LAS IMÁGENES ARQUETÍPICAS (iii): LA ODISEA€¦ · Ulises es el rey de Ítaca. Vive con su esposa...
Transcript of LAS IMÁGENES ARQUETÍPICAS (iii): LA ODISEA€¦ · Ulises es el rey de Ítaca. Vive con su esposa...
LAS IMÁGENES ARQUETÍPICAS (iii):
LA ODISEA
DOSSIER 106
18 de mayo de 2020
2
ÍNDICE
0. Utilidad del dossier 3
1. Introducción 4
2. Significado general de la obra 5
3. Salida de Ítaca 6
4. El diálogo con Atenea 8
5. El desafío a Poseidón 11
6. Polifemo 13
7. Eolo 16
8. Circe y las Sirenas 18
9. El Hades 22
10. El estrecho de Escila y Caribdis 24
11. La situación en Ítaca 26
12. Penélope 28
13. Calipso 31
14. El diálogo con Poseidón 33
15. La reconquista del reino 35
16. La unión final con Penélope 38
17. La práctica de la semana 40
3
UTILIDAD DEL DOSIER
Cada semana, recibirás un dosier que resume los contenidos impartidos
en la sesión para que puedas completar tus apuntes.
Además, de este modo, no hará falta que tomes apuntes si no lo deseas.
Para algunas personas tomar apuntes facilita aprender, para otras persones
les dificulta seguir la clase. Sabiendo que recibirás el resumen de la sesión,
podrás decidir si tomas muchos o pocos apuntes en clase: ¡siempre lo
tendrás todo!
Sin embargo, el dosier no sustituye la sesión, porque en la sesión hay
cosas que se cuentan y no pueden plasmarse por escrito. A veces lo que se
dice es menos importante que el lugar desde donde se dice y eso es difícil
de captar por escrito. Recuerda que la asistencia a la clase en directo o en
diferido es el 80% del resultado del mismo.
También te invitamos a hacer preguntas sobre el tema tratado en la sesión
usando el espacio que hay para preguntas que encontrarás en la pestaña
“Acceso Alumnado” de www.universidaddevida.online.
Te rogamos que solamente hagas preguntas sobre el tema y no consultas
privadas: no es un consultorio personal y eso bloquearía tanto a Daniel
como a Sergi. Las preguntas contestadas se enviarán los viernes en un
boletín de dudas donde aparecerán las respuestas de forma anónima: así
podrás preguntar libremente y, además, podrás disfrutar de las respuestas
que se den sobre el tema a otras compañeras o compañeros del curso.
¡Ah! Una última cosa: no dudes en proponer temas para que sean
abordados en el curso si crees que hay un aspecto que te interesa o en el
que quieres profundizar. ¿Te parece?
¡Pues empezamos!
4
INTRODUCCIÓN
Abordamos en esta sesión la interpretación de una obra excepcional: La
Odisea de Homero.
Una obra repleta de imágenes arquetípicas que hacen referencia al
proceso de conexión con lo Superior que todo ser humano puede realizar.
Su valor es enorme, no solo en el aspecto cultural e histórico sino, por
encima de todo, por sus aportaciones en el terreno espiritual (aunque sea
por lo que menos se la reconoce).
La obra entera es una magnífica herramienta de trabajo que nos puede
acompañar a lo largo de todo nuestro viaje interior.
¡Aprovechémosla!
Siempre estará ahí cuando la necesitemos.
5
SIGNIFICADO GENERAL DE LA OBRA
La Odisea nos habla del viaje iniciático que todo ser humano puede
emprender.
Es una maravillosa imagen arquetípica del recorrido de regreso a la
esencia.
En ella podemos reconocer todas las fases por las que pasamos en este
viaje hacia nosotros mismos.
Esto significa que la obra entera sucede en nuestro interior.
Por eso, la forma adecuada de interpretarla es buscando una relación
entre todos los personajes y todas las escenas con nuestro proceso de
despertar.
Con la actitud y la profundidad adecuada, la obra se convertirá en un
espejo muy especial. Un espejo en el que nos reconoceremos en nuestro
propósito más elevado. En palabras de Tiresias: comprender que nuestra
vida consiste en éste viaje.
6
SALIDA DE ÍTACA
Ulises es el rey de Ítaca. Vive con su esposa Penélope y su madre Anticlea.
Nada más nacer su hijo, recibe la visita de los poderosos reyes griegos
Agamenón y Menelao. Éstos requieren su ayuda para conquistar Troya.
