Luces Entre Las Lomas de Báguanos

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Luces entre las lomas de Báguanos: perpetuando una leyenda y dando a luz atisbos de un nuevo mito. Ing. Ivan Rodríguez López «Grupo de Cultura» En los campos cubanos son comunes las leyendas sobre luces y otras apariciones similares que, en su mayoría, comparten un argumento común. Estas elucubraciones colectivas tienen sin lugar a dudas su antecedente ―o al menos su par― en el viejo continente, pasando al imaginario popular del cubano a través de los procesos migratorios que aportaron no solo buenos cultivadores de la tierra sino un sinnúmero de creencias heterodoxas que sobreviven en nuestra contemporaneidad. Así la primera noticia de renombre de esta clase de apariciones, la luz de Yara, fue interpretada por algunos, temerosos de la ira del buen Dios, como el espíritu del cacique Hatuey, inmolado en la hoguera inquisitorial por los colonizadores españoles. Otras voces llegan desde distintos puntos de la geografía nacional ―en especial del oriente― que dan fe de fenómenos nocturnos semejantes asociados a revelaciones de dineros enterrados, casi siempre pagaderos con sangre. Todo pueblo del interior que se respete tiene al menos una leyenda campesina que gira alrededor de una luz con similares pretensiones. Báguanos no es la excepción.

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Luces entre las lomas de Bguanos: perpetuando una leyenda y dando a luz atisbos de un nuevo mito.Ing. Ivan Rodrguez Lpez Grupo de CulturaEn los campos cubanos son comunes las leyendas sobre luces y otras apariciones similares que, en su mayora, comparten un argumento comn. Estas elucubraciones colectivas tienen sin lugar a dudas su antecedente o al menos su par en el viejo continente, pasando al imaginario popular del cubano a travs de los procesos migratorios que aportaron no solo buenos cultivadores de la tierra sino un sinnmero de creencias heterodoxas que sobreviven en nuestra contemporaneidad.

As la primera noticia de renombre de esta clase de apariciones, la luz de Yara, fue interpretada por algunos, temerosos de la ira del buen Dios, como el espritu del cacique Hatuey, inmolado en la hoguera inquisitorial por los colonizadores espaoles. Otras voces llegan desde distintos puntos de la geografa nacional en especial del oriente que dan fe de fenmenos nocturnos semejantes asociados a revelaciones de dineros enterrados, casi siempre pagaderos con sangre. Todo pueblo del interior que se respete tiene al menos una leyenda campesina que gira alrededor de una luz con similares pretensiones. Bguanos no es la excepcin.

El actual poblado de Bguanos tiene sus orgenes en el corral homnimo fundado en las cercanas por Juan Bermdez de Castro hacia 1755, sitio de tierras realengas abrazadas por dos ramas de las lomas de Maniabn que se abren al valle de Nipe hacia el noreste y hacia el sur, en lo que se consagrara ms tarde como Bguano Viejo. Un poco hacia el suroeste se encuentran unas pequeas elevaciones dentro de las que destaca una loma conocida como El Piojillo. Sus primeros pobladores, campesinos pobres algunos de origen espaol, se asentaron en el lugar poco despus de la expansin del poblado azucarero que se fund en 1917, provenientes de los cercanos asentamientos de Manantialito y Rejondn, ambos con historia habitable desde la poca colonial.

Desde que llegaron los hombres a El Piojillo hasta el da de hoy, el mito de una luz verde que recorre por las noches sus oscuros vericuetos ha corrido de boca en boca hacindose legendario. Antiguos vecinos ausentes del lugar y otros nuevos que conviven all dicen haber visto la luz, incluso en fecha reciente.

Los primeros que la vieron, segn tengo entendido, fueron mis bisabuelos paternos por parte de su madre, don Jos (Pepe) Cspedes, natural de Manantialito y doa Rosa (Rosita) Martnez, natural de Ro Cauto. Mi abuelo Roberto hijo de espaoles provenientes de Bilbao, don Pedro Rodrguez y doa Avelina Simn, quienes se haban establecido en Bguanos a inicios de la dcada de 1920 se haba mudado a El Piojillo tras casarse con mi abuela Julia Cspedes Martnez, a mediados de la dcada de 1940, quien viva all con sus padres y hermanos.

