Los Cineastas de Verdad

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LOS CINEASTAS DE VERDAD Pienso que un cineasta/artista siempre se debe a sí mismo, pero nunca olvida dónde está parado. Tampoco ignora la realidad política y social, ni se hace de la vista gorda ante la injusticia, los abusos, y las desigualdades en cualquiera de los niveles y en los distintos ámbitos de la vida. El activismo en los artistas es casi inherente; de una u otra forma la rebeldía es un requisito, la denuncia una norma y la referencia contextual un elemento indispensable en la creación artística, ya sea con un tratamiento directo o indirecto. Los artistas, en su mayoría míticos marginales, visionarios de un mundo mejor a través de mostrar lo peor de nuestra miserable realidad, han tenido posturas iconoclastas (muchas veces parricidas) que desafiaban a las autoridades políticas, académicas y morales de su época; enfrentándose a los reaccionarios del stablishment, aquel patronato arbitrario y aburguesado lleno de prejuicios sobre casi todo, y que son una invitación abierta a la disensión. Toda revolución formal nace de una posición contraria a lo establecido, que no sólo se atañe a la técnica, sino al pensamiento, la ética/estética; un modo de ser, hacer y estar. Esas inquietudes de buscar ‘una manera diferente’, atentar contra las normas y convenciones es una actitud propia del artista, independientemente a su trascendencia en la historia. Sin la necesidad de ser un artista político, el artista hace política, porque expresa y comparte una visión del mundo. Al menos, los artistas ‘del futuro’, aquellos seres proféticos que se han adelantado a su época con los pies en la tierra y la cabeza en los cielos o el infierno, según sea el caso. No me imagino a Apitchapong Weerasethakul, a mí entender el cineasta artista de la década, en una actitud avasallada y convenientemente alineada ante una situación que amerita la indignación. Como prueba de ello, unas palabras del buen Api:

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Artículo del cineasta peruano Eduardo Quispe sobre el rol del arte y del cine.

