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24 25 En nuestra apuesta colectiva por ganarle el pulso al coronavirus, encontramos que en el canal Horeca contamos con varios departamentos cuyas tareas inciden directamente en el flujo de contagio del virus. Entre ellos el servicio de lavandería, ya que los textiles son un foco de transmisión de bacterias y virus, así pues su buen hacer en la actividad que les compete, precisamente la descontaminación de dichos tejidos, hacen que su trabajo y labores de I+D+i sean, en estos tiempos, cruciales para que todo aquel elemento textil que se encuentra en contacto directo con clientes y personal, no propague la COVID-19 entre el resto de clientes o miembros del equipo profesional. Foto: Ilunion Lavanderías y Servicios a la Hostelería Lavandería Industrial En valor frente a la COVID-19 E l contagio por el SARS-CoV-2 ha condicionado nuestra vida, eso es algo de lo que no cabe objeción alguna, tanto nuestro ámbito personal como el profesional se han visto abocados al vaivén de las olas de contagio, las curvas y mesetas de incidencia… Sin embargo, esta situación crítica y anodina ha servido para evidenciar y poner en valor la importancia de sectores que hasta el momento se mantenían quizás subestimados. En el mundo del canal Horeca, tanto hoteles como restaurantes, cafeterías… han visto cómo sus servicios de limpieza y lavandería eran grandes aliados para hacer frente al contagio y mostrar así a sus clientes que los establecimientos son seguros en estos momentos. Algo que precisamente por los tiempos que corren, es algo crucial para mantener y fidelizar a los clientes. Respecto a ello, el informe realizado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, dependiente de la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación de la Secretaria de Estado de Sanidad, sobre “Información Científica-Técnica. Enfermedad por coronavirus, COVID-19” (Actualización del 15 de enero de 2021), aborda la transmisión por superficies contaminadas, una cuestión relevante para controlar el contagio del virus para todos, pero en especial para los establecimientos. En dicho epígrafe se documenta que “en estudios experimentales con altos inóculos (104-107 copias de RNA viral) de SARS-CoV-2 (mucho mayores de lo que contiene una gota de secreción respiratoria tras la tos o el estornudo), se pudo identificar virus viable en superficies de cobre, cartón, acero inoxidable, y plástico a las 4, 24, 48 y 72 horas, respectivamente a 21-23ºC y con 40% de humedad relativa. En otro experimento similar, a 22ºC y 60% de humedad, se Foto: Girbau dejó de detectar el virus tras 3 horas sobre superficie de papel (de imprimir o pañuelo de papel), tras 1 a 2 días sobre madera, ropa o vidrio y más de 4 días sobre acero inoxidable, plástico, billetes de dinero y mascarillas quirúrgicas. Según exponen, se comienza a dejar de detectar el virus tras 1 o 2 días en la ropa. Y, ya que en hoteles y restaurantes los tejidos se encuentran por doquier: sábanas, toallas, manteles, uniformes…, todos con contacto directo tanto con clientes como con personal del establecimiento, es vital que el servicio de lavandería se encargue de aplicar las técnicas y tratamientos químicos correspondientes para que estos elementos no sean un foco de transmisión. “A raíz de la pandemia por la COVID-19 se ha puesto de manifiesto la presencia de ciertos elementos invisibles en los tejidos que pueden ser nocivos para la salud, como virus y bacterias. En este sentido, las lavanderías y procesos de lavado y desinfección han cobrado especial relevancia. Hay ciertos ámbitos, como las residencias de gente mayor, los hospitales o los hoteles donde este aspecto se convierte ahora en crucial, ya que es vital contar con un proceso y unos protocolos que garanticen seguridad en los procesos de lavado. Hay que tener en cuenta que los distintos tipos de virus y microorganismos pueden llegar a Foto: Proquimia subsistir en los tejidos desde unas pocas horas hasta varios días y esto es un factor a tener en cuenta para luchar contra la propagación de la COVID-19”, explica Roser Zapata, Laundry Business Expert de Girbau. Así, lo comparten el resto de profesionales en la materia. Andreu Arrom, Director Comercial de Domus Laundry, opina que la lavandería “juega un papel muy importante ya que una gran cantidad de virus y bacterias se trasmiten por la ropa. Un buen lavado y desinfectado de la misma es fundamental para evitar esta propagación. Ciertamente la higiene ha cobrado relevancia, y ayudará seguro a profesionalizar el sector y dar la importancia que se merece al proceso de lavado”. Asimismo, Ángel Santamaría, Técnico Comercial de Vijusa, señala que “al igual que un plato sucio junto a una magnífica comida puede provocar mala imagen o incluso intoxicaciones alimentarias, la ropa roza directamente con nuestra piel. Por ello, nuestra primera barrera con el exterior, nuestra piel, entra en contacto directo con los diferentes textiles lavados en cualquier lavandería, por lo que un tratamiento eficaz contra la COVID-19 evita riesgos futuros con nuestra salud”. Sin duda, por ello la lavandería tendrá “un papel muy importante ya que el solo hecho de lavar las prendas elimina cualquier rastro de virus, primero por el lavado, segundo por los productos químicos y a veces acompañado por la temperatura del lavado o de secado de las prendas”, reitera Mercedes Calleja García, Directora Comercial de LAVATUR Autoservicio de Lavandería. Contra el contagio De este modo, la nueva situación también ha traído consigo adaptaciones y reajustes de los protocolos para ser más eficaces frente al virus. Respecto a ello, Jaume Casas, Product Manager de Lavandería de Proquimia, apunta que “uno de los principales cambios que se han experimentado a raíz de la COVID-19 es la relevancia que ha adquirido la desinfección durante el proceso de lavado. Antes se valoraban mucho factores como el grado de blanco o el buen olor, que han dejado de ser prioritarios en comparación con la desinfección”. El Director Ejecutivo de Transformación, Innovación, Excelencia y Sostenibilidad de Ilunion Lavanderías y Servicios a la Hostelería presenta que “actualmente todos los procesos de lavado- desinfección de la ropa tienen dos procesos de desinfección: primero, un proceso químico, en el que los programas de lavado deben están certificados ante un tercero que los parámetros de dosificación y tiempo de lavado, garanticen la desinfección de la ropa; y segundo, un proceso térmico, donde se garantice que la temperatura de proceso es adecuada para desinfección térmica”. Equipamiento de Hoteles Lavandería Industrial: En valor frente a la COVID-19 Lavandería Industrial: En valor frente a la COVID-19 Equipamiento de Hoteles

