Los Caudillos Liberales

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LOS CAUDILLOS LIBERALES …!CHUTA!, TENGO QUE SEGUIR ESTUDIANNDO PARA LA prueba de mañana, !maldito profesor de historias!, por que dijo que el examen tenía que ser acumulado, son demasiados presidentes y no tendré tiempo para aprenderlos todos, Flores de 1830 a 1834, Roca fuerte de 1834 a1838, ¡Flores de nuevo¡, es que son tres periodos,! Que burro soy! Flores de 1838 a 184, ¡ que estomago el prueba para aguantar tantos años¡, y que estomago me cargo para aguantarme el hambre, un sanduchito de jamón siempre ayuda a superar las noches, !puchicas!, cayo mayonesa sobre el libro de la biblioteca no sale la mancha, ya me fregué, y todo por la culpa de la flaca peliteñida de la Judith flaca coda que no me presto su cuaderno pero eso me toco ir donde la histérica de la biblioteca de doña Silvana y rogarle que me preste el texto veamos García Moreno asumió el poder en 1861, porque el examen debe ser acumulativo. La mayonesa no le siente y bien a García Moreno s cara me recerca a Ricardo caretarado, buena gente pero mudito sola mente solo a él le agarrado copiando en los exámenes fáciles, lógicos si para copiar hay que ser maestro como yo cuando hago trampa nadie me coge a García Moreno lo mataron en 1875 le dieron un machetazo justo en la calva, Montalvo expreso mi pluma lo mato pero eso quiere ser periodista, es más efectivo que n revolver y sin huellas jejeje pero el Ricardo es un mentiroso poner una lamina en la hoja del examen fue una burrada ups otra vez derrame mayonesa doña Silvana cuando devuelva el libro mejor arranco la hoja y la escondo la bibliotecaria no se percatara hasta que me haya ido lejos del colegio porque después del examen de mañana se acabara las clases claro que debo pasar la prueba y cuando me den las notas gritare de alegría reiré y reiré igualito a la risa nerviosa que le di a la Judith cuando le pescaron copiando al Ricardo es un bruto con b de bastante cómo va a doblar la hoja del examen con la hoja de los datos escondida ahí mismo el papel se cayó al suelo y la flaca maldita empezó a reír el profesor de historia se dio la vuelta y alcanzo a ver la lamina debajo del puesto de Ricardo justo antes que mi pana pudiera recogerla cerca le puso al Ricardo menso mismo es pero yo si aprendí a copias

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Lectura para el examen del segundo triemstre

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LOS CAUDILLOS LIBERALES

…!CHUTA!, TENGO QUE SEGUIR ESTUDIANNDO PARA LA  prueba de mañana, !maldito profesor de historias!, por que dijo que el examen tenía que ser acumulado, son demasiados presidentes y no tendré tiempo para aprenderlos todos, Flores de 1830 a 1834, Roca fuerte de 1834 a1838, ¡Flores de nuevo¡, es que son tres periodos,! Que burro soy! Flores de 1838 a 184, ¡ que estomago el prueba para aguantar tantos años¡, y que estomago me cargo para aguantarme el hambre, un sanduchito de jamón siempre ayuda a superar las noches, !puchicas!, cayo mayonesa sobre el libro de la biblioteca no sale la mancha, ya me fregué, y todo por la culpa de la flaca peliteñida de la Judith flaca coda que no me presto su cuaderno pero eso me toco ir donde la histérica de la biblioteca de doña Silvana y  rogarle que me preste el texto veamos García Moreno asumió el poder en 1861, porque el examen debe ser acumulativo.

