Libro 08

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1 8 PLAN DE ACCIÓN PASTORAL PARA EL TRIENIO 1987-1990 ANUNCIAR A JESUCRISTO EN NUESTRO MUNDO CON OBRAS Y PALABRAS Conferencia Episcopal Española

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    8PLAN DE ACCIN PASTORALPARA EL TRIENIO 1987-1990

    ANUNCIAR A JESUCRISTOEN NUESTRO MUNDO

    CON OBRAS Y PALABRAS

    Conferencia Episcopal Espaola

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    ANUNCIAR A JESUCRISTOEN NUESTRO MUNDO

    CON OBRAS Y PALABRAS

    Plan de Accin Pastoral para e ltrienio 1987-1990, aprobado en l aXLVI Asamblea Plenaria de l aConferencia Episcopal Espaola ( 2 7de febrero de 1987).

    CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA

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    INTRODUCCIN

    1. LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA

    1. La Conferencia Episcopal Espaola es una institucin per-manenteque rene a los Obispos de las dicesis de Espaa para ayudarsemutuamente en el ejercicio de su ministerio episcopal en susdicesis respectivas, de manera especial en relacin con aquellasnecesidades pastorales que por su naturaleza general y comnrequieren un tratamiento pastoral conjunto.

    Este Plan trienal, estrictamente hablando, es un programa de trabajode la Conferencia de los Obispos. No es por tanto unaprogramacin general para la Iglesia espaola que, aun en el casode que fuera conveniente y posible, hubiera requerido unplanteamiento y un proceso de elaboracin bastante diferente.

    La ConferenciaEpiscopal Espaolaes una institucinpermanente paraque los Obispos seayuden mutuamente.

    Este Plan trienal noes un programa parala Iglesia espaola,sino para laConferenciaEpiscopal.

    2. NATURALEZA DEL PLAN PASTORAL

    2. Situados en el marco estricto y reducido de las acciones propiasde la Conferencia Episcopal, este mismo proyecto podra haberseconcebido de distintas maneras. Cabra la posibilidad de elaborarun plan de trabajo que incluyera todas las actividades previstas yprevisibles de la Conferencia Episcopal a partir de sus diferentesorganismos. As es como han elaborado sus programas de accinotras Conferencias Episcopales.

    Los Obispos espaoles han preferido escoger otro sistema. Esteplan es conscientemente un plan selectivo que incluye sloaquellas acciones que tienen un carcter de especial urgencia yatenimiento a las circunstancias especficas de la situacin actualy a las necesidades pastorales ms de fondo de la Iglesia y de lasociedad espaola consideradas en su conjunto.

    No estn, por tanto, incluidas en el Plan Pastoral las accionesordinarias de la Conferencia, las que normalmente promueven yllevan a cabo sus diferentes organismos de carcter general osectorial, segn sus competencias, en relacin con las actividadespastorales de naturaleza ordinaria que corresponden a laConferencia.

    No incluye todas lasacciones previstas yprevisibles...

    ... sino aquellasacciones msurgentes ynecesidadespastorales de laIglesia en estemomento.

    No se incluyen, porconsiguiente, lasacciones ordinariasde la Conferencia.

    3. Esta forma de concebir y organizar el Plan Pastoral responde a lassiguientes consideraciones:

    a) Un Plan pensado as obliga ms a estudiar las caractersticas yexigencias pastorales del momento presente y subraya msintensamente los objetivos pastorales preferentes de laConferencia.

    b) Entendemos que, a partir de este Plan restringido depreferencias y urgencias pastorales, las ComisionesEpiscopales podrn fcilmente elaborar sus propios planes deaccin, incluyendo, por tanto, las iniciativas que el Plan generallas encomienda, y buscando, adems, el ordenamiento ydesarrollo de todas sus actividades en funcin de los objetivosy preferencias definidos por el Plan general. Proceder de otra

    Hemos queridosubrayar losobjetivos pastoralespreferentes.

    De este Plan generaly de los planesparciales de cadadicesis resultar elPlan completo.

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    manera tiene el peligro de encerrarse en un marcoexcesivamente rgido y dirigista. Si luego este Plan se completacon los planes parciales de cada Comisin, resultarespontneamente el Plan completo del trabajo de la Conferenciadurante el prximo trienio.

    c) De esta manera pensamos que las acciones incluidas en estePlan, a la vez que responden a unos objetivos determinados,actan como estmulos orientadores y multiplicadores de todo eltrabajo de la Conferencia en favor de la vitalidad del Pueblo deDios y de la misin evangelizadora que a todos nos incumbe.

    Las accionesincluidas actancomo estmulosorientadores en favordel Pueblo de Dios.

    3. LOS DESTINATARIOS DEL PLAN

    4. Vistas as las cosas, queda claro que este Plan afecta directamentea la Conferencia misma en su conjunto o, lo que es lo mismo, atodos los Obispos espaoles en cuanto unidos en Conferenciapara ejercer solidariamente su ministerio episcopal en algunasactuaciones de carcter general en favor de los miembros de laIglesia considerados en su conjunto

    Este Plan afectadirectamente a laConferenciaEpiscopal para quelos obispos puedanejercersolidariamente suministerio....

    Como consecuencia de estos compromisos pastorales asumidospor los Obispos, y a travs de ellos, los objetivos y las accionesdel Plan estn llamados a influir de manera ms o menos directa enaquellas instituciones u organizaciones de Iglesia que dependendirectamente de la Conferencia Episcopal y que de alguna manerason dirigidas por ella a travs de uno u otro de sus organismos.

    ... y, de una manerams o menos directa,a las institucionesque dependen de laConferencia.

    5. En cuanto a la vida pastoral de las dicesis, de sus institucionesinternas, como son ante todo las Delegaciones diocesanas dePastoral y las parroquias, es evidente que no est directamenteafectada por lo contenido en este Plan. Cada Obispo en sudicesis, con la colaboracin del presbiterio, los religiosos y losfieles, ver con plena libertad y responsabilidad apostlica lo quelas circunstancias concretas de su Iglesia particular y su ambientesocial le aconsejan hacer. Las actuaciones de la Conferencia nomerman en nada la autoridad pastoral de cada Obispo en sudicesis, ni el dinamismo comunitario de cada una de ellas.

    Sin embargo, tampoco es posible establecer una separacin netaentre los destinatarios del ejercicio conjunto del ministerio de losObispos y la vida real de cada una de las dicesis o de susdiferentes comunidades. Cuando los Obispos ejercenconjuntamente su ministerio episcopal, lo hacen con el fin de servirmejor al conjunto de los fieles de sus Iglesias, unitariamenteconsideradas, en aquellos asuntos de naturaleza general y comnque requieren una actuacin tambin comn y general.

    Estas actuacionesno merman laautoridad pastoral decada Obispo en sudicesis.

    6. Por fuerza estas acciones tienen que ser pocas y bien pensadas,de manera que respondan a un inters comn y no estn alalcance de las dicesis en solitario, de tal manera que lo que laConferencia hace no desconcierte ni sobrecargue el trabajopastoral de las dicesis, sino que lo potencie y favorezca, aniveles distintos, pero de forma profundamente convergente ycomplementaria. Esta preocupacin tiene que ser inherente no sloa lo previsto en este Plan, sino a todo el trabajo de la Conferencia.

    Por eso las accionesde este Plan han deresponder a uninters comn atodas las dicesis...

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    Esto supuesto, es normal que cuanto se contiene en este Planest llamado a influir de una u otra manera en la vida y en la accinpastoral de las dicesis y las comunidades cristianas de Espaa.Los Obispos espaoles pretender servir con ello en algunospuntos concretos al conjunto de las Iglesias y de los fieles deEspaa. Si el diagnstico es acertado, si los objetivos sonverdaderamente de inters comn, y las acciones escogidas sonadecuadas, quiere decirse que, con todas las variantes que sequiera, los problemas comunes son problemas de todos y lasacciones de inters comn habrn de interesar a todos.

    ... y es normal querepercuta en todaslas comunidadescristianas deEspaa.

    Algo parecido habra que decir a propsito de las organizacionesnacionales con rgimen ms o menos exento, como pueden serlas organizaciones de religiosos, la Vicara de la Prelatura delOpus Dei y otras organizaciones de rgimen pontificio. Sin verseafectados directamente por las decisiones de los Obispos alaprobar este Plan, la naturaleza misma de las cosas les mover aacogerlo como fuente de inspiracin en sus actividades pastoralesque realizan en comn con sus respectivos pastores y lasinstituciones locales de cada Iglesia particular, segn el Derechode la Iglesia y las exigencias prcticas de un esprituverdaderamente eclesial.

    Lo mismo debedecirse de lasorganizacionesnacionales conrgimen ms omenos exento.

