CLIJ. Cuadernos de literatura infantil y juvenil - Año 6, Número 48 ...
Los Cuadernos de Literatura - CVC. Centro Virtual Cervantes · 2019-07-04 · Los Cuadernos de...
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Los Cuadernos de Literatura
LA ESPUMA DE
BORIS VIAN:
PATAFISICA Y
PREOULIPISMO
Jesús Camarero-Arribas
A la hora de construir un universo mágico por sus efectos, pero basado en una realidad que no puede ni debe refutar esa realidad imaginada por su autor, multi
tud de vías son posibles. Y nada impide al creador, que utiliza la palabra -más exactamente, no el lenguaje, sino la escritura-, recurrir a los elementos que constituyen el instrumento que utiliza para expresarse y comunicarse: así, el lenguaje deslizado desde el pensamiento (un mundo imaginario de alta proliferación de imágenes, valga la redundancia fonética) concede a la escritura el don de representar las palabras; el juego es incesante y la combinatoria agotadora.
No insistimos en la autonomía del mundo inventado por Vian (L'écume des jours es quizá el mejor ejemplo): Les souris de la cuisine aimaient au son des chocs des rayons de soleil sur les robinets, et couraient apres les petites boules que formaient les rayons en achevant de se pulvériser sur le sol, come des jets de mercure jaune. Precisamente las imágenes que desbordaban por su acumulación (cuantitativo) y originalidad (cualitativo) contribuyen de forma definitiva a cerrar él mundo imaginario constuido y al que no muchos pueden acceder (y nos referimos a un Vian distinto del de libros como Je cracherai sur vos tombes, un Vian parecido al de Vercoquin et le plancton), véase si no el ejemplo: La surpriseparty tirait a sa fin. Janine avait réussi a dissimuler dans son soutien-gorge les vingt-neuf disques choisis avec soin pendant l' apres-midi; los personajes -ah, los personajes- no son sino a la medida de esas imágenes: i/ vida son bain en perrant un trou dans le fond de la baignoire.
Y todo viene dado a través del lenguaje por el lenguaje (en este sentido, la escritura no es sino el resultado final de un proceso arduo y metódico); se constituye en el cimiento de todo el edificio de la obra, al margen incluso de una voluntad estricta del autor que no puede ya evitar el que se le escape su control (a veces); es una muestra de cómo la palabra funda realidades, aunque éstas pertenezcan al dominio de lo imaginario y no existan más que en cuanto al ejercicio mental que las hace posibles. Y a través de un mecanismo trifásico de la lengua que opera según un funcionamiento impecable; según Bens, este triple mecanismo consistiría en los siguientes recursos: tomar el lenguaje al pie de la
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letra -destruir imágenes acuñadas en la lengua para, obteniendo la imagen en grado cero, construir una imagen nueva, capaz de sorprender al lector- (tal es el caso del camarero que utiliza -en su indigencia- un «pourboire» para comer,i indignante!); los nombres peculiares ( creaciónneológica parcial) que resultan de <�ugosas alteraciones» de otros nombres («alérion»=«oiseau»);y nombres nuevos cuyos referentes son nuevos(«pianocktail») o no («députodrome»).
En Vian hay que elegir. No podemos quedarnos con que el autor re-escenifica la liberación de los «démons familiers» (según Bens), pues la existencia de Boris es corta y no llega a plantear en su obra los problemas de una infancia atormentada, sin olvidar que nuestro escritor llevó una existencia muy propia y absorbida totalmente por lo polifacético de su actividad incansable.
Debemos, pues, quedarnos con la visión de que el artista construye un mundo (a su medida, en principio; pero a veces sobrepasado por ese microcosmos que él imaginó y en el que está incluido) «parce qu'il est impuissant a restituer parfaitement une réalité dont la structure complexe échappe a la parole» (Bens, esta vez más acertadamente). Así, ese mundo imaginario per-
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ceptible -con buena voluntad- que se nos presenta no solamente mágico o irreal, sino apetecible por lo ignoto y que puede muy bien transportarnos al au-dela (ello nos seduce), es el que inunda su obra y constituye esa espuma que, espontáneamente, todo lo anega proporcionándonos el placer estético por siempre perseguido.
El problema son los medios. Este axioma, tautológico por lo que se enuncia, es el problema que pretendemos esbozar aquí. Cómo se produce la construcción del microcosmos de orden propio en el que navegan los bajeles de su producción literaria; en definitiva, qué recursos han de utilizarse para tal construcción: no es de extrañar que, siendo el cimiento la lengua utilizada como vehículo, Bens venga a definirlo como «langage-univers» (su post-facio a L 'écume des jours). Pero el lenguaje -la lengua- no es más que el precedente de la escritura ( ésta a su vez, lo único que nos llega; aunque reflejando el lenguaje; el círculo se cierra); con lo que el problema, exactamente, deberá ser encauzado, en su posible solución, por la escritura, dominio del aprendizaje por antonomasia, vehículo de la práctica del autor que así se expresa y comunica.
