LO QUE DEBE SER EL 2014laicosop.dominicos.org › ... › boletin-palencia › 2014 ›...

4
29 de abril de 1601. Es el patrono de los juristas católicos y, aún hoy día, la máxi- ma distinción que se concede a un español por algún servicio jurídico excepcional es la gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort. Escribió una Suma de Moral y de Derecho que fue guía especialmente para los jóvenes en la resolución de los casos de conciencia. En honra de Nuestro Señor Jesucristo, de la gloriosa Virgen María y de Santa Catalina Mártir, compuso la Suma Raimundiana. 8 LO QUE DEBE SER EL 2014 Que en este nuevo año 2014, recién estrenado "el amor lo sea todo, y todo sea amor". Que la "ternura lo sea todo, y toda sea ternura". Que la "acogida lo sea to- do, y todo sea acogida". Que "la oración lo sea todo, y todo sea oración". Que la "compasión lo sea todo, y todo sea compasión". Que "la alegría lo sea todo, y todo sea alegría" (Santo Tomás dice que "sin alegría, no hay santidad"). Que el "entusiasmo lo sea todo, y todo sea entusiasmo". Que el "configurarse con Cristo lo sea todo, y todo sea configurarse con Cristo". Que la "amorosa voluntad de Dios lo sea todo, y todo sea aceptación de la voluntad de Dios". Que el "vivir en servicio a los demás lo sea todo, y todo sea servicio a los demás". Que el hacer todo para gloria de Dios lo sea todo, y todo sea para gloria de Dios. Que el "tender cada día a la santidad lo sea todo, y todo sea dejarse hacerse santa, por el Espíritu". Que “la evangelización lo sea todo, y todo sea evangeliza- ción” Que “el servir a los demás lo sea todo, y todo sea servir a las demás”. Que el “perdón lo sea todo, y todo sea perdón fraternal”. Que el “gesto de lavar los pies a los hermanos lo sea todo, y todo sea estar lavando los pies a los demás”. Que “el amor a la Virgen nuestra Madre, lo sea todo, y todo sea amor a María”. Que la “Palabra de Dios lo sea todo, y todo sea estudiar y saborear la Palabra de Dios”. Que “el ayudar a las demás lo sea todo, y todo sea ayudar a los hermanos”. Que el vivir con “entrañas de misericordia lo sea todo, y todo sea entrañas de misericor- dia para la persona triste y angustiada”. Que “la fidelidad lo sea todo, y todo sea alegre fidelidad”. Que “las sonrisas se oigan donde estés, y todo sea sonrisas” Que “la vivencia del Evangelio lo sea todo, y todo sea vivir con alegría el Evange- lio. Que “el amor a Dios-Padre sea total, y total sea nuestro amor a nuestro Pa- dre”. Que “la imitación a Jesús sea constante, y constante sea querer imitar a Jesús”. Que “el Espíritu Santo sea nuestro Santificador, y el dejarme santificar por el Espíritu Santo, sea mi ocupación. BOLETÍN DE FORMACIÓN BOLETÍN DE FORMACIÓN BOLETÍN DE FORMACIÓN BOLETÍN DE FORMACIÓN 99 DOMINICOS SEGLARES (ORDEN DE PREDICADORES) FRATERNIDAD DE SAN PABLO APÓSTOL PALENCIA Enero—2014 6 DE ENERO. EPIFANIA DEL SEÑOR. Epifanía significa manifestación de Dios. Dios se revela a todos: ricos y pobres, podero- sos y humildes, judíos y no judíos. Después de nacer se manifestó a los pastores, pero luego se manifestó a los magos de oriente. Hoy tam- bién quiere manifestarse a todos. Veamos las enseñanzas que el suceso de los magos nos da para que Dios se manifieste en nosotros y a través de nosotros en otros muchos. 1- “Ven la estrella”: En realidad hay muchas estrellas. Unos las ven y otros no. Estas estrellas pueden ser nuestros familiares y amigos. Especialmente es la Igle- sia en general con los responsables y con todos los que quieren ser fieles al Se- ñor. Nosotros podemos y debemos ser estrellas para otros muchos: con nuestras palabras y consejos; pero sobre todo con nuestro buen ejemplo de vida. 2- “Se ponen en camino”: No basta ver la estrella. Hay que actuar. No basta saber el camino. Hay que ponerse a caminar. Y esto aunque no sepamos el cami- no exacto, como les pasaba a los magos. Dejémonos conducir por las enseñanzas de la Iglesia. 3- “La estrella desapareció”: No todo es fácil en el camino hacia Dios. Hay momentos difíciles, que pueden llegar a ser como “noches oscuras”. Dios siem- pre está con nosotros, nunca nos abandona. Debemos seguir teniendo esperanza. 4- “Y preguntaron”: Para responder está la Iglesia y especialmente los sacerdo- tes. Hay que ser valientes y consultar. Puede ser una catequista que nos oriente en la fe. Lo importante es consultar, ya que Dios verá en ello un deseo del bien. Aunque se pregunte a una persona equivocada, como hicieron los magos que fue- ron a Herodes para consultar. Pero Dios se valió del malo para darles una buena respuesta. 5- “Apareció de nuevo la estrella”: Dios parece que se esconde. Si todo fuese muy fácil no tendríamos mérito. Pero Dios siempre termina por consolar a aquel que sinceramente le busca de corazón. 1

