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Los manglares: ¿Sólo son charcos de agua sucia?

RESUMEN

Los manglares son plantas vivíparas de vital importancia para ciertas especies

marinas y terrestres; además, también generan grandes aportaciones de carácter

ecológico, económico y social, no obstante, a pesar de todos los beneficios que

brindan, en México se está perdiendo éste ecosistema, por lo que se han creado

actividades sustentables que intentan lograr un verdadero aprovechamiento de los

mangles.

Cumplen una función como barrera de protección, controlan el desgaste

terrestre producido por los vientos, protegen las costas, mejoran la calidad del agua,

reducen el impacto de las mareas y ayudan contra el efecto del calentamiento

global, además de que representan una zona de contacto entre las comunidades

marinas y terrestres; diariamente reciben una carga de agua del océano y agua

dulce que desemboca de ríos, arroyos terrestres o subterráneos.

Actualmente México está dotado de cuatro especies diferentes de manglar,

convirtiéndolo en uno de los cinco países del mundo con mayor extensión de este

ecosistema. Lamentablemente la falta de conocimiento que se tiene acerca de la

importancia y beneficios de la conservación de esta maravillosa formación vegetal

afecta directamente el mantenimiento estable del mismo.

Las personas que viven cerca o dentro de algún bosque de mangle creen

que estos son lugares comunes y corrientes sin ningún valor económico y mucho

menos con algún beneficio ecológico, debido a eso, los habitantes utilizan los

recursos naturales de manera excesiva y talan los árboles para dejar un espacio

disponible y sembrar semillas para su consumo, pero no hacen lo posible para

recuperarlos, al mismo tiempo las empresas utilizan a este ecosistema como centro

turístico y de igual manera lo destruyen.

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INTRODUCCIÓN

Marco teórico:

La biodiversidad es la variedad de seres vivos y ecosistemas que habitan sobre la

Tierra. El número total de especies conocidas en México es de 64 878

aproximadamente. Junto con Brasil, Colombia e Indonesia, México se encuentra

entre los primeros lugares de las listas de riqueza de especies. Al respecto, se han

descrito 26 mil especies de plantas, 282 especies de anfibios, 707 de reptiles y 439

de mamíferos. Estas cifras, comparadas con otros países en el plano mundial,

colocan a México como un país megadiverso, ya que presentó al menos 10% de la

diversidad terrestre del planeta.

Uno de los ecosistemas más extensos en México son los manglares, se

encuentra entre los cinco países del mundo con mayor extensión de este

ecosistema. Los manglares en México se encuentran distribuidos en los 17 estados

costeros del país: Baja California Norte, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa,

Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tamaulipas,

Veracruz, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán.

Los manglares son formaciones vegetales en las que prevalecen diversas

especies que se conocen como mangles, estos árboles o arbustos tropicales tienen

raíces largas y extendidas aéreas respiratorias llamadas neumatóforos (raíces que

crecen en dirección opuesta al suelo), los cuales tienen la particularidad de ser

plantas resistentes a la salinidad del agua.

Además son ecosistemas con diversas especies de flora y fauna de gran

importancia ecológica, y otorgan una gran variedad de servicios ambientales como

zonas de alimentación, refugio y crecimiento de animales, tanto acuáticos como

terrestres, al mismo tiempo, actúan como sistemas naturales de control de

inundaciones y como barreras contra huracanes e intrusión salina, controlan la

erosión y protegen las costas, las cuales están habitadas por personas, mejoran la

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calidad del agua al funcionar como filtro biológico, y cuenta con una variedad de

peces y moluscos comerciales que benefician a las industrias pesqueras.

En México predominan cuatro especies de mangle que son: rojo (Rhizophora

mangle), negro (Avicennia germinans), blanco (Laguncularia racemosa) y botoncillo

(Conocarpus erectus). Estas especies se pueden encontrar formando asociaciones

vegetales o en bosques monoespecíficos (donde se encuentra solo una especie

conocida).

