Las Fiestas de La Quiteñidad a Las Puertas Boom” Petrolero

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UNIVERSIDAD ANDINA SIMÓN BOLÍVAR

ÁREA DE HISTORIA

HISTORIA, MEMORIA E IDENTIDAD

Profesor: Guillermo Bustos

Estudiante: Andrés Luna Montalvo

Las fiestas de la quiteñidad a las puertas “boom” petrolero

“Si el Ecuador no es una unidad cultural, cívica,

nacional, militar, qué puede pasar con estas riquezas

que se anuncian formidables, al extremo que se dice que

después de Venezuela seremos los principales

exportadores de petróleo en América del Sur”

José María Velazco Ibarra

El trabajo desarrollado a continuación hace referencia a las fiestas de fundación de

la Ciudad de Quito y sus representaciones conmemorativas de principios de la década del

70, específicamente en 1970 y 1971. El contexto histórico nos remite a un proceso de

transformación urbana de la ciudad debido al auge del “boom” petrolero que arrancó en

nuestro país durante esos años, lo que anticipaba días más prósperos para un Ecuador que

atravesaba una serie de cambios que venían a la par del proceso de sustitución de

importaciones que le daba un giro de 180 grados a la economía nacional.

Gracias al “boom” petrolero, Quito se convertiría por aquella época en la capital

petrolera y segundo centro bancario y financiero del país, lo que se puede distinguir en

algunos de los testimonios y artículos recogidos en el Diario “El Comercio”, escritos con

motivo de las festividades de diciembre de aquellos años, los mismos que nos servirán

como fuente de nuestra investigación. Para delimitar nuestro campo de estudio, tomaremos

en consideración las ediciones de los días 4, 5 y 6 de diciembre que el diario “El Comercio”

publicó en los años anteriormente especificados.

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Testimonios festivos de un crecimiento urbano acelerado

A la par de ciertos visos de prosperidad y júbilo en la población quiteña por los años

de modernización y severos cambios en la estructura arquitectónica de la ciudad, se

producía una reflexión acerca de cómo Quito iba asimilando estas transformaciones. “La

ciudad se convirtió en el centro de mayor dinamismo relativo del país, por cuanto la gran

captación de los excedentes derivados de las regalías petroleras son manejados por el

Estado, cuya cabeza más visible, la administración pública, tiene por asiento a la capital de

la república”1. Con motivo de las fiestas de fundación, la ciudad de Quito entraba en la

palestra de la escena mediática y su proceso de transformación era motivo de preocupación

de pensadores e intelectuales: “Volví a protestar contra el municipio cuando se preparaba la

demolición de la casa de la Inquisición que tenía uno de los más bellos portales de piedra

labrada, y pedí que se la declarase monumento nacional. Pero se la demolió y en el solar se

levantó un ridículo rascacielos”2.

Mientras esto sucedía, las fiestas de Quito gozaban de celebraciones pomposas que

se adornaban de una serie de conmemoraciones y tradiciones que se han ido perdiendo o

transformando, y mucho de aquello tiene que ver con la bonanza económica de la que se

creía gozar por los setentas y la austeridad relativa que se puede percibir en la actualidad.

De ahí la composición de la pregunta en el presente trabajo: ¿Cuáles son las tradiciones

conmemorativas que se identifican en la sociedad quiteña de principios de los setentas, en

pleno auge del “boom” petrolero, de acuerdo con los testimonios recogidos en el diario “El

Comercio” con motivo de las fiestas de la ciudad en el mes de diciembre?

Y para graficar algunas de las tradiciones conmemorativas, vale citar algunos de los

números que se pudieron apreciar en el célebre desfile de la Confraternidad, el mismo que

para 1970 contó con una presencia masiva de participantes del país y el exterior. Solo por

resaltar algunos mencionamos a la Reina de Cali, la Reina de Fulton, bailarines y artistas

mexicanos, conjunto típico de Saraguro, grupo folklórico chileno, colombiano y de

salasacas, la Banda de la Policía de Guayaquil y Tulcán, grupo de ballet de Imbabura,

1 CARRIÓN MENA, Fernando; “El desarrollo urbano de Quito entre sus crisis urbanas más recientes” en El Ecuador de la postguerra; Pág. 334. 2 El Comercio, 04 de diciembre de 1970; Editorial: “Quito, ciudad sin plan”, por Jorge Reyes. Pág. 2.

