Luis Eduardo Dufrechou Bermolén: Crisis liberal en Uruguay: violencia política y autoritarismo...

download Luis Eduardo Dufrechou Bermolén: Crisis liberal en Uruguay: violencia política y autoritarismo (1967-1985)

of 17

Transcript of Luis Eduardo Dufrechou Bermolén: Crisis liberal en Uruguay: violencia política y autoritarismo...

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    1/17

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    144

    Crisis liberal en Uruguay: violenciapoltica y autoritarismo (1967-1985)

    The Crisis of Uruguays Liberal System: Political Violenceand Authoritarism (1967-1985)

    AUTOR

    LUIS EDUARDODUFRECHOUBERMOLN

    UniversidadComplutense deMadrid.

    [email protected]

    Fecha de recepcin:27/09/2014 I Fecha de aceptacin:15/11/2014

    ResumenEl artculo que presentamos tiene como objetivo conocer el proceso de polarizaciny quiebra institucional del Uruguay liberal, y la progresiva instauracin en el poder

    del autoritarismo cvico-militar. Analizaremos la evolucin del rol de las FuerzasArmadas como actor que transit desde la periferia del Estado a la centralidad delmismo, en funcin de un contexto histrico marcado a escala internacional por elpeso de la Guerra Fra y la socializacin de la Doctrina de Seguridad Nacional, y anivel domstico por la existencia de una profunda crisis econmica, poltica y social.

    Palabras claveViolencia poltica, autoritarismo, dictadura, Fuerzas Armadas, Uruguay,cultura poltica.

    AbstractThe paper that follows aims to determinate the polarization process and institutionalcollapse of the liberal Uruguay, and the progressive development of civil-militaryauthoritarianism in the power. We analyze the evolution of the Armed Forces role,as an actor that transited from the periphery of the state to the center of it, all theseevents were marked by a international historical context of heavy weight such as theCold War and the socialization of the National Security Doctrine, and domestically bythe existence of a deep economic, political and social crisis.

    Key words

    Political violence, authoritarianism; dictatorship, Armed Forces, Uruguay, politicalculture.

    DOI:10.3232/CIHC.2015.V1.N1.15

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    2/17145

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    INTRODUCCIN: UN PASADO QUE NO

    PASA

    El 14 de abril de 2012 una sede de la Unin deJuventudes Comunistas del Uruguay fue atacada.A nadie se le escapaba que el motivo de esta accinrevesta un profundo componente simblico, puesdicho da se conmemoraba una trgica efemride,producida en 1972, cuando fallecieron asesinadas12 personas tanto de izquierda como de derecha.Ms all del valor en s de la accin, testimonial, losignicativo es que seguramente quienes reeditarondicha fecha no la haban vivido. Sin embargo, lamantuvieron en su memoria e imaginario, puesrepresentaba la existencia perenne de una disputapoltica y simblica inserta en un tiempo cclico,que bien vala el ataque a otros muchachosde ideas opuestas. En denitiva, el acto venaconstatar la latencia y reproduccin de un conflictode interpretacin1 entre historias antagnicas ysubjetividades irreconciliables que por el simplehecho de consumir narrativas distintas en torno alpasado estaran llamadas a la confrontacin en elpresente.

    El anlisis de la violencia poltica, muy acentuadaentre los aos 1967 y 1972, es una variable elementalpara discernir el proceso de polarizacin social y,en ltima instancia, el propio colapso de una delas democracias por entonces ms slidamenteasentadas en la regin, quiz junto a la chilena.La comprensin de las distintas dimensiones delfenmeno autoritario es una tarea que a lo largode estos aos ha vertido ros de tinta. Con todo,consideramos que es un tema que desborda su

    inters intrnseco en tanto que supera con creces elmbito acadmico. Ello tampoco es algo anmalo.Como cualquier otro objeto de estudio inserto en loque hoy llamamos historia del presente, toma portiempo histrico aquel en que coexisten la historiay los testigos, las fuentes documentales y lasmemorias de la gente. Es por ello que reviste notoriasimplicaciones sociales y profundas consecuenciasa la hora de explicar las ulteriores transformacionesregistradas en el campo poltico, pero, adems,importantes conexiones transnacionales, tantoen la casustica que oper en la implantacin de

    la dictadura como el posterior y siempre trgicofenmeno del exilio. Buena parte de los estudiososde su historia siguen buscando modelosexplicativos capaces de revelar la naturaleza de unproceso que dilucidaba el trnsito desde la otroraSuiza de Amrica al Estado latinoamericano quems cerca estuvo de experimentar el clima propiode un rgimen totalitario2.

    Presentar un tema como el que abordaremosbien merece algunas palabras preliminares. Elmito fundacional junto al artiguista del Uruguaybattlista, el de la Repblica Oriental entendida como

    sinnimo de democracia y estado del bienestar,quebr consecuencia de la profunda crisis demodelo operada en el campo econmico desdemediada la dcada de 1950. Este condicionante,prolongado a lo largo de los aos sesenta, condujoa su vez a un grado de agotamiento institucionaly polarizacin social que, a los ojos de muchos,dara carta de legitimidad a la instauracin delrgimen cvico-militar. La democracia, reflexionaos despus ODonnell, dej de ser valoradapor buena parte de los actores del momento con

    las consecuencias ya conocidas; los discursostendieron a desacralizar la anterior dinmica deestabilidad poltica, y la violencia fue naturalizada yencumbrada3. En efecto, la efervescencia social quepresidi el perodo fue un aspecto clave resultadode una suerte de inflacin ideolgica que, enopinin de Lechner4, salpic de un modo u otro atodos los actores de la poca contribuyendo as aque Uruguay se insertara en un proceso histricoy social ms amplio, de coordenadas regionales,caracterizado por lo que Linz denomin quiebra delas democracias5.

    Al igual que en otros fenmenos autoritarios, devinotras su superacin un proceso en que las distintasmemorias renegociaron con las diversas historias elsignicado del mismo y sus consecuencias humanasbuscando, en no pocas ocasiones, responder ala pregunta inculpatoria de quin desencadenla espiral del conflicto. Uruguay, al igual que en elresto del subcontinente, estuvo mediatizado por elpeso de la nueva izquierda revolucionaria, deudorade la acelerada circulacin de ideas y repertorios de

    accin hasta entonces desconocidos, y por el papel

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    3/17146

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    que EE.UU. jug en su poltica exterior sentandoun marco interpretativo, la Doctrina de SeguridadNacional, que no por eclctico y ambiguo dej deser operativo en el terreno de la geopoltica. Esas que la potencia norteamericana, mediante laemergencia de las Fuerzas Armadas como agenteprotagnico, garantiz simultneamente su influjoen el mbito hemisfrico as como tambin en elde la poltica domstica. Por lo tanto el curso delos acontecimientos fue deudor de factores tantoexgenos como endgenos, variables internas, lacrisis econmica y social preexistente, y externas,el peso de los acontecimientos regionales en el

    contexto de la Guerra Fra.

    Con todo, al igual que en otros pases colindantes,a menudo confluyen y entremezclan sus rolesvctimas y victimarios, algo que supone un aadidoa la hora de complejizar el estudio de unos hechosque, insistimos, renen numerosas implicacionespolticas y emocionales en la actualidad. No esnuestra intencin caer en la denuncia moral porms legtima que pueda ser, pues en ocasiones estano nos sirve para comprender sino para sentenciar,

    como tanto ocurre, actualmente, en el conjuntodel Cono Sur donde las historias y memoriasno acadmicas, y el testimonio con su afn deveracidad, han ido cobrando creciente xito social enfuncin de las necesidades polticas y de identidaddel presente6. Como armara Collingwood, elhistoriador no puede conocer el pasado por simplecreencia en lo que dice un testigo que vio los hechosen cuestin y ha dejado un registro de su prueba7,sino que tiene que intentar analizar el pensamientoque gui a las personas de una poca dada.

