LAS ORIENTACIONES VALORATIVAS EN LOS ALUMNOS Y EDUCADORES DE...

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REVISTA CUBANA DE PSICOLOGÍA VoL VIII, No. 1,1991 LAS ORIENTACIONES VALORATIVAS EN LOS ALUMNOS Y EDUCADORES DE LA EDUCACIÓN GENERAL Esther Baxter Pérez RESUMEN La formación de los valores tiene gran importancia para el desarrollo de una personalidad socialista para lograr que los jóvenes asuman una participación correcta dentro de las luchas que caracterizan la etapa de construcción de una nueva sociedad. En el trabajo se exploran las orientaciones valorativas en los estudiantes de los grados terminales del nivel primario, medio básico y medio superior, y de los maestros y profesores que los educan. Los resultados muestran el predominio de orientaciones de carácter socio-moral en las aspiraciones de estudiantes y profesores, seguidas por el comportamiento social y la vida escolar. ABSTRACT The formation of values has great importance in the development of a socialist personality, so as to achieve that students participate actively in the struggles which characterize the construction stage of a n«w society. The work deals with the orientation of values of primary, secondary, and preuniversity undergraduate students, and of teachers and professors who are in charge of educating them. Results show predominance of socio- moral orientations in the students and teachers' aspirations followed by social behavior and school life orientations. Las transformaciones revolucionarias ocurridas en Cuba a partir del triunfo de la Revolución desencadenó un proceso de sustitución de los viejos valores, heredados del capitalismo por nuevos valores derivados del carácter socialista de la nueva sociedad que se construye. En un país socialista en el que la formación moral y político ideológica cobra una especial importancia, la problemática de los valores tiene una gran significación tanto teórica como práctica como parte de la formación de la personalidad a que se aspira y desde el punto de vista educacional. Al respecto nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, en la entrevista realizada por Gianni Mina señala: En el socialismo, el hombre siente el apego por la patria, por la independencia nacional, pero siente también apego por los valores sociales; sobre todo el sentimiento de la solidaridad entre los hombres, sin lo cual no se puede hablar de Socialismo. (13) Las nuevas condiciones sociales constituyen un conjunto de positivas Influencias educativas que se ponen de manifiesto en la gran mayoría de los jóvenes, no obstante las confrontaciones ideológicas con un enemigo cercano, los rezagos heredados del pasado no liberan a nuestros niños y adolescentes de 71

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REVISTA CUBANA DE PSICOLOGÍA VoL VIII, No. 1,1991

LAS ORIENTACIONES VALORATIVAS EN LOS ALUMNOS Y EDUCADORES DE LA EDUCACIÓN GENERAL Esther Baxter Pérez

RESUMEN La formación de los valores tiene gran importancia para el desarrollo de una personalidad socialista para lograr que los jóvenes asuman una participación correcta dentro de las luchas que caracterizan la etapa de construcción de una nueva sociedad. En el trabajo se exploran las orientaciones valorativas en los estudiantes de los grados terminales del nivel primario, medio básico y medio superior, y de los maestros y profesores que los educan. Los resultados muestran el predominio de orientaciones de carácter socio-moral en las aspiraciones de estudiantes y profesores, seguidas por el comportamiento social y la vida escolar.

ABSTRACT The formation of values has great importance in the development of a socialist personality, so as to achieve that students participate actively in the struggles which characterize the construction stage of a n«w society. The work deals with the orientation of values of primary, secondary, and preuniversity undergraduate students, and of teachers and professors who are in charge of educating them. Results show predominance of socio-moral orientations in the students and teachers' aspirations followed by social behavior and school life orientations.

Las transformaciones revolucionarias ocurridas en Cuba a partir del triunfo de la Revolución desencadenó un proceso de sustitución de los viejos valores, heredados del capitalismo por nuevos valores derivados del carácter socialista de la nueva sociedad que se construye.

En un país socialista en el que la formación moral y político ideológica cobra una especial importancia, la problemática de los valores tiene una gran significación tanto teórica como práctica como parte de la formación de la personalidad a que se aspira y desde el punto de vista educacional. Al respecto nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro,

en la entrevista realizada por Gianni Mina señala: En el socialismo, el hombre siente el apego por la patria, por la independencia nacional, pero siente también apego por los valores sociales; sobre todo el sentimiento de la solidaridad entre los hombres, sin lo cual no se puede hablar de Socialismo. (13)

Las nuevas condiciones sociales constituyen un conjunto de positivas Influencias educativas que se ponen de manifiesto en la gran mayoría de los jóvenes, no obstante las confrontaciones ideológicas con un enemigo cercano, los rezagos heredados del pasado no liberan a nuestros niños y adolescentes de

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influencias educativas negativas, portado ras de valores no aceptados y llamados a desaparecer.

Al enfocar esta problemática se debe tener presente que los valores existen en la realidad social y han de convertirse en formaciones internas del sujeto, a las que se llega por un proceso que se desarrolla en un sistema social dado; por lo tanto la formación y apropiación de los mismos es un proceso esencialmente ideológico, en función del cual debemos crearlos y consolidarlos en correspon­dencia con las exigencias del sistema socialista. De hecho esta tarea se convierte en una piedra angular de la educación política e ideológica.

El proceso de formación ríe los valores y las orientaciones valorativas que se forman en el sujeto como producto de la interiorización de dichos valores, no sólo está condicionado por el desarrollo y la experiencia histórica social, individual del sujeto, sino que en él influyen otros factores entre ellos: la ideología, el medio familiar, la educación, el sistema de conceptualización, generalización y procesamiento de cada sujeto en su relación con los objetos de la vida material que le rodea.