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representación artística argentina, entre otros. Y toda esta participación no es casual ni

efímera, pues para el mismo año, investigaciones periodísticas avizoraban una fuerte

migración hacia la ciudad de Quito por el contexto económico de la comercialización

petrolera. “El mismo fenómeno ocurrido a Guayaquil en la década del 50, durante la cual

logró más que duplicar su población, se ha producido en Quito en la década del 60, cuando

le ha tocado el turno de ser el principal centro de atracción de las migraciones internas”3.

Hispanización de las fiestas

Para continuar con el desarrollo de nuestro análisis, vale corroborar la investigación

con algunos conceptos claves que me parecen oportunos clarificarlos y ejemplificarlos en

esta parte de la presentación. Es indispensable tocar el tema de las conmemoraciones, pues

se trata precisamente de lo que estamos comunicando cuando abordamos el estudio de las

fiestas del 6 de diciembre. “Las conmemoraciones son ocasiones en que se formula y

reformula la memoria pública de una comunidad y constituyen modos de transmisión muy

efectivos del recuerdo social. Aunque las conmemoraciones proyectan una imagen

unificada del recuerdo colectivo, en verdad son el resultado de procesos contenciosos que

incluyen negociaciones e imposiciones”4. Brevemente me detendré para explicar la

3 El Comercio, 06 de diciembre de 1970; “Cifras inusitadas del crecimiento de Quito”, por Bruno Stornaiolo. Pág. 4. 4 BUSTOS, Guillermo; “La hispanización de la memoria pública en el cuarto centenario de fundación de Quito” en Etnicidad y poder en los países andinos; Pág. 112.

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hispanización de la conmemoración de la fundación de Quito, y así comprender algunas de

las presentaciones del Desfile de la Confraternidad preparado para 1971.

Fue en 1934, año del cuarto centenario de la fundación de Quito, cuando Jacinto

Jijón y Caamaño propuso los siguientes puntos de reflexión para determinar el día de la

celebración que debían conmemorar los capitalinos:

- La ciudad no fue fundada por ninguno de los conquistadores (Benalcázar o

Almagro). Existía un núcleo de población importante ya asentada en la ciudad.

- Quito se convirtió en un poblado importante solo en el contexto de la conquista

incaica y fue probablemente fundado por Tupac Yupanqui.

- Mientras el 28 de agosto se creó el cabildo, el 6 de diciembre se instaló ese

ayuntamiento.5

Aunque la sugerencia de Jijón y Caamaño para el cabildo fue considerar la fecha del

28 de agosto, la comodidad y planificación que permitía el mes de diciembre pesó más que

las temáticas investigativas para la celebración. De esta manera, se resaltaba la

hispanización que desde 1934 iba a marcar la tónica de las festividades de la quiteñidad.

Esta exaltación a España, se percibe de manera evidente en las comparsas que

acompañarían al Desfile de la Confraternidad programado para 1971.

5 Ibíd. Pág. 114

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Como en ningún otro año, el carácter de la conquista y la fundación fueron la

temática resaltada en el desfile del 5 de diciembre, pues la crónica publicada por “El

Comercio” del día siguiente nos muestra algunos ejemplos de estas representaciones:

“El carro alegórico del Colegio 24 de Mayo representaba la conquista y el

amanecer del mundo hispanoamericano. En la parte posterior, un sol giraba sobre

su eje, mientras en la parte inferior hermosas damitas significaban las estrellas”

“A continuación, pasó el carro alegórico del Colegio Municipal Sebastián de

Benalcázar, que representaba al Quito colonial, en una composición que se

hallaba en la parte delantera (…) intervino la comparsa del Liceo Municipal

Fernández Madrid, luciendo atuendos españoles y bailando música de este país”

“El carro alegórico de la Escuela Municipal Espejo, con una hermosa alegoría

que representaba el tiempo de la conquista y la fundación de esta ciudad. Un

grupo de alumnos, con vestidos de la época, representaban a los soldados,

caballeros, religiosos y otras gentes de esa época (…)” 6

Con estos ejemplos citados, podemos inferir que las tradiciones conmemorativas

que se identifican en la sociedad quiteña de principios de los setentas, de acuerdo con los

testimonios recogidos en el diario “El Comercio”, también están teñidas de un férreo

sentido de españolidad que se hereda no necesariamente de los cuatro siglos y pico que

separan a la fundación de la celebración que se origina a inicios de los setentas, sino del

consenso social que se dio apenas dos décadas atrás para exaltar la hispanización en el mes

de diciembre. “Muchas ciudades del Ecuador contemporáneo conmemoran con gran pompa

sus festividades de fundación española. La festividad actual de fundación de Quito no

proviene directamente de la conmemoración de 1934, cuya memoria ha desaparecido. Más

bien, se origina en un proceso de invención de tradición ocurrido a finales de los años

cincuenta y que se mantiene anualmente cada 6 de diciembre”7.