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En nuestra apuesta colectiva por ganarle el pulso al coronavirus, encontramos que en el canal Horeca contamos con varios departamentos cuyas tareas inciden directamente en el flujo de contagio del virus. Entre ellos el servicio de lavandería, ya que los textiles son un foco de transmisión de bacterias y virus, así pues su buen hacer en la actividad que les compete, precisamente la descontaminación de dichos tejidos, hacen que su trabajo y labores de I+D+i sean, en estos tiempos, cruciales para que todo aquel elemento textil que se encuentra en contacto directo con clientes y personal, no propague la COVID-19 entre el resto de clientes o miembros del equipo profesional.

Foto: Ilunion Lavanderías y Servicios a la Hostelería

Lavandería IndustrialEn valor frente a la COVID-19

E l contagio por el SARS-CoV-2 ha condicionado nuestra vida, eso es algo de lo que no cabe objeción

alguna, tanto nuestro ámbito personal como el profesional se han visto abocados al vaivén de las olas de contagio, las curvas y mesetas de incidencia… Sin embargo, esta situación crítica y anodina ha servido para evidenciar y poner en valor la importancia de sectores que

hasta el momento se mantenían quizás subestimados.

En el mundo del canal Horeca, tanto hoteles como restaurantes, cafeterías… han visto cómo sus servicios de limpieza y lavandería eran grandes aliados para hacer frente al contagio y mostrar así a sus clientes que los establecimientos son seguros en estos momentos. Algo que

precisamente por los tiempos que corren, es algo crucial para mantener y fidelizar a los clientes.

Respecto a ello, el informe realizado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, dependiente de la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación de la Secretaria de Estado de Sanidad, sobre “Información Científica-Técnica. Enfermedad por coronavirus, COVID-19” (Actualización del 15 de enero de 2021), aborda la transmisión por superficies contaminadas, una cuestión relevante para controlar el contagio del virus para todos, pero en especial para los establecimientos. En dicho epígrafe se documenta que “en estudios experimentales con altos inóculos (104-107 copias de RNA viral) de SARS-CoV-2 (mucho mayores de lo que contiene una gota de secreción respiratoria tras la tos o el estornudo), se pudo identificar virus viable en superficies de cobre, cartón, acero inoxidable, y plástico a las 4, 24, 48 y 72 horas, respectivamente a 21-23ºC y con 40% de humedad relativa. En otro experimento similar, a 22ºC y 60% de humedad, se

Foto: Girbau

dejó de detectar el virus tras 3 horas sobre superficie de papel (de imprimir o pañuelo de papel), tras 1 a 2 días sobre madera, ropa o vidrio y más de 4 días sobre acero inoxidable, plástico, billetes de dinero y mascarillas quirúrgicas.

Según exponen, se comienza a dejar de detectar el virus tras 1 o 2 días en la ropa. Y, ya que en hoteles y restaurantes los tejidos se encuentran por doquier: sábanas, toallas, manteles, uniformes…, todos con contacto directo tanto con clientes como con personal del establecimiento, es vital que el servicio de lavandería se encargue de aplicar las técnicas y tratamientos químicos correspondientes para que estos elementos no sean un foco de transmisión.

“A raíz de la pandemia por la COVID-19 se ha puesto de manifiesto la presencia de ciertos elementos invisibles en los tejidos que pueden ser nocivos para la salud, como virus y bacterias. En este sentido, las lavanderías y procesos de lavado y desinfección han cobrado especial relevancia. Hay ciertos ámbitos, como las residencias de gente mayor, los hospitales o los hoteles donde este aspecto se convierte ahora en crucial, ya que es vital contar con un proceso y unos protocolos que garanticen seguridad en los procesos de lavado. Hay que tener en cuenta que los distintos tipos de virus y microorganismos pueden llegar a

Foto: Proquimia

subsistir en los tejidos desde unas pocas horas hasta varios días y esto es un factor a tener en cuenta para luchar contra la propagación de la COVID-19”, explica Roser Zapata, Laundry Business Expert de Girbau.

Así, lo comparten el resto de profesionales en la materia. Andreu Arrom, Director Comercial de Domus Laundry, opina que la lavandería “juega un papel muy importante ya que una gran cantidad de virus y bacterias se trasmiten por la ropa. Un buen lavado y desinfectado de la misma es fundamental para evitar esta propagación. Ciertamente la higiene ha cobrado relevancia, y ayudará seguro a profesionalizar el sector y dar la importancia que se merece al proceso de lavado”. Asimismo, Ángel Santamaría, Técnico Comercial de Vijusa, señala que “al igual que un plato sucio junto a una magnífica comida puede provocar mala imagen o incluso intoxicaciones alimentarias, la ropa roza directamente con nuestra piel. Por ello, nuestra primera barrera con el exterior, nuestra piel, entra en contacto directo con los diferentes textiles lavados en cualquier lavandería, por lo que un tratamiento eficaz contra la COVID-19 evita riesgos futuros con nuestra salud”.

