NORBERT LECHNERLA CRISIS DEL ESTADO EN AMÉRICA LATINA

ROMÁN BRODA ANABELLA MOLINA

MARCO TEORICO:

El autor diferencia los conceptos de aparato de estado (políticas publicas/personal gubernamental) y Estado, al cual define como momento de la totalidad social. Su objeto de estudio es el Estado burgués, organizador y garante de las relaciones de dominación y desigualdad económica, a través de la coacción política (abstrayéndose del antagonismo de clases).

El poder coercitivo hace aparecer las relaciones capitalistas de producción como un proceso natural, diluyéndose su carácter de dominación de clase. La desaparición de una coerción extraeconómica en el proceso de producción otorga a las instituciones políticas una apariencia de neutralidad equitativa por encima del antagonismo social. La despolitización de la esfera económica permite descapitalizar la esfera política. La desigualdad en la relación entre los hombres concretos (productores) es “recuperada” en la igualdad en la relación de los hombres abstractos (ciudadanos).

El Estado en para Lechner una abstracción real en una relación social que ha abstraído de la praxis social que lo constituye y que aparece como con vida propia (fetiche). En el modo de producción capitalista el mercado no permite reconocer el carácter social del trabajo. La dimensión social de la praxis, es recuperada en el Estado, es en cuanto Estado que se restablece un reconocimiento intersubjetivo entre los individuos atomizados.

EL ESTADO AUTORITARIO: EXPRESIÓN DE UNA CRISIS

El nuevo autoritarismo surge como reacción de dos momentos: Internamente, la agudización de la lucha de clases, que desestabiliza la estructura de dominación, sin crear un nuevo orden. Externamente, la internacionalización del capital, que transforma el proceso de acumulación e impulsa un reordenamiento de las economías locales.

La naturaleza del Estado en América Latina encuentra un rasgo en común en los países de la región un capitalismo dependiente y el surgimiento de un nuevo autoritarismo que racionaliza las formas de dominación. El Estado se presenta como organizador del sentido del orden. Entonces la crisis del Estado en América Latina reside en la disgregación de la unidad Dominación-Hegemonía. El Estado se reduce al momento de la dominación en ausencia de una fuerza hegemónica, la crisis del Estado radica en una crisis de hegemonía y la crisis de hegemonía es reproducida por la crisis del Estado.

El Estado se constituye como relación entre dominación interna y hegemonía externa, por lo que la construcción de un Estado nacional en Latino América depende de un proceso de emancipación, capaz de generar un “proyecto histórico” a partir de la práctica popular. BREVE MARCO HISTORICO:

Desde el periodo de guerras de la independencia, se planteo el tema sobre la relación entre conflicto social e identidad nacional. Dichas guerras fueron de carácter militar y dirigido por ellos y no luchas populares, caracterizadas por la heterogeneidad ideológica, que reflejo desintegración social y un débil acento en la cuestión de lo “nacional”.

Las campañas libertadoras puramente populares fueron llevadas a cabo por poblaciones indígenas que se sublevaron al régimen colonial, atentando contra bienes de la población criolla.En el discurso la palabra “Patria” no creo una comunidad que identifique su territorio con una nación. De ahí devienen los conflictos llevados a cabo en las primeras décadas de la independencia referentes a la instauración de un régimen fuertes facciones y predominio de establecer un gobierno central como organismo unificador.

La construcción del Estado en América Latina se basa en:

- Conquista de la unidad territorial- Integración de la comunidad

Ambas tareas abordadas en continuidad con el orden colonial. “Independencia” significo restaurar el orden de hacienda bajo política de republica y no terminar con un antiguo régimen.

En lo económico en el periodo de emancipación los nuevos Estados se orientaban al cambio, luego a la exportación insertándose en el mercado mundial, condicionando la sociedad. El comercio internacional de los países latinoamericanos se funda en demanda de países industrializados y estabilidad política interna.

El caudillismo es característico de la primera mitad del siglo XIX. Los caudillos construyen el poder de acuerdo a la iniciativa personal. Convive en ellos el poder económico y político. Ambos conquistados por el poder y la astucia.

Los Estados Latinoamericanos se construyen en torno a una burocracia civil y militar. La burocracia es anterior al Estado. Proviene desde la conquista hasta nuestros días, y fue en el periodo virreinal garantía de pacto con España. Una administración pública implica profesionalización de fuerzas militares e inserción de caudillos al gobierno, también una vinculación con el capital extranjero.

Las clases dominantes organizan el proceso social sobre la base del Estado, teniendo este que responder a los intereses particulares, por un lado y a la unidad nacional por otro.