Vital importancia reviste el ambiente escolar donde la labor del maestro tiene una especial significación, pues a partir del contenido de las diferentes asignaturas, la forma en que se propicie su asimilación, así como el resto de las actividades que organice y oriente a sus alumnos, debe ser capaz de formar en ellos las orientaciones valorativas en correspondencia con los valores de la sociedad socialista.

La necesidad de fortalecer la formación de orientaciones valorativas en nuestros jóvenes, en correspondencia con los valores sociales, a través de un sólido proceso de asimilación en el que inciden tanto lo cognoscitivo como lo afectivo hacen que se eleve la importancia de tan relevante tarea pedagógica encomendada a la escuela.

El producto de la acción de la escuela y de la generalidad de las influencias educativas determinan la formación de las orientaciones valorativas y su fuerza orientadora, el grado de significación que estas lleguen a tener en el sujeto deben convertirse en rectores del comportamiento, en verdaderas necesidades capaces de impulsar la acción.

Por la gran importancia que tiene la formación de orientaciones valorativas como componente

esencial en la estructura de la personalidad nos propusimos en nuestra investigación abordar su estudio, es decir, el análisis de las orientaciones valorativas que en la etapa actual de nuestro desarrollo, como producto de la influencia familiar, escolar y social en general, se aspiran a formar en nuestros adolescentes y jóvenes.

Por supuesto que al abordar este problema tenemos que dejar claramente definido su alcance y limitaciones. No podemos plantearnos el estudio de las orientaciones valorativas ya formadas, ello supondría un estudio más profundo de su manifestación en forma de comportamiento y el análisis de la medida en que estas orientaciones constituyen verdaderos motivos que impulsen dicho comportamiento. Nos limitamos en este estudio de aproximación al problema a conocer las ideas que alumnos y educadores tienen de cuales debe ser esas orientaciones valorativas en correspondencia con los valores que sustenta nuestra sociedad.

Consideramos que el conocimiento de los datos obtenidos ha de ser muy útil para los maestros y profesores, por una parte porque ellos nos dan una visión de los resultados que hemos alcanzado como producto de la influencia educativa en general y porque constituye un elemento esencial para la planificación, orientación y dirección de su trabajo pedagógico en función de elevar la efectividad en la formación de estas valoraciones.

El conocimiento de las orientaciones valorativas es de gran importancia, porque de ello pueden derivarse valiosas recomendaciones para el trabajo del maestro en su tarea esencial, y no fácil, de lograr en sus alumnos orientaciones valorativas en correspondencia a la sociedad en la que han de vivir y que sirvan de base a la formación de valores firmes y sólidos que ya como joven o trabajador orienten su actuación en la vida social.

Para iniciar nuestro estudio constatativo, como primera tarea nos planteamos explorar la imagen, la concepción, que tienen alumnos y maestros de lo que debe ser un joven. Con este objetivo utilizamos como vía un planteamiento de carácter abierto, es decir, le pedimos que expresan en forma escrita sus ideas acerca de cómo debe ser un joven. Iniciamos la exploración de esta forma, partiendo de la consideración de la necesidad de conocer sus ideas sin presentar proposicioens sugerentes que pudieran influir, en sus posibles respuestas.

La pregunta personal directa acerca de qué piensan sobre cómo debe ser un joven fue precedida de dos planteamientos de carácter indirecto, acerca de la misma temática; es decir, qué piensan otros.

Ello, por una parte les facilitaría el camino, para sobre la base de lo que otros piensan, emitir sus propios criterios ya que es bien conocido el facilita-miento psicológico que da la valoración o expresión de lo que otros piensan o hacen para hacer sus propias valoraciones.

Por otra parte, el análisis de las respuestas ante las tres proposiciones nos permitiría ver el acuerdo entre ellos o la posible contraposición de los criterios personales con los otros emitidos por él mismo, pero en la posición del otro.

En el caso de los profesores se planteaba:

- La mayor parte de los profesores piensan...

- Uno de los profesores de mi cátedra (o grado) suele decir...

- Yo pienso...

En cuanto a los propios alumnos se planteaba:

- Mi mejor amigo (a) piensa...

- Un compañero de mi grupo piensa...

- Yo pienso...

Posteriormente se utilizó un instrumento cerrado también dirigido a la exploración de las orientaciones valorativas de alumnos y profesores. Estas se expresaron en forma de quince cualidades de las cuales ellos debían seleccionar las cinco más importantes, es decir, aquellas que ante todo deben poseer los jóvenes.

Ello daba la posibilidad de caracterizar al joven en función de cualidades dadas y apreciar el grado de coincidencia o discrepancia con lo expresado en el cuestionario abierto.

Las 15 cualidades expresadas, en forma de proposiciones, no están ordenadas de acuerdo con su contenido, pero si existe una estructura interna del instrumento que nos permite agrupar las quince

en cinco grandes áreas o grupos, en cada una de las cuales se incluyen tres cualidades.

Estas son:

Areas Exploradas Proposiciones

I. Cualidades socio morales 1 6 15

II. Cualidades referidas al comporta­miento social 3 8 11

III. Cualidades relacionadas con su vida escolar 2 7 13

IV. Cualidades referidas a la vida familiar 5 10 14

V. Cualidades referidas a aspectos e intereses personales 4 9 12

Las cualidades que se presentan, tienen un sentido positivo, y en mayor o menor medida están relacionadas con las exigencias de las actividades que realizan los alumnos y las particularidades de la edad.

