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LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA. 2º BACHILLERATO. CURSO 2011/2012 Profesora: María José Martín García TEMA 1.- EL SIGLO XVIII A finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII se produjo la llamada “crisis de la conciencia europea”. Las normas y creencias (religiosas, políticas, filosóficas, etc.) del Antiguo Régimen se someten a examen y discusión. La Ilustración es un movimiento reformista que se difundió desde Francia por toda Europa a lo largo del XVIII. En esta difusión tuvo gran importancia la Enciclopedia. Los rasgos fundamentales del pensamiento ilustrado son: confianza en la razón como único medio de alcanzar el progreso y la felicidad, la base de la ciencia son la observación y la experiencia (método inductivo), tolerancia religiosa y el despotismo ilustrado. “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. En España la minoría de reformistas ilustrados tuvieron grandes dificultades para difundir sus ideas, por la oposición del clero y la nobleza, buscaron por ello el apoyo de la monarquía de los Borbones. Los cauces de penetración del nuevo pensamiento ilustrado en España fueron diversos: traducción de libros franceses, difusión de la filosofía racionalista, aparición de los primeros periódicos, creación de las Sociedades Económicas de amigos del País, la Real Academia Española de la Lengua (1713), La Real Academia de la Historia, la Biblioteca Nacional… Pero es la literatura el medio de difusión de los temas y las ideas de la Ilustración que más utilizó España. En la Literatura española de este siglo se distinguen 3 épocas: POSBARROQUISMO: Predominan el ensayo y la sátira. Autores: Feijoo, Isla y Torres Villaroel. NEOCLASICISMO: Predomina la literatura didáctica y crítica. Autores: Cadalso, Jovellanos y Moratín. PRERROMANTICISMO: Predomina el sentimiento sobre la razón. Autores: Cadalso, Cienfuegos, Quintana y Lista La poesía en el siglo XVIII Las nuevas teorías estéticas, el racionalismo y el afán didáctico no favorecieron el cultivo de la lírica. Hablar de los propios sentimientos no estaba bien visto, por lo que predominan los temas filosóficos, pastoriles y anacreónticos. Destacan Meléndez Valdés y los fabulistas Iriarte y Samaniego La prosa en el siglo XVIII Su principal característica es el didacticismo. Con este fin educativo los géneros más cultivados son el ensayo y la crítica social o literaria. Diego de Torres y Villaroel escribió una novela autobiográfica e imitó a Quevedo en una serie de cuadros costumbristas. Isla en su obra ridiculizó el estilo barroco de los predicadores religiosos de la época. Fray Benito Jerónimo Feijoo defendió la razón y la ciencia en contra de las supersticiones y falsas creencias populares. Con José Cadalso destacamos su obra Cartas marruecas de género epistolar, en la que mediante 3 personajes, 2 marroquíes y 1 amigo español, hace una crítica satírica de España. Jovellanos presenta una voluntad reformista e ilustrada en sus ensayos: Memoria sobre la educación pública. El teatro en el siglo XVIII Como contrapartida al teatro barroco, en la segunda mitad del siglo XVIII surge un teatro que presentaba los siguientes rasgos: adopción de las tres unidades (acción, lugar y tiempo), finalidad didáctica o moral, eliminación de los excesos barrocos y la verosimilitud. En la comedia neoclásica destaca Leandro Fernández de Moratín con sus dos obras El sí de las niñas, La comedia nueva o el café. Y dentro del teatro tradicional está Ramón de la Cruz que escribió unos 400 sainetes, piezas breves que reflejaban las costumbres del Madrid castizo de la época.