    Pero el papel de la subjetividad de los militares hasido infravalorado en trminos analticos, ms sise compara con el peso concedido a la izquierda,pese a ser una de las voces ms importantes queconcurrieron en el espacio pblico. Es por ello queel objetivo que nos proponemos en el presenteartculo es el de acercarnos desde un punto devista tanto analtico como descriptivo a los nudosargumentativos y cosmovisiones que dotaron desentido el comportamiento de las Fuerzas Armadasa partir de las fuentes ociales que emitieron

    durante la dictadura, abordando los grandes ejes

    argumentativos contenidos en las mismas comomedio de entender la relacin que la corporacincastrense mantuvo con la realidad. De este modointentaremos conocer los signicados que ledieron a la experiencia que les rode y los intentosdiscursivos por justicar su control de la vida pblicae institucional del pas durante la quiebra institucionalque protagonizaron, teniendo en cuenta, desdeluego, que si las fuentes siempre son traicioneras,y dependen de la nalidad de su emisor, las de unrgimen autoritario lo son ms an, si cabe.

    LOS ANLISIS DEL FENMENOAUTORITARIO: UN BREVSIMO ESTADODE LA CUESTIN

    Los trabajos que tuvieron por objeto de estudiola crisis y descomposicin del Uruguay liberal,la irrupcin de la violencia poltica, la progresivaimplantacin del rgimen cvico-militar, y su denitivasuperacin arrancaron de forma temprana, desdeel momento mismo en que la represin desatada

    por el gabinete del Presidente Pacheco Areco (1967-1972) contra los diversos movimientos de protestaincitara todo tipo de reflexiones. Ineludiblemente, elconvulso contexto previo a la dictadura tena quefomentar el debate poltico e intelectual. Uno de losprimeros trabajos acadmicos dignos de mencinfue desarrollado por el veterano y prolco profesory escritor Carlos Real de Aza, quien se plante elanlisis de los diversos factores que operaron en lacrisis de legitimidad y colapso de las institucionesdemocrticas, junto a las caractersticas esenciales

    y objetivos de su naturaleza represiva de lo que llamconservadurismo autoritario latinoamericano8.

    En dicho contexto despunt el clebre politlogoargentino Guillermo ODonnell, autor que deniesta clase de sistemas como modelos burocrtico-autoritarios, al tener lugar en el seno de sociedadesavanzadas, dominadas por una lite tecnocrticaque vinculada al capital transnacional impondraa las Fuerzas Armadas la misin de instaurarun rgimen de naturaleza coactiva que velarapor el sostenimiento del orden y el desarrollo

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    4/17147

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    econmico9. En su modelo explicativo las distintascrisis econmica, poltica o social confluyeronactuando como motor de un proceso de activacinpopular que al impugnar los lmites sistmicosque la transnacionalizacin econmica le imponaal orden poltico, y desaar las posibilidades dereproducir sus condiciones de dominacin, hizoimprescindible la implantacin del rgimen cvico-militar, correlato uruguayo de dicho tipo de Estado10.El cambio de coyuntura para la produccinacadmica en Uruguay fue decisivo en tanto quelas investigaciones no podan partir del seno de una

    Universidad intervenida, depurada en su personal ypresupuestariamente bloqueada, sino del exterior11.El centro de atencin de las mismas repos en lacrisis estructural de la economa y su relacin conel colapso del modelo poltico12, as como en lasmanifestaciones ms sintomticas del ocaso dela alianza urbana e interclasista que represent elliberalismo batllista13. Consecuencia de su contextohistoriogrco los paradigmas dominantes puedencalicarse como positivistas, ya sea en su visinhistoricista, a travs de una narrativa que tom por

    nudo de su trama la historia poltica tradicional ysus actores, o bien en su variante estructuralista,heredera de los postulados de la influyente ComisinEconmica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL),la cual diagnostic el proceso de descomposicineconmica y poltica como prueba fehaciente dela latinoamericanizacin del Uruguay, con la cargapeyorativa que en este caso connota14.

    Restaurada la democracia los estudios inicialesdesarrollados en el interior del pas, entre los quedespunta la obra de Gerardo Caetano y Jos Rilla,

    buscaron el esclarecimiento y descripcin de loshechos acaecidos en el mbito de la alta polticaentre 1973 y 1985, y sacaron a la luz fuentesdocumentales relevantes, pero desatendieron elproceso anterior, as como explicaciones de ndoleterica. Interesados en hacer inteligible el perododivulgaron la periodizacin ms exitosa del rgimenautoritario, tomada del politlogo Luis EduardoGonzlez, a partir de una divisin tripartita de susfases: una represiva etapa comisarial (1973-1976);un intento de construccin poltica denominado

    ensayo fundacional (1976-1980) y, nalmente,

    una vez fracasado el anterior, una larga transicindemocrtica (1980-1985)15.

    El politlogo Juan Rial Roade aport enfoquesnovedosos, tanto por los objetos que escogi,ya que fue de las pocas guras que penetr en elestudio de las Fuerzas Armadas y su papel comosustituto de los partidos tradicionales16, comopor haber analizado desde un prisma cercanoal de las culturas polticas el universo simblicoque caracteriz la vida pblica uruguaya17. Lasociloga y politloga Carina Perelli abord lasprcticas discursivas de las Fuerzas Armadas y sus

    ingredientes, a partir del anlisis de la publicacinsemiocial El Soldado,como medio de comprendersu cosmogona y en cierta medida tambin sucarcter y comportamiento durante la Dictadura18.Otra autora, Selva Lpez Chirico, intentandocomprender los factores que llevaron a los militaresuruguayos al intervencionismo de signo autoritarioofreci valiosas respuestas para entender elproceso de transformacin y trnsito que vivieronen el aspecto organizativo19.

    La irrupcin de nuevas tendencias, junto alcorrelato uruguayo del viraje internacional de lasciencias sociales hacia lo subjetivo y cualitativo,fueron aspectos influyentes en el conjunto dela produccin historiogrca inmediatamenteposterior. La fragmentacin del campo de anlisisen distintas lneas, una vez superadas las primerasexplicaciones globales, coincidi con el desencantoque para muchos supuso la consolidacin legal,va plebiscitaria, de la Ley de Caducidad de laPretensin Punitiva del Estado de 1986. En uncontexto en que la idea imperante respecto al

    pasado reciente reposaba en la teora de los dosdemonios, popularizada por el primer Presidentede la restaurada democracia, el historiador JulioMara Sanguinetti, segn la cual tanto una izquierdaenfervorizada como una derecha radicalizada serepartan de forma simtrica las responsabilidades,muchos no quisieron mirar directamente a unpasado excesivamente conflictivo. No obstante,algunos autores si llamaron la atencin frente alo que consideraron el pernicioso reverso de lamemoria, el olvido, hacia quienes pocos antes

    padecieron la represin poltica y el exilio20

    .

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    5/17148

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    El caso Gelman, desde 1996, relanz la lucha contrala impunidad a raz de la recuperacin de identidaddel hijo de una desaparecida. Pero el boomdenitivo,acadmico y editorial, es un hecho reciente deudorde tres circunstancias destacadas en el terrenosimblico: la creacin de la Comisin para la Paz,durante el mandato del presidente Jorge Batlle enagosto del 2000; la conmemoracin, en 2003, del 30aniversario del golpe de Estado y, en ltimo trmino,la victoria electoral del Frente Amplio en octubrede 2004, que acentu la inflexin. Desde que elfrenteamplista Tabar Vzquez anunciara en sudiscurso de investidura la voluntad del ejecutivo de

    saber qu pas con los desaparecidos y dnde seencontraban sus restos, se dio paso a la publicacinde voluminosas obras colectivas cuya gran novedadrepos en la inmensa documentacin sacada a laluz21. Este fenmeno discurri de forma sincrnicay paralela al caso argentino, con lo cual se generas un espacio acadmico, a un lado y otro del Rode la Plata, con una comunidad historiogrcasumamente interesada, y socialmente presionada,por el estudio del pasado reciente.

    Esta reaparicin temtica cristaliz en una renovadainclinacin por el estudio desde unos postuladosnovedosos deudores, en buena medida, de losestudios culturales que penetraron en el Uruguay dela mano de guras como la del literato y crtico literarioHugo Achugar, as como por la propia renovacinque se oper en el marco de la historia poltica.Desde la centralidad terica y discursiva que va aasumir la variable cultural proliferaron estudios entorno al fenmeno de la guerrilla urbana, el PartidoComunista, las distintas facciones de la izquierdarevolucionaria, y la mentalidad de sus militantes

    ms jvenes22. El estudio de los diversos exilios23, ladimensin cultural del fenmeno autoritario24, o lamultiplicacin de anlisis monogrcos, biografasy testimonios, son algunas otras facetas que hanregistrado ms que notables progresos a lo largode los ltimos aos.

