Lsf autoridad favoritismo. sanguinolenta. -...

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La libertad do lmpranta no tiene mis limitas que «I respeto á lavida privada, la moral y i la pai pública.—AH. 7 ° da Constitución. t Periódico Independiente de combate. Director: RICARDOFLORES MAGON. Cuando la República pronuncia au voz soborana, BorA forzoso aomolorao dimitir.—GAMBETTA. ' , Jefe de Juan Sarabia. AÑO L—sa ÉPOCA. OFKCIISAOi 50S W.Nueva Strecí. P. O. Box, 113¿.-©1U IMione. 38&-SR. SAN ANTONIO, TEX. E. V A.—Diciembre 24de 1904 Administrador: Enrique Flores Magon TOMO III -No 8 Lsf autoridad •' sanguinolenta. •!><• El termino de la Dictadura. En los países donde la autoridad es la expresión de la voluntad po- pula^ se observa que las relaciones entre la autoridad y el pueblo son cordiales, porque la autoridad se preocupa por dejar satisfecho al pueblo, á quien debe su poder, y de quien recibirá en todo caso el pre- mio 6 el castigo á que se haga acree- dora según que sus actos sean bue- nos ó malos. En esos venturosos países, la au- toridad se esfuerza por granjearse la buena v> voluntad de los goberna- dos, procurando ser justiciera, dan- , doácada uno lo que le corresponde, protegiendo al débil de lasferocida- "des del fuerte, velando por la vida, la tranquilidad y los bienes de la co- lectividad. Cumpliendo esa misión la autoridad se fortalece, se presti- gia, se hace respetable y se la ama como á un padre que procura el , bienestar de su familia. Pero cuando como en nuestra des- venturada Patria la autoridad no es la expresión de la voluntad po- pular, sino la representación del or- gullo personal llegado al mando por la violencia-y por la sangre, las re- laciones cordiales entre goBernan- tes y gobernados no existen, como -no pueden existir cariñosas"relacio- ñes entre el verdugo y el condenado, entré el victimario y la víctima. I>a autoridad en este último ca- so, tiene que recurrir al fraude para prestigiarse y tiene que emplear el rigor para hacerse temer, ya que no respetar, porque el respeto solo pue- de ser infundido por la probidad, y el rigor aterroriza ó despierta odios y enciende venganzas, pero nunca infunde respeto. Esa pugna constante entre la au- -•; toridady el pueblo la hemos pre- senciado en estos últimos veintisiete años. El Gral. Díaz llegado al Po- der-por medio de la violencia y del desorden y sostenido en él por me- dio de la fuerza-que ultraja, que hu- milla y que avergüenza, no puede ser la expresión de la voluntad popu- lar, sino el representante de la am- bición coronada por el éxito, del de- lirio de grandeza envanecido por el triunfo. Convencido el Gral. Díaz de que no era posible que el pueblo mexi- cano respetase su autoridad, se de- cidió á hacerla temer y á ello ha consagrado todos sus esfuerzos y ha empleado todos los medios de fuér- z a l e violencia y de corrupción, que le han sugerido su orgullo lastima- do y su soberbia ofendida. Nadie como el Gral. Díaz había conseguido que la autoridad fuese tan temida y también tan odiada, y ninguna administración había dado el escándalo de investir de autori- dad á individuos nacidos más bien para arrastrar las cadenas que para vestir la toga. En ninguna admi- nistración se había visto en las fun- ciones públicas tanta carne de pre- sidio, lanto tipo lombrosiano, tanto sujeto escapado dela guillotina, del cordel y de los cuadros militares. Ante tales oficiantes, la justicia ha huido espantada, y una mezcla de compasión de verdugo y de pie- dad de cóinitre, ha sustituido á la equidad generadora de orden y de bienestar. La moralidad ha corrido la mis- ma suerte que la justicia, y por eso vemos erguirse la opulencia délos funcionarios sobre la desgarradora miseria nacional. Para el Gral. Díaz la autoridad es intocable. Todas las autoridades y. todos sus agentes son inviolables. Desde el infeliz gendarme hasta el Ministro ó el Presidente, todos lle- van por coraza el nolli me tangere protector de fraudes, de concusio- nes, de prevaricatos. Por éSS'eíi México la autoridad es insolente, es altanera, es despó- tica. Como notiene el freno de la ley, marcha á ojos cerrados sin más guía que su capricho, sin otro fin qué el de'hacerse temer para lograr su triste imposición. Nadie puede discutir los actos de la autoridad sin incurrir en falta; nadie puede hacer observaciones á la autoridad sinhacerse acreedor al calabozo; nadie puede quejarse de atropellos ó de abusos cometidos por la autoridad ó sus agentes sin hacerse reo de calumnia; nadie pue- de ejercitar nn derecho sin ser ta- chado desedicioso, de revoluciona- rio, de tíastornador del orden pú- blico. El ciudadano que violentado por los excesos del despotismo, protesta y' pide justicia, es castigado irremi- siblemente en desagravio del prin- cipio de autoridad. Ni el robo, niel asesinato, ni el delito perpetrado ..con las mayores agravantes es castigado con tanta crueldad, como el delito de ultrajes á la autoridad ó ásus agentes. Alzar la vista cuando reprende un gendarme, es grave delito; alzar la voz en idénticas circunstancias, amerita el uso del bastón ó del cepo. El desmedido orgullo de la auto- ridad crea un estado de inj usticia y de'opresión, p&rqúe sólbpuede ha- ber justicia cuando la autoridad ofi- cia de acuerdo con la ley, cuandoal obrar comprende, que si un ciuda- dadano es víctima de una injusticia, ese ciudadano tiene el derecho de exijir responsabilidades. En nuestra Patria no se pueden exijir las responsabilidades, porque la autoridad es intocable, es invio- lable, es infalible. Personajes de patíbulo que en nuestro país han llevado puesta la toga de la autoridad, han ocupado al- gunas veces el banquillo de los acu- sados, ádonde han sido arrastrados por algunas voluntades enérgicas que les han exijido responsabilida- des. Todos esos personajes se han sal- vado. Wistano Velázquez, el Juez venal que trafica con la justicia y se doblega como un lacayo, fue atu- sado alguna vez, y rué absuelto. Próspero Cahuantzi, el Gobernador ianático, fue acusado de infractor á fes f,eyes de Reforma, y Cahuantzi fue absuelto. Tan flagrantes habían sido los delitos de esos dos funcio- narios, como cínica la absolución. En San Luis Potosí fue acusado el Lie. José de Jesús Jiménez, Pre- sidente del Tribunal de Justicia del Estado, de patrocinar negocios ju- diciales que después fallaba él mis- mo, naturalmente en provecho pro- pio. Los acusadores presentaron documentos que justificaban su ao~' ción, entre los cuales aparecían re- cibos otorgados por Jiménez á sus clientes, por honorarios devengados en los juicios que él patrocinaba y fallaba. La acusación fue presen- tada ante la Legislatura del Estado, y Jiménez, el funcionario que en cualquier otro país habría sidocon- denado á cadena perpetua, ni si- quiera compareció en juicio. En todos los Estados y en la Ca- pital de la República se ha acusado á los funcionarios de vender la jus- ticia, de extralimitarse en el ejerció de sus funciones, de violar la ley de mil maneras, y en todas partes los funcionarios hansido absueltos, y en no pocos casos los honrados acu-' sadores, han tenido que sufrir re- presalias odiosas, que han tenido por solución esas vergonzosas tra. gedias que las Acordadas saben im- provisai en todos los caminos y en tóMos los bosques. Todos los crímenes, todos los atentados cometidos por furriona-^ rios, son permitidos por salvar el principio de autoridad. 1 Él pueblo censervá"todávía fresco el recuerdo de la hecatombe efectua- da en Monterrey, por mandato de Bernardo Reyes el 2 de Abril de 1903. El pueblo vio caer en pleno día á sus hermanos acribillados á balazos. Vio caer mujeres y niños heridos de muerte por los disparos de los soldados de Bernardo Reyes. El pueblo señaló al autor de la ma- tanza y el Club Liberal «Ponciano Arriaga» acusó á Bernardo Reyes del delito de homicidio, pero la Cá- mara de Diputados, integrada por lacayos, no abrió el juicio á prueba y absolvió al hombre que personifi- ca la barbarie investida de autori- dad. Bernardo Reyes nofue decapita- do para que no sufriera lesión el principio de autoridad. La tiranía que aflige al pueblo mexicano, es el resultado de esa in- violabilidad de que goza la autori- dad. Los funcionarios pueden en- tregarse á todos los excesos, prote- gidos por el afán que domina al Dictador de hacer temible la autori- dad. Tal estado de inmoralidad aleja á los hombres probos de los puestos públicos, que son asaltados por in- dividuos de antecedentes cenicien- tos; por personas que á la simple vista ofrecen un tatuaje moral re- vulsivo como las escamas de un rep- til; por sujetos cuy¡afisonomíamo- ral haría retroceder á la maldad misma; por individuos Cuya perso- nalidad se esfuma entre vapores de sangre y salpicaduras de lodo; por hombres que nadie se explica por qué razón pueden llevar erguida la cabeza á pesar de sus maldades y á pesar de sus remordimietos. ¿Puede hacerse amar una autori- dad que suda veneno, que respira encouo, que atacada por mil fobias acomete, destroza, extermina y se levanta y se impone sanguinolenta y terrible? Una .autoridad así se desprestigia y se hace odiosa y solo puede impo- nerse por el atropello. El pueblo debe trabajar porque cese ese estado de anarquía creado por la autoridad. La autoridad no debe ser un verdugo, ni constituir un azote; debe ser el padre cariño- so que atiende con solicitud las ne- cesidades y las exigencias de la fa milia. Y cuando la autoridad no ejerce su misión con la prudencia y tino que la civilización demanda, el pueblo, que esel soberano y en el cual residen la fuerza y el poder, tiene el derecho de tomar participa- ción en la cosa pública para reno- var sus autoridades. Felizmente el pueblo mexicano comienza ádar muestres de su po der", como puede verse en Coahuila y Oaxaca,y ese ejemplo no duda- mos que será seguido por los demás listados .sobre los que pesa la mis- ma tiranía. Cuando el pueblo se decida á ejer- ¡tar sus derechos terminará la Dic- tadura de Porfirio Díaz, .origen de todos lus niales que afligen á la Pa- tria. La estupi- dez católica. I.a instrucción en tnanow de los mocil os En O. Juárez, Chin, se va á verifi- car una fiesta escolarle) prójimo mes de Enero. El Cuerpo de Profesores esa ciudad se encargó de formular cuidadosamente el Programa para tan simpática ñesta, y acordó que uno d<j los números consistiera en la recita- ción del hermoso artículo titulado «Los Providenciales— Iturbide,» del notable escritor sud-americano J. M. Vargas Vila. Quizá, nuestros lectores recuerden °se bello artículo, que publicamos en uno de los primeros mí meros de KE GENEKACION. Es un anatema ful minante contra el traidor Agustín de Iturb'de; es una exhibición, magistral de aqu a l fracasado tirano que, sobre los hombros del Clero, quiso levantar- se para humillar ála República y al que la República hizo pagar su auda- cia en el justiciero cadalso de Padilla. Ese artículo contiene altos conceptos de libertad -y de justicia, entraña mag- nificas enseñanzas y deleita intensa- mente por la galanura, por la gallar- día, por la exquisitez admirable de su forma. Los Profesores que acorda- ron que la recitación de ese artículo formara parte del Programa, revela- ron acierto y buen gusto literario, y no cabe duda que su elección hubiera sido del agrado del público. Pero los ilustrados Profesores de quienes hablamos, no contaban con la tartufería del Lie. Jesús O. Nájera. Este individuo es Inspector de las Es- cuelas Oficiales de Ciudad Juárez, y cuando le presentaron el Programa para la fiesta escolar que tendrá lu gar en Enero próximo, declaró termi nante que la recitación del articulo de Vargas Vila se suprimía, porque esa bella producción era contraria á sus creencias. algún culebrón, de los Resultados del favoritismo. En los países en que no es el favorl tlsmo sino el voto popular el que pro- porciona los puestos públicos, laa personas investidas ¿o autoridad pro- curan acreditar con BU buena conduc- ta que son merecedores de la confian- za que se Jes dispensó; respetan al pueblo y son 1 as primeras en dar ejem- plo de moralidad y de honradez. Pe- ro en Móxiuo, donde el pueblo ha lle- gado áser objeto de burla para la ti- ranía, doLde los funcionarios son ele- vados por el favor y no por aus méri- tos, es raro, si uo imposible, encontrar autoridades honorables, y por el con- trario, es común encontrar funciona- rios sin conciencia y sin pudor, que no se cuidan de ocultarse para cometer actos indignos ó inmorales y que alar- dean de su desprecio á la opinión. En Las Esperanzas, Coah., hay un funcionarlo de esta abominoble casta, que por desgracia se ha hecho tan abundante bajo el Gobierno tuxtepe- cano. El tinterillo Francisco TreviSo funge de Juez en Las Esperanzas, y sólo dedica horas, de 8 á 10 p. m. al desempeño da su encargo olicial, pues durante el dia, trabaja en servi- cio de la Compañía que explota ese ri- co mineral. En las dos horas de des- pacho, Treviño resuelve en juicio su- marísimo todos los asuntos de su competencia: sus condenas se reducen á multas exageradas y á obras púb'i- caa. Las obras públicas no se redu- cen á Ja limpia dela ciudad, sino que los pobres presos son obligados á ti- rar, como bestias, del carro de la ba- sura. Laa enormes multas que impone el Juez Treviño tienen aplicaciones ig- notas, se evaporan no sabemos cómo, y no han producido, al parecer, lo su- ficiente para comprar un caballo, mu- la ó burro que evite á los presos el trabajo de acémila que ahora seles impone. La manutención de los pre- sos está en razón indirecta con lo du- ro de sus trabajos, pues si bien se les obliga á trabajar como bestias, en cambio, casi no se les da de comer. 3E1 tinterillo Treviño es aficionado al vino y al amor, y lo peor es que pú- blicamente alardea de semejantes afi- ciones. Hace poco se verificó en Las Esperanzas una Corrida deToros, en la cual una mujer de la vida alegre llamada Maura, se presentó á hacer la suerte de «Don Tancredo:»El Juez que tantos produce el idiotismo mis- timo, hubiera estado en el Programa, Nájera le hubiera otorg-ado su aplau- so; pero como se trataba de algo her- moso, de algo que enaltecía y enseHa- ba, el ignorante y mocho abogadillo no quiso permitirlo. Mal debe andar la Instrucción en C. Juárez, con un Inspector como Je- sús Nájera que se burla del laicismo prevenido por la ley, y que pretende que los actos escolares se ajusten á su rudo criterio de beato analfabeta Ese piadoso venerador del infidente y tipa- no Iturbide debía separarse de un puesto en que la religión sale sobran- do y debía meterse de sacristán para dar entero gusto á su vocación fraí lesea. Cuantos en C. Juárez lian conocido la oposición de Nájera á que se recite el soberbio articulo de Vargas Vila en la cercana fiesta escolar, se han indignado contra el Heencladillo mo- cho, y tienen grandes deseos de que ese individuo no siga /ocupando un lugar de que átodas luces es indigno. Ha habido quien piense dirigirse al Gobernador Creel, pidiéndole la re- moción de Nájera. .Nosotros conside- ramos inútil tal petición, porque ve- mos que todos los Gobernantes de México sólo se preocupan de favorecer al clero y á sus secuaces, y de escati mar al pueblo la. instrucción, pues comprenden que si el pueblo se ilus trara, no soportaría los despotismos que ahora sufre. -***• A nuestras Hemos visto que á fresar de enviar nuestro periódico á todos nuestros colegas, algunos de ellos tío se han dignado visitarnos. En tal virtud^ con pena anuncia- mos que si 110 recibimos su visita, nos veremos en el caso de no continuar enviándoles nuestro periódico. Treviño que estaba en las gradas, per- fectamenle saturado de alcohol, se en- tusiasmó con la Maura, se sintió apa- sionado por ella, y dando rienda suel- ta á su volcánico erotismo, se puso á gritar ála Maura galanterías de ca- rcetero- Cuando la Maura concluyó su suerte, Treviño la llamó á su lado, y juntos se dedicaron á tomar cerveza. El idilio siguió su curso, en. presencia de los espectadores, hasta elfinde la Corrida, y continuó por las calles de la población, pues TreviHo de bracero con la Maura, se dedicó á pasear su desvergüenza. ATfin llegaron á las Loterías, lugar frecuentado por per- sonas decentes,-y el Juez pretendió ha- cer entrar á la Maura; pero aquella mujer, con más pudor que el indigno funcionario, se negó á acompasarlo, y entonces Treviño se arrodilló, le be- las manos rogándole que lo siguie- ra y observó tal eonducta que indiguo y escandalizó ácuantos presenciaron el suceso. Tales son los representantes de la Justicia bajo la corrompida adminis- tración de Miguel Cárdenas. Tales son los resultados de que el pueblo haya abdicado de sus derechos, permitien- do que los funcionarios sean impues- tos" por el capricho de la tiranía. No pudieron ser lacayos. A pesar del medio corrompido crea- do por el Gral. Días y en el que á sus anchas alientan y medran los servido- res dela administración, hay hom- bres honrados que han sabido resis- tir á la influencia del medio y que han sabido luchar por transformarlo has- ta que, convencidos de que la tiranía es irregenerable, se retiran de los puestos públicos en los que, más que el talento y la honradez, se requieren las artimañas del juglar y las habíli- dftdes del histrión. Con la muerte del Sr. Lie Don Ma- nuel M*> de Zamocona, no quedaba en la Suprema Corte de Juetlcta de la Nación tnas que otro hombro, como £iiiuaoonui liberal, patriota y probo. Nos referimos ni Sr Llu. Don líusta- q ulo liimlnn P.l Sr. Itiioluu. ora un oatorbo para la JraDÍa. No atendía consignas, se ponía siempre do lado de la víctima, no llevó jamás á su bolsillo otro di- noro que el quo ]p correspondía por su empleo, notraficó con la justicia, fue amable, honrado, humano. Un Magistrado como el Sr. Buelna, no podía convenir al Dictador que ne- cesita para los puestos públicos sir- vientes sumisos, humbres de espaldas flexibles que lo ayuden en su Urea de oprimir. Por eso el probo funciona- rlo ya noes Magistrado de la Supre- ma Corte de Justicia de la Nación y vive pobre, pero honrado, fuera de la atmósfera dictatorial que pudo co- rromper áotros y no áól. Utro hombre honrado para quien tiene mayor precio la tranquilidad de su conciencia <|uo los oropeles de loa cargos públicos que por hoj no dan lustre, se ha retirado de la vida pú- blica con la certidumbre de que au buena, reputación habría BUfrldo men* gua, si continúa por más tiempo á las órdenes de un Gobierno que, corrom- pe. Se trata del Sr. Lie. Don Emilio Pardo (jr), que Dombrado represen- tante do la Dictadura en los Países Bajos, ha tenido la delicadeza de re- nuDciar á ese puesto. SI todos los funcionarios mexicanos fueran tan honorables y tan sinceros como los Sres. Lies. Buelna y Pardo (jr), el Dictador tendría que seguir el camino de la legalidad y del orden 6 marcharse lejos dela Patria para la que soío ha tenido acicate y el láti- go^ JPero los funcionarios_aon indi- viduos sin energía, sin carácter, obe- dientes hasta repugnar, sumisos hasta asquear. Con todo, no hay que desesperar. Ese medio corrompido tiene que trans- formarse y la transformación no está lejana. El civismo comienza á ma- nifestarse; el descontento crece y muy proüto el Dictador tendrá, que obede- cer al pueblo ó dejar un puesto para el que se requiere patriotismo. Todo depende de que el pueblo se decida á ejercitar sus derechos, y el pueblo comienza á decidirse. LIBERTAD. Libertad es el derecho que todo hombre tiene á ser honrado y á pensar y hablar sin hipocrecía. Un hombre que oculta lo que piensa, no es un hombres honrado. Un hombre que obedece á un ma.1 go- bierno, noes un hombre honrado; un hombre que se conforma con obedecer á las leyes tiranas, y permite que hombree injustos maltraten*y vilipen- dien á su país, no es un hombre hon- rado. El niño, desde que puede pensar, debe pensar en todo lo que ve; debe padecer por todos los que_no_puedan vivir con honradez; debe trabajar parque puedan ser honrados todos esos hombres, y debe ser un hombre honrad^. El niño que no piensa en lo que su- cede á su alrededor y secontenta con vivir, sin saber si vive honradamente, es como el hombre que vive del traba- jo deun bribón y está encamino de ser igual á éste. Hay hombres que son peores que las bestias, porque las bestias necesitan ser libres para vivir dichosas: el ele- fante no quiere tener hijos cuando vi- ve preso; la llama del Perú seecha en tierra y muere, cuando el indio le habla con dureza ó le pone más carga de la que puede soportar. El hombre debe ser, por lo menos, tan decoroso como el elefante y la llama. JOSK MARTÍ. Á NUESTROS SÜBSC8IPT0EES- Supinamos álas personas que re- aban REGENERACIÓN, se sir- van enviar desde luego el precio que les corresponde pagar pot sus subs- cripciones, teniendo en cuenta que si no ma?idan pagar, les h atemos el re- cargo de un jEaf veinte por ciento cotnogas/os decobranza y giraremos contra ellas con el recargo indicado. A lus personas, que reciban RE- GENERACIÓN y no deseen subs- cribirse, Us agradeceremos que nos de- vuelvan lo* ejemplares que hayan re- cibido, para evitamos el que ¡esgire- mos por el valor de ellos