    7. La insercin en estas diferentes dimensiones de la vida de la Iglesiarequiere una mentalidad abierta y suficientemente flexible paraasumir las complejidades de la vida real. Cualquier accin pastoralindividual est siendo, de hecho, una accin eclesial y comunitariaen la que est presente la Iglesia particular en su ser comunitario einstitucional. De manera parecida la actuacin ministerial delObispo de la dicesis incorpora la presencia y la solidaridad delministerio de sus hermanos en virtud de la sinodalidad y afectocolegial, que es el alma de la Conferencia y de todas susactividades.

    Cualquier accinpastoral individual ylas actuacionesministeriales de cadaObispo hacenpresente a la Iglesia.

    I. REFERENCIAS DOCTRINALES

    8. Con este Plan la Conferencia Episcopal quiere responder a lasnecesidades pastorales ms urgentes y profundas del momentopresente. Sin embargo, su estructura interior es algo ms complejaque un simple acomodamiento a las tendencias dominantes opreferencias ambientales. Se trata, ms bien, de promover laautenticidad y el vigor apostlico de nuestras Iglesias en Espaa,en comunin con la Iglesia catlica, segn el espritu y la voluntadde Jesucristo, precisamente en estas circunstancias concretas enque nos toca vivir.

    Se trata de promoverla autenticidad y elvigor apostlico denuestras Iglesias.

    9. No podemos prescindir del mundo y del momento en que vivimos.Son el mundo y la hora de Dios. Son nuestra hora y nuestromundo. Pero verdaderamente importante no es tanto acomodarsea este mundo y a esta hora, como vivir fiel y decididamente la vidasanta de Jesucristo en comunin con la Iglesia apostlica ycatlica dentro del contexto y la trama real de la vida de cada da.

    Nuestro mundo y elmomento presenteson el mundo y lahora de Dios.

    10. Por eso, en la elaboracin del Plan hemos tenido en cuenta, comoreferencia permanente, la Palabra de Dios contenida en la SagradaEscritura, que es la primera fuente de la que hemos de tomar lafuerza y el Espritu, as como las enseanzas del Concilio Vaticano

    Hemos tenido encuenta la Palabra deDios, las enseanzasdel Vaticano II, el

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    II. Tanto para la comprensin del Plan como para la ejecucin decuanto en l est previsto, tendrn que servir de orientacin lasConstituciones y Decretos conciliares, asumidos e interpretadossegn las recomendaciones de la Asamblea Extraordinaria delSnodo de los Obispos de 1985, contenidas en la Relacin final.

    Sealamos tambin la importancia de las Exhortaciones pontificascon ocasin de las sucesivas Asambleas Sinodales, que debenser tenidas en cuenta permanentemente como desarrollos yampliaciones autnticas de la doctrina conciliar: EvangeliiNuntiandi, Catechesi Tradendae, Familiaris Consortio yReconciliatio et Paenitentia.

    Snodoextraordinario de losObispos de 1985 ylas diversasExhortacionespontificias.

    11. De este modo, la actual programacin pretende profundizar en elcamino emprendido por la Conferencia Episcopal con el programaAl servicio de la fe de nuestro pueblo, publicado en 1983, a razde la primera visita del Papa a Espaa, con el fin de incorporar anuestro trabajo pastoral las enseanzas y orientacionespastorales de Juan Pablo II.

    Pretendemosprofundizar en elcamino emprendidopor la ConferenciaEpiscopal en elprograma Al serviciode la fe de nuestropueblo, de 1983.

    12. Varios de los documentos publicados en el desarrollo de esteprograma, junto con los publicados anteriormente, as como lasconclusiones de los congresos celebrados y las instruccionespastorales publicadas por varias Comisiones Episcopales, tienenque ser tambin fuente de inspiracin y estmulo en la ejecucindel nuevo programa.

    Sealamos especialmente:

    Testigos del Dios vivo (junio 185) Los catlicos en la vida pblica (abril 1986). Constructores de la paz (febrero 1986).

    Recomendamos la lectura de:

    Sobre la vitalidad espiritual del pueblo cristiano(septiembre 1971).

    Algunos aspectos de la situacin religiosa en Espaa (junio1972).

    Orientaciones pastorales sobre Apostolado Seglar(noviembre 1972).

    Orientaciones sobre Pastoral Vocacional (septiembre 1974). Orientaciones cristianas sobre participacin poltica y

    social (julio 1976). La Catequesis de la Comunidad (febrero 1983). Conclusiones del Congreso de Evangelizacin (septiembre

    1985).

    Para comprendereste programa esnecesario tener encuenta otrosdocumentos en losque se ha inspirado.

    13. En la ltima redaccin de este Plan hemos tenido tambin en cuentalas enseanzas y orientaciones del Papa en sus discursosdurante nuestra reciente visita ad limina Apostolorum en 1986. Enellos, Juan Pablo II recoge fielmente la situacin de nuestrasIglesias y nos alienta a proseguir los esfuerzos pastoralesemprendidos, impulsando una renovada accin evangelizadora,

    Este Plan recogetambin lasorientaciones msimportantes del Papacon ocasin de lareciente visita adlimina de los

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    reavivando las races cristianas y la vida espiritual de nuestropueblo, intensificando la atencin pastoral a las familias, lajuventud y el desarrollo de las vocaciones a la vida sacerdotal yconsagrada, fortalecida la unidad del Pueblo de Dios y estimulandola participacin de los catlicos en la vida pblica1.

    Obispos.

    II. ANLISIS DE LA SITUACIN

    14. Anunciar a Jesucristo en nuestro mundo exige un esfuerzo derenovacin, de comprensin de la Palabra de Dios y de adaptacina las posibilidades y dificultades que ofrece el nuevo contexto enel que nos encontramos. Por otra parte, no es posible elaborar unPlan de accin pastoral de la Conferencia sin una consideracinatenta a la sociedad espaola en la que nuestra Iglesia vive y serealiza, de la que se siente solidaria y a cuyas necesidades yexpectativas pretende responder desde el Evangelio, con su viday con su palabra. Esta consideracin comporta tambin unareflexin sobre la situacin de la misma Iglesia en Espaa.

    El anuncio deJesucristo exige lacomprensin de laPalabra de Diosteniendo en cuentala actual situacin dela Iglesia espaola.

    El anlisis de la situacin lo hacemos no slo a partir de los datossociolgicos, sino tambin interpretando la realidad a la luz denuestra fe. Desde ella recordamos que el hombre es obra de Dios,el pecado desfigura el desarrollo y la convivencia, los logroshumanos son ambivalentes y la voz de Dios nos llega tambin enmedios de las ambigedades de este mundo2.

    Este anlisis no esslo sociolgico, sinoteolgico y pastoral.

    15. En continuidad con el Snodo Extraordinario de los Obispos,afirmamos la apertura misionera para la salvacin integral delmundo: Por ella no slo se aceptan los valores verdaderamentehumanos, sino que se defienden fuertemente: la dignidad de lapersona humana, los derechos fundamentales de los hombres, lapaz, la libertad de las opresiones, de la miseria y de la injusticia. Lasalvacin integral slo se obtiene si estas realidades humanas sonpurificadas y ulteriormente son elevadas a la familiaridad con Diospor Jesucristo en el Espritu Santo3.

    La Igleisa necesitauna aperturamisionera al mundo,aceptando losvaloresverdaderamentehumanos.

    Los cristianos miramos el mundo con esperanza, ya que en l seabre paso el Reino de Dios y acta la fuerza de su Palabra, por laque todo ha sido creado, en l est presente la eficacia redentoradel sacrificio de Cristo y opera el Espritu Santo que hace nuevastodas las cosas. Este mismo Espritu conduce de manera particulara la Iglesia y anima la vida y los trabajos en todas nuestrascomunidades diocesanas.

    Tenemos que mirarel mundo y el trabajode nuestrascomunidades conesperanza.

    1. ASPECTOS POSITIVOS

    16. Al realizar el diagnstico de la situacin cultural actual,subrayamos, pues, sus muchos factores positivos en toda susignificacin e importancia. Como ya hemos indicado en otraocasin, en cuanto hombres de nuestro tiempo y discpulos deJesucristo, vemos con alegra que se van desarrollando entrenosotros algunos valores importantes: la fuerte sensibilidad enfavor de la dignidad y los derechos de la persona, la afirmacin dela libertad como cualidad inalienable de la actividad humana, la

    Valores positivos dela cultura actual.

    1 Cfr Juan Pablo II a las Iglesias de Espaa. Alocuciones de Juan Pablo II. Madrid, PPC, 1987.2 Los catlicos en la vida pblica, 10-12.3 Redaccin final, II, D. 3.