Sin duda, por ello la lavandería tendrá “un papel muy importante ya que el solo hecho de lavar las prendas elimina cualquier rastro de virus, primero por el lavado, segundo por los productos

químicos y a veces acompañado por la temperatura del lavado o de secado de las prendas”, reitera Mercedes Calleja García, Directora Comercial de LAVATUR Autoservicio de Lavandería.

Contra el contagio

De este modo, la nueva situación también ha traído consigo adaptaciones y reajustes de los protocolos para ser más eficaces frente al virus. Respecto a ello, Jaume Casas, Product Manager de Lavandería de Proquimia, apunta que “uno de los principales cambios que se han experimentado a raíz de la COVID-19 es la relevancia que ha adquirido la desinfección durante el proceso de lavado. Antes se valoraban mucho factores como el grado de blanco o el buen olor, que han dejado de ser prioritarios en comparación con la desinfección”.

El Director Ejecutivo de Transformación, Innovación, Excelencia y Sostenibilidad de Ilunion Lavanderías y Servicios a la Hostelería presenta que “actualmente todos los procesos de lavado-desinfección de la ropa tienen dos procesos de desinfección: primero, un proceso químico, en el que los programas de lavado deben están certificados ante un tercero que los parámetros de dosificación y tiempo de lavado, garanticen la desinfección de la ropa; y segundo, un proceso térmico, donde se garantice que la temperatura de proceso es adecuada para desinfección térmica”.

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temperatura) o bien con química (cloro u oxigeno), pero el principal cambio ha venido con la gestión de la ropa antes de su lavado. Con ropa contaminada se ha utilizado bolsas hidrosolubles y con garantías de que el personal no esté contagiado”, opina Marc Ceron, Vocal de la Junta Directiva de Grupo Dino.

“Ahora, el cliente final exige un certificado de desinfección en el proceso de lavado, y los profesionales del sector de la lavandería están realizando un seguimiento más exhaustivo de dichos procesos”, valora el Product Manager de Lavandería de Proquimia. Hay que “ofrecer tranquilidad, asegurar a nuestros clientes y trabajadores la tranquilidad de que la gestión de la lencería deja de ser un problema más del que preocuparse”, señala Jose Javier Román, Director Ejecutivo de Transformación, Innovación, Excelencia, y Sostenibilidad de Ilunion Lavanderías y Servicios a la Hostelería. Asimismo, Marina Simó Salinas, Directora Comercial de Carbonell, recalca que juega “un papel tranquilizador y de información puesto que aunque no se sabe con certeza cuánto tiempo sobrevive el virus de la COVID-19 en los tejidos, en las lavanderías siempre se ha separado la zona sucia (potencialmente biocontaminadas) de la zona limpia. Como fabricantes hemos dotado a nuestros clientes de lavadoras con barrera sanitaria si así lo requerían y colaborado

“Tras la información recibida desde las autoridades sanitarias, el uso de tensioactivos para los procesos de lavado de ropa son eficaces por sí mismos por su efecto disolvente en la capa grasa externa del virus, por lo que, además con procesos personalizados donde la temperatura es un factor importante, habilita un tratamiento eficaz contra la COVID. Además, el uso de peróxido de hidrogeno y cloro, desmanchantes usados habitualmente en los procesos de lavado cierran, si cabe aún más, el circulo”, explica el Técnico Comercial de Vijusa.

“Es cierto que en el momento actual de pandemia, los procesos de lavado de textiles han cambiado. Podremos encontrarnos aspectos como la termodesinfección (desinfección con

Foto: Vijusa

en los ajustes de los procesos de lavado para asegurar que tanto el tiempo de lavado, producto y temperatura son los indicados para eliminar este virus. Hemos también analizado en los diferentes tipos de procesos de lavado que dispone Carbonell (túnel de lavado, lavadoras industriales) si había rastros de virus o bacterias comprobando su eficacia”.

Lavandería interna vs. externa

El contar con un departamento de lavandería o por lo contrario contratar un servicio externo, siempre ha sido un debate recurrente, ya que es una decisión importante que influye no solo en cuestiones de costes sino también en asuntos de gestión y control… Y ahora, en tiempos de coronavirus, este debate se mantiene quizás aún más, precisamente por la situación.

Ya antes de la COVID-19, invertir en tener un servicio propio ofrecía beneficios sobre “la gestión de los costes y el servicio”, como indica Antonio Pérez Tornero,

Vicepresidente de Grupo Heleo, y a su vez permitía “el control y durabilidad de su ropa”, como exponen desde el Equipo de I+D+i de Disarp. Incluso, como apunta Vicens Hernández, Director Comercial de Detervic-Instaquim, ya entonces se consideraba que no era lo mismo, lavar tu propia ropa, de la cual conoces las características de los tejidos, las tipologías de manchas

y las frecuencias de lavado, que la otra alternativa que era la externalización. De este modo, se adquiere “el total control sobre los procesos, la perdurabilidad de los tejidos en el tiempo y el tratamiento personalizado de éstos”, puntualizan desde Detervic-Instaquim.

Ahora, “como comentábamos anteriormente, la pandemia ha puesto

Como hemos venido viendo “a la lavandería también ha llegado el IoT, esto nos va a ayudar a gestionar y controlar el negocio y proceso dentro de la lavandería, y también nos facilitará la incorporación de nuevos servicios hasta la fecha ni pensados. Una máquina con conectividad IoT ofrece unas ventajas y prestaciones que van a dejar en desuso las maquinas que no tengan esta posibilidad, en breve veremos el valor de esta conectividad”, opina Andreu Arrom (Domus).