Estas cualidades, además representan aquellas que la sociedad, mediante los diferentes sistemas de influencias, promueve y valora positivamente para estimular su formación.

Ambos instrumentos fueron aplicados a:

- Una muestra de 200 alumnos del nivel primario (sexto grado) 200 alumnos del nivel medio básico (noveno grado) y una muestra de 200 alumnos del nivel medio superior (duodécimo grado).

- Una muestra de 200 maestros del nivel primario, 200 profesores del nivel medio básico y 200 del nivel medio superior.

Las muestras fueron seleccionadas en diferentes provincias.

Aunque en ambas tareas exploratorias utilizadas se persiguen objetivos similares, consideramos de interés analizarlas inicialmente de forma indepen diente.

Iniciamos el análisis por las respuestas dadas por los alumnos y profesores a la pregunta:

¿Cómo debe ser un joven?

Lo expresado abiertamente por los alumnos acer­ca de cómo debe ser un joven? en los tres niveles estudiados (Primaria, Secundaria y Preuniversitario) nos permitió agrupar las respuestas en cinco grandes categorías de carácter general que exponemos a continuación:

- Grupo I: Cualidades referidas a aspectos socio morales (honesto, sincero, combativo, crítico, revolucionario)

- Grupo II: Cualidades referidas al comportamiento social como son (respeto, disciplina, educación y buenas relaciones entre otras).

- Grupo III: Cualidades referidas fundamentalmente a la vida escolar como son (el estudio, el trabajo, la participación en actividades relacionadas con la escuela)

- Grupo IV: Cualidades referidas a la vida familiar como son (amor y buenas relaciones con los padres)

- Grupo V: Cualidades referidas a lo personal (ves­tir correctamente, ser elegante, estar a la moda, ser alegres o divertidos, tener muchos amigos)

Para obtener el total de respuestas en cada nivel, se procedió a efectuar un análisis de contenido del instrumento abierto en la proposición, yo pienso que... Se tabularon cada una de las cualidades por ellos expresadas, agrupándolas en las categorías explicadas anteriormente.

El análisis de las respuestas dadas por los alumnos en los diferentes niveles se presenta en la Tabla 1.

Como vemos, en los alumnos del nivel primario se pone de manifiesto una marcada orientación hacia valores relacionados con el comportamiento social y la vida escolar, lo que consideramos lógico, si tenemos presente que la actividad principal que desarrollan es la docente, además de participar en otras de diferente naturaleza como son: las culturales, recreativas, etc. De igual forma resulta muy positivo que estos escolares dentro de los valores sociales, se orienten fundamental­mente hacia aquellos de carácter moral como son: ser honrado, sincero.

Tabla 1. Por ciento de respuestas por tipo de valoraciones dadas por los alumnos

Area o Categoría Primaria S. Básica Preunivers.

I. Sociales 28 40 59

II. Comportamiento

Social 34 32 18

III. Vida Escolar 32 19 22

IV. Vida Familiar 1 3 0,5

V. Personal 5 6 0,1

En los alumnos de Secundaria Básica y Preuniver­sitario, hay una tendencia mayor a orientarse a valores de carácter social y dentro de ellos los referidos a los morales y políticos ideológicos como son el ser honesto, sencillo, crítico y autocrítico, revolucionario, fiel a la Patria, firme en sus ideas; como puede apreciarse las cualidades destacadas coinciden con los valores que se aspiran lograr en nuestra sociedad.

Todo lo expresado anteriormente nos permite arribar a conclusiones positivas con relación a las orientaciones valorativas de los adolescentes y jóvenes estudiados.

A continuación presentamos ejemplos de lo expresado en forma escrita por los alumnos de los tres niveles estudiados.

Yulina: Yo pienso que los jóvenes debemos ser respetuosos, educados, sencillos, de buenos senti­mientos, revolucionarios, honrados, fiel a la Patria.

Luis: Que un joven debe ser educado, estudioso, bueno, trabajador, honrado. No colarse en las guaguas, no pedir dinero a nadie en la calle. Ser disciplinado, buen compañero y no ser chusma ni buscar pleitos. Ser sencillo, salir con sus amigos, ya sea de la escuela o la cuadra. No ser chismoso, ni perjudicar a los demás.

Adriana: Yo pienso que un joven debe ser divertido, decidido, inteligente, amable, cortés y mantener siempre en todo lugar un tono educado al igual que su forma, debe tener un buen sentido

de colectivismo y compañerismo, saber escoger las cosas que sirven y tirar a un lado lo que no sirve que es lo fundamental.

Roberto: Yo pienso que un joven debe ser amable, estudioso, aplicado, caballeroso, expresarse en buena forma, no faltar el respeto a las personas mayores.

Diana: Yo pienso que un joven debe reunir una gran cantidad de cualidades y tener muy buenos principios, ser muy revolucionario, cumplir con todas las tareas que le sean asignadas. Ser educado, alegre, entusiasta, que le guste participar en actividades tanto recreativas como de carácter político.

Desde el punto de vista psicológico y pedagógico se señala la gran influencia que ejerce la imagen social y los valores adultos en la formación de los escolares menores y estudiantes de niveles superiores; es por ello que consideramos de interés analizar en qué medida se acercan o divergen las respuestas dadas por maestros y profesores acerca de las cualidades que deben caracterizar a nuestros jóvenes.