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La libertad do lmpranta no tiene mis limitas que «I respeto á la vida privada,la moral y i la pai pública.—AH. 7 ° da lá Constitución. t

Periódico Independiente de combate.Director: R I C A R D O F L O R E S MAGON.

Cuando la República pronuncia au voz soborana, BorA forzoso aomoloraodimitir.—GAMBETTA.

' , Jefe de

Juan Sarabia.AÑO L—sa ÉPOCA.

OFKCIISAOi 50S W.Nueva Strecí. P. O. Box, 113¿.-©1U IMione. 38&-SR.

SAN ANTONIO, TEX. E. V A.—Diciembre 24 de 1904

Administrador:

Enrique Flores MagonTOMO III - N o 8

Lsf autoridad•' sanguinolenta.

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El termino de la Dictadura.En los países donde la autoridad

es la expresión de la voluntad po-pula^ se observa que las relacionesentre la autoridad y el pueblo soncordiales, porque la autoridad sepreocupa por dejar satisfecho alpueblo, á quien debe su poder, y dequien recibirá en todo caso el pre-mio 6 el castigo á que se haga acree-dora según que sus actos sean bue-nos ó malos.

En esos venturosos países, la au-toridad se esfuerza por granjearsela buenav> voluntad de los goberna-dos, procurando ser justiciera, dan-

, do á cada uno lo que le corresponde,protegiendo al débil de lasferocida-"des del fuerte, velando por la vida,la tranquilidad y los bienes de la co-lectividad. Cumpliendo esa misiónla autoridad se fortalece, se presti-gia, se hace respetable y se la amacomo á un padre que procura el

, bienestar de su familia.

Pero cuando como en nuestra des-venturada Patria la autoridad noes la expresión de la voluntad po-pular, sino la representación del or-gullo personal llegado al mando porla violencia-y por la sangre, las re-laciones cordiales entre goBernan-tes y gobernados no existen, como

-no pueden existir cariñosas"relacio-ñes entre el verdugo y el condenado,entré el victimario y la víctima.

I>a autoridad en este último ca-so, tiene que recurrir al fraude paraprestigiarse y tiene que emplear elrigor para hacerse temer, ya que norespetar, porque el respeto solo pue-de ser infundido por la probidad, yel rigor aterroriza ó despierta odiosy enciende venganzas, pero nuncainfunde respeto.

Esa pugna constante entre la au--•; toridady el pueblo la hemos pre-

senciado en estos últimos veintisieteaños. El Gral. Díaz llegado al Po-der-por medio de la violencia y deldesorden y sostenido en él por me-dio de la fuerza-que ultraja, que hu-milla y que avergüenza, no puedeser la expresión de la voluntad popu-lar, sino el representante de la am-bición coronada por el éxito, del de-lirio de grandeza envanecido por eltriunfo.

Convencido el Gral. Díaz de queno era posible que el pueblo mexi-cano respetase su autoridad, se de-cidió á hacerla temer y á ello haconsagrado todos sus esfuerzos y haempleado todos los medios de fuér-z a l e violencia y de corrupción, quele han sugerido su orgullo lastima-do y su soberbia ofendida.

Nadie como el Gral. Díaz habíaconseguido que la autoridad fuesetan temida y también tan odiada, yninguna administración había dadoel escándalo de investir de autori-dad á individuos nacidos más bienpara arrastrar las cadenas que paravestir la toga. En ninguna admi-nistración se había visto en las fun-ciones públicas tanta carne de pre-sidio, lanto tipo lombrosiano, tantosujeto escapado de la guillotina, delcordel y de los cuadros militares.

Ante tales oficiantes, la justiciaha huido espantada, y una mezclade compasión de verdugo y de pie-dad de cóinitre, ha sustituido á laequidad generadora de orden y debienestar.

La moralidad ha corrido la mis-ma suerte que la justicia, y por esovemos erguirse la opulencia délos

funcionarios sobre la desgarradoramiseria nacional.

Para el Gral. Díaz la autoridades intocable. Todas las autoridadesy. todos sus agentes son inviolables.Desde el infeliz gendarme hasta elMinistro ó el Presidente, todos lle-van por coraza el nolli me tangereprotector de fraudes, de concusio-nes, de prevaricatos.

Por éSS'eíi México la autoridades insolente, es altanera, es despó-tica. Como no tiene el freno de laley, marcha á ojos cerrados sin másguía que su capricho, sin otro finqué el de'hacerse temer para lograrsu triste imposición.

Nadie puede discutir los actos dela autoridad sin incurrir en falta;nadie puede hacer observaciones ála autoridad sin hacerse acreedor alcalabozo; nadie puede quejarse deatropellos ó de abusos cometidospor la autoridad ó sus agentes sinhacerse reo de calumnia; nadie pue-de ejercitar nn derecho sin ser ta-chado de sedicioso, de revoluciona-rio, de tíastornador del orden pú-blico.