Hasta el momento, “era un suplicio realizar programaciones en las diferentes lavadoras en el lugar donde estaban instaladas físicamente. Pantallas minúsculas y teclas que no obedecían todos los comandos en una sola línea de la pantalla, podían provocar errores”. Sin embargo, actualmente las programaciones físicamente en el establecimiento vía wireless han venido para quedarse. Ya sea con pc, tablet o teléfonos, la conectividad se aloja incluso en la nube, facilitando el acceso, la programación y trazabilidad de cualquier lavadora, en cualquier lugar”, señala Ángel Santamaría (Vijusa). De este modo, “la inclusión de la informática, la conexión telemática, en los equipos o los estudios de eficiencia, son las principales novedades tecnológicas utilizadas en la lavandería profesional”, añade Marc Ceron (Grupo Dino).

En general, “toda esta tecnología facilita y ayuda tanto al lavandero para el control de producción, costes mantenimientos, como a los proveedores de maquinaria, químicos, etc.”, apuntan desde el Equipo de I+D+i de Disarp. Ahora, por ejemplo, “la gestión de la dosificación a distancia mediante internet es el factor más novedoso en estos momentos”, ejemplifica Antonio Pérez Tornero (Grupo Heleo). De hecho, sobre ello Vicens Hernández (Detervic-Instaquim) señala que “en Instaquim disponemos de equipos de dosificación con total control remoto, esto nos permite acceder a los procesos desde cualquier lugar y corregir cualquier incidencias en los procesos”.

En definitiva, “las nuevas tecnologías mejoran la conectividad de las máquinas y el acceso a la información de éstas. Gracias a los softwares de control remoto instalados en las máquinas, el cliente puede controlar, gestionar y realizar ajustes desde cualquier dispositivo, permitiendo reducir los costes y los tiempos inoperativos. Este tipo de tecnologías nos permiten tener más precisión y disponer al momento de datos para mejorar la eficiencia de la gestión de una lavandería”, expone Roser Zapata (Girbau).

NUEVAS TECNOLOGÍAS

Foto: LAVATUR Autoservicio de Lavandería

Foto: Domus

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usuario final de la ropa. En segundo lugar es destacable el ahorro en costes por la no subrogación del servicio y por el transporte del mismo. Y por último un tercer factor, nada despreciable, es evitar la contaminación ambiental que supone el transporte”.

Asimismo, desde Vijusa detallan “que un establecimiento pueda gestionar la limpieza de sus propias prendas, conlleva una gran inversión pero, a su vez, reduce los costes de lavado por prenda y los tiempos de espera. La ropa es lavada casi al instante, siendo esto fundamental para que las manchas no queden fijadas, algo que sucede a menudo en las prendas

de manifiesto la importancia en los procesos de lavado y desinfección. Por eso, actualmente, uno de los principales beneficios que puede aportar contar con un servicio propio de lavandería es la certeza y el control de que dichos procesos se han realizado correctamente, utilizando la temperatura, la dosis de producto y el tiempo adecuados. Por otro lado, invertir en tener servicio propio de lavandería proporciona otros beneficios, como una alta rentabilidad al negocio, una calidad de lavado superior, una rápida amortización, una mejor gestión de trabajo, un control de calidad en lavados y secados, mejorar la logística del stock, durabilidad de la ropa y una mejora de la producción”, apunta Roser Zapata.

En este sentido, desde Domus añaden que “un establecimiento hotelero, geriátrico, hospitalario, etc. debe asegurar que el tratamiento en el lavado de la ropa es el adecuado. Si invierten en tener su propia lavandería, adecuada a sus necesidades y con unos sistemas de lavado adecuados, garantizan la seguridad de sus clientes, residentes o pacientes”.

A estas cuestiones se suman, según el Vocal de la Junta Directiva de Grupo Dino, como los principales beneficios, “la gestión de la ropa, evitar traslados, tener ropa en repostaje y controlar sus propios proveedores”. Sobre lo cual, opina del mismo modo Marina Simó Salinas, “el principal beneficio es la proximidad a

que tardan en lavarse. Por otra parte, la ropa que hay en los diferentes ‘offices’ son controladas de forma exhaustiva y no existe ropa en tránsito, con los que los stocks en lencería son menores.

Sin embargo, por otro lado, el Director Ejecutivo de Transformación, Innovación, Excelencia y Sostenibilidad de Ilunion Lavanderías y Servicios a la Hostelería pone la voz en valor de la externalización del servicio. “La lavandería es un sector complejo tanto en el funcionamiento y mantenimiento de maquinaria como en la definición y aplicación de protocolos adecuados de limpieza y desinfección del textil. La economía de escala y los 6.000 profesionales con 30 años de experiencia hacen de Ilunion Lavanderías una opción segura para aquellas compañías que consideran más adecuado orientar sus inversiones a cuestiones operativas más propias de sus negocios”.

De igual modo, la Directora Comercial de LAVATUR Autoservicio de Lavandería considera que externalizarlo también pues ser beneficioso, ya que no hay que “contratar personal para hacer este tipo de servicio, ni invertir en equipos…, teniendo en cuenta que no es su actividad. De esta forma evitan hacerse especialistas en lavandería y lo dejan en manos de empresas realmente especializadas en ello”.

“No obstante, ahora existen muchos sistemas que evitan al establecimiento tener que inmovilizar equipos de

Foto: LAVATUR Autoservicio de Lavandería

Foto: Ilunion Lavanderías y Servicios a la Hostelería

lavandería y ‘quebraderos de cabeza’, sin tener por ello que externalizar todo el servicio”, añaden desde LAVATUR Autoservicio de Lavandería. En este sentido, por ejemplo, se encuentra el servicio de arrendamiento de los equipos (parecido a un ‘renting’), solo les implica el coste de personal y un coste fijo mensual por los equipos, pero evitan cualquier

sobresalto por averías o cambios de piezas. Y, por ejemplo, para los tejidos de los clientes, un servicio de gestión compartido: el establecimiento ofrece el servicio de lavadoras y secadoras con sistema de pago (efectivo, tarjeta crédito, app…) para que el propio cliente tenga la posibilidad de hacer su propia colada y tener lista su ropa de inmediato, servicio

gestionado por LAVATUR directamente, de modo que “el establecimiento solo recibe beneficios”.