    En denitiva, los trabajos recientes han aportadomayor complejidad a todas las esferas. Losdiscursos maniqueos de buenos y malos,vctimas y victimarios, han sido superados25. La

    consideracin inicial por la cual la dictadura acarre

    la implementacin de un nuevo modelo econmico,matizada. La visin del rgimen cvico-militarcomo un fenmeno totalitario, de signo fascista yhomogneo en sus distintas fases, ampliamentedesmontada. La creencia en la verdad objetivaproveniente del testimonio, problematizada. Lamirada de la derecha del momento como algo msrico y polidrico que el actor militar, consolidada. Esa este ltimo aspecto, al del estudio del pensamientode las Fuerzas Armadas y el autoritarismo, a lo quededicaremos las siguientes pginas, basndonosen las fuentes emitidas durante la dictadura y losestudios que la historiografa ha vertido al respecto.

    UNA POCA DE INFLACIN IDEOLGICA

    Por cuestiones de espacio no podemos analizarcon profundidad ese otro al que constantementeapelan nuestras fuentes, la izquierda, y parteesencial, que no nica, con la cual la corporacinmilitar se relacion a travs de la violencia. Elproceso de gnesis de la denominada nueva

    izquierda, o izquierda revolucionaria, no respondea una causa nica, el deterioro econmico, sinoa la confluencia de distintas condiciones queposibilitaron su exitosa aparicin: un contextohistrico ms amplio sacudido en lo poltico por larevolucin cubana, en lo religioso por la Teologa dela Liberacin, en lo artstico por los escritores delboom latinoamericano y en lo econmico por elcambio de paradigma que propona la ComisinEconmica Para Amrica Latina (CEPAL), fuerondimensiones cronolgicamente coincidentes queayudan a entender su potencial posterior. Cabe

    sumar los ataques de signo derechista, la atmsferade persecucin poltica iniciada ya desde lapostrimera de la II Guerra Mundial26, y la incidenciadel aspecto generacional y las concepciones de lajuventud del momento para completar el cuadro.

    Creemos sugerente el juicio que de la poca hicieraNorbert Lechner, al caracterizarla como un momentode inflacin ideolgica cuya nota predominantefue la intransigencia recproca de bandosirreconciliables que tendieron a la sacralizacin

    de sus respectivos principios27. La mstica militante

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    6/17149

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    de la izquierda, aunque coexistieron subculturasen ocasiones enfrentadas28, y el sentimiento noexento de providencialismo dominante en sectoresde la corporacin militar, son aspectos ciertamentereveladores. As las cosas la brutalizacin dela poltica, tanto por parte del actor militar y laderecha como de la izquierda revolucionaria, fueuna particular forma de interlocucin que pusoen relacin a diversos actores que previamentehaban consagrado sus creencias. La violencia,factor clave desencadenante del proceso poltico,fue tambin, desde luego, un reflejo de la guerrafra, de la discusin de espacios de influencia a

    escala mundial29, que termin alimentando laintervencin prolctica de los militares sobre lasociedad. El actor fundamental de todos aquellosque desde el mbito de la izquierda recurrierona esta como instrumento fue, sabido es, elMovimiento de Liberacin Nacional-Tupamaros(MLN-T), mximo exponente en Uruguay de otrofenmeno de coordenadas internacionales: el dela emergencia de una izquierda armada denidapor David Rapoport como la tercera oleada delterrorismo contemporneo tras el anarquista y el

    anticolonial30

    .

    Desde 1968 se asisti a una tendencia ascendenteen el potencial de las dos caras de la izquierdauruguaya la armada y la de signo legalista lideradapor el Partido Comunista, que cobr forma enlas constantes y virulentas protestas sindicalesy estudiantiles que jalonaron la vida pblica.Estas ltimas, junto con la coyuntura de blindajeautoritario y militarizacin del orden pblico quecaracterizaron la legislatura de Jorge PachecoAreco (1967-1972), constituyeron la oportunidad

    poltica idnea para nutrir la guerrilla urbana.Ciertamente a partir de unos espectaculares ypoco sangrientos repertorios de accin31, esdecir, los medios que empleaba la organizacinarmada para hacer valer sus demandas, y unmarco cultural y generacional bastante proclive,el Movimiento de Liberacin Nacional-Tupamarosgoz de cierta aureola romntica que facilit suexpansin entre sectores amplios de la juventud32.Rey Tristn contabiliz entre 1967 y 1972, lustro enque se transit desde el esplendor tupamaro a su

    prctica desarticulacin, un total de 1046 acciones,

    a razn de 209 por ao, subrayando que el nmerode asesinados no fue signicativo hasta 1972, aoen que su deriva militarista, una vez detenida sudireccin tras una delacin, erosion gran parte dela legitimidad acumulada33.

    Paralelamente, el importante movimientohuelgustico que recorri el pas fue contestadocon una espiral de respuestas legales y policialesque tuvo por hitos ms signicativos el decretoque instaur las Medidas de Pronta Seguridad, enjunio de 1968, la militarizacin de los conflictoslaborales, de 1969, y la declaracin del Estado de

    Guerra Interno, en abril de 1972. Hay autores quepostulan que la represin se dirigi preferentementea aplacar la movilizacin popular ms que la propiasubversin, algo que quedara avalado por elhecho de que el golpe de Estado se produjera unao despus que el MLN-T fuera desarticulado34.El cuerpo legal, por lo tanto, se fue modicandomediante virajes represivos que respondiendo adhoc a la conflictividad sindical o poltica evidenciaronel proceso de vaciamiento y desnaturalizacin deunas instituciones liberales que ya avanzaban,

    abiertamente, hacia el autoritarismo mientras sediseminaban entre la poblacin los rumores entorno a la inminencia de la intervencin golpista.

    DE LA PERIFERIA AL CORAZN DELESTADO: LA TRANSFORMACIN DE LASFUERZAS ARMADAS

    Uno de los elementos esenciales en la quiebra

    institucional del Uruguay liberal repos en eldeslizamiento de las Fuerzas Armadas, en calidadde actor poltico, desde un tipo de oposicin leal aotro nalmente desleal, siguiendo el clsico modeloformulado por Linz. La actual historiografa tiende asealar cmo la dictadura no fue un acontecimientorepentino, resultado de un golpe de Estado, sinoun proceso germinado desde 1968 que no slono cont inicialmente con el apoyo monoltico delas Fuerzas Armadas, sino que inclusive generdefecciones entre los sectores militares partidariosde la preservacin de un marco constitucional

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    7/17150

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    recin en vigor desde 1967. El proceso poltico, aslas cosas, tuvo su correlato en una corporacincastrense que oscil desde las disputas inicialesentre facciones a la imposicin de los sectorespartidarios del desempeo de un activo papel en lavida pblica, en calidad de soldados-polticos35.

    Selva Lpez Chirico estudi la creciente relevanciade las Fuerzas Armadas a partir de los cambios queperlaron su movimiento desde la periferia del Estadoal corazn del mismo, apuntando la importanciaque desempe en Uruguay la reproduccin de loacontecido a escala latinoamericana, es decir, la

    crisis de modelo desatada en la dcada de 1950,el ascenso de la protesta colectiva de los 60, y lasalida autoritaria de los 70. La creciente autonomay diversicacin de funciones de las FF.AA.,aspectos tambin compartidos a nivel regional36,no impidieron que nuestro caso revista unaparticularidad: la sinergia entre los sectores de lospartidos tradicionales que apelaron a los cuartelesy unos militares que detentando el poder decidieronhacer copartcipes del mismo a algunos civiles37.