Objetivos:

>Objetivo General:

Analizar la importancia de los manglares para mantener el equilibrio

ecológico.

>Objetivos específicos:

1. Conocer la importancia ecológica, económica y social de este ecosistema.

2. Investigar las causas de la disminución de los manglares en México.

3. Identificar las consecuencias de la pérdida de este ecosistema.

4. Deducir las posibles medidas que se puedan tomar para cuidarlo.

Problema:

Actualmente mucha gente no tiene el conocimiento de que los manglares son

altamente productivos; creen que son zonas insalubres, de agua estancada y

criaderos de mosquitos, sin importancia alguna para la sociedad, por lo tanto, están

amenazados por la extinción, sin saber que cumplen una función importante como

zona de protección y crianza de especies, asimismo como una barrera natural que

controla la erosión (el desgaste de una superficie) por vientos y mareas.

Hipótesis:

Si se pierden los manglares, entonces se podría ocasionar un desequilibrio

ecológico, además de la pérdida de diversas especies. Si se logra crear un aumento

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en el conocimiento sobre la gran importancia que trae consigo este ecosistema, se

podría lograr la preservación del mismo, reduciendo el deterioro en que ciertas

relaciones humano-ambiente lo han afectado en la actualidad.

DESARROLLO

Importancia ecológica, económica y social

Fig. 1: Galería CONABIO (2018), zona de manglares en México.

Este ecosistema, de alta productividad y riqueza biológica, es hábitat de especies

residentes permanentes y temporales de moluscos, cangrejos, jaibas, langostinos,

camarones, erizos, insectos, peces, aves, mamíferos, bromelias, orquídeas,

bejucos, del mismo modo es hábitat de estadíos juveniles de fauna, así como de

aves migratorias y de colonias de reproducción.

Los manglares actúan como una barrera natural de protección que contiene

la erosión de vientos y mareas, prueba de esto es que en aquellos lugares donde se

han mantenido, el impacto de fenómenos naturales, como ciclones y tsunamis, ha

sido menor a diferencia de aquellos sitios en donde se destruyeron. También es

necesario mencionar que capturan los gases de efecto invernadero y sumideros de

bióxido de carbono. Además de que generan una gran cantidad de nutrientes que

son exportados por las mareas a las aguas cercanas a la costa, donde son

aprovechados por pastos marinos, arrecifes de coral y una variedad de peces.

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Principalmente fungen como amortiguamientos de los impactos del acarreo

de tierra, asimismo actúan con la polución por las corrientes de agua de ríos y

arroyos sobre los arrecifes de coral, mantienen la línea de la costa y sostienen las

arenas sobre las playas, funcionan como un filtro biológico, de retención y

procesamiento de algunos contaminantes que son utilizados en la agricultura; así

como también contribuyen a la filtración de agua y abastecimiento de mantos

freáticos.

Asimismo son zonas de protección y crianza de especies comerciales como

peces (bagre, lisa, mojarras, pargos, robalo, sábalo, etc.), camarones, cangrejos,

langostinos y moluscos. La pesquería del camarón, una de las más importantes en

México, existe gracias a la gran cantidad de lagunas costeras que albergan

importantes humedales, como áreas de manglar y marismas, en donde se refugian

las postlarvas de camarón en donde se desarrollan durante varios meses hasta

alcanzar sus fases juveniles, momento en el cual migran al mar para completar su

ciclo de vida. También son zonas de desarrollo de actividades cinegéticas, e

intervienen en el desarrollo de la creciente industria asociada al ecoturismo.

Los árboles de mangle los utilizan como material de construcción para

viviendas rurales en zonas cercanas a las costas; proporcionan leña y carbón para

las comunidades rurales, además de que se usan en la fabricación de cercos para la

delimitación de los terrenos o el confinamiento de animales para el consumo

doméstico. Se usan en la fabricación de artes de pesca como los tapos, en la

elaboración de espigas y puntales para la locomoción de pequeñas embarcaciones

en zonas someras de las lagunas costeras y los esteros.