La  mayonesa no le siente y bien a García Moreno  s cara me recerca a Ricardo caretarado, buena gente pero mudito sola mente solo a él le agarrado copiando en los exámenes fáciles, lógicos si para copiar hay que ser maestro como yo cuando hago trampa nadie me coge a García Moreno lo mataron en 1875 le dieron un machetazo justo en la calva, Montalvo expreso mi pluma lo mato pero eso quiere ser periodista, es más efectivo que n revolver y sin huellas jejeje pero el Ricardo es un mentiroso poner una lamina en la hoja del examen fue una burrada  ups otra vez derrame mayonesa doña Silvana cuando devuelva el libro mejor arranco la hoja y la escondo la bibliotecaria no se percatara hasta que me haya ido lejos del colegio porque después del examen de mañana se acabara las clases claro que debo pasar la prueba y cuando me  den las notas gritare de alegría reiré  y reiré igualito a la risa nerviosa que le di a la Judith cuando le pescaron copiando al Ricardo es un bruto con b de bastante cómo va a doblar la hoja del examen con la hoja de los datos escondida ahí mismo el papel se cayó al suelo y la flaca maldita empezó a reír el profesor de historia se dio la vuelta y alcanzo a ver la lamina debajo del puesto de Ricardo justo antes que mi pana pudiera recogerla cerca le puso al Ricardo menso mismo es pero yo si aprendí a copias a  veces hay mucho que estudiar y si no hago trampa me jalo, y si me ven un cero en la libreta me caen a patadas mientras también regué mayonesa sobre Eloy Alfaro, pobre viejo luchador se saco la madre peleando toda la vida para que al final lo arrastraron por El Ejido debe ser feo morir así, a ver la Revolución Liberal estallo en 1895, sus principales cabecillas fueron Alfaro Moreno,……. Son muchas, de estas si haré copia, al mudo del Ricardo ya le pesco y también a la Sonia, que hasta en el sostén escriben las fechas, y al pilas del Xavier, ellos ya perdieron el curso, no vale, si me dejan el año por copian igual me caen a patadas eso le daría gusto a Judith, que me odia porque nunca le pare balón a la flaca peliteñida, no me quiso prestar el cuaderno porque me ama pero yo amo a la Kary, ella tiene unos ojos grandes y negros, un poco triste siempre ella me recercan a los ojos que mi madre le puso a mi padre mientras le contaba que mi hermano iba a morir, era unos ojos muy tristes, la Katy los tiene igualitos y profundos porque el examen de la historia debe ser acumulativo, y el de mate solo tomo el tercer trimestre.

¡Jesús, no me entran sus caudillos liberales!, llevo más de una hora intentando memorizar pero solo he conseguido embarrar sus caras con mayonesa, ¡qué asco! La bibliotecaria es estérica pero viva así como la Judith, la flaca peliteñida siempre  tuvo buenas notas, pero es mala gente, ¡y es espantosa! no recuerdo desde cuando empezó a perseguirme, de repente encontraba en mi pupitre caritas y corazones estúpidos que decían “Judith love Jefferson “en letras fosforescentes, me hice el loco hasta que se dio

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el papelón en geografía, el Prof. vio a la Judith lanzándome un papel desde su puesto, “a ver, Jefferson, comparta la clase su correspondencia” me ordeno, ¡qué  pa-pe-lon!