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    aspiracin de la paz, el reconocimiento de la primaca de lasociedad sobre el Estado, la comprensin del poder poltico comoservicio a la sociedad y al bien comn, el respeto a las minoras ya sus manifestaciones polticas dentro del Estado, la solicitud porlos ms desfavorecidos con la convivencia social, la solidaridadcomo exigencia de las relaciones entre los diversos pueblos ygrupos sociales4. Y no podemos dejar de referirnos, aun contodas sus limitaciones y ambigedades, a la pasin por todo lohumano, que se traduce en la bsqueda constante de autenticidady del sentido profundo de la vida, particularmente entre losjvenes.

    17. Quien mira desde la fe al hombre de nuestro tiempo descubre en lseales de trascendencia, bsquedas y esperanzas,realizaciones y logros que nos convencen de que Dios no estlejos de l. Somos conscientes de que existen caminos por los queDios est llegando a los hombres y por los que los hombres, quizsin darnos cuenta, estn hoy buscndoles, rastreando sushuellas. El hombre moderno, a veces de manera confusa yannima, clama por la verdad de Dios y del hombre. Es obligacinnuestra salir al encuentro de este clamor con amor y humildad5.

    Es preciso estaratentos a los signosde la presencia deDios en el mundo.

    18. Como ha manifestado el Papa con ocasin de nuestra ltima visitaad limina Apostolorum, nuestro pueblo tiene unas profundasraces cristianas cuyo vigor es necesario avivar6.

    Nuestro pueblo tieneraces cristianasprofundas.

    Vemos, adems, con esperanza la inquietud evangelizadora de laIglesia en Espaa y el esfuerzo que se viene haciendo en lasdicesis para descubrir el estilo y los contenidos de una nuevaevangelizacin para la nueva etapa histrica que estamosrecorriendo.

    Esta misma vitalidad se descubre en el impulso dado a laeducacin en la fe como tarea principal y prioritaria de la accinpastoral, en la intensificacin de la catequesis en todas lasedades, en la promocin de nuevas iniciativas para laevangelizacin y catequizacin de los adultos, en el impulso dadoa la pastoral con los jvenes mediante la formacin de grupos ymovimientos eclesiales de juventud y en la revitalizacin de lapastoral del sacramento de la confirmacin.

    Descubrimos unainquietud misioneraen los diversoscampos de la accinpastoral...

    Igualmente, observamos con alegra el paulatino crecimiento yconsolidacin de vocaciones al presbiterado y a la vidaconsagrada, indicio del dinamismo eclesial y comunitario de la feanunciada, celebrada, compartida y testimoniada en el mbito delas parroquias, de las familias y de las asociaciones y movimientoseclesiales. Sin olvidar el inters creciente por la vida de oracin,expresado en diversas iniciativas y acciones pastorales, eldesarrollo de pequeas comunidades eclesiales o la incorporaciny participacin, cada vez ms plena, de los seglares en la vida dela Iglesia comn7.

    ... y signos claros decrecimiento eclesial.

    4 Los catlicos en la vida pblica, 14.5 Cfr Evangelii Nuntiandi, 55.6 Cfr Juan Pablo II a las Iglesias de Espaa, pg. 26.7 Cfr Juan Pablo II a las Iglesias de Espaa, pgs. 35, 56, 57, 69, 70; Testigos del Dios Vivo, 35 y ss.;

    Ponencias del Congreso de Evangelizacin, 1985.

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    2. ASPECTOS NEGATIVOS

    19. Junto a estos datos esperanzadores encontramos tambin otrosdatos negativos tanto en la Iglesia como en la sociedad. En efecto,nuestra Iglesia necesita avivar su actividad evangelizadora en elnuevo contexto cultural y social. Hay amplios sectores quenecesitan ser evangelizados, a los que la Iglesia no estatendiendo suficientemente. Este hecho muestra la necesidad quetiene la misma comunidad eclesial de dejarse evangelizar para serevangelizadora. La cultura de la increencia y de la indiferenciaafecta tambin a algunos miembros de nuestra Iglesia. A veces sedetecta una cierta rutina en la vida cristiana y hasta cansancio enla bsqueda de una intensa presencia evangelizadora.

    Sin embargo,amplios sectorescristianos estnnecesitados deevangelizacin.

    20. Con frecuencia se observa que el reconocimiento y la prctica dela eclesialidad tienen entre nosotros deficiencias preocupantes,dando lugar a un cierto grado de fragmentacin de la comunidadcatlica en grupos incomunicados, recelosos y hasta enfrentadosentre s. Las deficiencias en la comunin o en la eclesialidaddificultan de hecho la accin evangelizadora. No hemos sacadotodava todas las consecuencias eclesiolgicas del ConcilioVaticano II8.

    En otros, es urgenteavivar la comunineclesial...

    21. La conciencia de que los laicos pertenecen a la Iglesia y participanen su misin de salvacin no ha penetrado en todos los fieles ni hacalado hondamente en los cristianos en general y, por ello, no esuna conciencia popular sino elitista, que se ha desarrollado casiexclusivamente en los grupos, movimientos y asociaciones delaicos. A la mayora del Pueblo de Dios le falta la conciencia de sudeber apostlico y de su responsabilidad activa en la vida y en lamisin de la Iglesia. En consecuencia le falta tambin el sentido dela necesidad de la presencia social en las realidades temporales y,por supuesto, en las responsabilidades polticas de una maneracoherente con los valores cristianos en el grado que es necesarioen nuestra sociedad democrtica y pluralista9.

    ... y activar laparticipacin yresponsabilidad delos laicos en lamisin de la Iglesia.

    22. A pesar de los mltiples servicios de la comunidad eclesial enfavor de los pobres y de la creciente toma de conciencia de que laIglesia, como Jess, es enviada para evangelizar a los pobres,todava es mucho lo que queda por hacer en la misin al serviciode la justicia y de la caridad. Es necesario intensificar y coordinarmejor las formas organizadas de ejercer la caridad en favor de lospobres y de los necesitados. Lo requiere la misma naturaleza de laevangelizacin. Lo requiere tambin el sufrimiento de tantoshermanos nuestros, pues la sociedad moderna segregamarginacin y sufrimiento que luego con frecuencia ignora yolvida. Lo requieren los nuevos pobres de la sociedad moderna.Lo necesitan especialmente las familias sin trabajo,desgraciadamente numerosas en nuestra patria. Lo requiere elhambre, la miseria y la injusticia a la que se ven sometidos lospases del tercer mundo10.

    La comunidadeclesial debeintensificar el serviciode la justicia y de lacaridad con lospobres.

    23. Nuestro pueblo, como otros, atraviesa una difcil situacin en losocial y en lo econmico. En repetidas ocasiones hemos realizado

    Por muy difcil quesea la situacin

    8 Cfr La visita del Papa y el servicio a la fe de nuestro pueblo, 19; Testigos del Dios Vivo, 39.9 El seglar en la Iglesia y en el mundo, CEAS, 1987, 3.2.1., pg. 25.10 Cfr Testigos del Dios Vivo, 60.

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    un anlisis sobre los problemas originados en estos campos,especialmente en lo que afecta al paro y a las injusticiaseconmicas y sociales en general11. Sin disminuir en nada laimportancia y la gravedad de la situacin socioeconmica, espreciso tener en cuenta que el futuro de la sociedad espaola,como ocurre en el rea occidental, est plantendose sobre todoen el campo cultural.

    socioeconmica, elfuturo de la sociedadespaola se planteaen el campo cultural.

    24. La sociedad espaola est afectada por una tendencia hacia elrupturismo y la innovacin cultural; esta tendencia se manifiestacomo rechazo, menosprecio o encubrimiento del pasado cultural ycomo seduccin ante lo nuevo. Es importante sealar que esto sevive de manera ms sentimental que racional y cientfica, sin elnecesario discernimiento y sin medir las consecuencias. Este datose refuerza con la fisura generacional y la exaltacin interesadade lo juvenil como sinnimo de autntico. La polaridadconservador-progresista sustituye en la prctica a la condicin defalso o verdadero, perjudicial o beneficioso.

    Tendencia hacia elrupturismo...

    ... y la polaridadconservador-progresista.

    25. No es fcil analizar con exactitud estas tendencias culturales,cuyos rasgos predominantes podran ser los siguientes12:

    Rasgos dominantesen las tendenciasculturales:

    Bsqueda del bienestar, de la abundancia, de la felicidad y delxito como estado normal e inmediato al que ningn otro valormoral se puede anteponer. Este bienestar se presenta con unclaro componente sensualista (consumismo, dinero, sexoindiscriminado, droga) con una actitud de indiferencia hacia otrosgraves problemas morales como homosexualidad, aborto,parejas provisionales, etc.