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LOS CINEASTAS DE VERDADPienso que un cineasta/artista siempre se debe a s mismo, pero nunca olvida dnde est parado. Tampoco ignora la realidad poltica y social, ni se hace de la vista gorda ante la injusticia, los abusos, y las desigualdades en cualquiera de los niveles y en los distintos mbitos de la vida. El activismo en los artistas es casi inherente; de una u otra forma la rebelda es un requisito, la denuncia una norma y la referencia contextual un elemento indispensable en la creacin artstica, ya sea con un tratamiento directo o indirecto. Los artistas, en su mayora mticos marginales, visionarios de un mundo mejor a travs de mostrar lo peor de nuestra miserable realidad, han tenido posturas iconoclastas (muchas veces parricidas) que desafiaban a las autoridades polticas, acadmicas y morales de su poca; enfrentndose a los reaccionarios del stablishment, aquel patronato arbitrario y aburguesado lleno de prejuicios sobre casi todo, y que son una invitacin abierta a la disensin.Toda revolucin formal nace de una posicin contraria a lo establecido, que no slo se atae a la tcnica, sino al pensamiento, la tica/esttica; un modo de ser, hacer y estar. Esas inquietudes de buscar una manera diferente, atentar contra las normas y convenciones es una actitud propia del artista, independientemente a su trascendencia en la historia.Sin la necesidad de ser un artista poltico, el artista hace poltica, porque expresa y comparte una visin del mundo. Al menos, los artistas del futuro, aquellos seres profticos que se han adelantado a su poca con los pies en la tierra y la cabeza en los cielos o el infierno, segn sea el caso. No me imagino a Apitchapong Weerasethakul, a m entender el cineasta artista de la dcada, en una actitud avasallada y convenientemente alineada ante una situacin que amerita la indignacin. Como prueba de ello, unas palabras del buen Api:En Uncle Boonmee he querido hacer un tributo al pasado, a mis pelculas pasadas. Hay un tema recurrente en toda la pelcula que es el tema del reencuentro de los personajes, del recuerdo y de la memoria y bajo todo eso, hay una conciencia poltica del lugar donde se ha rodado que es el noroeste de Tailandia. No son dos partes claramente distinguidas, pero s se habla de un cine que ya ha pasado. Espero que mi siguiente pelcula est enfocada a explicar o desarrollar algn tema socio-poltico y adentrarme ms en la actualidad de mi pas. (Entrevista realizada por Gloria Fernndez, noviembre 2010.)Cabe precisar que el genio tailands en nombre del arte y la verdadera libertad, desafa constantemente a la dictadura de su pas, como miembro activo de la asociacin Free Thai Cinema. Adems, que mejor activismo que la produccin de las bellas imgenes que la censura tailandesa no puede ocultar, por ms esforzadas que sean sus cavernarias intenciones.(Si entiendes tailands, o te quieres dar el trabajo de traducir en google, este es el link del movimiento: http://freethaicinema.blogspot.com/)Jean Luc Godard, un cineasta referente para muchas generaciones, denunciaba los atropellos de su gobierno en la guerra argelina, la posicin servil de Francia ante la guerra de Vietnam, adems de encabezar las manifestaciones de aquel mayo del 68 parisino que cancel el Festival de Cannes de ese ao, siendo tambin parte del movimiento por la creacin de la nacin palestina, las luchas por los derechos civiles de los afro ascendientes, denunciar las guerras y matanzas de todas las banderas, como la que ocurri en los noventa en Los Balcanes, eso, sin contar con su etapa de activismo poltico maosta en el grupo Dziga Vertov.Y ya estando en su calidad de mito viviente, se da el lujo de arrochar al Festival de Cannes, al que no asiste desde hace unos aos, a pesar de las invitaciones con honores y todo, por cuestin de principios. Ni que decir del arroz que le arroj al Oscar honorfico. Una perla ms, el genial director franco-suizo don dinero en setiembre de este ao, para la defensa legal de James Climent, un ciudadano francs multado 20 mil euros por descargar 13, 788 audios MP3 a travs de BitTorrent. Godard mencion en su momento: No es de donde tomas las cosas, es adonde las llevas... Estoy en contra del Hadopi (la ley francesa de coyright en internet), obviamente. La propiedad intelectual no existeToms Gutirrez De Alea, el gran Titn mando a rodar a los camaradas del ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematogrficos) de la dictadura estalinista de Fidel, entre otras cosas por las intervenciones polticas a las temticas y tratamiento de las pelculas que produca dicho Instituto. El compromiso con el arte y la conciencia es mayor que el que se pueda tener con el poder o los poderosos, cualquiera que sea su bandera poltica.Buuel y sus enfrentamientos abiertos al franquismo y al clero cmplice, Visconti y Rosellini enfrentndose al fascismo italiano y alemn (a pesar de comenzar su carrera bajo el fascismo, Rosellini nunca fue leal al duce, ni bes su mano. En el caso de Visconti, su pelcula Ossessione 1942 es considerada la primera pelcula neo-realista de denuncia contra los excesos del fascismo, que la censur hasta quitarle la mitad del metraje y prohibir hasta 1976 su exhibicin internacional), Kieslowski y sus enfrentamientos al rgimen comunista polaco, Costa Gavras y su compromiso con las luchas sociales de casi todo el mundo, los hermanos Dardenne y sus denuncias de las desigualdades en la Europa del milenio, camino que tambin transita Bruno Dumont, Laurent Cantet,

Alberto fugetmayo del 68, mayo del 08mayo 10, 2008cuando las ideas son vagas, necesitamos imgenes claras. Personalmente, no creo que ningn artista deba tener ninguna responsabilidad ms all de su propia historia, personajes, esttica y tica. No creo que es necesario ni obligatorio tener que ayudar a una causa mayor o ajena ni hacerse cargo de temas actuales o urgentes. Pero por otra parte sorprende tanta irresponsabilidad esttica.