos compete como profesionales del rubro, mostrando el estado del arte de la especialidad, las diferentes dolencias, entregando datos útiles y oportunos del quehacer médico, abordando todo lo que dice relación con el cuidado de la piel y la persona, pero también apuntando a resaltar la ética y estética de nuestro centro de salud, enteramente orientado a satisfacer de manera profesional, leal, con calidad y eficiencia las múltiples necesidades de atención de salud dermatológica de nuestros pacientes.

Caminando a paso fi rme hacia los 24 años de vida, Dermamed, entonces, se planteó la realización de Más Piel, un órgano de comunicación con la comunidad de pacientes, que ya cumple un año con este cuarto número que usted tiene en sus manos, y que ha signifi cado reforzar el vínculo de calidad que existe entre nuestro centro y la comunidad de personas que nos visita a diario. Hoy podemos decir con orgullo que el proyecto ha rebasado las puertas de la propia Dermamed, ampliado su circulación y radio de acción a las librerías Altamira y Catalonia del Drugstore, la Corporación de Salud Odontológica y, desde este número, también se encontrará disponible en la excelentísima Fundación Cultural de Providencia.

Durante este año hemos recibido parabienes variados por la calidad de la publicación, por los temas tratados y por el empeño en servir que demuestra Más Piel. Pero lo que más nos llena de orgullo es poder seguir entregando, no importa el canal que se ocupe, una atención médica y humana de calidad que apuesta a la cercanía con nuestro público, sin discriminaciones de ningún tipo, y con una convicción profunda en el ser humano. Así, nuestra vocación, que nos hace decir que su salud comienza por la piel, vuelve a establecer un redoblado compromiso en este nuevo año, en una apuesta donde usted lector, usted paciente, se encuentra en el verdadero centro de nuestro quehacer y preocupación. MP

www.dermamed.clLAS URBINAS 81, PROVIDENCIA 222335982

Un ano de Mas Piel

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Más Piel es una revista trimestral, de distribución gratuita, desarrollada por Axxiona Comunicaciones para Centro Dermatológico Dermamed, ubicado en Las Urbinas 81, Dpto 2A. Fono: (56-2) 22335982 www.dermamed.cl Comité editorial Centro Dermatológico Dermamed y Axxiona Comunicaciones

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12 13Datos del doctor dermaMiscelánea

Lo que debemossaber sobre los lunares o nevos

Dra. Claudia Balestrini

14En la piel de Rapa Nui

Contenidos

Más piel se distribuye también en: Librerías Nueva Altamira y Catalonia (Drugstore), Fundación Cultural de Providencia y Corporación de Salud Odontológica.

Dr. Juan Honeyman, maestro de generaciones

Impreso en Andros Ltda.

Contenidos, edición y fotografíasAxxiona ComunicacionesFonos: (56-2) 27892249 - 27172543

Contacto publicitario:publicidad@axxiona.com

Diseño: Daniela de la FuenteAxxiona Comunicaciones

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Juan Honeyman,

maestro de generaciones

Vivo Homenaje a una leyenda de

la dermatologia chilena y mundial

El Dr. Juan Honeyman, a pesar de sus casi 5 décadas de trabajo dermatológico y formativo, conserva los ojos muy brillantes y una sonrisa muy bien puesta

en su rostro franco. El trabajo no lo agobia, sino que pareciera ser una verdadera cura de alegría, la misma que pone cuando habla de sus hallazgos, que en muchos casos han transformado la visión y labor dermatológica, o el empeño que por gusto y salud invierte en el baile y el canto, dos de las actividades que más quiere y practica después de su labor médica. Al conversar con él, ese esmero en describir su profesión se nota también en el cariño con que habla de sus discípulos, que en este segundo son casi todos los dermatólogos del país y algunos de Latinoamérica, abrazando además casi todos los campos de especialización en su pesquisa y enseñanza médica. Sin duda que estamos hablando de una leyenda en el campo de la educación, la investigación y práctica médica, lo que se traduce en que es el único profesor titular en el país (de las universidades de Chile y Católica) en su especialidad.