    - afn de bienestarmaterial,

    Se exalta la libertad indeterminada del individuo como valorsupremo en funcin del cual se zanjan todas las demscuestiones. No se admiten compromisos definitivos vinculantes,ni se acepta la intromisin de instituciones civiles, familiares oreligiosas en la conducta personal. La tolerancia y permisividadtienen que ser totales. En realidad todo se considera comoobjetivamente indiferente. El nico valor real es la convenienciapersonal y el bienestar individual. En consecuencia, se fomentala relativizacin de todo, la indiferencia, el permisivismo total. Estamentalidad alimenta una reaccin instintiva contra todo loinstitucional, con graves consecuencias sobre la incorporacinintegral a la Iglesia.

    - exaltacinindeterminada de lalibertad,

    La actitud ante lo religioso de las generaciones medias yjvenes, dentro y fuera de la Iglesia, est afectada por estasituacin. Dios, la religin y la moral confesional, la pertenencia ala Iglesia, aparecen con frecuencia para algunos como contrariosa la libertad y felicidad del hombre. Como resultante de estasactitudes, hay que sealar una especial dificultad para aceptar yvalorar la institucionalizacin de la vida religiosa y moral, con lasconsecuencias que ello tiene para la comprensin de la Iglesia, el

    - rechazo de todo loinstitucional.

    11 Cfr Testigos del Dios Vivo, III partes; Los catlicos en la vida pblica; Constructores de la paz; Comisin

    Episcopal de Pastoral Social, Crisis Econmica y responsabilidad moral, 1984; Las comunidadescristianas y las prisiones, 1986; ver tambin comisin Pontificia Justicia y Paz, Al servicio de lacomunidad humana: una consideracin tica de la deuda internacional, 1987.

    12 Cfr Los catlicos en la vida pblica, 18 y ss..

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    aprecio de la tradicin, la aceptacin del Magisterio y de susnormas, ya sean de orden moral o jurdico, la participacin en lavida sacramental y, en general, todo aquello que sea el ejerciciode la vida cristiana en el marco comunitario e institucional.

    26. Algunas observaciones a esta situacin cultural: Esta situacincultural:

    Es confusa y sentimental, a veces contradictoria; pero tiene sulgica interna que responde a una profunda inspiracin dehumanismo antropocntrico e intramundano, con una carga quepredispone hacia el rechazo de situaciones anteriores, con lavoluntad traumatizada de equipararse indiscriminadamente a lospases y movimientos con ms prestigio de modernidad.

    - Es confusa ysentimental.

    Es envolvente y llega a todos los poros de la comunicacin; laconfianza en s misma la hace altanera y hasta intolerante. Hayzonas de resistencia generacionales o ideolgicas, pero suinfluencia es mucho ms amplia de lo que parece, sobre todo enlas generaciones jvenes, en ambientes femeninos tanto o msque en los masculinos.

    - Es envolvente ycomunicativa.

    Por parte de grupos muy influyentes hay verdadera campaa demilitancia propagandstica y consecuentemente antirreligiosa. Sefavorecen positivamente las iniciativas que se mueven en estacorriente. Se margina cuanto pertenece al mundo de lo antiguo.Lo catlico es con frecuencia silenciado o ridiculizado. Encambio, los grupos que practican una actitud ms o menosbenevolente o concordista con esas tendencias son bienacogidos y magnificados.

    - Tiene carcterantirreligioso porparte de gruposinfluyentes.

    Este influjo no se limita al exterior de la Iglesia; los fieles, losmismos religiosos y sacerdotes, muchos de nuestros militantes,padecen la influencia de estas tendencias, en lo terico y en loprctico, en lo intelectual y en lo sentimental. En realidad, ms omenos conscientemente, de una u otra manera, todos estamosafectados por esta situacin.

    Podemos preguntarnos hacia dnde conducen estas tendencias,teniendo en cuenta que constituyen hoy una cultura dominante,claramente favorecida desde algunas instancias del poder, desdealgunos importantes medios de comunicacin y mltiplesmanifestaciones sociales de la cultura.

    - Tambin la Iglesiaest afectada deuna u otra formapor esta situacin.

    27. Se podra decir que la situacin actual, dejada a su evolucinespontnea, nos conducira hacia una sociedad entendida comosociedad del bienestar, tcnicamente avanzada, muy estatificaday dirigista, laicista en lo cultural y permisiva en lo moral. Unasociedad libre y de hombres libres, pero con la libertad de lospeces dentro de la pecera.

    Esta situacin puedellevarnos a unasociedad laicista ypermisiva...

    Si esto es as y esta dinmica llegase sin reacciones hasta el finalde sus objetivos, es claro que la Iglesia quedara como un grupominoritario y residual, sin vigencia importante en la vida real ypblica. Tal situacin va incluida en lo que muchos entienden pormodernizar la sociedad. Desde la cultura laicista se piensa quenicamente la ignorancia y la pobreza del pueblo espaol, la

    ... reduciendo a laIglesia a un grupominoritario y residual.

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    dictadura y la rigidez social, han permitido el desarrollo mayoritariode la religin y la gran influencia social que ha tenido la Iglesia en lavida espaola durante el pasado.

    28. Ante esta situacin resulta necesaria una accin pastoral enrgicay constante, ordenada a ofrecer el mensaje liberador delevangelio, capaz de animar la esperanza y la bsqueda de la msgenuina humanidad. Esta accin pastoral, al tiempo que inspira unarenovacin de nuestra sociedad, deber alcanzar y transformarcon la fuerza del Evangelio los criterios de juicio, los valoresdeterminantes, los puntos de inters, las lneas de pensamiento,las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad,que estn en contraste con la Palabra de Dios y con el designio desalvacin13. Habr que tener presente la experiencia de la Iglesiaen los pases que pasan por una situacin similar. En todo caso, laaccin pastoral deber inspirarse en la mentalidad renovada delConcilio Vaticano II y en las enseanzas actuales del Papa y de losObispos en comunin con l.

    Resulta, pues,necesaria unaenrgica accinpastoral inspirada enla mentalidadrenovada delVaticano II.

    29. Las especiales dificultades del momento, ya aludidas, nosinterpelan tambin y nos invitan a una honda purificacin.Constituyen de hecho un estmulo y son un signo ms de la cruzde Jesucristo. Nos parece que en las dificultades actuales Diosquiere ensearnos, de manera profunda, el valor, la importancia yla centralidad de la cruz de Jesucristo. Por ello, hay que explicar ala luz del misterio pascual la relacin entre la historia humana y lahistoria de la salvacin. Ciertamente la teologa de la cruz noexcluye de modo alguno la teologa de la creacin y de laencarnacin, sino que, como es obvio, la presupone. Cuando loscristianos hablamos de la cruz no merecemos el apelativo depesimismo, pues nos colocamos en el realismo de la esperanzacristiana14.

    Esta situacin requiere un especial esfuerzo de programacin ycoordinacin:

    Si de evangelizar se trata, hay que olvidar adjetivos de grupos ytendencias y poner todos los recursos posibles al servicio de losustantivo15. Cmo evangelizar desde la dispersin o desde ladesunin?16. Hay que proponerse metas y marcarse objetivosprioritarios17.

    III. ACTITUDES PASTORALES ANTE ESTA SITUACIN

    30. Es evidente que la actitud y el comportamiento de la Iglesia tieneque responder a sus objetivos pastorales y evangelizadores. Nodebemos entrar en una beligerancia propiamente poltica, nisiquiera cultural como objetivo primario y directo. Nuestra misin esreligiosa, evangelizadora y moral. En ella y por ella es comodebemos y podremos llegar a todos los mbitos de la vida humana,personal, social y poltica.

    La actitud de laIglesia ante estasituacin tiene queser religiosa,evangelizadora ymoral...

    13 Evangelii Nuntiandi, 19.14 Snodo Extraordinario de los Obispos, Relacin final, II, D, 2.15 Juan Pablo II a las Iglesias de Espaa, pgs. 46 y 47.16 Ibdem, pg. 47.17 bdem, pg. 47.

  • 1 3

    Es preciso tener una especial consideracin de la sensibilidad ynecesidades religiosas de las generaciones jvenes -estudiantes,trabajadores, agricultores, profesionales y familias- ayudndoles adescubrir el inters y la importancia de Dios, de Jesucristo, de laIglesia, de la vida cristiana en general, teniendo muy en cuenta suscaractersticas culturales y su situacin real dentro de la sociedaden la que tienen que vivir sin haberla hecho ni haberla elegido.

    ... con atencinpreferente a lasgeneracionesjvenes...