Ulises tiene un compromiso de lealtad con ellos (son dos reyes mucho más
poderosos) y no puede negarse. Aquí encontramos un primer símbolo: no
elegimos hacer éste viaje, nuestra ‘lealtad’ hacia algo superior nos
empuja a hacerlo.
Algunas tradiciones llaman a este compromiso ‘la llamada’. Como si algo
trascendente se hiciera con nuestra voluntad y no pudiéramos evitar
iniciar la búsqueda de nosotros mismos.
Que lo vengan a buscar el mismo día que nace su hijo Telémaco no es
casualidad. El nombre ‘Telémaco’ proviene de la raíz thelema, y significa
‘voluntad’.
Así pues, el inicio del viaje es el nacimiento de nuestra Voluntad, la
voluntad auténtica, la que proviene de nuestra parte más auténtica.
7
Hacer éste viaje es lo que queremos de verdad. Lo que quiere nuestro Ser,
aquello que Somos. Por eso, emprender el viaje podría decirse que es el
primer acto de Voluntad Real del ser humano. El Ser no quiere otra cosa.
En esta primera escena ya podemos ver como Ulises sacrifica un animal a
los dioses para que éstos bendigan su viaje.
A lo largo de toda la obra nuestro héroe sacrifica muchas animales a los
dioses. Encontramos aquí un bonito símbolo: para acceder a lo espiritual,
debo sacrificar mi parte animal/irracional.
8
EL DIÁLOGO CON ATENEA
Recién salido de Ítaca junto con sus hombres, rumbo a Troya, a Ulises se le
aparece la diosa Atenea.
En la mitología griega son muy importantes los diálogos entre los dioses y
los mortales. Representan la relación con nuestra naturaleza superior.
En cada diálogo con los dioses podemos aprender algo de nuestra relación
con la dimensión espiritual.
Atenea es la diosa de la sabiduría. Le explica a Ulises que ella quería que
hiciera este viaje. Una vez más, un símbolo de que es lo Superior lo que
nos llama.
Le recuerda que su destino es batallar, hacerse inmortal. La lucha
representa la tensión entre los opuestos, entre la luz y la oscuridad.
Sin embargo, tanto en la Ilíada como en la Odisea se desprende que dicha
lucha solo es productiva cuando es pacífica. En Troya, por ejemplo, los
griegos se pasan diez años arremetiendo contra las murallas sin ningún
éxito. Solo cuando a Ulises se le ocurre la treta del caballo consiguen
entrar en Troya y conquistarla.
Y el propósito de la inmortalidad significa que estamos destinados a
abrazar nuestra dimensión atemporal, aquella que no tiene final porque
tampoco ha tenido origen.
A continuación, Atenea se fija en sus hombres. Le dice que se ha rodeado
de hombres que obedecerán sus órdenes.
Los hombres de Ulises representan aquellos programas psicológicos que
van a favor del trabajo interior. Es decir, son parte del ego o personaje,
pero es la parte del personaje que nos ayuda a remar en la dirección
9
correcta.
Cuando alguien empieza a hacer trabajo interior, aunque puede haber un
anhelo profundo que provenga de lo esencial, por lo general, lo hace
motivado más por el mismo personaje.
Es irónico, el mismo personaje que ahora nos impide la conexión con lo
Superior es el que nos ayudará a recuperarla.
El personaje halla en el trabajo interior promesas que le resultan muy
atractivas: la felicidad, el gobierno de sí mismo, etc. Lo gracioso es que
nada de todo eso podrá conseguirse mientras él esté.
Pero de momento el personaje nos anima a trabajar y por eso los hombres
de Ulises son tan valiosos. Atenea le anima a aprovecharse de ellos.
Ulises sabe ver lo bueno que hay en ellos, aquello que le ayudará en su
periplo. Atenea se fija en alguno de ellos. Por ejemplo, en Polites: “Es
testarudo”, a lo que Ulises responde “por eso es implacable”. O en Anticlo:
10
“Es muy curioso”, a lo que Ulises contesta: “por eso es valiente”.
Los hombres de Ulises representan la dualidad, la ilusión defecto-virtud, y
a lo largo del viaje habrá ocasiones en que sus virtudes le serán de gran
ayuda y ocasiones en que sus defectos le perjudicarán.
Pero lo importante es saber ver que sin ellos, Ulises no habría podido
llegar a su destino. Lo mismo sucede en nosotros. Sin el personaje ningún
crecimiento interior sería posible. Solo podremos volver a la Unidad (el
Ser) después de haber pasado por el Dos (el Ego).