Muerto su padre, Honeyman desde los 16 años tuvo que hacerse cargo de su destino y el de sus hermanos, hasta que conoce a Ana, su esposa, cuyo progenitor era médico

dermatólogo. De ahí a la universidad para estudiar medicina había solo unos pocos pasos en la decisión, pero mucho esfuerzo y dedicación en su consecución, la misma que aún ahora, 6 décadas después, sigue desplegando para abordar su actividad médica: “Yo quería ser neurólogo… ahora, qué me pasó, cuando estaba en tercer año de medicina comencé a trabajar en investigación, en la parte de laboratorio. Y metí a mi esposa, que estudiaba tecnología médica, y ella se quedó trabajando en inmunología. Empezamos a descubrir cosas y a publicar internacionalmente. Mis profesores me tenían mucha buena, porque era muy empeñoso. El profesor Ramón Valdivieso, por ejemplo, me llevó a trabajar como su ayudante al Hospital Militar, y me contrataron con sueldo de soldado… “-dice, riendo, y continúa: “Pero cuando estaba en sexto año de medicina, me contrataron como ayudante-alumno de dermatología, me gustaba y había solo 20 dermatólogos en todo Chile”.

¿Nos puede contar doctor cómo era la dermatología de aquel tiempo?En esa época era fundamentalmente una especialidad de enfermedades venéreas. Nadie quería ser dermatólogo, porque ver pura sífilis todo el tiempo, control de prostitución, cosas por el estilo. Se atendía mucha gente

Por Ingrid Medel

con heridas, úlceras, la parte circulatoria. Uno veía cosas horribles, úlceras con gusanos, oiga… Y antes una señora de 50 años era una viejita lista para el cajón… Pasó que esta cosa fue cambiando, lo que existía aquí era la influencia de la dermatología francesa…

¿Cómo era esa mirada francesa?Era más que nada experiencia clínica, número de casos vistos, la biopsia, y, al mismo tiempo, el manejo de las infecciones. Pero nunca se metían en las causas, en el mecanismo de la enfermedad. Entonces yo me fui a Estados Unidos, hice la beca allá, volví a fines del 72, estuve dos años. ¿Y qué pasó? Ellos estaban trabajando más en el mecanismo, pero resulta que quedaron excitados conmigo, cuando detectamos los anticuerpos de las distintas enfermedades, y eso no lo sabían los gringos. Después, al mes, me contratan de profesor, y me instalan un laboratorio. Ahí con mi mujer empezamos a desarrollar la inmunopatología. Bueno, me tocó…

Y bueno, fue mérito personal…Y, claro, me había sacado la mugre. Pero tuve contacto con todas las personas que investigaban en ese momento y soy amigo de los próceres mundiales de la especialidad.

Lo mismo deben decir ellos: yo soy amigo del doctor Juan Honeyman, prócer de la especialidad…Jajaja, claro… -responde él, con modestia y simpatía infinita.

¿Y qué pasó doctor, por qué no se quedó allá trabajando?Estando allá, inventamos con mi esposa una vacuna contra los hongos, que pasó a ser secreto militar, porque las tropas que iban a Vietnam se volvían la mitad con infecciones con hongos, y con esto se curó. Y me ofrecieron la ciudadanía norteamericana. Y yo les dije, No, Thank you, vengo de un pequeño país que está al fin del mundo, y es como mi madre, y no voy a renunciar a mi madre. Y, ¿por qué?, porque yo siempre andaba con el tema de que tenía que desarrollar Chile.

Y fue así que se vino a Chile, como él dice, a desarrollar la especialidad, cuando nadie quería ser dermatólogo, a principios de los ´70, y, montado en su Pontiac, un deportivo de calibre que se trajo con lo que ganó en el país del norte, abría la puerta y les decía a las chicas que estaban terminando medicina: “Este auto van a tener si son dermatólogas. Y empezaron a acercarse a la especialidad, y ahora se acuerdan y se ríen. Entonces ahí empecé a cambiar el esquema”, advierte jocosamente.

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“...qué saco con tener la piel suavecita, joven, si el corazón está como el

ajo..”Desde entonces en adelante, Honeyman, este “hombre de miel”, pero con los pies bien puestos en la tierra, fundó el primer laboratorio del país en Inmunología Clínica en el Hospital de la Universidad de Chile, además de los servicios dermatológicos de la Universidad Católica, de la Clínica Alemana, la Sociedad Chilena de Inmunología, y puede decirse claramente que es el padre de la dermatología chilena moderna. Junto con eso, sus investigaciones en fotoprotección y su accionar con otros especialistas dieron lugar a la creación de la ley 20.096, que sentó un nuevo paradigma de protección y educación solar en el país.