    Todo esto hay que hacerlo sin concesiones ni rebajas, sin dejar deatender a nuestros fieles, pero sin dejarnos tampoco amedrentarpor las minoras beligerantes de uno u otro signo, religioso, social opoltico. Es muy importante que la Iglesia alcance su propiodinamismo desde s misma, con el despliegue espontneo de suvida y actividades, sin ceder a la tentacin de replegarse oacomodar su propia vida dejndose llevar por el temor o por lapolmica.

    ... sin concesiones,rebajas o miedo.

    31. La situacin parece reclamar ms bien algo que es en s complejo yque a nosotros nos resulta especialmente difcil: se trata deconseguir unas actitudes, un estilo eclesial y unas actividadespastorales que combinen armoniosamente estas notas:

    Purificacin, enriquecimiento y activacin de la dimensinestrictamente religiosa y teologal del cristianismo, en laspersonas, en los grupos y comunidades, en las instituciones.Con todo lo que ello lleva consigo de valoracin de la vidaespiritual y sobrenatural, recuperacin de las mejores tradicionespopulares, autenticidad y exigencia de vida personal, familiar ysocial.

    Se trata deconseguir unaautntica purificacinde personas ycomunidadeseclesiales...

    Esto mismo tiene que hacerse sin caer en modelos deformadosque conjugan demasiado fcilmente la fidelidad ms escrupulosaa las normas y prcticas de orden privado con una falta deatencin a las exigencias y compromisos reales de orden social,dando lugar a una visin de la Iglesia relativamente cmoda yreplegada al sector bien instalado y consecuentementeconservador.

    ... sin caer enmdulos apostlicosdeformados...

    Como hay tambin que evitar la postura opuesta de identificarprcticamente el cristianismo con la solidaridad de orden polticocon los pobres, subordinando a las preferencias polticas todaotra consideracin eclesial y dejando en un lugar muy secundariola vida espiritual y teologal del cristianismo con todo el conjuntode atenciones pastorales que requiere18.

    ... sin identificarcristianismo ypoltica...

    Cualquier actitud reduccionista, escindida o desproporcionada,es perjudicial y, de una u otra manera, termina favoreciendo lafuerza de la secularizacin frente a la evangelizacin verdadera,slida y expansiva.

    ... sin reduccionismosde cualquiergnero...

    En tercer lugar, esta renovacin del vigor autntico y profundode la vida cristiana, personal y comunitaria, hay que promoverlade manera comprensible y aceptable para las nuevassensibilidades y las nuevas generaciones. No se trata de adoptarposturas o criterios condescendientes, mimticos o

    ... sino, ms bien, confidelidad a la fe ytestimonio personal.

    18 Cfr Snodo Extraordinario de los Obispos, 1985. Relacin final, D, 6.

  • 1 4

    vergonzantes. Hay que vivir, expresar y anunciar la vida y losmisterios de la salvacin plenamente, desde nuestra propiatradicin interior, con autenticidad, libertad y naturalidad. Enmuchos casos, de manera fuertemente crtica con lo que estms vigente y resulta dominante en nuestro mundo. Pero todo ellotiene que ser despus de haber conocido e intentadocomprender e interpretar los modos de ser y las aspiracionesprofundas de nuestros hermanos de hoy. De manera que aun enaquello en que presentemos un mensaje contrario ocontradictorio, para los judos, escndalo; para los griegos,locura19, encuentren en nuestra palabra y en nuestra vida larespuesta verdadera y autntica a lo mejor, a lo ms limpio yprofundo que ellos mismos buscan y aoran.

    32. Las referencias doctrinales aducidas, el examen de nuestrasituacin en el mbito eclesial y social, junto con las actitudespastorales que acabamos de describir, han de orientar nuestrosapoyos pastorales en unas cuantas direcciones convergentes:

    Direccionesconvergentes denuestra Pastoral:

    a) Es preciso avivar y estimular todo aquello que contribuya afortalecer y personalizar ms la fe de nuestros cristianos, enlos dos aspectos fundamentales de conocimiento y adhesin-conversin (catequesis, predicacin, homilas y celebraciones,convocatorias populares, publicaciones), atendiendo sobretodo a lo fundamental cristiano, a profundizar las conviccionesy las adhesiones verdaderas, con una actitud respecto de losnuevos movimientos hecha a la vez de comprensin y decrtica.

    Estimular, fortalecery personalizar la fede nuestroscristianos.

    Nuestros cristianos tienen que recuperar la alegra y lasatisfaccin de serlo. Hay que invertir los trminos del prestigiosocial de las convicciones, suscitando un movimiento devitalidad catlica moderna y actualizada, con visin de futuro,con talante apostlico y expansivo.

    Recuperar laalegra de sercristianos.

    b) Es necesario avanzar en la clarificacin del lugar social quecorresponde a la Iglesia en la nueva sociedad, su misin, suscaractersticas, sus procedimientos, sus responsabilidesespecficas, en su conjunto y en sus estamentos principales(sacerdotes, religiosos, seglares y militantes). Clarificarlo todoello con verdadera libertad, sin actitudes traumatizadas, desdelas fuentes propias de la Iglesia, tendiendo muy en cuenta elmundo en que vivimos.

    Clarificar el lugarsocial quecorresponde a laIglesia en la nuevasociedad.

    c) Hay que cultivar tambin todo aquello que contribuye afavorecer el arraigo y la aceptacin popular de la Iglesia, de susinstituciones, de sus representantes y de la conciencia social ycolectiva de los catlicos: manifestaciones populares de lareligiosidad, modos de presencia pblica, fiestas yconvocatorias, actos colectivos y populares, locales ynacionales, bien preparados.

    Cultivar el arraigopopular de laIglesia.

    d) Tenemos que intensificar la responsabilidad y la fuerza apos-tlica y expansiva de las parroquias, las instituciones yasociaciones; multiplicar iniciativas verdaderamente

    Intensificar lafuerza apostlicade las parroquias,instituciones y

    19 1 Cor. 1, 23.

  • 1 5

    evangelizadoras, cuyo objetivo sea llevar el anuncio y laadoracin cristiana de Dios y de Jesucristo a los no creyentesy a los no practicantes. Hay que llegar a una concepcinevangelizadora de la parroquia, de las comunidades religiosas ysus obras apostlicas, de las asociaciones de seglares, porbarrios, por ambientes, por profesiones.

    asociaciones.

    e) En esta renovacin y fortalecimiento de nuestras Iglesias esindispensable la participacin del laicado, con buena formacin,con dedicacin exigente, dejndole su lugar para participar yactuar con dignidad y responsabilidad. Puede ser preciso hastauna formulacin prctica del tipo de estructuras,organizaciones y objetivos que se deban potenciar. Hay queatender a los problemas especficos de la familia, la juventud(estudiantes y trabajadores) y la mujer (uno de los sectoresms profundamente influidos por el cambio cultural).

    Fortalecer laparticipacin dellaicado y sucorresponsabilidadeclesial.

    f) Como parte importante de la vida cristiana (personal ycomunitaria) y como parte esencial de la misin evangelizadora,es preciso potenciar mucho la promocin de la justicia, de lacaridad y de la solidaridad con los pobres, atendiendo a lassituaciones personales y a los aspectos estructurales.

    Potenciar el serviciode la justicia y de lacaridad con lospobres.

    g) Para que este programa sea posible es preciso superar laactual situacin de incomunicacin, fragmentacin, recelos ydebilitamientos de la comunin y de la obediencia que se dandentro de nuestras Iglesias. Es misin especfica de losObispos procurar y favorecer la comunin real y sincera detodos. Tenemos que hablar con todos, recomponer la unidad, laconfianza, la razonable obediencia. La necesaria y justa unidadde la doctrina en sus diversas manifestaciones es fundamental(enseanza, escritos, catequesis, predicacin).

    Para realizar esteprograma, losObispos tienen queprocurar la comuninreal y sincera detodos...

    h) En este trabajo de reavivar la comunin y la fuerzaevangelizadora de la Iglesia es decisiva la atencin a lossacerdotes y religiosos. Nada podremos lograr sin lacolaboracin de unos Presbteros clarificados, unidos,contentos, animados con su vocacin y su ministerio, entre-gados a unos objetivos comunes, claros, concretos, renovadosy compartidos. Lo mismo hay que decir de los institutos de vidareligiosa y consagrada, de las numerosas comunidades quehay en nuestras dicesis y de sus obras apostlicas.

    ... con atencinespecial a lossacerdotes yreligiosos.

    Una renovacin espiritual de sacerdotes y personas consa-gradas influir, sin duda, en el desarrollo de la pastoral de lasvocaciones que debe ser promovida decididamente de formapreferencial, para asegurar los futuros evangelizadores ennuestras Iglesias y la ayuda que estn prestando a otras Igle-sias ms necesitadas, tanto en Espaa como en las misiones.

    Esto redundar en eldesarrollo de lapastoral de lasvocaciones...