    Muchos autores hablaron de injerencia ydeterminacin externa, aunque hoy inferimos, noobstante, que las Fuerzas Armadas no modicaronsus opiniones y actitudes nicamente en funcinde la mediatizacin fornea, principalmentenorteamericana, por ms relevante que fuerael papel de los Estados Unidos a la hora deposibilitar la modernizacin y correcto acomodoal conflicto de tipo asimtrico, antisubversivo,que estas asumieron38. Hevia Cosculluela, dobleagente cubano que trabaj como inltrado en laCIA, brind interesantes informaciones sobre la

    transformacin tcnica e ideolgica vivida en laGuardia Metropolitana, antecedente clave y en ciertamedida premonitorio de lo que ms tarde ocurriraen las Fuerzas Armadas39. Los documentos quecorroboran tales aseveraciones, estudiados porClara Aldrighi40, permiten reconstruir el procesode injerencia que EE.UU., a travs de la CIA y suEmbajada montevideana, protagoniz desde 1964.

    Ms all de esta variable, importantsima ms nodeterminante, la confluencia de dos circunstancias

    sincrnicamente coincidentes result capital. De un

    lado, una vez que las fuerzas policiales dejaron de serartces fundamentales de las labores de represiny contencin las Fuerzas Armadas quedaron enuna situacin de creciente influjo sobre el PoderEjecutivo, hasta el punto de decantar las decisionesdel mismo. De otro lado, la politizacin de lasFuerzas Armadas a lo largo de la dcada de 1960 fueotro aspecto destacadsimo, reconocido incluso porellas mismas41. La prdica anticomunista, facilitadapor el accionar de la izquierda armada y la propiaeducacin de la nueva ocialidad bajo las premisasde la Doctrina de Seguridad Nacional, creciligada al discurso de organizaciones que aunque

    marginales gozaban de posiciones tradicionalesen el seno de la corporacin militar, tornndosehegemnica la corriente intervencionista42. As lascosas, en qu medida lo que los militares dijeronde s mismos y los dems puede ayudarnos arastrear la conguracin de la identidad autoritaria?Cmo interpretaron aquella circunstancia histricapara motivar dicho trnsito y quiebra histrica?

    LA CULTURA POLTICA DELAUTORITARISMO URUGUAYO. CON QULENTES MIRAR LAS FUENTES DE UNADICTADURA?

    Creemos interesante abordar el estudio delautoritarismo desde el mbito de las culturaspolticas, entendindolas en trminos similaresa los que Bernstein defendi, suerte de cdigoque condiciona y limita los comportamientosindividuales compuesto por diversos ingredientes43.

    De entre ellos sobresalen la existencia de unavisin compartida del mundo que magnicaba elenfrentamiento entre democracia y comunismo;una base doctrinaria fcilmente comunicable la necesidad de un orden fuerte que aplacarala anomia; una lectura comn del pasado laautopercepcin de las Fuerzas Armadas comocontinuadoras de la obra de los prceres de laPatria; una determinada visin de la organizaciny papel ideal del Estado una estructura slida,capaz de garantizar el orden pblico y el desarrolloeconmico; un discurso codicado alrededor de

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    8/17151

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    ciertas palabras omnipresentes de alta signicacin,amn de una serie de ritos y smbolos compartidosel tipo de socializacin propia de la corporacinmilitar, su sentido patritico y veneracin romnticahacia ciertas guras del pasado.

    Al igual que ocurre con la memoria44, la ideologa,valores, smbolos, creencias y aspiraciones nofueron algo privativo de uno de los dos litigantes.De hecho la tradicin democrtica de Uruguay noimpidi que el discurso autoritario del rgimencvico-militar disfrutara de ciertos apoyossociales, gracias a una visible socializacin de

    sus argumentos el temor hacia una hipotticaexpansin del comunismo constituy suepicentro en el interior del pas. Partimos pues deun primer supuesto, la existencia de una premisaque a nivel simblico deende la idoneidad de laintervencin quirrgica de los militares en poltica yparalelamente justica y extiende la generalizacinde unas prcticas deudoras del pensamiento militarfrancs y sus tcticas de contrainsurgencia45. Lasclaves inmanentes de esta doctrina reposarana nivel geopoltico en la lgica que enfrentara al

    mundo libre con las pretensiones supuestamenteuniversalistas del comunismo, y a nivel domsticoen la idea de guerra permanente en el seno de lanacin. El peligro de la subversin, adems, apuntalun desplazamiento de la dicotoma Norte-Sur porotra nueva, Este-Oeste, que adems personicabauna lucha absoluta entre el bien y el mal en la queno caba imparcialidad alguna46.

    Al concebir la poltica como como un campoque generaba perniciosas divisiones sociales, ypostular la indiferenciacin entre medios paccos y

    armados, su ideario se erigi en gua para la accin.El carcter psicolgico que segn ciertos tericoscastrenses adquiri la disputa ideolgica requerade medidas que trascendieran la lgica militar, entanto que el n ltimo era el de evitar la captacinideolgica de la poblacin47. Puesto que la luchaera por las mentes y haba que atacar el problemade raz, rasgo denitorio este de la guerra modernaen Amrica Latina, se otorg toda la prioridad alas labores de informacin e inteligencia, nicomedio factible para conocer, entender y aplacar un

    objetivo de contornos demasiado difusos, inltrado

    en toda la sociedad. Es as que se consider que laexistencia del enemigo transcurra en el interior delas formaciones sociales y no fuera del hemisferio,como antes, dotando a las Fuerzas Armadasuna misin concreta, elevada y providencial, lade protagonizar un movimiento tectnico que lasllevara a la centralidad del tablero poltico48. Elanhelo de controlar los resortes del Estado y eliminarlas trabas legales e institucionales se erigieronas en medios tcticos para el cumplimiento de lasupuesta nalidad estratgica de ponerse al serviciodel cumplimiento de unos eclcticamente llamadosobjetivos nacionales: el desarrollo y la seguridad. La

    consecucin de los mismos y el restablecimientode la cohesin espiritual de la nacin requera, porlo tanto, de la supresin de la poltica49.

    Es por ello que creemos fundamental para unacomprensin adecuada del fenmeno autoritario elanlisis de las fuentes emitidas en pleno apogeo delrgimen, tanto por sus condiciones de produccincomo por su lugar de enunciacin. En ellas quedreflejado el imaginario ocial de las FuerzasArmadas, los mviles ideolgicos y morales que

    las guiaron, la autopercepcin que tuvieron comoagentes claves de una impostergable palingenesianacional, y los grandes ejes discursivos quemanejaron para legitimar su desempeo del poder.En denitiva, estas publicaciones hagiogrcashacen posible rastrear lo que precisamentequeremos poner de relieve: su subjetividad.

    Anteriormente avanzbamos la idoneidad deconcebir las culturas polticas concurrentes enel espacio pblico durante esta poca comocomunidades de creyentes que disponan de

    principios, cdigos y conductas sacralizadas quefacilitaban sus recprocas autopercepciones comoredentores enfrentados a un otro simultneamentedemonizado. Las Fuerzas Armadas en generalvivieron su propia etapa de inflacin ideolgica,siendo ms fcil de aprehender en el caso que nosocupa respecto a otros actores dada su propianaturaleza jerrquica, factor este que contribuy aque los mensajes emanados desde arriba fueranaceptados, compartidos o consentidos por lainmensa mayora de quienes conguraban la

    corporacin. Todas las fuentes consultadas, desde

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    9/17152

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    las ociales que desgranamos a continuacinpasando por la semiocial El Soldado, editadatodava por el Centro Militar de Montevideo coninquebrantable continuidad editorial, constatan laexistencia de un argumentario tan reducido comoextraordinariamente uniforme.

    Las condiciones de produccin de estas fuentes,entre los aos 1976 y 1978, fueron posiblementelas de mayor estabilidad interna de la dictadura.Coincidi su emisin con la gran fase represiva,se haba sacado el mximo partido publicitarioa los actos conmemorativos del 125 aniversario

    de la muerte de Artigas50, y se apuntaba hacia elaanzamiento de una nueva institucionalidad. Elprincipal frente entonces abierto era el internacional,vindose impelido el rgimen a dar una respuestabidireccional tanto hacia afuera, la comunidadinternacional, para contrarrestar las denunciasinterpuestas por distintos organismos de defensade los Derechos Humanos, como hacia adentro,la sociedad que encabezaban. Las obras quepodemos designar generales51, y cuyos argumentosdesgranaremos a continuacin, conviven con

    otras de menor entidad con las que compartenun inamovible enfoque en funcin de la nalidadexculpatoria de las mismas52.