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LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA. 2º BACHILLERATO. CURSO 2011/2012

Profesora: María José Martín García

TEMA 1.- EL SIGLO XVIII

A finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII se produjo la llamada “crisis de la conciencia europea”. Las normas y creencias (religiosas, políticas, filosóficas, etc.) del Antiguo Régimen se someten a examen y discusión. La Ilustración es un movimiento reformista que se difundió desde Francia por toda Europa a lo largo del XVIII. En esta difusión tuvo gran importancia la Enciclopedia. Los rasgos fundamentales del pensamiento ilustrado son: confianza en la razón como único medio de alcanzar el progreso y la felicidad, la base de la ciencia son la observación y la experiencia (método inductivo), tolerancia religiosa y el despotismo ilustrado. “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. En España la minoría de reformistas ilustrados tuvieron grandes dificultades para difundir sus ideas, por la oposición del clero y la nobleza, buscaron por ello el apoyo de la monarquía de los Borbones. Los cauces de penetración del nuevo pensamiento ilustrado en España fueron diversos: traducción de libros franceses, difusión de la filosofía racionalista, aparición de los primeros periódicos, creación de las Sociedades Económicas de amigos del País, la Real Academia Española de la Lengua (1713), La Real Academia de la Historia, la Biblioteca Nacional… Pero es la literatura el medio de difusión de los temas y las ideas de la Ilustración que más utilizó España. En la Literatura española de este siglo se distinguen 3 épocas:

• POSBARROQUISMO: Predominan el ensayo y la sátira. Autores: Feijoo, Isla y Torres Villaroel.

• NEOCLASICISMO: Predomina la literatura didáctica y crítica. Autores: Cadalso, Jovellanos y Moratín.

• PRERROMANTICISMO: Predomina el sentimiento sobre la razón. Autores: Cadalso, Cienfuegos, Quintana y Lista

La poesía en el siglo XVIII Las nuevas teorías estéticas, el racionalismo y el afán didáctico no favorecieron el cultivo de la lírica. Hablar de los propios sentimientos no estaba bien visto, por lo que predominan los temas filosóficos, pastoriles y anacreónticos. Destacan Meléndez Valdés y los fabulistas Iriarte y Samaniego La prosa en el siglo XVIII Su principal característica es el didacticismo. Con este fin educativo los géneros más cultivados son el ensayo y la crítica social o literaria. Diego de Torres y Villaroel escribió una novela autobiográfica e imitó a Quevedo en una serie de cuadros costumbristas. Isla en su obra ridiculizó el estilo barroco de los predicadores religiosos de la época. Fray Benito Jerónimo Feijoo defendió la razón y la ciencia en contra de las supersticiones y falsas creencias populares. Con José Cadalso destacamos su obra Cartas marruecas de género epistolar, en la que mediante 3 personajes, 2 marroquíes y 1 amigo español, hace una crítica satírica de España. Jovellanos presenta una voluntad reformista e ilustrada en sus ensayos: Memoria sobre la educación pública. El teatro en el siglo XVIII Como contrapartida al teatro barroco, en la segunda mitad del siglo XVIII surge un teatro que presentaba los siguientes rasgos: adopción de las tres unidades (acción, lugar y tiempo), finalidad didáctica o moral, eliminación de los excesos barrocos y la verosimilitud. En la comedia neoclásica destaca Leandro Fernández de Moratín con sus dos obras El sí de las niñas, La comedia nueva o el café. Y dentro del teatro tradicional está Ramón de la Cruz que escribió unos 400 sainetes, piezas breves que reflejaban las costumbres del Madrid castizo de la época.

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TEMA 2.- EL ROMANTICISMO LITERARIO EN EL SIGLO XIX

El Romanticismo es un movimiento cultural y político que tuvo su origen en las circunstancias políticas, sociales y culturales que se dieron en los países europeos. España tuvo su apogeo romántico en la mitad del siglo XIX por los acontecimientos históricos vividos en el momento: Invasión francesa, la guerra de la independencia y la lucha entre monárquicos y absolutistas. Su escasa duración va desde el estreno de La conjuración de Venecia de Martínez de la Rosa hasta el Traidor, inconfeso y mártir de José Zorrilla.