Transcript of LO QUE DEBE SER EL 2014laicosop.dominicos.org › ... › boletin-palencia › 2014 ›...

  • 29 de abril de 1601. Es el patrono de los juristas católicos y, aún hoy día, la máxi-ma distinción que se concede a un español por algún servicio jurídico excepcional es la gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort. Escribió una Suma de Moral y de Derecho que fue guía especialmente para los jóvenes en la resolución de los casos de conciencia. En honra de Nuestro Señor Jesucristo, de la gloriosa Virgen María y de Santa Catalina Mártir, compuso la Suma Raimundiana.

    8

    LO QUE DEBE SER EL 2014

    Que en este nuevo año 2014, recién estrenado "el amor lo sea todo, y todo sea amor". Que la "ternura lo sea todo, y toda sea ternura". Que la "acogida lo sea to-do, y todo sea acogida". Que "la oración lo sea todo, y todo sea oración". Que la "compasión lo sea todo, y todo sea compasión". Que "la alegría lo sea todo, y todo sea alegría" (Santo Tomás dice que "sin alegría, no hay santidad"). Que el "entusiasmo lo sea todo, y todo sea entusiasmo". Que el "configurarse con Cristo lo sea todo, y todo sea configurarse con Cristo". Que la "amorosa voluntad de Dios lo sea todo, y todo sea aceptación de la voluntad de Dios". Que el "vivir en servicio a los demás lo sea todo, y todo sea servicio a los demás". Que el hacer todo para gloria de Dios lo sea todo, y todo sea para gloria de Dios. Que el "tender cada día a la santidad lo sea todo, y todo sea dejarse hacerse santa, por el Espíritu". Que “la evangelización lo sea todo, y todo sea evangeliza-ción” Que “el servir a los demás lo sea todo, y todo sea servir a las demás”. Que el “perdón lo sea todo, y todo sea perdón fraternal”. Que el “gesto de lavar los pies a los hermanos lo sea todo, y todo sea estar lavando los pies a los demás”. Que “el amor a la Virgen nuestra Madre, lo sea todo, y todo sea amor a María”. Que la “Palabra de Dios lo sea todo, y todo sea estudiar y saborear la Palabra de Dios”. Que “el ayudar a las demás lo sea todo, y todo sea ayudar a los hermanos”. Que el vivir con “entrañas de misericordia lo sea todo, y todo sea entrañas de misericor-dia para la persona triste y angustiada”. Que “la fidelidad lo sea todo, y todo sea alegre fidelidad”. Que “las sonrisas se oigan donde estés, y todo sea sonrisas” Que “la vivencia del Evangelio lo sea todo, y todo sea vivir con alegría el Evange-lio. Que “el amor a Dios-Padre sea total, y total sea nuestro amor a nuestro Pa-dre”. Que “la imitación a Jesús sea constante, y constante sea querer imitar a Jesús”. Que “el Espíritu Santo sea nuestro Santificador, y el dejarme santificar por el Espíritu Santo, sea mi ocupación.