Al igual que en el caso de Ins alumnos las respuestas fueron agrupadas en las mismas cinco grandes categorías de carácter general con los siguientes resultados:

Tabla 2. Porcentaje de respuestas por tipo de valoraciones dadas por maestros y

profesores

Area o Categoría Primaria S. Básica Preunivers.

I. Sociales 48 50 47

II. Comportamiento

Social 26 24 24

III. Vida Escolar 24 21 24

IV. Vida Familiar 2 3 4

V. Personal 1 2 1

Como puede apreciarse en la tabla presentada en que se recogen los datos obtenidos, nos permite efectuar algunas consideraciones que resultan de interés.

En el nivel primario ocupa el primer lugar las valoraciones referidas a cualidades de orden socio moral (48 %) y dentro de ellas las político ideológicas como son: ser revolucionario, amar a If» Patria.

Las cualidades relacionadas con la vida escolar y el comportamiento social alcanzan valores simila­res: en las primeras fundamentalmente el estudio (47 %) y en la segunda el ser respetuoso (46 %). Los resultados obtenidos en el área de la vida familiar y personal alcanzan un peso prácticamente insignificante.

En los profesores del nivel medio básico, las valoraciones de carácter social ocupan el primer lugar (50 %). Resaltan las referidas a cualidades políticas ideológicas como son: el ser revolucionario y amar y defender la Patria.

El comportamiento social alcanza valores similares a los apreciados en las respuestas de los maestros del nivel primario, coincidiendo las cualidades que destacan como el ser respetuoso, educado y disciplinado.

Los aspectos referidos a la vida escolar, tienen un ligero descenso con relación a los maestros de primaria, pero al igual que éstos destacan cualidades como el ser estudioso, trabajador y responsable. Las valoraciones de los maestros de este nivel en el área de la vida familiar y personal externa alcanzan muy poco peso.

En los maestros del nivel medio superior las valoraciones de carácter social alcanzan el primer lugar (47 %) al igual que los maestros de primaria y los de nivel medio básico.

Resulta interesante que las cualidades referidas a los aspectos personales como son: ser alegres, entusiastas y divertidos ocupe los valores más altos.

El comportamiento social y la vida escolar alcanzan los mismos valores en los maestros de este nivel, al igual que los maestros de primaria y del nivel medio básico entre las cualidades que señalan con más peso se encuentran: el ser respetuosos, disciplinado, educado, estudioso y responsable.

Al analizar las respuestas de los maestros de los tres niveles estudiados podemos resumir que en ellos se pone de manifiesto una marcada orienta­ción hacia los valores de carácter social.

A continuación presentamos ejemplos de las respuestas expresadas en forma escrita por los maestros de los tres niveles estudiados.

P.G. Un joven debe ser dinámico, entusiasta, con responsabilidad para enfrentar el futuro, debe ser caballeroso, honesto, respetar a todos y dejar huellas positivas ante la sociedad, sin dejar de divertirse, sin abandonar las actividades que de acuerdo con su edad debe realizar. Un joven alegre, combativo, al que dediquemos tiempo en su formación, prepararlo para la vida.

E M. Yo pienso que un joven debe tener condiciones acorde a la sociedad en que se desenvuelve. En primer lugar un joven debe tener un carácter alegre, pero comprometido con nuestro proceso, o sea, serio, cumplidor, crítico y autocrítico, con disposición y una formación política-ideológica moral y cultural. Dispuesto a la edificación de la Sociedad Socialista y a la ayuda, no sólo de nuestro pueblo sino a la ayuda intemacionalista necesaria.

M.C. Yo pienso que un joven debe tener hermo­sas cualidades humanas, revolucionario, educado, sacrificado por sus deberes, estudioso, aplicado, honesto, intransigente ante lo mal hecho, sentir amor por el trabajo, por la Cultura, por la Patria. Dedicarse por entero a la formación colectiva de la sociedad.

En el análisis de los datos obtenidos en las respuestas de los alumnos y maestros primarios, evidencia que los alumnos de este nivel, tienden a valorar con más peso las cualidades del comporta­miento social, vida escolar y personal que sus maestros, sin embargo las diferencias no son signifi­cativas en la prueba de diferencia de por ciento.

Con relación a los aspectos socio-morales, las valoraciones que hacen los maestros está por encima que la de los alumnos, resultando muy significativo la diferencia al 0,01. Esto lo consideramos positivo, por cuanto es muy importante que desde este nivel, los maestros trabajen con sus alumnos con el objetivo de lograr orientaciones valorativas como son las referidas a la henestidad, sinceridad, amor a la Patria, etc.

Los valores referidos a la vida familiar, tanto en los alumnos como en los maestros, alcanzan resultados muy bajos. Esto a nuestro juicio es preocupante sobre todo si tenemos en cuenta, que es en el hogar donde el niño comienza a interiorizar

las normas y valores propios de la sociedad en que vive y que, por otra parte, la familia constituye en sí un valor social.

En el nivel medio básico, aunque hay una tendencia superior en la orientación de los alumnos hacia valores del comportamiento social, los resul­tados no son significativos, con relación a sus profesores. Los profesores de este nivel responden con mayor peso que los alumnos a valores de carácter socio-moral, con una diferencia signficativa al 0.05, según la prueba estadística aplicada. El área referida a la vida familiar obtiene resultados muy bajos

En el análisis de los trabajos de los estudiantes y profesores del nivel medio superior se aprecia que con excepción de las respuestas referidas a valores de carácter socio moral, los profesores muestran una tendencia superior a las dadas por los alumnos.

