Leyenda mocuana

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ING. Félix Miranda Salgado [email protected], [email protected], (505) 88-21-94-51, 78-49-48-76 LEYENDA LA MOCUANA Hace mas de 400 años en una aldea conocida como Sébaco de la Asunción existió un fuerte pueblo indígena gobernado por un cacique quien dirigía con muchas sabidurías a todos sus habitantes. Este cacique tenía una bella hija llamada mocuana quien era hija única y heredaría el reinado de su pueblo. Querida por todo su pueblo la cuidaban como a una doncella siempre bajaba al río Grande de Matagalpa, En Sébaco, acompañada de otras doncellas y guardias del cacique donde existía un pequeño paraíso compuesto de grandes rocas donde la bella niña jugaba y contemplaba el sol ocultándose entre las gruesas ramas delos inmensos y frescos árboles de tamarindo que conquistaban el vello lugar como si todos coquetearan con ella. Al centro de aquel bello rincón se encontraba el más majestuoso de los arboles que daba apariencia de un gran pulpo terrestre que descansaba sus ramas como grandes tentáculos sobre el suelo quien estaba rodeado de miles y miles de flores donde la doncella bajaba y adornaba su inmenso cabello con bellas y olorosas flores.

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(505) 88-21-94-51, 78-49-48-76

LEYENDA LA MOCUANA

Hace mas de 400 años en una aldea conocida como Sébaco de

la Asunción existió un fuerte pueblo indígena gobernado por un

cacique quien dirigía con muchas sabidurías a todos sus

habitantes.

Este cacique tenía una bella hija llamada mocuana quien era

hija única y heredaría el reinado de su pueblo.

Querida por todo su pueblo la cuidaban como a una doncella

siempre bajaba al río Grande de Matagalpa, En Sébaco,

acompañada de otras doncellas y guardias del cacique donde

existía un pequeño paraíso compuesto de grandes rocas donde

la bella niña jugaba y contemplaba el sol ocultándose entre

las gruesas ramas delos inmensos y frescos árboles de

tamarindo que conquistaban el vello lugar como si todos

coquetearan con ella.

Al centro de aquel bello rincón se encontraba el más

majestuoso de los arboles que daba apariencia de un gran

pulpo terrestre que descansaba sus ramas como grandes

tentáculos sobre el suelo quien estaba rodeado de miles y miles

de flores donde la doncella bajaba y adornaba su inmenso

cabello con bellas y olorosas flores.

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Luego se dirigía al majestuoso árbol de tamarindos donde

aquel todas las tardes de cada viernes le obsequiaba

tamarindos de oros como un joven perdidamente enamorado.

Un día Viernes al pequeño pueblo llagaron personas muy

extrañas montados en animales y vestimentas nunca antes

vistos por los indígenas.

En sus grandes corceles embravecidos y ruidosos recorrieron el

pequeño pueblo con el ruido de sus armaduras y espadas en

mano atemorizaron a sus humildes habitantes quienes

temerosos se ocultaron en sus pequeñas chozas.

Luego poco a poco los indígenas se acercaron y el cacique

les pregunto, de donde eran y que deseaban pero el cacique y

el conquistador Español no se entendían por que hablaban

lenguajes diferentes.

Entonces Mocuana corrió y ordeno a los indígenas llevar

frutas de tamarindos de oro para entregar como obsequio al

conquistador.

Al observar esto los conquistadores también obsequiaron

objetos al cacique y a su hija quien con señas los invita a

acampar en el Pueblo, estos interesados en los obsequios de

oro entregados por mocuana decidieron bajar de los caballos

asectando la invitación de la doncella.

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Esa misma noche los conquistadores planeaban atacar al

pueblo indígena y robar todo su oro, discutieron por mas de

cinco horas pero un joven y el sacerdote Español se oponían

aconsejando realizar la conquista después de ganar confianzas

para lo cual deberían de mostrar una falsa amista al cacique y

su bella hija.

Al final de la discusión el grupo acepto la idea del joven por un

tiempo limitado para que el muchacho cortejara ala joven

para que esta le dijera donde escondían el tesoro.

Pero esa misma noche el cacique con su concejo de ancianos

ocultos se reunían en unas delas chozas para planear como

sacar los tamarindos de oros por la cueva que salía al otro

lado de la montaña la cual iniciaba en las inmensas rocas

conocidas actualmente como las piedras de la Mocuana,

ubicadas en la finca de Don Carlos Miranda en la ciudad de

Sébaco, por donde la joven se Trasladaba al otro lado secreto

conocido actualmente como la Trinidad.

Al día siguiente el sacerdote y el caudillo Español ordeno reunir

al pueblo indígena para forzar la aceptación dela religión

católica a través del bautizo.

Mocuana fue la primera en bautizarse aceptando así todo el

pueblo indígena la religión católica.

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De esta forma los conquistadores convivieron con el pueblo

indígena el tiempo necesario para medio comunicarse

verbalmente tiempo que el joven aprovecho para cortejar a

Mocuana.

Ambos paseaban en aquel lindo lugar bajo las ramas del

tamarindo y frente alas inmensas rocas de aquel bello lugar

donde entrego su virginidad al joven Español.

Quien aprovecha el momento para preguntarle el lugar donde

la comunidad indígena escondía los tamarindos de oro.

Pero la joven no le dijo nada, entones el joven muy enojado la

golpeo y amarro llevándola a la aldea.

El cacique muy enfurecido al ver esto les reclama empezando

así una sangrienta batalla en la cual los españoles llevaron la

peor parte huyendo hacia las montañas.

A partir de ese momento la joven Mocuana quien había

quedado embarazada del joven Español se dirigía todas las

tardes delos viernes a aquel bello lugar y sé subía a la inmensa

piedra frente al majestuoso árbol de tamarindo.

Donde lloro y lloro hasta quitarse la vida lanzándose de dicha

piedra para morir en los brazos del majestuoso árbol de

tamarindo y desde ese dia todos los viernes a media noche

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quienes pasan por el árbol ven la imagen de una mujer vestida

de blanco cortando tamarindos de oro Obsequiados por el

árbol.

Desde entonces sus llantos se escuchan todos los viernes a

media noche bajo el árbol de tamarindo y su alma aparece en

los caminos de Sébaco en busca de su amor y su hijo que nunca

tuvo.

Tradicionalmente por mas de cien años el bello lugar donde

habito la joven mocuana ha pertenecido de generación en

generación a la familia Miranda quienes han cuidado y

protegido el lugar como un símbolo de amor a la joven

indígena Mocuana.

Hoy todavía existen las inmensas rocas y el majestuoso árbol de

tamarindo que a sobrevivido por mas de mil años como testigo

de muchas historias y fenómenos del pueblo de Sébaco siendo

el mas reciente el huracán Mitch quien intento y lucho

fuertemente contra el árbol por querer desaparecerlo como

testigo milenario del pueblo de Sébaco.

Escrito por ing. Félix Miranda S

Sébaco 07/12/03