    BOLETÍN DE FORMACIÓNBOLETÍN DE FORMACIÓNBOLETÍN DE FORMACIÓNBOLETÍN DE FORMACIÓN

    Nº 99

    DOMINICOS SEGLARES (ORDEN DE PREDICADORES)

    FRATERNIDAD DE SAN PABLO APÓSTOL PALENCIA

    Enero—2014

    6 DE ENERO. EPIFANIA DEL SEÑOR.

    Epifanía significa manifestación de Dios. Dios se revela a todos: ricos y pobres, podero-sos y humildes, judíos y no judíos. Después de nacer se manifestó a los pastores, pero luego se manifestó a los magos de oriente. Hoy tam-bién quiere manifestarse a todos. Veamos las enseñanzas que el suceso de los magos nos da para que Dios se manifieste en nosotros y a

    través de nosotros en otros muchos. 1- “Ven la estrella”: En realidad hay muchas estrellas. Unos las ven y otros no.

    Estas estrellas pueden ser nuestros familiares y amigos. Especialmente es la Igle-sia en general con los responsables y con todos los que quieren ser fieles al Se-ñor. Nosotros podemos y debemos ser estrellas para otros muchos: con nuestras palabras y consejos; pero sobre todo con nuestro buen ejemplo de vida.

    2- “Se ponen en camino”: No basta ver la estrella. Hay que actuar. No basta saber el camino. Hay que ponerse a caminar. Y esto aunque no sepamos el cami-no exacto, como les pasaba a los magos. Dejémonos conducir por las enseñanzas de la Iglesia.

    3- “La estrella desapareció”: No todo es fácil en el camino hacia Dios. Hay momentos difíciles, que pueden llegar a ser como “noches oscuras”. Dios siem-pre está con nosotros, nunca nos abandona. Debemos seguir teniendo esperanza.

    4- “Y preguntaron”: Para responder está la Iglesia y especialmente los sacerdo-tes. Hay que ser valientes y consultar. Puede ser una catequista que nos oriente en la fe. Lo importante es consultar, ya que Dios verá en ello un deseo del bien. Aunque se pregunte a una persona equivocada, como hicieron los magos que fue-ron a Herodes para consultar. Pero Dios se valió del malo para darles una buena respuesta.

    5- “Apareció de nuevo la estrella”: Dios parece que se esconde. Si todo fuese muy fácil no tendríamos mérito. Pero Dios siempre termina por consolar a aquel que sinceramente le busca de corazón.

    1

  • 6- “Y encontraron a Jesús”: Jesús debe ser el final de toda nuestra búsqueda es-piritual. Nosotros no vamos tras de unas ideas o filosofías; Vamos tras de una per-sona que es Dios que se hizo hombre por nuestro amor. Y nuestra tranquilidad es que le podemos encontrar. Está sobre todo en la Eucaristía. Está también en los sencillos, en los pobres, en su Palabra, en el amor fraternal.

    7- “Y le ofrecieron sus dones”: ¿Qué le ofreceremos nosotros? Lo mejor que le podemos ofrecer es nuestro corazón; pero, juntamente con él, también le ofrezca-mos nuestro trabajo apostólico, de modo que podamos hacer que al menos alguien se acerque un poco más al Señor. Si queremos simbolizar los dones de los magos, podemos ofrecerle el oro de nuestro amor como la mejor ofrenda a Dios, el in-cienso, que es nuestra constante oración que se eleva al cielo, y la mirra , que es la aceptación paciente de los trabajos, sufrimientos y dificultades de nuestra vida.

    8- “Y se volvieron por otro camino”: Quien encuentra verdaderamente a Jesús no puede seguir el camino anterior. Debe comenzar a vivir por otro camino, el ca-mino de la justicia, de la paz, del amor.