6 El Comercio, 06 de diciembre de 1971; “Cálido homenaje se rindió a Quito en el desfile de ayer”. Pág. 7. 7 BUSTOS, Guillermo; “La hispanización de la memoria pública en el cuarto centenario de fundación de Quito” en Etnicidad y poder en los países andinos; Pág. 116.

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Indigenismo en las fiestas

Como pudimos constatar en el inciso anterior, la hispanización marcaba el compás

en la celebración setentera de la ciudad capital, sin embargo, el indigenismo, como no

podía ser de otra manera, también tiene su aporte a las tradiciones festivas conmemoradas

en diciembre, aunque no con tanto realce como los protagonistas españolizados. Seguimos

en 1971 y avizoramos que la reverencia rendida al conquistador español, contrasta con

todos los discursos que se pueden proclamar en las fiestas con relación a la participación

indígena, tanto en el sentido de la conquista como en lo contemporáneo de la época.

Por un lado, se percibe una atmósfera de distinción para con los aborígenes

valerosos y combatientes de la era de la conquista, al tiempo que se los despoja de un

protagonismo significativo en las celebraciones de diciembre. No es menos relevante que la

población indígena para la década de los setentas promediaba casi el 40% de los habitantes

de la ciudad. “Los latinoamericanos están siempre dispuestos a asumir como suyos los

grandes momentos de las culturas precolombinas, azteca, inca, maya, pero no establecen

ningún nexo entre este esplendor pretérito y los indios pobres, explotados, despreciados,

que les sirven como esclavos”8. Muestra de aquello es que mientras se noticiaba el reportaje

del desfile de la confraternidad, “Conquista y Fundación”, páginas atrás “El Comercio”

publicaba su tradicional editorial “Quito y la Unidad Nacional”, de donde abstraemos lo

siguiente:

“(…) desde la legendaria leyenda del auténtico héroe de la raza y su admirable

resistencia, Rumiñahui, y hasta hoy, Quito es la invitación permanente a la forja

de la cultura, a la defensa del honor nacional y a la cordial coordinación de

esfuerzos de todas las provincias, regiones, cantones y parroquias”9.

Aunque no existe mucho por citar del diario en cuestión acerca de la participación

de una cosmovisión indigenista protagonista en la celebración quiteña, entre lo poco nos

encontramos con citas “menos alegres” que la señalada en el editorial anterior:

“Para remate de todo, los maestros violinistas y guitarreros han de entusiasmar a

la gente para que baile un “alza que te han visto”, un “fandango” o un vals de

8 BURGOS, Elizabeth [y MENCHÚ, Rigoberta]; Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia; Pág. 14. 9 El Comercio, 06 de diciembre de 1971; “Quito y la Unidad Nacional; Pág. 4.

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corte señorial. Aún los pobres “indianos” rematan sus festividades con la danza –

al compás de tambores y pingullos-, olvidándose, aunque sea por breves y

fugases momentos, de sus deudas ancestrales y el dolor de su raza avasallada”10.

Conclusiones:

A lo largo de la investigación, hemos querido aproximarnos a reseñar cuáles fueron

las tradiciones conmemorativas que se identificaron en la sociedad quiteña de principios de

los setentas, en pleno auge del “boom” petrolero, de acuerdo con los testimonios recogidos

en el diario “El Comercio” con motivo de las fiestas de la ciudad en el mes de diciembre.

Logramos recopilar una serie de testimonios que fueron dándonos algunas pautas para

intuir cuál era el momento social y económico que experimentaba la ciudad a inicios de

1970. Hemos comprendido al testimonio como “una narración contada en primera persona

gramatical por un narrador que es a la vez el protagonista (o el testigo) de su propio

relato”11, y así pudimos darle crédito a las publicaciones que el diario indagado nos

proporcionaba con relación a los artículos, editoriales, noticias y especialmente crónicas

que nos narraban los detalles de cada evento realizado en honor a la conmemoración de la

fundación de Quito.