Independientemente de la decisión final que escojamos, es cierto que tanto el departamento interno como la compañía que realiza el servicio de forma externalizada deben contar con la última tecnología del mercado. De este modo dará la mejor solución a las necesidades en materia de colada.

Equipando la lavandería

En cuanto a la maquinaria, para llevar a cabo una buena tarea de lavado, debemos contar con un buen sistema especializado para ello, en este caso la lavadora industrial.

Respecto a ellas, desde Girbau recomiendan que “cuando hablamos de lavadoras industriales hay que tener en cuenta varios factores como pueden ser la productividad, el ahorro de energía o la robustez ya que estos equipos

Foto: Girbau

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deben ser capaces de proporcionar el máximo rendimiento, pero vigilando, al mismo tiempo, los costes económicos y el impacto medioambiental. Otro factor importante, si hablamos de productividad, es que las lavadoras permiten a las lavanderías reubicar estos equipos de forma rápida y cómoda, generando unos tiempos de inactividad mínimos”.

Además, lo que más recomiendan los expertos es que se trate de un sistema programable y conectado. “Una lavadora industrial es imprescindible que sea totalmente programable para poder ajustar todos los programas a las necesidades de cada cliente. Otro dato importante es la IoT, sistema de trazabilidad que nos permite a distancia tener un excelente control de cada proceso asegurándonos que cumplen los estándares requeridos en cada programa”, anuncia el Director Comercial de Domus Laundry.

Así, destacan características como software abierto del programador para poder configurar los parámetros de la lavadora tal y como necesite el químico proveedor de los productos, apunta el Equipo de I+D+i de Disarp. De este

modo, “la durabilidad, flexibilidad y facilidad de programación son, sin duda, capitales para permitir el uso de programas cada vez más específicos y complejos que se adapten a cada tipología de textil. La robustez nos ahorrará sin duda sorpresas inesperadas en el momento más inoportuno”, explica el Director Ejecutivo de Transformación Innovación Excelencia y Sostenibilidad

de Ilunion Lavanderías y Servicios a la Hostelería.

Asimismo, opina Ángel Santamaría: “sobre todo, debe ser ‘full program’ con flexibilidad a la hora de programación y con aplicaciones de conectividad también desde PC o nube, pudiendo recoger informes de los procesos. Antiguamente, las lavadoras venían con

Foto: Domus

Foto: Proquimia

los programas prefijados, sin posibilidad de modificar niveles, temperaturas o incluso tiempos de centrifugados o revoluciones por minuto de los mismos.Con la nueva generación de lavadoras, podemos adaptar el ciclo de lavado a cada tipo de prenda. Esto mejora los costes finales, ya que podemos programar tiempos, productos químicos, niveles y temperaturas diferentes, etc., según el tipo de prendas. Es importante que dispongan de programas ECO, tanto para el ahorro en costes, como para minimizar el impacto medioambiental de los residuos vertidos”.

Además, junto a la posibilidad de adecuar los programas, Vicens Hernández recuerda una cuestión fundamental, “la capacidad, para adaptar nuestra producción de ropa limpia a la necesidad de disponibilidad de ésta”.

A estas cualidades, la Directora Comercial de Carbonell añade que “la lavadora industrial debe ser de tambor flotante y de alta velocidad, es decir

que permita una alta centrifugación, con un factor G de más de 300 para poder reducir la humedad residual y optimizar los siguientes procesos de secado y planchado”. En este sentido, desde Disarp señalan como importante, “el variador para poder controlar giro y velocidad del bombo”.

Por otro lado, Marc Ceron indica que “una lavadora industrial ha de tener una resistencia para poder adaptarse a jornadas laborales (no uso familiar), materiales resistentes a su uso”. Asimismo, la Directora Comercial de LAVATUR Autoservicio de Lavandería considera que “es importante que,

A la hora de adquirir cualquiera de los sistemas de equipamiento para el departamento de lavandería, hay que tener muy presente que contamos con certificaciones que nos garantizan que compramos un aparato de calidad.

En este sentido, Andreu Arrom (Domus) aclara que “cada país puede tener sus propias certificaciones”. Sin embargo, Ángel Santamaría (Vijusa) señala que “el marcado CE y las certificaciones ISO, llegaron hace tiempo para quedarse.

El marcado CE es una marca europea y significa Conformidad Europea. Ésta certifica que un producto cumple con los mínimos requisitos legales y técnicos en materia de seguridad recogidos en la Directiva 93/68/CEE”. “Toda la maquinaria tiene que ir con el certificado CE imprescindible para poder obtener luego los permisos o licencias de alta de la planta y las mismas garantías de los propios fabricantes”, informan desde Disarp. Asimismo, Marina Simó Salinas (Carbonell) señala que “actualmente con la certificación CE se ofrece un nivel óptimo de calidad, en Carbonell hasta el día de hoy ha sido la norma exigida por nuestros clientes. En algunos países nos han solicitado el cumplimiento de alguna norma específica que se certifica con la homologación de la máquina para el país en concreto”.

Por otro lado “una ISO, certifica una compañía competente y confiable, con estándares de calidad, producción, innovación, desarrollo y ecología entre otros factores, por lo que cualquier empresa de maquinaria que se encuentre bajo estas regulaciones, nos dará a entender que estamos ante una empresa seria y con garantías.

Para añadir un plus, tenemos las certificaciones ISO como por ejemplo la ISO-9001, ISO-14001, ISO-5001, ISO-27001, entre otras. Estas certificaciones son expedidas por empresas externas que se encargan de realizar auditorías para mantener los estándares de calidad y su consiguiente certificación, informan desde Vijusa.