Me obligo a una escalofriante confesión de amor mezclada con una supuesta aventura romántica de culebrón mexicano , todos en la clase se rieron de mi, incluso la Kary, casi se me caen las lagrimas de las iras cuando llegue al párrafo final de la carta, no recuerdo bien lo que decía pero era algo como el amor que sentía por mi era tan poderoso como para estar dispuesta a casarme conmigo y a vivir juntos en romance que tuviera como limite la eternidad, !ay, que cursis son las flacas! La Judith se sentía realizada, flaca peliteñida, “así que no has contado” me molestaban a cada rato las compañeras, “juitjuiuuuu, la Judith y el Jeff” me silbaban los panas, ¡pendejos!, así se pasaron una semana, la Kary también me molestaban, yo la seseaba tomarla por las hombros y gritarla que la Judith y yo no éramos novios deseaba confesarla que  a quien amaba era a ella, a la Kary, a sus ojos negros sus ojos…… alguien se acerca, mi vieja entra a mi cuarto, “si, mami, estoy estudiando” respondo a mi vieja, “claro que estoy concentrado, ¿no se nota?” la tranquilizo, se marcha de mi cuarto, ¡cómo pierdo el tiempo!, a ver, todavía me falta este montón de páginas y no me sé el capítulo de los caudillos liberales, ni modo, tendré que copiar, no, no debo hacerlo, mejor sí, es que no me entra, pero si me pesca el de historia me deja de año, y yo le prometí a mi vieja que pasaría, y también le juré que nunca más la haría sufrir, ella ya sufrió bastante , con lo de mi hermanito tuvo suficiente, adelgazó cuarenta libras en una semana y su rostro se llenó de arrugas como si las lágrimas hubieran abierto surcos en su piel, bueno, ya son las siette, no voy a terminar si continúo despistándome, los caudillos liberales fueron Alfaro, Moreno y, y, y, y… ¡y qué se yo!, estoy cansado, bajaré a la sala, esquivo la grande dañada, algún día  se matará en estas gradas, “¿qué están viendo?”, pregunto a mis hermanos, “!cierto, el partido!”, había olvidado el fútbol, me siento en la alfombra, “me sé bien la materia, no se preocupe, después del partido repaso un poquito que me falta y listo” miento a mi madre, me hace falta despejarme un poco, luego podré regresar al texto para aprenderme esos benditos caudillos liberales, ojala ganemos, ¿no habrá canguil?, no hay, casi nos meten gol, ¡que mala defensa!, ahí falta un diez como mi hermanito, ¡él pato si era bueno!, en la escuela era el mejor, cuando íbamos al parque todos los panas del barrio querían jugar con él, ¡púchicas, ya nos pitaron penal!, ese árbitro es un imbécil, “verdad que el árbitro es un imbécil? pregunto a mis hermanos. Cierro la boca para ver el penal, uuuuuuuuuta, ya nos ganaron, el Pato es desvivía con la idea de ser futbolista profesional, le rogó a mi padre todo un mes para que le diera  permiso de inscribirse en el equipo de la escuela, ya vamos dos a cero, uuuuuuuuuta, mejor me largo a estudiar en vez   de presenciar esta farsa, dos por cero es irremontable,  me llevo al cuarto otro san duche, pero este no tiene mayonesa, en la biblioteca me van a cocinar vivo si se dan cuenta de las paginas que faltan; ya son las nueve, ¡qué sueño!, sigo estancado en el recuerdo del Pato, su partida fue muy rápida, el doctor solo le dio seis meses de vida, solo seis, ni a mí ni a mis otros hermanos nos dijeron nada, pero me enteré cuando mi padre habla con mamá sobre la necesidad de endeudarse con la chulquera para preparar el funeral del Pato, lo peor fue que el Pato también se dio cuenta todas las noches antes de dormir lloraba en silencio, y yo me pasaba a su cama y lloraba junto a el, por eso empecé a ir al colegio con los ojos rojos los profes me preguntaban si me quedaba viendo tele hasta muy tarde, les respondía que sí , pero no lo puedo mentir a la Kary cuando en un recreo se me escapó una lágrima, ella me trató con mucho cariño y dejó dejo de molestarme con la Judith, flaca peliteñida en cambio siguió con sus corazoncitos fosforescentes, los pitaba así para que pudiera verlos de noche, ¡que espanto!, a ver, ver, vamos, los caudillos liberales fueron masacrados en la cárcel y

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sus cuerpos arrastrados hasta El Elegido, ¡eso mismo voy a hacer con la Judith!, voy a arrastrarla hasta El Ejido para que pague su maldad de no prestarme el cuaderno de historia para sacar copias, lo malo de la Kary es que vaguea mucho, y tiene una letra horrible, ahora también debe estar hecha bolas con los caudillos liberales, ¿por qué el examen debe ser acumulativo?, cuando la Kary sacó quince en una prueba de historia ofrecí  ayudarla, es que para buitrear soy pilísimas, jejejejé estudiamos juntos en su casa y leíamos sobre la Revolución Liberal, cuando la Kary hablaba de los antecedentes de la Revolución yo cerré el libro, ella abrió los ojos por la sorpresa, pero como soy un avión me lancé a los labios, ¡sacamos cero en esa prueba!, ¡que brutos!, pero pasamos excelente y lo mejor fue  que desde ese día la Kary y yo éramos pelados oficiales, pero cuando flaca peliteñida se entero, ¡que bestia!, puso una caaaaara nada fácil, los compás no dejaban de molestar, “ Kary & Jeff, Kary & Jeff”  nos molestaban, ¡me encantaba!,