Los autores románticos idealizan el mundo que los rodea. No quieren aceptarlo como es y lo critican amargamente. Este choque les produce fuertes desengaños y melancolía que les lleva, a veces, hasta el suicidio. Los sentimientos se imponen sobre la razón y dominan en todas sus obras. Por eso, la lírica es el género característico de esta época.

La finalidad de la literatura romántica es la de producir en el lector fuertes emociones y conmover su sensibilidad. Sus temas más importantes son la libertad, el amor y la muerte. El tema de la naturaleza que se adaptará al estado anímico del autor o del personaje, se encontrará más movida o melancólica dependiendo de su estado de ánimo. Su deseo de huir de la realidad les hace inspirarse en las leyendas populares españolas, y también en lugares exóticos y lejanos. Se rompe con todas las normas y reglas, haciendo prevalecer el propio yo y el estilo personal. Los escritores románticos ambientaron muchas de sus obras en la Edad Media o en el Renacimiento. La poesía en el Romanticismo.

Destaca la poesía intimista y subjetiva, la expresión de sentimientos y la poesía narrativa. José de Espronceda en los años de auge romántico se ocupa de temas como el amor y también podemos ver la exaltación de personajes marginales a través de sus canciones porque en ellos veía un símbolo de rebeldía; las dos obras fundamentales son los poemas El estudiante de Salamanca y El diablo mundo.

Gustavo Adolfo Bécquer, su producción poética se reduce a las Rimas, ochenta y cuatro composiciones breves. Bécquer concibe la poesía pura, íntima y desprovista de adornos. De Bécquer arranca, en gran medida, la poesía española contemporánea e influyó notablemente en Antonio Machado y en Juan Ramón Jiménez y, a través de éste, en la Generación del 27.

La fama de Rosalía de Castro se debe a tres grandes poemas que evoca las costumbres, los paisajes y las gentes de Galicia, con un tono de melancolía y nostalgia.

La prosa en el Romanticismo.

Gustavo Adolfo Bécquer, en prosa escribió Cartas desde mi celda, y Leyendas, 28 narraciones breves en las que trata los temas preferidos por el romanticismo como lo sobrenatural y lo exótico. Mariano José Larra, intervino en política y se dedicó al periodismo, escribiendo más de doscientos artículos, firmados a veces con el pseudónimo de Fígaro, en los que realiza un retrato crítico y satírico de la vida española de su época; tanto por su tono, como por su prosa, clara, transparente y expresiva, se le considera precursor de la Generación del 98. José Zorrilla, fue el poeta más popular del siglo XIX en España y su fama le vino dada por sus Leyendas.

El teatro en el Romanticismo.

El tercer género es el teatro fundamentalmente el drama histórico, sus características son la ruptura con las reglas anteriores y por tanto el teatro abogará por la libertad. Se estructura en diversos actos no fijos y aparecen los escenarios como las ruinas y los cementerios. El gran tema es el amor y la libertad, y podemos ver una mezcla de prosa y verso en las obras. Duque de Rivas, impuso en España el teatro romántico, con la obra que serviría de modelo o todas las posteriores: Don Álvaro o la fuerza del Sino. José Zorrilla, como autor dramático se caracteriza por el dominio del verso y de su producción dramática destaca Don Juan Tenorio, que es la recreación del burlador de Sevilla de Tirso de Molina.

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TEMA 3.- EL REALISMO LITERARIO EN EL SIGLO XIX