    El comunismo como izquierda violenta y

    extranjerizante

    En Testimonio de una Nacin Agredidasus autoresrealizaron una reconstruccin longue dure delperiplo transitado por la izquierda uruguayadesde nales del siglo XIX hasta la aparicin del

    Movimiento de Liberacin Nacional-Tupamaros. Elobjetivo prioritario de su relato era el de evidenciar laexistencia de una guerra interna pues su presencia,entendieron, constitua el leitmotiv que legitimabasu posicin ante unos uruguayos intoxicados porlas mentiras esgrimidas por los organismos deDerechos Humanos. En funcin de ello concedieronenorme peso a la existencia de un potente aparatomilitar ligado al Partido Comunista que nanciado,armado y entrenado desde el extranjero, suponala constatacin emprica aunque nunca llegara

    a utilizarse- que evidenciaba su naturaleza

    violenta53. Para rearmar dicho ADN no dudaronen aportar copiosos ejemplos de incidentes cuyatrascendencia o signicacin real, la mayor de lasocasiones, es ms que cuestionable.

    Obsesiva igualmente fue su voluntad dedesenmascarar su direccin extranjerizante ydependencia hacia una hipottica planicacininternacional de la agresin que tendra pormxima expresin la Conferencia de la OLASen La Habana, momento en que partidos yorganizaciones de izquierda de toda Amrica Latinaacordaron su apuesta por la va armada como

    palanca para el cambio social y poltico54. Aunqueel Partido Comunista no rubric literalmente ladeclaracin, evitando una segura proscripcin,el enjuiciamiento y equiparacin permanenteque de su accin poltica se hizo con la actividaddelictiva, y la facilidad con la que hilaron comosinnimos comunismo y subversin, fueron elquid del sustento ideolgico que pregur larepresin sobre el Partido Comunista. Llama laatencin que esta idea de amenaza, que denota elpeso ascendente y normalizacin poltica de esta

    agrupacin tras el estalinismo, coexista con otranotoriamente contradictoria a nuestro entender:la de su ausencia de apoyo popular, armacinque corroboraran recurriendo al comportamientoelectoral de los uruguayos y su lealtad a los dospartidos tradicionales, incluso tras la irrupcin delFrente Amplio en 197155.

    La guerra moderna y la base exculpatoria de la

    sedicin

    El 9 de septiembre de 1971 tuvo lugar un puntode no retorno en la travesa del Uruguay hacia elautoritarismo: la orden del Ejecutivo de encargar alas Fuerzas Armadas la conduccin de una luchaantisubversiva entonces imposible de aplacar pormedios exclusivamente policiales, a pesar de sumejora tcnica, de entrenamiento y asesoramiento56.La militarizacin de la polica, primero, y la asuncinpor parte del Ejrcito de labores propiamentepoliciales, despus, permiti que ambos cuerpos

    advirtieran en comunin un inaceptable caos

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    10/17153

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    subversivo. As las cosas el nmero de efectivosdel Ejrcito se dispar: si a comienzos de 1969 elaparato militar estaba compuesto de unos 12.000hombres mal pertrechados, en 1970, antes de lamencionada ofensiva contra la guerrilla, tenan21.269 miembros, llegando en 1978 a disponer dehasta 38.54557. Las Fuerzas Armadas y policiales,en denitiva, se transformaron en un sentidodiametralmente opuesto al de las necesidadestcticas de la izquierda armada.

    Como vimos, la existencia de la organizacin delMLN-Tupamaros constituy el principal ariete

    narrativo para legitimar el intervencionismo designo autoritario. Por este motivo fue diseccionadade forma minuciosa empleando testimonios dedetenidos, documentos policiales y los incautadosa la estructura armada desde que asumieran elcontrol de la lucha antisubversiva, en 1971. Toda la2 parte de la obra Las Fuerzas Armadas al PuebloOriental se dedic a analizar las caractersticas yfases por las que atraves hasta llegar a su prcticadesarticulacin y repliegue nal, ya en el exilio58.Segn sus clculos, en el contexto de mayor

    esplendor, hacia abril de 1972, la totalidad de susmiembros venan a suponer unos 4.200 efectivos delos que al terminar la campaa militar, en noviembredel mismo ao, quedaran apenas unos 300, lamayora dedicados a actividades de ndole poltica,no militar. Su incapacidad para reorganizarseevidenci cmo el peligro de la subversin armada,tesis principal para avalar que la institucionalidadfuera imperativamente suspendida por el propioEjecutivo, se tornaba cuanto menos pocooperativa59.

    As las cosas este oxmoron se elev a dogma:el buen hacer de las Fuerzas Armadas motivla derrota sin paliativos de la sedicin en tiemporcord, pero su hipottica reaparicin fundamentabala suspensin de las libertades democrticas ylegitimaba la propia radicalizacin de la represin.La subversin segua latente, dijeron, en tantoque haba aprovechado a su antojo las garantasconstitucionales para inltrarse previamente entodas las facetas de la vida pblica, especialmenteen el sistema educativo. Corresponsables de la

    situacin fueron los partidos tradicionales que con

    su fragmentacin, incapacidad e irresponsabilidad,dejaron a las Fuerzas Armadas como ltimosdefensores de la nacin. Su reiterativa preocupacinpor la cuestin subversiva evidenci que la izquierda,pese a la contradictoria insignicancia que aducenestas fuentes, haba llegado a la conformacin deun bloque social y poltico signicativo que debaser erradicado de raz.

    La apelacin a una democracia militante con unos

    nuevos valores

    Carina Perelli plantea que toda comunidadpoltica precisa para legitimarse ante la sociedadanclar su argumentos en los consensos bsicospreexistentes, quedando libres, sin embargo,para elaborar toda una serie de mitos, doctrinas,discursos60. Esta apreciacin es relevante conocasin de los alegatos que manejamos, dado queestos apelaron recurrentemente al papel que lasFuerzas Armadas jugaron como defensoras de latradicin democrtica y republicana, atribuyendoa su accionar un carcter meramente transitorio

    deudor de la incapacidad de los elementos civilesy el Estado liberal para hacer frente a los lacerantesataques que sufran.

    Es ms, estas fuentes sealaron la continuidadhistrica de su rgimen respecto de lainstitucionalidad democrtica y los valoresinherentes que se le atribuan. A su entender ociales,soldados y policas no hicieron sino defender elorden jurdico-poltico anteriormente vigente frentea los abusos de una izquierda fanatizada. Inclusollegaron ms lejos, al atribuirse el rol de garantes

    de un nuevo tipo ideal de democracia extensiblenicamente a aquellos que respetaran la soberanay tradicin liberal, dejando proscritas a aquellaspersonas que procuraron la destruccin de la una yla otra mediante su colaboracin con la subversin.De este modo se enorgullecieron en armar queel Uruguay rompe frontalmente con las atadurasque hacen de la democracia un sistema polticoequidistante y neutral [] oponiendo el conceptode una democracia recia, militante, imbuida desus propios nes y valores61. A n de cuentas la

    defensa del pluralismo poltico no fue ms que

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    11/17154

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    una nueva artimaa [] que el comunismo empleapara sus nes de conquista ante la inepcia, falta dememoria y la incoherente sensiblera demo-liberalde los pases no-comunistas62.

    Empujados por la historia su revolucin, armabansin rubor, no se apartaba de la tradicin republicanay representativa, dejando entrever que suinstitucionalidad, apenas transitoria, desembocarainevitablemente en una democracia de nuevo tipoen la que los partidos, depurados y organizadosen nuevas estructuras63, respetaran los lmitesimpuestos por el proceso revolucionario de 1973

    una vez que el mismo consumara la restructuracineconmica, moral y social de la nacin. Sin embargo,la actitud tolerante de las mismas demostrada ennumerosas ocasiones, especialmente durante larenuncia forzada de Bordaberry en 1976, cuandoeste quiso prescindir de la gura de los partidostradicionales y las recurrentes promesas dedemocratizacin de sus sucesores, Demichelliy especialmente Aparicio Mndez, quedarondesmentidas por el desarroll una legislacin designicacin evidentemente autoritaria entre 1976

    y 198164

    , ubicada precisamente en las antpodasde la tradicin liberal, abierta y democrtica de lasociedad uruguaya.