    Junto con esta pastoral vocacional tenazmente mantenida, hayque poner nuestros Seminarios en condiciones de formar a losfuturos sacerdotes con la fortaleza espiritual y la renovadaformacin intelectual, autnticamente eclesial, que necesitarnpara ejercer con generosidad y acierto su sagrado ministerio enla compleja situacin en que van a tener que vivir y actuar.

    ... y en la mejora dela formacin de losfuturos sacerdotes.

  • 1 6

    i) En el mundo de las ideas y del pensamiento, entre los escritoresy comentaristas, en los medios de comunicacin, es decisivoconseguir una mejor presentacin de los temas religiosos ymorales, de manera inteligente, contando con profesionales quesepan y quieran realizar sus actividades como exigenciaapostlica de su vocacin cristiana.

    Es preciso conseguiruna mejorpresentacin delmensaje cristiano enlos medios decomunicacin.

    j) En el campo especfico de la poltica hay que clarificar bien porqu, para qu y cmo entramos. No es asunto que caigadirectamente bajo nuestra competencia20. Un error de enfoquepodra tener psimas consecuencias y fortalecer todava mslas reacciones contra la Iglesia, tanto por parte de los nocreyentes como tambin por parte de los mismos catlicos.

    Sin embargo, no es un tema indiferente. Muchas actuacionespolticas entran en el campo de lo religioso y moral ms o menosdirectamente; por otro lado, la Iglesia y los catlicos tienenderecho y deber de contribuir al bien comn integral de lasociedad, tambin mediante la poltica, desde su ser propio ycon sus aportaciones especficas.

    En el campo de lapoltica hay queclarificar bien porqu, para qu ycmo entramos.

    33. El marco general de nuestras actuaciones podra resumirse as: Marco general denuestrasactuaciones:

    Aceptacin y apoyo de las instituciones democrticas en suslneas generales y fundamentales.

    Apoyo de lasinstitucionesdemocrticas.

    Defensa de la primaca y libertad de la persona y de la sociedad,de la familia, de las instituciones intermedias, frente al poderdesmesurado y mentalizador de las instituciones pblicas.Corremos el riesgo de ser colonizados mentalmente, desde elpoder, para el laicismo.

    Defensa de laspersonas einstituciones frenteal poderdesmesurado.

    Divulgacin hacia dentro y hacia fuera de la doctrina moralcatlica sobre la vida pblica, social, econmica y poltica;recuperacin y lanzamiento de la doctrina social de la Iglesia,renovada y completa.

    Divulgacin de ladoctrina social de laIglesia.

    Formacin de la conciencia y madurez de los catlicos enmaterias sociales y polticas.

    Formacin social ypoltica de loscatlicos.

    Crtica firme de todo aquello que nos parezca contrario al bienmoral de las personas y de la sociedad en las actuacionespolticas, cuidando siempre de hacerlo de manera positiva,convincente, combinando sabiamente el respeto y el afecto hacialos que piensan de distinta manera que nosotros con una clara ycompleta presentacin de la salvacin de Dios y de la vidacristiana.

    Crtica de cuantose oponga al bienmoral.

    Creacin de algunas obras importantes para la formacincatlica de futuros lderes sociales, sindicales y polticos.

    Formacin catlicade lderes.

    Estimular la participacin de los catlicos en la vida social y Participacin de los

    20 Cfr Gaudium et Spes, 42.

  • 1 7

    poltica, en conformidad con la doctrina social catlica, mediantesu participacin en asociaciones adecuadas, bien sean decarcter general, bien de origen e inspiracin cristiana21.

    catlicos enasociaciones.

    IV. FINALIDAD GENERAL Y OBJETIVOS

    34. En virtud de lo anteriormente expuesto, la finalidad general del PlanPastoral queda expresada en su mismo ttulo:

    Finalidad general.

    ANUNCIAR A JESUCRISTO EN NUESTRO MUNDO CON OBRAS Y PALABRAS

    Dicho de manera ms descriptiva, lo que este Plan pretende esorientar los trabajos y actividades de la Conferencia hacia unobjetivo muy concreto que se podra describir as: Que la Iglesiaviva, anuncie y testimonie el Evangelio de Jesucristo en medio delas circunstancias especficas de nuestra sociedad espaola, enestrecha comunin con la Iglesia universal.

    Esta finalidad general se descompone en cuatro objetivos en tornoa los cuales deben centrarse las acciones de la Conferencia eneste trienio de 1987-1990. Cada uno de ellos corresponde a unaaspecto de la accin eclesial evangelizadora considerada en susnecesidades concretas del aqu y del ahora.

    Cuatro objetivosnucleares:

    1. AVIVAR LAS RACES DE LA VIDA CRISTIANA

    35. Avivar y fortalecer la experiencia cristiana de Dios y la referenciaexplcita a l, terica y prctica, como Seor supremo de lacreacin de la vida. Creador de todo cuanto existe, Redentor ySalvador de todos los hombres por el poder de su gracia, mediantela muerte y resurreccin de Nuestro Seor Jesucristo. Esta pareceser la primera respuesta exigida por el oscurecimiento de laconciencia de Dios que provoca el fenmeno del secularismo entodos los mbitos de la vida humana, personales y sociales,ntimos y pblicos, tanto en la sociedad como dentro de la Iglesia22.

    2. FORTALECER DE MANERA EFECTIVA LA COMUNIN ECLESIAL

    36. Desarrollar terica y prcticamente el conocimiento, la estima y larealizacin del ser de la Iglesia de Jesucristo como misterio decomunin integral con Dios, con los hombres y con el mundo. A lavez hay que impulsar la aceptacin de la Iglesia como mediadorade salvacin, en su magisterio, en los sacramentos, en ladisciplina. El individualismo creciente, la reaccin contra loinstitucional, la falta de formacin anterior, la fuerte ideologizacin,las actitudes crticas radicales, la inexperiencia de vivir en unestado aconfesional y en una sociedad con fuertes tendenciaslaicistas, hacen especialmente importante este objetivo, que sever apoyado por el sentido de libertad del hombrecontemporneo, la sensibilidad por lo comunitario, la promocin delas catequesis y algunas realidades de grupos cristianos en losque se vive la comunin eclesial23.

    Desarrollar elconocimiento yaceptacin de laIglesia comomediadora desalvacin.

    21 Cfr Los catlicos en la vida pblica, cap. II.22 Cfr Juan Pablo II a las Iglesias de Espaa, pgs. 26, 33, 46, 55, 66 y 67.23 Ibdem, pgs. 44-46, 65, 68, 70.

  • 1 8

    3. PROMOVER UN LAICADO PARTICIPANTE Y APOSTLICO

    37. En tercer lugar aparece la necesidad de intensificar la formacin ypromocin del laicado. No se trata solamente de promocionar lasasociaciones apostlicas de los seglares, sino tambin lacorresponsabilidad y participacin de los seglares dentro de lavida y la misin de la Iglesia, en conformidad con sus caracteresespecficos de existencia cristiana y social.

    Intensificar laformacin ypromocin dellaicado...

    Este es un objetivo que se deriva de las enseanzas yorientaciones del Concilio, por la condicin misma de la Iglesia y delos laicos como miembros de pleno derecho y de plena obligacindentro de ella. Una Iglesia en actitud evangelizadora debe contarcon una laicado evangelizado y evangelizador24.

    ... segn lasorientaciones delConcilio Vaticano II.

    4. EVANGELIZAR A LOS POBRES , CON LOS POBRES Y DESDE LOS POBRES

    38. Intensificar la solidaridad con los pobres y necesitados. En unesfuerzo evangelizador es indispensable dar testimonio visible delo que se anuncia mediante la prctica de la caridad fraterna conlos pobres y necesitados de las mil maneras posibles y necesariasen una sociedad compleja y complicada como la nuestra. Ladiacona y la multiplicacin de los signos es parte esencial delproceso evangelizador como visibilidad, garanta y fuerzaconvincente de lo que se vive y anuncia. Este objetivo esttambin requerido como respuesta al descrdito en que se pone ala Iglesia y la vida cristiana como algo inoperante e indiferente parala vida real de los hombres, manifestado en el deseo de privatizarla Iglesia por considerarla una institucin socialmente intil. Esteobjetivo est exigido por las necesidades de nuestros hermanosms pobres que merecen un mejor servicio de fraternidad porparte de la Iglesia, un apoyo en la promocin de la justicia, en laasistencia y en el afecto de la caridad25.

    Intensificar eltestimonio visible dela solidaridad con lospobres ynecesitados.