    Quizá la intención principal de san Mateo, cuando contaba el suceso de los ma-gos, era exponer, como luego lo hizo a través de todo el evangelio, que el mensaje de Jesús es universal, que no es sólo para una raza o una nación, sino para todo el mundo. Por eso al recordar este suceso, la Iglesia nos estimula a trabajar por la evangelización de todas las gentes. Este es un día misionero por excelencia, por-que Jesús no sólo se manifestaba a los judíos, sino desde el principio nos enseñó que había venido para salvar a todos los pueblos.

    2

    ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOSORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOSORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOSORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

    Pasadas ya las fiestas de la Natividad del Señor, y con el año civil

    recién estrenado,

    La Iglesia nos invita en este mes de Enero a un octavario de ora-

    ción por la unidad

    De los cristianos. Secundando el deseo de los últimos pontífices de

    la Iglesia,

    Para que esa unidad se vaya haciendo realidad en nuestro mundo,

    os compartimos

    Esta oración que nosotras acostumbramos a rezar, especialmente

    en esos días, para así, todos juntos implorar la gracia del Señor

    de las Constituciones. Con esta obra dejó una huella imborrable de su rápido paso por el gobierno de la Orden. Durante su generalato redactó las constituciones por las que se rigió su Or-den hasta 1924. Este texto constituyó la base de la legislación de los Frailes Predi-cadores. Por eso es llamado el autor de las Constituciones de la Orden de Predica-dores. En 1240, Fr. Raimundo presidió en Bolonia el Capítulo General número veinte. Era un Capítulo de provinciales. Sintiendo su fuerza debilitada y deseoso de des-cansar de una carga para la que se sentía incapaz, suplicó a los frailes capitulares que aceptaran su dimisión. Esta proposición inesperada sorprendió y turbó profun-damente al Capítulo. Los capitulares no querían aceptar tal petición, aunque final-mente cedieron. Feliz de haber recobrado la libertad y de poder entrar en la oscuridad y el silencio del claustro, Raimundo se retiró a Barcelona. Pero ni el Papa ni la Orden le deja-ron en paz. Durante los 35 años que le restaron de vida prestó a la Iglesia, a la pa-tria española y a la Orden importantes servicios. Crea dos institutos para la evangelización de mahometanos y judíos, uno en Mur-cia y otro en Túnez, contribuyendo a la impresionante conversión de más de 10.000 musulmanes. Allí se forman los hermanos en las costumbres y lenguas ára-bes y judías. Pide a fray Tomás de Aquino un proyecto teológico que ayude a la formación y predicación de los hermanos en este campo; así nace la "Summa con-tra gentes". Le siguieron otras obras de carácter personal como el Tratado sobre Matrimonio y la Summa Juris, profundo estudio sistemático de Derecho Eclesiástico cuyo uso recomendaron Santo Tomás de Aquino y San Alberto Magno para la Orden Do-minicana y la Universidad de París en 1286. Murió en Barcelona, casi centenario, el día de Reyes, Epifanía del Señor, 6 de Enero de 1275, al mediodía, iniciado el salmo 19: Que te escuche el Señor el día del peligro, que te sostenga el nombre del Dios de Jacob. Toda la comunidad se encontraba reunida al entregar su espíritu. Su muerte fue sentida en toda España. Estuvieron presentes en sus exequias so-lemnes, el rey de Castilla y León, Alfonso y su hermano Fernando y su hijo San-cho y dos infantes más jóvenes. También acudió Jaime, rey de Aragón y su hijo, el infante Jaime. Allí estaban igualmente los obispos de Barcelona, Huesca y Cuenca y muchos otros prelados, príncipes, nobles y todo el clero y pueblo de Barcelona. Su cuerpo, después de más de seis siglos en la iglesia dominicana de Barcelona, a raíz de la exclaustración y bárbara destrucción del bellísimo convento e iglesia góticos, fueron trasladados a la catedral de Barcelona, donde actualmente se vene-ran, con capilla y altar propios. Fue el primer santo canonizado en la actual basílica vaticana por Clemente VIII el