    Las Fuerzas Armadas, garantes de los Derechos

    Humanos?

    Otro de los nudos temticos que presiden estaspublicaciones es el referido a la contraposicinconstante de los valores morales que unos y otrossupuestamente encarnaban. Mientras que las

    Fuerzas Armadas poseeran unos valores innatosbasados en la sencillez y austeridad propias de suhumilde origen popular, el sacricio y responsabilidadpara con el pas65, los partidos y sobre todo los deizquierda, con su inefable naturaleza perniciosa,egosta, cobarde e indisciplinada representabanla contracara negativa de tales virtudes. Elcomunismo, zanjan con caricaturesca rotundidad,slo poda crear y nutrir un sistema vaco detoda sustancia humana, que no puede conducirms que a un universo de insectos, sin alma y sin

    contradicciones66

    .

    Es por ello que las Fuerzas Armadas sintieron laobligacin de salir al paso de las acusaciones ydenuncias vertidas en torno a la violacin de losDerechos Humanos en el pas, en tanto que lanalidad oculta de dichas campaas no era otraque la de fragmentar y someter el mundo libre. Nodudaron en armar, no sin ciertas dosis de irona,que Uruguay no tortura, no veja, no maltrata, nohumilla ni al ms abyecto de los criminales. Noconoce, ni sabe, de estas prcticas de horror que,en cambio, son moneda corriente en los pasescomunistas67.

    El desarrollo como eje estratgico y sustrato

    legitimador

    Otra cuestin que ocupaba un lugar destacadoera la necesidad de evidenciar el pragmatismode su accin de Gobierno, mediante la divisindicotmica en dos tiempos polticos distintoscon necesidades diferentes: el del desarrollo y laprioridad en materia econmica se prolongarahasta 1980; mientras el especcamente

    institucional, el del camino hacia la devolucin de lasoberana a los ciudadanos mediante su concursoen las urnas, se abrira desde entonces, aunque sinconcretar fechas ni condiciones. Con maniestavoluntad exculpatoria sealaron el difcil contextointernacional impuesto por el estallido de la crisisdel petrleo y el subsiguiente proceso inflacionario,junto a las limitaciones de una burocracia inecaz,como corresponsables de la prdida de parte desu prestigio entre la ciudadana68. Prevean en elmomento de emisin de estas fuentes el fracasode su accionar en el que supuso su segundo pilar

    ideolgico tras la Seguridad Nacional?

    Ellas mismas indicaron la continuidad del programade ajuste liberal, si bien desde 1978 este debiradicalizarse ante las dicultades que la situacinmacroeconmica comenz a evidenciar69. Dehecho, armaron que su gestin mantuvo lasgrandes directrices ya trazadas de fomento de lasexportaciones, reduccin de la participacin delEstado y construccin de obras de inters estratgico,poniendo as en tela de juicio la utilidad de los

    tradicionales polticos profesionales. Sin duda esta

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    12/17155

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    armacin era una forma sencilla, quiz demaggica,de despachar las primeras protestas pblicas de losmiembros de los partidos tradicionales.

    Hacia un nuevo Estado Oriental

    Una de las grandes apuestas ideolgicas delrgimen descans en la consolidacin de unamstica nacionalista entre la poblacin, entendidacomo parte prioritaria del combate antisubversivo ycimiento sobre el que erigir el nuevo Uruguay. Estaetapa, coincidente con la de mayor represin, fue la

    de mayor apogeo de la poltica cultural del rgimenmediante la manipulacin de las celebraciones, elcontrol total sobre prensa y educacin, la explotacinpropagandstica del deporte, y la instrumentalizarondel espacio pblico mediante la creacin de nuevoslugares de memoria y exaltacin patritica70, todasellas esferas capitales dentro de esa especie derenacionalizacin autoritaria que ayud a que elrgimen tuviera cierta aceptacin entre la poblacin71.

    Los omnipresentes conceptos Revolucin,

    Refundacin, o nuevo Uruguay fueronsignicantes destacados a la hora de imaginarla comunidad -que dira Anderson72- y dotarla depotencialidad poltica en un sentido prospectivo.Al mismo tiempo la evocacin de fechassimblicamente representativas ocup un espaciofundamental en lo ritual, pues vinculadas al Ejrcito,al prcer Artigas, o a los 59 asesinados a manos dela subversin fueron vitales para crear y mantenerla cohesin interna de las Fuerzas Armadas73,por ms que fuera un drama del que el pueblo,mayoritariamente, no participaba.

    CONCLUSIONES Y BREVES APUNTESFINALES

    A lo largo del presente artculo hemos intentadopenetrar en los grandes ejes argumentativoscontenidos en las fuentes ociales del autoritarismouruguayo como medio de entender la relacin quela corporacin castrense mantuvo con la realidad.

    A tal efecto subrayamos que la mdula doctrinalde su relato repos y reposa todava hoy en labase exculpatoria de la sedicin como leitmotivlegitimador de su intromisin en la vida civil, puesal establecimiento de una causa le acompaabacomo efecto necesario la irrupcin de las FuerzasArmadas como rbitro poltico. Esta idea deamenaza, tan comn en el discurso autoritario anivel regional, llev a que el estamento castrensese autoerigiera a su vez en supuesto depositario delos intereses fundamentales de la nacin: el orden,la democracia, y el desarrollo econmico. Contodo, las posibilidades de institucionalizacin de la

    dictadura se vieron menoscabadas no slo por laexistencia de una inclume tradicin democrticay el peso simblico de unos partidos slidamenteasentados a los que la ciudadana atribua lalegitimidad de la representacin, sino por el propiohecho de que el argumento que haca hincapi enla subversin como causa de la cancelacin de lademocracia se mostr tiempo despus inoperante,tal como corrobor el fracaso del plebiscito de 1980.

    Durante el rgimen se oper un proceso de

    recomposicin del campo poltico por el cual ala deslegitimacin creciente de los elementosciviles partidarios de la dictadura en el seno de lasagrupaciones tradicionales habra que sumar elascenso paralelo de aquellos otros que precisamentehaban sido proscritos: el batllismo tradicional delPartido Colorado, su faccin ms inequvocamenteliberal, y el sector del Partido Nacional liderado porWilson Ferreira Aldunate, una de las voces msautorizadas y crticas del exilio en las denuncias alrgimen. Estos, sin duda, son factores relevantesa la hora de entender el fracaso del modelo que

    quisieron erigir, y la apertura, tortuosa, lenta yconflictiva, que desde entonces se inaugur hacia lademocratizacin y el restablecimiento del sistemade partidos. As las cosas, creemos que esteconstituye otro factor aadido, importantsimo, ala hora de entender el escaso peso que hoy tieneen el espacio pblico la cultura poltica, acasosubcultura?, del autoritarismo uruguayo.

    Sin embargo consideramos imprescindibleaadir otra de la que interpretamos como causas

    principales de por qu el discurso autoritario, y la

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    13/17156

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    comunidad poltica que este aliment, fue incapazde reproducirse y perpetuarse en el campo polticocomo actor influyente a largo plazo: el conocimientode la vulneracin sistemtica de los DerechosHumanos por parte del rgimen, y el viraje que elloimprimi en el mbito poltico. Una vez formuladaslas primeras denuncias desde el exilio poltico,a las cuales siguieron las labores desarrolladaspor Amnista Internacional y otros organismosdestacadsimos como ACNUR, la Organizacinde Estados Americanos, la ONU, la ComisinInteramericana de Derechos Humanos e incluso elSenado norteamericano, se fue socializando entre

    la poblacin un sentimiento de reprobacin hacia laarbitrariedad y conculcacin de las libertades mselementales.