10 Ibíd.; “Así fue mi Quito del ayer”, por Bolívar Erazo Silva; Pág. 14. 11 BEVERLY, John; “Anatomía del Testimonio”, en Del Lazarillo al Sandinismo; Pág. 157.

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Se podía además interpretar la percepción de años prósperos para la ciudad y el país,

pues en el desarrollo de este estudio nos encontramos con una serie de datos que ratificaban

la idea de un proceso de urbanización acelerado que se llevaba a cabo en Quito y se

reflejaba en sus festividades. “Para la década del setenta el proceso (de urbanización) se

consolida bajo un nuevo signo del desarrollo capitalista sustentado en los ingresos

derivados de la comercialización petrolera, la modernización de la estructura agraria y del

Estado, la formación de ciertas condiciones mínimas para la inversión foránea y el

crecimiento del proletariado y de las capas medias de la población urbana”12. No era

extraño entonces que se desarrollaran pomposas celebraciones con delegaciones de toda

América y que los discursos políticos fueran de corte optimista, como bien lo puede

constatar el presidente José María Velazco Ibarra en uno de sus últimos discursos

pronunciados como primer mandatario, tres meses antes de ser derrocado por la dictadura

del General Guillermo Rodríguez Lara:

“Estamos hablando del petróleo, estamos hablando de la pesca y el cobre y no

comprendemos la responsabilidad nacional que hay tras de todo esto. Si el Ecuador

no es una unidad cultural, cívica, nacional, militar, qué puede pasar con estas

riquezas que se anuncian formidables, al extremo que se dice que después de

Venezuela seremos los principales exportadores de petróleo en América del Sur”13.

Finalmente, quisiera exponer una reflexión acerca del tema investigado, y se trata de

pensar que si bien Quito ha perdido en la actualidad esa expectativa de un mañana cada vez

más floreciente y el matrimonio con la explotación de los recursos naturales está bastante

resquebrajado, existen tradiciones que han perdurado desde la década abordada hasta la

actualidad. Hay muchas coincidencias y también divergencias con aquella época, pero

todas éstas son de forma más no de fondo, por lo que considero oportuno ratificar que son

las tradiciones y no los recursos lo que se conserva en las celebraciones de la fundación de

la ciudad. Puede existir más o menos inversión pero las retretas se realizarán, los desfiles

no desmayarán, los artistas, sean o no reconocidos, jamás brillarán por su ausencia, y es que

la tradición nos invita a “entender una serie de prácticas regidas habitualmente por unas

normas aceptadas explícita o tácitamente y por un ritual de naturaleza simbólica, que tratan

de inculcar a partir de su reiteración constante determinados valores y normas de 12 CARRIÓN, Fernando; La renovación urbana en Quito; Pág. 13. 13 El Comercio, 04 de diciembre de 1971; “Al grito de viva Quito meditemos en la patria”; Pág. 4.

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comportamiento, lo que automáticamente implica un vínculo con el pasado”14. De manera

que lo que fue, seguro seguirá siendo, aunque sus matices se vean decorados y adornados

como causa de un “boom”, o deslucidos y desaliñados por la carestía de turno.

BIBLIOGRAFÍA:

BEVERLY, John; “Anatomía del Testimonio”, en Del Lazarillo al Sandinismo; Minnesota.

BURGOS, Elizabeth [y MENCHÚ, Rigoberta]; Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia; Siglo XXI; México; 1985.

BUSTOS, Guillermo; “La hispanización de la memoria pública en el cuarto centenario de fundación de Quito” en Etnicidad y poder en los países andinos; Corporación editora nacional; Universidad Andina; Quito; 2007.

CARRIÓN MENA, Fernando; “El desarrollo urbano de Quito entre sus crisis urbanas más recientes” en El Ecuador de la postguerra; Banco Central del Ecuador; Quito; 1992.

CARRIÓN, Fernando; La renovación urbana en Quito; Centro de investigaciones Ciudad; Colegio de Arquitectos del Ecuador; Quito; 1982

HOBSBAWM, Eric J.; “Inventando tradiciones”, en Historia Social No. 40; Valencia; 2001.

Diario “El Comercio”; ediciones del 4,5 6 de diciembre; 1970, 1971.

Páginas web:

www.quito.gov.ec/

www.inec.gov.ec/

14 HOBSBAWM, Eric J.; “Inventando tradiciones”, en Historia Social No. 40; Pág. 203.