Causas de la disminución de los manglares en México

En México importantes superficies de manglar han sido afectadas de forma indirecta

por obras de infraestructura que han alterado los flujos hidrológicos, como presas,

bordos, canales y dragados. Por si fuera poco, fenómenos naturales, como los

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huracanes, también contribuyen con su destrucción. Un documento realizado por

especialistas del UNU-INWEH (United Nations University Institute for Water,

Environment and Health), advierte que el rápido desarrollo urbanístico en Cancún y

la construcción de grandes complejos hoteleros en las zonas costeras de la

península de Yucatán está generando la destrucción de los manglares del caribe

mexicano que tendrá negativos efectos para las poblaciones costeras y el medio

ambiente.

Fig.2: Univision, Salvemos Manglar Tajamar (2016), destrucción de una zona de mangles en la zona

del Caribe mexicano.

Es común que cada vez los mangles se encuentren en tensión debido al

incremento acelerado de diversas actividades turísticas como el de las actividades

de acuacultura industrial, un ejemplo es Baja California Sur, donde tan solo en la

porción sur de la Ensenada de La Paz, se ha perturbado aproximadamente el 10%

de las casi 26,000 hectáreas de manglar, debido al desarrollo costero, que involucra

el crecimiento urbano como la construcción de infraestructura turística, aunque por

otro lado, también sea consecuencia de factores naturales.

De esta manera, queda claro que los intereses particulares y económicos están

por encima de la conservación de los recursos naturales. Puntualmente, en el Marco

Legal de México, se asientan las bases de la protección de los manglares. A pesar

de esto, las políticas públicas que se aplican en el ámbito federal, estatal y municipal

han permitido históricamente la destrucción de dichos ecosistemas.

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Los manglares dependen en gran medida de factores externos de gran

escala como son las corrientes oceánicas, la conexión con el mar, el clima, los

cambios en la atmósfera y el uso del terreno a un nivel de paisaje, por lo tanto, la

variación de alguno de estos factores puede generar serias afectaciones al

ecosistema. Aunado a estos factores, los manglares son afectados por lluvia, aridez,

salinidad y la calidad del suelo; probablemente no hay otro grupo de plantas con

adaptaciones tan marcadas a condiciones extremas.

Según estudios realizados en el 2005 por el INE, en México la tasa de

deforestación de manglares es de 2.5% anual, por lo que la conservación de este

ecosistema es todavía un reto. En síntesis, existen causas provocadas por factores

naturales como por la intervención humana: modificación de la hidrodinámica del

ecosistema, cambio del uso de suelo, presencia de especies invasoras,

aprovechamiento no sostenible de recursos, contaminación, así como aplicación de

políticas públicas deficientes.

Se efectuó un análisis de los efectos ambientales generados por el turismo

en zonas costeras y se identificaron tres efectos más comunes en los ecosistemas:

presión por recursos naturales (sobreexplotación de las especies comerciales),

contaminación del agua e impactos físicos directos (construccion y mantenimiento

de infraestructura); estos últimos adquieren gran relevancia, debido a que todo el

turismo ha moldeado el paisaje del litoral en la última década y por consecuencia,

vastas zonas de ecosistemas costeros, como los son los manglares, dando paso a

una gran variedad de complejos turísticos (villas, hoteles, condominios, etc.)

 

 

 

     

 

 

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Fig.3: Univision, Salvemos Manglar Tajamar (2016),destrucción de una zona de

mangles en la zona del Caribe mexicano. 

La organización Salvemos Manglar Tajamar asegura que la madrugada del 16                     

de enero de 2016 tuvo lugar un ecocidio en la zona del caribe mexicano. “Mataron,                           

sepultaron animales vivos, mataron además especies en peligro de extinción,

mataron cangrejo azul, iguana, tiraron árboles con nidos de aves protegidas. De las

57 hectáreas, unas 30 quedaron destruidas en apenas dos días”, dijo a Univision

Noticias Katia Hahn, miembro del grupo Salvemos Manglar Tajamar”(Mendoza, S.