Casi al final del diálogo, Ulises le dice a Atenea que no tendrá miedo si
sabe que ella está a su lado. Ulises está describiendo la fe. Fe es sentir la
trascendencia, sentir que todo está conectado con un sentido mucho
mayor que por ahora solo se intuye, aunque no se comprenda.
11
EL DESAFÍO A POSEIDÓN
En la obra original, Poseidón maldice a Ulises a vagar por sus mares
eternamente por un motivo distinto al de la película. Sin embargo,
personalmente prefiero la variante del film.
En la película vemos como Ulises acaba de conquistar Troya gracias a su
luminosa idea del caballo. Está henchido de sí mismo, completamente
identificado con su ‘yo’.
Ulises se dirige a los dioses y les grita que él, un hombre de carne y hueso
ha vencido a Troya, y que no los necesita para nada.
Esto podría interpretarse como que Ulises se ha desconectado de su
esencia y vive completamente identificado con su personaje.
También les dice que es libre de hacer lo que quiera. Inmediatamente
después, recibe la respuesta de Poseidón.
El dios del mar le recuerda que un hombre no es nada sin los dioses. Esto
es, que una persona desconectada de su dimensión profunda está vacía y
no posee libertad alguna. Apenas es una gota en el ancho océano.
12
En cambio, cuando la persona se conecta a la dimensión espiritual se
convierte en océano y entonces lo es Todo.
Poseidón le condena a ir a la deriva por sus mares eternamente sin poder
llegar a Ítaca. Esto significa que, mientras permanezcamos desconectados
de la parte espiritual, nunca estaremos en casa.
Ulises le replica que no podrá detenerlo y Poseidón le promete que
sufrirá. El dios del mar tiene toda la razón del mundo, ya que la
desconexión de la esencia siempre se traduce en sufrimiento.
Nada más salir de Troya, Poseidón empieza a cumplir su promesa.
Extiende una espesa niebla sobre sus aguas y Ulises se pierde. Esto
significa que sin la parte esencial nos falta dirección y estamos perdidos.
La confusión es total: no sabemos dónde estamos ni adónde vamos.
13
POLIFEMO
Ulises y sus hombres llegan a una isla en la que descubren una cueva. Ellos
no lo saben pero es la morada del cíclope Polifemo.
Allí encuentran queso y se lo comen mientras beben vino. Al poco rato
llega Polifemo que cierra la puerta de la cueva encerrándolos a todos allí.
Esta escena recuerda el cuento de Hansel y Gretel, los dos niños que
quedan atrapados en la casa de dulces de la bruja. Metafóricamente, la
esencia (los niños) queda identificada con el mundo sensorial (los dulces).
El gigante Polifemo representa el Ego o personaje que, al inicio del viaje es
un mastodonte, en comparación a la escasa relevancia que nuestra
esencia tiene en nosotros.
El Ego nos atrapa e impide que avancemos.
Enseguida se come a uno de los hombres de Ulises. Esto significa que se
come a todo aquello que nos ayuda a avanzar hacia Ítaca. El Ego busca
obstaculizar de cualquier modo nuestro trabajo.
Al Ego no le interesa que trabajemos. No le interesa porque le comemos el
queso. Esto significa que le robamos su alimento. Pierde el monopolio de
la energía que ahora, la empezamos a derivar hacia el crecimiento de la
esencia.
En nuestro interior o bien come el Ego o bien come la esencia. Cuando nos
identificamos, alimentamos al personaje, y cuando permanecemos
conscientes, alimentamos a la esencia.
Polifemo le pregunta a Ulises quién es y éste le responde astutamente:
“Nadie”. En caso de haberle revelado su nombre, Polifemo no habría
dudado en matarle puesto que su padre era el mismo dios Poseidón que
14
había maldecido a nuestro héroe.
Esto también significa que el Ego jamás puede reconocer lo que
representa Ulises. Ulises representa nuestra búsqueda de lo esencial, y el
Ego no puede reconocer nada más allá de sí mismo.
También encontramos una bonita metáfora en el hecho de que Polifemo
tenga solo un ojo. Una posible interpretación es la limitada visión del Ego.
El Ego no posee la comprensión, funciona mediante automatismos.
Otra interpretación es que el ojo de Polifemo representa una única
dirección de la atención. Cuando nos identificamos con el personaje,
nuestra atención está capturada por el mundo de formas.