Una mañana de adrede dejé que el profe de mate me atrape cruzando un papel para la Kary, yo sabía que la profe. me obligaría a leer el papel en voz  alta, ¡ojo por ojo!, y leí un poema romántico que saque del libro de Bécquer que nos mando el de lite, la Kary se puso rojísima, todo el curso nos silbo ruidosamente, pero no esperaba ver a la Judith con una cara seca y furiosa, nunca había visto un rostro indignado, y se le fue una lagrima, por primera vez en mi vida me sentí como un canalla, como esos malvados de las telenovelas que ve mi vieja, ¡ah, pendejadas! de gana me compadezco de esa flaca peliteñida  maldita que no me prestó el cuaderno, pero…,pero…,esa lagrima se clavo dentro de mi alma, ahora ya no me saluda, ni me dirige la palabra, ya no dibuja corazones fosforescentes que dicen “Judith love Jeff”, ¡y tampoco me presta sus cuadernos!, no, no puedo engañarme, aunque me hace falta sus cuadernos extraño mas sus corazoncitos, ¡que gil soy!, no creo que sus lagrimas me hicieran tanto daño, pero yo estaba enamorado de sus ojos de la Kary, de sus ojos negros y tristes, iguales a los ojos que tenía mi vieja cuando mi hermano murió; el Pato amaneció con sus ojos cerrados y sonriendo, ¡ah, que linda sonrisa tenia!, sobre todo cuando gritaba un gol y yo también adquirí una mirada triste, y unas orejar así de largas, me afecto tanto que pase tres semanas sin atender a clases, incluso ahora que acabo el año no me concentro porque cuando suena el timbre de salida sigo con la idea de que el Pato me esperaba en la  me esperaba en la puerta del colegio para regresar juntos a la casa claro que yo le descolaba porque me iba a pasear por el parque con la Kary, también que el Pato asome su cabeza en el recreo a pedirme plata porque quiere una salchipapa, o para pedirme que juegue en su equipo de fútbol, y ahorita mismo estaría mandándome al diablo encendida la luz y dejarlo sin dormir por mi examen estoy mojando el libro de la biblioteca con mis lagrimas, ya me fregué con los aburridos que son los profes y con mi estado de ánimo perdí el hielo de las ultimas clases sola mente puedo escribir en mi banca “estoy muy triste” el ultimo tri8mestre se me fue mientras contemplaban absorto esa frase con mi cara apoyaba con mi mano izquierda he sufrido bastante, pero yo no era el único, ayer nos cambiaron de banca para la prueba de cívica, fácil estuvo la Kary justo se sentó en mi banca, cuando regresamos a nuestros puestos descubrí que ella había escrito “yo también” en mi mesa, en el recreo le pregunte que le sucedía y me dijo que en cinco días se mudaría a Madrid con sus familia, su padre había quebrado con el negocio de llantas y debía huir de los chulqueros que le acosaban, apenas me lo contó se lanzo a llorar en mi hombro, el rimen de sus ojos se corrió igualitos a las letras del libro de la biblioteca que recibe mis lagrimas bueno, basta, ya son las doce de la noche, me rindo mañana escribiré  en las banca los nombres de los estúpidos caudillos liberales y se acabo…       