2016).

“Viviendas, oficinas, áreas comerciales y la iglesia más grande de América

Latina, en lugar de una zona de manglar de 57 hectáreas que ha sido hogar de

especies protegidas: esa es la oferta que encabeza el (FONATUR) en el balneario

mexicano de Cancún, y que ha hecho levantar voces de organizaciones ecologistas

al punto que las obras se han suspendido, al menos por el momento”.(Mendoza, S.

2016).

Consecuencias de la pérdida de los manglares en México

La pérdida de los manglares afecta significativamente a todas las especies que los

utilizan durante su ciclo biológico, asimismo, al tener la mayor capacidad de todos

los ecosistemas para capturar el carbono de la atmósfera y almacenarlo en su

sustrato, contribuye con el efecto negativo del calentamiento global, su pérdida

provocaría aún más problemas en el medio ambiente general.

La superficie del manglar calculada por INEGI en 1976 fue de 1 041 267 con

el 31% en la costa del pacífico; la superficie total detectada como manglar en el año

2000 fue de 880 000 hectáreas aproximadamente, con un 38% en el pacífico; de

acuerdo con estos datos se proyecta que de seguir así en un periodo de 25 años se

habrá perdido el 50% del manglar en México.

Zafar Adeel, director de INWEH-2012, menciona: “Uno de los mensajes más

importantes, y que anteriormente no habíamos comprendido completamente, es el

vínculo entre el ecosistema de los manglares y la seguridad alimentaria y la

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pobreza”. “Sabíamos del crítico papel que juegan los manglares para el desarrollo

de pesquerías. Ahora tenemos prueba directa del valor que eso representa para las

poblaciones costeras. Y es muy preocupante que tendrá un impacto en la seguridad

alimentaria”. (EFE,2012)

Asociando todo esto, si se continúa con las presiones existentes y la

tendencia a seguir maltratando y minimizando la importancia clara de este medio, se

estaría destruyendo uno de los ecosistemas más representativos de la

biodiversidad del planeta, afectando de manera irreversible a la diversidad biológica

y la calidad de vida de muchas personas.

Medidas de prevención

Fig. 4: PROFEPA, (2014).

Actualmente las distintas localidades de zonas costeras han optado por proyectos

ecoturísticos donde se llevan actividades no destructivas como la observación de

aves asociadas al manglar, por lo que no se extraen recursos de dicho ecosistema y

se aprovecha de manera sustentable, esto le otorga además al este ecosistema un

valor como medio para la educación y concientización ambiental. Esta situación ha

obligado a las autoridades a pensar en qué se debe hacer en distintos niveles y con

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diversos actores para revertir el proceso, y qué medidas se deben tomar para

detenerlo.

La CONAFOR propone revertir el deterioro de los manglares a través de su

reforestación, rehabilitación y restauración, y ha dado pasos en ese sentido. En el

primer caso los pobladores del estado de Oaxaca crearon una cooperativa que logró

una producción anual de tres mil plantas y la instalación de un vivero de 70 mil

plantas de mangle rojo en 1997. Con todo ello se ha ido recuperando la cobertura

original del manglar.

Fig. 5: SEMARNAT, (2016).

El 28 de octubre de 2016 la SEMARNAT anunció una inversión cercana a

132 millones de pesos para la restauración de los manglares en los estados de

Nayarit, Campeche, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco y Veracruz. Además,

refirió que ha restaurado 5 mil 414 hectáreas de humedales de 2013 a la fecha, con

una inversión federal de 170.98 millones de pesos. Autoridades gubernamentales

como la SEMARNAT y sus predecesoras en México a base de leyes protegen dicho

ecosistema.