El ciudadano que violentado porlos excesos del despotismo, protestay' pide justicia, es castigado irremi-siblemente en desagravio del prin-cipio de autoridad.

Ni el robo, ni el asesinato, ni eldelito perpetrado ..con las mayoresagravantes es castigado con tantacrueldad, como el delito de ultrajesá la autoridad ó á sus agentes.

Alzar la vista cuando reprendeun gendarme, es grave delito; alzarla voz en idénticas circunstancias,amerita el uso del bastón ó del cepo.

El desmedido orgullo de la auto-ridad crea un estado de inj usticia yde'opresión, p&rqúe sólbpuede ha-ber justicia cuando la autoridad ofi-cia de acuerdo con la ley, cuando alobrar comprende, que si un ciuda-dadano es víctima de una injusticia,ese ciudadano tiene el derecho deexijir responsabilidades.

En nuestra Patria no se puedenexijir las responsabilidades, porquela autoridad es intocable, es invio-lable, es infalible.

Personajes de patíbulo que ennuestro país han llevado puesta latoga de la autoridad, han ocupado al-gunas veces el banquillo de los acu-sados, á donde han sido arrastradospor algunas voluntades enérgicasque les han exijido responsabilida-des.

Todos esos personajes se han sal-vado. Wistano Velázquez, el Juezvenal que trafica con la justicia y sedoblega como un lacayo, fue atu-sado alguna vez, y rué absuelto.Próspero Cahuantzi, el Gobernadorianático, fue acusado de infractor áfes f,eyes de Reforma, y Cahuantzifue absuelto. Tan flagrantes habíansido los delitos de esos dos funcio-narios, como cínica la absolución.

En San Luis Potosí fue acusadoel Lie. José de Jesús Jiménez, Pre-sidente del Tribunal de Justicia delEstado, de patrocinar negocios ju-diciales que después fallaba él mis-mo, naturalmente en provecho pro-pio. Los acusadores presentarondocumentos que justificaban su ao~'ción, entre los cuales aparecían re-cibos otorgados por Jiménez á susclientes, por honorarios devengadosen los juicios que él patrocinaba yfallaba. La acusación fue presen-

tada ante la Legislatura del Estado,y Jiménez, el funcionario que encualquier otro país habría sido con-denado á cadena perpetua, ni si-quiera compareció en juicio.

En todos los Estados y en la Ca-pital de la República se ha acusadoá los funcionarios de vender la jus-ticia, de extralimitarse en el ejercióde sus funciones, de violar la ley demil maneras, y en todas partes losfuncionarios han sido absueltos, yen no pocos casos los honrados acu-'sadores, han tenido que sufrir re-presalias odiosas, que han tenidopor solución esas vergonzosas tra.gedias que las Acordadas saben im-provisai en todos los caminos y entóMos los bosques.

Todos los crímenes, todos losatentados cometidos por furriona-^rios, son permitidos por salvar elprincipio de autoridad.1 Él pueblo censervá"todávía frescoel recuerdo de la hecatombe efectua-da en Monterrey, por mandato deBernardo Reyes el 2 de Abril de1903. El pueblo vio caer en plenodía á sus hermanos acribillados ábalazos. Vio caer mujeres y niñosheridos de muerte por los disparosde los soldados de Bernardo Reyes.El pueblo señaló al autor de la ma-tanza y el Club Liberal «PoncianoArriaga» acusó á Bernardo Reyesdel delito de homicidio, pero la Cá-mara de Diputados, integrada porlacayos, no abrió el juicio á pruebay absolvió al hombre que personifi-ca la barbarie investida de autori-dad.

Bernardo Reyes no fue decapita-do para que no sufriera lesión elprincipio de autoridad.

La tiranía que aflige al pueblomexicano, es el resultado de esa in-violabilidad de que goza la autori-dad. Los funcionarios pueden en-tregarse á todos los excesos, prote-gidos por el afán que domina alDictador de hacer temible la autori-dad.

Tal estado de inmoralidad aleja álos hombres probos de los puestospúblicos, que son asaltados por in-dividuos de antecedentes cenicien-tos; por personas que á la simplevista ofrecen un tatuaje moral re-vulsivo como las escamas de un rep-til; por sujetos cuy¡a fisonomía mo-ral haría retroceder á la maldadmisma; por individuos Cuya perso-nalidad se esfuma entre vapores desangre y salpicaduras de lodo; porhombres que nadie se explica porqué razón pueden llevar erguida lacabeza á pesar de sus maldades y ápesar de sus remordimietos.

¿Puede hacerse amar una autori-dad que suda veneno, que respiraencouo, que atacada por mil fobiasacomete, destroza, extermina y selevanta y se impone sanguinolentay terrible?

Una .autoridad así se desprestigiay se hace odiosa y solo puede impo-nerse por el atropello.

El pueblo debe trabajar porquecese ese estado de anarquía creadopor la autoridad. La autoridad nodebe ser un verdugo, ni constituirun azote; debe ser el padre cariño-so que atiende con solicitud las ne-cesidades y las exigencias de la familia. Y cuando la autoridad noejerce su misión con la prudencia ytino que la civilización demanda, elpueblo, que es el soberano y en elcual residen la fuerza y el poder,tiene el derecho de tomar participa-ción en la cosa pública para reno-var sus autoridades.

Felizmente el pueblo mexicanocomienza á dar muestres de su poder", como puede verse en Coahuilay Oaxaca,y ese ejemplo no duda-

mos que será seguido por los demáslistados .sobre los que pesa la mis-ma tiranía.

Cuando el pueblo se decida á ejer-¡tar sus derechos terminará la Dic-

tadura de Porfirio Díaz, .origen detodos lus niales que afligen á la Pa-tria.

La estupi-dez católica.

I.a instrucción en tnanowde los mocil os

En O. Juárez, Chin, se va á verifi-car una fiesta escolarle) prójimo mesde Enero. El Cuerpo de Profesores

esa ciudad se encargó de formularcuidadosamente el Programa para tansimpática ñesta, y acordó que uno d<jlos números consistiera en la recita-ción del hermoso artículo titulado«Los Providenciales— Iturbide,» delnotable escritor sud-americano J. M.Vargas Vila.

Quizá, nuestros lectores recuerden°se bello artículo, que publicamos enuno de los primeros mí meros de KEGENEKACION. Es un anatema fulminante contra el traidor Agustín deIturb'de; es una exhibición, magistralde aqual fracasado tirano que, sobrelos hombros del Clero, quiso levantar-se para humillar á la República y alque la República hizo pagar su auda-cia en el justiciero cadalso de Padilla.Ese artículo contiene altos conceptosde libertad -y de justicia, entraña mag-nificas enseñanzas y deleita intensa-mente por la galanura, por la gallar-día, por la exquisitez admirable de suforma. Los Profesores que acorda-ron que la recitación de ese artículoformara parte del Programa, revela-ron acierto y buen gusto literario, yno cabe duda que su elección hubierasido del agrado del público.

Pero los ilustrados Profesores dequienes hablamos, no contaban con latartufería del Lie. Jesús O. Nájera.Este individuo es Inspector de las Es-cuelas Oficiales de Ciudad Juárez, ycuando le presentaron el Programapara la fiesta escolar que tendrá lugar en Enero próximo, declaró terminante que la recitación del articulo deVargas Vila se suprimía, porque esabella producción era contraria á suscreencias. Sí algún culebrón, de los

Resultados delfavoritismo.

En los países en que no es el favorltlsmo sino el voto popular el que pro-porciona los puestos públicos, laapersonas investidas ¿o autoridad pro-curan acreditar con BU buena conduc-ta que son merecedores de la confian-za que se Jes dispensó; respetan alpueblo y son 1 as primeras en dar ejem-plo de moralidad y de honradez. Pe-ro en Móxiuo, donde el pueblo ha lle-gado á ser objeto de burla para la ti-ranía, doLde los funcionarios son ele-vados por el favor y no por aus méri-tos, es raro, si uo imposible, encontrarautoridades honorables, y por el con-trario, es común encontrar funciona-rios sin conciencia y sin pudor, que nose cuidan de ocultarse para cometeractos indignos ó inmorales y que alar-dean de su desprecio á la opinión.

En Las Esperanzas, Coah., hay unfuncionarlo de esta abominoble casta,que por desgracia se ha hecho tanabundante bajo el Gobierno tuxtepe-cano. El tinterillo Francisco TreviSofunge de Juez en Las Esperanzas, ysólo dedica horas, de 8 á 10 p. m.al desempeño da su encargo olicial,pues durante el dia, trabaja en servi-cio de la Compañía que explota ese ri-co mineral. En las dos horas de des-pacho, Treviño resuelve en juicio su-marísimo todos los asuntos de sucompetencia: sus condenas se reducená multas exageradas y á obras púb'i-caa. Las obras públicas no se redu-cen á Ja limpia de la ciudad, sino quelos pobres presos son obligados á ti-rar, como bestias, del carro de la ba-sura. Laa enormes multas que imponeel Juez Treviño tienen aplicaciones ig-notas, se evaporan no sabemos cómo,y no han producido, al parecer, lo su-ficiente para comprar un caballo, mu-la ó burro que evite á los presos eltrabajo de acémila que ahora selesimpone. La manutención de los pre-sos está en razón indirecta con lo du-ro de sus trabajos, pues si bien se lesobliga á trabajar como bestias, encambio, casi no se les da de comer.3E1 tinterillo Treviño es aficionadoal vino y al amor, y lo peor es que pú-blicamente alardea de semejantes afi-ciones. Hace poco se verificó en LasEsperanzas una Corrida de Toros, enla cual una mujer de la vida alegrellamada Maura, se presentó á hacerla suerte de «Don Tancredo:»El Juez

que tantos produce el idiotismo mis-timo, hubiera estado en el Programa,Nájera le hubiera otorg-ado su aplau-so; pero como se trataba de algo her-moso, de algo que enaltecía y enseHa-ba, el ignorante y mocho abogadillono quiso permitirlo.

Mal debe andar la Instrucción enC. Juárez, con un Inspector como Je-sús Nájera que se burla del laicismoprevenido por la ley, y que pretendeque los actos escolares se ajusten á surudo criterio de beato analfabeta Esepiadoso venerador del infidente y tipa-no Iturbide debía separarse de unpuesto en que la religión sale sobran-do y debía meterse de sacristán paradar entero gusto á su vocación fraílesea.

Cuantos en C. Juárez lian conocidola oposición de Nájera á que se reciteel soberbio articulo de Vargas Vilaen la cercana fiesta escolar, se hanindignado contra el Heencladillo mo-cho, y tienen grandes deseos de queese individuo no siga /ocupando unlugar de que á todas luces es indigno.

Ha habido quien piense dirigirse alGobernador Creel, pidiéndole la re-moción de Nájera. .Nosotros conside-ramos inútil tal petición, porque ve-mos que todos los Gobernantes deMéxico sólo se preocupan de favoreceral clero y á sus secuaces, y de escatimar al pueblo la. instrucción, puescomprenden que si el pueblo se ilustrara, no soportaría los despotismosque ahora sufre.

- * * * •

A nuestras

Hemos visto que á fresar de enviarnuestro periódico á todos nuestroscolegas, algunos de ellos tío se handignado visitarnos.

En tal virtud^ con pena anuncia-mos que si 110 recibimos su visita, nosveremos en el caso de no continuarenviándoles nuestro periódico.

Treviño que estaba en las gradas, per-fectamenle saturado de alcohol, se en-tusiasmó con la Maura, se sintió apa-sionado por ella, y dando rienda suel-ta á su volcánico erotismo, se puso ágritar á la Maura galanterías de ca-rcetero- Cuando la Maura concluyó susuerte, Treviño la llamó á su lado, yjuntos se dedicaron á tomar cerveza.El idilio siguió su curso, en. presenciade los espectadores, hasta el fin de laCorrida, y continuó por las calles dela población, pues TreviHo de bracerocon la Maura, se dedicó á pasear sudesvergüenza. AT fin llegaron á lasLoterías, lugar frecuentado por per-sonas decentes,-y el Juez pretendió ha-cer entrar á la Maura; pero aquellamujer, con más pudor que el indignofuncionario, se negó á acompasarlo,y entonces Treviño se arrodilló, le be-só las manos rogándole que lo siguie-ra y observó tal eonducta que indiguoy escandalizó á cuantos presenciaronel suceso.

Tales son los representantes de laJusticia bajo la corrompida adminis-tración de Miguel Cárdenas. Tales sonlos resultados de que el pueblo hayaabdicado de sus derechos, permitien-do que los funcionarios sean impues-tos" por el capricho de la tiranía.

No pudieron ser lacayos.A pesar del medio corrompido crea-

do por el Gral. Días y en el que á susanchas alientan y medran los servido-res de la administración, hay hom-bres honrados que han sabido resis-tir á la influencia del medio y que hansabido luchar por transformarlo has-ta que, convencidos de que la tiraníaes irregenerable, se retiran de lospuestos públicos en los que, más queel talento y la honradez, se requierenlas artimañas del juglar y las habíli-dftdes del histrión.

Con la muerte del Sr. Lie Don Ma-nuel M*> de Zamocona, no quedaba enla Suprema Corte de Juetlcta de la

Nación tnas que otro hombro, como£iiiuaoonui liberal, patriota y probo.Nos referimos ni Sr Llu. Don líusta-q ulo liimlnn

P.l Sr. Itiioluu. ora un oatorbo parala JraDÍa. No atendía consignas, seponía siempre do lado de la víctima,no llevó jamás á su bolsillo otro di-noro que el quo ]p correspondía por suempleo, no traficó con la justicia, fueamable, honrado, humano.