Las cualidades referidas a la vida familiar y personal alcanzan muy poco peso tanto en los alumnos como en los profesores.

En general el análisis de las diferentes respuestas que dieron tanto alumnos como profesores en los tres niveles estudiados, permiten señalar que las cualidades referidas a valores del carácter social ocupan el primer lugar con un (43 %) y un 48 % repectivamente, alcanzándose los valores más altos en los alumnos del nivel medio superior (59 %) lo que. a nuestro juicio es positivo, si se tiene en cuenta que son los estudiantes que por su edad y nivel están más cercanos a ocupar mayores responsabilidades en la sociedad que se construye.

Los valores del comportamiento social y vida escolar alcanzan un peso muy similar, tanto en las respuestas de los alumnos como de los maestros. Es interesante el grado de coincidencia que existe entre las cualidades que señalan ambos, así tenemos que en relación al comportamiento social expresan: ser respetuosos, disciplinados, educados y en vida escolar estudioso y cumplidor en las tareas asignadas.

En la categoría de carácter socio moral, las cualidades que tanto maestros como alumnos expresan con mayor peso son: el ser crítico, auto­crítico, honesto, ser revolucionario, amar y defender a la Patria y ser combativo.

Ai analizar las categorías donde se recogen las respuestas dadas en relación a la vida familiar y a lo personal, se ponen de manifiesto resultados muy bajos, tanto en alumnos como en maestros. Conside­ramos que las obtenidas con relación a la familia como planteamos anteriormente, nos debe hacer reflexionar y tratar de instrumentar estudios más profundos en este sentido.

Una vez hecho el análisis de los datos obtenidos como respuesta a la pregunta abierta consideramos de Interés presentar ios resultados de la exploración realizada con el instrumento cerrado, mediante el cual, tanto alumnos como maestros debían inicial-mente seleccionar las cinco cualidades que de acuerdo con su opinión caracterizan a un joven. Las respuestas se agrupan en las categorías expresa­das, de acuerdo con la estructura del cuestionario.

El análisis de las respuestas dadas por los alumnos de los diferentes niveles se muestran en la Tabla 3.

El análisis de estos datos nos permite plantear algunas consideraciones de gran interés:

En primer lugar, se puede destacar que tanto para los escolares primarios como para los alumnos de secundaria básica y preuniversitario, ocupan el primer lugar, las valoraciones referidas a las cualidades de carácter social y moral de un orden superior: ser crítico, reconocer los errores cometidos, ser sinceros, veraces, ayudar a los demás y sacrificarse por ellos.

Tabla 3. Por ciento de respuestas de los alumnos en cada categoría

Categoría Primaria S. Básica Preunivers.

I. Socio Morales 33,7 39,1 43,6

II. Comportamiento

Social 21,4 19,0 18,6

III. Vida Escolar 22,3 16,1 15,3

IV. Vida Familiar 15,2 18 15,6

V. Apariencia e inte­reses personales 7,4 7,8 6,9

Pero, además de ocupar el primer lugar en cada grupo de edad, es de extraordinario valor apreciar que el por ciento de respuestas de este tipo aumenta con la edad y ya en el preuniversitario estas proposi­ciones son seleccionadas por el 43,6 % de los estudiantes.

Los datos referidos al comportamiento social y que incluyen cualidades que en nuestro medio escolar y social se trabajan como aspectos de la llamada educación formal, ocupan un segundo lugar en los alumnos de los tres niveles de enseñanza mucho más bajas que las cualidades socio morales y más cercanas a las referidas a la vida escolar.

En relación con la vida escolar se muestra algo de gran interés. Los escolares primarios dan las más altas valoraciones en la segunda proposición: querer a los maestros y mantener buenas relaciones con ellos, con un 30 % de peso. Sin embargo, para los estudiantes del nivel medio las selecciones en esta proposición son muy bajas, quizás porque su propia formulación aparentemente puede ser considerada como no referida a ellos.

Para los alumnos de secundaria y preuniversitario, tienen mucho valor dentro de la vida escolar, el tener una buena actitud ante el trabajo y realizar con calidad la tarea que se les asigna, asi como ser buenos alumnos, estudiosos y preocupados por aprender.

La alta valoración de los escolares primarios sobre la figura de su maestro, es algo generalmente señalado en la literatura pedagógica y la experiencia y la práctica lo confirman. El maestro primario tiene pues en sus manos un arma poderosa: el cariño, la admiración y el respeto de sus niños, que conve­niente y adecuadamente utilizada puede constituir un valioso elemento para influir en su educación.

La categoría familiar ocupa en general el cuarto lugar, aunque es de destacar que alcanza valora­ciones más altas en los adolescentes, los estudiantes de secundaria básica. Ello nos llama la atención porque generalmente al caracterizar estas edades se plantea la independencia de los adolescentes respecto a la vida familiar.

Sin embargo, si pensamos que muchos de los estudiantes de estas edades incluida en nuestra muestra son alumnos internos, que están separados de sus padres y de la vida familiar gran parte de

su tiempo, quizás encontremos explicación a estas valoraciones.