Al vivir identificados con el personaje, cualquier cosa absorbe nuestra
atención viviendo permanentemente sin ser conscientes de nosotros
mismos. Por ahí nos atrapa el Ego, convirtiéndonos en sus esclavos.
A Ulises se le ocurre una idea genial para escapar de la cueva de Polifemo:
le clava un palo puntiagudo en el ojo y lo deja ciego. Metafóricamente, le
roba la atención al personaje.
El trabajo interior no es más que esto: un yoga de la atención. La atención
posee muchos grados de desarrollo. Mientras permanezcamos en los
15
grados inferiores, el Ego será nuestro amo y señor.
Sin embargo, a través de la autoobservación y la presencia, somos
nosotros los que nos adueñamos de la atención y nos des-identificamos
del personaje.
Una famosa frase en el trabajo interior dice que en presencia, al personaje
le cuesta respirar. No puede respirar porque le quitamos su oxígeno, esto
es, le robamos la atención.
Después de dejar ciego a Polifemo, Ulises y sus hombres pueden escapar.
Esto significa que para poder avanzar hacia Ítaca debemos trabajar para
des-identificarnos del personaje.
16
EOLO
Eolo es el dios del viento. Los vientos empujan los navíos de los
navegantes.
Eolo encierra en una bota todos los vientos que no ayudan a Ulises a
avanzar hacia Ítaca. Solo deja libre el viento favorable.
Eolo es un dios. Esto significa que en lo espiritual encontramos la dirección
que nos llevará hasta nuestra casa.
Eolo le dice a Ulises que le ayuda porque nuestro héroe comprende que
en la vida siempre hay algo que aprender. Esto es, Ulises utiliza la vida
como un medio para alcanzar la comprensión. Es un buscador de lo
auténtico y solo por eso, ya está en la dirección correcta, aquella que lo
conecta con su propósito de vida.
Le recomienda no abrir la bota hasta llegar a Ítaca, puesto que si libera los
otros vientos, el barco no llegará a su destino.
Se mantiene despierto, custodiando la bota de la curiosidad de sus
hombres, durante nueve noches. Mientras se mantiene despierto, el barco
17
avanza hacia Ítaca sin problemas.
Sin embargo, cuando están a punto de llegar, Ulises se duerme. Entonces,
sus hombres no pueden resistir la tentación de abrir la bota para ver qué
hay en ella. Los vientos se liberan y el barco de Ulises es empujado al
extremo más alejado del mundo.
Esto significa que, mientras estaba despierto (no identificado, en
presencia), iba en la buena dirección. Cuando se duerme, deja la dirección
(el viento) en manos de sus hombres y se pierde la buena dirección.
Los hombres son un aspecto del personaje, y por lo tanto son ignorantes.
Dejar en sus manos la dirección del barco supone perderse.
El hecho de ir a parar a una isla en el extremo más alejado del mundo
significa que cuando perdemos nuestro centro (presencia, conciencia de
sí) caemos en la identificación y en el juego de opuestos propio de la
dualidad en la que vive el personaje.
18
CIRCE
Circe es una bruja-diosa que con su dulce pócima transforma a todos los
hombres que llegan a su palacio y beben de ella en animales.
Circe representa lo sensorial, la experiencia de vida a través de los
sentidos.
Después de saber que muchos de sus hombres han sido convertidos en
animales por parte de Circe, Ulises acude a su rescate.
Cuando se dirige al palacio de Circe, se encuentra a un oso en el camino.
Esto hace que no pueda seguir el camino llano y deba escalar por una
pendiente vertical. Aparece aquí la noción de línea Vertical o camino
interior.
A medio ascenso, aparece Hermes, el mensajero de los dioses, y le da un
antídoto para la pócima de Circe. En realidad, el antídoto para no caer en
la involución (identificación con el Ego) es el mismo ascenso por la
pendiente Vertical.
Los estados superiores de consciencia son el antídoto que permite a Ulises
19
beber de la pócima de Circe sin convertirse en un animal.
Metafóricamente, cuando accedemos a niveles superiores de consciencia,
estamos libres de la identificación con nuestra parte más involutiva
(Ego/personaje).
Una vez Ulises ha bebido de la pócima, Circe le propone acostarse con
ella, a lo que nuestro héroe no puede renunciar. Esto simboliza que Ulises
experimenta conscientemente las sensaciones sin identificarse con ellas.
Circe es una diosa, lo que significa que la experiencia de lo sensorial es
tan sagrada como cualquier otra cosa. La diferencia está en vivirlas
desde la consciencia.
