Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros,...

11
Lección 6 para el 9 de agosto de 2008

Transcript of Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros,...

Page 1: Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros.

Lección 6 para el 9 de agosto de 2008

Page 2: Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros.
Page 3: Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros.

La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros

Page 4: Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros.

La vida de Cristo fue de constante sacrificio propio. Su obra no estaba limitada a algún lugar o tiempo. Estaba ligada sólo por el amor y la simpatía que Jesús sentía por las almas por las cuales pronto daría su vida. Su compasión no conocía límites. Realizó su obra de sanamiento y enseñanza en tan grande escala, que no había edificio en Palestina lo suficientemente grande para albergar las multitudes que lo rodeaban. En cada ciudad y pueblo por donde pasaba se encontraba su hospital. En las laderas de las colinas de Galilea, en las grandes vías públicas, en la costa del mar, en las sinagogas, en todo lugar donde había corazones prestos a escuchar su mensaje, Cristo sanaba a las personas y les señalaba al Padre Celestial. Al atardecer, luego de la jornada de labor, hablaba con los que durante el día trabajaban por una pitanza para sostener a sus familias.

E.G.W. (Manuscrito 147, del 12-11-1902)

Al ver las multitudes,

tuvo compasión

de ellas

Mateo, 9: 36; Marcos, 6: 34; Marcos, 8: 2

Page 5: Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros.

Su compasión le llevó a tratar individualmente a cada persona enseñando grandes verdades a individuos particulares

En su trato personal, Jesús daba a cada persona aquello que necesitaba.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan, 3: 16)

“Yo soy [el Mesías], el que habla contigo” (Juan, 4: 26)

Page 6: Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros.

Sus ilustraciones fueron tomadas de las cosas de la vida diaria, y tenían en sí una maravillosa profundidad de significado. Las aves del aire, los lirios del campo, la semilla, el pastor y las ovejas: con ellos ilustró Cristo verdades inmortales; y de allí en adelante, cuando sus oyentes veían esas cosas de la naturaleza, recordaban sus palabras...

Las palabras de Cristo, tan consoladoras y animadoras para los que las escucharon, son también para nosotros hoy día. Así como un fiel pastor conoce y cuida a sus ovejas, así Cristo cuida a sus hijos. Conoce las pruebas y dificultades que rodean a cada uno.

Elena G. de White (Review and Herald, 18-5-1897)

Page 7: Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros.
Page 8: Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros.

Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que va a ser vertida en favor de muchos, para el perdón de los pecados (Mateo, 26: 28)

Si tu hermano peca contra ti, repréndelo. Si se arrepiente, perdónalo (Lucas, 17: 3)

Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen (Lucas, 23: 34)

Perdonad, y seréis perdonados (Lucas, 6: 37)

¡Ánimo, hijo! Tus pecados te son perdonados (Mateo, 9: 2)

Page 9: Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros.

Cuando Cristo vio las multitudes que se habían reunido alrededor de él tuvo compasión de ellas. Cristo vio la enfermedad, la tristeza, el dolor y la degradación de las multitudes que se agolpaban a su paso. Le fueron presentadas las necesidades y desgracias de todos los seres humanos. En los encumbrados y los humildes, los más honrados y los más degradados, veía almas que anhelaban las mismas bendiciones que él había venido a traer; almas que necesitaban solamente un conocimiento de su gracia para llegar a ser súbditos de su reino.

Hoy existe la misma necesidad. Hacen falta en el mundo obreros que trabajen como Cristo trabajó en favor de los dolientes y pecaminosos. Hay, a la verdad, una multitud que alcanzar. El mundo está lleno de enfermedad, sufrimiento, angustia y pecado. Está lleno de personas que necesitan que se las atienda: los débiles, impotentes, ignorantes, degradados.

Elena G. de White (Consejos sobre la salud, pg. 14)

Page 10: Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros.

“Hacen falta en el mundo obreros que trabajen como Cristo trabajó”

Page 11: Lección 6 para el 9 de agosto de 2008. La compasión de Dios se mostró al ser uno como nosotros, vivir con nosotros y morir por nosotros.