El liberalismo en las relaciones exteriores es contradictorio en cuanto a la soberanía, por la dependencia económica. En cuanto a las relaciones internas es contradictorio por la dominación oligárquica. De acuerdo a esto el Estado no es ni plenamente soberano ni plenamente nacional.

América Latina es proveedor de materias primas por excelencia. La facilidad de explotación de mano de obra barata no cubre el nivel de productividad que tienen las economías de alto desarrollo tecnológico. El

capitalismo plantea el trabajo como medio de desarrollo individual y colectivo, no permitiendo a todos ejercer sus derechos. Surge riqueza y pobreza, esta genera la plebe, por la conciencia que provoca, por rebeldía contra los ricos, el gobierno y la sociedad. El modelo de desarrollo capitalista en la sociedad, requiere de un proyecto político-cultural de emancipación burguesa para afianzar su desarrollo y para impedir proyectos alternativos.

El nuevo orden político-ideológico adopta una autonomía relativa respecto al orden económico expendiéndose tendencias paralelas entre las relacionas de producción y las democracias liberales. El atraso de los países latinoamericanos se transforma en subdesarrollo esto significa incapacidad de los países para producir o desarrollar con sus propios recursos medios de producción. El subdesarrollo no solamente implica dominio económico y tecnológico sino también político-cultural, haciendo que se confirme cada vez más la hegemonía externa.

CRISIS DE HEGEMONIA

LA DISGREGACIÒN SOCIAL:

Durante la segunda década del siglo los países latinoamericanos sufren profundos golpes en sus estructuras. En 1930, Uriburu desbanca las clases medias con Hipólito Irigoyen como presidente, Bragas inicia su régimen en Brasil y el golpe y posterior dictadura de Ibáñez acaban con el régimen parlamentario en Chile. Esta escala de golpes militares marcara la caída de los Estados Oligárquicos que dominaron desde el siglo XIX.

Las luchas sociales de la época enmarcan más, una crisis de implementación del capitalismo que una crisis del capitalismo en sí mismo, no se entiende la revolución como una teoría de transformación social, son más que nada consecuencias de una reestructuración económica.

Lechner plantea que tal reestructuración del mercado mundial, provocada por el desarrollo del capital financiero denota un desfase entre la lógica del conflicto social en Europa (caracterizada por el auge del proletariado) y en América Latina (caracteriza por el ocaso de la oligarquía terrateniente). Los países industrializados encuentran una salida al antagonismo social fortaleciendo los imperios coloniales y ampliando el mercado interno a través de una política social de redistribución del ingreso. El New Deal marca el auge del Social-democratismo neutralizando el conflicto social a través de la apertura de la Sociedad Civil y la Sociedad Política. Donde esto falla, surge el Fascismo.

Las crisis sociopolíticas del ´30 son la toma de conciencia de una situación en América Latina: el subdesarrollo. A partir de esto se entiende que ya no hay un intercambio igual entre las economías centrales y periféricas hay una nueva división del trabajo social que depende de la industrialización redefiniendo su situación desde una nueva racionalidad.

Esto se dará a partir de un virtual empate social debido a que ningún grupo o clase social tiene la fuerza económica para un interés particular, ni la fuerza política para crear un interés general. La crisis no hace más que evidenciar la ausencia de una hegemonía interna.

Esta situación generada a partir de las diversas crisis traerá aparejado el surgimiento del populismo.

Este puede definirse como una estructura institucional autoritaria y semi-corporativa, con una orientación económica estatista e industrializante y una estructura política nacionalista, anti-liberal y anti-oligárquica.

Lechner sostiene la hipótesis de que el espacio social y el estatal no coinciden. La sociedad política esta fragmentada remitiendo a una sociedad civil aun màs dispersa. No existe en América Latina una sociedad civil homogénea sino que están caracterizadas por una heterogeneidad estructural.

La sociedad civil consiste en un sinnúmero de unidades sociales relativamente aisladas, no ha una base material común a todos los habitantes, la heterogeneidad estructural no es solamente un fenómeno económico, la dispersión se reproduce a nivel social, cultural y político. No existe una estructura política como tal tampoco hay un sistema de valores, normas y símbolos compartidos por todos. No hay un sentidos común, es decir que la heterogeneidad estructural refiere a una ausencia de praxis social común.

EL FRACASO DEL REFORMISMO:

Desde la década del ´20 hasta hoy el desarrollo económico es el problema central, enmarcado en ciertos condicionamientos:

- La transformación del mercado mundial a partir de la 1° guerra mundial y el auge de la social democracias asfixian a las economías latinoamericanas con el desarrollo hacia fuera.