Un Magistrado como el Sr. Buelna,no podía convenir al Dictador que ne-cesita para los puestos públicos sir-vientes sumisos, humbres de espaldasflexibles que lo ayuden en su Urea deoprimir. Por eso el probo funciona-rlo ya no es Magistrado de la Supre-ma Corte de Justicia de la Nación yvive pobre, pero honrado, fuera de laatmósfera dictatorial que pudo co-rromper á otros y no áól.

Utro hombre honrado para quientiene mayor precio la tranquilidad desu conciencia <|uo los oropeles de loacargos públicos que por hoj no danlustre, se ha retirado de la vida pú-blica con la certidumbre de que aubuena, reputación habría BUfrldo men*gua, si continúa por más tiempo á lasórdenes de un Gobierno que, corrom-pe.

Se trata del Sr. Lie. Don EmilioPardo (jr), que Dombrado represen-tante do la Dictadura en los PaísesBajos, ha tenido la delicadeza de re-nuDciar á ese puesto.

SI todos los funcionarios mexicanosfueran tan honorables y tan sinceroscomo los Sres. Lies. Buelna y Pardo(jr), el Dictador tendría que seguir elcamino de la legalidad y del orden 6marcharse lejos de la Patria para laque soío ha tenido eí acicate y el láti-go^ JPero los funcionarios_aon indi-viduos sin energía, sin carácter, obe-dientes hasta repugnar, sumisos hastaasquear.

Con todo, no hay que desesperar.Ese medio corrompido tiene que trans-formarse y la transformación no estálejana. El civismo comienza á ma-nifestarse; el descontento crece y muyproüto el Dictador tendrá, que obede-cer al pueblo ó dejar un puesto parael que se requiere patriotismo.

Todo depende de que el pueblo sedecida á ejercitar sus derechos, y elpueblo comienza á decidirse.

LIBERTAD.Libertad es el derecho que todo

hombre tiene á ser honrado y á pensary hablar sin hipocrecía. Un hombreque oculta lo que piensa, no es unhombres honrado.

Un hombre que obedece á un ma.1 go-bierno, no es un hombre honrado; unhombre que se conforma con obedecerá las leyes tiranas, y permite quehombree injustos maltraten*y vilipen-dien á su país, no es un hombre hon-rado.

El niño, desde que puede pensar,debe pensar en todo lo que ve; debepadecer por todos los que_no_puedanvivir con honradez; debe trabajarparque puedan ser honrados todosesos hombres, y debe ser un hombrehonrad^.

El niño que no piensa en lo que su-cede á su alrededor y se contenta convivir, sin saber si vive honradamente,es como el hombre que vive del traba-jo de un bribón y está en camino deser igual á éste.

Hay hombres que son peores que lasbestias, porque las bestias necesitanser libres para vivir dichosas: el ele-fante no quiere tener hijos cuando vi-ve preso; la llama del Perú se echa entierra y muere, cuando el indio lehabla con dureza ó le pone más cargade la que puede soportar.

El hombre debe ser, por lo menos,tan decoroso como el elefante y lallama.

JOSK MARTÍ.

Á NUESTROS SÜBSC8IPT0EES-Supinamos á las personas que re-

aban REGENERACIÓN, se sir-van enviar desde luego el precio queles corresponde pagar pot sus subs-cripciones, teniendo en cuenta que sino ma?idan pagar, les h atemos el re-cargo de un jEaf veinte por cientocotnogas/os de cobranza y giraremoscontra ellas con el recargo indicado.

A lus personas, que reciban RE-GENERACIÓN y no deseen subs-cribirse, Us agradeceremos que nos de-vuelvan lo* ejemplares que hayan re-cibido, para evitamos el que ¡esgire-mos por el valor de ellos

LA DICTADURA SE INSOLENTA.Los1 coahuilenses deben unirse.

lís bien conocido el sistema doGobierno del G i al. DÍnz, que pue-de definirse en dub pulubnu>: co-rrupción y terror. Por lo demás,no es nuevo ui oiiguml semejantesistema, que lia aido y es el de tudoslos tiranos. Corromper á los uiemi-

gos cuando son dúctiles y py n])lnstnilos cuando son vnleíososy honrados, no es una especialidadde nuestro Autócrata: es políticaque se hallaba bien generalizada1

entre los déspotas, mucíio autes deque el Gral. Dí¡i¿ deshonrara á laHumanidad con su naciinieuto. ElDictador de México no ha hechomás que aplicar ese viejo sistema, 3'engreído por el éxito que ha oblenido con 61 hasta la fecha, pretendeseguir aplicándolo, con más rigorcu lo que respecta al empleo de lafuerza, sin coiiMdemr que puedehaber pasado la oportunidad de quetal política produzca resultados fa-vorables para la Dictadura.

El Gral. Díaz ha recomendado áMiguel Cáukuas el sistema del te-rror, para someter á los oposicio-Us de Coahuila. Cárdenas ha man-dado circulares á todas las autori-dades de su dependencia, en las queles ordena que repriman sin la me-nor consideración los trabajos de losoposiciouibtas; y estas autoridades,afanosas de congratularse con elamo, serviles hasta la humillacióny obedientes hasta la ceguedad, es-tán cometiendo atentados que su-blevan el ánimo más paciente. Hacepoco dimos á conocer las comuni-caciones, en que dos caciques, consu carácter oficial y por órdenes su-perioies, prohibían cínicamente lainstalación de Clubs Políticos; hoyvamos á presentar una nueva mues-tra de la imbécil y desvergonzadabrutalidad con que las autoridadesdé Coahuila pretenden impedir quelos ciudadanos ejerciten sus inalie-nables y legítimos derechos.

He aquí el texto de una comuni-cación que Andrés Medellín, Presi-dente Municipal de San Pedro,Coah, dirigió al Sr. D. Francisco I.Madero, Presidente del Club Demo-

-crático «Benito Juárez:"«Habiendo pasado ya el dia de la

elección para funcionarios munici-pales, en cuyos actos Ud. princi-palmente y algunas de las personasque forman la Directiva del Clubque Ud. preside, tomaron parte ac-tiva bajo los garantías que les haprestado esta Autoridad para ejer-citar sus derechos, y correspondien-do á esta conducta con la de mani-festarse irrespetuosas para con ella,y quizá con exigencias indebidas,me permito nanifestarle que tenien-do esta misma Autoridad el deberde guardar el orden en todo y paratodo, conforme á la ley, y segúnlas instrucciones terminantes quetiene de la Superioridad, dá porterminados los trabajos de la JuntaDirectiva que Ud. preside, en la in-teligencia que cualesquier incidenteoriginado por Udes, que venga dealguna manera á manifestarse comesedicioso, serán los responsablesúnicos é inmediatos como trastorna-dores del orden público.

I<o que comunico á la Superiori-dad para su conocimiento, y á Ud.para su gobierno.»

Ante semejante comunicación, undilema se impone: ó Medellín esun idiota que ignora hasta los máí

, conocidos preceptos legales, ó es untiranuelo cínico que, conociéndoloslos viola á sabiendas. En ambo;casos de muy triste idea de sí mismoy de la Administración á que sirve

¿Con qué derecho, conforme áque L,ey declara Medellín termina

, dos los trabajos del Club de San Pedro? ¿Cree ese cacique arbitraréque al pasar las elecciones Munici-pales prescribieron los derechos po-líticos de los Coahuilenses, consig-nados en el Art9 90 de la Constitución General de la República y enel 19 de la Constitución del Estado¿O piensa ese desbocado funcionario que las instrucciones atentatorias de la Superioridad á que aludebastan á suprimir y á hacer irriso-rias las garantías que otorga á todmexicano nuestro Pacto Fundamental?

Vivimos en plena tiranía. E¡

tfíirse y enlodarse parn uo disgus-inr á In autoridad, esc fetiche im-placable que- leclnrun ndornción,más que respeto y que se irrita con-tía las hombres dignos que no sa leprosternan enmo esclavos. Es de-lito nn helar la libertad, es estigma

evnr en el nlnui un girón siquierae patriotismo; es crimen amar aluello. No se puede invocar la

ey, porque la ley es aplastada pora consigna; no se puede ejercitar1 derecho, porque al ejercicio delierecho he le llama sedición. Prac-icar las prerrogativas es trastornar1 orden; ser honrado es ser revol-oi>o; tener dignidad es amenazar la

¡La Pazj esa paz que el Gral.Díaz ha cimentado con la abyección

e ios ciudadanos, esa paz en cuyasras bemos sacrificado nuestro ho-ior y nuestra dicha, se levanta pa-a imponer á los coahuileuses el sa-ri ficio de sus ideales, el desgarra-

miento de sus anhelos de Democra-m, la inmolación de sus aspiracio-

nes de Libertad. En nombre de laaz se conculcan sus garantías y sees impide el (jercicio de í>us dere-líos y en nombre de la paz se lesxige que sean abyectos, que se so-

metan al humillante yugo, que nourben m con una protesta ni con

un gemido el orgiástico festín deos desenfrenados opresores.

La paz de la Dictadura es invio-lable. Miguel Cárdenas necesita•sa paz para seguir enriqueciendo-e, mientras el pueblo coahuilense

desfallece de miseria. Porfirio Díaznecesita esa paz para mantener in-ólume su despotismo, mientras el

pueblo mexicanobio!

muere de opro-

* * *La actitud agresiva que adoptan

as autoridades ante los ciudadanosndepedientes de Coahuila, reclamaa atención de todos los que militan

en el bando oposicionista. Ante lansolencia creciente de la Dictadu-

ra, se hace preciso que los ciudada-nos robustezcan su fuerza, uniéndo-e compactamente y perfeccionando

su organización.Ante el atentado sufrido por el

¡lub Democrático (tBenito Juárez.»de San Pedro, Coah, quisiéramosver levantarse las-protestas de todasas agrupaciones políticas que se

han formado con el mismo progra-ma que ese simpático y valeroso:iub.

Hay un escandaloso atropello ena conducta del cacique Andrés Me-

dellín, que arbitrariamente preten-dió suspender los trabajos del Clubde San Pedro. El Club dirigió almal funcionario un enérgico y razo-nado escrito en qué hace valer susderechos para continuar en acción,conforme á los artículos 99 y 35,frac. III de la Constitución Gene-ral, y al 19 de la Local. Pero estono basta.

Una voz aislada se escucha me-nos que un coro de voces indigna-das; una sola protesta impone me-nos que una falange de protestas;un ciudadano tendrá siempre menosrespetabilidad y menos fuerza quemuchos ciudadanos, para contenerlos abusos y l©s desenfrenos de lasautoridades que tiranizan, y, en su-ma, el esfuerzo individual ó de unapequeña minoría, no conseguirá ja-más lo que el esfuerzo que resultade las grandes uniones.

Lo que se necesita en Coahuilaes la Unión, quedará al movimien-to oposicionista fuerza suficiente pa-ra contrarrestar los excesos del po-der, para imponerse sobre la tiranífy para triunfar al fin en el combate

Es conocido, es vulgar y perfec-tamente comprobado el principio d<que la unión da la fuerza. Los coahuileDses no deben olvidarlo, y siquieren vencer, deben unirse, guardando para cuando la lucha hay;pasado, las diferencias, las pequeñeces que hoy pudieran dividirlos

Seremos francos. Hemos notadque entre algunos de los clubs deoposición, no reina aun la armoníaque fuera de desearse. En un sentido artículo de nuestro colega «EDemócrata» vemos que alguno:Clubs se han abstenido de partici-par al de San Pedro su organización

Club Central de Torreón, ai bien»laha participado, lo ha hecho en tér-minos genéralos y sin hablar pnrainadu de la Convención que ha pro-puesto el Club «Benito Juárez,» Elcolega Coahullense lamenta ese si-leucio parcial ó absoluto de suscompañeros de luchn, y tieneNosotros también lo lamentamos.

La división es la debilidad y deella puede aprovecharse la tiraníapara triunfar, aplicando el prjnel-pio del jesuitismo. Que no haya,pues, división; que todas las peque-ñas diferencias que hoy puednnexistir entre los independientes,sean relegadas al olvido, siquieramientras se libra el supremo comba-e entre el pueblo y la tiranía; que,odo interés enmudezca; que todaencilla [se aplace, y que en el pa-enque de la gigantesca lucha soloreguen dos bandos: el de la Liber-ad y el de la opresión.

La tiranía eslá organizada: espreciso que la oposición lo esté tam-bién. Es natural que entre el in-menso m'imero de ciudadanos qveconstituyen el Partido Independiene en Coahuila, haya diversidad denteic-es y chiereucia de opiniones.

Pero esas divergencias no se refie-en á la oposición en general, cona que todos'están de acuerdo, sinoí detalles, ó quizá á asuntos queon ajenos á la lucha política, y que

no pueden afectar la uniór de losuchadores coahuilenses.

Las diferepcias que se refieran ádetalles de la .campaña, pueden serarregladas desde luego. La Con

ención propuesta por el Club deSan Pedro, es un detalle, por ejem-plo, ¡con el que no hay completoacuerdo. Convendría, pues, que to-dos los Clubs manifestaran franca-mente sus ideas con respecto á la','onvención, y dada la ilustración y

patriotismo de las personas queconstituyen esas agrupaciones, se-ría fácil llegar á un acuerdo que de-ara á todos satisfechos.