Junto con la fotobiología, usted doctor, desde hace unos 15 años comenzó a investigar la relación de la piel con los alimentos, asunto a todas luces fascinante e importantísimo.Claro, todo el tema de nutrición y piel. Empecé a hablar de qué hay que comer para no ponerse viejo. Porque la piel se manifiesta. Están los antioxidantes que rejuvenecen la piel. En cualquier parte que voy saben que soy enemigo de la parte láctea… Uno mira la piel de la persona y sabe cómo está la alimentación. Por ejemplo, la leche tiene insulina y estimula la obesidad y la diabetes.

¿Qué otros alimentos no pueden faltar en una buena dieta?Todos los que sean antioxidantes: pescadito, todo el jurel-salmón, clave. Han salido todos estos derivados de los vegetales, los berries, el vino tinto es una maravilla. La soja es excelente… ¿has visto alguna asiática arrugada? No toman leche, pura soja…

Y cuando dice esto, casi al segundo dispara: “Después me toco entrar en otra área: la psicodermatología se me ocurrió armarla, porque no existía en el mundo, y creamos la sociedad de psicodermatología latinoamericana”.

¿Qué tan relevantes son las emociones en este sentido?Cuando la persona está tensa la acetilcolina dilata los vasos, eso da el rubor de la vergüenza. ¿Qué es la palidez del susto? Adrenalina. Cuando segrega más acetilcolina a la mujer le trabaja más el colon y eso es colon irritable. O le trabaja más

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la jaqueca, porque dilata los vasos intracraneanos, y eso es rubor de la cabeza. En el hombre trabaja más el estómago, que se pone ácido y genera reflujo, gastritis y úlcera. Entonces, a la persona hay que estimularla a que produzca adrenalina buena… bailando, haciendo deportes, y eso es increíble que cura un montón de enfermedades.

La inmortalidad

¿Cómo se imagina la dermatología del futuro?Hay escuelas distintas. Se agregó el otro componente de que toda la población está poniéndose más vieja, y nadie quiere ser viejo.

Puede ser que en el futuro no existan tantos dermatólogos preocupados del tema de la psiquis o inmunólogos, porque a la señora la van a arreglar desde el punto de vista de la estética, pero van a ocurrir otros problemas psicológicos. Así que los ciclos van a volver a repetirse siempre.

Tenemos que buscar los mecanismos de acción, la fisiopa-tología de la juventud. Pues,... qué saco con tener la piel suavecita, joven, si el corazón está como el ajo…

¿Y qué podemos hacer?Tenemos que ver qué sustancias me mantienen el corazón y todo jovencito. Yo escribí que en el 2100 somos inmortales, gracias a la piel… porque existe un fenómeno que es la apoptosis, ya que todas las células tienen su vida programada genéticamente. Todos nos vamos a morir de acuerdo a nuestra apoptosis, pero existe la anti apoptosis.

¿Y quién tiene la anti apoptosis? Las células cancerígenas, que se mueren solo cuando se muere la persona. Pero hay una enfermedad de la piel, que tiene anti apoptosis, y que no es cancerígena, que se llama psoriasis. Entonces, cuando se descubra la enzima y se separe, uno se va a tomar una pastillita y no se va a morir nunca. Parece ciencia ficción… Claro. ¿Qué va a pasar? Crisis… El mundo va a estar lleno de viejos de 140, 168 años, y con buena apariencia física… De qué nos vamos a morir: de un accidente. Va a aumentar la población en forma enorme, y se va acabar el mundo. Entonces, vamos a tener que irnos a donde un primo en Marte. Pero en Marte, cuando hace calor son 80 bajo cero, se va a tener que adaptar la piel y con el tiempo la piel va a ser gruesa, como la de una iguana… el físico de esa gente va a ser diferente… el enamoramiento va a ser diferente, todo, y las enfermedades de la piel de otro tipo. Esa es una “volada” mía y donde cambia todo el enfoque inmunológico.

Pensando en el presente, doctor Honeyman, ¿hay algún sueño que le falte por hacer?No, ya está bueno ya, he logrado todo lo que he querido… debo ser uno de los pocos casos que no necesita más. Yo sembré y ahora estoy cosechando. Uno siembra cariño, afecto y todo eso se devuelve.