- El agotamiento del desarrollo hacia fuera con la consiguiente obsolencia de la oligarquía

- La presencia institucionalizada del capital extranjero

El desarrollo hacia fuera comienza en el ´30, esto no significa una ruptura con el mercado mundial sino un reacomodamiento bajo el mundo industrial. La estrategia del desarrollo económico se basa el Estado, en el proteccionismo y el intervencionismo. El único centro de poder es el Estado, moderno y burgués, Esto no existe en América Latina, por lo tanto al fortalecer al Estado se fortalece al aparato estatal, por no se logra aparecer como administrador del interés general.

La estrategia de desarrollo se basa en el denominado “Desarrollismo”, con las siguientes características:

1- implantación y profundización del modo de producción capitalista2- por una simbiosis de la burguesía industrial y comercial con el

aparato estatal3- desplazamiento del sector tradicional para anular una revolución

social4- como medio de estabilidad y expansión de las relaciones capitalistas

a escala mundial

En términos Gramscianos se define al Desarrollismo como una revolución pasiva o reforma restauradora.

Sin embargo el reformismo es el intento fracasado de construir una hegemonía, sin poder dar una explicación al fracaso. Lechner plantea tres elementos que ayudan a comprenderlo:

a- Ausencia de revolución burguesa en América Latina, la burguesía no tiene autonomía, su dependencia externa le impide dirigir la integración social y exige la aplicación de coerción interna.

b- Las clases medias adquieren importancia por la heterogeneidad de la sociedad esto hace de ellas un intermediario político-cultural. , pero no logran autonomía política y económica para impulsar un proyecto nacional.

c- El realismo político de las fuerzas populares, son mas representantes del pueblo que organismos de clase.

Estos tres elementos permiten ver las condiciones sociales que impiden llevar a buen fin la doble tarea del desarrollo económico y democratizador.

Por tanto se puede ver que la crisis del Estado radica en una crisis de hegemonía, la ausencia de una dirección político-cultural significa que la práctica social no ha producido una razón que otorgue al Estado un sentido. La crisis del Estado es una crisis de sentido, sin interés general, el Estado queda reducido al aparato de dominación (burocracia) al servicio de una hegemonía externa. La racionalidad del aparato estatal es evitar la construcción de una dirección político-moral que cuestione la vigencia de la hegemonía externa y por ende la forma de dominación representada por esa burocracia.

LA UNIDAD DE LO LATINOAMERICANO: DETERMINACIÓN INTERNA Y EXTERNA.

Como contraparte de la sociología del desarrollo de la modernización o del cambio social se opone un nuevo enfoque basado en 2 tesis: 1) el subdesarrollo no es un estado precapitalista ni de capitalismo atrasado, sino que es parte complementaria e histórica simultanea del desarrollo capitalista mundial, 2) siendo la causa del subdesarrollo externa su expresión es interna las deformaciones impuestas desde fuera son parte constituyente de la estructura social interna.

El pensamiento “dependentista” busca comprender situaciones concretas a través de un interés práctico. La situación latinoamericana se caracteriza por la precariedad de la “nación” estando el Estado en una doble contradicción:

Contradicción entre dominantes y dominados, donde no encuentran mediación por el Estado

Contradicción entre el proceso mundial de capital y su aplicación en una dinámica social interna

La unidad de “lo latinoamericano” como un doble movimiento: unidad por determinación externa y unidad por negación de la determinación externa. Tras la desilusión del Estado Oligárquico, el problema del Estado es planteado como creación del Estado-Nación, aquí surgen pensamientos políticos con respecto de “lo latinoamericano” (el hispanismo, el arielismo, el indigenismo). La creciente determinación externa por parte de los Estados Unidos es negada en términos de una diferencia cultural. Sin base material, estos intentos de determinación interna no pueden fracasar.

Otro intento de determinación interna de lo latinoamericano es el desarrollismo socialdemócrata, representado por partidos populares como el APRA peruano o el Radical argentino, entre otros. La situación latinoamericana es vista como un problema político, tomando una conciencia articulada de la situación de subdesarrollo.Tal como el desarrollo económico es identificado con el desarrollo capitalista, el desarrollo político es asociado con la democracia liberal. El

Estado es identificado con el aparato estatal como el motor del desarrollo que negocia la participación nacional en el mercado mundial.

Toda esta corriente no plantea una ruptura con la determinación externa, por el contrario, es una nueva organización política. Aceptando el “modelo de desarrollo capitalista” adhiere a una neutralidad “ni capitalista ni comunista”, como autonomía entre los grandes bloques.