Dentro de las tres proposiciones dadas en el área de la vida familiar hay uña que resulta ser la de mauor peso para todas las edades, ser un buen hijo. Que los padres se sientan orgullosos de él. Desde el punto de vista psicológico y pedagógico también resulta de interés el dato ya que nos muestra que no puede existir una caracterización general para los adoles­centes, sino que ello está en gran dependencia de las condiciones de su vida y de su educación. Pedagógica­mente, nos muestra la influencia que pueden tener los padres en la educación de sus hijos, ya que ellos considerar» de gran valor este aspecto de su vida. Es necesario pues trabajar con la familia para lograr que ejerzan esta influencia en íntima relación y unidad con la que debe ejercer la escuela

El último lugar en las valoraciones dadas por todos los alumnos, lo ocupa lo referente a su apa­riencia y preferencias personales Para los alumnos de primaria dentro de esta área tiene mayor peso vestirse a la moda, mientras que para los estudiantes de secundaria y preuniversitario el joven debe ser entusiasta, divertido y alegre.

Consideramos válido, poder extraer la estructura de valoraciones fundamentales en las distintas edades; es decir, determinar cuales fueron las proposiciones que alcanzaron un mayor peso para cada edad. Este análisis resulta muy interesante. En primer lugar se destaca, que de las cinco posibles selecciones que Ir», alumnos podían hacer, se seleccionan con más peso cuatro que son comunes a todas las edades, y de ellas tres corresponden a la categoría socio moral.

En general, podemos resumir señalando que en los alumnos de los tres niveles estudiados, se evidencia una marcada orientación hacia valores de carácter socio-moral positivo de un orden superior; de igual forma, se obtienen valoraciones aceptables en aquella1; cualidades referidas al comportamiento social y la vida escolar.

Consideramos que los datos obtenidos, resultan positivos y que reflejan la calidad de las aspiraciones que con relación a las orientaciones valorativas expresan los adolescentes y jóvenes estudiados.

Si partimos de la consideración, de que el maestro es uno de los fundamentales portadores de las cua­

lidades, a formar en sus alumnos, y su labor tiene especial significación o influencia en la formación de la personalidad de los adolescentes y jóvenes resulta Indispensable conocer su posición con relación a esta problemática; es decir, sus opiniones con relación a las cualidades de la personalidad que debe poseer un joven y establecer relaciones comparativas con lo expresado por los alumnos.

6to 9no. 12mo. Proposición % % %

1. Reconocer los errores cometidos, ser crítico con uno mismo cuando se tiene una equivocación 75 85 88

3. Ser educado, cumplir con las normas de cortesía y comportarse bien en cualquier ocasión 67 49 57

6. Ser sincero, defender la verdad ante todo y todo y rechazar cualquier forma de hipocresía 44 54 59

15. Cooperar, ayudar a quien lo necesite y ser capaz de sacrificarse por los demás 53 58 72

Para realizar esta exploración se aplicó el mismo cuestionario utilizado con los alumnos a una muestra de maestros y profesores de diferentes provincias, como señalamos anteriormente

Los resultados obtenidos se presentan en la

Tabla 4

Tabla 4. Por ciento de respuestas de los maestros en cada categoría.

Categorías Primaria S. Básica Preunfvers. % % %

I. Socio Morales 43,5 41,7 42,b II. Comportamiento

Social 23,5 23 26,2

III. Vida Escolar 21,2 22 19,0

IV. Vida Familiar 9,7 10,4 10,3

V. Apariencia e Interés Personal 2,1 2,9 1,9

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Como se puede apreciar, los maestros de los tres niveles seleccionan en primer lugar, las valora­ciones referidas a cualidades de carácter socio morales de un nivel superior como son: reconocer los errores cometidos, ser crítico, sincero, defender la verdad ante todo, cooperar, ayudar y sacrificarse por los demás.

Resulta interesante el grado de coincidencia que existe en el porcentaje de respuestas dadas por los profesores de secundaria y preuniversitario y ligeramente superior en los maestros de nivel primario, lo que resulta positivo, por cuanto, es en ese nivel donde el alumno recibe por primera vez la influencia directa del maestro y va adquiriendo de manera sistemática sus conocimientos y valoraciones acerca del mundo que lo rodea y forma sentimientos y actitudes en relación con ellos.

Las respuestas a las proposiciones referidas al comportamiento social que incluye, el ser educado, cumplir deberes y normas de cortesía, disciplinado y que tanto en la escuela, como fuera de ella se trabajan y divulgan, muestran valoraciones relativa­mente altas, al igual que las referidas a la vida escolar.

En las de vida escolar es inleresante la coincidencia existente en las respuestas de los maestros de primaria y secundaria con un ligero descenso en los profesores de preuniversitario. Sin embargo, los profesores de los tres niveles coinciden en que lo más importante para ellos es que los alumnos tengan una buena actitud hacia el trabajo y estén en disposición de hacer con calidad la tarea que se le asigne.

Con relación a la vida familiar, se evidencia, que ésta ocupa el 4to. lugar, en las valoraciones y con resultados que tienden a ser bajos, en sentido general. Aunque en estas edades se supone que el joven comienza a independizarse de la familia, no es menos cierto que ella influye y juega un papel esencial en la formación de niños y jóvenes.

Por todo ello resulta de interés señalar la baja valoración que dan los maestros a este aspecto teniendo en cuenta que su actividad educativa debe ser coor­dinada con el apoyo que la familia le puede brindar.