    7

  • SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORT

    Raimundo nace en el castillo de Peñafort, en Villafranca de Pa-nadés, cerca de Barcelona, hacia el año 1175. Hijo del señor del castillo de Peñafort y de su esposa Sara. Pronto fue enviado a instruirse en la escuela catedralicia de la Ciudad. Ingresó en la comunidad de la catedral de Barcelona para prepa-rarse al sacerdocio. A la vez que aprendía, enseñaba la moral y las virtudes a los demás. Tenía 20 años y ya era profesor de filosofía a título gratuito. Lo que ganaba lo daba a los pobres.

    San Raimundo de Peñafort fue dominico, doctor en derecho civil y canónico, pro-fesor de universidad. Se destacó por su humildad, amor a los pobres, rectitud y sa-biduría en cuestiones de moral y ley, celo evangelizador y confesor, valentía frente a las amenazas del Grave y desinteresado, Raimundo es el hombre de estudio, hombre de leyes y austero, duras penitencias y don de milagros. Siempre recibía con amabilidad a débiles e importantes. Tenía gran humildad y prudencia en dar consejos, recibiendo a las personas que le consultaban con benig-nidad y dulzura. Raimundo es el santo patrón de los juristas, del Derecho canónico, de los abogados y de los Colegios de Abogados. Ordenado de sacerdote, dejó España y se marchó a Bolonia en 1210 para completar sus estudios de derecho canónico. Allí obtiene el doctorado en derecho civil y eclesiástico. Ocupó una cátedra en la universidad por tres años y publicó un tratado de legislación eclesiástica que aún existe en la Biblioteca Vaticana. Tenía 30 años. El derecho fue siempre su ciencia preferida. En Bolonia como en Barcelona sus cursos eran gratuitos. Por eso los magistrados de la ciudad decidieron asignarle ca-da año una cierta suma de dinero, que Raimundo destinaba a los pobres. En 1219 el obispo de Barcelona, Berenguer de Palau, pasó por Bolonia para con-vencer a Raimundo de que regresara a su patria. Raimundo no quería. Los magis-trados de la ciudad y los escolares trataban de retenerle en esta ciudad. Pero el obispo le convenció. El obispo, acompañado ya por Raimundo, fue a Viterbo, lugar donde residía enton-ces el Papa Honorio III. Allí precisamente se encontraron con santo Domingo. El obispo le pidió algunos frailes para fundar un convento en Barcelona. En ese mis-mo año llegaron los dominicos a Barcelona. A su regreso a Barcelona, el obispo nombró a Raimundo canónigo de la catedral.

    4 una estrella que aparece y desaparece pero al final se posa en el Portal de Belén y nos llena de alegría y da sentido a la Navidad.

    Fray Argimiro Cid. O.P.