    24 Ibdem, pgs. 26, 35, 37, 56, 69.25 Ibdem, pgs. 27, 37, 45, 46, 48, 56.

  • 1 9

    V. ACCIONES PREVISTAS

  • 2 0

    1er. Objetivo: AVIVAR LAS RACES DE LA VIDA CRISTIANA

    INICIATIVASDE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

    RESPONSABLEY PLAZO

    SERVICIO DE LA CONFERENCIAA LAS DICESIS

    SUGERENCIAS PARA LOSPLANES DIOCESANOS

    1.Elaboracin de unas directrices orientativas sobre la evangelizacinmisionera en Espaa, previo estudio de la situacin cultural yespiritual de la sociedad espaola, orientadas a unificar los criteriosbsicos de la pastoral misionera ante la cultura actual.

    C.E. * Pastoral.C.E. Doctrina de la Fe

    (1987)

    Preparacin de instrumentos para impulsar losaspectos evangelizadores de la pastoralordinaria.

    Formacin de agentes para una pastoralevangelizadora.

    2. Estudio y programacin de una pastoral vocacional integral queresponda a las necesidades actuales y futuras de nuestra Iglesia.

    Asamblea Plenaria(Nov. 1987)

    C.E. Seminarios yUniversidades.C.E. Clero.C.E. Mixta.C.E. Misiones

    (1988)

    Elaboracin de un Directorio de pastoralvocacional para un posible uso de las Dicesis.Creacin del Centro Nacional de PastoralVocacional.

    Elaboracin de planes diocesanos de pastoralvocacional integrados en la pastoral juvenil yfamiliar.

    3.Elaboracin de orientaciones sobre catequesis de adultos, jvenes ynios en torno al anuncio de las verdades fundamentales del kerigma.

    Aplicacin de la Enseanza religiosa escolar.Aplicacin a la conciencia social.

    C. E. Enseanza y Catequesis.(1987)

    Ofrecer modelos de itinerarios catequticos apartir de los catecismos de la ConferenciaEpiscopal.

    Promover iniciativas de catequesis para adultosy pastoral de alejados.

    4.Estudio terico y prctico del proceso de los sacramentos deiniciacin cristiana: Bautismo, Confirmacin, Eucarista, en orden afavorecer una mejor celebracin y una participacin ms fructuosa delos fieles.

    C.E. LiturgiaSubc. E. Catequesis.

    (1988-1990)

    Ofrecer el resultado prctico de este estudio. Elaborar Directorios Diocesanos de iniciacincristiana.

    5.Estudio sobre los criterios pastorales para el aprovechamientoeducativo y misionero de las manifestaciones populares de lareligiosidad.

    C.E. Liturgia.C.E. Pastoral.

    (1987-1988)

    Ofrecimientos de las conclusiones prcticas deeste trabajo.

    Anlisis de las realidades de cada dicesis yprogramacin.

    6.Renovacin del sacramento de la Penitencia: estudio teolgico,clarificaciones doctrinales y pastorales y directrices sobre estesacramento.

    Asamblea Plenaria.(1987)

    7.Congreso nacional sobre:

    Parroquia Evangelizadora.

    C.E. Pastoral.C.E. Clero.

    (1988)

    Ofrecer materiales sobre modelos deorganizacin y funcionamiento de distintasclases de parroquia adaptados a la situacin denuestra vida pastoral.

    Actualizacin de la organizacin y dinamismoapostlico de las parroquias.

    8.Convocatoria a los religiosos dedicados a la predicacin para queelaboren y ofrezcan proyectos de predicacin popular.

    C. Permanente.(1987)

    Preparar y publicar materiales para lapredicacin homiltica.

    Elaborar planes diocesanos de predicacinpopular sobre los fundamentos de la vidacristiana.

    9.Convocatoria a los responsables de las comunidadescontemplativas para que estudien cmo sus monasterios puedenconvertirse en escuelas de oracin de las comunidades diocesanas.

    C. Mixta.(1987)

    ----------------------------* C.E.: Comisin Episcopal

    Establecimiento de Casas o Centros deOracin.Promover grupos y experiencias de oracin.Actos diocesanos de oracin.

  • 2 1

    INICIATIVASDE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

    RESPONSABLEY PLAZO

    SERVICIO DE LA CONFERENCIAA LAS DICESIS

    SUGERENCIAS PARA LOSPLANES DIOCESANOS

    10.Cursos de verano para la formacin cristiana intensiva de gruposuniversitarios.

    Encuentros con intelectuales catlicos y hombres de la cultura.Constitucin de un Seminario permanente interdisciplinar.

    Subc. E. Universidades.Experiencia anual.C.E. Doctrina de la Fe.

    (1988)

    Revisar y potenciar la pastoral universitaria.

    Encuentros con intelectuales catlicos yhombres de la cultura.

    11.Estudio y aprovechamiento de las posibilidades de los Medios deComunicacin Social para la predicacin actualizada y sistemtica.

    Promocin de una Agencia de noticias y colaboraciones religiosas.

    C.E. Medios ComunicacinSocial.

    (1987)C.E. Medios ComunicacinSocial.C.E. Misiones.

    (1989)

    Preparacin de guiones y materiales para losMedios de Comunicacin Social.

    Potenciar las Delegaciones de Medios deComunicacin Social.

    12.Acciones especiales con motivo del Ao Santo Mariano. C.E.: Liturgia.C.E. Pastoral.C.E. Enseanza y Catequesis.

    (1987-1988)

  • 2 2

    2 Objetivo: FORTALECER DE MANERA EFECTIVA LA COMUNIN ECLESIAL

    INICIATIVASDE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

    RESPONSABLEY PLAZO

    SERVICIO DE LA CONFERENCIAA LAS DICESIS

    SUGERENCIAS PARA LOSPLANES DIOCESANOS

    1.Estudio sobre la colegialidad episcopal como pide la relacin final delSnodo extraordinario de los Obispos.

    C.E. Doctrina de la Fe con ungrupo de telogos.

    (1987-1988)

    Ofrecimiento de catequesis, guioneshomilticos y otras sugerencias para lacelebracin pastoral del Da del Papa y de laIglesia Diocesana.

    Organizar la celebracin del Da del Papa y delDa de la Iglesia Diocesana con perspectivaspastorales

    2.Congreso nacional sobre espiritualidad sacerdotal (continuacin delsimposio).

    C.E. Clero.C.E. Seminarios yUniversidades.C.E. Misiones.

    (1987)3.Jornadas de reflexin teolgico-pastoral con participacin de Obispos,

    sacerdotes, religiosos y seglares sobre problemas pastorales enuna sociedad secularizada.

    Secretara General delEpiscopado.C.E. Clero.C. Mixta.C.E. Apostolado Seglar.C.E. Pastoral.C.E. Pastoral Social.

    (1989)

    Encuentros de los Obispos de las ProvinciasEclesisticas con sacerdotes, religiosos ymilitantes seglares para facilitar la colaboracinen la pastoral del conjunto.

    4. Discernimiento sobre publicaciones religiosas y teolgicas. C.E. Doctrina de la Fe.(1987)

    Difusin local de las observaciones doctrinales.

    5.Publicacin de notas breves y sencillas sobre los temas importantesde la vida cristiana.

    Comisiones Episcopalesrespectivas.

    (1987-1990)6.Potenciar los encuentros Obispos-Telogos. C.E. Doctrina de la Fe.

    C.E. Seminarios yUniversidades.

    (1987-1990)

    Promover encuentros Obispos-Telogos endicesis y regiones.

    7.Discernimiento sobre pequeas comunidades: estudio y elaboracinde directrices para la insercin de las pequeas comunidades en laIglesia diocesana y en las parroquias.

    Estudio sobre el ministerio sacerdotal en esas comunidades.

    C.E. Pastoral.C.E. Doctrina de la Fe.C.E. del Clero.

    (1987-1988)

    8.Elaboracin de una Directorio para la constitucin y potenciacin de losConsejos Pastorales diocesanos y parroquiales.

    C.E. Pastoral.(1989)

    Criterios generales para esos Directorios. Elaboracin de Directorio y normas para losConsejos Pastorales.

    9.Establecimiento de unas jornadas de convocatoria nacional, cada dos otres aos, para estimular el desarrollo de la conciencia colectiva delos catlicos, la presencia de la Iglesia en cuanto tal ante la opininpblica y el estudio de algunos puntos especialmente importantes parala conciencia y la vida cristiana.

    Comisin especial nombrada porla Asamblea Plenaria.

  • 2 3

    INICIATIVASDE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

    RESPONSABLEY PLAZO

    SERVICIO DE LA CONFERENCIAA LAS DICESIS

    SUGERENCIAS PARA LOSPLANES DIOCESANOS

    10.Potenciar las relaciones con los religiosos en los mbitos pastoralesde las distintas Comisiones y su colaboracin con los Secretariados.