¿Siente el reconocimiento de sus pares?De todo el mundo, afuera y aquí. Es impresionante, impresionante como me tratan, es lindo eso. MP

Dr. Juan Honeyman

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Por Dra. Claudia Balestrini Delpiano

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Es normal tener lunares, de hecho el promedio es de alrededor de 25 nevos por persona. La frecuencia de los nevos depende de la edad, raza, factores genéticos y ambientales. Aumentan con la edad, pues pocos nevos están presentes al nacer, pero se acrecientan hacia la tercera década de vida y después tienden a desaparecer al envejecer. Asimismo, se produce rápido desarrollo de los nevos en la pubertad. En otro sentido, según la raza, las personas de piel clara tienen más nevos que las de raza oscura; como también, por componente genético, existen familias que tiene muchos más lunares que otras. Junto con ello, el factor ambiental también es importante, ya que, por ejemplo, se han reunido algunas evidencias de que las personas que viven en climas soleados tienen más nevos. Los lunares están formados por células névicas, similares a las que producen el pigmento en la piel, denominados melanocitos, y se ubican en la capa más superficial de la piel, la epidermis. Estos se ven como manchas cafés o ligeramente solevantadas. Si las células névicas están en epidermis y dermis (segunda capa de la piel) son ligeramente solevantadas y pigmentados, y si están sólo en dermis se ven como nodulitos de color piel.

Cuando los lunares adoptan un aspecto diferente a lo normal, se habla de nevos atípicos y corresponden a los que tienen algunas de las características mencionadas en la regla del ABCDE (ver recuadro). Estas características también se ven presentes en el melanoma, que es un tipo de cáncer de piel (a veces resulta difícil diferenciar un nevo atípico de un melanoma).

Lo que debemos saber sobre los lunares o nevos

Los lunares o nevos corresponden a lesiones benignas, de color café claro u oscuro, planas o solevantadas, de superficie lisa o verrugosa, y de tamaño variable (de al-

gunos milímetros hasta varios centímetros). Estos pueden tener pelo y se ubican en cualquier parte de la piel o de las mucosas.

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Regla del ABCDE

A= Asimetría: trazando una línea imaginaria por la mitad, la forma de una parte no es igual a la otra. A mayor asimetría mayor riesgo.

B= Bordes: si son irregulares, mayor es el riesgo.Pueden ser bordes con muescas o borrosos.

C= Color: presencia de múltiples colores: café claro, oscuro, negro, gris, blanco, rosado, rojo o azul.

D= Diámetro: los melanomas (cáncer de piel) pueden ser pequeños, pero en general miden más de 5 mm.

E= Evolución: el nevo ha cambiado en las últimas semanas o meses, ya sea en su forma o en su color.

La gran mayoría de los nevos atípicos son estables, sin embargo, algunos de ellos pueden terminar en un melanoma.

El melanoma es un tumor originado en los melanocitos. Su incidencia y mortalidad ha aumentado en las últimas décadas. Aunque el melanoma es responsable del 4% de todos los cánceres de piel, representa el 80% de las muertes por cáncer cutáneo. En este sentido, hasta una quinta parte de los pacientes acaba desarrollando metástasis, que causa la muerte. Una detección precoz y un tratamiento quirúrgico oportuno pueden curar a aquellos melanomas más delgados.

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TIPS• La creencia de que todos los nevos que trae-mos al nacer son benignos. Aunque se trate de un nevo de nacimiento, igualmente puede tener potencial maligno.

• Los nevos en palmas y plantas son malignos.

• Los nevos con pelos son malignos.

• Todo lunar que pica es maligno.

• Las pieles morenas no tienen cáncer de piel.

• Pensar que por extirpar un cáncer de piel, éste se disemina.

Consultar a su dermatólogo si:

• Un lunar cambia de color, forma o textura.

• El nevo sangra o pica.

• Una lesión pigmentada en forma de lunar apa-rece en un paciente mayor de 50 años, ya que en general aparecen en edades inferiores a la señalada.

Algunos MitosLa técnica dermatoscópica

La mayoría de los melanomas se pueden diagnosticar siguiendo la regla del ABCDE. No obstante, hoy en día se cuenta con técnicas más precisas para un diagnóstico oportuno y en este terreno la dermatoscopía se ha convertido en una herramienta fundamental para logar este objetivo.

La dermatoscopía es una técnica diagnóstica no invasiva que aumenta la precisión en el diagnóstico clínico de las lesiones pigmentadas. Aumenta el tamaño de la imagen al menos 10 veces en relación al ojo humano. Además, elimina la refracción de la capa córnea, consiguiendo así la observación de estructuras invisibles para el ojo desnudo, con lo que se logra un diagnóstico precoz y más preciso de las lesiones malignas de la piel, y específicamente el melanoma maligno. Publicaciones científicas de los últimos años han demostrado que la dermatoscopía logra mejorar la precisión diagnóstica.