    Ejerció ese cargo junto con la tarea de la enseñanza y de la dirección espiritual, dando muestras de austeridad de vida y de una piedad sincera. Y sobre todo, co-mo eminente jurisconsulto, se dedicaba a la enseñanza del derecho. Era tenido como árbitro por excelencia en pleitos y litigios. Todos acudían a él con sus dificultades. Pero él se veía un tanto vacío y buscaba más tiempo para entregarse a la oración y al trato íntimo con el Señor. Por ello cierto día apareció ante el P. Prior de los Dominicos y le dijo "Padre, he visto en Bolonia el maravilloso ejemplo que me ha dado vuestro fundador el P. Domingo. Quiero seguir su vida. Admitidme y vestidme el hábito de vuestra Orden". Era el Viernes Santo de 1222 cuando vestía el hábito de la Orden de Predicado-res. Tenía 47 años. Hacía poco más de medio año había muerto santo Domingo. escribió una SUMA “sobre los casos penitenciales”, presentando de forma orde-nada los “casos de conciencia” y dándole solución a cada uno con base en las en-señanzas de la Sagrada Escritura, los cánones de las leyes eclesiásticas, la doctri-na de las Padres de la Iglesia y los decretos pontificios. El Papa Clemente VIII hizo grandes elogios a esta obra, afirmando que era tan útil a los penitentes como necesaria para los confesores. En 1223 colabora con san Pedro Nolasco, en la fundación de la Orden de Nuestra Señora de la Merced. Por su fama de sabio y de santo pudo ponerse fácilmente en relación con el rey Jaime I de Aragón, hombre de alma caballeresca, dispuesto a todas las nobles em-presas. Raimundo proyectaba fundar una sociedad encargada de recoger limosnas de los fieles para comprar la libertad de los esclavos cristianos prisioneros en te-rritorio árabe. La vida de Raimundo continuó en Barcelona de 1223 a 1228 sin incidentes parti-culares, en el ejercicio de un ministerio cada vez más fructífero y brillante. Su reputación de sabiduría y de santidad resplandecía en toda Cataluña. El Provincial de España, Suero Gómez, hizo que toda la Orden se aprovechara de su ciencia canónica, ordenándole que escribiera un tratado práctico sobre cuestiones de mo-ral. Este tratado constituye una verdadera Suma de casos de conciencia. En el año 1228 llegó a Barcelona el cardenal de Abbeville como legado de la Santa sede ante los reyes de España. Traía la misión de predicar la cruzada contra los musulmanes y de poner en práctica las disposiciones del IV concilio latera-nense. Tomó a Fr. Raimundo como su teólogo personal, quien forzado a vivir en el cortejo de un cardenal, supo huir de las pompas y rechazar todos los honores. Una vez que el legado pontificio cumplió su misión en España, se fue de nuevo al lado del papa y le debió hablar de Fr. Raimundo. El Papa le envió una bula para enviarle a Arles y a Narbona con el fin de predicar la cruzada contra los Moros y favorecer así la ya feliz expedición de Jaime I de Aragón. Terminada esta misión, el papa le ordenó que se estableciera en la curia romana.

    5

  • Gregorio IX le acogió paternalmente en la curia pontificia. Su virtud, su ciencia jurídica y sobre todo su humildad conquistaron el corazón del Papa. Gregorio IX le nombró capellán penitenciario, después le eligió como confesor. El cargo llevaba consigo el de ser consejero jurídico, una especie de jurisconsulto llamado a deliberar con el papa sobre todas las cuestiones de derecho. Dada su sabiduría, el Pontífice lo nombró confesor personal, encargándole varias tareas de responsabilidad. En 1230 le mandó reunir todos los decretos emitidos por los Papas y Concilios que no estuviesen compendiados en la colección de Graciano, elaborada en 1150. San Raimundo comenzó a trabajar en una gran obra titulada “Decretales”. Es el tratado más completo sobre derecho canónico hasta el promulgado por la Iglesia en 1917. Su salud no pudo resistir el largo y absorbente trabajo de las Decretales. Los médi-cos del Papa advirtieron al pontífice que era necesario alejar a toda costa a Rai-mundo de la curia pontificia. Sólo el aire de su tierra natal podía devolverle la sa-lud. Raimundo mismo comunicó al Papa su deseo de marcharse a su tierra y Gre-gorio IX, sintiendo mucho su partida porque iba a alejarle de su mejor consejero, acabó por concederle su autorización diciendo: "Prefiero saber que vive lejos de mí, antes que verle muerto a mi lado o reducido a la inactividad". Raimundo partió para Barcelona. En recompensa Gregorio IX le nombró arzobis-po de Tarragona, pero no aceptó. Los habitantes de la curia romana que le veían abandonar Roma con su pequeño equipaje se decían entre sí: "Este hombre se va como vino, tan pobre, tan modesto como llegó. No se lleva ni oro ni dignidades ni honores". Llegó a Barcelona en el verano de 1235. Cuando la noticia se difundió, confluye-ron de todas partes penitentes y visitantes. Llegado para encontrar descanso, en-contró las mismas ocupaciones que en Roma a causa de su título de Penitenciario del Papa. Para muchas personas de España y del sur de Francia el viaje a Barcelo-na era más fácil que el viaje a Roma; además, tenían la seguridad de encontrar en Raimundo a un hombre justo y compasivo. La afluencia de penitentes fue tal que, por delicadeza hacia la Santa Sede, y tam-bién por razones de salud, envió al Papa su dimisión como Penitenciario. Esta fue aceptada, pero Gregorio IX y sus sucesores no dejaron de recurrir a él para resol-ver a distancia las cuestiones más arduas, y confiarle la absolución de algunos pe-nitentes. Desde Barcelona continuó siendo el hombre de confianza de los pontífices. En 1238 los dominicos lo eligieron Superior General de la orden. En el momento de la elección san Raimundo se encontraba en su convento de Barcelona, ajeno a todo. Se temía seriamente que renunciase al nombramiento. Por eso los frailes le enviaron una delegación del Capítulo para convencerle de que debía aceptar. La obra capital de Fr. Raimundo en el gobierno de la Orden fue la nueva edición