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A finales de 2005, la CONABIO decidió encarar el desafío de generar

información sólida sobre el estado de los manglares del país, para lo cual desarrolló

un sistema de monitoreo basado principalmente en la observación de este

ecosistema mediante técnicas de percepción remota (imágenes de satélite) al cual

denominaron Sistema de Monitoreo de los Manglares de México (SMMM), en el cual

participaron diferentes instituciones involucradas en conocer el estado de

degradación, funcionamiento y conservación de los manglares de México.

A lo largo de los años este monitoreo se ha traducido en retos constantes

para la generación de productos, el desarrollo de nuevas líneas de investigación y

análisis en las zonas donde se encuentra este ecosistema. Un ejemplo es el caso

de las pérdidas y ganancias de línea de costa en México, que salió a la luz al

momento de comparar imágenes de dos fechas distintas.

La reforestación de los manglares puede ser difícil ya que cada especie

requiere condiciones físico-químicas particulares que se encuentran

interconectadas con las presencias de otras especies de plantas en las zonas de

inundación. Se ha reportado que los costos para restaurar exitosamente tanto la

cobertura vegetal y las funciones ecológicas de un bosque de mangles varían entre

US$3000 y US$150000 por cada hectárea, dependiendo del plan de reforestación

que se realice.

Fig. 6: PROFEPA, (2014).

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Por su parte, la PROFEPA implementó durante el 2014 el Operativo Nacional

“México Protege sus Manglares” en los estados que albergan este ecosistema. El

compromiso es realizar acciones de inspección y vigilancia para revertir la pérdida

de manglar y promover su conservación, por lo que el Operativo se realiza en Baja

California, Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Sonora, Tabasco,

Tamaulipas, y Yucatán.

En este dicho operativo participan inspectores de la PROFEPA de las

respectivas Delegaciones y de Oficinas Centrales, quienes cuentan con el apoyo del

personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la

Secretaría de Marina (SEMAR) y fuerzas de seguridad federal y estatal. PROFEPA

continúa con sus actividades en los 17 Estados, con levantamiento de datos para

realizar acciones de inspección, con el propósito de alcanzar resultados que ayuden

en los esfuerzos del Gobierno Federal para la protección de los manglares.

RESULTADOS La conservación de los manglares no solo es crucial para todas las especies que los

habitan, sino que también trae consigo diversos beneficios para las comunidades

cercanas debido a que sustenta sus necesidades de alimentación, energía y

minerales, de igual manera, ayuda a la regulación del clima, entre otros servicios

ambientales.

Sin embargo, la pérdida de los manglares se atribuye principalmente a las

actividades del hombre, ya que, por medio de la explotación y uso irracional de

todos sus recursos naturales se origina el deterioro del ecosistema, no se tiene una

idea sobre todas las consecuencias que traería su pérdida, y la búsqueda de una

solución a esto aún es extensa.

No obstante, es necesario reconocer el esfuerzo que diversos grupos

ecológicos realizan para seguir manteniendo a flote éste espacio biológico.

Actualmente existen proyectos que buscan un desarrollo sustentable, trabajan

arduamente para generar la difusión de todas las maravillas relacionadas con éste

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medio y lo mucho que se verían afectadas varias actividades realizadas por el

humano.

CONCLUSIÓN

La investigación realizada para el desarrollo de este proyecto nos permite reconocer

la confirmación de lo planteado en la hipótesis, los manglares son ecosistemas de

alta productividad, formaciones vegetales que albergan a muchas especies, tanto de

flora y fauna, de gran importancia biológica.

Diversos grupos ecológicos ya se encargan de buscar una solución a todo lo

relacionado con el maltrato de los manglares, generan programas de apoyo y

mantenimiento en las zonas afectadas, al mismo tiempo, buscan formar una

conciencia colectiva de todos los beneficios y consecuencias que trae consigo la

conservación o la pérdida del ecosistema.

Es de suma importancia que la población localizada cerca de alguna

formación de mangle sea consciente de lo fundamental que es el funcionamiento

ecológico y que tenga criterio sobre todo lo relacionado con las actividades que

afectan o benefician el ecosistema, siempre buscando la debida conservación y el

equilibrio humano-ambiente.

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