Algunas tradiciones afirman que el goce de lo sensorial cierra la puerta de
lo espiritual. La Odisea y, más tarde Buda, entre otros, se encargaron de
rebatirlo.
El problema no son las sensaciones, sino la identificación con ellas.
Después de acostarse con Circe, Ulises goza de sus sentidos durante
muchos años. Sin embargo, acaba comprendiendo que ese no es el final
de su camino, aunque Circe le invite a quedarse con ella para siempre.
20
Comprende que ha aprendido mucho de ella pero que todavía no ha
llegado al final de su recorrido. El recuerdo de Penélope y de Ítaca es
demasiado poderoso como para quedarse tranquilamente en el palacio de
Circe.
Sabe que Penélope es su casa y, tras despertar a sus hombres,
reemprende su viaje.
Un significado parecido tiene el encuentro de Ulises con las sirenas. Es una
lástima que en la película no aparezca este bello pasaje.
Las sirenas, con su canto, hipnotizan a todos los marineros que pasan por
delante de su isla tras lo cual, estos, abandonan sus navíos para quedarse
a escuchar su bello canto. Más tarde, son devorados por sus anfitrionas.
Las sirenas, con su bello canto representan la belleza de este mundo de
formas. Ulises sabe que para regresar a Ítaca debe pasar justo por delante
de su isla. Esto significa que el aprendizaje de las sirenas es necesario para
poder avanzar. Se trata de una fase más en su viaje iniciático.
Ulises quiere escuchar el bello canto de las sirenas sin quedar atrapado
por ellas. Se le ocurre atarse al mástil central del barco y poner unos
tapones en las orejas de sus hombres para que no salten del barco y le
dejen abandonado.
Efectivamente, pasan por delante de su isla y Ulises puede escuchar su
canto sin saltar del barco (puesto que está atado). Esto significa que
21
puede gozar de la belleza del mundo sin quedar identificado con ella.
Ulises permanece en su centro (el mástil central del barco) y desde ahí se
relaciona conscientemente con la belleza que lo rodea.
Otra escena importante es la muerte de su madre Anticlea. La anciana
decide suicidarse después de no soportar la ausencia de su hijo. Anticlea
representa la tradición, lo viejo.
El suicidio representa el darse muerte a uno mismo, la muerte psicológica
o muerte del ego. Muere lo viejo y caduco para renacer en lo auténtico.
22
EL HADES
El Hades es el mundo de los muertos. Circe le dice que solo allí podrá
encontrar el camino de regreso a casa. Según la diosa debe encontrar a
Tiresias, el profeta ciego y él le indicará cómo regresar a Ítaca.
En el Hades abunda el fuego, símbolo de transformación y regeneración.
Hay que bajar al mundo de los muertos (morir en uno mismo) para
transformarse y seguir avanzando hacia Ítaca.
Es precisamente en el morir donde hallamos la sabiduría, representada
por el profeta Tiresias. El diálogo entre Ulises y el sabio no tiene
desperdicio.
El hecho que sea ciego significa que posee la sabiduría. Su mirada está
volcada hacia el interior, y no hacia el exterior.
Tiresias le hace ver a Ulises que solo piensa en su casa y le recuerda que su
vida consiste en este viaje. Es decir, le recuerda que el viaje es lo
importante, no el destino.
23
El sabio le indica el camino a seguir. Debe navegar hacia Orión, la estrella
más brillante del cielo (símbolo de dirigirse hacia la ‘luz’ de la esencia).
Orión (la luz) lo conducirá hasta el estrecho de Escila y Caribdis (el camino
del medio).
24
EL ESTRECHO DE ESCILA Y CARIBDIS
En muchas tradiciones aparece la idea del justo medio o camino del medio
como el sendero que nos conduce a la esencia.
El sendero del medio representa la no identificación con los opuestos, la
dualidad propia de la identificación con el personaje.
Ulises llega al estrecho con sus hombres, pero cuando finalmente pasa al
otro lado, todos sus hombres han muerto y tan solo él sobrevive. Esto
significa que se ha desprendido de lo superfluo y ha regresado a la
unidad.
Escila y Caribdis, los dos monstruos que engullen a sus hombres
representan, de nuevo, al ego con su enorme voracidad, no en vano nos
engulle cuando nos identificamos con él.
25
Ulises, en lugar de luchar inútilmente contra los monstruos opta por seguir
remando y avanza por el estrecho. El ego no se derrota, el ego se
trasciende a medida que nos reconocemos en nuestra parte unitaria,
representada por el camino del medio.
