Los libros de dios

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Los libros de Dios La verdad es que este Jefe nuestro se gasta un humor... cósmico. Primero los creó de barro. Por algún motivo que no nos comunicó, ni tan siquiera a Pedro, no le gustó aquello y les retiró su soplo de vida. Nuestras mentes, tan privilegiadas para acabar con dragones, proteger almas y cuerpos o incluso hacer que dos miradas se crucen produciéndose la chispa del amor entre ambas, son completamente inútiles a la hora de buscar aquella primera Generación. Quizás sea inútil seguir buscando, ¿no os parece, amigos? Sobre todo porque la Segunda Generación sí prosperó. Tan imperfecta como es, ha resultado la favorita del Jefe. Y también de su Adversario, todo hay que decirlo. ¿Será el juego que les da y les salva del Aburrimiento lo que ha propiciado que ya haya unos seis mil millones de humanos por el Cosmos? Sí, sí, de acuerdo, nunca es propicio pensar sonre el Pensamiento Supremo y sus decisiones. Sus caminos no son menos inescrutrables para nosotros que para las criaturillas de ahí “abajo”. Yo estoy convencido de que el Jefe debe de estar pensando en una Tercera Generación, si es que no la ha iniciado ya en algún sistema estelar que aún creamos vacío de vida. Sería muy propio de su Persona, sí. Y lo creo porque esta Humanidad no parece reconocer ningún límite a su depravación vía el desamor que se tienen todos sus miembros. Cada actuación nuestra requiere más y más prudencia, casi no podemos saber a veces si no estaremos cayendo en el Mal. Perdonad el estremecimiento, sabéis que es una posibilidad cada día más grande, con esos pequeños monstruos de ahí abajo. Aunque hay algunas regiones de su mundo donde el Jefe se divierte especialmente. Casualmente (o no) es donde menos predicamento tiene, donde más están perdiendo la Fe, el Jefe los perdone su inconsciencia. Ya sabéis cuál es la actividad preferida por nuestro Jefe. Ningún humano ha intuido jamás que lo de “a su imagen y semejanza” era un circunloquio: la actividad que más gusta a los humanos, la actividad elevada, entendedme, es también la que más gustan de practicar al Jefe y su Adversario (seguro que esa casualidad es una de las cosas que más hace rabiar al rabudo). Por lo que me he enterado, ninguno puede pasar un segundo, por decirlo así en este marco intemporal, sin hacerlo. Y los humanos lo mismo. Es increíble lo que han avanzado, no sé si ellos solos o ayudados por algunos de nosotros, al estilo de nuestro amigo Prometeo. Curiosamente fue una de las aplicaciones de lo que Prometeo les reveló lo que les inició en la actividad divina favorita, y dicen que quizás por ello la realización Zeus decidió castigarlo: ¿cómo iba a pensar nadie entonces que las actividades humanas podrían ser tan reveladoras y “divertidas”? Pero ya veis. Comenzaron fijándose en lo que hacía el humo y algunas sustancias terrestres sobre superficies que sólo un loco pensaría aptas para la creación. Nadie sabe de dónde les vino esa característica tan suya (y no digo virtud ni defecto, porque aún no está claro qué es), la imaginación. Poco después aprendieron que no necesitaban las cuevas para ello, y que el placer era mayor si creaban en dosis hiperconcentradas, en trozos pequeños. De las teas a los cinceles, de las cuevas a las tablillas y de las tablillas al pergamino. Estos humanos nunca han dejado de escribir. Escapa a nuestra comprensión que con esa visión tan limitada que les ha dejado la evolución puedan detenerse tanto tiempo en actividades tan poco relacionadas con la supervivencia, salvo que sea cierto lo que dicen algunos, que precisamente siguen creando para no caer en la locura y... pervivir. Inútiles, ¿acaso no se les ha revelado suficientes veces que la vida es lo único que tienen asegurado? Bueno, amigos, todos conoceis lo que ellos llaman Historia. Si incluso alguno de ellos se han especializado en “estudiarla”, cuando bastaría que se quitasen el velo de los ojos y nos preguntasen... Precisamente en esas regiones descreídas, las que se piensan más “ricas”, el tema de la creación está viviendo un momento especial. Van a dejar atrás el material que más les ha hecho avanzar, sí, más incluso que ese estúpido silicio al que se van a abandonar. Van a dejar los libros, los tomos, aunque seguirán llamando libro a lo que ahora serán “bits” y “bytes”. El nuevo formato del libro