Respecto a la ISO-9001 y ISO-14001, en concreto, Roser Zapata (Girbau) explica que “garantizan que la maquinaria ha sido diseñada y fabricada de acuerdo con unos procedimientos preestablecidos y unos estándares de calidad”. Además, según añade, “existen diversos certificados de productos y componentes que acreditan la fiabilidad y el cumplimiento de las normativas más estrictas de seguridad, como por ejemplo CE, TUV GS (Alemania), ETL, Energy Star, Applus (compatibilidad electromagnética). En materia de sostenibilidad está el certificado EMAS. Este estándar, regulado por el Parlamento Europeo, es uno de los más estrictos y establece unas condiciones para minimizar el impacto en el medioambiente”.

Por último, “en nuestra opinión como ‘consumidores de maquinaria’, más que las certificaciones, la clave está en la calidad constructiva y la calidad y cercanía del servicio técnico. Cualquiera de los grandes fabricantes actuales nos aporta todas las certificaciones a las que se hace referencia”, puntualiza Jose Javier Román (Ilunion Lavanderías y Servicios a la Hostelería). Del mismo modo, Marc Ceron (Grupo Dino) añade que ya que hoy en día “todas las marcas disponen de las certificaciones” y homologaciones correspondientes, la mejor calidad que pueda haber es nuestra experiencia pasada con la marca en cuestión, el servicio posventa y la garantía que tenga.

CERTIFICACIÓN DE MAQUINARIA DE CALIDAD

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si se decide invertir en una lavadora industrial, ésta debe ser de una buena marca existente en el mercado, además flotante, de alta velocidad, lo que evita anclajes al suelo y en algunos casos no poder instalar máquinas rígidas, las cuales son más económicas, pero con menor centrifugado y no siempre se pueden instalar en cualquier sitio. Nuestra recomendación: alta velocidad”.

Tras el proceso de lavado, desempeñado por la lavadora, comenzamos el secado de las prendas, para lo cual debemos contar con una buena secadora. De hecho, para Jose Javier Román “es quizás una de las máquinas más relevantes en una lavandería, sin duda algo olvidadas en el pasado. En mi opinión, la mejor

secadora en cuanto a rendimiento y cuidado del textil debería ser a gas -mucho más económico por ciclo y secado más rápido, según explican desde LAVATUR Autoservicio de Lavandería-, con sistemas de recuperación de aire y sistemas de control del secado con infrarrojos, con esto maximizamos la eficiencia y minimizamos tiempos. No olvidemos que dimensionar el tamaño para el uso esperado es capital para su óptimo rendimiento”.

Asimismo, Roser Zapata completa que “igual que pasa con las lavadoras, cuando hablamos de una secadora industrial es importante tener en cuenta que ese equipo nos pueda proporcionar los máximos resultados, es decir, un

secado optimo, y lo más rápido posible, controlando a la vez los costes y el gasto energético. Todo esto contribuye a aumentar la rentabilidad y la eficiencia de la lavandería y/o del negocio”. Además, los expertos, como el Director Comercial de Domus Laundry, valoran que “una buena secadora debe ser programable. Si podemos ajustar los programas de secado a los tipos de tejido evitaremos desgastes en la ropa y ésta durará más. También debe ser una máquina rápida y eficiente energéticamente”. También, como ocurría con las lavadoras, lo más conveniente es que la secadora, podamos controlar “la potencia de la misma, así como la temperatura de trabajo y el consumo energético”, indica Vicens Hernández.

Respecto a esto último, desde Carbonell apuntan como reseñable, que “podemos destacar en una buena secadora la integración de sistemas de control energético, que permitan medir y optimizar el consumo energético con un buen aislamiento y un microprocesador de control del tiempo de secado, la temperatura a la que somete el tejido y la humedad”.

Por otro lado, respecto al cuidado de las prendas, “en la actualidad las secadoras incorporan sensores de humedad con el fin de no ‘tostar’ la ropa ante tiempos o temperaturas excesivas durante los procesos de secado. También incorporan programadores, como los que podemos observar en las lavadoras, pudiendo realizar programas a medida de secado por prendas o clientes. Opciones para todos los gustos”, añade Ángel Santamaría, Técnico Comercial de Vijusa. A esto se suma que, como añade el Equipo de I+D+i de Disarp, es interesante que se pueda contar con el control “del grado de secado, pero si hay que resaltar alguna característica sería el sensor de humedad ya que éste evita que se exceda el tiempo de secado si la ropa ya está seca”. Además, desde LAVATUR Autoservicio de Lavandería añaden que, “al igual que la lavadora, la marca es importante, pero también que sea lo más rentable y rápida en el servicio de secado”.

Para finalizar, en tercer lugar, llevamos a cabo el proceso de planchado. “Ésta es quizás la parte clave de cualquier lavandería industrial, es justo el proceso

Foto: Disarp

Foto: Grupo Dino

que consideramos más difícil de reproducir a pequeña escala de forma eficiente. En este proceso la maquinaria es mucha y diversa, la correcta elección nos permitirá adaptarnos al cambiante mundo de las modas en la lencería hotelera.

Aprovecho para resaltar una cuestión importante sobre este proceso, la calidad del planchado no depende tanto de la maquinaria como de la calidad y composición del textil. Es importante encontrar el equilibrio óptimo entre composición textil, temperatura y tiempos de calandrado. En este sentido no hay atajos, solo ese equilibrio nos permitirá ese acabado que esperamos”, expone Jose Javier Román.

