8/10/2019 Los Panecillos

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LOS PANECILLOS

Tras la gran decepcin, molestia e indignacin que tuvo que pasar Perico en la panadera,

sobre todo la gran rabia que tena consigo mismo al ver que ya nada ms podra hacer, al lado

de todas las emociones que pudo haber sentido en ese momento por su fracaso, no se

comparaba en nada con el gran temor que sinti al acordarse que el dinero que haba cogido

para probar los merengues eran los ahorros de Juana, su madre.

Pensativo se dirigi a casa con un gran arrepentimiento por haber arrojado las monedas entre

las piedras, le sudaban las manos y le temblaban las piernas, la preocupacin en l aumentaba

mientras ms cerca de su morada se encontraba, pues era consciente de que su extrema

curiosidad por probar el sabor de los merengues, en esta ocasin, fue excesiva.

Al pasar algunos das, cinco exactamente, ya un poco ms tranquilo al notar que su madre an

no se daba cuenta de que haban cogido dinero de sus pequeos ahorros recaudados, sin

ms, sigilosamente empez a maquinear un plan para poder reintegrar el dinero de una u otra

forma sin que despertara sospecha alguna, puesto que contaba con una familia numerosa en

un hogar muy pequeo.

Esa noche empez a espiar otra vez a su madre y a toda persona que pasase por la cocina,

pues todo tipo de acercamiento hacia sta era un peligro para l. Contaba con muchas ideas

para ponerlas en prctica pero olvid un detalle, el ms importante de todos, el dinero. Perico

se haba deshecho completamente de todas las monedas, no contaba con ningn centavo,

entonces, fue ah donde su miedo se acrecent ms an, junto a ese sentimiento regresaba de

nuevo la rabia de haber cogido el dinero sin poder logar su propsito.

Provena de una familia humilde y muy necesitada por la cantidad de sus integrantes, por lo

tanto, no haba forma alguna de que pudiera reembolsar el dinero, tan slo era un nio, no

estudiaba ni trabajaba. Despus de tanto pensar no se le ocurri una mejor idea que vengarse

de aquellos panaderos que lo hicieron sentir inferior a los dems. Opt por dirigirse a lapanadera al da siguiente por la noche y conseguir los veinte soles a costa de lo que sea, sin

importarle ms nada.

Al amanecer, en plena luz del alba, Juana despert temprano para ir a trabajar. Venda

desayuno en carretillas y al alistar sus herramientas de trabajo, entre lo bullicios que provoc

hizo que Perico se levantara. Ya era el da en el que pondra en marcha su plan, que de seguro

sera algn improvisado ya que nada claro tena por hacer. Antes de que Juana se fuera, se

acerc a un cuadro de una virgen y como todas las maanas antes de salir se persign.

Segundos despus se dirigi hacia la cocina por el dinero, el corazn de Perico lata a mil por

hora, pues su madre se dara cuenta de todo y an faltaba mucho para su plan de venganza.

Hubiera estado en graves problemas si ella se hubiera dado cuenta, pero no fue as, es ms, ni

si quiera recordaba la cantidad que haba guardado, en ese momento ella slo guard un poco

ms de dinero y sali a trabajar. Perico sinti una paz infinita y aunque arrepentido por el gran

susto que se llev no aprendi la leccin, ya que volvi a tomar el dinero de Juana y esta vez

ya no para merengues sino para panecillos.

Cabanillas Silva, Lorena.

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