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Los libros de Dios

La verdad es que este Jefe nuestro se gasta un humor... cósmico.Primero los creó de barro. Por algún motivo que no nos comunicó, ni tan siquiera a Pedro, no le gustó aquello y les retiró su soplo de vida. Nuestras mentes, tan privilegiadas para acabar con dragones, proteger almas y cuerpos o incluso hacer que dos miradas se crucen produciéndose la chispa del amor entre ambas, son completamente inútiles a la hora de buscar aquella primera Generación. Quizás sea inútil seguir buscando, ¿no os parece, amigos?Sobre todo porque la Segunda Generación sí prosperó. Tan imperfecta como es, ha resultado la favorita del Jefe. Y también de su Adversario, todo hay que decirlo. ¿Será el juego que les da y les salva del Aburrimiento lo que ha propiciado que ya haya unos seis mil millones de humanos por el Cosmos?Sí, sí, de acuerdo, nunca es propicio pensar sonre el Pensamiento Supremo y sus decisiones. Sus caminos no son menos inescrutrables para nosotros que para las criaturillas de ahí “abajo”.Yo estoy convencido de que el Jefe debe de estar pensando en una Tercera Generación, si es que no la ha iniciado ya en algún sistema estelar que aún creamos vacío de vida. Sería muy propio de su Persona, sí. Y lo creo porque esta Humanidad no parece reconocer ningún límite a su depravación vía el desamor que se tienen todos sus miembros. Cada actuación nuestra requiere más y más prudencia, casi no podemos saber a veces si no estaremos cayendo en el Mal.Perdonad el estremecimiento, sabéis que es una posibilidad cada día más grande, con esos pequeños monstruos de ahí abajo.Aunque hay algunas regiones de su mundo donde el Jefe se divierte especialmente. Casualmente (o no) es donde menos predicamento tiene, donde más están perdiendo la Fe, el Jefe los perdone su inconsciencia.Ya sabéis cuál es la actividad preferida por nuestro Jefe. Ningún humano ha intuido jamás que lo de “a su imagen y semejanza” era un circunloquio: la actividad que más gusta a los humanos, la actividad elevada, entendedme, es también la que más gustan de practicar al Jefe y su Adversario (seguro que esa casualidad es una de las cosas que más hace rabiar al rabudo). Por lo que me he enterado, ninguno puede pasar un segundo, por decirlo así en este marco intemporal, sin hacerlo.Y los humanos lo mismo. Es increíble lo que han avanzado, no sé si ellos solos o ayudados por algunos de nosotros, al estilo de nuestro amigo Prometeo. Curiosamente fue una de las aplicaciones de lo que Prometeo les reveló lo que les inició en la actividad divina favorita, y dicen que quizás por ello la realización Zeus decidió castigarlo: ¿cómo iba a pensar nadie entonces que las actividades humanas podrían ser tan reveladoras y “divertidas”?Pero ya veis. Comenzaron fijándose en lo que hacía el humo y algunas sustancias terrestres sobre superficies que sólo un loco pensaría aptas para la creación. Nadie sabe de dónde les vino esa característica tan suya (y no digo virtud ni defecto, porque aún no está claro qué es), la imaginación.Poco después aprendieron que no necesitaban las cuevas para ello, y que el placer era mayor si creaban en dosis hiperconcentradas, en trozos pequeños.De las teas a los cinceles, de las cuevas a las tablillas y de las tablillas al pergamino. Estos humanos nunca han dejado de escribir. Escapa a nuestra comprensión que con esa visión tan limitada que les ha dejado la evolución puedan detenerse tanto tiempo en actividades tan poco relacionadas con la supervivencia, salvo que sea cierto lo que dicen algunos, que precisamente siguen creando para no caer en la locura y... pervivir. Inútiles, ¿acaso no se les ha revelado suficientes veces que la vida es lo único que tienen asegurado?Bueno, amigos, todos conoceis lo que ellos llaman Historia. Si incluso alguno de ellos se han especializado en “estudiarla”, cuando bastaría que se quitasen el velo de los ojos y nos preguntasen...Precisamente en esas regiones descreídas, las que se piensan más “ricas”, el tema de la creación está viviendo un momento especial. Van a dejar atrás el material que más les ha hecho avanzar, sí, más incluso que ese estúpido silicio al que se van a abandonar. Van a dejar los libros, los tomos, aunque seguirán llamando libro a lo que ahora serán “bits” y “bytes”. El nuevo formato del libro

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electrónico...Toda su historia innovando, cambiando, explorando, buscando sin saberlo la divinidad, incluso en este aspecto que de tan lateral como lo ven, no se dan cuenta de que es clave, su clave, de hecho. Siempre cambiando el formato, lo requiera o no el contenido.Me pregunto por qué se lo permite el Jefe.Bueno, en realidad, no es más que un modo más de aplicar ese humor cósmico Suyo del que os hablaba al principio.¿Cuándo se darán cuenta esos monstruitos que cada uno es una novela que esos dos devoran con fruición cada vez que muere uno? ¿Cómo no se han dado cuenta de que el Jefe sólo se lleva las novelas buenas y que en el cara o cruz del principio del Tiempo al Adversario le tocó leer y releer sólo los bodrios, las novelas humanas más predecibles y peor escritas por sus únicos protagonistas?Mientras tanto, se siguen divirtiendo con el libro electrónico, sin darse cuenta de que lo único que les salva del olvido de aquella Primera Humanidad de barro es que sigan gustando al Lector supremo, el lector de lectores, el Metalector, el creador del único formato hasta ahora “eterno” e inmutable, evolución aparte...¿Que cuál es nuestro papel, compadres ángeles, en todo esto? Es fácil verlo, ¿no creeis? Conectamos, seleccionamos, intervenimos o no, intercedemos, inspiramos, sugerimos en lo más íntimo de las consciencias. Incluso me pregunto si este proceder nuestro es Bueno, o Neutral, o incluso... Malo. A fin de cuentas, y al revés que los personajes de sus libros, estas novelas gozan del libre albedrío... Amigos, somos... los editores.