    Del mismo modo la asuncin y apropiacin deldiscurso de defensa de los Derechos Humanospor parte de una izquierda que habiendo sufrido elgrueso de la represin abandon su previa inflacinideolgica imprimi un cambio profundsimo en lasrelaciones polticas que se daban en el seno de lasociedad uruguaya, si bien durante la dictadura el

    peso especco del Frente Amplio, y la izquierda engeneral, fue apenas testimonial. Hoy asistimos a ladefensa generalizada que todos los actores polticoshacen de los Derechos Humanos, individualesy colectivos, las instituciones democrticas y elpluralismo, inclusive aquellos que en un pasado

    reciente, respondiendo a las notas predominantesde la poca, entendieron respectivamente quela fuerza era el instrumento imprescindible paralograr la transformacin o la preservacin, en elcaso que nos ocupa de la sociedad. Todos estoscambios creemos que son relevantes a la hora decomprender el declinar poltico del autoritarismoy por qu este apenas consigui reproducirse enel tiempo, ms all de lo meramente epidrmico ytestimonial. La continuidad discursiva, inamovible,de ciertos sectores militares es todava hoy algopalpable, pero no cabe duda que el diagnsticoque hicieron de la inevitabilidad de un futuro juicio

    histrico favorable no ha sido acompaado por eldevenir posterior.

    Para concluir quisiramos manifestar nuestrasesperanza en haber conseguido acercar a los lectoresy lectoras algunas de las que consideramos clavesfundamentales para hacer inteligible lo acaecido,ms cuando contina teniendo un peso simblicotan importante sobre la sociedad uruguaya, suvida poltica y acadmica. Del mismo modoesperamos haber suscitado el inters por adentrar

    en el estudio de un pas que por sus dimensiones,peso demogrco, y comparativamente menormortandad durante el rgimen autoritario respecto alos casos chileno y argentino, ha quedado en buenamedida oculto a los investigadores extranjeros engeneral, y europeos en particular.

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

    NOTAS

    1Felipe AGERO, y Eric HERSHBERG, Las Fuerzas Armadas y las memorias de la represin en el Cono Sur en FelipeAGERO y Eric HERSHBERG (comps.), Memorias militares sobre la represin en el Cono Sur: visiones en disputa endictadura y democracia.Madrid, Siglo XXI, 2005, pp. 1-34.

    2Alfred STEPAN, Repensando a los militares en poltica. Cono Sur: un anlisis comparado.Buenos Aires, Sudamericana/

    Planeta, 1988, pg. 32.

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    14/17157

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

    3 Guillermo ODONNELL, El estado burocrtico autoritario. Triunfos, derrotas y crisis. 2 Ed., Buenos Aires, Editorial deBelgrano, 1996, pp. 4-6.

    4Norbert LECHNER, La democratizacin en el contexto de una cultura postmoderna, en Norbert LECHNER, (compilador),Cultura poltica y democratizacin. Santiago de Chile, CLACSO-FLACSO-ICI, 1987, pp. 253-262.

    5Juan LINZ, La quiebra de las democracias. Buenos Aires, Alianza Estudio, 1991.

    6Beatriz SARLO, Tiempo pasado: cultura de la memoria y giro subjetivo. Una discusin.Buenos Aires, Siglo XXI, 2005, pp.9-26.

    7Robin COLLINGWOOD, Idea de la Historia.Mxico, Fondo de Cultura Econmica. 1952, pg. 323.

    8Carlos REAL DE AZA, Partidos, poltica y poder en el Uruguay. 1971 -coyuntura y pronstico-. Montevideo, Universidadde la Republica, Facultad de Humanidades y Ciencias, Departamento de Publicaciones, 1988, pg. 22.

    9Guillermo ODONNELL, El estado burocrtico autoritario op. cit., pp. 47-59.

    10Ibd., pp. 60-62.

    11Para cotejar el peso de los uruguaylogos vase Aldo MARCHESI, Vania MARKARIAN, lvaro RICO y Jaime YAFF,Pensar el pasado reciente: antecedentes y perspectivas, en Aldo MARCHESI, Vania MARKARIAN, lvaro RICO y JaimeYAFF (compiladores), El Presente de la Dictadura. Estudios y reflexiones a 30 aos del golpe de Estado en Uruguay.Montevideo, Trilce, 2004, pp. 5-32.

    12 Vase la influyente obra del britnico Henry FINCH, Historia econmica del Uruguay contemporneo. Montevideo,Ediciones de la Banda Oriental, 1980.

    13Martin WEINSTEIN, Uruguay: Democracy at the Crossroad.Boulder, Colorado, Westview, 1988.

    14Leslie BETHEL (ed.), Historia de Amrica Latina. Vol. XV. El Cono Sur desde 1930.Barcelona, Crtica, 2002, pp. 171-173.

    15 Gerardo CAETANO y Jos RILLA, Breve Historia de la Dictadura (1973-1985). 2 Edicin, Montevideo, Grupo Editor/Ediciones de la Banda Oriental, 1998, pp. 13-14.

    16Juan RIAL, Los militares en tanto partido poltico sustituto frente a la redemocratizacin.Montevideo, CIESU, 1985.

    17Juan RIAL, El imaginario social: los mitos polticos y utopas en el Uruguay: Cambios y permanencias durante y despusdel autoritarismo. Montevideo, Centro de Informaciones y Estudios del Uruguay, 1986.

    18Carina PERELLI, Someter o convencer: el discurso militar.Montevideo, CLADE-Ediciones de la Banda Oriental, 1987.

    19 Selva LPEZ CHIRICO, Estado y Fuerzas Armadas en el Uruguay del siglo XX. Montevideo, Ediciones de la BandaOriental, 1985.

    20Marcelo VIAR y Maren VIAR, Fracturas de memoria. Crnicas para una memoria por venir.Montevideo, Trilce, 1993.

    21lvaro RICO (coord.), Investigacin Histrica sobre detenidos-desaparecidos. Montevideo, IMPO, 2007, 5 volmenes;y lvaro RICO (coord.), Investigacin histrica sobre la dictadura y el terrorismo de Estado en Uruguay (1973-1985).Montevideo, Universidad de la Repblica- Consejo Sectorial de Investigacin Cientca, 2008, 3 volmenes.

    22V. gr: Clara ALDRIGHI, La izquierda armada. Ideologa, tica e identidad en el MLN-Tupamaros. Montevideo, Trilce, 2001.Gerardo LEIBNER, Camaradas y compaeros. Una historia poltica y social de los comunistas del Uruguay. Montevideo,Trilce, 2011. Eduardo REY TRISTN, La izquierda revolucionaria uruguaya, 1955-1973. Sevilla, CSIC/ Escuela de EstudiosHispano-Americanos/Universidad de Sevilla/Diputacin Universidad de Sevilla, 2005. MARKARIAN, Vania,El 68 uruguayo.El movimiento estudiantil entre molotovs y msica beat.Bernal [Argentina], Universidad Nacional de Quilmes, 2012.

    23Silvia DUTRNIT (coord.), El Uruguay del Exilio. Gente, circunstancias, escenarios.Montevideo, Trilce, 2006.

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    15/17158

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

    24Aldo MARCHESI, El Uruguay inventado: la poltica audiovisual de la dictadura, reflexiones sobre su imaginario.Montevideo,Trilce, 2001.

    25lvaro RICO (compilador), Uruguay: cuentas pendientes. Dictadura, memoria y desmemorias. Montevideo, Trilce, 2005.

    26Gerardo LEIBNER, Camaradas y compaeros op. cit., pp. 93, 94, 281.

    27Norbert LECHNER (compilador), La democratizacin en el contexto de una cultura postmoderna, en Cultura poltica ydemocratizacin, op. cit., pp. 253-262.

    28Ana DE GIORGI, Las tribus de la izquierda en los 60: bolches, latas y tupas. Comunistas, socialistas y tupamaros desde lacultura poltica. Convencin [Uruguay], Fin de Siglo, 2011.

    29Julio ARSTEGUI, Violencia, sociedad y poltica: la denicin de la violencia, enAyer, 13 (1994), pp. 17-55, pag.19.

    30David RAPOPORT, Four Wawes of Modern Terrorism, en Anthropoetics, The Journal of Generative Anthropology, 8

    (2002), pp. 46-73. Disponible en: http://international.ucla.edu/media/les/Rapoport-Four-Waves-of-Modern-Terrorism.pdf.