    6

    Ilumina la vidriera de tu única Iglesia ¡Oh Cristo!, Tú que has muerto con los brazos ampliamente extendidos para

    abrazar y reunir a los hijos dispersos de Dios, hiere nuestro corazón de pasión

    por la unidad. ¡Oh Cristo!, llamada y murmullo del Padre, deseo y fuego del

    Espíritu, orienta sin cesar a nuestras comunidades hacia la luz de tu Evange-

    lio. Concédenos esta gozosa humildad que acoge, maravillada, en todo hom-

    bre, cada chispa de tu Verdad, cada resplandor de tu santidad.

    ¡Oh Cristo!, tú que eres la Vida y la Resurrección, abre los ojos de nuestro co-

    razón a los esplendores del hombre unificado, transfigurado, divinizado por

    tu Espíritu, este icono de Dios cantado por nuestros hermanos ortodoxos.

    ¡Oh Cristo!, tú, Palabra del Padre, abre los ojos de nuestro corazón a la gratui-

    dad de tu Gracia, que salva al hombre justificado por la fe, ese hijo adoptivo

    cantado por nuestros hermanos protestantes.

    ¡Oh Cristo!, sacramento de la salvación, abre los ojos de nuestro corazón a los

    signos de tu Presencia en la vida de los creyentes, esos testigos de tu Encarna-

    ción cantados por nuestros hermanos católicos.

    Ilumina desde el interior la rica vidriera de tu única Iglesia, a fin de que apa-

    rezca la luminosa armonía de sus colores en su diversidad. Amén.

    H. Hubaut

    3

    CIERTAMENTE LA NAVIDAD ES UNA GRAN FIESTA El tiempo de Navidad es toda una gran fiesta. Quizás podríamos decir, la mayor de todas las fiestas. Por su universalidad: en to-do el mundo cristiano y por su importancia e influencia, en todo el Universo. Por su duración casi todo el mes de diciembre, en su preparación y con la ayuda de tantas fuentes interesadas en anunciarlas a bombo y platillo:, los grandes almace-nes, las loterías, las vacaciones los motivos gastronómicos y la visita de los Reyes Magos con sus regalos, ¡qué hermosa es la gratitud! Dios nos regalo su propio Hijo. En fin, son muchos los aspectos que engrandecen y enriquecen estas maravillosas fiestas, que si no existiesen, habría que inventarlas. En embargo, al terminarlas, en este domingo del bautismo de Jesús, su gran mani-festación, reconocemos cierto cansancio, casi aburrimiento, como con gana de aca-bar, como un poco vacios. ¿Qué les falta a estas fiestas? Yo diría que les falta alma, echamos de menos el espíritu, el sentido y la razón de la Navidad. Es el Nacimiento de Jesús, el Mesías prometido, el que es la vida, la luz, “Os ha nacido un Salvador”. Esta fiesta tiene una historia de más de dos mil años. Unas tradiciones entrañables y unos recuerdos familiares y religiosos que hacen reír, go-zar y llorar. A pesar de tanto egoísmo, materialismo y consumismo, sigue brillando en el cielo