Al pasar por el estrecho, Ulises está ya muy cerca de Ítaca. Se ha quedado
solo lo que significa que empieza a reconocerse en la Unidad que Es.
26
LA SITUACIÓN EN ÍTACA
A medida que Ulises avanza en su viaje iniciático, en Ítaca suceden muchas
cosas. Esto significa que nuestro despertar tiene consecuencias en nuestro
mundo interior.
Mientras Ulises está perdido en alguna isla (identificado y en pleno
proceso de comprensión de lo que dicha isla debe enseñarle), algunos
pretendientes llegan al palacio de Ítaca con la intención de casarse con la
reina Penélope.
Lo que en realidad quieren los pretendientes es convertirse en los nuevos
reyes de Ítaca, para poder tomar el control del reino.
Los pretendientes representan las distintas máscaras del personaje (los
distintos ‘yoes’ que conforman el ego). Cada uno de ellos destaca por una
característica psicológica (soberbia, vanidad, ira, gula, pereza, etc.)
27
Cada una de dichas máscaras quiere gobernarnos (pensar, sentir y hacer
por nosotros). Y, por supuesto, nos quieren robar a Penélope (nos
bloquean la conexión con lo Superior).
El trabajo interior nos permite recuperar el reino (el gobierno de nosotros
mismos) y a Penélope (la conexión con lo Superior).
28
PENÉLOPE
Penélope es la reina de Ítaca y la esposa de Ulises. Representa la
dimensión espiritual, lo Superior, aquello a lo que anhelamos re-unirnos.
Junto con recuperar el reino de Ítaca (recuperar el gobierno de sí mismo)
son los dos grandes incentivos de Ulises para regresar a casa.
Penélope se mantiene siempre fiel a Ulises, en cambio no puede decirse lo
mismo del héroe. Sin embargo, esto no es más que una metáfora.
Penélope no puede sernos infiel porque representa nuestra dimensión
profunda, la que siempre ha estado, está y estará presente.
Penélope representa lo Permanente, aquello que siempre Es. Somos
nosotros los que nos hemos olvidado de lo esencial.
A pesar de que los pretendientes intentan unirse a ella, ninguno de ellos
tiene posibilidades. El ego/personaje jamás puede atrapar lo esencial. De
hecho, ni tan siquiera es capaz de reconocerlo. Los pretendientes no
quieren a Penélope, lo que quieren es el control del reino.
Lo mismo sucede con nuestro ego, incapaz de reconocer lo esencial pero
amo y señor de nuestro mundo interior (mientras permanezcamos
29
dormidos). Eso sí, nos roban la comida y el vino (nuestra energía y nuestra
vida).
Que los pretendientes (ego) no tienen acceso a Penélope se ve muy claro
en varias ocasiones. Por ejemplo, con el sudario que Penélope teje para
Ulises. Les dice a los pretendientes que cuando termine de tejer un
sudario para su marido, en caso de que éste todavía no haya regresado,
elegirá a uno de ellos para tomarlo como nuevo esposo.
Sin embargo, lo que Penélope teje durante el día, lo desteje durante la
noche. Esto representa la imposibilidad de que el personaje logre unirse
a lo Superior. De hecho, el ego no es más que el resultado de la
desconexión con lo espiritual.
Penélope se mantiene siempre fiel a Ulises y jamás se le pasa por la
cabeza unirse a otro hombre. Interpretado metafóricamente: lo Superior,
aquello que nos trasciende, no se ha movido nunca de sitio. El trabajo
interior nos permite reconocernos en lo Permanente.
Penélope (lo Superior) no solo se pasa toda la obra esperando el regreso
de Ulises. Lo llama constantemente (hay en la película alguna imagen
preciosa de Penélope haciendo el amor con el mar, llamando a su esposo).
30
Esto significa que lo Superior nos busca.
Lo único es que a veces nos escondemos demasiado bien, como Ulises,
que se olvida de Ítaca por varios años, completamente identificado con las
distintas islas por las que pasa.
Penélope incluso manda a su hijo Telémaco a buscar a su padre. Otro
símbolo de que lo Superior nos llama y nos busca. Telémaco representa la
voluntad real, la voluntad de aquello que Somos. Dicha voluntad nos
busca para que seamos Uno con el Ser.
Es hermoso el momento en que Ulises llega a Ítaca y se funde en un
abrazo con su hijo Telémaco. Los dos llegan el mismo día. Ulises se marchó
de Ítaca cuando nació su hijo y vuelve cuando su hijo ya es adulto (le ha
salido barba en el mentón, símbolo de madurez).