    Respectivas ComisionesEpiscopales

    (1987-1990)

    Programar la participacin habitual de losreligiosos en el organigrama diocesano.

    11.Publicacin de la Edicin Oficial del Concilio Vaticano II. Secretara General.(1987)

    12.Potenciar las relaciones con las instituciones y asociacionesvinculadas a la educacin catlica a travs del Consejo General de laEducacin Catlica.

    C.E.: Seminarios yUniversidades.

    (1987-1990)13.Potenciar las relaciones con las instituciones y asociaciones

    vinculadas a la educacin catlica a travs del Consejo General de laEducacin Catlica.

    C.E. Enseanza y Catequesis.(1987-1990)

    Promocin de los Consejos Diocesanos oRegionales de Educacin Catlica.

  • 2 4

    3er. Objetivo: PROMOVER UN LAICADO PARTICIPANTE Y APOSTLICO

    INICIATIVASDE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

    RESPONSABLEY PLAZO

    SERVICIO DE LA CONFERENCIAA LAS DICESIS

    SUGERENCIAS PARA LOSPLANES DIOCESANOS

    1.Celebracin de una Asamblea Plenaria de la Conferencia dedicada altema de los laicos, despus de que se celebre el Snodo de losObispos.

    Estudio y discernimiento de las asociaciones y movimientosexistentes para superar las posibles deficiencias y estimular cuantoaparezca de positivo. Apoyar los que parezcan tiles y necesarios.

    Elaborar un plan general sobre apostolado de los laicos y sobre laorganizacin del laicado en Espaa.

    Asamblea Plenaria.(1988)

    C.E. Apostolado Seglar.(1988 y siguientes)

    A merced de lo que acuerde en la AsambleaPlenaria.

    2.Elaboracin de un proyecto de pastoral juvenil y de adolescentesque contine el catecumenado de Confirmacin con los movimientos yasociaciones apostlicas.

    C.E. PastoralC.E. Apostolado Seglar.

    (1989)3.Potenciacin del Consejo General de Laicos y establecimiento de

    encuentro entre movimientos y asociaciones de seglares.C.E. Apostolado Seglar.C.E. Misiones.

    (1987-1990)

    Elaboracin de un guin de Directorio para losConsejos Diocesanos de Laicos.

    (1988)

    Creacin de los Consejos diocesanos yparroquiales de laicos.

    4. Relanzamiento de la Doctrina Social de la Iglesia con estudios,publicaciones y reuniones adecuadas.

    C.E. Pastoral Social.(1988)

    Fundacin de una Escuela Catlica deformacin de lderes.

    Promocin de Centros diocesanos para laformacin de lderes sociales cristianos.

    5.Encuentro de laicos sobre Los Catlicos en la vida pblica. C.E. Apostolado Seglar.(1988)

    Jornadas diocesanas de estudio sobre eldocumento Los catlicos en la vida pblica.

    6.Instruccin sobre la vida familiar cristiana y directrices pastorales. C.E. Apostolado Seglar.(1989)

    Directorio de Pastoral Familiar.

    Cursos de formacin para dirigentes deCentros de Orientacin Familiar.

    Promocin de Centros de Orientacin Familiardiocesanos.

    7.Estudio pastoral de los problemas especficos de la mujer en la Iglesiay sociedad de nuestro tiempo.

    C.E. Pastoral.C.E. Apostolado Seglar.

    (1988)

    Ofrecimiento de los resultados del estudio.

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    4 Objetivo: EVANGELIZAR A LOS POBRES, CON LOS POBRES Y DESDE LOS POBRES

    INICIATIVASDE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

    RESPONSABLEY PLAZO

    SERVICIO DE LA CONFERENCIAA LAS DICESIS

    SUGERENCIAS PARA LOSPLANES DIOCESANOS

    1.Asamblea Plenaria dedicada monogrficamente al tema de la caridaden la vida de la Iglesia, considerada en sus aspectos espirituales,pastorales y organizativos. Atencin permanente a las exigencias de lajusticia en relacin con las situaciones sociales y econmicas denuestra sociedad.

    Elaboracin de un Documento La Iglesia y los pobres (en continuidadcon Testigos del Dios Vivo y Los Catlicos en la vida pblica).

    Asamblea Plenaria.(1989)

    Ofrecimiento de las conclusiones de laAsamblea.

    Jornadas de estudio sobre el Documento: LaIglesia y los pobres

    2.Estudio y promocin de la presencia de la Iglesia en zonas o sectoresespecialmente deprimidos en Espaa y en el tercer mundo.

    C.E. PastoralC.E. Pastoral Social.C.E. Mixta.C.E. Misiones.C.E. Migraciones.

    (1987-1990)

    Estudio sobre zonas y sectores msmarginados y menos atendidos eclesialmente.

    Reuniones y programaciones diocesanas.

    3.Convocatoria a las instituciones dedicadas al servicio asistencial y a laaccin pastoral entre los pobres, presentando las nuevas necesidadessurgidas en este campo.

    C. Mixta.(1987)

    Intensificar las relaciones con CONFER yFERS.

    4. Intensificar la accin pastoral en defensa de la vida. Comit Pro Vida.(1987-1990)

    Estudio de los problemas de las madressolteras o en dificultades.

    Creacin de centros de acogida coninstituciones y asociaciones eclesiales o noconfesionales (Pro Vida).

    5.Estudio de la inmigracin. Plan de asistencia pastoral, servicios deinformacin, asistencia social.

    C.E. MigracionesC.E. Pastoral Social.

    (1987-1990)

    Seguimiento, impulso y coordinacin de losesfuerzos diocesanos contra le paro, la drogay la delincuencia.

    Establecer las Delegaciones diocesanas dePastoral Social.

    Establecer las Critas parroquiales ocomarcales.

    6.Potenciacin de los servicios a los gitanos. C.E. Migraciones.(1987-1990)

    Atencin creciente a los inmigrantes y gitanos.

    7.Elaboracin de un plan integral de asistencia pastoral a los presos y alos que salen de la crcel

    C.E. Pastoral Social.(1987-1988)

    8.Atencin a la problemtica temporal y espiritual del tercer mundo. C.E. Misiones.C.E. Apostolado Seglar.C.E. Pastoral.C.E. Pastoral Social.

    (1987-1990)

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    INDICE

    INTRODUCCION

    1. La Conferencia Episcopal Espaola 2. Naturaleza de este Plan Pastoral 3. Los destinatarios del Plan Pastoral

    I. REFERENCIAS DOCTRINALES

    Il. ANALISIS DE LA SITUACION

    1. Aspectos positivos 2. Aspectos negativos

    lll. ACTITUDES PASTORALES ANTE ESTA SITUACION

    IV. FINALIDAD GENERAL Y OBJETIVOS

    1. Avivar las raices de la vida cristiana..2. Fortalecer de manera efectiva la comunin eclesial3. Promover un laicado participante y apostlico4. Evangelizar a los pobres, con los pobres y desde los pobres

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    V. ACCIONES PREVISTAS

    1er. Objetivo: AVIVAR LAS RAICES DE LA VIDA CRISTIANA2. Objetivo: FORTALECER DE MANERA EFECTIVA LA COMUNION ECLESIAL 3er. Objetivo: PROMOVER UN LAICADO PARTICIPANTE Y APOSTOLICO 4. Objetivo: EVANGELIZAR A LOS POBRES, CON LOS POBRES Y DESDE LOS POBRES

    AYUDAINDICELIBROS CEE1 - Matrimonio y familia2 - Dos Instrucciones colectivas del Episcopado Espaol3 - Declaracin de la Comisin Permanente...4 - La visita del Papa5 - Testigos del Dios vivo6 - Constructores de la Paz7 - Los catlicos en la vida pblica8 - Anunciar a Jesucristo en nuestro mundo...9 - Anunciar a Jesucristo en nuestro mundo...10 - Dejaos reconciliar con Dios11 - Impulsar una nueva Evangelizacin12 - Impulsar una nueva Evangelizacin13 - "La Verdad os Har Libres"14 - Los cristianos laicos, Iglesia en el Mundo15 - Orientaciones sobre pastoral de juventud16 - La construccin de Europa... / La dimensin socio-econmica de la UE...17 - La caridad en la vida de la Iglesia / La Iglesia y los pobres18 - Para que el Mundo crea19 - Pastoral de las migraciones en Espaa20 - Sobre la proyectada nueva "Ley del Aborto"21 - Matrimonio, Familia y "Uniones homosexuales"22 - La Pastoral Obrera23 - El valor de la vida humana y el proyecto de Ley sobre el Aborto24 - Moral y sociedad democrtica25 - "Proclamar el Ao de Gracia del Seor"26 - La eutanasia es inmoral y antisocial

    DICCIONARIO