Las diferencias de intereses queno afectan directamente la lucha po-ítica, pueden ser aplazadas. Lo ur-gente, lo necesario en estos momen-tos e$ fortalecerse para combatir conéxito á la tiranía, que para todoses igualmente odiosa, que hiere to-doTlos intereses, que aplasta todaslas -tendencias, y que significa laruina general, la desgracia de todos.Todos los intereses heridos, todas'as tendencias aplastadas, por másque difieran entre si, deben hoyunirse para destruir al enemigo co-mún. Cuando éste desaparezca,cuando la tiranía quede reducida áescombros, cuando la victoria delpueblo inicie,el reinado de la soña.-da Democracia, queda el campo li-bre para la lucha noble y leal de to-dos los intereses legítimos, de. todasas opiniones honradas y de todas

las aspiraciones justas. La lucha, ladesigualdad, las divergencias, soncosas inevitables en las sociedadeshumanas; no pueden desaparecer,pero si pueden, en momentos supre-mos, darse una tregua para permitirque todos los esfuerzos se sumen yrealicen una conquista para la feli-cidad común.

Los coahuilenses no desconoceránque necesitan buscar la victoria átodo trance, pues sí fueTan vencidos,quedarían en «na situación mil ve-ces peor que la que hoy sufren. Pa-ra triunfar necesitan iortalecerceunificando sus esfuerzos, sumandosus vigores, uniéndose hasta formarun bloque gigantesco, que caiga so-bre el despotismo, desmoronándolo,pulverizándolo, reduciéndolo á lanada.

Nosotros, modestos coloborado-res del pueblo coahuilense en su lucha centra la tiranía, nos consideramos hermanos de ese pueblo valero1

so y digno, ya que, como él, persegüimos los mismos ideales delibertad y de redención para la PatriaSi los coahuilenses aceptan nuestra

triunfar del enemigo común, que esla tiranía, en la lucha que tan vi-'ruínente hnn iniciado. /No sefd só-lo el pueblo Coahuilehse ni sere-mos sólo nosotros, 'los que tenga-mos que agradecer á, ..los polítjcotídirectores do la oposición.el'péq"ue¡>,fio sacrificio que de ellos reclama-moa,, Serán \ todos loáin&xicaricjs,,será la Patria la que corone con sugratitud la frente de esos paladinesabnegados, porque si ellos s,e uneny alcanzan la victoria, serán los sal-vadores de In República y los fun-dadores de la anhelada Democracia,con cuyo advenimiento sueñan losoprimidos! 1 »

TProcedi mi ¿rifesjesuíticos.

La tartnferia ie Bernardo Reyes.

Al pobre reyismo lo pierde su es-tupidez. Todos sus planes, todassus intrigas han sido desbaratadaspor su falta de talento.

Bernardo Re}'es vio que la tartu-fería ayudó al Dictador para impo-nerse y él también quiso ser tartu-fo; pero ya sea porque el buen hom-bre tiene el tino de rodearse de im-éciles ó porque él mismo carece de

meollo, lo cierto es que sjempre hafracasado.

Se quiso dar cierto barniz de pa-triotismo creando la 2.7 Reserva, pe-ro bien prouto se vio que lo quequería era tomar por asalto Ja Pre-sidencia de la República, y, natu-ralmente, fracasó.

Sin entablar una lucha franca y'viril, quiso derribará José Ivés Li-mantour escribiendo un periodiqui-to llamado La Protesta, y el derri-bado fue él. Nuevo fracaso.

Aliado con Baranda está fundan-do logias en Monterrey para atacarhipócritamente al Gral. Díaz, áquien finge amistad. Su ardid ha si-do descubierto. Otro fracaso.

Fingiendo liberalismo, escandali-zó como raujerzuela ebria por el li-belo que escribió Bulnes contra elBenemérito. Sus periódicos pidie-ron hasta la muerte del libelista, co-mo que su liberalismo era fingido,pero al fin fueron exhibidos por laprensa liberal y honrada como em-baucadores sin pudor,_q,ue tratabane sorprender la, buena fe de los li-erales. Causaba indignación queos periódicos de Reye fingieran de-fender al Benemérito. Otro fracaso.

t Con estos golpes debería haberscarmentado Bernardo Reyes, pero

no ha sucedido eso.

Ahora pretende dar el timo de laoposición para atraerse á las perso-nas superficiales. Al efecto fomentala publicación de hojas como ElDemócrata Fronterizo, El Occidentey otras más, en las que se ataca ver-,-onzantemente al Dictador, en pro-

vecho, por supuesto, del Goberna-dor de Nuevo León. Pero es tan

preciso ser lacayo, es preciso arras-1 y encontramos que el importante da su voluntad, toda su fuerza, á

fraternidad, si por nuestra inmensasimpatía hacia su causa nos conceden algún derecho para levantarante ellos nuestra voz, les pedimosque se unan, que aplacen paTa mástarde todas sus diferencias, que seagrupen bajo una sola bandera yque dediquen todas sus energías, to-

Olegnrio Molina, el Gobernadorcientífico-el protecl'ttr'de loa'escla-vistas • y uno de los> enriquecido!-!con la Guerra del Maya, ext'fí cleoi\.do a consuu^ar'-la•'ruina de 'Ywoo,-tan y trabaja ya por su reelecciónpara un nuevo periodo eu el Go-bierno de aquella infórtuhn'da Enti-dad.

Pero Molina es hipócrita, es je-suíta, copio todos los científicos.Quiere reelegirse, sí, pero al mismotiempo quiere, aparecer como hom-bre sin ambiciones, como Gober-nante que no se apega al Poder yque si acaso continúa en el Gobier-no, es por el ruego de sus conciu-dadanos. La conducta jesuítica deOlegario Molina, podrá valerle elaplauso de los necios y podrá enga-ñar á los idiotas; pero seguro queserá pésimamente comentada porlas personas razonables.

Hace algunos meses Molina pre-sentó á la Legislatura del Estadoun «Proyecto de. Constitución Polí-tica.» En ese Proyecto podría ha-ber incluido Molina desde luego uuartículo que permitiera su reelec-ción, piles podía estar seguro deque i a Legislatura aprobaría lo quele presentara, como todas las Legis-turas aprueban sin la menor obser-vación cuanto les proponen sus res-pectivos Gobernadores. Pera envez de adoptar tan sencillo procedi-miento,- Molina, queriendo pasarpor demócrata ante los que no loconocen, incluyó en el «Proyecto»un artículo en que se preceptuabaque el Gobernador del Estado nopodría ser reelecto, sino hata pasa-*do un periodo constitucional igualal en que hubiera fungido. Por su-puesto que la intención de Don Ole-gario ño fue dejar en vigor tal artí-culo que le hubiera impedido reele-girse; asi es que al mismo tiempoque lo propuso, dio consigna á laLegislatura para que no lo aproba-ra. La Comisión que estudió el«Proyecto.» no aprobó, como eranatural, el articulo antireeleccionis-ta, y conforme á las instruccionesdel Gobernador, lo reformó conve-nientemente. El artículo vino ádecir al fin que el Gobernador delEstado podrá ser electo para dosperiodos consecutivos, (que es lo"que quiere Don'Olegario) y ño po-drá serlo para el tercero sino hastapasado un tiempo igual- al del últi-mo periodo en que haya funciona-do.

torpe la gente de que se sirve Ber-nardo Reyes para sus intrigas, quemuy pronto han dejado ver su/jue-go, Otro fracaso más.

Reyes debería retirarseMe la po-ítica, para la cual ni tiene aptitu-

des ni cuenta con gente de talento.Da lástima que los fondos del Es-

tado de Nuevo León pasen á losbolsillos de José G. Ortíz, JustoCárdenas, Diódoro Batalla y etrospoliticastros, cuando el desventura-do Estado revienta de miseria.

Reyes debe dejar á un lado la tar-tufería, ya que no le resulta, yatacar directamente al Dictador yentonces hará una obra viril.

No creemos, sin embargo, queReyes se decida á ser viril. Reyesdemostró su falta abspluta de valorcivil desde que El Liberal tuvo lahumorada de postularlo para Pre-sidente de la República. Atropella-damente telegrafió Reyes su adhe-sión al Dictador diciendo que re-nunciaba á la candidatura, cuandoen verdad no soñaba con otra cosaque con la Presidencia.

Y si Reyes no es viril, mucho me-nos lo son los infelices periodistasque están á su servicio, ventajosa-mente conocidos como eunucos.

Lo mejor que debe hacer el re-yismo es dejar en paz la política. Haquedado comprobado suficientemen-te con su propia historia, que Ber-nardo Reyes es un predestinado áfracasar en todo por su falta de ta-;lento y la imbecilidad de sus pania-guados. Es inútil, pues, su tartufe-ría, que solo le sirve para hacerlomás odioso.

La consigna del Gobernador paraque se desaprobara el artículo anti-reeleccionista que él propuso, y sepusiera en cambio, uno que permi-tiera la reelección, no se concretó ála Legislatura, sino que se dirigiótambién á muchas autoridades. Mo-lina finge que no..quiere reelegirsey pretende hacer creer que el pue-blo es el que pide su reelección; poreso ordenó á las autoridades quehicieran escritos pidiendo el conti-nuismo y que obligaran á los ciu-dadanos á firmar esos escritos.

En Ticul, como, en otros puntos,las autoridades andan mendigandofirmas para uno de esos ridículosocursos; pero han hecho fiasco. Só-lo han conseguido las firmas de al-gunos infelices sin significación óde algunas personas que por la ne-cesidad de no malquistarse con lasautoridades, hacen lo que estas le:exigen. Ticul no debe al Gobierno de Molina más que exaccionesy mal pueden los ciudadanos de eselugar anhelar la reelección del funesto funcionario, que suprimió eJuzgado de 1 a Instancia en Ticul yque no se ha preocupado por la seguridad pública en el Partido, noobstante los buenos rendimientosque éste dá al Erario.

Olegario Molina sólo ha proporcianade á Yucatán ruina, desmem-bramiento y vergüenza, y en vezde sentir remordimiento por sumenguada obra, ese mal funcianario pretende hacer creer que el pue-blo lo llama á continuar por cuatreaños más su labor de desastre y demiseria.

No; no es el pueblo; es la ambi-ción de mando y la sed de riquezasla que llama á Olegario Molina. Nhabrá un hombre honrado que ha-ga al digno pueblo yucateco la ofen-sa de creer que ese pueblo pide pa-ra que lo gobierne al científico, alexplotador, al que se ha enriqueci-do con los despojos del Estado.

PPÍjCAri^N MADll POR ItNfRYVHií Posb.v Qptacíü óp SAN ÁN -

omo, VBXAS, AS SICCQND CI,ASSIN NOVBWÍUKR <j til I904.

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'dentó.Para iodo asunto dirijirse al Director.EL SR. FRANCISCO FINNEY ES

VUESTRO AGENTB EN MÉXICO.

Onaproíesta ynn voto úfi adhesión. x

Este es el título de una hojilla fir-mada por una docena de badulaquea

impresa en la casa de un tal M, M.Díaz, de Doctor Arroyo, N. L.

Quéjanse e¡sos eunucos de .que ata-uemos al Dictador y de que Bernar-

do Reyes no salga bien librado d»uestras plumas,Ba sus lloriqueos esos pobres hom-

ires se duelen de que hayamos mez-lado á Genaro C, Salinas, con los

distinguidos bandoleros BonifacioMartÍDez (á) «El Coyote» y José Ma.lorrea. A Salinas 'se le llama en la-

hojilla: «probo y digno jurisconsul-.to;> á Porfirio Díaz: «ilustre autor dea paz,» y á Bernardo Reyes: «bene-'actor del Estado.P

Los pobres firmantes pretendíanue todoa los vecinos de Doctor Arro-o firmasen la hojilla; pero como to-lavía hay hombres honrados, fueron'.echazad'os coa asco y tuvieron que

conformarse con poner únicamente susnombres deshonrados.

Era natura! qúa los vecinos de Doc-tor Arroyó se negasen & firmar la ho-illa. • En esa desventurada población

se va á derramar • más sangre, pueshace pocos dias llegó á ella aquel fa-moso Pedro Hernández que en compa-fa de Alderete y de otros bandidos,,sesinó al valesoso escritor Doctor y¿ral. Ignacio Martínez en Laredo,

Genaro C. Salinas, el probo y dignoiurisconsulto, tomó partéenla obra desangre efectuada en la Villa de Gral.Bravo, en Abril del presente afio, yestá dispuesto á inaugurar otras he-catombes.

Muchos vecinos honorables han émí- 'rado de Doctor Arroyo en buega dearantías, porque Pedro Hernández,.

Salinas y' otros honorables funciona-rios, han formado ya su lista de vícti-mas

Pedro Hernández y los baadoleros-que capitanea han eómenzado por ase-sinar á dos infelices mujeres, segúndijimos eael penúltimo número deRE-

ENERACION, y el probo y digno ju-risconsulto Genaro C. Salinas, que fun-ge de Juez de 1? Instancia en DoctorArroyo, no ha castigado á los malhe-chores porque él mismo tendría que-sentenciarse á la última pena.