A mediados del s. XIX (1870) con la primera novela de Benito Pérez Galdós, La fontana de oro, podemos hablar de Realismo en España. Una década después (1880) se extenderá en la narrativa española una forma especial de realismo que es el Naturalismo. El naturalismo se inició en Francia una década antes, con Zola, en cambio en España tuvo poca repercusión. No sólo es una creación literaria sino que pretendió además una concepción del hombre y un método para estudiar y transcribir el comportamiento humano. El novelista del Realismo es un cronista de la realidad, y así destaca el francés Flaubert, el inglés Dickens y el ruso Dostoievsky. La influencia de éstos en España es importante, pero no hasta el punto de ajustarse los españoles a los cánones de los realistas de fuera. En España los autores más progresistas del realismo son Galdós y Clarín. El tema central es la realidad presentada de manera detallada, precisa y objetiva. Los personajes que más relevancia tienen son los de la clase burguesa, o clase media. Un lugar muy especial lo ocupará la mujer, La Regenta y Madame Bovary son ejemplos claros de ello. La narración es lineal con un perfecto orden cronológico: presente, pasado y futuro y el narrador es omnisciente. El canal de difusión de estas novelas fue el periódico. Muchas novelas se publicaron por entregas en los periódicos, esto influirá en la estructura de la novela. Se pretende mantener el interés para que la entrega siguiente la gente lo compre, esto hará que quede en suspense. Este modelo de desarrollo, dio lugar a la novela folletín.

La poesía en el Realismo.

La mentalidad burguesa propia del realismo no favoreció el cultivo de la lírica. Como corrientes poéticas típicas de la época del Realismo, pueden citarse dos: El prosaísmo de Ramón de Campoamor y el retoricismo de Gaspar Núñez de Arce.

La prosa en el Realismo.

BENITO PÉREZ GALDÓS. Es el más importante novelista español y fue nombrado académico de la Lengua. Desde joven ideológicamente se definió como progresista y anticlerical, y en su madurez republicano próximo al socialismo. Entre sus obras más conocidas están: Episodios Nacionales, son una colección de 46 novelas en las que se cuenta la historia de España en el siglo XIX, Doña Perfecta y Marianela como novelas de tesis de su 1ª época en las que defiende sus posturas progresistas, Fortunata y Jacinta y Miau, novelas contemporáneas en las que refleja en el más puro estilo realista la sociedad y el ambiente de Madrid, y Misericordia, novela con orientación espiritualista.

LEOPOLDO ALAS, CLARÍN. También se mostró como un escritor moralista defensor de la justicia y la verdad. Su obra incluye 3 géneros: La crítica literaria, las narraciones breves como ¡Adiós, cordera! y la novela cumbre La Regenta, retrato moral y social de la España de la época, donde se denuncia el poder de la Iglesia y los convencionalismos sociales.

Otros autores a destacar son Fernán Caballero que en sus obras destacan los personajes esquemáticos (buenos y malos) y por ser excesivamente moralizante, Pedro Antonio de Alarcón autor de la transición entre la novela costumbrista y romántica y la plenamente realista destaca con su obra El sombrero de tres picos, Juan Valera en su novela predominan los sentimientos y conflictos amorosos y el análisis psicológico especialmente de mujeres como Pepita Jiménez.

El teatro en el Realismo.

El teatro de la segunda mitad del siglo XIX intentó adaptarse a las formas realistas con la llamada alta comedia, cuyas principales características son: ambiente de la época, tema de la realidad del momento e intención didáctica. Junto al teatro de la alta comedia, aparece también en la época, el género chico: piezas cortas – sainetes, entremeses, zarzuelas – de carácter cómico, ambiente popular y tema costumbrista. La Verbena de la Paloma, de Ricardo de la Vega, es un ejemplo de ello.

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TEMA 4.- EL MODERNISMO Y 98

El Modernismo es el movimiento artístico que se inició hacia 1.880 y se mantuvo vigente a lo largo de los primeros años del siglo XX, hasta la primera Guerra Mundial aproximadamente. La palabra modernista fue utilizada en un principio para referirse con tono despectivo a los jóvenes que intentaban romper con la estética del realismo. Estos jóvenes modernistas también se oponían al materialismo burgués de su generación, adoptando para ello posturas inconformistas y de rebeldía, como la vida bohemia.

Las primeras manifestaciones tuvieron lugar en Hispanoamérica a partir de 1.880 y sus figuras principales fueron Rubén Darío y el cubano José Martí.

