Los productos que son comercializados dentro del esquema de la economía social y solidaria no están al alcance de todos los ciudadanos.

El comercio mundial está liderado por empresas eficientes. Las empresas eficientes realizan campañas dando a conocer los beneficios y bajos costos de sus productos que satisfacen las necesidades del consumidor. Los productos de la economía solidaria no están al alcance de todos los ciudadanos. Por lo cual el consumidor se inclina por obtener productos que estén al alcance de su presupuesto, disponibles en el mercado y que por un pago representativo se consiga mayor cantidad, lo que no ocurre con los productos que promueve la economía solidaria.

En una sociedad de recursos económicos limitados la prioridad es cubrir sus necesidades básicas esto se alcanza adquiriendo productos de empresas que dominan el mercado. El comercio solidario excluye del consumo de productos de calidad a un alto porcentaje de población ecuatoriana que toma las decisiones con relación al precio, pues el principal objetivo de este grupo de consumidores es el acceso a alimentos (Cotera, 2009). Esto ocurre con los productos orgánicos que tienen un precio de dos a tres veces más que un producto de agricultura tradicional. Si los productos tienen alto precio se vuelven inaccesibles para los ciudadanos que buscan productos en relación al precio.

Los productos agroindustriales que son comercializados con el enfoque de la EPS no se encuentran con facilidad en las tiendas o mercados locales, esto hace que las personas adquieran productos que son fáciles de conseguir, lo podemos evidenciar en productos como quesos maduros, granolas, galletas a base de quinua que solo se los encuentran y se comercializan en mercados de elite como el Supermaxi, las tiendas Camari y las tiendas El Salinerito. Esto demuestra que si estos productos no se pueden encontrar con facilidad en las tiendas locales los consumidores no los pueden adquirir.

Las personas de menores recursos económicos buscan por un pago representativo obtener mayor cantidad de un bien, lo que no sucede con los productos de la EPS que en su mayoría son de alto costo unitario por lo que no se puede adquirir en gran cantidad (FAO,2014), un ejemplo real es que por una canasta solidaria de hortalizas orgánicas se paga 20 usd la cual contiene 7 u 8 productos, mientras que por ese valor en un mercado local o en una tienda de verduras se consigue más productos.

La economía social y solidaria va direccionada a un sector de poder adquisitivo, debido a que los ciudadanos de recursos limitados no están en capacidad de adquirir productos de este sistema, porque no se consiguen con facilidad en las tiendas locales, los altos costos, y porque las cantidades no cubren las necesidades básicas de los consumidores de una sociedad de bajo poder adquisitivo.