En esta área resulta interesante que para los

maestros del nivel primario la proposición de más

peso es: -Querer mucho a los padres y respetar­

los, mientras que los maestros de secundaria y preuniversitario coinciden en que sea un buen hijo, que los padres se sientan orgullosos de él.

Dentro de las cinco cate» ¡urns o áreas, el último lugar lo ocupan las valoraciones referidas al aspecto personal. Sin embargo, tanto pata los maestros de primaria, como los de secundaria y preuniversitario, tiene mayor peso que los jóvenes sean entusiastas, divertidos y alegres, lo que a nuestro juicio tiene un valor, por cuanto sort filos con su sonrisa, iniciativas y en ocasiones maldades, logran hacer del aula, un local agradable, donde reine la felicidad y satisfacción pur la labor que realizan.

Al igual que en el caso de los alumnos, resulta interesante, poder extraer y analizar la estructura jerárquica de los valores fundamentales que esperan los maestros que posean sus alumnos en los tres niveles estudiados.

Como ya observamos la mayoría valora en primer lugar las cualidades de orden moral y social, pero también resulta de interés destacar que de las quince posibles selecciones se presentan 5 proposiciones que alcanzan las más altas valoraciones en todos los tipos de educadores y además en ellas están incluidas las tres proposiciones referidas a la primera categoría.

Los datos obtenidos nos permiten arribar a una conclusión positiva en relación a lo que aspiran los maestros y profesores en los jóvenes que educan.

Como puede apreciarse, existe una marcada tendencia en los valores referidos a los aspectos de la formación moral, comportamiento social y a una adecuada actitud ante el trabajo.

Resulta además de interés analizar la relación existente entre las valoraciones de los maestros y las de los estudiantes.

De modo general podemos afirmar que se pone de manifiesto una tendencia a la concordancia entre ambas valoraciones. Las más altas para ambos se encuentran en la esfera de los valores morales y sociales de un orden superior. Esta relación llega a ser casi coincidente en los maestros de secundaria básia y preuniversitario. En los restantes aspectos también se manifiesta esta relación concordante.

Lo anterior lo consideramos positivo, por cuanto son los adultos que rodean al educando y muy en

especial los maestros los portadores de los valores que durante su formación han de interiorizar. Por otra parte, el maestro además de ser modelo y ejemplo para sus alumnos, de la conducta a seguir por éstos, ha de lograr que estas valoraciones gradualmente se interioricen por eltos, se conviertan en valoraciones propias y en modos de actuar.

para dar respuestas acabadas a estas interrogantes. Por lo pronto nos (imitaremos a expo- ner cuáles son las combinaciones en la estructu- ración de cualidades que hemos encontrado en los alumnos estudiados en los diferentes niveles. Creemos que ello constituye punto de partida y valioso material para la reflexión.

r PROPOSICIÓN Primaria S. Básica Preuniv.

1. Reconocer los errores cometidos, ser críticos con uno mismo cuando se tiene una equivocación 85,5 87 79

3 Ser educado, cumplir con las normas de cortesía y comportarse en forma amable y atenta, portarse bien en cualquier ocasión 75 66 79

15. Cooperar, ayudar a quien lo necesite y ser capaz de sacrificarse por los demás 71 62 70

6. Ser sincero, defender la verdad ante todo

y rechazar cualquier forma de hipocresía 60 63 60

7. Tener buena actitud hacia el trabajo, estar en disposición de hacer con calidad la tarea que se le asigna 54 65 70

Hasta aquí humos planteado las proposiciones a las que tanto alumnos como maestros y profesores han hecho objeto de mayor selección.

Sin embargo, en el instrumento aplicado se ofrecen quince cualidades referidas a cinco catego­rías y pudiéramos plantearnos con respecto a ella una interrogante esencial: si hablamos de un desarrollo integral de la personalidad y en correspon­dencia con ello no seria esperable considerar como una valoración más adecuada una combinación estructural de cualidades referidas a los diferentes aspectos planteados, o, por el contrarío ¿Sería mas adecuado un sistema de valoraciones con mayor peso en cualidades de carácter socio moral y las restantes variar conforme a las particularidades individuales? Por KÜH parte, ¿No sería esperable encontrar diferentes combinaciones de cualidades con diferente peso, de acuerdo a las particularidades de las diferentes edades?

No creemos disponer de argumentos, lo sufi­

cientemente confirmados por datos experimentales

Lo primero que se destaca en los resultados obtenidos es que la gran mayoría de los alumnos (89,7%) se pueden agrupar en dos grandes grupos: los alumnos cuyas cinco selecciones se concentran en dos categorías y los que las distribuyen en cuatro categorías Es decir, los primeros tienden a caracterizar al joven deseado en dos áreas fundamental'5 > (5(3,3 %) y los segundos caracterizan al joven «ie una forma mas intogial (33,-1 %) sin grandes variaciones. Si vemos estas dos grandes agrupaciones de acuerdo con los ties niveles de enseñanza analizados (ver Tabla 5) se aprecia que la caracterización del joven centrada en dos áreas alcanza un f>3 % en primaria, el 51,5 % en secundaria y el 57 % en preuniversitario En la caracterización del joven más integral se encuentran los siguientes por ciento: 35 % en primaria, 40,5 % en secundaria y 33 % en el nivel de preuniversitario

El análisis global nos muestra que en general, y con un mayor peso en el nivel primario, que resulta superior significativamente con respecto a secundaria básica las agrupaciones de las cualidades

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seleccionadas por los estudiantes entre las proposiciones presentadas se centran en determi­nadas categorías.