    31Para indagar en dicha cuestin desde un punto de vista terico y calibrar su evolucin a lo largo de la historia vase,como botn de muestra, la obra de Sidney TARROW,El poder en movimiento. Los movimientos sociales, la accin colectiva

    y la poltica. Madrid, Alianza Editorial, 1997. Igualmente para un anlisis del estado de la cuestin sobre los estudiosdel terrorismo como recurso tctico recomiendo la lectura del reciente artculo de Eduardo GONZLEZ CALLEJA, Lasciencias sociales ante el problema del terrorismo, enVnculos de Historia, 3 (2014), Revista del Departamento de Historiade la Universidad de Castilla la Mancha, pp. 122-143. Disponible en: http,//vinculosdehistoria.com/index.php/vinculos/article/view/111/106.

    32Arturo PORZECANSKI, Uruguays Tupamaros. The Urban Guerrilla.Nueva York, Praeguer Publishers, 1973, pp. 27-32.REY TRISTN, Eduardo, La izquierda revolucionariaop. cit., pp.133-136.

    33Eduardo REY TRISTN, (dir.), Memorias de la violencia en Uruguay y Argentina: golpes, dictaduras, exilios (1973-2006).Santiago de Compostela, Universidad de Santiago de Compostela, 2007, pp. 31-50.

    34Eduardo REY TRISTN, (dir.), Memorias de la violencia en Uruguay y Argentina... op. cit. , p. 47.

    35Juan RIAL ROADE, Las Fuerzas Armadas: soldados-polticos garantes de la democracia? Montevideo, CIESI/CLADE,Ediciones de la Banda Oriental, 1986.

    36Augusto VARAS,La poltica de las armas en Amrica Latina. Santiago de Chile, FLACSO, 1988, pg. 14.

    37 Ismael CRESPO MARTNEZ, Crisis y transformaciones de las relaciones polticas en Uruguay. Un anlisis delcomportamiento de los actores en los procesos de cambio de rgimen poltico. Universidad Complutense de Madrid/Instituto Universitario Ortega y Gasset, Madrid, 1994, pp. 65-69. [Tesis doctoral]

    38Rex HUDSON y Sandra MEDITZ, Uruguay a country study.Washington, Library of Congress, 1992, pp. 208-212.

    39Hevia COSCULLUELA, Pasaporte 11333: ocho aos con la CIA.La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1978, pp. 38-39.

    40cf. Clara ALDRIGHI, La intervencin de Estados Unidos en Uruguay (1965-1973): El caso Mitrione. Montevideo, Trilce,2007.

    41JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE, Las Fuerzas Armadas al Pueblo Oriental, Tomo II: El proceso poltico. Montevideo,Fuerzas Armadas Uruguayas, 1978, pg. 297

    42Juan RIAL ROADE,Las Fuerzas Armadas op. cit.,pp. 19- 27.

    43Serge BERSTEIN, A cultura poltica, en Jean-Pierre RIOUX y Jean Franois SIRINELLI, Para uma histrica cultural,Lisboa, Editorial Estampa, 1998, pp. 349-363.

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    16/17159

    CUADERNOS IBEROAMERICANOS. REVISTA DE HISTORIA Y COMUNICACIN (CIHC) I EL EXILIO ESPAOL REPUBLICANO I NM. 1 - AO 2015

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

    44Aldo MARCHESI, Guerra o Terrorismo de Estado? Recuerdos enfrentados sobre el pasado reciente uruguayo, enElisabeth JELIN (compiladora), Las conmemoraciones: las disputas en las fechas in-felices.Madrid, Siglo XXI, 2002, pp.

    101-148.

    45Roger TRINQUIER,La guerra moderna.Buenos Aires, Editorial Rioplatense, ca.1975. General Andr BEAUFR,Estrategiade la accin. Buenos Aires, Editorial Pleamar, 1978.

    46Joseph COMBLIN, La doctrina de Seguridad Nacional, en Joseph COMBLIN y Alberto METHOL FERR, Dos ensayossobre Seguridad Nacional.Santiago de Chile, Vicara de la Solidaridad, 1979, pg. 32.

    47 Buenaventura CAVLIGIA CAMPORA, Ps-P Psicopoltica. Verdadera dimensin de la guerra subversiva. Montevideo,Ediciones Azules, 1974.

    48Selva LPEZ CHIRICO,Estado y Fuerzas Armadas op. cit., pg. 134

    49Guillermo ODONNELL, El estado burocrtico autoritarioop. cit., p.97.

    50Cfr. Isabella COSSE y Vania MARKARIAN, 1975: Ao de la Orientalidad. Identidad, memoria e historia en una dictadura.Montevideo, Trilce, 1996.

    51Passim, JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE Las Fuerzas Armadas al Pueblo Oriental. Vol. I., La Subversin.Montevideo,Fuerzas Armadas Uruguayas, 1976; COMANDO GENERAL DEL EJRCITO, Testimonio de una nacin agredida. Montevideo,Comando General del Ejrcito, 1978; JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE,Las Fuerzas Armadas al Pueblo Oriental, TomoII, op. cit.; MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES, Los Derechos Humanos en Uruguay. Respuesta del Gobierno alinforme de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, de fecha 24 de mayo de 1977. Montevideo, Ediciones delInstituto Artigas del Servicio Exterior, 1977.

    52DIRECCIN NACIONAL DE INFORMACIN E INTELIGENCIA, UJC, escuela de comunismo. Universidad de la Repblica,Divisin Publicaciones y Ediciones, 1977.

    53Una visin alternativa, respecto a cmo la existencia de este aparato militar impidi entre otras cosas que miles dejvenes engrosaran las las de la izquierda armada, en Hugo CORES, Uruguay hacia la dictadura (1968-1973). La ofensivade la derecha, la resistencia popular, y los errores de la izquierda.Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental, 1999, pg.17.

    54COMANDO GENERAL DEL EJRCITO, Testimonio de una nacinop. cit., pp. 65-82.

    55Ibd., pp. 21-22.

    56Clara ALDRIGHI, El programa de asistencia policial de la AID en Uruguay (1965-1974), enEstudos Ibero-americanos, vol.34, N1 (2008), Pontifcia Universidade Catlica do Rio Grande do Sul [Brasil], pp.181-204. En: http://revistaseletronicas.pucrs.br/ojs/index.php/iberoamericana/article/view/4531 [Consultado a 30/10/2014].

    57Juan RIAL ROADE, Las Fuerzas Armadas op. cit., pg. 25.

    58JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE, Las Fuerzas Armadas, Tomo I, op. cit. pg. 372 y ss.

    59Ibd., pp. 382-388.

    60Carina PERELLI, Someter o convencer... op. cit.,p. 11.

    61JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE, Las Fuerzas Armadas, Tomo II, op. cit., pg. 191

    62JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE, Las Fuerzas Armadas, Tomo I, op. cit.,pp.117-118.

    63JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE, Las Fuerzas Armadas, Tomo II, op. cit.pp. 298 y ss.

    64Ibd., pp. 400 y ss.

  • 7/24/2019 Luis Eduardo Dufrechou Bermoln: Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    17/17

    Crisis liberal en Uruguay: violencia poltica y autoritarismo (1967-1985)

    Luis Eduardo Dufrechou Bermoln

    65JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE, Las Fuerzas Armadas, Tomo II, op. cit, pg. 359.

    66JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE, Las Fuerzas Armadas, Tomo I, op. cit., pg. 37.

    67JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE, Las Fuerzas Armadas, Tomo II, op. cit.pg. 408.

    68Ibd., pp. 290-291.

    69Jaime YAFF, Proceso econmico y poltica econmica durante la dictadura (1973-1984) en Carlos DEMASI, AldoMARCHESI, Vania MARKARIAN, lvaro RICO y Jaime YAFF, La dictadura cvico-militar. Uruguay 1973-1985. Montevideo,Ediciones de la Banda Oriental-Centro de Estudios Interdisciplinarios Uruguayos, 2009, pp. 129-136.

    70 Aldo MARCHESI, Una parte del pueblo uruguayo feliz, contento y alegre. Los caminos culturales del consensoautoritario durante la dictadura, en Carlos DEMASI, Aldo MARCHESI, Vania MARKARIAN, lvaro RICO y Jaime YAFF, Ladictadura cvico-militar op. cit., pg. 357.

    71Ibd. pg. 331.

    72 Benedict ANDERSON, Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusin del nacionalismo. Mxico,Fondo de Cultura Econmica, 2006.

    73Carina PERELLI, Someter o convencer op. cit., pg. 21.