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“¡Ya levante, Jeff!”me gritan alguien tengo la boca pegada,”¡No te atrases. Jeff”! me sigue gritando alguien, me duele un poco la espalda, tengo pereza, “Jeff, ya son la siete” ¿las siete?, chuta me levante corriendo, me visto me quito las lagañas, me lavo la cara, guardo todo en la mochila, busco debajo del colchón y encuentro 13 dólares, había junto ese dinero para comprarle algo a la Kary por su cumpleaños, pero con esto que se va a Madrid decidí adelantar el regalo tengo que repasar para la prueba la Kary se va lejos a lo mejor no la vuelvo a ver nunca más la Judith debe estar contenta, flaca peliteñida que no me prestó el cuaderno de historia, salgo corriendo hacia el colegio, me tropiezo en las gradas, ¡putas gradas!, mis hermanos se ríen, sino estuviera apurado les caería a coscachos, sigo corriendo el pasaje del bus cuesta 25 centavos, tengo que volver el libro de biblioteca si doña Silvia lo revisa me mata, ingreso a la biblioteca hay muchos alumnos, aquí devuelvo el libro, doña Silvia lo recibe, lo guarda, ¡todo en orden!, menos mal que la bibliotecaria estaba atendiendo a ese montón de alumnos, cuando se dé cuenta de los destrozos ya estaré lejos de aquí eso a menos de que la profe de historia tome los caudillos liberales, entro al aula “que fuef” saludo con todos, la Kary me besa en los labios, ¿Quién escribió esto? Me preguntas “más o menos “ le respondo, haber, aquí está la lista de los caudillos liberales, la escribiré en mi banca está llena de, “yo también, yo también, yo también”, alzo la mirada, mis compañeros me miran con ojos, profundos esos malditos ojos, algunos me están sonriendo, hasta la Judith me sonríe, la Kary también, ¡mierda, estoy a punto de llorar!, los abrazaría a todos, pero está entrando el profe de historia, ya no tuve tiempo ni espacio para escribir los caudillos liberales, ¡ya me tire el año!, ”bien señores, guarden todo y saquen papel y esfera” ordena el profe, ya me orino del miedo, dicta la primera pregunta, esta fácil, dicta la segunda, ¡tillos!, dicta la tercera, ¡es un regalo!, la cuarta y última, ¡pentejos!, ni siquiera menciono los caudillos liberales, mas lo que me mato estudiando y no me tomo, al menos voy a pasar de año, entrego la prueba “antes de que me vayan voy a inspeccionar las bancas” anuncia el profe, no me preocupo, el profe se acerca a mi banca y, lee su cara cambia de expresión, otra vez esos ojos tristes que tanto tropiezan en mi vida, el profe saca un marcador de su chaqueta, y escribe “yo también”, ¿el también? El profe me griña el ojo y regresa a su escritorio, guarda los exámenes en el portafolio y se despide de nosotros, ¿el también?, se acabo el año lectivo, se acabo, se acabo, ¿el también?, todos empiezan a gritar, yo también quiero gritar, pero no puedo, algunas compras me abrasan, la Judith me abraza, la Kary me toma de la mano, “salgamos a celebrar” le ofrezco, “ no tengo dinero” responde la Kary, la imagen de los 13 dólares que llevo en mi bolsillo se me aparece en la mente, “yo tengo” le digo y sin pérdida de tiempo la llevo corriendo por los pasillos del colegio hacia la puerta de salida, quiere darme un disco de The Mugre Music Band, un grupo de rock  que le fascinaba a la Kary, ellos cantan una canción que es para nosotros se llama “Sheila”, quiero regalársela estamos riendo, pero tengo ganas de llorar porque estoy seguro que nunca la volveré a ver, ¡ay, que susto!, la bibliotecaria se me aparece de repente !justó ahorita!, “señores padres, ¿qué significa esto?” me reclama doña Silvia mientras me enseña los destrozos del libro de historia, observo con pena la hoja que indica el capítulo de los caudillos liberales, como usted sabrá, señor Paredes, debe cancelar el costo del libro si quiere pasar el año

Son 11 dólares extiende su mano la bibliotecaria, pago el dinero y veo con rencor los pocos centavos que me quedan, la Kary me toma del brazo, no quiero verla, no quiero que me vea llorar, la Kary toma mi cara en su mano y me obliga a clavar mis ojos en su mirada, “no te hagas bolas, Jeff, solo demos un paseo. Yo te amo igual” me abrasa la Kary, ¡Dios, cuanto la voy a extrañar!.