El mensaje, último depósito que consume el lector, está en relación directa con la prescripción originaria de ese microcosmos y obliga a una escritura especial por la dimensión de las imágenes contenidas en su trasluz, como en: Il y a une anguille -il y avait, plutót- qui venait taus les jours dans son lavabo par la conduite d'eau froide, devoradora ella de pasta-dentrífica-saborpiña-tentación.
Se ha podido hablar de «universo sobrenatural» que excede toda medida, de «universo inverosímil» que a simple vista nos defrauda por lo tentador, de, incluso, «una metafísica de lo absurdo» a la que no podemos negar su encanto específico; pero todo ello ha sido posible por la escritura que ya nos pertenece y que es inevitable.
Misterio y mixtificación: los dos polos de un único universo global. Pero en L'écume des jours no sabríamos por cuál decidirnos. Según Bens el nenúfar que mata los pulmones de Chloé puede
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estar justificado por la gran cantidad de flores que áparecen -como la espuma- en el libro, siendo evidente que también es el signo de una enfermedad (ello no es un misterio ni una mixtificación). El problema es dónde se puede encontrar la clave que permita descifrar el misterio de la elección del nenúfar. .. y como todos los misterios, cada uno puede aportar su explicación particular y relativa, pero es obvio que nadie poseerá la verdad definitiva ... y Boris no está ya entre nosotros. Sin embargo, a veces quisiéramos que el misterio se tornara mixtificación: así, las cosas tendrían un día su explicación, no estaríamos reducidos a la impotencia de lo ignorado ... y ello es posible desde el momento en que el nenúfar no nos produce una impresión demasiado extraña, sino que nos parece un ele-
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mento más -de habitual comparecencia- que se integra en ese mundo peculiar vianiano.
lHabrá entonces que hablar de mixtificación y no ya de misterio? Nos parece, en cualquier caso, que bien estaría reducir esta polaridad y quedarnos tan sólo con una definición que pueda, no ya explicarnos el por qué de algunos hechos consumados, sino simplemente proporcionarnos ese complemento de reflexión que toda lectura requiere. En este ámbito de la mixtificación más abusiva se encuentra el considerable cúmulo de objetos/no-objetos en cuya invención y puesta en funcionamiento Vian se empleó a fondo, consiguiendo resultados asombrosos. Ahí está el maravilloso pianocktail, objeto híbrido de piano y cocktelera, que consigue un combinado «a boire» al tiempo que se toca una melodía; ni que decir tiene que tal bebida será de acuerdo con la música interpretada ... sinestesia inesperada, pues, acústico-gustativa (no es de las más corrientes). Ahí está la tan peculiar concepción del tiempo, acorde sin embargo con las características del mundo «écumeux»:
-Euh! dit Nicolas ... Je ne sais pas. J'ai l'impression que je vieil/is.
-Montre ton passeport, dit Alise.JI fouil/a dans sa poche revolver.
-Voila, dit-il.A/ice ouvrit le passeport et pálit.-Que/ áge avais-tu? demanda-t-elle a voix basse.-Vingt-neuf ans ... dit Nicolas.-Regarde ...JI compta. Cela faisait trente-cinq.-Je ne comprends pas... dit-il.-Ca doit étre une erreur, dit Alise. Tu ne parais
pas plus de vingt-neuf ans. En el siglo de las luces, Restif de la Bretonne
-amante singular del género femenino y principal vindicador de lo cóncavo, aunque a su manera- se forja una concepción sexual del universoy, con ello inicia la tradición 'patafísica', no lejana de las enajenaciones utópicas (no por ellomenos eficientes). Vian se instala totalmente enesta -no sabemos si cómoda- tradición quedespués institucionalizaría Alfred Jarry; los estertores de esta agonía aún se oyen en el murmullo literario actual, al haber sobrepasado losdel propio Raymond Queneau que, desgraciadamente, no ha mucho nos dejó.
Esta nueva ciencia que tiene como objeto de estudio el lenguaje y que es, a la vez, manipuladora del mismo lenguaje, podría definirse por la segunda parte de la idea expresada por B. Vian: Je me demande si je ne suis pas en train de jouer avec les mots / ... et si les mots étaient faits pour fa? (Les Bátisseurs d'empire). Pero el método no es ortodoxo, ni siquiera heterodoxo, no es; se hace al margen del lenguaje que es lo establecido y se hace por lo que no debería de ser el lenguaje, ruido, murmullo del lenguaje, « ... repérer en quoi la créativité linguistique ( ... ) mettant en relief la faille, l'équivoque, la déviance, révele en creux les lois les plus fondamentales du lan-
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gag e» (Y aguello). El final es el lenguaje y su reflexión incluida, por el choque de esa imagen típica capaz de soliviantar la tranquila paz del receptor de este tipo de mensajes (llector?). Siempre se le entiende. No hay posibilidad de pérdida del mensaje: o bien el contexto elucidará suficientemente el objeto concernido («doublezons» = «argent» -cuando no hay «doublezons» para comprar más flores-; «frigiploque» = «frigidaire» -cuando ya sólo queda el gas y el «frigiploque» en la cocina-); o bien se nos vendrá dado llanamente con una pequeña disimulación que apenas disfraza la oculta verdad, como cuando se habla de Jean-Sol Partre y su obra capital La Lettre et le Néon Guego de homofonismos).