Junto con ello, con el uso de mapeos corporales totales y dermatoscopía se puede hacer un seguimiento de nevos de pacientes con características especiales, como son aquellos con múltiples lunares, antecedentes de melanoma personal o familiar, pieles muy claras o lunares congénitos. Unido a aquello, esta técnica permite dejar un registro gráfico fidedigno que posibilitará detectar

cambios en las lesiones actuales o la aparición de lesiones nuevas.

Entre las medidas de prevención más recomendadas para el cuidado de la piel, en toda época del año, recomendamos el evitar la exposición solar entre las 11 y las 15 horas; el uso de filtro solar (igual o mayor a 30); el uso de sombrero, lentes y ropa adecuada para protección solar; asimismo, es importante la autoexploración de la piel; y, en casos de pacientes de riesgo, el control anual o cada 6 meses con su dermatólogo es fundamental. MP

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En Dermamed somos expertos en la técnica Dermatoscópica.

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Panorama

Lo mejor del arte de la Universidad Finis Terrae llega a la Fundación Cultural de Providencia

Se trata de la muestra “22”, exposición que reúne lo mejor de las obras gráfi cas y audiovisuales de la Escuela de Artes Visuales de la Universidad Finis Terrae. Las cerca de 40 obras estarán hasta el 6 de marzo en Nueva Providencia 1995.María Fernanda García, Directora Ejecutiva de la Fundación Cultural de Provi-dencia, explica que “como fundación nos enorgullece acoger esta muestra que reúne a connotados artistas, alumnos y profesores. Esta exposición es también parte del patrimonio artístico de nuestra comuna, gracias a su transversalidad que recorre generaciones, estilos y materialidades en estos 22 años de forma-ción”. Además, se refi ere a la relación entre la fundación y las oportunidades cultu-rales para la ciudadanía, declarando que “queremos continuar estrechando los lazos con las Instituciones de excelencia del quehacer cultural que nos rodea, seguir convocando a la comunidad a ser parte del desarrollo artístico de Provi-dencia, pero sobre todo entregar a nuestros vecinos lo mejor del arte contem-poráneo nacional”. MP

Leer para soñarTodavía. Gonzalo Rojas. FCENo vamos a descubrir ahora que Gonzalo Rojas fue un prodigio poético, quizás el más grande que dio esta tierra… “Voy corrien-do en el viento de mi niñez en ese Lebú tormentoso, y oigo, tan claro, la palabra relámpago (…) Y voy volando en ella (…) Las toco, las huelo, las beso a las palabras…” Un mundo hecho de palabras y de algarabía, de la sabiduría profunda de los elemen-tos, de la noche, de la materia volátil de los sueños, del ardor de la carne… En este libro, el poeta sureño, con más ahínco “toda-vía”, hace que esta estela de fuego envuelto en letra nos traiga su pensamiento con prosas que más parecen poesías en muchos casos y que nos dan una buena muestra de su decir importante y que la editora del mexicano Fondo de Cultura Económica nos trae para deleite nacional. Qué gran regalo…

Filosofía, serenidad y vida. El desafío de recobrar el sentido. Donaldo López de Maturana. Axxiona Editores.Este no es un libro de autoayuda, en la vertiente de proponerse como un bestseller que entregaría la quintaesencia, los 10 pasos o puntos claves para alcanzar la felicidad. Se trata de un texto totalmente de ensayo comentado, que recurre a la historia, que se hace preguntas y pretende contestarlas, y cuyo foco si bien,

asimismo, apunta a indagar sobre esa esquiva felicidad, ella es vista aquí como sentido humano de autorrealización. Para la pesquisa sobre una vida realizada, López de Maturana, entonces, recurre a la historia de la fi losofía, como uno de los diálogos fe-cundos con la tradición, no esquivando el pensar sobre ella. Aquí se encontrarán con humanas refl exiones, no tanto para saber más, sino para hacer de la vida un paisaje más deseable, o dicho de otro modo: al menos hay una respuesta al reto de pensar recobrando el sentido. Un libro para público amplio, de lectura llana aunque profunda y muy recomendable para el aprendizaje y la revisión personal de este fi n de año… y de todos los años…