Esto significa que a lo largo de su camino, Ulises se ha unido a la voluntad
del Ser. Ahora es Uno con el Ser y la voluntad (madura) ya está a su
servicio.
31
CALIPSO
En la isla de la diosa Calipso, Ulises comprende que las emociones
tampoco son el final de su camino.
A diferencia de Circe, que solo quería al héroe para gozar en la cama,
Calipso ama a Ulises. Se establece cierto vínculo emocional entre los dos.
Sin embargo, aunque a través de las emociones pueda expresarse lo
Superior, las emociones no son el final del trayecto.
Ulises, como pasara en la isla de Circe, se une sexualmente a la diosa
Calipso. Esto significa que experimenta desde la esencia el mundo
emocional. Pero, tras varios años en la isla, se da cuenta que el viaje debe
continuar.
Hermes, el mensajero de los dioses, llega a la isla para avisar a Calipso de
que debe dejar marchar al héroe. Hermes representa la conexión con lo
Superior, que le recuerda a Ulises que Penélope le sigue esperando en
casa (hay algo mucho mayor que la experiencia emocional, aguardándolo).
32
Entonces Ulises construye un barco para seguir su viaje. La construcción
del navío representa el trabajo interior. Sin trabajo no hay avance. Como
dice Atenea, la diosa de la sabiduría: “Los dioses no harán por un hombre
lo que un hombre debe hacer por sí mismo”.
Esto significa que Ítaca se toma por asalto. A Ítaca se va. Cierto es que lo
Superior nos llama, pero sin el esfuerzo de Ulises para llegar a Ítaca, jamás
hubiera podido llegar.
Calipso tienta de muchos modos a Ulises para no se vaya. Le promete
incluso hacerlo inmortal si se queda con ella. Esto significa que, en caso
que Ulises no se fusione con Penélope (trascendiendo el ‘yo’), seguirá
‘gozando’ de su individualidad.
Sin embargo, el anhelo de Ulises de llegar a Ítaca y de fundirse con lo
Superior (Penélope) es demasiado fuerte y prosigue su viaje.
Antes de marcharse de la isla de Calipso, el héroe nos deja esta hermosa
frase: “Prefiero pasar un instante en los brazos de Penélope a vivir
eternamente sin ella”. Palabras de un buscador auténtico.
33
EL DIÁLOGO CON POSEIDÓN
Uno de los diálogos más profundos de la obra es el de Ulises con
Poseidón, justo antes de que el héroe llegue a Ítaca.
El barco que Ulises construyó en la isla de Calipso naufraga y nuestro
héroe vaga por los mares de Poseidón agarrado a un tablón.
Es entonces cuando Ulises, cansado de su largo viaje, se dirige a Poseidón
y le pregunta qué es lo que quiere de él.
Esto significa que Ulises ya no está desconectado de los dioses (la
dimensión espiritual) como al principio de su viaje.
Poseidón le contesta que quiere que sufra. El alejamiento de lo espiritual
siempre deriva en sufrimiento. Dicho sufrimiento es necesario
precisamente para darnos cuenta que su causa es la pérdida de lo
esencial.
Ulises replica que no le queda nada, que sólo le queda la vida. Es decir, por
fin se ha desprendido de lo superfluo y se reconoce en lo auténtico: la
Vida (el animus) que se expresa constantemente a su través.
34
Poseidón le responde que su objetivo no es matarle, que tiene que
comprender. Magnífico resumen de la obra: todo lo que le pasa a Ulises
tiene como objetivo que éste comprenda y evolucione.
Finalmente Ulises le pregunta qué es lo que debe comprender y el dios del
mar le contesta que debe comprender que un hombre sin los dioses no es
nada. Es decir, que permaneceremos vacíos mientras no nos conectemos
a lo Superior.
Sencillamente magnífico.
35
LA RECONQUISTA DEL REINO
Cuando Ulises llega a Ítaca llega siendo Uno con la voluntad del Ser. Con la
Voluntad a su servicio, los pretendientes (el personaje) tienen las horas
contadas.
Una escena preciosa es la de Ulises comiendo de nuevo su pan y su vino.
Por fin se da cuenta de que está en casa. Lo sabe sin ningún tipo de duda.
Reconoce lo que le es Propio.
Ulises ya es sabio y sabe que no debe luchar abiertamente contra los
pretendientes, puesto que entre todos podrían matarle. Esto significa que
lo más sabio es no luchar contra el ego (querer reprimirlo y controlarlo).