En lo estético, influyeron decisivamente en el Modernismo dos movimientos literarios franceses: el Parnasianismo que busca la perfección formal y siente preferencia por los elementos bíblicos, mitológicos y exóticos, y el Simbolismo que se propone descubrir los significados profundos que se esconden tras la realidad aparente. Otras influencias son: Berceo, Arcipreste de Hita, el Romanticismo intimista de Bécquer, la poesía cargada de misterio del norteamericano Edgar Allan Poe y el arte refinado de Oscar Wilde. El Modernismo busca la belleza como único medio de huir de la realidad cotidiana y lo consigue a través de un léxico muy seleccionado, el empleo de recursos estilísticos y la renovación de la métrica. Los temas recurrentes de los modernistas son la crisis espiritual, la evasión y el sentimiento amoroso (idealización del amor). Tratando de evadirse del tiempo y del espacio hace evocaciones históricas y mitológicas o se esconde en el mundo de los sueños; y en su crisis espiritual prevalecen las sensaciones de melancolía, soledad y tristeza para expresar su malestar existencial.

El Modernismo español se caracteriza por una menos brillantez externa y un mayor intimismo; es menos parnasiano (menos perfección) y más simbolista (más intimista), de este modo nuestros escritores españoles se sitúan en la segunda fase del Modernismo, llamada Postmodernismo.

En sus inicios fueron modernistas muchos escritores de la Generación del 98. Valle-Inclán, Antonio Machado, y Juan Ramón Jiménez, aunque luego siguen rumbos más personales. La estética modernista está muy presente en la obra de Manuel Machado sobre todo en libros como Alma. Aunque Juan Ramón Jiménez es más bien un escritor del Novecentismo, su primera época es modernista y se caracteriza por la influencia de Bécquer; así lo refleja en sus poemas espirituales. Y Valle Inclán, principalmente autor teatral y novelista, también cultivó la poesía con cierta estética modernista. El autor más importante en este periodo fue Rubén Darío, considerado como el gran renovador de la poesía en lengua española, tanto en los temas como en la métrica (practicó todas las estrofas clásicas, con importantes innovaciones) o el lenguaje. De su obra poética destaca la mezcla de poemas y relatos breves en prosa en Azul, pero su libro más brillante en la línea del modernismo esteticista fue Prosas profanas. El autor se nos muestra más intimista en Cantos de Vida y Esperanza. En España destacan dos autores: Salvador Rueda y Francisco Villaespesa. Salvador Rueda creó una estética literaria de tipo parnasiano denominada “Colorismo” que le hizo predecesor español del Modernismo hispanoamericano. Ejerció algún influjo renovador sobre poetas más jóvenes, como Juan Ramón Jiménez. Posteriormente Rueda asumió la estética modernista traída a España por Rubén Darío. Su obra se convirtió en un repertorio variado de formas y combinaciones estróficas renovadoras que luego utilizarían casi todos los modernistas . Francisco Villaespesa. Sus primeros poemarios presentan fuertes reminiscencias del Romanticismo tardío de José Zorrilla y del Colorismo de Salvador Rueda. Con La copa del rey de Thule se inserta decididamente en el Modernismo.

PRINCIPALES CORRIENTES ESTÉTICAS DE LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA

MODERNISMO GENERACIÓN DEL 98 NOVECENTISMO VANGUARDIAS representadas por la

GENERACIÓN DEL 27

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TEMA 5.- LA GENERACIÓN DEL 98

TEMA 6.- LA NOVELA DE LA GENERACIÓN DEL 98

Se entiende por Generación del 98 a un grupo jóvenes escritores que empiezan a publicar sus obras a finales del siglo XIX empujados por el deseo de renovar la literatura española y de dar una respuesta a los graves problemas que en esos momentos vivía España (En 1898 España perdió sus últimas colonias : Cuba, Puerto Rico y Filipinas).