Cuentan que la luz sala todas las noches, a veces temprano, otras veces bien avanzada la noche, del tronco de un roble guayo que haba en un extremo de la lomay descenda por una caada seca hasta el frente de la casa de mis abuelos. La luz, verde como de cocuyo, a medida que avanzaba en sentido oeste-este se haca cada vez ms grande, y continuaba hasta otro extremo de la loma donde haba un viejo pozo abandonado, sumergindose as en las entraas de la tierra.

Dicen mis abuelos que Pepe haba recibido supuestamente de la luz a travs de un sueo la revelacin de un dinero y loza enterrados en la finca, en las cercanas de la casa de donde extraan tierra blanca para pulir el piso. En los alrededores se podan ver varias tumbas sealizadas con cruces de madera, sobre cuyas parcelas crecan plantas de lirios, probablemente excavadas all desde tiempos de las guerras por la independencia. Mi bisabuelo cav all donde le dijeron y, como mismo haba visto en el sueo, encontr enterradas tres estacas de una madera dura, pero nunca encontr el tesoro.

Muchos ms la vieron y recuerdan el suceso como atemorizante, an aquellos menos supersticiosos. De este modo una noche mi abuelo Roberto, quien regresaba solo del batey, vio a lo lejos el verdoso resplandor y apur el paso con tal de llegar a la casa antes que lo alcanzara la luz. No corri con suerte en esa ocasin pues, justo antes de llegar a la caada, la luz se le atraves en el camino. Se qued all paralizado hasta que el fenmeno se perdi en el monte. Dice que fue tan grande el susto que se le par hasta el ltimo pelo de bueno, ya se imaginan.

Otro episodio de miedo cuenta mi ta abuela Magali, hermana de Julia, sobre la misteriosa aparicin. Suban cierta noche, an ella muy joven, junto a su hermano Ren y sus tos por parte de madre Cachita y Mem (ambos de Cauto) cuando vieron a lo lejos una luz frente a la casa. Mira, mam todava est despierta! dijo Magali a sus acompaantes. Esto era algo muy raro, pues los viejos se acostaban bien temprano como se acostumbra en el campo. La luz se vea justo en el portal de la casa, frente a la puerta, como si se tratara de un candil encendido esperando a los fiesteros. Tras bajar una pequea lomita y ascender nuevamente ya haba desaparecido. Mam ya se acost! dijo la joven entonces. Al llegar a la casa inquirieron a Rosita si se acababa de acostar, pero esta les asegur que no, que se haba ido a dormir bien temprano, como de costumbre. Los recin llegados enseguida se helaron al percatarse que haba sido la atemorizante luz lo que haban visto esperar por ellos frente a la casa. Los hermanos mayores haban visto frente a la cama de Magali la luz en otras ocasiones.

Totalmente trastornada qued en otra ocasin la esposa de otro pariente que tena su humilde vivienda en otra elevacin cercana desde la que se divisaba la casa de mis abuelos. Estaba la seora sola una noche cuando vio como si la saludaran desde la casa de sus compadres, agitando una luz. Enseguida respondi cortsmente encendiendo un mechn, mecindolo del mismo modo. Cul no sera su sorpresa cuando, conmovida por la rapidez de su movimiento, se percat que la luz que la saludaba no provena de la casa de los parientes de su marido, sino de las entraas de la noche. En lugar de seguir su recorrido habitual, la luz se abalanz en crescendo hacia la casa de la mujer quien, despavorida, se encerr a cal y canto y entre gritos y rezos sufri una tortura china interminable hasta las primeras horas de la maana.

Toda la familia termin por mudarse al pueblo a inicios de la dcada de 1960. Otros coterrneos que an viven por aquellas alturas aseguran todava se ve la luz verde tanto en las noches ms claras como en las ms oscuras. El famoso botn inclusive ha sido revelado a una mujer ms que sepamos en contadas ensoaciones, pero nadie se ha atrevido a tentar lo desconocido por temores supersticiosos.