Para llevar a cabo esta tarea, disponemos de diferentes sistemas, que a continuación el Técnico Comercial de Vijusa enumera:

- Calandras, destinado al planchado y secado de ropa plana. En función de los tipos de textiles o gramajes, se aplicarán diferentes temperaturas o velocidades de

paso, con el fin de conseguir un secado perfecto.

- Mesa de repaso, donde se da el terminado final a las prendas del ‘cliente’. Una tabla de planchar con plancha profesional que incluye aspiración o soplado de tejidos, además de pistola de vapor, con el fin de dar la terminación perfecta a camisas, pantalones…

- Maniquí de planchado, basándonos en los maniquís de toda la vida, éstos incluyen una caldera con salidas de vapor, diferentes sensores y programas con el fin de secar las prendas de ‘forma’. Abrigos, americanas, camisas o batas que en poco tiempo quedan perfectamente secas y sin arrugas.

- Cabinas de planchado, siendo muy similar al maniquí de planchado. El concepto de cabina, permite ahorrar energía al estar cerrado, como si fuera un armario pero evita fugas de temperatura. Lógicamente los tiempos también pueden ser menores.

Foto: Vijusa

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“La elección de la maquinaria más conveniente se realiza analizando de forma individual el volumen de producción, tipo de ropa y horas de trabajo de cada instalación ya sea hotelera, hospitalaria o mixta”, señala la Directora Comercial de Carbonell. Respecto a ello, Andreu Arrom puntualiza que “cada una de estas máquinas que se plantean tiene su función en el planchado y acabado de la ropa ya sea lisa, (sábanas, manteles, servilletas, etc.) o ropa de forma, (camisas pantalones, trajes, etc.).

Para el planchado de la ropa lisa utilizaremos la planchadora mural si son muy pequeñas producciones, o la calandra más adecuada a la cantidad de kg, y en función de las medidas de las prendas que debe planchar cada establecimiento. Uno de los beneficios de las calandras es evitar el paso del secado en la ropa plana si la ropa proviene de lavadoras de alta velocidad ya que trabaja como secador y planchador al mismo tiempo. Los otros equipos mencionados como mesas de repaso, maniquís, cabinas, prensas, se emplean para el acabado de la ropa de forma”. Desde el Equipo de I+D+i de Disarp apuntillan que “en un hotel lo normal es encontrar una calandra y una mesa de planchado, el maniquí es más extraño”.

En cada tipo de textil y acabado hay una máquina diferente. Independientemente de las máquinas que tengamos, una plancha o maniquí para trabajos más minuciosos, o una calandra o planchadora para grandes producciones, el secreto de que no haya una arruga también pasa por un buen lavado, con un programa adecuado y productos químicos correctos, sentencia el Vocal de la Junta Directiva de Grupo Dino. Respecto a ello,

desde Industrias Vijusa, como fabricante de productos químicos, “debemos reseñar que para que el proceso de planchado sea realizado sin problemas, debe existir una correcta dosificación de suavizante -en el proceso de lavado-. Éste evitará problemas desagradables de electricidad estática sobre todo en secadora y problemas de ‘cigarrillo’ o ‘plisado’ al calandrar. Después de ello, y en función del tipo de ropa, se podrán utilizar las diferentes máquinas anteriormente descritas.

Los tratamientos químicos

Hay que tener en cuenta que los productos químicos son una parte fundamental en los procesos de lavado. Ya que, como expresan desde Ilunion Lavanderías y Servicios a la Hostelería, el éxito está en “el mix entre máquina, calidad y cantidad de agua y conjunción de productos químicos. Sin duda la clave está en saber sacarle el máximo provecho a la gran variedad de productos existentes en la actualidad. En Ilunion contamos con un departamento encargado específicamente de este servicio y lo desarrollamos de la mano de los grandes operadores del sector de los químicos”.

Existen muchas empresas a nivel internacional y local dedicadas a la fabricación de excelentes productos de lavado, desinfectado e higienizado de la ropa. En nuestra empresa creemos

Foto: Disarp

en la profesionalización de cada sector. Estamos convencidos de la especialización, para obtener el mejor resultado en cada caso, reivindica Andreu Arrom.

En Vijusa, según apunta su Técnico Comercial, “partimos de la base de que la ropa sucia tiene tanto valor como la limpia. Nuestro principal objetivo no es solo el lavado y desmanchado de las prendas, sino un buen neutralizado y suavizado. Protegerlas y conservarlas durante el proceso de lavado y alargar la vida útil de la ropa ayuda a rentabilizar una de las partidas económicas más importantes. Detergentes, desengrasantes, desmanchantes, neutralizantes y suavizantes siguen siendo la base de los productos para lavar”. De hecho, “la correcta elección de los productos y la adecuación de éstos, junto con los sistemas de dosificación disponibles nos permitirán hacer programas adecuados para cada tipología de ropa, disponiendo de una formulación de detergentes adecuados a cada grado de suciedad.

Por ejemplo una mantelería deberá ser tratada de un modo específico dado que el grado de suciedad siempre será mayor que, por ejemplo, una sábana”, considera el Director Comercial de Detervic-Instaquim.

Al respecto, desde Proquimia señalan que “para conseguir un buen cuidado de

las prendas, es importante combinar los siguientes factores:

- Menor acción mecánica (menos tiempo de lavado, reducir temperatura…), siempre y cuando el textil a lavar lo permita.

- Reducción de dosis de producto químico, siempre y cuando el grado de

Foto: Detervic-Instaquim

EN EL HOTEL:

Se debe cumplir con los siguientes requisitos:

- Los textiles “sucios” deben recogerse, meterse en una bolsa y cerrarla hasta su tratamiento en la lavandería.- Se debe evitar sacudir los textiles sucios. En el caso de lencería, debe evitarse depositarla en el suelo de la habitación o baño.- Tras la manipulación de textiles “sucios” el personal debe lavarse las manos.- Los textiles “sucios” deben lavarse a >60ºC. Si el servicio de lavandería se encuentra externalizado, debe informarse al proveedor del servicio de la temperatura mínima exigida.