Si Bernardo Reyes fuera inteligen-te, no se exhibiría en esas hojilla*que lo caricaturizan.

La 6ausa del Dr. Trevirío.El Sr. Dr. Treviño fue acusado

por la Compañía del International& Great Northern de estar en com-binación con unos individuos lla-mados Abraham Sánchez y Guada-lupe Moya, para defraudar á dichacompañía.

La causa del Sr. Treviño se vt6en audiencia el día 9 del corrienteen la Corte del Distrito, y en ellapudo comprobar el Sr. Treviño, pormedio de su abogado el Sr. Clark,que era completamente inocente "deldelite que le imputó la Compañía.

El Fiscal, Sr. Bee, hizo esfuerzos-poderosos por encontrar culpabili-dad en el acusado, pero la inocen-cia del Sr. Treviio era tan mani-fiesta, que el Juez Sr. Dwyer tuvo-que absolverlo.

I,os amigos del Sr. Dr. Treviño-han visto con satisfacción la resolu-ción de ese enojoso asunto, del quesalió ilesa la honorabilidad delacu-sado.

Felicitamos al caballeroso facul-tativo por la feliz resolución de su.negocio,

I • / •

El bandidaje oficial.

iLb.q'ue! ¡pasa éñ'*.Coa.huila bajo laosa ÁdmiDÍstrapíon de Mlg'uo¡

iárdpnaa, no pasaría ni on las regió-los más salvajes'dol Afríoa. En Coa-uila reina la bai'barie; una barbarloUG espeluzna^ que asombra! que Irrl

aa barbarie- desbordada y looaue asóla, oomo un huracán maldito,

IB» tierra desventurada on que el pue-ilo es tVatado oomo rebano, en quoos funcionarios obran como Sultanes,en quo el ejorclclo de la autoridad

ia llegado á ser más funesto que el•jeroioio del bandidaje.

No exageremos, Basta deoir quoCoahuüu exláten las Acordadas

para significar que en Coahuila existool bandalismo Oficial, porque lasAbordadas en Ooahuila, comoon Nue-vo León, como en toda la República,no son otra cosa que instrumentosciegos y brutales de las Autoridadessuperiores, que se valen de ellas parasembrar el terror-en los pueblos conorímenes horrendos y desoarnados.La misión de las aoordadas es despo-jar el camino á las tiranías, sometien-do á los débiles y suprimiendo a losvalerosos, á los honrados, á los buenos. Las, hazañas de una Acordadaharían palidecer & los más caracteri-zados bandoleros.

De los que en Coahuila, ejercen elbandidaje con título oficial, el más no-table es un tal Martín Flores, á, quienCárdenas proteje con especialidad,pues, según se dice, el Gobernador de-be importantes servicios & Martín Flo-reB. Este individuo, rudo y sanguina-riO) es Jefe de Acordada, y tales atro-oidades comete, que es visto con páni-co en Coahuila. Apenas el terriblebandido Bonifacio Martínez (á) «ElCoyote> que está al servicio de Ber-nardo Reyes, podrá compararse conMartín Flores, que milita á las órde-nes de Cárdenas,

Muchos.de los hechos de Martín Flo-res han quedado para siempre ocultosen él misterio de las encrucijadas y enel silencio impenetrable de las sifirras;pero algunas otras de sus hazañashan tenido un teatro menos lóbrego,han sido vistas por muchos ojos yhan podido ser recojidas para figu-rttr en los analas sangrientos de la ti-ranía. „

En Santo Domingo, jurisdicción deRamos Arispe, el Juez auxiliar atro-pello al Sr. Máximo Valdés, ancianode 65 años dd edad, respetable y hon-rado. - El Sr. Valdés, sintiendo lesionados sus intereses, presentó el Juezauxiliar que lo atropellaba, una re-clamación justa y razonada; pero elJaez lejos de atenderla-queja, se exas-peró con ella, y mandó llamar á Mar-tín. Flores, recomendándole que mo-lestara al Sr. Valdós. Flores no sehizo repetir la orden y á la cabeza delos íoragldos que forman la Acorda-da, hizo al ardes de brutalidad, que to-davía son recordados con espanto y

—con ira por cuantos los presenciaron.El ancia,no Máximo Valdés fue apre-hendido y lo fueron también algunoshombres honrados que trabajaban conél; se les ató, y en plena plaza pública,én presencia de las desoladas familiasde aquellos desventurados, seles azotó y golpeó hasta dejarlos casi mori-bundos. Tan luego como se repusie-ron un poco, Martín Flores los condujo á Saltillo, atados, á pió, y mar-tirizándolos con Voluptuosidad de hie-na. En Saltillo estuvieron presosaquellos infelices como cinoo meses, yal fin fueron puestos en libertad porun auto sarcástico del Juez de su cau-sa, que declaraba no haber delito queperseguir. Es inaudito el cinismocon que las autoridades atrepellan álos ciudadanos, confesando paladina-mente esos atropellos y no tratando nisiquiera, de remediar en 4o más míni-mo los perjuicios ocasionados.

En Hamos Arizpe quebró la casaComercial de Ismael Sánchez Garcíay Hno. Esa casa tenía cuentas porcobrar en todos los ranchos cercanosy un alto funcionario le compró esaBcuentas en menos de su valor para ha-cerlas él efectivas. El alto funciona-rio llamó al Jeíe de Acordada MartínFlores, le ofreció un tanto por cientoy le encargó que cobrara Las cuentasMartín Flores se dedicó á cobrar, 3quizá por costumbre adquirida en laprofesión, lo hacía de noche. Llega-ba por sorpresa á los jacales de lospobres rancheros, y brutalmente lesexigía el pago de una cuenta que lespresentaba. Los labriegos, al verserodeados por las carabinas de los

', bandidos, daban cuanto tenían paraque se les dejara en paz; pero habíaalgunos que nada podían dar, y esoseran llevados á la Cárcel:, tratadoscomo bestias y obligados á hacer ado-bes ú otros trabajos para el alto fun-cionario acreedor, que tiene granamistad con Miguel Cárdenas.

Este mismo sistema se usa para co-brar á todos los trabajadores el impuesto personal de SO.75 ó 81.00 ames. Algún funcionarlo compra lasboletas -de este impuesto, y luego porla fuerza obliga á los trabajadores áque le paguen el doble de le que el pa-gó por esas boletas.

En Ramos Arizpe, con cualquier- pretexto se persigue al trabajador pa-

ra que preste gratuitamente BUS ser-vicio» & las autoridades. Hace pocoque un pobre trabajador íuó arresta

á nú hijof daaioto attos. El trabaja-dor f 116 8Gntenoludo»ií hucor dos miladobos y á pagar una multa do $12.00y no quedó li,bre hasta quo se cumplióIUU ilegal 6 lnioua s°ntonoia.

En los tlanohos coreanos á Rumos»Vilí|ié, todos loa. hombfea se viiu1 &

dormir & l a . sleitru, cuando Martín.Florea anda ceroa do esos lugiires,pues temen la visita del bandido.' 'S'eniejantos excesos,• quo ampara olGobierno de Mlguol Cárdenas, no no-ooslutn. comentarlo.' La simple rola-oión dé ellos:basta para horrorizar ypara indignar á cualquier alma mo-dlanamente honrada.

REPRODUCCIONES.Muy agradecidos estamos á los

diversos colegas que han tenido laamabilidad de dar cabida en sus co-lumnas á nuestras humildes produc-ciones.

La amable acogida que obtienentiuebtros trabajos nos sirven de es-:ímulo, porque vemos que no somosos tínicos que exhiben las llagas de

la actual administración, ni los tíni-cos que comprenden el inmenso da-ño que la tiranía ha procurado á laPatria.

La Punzada, semanario políticoque publica, en Puebla el enérgi-co correligionario, Sr. Alfredo Ques-nel, se ha servido insertar en susimpático periódico algunos denuestro» artículos relativos á la po-lítica mexicana

La Punzada se distingue por suenergía al tratar los asuntos políti-cos de nuestra Patria,

Igualmente damos las gracias áLos Sucesos, de la Ciudad de Mé-xico, por haber reproducido nues-ro entrefilet titulado «En camino de

ser feliz.»

El Dictador de-

Vimifenlo qué se inicia en Coahu'lla,es formal, El'conoce 1>len al per-sonal dlrectivo'del Club Democrá7

tico «Benito Juárez.') Sabe que esepersonal uo se lia' <le doblegar ante¿1,' no se té-lm du ' humillar, no 'Jiáde trahsijír coü las exigencia de latiranía, y de ahí su odio y su enco-no.

El Grat, Díaz está acostumbradoá que todos los houlbrcá de dinerose le humillen y eso no lo ha podi-do conseguir de los directores delClub de San Pedro.

Ve, pites, el Gral. Díaz que lomás probable es que sus exigen-cias, se estrellen esta vez,, y esa pro\habilidad aumenta, si se tieue encuenta que los Sres. Grales. Trevi-ño y Naranjo son amigos y simpa-tizadores de la causa 'del pueblocoahuilense, y amigos—y, aun pa-riente el Gralj Trevifio—de algunasde las personas que dirijen el movi-miento electoral eu Sau Pedro.

Lo prudente, lo sensato, lo queharía un estadista sabio y patriota,sería dejar al pueblo de Coahuila enabsoluta libertad para que elija susfuncionarios.

Pero si el Dictador eu lugar deoir la voz de la ia¿ón pretende con-tinuar su sistema de violencia, nocoubeguirá Hupoiiejbe, y ú provoca-rá con sus actos tiránicos, que seefectúe más pronto su indefectibleruma.

La canalla

En nuestro numero anterior hi-cimos un llamamiento á la conve-niencia del Gral. Díaz, ya que noá su patriotismo porque no lo tie\̂ne, invitándolo á que modere suopresión si no quiere exasperar alpueblo.

Pero el Gral. .Díaz no ha hechoaprecio de esa patriótica indicaciónpor más que pocos diás antes habíaofrecido en público, con el aparatode que- gusta rodearse, que las indi-caciones de la Prensa serían debi-damente atendidas. Nunca, por lodemás, hemos tomado en serio lasfrases del Dictador, y si ahora hace-mos alusión á una de ellasj' es pa-ra que los miopes se convenzan deque el Presidente representa en to-da ocasión, una comedia torpe yvulgar.

Dijimos que á la Autocracia con-viene dejar en libertad al pueblopara que ejercite sus derechos. He-mos hecho notar que el pueblo deCoahuila está dispuesto á no per-mitir más la imposición de Cárde-nas ni de ningún otro individuo, yque ese pueblo sufrido, valiente ygeneroso,.quiere nombrarse.un Go-bernador que no sea impuesto porla Dictadura, sino que sea el hom-bre elegido por stts hermanos paraque salve al Estado de la ruina yde la vergüenza en que lo ha sumi-do su gobernante actual.

La Dictadura lejos de atender tansanas indicaciones, pretende violen-tar á los ciudadanos. Por medio desus agentes trata de impedir á losciudadanos de San Pedro délas Co-lonias que ejerciten sus derechos,ya poniendo trabas á las labores delClub Democrático «Benito Juárez,»ya procurando la desunión de losoposicionistas, ó bien, enviando sol-dados y rurales á dicha poblacióncon el premeditado fin de provocarconflictos para después tener el pre-texto de intervenir, de exterminary de imponerse.

Las persecuciones y las amenazashan comenzado. El Sr. Dr. Can-delario Duran ha sido encarceladoen San Pedro, únicamente por quedicho señor es parte integrante delClub Democrático «Benito Juárez.»

¿Qué pretende conseguir la Dic-tadura con esos excesos de tiranía?Bien sabe el Autócrata que los coa-huilens'es han manifestado ser irre-vocable su decisión de sacudirse latiranía cardenista. Igualmente sa-be el Autócrata que los hombres deSan Pedro no se resignarán á quedar atropellados, vejados y burlados; y sin embargo, la tiranía, des-moralizada al ver que pierde pres-tigio y autoridad, no mide el peli-gro á que se expone al poner en juego su acostumbrado sistema de abu-sos y de violencias.

"RI (Val. Dfazha vistnrme el rti

Bajo ningún Gobierno, como ba-jo la Dictadura de Porfirio Díaz, sehabía visto tanta inmoralidad, tan-ta corrupción y tanta desvergüenzaen los individuos que desempeñanfunciones públicas.

Y es natural. Una tiranía no pue-de tener á su servicio sino indivi-duos del más bajo nivel intelectualy moral; seres abyectos y deprava-dos para los cuales es desconocidahasta la más rudimentaria decencia.Los hombres honrados, las almasrectas, no podrían nunca servir á latiranía que se alimenta de maldadesy se sostiene sobre infamias. Loshombres de conciencia y de honor,bajojlas tiranías, son las víctimas delos bellacos encambrados. •

En Michoacán, los individuosque sirveri. al Gobernador AristeoMercado están llegando al colmo dela impudicia. La prensa indepen-diente, entre la que figura el enér-gico semanario «Fierabrás» ha fus-tigado y exhibido, tanto al Gober-nador Mercado, como á la falangede -serviles que lo adulan, que losostienen y que con él compartenlos beneficios del Podei. Antes deque la reelección de Mercado se con-sumara, todos sus lacayos se impro-visaron periodistas y pretendierondefenderlo de los justos y tremen-dos cargos que la prensa honrada lehacía. Como era natural, los ser-viles fueron zarandeados por los pe-riódicos independientes, y con lasestúpidas defensas que hicieron deDon Aristeo, sólo consiguieron po-nerlo en ridículo y atraerse ellos elmerecido desprecio de las gentessensatas. Despechados por su de-rrota emplearon la brutalidad paralibrarse de sus, enemigos: denuncia-ron periódicos, apalearon cobarde-mente á los oposicionistas, encarce-laron á unos, desterraron á otros;pero á pesar de todo, no lograronsometer á los hombres independien-tes. Más despechados aún, roídospor la convicción de su impotencia,y en el colino de su rabia ponzoño-sa, los infelices mercadistas, -se handedicado á ultrajar á sus noblesenemigos; pero ni siquiera con elultraje que lanza cara á cara la be-llaquería cuando no está exenta devirilidad, sino con el ultraje queoculta su procedencia, con la calum-nia anónima que esgrimen como ar-ma los rufianes emasculados.