Tabla 5. Selecciones por categorías en los sujetos de los diferentes niveles

(expresados en %)

Niveles de enseñanza Selecciones Primaria Sec. Básica Preunh/.

4 6 5 selecciones en dos categorías 63 51,5 57

4 ó 5 selecciones en tres categorías 2 8 10

4 ó 5 selecciones en cuatro categorías 34 36,5 29

1 selección por categoría 1 4 4

No podemos dejar de señalar que entre el grupo de alumnos que centran sus selecciones en dos categorías, se incluyen también con cierto peso algunas de las proposiciones de la categoría III, relacionada con la actividad de estudio y trabajo que realizan en la escuela y sus relaciones con los profesores Ello se corresponde con el tercer lugar que esta categoría ocupó para los alumnos en todos los niveles.

El análisis cualitativo de las cualidades seleccio­nadas por los jóvenes nos permite afirmar que la mayoría de los alumnos que sus 4 ó 5 selecciones se agrupan fundamentalmente en dos categorías, centran sus selecciones en las categorías I (socio morales) y en las combinaciones de las categorías I y II (socio morales y comportamiento social). En ese caso tenemos aproximadamente el 40 % de los alumnos y sin embargo, solamente el 0,6 % de los alumnos no incluyen en ninguna de sus selecciones las proposiciones correspondientes a las categorías I y II. Es precisamente este grupo de alumnos, el que da mayor peso a las combinaciones de categorías (III y IV) y (III y V).

Todo ello nos permite afirmar que las orienta- ciones valorativas de los alumnos, expresadas mediante las cualidades que ebe poseer un joven, tienden esencialmente a las aspiraciones sociomorales y del comportamiento social. Sin embargo, como habíamos señalado existen alumnos que sus selecciones se agrupan en cuatro de las categorías F.Hos representan el 34 % de los alumnos. Cabe destara» que de ellos un 20 % aproximadamente tienen el niayor peso en proposiciones correspon- dientes también a las categorías I y II.

Este mismo análisis realizado sobre la base de las selecciones hechas por los maestros y profesores nos presenta un cuadro muy similar. Alrededor del 60 % de ellos agrupan sus selecciones en dos categorías y de ellas entre 45 % y el 50 % da el peso máximo a las proposiciones de las categorías. I y II. Alrededor de un 30 %, contrariamente caracteriza al joven al que aspira por cualidades tomadas de 4 ó 5 de las categorías. Esta correspondencia que se da entre las selecciones de estudiantes y profesores resulta a nuestro juicio positiva, ya que en ambas se reflejan una misma tendencia en el plano del nivel de aspiraciones, con relación al joven que nuestra sociedad requiere.

El análisis comparativo del ordtMi fie selección cuando se le pide al joven que • Ine por su importancia las proposiciones, de L , primeras seleccionadas ofrece resultados muy pumejantes a los expuestos anteriormente.

Las proposiciones 1, 6 y 15 qtn> corresponden a los aspectos socio morales (categoría I) alcanzan los valores superiores y con un por ciento ascendente de primaria a secundaria y preuniversitario y con una ligera tendencia a por ciento más altos en las hembras que en los varones. Estas alcanzan por ciento entre el 50 y el 80 y más. A estas propo­siciones le siguen con un mayor peso la proposición 3, correspondiente a la categoría II; la proposición 7, correspondiente a la categoría III y la 5, en la categoría IV.

Al hacer un análisis integral de los resultados podemos obtener una caracterización general del joven considerado como un modelo a alcanzar y que se expresa de la siguiente forma: - Reconocer, los errores cometidos, ser crítico con

uno mismo cuando se tiene una equivocación.

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- Cooperar, ayudar a quien lo necesite y ser capaz de sacrificarse por los demás.

- Ser educado, cumplir con las normas de cortesía y comportamiento en forma amable y atenta, portarse bien en cualquier ocasión.

- Ser sincero, defender la verdad ante todo y

rechazar cualquier forma de hipocresía.

- Ser un buen hijo. Que los padres se sientan

orgullosos de él.

- Tener una buena actitud ante el trabajo, estar en disposición de hacer con calidad la tarea que se le asigne.

No podemos dejar de señalar que la caracteri­zación dada refleja al joven que debe ser o se quiere ser pero, que puede o no corresponderse con el joven que es.

El análisis de los resultados nos permite arribar a las siguientes conclusiones:

- La consistencia de los resultados obtenidos en la

exploración de las expectativas con relación a las orientaciones valoratK/as que deben caracterizar a nuestros jóvenes mediante el instrumento abierto y el cerrado nos permite valorar como positivos ios instrumentos utilizados.

Las expectativas de alumnos y maestros acerca de cómo debe ser un joven, se centran esencial­mente en la esfera de los valores socio-morales, lo cual responde a las expectativas y aspiraciones de nuestra sociedad.

Existe una estrecha correspondencia entre las orientaciones valoratK/as que deben caracterizar a nuestros jóvenes expresadas por alumnos y maestros, en los tres niveles de enseñanza explora­dos. Ello constituye una conclusión altamente positiva no solo por el contenido, sino porque ello facilita la unificación de sus orientaciones en el trabajo por la educación y la autoeducación

Las particularidades de la edad se ponen de ma nrfiesto en las categorías socio moral, del compor­tamiento social y vida escolar, sin embargo, en las referidas a vida familiar y de presencia externa no se pueden apreciar en el estudio realizado.

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