Raúl Zurita x 2.Primero, Tu vida rompiéndose nos trae una antología personal, con lo mejor del vate chileno, desde su Anteparaíso y Purgatorio hasta Zurita, pasando por sus mensajes poéticos en el cielo y en el desierto. Es una gran cosa que un sello de vocación inter-nacional y no dedicado a poesía, pero si a la buena literatura como Lumen, esté ahora publicándola (aunque sea de los vates más reconocidos), porque pone de relevancia en lo público un arte que no debe extinguirse en el escaparate mental del lector, ni en el del librero. Por su parte, en El día más blanco, Random House hace lo propio, ahora con una novela autobio-gráfi ca del poeta, en donde entramos a la cabeza de un hombre moribundo, en una delicada trama de pensamien-tos, de recuerdos e intimidades. Ojalá todos podamos decir, como el narra-dor “muero feliz porque muero en la belleza”. *Todos los libros se pueden encontrar en las Librerías Altamira y Catalonia del Drugstore. MP

Leer para soñarPor Juan Chapple

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aExiste más riesgo de melanoma en aquellas personas que:

• Tienen más de 100 nevos.

• Piel clara o pelirroja.

• Ojos azules.

• Más de 5 lunares irregulares.

• Que hayan sufrido quemaduras solares importantes antes de los 20 años de vida o que presenten nevos congéntios gigantes.

• Si hay antecedente personal o familiar de melanoma.

DATOS DEL DR. DERMA

• Que hayan sufrido quemaduras solares importantes antes de los 20 años de vida o que presenten nevos congéntios gigantes.

• Si hay antecedente personal o familiar de melanoma.

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En la piel de Rapa Nui

Los moáis miran desde sus ahus al mar y el cielo en re-presentación y respeto a los ancestros; el hombre pá-jaro o Tangata-manu continúa en su sagrada travesía

para entregar el huevo de Manu tara en honor del creador Make-Make, mientras los primeros isleños se hacen a la mar o bucean cerca de Anakena… Más allá de todo lo que ya se sabe o intuye respecto a Rapa Nui, es poco conocido que los pascuenses, como los ha denominado el occidental, fuesen de cuidados corporales intensos, donde se combi-nan hierbas, aceites, ungüentos y brebajes de plantas de la isla, que son utilizados tanto en forma médica como cos-mética.

En Rapa Nui o “isla grande” (antes conocida como “Ombligo de la tierra”, Te pito o te henua, u “Ojos que miran al cielo”, Mata ki te rangui), de forma ancestral, después del baño corporal como el vai ra´akau, se hace fundamental el uso de aceites para el efecto de cerrar poros, y la hidratación y mantención de la piel en forma suave. Desde muy antaño, en la isla de las hieráticas esculturas monumentales, se utilizan los aceites, que son ocupados para la eliminación de impurezas en la piel, la relajación corporal, entre otras variantes saludables. Uno de estos aceites, como en todo el ámbito polinésico, es el de coco, frecuentemente usado para suavizar la piel, y que es también un excelente regenerador cutáneo –lo que lo hace muy recomendable para la renovación dérmica frente a heridas y cicatrices- y contiene un alto porcentaje de vitamina E.

Asimismo, los isleños son muy devotos del aceite de la higuerilla, alojado y concentrado más que todo en la semilla de esta planta, que se usaba y en muchos casos todavía se usa para protegerse del sol, sobre todo cuando los hombres se internan a pescar y permanecen por horas bajo la infl uencia solar y marina (asimismo es usado para ayudar en casos de artritis).

De igual manera, las mujeres Rapa Nui tradicionalmente valoraban la piel tersa y resistente, sin marcas, para lo cual utilizaban un elemento que estaba al alcance de cualquiera y que es parte fundamental del entorno de la isla: el agua de mar. El baño marino siempre se ha visto como una práctica saludable, lo que evidentemente se adelantó en centurias a la práctica occidental de la talasoterapea o terapia con agua de mar. En muchos casos, el agua de mar es incluso calentada para obtener un baño aún más curativo y para aportar todavía mayor tersura y resistencia a la piel. Porque de una cosa debemos estar sumamente claros: la estética y el bienestar van siempre de la mano en la cultura rapanui, y si verse mejor es algo recomendable en ella –el pelo largo y la buena figura en las mujeres, y la complexión atlética en los hombres-, sentirse bien, sano y cuidado, es también una búsqueda que se da en esta bella y enigmática isla chilena, como marca cultural propia y que nos debe enorgullecer. MP