El Diputado Salvador Cortés Rubio, su hermano Manuel y otro bri-bón llamado Manuel Rubio, que escuñado del Diputado Miguel Mesa,se han dedicado á escribir y publi-car asquerosos pasquines anónimosen que se insulta á los oposicionis-tas. Tenemos á la vista uno deesos pasquines que tiene como en-cabe2ado lo siguiente: «Baile Maca-bro.» (Entre Gallegos) Imitasióndel " Dúo de los Patos» con acompa-ñamiento de flauta y letra de P. P.Melga Rejo. Es clara la alucienque se hace en esas lineas á los Sres.José Gallegos Arguello y José Mel-garejo, honrados ciudadanos quehan combatido la inmoral Adminis-tración de Aristeo Mercado. Perono es esto todo. La canalla merca-dista no se concreta á injuriar á loshombres, sino que lleva su menda-cidad hasta difamar á una dama,como lo hace el pasquín aludido,en el que se pretende mancillar lareputación de la honorable esposadel Sr. Gallegos Arguello.

El Diputado Cortés Rubio y suscompañeros anuncian la publicaciónAt* ntma rhacrminjic AH nim c¿> Aifa.

del Dr. P. E. Rodríguez L. para enfermedades de las Señoras, curamejor que ningún otro remedio el Infarto, la Hipertrofia, Ulceracio-nes. Flujo blanco, Cáncer, los trastornos de la Menopausia ó edadcrítica y en general todas las afecciones he la cintura.

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ciones las dedicó al Presidente y suesposa, y esa dedicatoria le valió lapromesa del Gral. Díaz de ayudarlo,para lo cual lo invitó á hablar conél en el Palacio NacionaL

El artista, tal vez porque ignora-ba que el Gral. Díaz no cumple loque promete, tomó á lo serio la in-vitación que por escrito le hizo elDictador y asistió no una, sino infi-nidad de veces, á la cita, sin obte-ner audiencia, á pesar de haber sidoinvitado de un modo espontaneo yal parecer sincero.

Varios meses estuvo concurriendoel artista al Palacio Nacional;sin lo-grar ser recibido, hasta que.^decep-cionado, renunció á la protecciónque sin solicitar le fue ofrecida.

Para que haya arte es preciso quehaya libertad. A veces el arte pue-de florecer bajo la tiranía; perolos tiranos protectores del arte sonescasos, porque regularmente los ti-

La Historia registra los nombres-^anos son personas rudas, con habi-

á respetables personalidadesde la oposición.

La gente honrada de Morelia, queno ignora quienes son los pasqui-nistas, está indignada contra esosmiserables que para desahogar susbajos rencores, no se detienen niante la respetabilidad de una damani ante la consideración que mereceel sexo femenino.

La conducta de los mercadistases incomparable por lo inmunda; esejemplar como indecente; es insu'perable como fangosa. Él Gobierno de Aristeo Mercado, harto des'prestigiado ya, acabará de enlodarsecon estas nuevas y repugnantes ha1

zanas de los que en él figuran, yllegará á ser visto con asco, comola podredumbre, como la lepra!

El arte yla urania.

de algunos tiranos que se distin-guieron por su protección al arte.Esos tiranos habían cbnstruido sustronos sobre sangre y á diario re-frescaban los cimientos con nuevasangre. Eran perversos, eran crue-les, empaderaban mujeres, decapi-taban ciudadanos, arrasaban ciuda-dades. Obraban como fieras, peroá veces.sentíau como artistas.

Un buen soneto dedicado al tira-no, enriquecía al autorj un buencuadro obsequiado al déspota, podíaabrir las puertas de la aristocraciaal artista; una composición musicaldedicada al sátrapa, podía agobiarde honores al compositor.

En nuestra Patria donde imperauna tiranía torva, agria, gris, quetrasciende á cuartel, el arte vegetaroñoso y mustio, sin estimulo, sinprotección, visto con recelo ó per-seguido brutalmente como sucediócon las obras «Por un Beso» y «ElVerdadero Suárez.»

Sin embargo, el Gobierno, á ve-ces, para atraerse el aplauso de lo:imbéciles, finge protección al artepensionando á jóvenes cretinos, hi-jos de sus favoritos, para que mar-chen al Extranjero á continuar susestudios.

No pensiona el Gobierno á los jó-venes que más aptitudes demuestrany que más esperanzas ofrecen, sinoá aquellos que, sin vocación para elarte, no tienen otro mérito que el deser hijos de diputados, de jueces, óde cualesquier otros funcionarios ófavoritos de los gobernantes.

Contados son, entre los pensiona-dos, los jóvenes que poseen faculta-des artísticas.

En cambio, cuando algún artistase arriesga á pedir la protección ofi-cial, recibe únicamente eacojimien-tos de hombros, desprecios y humi-llaciones.

Conocido es en toda la República

tos y gustos de cuartel, afectos á lasemociones brutales que son las úni-cas que pueden distraerles. Lasemociones que produce el arte re,quieren algo de sensibilidad y algode cerebro y eso hace falta á la ma-yoría de los tiranos.

sequita la careta.

Emilio Pimentel ha decidido quitarBe la careta. No todos los hombrespueden llevar el fingimiento al extre-mo que lo acostumbra el Dictador.

Emilio Pimentel fingió liberalismomientras el pueblo oaxaqueño no ha-cía uso de sus derechos; pero apenasdio el pueblo algunas muestras de ac-tividad democrática, desapareció el li-beralismo del gobernante «científico.»

Pimentel y sus paniaguados haninundado de polizontes la ciudad deOaxaca, y ya hemos visto cómo esospolizontes ultrajan y vejab á los ciu-dadanos.

Ahora vamos á consignar otro he-cho que revela, la inquina que el (io-biernode Oaxaca le tiene á. IlEGENE-U ACIÓN.

Un niño de diez á doce afios de edadiba lejendo por la calle un ejemplarde nuestro periódico El niño fue vistopor UDO de los rufianes reclutados porPimentel para servir de policías se-crptos, y al momento fue aprehendidoel joveccito. A empellones se le con-dujo á la presencia de un Comisarioestúpido, quien amenazó al niño convarios dias de calabozo si no denunciaba á nuestros corresponsales Elniño no se amedrentó y supo coates-tar con dignidad al eunuco, que aver-gOE/.ado y confuso, tuvo que tragar suignominia a) ver que un niño sabíaser más digno que él, puesto que elniño no quiso ejercer el vil oficio dedelator.

Tiene razón Pimentel, despuéa de to-do. En Oaxaca ha renacido el cívíímopotente, robusto, y á su empuja, el (io-bernador tiene que renunciar á su tar-tufería Ya no puede engiflar, porquela actividad popular lo pone en el di-

comienza á tener conciencia de su so-beranía, protesta de mil maneras con-tra el despotismo.

El 23 del pasado, en una velada quecelebró la Escuela Normal para Pro-fesores, en Oaxaca, se pudo compro-bar nuestro aserto. Esa velada fuepresidida por el Gobernador suplente,Lie. Joaquín Sandoval y el Secreta-rio de Gobierno, Lie José Inós Dávi-la, bastante conocido en las sacristías.

Varios oradores envilecieron laoratoria adulando á los tiranos y en-salzando, comosi¡fuera una virtud, latraidora política de conciliación.

José Inés Dávila, Joaquín Sandoval, el Director de la Escuela Normaque se distingue por su servilismo, yotros personajes de la administraciónde Pimentel, gozaban con la adula-ción de los oradores. Pero un jovenProfesor, el Sr-. César A. Huía, reci-tó una Oda viril, inspirada, digna,'que hizo el efecto de un fuete sobre lasinnobles espaldas de los serviles. ElSr. Ruiz atacó al clero, fustigó á lostiranos y confundió á los Ilotas.

Sentimos no poder obsequiar á nues-tros lectores, por falta dé espacio, conla brillante poesía del Sr. Ruiz, á quienfelicitamos por su patriotismo y rarovalor civil.

Otra muestra de civismo la dio elpueblo oaxaqueño la, noche del 1° delcorriente. Los serviles organizaronuna serenata en el Jardía «Constitu-ción» para celebrar la reaoiidación dela tiranía. Invitaron al pueblo, hicie-ron esfuerzos sobrehumanos para quehubiera concnrrenci^en el paseo y só-lo asistieron los infelices gendarmesy los truhanes que sirven de policíassecreta El pueblo se abstuvo de mos-trar regocijo en ese dia de duelo parala República.

Felicitamos Cordialmeute al pueblooaxaqueño por su civismo.

El próximo numero de "Re

generación."

La Poderosa Sanadora.

y en el Extranjero, el genio musi- I l f l m a d e s e r liberal y amigo del pue-cal del autor de las composiciones ¡ J1" ó de •ejfuir elej«mplo de opreii.'.n

dado por el Autócrata Pl'iientel se hatituladas «Arpa de Oro» y «En Alta\fnr.n Til aiitnr Ae íiirhíis fnnioosi- decldido por

lo último: pero el pue-

' Cuy* reputaciones bien conocida entodo este país, acaba, de establecersepermaneut^m^Dte en San \n tomo, Te-,\as Sana todas 'as enfermedades.

1 sin aplicar drogas, también cura á¡cualquiera dutam'ia por medio deljmara \ i ] )o ,o po<]er iU-1 Espíritu con elI C u a l f i n ' n a i ' i i a

¡ H i l a o s IM ra-Kir a d i v i n a d o r a e n e)S u r , s i e n d o l a « • • p e n i . i U> a i!r> l a •>• (•-t i m a h i ] H

N u o c a . h i p r r . i 11 1 ¡irhli i a r , a s i j f r t e

Doc-lom A L\ KSS \ \l \ ¡ ' ' H'. A .sCallr H Larr-d 1 : j« v i . in t-e -

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Testimonio

De gratitud.Con sumo placer daró testimonio al

como puedo decir, milagroso poderpara sanar, q.ue la doctora AlvessaMa.tthew8 posee. Fui afligida de en-fermedad femanlna desde hace tresbflos. Tomé varias medicinas sin re-sultado ninguno, pues mi enfermedadee Iba. haoiendo mas grave hasta quela vida era intolerable. Entonces medirigí á esta seftora de la cual yo ha-bla oído hablar antes. Ella me curóen 15 días enteramente por medio de«tratamiento uusente.» Nuaca me diomedicina alguna ni me tocó. Esto fuáhace cuatrq meses y desde entoncesno me he sentido mal y ahora puedotrabajar ooajo en los afios pasados.

Contestaré con gusto cualquierapregunta acerca de mi enfermedadcura, porque sé que debo mi vida a ladootora.

Florenoe Dou;;lass, 214 Arsenal St.Sun Antonio, Te.xaa.

Arbitrariedaddesvergonzada,Conforme á la ley, el domingo n

del actual debían verificarse laselecciones Municipales en San Pedro, Coah. Se verificaron, en efec-to, pero tantas infracciones comeiierou las autoridades, que no pueden considerarse legales esas elec-ciones, y probablemente los ciudadanos pedirán que se declaren nulas. *

El primer abuso de la autoridadconsistió en triplicar la fuerza pública, en apostar gendarmes eu la,casillas electorales y hacer qne numerosas patrullas recorrieran la población, para amedrantar á los vo-tantes, todo lo cual constituye unaflagrante infración del Art. 28 de laLey Electoral ae 17 de Mayo d1884, que ordena que en los dias deelecciones, se acuartelará la fuerzapública, inclusive la policía Municipal.

Los serviles se instalaron en losCasillas á puerta cerrada, no perinitlendo que loa independientes entraranvotar. No obstante, el pueblo gancuatro casillas; dos se protestaron, jtrece quedaron por el Partido Demócrata en los ranchos de i a jurisdíccióde San Pedro. Para obtener estos resultados, los independientes tuviere»:que mostrarse enérgicos, pero estirritó á las-autoridades,que se venga

oc encarcelando á algunos oposloío-istas, entro' los que so encuentra eliatÍDguido ciudadano, Dr. Candela-lo Duran.Pasadas las elecciones, los Presiden-

te* de las Aumbleao electorales en que1 pueblo triunfó, procuraron reglB-;rar sus oredenplales en líiProsidonoinMunlolpn.1, para poder presentarse áa junta de escrutinio; pero la Presi-

dencia, oon torpes evasivas, no quiso«glstrar Ssas' credenciales, hasta queios independientes llevaron un Nota-rio^que certifloara tal infracción.