Hace falta un plan más inteligente: sentarse en el trono sin que se den
cuenta.
Este es el plan del trabajo interior: despertar la esencia para
reconocernos progresivamente en ella. El resto se hace solo.
Reconocernos en lo esencial comporta la desidentificación del personaje.
Para conseguirlo, la diosa Atenea transforma la apariencia de Ulises en un
anciano. De nuevo, el símbolo de que el ego no puede reconocer nada que
tenga que ver con lo auténtico.
Una hermosa imagen arquetípica de la autoobservación es la de Ulises
entrando con apariencia de anciano junto con Telémaco en su palacio,
completamente destruido por los pretendientes.
Con la autoobservación no vamos contra el ego, simplemente lo
observamos (sin juzgar) desde ‘dentro’.
Un bonito ejemplo de que la voluntad ya está al servicio de Ulises es
cuando su hijo se está peleando con Antino. En un momento de la pelea,
Telémaco quiere matar a Antino, pero su padre, consciente de que el
36
guerrero es más fuerte que su hijo, le convence para que no lo intente.
Una vez Telémaco ha renunciado a luchar con Antino, Ulises le dice que no
sienta vergüenza, que ha conseguido lo más importante: dominar su ira.
Esto significa que la ira ya no domina a Ulises, sino al revés: la ira no tiene
poder alguno sobre él.
Más tarde, Penélope les dice a los pretendientes que se casará con el que
pase la prueba del arco. Otro ejemplo de que los pretendientes no tenían
ninguna posibilidad de unirse a la reina: la prueba es imposible de pasar
para ninguno de ellos. Solo Ulises, el buscador de lo esencial puede
realizar la gesta, símbolo de que lo que no es posible desde el ego, sí lo es
desde la esencia.
Después de haber pasado la prueba, Ulises descubre su identidad a los
pretendientes y cuando estos todavía están sorprendidos de ver al héroe
al que creían muerto, Ulises junto con su hijo los mata a todos.
Podría parecer que la carnicería es un poco exagerada, pero el símbolo
que esconde es claro: en nuestro interior no pueden gobernar el
37
personaje y la esencia juntos. O gobierna uno, o gobierna otro. No se
puede servir a dos dueños a la vez.
Uno de los pretendientes le pregunta a Ulises qué crimen han cometido. El
héroe les responde que su crimen ha sido intentar robarle su mundo (el
gobierno del mundo interior), el mundo que construyó con sus manos (lo
que le es propio y le corresponde por derecho).
38
LA UNIÓN FINAL CON PENÉLOPE
La unión final con su esposa representa el final del camino de Ulises. Se
ha unido a lo Superior y es Uno con ello.
Esta fusión la deja muy clara el héroe cuando le promete a su esposa que
jamás la abandonará. El viaje ha concluido.
Penélope le pregunta si ella ha cambiado mucho a sus ojos y Ulises le
responde que no, que sigue siendo la misma. Esto significa que lo
Permanente es inmutable.
Ulises le explica que hay muchas cosas bellas y sagradas en el mundo,
pero nada es tan hermoso para un hombre como su mundo. Su mundo es
su casa, su esencia.
El héroe prosigue diciendo: … su mundo al que puede coger entre sus
39
manos y saber que siempre será suyo. Es decir que se ha fusionado con lo
que no ha tenido origen ni final, con lo eterno, atemporal y permanente.
Fin de la historia. Sublime.
40
LA PRÁCTICA DE LA SEMANA
Esta semana os propongo que nos mandéis vuestras propias
interpretaciones sobre la Odisea.
No tiene que ser de la obra entera si no queréis, puede ser la
interpretación de alguna escena que os haya evocado algún significado
profundo.
La idea es interpretar la Odisea en conexión con nuestro proceso interior.
Recordad que no hay interpretaciones mejores que otras. Las distintas
interpretaciones no son excluyentes. Son inclusivas. Lo importante es que
la interpretación que escojáis os aporte algo de valor.
Os he dado mi visión de la Odisea, pero no tiene que ser, ni mucho menos,
una visión universal. Entre todos contemplaremos la obra desde muchos
ángulos distintos y nos enriqueceremos todos.
Por lo tanto, esta semana os propongo que vayáis a la caza de las
imágenes arquetípicas de la Odisea y las compartáis con todos
nosotros/as.
En tan magna obra, hay muchos tesoros aguardándoos.
Un abrazo, y feliz semana.