La razn de la negativa de muchos de ir en la bsqueda del tesoro de la luz de El Piojillo est en la leyenda popular transmitida de generacin en generacin entre los vecinos del lugar, y que les cuento aqu del mismo modo en que la he escuchado:

En tiempos de antao, cuando los bosques cubran an las frtiles tierras del valle gobernado una vez por el cacique Bguano, inmolado ante el colonizador espaol en defensa de su tierra y su gente, un codicioso encomendero que haba hecho fortuna del maltrato al aborigen en los lavaderos de oro, hua junto a sus dos hermanos hacia el sur rumbo a Bayamo desde las altas tierras de Alcal. Temerosos por sus vidas y bienes materiales, los viles hombres ponan tierra de por medio entre ellos y un grupo de indios alzados conocido como Los Veintiuno, que haban jurado terminar con sus abusos. Veintiuno efectivamente eran aquellos temerarios que haban causado estragos en cuanta merced encontraban a su paso entre el lomero, y pintaban sus caras y cuerpos con roja bija a la usanza de sus antecesores libres para infundir pavor a los cristianos.

Auxiliados por algunos negros e indios en el transporte de sus posesiones ms preciadas, los seores que se sentan perseguidos al atravesar el primero ro se encomendaron a Dios y en maniobra evasiva iniciaron el ascenso de una pequea pero fragosa elevacin a la izquierda del camino. Tras alcanzar cierta distancia rompiendo monte, los esclavos se negaron a continuar, presa del cansancio.

Aterrados de ser sorprendidos por los alzados y con la intencin de continuar a toda marcha, obligaron a los esclavos cavar un foso profundo en el que colocaron todas sus posesiones de valor consistente en abundante oro, plata y loza. Acto seguido dispararon a boca de jarro a los infieles y los enterraron all, sobre el tesoro. Cada uno clav a ras de tierra una vara de jige prieto para sealizar el sitio y poder recuperar sus pertenencias a su regreso en condiciones menos hostiles.

A penas haban avanzado unas decenas de metros cuando fueron sorprendidos por la banda de Los Veintiuno, quienes se apresuraban en su caza en las cercanas y haban sido alertados de la presencia hostil por los disparos. Sin poder hacer resistencia, los hermanos fueron atados y ahorcados en aquel lugar, a la sombra de un pequeo roble guayo. Sus cuerpos fueron amarrados a los caballos, los cuales fueron pintados de rojo como seal de autora por parte de los alzados, y arrastrados loma abajo. Las bestias fueron encontradas varios das despus, abrevando en las mrgenes del ro con los restos de sus amos, por unos vecinos de Alcal, los cuales les creyeron estancieros ultimados y dieron alerta del hecho a las autoridades. De los alzados, 13 fueron ms tarde capturados y ajusticiados, pero el resto, 8, se perdieron en la noche del tiempo, invictos entre el lomero.

Desde entonces los atormentados espritus de los tres hermanos salen cada noche desde el lugar de su ultimacin en forma de luz verde, como de cocuyo, recorriendo el camino de regreso hasta el tesoro, pero no pudiendo acceder a l, continan su marcha hasta una fuente cristalina otrora superficial en el afn de saciar la sed y lavar los terribles pecados perpetrados en aquel lugar.

Los esclavos muertos acuden a las almas buenas de los alrededores para ofrecerles el tesoro, pero el espritu verde y codicioso de los espaoles atemoriza a todo el que pretende hacerse del botn, impidiendo que lleguen hasta l. Sangre con sangre. Si se entierra con sangre, solo se saca con sangre. As repite la luz en las fantasas nocturnas de los afortunados.

Del mismo modo repite el lugareo supersticioso que pretende apoderarse antes que el resto del mundo de la fortuna que guarda la luz verde en la loma de El Piojillo.

Yo nunca he pernoctado por aquellos lares, mucho menos recibido el tesoro en sueos de manos de los aparecidos. A su defecto en lejanas tierras una mdium me ha contado de una luz en mis predios, que no es blanca!, y que guarda rica fortuna de la cual ser cierto y nico conquistador un da. Tendr que ir y ver para creer, como cierta vez cuando vi una luz entre las lomas de Salazar!, pero esa es ya otra historia que deber contarse en su justo momento.