En cualquier caso, Vian fue uno de los pilares teóricos de lo 'patafísico', tal como se comprueba por una entrevista en la radio (25-V-1959, France 3 Paris-Inter), donde exponía algunas ideas claves susceptibles de cimentar el concepto de esta renovada ciencia. Fundamentalmente se trata de precisar el ámbito en que se puede inscribir esta -que se quiere- nueva disciplina: así, nos encontramos con la siguiente circunscripción: « .. .la 'Pataphysique est a la Métaphysique ce que la Métaphysique est a la Physique»; pero más interesante es una aplicación concreta ya en el terreno quasi estético (una vez que hemos conocido el origen etimológico (En, µda rn woi+ xcx): en el prólogo de L'écume des jours, Vian impone una idea tan tajante como ésta: «Dans la vie, l'essentiel est de porter sus tout des jugements a priori. ( ... ) les masses ont tort, et les individus toujours raison.» Y no debe sorprendernos tal afirmación si tenemos en cuenta que el principio fundamental de funcionamiento en la ciencia 'patafísica es el de: «C'est l'anomalie qui fait découvrir...» (Vian, citado por Arnaud). Es
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decir, lo concreto es lo que importa; más aún, el detalle de lo concreto, lo no-automático (lo artístico es lo desautomatizado -aunque haya tendencias que basan lo artístico en lo repetitivo-automático-), incluyendo la aplicación práctica que explica, por ejemplo, la aparición de imágenes poco habituales a nuestro sistema cognoscitivo: «Je m'aplique volontiers a penser aux choses auxquelles je pense que les autres ne penseront pas». Y podríamos hablar de anticiencia dentro de lo científico («anticiencía» en el sentido de que se opone a lo tradicionalmente entendido por «ciencia», en este caso algo positivo, elemental -diríamos-), en cualquier caso teniendo como punto de llegada lo científico, es
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decir, la aportación real y objetiva a un sistema de conocimiento. Así, pues, partiendo de lo particular -excepcional- inédito y de una puesta en evidencia de los mecanismos que operan en aquel terreno, obtendremos como resultado la posibilidad -firme- de colaborar en la creación científico-imaginaria de algo artístico: «La 'pataphysique est la science des solutions imaginaires, qui accorde symboliquement aux linéaments les propriétés des objets décrits par leur virtualité».
El punto de contacto son los objetos. Cuando de encontrar un sistema de relación entre los objetos y su ordenamiento se trata, sobrepasaremos el ámbito de lo puramente 'patafísico y estaremos levantando la barrera para dejar paso a un nuevo contexto en el que se expresan las intenciones artísticas, literarias. En Vian, los objetos están sometidos -por la fuerza en el contenido de las imágenes- a ese mundo particularpeculiar innegable, no tienen la autonomía suficiente, el peso específico, como para entrar a formar parte de una reflexión del fenómeno que los hace posibles e incorporarse a una estructura formal teórico-práctica que sea capaz de sistematizar los procesos por los que se forma la obra literaria en este caso. Y hablamos del oulipismo (véase Pamie/a, n.º 8, donde se anuncia tal acontecimiento) -OU.LI.PO. = «Ouvroir de Littérature Potentielle»- hablamos del elemento O que hace posible la creación típicamente oulipiana, la «contrainte». Ella está ausente en Vian -al menos de forma expresa-, pero se anticipapor un sintonismo nada velado desde el instanteen que se reconoce el recurso a lo inesperado, alo particular aislado de todo automatismo antiartístico; el puente fue tendido por Remy deGourmont al señalar: «L'essence est es- lo sentielle, et la forme est formelle, maisla forme est la formalité de l'essence».
REFERENCIAS
- Arnaud N., «Boris Vian et la 'Pataphysique», Col/oquede Cerisy, (Paris: «U.G.E.-10/18, 1977).
- Bens J., «Un langage-univers», Post-facio a L 'écumedes jours, (Paris: U.G.E.-10/18 (J. J. Pauvert), 1963).
-L'Arc, n.0 90, 1984: Boris Vian. Conteniendo básicamente: Yaguello M., «Linguiste malgré lui?»; Simsolo N., «Dé 'polar' isation»; Vasseur N., «Jusq'ou va la zizique a Vian?».