Libro del poblado del oeste de La Calahorra

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El Oeste en España: las localizaciones de Sergio Leone. A lo largo de la década de 1960 y hasta comienzos de los 70, el sureste español acogió el rodaje de innumerables películas extranjeras. El establecimiento del productor Samuel Bronston en Madrid, donde se rodaron principalmente películas como El Cid, Rey de Reyes, 55 días en Pekín o La Caída del Imperio Romano, llevó consigo la formación en películas de alto presupuesto de multitud de técnicos españoles como directores de fotografía, ingenieros de sonido o decoradores, así como la popularización de España como país con buenas localizaciones y equipos baratos y competentes para rodar películas.

Directores galardonados con el Oscar como el inglés David Lean o el americano Franklin J. Schaffner se sintieron cautivados por la belleza del paisaje español, que escogieron, respectivamente, para el rodaje de películas como Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago, o Patton y Nicolás y Alejandra. Y en sus equipos técnicos figuraban nombres como los del director de fotografía Manuel Berenguer, primer español miembro de la Asociación Americana de Directores de Fotografía (ASC), el diseñador de producción Gil Parrondo, ganador de dos Oscar, el también oscarizado decorador Antonio Mateos o el ayudante de dirección José López Rodero, un habitual de muchas producciones extranjeras rodadas en España. Los americanos quedaron tan satisfechos del trabajo de los españoles, que incluso para sus posteriores films fuera de España también los contrataban con asiduidad.

En unos casos (Doctor Zhivago, Nicolás y Alejandra), España fue escogida ante la imposibilidad de rodar la película en el lugar donde transcurría realmente (URSS). En otros (Lawrence de Arabia, Patton), se aprovechó el desierto de Almería - más pequeño y accesible - ante los evidentes problemas logísticos que suponía rodar en los verdaderos escenarios africanos.

Pero no todos los cineastas que llegaron a España eran tan famosos ni tenían presupuestos descomunales a su disposición. Simplemente pretendían que la peculiar geografía de las provincias de Almería y Granada sirviese para ambientar sus modestas películas en el Oeste americano.

Pese a que no fue el primer Western italiano (o Spaghetti-Western, como se les suele denominar), el descomunal éxito de la película de Sergio Leone Por un puñado de Dólares(1964) sí supuso la consolidación del género y produjo una oleada de Westerns europeos rodados en Almería, o incluso la producción de películas de Oeste norteamericanas al estilo europeo rodadas en nuestro país, como El Cóndor (John Guillermin, 1970).

Durante los diez años siguientes al estreno del primer Western de Sergio Leone, se rodaron en los escenarios almerienses un total de 500 películas, dando empleo a numerosas familias y activando la economía de la provincia, en aquella época una de las más pobres de España. En este artículo se van a mostrar las localizaciones en que se rodaron las películas del director romano; veremos cómo eran entonces y cómo son hoy en día.

LA ESTACIÓN DE LA CALAHORRA- (GRANADA)

Uno de los lugares en los que más habitualmente rodó Sergio Leone fue en esta estación ferroviaria, por la que hoy en día pasa el Talgo Madrid-Almería. Se encuentra a mitad de la llanura existente entre Sierra Nevada y la Sierra de Baza, pero actualmente está abandonada. La estación apareció por vez primera en El bueno, el feo y el malo, después en Mi nombre es Ninguno y tendría, como veremos, un papel estelar en Hasta que llegó su hora.Mapa de parte de la provincia de Granada (El punto rojo señala la ubicación de la estación):

Plano detalle:

En El bueno, el feo y el malo la estación aparece en la escena en que Tuco (Eli Wallach), tras ser torturado por Sentencia (Lee Van Cleef) en el campo de prisioneros nordista, sube al tren en el que irá preso.

En Hasta que llegó su hora la estación vuelve a aparecer en repetidas ocasiones; la más clara de todas ellas es cuando Harmonica se dirige hacia el tren de Morton desdela ciudadde Flagstone.

Como tantas otras veces ocurre en el cine, una localización se recicla (y parece otra), filmándola simplemente desde el ángulo inverso.

Finalmente, la estación volvería a aparecer muy claramente en Mi nombre es Ninguno. En esta ocasión se optó por redecorar ligeramente el lugar con madera.