EN EL RESTAURANTE:

El establecimiento debe determinar, en función de las características y tipología de textil (uniformes, mantelería, tapizado de sillas…), el tipo de limpieza a aplicar y su frecuencia de lavado. En cualquier caso, ésta se realizará a una temperatura >60ºC.

Fuente: “Medidas para la reducción del contagio por el coronavirus SARS-CoV-2”, Ed.01 Rev.00 (Mayo 2020), versiones “Hoteles y Apartamentos turísticos” y “Servicios de Restauración”. Elaborado por Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE).

RECOMENDACIONES MINISTERIALES PARA LA LIMPIEZA DE TEXTILES

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Foto: LAVATUR Autoservicio de Lavandería

Foto: Ilunion Lavanderías y Servicios a la Hostelería

suciedad lo permita. Por ejemplo, reducir dosis de productos alcalinos o clorados.Todas las tipologías de productos que se aplican en el proceso de lavado son importantes, pero como fundamentales podríamos considerar los detergentes (tensioactivos, secuestrantes…) y los oxidantes (clorados, paracéticos, agua oxigenada…).

En Vijusa, “evaluamos el tipo de suciedad, las condiciones de la lavandería, la maquinaria que nos encontramos y en función de la suciedad o tipo de los componentes de los textiles, diseñamos programas de lavado y dosificaciones adecuadas para que los detergentes no sean agresivos con los tejidos, desmanchando de forma segura y neutralizando cualquier resto de producto químico. En los últimos tiempos, sí estamos cambiando los conceptos. Acortar tiempos de lavado, ahorrar aclarados, lavar y desmanchar con temperaturas desde 20ºC, ampliando nuestras gamas de productos enzimáticos, usando menos energía, que se traduce en un mayor cuidado de los tejidos.

La suma de estos conceptos se traduce en lavanderías más rentables aumentando la producción, al contar con procesos de lavado más cortos”.

“Hoy en día la variedad de productos que hay en el mercado es muy variada, adaptándose a cada uso y tipo de ropa.

Los fundamentales y más polivalentes son: un jabón, un auxiliar desmanchante, un suavizante, cloro (lejía) y oxigeno (para las prendas de color)”, concreta el Vocal de la Junta Directiva de Grupo Dino.

Puntualizando, Roser Zapata expone que “el detergente es el producto estándar por su efectividad, aunque existen variantes como el detergente concentrado, del que se necesita menos dosis, o el detergente enzimático que, debido a su composición, está destinado a eliminar manchas de sangre o algún alimento en particular. Aun así, en una lavandería se suelen utilizar distintos tipos de productos, como por ejemplo detergentes humectantes, que refuerzan los procesos de prelavados

y lavados, o el detergente para color, formulado especialmente para prevenir la decoloración de las prendas y las posibles incrustaciones de cal. Actualmente, la sociedad está más concienciada que nunca con la sostenibilidad y los procesos circulares con lo que se presenta un nuevo reto ante el sector a la hora de buscar productos distintos a los actuales y con componentes químicos que respeten al medioambiente.

Una vez analizado la maquinaria que interviene en los procesos de lavado, secado y planchado, así como los tratamientos químicos que se emplean en esos procesos, sobre todo en el primero de ellos. Queda comentar, de la mano de los profesionales del sector, qué otras cuestiones o elementos deben tenerse en consideración durante la actividad de lavandería.

En este sentido, desde Domus Laundry apuntan “también a otros factores igualmente fundamentales como la calidad del agua empleada, la temperatura de la misma, etc. Pero una parte muy importante es la profesionalización del personal de las lavanderías”. “Así como la gestión que se hace de las instalaciones, junto con la profesionalidad y el orden son claves para que todo funcione correctamente”, añade Roser Zapata. De hecho, para el Técnico Comercial de Vijusa, básicamente la profesionalidad de los diferentes establecimientos que, están en un mercado donde la especialización

es el factor clave. Instalaciones eficaces con personal formado cumpliendo todas las medidas de seguridad, conseguirán que este mercado siga creciendo día a día.

Por otro lado, el Vocal de la Junta Directiva de Grupo Dino pone el foco de atención sobre “los costes energéticos, el servicio técnico de la maquinaria, el personal que trabaje en el centro y una buena calidad de la ropa, son los principales aspectos que debemos tener en cuenta en una lavandería profesional.

Visualizando el futuro

De cara al futuro, “la lavandería será la que los textiles decidan. La aparición de nuevas prendas con nuevos acabados y materiales, decidirá, en gran parte, qué lavanderías tendremos. Así pues, éstas han de estar preparadas a adaptarse a los cambios que surjan”, vislumbran desde Grupo Dino. Aunque, según apunta el Director Comercial de Domus Laundry, “la lavandería del futuro no dista mucho

de las actuales, el proceso del lavado de ropa durante mucho tiempo será el mismo. Lo que sí que puede cambiar en un futuro próximo será la mecanización de las medianas lavanderías ya que las grandes ya lo están aplicando desde hace años”.

“Es difícil imaginar procesos diferentes al que conocemos, pero han aparecido otros como la eliminación de las suciedades a través de sistemas de ultrasonidos, donde no se genere ningún

tipo de residuo”, indican desde el Equipo de I+D+i de Disarp.

Lo que sí convienen la mayoría de los profesionales del sector es que, “en el futuro, creemos que las lavanderías tenderán a ser cada vez más automatizadas y más respetuosas con el medioambiente, mejorando aspectos como la eficiencia energética y el consumo de agua, y utilizando productos cada vez más ecológicos”, señala el Product Manager de Lavandería de Proquimia.

Foto: Vijusa

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