El di» 18 debía verificarse la Juntado escrutinio, pero no so presentó nin-guno de loa del bando oficial, ni elPresidente Municipal conourrió á ha-cer la instalación, como lo mandaey; asi es que los independientes de-

cidieron instalarse por si solos en la-Plaza Principal, y paraí ello llamaronal Regidor'ü? át. Salvador Benavi-des, que f uó el único que se prestó para el acto, La policía, brutal comosiempre, estuvo hostilizado á los ciu-dadanos y el Inspector, a la cabezade sus esbirros, quiso disolver la Jun-ta. Pero el Presidente de ella, Sr.Indalecio de la PeHa se mostró enér-gico é hizo respetar sus derechos. Elpueblo estuvo á punto de estallar eon-tra los gendarmes, y sehubiera regis-trado un conilicto, si el mismo Sr. Pe-na no hnblara recomendado el orden.Para evitar posteriores arrebatos delpueblo, que estaba verdaderamenteindignado oon los esbirros, los inde-pendientes decidieron ir á continuarsus trabajos á la casa del Sr. Fran-cisco I. Madero.

El cacique Adalberto Vlezca fue iSaltillo á recibir la oonsigua de Cardebas, y volvió insolentado.. Por suorden, varios escribientes, en el inte-rior de la casa Municipal se ocupande hacer expedientes de elección, enteramente apócrifos y con firmas falsas.Esos expedientes inventados se envia-rán á la Legislatura' para su aproba-ción; pero los independientes denun-ciarán la falsedad de esos documen-tos y pedirán la nulidad de las elec-ciones.

Son tan cínicas las autoridades deSan Pedro, que á pesar de las noto-rias ilegalidades de la elección, hanmandado poner cartelones en que de-claran que han sido reelectas por elpueblo.

Declaración tan descarada y falsa,¿\desvergüenza tan inaudita, lia produ-cido general indignación. Los man-darines de San Pedro son odiados, yá pesar de sus chicanas y sus abusos,tendrán que dejar el campo al pueblo,que es el amo, que es el fuerte, quehabrá / de triunfar al fln y que dará sumerecido á los malvados que hoy looprimen.

Busquese

"REGENERACIÓN."

osen

En el Estado de Coalmila, donde tanexoitado esta el pueblo contra la tira-nía oardenlsta, se cometieron atenta-dos Incalificables oon motivo do laseleooiones municipales que so verifica-ron «n todo el Estado el Domingo 11del aoiu&l.

En Torreón, deseco la víspera de laselecciones, las autoridades comenza-ron á encarcelar & los ciudadanos.Más de doscientas personas íueron re-ducidas á prisión por el arbitrarioPresidente Municipal Navarro, quetrató de aterrorizar á los ciudadanospara que no concurrieran á votar álas casillas electorales.

En Allende, el pueblo estaba dis-puesto á votar, ejercitando sus dere-chos. Lis ciudadanos recorrieron laeiudad buscando las casillas electora-les; pero las autoridades, consideranáo que el pueblo triunfarla en la elecclon, decidieron no instalar ningunacasilla, y en consecuencia no huboelecciones. Las fuerzas federales es-tuvieron sobre las armas, dispuestasa impedir la acción de los hombres independientes y á no permitirles quehicieran elección.

Pero son tan cínicas las autorida-des del Gobierno Cardenista, queprobablemente en Allende esas autoridades declararán que el pueblo las haelegido, no obstante que es público ynotorio que no se -verificaron las eleo-oíonea.

En San Pedro, aparte de los atenta-dos que referimos en otro lugar, he-mos sabido algo que viene á ponermás de relieve la arbitrariedad de losíunoionarios de ese lugar. Dijimosque los oiudadanos independientes ha-bían instalado su Junta de esorutinioen la Plaza Principal, porque las au-toridades no indicaron el sitio en-quetal junta debía verificarse. La poli-cía estuvo hostilizando á los ciudada-nos, y no solo íué eso: lo más grave,lo-que horroriza, lo que revela la bru-talidad de la tiranía, es que el Presi-dente Municipal dio orden al Inspec-tor de Policía de'que hicieran fuegosobre los electores. Si la orden no secumplimentó, fue porque el pueblo semostró decidido á castigar ,cualquieratentado, y los gendarmes tuvieronmiedo de provocar las iras populares.

La Tiranía se va haciendo insopor-table.

Siempre hemos sostenido que.alpobre reyismo lé Falta talento y quea eso se deben sus fracasos. Induda-blemente* que también. ío pierde superversidad;- rk

En el papasal reyista denomina-do El Ocddente, que es cómo si dijé-ramos El ímparcial de Bernardo Re-yes, y que le cuesta tan caro al Es-tado de Nuevo León como el perió-dico de Spíndola ala nación, encon-tramos las siguientes apreciacionesque dan la medida de la refinada es*tupidez del reyismo ó de su super-abundante perversidad. Por unaparte dice el pobre papasal:

«L.a Administración del GeneralDíaz ha hecho el mismo bien á laprensa, que á todas las empresasnacionales.' Sus productos y los pe-riódicos, tienen actualmente á sudisposición mejor telégrafo, mejorcorreo, mejores vías . de comunica-ción, más respeto de parte de losbandoleros de camino real y otrosmuchos beneficios que sería inter"ininable enumerar, porque tales ytan grandes son los que el GeneralDíaz ha prestado al país en general.

Después, al despotricar sobre unapretendida unión de periodistas me"xicanos, dice:

«En cuanto á los parias del perio'dismo, no se reunirán sencillamenteporque el Gobierno no se los perniitira, como no les permite escribir"sino sujetándose á un peligro per'pétuo de perder los bienes, la liber"tad, y de cuando en cuando hastala vida, como á todo el mundoconsta.» (

Como se vé, en el primer párrafo,el reyismo se muestra tartufo y enel segundo acomete á mordizcos,siempre, por su puesto, sin virili"dad.

El reyismo nunca podrá triunfarporque es cobarde. Tiene profun'dos odios contra Porfirio Díaz, perolefalta valor para encararse y lu"char.

¡Pobre reyismo!

extorslonamiento tan inmerecido qui-zás como indigno, y tan cruel co-mo degradante mas par» él que lo ojo-cuta que paro- el que lo recibe.

Es, puoa, loable que en aciagos mo-mento* los oom_paHer"B tomen la de-fensiva del caído, y por oso nuestroDirector hizo votos de gratitud al delindependiente periódico REGENERA-OlONi que oon tanta fibra y con tantaoorrecolón está escrito. ,

Por otra parte, no es de extrañarsela'actitud asumid* por, los señores re-dactores de REGENERACIÓN, pues-to que es notorio, y no en determinadocírculo, sino-en toda la RepúblicaMoxlpana, el valor oirilá toda, pruo-ba, la virilidad y templanza de almay la inquebrantable energía é lnoo-rruptible honradez que adornan &aquellos caballeros y dignos señoresSarabia y Flores ̂ togón cuyos correc-tas plumas sostienen el periódico RE-GENERACIÓN.

Nos complacemos, pues, en darles á,los seEíores redaotores de REGENE-RACIÓN públicamente las graciaspor su valiente defensa y ojalá que di-cho periódico Be sostenga, siempre aesa altura, para honra y prestigio dela prensa mexicana.

LA REDACCIÓN.

Juan Panadero,—México. D. F.

REGENERACIÓN.

SE SOLICITAN AGENTES

EN LA REPÚBLICA MEXICA-

NA Y EN LOS ESTADOS UNI-

DOS,

Lo p fe la Prensa Honracla..REGENERACIÓN

Es cierta que todos los que ejerce-moa el noble apostolado del periodis-mo, estamos obligados á velar por losintereses de los demás compañeroscomo si fueran los propios nuestros;pero por desgracia no es así y unegoísmo refinado caracteriza hoy porhoy á casi todos los periodistas, egois-mo tanto más pronunciado, cuantoque los que divergen en "ideas con no-sotros en tratándose de hostilizar alcontrario, cuando éste suíre un pe^cance hasta se sienten satisfechos yhacen publico su regocijo, mancomunándose algunas veces con el enemigodel que ha tenido que lamentar algún

Este valiente colega que con tantosbríos por varias épocas se publicó enMéxico, ouya labor fue interrumpidavarias veces por denunoias, ha comen-zado á ver la luz pública en- San An-tonio, Texas, B. ü. A. . .

El querido y simpático colega persi-gue sus mismos ideales oon los mis-mos bríos y patriotismo peouliares enél. Nomás que predicar democraciaen estos tiempos de Dictadura es querér inculcar ideas en fanáticos refrac-tarios.

La ropa sucia se lava en casa, pe-ro cuando eú ésta no hay agua, hayque ocurrir á extrafla fuente. |Que vi-va muohos añoB REGENERACIÓN'

El Obrero. —Lqón, Gto.

• REGENERACIÓN

Este valiente semanario redactadopor los inteligentes y briosos escrito-res mexicanos Sres.'Ricardo y Enri-que Flores Magón y Juan Sarabia, haraanudado sus labores periodísticasen San Antonio, Texas, E. ü. A.

Hemos recibido el primero y segúndo número .y1 y a correspondemos ávisita.

Larga vida y .muchos suscriptoresdeseamos al ilustrado colega.

El Correo de Barlovento.— PapantlaVer. ^

REGENERACIÓN.

Ha comenzado á visitarnos este periódico de combate que reapareció últimamente en San Antonio, Texas, redactado por los Sres. Juan Sarabia yhermanos Magón.

Con gusto correspondemos la visita,El Progreso.—Altar, Son. •

...REGENERACIÓN •

Este periódico independiente de cono.'bate, cuyo personal lo forman comedirector, el Sr. Ricardo Tlores Magón: Jefe de redacción, Sr D. JuaiSarabia; y Administrador, Sr. D, Enrique Flores Magón, apareció el 5 de'

tfov. en San Autoalo. Tox. E. TJ» A,seguirá publicándose semanaria-

mente. ,Precios de subsbripoióa:

Un ano, pago adelantado $ 4 50Un semestre ' ,, ,, 2 40húmero del día.v .,.,.,.„ 910

A los agentes se los.abonará el 20por ciento. OflclnaB: 606 W. Nueva St.

O. Box. 1.133, San Antonio. TexasE. U A., ., '• , ' .

Puebla.—Puebla, Puel

REGENERACIÓN. . . .

Este ooleg-a que se publica en SanAntonio, Texas, ha honrado nuestramesa de redacción y con gusto le 00---reipondemos la visita, sintiendo queJUS nobles bríos y levantados idealesaeran estériles, pues predicar demo-cracia en un pueblo fanatizado y sin.energías, es predicar en el desierto. ' '

•El Infanta,—Chihuahua, r

* * *La continuada amabilidad de nues-

ros colegas, nos obliga mucho paracon ellús. Les damos fas gradas porsus galantes conceptos para nuestroperiódico y repetimos que s»s pala-bras afectuosas y su actitud frater-nal—reveladora de que ellos, cómonosotros, suefían coa la libertad dé laPatria,—nos infunden ánimo paracontinuar realizando firmemente laparte de trabajo que nos tooo-en laobra grandiosa de la redención denuestro pueblo.

fl QUIEN INTERESE-

Coa sumo placer daré testimonioal gran poder para sanar enfenneda.des, que posee la Dra. AlvessáMatthews. Ella curó á mi esposamilagrosamente después de que yo.había gastado centenares de pesossin resultado. Había tenido variasoperaciones en San Antonio, perosu enfermedad creció hasta que supeso llegó á ser de 115 libras cuan' /do la traje á la Dra. Alvessa Mat'/,thews. Ahora pesa 170 libras. La«gran Doctora nunca la dio algunamedicina.

Yo soy un ranchero bien cono'cido y con gusto contestaré cual*quier pregunta á cualquier tiempo ,acerca de la enfermedad de mi es"posa.

THJCOPOR KNIBYSKY.

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Agradeceremos á nuestros nuevos subs-criptores^se sirvan perdonar- el que no lesenviemos limpios los ejemplares délos nú-meros } y 2, pues en virtud de haberseagotado tas ediciones <üe dichos números,solo podemos servir ejemplares va usa-dos. En virtud de la, carencia de los nú-Tueros 1 y S, algunas personas no recibi-rán dictáis números inmediatamente, quehagan sus pedidos, pero pueden estar se-guras de que se los enviaremos .

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Texas.Pedro S. Trujillo—Iiockhart, Texas.Ramón Cavazos—Encinal, Texas.Pragedis S. Morales— Reedville,

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City, Texas.Ignacio J. Mendiola-McNeil, Tex.Manuel Sorola -San Marcos, Texas.Francisco Díaz.—San Marcos, Tex.Manuel A. Salaaña—Brownsvllle,

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Texas.R. Pizana—Austin, Texas.Manuel Pargas. Albuquerqae,

Nuevo México.Manuel O. Díaz.—Cllfton, Arlzona.Julián H. González.—Hondo, Tex.Arcadio Montoya.-Bernalillo, N. M.Matías Reyes L. —Buda. Tex.Juan G. Perales. -516 E. 6th St.

Austin. Tex.Jesús R. Garza.—Abílene, Tex.R. Pazana.—120 Cong Ave. Auutin,

Tex.J. M. C. Sánchez.—P, O. Box.

110 Hondo, Tex.Anastaclo de la Garza.—Berclair,

Texa».