Resulta curioso comprobar como la inscripción Magazine Golden Plume Limited (a la derecha, foto anterior) continúa allí escrita después de tantos años:

LA ANÉCDOTA

Esta es la vista de Sierra Nevada desde la Estación de La Calahorra-Ferreira. Probablemente a muchos no les dirá nada, excepto a los aficionados al esquí o, curiosamente, a los fans de David Lean:

Precisamente desde este lugar, en 1965 el español Manuel Berenguer [ASC], director de fotografía de la segunda unidad de Doctor Zhivago, filmó el espectacular plano que abre la secuencia del entierro al comienzo del film, simulando así los montes Urales.

Nuevamente, la magia del cine entra en acción. Rodando en la misma localización, David Lean obtiene un plano montañoso de Rusia, mientras Sergio Leone recrea allí una ciudad desértica de Arizona.

LA CIUDAD DE FLAGSTONE

En 1968, durante el rodaje de Hasta que llegó su hora, Sergio Leone logró que la Paramount pagara 250 mil dólares para la construcción de un nuevo poblado del Oeste para la película. El lugar elegido para situarlo era ya bien conocido por el director y sus colaboradores de películas anteriores; el terreno situado tras la propia Estación de La Calahorra. Ese sitio era idóneo para construir la ciudad imaginaria pues en aquella época podía rodarse en cualquier dirección sin que apareciera ningún signo de civilización, mientras que la sequedad de los meses de julio y agosto (durante los que se rodó el film) aseguraban el suficiente aspecto desértico para el escenario. En la película, Flagstone es un lugar a medio construir. Carlo Simi diseñó las fachadas en ladrillo y el resto de los edificios (interiores, parte lateral y trasera) en madera. Únicamente el Saloon y el Banco fueron construidos por completo en ladrillo.En la película, el decorado únicamente se ve por completo en una ocasión. Tras la llegada de Jill McBain (Claudia Cardinale) en el tren, la cámara se eleva por encima de la estación de madera y revela el pueblo tras ella:

El mismo lugar, el mismo ángulo de cámara, treinta y seis años después:

Carlo Simi diseñó la ciudad entorno al Saloon, que situó en el centro de la misma, con el Banco, el Teatro, los establos, la herrería, etc. a su alrededor. Hoy en día, la parte de la ciudad que quedaba entre el Saloon y las vías del tren (desde donde está tomado el plano que aparece en la película), ha cambiado totalmente. El Saloon ha sido aprovechado para construir una nave, y lo que un día fue un escenario cinematográfico, ahora está ocupado por ovejas.

De nuevo se reaprovecha un decorado anterior, en esta ocasión

variando la manera en que está iluminado.

Rodeando el recinto de las ovejas (que está vallado y al que no se puede acceder), se llega a lo que en la película era la parte frontal del Saloon, el centro neurálgico de la ciudad.

Año 2004:

Otras fotografías tomadas en años anteriores permiten establecer una evolución del deterioro del edificio. En 1983, el decorado se encontraba en el siguiente estado:

Aquí no solo se observa el Saloon antes de convertirse en una granja de ovejas, sino que también se aprecia claramente la distancia existente entre la Estación de La Calahorra y el decorado, con Sierra Nevada al fondo. En 1977:

A pesar del deterioro (aún se conservaba la madera exterior y el edificio de la izquierda ya desaparecido en 1983), el Saloon aún estaba intacto. Y finalmente, en 1968, el Saloon tal y como fue:

A través de capturas de imagen de Hasta que llegó su hora y Mi nombre es Ninguno, puede observarse el aspecto del resto del decorado en su época dorada:

Los edificios de la izquierda y los picos de la Sierra de Baza delatan que es el mismo lugar.

El teatro de la ciudad, a medio construir en Hasta que llegó su hora:

Y el mismo lugar, treinta y seis años después:

A continuación, dos planos generales de las ruinas del decorado. La primera fotografía está tomada en dirección a la Sierra de Baza, la segunda hacia Sierra Nevada, que aparece claramente al fondo:

Y finalmente, algunas fotografías de lo que queda del decorado:

Una captura de Mi nombre es Ninguno:

Y algunas fotos más, esta vez realizadas en 1977, cuando el decorado aún estaba más o menos intacto:

Foto tomada desde el interior del Saloon, con Sierra Nevada y la estación al fondo.

La carretera que cruza el decorado en las fotos actuales estaba ya en 1977, luego debió construirse entre aquella época y el rodaje de Mi nombre es Ninguno en 1973.