Los autores más relevantes son: Azorín, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu, Antonio Machado, Miguel de Unamuno y Valle- Inclán. En su conjunto, estos autores cultivan todos los géneros. Como hechos que permiten hablar de generación literaria, destacan los siguientes: Escasa diferencia de edad (Unamuno – 1.864, Machado – 1.875). Formación autodidacta. Relaciones de amistad entre ellos, frecuentan los mismos lugares y tertulias y colaboran en los mismos periódicos y revistas. Algunos adoptaron posturas revolucionarias, socialistas y anarquistas. Tienen preocupaciones filosóficas (el sentido de la vida, el destino del hombre…), derivadas de la influencia de filósofos como Nietzche, Schopenhauer y Kierkegaard. Innovan los géneros literarios, principalmente novela y ensayo. Características: Proyectan la triste realidad de España y Castilla estará en su punto de mira. La indagación crítica en el pasado (Unamuno la llamó “intrahistoria”, “la vida callada de los millones de hombres sin historia”). Renuevan la lengua literaria y hacen uso de las palabras terruñeras, propias de las tierras castellanas. El desengaño, la soledad, el sueño, la fe y la inmortalidad son la base de su temática existencial. Lenguaje sencillo y natural, alejado de la retórica. La novela de la Generación del 98 experimentó un gran desarrollo gracias a la labor de Unamuno, Baroja y Azorín. La narrativa se caracterizaba por: innovación temática, personajes complejos, escaso argumento, visión psicológica, presencia de las angustias existenciales del autor. Se renovó el lenguaje y las maneras literarias, sintieron atracción por los mitos castellanos como Don Quijote y Celestina. Miguel de Unamuno. De espíritu crítico, socialista y revolucionario. Su novela o nívola gira en torno al interior del personaje y sus problemas íntimos. En Niebla se ahonda más en los personajes y sus conflictos interiores que en la acción. Con San Manuel Bueno, mártir refleja a un sacerdote en conflicto entre la razón y la fe. Y en La Tía Tula trata el sentimiento de la maternidad frustrada de la protagonista. Pío Baroja. Destaca por su visión pesimista de la vida y el mundo, su actitud individualista, su escepticismo ante religión, política y sociedad. Los protagonistas de sus novelas rechazan la vida burguesa y suelen ser de dos tipos: hombres inconformistas o aventureros como Zalacaín el Aventurero y hombres contemplativos, intelectuales pesimistas, como Andrés Hurtado en El árbol de la ciencia. Azorín. Demostró gran capacidad para describir las pequeñas cosas cotidianas. Describe y evoca nostálgicamente paisajes, sensaciones e impresiones. En su novela encontramos fragmentos de la vida, autobiográficos, y descripciones de personajes y ambientes. La voluntad Ramiro de Maeztu. Junto a Azorín y Baroja formó el grupo de “Los Tres”. De ideología revolucionario en su juventud, pasó a posturas tradicionalistas. En sus obras destacan los ensayos y artículos. Valle Inclán. Destaca por sus posturas tradicionales y carlistas en su juventud y posteriormente su postura revolucionaria. Influido por la estética modernista y simbolista, crea “el esperpento “: el autor manipula la realidad y la caricaturiza y ejemplo de ello es su novela Tirano Banderas. Antonio Machado. De carácter existencial y espiritual. El tiempo es un tema recurrente en su obra poética y predomina el tono nostálgico y expresivo, así lo vemos en Soledades y Campos de Castilla. En prosa (ensayo) crea dos personajes Abel Martín y Juan de Mairena para tratar sus ideas filosóficas, literarias, etc. Sus piezas teatrales fueron realizadas en colaboración con su hermano.

PRINCIPALES CORRIENTES ESTÉTICAS DE LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA

MODERNISMO GENERACIÓN DEL 98 NOVECENTISMO VANGUARDIAS representadas por la

GENERACIÓN DEL 27

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